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Oración del Ángel de la paz.
He aquí el Rey de la Paz Universal. ¡Aleluya, aleluya!
El sagrado Niño Dios nació del Vientre purísimo de la Madre del Mundo y trajo para la Tierra la liberación.
El sagrado Niño Dios vino del Soplo del Espíritu, del Verbo Creador que se manifestó y se hizo carne entre los hombres de la Tierra, revelando el poder del amor y de la redención.
Hoy les pido que estén con los ojos cerrados por la magnitud del resplandor del Niño Dios, para que sus mundos internos soporten Su altísima vibración divina y para que a partir de ahora, hijos Míos, ante la Madre de Dios y el Niño Dios se concentren en el centro de su corazón, en donde está el triunfo del alma y del espíritu, morada interior donde renacerá el Cristo de los últimos tiempos.
Hoy está naciendo una oportunidad y una gracia infinita para toda la humanidad, para la consciencia del planeta y hasta para los Reinos de la Naturaleza.
Este Niño Dios es el principio y es el fin. Él es el Alfa y Él es el Omega.
Él fue anunciado, profetizado, vivió entre los hombres, curó a los enfermos, expulsó a los malos espíritus, resucitó a los muertos, convirtió a los pecadores por medio de la poderosa Fuente del Amor-Sabiduría.
Y este Niño, el Sagrado Dios, no solo nacerá en ustedes nuevamente, en la comunión con Su Cuerpo y con Su Sangre mediante esta sagrada noche de luz, en donde las tinieblas son vencidas y los infiernos son derrotados paralizando los abismos, expulsando a los demonios de todos los que se intentarán pervertir por las tentaciones superfluas y por el dominio del control humano.
El Sagrado Niño Dios hoy anuncia Su Advenimiento al templo del corazón de cada ser humano, para que Su Resplandor y todo el Poder de Su Luz, trascienda las fronteras, los límites y todas las formas, trascienda los planos y toda la consciencia y sea germinada, en el alma de cada ser humano, la oportunidad de reencender en sí la Luz Crística, el Sol interior que se confraterniza con el Universo y toda la Hermandad, haciendo posible en la Tierra los Cristos del nuevo tiempo.
Así como los Reyes de Oriente se postraron ante del nacimiento del Redentor, hoy, los ángeles se postran ante el renacimiento de Cristo en los seres de la Tierra y los espejismos de la consciencia humana son disueltos para que pueda nacer la verdad y la luz; aquella luz y aquella verdad que fue depositaria en Jesús por intermedio de San Miguel Arcángel y que trasciende todos los tiempos y todas las generaciones por el sagrado terafín de la Espada de Luz de San Miguel que expulsa todas las ilusiones, que revela todas las mentiras, que disipa todos los infiernos y que concede la paz a aquel que la invoca, a aquel que invoca Su sagrado nombre.
Por eso hoy no solo está aquí el Niño Dios, con el resplandor de Su Corazón Eucarístico para todos los que lo adoran.
No solo está aquí la Madre del Señor, la que gestó en Su Vientre purísimo la gracia y la redención para la humanidad, sino también está aquí San Miguel Arcángel, el patriarca arcangélico y el custodio universal de todos los guerreros de Cristo para el fin de los tiempos.
Su Potestad no tiene límites, su autoridad no tiene fronteras. Su Presencia derrota todo mal por la fuerza imperiosa que nace de Su Corazón, al brotar de él el Amor de Dios que concedió el Nacimiento de Cristo, la redención de la humanidad hasta la Crucifixión y la Muerte del Señor y mismo durante Su Ascensión a los Cielos.
Por eso les pido, hijos Míos, que no duerman ante esta revelación, ni física, ni espiritualmente, porque estarían perdiendo muchos códigos que son irrepetibles e intransferibles para otras personas.
Les pido que mantengan sus ojos cerrados ante el resplandor del Niño Dios y de la presencia de San Miguel Arcángel, porque en ellos hubo una fusión divina desde el principio. una alquimia espiritual que solo fue conocida por los esenios y que fue velada y resguardada a través de los tiempos por medio del amor y del servicio incondicional de Cristo hasta los días de hoy, para que ustedes, como humanidad actual, recibieran esta revelación en este día y en esta hora, ante una crisis planetaria muy aguda y de un dolor insoportable para millones de almas de la Tierra, al estar apartadas de Dios y de la Verdad.
Ahora pido que los consagrados se acerquen a los pies de este escenario y que, con la luz de sus velas, mantengan el descenso de esta revelación que viene de la Fuente del Padre Celestial por medio de Mi Inmaculado Corazón, para este planeta, para esta humanidad y para este momento.
Sagrados son los Tesoros del Cielo.
Elevadas son las Revelaciones de Dios.
Inmensos son Sus Misterios.
Infinitos son Sus Proyectos que deben cumplirse y materializarse en las almas de la Tierra,
a fin de que se cumpla la Sagrada Voluntad y los ciclos se renueven de tiempo en tiempo.
Ahora sí, pueden abrir sus ojos, porque el resplandor de Jesús, del Niño Dios, se ha recogido.
En todas las esferas del Universo Inmaterial existen conocimientos. Y esos conocimientos, que son grandes Proyectos de Dios y parte de Su Idea Divina, espera descender a la Tierra durante esta transición y después de esta transición, a fin de que se cumpla la concreción de la Nueva Humanidad.
Estamos ante un escenario semejante al Nacimiento de Jesús, en un momento muy grave de la humanidad y del planeta, en donde el ser humano ya aprendió a autodestruirse y a dañar a los Reinos de la Naturaleza.
Estamos en un tiempo más difícil al tiempo en que vivió Jesús. Y ustedes lo saben, hijos Míos.
Por eso, para Dios hoy es muy importante la presencia de cada uno de ustedes aquí y a través de este medio de comunicación. Porque eso representa una respuesta madura, aunque desconocida de parte de sus almas y de sus núcleos internos, que hacen el esfuerzo y la entrega, por más de que no estén prontos para vivir el Plan de Dios, trascendiendo los deseos, renunciando a los placeres y buscando plenamente la Vida Divina por todos los que no lo hacen en esta hora de Noche Buena, donde la distracción del mundo es muy grande y los ángeles luchan contra los demonios para que las esencias de los seres humanos no sean contaminadas, perdidas ni pervertidas por el mal.
Por eso la Victoria de Cristo, en esta hora, es muy importante. No solo por Su Presencia interior en este lugar, que reenciende a sus Cristos internos, sino también por todas las Jerarquías de la Luz que en una sola hermandad de Sabiduría y de Amor, se unifican en un mismo Espíritu y bajo un mismo Propósito, para llevar adelante el Plan de Dios en esta transición.
Ustedes, hijos Míos, están ante un acontecimiento semejante al Nacimiento de Jesús.
Los personajes que participan de este escenario son otros, pero la historia es semejante, porque el planeta está sufriendo y sus almas son llamadas para aliviarlo por medio de gestos de amor, de caridad y de bien, no solo para con las almas, sino también para con los Reinos de la Naturaleza.
Hoy no solo estoy aquí con ustedes, hijos Míos, sino con aquellos hijos Míos que están solos en los asilos, en los hospitales, en las calles oscuras. Estoy con los niños, con las familias divididas, con las madres que abortaron y que abortarán en absoluta ignorancia.
Estoy con todos y en todas las naciones, en Omnipresencia y en Luz, ante la llegada del Niño Dios y de San Miguel Arcángel, el emperador de la Patria Celestial. Porque si Sus huestes están aquí, Él también está aquí, obrando y trabajando con el planeta a nivel del espíritu y de la esencia humana.
Tal vez Mi mensaje hoy es muy simbólico y abstracto. Pero lo más importante es que guarden las palabras en sus corazones y todas las vibraciones que vienen a través de ellas, las que necesitarán para el próximo ciclo, para aprender a luchar por el Plan y por la victoria de Cristo, aunque Él todavía no regrese a la Tierra.
