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Hijo Mío:
Deja que las señales de Luz de la Pasión de Mi Hijo te puedan curar.
Deja que la Sangre que brota de Su Corazón incansable, te lave completamente y que tu espíritu pueda ser confortado.
Deja que la Luz que brota de Su Corazón Eucarístico, alimente tu alma con nuevos dones, para que estos estén al servicio del Señor.
Deja que la victoria espiritual de la Cruz de Mi Hijo te libere de toda adversidad, para que puedas reencontrar la fortaleza y seguir adelante.
Deja que la sabiduría que brota de Sus humildes Palabras, te haga reconocer el Amor de Dios en cada momento.
Vacía tu corazón de ti mismo y entrégate con confianza a los misterios insondables de la Pasión de Mi Hijo. Así comprenderás la vida como un verdadero sentido de propósito y de misión.
Deja que la paz, que nace del Corazón de Mi Hijo, inunde tu interior para que aprendas a ser un embajador de Su Paz y de Su Palabra en el mundo.
Solo deja que cada uno de los misterios de Mi Hijo te puedan completar para que, en el desprendimiento de ti, alcances las metas que Cristo coloca en tu vida.
Reconoce cada momento como una grandiosa oportunidad de donarte y de servir, para que el Proyecto del Redentor se cumpla en ti y en el mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Hijo:
Nunca temas cruzar definitivamente los umbrales de la consciencia inferior.
El Amor y la fuerza interior de Mi Hijo, en el Sacramento del Altar, te llevará y te ayudará a que, por ti mismo, vayas trascendiendo la condición humana.
Debes saber que no eres solo tú el que se redime y se supera, sino que es la raza humana la que también es ayudada a vivir, en algún grado, la redención.
Por eso, mantén tu fe y tu confianza encendidas en el centro del corazón, porque es allí donde triunfará el Amor de Dios por encima de toda condición o adversidad.
Dios reconocerá siempre tu esfuerzo sincero y tu ímpetu por vivir un poco más el Amor crístico y divino.
Quédate en paz y continúa adelante. Recuerda que Mi Hijo te entregó Sus parábolas y talentos para que, a través de ellos, aprendieras a servirlo y a adorarlo.
Todo tiene su tiempo. No es inteligente forzar los cambios, porque los cambios llegan cuando el alma y la mente del hombre comprenden que todo tiene su ciclo.
Camina en dirección al Propósito de Luz que está ante tu mirada. Síguelo, y el universo creador te enviará su auxilio para que puedas cumplirlo. Así se formarán los nuevos apóstoles de Mi Hijo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Querido hijo:
Intenta con esfuerzo no perder la paz, porque la paz te ayudará a aceptar y a comprender los aprendizajes de la vida.
Practica la paz, para que ella te inspire y te enseñe el camino de la mansedumbre.
Mi Hijo expresó la Paz en el momento de mayor tribulación y abandono. Si Él no lo hubiera hecho, tal vez no podría haber conseguido cumplir con la misión que el Padre le había encomendado.
La paz lo es todo, desde el principio al fin.
Ella te hará ver las situaciones más difíciles como las más importantes oportunidades para la trascendencia y la elevación de tu ser.
Deja que la paz se vaya profundizando dentro de ti, con la fe de que todo es para bien y para el crecimiento interior de tu consciencia.
Así, cuando todos los días enfrentes nuevos desafíos, sabrás que allí estará la paz, la que te traerá confianza y sostén en los momentos culminantes de la vida.
Hoy vuelvo a dejarte Mi Paz para que, a través de ella, puedas dar el primer paso.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Hijo Mío e hija Mía:
En este tiempo final, construye tu fortaleza y tu fe en Mi Inmaculado Corazón.
Yo seré tu refugio, seré quién te llevará a Dios. Y, aunque la Madre de Dios se esté recogiendo, la oración perpetua será el puente que nos unirá entre el Cielo y la Tierra.
La vida te mostrará todo lo que aún hay que transformar. Las miserias y los desiertos están dentro de ti para que, etapa tras etapa, vayas trascendiendo y redimiendo tu consciencia.
Este es un tiempo final anormal, porque todo lo que siempre estuvo oculto y fuera de la Ley, se mostrará.
Tú sigue orando por la Paz en el mundo, para que la humanidad pueda estar interiormente preparada para todo lo que ya está llegando.
