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40 días con Jesús a través del camino cuaresmal
"Despídete de tu desierto interior con la certeza de que tomaste la última decisión para tu vida.
Ahora, ábrete a nuevos horizontes, para que puedas reconocer las realidades mayores de la Creación.
Reflexiona sobre cada paso que diste en estos cuarenta días, en los que aprendiste a darte cuenta, por ti mismo, de los diferentes estados de tu consciencia.
Confía; porque, más allá de todo, fuiste llamado a vivir la misma experiencia que tu Maestro; tuviste la Gracia de comprender la vida a través del examen de consciencia.
Ahora es tiempo de servir incansablemente y de hacer lo mejor hasta el fin, para que este planeta tenga la dicha de alcanzar la redención total de todas sus faltas cometidas.
¡Camina, discípulo de Cristo!, recordando la Voz del Maestro".
Cristo Jesús
40 días con Jesús a través del camino cuaresmal
"Contempla, en este desierto, el Relicario de Mi Sagrado Corazón y encuentra en él todo lo que necesitas para poder atravesar este momento.
Contempla el Relicario de Mi Sagrado Corazón y vacíate de ti mismo, para que los códigos del Salvador conviertan tu vida en algo nuevo.
Contempla con fe el Relicario de Mi Sagrado Corazón y sigue adelante sin mirar el pasado, sino viviendo en el presente y esperando en paz todo lo bueno que llegará.
Contempla el Relicario de Mi Sagrado Corazón y serás otra consciencia, impregnada por la Luz de todos los méritos alcanzados por el Señor.
Este es el camino del aspirante y del discípulo de Cristo: contemplar la grandeza del Relicario de Mi Sagrado Corazón para que todo esté en paz"
Cristo Jesús
Así como Mi Corazón solo terminó de creer en la venida del Mesías cuando lo tuve entre Mis brazos; así como los apóstoles y discípulos de Jesús solo creyeron verdaderamente que Él es el Cristo al verlo resucitado; así también, hijos, muchos de ustedes solo van a comprender de lo que son parte cuando los Cielos se abran delante de sus ojos y, en medio del caos del mundo, la Gloria del Reino se manifieste a través del Hijo de Dios.
La humanidad hizo de la vida espiritual lo extraordinario y de la vida material la realidad, perdiendo el propósito de su existencia, que es la unidad perfecta con el Creador, una relación tan profunda y verdadera con Dios que ni siquiera los ángeles pueden vivir.
Para eso fueron creados, hijos, pero su mente se fortaleció más que su fe, y el potencial de amar permaneció escondido en los espacios más profundos de la consciencia.
Sin embargo, les digo que cuando Dios tiene un Propósito y un Plan para Sus hijos, Él se manifiesta más allá de sus creencias, de sus errores y de sus aparentes limitaciones, así como lo ha sido a lo largo de los siglos.
El Creador no esperó por la fe en los corazones de los hombres para revelar entonces Su grandeza. Él se reveló en medio de corazones que parecían estar ciegos y con Su Luz les devolvió la visión. Él Se reveló a los corazones ignorantes, pero que tenían el compromiso de manifestar Su Plan.
Y eso no cambió. Las almas aún necesitan ser despertadas y, por más que la Voz de Dios resuene entre ustedes como resonó a través de Su Hijo, solo podrán despertar verdaderamente al verlo cara a cara, cumpliendo con Sus promesas, haciendo vivas las profecías que unirán y despertarán pueblos, culturas, creencias y razas; porque es el propio corazón humano que despertará, es la esencia humana que pulsará, reconociendo la Presencia de Dios en Su Hijo. Y esta esencia, hijos, no tiene raza, credo, cultura o religión.
Nada podrá acallar lo que los hombres y las mujeres del mundo sentirán en su interior, y ni aun sus convicciones más profundas podrán detener lo que sentirán por dentro. Todo será derribado: los conceptos, las ciencias, las creencias e incluso hasta la fe. Todo tendrá un nuevo sentido, una nueva vida, un nuevo valor.
En un segundo se destruirá y se reconstruirá la comprensión de la vida en los corazones humanos. Y para ese día deben preparar sus corazones.
Hasta que eso suceda, oren y perseveren. Recuerden que ese día llegará y estén prontos para vivirlo.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
En cada ciclo de la evolución humana, hijos, llega el momento de que los discípulos den sus propios pasos y entreguen al Creador los frutos de su aprendizaje. Esto se vive en el Cielo como en la Tierra.