Que esta luz que hoy sustentan entre sus manos reencienda el compromiso de vivir en el cristo interior, para que los apóstoles de los últimos tiempos estén presentes en este ciclo y en este tiempo, en donde se vivirán emergencias y necesidades que deberán ser suplidas por todos, a fin de mantener el equilibrio psíquico en la humanidad y especialmente la paz en donde todavía existe.
Pero mantengan su fe y esperanza en esa luz crística que viene del Cielo en esta noche, que los nutre, que los colma y que los cura para que puedan ser otros y que crean en ese gran cambio de la consciencia, que el renacimiento de Cristo puede generar en sus vidas y consciencias.
Tengan fe absoluta en ese milagro de amor, para que se pueda cumplir la Voluntad de Dios y sean partícipes, en este tiempo, de Su Divino Propósito.
Quiero agradecer, desde lo profundo de Mi Espíritu Maternal, a todos los que respondieron a Mi llamado a través de la novena y por todas las familias que fueron ayudadas a lo largo y ancho del mundo: desde las familias más miserables hasta las familias más ricas, desde las familias más divididas hasta las familias más unidas, de las familias más solitarias hasta las familias más alegres.
La esencia de las familias, por medio de esta novena de luz que fue ofrecida, y su seno espiritual, fue ayudada e intervenida por medio de Mis ejércitos de luz. Amén.
Ante el Niño Dios, que en esta noche se prepara para nacer en el interior de los hombres, en lo profundo de las almas y en la consciencia de los espíritus, ofreceremos la oración de la Sagrada Familia como símbolo de unión espiritual con el Reino de Dios.
Oraremos en portugués.
Inspiramos.
Oración: Acto de Consagración a la Sagrada Familia de Nazaret.
¡Muy bien hijos, muy bien!
Ahora para que esta noche termine de ser consagrada no solo aquí, sino también en las familias del mundo, pediré que vuelvan a tocar la música Noche de Paz, en español, para que el Niño Dios, en la presencia del patriarca San Miguel Arcángel, con el Poder del Cielo, del Universo y del Reino de Dios, ante los ángeles que lo rodean y que lo adoran, consagre los elementos que serán parte de la comunión entre las almas y Dios.
Nos ponemos de pie.
Canción: Noche de Paz.
Que la Paz de Jesucristo, queridos hijos, esté en todos los corazones de la Tierra.
Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a todos los seres de buena voluntad.
Los bendigo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Y que el renacimiento de Cristo sea una verdad y una realidad en cada una de sus vidas. Amén.
En fraternidad y amor, por la paz en este planeta y en cada corazón humano, en el nombre del Niño Dios y de la Sagrada Familia de Nazaret, se darán el saludo de la paz.
La sangre inocente derramada por los mártires del fin de los tiempos tiene un valor espiritual incalculable, ya que representa un acto de valentía y de amor tan semejante al que vivió su Señor Jesucristo en la Cruz.
Por esa razón, la sangre derramada por los mártires del fin de los tiempos es reconocida en el Cielo como un acto de salvación del Proyecto de Redención de la humanidad.
Al mismo tiempo, esa sangre inocente que es derramada por amor a Cristo queda impregnada de potentísimos Códigos Crísticos, los cuales espiritualmente, por el acto de salvar a otras almas, son irradiados de una forma directa hacia las esencias de la humanidad y, especialmente, hacia el lugar en donde ese inesperado acontecimiento sucedió.
Así como Mi Hijo en el Huerto Getsemaní vio el triunfo de Su Iglesia Celestial en el corazón de los hombres del fin de los tiempos, de la misma forma, Cristo, a través de la visión dada por el Padre, testimonió el triunfo que los mártires de los últimos días vivirían por amor al Señor.
En todo este misterio se revela la existencia de un paso que da la consciencia que, siendo víctima del Amor de Dios, se ofrece espontáneamente en sacrificio por los demás, entregando su vida en manos de la Voluntad Divina.
Los mártires del fin de los tiempos aún no saben que lo serán, solo lo sabrán cuando el Universo les presente el momento de poder vivirlo por amor a Cristo y por la expiación de los grandes pecadores.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los Santos Inocentes
La nueva misión humanitaria en Colombia, en su contraparte espiritual y también a través de la Jerarquía, intentará establecer la paz en los mundos internos de esa región del planeta que durante décadas vivió conflictos armados.
En este sentido, la Divina Señora de Chiquinquirá será la Patrona de esa misión, será la faz que intercederá espiritualmente por toda la misión humanitaria y por sus primeros pasos.
“Colombia Humanitaria” será la primera misión que en los planos internos trabajará con las diversas situaciones de vida que llevaron a esa nación, así como a los diferentes pueblos de esa región, a vivir un adormecimiento espiritual.
La misión humanitaria no solo despertará en los colombianos la importancia de ayudar al semejante, al que sufre, al refugiado, sino también impulsará a Mis hijos de Colombia para que, asumiendo ese servicio humanitario, asuman su misión y su propósito para estos tiempos.
Por medio de la devoción del pueblo colombiano, la Señora de Chiquinquirá y Madre de Guatavita podrá interceder por las almas que están escapando de la crisis social y humanitaria de Venezuela.
El propósito fundamental a través de la misión “Colombia Humanitaria” será que miles de esencias, que están en carácter de consciencias refugiadas, no pierdan los códigos del amor, de la confianza en Dios y especialmente de la fe, a pesar de que ciertas naciones, en estos tiempos, sean utilizadas como laboratorio para el usufructo indebido de los recursos naturales y para generar grandes crisis sociales con ciertos objetivos no evolutivos.
La misión “Colombia Humanitaria” llevará el impulso de construir la consciencia de la cooperación y del servicio, a fin de que el amor cure el dolor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Segunda Serie de Poemas
Sexto poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que sea purificado de mis errores.
Escóndeme, Señor,
dentro de Tus Llagas
para que reciba los Códigos Divinos
de la Transfiguración.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que la Luz espiritual
me invada completamente.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que sea protegido de todo mal
a fin de que reine Tu poderosa Paz.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que reciba toda Tu Gracia
y sea merecedor de Tu insondable Misericordia.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que mi alma sea partícipe
de la comunión interna
con Tu Divino Espíritu
y todas las dificultades se disipen.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que conozca la esencia profunda
de Tu Amor y de Tu Compasión.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
y haz de mi un nuevo instrumento,
vacío de todo y entregado completamente
a Tu Sagrado Corazón.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que despierte en mí
Tu sagrada Humildad.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Mis queridos hijos:
En estos tiempos difíciles no olviden el uso diario del Escapulario de la Paz y de la Sagrada Medalla de Cristo Glorificado, porque ambos símbolos están impregnados de códigos divinos de la Creación, los que ayudan en la conversión de las almas y en el despertar interior de los corazones.
El Escapulario de la Paz, así como la Sagrada Medalla de Cristo Glorificado, también ayudan a cumplir las promesas divinas que el propio Universo Celestial proclama por medio de Nuestros Sagrados Corazones.
Para que Sus Gracias de Perdón y de Misericordia continúen amorosamente obrando en las almas, en las naciones y hasta en todo el planeta, hoy, en este día extraordinario, su Madre Celeste viene para recordarles la importancia de la colaboración y de la contribución mensual para la concreción de los objetos sagrados, los cuales en este tiempo deberán estar disponibles para los más simples y necesitados hijos que no tienen medios materiales para adquirirlos.
Es la misión de todos los Hijos de María, así como de los grupos consagrados a los Mensajeros Divinos, colaborar en la concreción mensual de los objetos sagrados; en este caso del Escapulario de la Paz, el Orandio de 72 cuentas y la Medalla de Cristo Glorificado.
Para eso y por primera vez, su Madre Celeste solicita a la secretaría de los Hijos de María y de la Casa Nuestra Señora de los Pobres, la elaboración de un simple folleto y de un bono colaborador para ser enviado, mensualmente, a los hogares de Mis más de dos mil hijos consagrados como Hijos de María, para que junto a la Madre de Dios lleven adelante la concreción periódica de los objetos sagrados, especialmente de la Sagrada Medalla de Cristo.