Confía, la Madre de Dios nunca abandonará a un alma orante.
Ofrécete en sacrificio y reparación del Corazón ofendido de Dios; así, los pecados del mundo, que son muchos, serán aplacados.
Recuerda a tu Ángel de la Guarda.
Mi Amor puede estar en ti. ¡Adelante!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que en este tiempo de definición sus corazones estén dirigidos todo el tiempo hacia el Corazón de Dios; así estarán diciéndole a los Cielos que aspiran a seguir recibiendo las Gracias que necesitan para que sus vidas se rediman y se santifiquen.
En la unión imprescindible que ustedes pueden tener con Mi Hijo, Su Divina Misericordia, la Sangre y el Agua de Su Corazón, justificará muchos de los errores y de las adversidades que sigue viviendo el mundo por alejarse cada vez más de Dios para satisfacer sus placeres humanos.
Este es el último tiempo en el que el Padre Celestial estará atento a las oraciones y a las súplicas de Sus hijos. Será el tiempo en el que la humanidad, antes de lo que llegará, podrá colocar la cabeza en el suelo para pedir perdón y vivir un verdadero arrepentimiento.
Yo los invito, Mis hijos, a tener eso presente. Ahora, las oportunidades son únicas y no se repetirán, porque ya son las últimas.
Estará siendo concedida una última Gracia al mundo para que muchas almas abandonen el caos en el cual viven e ingresen en el universo de la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Cuadragesimoseptimo poema
Querida Señora de la Luz,
Virgen protectora de las vocaciones,
despierta en nosotros la alegría inmutable de servir a Dios,
despierta en nosotros la fe inquebrantable
que Tú viviste por el Plan del Creador.
Señora de la Esperanza,
despierta en nosotros la convicción permanente
de estar cumpliendo con la Voluntad de Dios,
despierta en nosotros la renovación interior
para servir incansablemente a Tu amado Hijo.
Señora de la Luz y del Amor incondicional,
despierta en nosotros actos de Amor y de Misericordia
cada vez más profundos,
para que también seamos merecedores de la Paz.
Señora de la Luz y de la Confianza,
enséñanos la misma confianza que Tú viviste con humildad
para que, podamos sentir, más allá de todo,
que Dios está en cada momento,
participando de la vida de Sus hijos.
Señora de la Luz y de la Obediencia,
ayúdanos a despojarnos y a desprendernos
de todo lo que consideramos propio.
Que, en entrega, nos abramos
para aprender a obedecer sin reclamar,
solo siguiendo amorosamente los pasos
que indique Tu Hijo.
Madre, destierra de nuestra consciencia,
la voluntad propia para que vivamos en paz.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Cuadragesimosexto poema
Poderosa Señora del Perpetuo Socorro,
ayúdanos en la hora de las grandes dificultades.
Líbranos de cualquier peligro
y envía hacia nosotros Tus ejércitos angélicos de Luz,
para que abran los caminos hacia Dios.
Poderosa Señora del Perpetuo Socorro,
colócanos bajo Tu Manto,
para que, ante la adversidad, nos volvamos invisibles,
y así retomemos el sendero del servicio y de la paz.
Poderosa Señora del Perpetuo Socorro,
Tú que sabes quiénes somos,
guía nuestras vidas para que alcancemos la Santa Voluntad,
que nos llevará a vivir por entero
las expresiones de las Virtudes de Dios,
así, podremos ser apóstoles de Tu Hijo,
ayudando a realizar el Plan de Amor del Padre Eterno.
Poderosa Señora del Perpetuo Socorro,
protégenos ante cualquier peligro,
ampáranos ante cualquier dificultad,
porque esperamos corresponder a Cristo
en todo momento.
Divina Señora, fortalece nuestra fe,
para que confiemos plenamente
en la Presencia de Dios en nuestro interior.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Cuadragesimoquinto poema
Madre,
dame un corazón simple,
para que yo pueda reconocer
la inmensidad del Amor de Dios.
Madre,
dame un corazón manso,
para que yo aprenda a encontrar la paz.
Madre,
dame un corazón humilde,
para que yo pueda ver a Cristo
reflejado en el rostro de cada hermano.
