Lunes, 30 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La fortaleza de los que mantendrán a los otros de pie en los tiempos que vendrán será la oración profunda, que lleva al corazón a estar en la Presencia de Dios y a permanecer en ella. Será como estar en el mundo sin dejarse envolver por todo lo que sucede alrededor, viendo solo la verdad y la finalidad real de todas las cosas.

Aquellos que construyen dentro de sí la unión con Dios Padre y permiten que sea Él quien piense y sienta dentro de sus seres, así como el apóstol Juan, serán capaces de acompañar la transición, como Juan acompañó la Pasión de Cristo.

Juan aprendió a contemplar la verdad y, por la confianza absoluta que alcanzó en Jesús, veía en cada uno de Sus Pasos con la Cruz la manifestación de Sus Palabras y de Sus Enseñanzas. Así como Juan veía cumplirse lo que Jesús les había dicho en la última cena, él también recordaba que Jesús resurgiría. Se acordaba incluso de las instrucciones ocultas que Jesús les había entregado a los Suyos y que revelaban el verdadero sentido del sacrificio realizado por amor. Juan sabía que vería abrirse delante de sus ojos los portales de la Divina Misericordia.

Hoy quiero llamarlos a construir con Dios y con Cristo la misma unión de Juan con Jesús y que, así, puedan ver en los acontecimientos venideros el cumplimiento de las instrucciones entregadas en estos últimos años.

Sepan contemplar no el sufrimiento ni el dolor, sino la finalidad de todo lo que vivirán. Participen de este parto planetario con atención, no en las contracciones ni en los dolores del planeta, sino en el Hombre Nuevo que surgirá dentro de cada ser que acepte la redención, para renovar el Proyecto de Dios en la Tierra.

Queridos compañeros, los pasajes de la vida de Jesús perduraron a lo largo de los siglos porque ellos se repiten en las vidas de todos aquellos que siguen a Dios. Estudien el Evangelio de Cristo y encuentren ahí las llaves para atravesar los tiempos que viven y llegar a la manifestación del resurgimiento del Hombre,el renacimiento de Cristo dentro de cada ser.

Yo los amo y les dejo Mi paz.

San José Castísimo

Domingo, 29 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando del propio interior comience a emerger todo aquello que por eones estuvo oculto en la consciencia humana como códigos que degradan el Proyecto de Dios, muchos podrán desestabilizarse interna, emocional y psíquicamente, dependiendo del vínculo de cada consciencia con esas informaciones y de la forma como ella fue equilibrando, a lo largo de su existencia, los códigos negativos con experiencias positivas.

Cuando llegue ese momento, queridos, solo les restará abrir el corazón y confiar en aquellos, más equilibrados, que ustedes tendrán al lado para auxiliarlos. Deberán aferrarse fuertemente a la humildad para pedir ayuda y dejarse guiar. Deberán también aferrarse a la fraternidad, en caso de que tengan que ayudar a otros.

El desarrollo del amor será una oportunidad entregada por Dios en cada instante de sus vidas, sobre todo en los momentos de la transición interior de cada ser y de la transición del planeta en su totalidad.

Deben acordarse de lo que les digo, porque muchos confían en que estarán en pleno equilibrio y que siempre serán los que ayudarán a otros y no los que serán ayudados. Pero no será así, porque el noventa y nueve por ciento de los seres humanos desconoce las raíces de todo lo que viven en la Tierra e ignoran que vinieron al mundo para equilibrar los códigos de sus consciencias, las que necesitaban de tal grado de amor para ser convertidas y que solo en la Tierra lo alcanzarían, en este pequeño planeta, donde se gestó el gran Proyecto de Dios que tuvo su triunfo en Cristo.

Sin contar con esa realidad y plenamente envuelta por la ignorancia y por la ilusión, a la mayoría le cabrá abrirse a la humildad; pero esto no será fácil en una raza que, por siglos, fue el resultado de muchos códigos de orgullo, vanidad y egoísmo, que llegaron para ser convertidos por el Amor de Cristo, por la vida crística. 

Sin embargo, queridos compañeros, todos tendrán una oportunidad  nadie quedará sin ser contemplado en esta escuela de amor. A cada uno le cabrá abrirse para la elección de la vida superior, de la fraternidad, de la unidad, y permitirse ser guiado por Dios, confiando en el amor, más que en sí mismo.

Cuando les digo “confiar en el amor”, es también confiar en la unidad entre hermanos congregados por un mismo propósito y saber que, si ustedes están unidos de corazón, siempre se sostendrán en el camino correcto. No obstante, si no creen en el amor ni en la unidad y quieren seguir sus caminos con base en su propia voluntad, negarán el Plan de Dios, que tiene como pilar el Amor y la Unidad entre todos los seres, sin importar las diferencias ni los errores cometidos a lo largo de la existencia, porque el amor cura todas las cosas y, en el espíritu de la unidad, el amor de uno suplirá y equilibrará el error de otro. Esa es la Ley de Dios.

Yo los amo y, por eso, vengo al mundo, así como vienen los Sagrados Corazones de Jesús y de María para que, en unidad con los seres humanos, Nuestro infinito Amor por todos equilibre los errores del pasado y les conceda una oportunidad de recomenzar en una raza redimida.

San José Castísimo

Sábado, 28 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Sé simple de corazón, para que descubras en la simplicidad la grandeza de todas las cosas.

Sé simple de corazón, para que los misterios celestiales no te sean inaccesibles, pues en tu simplicidad la Sabiduría Divina estará a tu alcance.

Sé simple de corazón, para aprender a ser humilde. Por medio de la simplicidad, acepta las Gracias y las adversidades como un Don único de Dios, dirigido a tu vida para ayudarte y para moldear tu consciencia según la Voluntad Superior.

Sé simple de corazón, para que tu mente conozca también la simplicidad y pueda fluir en los rayos de la Voluntad de Dios y vivir según lo que las leyes universales indican.

Sé simple de corazón, para que la transición pase en tu interior no como un castigo, sino como una gran oportunidad de ser, finalmente, lo que Dios espera de la humanidad.

Sé simple de corazón, para que la vida sea una dádiva para ti y la muerte sea el comienzo de una dádiva aún mayor. Así, no existirá el miedo dentro de tu consciencia.

Sé simple de corazón, para que el confort y el sufrimiento sean para ti vehículos de la providencia de Dios, para que cumplas tu parte en Su Plan. 

Sé simple de corazón, para que la oración sea servicio, el servicio sea oración, y el servicio y la oración sean vida; así como la vida, en todos sus instantes y circunstancias, sea servicio y oración.

Sé simple de corazón, para encontrar en lo rebuscado la simplicidad, y en la simplicidad todas las riquezas y los rebuscamientos que tu mente busca por su naturaleza.

Sé simple de corazón, para que Dios disponga de ti como necesite y, así, cuente contigo como un completo servidor, del cual podrá disponer a cualquier hora, en cualquier lugar y para cualquier misión. Te convertirás, así, en un instrumento de Dios.

Sé simple de corazón, porque en la simplicidad encontrarás la respuesta para todas tus interrogaciones. Descubrirás, de esa forma, que dentro de ti habita Aquel que Es en todas las cosas y verás que en ti está todo de una forma tan simple, como son estas palabras.

Busca en ti lo que procuras lejos.

Busca en estas palabras la sabiduría, pues aquí deposité Mi divina simplicidad.

Dichosos y bienaventurados los simples de corazón, porque ellos heredarán la Sabiduría de Dios para el surgimiento de la Nueva Raza.

Su amado compañero, simple y humilde,

San José Castísimo

Viernes, 27 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros:

Se aproxima a la Tierra la llegada de un nuevo ciclo para la consciencia humana y, sobre todo para la consciencia del planeta, el espíritu de la Tierra que los ampara, los acoge y, con tanto amor y donación, los sustenta. 

Ese ciclo que llegará impulsará a los hombres a que ofrezcan al Proyecto Divino de la Tierra su verdadero potencial y, para eso, los ayudará a expurgar de su interior, de los mundos consciente e inconsciente de cada ser, aquellos códigos que generaron como humanidad y que, poco a poco, fueron degradando lo que deberían expresar como consciencia humana.

El nuevo ciclo intentará ayudar a este proyecto de la Tierra, para que no sean solo los Reinos de la Naturaleza los que sustentan la consciencia del planeta, sino que existan seres humanos conscientes ofreciendo el máximo de sí para que el planeta cumpla su función dentro del Plan de Dios.