Con ese bono que recibirán mensualmente y después de un momento de oración, ustedes sentirán en lo que podrán contribuir, sabiendo que esos objetos, en el próximo ciclo, no solo deberán estar con cada uno de ustedes para llevarlos como una divina protección, sino que los objetos sagrados del Escapulario de la Paz y de la Medalla de Cristo Glorificado también deberán estar al alcance de otras culturas, naciones y pueblos, como es el caso de Medio Oriente y del Lejano Oriente.
Será una forma de expandir el espíritu de la Campaña por la Paz en el mundo, como también de expresar un espíritu de verdadera fraternidad y de solidaridad por parte de todos los Hijos de María que ya son consagrados.
En verdad, los objetos sagrados que los Sagrados Corazones han ido manifestando a lo largo de los tiempos y de los siglos, son símbolos espirituales de redención y de cura, así como dádivas que interceden por la conversión de los pecadores y por el despertar de las almas del mundo.
En el próximo ciclo será acuñada la Medalla de San José Castísimo; será una copia fiel de la actual faz presentada de San José.
Mi querido y Casto Compañero revelará las promesas de esa sagrada medalla, ya que la misma ayudará en el despertar del espíritu del servicio y en la protección de todas las almas y vidas misioneras.
Quisiera, hijos Míos, que comprendieran el valor y el significado que en sí tienen los objetos sagrados, porque ellos acortan el proceso de la purificación de la consciencia y atraen nuevos códigos de luz y de amor para los que despertaron y para los que irán despertando en los próximos tiempos.
Por primera vez, Su Madre enviará a los ángeles por medio del bono colaborador para que los devotos e Hijos de María, en diversas partes del mundo, ayuden en la concreción de los pedidos de amor de los Sagrados Corazones.
Recuerden, hijos, que, en esencia, cada objeto sagrado lleva consigo un misterio de Dios, un tesoro a ser revelado y conocido.
Desde ahora estaré agradecida para que recuerden todos los días este pedido y todos los meses que reciban el bono colaborador, a fin de que sean precursores en la manifestación del Plan de Dios.
¡Les agradezco por comprenderme!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que la última gota de Sangre de vuestro amado Señor sea derramada como Luz espiritual sobre este planeta, a fin de que todo lo manifestado en esta humanidad se redima completamente.
Que la última gota de Sangre del Cáliz del Señor sea el fin de un ciclo y el comienzo de otro, para que las almas perciban que los tiempos cambiaron.
Que la última gota de Sangre de su Señor purifique todo lo manifestado, especialmente lo que vive sobre la Tierra, para que reciba una oportunidad de amar y de perdonar el pasado.
Ingresar en el Tiempo del Señor es ingresar en el tiempo real de la Hermandad, en donde todos los proyectos elevados se llevan adelante para que las consciencias participen del gran momento del despertar.
Cuantos más códigos sean derramados, mayores posibilidades surgirán para la humanidad dormida, y nuevas virtudes despertarán y expresarán lo que en verdad las consciencias vinieron a hacer.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Postrada ante el sagrado Santísimo de Luz, hoy su Madre comulga de todos los códigos y de todos los méritos alcanzados por Jesús durante Su dolorosa Pasión.
Estos códigos son derramados como infinitas Gracias en los corazones que más lo necesitan y, así, se vuelve a llevar adelante la Obra de la infinita Misericordia de Dios.
Póstrense ante el Señor, así como lo hace su Madre Celeste, para que sus sentidos internos reconozcan la Presencia sublime de Dios, a través del Divino Hijo presente en la Eucaristía.
Reverencien este momento sagrado de poder estar a los Pies del Santísimo Señor, para que muchas más almas miserables, las que no reconocen ni viven la Pasión de Cristo, reciban del Cielo una Gracia inexplicable y renovadora.
Ustedes, Mis hijos, abracen su cruz y suban a lo alto del Monte Calvario, para que sus pecados sean perdonados por la Sangre derramada por el Cordero de Dios.
Lleven hasta lo alto del Monte Calvario el dolor de la humanidad de estos tiempos y transformen toda angustia en alegría y amor.
Que los divinos Códigos del Señor se irradien a todas las almas del mundo a fin de que se establezca la poderosa Misericordia del Redentor.
Sigan postrados ante el Santísimo, uniéndose a este misterio infinito de Amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Al igual que sus mundos internos, su Madre Celeste se prepara en este día, como fue hace más de dos mil años, para ingresar en el espíritu sagrado de la Pasión del Señor.
De esa forma, hijos Míos, su Madre Celeste abre puertas celestiales para que los santos ángeles del Universo vuelvan a infundir los sagrados códigos de la Pasión de Cristo en todos los corazones abiertos a reconocer, en su universo interior, esa importante unión crística.
Para eso estaré enviando desde el Cielo a los santos ángeles para que se sumerjan en los planos internos y lleven adelante la nueva siembra de códigos crísticos en las almas que, en estos días, revivirán los hechos de la Pasión y Muerte de Cristo.
Todo aquel corazón devoto que de verdad y en sintonía orante se una al Sagrado Corazón de Jesús, estará recibiendo impulsos divinos especiales que ayudarán en el fortalecimiento de su alma para los próximos tiempos y, sobre todo, en el fortalecimiento de su fidelidad con el Señor.
Será importante estar en sintonía y en unión a todo lo que Mi Amado Hijo estará realizando durante los próximos días por intermedio de Su Presencia Celestial.
Mantengan sus corazones abiertos al llamado, a la unión íntima con Cristo y con Su Propósito Redentor.
Así la humanidad será ayudada en esta etapa de grandes definiciones.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos:
Ciertas consciencias terrestres que antes manejaron con severidad el poder humano, en este ciclo requerirán de un esfuerzo exigente para desprenderse de esa actitud tan arraigada.
Lo mismo sucede cuando el ser, manejó y generó, por mucho tiempo, otras actitudes que no eran espirituales ni evolutivas.
Aquella consciencia que a pesar de sus acciones o de sus errores, se rinda a los Pies del Señor, ore y confíe en el único Poder soberano de Dios, será ayudada y se librará de esas antiguas cadenas.
Ciertos aspectos de la consciencia humana son desconocidos y en este ciclo de Armagedón se muestran con la fuerza y con la autonomía que ellos tienen. Son como personas independientes que siempre hicieron lo que quisieron, que siempre conquistaron lo que quisieron conquistar.
Pero, en esta última era de la humanidad, el principio de la Ley de la Purificación planetaria llega para expurgar, de los que acepten, todas esas actitudes humanas, a fin de que se establezcan los verdaderos códigos de la espiritualidad y de la vida crística.
El primer paso, aunque no sea consciente, es aspirar a desprenderse y a librarse de lo que ata a la consciencia desde hace mucho tiempo.
La rendición ante el Sagrado Corazón de Jesús ayudará a solventar los movimientos que provocan la acción de esos aspectos, trayendo la paz y la confianza de que, algún día, el viejo hombre morirá y nacerá el Nuevo Hombre lleno del Amor de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy, sus corazones serán perdonados y sus vidas serán renovadas, porque el Todopoderoso está llegando después de Su Hijo, para liberar al mundo de las tinieblas y la perdición.
Él viene a congregar a los espíritus que lo han amado y lo han honrado, que le han dado alabanzas a Su Nombre y a toda Su Creación.
Hoy estoy ante sus miserias más profundas, pero vengo a buscar su más grande amor, aquel amor que hoy Me entregaron y Me donaron, incondicionalmente, para que Yo pudiera estar aquí, entre los Míos y darles a comulgar de Mi Cuerpo y de Mi Sangre, de Mi Espíritu y de Mi Divinidad.