Madre,
dame un corazón fortalecido,
para que, ante las tentaciones y las pruebas,
yo solo esté pensando en Cristo.
Madre,
dame un corazón vacío,
para que yo pueda despojarme de mí mismo,
y Cristo tenga un lugar donde habitar en mí.
Madre,
dame un corazón caritativo y servicial,
para que me pueda dar cuenta
de la necesidad en cada lugar.
Madre,
dame un corazón agradecido,
para que no caiga en la prueba de la crítica
ni del juicio de valor,
sino que yo pueda siempre vivir la gratitud
hasta en los pequeños detalles de la vida.
Madre,
dame un corazón pleno de fe,
para que yo siempre confíe en lo que es desconocido,
y me abra tranquilamente a ser redimido por Tu Hijo.
Madre,
dame un corazón fiel,
para que Tú y Cristo confíen en mi alma,
que se esforzará por cumplir su misión en la Tierra.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Escucho la voz de los que rezan por las familias del mundo y traen, en esta nueva Natividad, la posibilidad de que muchos hijos más reencuentren a su Cristo Interno.
Es el Cristo Interno el que en este tiempo necesitará gobernar la vida de las personas para que las almas estén libres de los conflictos y de las interferencias que Mi enemigo ocasiona para separar a las consciencias de Dios.
Por eso, el Cristo Interno es quien inspira la paz, trae la renovación y la confirmación de los votos internos que los corazones deben afirmar día a día.
El Cristo Interno trae la consciencia de poder curar la vida interna y construye, en la consciencia, el camino de ascensión hacia el Padre Celestial.
Que en esta Natividad que se aproxima, todos recuerden al Cristo Interno para que su Luz y Sabiduría los pueda llevar de la mano hacia el cumplimiento del Propósito Divino.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo no solo soy tu Madre Celestial y la Madre de la Vida, soy la Luz que impulsa ardientemente la devoción de tu alma por nuestro querido y glorioso Creador.
Soy el bálsamo con aroma a rosas que limpia, purifica y santifica tu ser para que, en este tiempo, te animes a dar los pasos en confianza hacia el Creador.
Soy ese espejo que encarnó en la Tierra para entregar, a los hijos de Dios, la esencia del amor, de un amor que sea capaz de regenerar la vida interna y de borrar, para siempre, el sufrimiento y el dolor.
Soy esa flor, única e irrepetible. Soy esa eterna flor que se entrega en las manos de Sus hijos para que la puedan contemplar y amar, para que ese amor que aún no ha surgido desde adentro de cada hijo, pueda florecer y hacer milagros de amor en la vida de los que sufren y de los que no tienen nada.
Soy la Madre que los abriga en los inviernos fríos de la vida y que los protege en las noches de tempestad.
Los coloco a todos cerca de Mi pecho para que no solo estén en Mis brazos, sino para que sientan también el amor de Mi Corazón, de un Corazón que late por cada uno de ustedes.
Esa es la razón por la cual estoy aquí, por cada uno de Mis hijos perdidos y no perdidos, creyentes o ateos, conscientes o ignorantes. Estoy por cada uno, para poder llevarlo hacia Mi paz y para que en Mi paz, hijos Míos, aprendan a vivir en Dios, en Su Presencia y en Su Reino.
Soy esa Madre incondicional, esa Madre consoladora y aliviadora del sufrimiento humano y moral.
Vengan a Mí, hijos, porque en Mí encontrarán a Dios, y todas sus experiencias y pruebas se volverán pequeñas ante el Amor que proviene del Padre y que los hará libres.
Hijos, soy la Madre que comprende y que ora, incansablemente, por el mundo de hoy, por la humanidad que está enferma psíquica y espiritualmente. Por eso, vengo, porque una madre haría cualquier cosa por ustedes. Solo una madre es capaz de sentir y de comprender, hasta en lo más profundo, a cada uno de sus hijos.
Hoy, que las madres del mundo, madres terrenales y madres espirituales, se unan a Mí para clamar al Padre por la humanidad y por su gran indiferencia, para que el amor y la vida sean respetados, para que la solidaridad sea sembrada en el corazón humano y para que todo pueda ser reparado y curado en lo más íntimo de cada ser.