En el Proyecto del Señor al crear este mundo, repleto de manifestaciones de Su perfección por medio de los diferentes Reinos de la Naturaleza que lo cohabitan, Dios pensaba en una expresión viva de la fraternidad y de la unidad entre Sus criaturas, por más diversas que fuesen.

El Creador intentó hacer de la Tierra una escuela de amor y de cooperación evolutiva, para que cada Reino proporcionara al otro algo vital para su existencia. Es por eso, que la Tierra necesita de equilibrio para existir, equilibrio que se genera en los diferentes Reinos, incluyendo el Reino Humano.

Sobre todo el Reino Humano debería generar una especial armonía y amor dentro del Reino que le corresponde, como humanidad, para inspirar así la evolución de los demás Reinos de la Naturaleza.

Todos los Reinos, en cierta forma, cumplieron su parte, excepto el Reino Humano, que es el gran pilar del proyecto terrestre. El Reino Vegetal es la expresión de la donación, de la elevación y de la belleza, como le correspondía. El Reino Mineral es la expresión de la purificación, de la transmutación y de la sustentación, como le correspondía. El Reino Animal es la expresión de la fidelidad y del amor, es el guardián del espíritu de la cooperación y de la fraternidad evolutiva en cada especie, como le correspondía. El Reino Dévico sigue creando belleza y loas al Creador y, junto al Reino Elemental, sustenta y anima a los demás Reinos de la Naturaleza, como le correspondía.

Al Reino Humano le correspondería ser un puente de comunión entre todos los Reinos; aquel que cuida, ampara y protege, ama y auxilia para que cada Reino pueda expresarse. El Reino Humano debería crear condiciones para que los devas y los vegetales expresaran su belleza; para que los animales pudieran aportar a la consciencia planetaria el atributo único que cada especie posee en su esencia; para que los minerales pudieran nutrir y auxiliar a los demás Reinos y con libertad actuar en el mundo.

El Reino Humano debería ser el puente con la Consciencia Divina, que proporcionara el espíritu de la constante evolución y del crecimiento, para que la Creación jamás se estancara y los Reinos prosiguieran dando pasos evolutivos y cambiando su escuela espiritual. Que, de esa forma, nuevas esencias fueran surgiendo y renovando permanentemente la Creación de Dios y que, a partir del laboratorio de la Tierra, todo el universo se pudiera renovar.

Esa es una parte de lo que representa el Proyecto de Dios.

El nuevo ciclo del cual les hablo va a acelerar la purificación humana de una forma más o menos armoniosa, dependiendo de la colaboración consciente de cada ser. Esto será así para que la idea de vida fraterna pueda ir manifestándose al máximo posible, aunque sea en unos pocos individuos y en islas de salvación y de expresión del Proyecto de Dios, y este Plan también se pueda manifestar.

Después de eones de experiencias que no tuvieron el resultado esperado, la Creación dará un impulso solar a la humanidad y  a los Reinos de la Naturaleza, como última oportunidad de concreción del Plan Divino.

Es importante que ustedes estén conscientes de todo esto y colaboren, cumpliendo con su parte en este Plan de Amor. Por eso les digo todas estas cosas.

Su amado instructor y compañero,

San José Castísimo

Jueves, 26 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros:

Este es un momento en el cual necesitarán estar más silenciosos.Con el esfuerzo por controlar la palabra, el verbo, que es el vehículo de creación de mayor poder usado hoy por la humanidad, ustedes controlarán simultáneamente las energías que entrarán en proceso de purificación dentro de sus consciencias.

Cuando observan en sí mismos el control de la palabra, pueden observar el descontrol que existe en todas las cosas y, así, podrán encontrar un camino más seguro y armonioso para su transformación.

Al entrar en intensa purificación, la consciencia pierde el control de los diferentes cuerpos y muchas veces actúa, piensa y siente de una forma que normalmente no lo haría. Si están atentos al uso de la palabra, estarán atentos a los actos de crear y de emitir informaciones. Poco a poco, irán observando el silencio en la mente, en los sentimientos, en los movimientos y en las emanaciones del magnetismo de la consciencia. Así, al entrar en el proceso de purificación, no perderán el control de sí mismos y podrán vencer los deseos y las voluntades que hablarán en voz alta dentro del mundo interior y en el subconsciente de ustedes, intentando llevarlos por caminos involutivos.

Llamo “caminos involutivos” a las formas de vida que para el común de la humanidad son normales, pero que, para un ser consciente de la realidad planetaria y del Plan de Dios, no construyen la evolución ni la madurez del espíritu.

Hoy, quiero que comprendan el silencio como una herramienta valiosa para el final de los tiempos, algo vital y necesario para aquellos que aspiran a mantenerse firmes.

Espero que busquen el silencio verdadero, fruto de la comprensión de esta necesidad interior de perseverar en el camino de Dios. No busquen el mutismo ni el rigor que tornan el alma rígida y la apartan de vivir una experiencia espiritual positiva, pues, al contrario, alimentan las fuerzas en purificación dentro de la consciencia y no permiten que sean transmutadas y liberadas de su interior.

Les dejo Mi bendición y la luz de una mayor comprensión para todos.

Su amado compañero, siervo del silencio,

San José Castísimo

Miércoles, 25 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que la Paz sea una realidad en el mundo, camino hacia la vida, recompensa divina en el corazón de los justos.

Que la Paz sea la bandera izada en el cielo de la Tierra, anunciando la Victoria y la Gloria del Reino de Dios.

Que la Paz sea la cura del pasado, el bálsamo que restaura las heridas de un tiempo de caos y de temor.

Que la Paz alcanzada por los hombres se establezca también en los Reinos de la Naturaleza, impregne el planeta y se irradie hacia los cuatro puntos del universo.

Que la Paz, triunfo de Dios en el corazón humano, sea el principio de los mil años de preparación y de unión con Cristo para que, después de la batalla final, el Reino de Dios vuelva a gobernar el interior de todas las criaturas, sin importar de dónde vinieron.

Que la Paz en el corazón de los que se mantuvieron fieles a Dios sea el motivo de la redención y de la reconciliación con Él, para aquellos que nunca lo encontraron.

La Paz será el motor que impulsará a los hombres a la Salvación.

La Paz es lo que los mantiene de pie en un mundo de dolor y tribulación.

No pierdan la Paz, fuente de Amor y de Vida.

No pierdan la Paz, base para madurar la Fe.

No pierdan la Paz, fortaleza inquebrantable de los mansos.

Sean pacificadores de Cristo, para que así establezcan Su Reinado en este tiempo final.

Paz para todos, Paz en todos, eternamente.

Su amado compañero, pacificador en Cristo,

San José Castísimo

Martes, 24 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros de Mi Casto Corazón:

Aquellos de ustedes que buscan la plenitud de la vida en la materia jamás encontrarán la verdadera alegría, ni tampoco tendrán motivación para recorrer el camino del espíritu, porque nunca estarán satisfechos con las apariencias ni con las formas exteriores de ninguna cosa. 

No les digo que deban ser indiferentes a la vida material ni negligentes con sus tareas prácticas, ni con la búsqueda de la perfección que deben expresar en todo, pero su meta no puede estar en el plano físico ni en la perfección de la materia.

¿Comprenden lo que les digo? Les digo esto, porque por más que tengan la misión de manifestar un Centro Mariano o una Comunidad-Luz, la meta más profunda de sus corazones no debe estar ahí, porque, si así fuera, no habría espíritu en esas manifestaciones. El alma de todas las Obras de Dios está en la intención de quien las manifiesta.

Así es con todas las cosas. Por más que deban manifestar la vida monástica, la vida fraterna, la vida en comunión con todo lo que fue creado, la meta de ustedes no debe estar solo en lo que esas formas de vida expresan externamente. Para que haya alma y Presencia de Dios en sus acciones, en sus obras, ustedes deben aspirar siempre a lo Alto, a la unión con lo Divino, buscando primero la manifestación espiritual de todas las cosas.

Es en la unidad con el Creador que encontrarán la verdadera alegría. En un mundo en el cual la materia está corrompida y se sigue degradando, las almas que coloquen todo su empeño solo en ella, por más que estén buscando transformarla y consagrarla, casi siempre estarán envueltas por la tristeza, por la frustración y por la desmotivación.

Fijen los ojos en lo Alto, en el Infinito, en Dios y encuentren en Él la alegría para seguir adelante, para poder sonreír, iluminando los corazones de los que sufren, aun en tiempos de constante dolor.