Hoy, el Padre llega con Su Reino, Sus ángeles y arcángeles, con Sus coros celestiales, a bendecir la primera Cruz Azul. Y el soplo del Espíritu llegará a las almas y encenderá los corazones de un desconocido gozo que nunca vivieron.
Así como los Dones de Dios descendieron en el Cenáculo sobre los apóstoles y María, hoy los siete Dones del Espíritu Santo se congregan aquí para descender en sus corazones y esencias.
Entonces, compañeros, es un gran momento de renovación y de júbilo, en donde el pasado deberá borrarse de su consciencias y mentes, porque ahora sí podré caminar con los que están firmes, con los que han aprendido a salir de la tibieza y del desamor .
Ahora sí, podré caminar con los que han de ser justos, con los que aprenden a llevar adelante Mi Obra, con los que han dicho sí, a Mi Sagrado Corazón. En ellos no recostaré la cruz de las amarguras y del sufrimiento, sino la Cruz de Emmanuel, que es la Cruz de la victoria y de la elevación de la consciencia humana hacia el Reino de Dios.
Así, sus espíritus se elevarán y deberán creer, compañeros Míos, que sus penas se disolverán completamente, siempre y cuando den el permiso para ello.
Por eso, con esta dulzura que ahora brota de Mi Corazón, hoy no vengo a ver a los pecadores sino a los que se redimen y a los que caminan en el sendero de la transformación interior todos los días.
No crean, compañeros, que ganarán el Cielo mientras estén en la Tierra.
Han venido aquí, como la humanidad, para aprender a amar y perdonar, para aprender a vivir la compasión y la justicia en cada detalle.
Cuando eso se alcance, toda la humanidad estará libre de la adversidad y del pecado, y las puertas de los infiernos se cerrarán tantas veces como las ha cerrado Dios a través de Su Hijo y de Su Sierva Fiel, así como de San José.
Beban de este momento como un único momento que no se repetirá nunca más. Unir el Cielo y la Tierra, el Universo y la humanidad es algo grandioso que no sucede todos lo días.
El Padre no desciende al mundo desde que Yo ascendí a los Cielos. Imaginen, compañeros, cuánto tiempo ha pasado para que llegara este momento en donde los méritos de Mi Pasión y de Mi Cruz estarán grabados en el resplandor de la Cruz Azul.
Por eso, hoy he detenido a la tinieblas y a Mi adversario. Aquí está presente ante sus ojos la manifestación de la Voluntad de Dios y de Su divino Propósito. Y ustedes, en este momento, compañeros, están siendo llevados a ingresar en el espíritu de Emmanuel, en donde se encuentra la paz, la armonía, la cura y el perdón de todas sus faltas.
A esto se acrecienta la Luz de Aurora y su divino Rayo de Liberación, que hoy trabaja silencioso sin mover tantas leyes ni energías, sino en el interior de las consciencias y de los corazones que se abren para poder encontrarla.
Vean entonces, compañeros, como en este momento, el tiempo de la ilusión se detiene en una parte de este planeta e ingresa el Real Tiempo de Dios, para hacerles sentir en Su silencio, la unidad con todo el Cosmos y con toda la Vida universal.
Para eso los Resplandecientes, los Elohim, son los que abren las puertas entre los planos, para que el Padre descienda aquí con Su Espíritu.
El viento viene a limpiar el mal pensamiento de los ingratos, para que no los afecte, sino que prevalezca el Soplo del Espíritu de Dios sobre sus consciencias, en este momento.
En recogimiento y oración, vayamos al encuentro del Padre y de la bendición de la Cruz Azul.
Síganme.
Escucha Señor la voz de Tu pueblo. Escucha la voz de toda esta raza, que hoy se postra a Tus Pies para alabarte y glorificarte.
Escucha Emmanuel la voz de Tus hijos y llega a este mundo con todo Tu Poder y Esplendor, para que las tinieblas más impenetrables sean disipadas, para que los corazones se liberen de las cadenas de la perdición y de la ilusión y se establezcan los Cristos del Nuevo Tiempo; aquellos que vendrán de diferentes partes del mundo y se colocarán a los pies de Tu Cruz para esperar la llegada de Tu Hijo.
Escuchemos la Voz del Padre, que hoy no solo esta en los Cielos, sino también está aquí sobre Aurora, como el Sabio Creador de todo lo que existe, como el Padre de la Misericordia y de la Bondad, que en Su aspecto divino de Emmanuel llega a Sus hijos, para bendecirlos con Su Luz redentora y cósmica.
Mientras los Cielos se abren ante Ti Amado Señor, desciende con Tus Rayos el poder de la Creación y de toda la manifestación divina, para que se cumpla sobre este planeta Tu divino Pensamiento y las almas encuentren, finalmente, el camino del amor y de la reconciliación.
La Voz del Padre Eterno:
Amados hijos, escuchen a Su Padre.
Yo Soy el principio y Soy el fin.
Yo Soy el que Soy y vengo del Universo espiritual para congregarlos en Mi Amor y en Mi Justicia.
Los siete Ángeles Regentes que fueron convocados, que ahora desciendan y que se encienda la Cruz .
Hoy, el Padre del Amor bendice este símbolo, que unirá a los pueblos y a las naciones; que traerá la esperanza a los no redimidos y que dará la redención a todo el mal, para que triunfe el Amor de la Fuente; para que reine la Verdad y la Justicia.
Amados hijos, Yo los amo y los espero con Mis Brazos abiertos para que Mi Amado Hijo los lleve hacia Mí y puedan estar sentados a los pies de Mi Trono junto a los ángeles, para que cantemos Gloria y Aleluya.
Mientras sus ángeles de la guarda se postran al suelo, las penas más profundas son perdonadas y por medio de esta Cruz Azul se cumple un Propósito más de Dios sobre la superficie de este planeta.
La Voz de Cristo:
Hijos y compañeros Míos, para que la Luz de Emmanuel se haga visible entre las consciencias, entonemos Su Nombre sagrado, para que los ángeles derramen los códigos y los méritos alcanzados durante Mi Pasión y así se abran las puertas a las oportunidades y a las Gracias para todas las almas que buscan la unidad con el Padre y la Creación.
Hoy cantaré junto a ustedes el Nombre santo de Emmanuel.
Todos entonan Emmanuel.
Sientan sus corazones liberados del pasado, de las amarras y de las perversiones de la vida.
Sientan sus corazones llenos de la Luz de Emmanuel y comulguen del Padre, que hoy está aquí con Su Consciencia divina para traer la Paz a este mundo y también la Fuente de Su Compasión.
Y ahora, llamemos a los Nombres de Dios, para que los Ángeles Regentes, que fueron designados por el Universo, llenen esta Cruz con los códigos de la Divinidad de Su Amado Hijo.
Todos entonan los Nombres santos de Dios: Adonai, Emmanuel, Abba, Elí Elí, Yahvé, Shekinah, Elohim, El Shaddai, Iod He Vaud He.
Que esta renovación traiga para las consciencias la ampliación de sus caminos, en la consagración y en la fe, el ingreso por las puertas de la Misericordia al Reino de Emmanuel para que siempre aprendan a vivir y a cumplir Su Voluntad por más pequeña que sea.
Yo los bendigo, bajo la Luz Poderosa de Emmanuel abriendo en este Centro Sagrado el descenso de Su divino Espíritu para que las almas lo encuentren en su interior.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Como Madre del Sol y Madre del Universo vengo al mundo para derramar sobre las almas los principios fundamentales de la redención, los mismos principios y atributos que una vez Mi Amado Hijo experimentó durante Su Vida pública, Su Muerte y también durante Su Resurrección.
Estos principios en forma de preciosos códigos de luz son los que traigo en Mi Corazón Materno, para que las almas que tomen contacto con Mi Inmaculado Corazón reciban esta potentísima Gracia de conversión y de piedad.
En este tiempo el camino de la oración ayudará a las almas decididas a reencontrarse con ese importante legado crístico, el que las formará para los tiempos venideros.