Que hoy las madres recen para que el espíritu de la sagrada maternidad no sea disuelto de las mujeres del mundo y para que ese primer contacto que la madre tiene con el recién nacido sea protegido y amparado por la Madre de Dios porque, a pesar de todo lo que hoy hace la humanidad, el Proyecto de Dios en la vida de la familia no se ha perdido, y para que las almas reencuentren el sentido de estar en unidad y en familia.
Recen Conmigo, recen madres del mundo y así Mi Inmaculado Corazón triunfará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Luz del Corazón de Mi Hijo volvió a triunfar en todas las esencias creadas que tomaron contacto con la Obra de Amor y de Redención de los Mensajeros Divinos.
Esa Luz será perpetua, ella alimentará de atributos al espíritu y ayudará al alma de cada ser a atravesar su momento de purificación.
Esa Luz estará siempre fortalecida por la oración de Mis hijos y ella permitirá traer para todos un momento de cura y de renovación.
La Luz del Corazón de Mi Hijo es invencible y ella tocó, durante estos dos últimos meses, a las naciones de Europa y más allá de ella, porque la Luz del Corazón de Mi Hijo se multiplica abundantemente cuando, por cada lugar que los Sagrados Corazones pasan, las almas proclaman su fe y su confianza en Dios.
Eso hace de la Luz del Corazón de Mi Hijo una fuente y un manantial que está abierto espiritualmente para todos, porque la Luz del Corazón de Mi Hijo es una fuente de prodigios que las almas pueden recibir en su interior para el momento de su conversión.
Que la Luz del Corazón de Mi Hijo sea la victoria de la redención en los corazones y el bálsamo de paz para las naciones.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo:
Deja que la oración sea como una flor que se abre sobre tu corazón y permite que los aromas sutiles que ella emana inunden tu espíritu y todo tu ser.
Deja que la propia luz de la flor de la oración sublime los espacios más recónditos de tu consciencia. Confía en el poder del verbo y en la amplitud de su energía creadora.
Deja que la flor de la oración trabaje en ti, según su tiempo y no según tus expectativas.
La flor de la oración te muestra la belleza interior escondida, más allá de una purificación tardía o de una prueba demorada.
Deja que la flor de la oración, sobre tu corazón, encienda de amor tu alma y ella retome el sentido del propósito todos los momentos que sea necesario.
Deja que la flor de la oración realice el milagro del amor y de la redención en tu vida. Siente la paz que irradian las bellas flores y la devoción que ellas expresan en toda la Creación.
Porque, algún día, tu alma podrá ser como una flor que, habiendo nacido, crecido y madurado en los pétalos del amor, del perdón y de la redención, expresará lo que Dios tanto esperó de tu esencia.
Confía y sigue convirtiendo tu vida en una flor en adoración y en devoción a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Deja fluir dentro de ti el Amor Crístico del Señor para que, por medio de tu donación y entrega al Plan de Dios, cada espacio sea permeado por esa poderosa energía transfiguradora.
Deja que pueda fluir a través de ti el Amor Crístico de Dios, para que cada consciencia reciba lo que necesita y pueda sentir la paz de un apóstol de Cristo.
Deja fluir a través de ti el Amor Crístico del Señor, para que el sufrimiento de la humanidad sea aliviado y la cura interior sea alcanzada por la mayoría de las almas.
Deja fluir a través de ti el Amor Crístico del Señor, para que cada Reino de la Naturaleza pueda sentir el amor de los seres humanos.
Deja fluir a través de ti la Presencia de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Acto de Reverencia y de Amor a los Reinos de la Naturaleza
Quisiera ser como un pájaro
para solo alabar y cantarle a Dios.
Quisiera ser como el agua de los océanos
para solo espejar la Paz de Dios.
Quisiera ser como un árbol
que se eleva hasta lo alto para alcanzar el Reino de Dios.
Quisiera ser como una flor
que se abre cada mañana para mostrar su devoción por Dios.
Quisiera ser como una planta
que adorna los ambientes para dejarlos llenos de armonía y de luz.
Quisiera ser como un delfín
que entre las olas se supera para alcanzar a Dios.
Quisiera ser como un girasol
que se abre todos los días para recibir la luz del Sol.
Quisiera ser como un cristal
que guarda lo más bello que tiene
para expresar su amor por la Creación.
Quisiera ser como el viento
que sopla fuerte y constante para llegar con el amor
a todos los rincones de la Tierra.