Cuando llega el momento de colocar en práctica todo lo que fue aprendido, deben tener como primer principio lo más básico y al mismo tiempo primordial: la humildad. Nunca se olviden de que toda enseñanza recibida tuvo como base la Gracia de Dios, y no el merecimiento humano. Cada instrucción, cada don, cada virtud y hasta aun cada destreza alcanzada, todo es fruto de la Gracia Divina en sus vidas.
Por eso, hijos, no pierdan de vista esa Gracia y, bajo el espíritu perpetuo de la humildad, sepan que solo triunfan cuando están en la Presencia del Señor y Él actúa a través de Sus hijos. Por eso, la oración, el silencio y la eterna consciencia de la Presencia Divina y de la necesidad de Su Gracia son lo que les permitirá mantenerse siempre en el camino correcto.
Esto es lo que extirpará de sus corazones cualquier vestigio de competición y desunión cuando quieran imponer sus propias ideas y pensamientos por encima de las ideas y pensamientos de los demás. Que nadie quiera jamás establecer su propia voluntad, sino que todos, reunidos humildemente en la Presencia del Creador, oren y pidan la Gracia para actuar, decidir y discernir frente a cada situación de la vida; esto los protegerá, los guiará y los mantendrá amparados bajo la Ley de la Gracia y de la Misericordia de Dios, aun en los tiempos de justicia.
Todo en sus vidas debe ser guiado por el Creador y, aunque Sus Mensajeros se silencien, deben aprender a buscar la Presencia del Padre en el propio corazón y escuchar Sus designios. Los puentes ya fueron creados, las puertas ya fueron abiertas; basta que en sus corazones sean siempre humildes y conscientes de la necesidad de la Gracia frente a cualquier situación.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Cuadragesimocuarto poema
Madre de la Misericordia,
ayúdame a superar los miedos de mi consciencia
y que por Tu Gracia los pueda disolver
en el Amor y en la Paz.
Madre de la Misericordia,
que después de tantas pruebas y caídas,
mi alma se encuentre fortalecida para seguir adelante
pudiendo ver las Huellas de Cristo.
Madre de la Misericordia,
libérame del pecado, de las faltas constantes,
retírame las cadenas de la perdición y de la ilusión,
para que yo pueda volar libre como un ave
hasta que pueda encontrar
el camino de retorno al Corazón de Dios.
Madre de la Misericordia,
derrama sobre mi vida los méritos y las victorias
que Cristo alcanzó durante Su Pasión.
Que, por la Luz de Su precioso Cuerpo,
yo pueda elevar la consciencia
para poder estar más unido a Dios.
Que, por el Poder de Su Sangre,
mi alma reciba los impulsos que necesita
para terminar de cursar esta escuela de redención.
Madre de la Misericordia,
escucha mis plegarias todos los días.
Llega a mi vida
para que alcance la liberación de la esclavitud espiritual,
porque así podré ser un discípulo de Cristo,
dispuesto a entregar mi vida
como testimonio de Amor
y como obra de la Misericordia.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Cuadragesimoprimer poema
Reina del Cielo y de la Tierra,
ilumina nuestros caminos con las estrellas de Tu Corona,
para que en la senda de la vida nos encontremos con Dios.
Haznos simples de corazón y ardientes en la oración,
porque esperamos estar cumpliendo
con una parte del Plan del Creador.
Reina del Cielo y de la Tierra,
concédenos la Gracia de ser liberados
de las cadenas de la opresión
y de la esclavitud que podría estar viviendo nuestra alma.
Reina del Cielo y de la Tierra,
ayúdanos a que, finalmente,
seamos discípulos y servidores de Cristo.
Que nuestra vida y nuestra existencia
estén en las Sagradas Manos de Tu Hijo,
para que Él las pueda moldear como nuevos instrumentos
a Su servicio de Amor y de Paz.
Reina del Cielo y de la Tierra,
aspiramos a no querer ya nada para nosotros,
sino que nuestras vidas sean el ejemplo
de las promesas de Cristo
para la redención de la humanidad.
Reina del Cielo y de la Tierra,
Te pedimos que nos guíes y nos acompañes
hasta que podamos caminar solos
para que, con madurez,
respondamos amorosamente a los pedidos de Dios.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Después de vivir el encuentro con Dios, de escuchar Sus Palabras y participar de la revelación de Sus Designios, las almas deben, entonces, crecer fortalecidas por las Leyes Celestiales; deben vivir todo cuanto aprendieron y difundir con la vida la Gracia que recibieron a través de sus ejemplos, de su amor y de la emanación profunda de su corazón.