Por eso, hijos, es importante tener presente que cada nuevo momento de oración y de comunión en sus vidas puede ser culminante, ya que tendrán la Gracia de volver a contactar esos altísimos grados de Amor.
Hoy dejo para el mundo el recuerdo latente de que los méritos divinos alcanzados una vez por el Sagrado Corazón harán que esta humanidad sea rescatable.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice de alma y corazón,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
En el Universo Celestial Nuestros Sagrados Corazones, el Inmaculado Corazón de María y el Castísimo Corazón de San José, guardan en el centro de Sus Seres una réplica espiritual del Sagrario de Jesús con la Santísima y Divina Eucaristía.
Este Sagrario de Jesús, tanto en San José como en Su Madre Celeste, irradia al mundo y a la humanidad los Códigos divinos de la Redención, códigos que permitirán formar la consciencia de la nueva humanidad.
Es así que los Sagrados Corazones de San José y de Santa María, traen al mundo este Divino Sagrario como si la Madre del Redentor trajera en Sus Brazos al Niño Jesús.
La importancia de este Divino Sagrario es que las almas pueden encontrar en él, la puerta segura hacia la redención y hacia la liberación de sí.
La devoción permanente a Mi Inmaculado Corazón y al Castísimo Corazón de San José, le permite a cualquier corazón del planeta tomar contacto con ese misterio oculto en el centro espiritual de su Madre Celeste y del Casto Corazón de San José.
Las almas que dediquen su devoción al Divino Sagrario de Jesús a través de María Santísima y de San José Obrero, adquirirán, espiritualmente, todos los méritos necesarios, los mismos Méritos alcanzados por Jesucristo durante Su Vida pública, Su Pasión, Su Muerte y Su Resurrección.
Todas las almas que le dediquen tan solo quince minutos, que oren, mediten y contemplen delante de sí el poder de este Misterio del Divino Sagrario de Jesús a través de María y de San José, recibirán la Gracia de una vida bendecida por Dios, la Gracia de una divina protección a la hora de la muerte, la posibilidad de la celestial expiación de todas las faltas cometidas contra el Sagrado Corazón de Jesús, así como la Gracia de estar en comunión perpetua con el Divino Hijo del Universo.
Por eso, en este día vengo a entregarles el Sagrado Devocionario de la Unión Trina de los Castos y Sagrados Corazones de Jesús, de María y de San José, para que las almas y todo el planeta, sean merecedores de los divinos Méritos alcanzados por Jesús durante Su Pasaje por la Tierra.
Sagrado Devocionario de la Unión Trina de los
Castos y Sagrados Corazones de Jesús, de María y de San José
Cuenta de unión
Por la invencible Trinidad de los Sagrados Corazones,
Padre Eterno, concédenos la Gracia de la plenitud y de la redención.
Amén.
Primera decena
Por el Divino Sagrario Eucarístico,
presente en los Sagrados Corazones de María y de San José,
Padre Misericordioso, concédenos la Gracia de la santidad eterna.
Amén.
Segunda decena
Por el Divino Sagrario Eucarístico,
presente en los Sagrados Corazones de María y de San José,
Padre Misericordioso, concédenos la Gracia de la redención.
Amén.
Tercera decena
Por el Divino Sagrario Eucarístico,
presente en los Sagrados Corazones de María y de San José,
Padre Misericordioso, concédenos la Gracia del amor eterno.
Amén.
Cuarta decena
Por el Divino Sagrario Eucarístico,
presente en los Sagrados Corazones de María y de San José,
Padre Misericordioso, concédenos la Gracia de la perpetua protección.
Amén.
Quinta decena
Por el Divino Sagrario Eucarístico,
presente en los Sagrados Corazones de María y de San José,
Padre Misericordioso, ábrenos las Puertas a Tu Divino Reino.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Vengo de un Templo donde la vida sacerdotal se torna plena. Vengo de un Templo donde la Presencia de Dios existe en cada elemento, en el aire que se respira como en el interior de las criaturas, en cada vela encendida como en cada espíritu en adoración.
Vengo de un Templo donde la pureza existe como principio divino y original, no solo en el interior de los seres, sino entre ellos, en su verbo, en sus acciones, en sus sentimientos y pensamientos, en sus menores intenciones.
Vengo de un Templo donde no solo se comulga del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, sino también de Su Presencia eterna, de Su sabiduría viva, de Su sacrificio y de Su entrega.
Vengo de un Templo donde el tiempo no existe, donde solo existe la Presencia Divina, la Verdad, la Esencia, la unidad con el Todo.
Vengo de un Templo que sustenta al planeta, donde las almas contemplan y adoran constantemente para que este mundo no desaparezca.
Vengo de un Templo donde el Pensamiento Divino está vivo, dentro y fuera de los seres, como una llama que se alimenta de la devoción, pero también de las acciones.
Como ese Templo, existen muchos otros en diferentes puntos del planeta, en su interior, ocultos para la mayoría de los ojos humanos, sin embargo vivos y tan palpables para aquellos que los buscan y que, con fe, aspiran a ingresar en ellos. Los que son puros en sus intenciones ingresarán y lo conocerán, y vivirán en Él.
El mundo interno del planeta, hijos, guarda muchos misterios, de donde, en verdad, proviene el sustento de la vida en la Tierra. Si esos Templos de Verdad eterna no existiesen, la vida en este mundo ya no existiría.
Los Códigos dejados por Jesús, en Su Pasión, ingresaron en el suelo de la Tierra y se hicieron fértiles dentro de ella, en su interior, en dimensiones que se crearon sin el conocimiento de la humanidad común, porque pocos fueron aquellos que miraron hacia dentro, hacia dentro de sí, hacia dentro de la Tierra. Y como el suelo que alimenta a las raíces de los árboles que generan la vida, esas dimensiones internas alimentan al espíritu y al corazón humanos con aquello que es verdadero, y permiten que estos no perezcan por las futilidades de este mundo.
Hoy vengo de un Templo que aspiran a conocer, un Templo donde todos ustedes encuentran un lugar cuando son sinceros, cuando pueden ser lo que ustedes realmente son. Quisiera elevar la consciencia humana para que pudieran conocer la verdad, la verdadera vida que habita en esta Tierra y que no debería estar separada de la vida de superficie, sino existir para caminar junto con la evolución humana.
Ese Templo, del cual hoy vengo, pertenece a un Reino tan perfecto y tan sublime como el Reino Celestial, porque a él responde, a él se une, porque de él se nutre, en él se torna pleno. Como ese Reino, existen muchos otros, tan sagrados como el universo.
Vengo del Reino de Lys, que muy pocos conocen, pero también quisiera presentarles el Reino de Mirna Jad, el Reino de Aurora, donde la Vida Sagrada se esconde, porque los ojos humanos no se abren para verla.
En cada uno de esos Reinos, lo Sagrado se manifiesta, una cura se dispone, un camino se guarda para que retornen al Origen. Y para ingresar en ellos, hijos, basta que sean simples, en la mente como en el corazón; que cuestionen poco y se entreguen más; que duden menos, que amen más; que juzguen menos, que comprendan más; que piensen menos en lo que no alcanzaron y más en aquellas puertas que están abiertas para que puedan ingresar; que deseen menos las cosas del mundo y aspiren más a las del Cielo; que estén menos presos del pasado y más vivos en el presente; que estén menos aferrados a las estructuras, a las instituciones y más disponibles a lo nuevo, a aquello que se renueva como el universo, aquello que evoluciona con el Corazón de Cristo, aquello que se renueva con Dios, que cambia y que se transforma para retornar, retornar al Origen.
Ingresen Conmigo en ese Templo, en ese Reino, como en tantos otros que abren sus puertas a la humanidad. Y aprendan aquí a recorrer el camino de retorno al Corazón del Padre, a curar los desvíos, los engaños, a curar las incomprensiones y las heridas. Vengan a ser perdonados para que aprendan a perdonar; vengan a ser curados para que se tornen curadores, curadores en silencio que curan con el ejemplo, que curan con una mirada, que curan cuando unen el corazón al Corazón de Dios, que curan cuando son humildes ante el orgullo, que curan cuando son pobres ante la riqueza y la soberbia, que curan cuando son castos ante la lujuria, la vanidad.