Será necesario que existan corazones que mantengan encendida en el alma la alegría de servir a Dios, a pesar de todo, pero esa alegría solo la encontrarán en el Padre Altísimo. 

Así se regocija el espíritu en la Cruz de Cristo: los que ven la materia contemplan dolor y sufrimiento; los que se fijan en Dios y en la fortaleza espiritual de Jesús, contemplan la Victoria
Divina y la Misericordia.

Es tiempo de reaprender a buscar la alegría.

Su amado padre y amigo,

San José Castísimo

Lunes, 23 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Liberen sus almas del cautiverio de este mundo por medio del amor al Plan de Dios. Si aman los Planes del Altísimo paratodo lo que fue creado, trascenderán la comprensión común acerca de todos los acontecimientos que se manifiestan en el mundo. 

Dispónganse a amar el Plan de Dios por encima de ustedes mismos y podrán, entonces, vivir lo que el Señor realmente espera de ustedes.

Cuando el amor propio es mayor que el amor al Plan de Dios, corren el riesgo de perderse en sus limitaciones y pierden la oportunidad de descubrir la trascendencia de todas las expresiones de la vida, sean mentales, emocionales, físicas o espirituales.

Cuando aman el Plan de Dios por encima de todas las cosas, son capaces de lanzarse hacia lo imposible para manifestarlo y, entonces, cruzan el umbral de las limitaciones humanas y descubren nuevas capacidades que están eternamente adormecidas en las consciencias de todos, justamente por la falta de amor y de entrega por parte de los seres.

Sé que este es un amor desconocido e inalcanzable para muchos, porque no aprendieron a amar lo intangible, lo divino, lo espiritual. En este mundo, el amor siempre está basado en los beneficios, e incluso el amor a Dios y a la vida espiritual tiene que producir algún mérito, aunque sea la santidad.

Aquellos que buscan la vida espiritual encaminándose hacia la santidad, comienzan su trayectoria tratando de lograr un beneficio, un reconocimiento, una meta; sin embargo, en el camino, descubren que para encontrar lo que buscan, deben perderse a sí mismos. Y, así perdidos, van dejando poco a poco todo lo que tienen, todo lo que son y lo que piensan ser, como también sus aspiraciones y hasta la intención de alcanzar la santidad.

Cuando el corazón siente que ya no quiere más nada y solo camina hacia Dios, cuando más lejos parece encontrarse de cualquier perfección, porque para él nada se asemeja a la Perfección del Padre, es cuando el alma llega, sin percibirlo, al primer paso de su meta.

Yo los llamo hacia este amor verdadero: amor que trasciende a los individuos, los beneficios, las aspiraciones, las conquistas, que trasciende las necesidades de la vida y deja al alma y al espíritu suspendidosen las manos del Creador, para que sean Sus instrumentos en el mundo, atrayendo Su Paz en los tiempos de caos.

Lo que les digo y que parece tan distante sería la razón de la existencia humana; mientras tanto, los seres humanos le dieron un nombre y lo colocaron en un punto inalcanzable para las consciencias, pues incluso aspirar a esto les causa miedo, vergüenza o piensan que es falta de humildad. Esto es la santidad.

La santidad es la unión con Dios, es la manifestación de Su Plan.

La santidad no es una excepción, es una meta para toda la consciencia humana.

Para encontrar la santidad, se necesita amar al Único, pero para amar al Único, es necesario dejar atrás los amores humanos, para descubrir el amor al Divino.

El mundo necesita corazones que amen de verdad, que atraigan del universo el Amor dejado por Cristo, porque solo así se equilibrará semejante mal que se expande en la Tierra.

Yo los amo y los invito a amar con el mismo Amor.

San José Castísimo

Domingo, 22 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando les entregamos pautas de oración, no es para que ocupen las horas de sus días. El mundo está agonizando y, en medio de una perspectiva de caos inalterable, Dios sigue enviando Sus Mensajeros a la Tierra para que, con Su Divina Esperanza, consigan, al menos de un corazón, oraciones sinceras que equilibren la realidad planetaria. 

Hoy vine para pedirles que no solo oren para cumplir mentalmente un pedido de María y, así, quitarse un peso de la propia consciencia.

Les pido que oren de verdad, con el corazón, teniendo presente la realidad planetaria y el destino de la humanidad, que dependen, en gran parte, de los seres que oran.

A veces, Nos entristece más ver a uno de Nuestros soldados repitiendo palabras muertas al viento, para terminar rápido con sus oraciones, que ver en el mundo a un hijo ignorante que no ora, porque este no ora por su ignorancia, en tanto que el primero se engaña a sí mismo.

Al conocer la situación espiritual del planeta y siendo conscientes del poder de la oración, aquellos que no oran de verdad solo suplen la necesidad de la mente de no estar en falta con Dios, pues además de no ayudar en nada, aumentan el peso de la Justicia en la balanza de la humanidad.

Por esa razón les ruego una mayor consciencia en sus oraciones, más amor y más verdad, porque si no podemos contar con los que Nos escuchan día a día, poca esperanza tendremos con los que Nos desconocen completamente.

Yo los amo y por eso los guío y los aconsejo siempre, corrigiendo sus caminos para que un día encuentren la perfección y la santidad.

San José Castísimo

Sábado, 21 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La manifestación del Plan de Dios tiene como vehículo la energía de los rayos celestiales. Esos rayos descienden al mundo por intermedio de la Ley de la Atracción o de la Ley de la Correspondencia y, de esa forma, impregnan las consciencias que tanto interna como externamente se disponen a vivir en síla Voluntad del Dios Supremo. Poco a poco, esa Voluntad va ganando espacio en la vida del planeta y, uno a uno, impregna a los seres que se inspiran en el ejemplo de otros para transformar su vida.

Así como sucede con los individuos, también ocurre con los arquetipos de la vida; tanto en la sociedad como en la vida de las diferentes naciones. Muchos se preguntan de dónde vendrá la manifestación de la Nueva Humanidad y a partir de cuál principio surgirá.

Cuando seres humanos se congregan para unir su disposición de manifestar el Plan de Dios y así atraer los arquetipos creadores de los rayos celestiales hacia la vida, esos rayos no solo descienden en los individuos, sino también por intermedio de ellos impregnan la consciencia grupal y encaminan naturalmente la vida grupal hacia la manifestación de lo que Dios pensó para la sociedad humana.

La vida humana sagrada y orientada siempre hacia la obediencia al Divino comenzará a surgir en pequeños puntos de luz en el mundo. Así como algunos individuos inspiran a otros que den nuevos pasos por medio de su transformación, las pequeñas comunidades que dan ejemplo de una vida fraterna y crística, en un arquetipo de sociedad humana, inspirarán a masas de personas e incluso a naciones para que sigan el mismo ejemplo.

Es así como nace la Nueva Humanidad. La Nueva Humanidad es fruto del esfuerzo de cada uno. Después, tendrá su cuna en la unión de los esfuerzos de dos o más que comiencen a constituir una vida grupal y, así, poco a poco expandan esta vida sagrada por el mundo, consagrándolo al Plan de Dios.

Es por este motivo que les pido que jamás piensen que sus esfuerzos no serán suficientes, porque a veces les parecerá que reman contra la corriente de otros miles de millones de seres humanos que hacen cosas contrarias a la Voluntad Divina. Cristo también era uno solo, pero Su Amor por Dios y por Su Plan cambió el destino de la humanidad. Hoy, ustedes son mucho más que uno; son millones de seguidores de Cristo, que deben comenzar a unirse para cumplir con la meta de cambiar el destino, no solamente de la humanidad, sino también de toda la Creación.

Yo los bendigo y los guiaré siempre.

San José Castísimo

Viernes, 20 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para que la paz sea una realidad en el mundo, debe comenzar a existir en el corazón y en la vida de algunos hombres, aunque sean pocos.

Para ser pacíficos, deben aprender a disolver los obstáculos que la propia consciencia coloca en el camino de los que intentan vivir en paz. Y esto se alcanza de dos formas: en el silencio y en el servicio.

El silencio debe tener como base la humildad y como meta la paz. El servicio debe tener como base la fraternidad, para llegar a la meta de la paz.

El corazón que se dispone a silenciarse alcanza la paz para sí y para el prójimo, evitando conflictos, desavenencias y discusiones incentivadas por el enemigo. El corazón que se dispone a servir, que asume para sí aquello que nadie quiere hacer y con buena voluntad lleva la paz a la vida diaria en su entorno, sin percibirlo está siendo un canal de Dios en el mundo, para disolver conflictos distantes y aplacar la ira de muchos corazones que él desconoce.