Después de vivir el encuentro con Dios, las almas deben definirse, reconfirmarse y caminar para descubrir la Presencia Divina en el propio interior y, así, oír Su Voz en cada instante de sus vidas.
Cada encuentro con Dios trae un impulso que debe resonar en el interior de los seres y manifestarse en la vida humana a través de las transformaciones profundas alcanzadas por los que escucharon la Voz del Creador.
La Voz de Dios resuena, hijos, y ella no solo debe ser escuchada, sino también hecha carne y vida en todos Sus hijos.
Ha llegado el momento de no solo ser llamados discípulos y compañeros de Cristo, sino, sobre todo, testimoniar Su Presencia y el eco de Su Voz con la propia vida. El Evangelio de los últimos tiempos ya comenzó a escribirse, y él es hecho por las Palabras de Dios y por el testimonio de Sus hijos.
Sean ustedes testimonios de las Palabras de Cristo.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Abre tu corazón para percibir lo que Dios aspira de ti. Recibe siempre Sus Palabras, colocándolas en tu propio ser, para que ellas te transformen en un testimonio vivo de la Presencia Divina.
No solo escuches las Palabras de Dios, sino deja, hijo, que ellas te transformen en lo que en verdad eres. Deja que ellas liberen las capas de tu ilusión y arrogancia, para que así puedas ver la verdad que se esconde debajo de tu condición humana.
Escucha cada mensaje como un diálogo de Dios contigo y no temas profundizar en lo que Él te dice. Es así que te transformarás de verdad y tu transformación será un servicio para el planeta.
La vida interna de los seres, su transformación y su contacto con Dios, puede ser un servicio incalculable para la consciencia humana y para el planeta, con toda la vida que en él habita. Pero, para eso, hijo, tu corazón debe ser sincero y transparente, y así mires más para ti mismo que hacia los demás cuando llegue el momento de corregirte y de transformarte. Mira al prójimo si tu mirar fuera de compasión y de Misericordia, y si en ti estuviera la firme aspiración de servir a tus hermanos y no de buscar sus defectos.
¿Por qué te digo todo esto hoy? Porque el planeta agoniza, las almas agonizan, los Reinos de la Naturaleza agonizan y los corazones aún están despertando, muy lentamente, hacia esta realidad planetaria.
No pierdas tu tiempo y tu verbo. Ora por el prójimo y por el planeta, y transforma y purifica tu corazón. Haz de ti, hijo Mío, un verdadero discípulo de Cristo, para que cuando Él te llame "compañero" no esté solo refiriéndose a tu espíritu, sino a todo lo que tú eres.
Acoge Mis Palabras con amor y esperanza, por saber que puedes servir y cambiar el destino de este mundo, donde quiera que estés. Basta que mires hacia dentro y tomes la decisión de definitivamente expresar lo que Dios quiere para ti, de finalmente ser lo que Dios espera de tu corazón.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Quien trabaja para Dios más de lo que puede, merece recibir con todo el Amor del Cielo la Gracia infinita de Dios. Así, su espíritu es colmado por la plenitud de tener a Dios y de sentirlo cerca, de tiempo en tiempo.
Por eso, quien trabaja para Dios más de lo que puede, debe sentir su alma tranquila, porque su alma participará de esa unión interna e inquebrantable con Dios, que le dará la paz y la confianza de vivir una vida dedicada al servicio y a la oración incondicional.
Quien trabaja para Dios más de lo que puede, debe sentir el gozo de estar cumpliendo su misión, llevando en su interior la certeza de que sigue los pasos del Señor a pesar de las tempestades internas o de las pruebas intensas que el discípulo de Cristo puede vivir en su experiencia en la Tierra.
Quien trabaja para Dios más de lo que puede, debe saber que lo estará haciendo por todos los que no lo hacen y llevará su misión adelante con el fin de irradiar amor y compasión, entendimiento y perdón.
¡Les agradezco por responder a mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Todos los días, el espíritu de la oración y del servicio al prójimo los ayudará a crecer interiormente y, sobre todo, a dar buenos ejemplos a los que los rodean y a los que los desconocen.
En todo deben imitar a Mi Hijo Jesús, porque Él estaba con los ricos, pero también estaba con los pobres y Su Divino Sentimiento no cambiaba ante las apariencias.