Ingresen en ese Templo, al cual los llamo para que puedan auxiliar a este mundo. Ya estamos, hijos, en el último tiempo de ilusión para la Tierra, porque la Verdad emergerá como una ley que moverá los espacios y los interiores de los hombres, moverá a los Reinos de la Naturaleza, moverá a este mundo, para que él pueda despertar.
Ingresen en ese Templo, al cual los llamo, para que él construya en ustedes una fortaleza inquebrantable, una fortaleza que no desequilibra con el viento ni con el temblor de la tierra, que no se debilita con los asedios, que no se estremece con las amenazas del enemigo; una fortaleza que se construye con el espíritu de la paz y que es inquebrantable, no por sí misma, sino por su unidad con Dios.
Permitan que sus consciencias se eleven a una vida superior, dejando de lado, aunque sea por algunos instantes, las mezquindades de este mundo, esas cosas tan pequeñas que se tornan grandes y que toman la mente y el corazón humano, porque aún son niños en la vida espiritual y no saben disponer sus prioridades para encontrar a Dios.
Muchos aún no comprendieron la urgencia de estos tiempos, y por eso se pierden en las cosas pequeñas. Llegó la hora, hijos, de que vuelvan a lo sagrado y que las Palabras que les entregamos durante tantos años se tornen vida. ¿Cuántas veces escucharon esa frase? ¿Cuántas veces les pedimos que vivieran Nuestros Mensajes?
Responder a ese pedido ya no debería ser una opción, sino una necesidad, porque este mundo está sin vida y la vida proviene de Dios. El verdadero aire proviene del Soplo del Espíritu que los alimenta y los sustenta. Aquel que no respira de este soplo, aunque que esté de pie, morirá; aunque camine, estará vacío.
Ayuden a este mundo a despertar, ayuden a sus hermanos a encontrar la verdad, den de beber a los que tienen sed de Dios, muestren la fuente a los que están vacíos, porque ya es tiempo de que crezcan y de que preparen, en este mundo, un camino digno para que el Rey del Universo retorne.
Conozcan los Reinos Divinos, que se espejan en el interior de la Tierra, en los Centros Sagrados, porque un día ellos emergerán a la superficie y aquellos que reconozcan sus puertas podrán ingresar para recomenzar la vida en la Tierra, como ella debería ser desde el principio.
Si Mis Palabras les son incomprensibles, solo siéntanlas, dejen que ellas ingresen en su interior como una verdad que los transforme y así, hijos, no les será un peso vivir la transformación.
Hoy les dejo las puertas abiertas para que den un nuevo paso e ingresen Conmigo en ese Reino, en ese Templo, como en tantos otros que están debajo de sus pies y no los ven.
Oren de corazón y permitan que el Señor les revele Sus misterios. Dejen que sus ángeles de la guarda los conduzcan, en cada instante de la vida, para que den pasos seguros, afirmados en la Voluntad Divina, y no en la propia.
Dejen que cada inicio de un nuevo ciclo los renueve verdaderamente y los eleve. Si así fuera, cuando llegue el último, él los encontrará listos para dar un paso definitivo. Hoy conduzco sus esencias a los Templos Sagrados del interior de la Tierra, para que sean renovados y dejen que la fuerza humana sea substituida por el Poder de Dios.
Hoy Mis Palabras son como una llave que les abre la puerta hacia aquello que siempre fue desconocido y que ahora ya no debe serlo. Déjense conducir, déjense guiar y, así, hijos Míos, estarán en el lugar correcto donde Dios necesita de ustedes, para que auxilien a la humanidad cuando estén prontos para eso.
No solo pregúntense dónde están y qué son los Reinos Sagrados del interior de la Tierra. Pidan, en humildad, conocerlos en esencia y que ellos puedan vivir en ustedes como una comprensión divina, una sabiduría que nace de lo profundo de su interior, una cura que emerge y los renueva, un agua que los lava y los purifica.
No esperen que los Centros Sagrados, los Reinos del interior de la Tierra se manifiesten como los Reinos de este mundo. Ellos se expresan en ustedes como un estado de consciencia, un estado de espíritu. Solo vivan y sean esas Emanaciones Divinas.
Dejen que Mirna Jad se exprese como una cura que los libera del pasado. Dejen que el Reino de Lys se exprese como una pureza que surge en el interior. Dejen que Aurora se exprese como una voluntad superior que los conduce a instituir en la Tierra la nueva vida.
Hoy los dejo con estos impulsos que son simples y profundos al mismo tiempo, así como es la Vida Divina; que son claros y misteriosos al mismo tiempo, comprensibles y desconocidos. Dejen solo que ellos vivan en cada uno de ustedes.
Con Mis Palabras y por la potestad que Dios Me concedió, Yo los bendigo y los renuevo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Si todos supieran lo que estas sagradas montañas de los Pirineos guardan, la humanidad ya podría ser otra en conocimiento, en ciencia divina y en cura interior.
Es por esa razón, que su Madre Celeste los ha llamado a peregrinar y a terminar esta jornada de largo trabajo a los pies de los Pirineos, para que una pronta regeneración se establezca y que favorezca la unión de sus esencias con la sagrada Misión de Nuestro Señor.
También les he pedido que vinieran aquí, para ayudarme a generar una importante corriente de regeneración espiritual en las almas que más la necesitan; porque de no recibir esa ayuda divina, esas consciencias no tendrían condiciones internas para enfrentar el tiempo final.
Por eso, su Madre Celeste los hace llegar a los Pirineos para que esa fuente de regeneración y de cura para la humanidad pueda volver a emerger, como fue hace mucho tiempo atrás, en la gruta de Lourdes.
Así, su Madre Universal intentará reactivar, en esta región, una tarea monástica de oración y de espiritualidad que ayude a la consciencia francesa a recuperar, interiormente, ciertos códigos que perdió. Sepan que todo este trabajo será preventivo y que ayudará a muchas consciencias en los planos internos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras las santas mujeres ya estaban próximas a Jerusalén, por otro lado, el Divino Hijo también ya se acercaba a la ciudad en la cual Él sería repudiado y moriría por todos.
Por un acto de amor infinito e incomprensible para la mente humana, Mi Amado Hijo entregaría toda Su Vida y Divinidad por la salvación de la humanidad y del planeta.
Durante el viaje a Jerusalén, que Mi Amado Hijo realizaba junto a Sus apóstoles, Pedro le preguntó por qué Él, siendo el Mesías y el Salvador de Israel, debía pasar por esa experiencia.
Jesús, atento al movimiento de Su adversario, declaró a viva voz que la Voluntad de Dios se cumpliría en este Universo y en este planeta y que nada ni nadie podría tentar o alterar esa Divina Voluntad.
De esa forma, Jesús despertó en Sus apóstoles la fortaleza y la fe para que en los momentos difíciles de la Pasión de Cristo, sus consciencias se mantuviesen serenas y no llenas de temor por creer que todo había sido un fracaso.
La entrega de Jesús posibilitó probar la confianza de Sus seguidores en algo que es Mayor y Divino. La Pasión de Jesús permitió revelar al mundo en la condición inferior que, en aquel tiempo, se encontraba toda la consciencia humana.
Jesús, antes de ingresar en Jerusalén, vertió sobre los Suyos los códigos lumínicos más elevados como para que, en el momento crucial, los apóstoles se resguardasen espiritualmente ante todas la fuerzas y energías que se moverían.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Después de que Jesús estuvo en Betania reunido con las doce santas mujeres, Nuestro Señor partió rumbo a Jerusalén, acompañado por algunos de Sus apóstoles. Ese era el momento en que Él, como hombre, enfrentaría Su gran tarea espiritual por la humanidad.