Cuando ustedes consagran sus vidas a Dios, todo lo que hacen con consciencia y en ofrenda se convierte en un servicio para toda la humanidad.

Ahora, les hago una advertencia: no sean indiferentes en su silencio ni dejen que sus mentes critiquen ni juzguen mientras hagan algo que nadie quiso hacer. Si no hay amor ni gratitud en sus acciones, es mejor que sean como la mayoría de la humanidad común, porque peor que no hacer es hacer sin ser verdadero.

Les traigo estas instrucciones no para que cambien sus vidas, sino para que cambien la vida planetaria, porque ustedes son células vivas del cuerpo de este planeta. Por eso, todo lo que hagan repercutirá en toda la consciencia planetaria. Yo los amo y les agradezco, desde ya, la respuesta de ustedes y la consciencia que tendrán orientada hacia el cumplimiento de los Planes de Dios.

Su amado padre,

San José Castísimo, guiando a la humanidad en las cosas simples, para que un día alcancen el Reino de Dios.

Viernes, 20 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para que la paz sea una realidad en el mundo, debe comenzar a existir en el corazón y en la vida de algunos hombres, aunque sean pocos.

Para ser pacíficos, deben aprender a disolver los obstáculos que la propia consciencia coloca en el camino de los que intentan vivir en paz. Y esto se alcanza de dos formas: en el silencio y en el servicio.

El silencio debe tener como base la humildad y como meta la paz. El servicio debe tener como base la fraternidad, para llegar a la meta de la paz.

El corazón que se dispone a silenciarse alcanza la paz para sí y para el prójimo, evitando conflictos, desavenencias y discusiones incentivadas por el enemigo. El corazón que se dispone a servir, que asume para sí aquello que nadie quiere hacer y con buena voluntad lleva la paz a la vida diaria en su entorno, sin percibirlo está siendo un canal de Dios en el mundo, para disolver conflictos distantes y aplacar la ira de muchos corazones que él desconoce.

Cuando ustedes consagran sus vidas a Dios, todo lo que hacen con consciencia y en ofrenda se convierte en un servicio para toda la humanidad.

Ahora, les hago una advertencia: no sean indiferentes en su silencio ni dejen que sus mentes critiquen ni juzguen mientras hagan algo que nadie quiso hacer. Si no hay amor ni gratitud en sus acciones, es mejor que sean como la mayoría de la humanidad común, porque peor que no hacer es hacer sin ser verdadero.

Les traigo estas instrucciones no para que cambien sus vidas, sino para que cambien la vida planetaria, porque ustedes son células vivas del cuerpo de este planeta. Por eso, todo lo que hagan repercutirá en toda la consciencia planetaria. Yo los amo y les agradezco, desde ya, la respuesta de ustedes y la consciencia que tendrán orientada hacia el cumplimiento de los Planes de Dios.

Su amado padre,

San José Castísimo, guiando a la humanidad en las cosas simples, para que un día alcancen el Reino de Dios.

Viernes, 20 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para que la paz sea una realidad en el mundo, debe comenzar a existir en el corazón y en la vida de algunos hombres, aunque sean pocos.

Para ser pacíficos, deben aprender a disolver los obstáculos que la propia consciencia coloca en el camino de los que intentan vivir en paz. Y esto se alcanza de dos formas: en el silencio y en el servicio.

El silencio debe tener como base la humildad y como meta la paz. El servicio debe tener como base la fraternidad, para llegar a la meta de la paz.

El corazón que se dispone a silenciarse alcanza la paz para sí y para el prójimo, evitando conflictos, desavenencias y discusiones incentivadas por el enemigo. El corazón que se dispone a servir, que asume para sí aquello que nadie quiere hacer y con buena voluntad lleva la paz a la vida diaria en su entorno, sin percibirlo está siendo un canal de Dios en el mundo, para disolver conflictos distantes y aplacar la ira de muchos corazones que él desconoce.

Cuando ustedes consagran sus vidas a Dios, todo lo que hacen con consciencia y en ofrenda se convierte en un servicio para toda la humanidad.

Ahora, les hago una advertencia: no sean indiferentes en su silencio ni dejen que sus mentes critiquen ni juzguen mientras hagan algo que nadie quiso hacer. Si no hay amor ni gratitud en sus acciones, es mejor que sean como la mayoría de la humanidad común, porque peor que no hacer es hacer sin ser verdadero.

Les traigo estas instrucciones no para que cambien sus vidas, sino para que cambien la vida planetaria, porque ustedes son células vivas del cuerpo de este planeta. Por eso, todo lo que hagan repercutirá en toda la consciencia planetaria. Yo los amo y les agradezco, desde ya, la respuesta de ustedes y la consciencia que tendrán orientada hacia el cumplimiento de los Planes de Dios.

Su amado padre,

San José Castísimo, guiando a la humanidad en las cosas simples, para que un día alcancen el Reino de Dios.

Jueves, 19 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hoy solo les pido que jamás pierdan la alegría de sus corazones; que sean capaces de estar delante de la situación planetaria con madurez, pero nunca con tristeza.

Si pierden la alegría del corazón, podrán perder la fe y la esperanza de ver un día cumplirse el Plan de Dios; de ver un día que se manifiesta delante de sus ojos la Tierra redimida.

Cuando Mi Casto Corazón inició este ciclo de mensajes diarios, Yo les dije a todos que los conduciría hacia una Nueva Humanidad, y así será; porque a pesar de todo lo que sucede en el mundo, existen unos pocos que responderán al llamado celestial hasta el fin de sus vidas y dejarán plantadas en el suelo de esta Tierra las semillas de una vida redimida.

Hoy les pediré que sean conscientes de la gran necesidad del mundo y también que sean como una luz que ilumina y calienta los fríos corazones de los hombres.

Mis queridos compañeros, después de haber estado en este mundo en días de mucha oscuridad y en épocas en que la Tierra también se aproximaba a un gran colapso, vengo a animarlos e instruirlos, así como hice con Jesús, para que encuentren a Dios y, en Él, la fuente inagotable de sabiduría, la fortaleza inquebrantable para transitar en días de oscuridad y el amor que todo redime y que todo perdona.

Vengo a pedirles que no desistan nunca, aun cuando los Mensajeros Divinos no estén aquí. Existirán días en los cuales no sabrán qué hacer ni para dónde ir y, en esos momentos, deberán entrar en el recinto del corazón y ahí buscar todo lo que un día les entregamos.

Nuestras palabras podrían quedar solo plasmadas en sus corazones, pero también están en el papel para que sean una guía imborrable para toda la consciencia humana.

Quiero que sepan que los días de mayor oscuridad indicarán el momento de mayor entrega, el momento de vivir el mayor grado de amor, porque de ese amor que puede emerger de sus corazones dependerá la luz que volverá a brillar en el mundo.

Dios jamás los abandonará. Si Él se apartara y ustedes no lo encontraran fuera de ustedes, será porque les llegó la hora de vivir la unión perfecta con Él en su interior, la hora de descubrir la semejanza entre el Creador y la criatura, la hora de que ustedes sean parte de Dios en este mundo.

Mis amados compañeros en Cristo, sigan Nuestras instrucciones sin miedo y con precisión, porque así nunca perderán el camino y podrán guiar a otros con quienes jamás se encontraron en la vida.

Hoy no podré pedirles nada más que la oración permanente y la reconciliación de los unos con los otros. Si así lo hacen, sus propios corazones les dirán los próximos pasos.

Yo los amo y los bendigo siempre.

Su amado amigo y compañero,

San José Castísimo

Jueves, 19 de noviembre de 2015

APARICIÓN DE SAN JOSÉ EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hoy no les pediré nada más que la oración sincera de sus corazones. Que sean pacíficos, fraternos y verdaderos en todo lo que hacen. Que hagan de este lugar, como de sus hogares, pequeñas luces que, poco a poco, iluminan el mundo.

Ya no podemos contar con tantos soldados, porque son pocos los que perseverarán ante todo lo que acontecerá en el mundo. Solo les pido que sean valientes de espíritu, de alma, de corazón; que descubran la verdad sobre cada una de sus vidas; que encuentren la fortaleza en la existencia del universo, en el Plan de Dios, en todos aquellos que los aguardan y que confían en el potencial de amar que existe dentro de cada uno de ustedes.