Con esto les quiero decir que un verdadero discípulo es aquel que sigue al pie de la letra lo que su Maestro le indica e intenta, todos los días, cumplirlo mejor, a pesar de sus limitaciones y pruebas, porque si el discípulo no aprende a moderarse ante los demás, ¿cómo las demás almas podrán encontrar al Cristo Vivo en ustedes?
Por eso, mediten en lo que les digo y vean cómo todos los días, ante diversas situaciones, sus corazones y sus vidas manifiestan los ejemplos y si éstos son en esencia verdaderamente crísticos y solemnes.
Deben tratar la vida, las cosas y, sobre todo, lo ajeno con solemnidad, porque ustedes no saben qué misterio hay por detrás de cada situación o acontecimiento.
Si moderan sus actos, si observan con amor las reglas, finalmente aprenderán en estos tiempos difíciles a representar a Mi Hijo en la Tierra. De lo contrario, si todavía no cuidan las cosas simples y las personas como si fueran verdaderos tesoros del Cielo dados por Dios, ¿cómo podrán ser misericordiosos con el semejante?
Recuerden los Mandamientos y vuélvanlos a poner en práctica; porque podrían estar robando y no lo percibirían, podrían estar matando el despertar interior de un semejante con sus actos y no lo percibirían, podrían estar ostentando y usando algo que no les corresponde y estarían infringiendo gravemente la Ley, estarían en serias deudas.
El Reino de Dios es la promesa de Dios para todos, búscalo primero dentro de ti en el día a día, no dejes que la soberbia, la infracción indebida o la indiferencia cieguen tu corazón, porque podrías no estar percibiéndolo.
Corrige tu vida todos los días y hazlo por Jesús, por el triunfo de Su Plan de Amor en las criaturas.
¡Les agradezco por escucharme de verdad y por poner en práctica Mis palabras!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Hoy he venido al mundo por segunda vez en Gloria para que la puedan conocer, para que puedan conocer el poder de Mi Gracia.
Ante vuestros corazones está el Trono de Dios, dichosos de aquellos que ingresan en él, con humildad en el corazón.
Ahora, escuchen Mis Palabras.
Hace dos años, en este simple lugar, les pedí que se reunieran en Mi Santo Nombre, para orar durante dos días la Coronilla a Mi Divina Misericordia.
Las almas que Me seguían y las que no Me seguían se fueron congregando como Mi nuevo rebaño para responder así a Mis Pedidos.
A lo largo de estos meses, vuestras vidas conocieron los poderes de la oración, encontraron en la fe el sentido verdadero de la vida y transmitieron esta invitación espiritual de hermandad a aquellos que no conocían a Jesús ni a Su insondable Misericordia.
Después, fueron llamados a participar de la unión perfecta y reparadora a través de Mi Sangre. Oraron a Mi lado cada una de las cuentas de la Coronilla y colocaron su esperanza en el océano misericordioso de Mi Corazón.
Más tarde, compañeros, abrieron las puertas de vuestros corazones y de vuestros hogares para darme a conocer, pero tal vez no encontraron grandes resultados ni profundos cambios. Pero sepan, Mis orantes, que por vuestra fidelidad Yo estuve entre los suyos, y así Mi Corazón comenzó a resplandecer en la consciencia de todos. Tomaron conocimiento de la verdadera vida del espíritu y más tarde tomaron consciencia de cada una de vuestras deudas.
En esos momentos, Mi Corazón estuvo entre ustedes para ayudarlos a caminar en la sagrada confirmación de Mi Camino Crístico.
Ustedes cayeron y se levantaron, Me abandonaron y retornaron a buscarme una y otra vez. Murieron muchas veces a través de Mi redención y resucitaron de la tumba de este mundo infiel.
Ustedes pasaron a ser Mis discípulos, se consagraron y Me llevaron a vuestras familias, a vuestros trabajos y amigos; llamaron a todos para que regresaran a Mi Corazón. Y así, por vuestra oración misericordiosa Me glorificaron humildemente.
Ahora que hoy están de nuevo frente a vuestro Guía y Pastor del Amor, ¿han visto los sagrados resultados de esta fusión eterna con Mi Amor? Sí, muchos los vieron y los seguirán viendo. Así, abandonarán vuestras raíces y saldrán de este eterno cautiverio que representa la vida material.