Quisiera ser como el fuego
para iluminar los días de oscuridad.
Quisiera ser como la tierra
que se dona incansablemente para ser el vientre
que gesta una y otra vez a la Creación.
Solo quisiera que no se cortaran los árboles
para no dejar al planeta sin seres que se elevan hacia Dios.
Solo quisiera que no se cazaran las aves
para que la Tierra no quedara sin seres que alaban a Dios con plenitud.
Solo quisiera que no se transgrediera más la tierra con tóxicos y químicos
para que la humanidad no se quedara sin alimentos vivos.
Solo quisiera que ya no se contaminaran más los océanos
para que la vida marina no muriera pronto
y los mares ya no espejaran la paz.
Solo quisiera que el ser humano tomara consciencia
de que el planeta es nuestra casa y que de él dependemos para poder vivir.
Solo aspiro a que todos estemos en comunión con los Reinos
para que, por un instante, podamos sentir su constante sufrimiento
y así los aliviemos, sin transgredir más a la Creación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Rosa Mexicana...
He aquí la Rosa Mexicana, la Rosa que emana aromas de paz y de confraternidad.
He aquí la Rosa Mexicana, la Señora de los Pueblos que apareció en lo alto del Monte Tepeyac.
He aquí la Rosa Mexicana, la que trajo el mensaje de unión y de respeto entre los simples y los conquistadores.
He aquí la Rosa Mexicana, la Mujer mestiza con rasgos de una cultura sagrada y milenaria.
He aquí la Rosa Mexicana, la Madre del Sol y de todo el Universo, la Señora que se encendió como el Sol, envuelta en todos los astros y estrellas.
He aquí la Rosa Mexicana, la Virgen que le encomendó a Juan Diego que alzara una pequeña Iglesia para atraer hacia todas las razas el Reino de Dios.
He aquí la Rosa Mexicana, el Espejo de la Justicia y la Sierva incansable e incomparable al servicio de Sus hijos de la humanidad.
He aquí la Rosa Mexicana, la que es Abogada y Madre, mediadora e intercesora ante los casos imposibles.
He aquí la Rosa Mexicana, la Guadalupana, la Señora que bajó al Tepeyac para anunciar el tiempo de la paz y de la reconciliación entre los pueblos y las culturas.
He aquí la Rosa Mexicana, la Virgen que revela la cosmovisión, la Señora que trae la vida y la existencia del Universo a través de Su Manto de Luz.
He aquí la Virgen de Guadalupe, la Madre defensora de los pueblos humildes, la Sierva de los esclavos y de los condenados, la Madre que libera de las cadenas a los que quedaron prisioneros de espíritu.
He aquí la Rosa Mexicana, la Señora que trae el esplendor del Cielo reflejado en la tilma de Juan Diego como un mensaje universal, un impulso que, a través de los tiempos, despierta el interés por la revelación del misterio divino.
He aquí la Rosa Mexicana, la Señora que está más allá de toda filosofía y ciencia, la Madre que expresa Su Amor por todos Sus hijos, más allá de su raza, de su cultura o de su condición.
He aquí la Rosa Mexicana, la Madre que hoy es honrada y amada por todo el pueblo de México y del mundo, por todos los hijos de la Tierra que reconocen su filiación con lo Alto.
He aquí la Rosa Mexicana, la Madre que brilla como un Sol de amor en cada corazón devoto.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo:
No hay nada que el amor no pueda resolver, curar o disolver.
El amor es capaz de todo, así como de darlo todo.
El amor es paciente y perseverante.
El amor se sostiene en el amor, porque es un amor verdadero y pacífico.
El amor no cambia ni tampoco disminuye.
El amor siempre está en expansión y abarca todo lo que toca.
El amor es incondicional, porque es un amor constante, pero al mismo tiempo, neutro.
El amor no le teme al mal ni al sufrimiento.
El amor recrea el amor y eso lo hace fuerte.
El amor da fortaleza y aumenta la fe.
El amor construye y une puentes de amor entre el Cielo y la Tierra, entre las almas y Dios.
El amor siempre dice “sí” y espera tranquilamente por el próximo servicio y por el próximo paso.
El amor eleva y cura heridas profundas.
El amor renueva la esperanza; pero el amor también renuncia para darle una oportunidad al semejante.