El Maestro, en ese viaje, visitó otros lugares que estaban en el camino, en donde depositó más códigos de Luz, con el fin de que la humanidad se sirviera de ellos en el futuro y a través de las siguientes generaciones que vendrían después de Él.
Por última vez y en la presencia interior del Padre, Mi Hijo pasó por algunas ciudades y pueblos, acompañado por Sus apóstoles, para enseñarles cómo curar, sanar, liberar poseídos y, sobre todo, instruir y proclamar la Buena Nueva.
El Santo Señor intentó dejar grabada en la consciencia de la humanidad, la importancia de Su pasaje por la Tierra y el momento esperado de Su segundo Retorno al mundo.
En este sentido, Jesús, que después sería reconocido como el Cristo, reveló a las almas los más altos grados de amor para que ellas, a pesar de cualquier circunstancia o situación, nunca olvidaran que el Amor de Dios está presente en todo lo creado.
Así, Mi Amado Hijo recorrió varios lugares de Tierra Santa antes de ingresar a Jerusalén el día domingo, en donde comenzaría la Pascua; momento en que el cordero sería inmolado y sacrificado por las propias manos de quienes lo entregaron por engaño y por error.
Durante Su visita a los pueblos de la región de Israel, Mi Amado Hijo dejó presentes las llaves espirituales para que, enseguida de que fuera condenado a la cruz del mundo, las almas recordaran quién en verdad había sido Él.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Con un rayo de Luz de Mi Corazón impregno de Gracia a la Tierra y, al mover los Espejos del Cosmos hacia el planeta, las almas reciben y captan los impulsos del Universo.
Las grandes usinas del Cosmos retransmiten sus códigos a la humanidad, y los espíritus unidos al Padre reciben los Dones que, a partir de hoy, serán parte de su evolución.
Los Espejos del Cosmos emanan impulsos infinitos, y todos los seres de buena voluntad encuentran el sentido interno de sus vidas. Y así se establece una comunión profunda entre las almas que despiertan y Dios.
Todo se renueva al punto de que los que antes estaban lejos del camino crístico retoman su compromiso de otrora, y así, la Faz Gloriosa de Cristo se dibuja sobre la luz de los Espejos, y nuevos códigos sublimes se introducen en la esencia matriz de las criaturas.
Esas almas sienten el impulso, esas almas sienten el llamado. Nada se pierde.
Los corazones consiguen saciar su milenaria sed y, después de tantos siglos y después de tantas experiencias, la raza futura, formada por seres Espejo, despierta a su misión principal.
¿Cuál es esa misión principal?
La de irradiar el Amor de la Fuente hacia un planeta en penumbras.
Cada alma recibe del Universo lo que necesita, y cada corazón es nutrido por nuevas y desconocidas Leyes.
Lo que antes parecía imposible en una consciencia humana, el impulso espiritual que recibe la torna rescatable, y su alma se posiciona en el escalón que le corresponde dentro del Plan.
Todo se transforma, y las puertas al Conocimiento Cósmico son abiertas con el fin de que las criaturas reencuentren su esencia y su pureza original.
Pero la hora indica que los seres más conscientes, los servidores incansables deben estar atentos al movimiento de los Espejos, pues llegó el momento de iluminar la consciencia y de recibir estos impulsos como si fueran los últimos.
Beban del conocimiento y crean que es esa Divina Agua que les quitará la sed de saber quiénes son en verdad y qué vinieron a cumplir.
Es de esa forma que las Leyes resucitan antiguos colaboradores del Plan Evolutivo, para que el planeta enfermo pueda ser curado por las virtudes y las herramientas que cada sol ofrecerá al Padre Universal.
Estamos en los últimos tiempos, y la sagrada Instrucción del Universo tornará a cada alma y a cada ser, más consciente y servicial.
Una etapa se cerró en los últimos meses y una nueva ya ha comenzado.
No pierdan la oportunidad de develar misterios internos y de atraerlos hacia la superficie de sus consciencias con el fin de que ellos cooperen con el Plan.
El tiempo material e interno es precioso. Nunca antes cruzaron un umbral tan definitivo. Nunca antes conocieron el Portal hacia el Real Tiempo del Universo. Pues llegó la hora de penetrarlo a través del caudal del amor del corazón.
Porque así, a pesar de lo que suceda o de que la Tierra tiemble, estarán en profunda hermandad, y los frutos que dio la Figueira, como árbol sagrado, servirán de socorro y de auxilio para los que tendrán hambre espiritual de cosas evolutivas.
Estén atentos, cada paso que den marcará el cumplimiento de nuevas etapas. Es hora de abandonar la individualidad de la consciencia y de abrazar para siempre la fraterna vida grupal.
Recuerden, hijos, las palabras de Jesús: “Ámense los unos a los otros como Yo los he amado”.
Que esa sea su firme premisa y que la Ley de la Unidad Espiritual entre los seres se cumpla para que la indiferencia, la omisión y el abandono sean extirpados del inconsciente de esta humanidad.
Así podrán estar en comunión y servicio con todas las necesidades humanas y planetarias que aflorarán de la noche a la mañana.
Quisiera, hijos, que cada etapa que viven sea bien aprovechada y que nadie más, consagrado o no consagrado, cierre la puerta al auxilio cósmico que está llegando.
Redescubran, entonces, su verdadera civilización y sean parte de ese Proyecto Divino que debe llevarse adelante a través de la fiel y consciente colaboración de todos.
Que las Islas de Salvación aparezcan después de haber sido construidas por las manos de todos.
Que Mis hijos sean verdaderos celadores de esas Islas y guardianes del Gran Portal por el cual Cristo aparecerá para el mundo.
Viertan sus miserias en Mi Corazón, que Yo las transformaré y serán, en poco tiempo, rosas en Mi Jardín de Luz.
Crean en lo verdadero y puro que existe dentro de ustedes, y así la Tierra será repoblada por nuevos principios de amor y de unidad.
No dejen de captar lo que los Espejos están emanando, ellos le indican a la humanidad que está viviendo un último ciclo.
Adelante Mis guerreros de la paz.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice con la Luz de todo el Cosmos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Santo Grial: Instrumento de la Divinidad y de una Legendaria Hermandad
Desde el momento en que Cristo tomó en Sus Manos el Santo Grial, para que el mismo fuera el depositario de todos los códigos crísticos de la redención, desde ese momento la Consciencia Arcangélica de Miguel estableció de manera definitiva entre las almas y Dios, una unión espiritual, capaz de sostenerse interiormente a lo largo de los tiempos, sin poder ser quebrantada por ninguna otra fuerza contraria.
Esta alianza espiritual, esta comunión celestial, que fue celebrada por el propio Arcángel Miguel con todas las almas a través del potentísimo Hijo Primogénito, cerró un ciclo decadente e involutivo de la humanidad.
Fue así que a través del Santo Grial se establecieron en la Última Cena siete nuevos principios que todas las almas en redención, y sobre todo las que buscarían esta comunión con Cristo, podrían vivir conscientemente.
El primer principio que el Santo Arcángel Miguel estableció fue el principio de la Reparación, que es la Gracia de poder restaurar, por medio de la comunión, la alianza de las almas con Dios.
Segundo, el principio de la Redención, la oportunidad de saldar todos los pecados a través de una confesión sincera con Cristo.
Tercero, el principio de la Liberación, oportunidad de desprenderse para siempre de todas las cadenas que atan a las almas a los abismos de la Tierra y a todos los infiernos.
Cuarto, el principio de la Cura, el momento culminante para restaurarse espiritualmente a través del amor y de la unidad con Dios.
Quinto, el principio de la Ascensión, la oportunidad de elevar la consciencia de dimensión y de vibración por medio de la fusión interior con el Cuerpo y la Sangre Divina de Cristo.
Sexto, el principio del Perdón, la posibilidad de cerrar ciclos pasados y de permanecer en el eterno presente para vivir la reconciliación de la propia consciencia con el Universo Celestial.