Encuentren la fortaleza en la esperanza y en la fe que Dios tiene en la humanidad porque, en ningún momento, el Creador desacreditó Su Proyecto. Su fe se mantiene encendida. Por eso, día a día, entrega al mundo lo mejor que tiene. Por eso, Su Hijo retornará, porque no siendo suficiente Su Pasión, el Señor pidió Su Retorno. 

Reflexionen sobre esto, Mis amados. Busquen dentro de ustedes qué es eso tan perfecto que existe y que hace que Dios jamás desista del corazón humano, a pesar de todas las atrocidades que suceden en el planeta.

No solo Dios, sino también todas Sus criaturas que viven en el universo aguardan el triunfo de la humanidad que, en verdad, es el triunfo de la cristificación en el corazón humano.

Si Cristo vive y reina hoy entre los Bienaventurados, después de haber estado en este mundo, todo el universo aguarda que una raza de Cristos, uno a uno, pueda ir retornando a su origen para que, como soldados de Cristo, demuestren la grandeza de la Creación, abriendo las puertas del Cielo y trayendo la paz a todo lo que existe.

Hoy les agradezco por reconocer Nuestra Presencia y les pido que profundicen en el despertar de sus consciencias. Que vivan la paz, que vivan la unidad, hoy y siempre.

Bajo la bendición de su Madre María, Madre y Reina de este universo, sigan en paz y pacifiquen este mundo.

En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Al finalizar la Aparición, Frei Elías del Sagrado Corazón leyó el mensaje diario de la Virgen María y la Hermana Lucía de Jesús leyó el mensaje diario de San José.

Miércoles, 18 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL ÓMNIBUS ÁGUILA DE LUZ, DURANTE EL VIAJE DESDE LA CIUDAD DE PORTO ALEGRE, BRASIL, HASTA EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros:

Ofreciendo Nuestros Corazones al Altar Celestial como parte del Plan de Dios, clamamos a la humanidad que establezca la paz en sus vidas. Pedimos que despierten un poco más a la verdadera necesidad del planeta, porque en los tiempos que llegarán será necesario demostrar mayor consciencia y madurez. Los que hoy están ciegos de espíritu y de corazón buscarán aliento y guía en aquellos que podrán estar mínimamente equilibrados frente a la situación planetaria.

Sepan, queridos, que ante el grado de maldad y odio que vive en los corazones de algunos seres humanos, el estallido de una tercera guerra mundial podrá destruir completamente la vida planetaria. Los corazones de muchos gobernantes solo están sedientos por demostrar poder y superioridad en relación a los demás seres del mundo. Será una batalla entre el caos y el mal, naciones querrán demostrar su poder y se aliarán unas con otras para destruir a las demás, de acuerdo con sus creencias.

Solo observen el mundo a su alrededor y tórnense capaces de vislumbrar una prioridad mayor que sus propias vidas, porque el Plan de Dios trasciende a los individuos y, si fuere necesario, el Señor pedirá más a aquellos que creen que ya entregaron todo, porque no solo el planeta, sino también el universo necesita de eso.

Les pido que traten de conocer la verdad que se encuentra en sus corazones, para que no sean tomados por el terror que se extenderá por el mundo. No se desesperen en los días que vendrán, porque el Espíritu de Dios los amparará, siempre y cuando sean Sus siervos y Sus soldados de la paz y de la oración.

No les digo que no padecerán nada; sin embargo, todo sufrimiento y toda prueba que el Señor coloque en sus caminos será para que generen méritos para la salvación de la humanidad.

Les digo que, desde ya, aprendan a amar y a aceptar las diferencias, porque les pediremos que acojan y amparen a seres que son muy diferentes de ustedes, desde todos los puntos de vista.

También en este día, les rogaré que ayuden a los misioneros de María para que pronto lleguen a Medio Oriente, antes de que sus puertas se cierren definitivamente y las almas que están allí, buscando una salida, no encuentren la Misericordia, sino solo la Justicia.

El servicio que pedimos a los misioneros, que están consagrados en espíritu y alma al Plan de Dios y de Sus Mensajeros, no es como cualquier servicio prestado en el mundo. Por intermedio de ellos, Nosotros podemos ingresar más profundamente en el planeta y derramar un caudal de Misericordia sobre aquellos que no la merecerían en esta vida. 

Por eso, compañeros de Mi Casto Corazón, esfuércense todos los días para estar más despiertos, porque Nosotros ya no tenemos cómo alertarlos. El tiempo del cambio ya llegó.

Su amado padre y amigo,

San José Castísimo

Martes, 17 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SÃO LEOPOLDO, RIO GRANDE DO SUL, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÙS

Clamen por la misericordia y vivan la paz. No dejen que el terror que se expande por el mundo tome sus corazones y los lleve a la desesperanza. Los soldados de Dios deben estar con la antorcha de la fe siempre elevada hacia lo alto, dando a conocer la luz para los que caminan en la oscuridad. 

Mientras el Corazón de Dios padece por las acciones de la mayoría de la humanidad, que se está distanciando de Su Amor y de Su Paz, los Mensajeros Divinos solo les piden que sean un aliento y una esperanza para el Reino de los Cielos, que aguarda la concreción de los Planes del Altísimo.

No se dejen llevar por las corrientes del mundo. Recuerden que son una barca de salvación para los incrédulos y los desesperanzados, para los solitarios y abandonados, tanto en la vida como en el espíritu. Nutran sus consciencias con el bálsamo de luz que traemos del Cielo y remen contra esa corriente de oscuridad con actos de paz, con la oración, con el perdón y con el amor.

No alimenten los juicios que el mundo realiza sobre una realidad que desconoce, ni tampoco permitan que sus consciencias ayuden a la humanidad a sumergirse en lamentaciones. Sean un motivo de elevación para el mundo.

Sepan que todo debe ser equilibrado, todo debe ser corregido y elevado por el corazón humano. Si existen muchos seres que caminan en contra de la Voluntad de Dios, aquellos pocos que escuchan Su Llamado deben multiplicar los esfuerzos y no ceder frente a los estímulos involutivos.

Mis amados, sean fuertes y valientes, perseverantes en Dios, porque esta prueba recién está comenzando, y la humanidad aún deberá escoger el amor frente a muchas atrocidades que el enemigo generará.

Sepan que jamás deben desistir del Plan de Dios y, aun delante de los peores acontecimientos del mundo, perciban que Dios no los desamparó. Él está dentro de ustedes, llamándolos a perseverar en el amor y, así como Su Hijo, a vencer el sufrimiento de la cruz y resurgir en espíritu, mediante el poder de la Misericordia.

Escuchen con atención Nuestras palabras, porque son pronunciadas para ayudarlos a superar las pruebas de estos tiempos y a perseverar en Dios para siempre. De la misma forma hicieron los patriarcas, los ángeles y los arcángeles que guiaban a Jesús y lo alentaban para que permaneciese en Su Propósito de Amor a pesar de la negación de los hombres.

Yo los amo y los invito a orar sin cesar, porque la prueba definitiva ya está comenzando para la humanidad. Dejen de lado las mezquindades de sus vidas y dedíquense sin límites a Dios. Así lo indica la necesidad del mundo.

Su amado padre y compañero,

San José Castísimo, que ora por la humanidad y por el planeta, permanentemente.

Lunes, 16 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL ÓMNIBUS ÁGUILA DE LUZ, DURANTE EL VIAJE DESDE FLORIANÓPOLIS, HASTA PORTO ALEGRE, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Si ustedes son pacíficos en sus vidas y en todo buscan la armoníay la unidad, podrán percibir la unión de los tiempos y lo que esto causa en la consciencia de la humanidad.

Si entran en oración todos los días, tratando de sentir verdaderamente lo que sucede en la vida espiritual del planeta, podrán percibir que los conflictos y las guerras que hoy suceden en el mundo no son como los que sucedieron en tiempos anteriores.

Así como el bien que impregna los corazones en este tiempo los santifica y los torna plenos de modo que los lleva a la cristificación, el mal que vive hoy en algunos seres humanos es destructivo aun para las esencias y para los espíritus de los seres. Todo se está intensificando, todo está creciendo en proporciones desenfrenadas, tanto para el bien como para el mal, y el corazón que ora puede sentirlo y vivirlo. Les digo esto, queridos, porque deben aprender a lidiar con las situaciones que se presentan actualmente en el mundo.