Entonces, hijos de Mi Padre, ya más despiertos, son invitados a meditar sobre vuestras vidas, son llamados por Mí para tornar vuestros corazones en templos dignos del Señor, porque la señal de Mi Retorno, para mañana, 5 de agosto de este año definitivo, estará presente ante vuestros ojos.
Yo Soy Cristo resucitado. Yo Soy Cristo ascendido. Yo Soy Cristo misericordioso y ahora Soy vuestro Rey glorificado, que viene antes de que todo suceda para recordarles que no deben olvidar a Dios en estos tiempos ni tampoco Sus Planes que cada uno deberá cumplir ante el Universo Divino.
Queridos compañeros, extiendan vuestros brazos hacia Mí y acojan a Mi Corazón manso y pacífico.
Vengo a través de esta Maratón de oración para revelarles el poder de Mi Gloria, que es el siguiente paso después de Mi Divina Misericordia.
Les dejo Mi Paz y les doy la Paz.
No miraré vuestras deudas, sino todo lo que Me podrán ofrecer durante estos próximos días.
Dichosos de aquellos que ingresarán al Reino de Dios, porque Él estará abierto para todos sobre este lugar santo.
Asuman vuestras misiones y así Me agradarán siempre.
Los convoco a la alegría y a la paz.
Sean en Mí, en estos días.
Bajo la Gracia que proviene de Dios, sean bienaventurados.
Les agradezco por haber llegado aquí, al encuentro de Mi insondable Corazón.
Cristo Jesús Glorificado, ante ustedes y el mundo entero
En este tiempo, Yo vengo al mundo como el Sacerdote Mayor a preparar los caminos de los que retornarán, por sí mismos, a comulgar Conmigo en Mi próximo advenimiento al mundo. Así, Yo cumplo con los Designios de Mi Padre y abrazo a todas las almas para que sientan Mi Sagrado Corazón.
En la Luz que Yo irradio se encuentra la Verdad, motivo principal de Mi Venida a este mundo, como Espíritu de Verdad y de Vida. De esta forma, Yo reúno a Mis nuevos discípulos para que, a través de Mí, vivan la Verdad que Yo viví en tiempos pasados. Me reúno con todos los autoconvocados y con los olvidados que han quedado atrás, perdiendo la oportunidad de la cristificación.
Mi Corazón prevalece a lo largo de los tiempos, mientras Yo envío impulsos permanentes a todos los espíritus que viven sobre la faz de la Tierra, pero no todos Me responden como Yo lo desearía. Muchas veces debo forjar la madurez del trigo, pues Mi Padre lo necesita para servirse de él y así poder cumplir el Propósito Divino de derramar Su Misericordia en este mundo herido.
Mientras aún todo está por suceder, Yo los reúno de manera inmediata alrededor de Mi Sagrada Mesa Eucarística, para que el mayor número de esencias reciba los Dones que Yo alcancé durante la Muerte, Resurrección y Gloria por amor infinito a todos Mis rebaños.
Yo les pido, en este tiempo, la fidelidad a Mi Corazón Sacratísimo. Así, Yo podré saber y ver con cuántos talentos podré realizar Mis Obras de Paz en el mundo en este tiempo. Por eso, la formación de los nuevos apóstoles es urgente.
Yo vengo directamente del Universo Celestial y Espiritual a dar los últimos avisos a todos. Ayuden a despertar a los que duermen en la ilusión de este sueño humano, ustedes cuentan desde siempre con Mi Sagrada Intercesión Divina. Los necesito dispuestos a poder dar lo mejor en cualquier momento.
¡Crean!, sus células son redimibles y, a través de Mí, ellas se santificarán por la Ley de Mi Misericordia. Sean pacientes y no descansen en ustedes mismos, sino ábranme la puerta de sus corazones, para que sus almas Me puedan escuchar como la Única Voz Mayor.
Sientan el poder de Mi Confianza, la Paz que nunca acaba y el Amor verdadero de Mi Corazón que los abraza fuerte y los sostiene hasta que vuelvan a caer a Mi lado. Mis Manos, juntas a las suyas, son la seguridad predilecta y la fortaleza que Yo les puedo legar.
Por eso, sean cristalinos como el agua, en todos los sentidos de la vida; así, Yo les aseguro, Mis amados, que alcanzarán la pureza y serán en poco tiempo Mis santos de los últimos días.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados y pacíficos.
¡Gracias por permanecer en Mi Corazón!
Cristo Jesús Glorificado, el Sacerdote de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más