Séptimo, el principio de la Rehabilitación, la capacidad de aceptar por completo el servicio al Plan Divino y el cumplimiento por medio de todas las fases del Propósito Mayor.
A través de estos siete principios, el Arcángel Miguel por medio del Santo Grial que fue transfigurado con la Sangre Preciosa de Cristo, Sangre que fue derramada en aquel momento. El Arcángel quiso mostrarle a la humanidad el valor incalculable que tendría la Pasión de Jesús y todos los beneficios espirituales que el mismo acontecimiento le aportaría a través de los tiempos.
Es así que el Santo Grial es un instrumento universal, un símbolo cósmico y divino, capaz de despertar en nosotros los códigos crísticos, aquellas emanaciones de amor-sabiduría que surgieron de la Fuente de donde provienen todas las criaturas del Universo.
Es hacia esa poderosa Fuente que el Santo Grial, este poderoso instrumento, nos conduce y nos comunica en esencia y que, en este momento, los santos ángeles y las elevadas consciencias del Universo Espiritual lo están transportando reverentemente por cada una de las naciones de América, hasta llegar a los Estados Unidos; con el fin de atraer hacia la humanidad el recuerdo de retornar a los principios de la cristiandad y de la pacificación, delante de los acontecimientos planetarios que la raza humana está viviendo.
El Santo Grial que es divino y espiritual, es trasladado amorosamente por una Hermandad Angélica, la misma que en el momento culminante de la Última Cena de Jesús con Sus apóstoles, presenció la tarea oculta y positiva que el Santo Arcángel Miguel realizó en el propio Jesús.
Esto le proporcionó al mundo, desde aquel momento, la oportunidad de recuperar la comunión con todos los santos y ángeles, para que un equilibrio mayor se estableciera en la consciencia de la humanidad.
El Santo Grial trae esos tipos de corrientes celestiales para una humanidad que en estos tiempos despertará de forma intensa por lo que le tocará vivir.
El Santo Grial nos recuerda que debemos ser como Espejos capaces de reflejar, en el planeta y en toda la raza humana, los principios que la Fuente Divina proporciona a la humanidad.
El Santo Grial continúa desde hace algunos días, en una sagrada peregrinación espiritual por las Américas, para que algunos sucesos no se precipiten y todo se pueda equilibrar.
Este acontecimiento, que no solo es universal sino también divino, permitirá abrir las puertas para que los estados corruptos de la consciencia puedan ser liberados, curados y redimidos, y así la consciencia planetaria pueda recuperar ciertos valores que ya están perdidos.
En su totalidad este acontecimiento puramente espiritual e interior es amparado por el Santo Arcángel Miguel.
Y ahora que los Mensajeros Celestiales esperan la llegada del Santo Grial a los Estados Unidos, los corazones de esta nación se preparan para recibir este último y gran impulso de Luz y Redención.
Su Madre Santísima agradece la comunión que las almas han tenido en estos últimos días con este Santo Instrumento de la Hermandad.
En Unidad y Amor, les agradece por responder al llamado final,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Soy el Cáliz Virginal
Yo soy el Sagrado Cáliz Virginal que guarda dentro de sí los códigos redentores y divinos del Preciosísimo Hijo.
Soy el Cáliz que derrama todas las Gracias en las almas que se abren para recibir en su interior los Misterios de Dios.
Soy el Cáliz que guarda dentro de sí la esencia de la Divina Vida de Cristo.
Soy ese Sagrado Cáliz que atrae con su Inmaculado Espíritu todas las Leyes de la Misericordia de Dios, para que las almas encuentren su liberación y su paz en estos tiempos.
Soy el Sagrado Cáliz que transporta en el Universo los principios de la nueva vida y de la redención.
Soy quien trae en su Cáliz Virginal el Amor Purísimo de Dios para que las almas lo reconozcan por medio de Mi presencia en el mundo.
Soy el Sagrado Cáliz de la humildad que viaja por las naciones llevando a todos los espíritus la preciosísima experiencia de Cristo en la Tierra.
Les doy de beber a cuantos claman por piedad, y vierto en las almas los dones de la rehabilitación.
Desde el principio de todo soy ese Sagrado Cáliz que gesta la vida espiritual e inmaterial.
A través de Mi vientre puro creo el espíritu redentor en cada corazón que se abre todos los días para conocer Mi amor maternal.
Soy el Sagrado Cáliz del Arca de la Santa Alianza.
Soy el instrumento que reviste al Precioso Hijo con toda gloria, amor y divinidad.
Soy el Cáliz que protege y guarda los preciosos códigos alcanzados por Cristo, y soy el Cáliz que los derrama sobre la consciencia planetaria.
En ese Sagrado Cáliz se guardan las más importantes memorias de la redención vivida por la humanidad.
Soy el Cáliz Divino que por medio de la Sangre Divina de Cristo refracta el Espejo sutil de la Redención para el mundo, con el fin de que las almas despierten a su momento de redención.
Soy el Sagrado Cáliz que gesta en la consciencia la rehabilitación, abriendo las puertas a la Compasión del Padre.
Soy ese sagrado instrumento de Dios que día a día vierte las Gracias del Universo en todos los corazones de la Tierra.
Soy ese Sagrado Cáliz que guarda la esencia del perdón para las criaturas que necesitan vivir la paz interior.
Hoy su Madre Celeste se presenta como el Sagrado Cáliz Virginal, para que las almas beban de la Fuente de Mis Gracias con el fin de aliviar los corazones y de hacer resucitar la vida espiritual de las consciencias.
Es así, queridos hijos, que la Madre del Todopoderoso hoy los acompañará desde el Centro Mariano de Figueira, para que las almas sientan que soy Omnipresente y Omnisciente en todo el planeta, que solo busco la unidad entre los pueblos y las naciones para que triunfe el amor, y el mal sea vencido por la paz.
Queridos hijos, en este día de la Virgen de Guadalupe, su Madre bendice a todo México y a todo su pueblo, con la misión de que los corazones sinceros abracen la Gracia que hoy recibirán.
El Santuario de Guadalupe hoy se reviste por la presencia del Cielo, y deja en la esencia de cada alma la vivencia de la comunión divina con Cristo, su Señor.
Que hoy se refleje en los rostros la sonrisa humilde de la Madre de Dios y de la siempre Virgen María, Madre de Guadalupe y Señora de los pueblos.
Que hoy todas las naciones de América se sientan unidas bajo la luz de la sierva y esclava de Dios.
Que la paz se establezca en cada corazón humano ahora y siempre. Amén
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los unifica y los consagra,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
La caridad lleva a la pronta santidad, porque en el servicio se abren las puertas para ayudar y colaborar con los más necesitados, como también con los Reinos.
Hijos, en este tiempo todo lo que hagan debe ser en el nombre de la caridad, para que así la consciencia humana no pierda el impulso de donarse a los demás sin condiciones.
Es la caridad la que permite establecer la paz entre las naciones y los pueblos, porque la caridad es movida principalmente por la esencia del Amor de Dios.
En cada acto de caridad, como en cada nuevo servicio, se pueden dar los pasos dentro del Plan de Dios y de Su grandiosa obra.
La caridad, como esencia de la vida espiritual de los apóstoles de Cristo, representa la posibilidad de entregarse a través del servicio hacia los demás y de estar constantemente derramando el Amor de Cristo.
En la caridad se establece la pacificación de la consciencia, porque el alma que vive la caridad permanente está atrayendo hacia sí los códigos crísticos de la piedad y de la misericordia.
La caridad es una fuente directa de transformación para todos los corazones, porque ella genera en las almas y en el planeta un efecto altamente positivo para todo lo que aún se debe redimir.
El camino de la caridad los lleva en algún momento a abrazar el divino sacrificio, porque después de una larga caminata a través de la caridad, el alma aprende a renunciar por los otros y por el bien del Plan Divino.
La caridad es un impulso para vivir la redención interior.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los colma,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más