El tiempo real del universo está comenzando a unirse al tiempo de la Tierra, y la consciencia humana también comenzará a sentir su verdadero potencial creador, tanto positivo como negativo. El pensamiento y el verbo tendrán más poder que nunca; por eso, les pedimos que oren, oren sin cesar para equilibrar y contraponer las oraciones a las ideas malignas que, de planos infernales, intentan plasmarse en las mentes de los seres humanos y manifestarse en la vida de la Tierra.

Ustedes no deben temer jamás, porque la mayor herramienta del ser humano es el corazón y no la mente. No habrá pensamiento maligno que no sea destruido y borrado por la oración sincera y plena de un corazón que responde al Llamado de Dios. Solo es necesario que oren, oren de verdad, con amor, con consciencia, llenando el verbo con la intención de que la Voluntad de Dios se plasme en la consciencia planetaria. 

Cuando el tiempo de Dios se aproxima a la Tierra, sus espíritus también se aproximan y sus almas son colmadas por los impulsosdel verdadero ser. Por eso, al entrar en oración, busquen lo que ustedes son de verdad. Entren en contacto con la propia esencia por intermedio del silencio y de la paz, y de ahí reciban todo lo que necesitan para vivir los días actuales en unión con Dios y con Su Plan.

Ustedes saben que la humanidad es muy ignorante en relación con la Verdad, y pocos comprenden lo que los Mensajeros Divinos intentan transmitir al mundo. Por eso, es muy importante que aquellos que son conscientes y que comprenden, al menos un poco, la Voluntad de Dios, puedan vivir lo que enseñamos, abriendo así la puerta para que otros sigan el mismo camino.

A medida que den sus pasos, queridos, nuevas oportunidades se abrirán para que puedan conocer verdades cada vez más amplias y para que los que están estancados en su evolución sean impulsados y den el primer paso.

Yo los amo y, por eso, los instruyo para que no solo conozcan la Voluntad de Dios, sino que también la vivan.

Su compañero de siempre,

San José Castísimo

Domingo, 15 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL ÓMNIBUS ÁGUILA DE LUZ, DURANTE EL VIAJE DE SAN PABLO, HASTA FLORIANÓPOLIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Sean como la naturaleza que, delante de un pequeño suspiro de amor enviado por Dios, resplandece y restaura su espíritu. La naturaleza vive del amor que recibe del Cielo. Sus elementos buscan, en el Principio fecundo de Dios, el poder para manifestarse.

Los Reinos solo seguirán existiendo si pueden cumplir con su función de aprender también a amar y a perdonar. 

Observen a los animales: con qué facilidad perdonan los errores de aquellos que aman, con qué alegría soportan sus males, solo por la fidelidad que viven en sus corazones para con aquellos que los cuidan.

Los seres humanos comparten su existencia con los Reinos de la Naturaleza para que se eleven los unos a los otros, por medio de la comunión con la vida en sus diferentes formas.

Para que se establezca la paz y para que el Reino de Dios sea uno con el reino de este mundo, ustedes deben descubrir lo que cada Reino y cada elemento contiene como vivencia para enriquecer el aprendizaje humano. Porque si no aprenden a amar a los Reinos de la Naturaleza, que constantemente se donan a los seres humanos y de todas formas intentan auxiliarlos en su aprendizaje del amor, será difícil que puedan amar de verdad al prójimo como él es.

Si sienten que no saben amar o que no pueden hacerlo, traten de cuidar de los Reinos de la Naturaleza, sobre todo del Reino Animal, que vierte su amor sobre los seres humanos aun siendo tan ultrajado por ellos.

Perciban, observando a los Reinos, que la escuela del amor está en todas las cosas. En especial los Reinos de la Naturaleza les demuestran permanentemente cómo se vive el amor que trasciende las imperfecciones e, incluso, las cura.

Yo los amo y, clamando a los corazones que ingresen en el camino del aprendizaje del amor y del perdón, les pido que comulguen en unidad con los Reinos de la Naturaleza.

Su padre y compañero,

San José Castísimo

Sábado, 14 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA SAGRADA CASA MARÍA, MADRE PAULISTA, SAN PABLO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mientras el mundo agoniza, les pido que no vivan más de manera común, sino que a todo instante clamen al Padre para que Su Misericordia sea mayor que Su Justicia y para que aquellos que están ciegos en el mundo puedan despertar.

Les pido que no exista más cansancio en sus cuerpos que les impida cumplir con un pedido de oración de los Mensajeros Divinos. Dios les está entregando todo, incluso a Su Hijo, para que puedan abrir las puertas de la redención para la humanidad.

Mis queridos, el terror, el miedo, el odio y el rencor entre los hombres siguen esparciéndose por el mundo como una gran plaga en los corazones. ¿Quién de ustedes está respondiendo a Mi pedido de perdonar y de reconciliarse con el prójimo? ¿Quién está venciendo el rencor de su corazón para disipar ese mal de la humanidad?

Mientras ustedes están distraídos, y con tanta facilidad se olvidan de los pedidos de los Mensajeros Divinos, el enemigo no descansa ni se olvida de su meta, de hacer desaparecer de los corazones humanos la posibilidad de amar.

Les pido que estén más atentos y no permitan que ningún rencor sea mayor que el amor en sus corazones. Que el amor derramado por Dios en el interior de ustedes sea siempre poderoso y los impulse a seguir adelante, batallando para que aprendan, de una vez por todas, a amar y a perdonar.

Cuando les pedí la campaña para disipar el odio del corazón humano, no fue solo para que viviesen una bella experiencia y que simbólicamente enviasen amor a sus hermanos de Medio
Oriente. Les pedí esta campaña porque los Planes de Dios corren riesgo cuando el amor se va extinguiendo de la consciencia humana.

El amor es la esencia de la vida en la Tierra; si no hay amor, no tiene sentido la existencia de la humanidad.

Lo que sucede hoy en el planeta está esparciendo con mucha velocidad el odio, la ira y el rencor en todas las criaturas del mundo entero. Es tan fuerte el impulso involutivo del enemigo que el odio disuelve de los corazones la posibilidad de amar.

Por eso, hoy, no solo les pido, sino que también les ruego que se perdonen los unos a los otros, que se reconcilien, que sean misericordiosos, que se sirvan mutuamente, ¡que se amen! Ámense
como humanidad, como Creación de Dios, como parte viva de Su Corazón Sagrado.

No permitan que el enemigo les haga creer que el terror que se imprime en el mundo es mayor que su posibilidad de amar, porque el amor verdadero destierra el mal y lo hace
desaparecer.

Confíen en su potencial de amar y transfórmenlo en una virtud celestial que viva dentro de todos ustedes.

Yo los amo y por eso estoy aquí. Yo confío en la humanidad como Proyecto de Dios. Yo confío en el amor que habita en sus corazones y que ustedes desconocen. Es hora de aprender a amar.

San José Castísimo, padre del Amor

Viernes, 13 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN LEOPOLDO, RÍO GRANDE DO SUL, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando los Cielos anuncian la última hora de la salvación para un planeta, las almas que habitan en él tienen una opción: entregarse al abismo del mundo y negar la perfección que existe en su interior o vencer definitivamente las dudas y los miedos que les impiden estar plenas en su misión espiritual.

Comprendan que las trompetas que suenan en lo más alto del Cielo anuncian la hora para que dejen de lado la mediocridad y comiencen a ser colmados completamente por el Espíritu de Dios.

En cada instante de sus vidas, deben recordar que ya es el momento de dar un salto en la vida del espíritu.

Vivan cada día como si fuese el último, como si estuviesen delante de la última oportunidad de perdonar, de reconciliarse con el prójimo, de prestar aquel servicio que nunca pudieron ofrecer, de renunciar a los vanos placeres y gustos que siempre estuvieron en sus vidas como pequeños impedimentos y que hoy se volvieron grandes, porque no les permiten llegar a la meta de sus consciencias.

Ha llegado la hora de que asuman la vida universal con la plena consciencia de que están en la escuela de la cristificación para todo el universo, y de que vivan siendo consecuentes con la oportunidad que se les entrega.

Por un instante, piensen que están en el momento culminante de sus vidas. Piensen que, en el cosmos infinito, la Creación espera que retornen con la experiencia del Cristo Vivo en el
propio espíritu. 

El universo aguarda que de su Rey Universal provenga una raza que pueda cambiar completamente la Creación de Dios y permita que todas las criaturas que no tuvieron la oportunidad de estar en este mundo vivan los códigos crísticos de amor y unidad.