El amor es paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La paz es la llave más importante para la elevación de la consciencia humana en estos tiempos.
Si la paz está unida a la oración y al canto, se construye un potentísimo puente de unión entre el universo material y el universo espiritual.
Ese puente de unión, elevado y erguido a través de la oración y del canto que promueve la paz, llega a las almas que han perdido la esperanza y el ánimo de seguir viviendo, y toca todo lo que necesita de cura interior y espiritual.
La paz en el mundo solo puede establecerse a través de la oración y del canto que se ofrecen a Dios para que Él, como Padre Misericordioso y Compasivo, cambie el destino de toda la raza humana.
Cada vez que ofrecen una nueva oración o un nuevo canto, ustedes crean la condición espiritual para que poderosos caudales de gracia y de misericordia desciendan sobre el mundo y sobre la humanidad.
Especialmente el canto abre los Cielos, porque la voz es uno de los mayores instrumentos que el Padre creó para que Sus hijos lo alabaran y, con simplicidad, se unieran a Él.
Los animo, en este tiempo, a seguir profundizando en este ejercicio para que más gracia y más misericordia lleguen a la humanidad.
¡Les agradezco por ofrecer sus voces a Dios!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como Estrella del Mar guío a las grandes consciencias lumínicas de los Espejos internos de los océanos para que ellos irradien hacia el mundo un mayor caudal de paz.
Como Madre y Estrella del Mar guío y conduzco el movimiento inteligente de los Espejos para que ellos capten las corrientes universales, las que ayudarán en esta transición a purificar el planeta y su humanidad en la mayor armonía posible.
Como Madre y Estrella del Mar guío y conduzco la apertura interior de los Espejos de los océanos para que ellos equilibren el plano psíquico del planeta y las almas puedan despertar y encontrar el centro de su ser.
Como Madre y Estrella del Mar guío y acompaño el movimiento de los Espejos para que ellos atraigan del Cosmos los principios y los atributos que la humanidad necesitará durante esta transición.
Como Madre y Estrella del Mar guío y conduzco el epicentro de los Espejos de cada región del planeta para que, a través de esta sutil red de comunicación espiritual, la humanidad algún día despierte hacia las realidades superiores de la Jerarquía y esta raza ya no se sienta más sola en este planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Nunca culpes a tu consciencia cuando ella encuentre la verdad sobre tu realidad y tu condición, incluso la realidad o la situación del semejante.
Todo lo que se revela y sale a la luz es parte de la liberación de los seres de todas las cadenas milenarias que aprisionan a la consciencia.
Conocerse a sí mismo y a los demás es parte del aprendizaje del Amor-Sabiduría y de la aplicación de esa Ley.
Saber de sí mismo, quién es uno verdaderamente, liberándose de las fantasías, ilusiones y engaños, es como mirarse en un espejo para saber que llegó el momento de la redención.
Por esa razón, nadie puede sentirse culpable o amedrentado cuando conoce de sí realidades desconocidas. Es la forma de poder vivir con transparencia el camino de la evolución y no el camino de la condenación.
El Amor-Sabiduría es un gran misterio. Quien consiga acceder a ese misterio, no solo aprenderá, sino también se liberará de sí mismo, porque es amando como se alcanza la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Quien trabaja para Dios más de lo que puede, merece recibir con todo el Amor del Cielo la Gracia infinita de Dios. Así, su espíritu es colmado por la plenitud de tener a Dios y de sentirlo cerca, de tiempo en tiempo.
Por eso, quien trabaja para Dios más de lo que puede, debe sentir su alma tranquila, porque su alma participará de esa unión interna e inquebrantable con Dios, que le dará la paz y la confianza de vivir una vida dedicada al servicio y a la oración incondicional.
Quien trabaja para Dios más de lo que puede, debe sentir el gozo de estar cumpliendo su misión, llevando en su interior la certeza de que sigue los pasos del Señor a pesar de las tempestades internas o de las pruebas intensas que el discípulo de Cristo puede vivir en su experiencia en la Tierra.
Quien trabaja para Dios más de lo que puede, debe saber que lo estará haciendo por todos los que no lo hacen y llevará su misión adelante con el fin de irradiar amor y compasión, entendimiento y perdón.
¡Les agradezco por responder a mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más