Ustedes vinieron a este planeta para aprender a no vivir para sí, sino para el prójimo. Esta es la esencia del aprendizaje en la Tierra: entregar todo y padecer todo por la evolución y por el crecimiento de los demás. Y, sin embargo, hasta ahora, solo dejaron crecer el orgullo y el egoísmo que trajeron del universo y que solo les permite actuar nada más que para sí mismos.

Cristo les dejó el ejemplo. Él no vino al mundo para ser un rey. Él se convirtió en Rey porque fue capaz de abandonarse por amor a las criaturas de Su Padre. Cristo vivió en sí el Amor de Dios por Su Creación. Fue por la evolución de toda la Creación Universal que Él entregó Su Vida y sigue entregando todo de sí, aun estando en Espíritu de Divinidad.

Mis queridos y tan amados compañeros, llegó la hora de crecer abandonando el antiguo vivir y abriéndose a lo nuevo, a las virtudes espirituales, al verdadero ser, al amor, a la unidad.

Si son soldados de un ejército de paz, vivan la paz, vivan elamor, vivan la fraternidad.

El Plan de Dios Altísimo se cumplirá, y eso se dará con el esfuerzo de ustedes y con la valentía para que se conviertan en nada, para que sean colmados por Dios.

Les dejo Mi paz y Mi bendición de despertar.

Su compañero de todas las eras,

San José Castísimo

Jueves, 12 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN LEOPOLDO, RÍO GRANDE DO SUL, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Guarden en el corazón los momentos en que estuvieron con Dios. Guarden como un tesoro, como una fortaleza, los momentos en que el Cielo descendió a la Tierra para mostrar a los hombres cómo debe ser este mundo. 

Transmitan así, en los tiempos de caos, la paz que habita en sus corazones, para aquellos de sus hermanos que jamás sintieron a Dios en sus vidas.

Guarden como un tesoro los momentos en que el Espíritu Santo se fundió con ustedes, para mostrarles que hay una esencia divina dentro de cada ser, que debe expresarse para que puedan ser ejemplo para toda la humanidad, como lo fue el Hijo de Dios.

Cristo llegó al mundo no solamente para ser contemplado, sino también para ser imitado. Y, para que puedan seguir los pasos de Cristo, Dios les ofrece todo lo que un día Jesús recibió. Ustedes están al lado de Su Sagrada Familia, rodeados de ángeles y arcángeles y viviendo bajo la guía de los santos y patriarcas de todos los tiempos. Ahora, el Señor no puede hacer otra cosa, solo esperar que acepten Su ofrenda.

Que, como Cristo, tomen la cruz que los llevará a una Nueva Humanidad; cruz que para la humanidad actual no es el martirio del cuerpo, sino la superación de las tentaciones del mundo, con la elevación de la consciencia. Es poder decir no a todos los estímulos que el enemigo imprime en la consciencia humana y que, poco a poco, hacen desaparecer la unión de las criaturas con el Creador.

Cargar la cruz que los lleva a la Nueva Humanidad, a los Nuevos Cristos, es encontrar la alegría en el espíritu humilde y, aunque sea una caminata solitaria y poco comprendida por la humanidad, que ustedes puedan seguir este camino que los conduce a Dios.

Que Mis palabras los colmen, los inspiren y también los impulsen a seguir este camino que les permite encontrar, en su propio interior, la Perfección de Dios. 

Su amado compañero y amigo,

San José Castísimo

Miércoles, 11 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ,TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN LEOPOLDO, RÍO GRANDE DO SUL, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El esfuerzo y el sacrificio forjan el crecimiento del Cristo Vivo en el interior de cada criatura; porque también Jesús, muchas veces, estuvo cansado y, sin embargo, subía a los montes para encontrarse, en la soledad de la noche, con Su Padre Altísimo y recibir de Él la fuerza que necesitaba para seguir adelante.

Muchas veces, los Brazos de Jesús estuvieron sin fuerzas, pero Sus Manos nunca dejaron de estar tendidas para aquellos que tenían no solamente sus cuerpos cansados, sino también sus almas.

Muchas veces, las Piernas de Jesús estuvieron cansadas y Sus Pies, lastimados, por tanto caminar buscando a aquellos que se comprometerían con Él, para que al final de los tiempos el Reino de Su Padre pudiese ser uno con el reino de este mundo. Entretanto, si algún alma que no hubiese estado en Su Presencia lo llamara, Él no vacilaba en dejar en el piso más marcas de Sus Pies cansados.

Muchas veces, Jesús estaba hambriento y ya no tenía de dónde sacar fuerzas para sostenerse a sí mismo y también para calmar a aquellos de Sus compañeros que caminaban con Él y que también tenían hambre. Sin embargo, si al recibir un pan Jesús encontraba a alguien con más o con menos hambre que Él, ya no era de Él el pan que tenía en las Manos. Aquel pan se convertía en una Gracia enviada por Dios, por intermedio de Jesús, para aquel que tenía hambre.

Y así, Jesús crecía en espíritu y fortaleza, y también crecía dentro de Él algo que el mundo y el universo llamarían Cristo.

Esta es una pequeña historia del Cristo que nació en Jesús; pero un día podré contar en Mi Reino, que es el Reino de Dios y de todos los que lo siguen, la historia del Cristo que nació en Juan, en María, en Pedro, en Fátima y en ti, que hoy Me escuchas, tratando de seguir el camino del Cristo que nació dentro del Espíritu de Jesús y lo divinizó.

Yo los amo y, por eso, les agradezco por esforzarse cada día en cumplir, aunque sea en aspiración, los Planes de Dios.

Su amado padre y compañero,

San José Castísimo

Martes, 10 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros y siervos de Cristo:

Mi Casto Corazón retorna al mundo, diariamente, porque confío en el potencial de amor de los seres humanos. Confío en el potencial que ustedes tienen de transformarse a sí mismos y a todas las cosas, porque pueden estar unidos en esencia a Aquel que todo lo creó y que tiene la potestad para transformarlo todo.

Únanse todos los días a la verdadera esencia de lo que son. Recuerden que son hijos de Dios y asuman, así, la responsabilidad de formar parte del Proyecto que tuvo como resultado el Rey del Universo, Cristo Redentor.

Les pido que sean un poco más pacíficos en sus vidas y que opten por estar en silencio, en lugar de crear conflictos y desgastarse. Sean más pacíficos también con ustedes mismos y, así, tendrán la paciencia necesaria para transitar los tiempos actuales.

La urgencia de los tiempos induce a la consciencia a exigir, de sí misma y del prójimo, cosas que tal vez no podrán dar de un día para otro. Por eso, es necesario estar con el corazón pacífico para saber discernir, de la mejor forma, en las situaciones que se presentan en sus vidas.

Con el corazón pacífico, podrán encontrar en su interior los recursos para superar una prueba espiritual; pero si, en vez de esto, están exigiendo y obligando a sus consciencias a dar los pasos con la rigidez de sus mentes, correrán el riesgo de creer que están avanzando y, entre tanto, contarán con falsos recursos internos, frutos de la creación de sus propias mentes, para aliviar la tensión en la cual viven y, más adelante, se encontrarán con la misma prueba una y otra vez. 

Solo el corazón pacífico puede encontrar el manantial interior del Amor de Dios, y es ahí donde se fomentan las verdaderas virtudes.

Por eso, nunca olviden que la presión de las fuerzas de oposición, causada por el caos mundial, será suficiente para que la consciencia esté en una tensión que supera sus límites. Esa presión no puede venir de la propia consciencia, porque en los días que vendrán, ustedes necesitarán estar en paz consigo mismos y con el planeta.

Si hoy se asustan y se irritan con los errores del prójimo y pierden la paz al ver las imperfecciones ajenas, no estarán aptos para soportar lo que vendrá.

¡Pacifíquense! Pacifíquense todo el tiempo.

San José Castísimo, pacificador del Corazón de Dios

Lunes, 9 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La presencia de los Mensajeros Divinos en los Centros Marianos colma el espíritu de cada uno de ellos y mantiene vivo y fluido el manantial de paz y de misericordia para el mundo.

Sin embargo, en estos tiempos ustedes deben comenzar a ser portadores de esta Presencia Divina en su propio interior.

Así como Nosotros abrimos las puertas que los conducen al Reino de los Cielos y retiramos del abismo del planeta a las almas que están clamando por liberación, ustedes también deben abrir esas puertas con la pureza del corazón.

Se aproxima el día en que los Mensajeros Divinos no estarán más tan cerca del mundo como ahora, pero eso no significa que los Centros Marianos perderán la vida y el fervor.

Comprendan, queridos, que Nuestra presencia celestial fue construyendo, a lo largo de los últimos años, una fortaleza en su interior, pues les enseñamos a todos a que sean mediadores entre el Cielo y la Tierra, por medio de oraciones y de acciones unidas a Dios.

Les pido que jamás pierdan la alegría de servir a Dios y que siempre entren en esta casa con la misma alegría con la cual llegan para recibir a los Siervos de Dios que los vienen a instruir.

Ustedes deberán ser el alma de los Centros Marianos, la vida que anima y da sentido a la existencia de estos puntos de oración.

Las almas que están perdidas deben encontrarse a sí mismas al llegar a esos puntos de luz para el mundo y, estando delante de ustedes, deben encontrar la Presencia de Dios y un ejemplo para seguir. Esto será así, porque Dios ya depositó Sus Gracias dentro de sus corazones y las fortalece siempre que ustedes oran con sinceridad.

Si a diario renuncian un poco más a sí mismos y a sus propias aspiraciones para servir a Dios y para ser un instrumento Suyo en el mundo, el Plan Sagrado del Altísimo podrá cumplirse.

Estén siempre unidos, guarden en el corazón estos momentos en los cuales estuvimos entre los hombres y, de esta forma, su fortaleza interior jamás se desmoronará.

Yo los amo y, por eso, los llamo para que sean pequeños mensajeros de Dios, aquellos que abren las puertas del Cielo y liberan al mundo de la oscuridad que en él habita.

Sean humildes y simples de corazón y estarán en el camino correcto. No aspiren a nada más que no sea cumplir con el Plan de Dios y así será.

Sean sinceros en su entrega y verdaderos en su camino. Arrepiéntanse de corazón cuando se equivoquen y no vuelvan a cometer los mismos errores.

Sigan Nuestras palabras, porque para eso fueron pronunciadas. Estudien los mensajes que les entregamos y den más importancia a las cosas de Dios que a las propias tareas y ocupaciones; así, ustedes enviarán al universo una señal de que están intentando amar el Plan de Dios, y el Señor los ayudará.

Paz para el planeta y para sus vidas.

San José Castísimo

Domingo, 8 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos siervos de Cristo:

Hoy vengo para rogar al mundo que auxilie a las almas de los más pequeños, de los niños que están sobre la Tierra y que no encuentran una razón para su vida.

Les pido que sirvan a los niños, no solamente con un plato de comida, sino que también, en unión con sus almas, los ayuden a encontrar el camino evolutivo. 

La degradación de la consciencia humana actual está construyendo una juventud vacía de Dios y, como consecuencia, los niños están recorriendo el mismo camino.

Por ese motivo, les ruego a los más conscientes en este ciclo planetario que se preocupen menos con los propios procesos internos, y que ayuden más para que el Plan de Dios se cumpla y, así, encuentren en los niños una cuna para las semillas de la Nueva Humanidad.

Hoy les pediré que den un paso más y que no solamente eduquen con amor a sus hijos y familiares, sino que posibiliten que otros niños, olvidados y solitarios, también puedan ser educados para la construcción del nuevo futuro.

Enseñen a los pequeños a amar los Reinos de la Naturaleza, cuidarlos, como también la importancia de ayudarlos en su evolución. Enséñenles la importancia de compartir con el prójimo aquello que él necesita, sea algo material o un atributo interno de la consciencia, como la mansedumbre, la caridad, la inteligencia, la alegría. Que los niños sepan ayudarse unos a otros y disipen de su consciencia la competencia y el orgullo.

Queridos, enseñen a los pequeños a orar; enséñenles el poder de la oración y la gracia que concede a los más necesitados en los cuatro rincones del mundo.

Concienticen a los niños, desde pequeños, sobre la realidad planetaria, no para atemorizarlos, sino para que sepan que la oración, el servicio, el amor y la unidad entre todas las criaturas son remedios infalibles para los males del mundo.

La purificación planetaria  se acelera y dentro de los niños deberá estar plantada la semilla correcta, para que florezca un mundo redimido. 

Yo los amo y los conduzco a la reeducación planetaria.

San José Castísimo, padre de todos los niños del mundo

Sábado, 7 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Oren con el corazón por la paz en el planeta y hagan de este Centro Mariano (1) un gran espejo de luz que irradie la redención, el amor, la fe y la paz para aquellos de sus hermanos queestán en el mundo y que no conocen el poder de Dios.

Oren por los que están en el último momento de sus vidas y que están dejando este mundo en la ignorancia, en el abandono y en la tristeza de sus almas, por no haber cumplido su misión, ni siquiera haber conocido la existencia de ella.

Oren hoy por los que están presos de las ilusiones del mundo, los que tienen todo materialmente y, entre tanto, están vacíos de Dios.

Oren para que la humanidad comprenda que el mayor tesoro es aquel que se encuentra cuando los seres dan todo de sí por amor al prójimo y por amor a los Reinos de la Naturale porque vacíos de sí mismos, serán colmados por el Espíritu de Dios.

Oren por los pobres y hambrientos, para que entiendan la pobreza como una oportunidad de encontrar la simplicidad. Pero oren también por los desequilibrios del mundo, porque los ricos y los que tienen todo, deben aprender que todo les fue dado por Dios para que lo compartieran con el prójimo.

Oren para que los jóvenes del mundo despierten a la vida superior, para que encuentren el camino de unión con el Espíritu de Dios y que, así, reviertan el futuro del planeta y puedan ser los constructores de la Nueva Tierra redimida.

Oren por los Reinos de la Naturaleza, para que los espíritus de cada especie, que ya están cansados de sustentar al mundo, puedan cumplir su misión hasta el final y, así, también  coloquen en la experiencia del planeta su aprendizaje de perpetua donación.

Oren, pero también sirvan. Donen su verbo, pero también sus manos y el sudor de sus rostros.

Pidan por los Reinos, pero también cuiden de los que tienen al lado y de los que llegan a sus vidas pidiendo auxilio.

Sean simples y alegres en todo. Sean conscientes en este mundo, que está ciego. Irradien luz a los ojos de los hombres con sus ejemplos. Y, en vez de seguir las corrientes de ilusión del planeta, sean como una barca que va contra esa corriente, llevando a las almas hacia lo nuevo, hacia la redención, atrayendo, con sus redes en el mar, a los seres que quieren salir de la vida retrógrada.

Yo los amo y les agradezco, en nombre de Dios, por orar todo el día de hoy preparando con tanto amor la llegada de San Miguel Arcángel. Que la liberación ofrecida por el siervo de Dios, San Miguel, llegue a todos los espacios del mundo.

Paz y redención para el planeta.

San José Castísimo

 

1.Se refiere al Centro Mariano de Aurora, Paysandú, Uruguay

Viernes, 6 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hoy, día en que están orando mundialmente y clamando por la energía de la Misericordia de Cristo para el planeta, quiero ayudarlos en el camino de la oración.

Queridos:

El peso del mundo se volverá cada vez mayor interna, mental y emocionalmente, en especial para aquellos que intentan recorrer el camino evolutivo.

En los días actuales del planeta, ser una consciencia orante es remar contra una gran corriente de inercia, distracciones y búsqueda del placer y de la gratificación. Por eso, aún más en este tiempo de intensa purificación interior para todos, deberán estar atentos a lo que les diré.

A lo largo de toda la existencia humana, todos los códigos que el hombre generó en la búsqueda del poder, del placer, de la gratificación, con la competitividad, la vanidad, la ira…, fueron impregnando la consciencia humana en su totalidad, incluso, llegando hasta lo profundo de la consciencia celular de muchos  seres, de aquellos que nunca vivieron una experiencia de buscar lo sagrado, lo evolutivo, lo puro.

En diferentes proporciones, esas energías, llamadas capitales, están dentro de todos los seres de la Tierra porque están dentro de la consciencia humana y, en ciertas partes del mundo, algunas de esas energías controlan completamente las consciencias.

¿Por qué les digo estas cosas? Porque, aunque no lo parezca, las pequeñas y grandes distracciones durante los momentos de oración, los pensamientos y deseos recurrentes contrarios al camino evolutivo, todos los impulsos que no consiguen controlar en sí mismos y que están siempre llevándolos en el sentido contrario a lo que intentan construir, todo eso tiene raíz en la consciencia humana; y esas raíces no son tan fáciles de extirpar como parece, aunque no sea algo imposible. 

Deben comenzar cambiando sus intereses más profundos. Por ejemplo: durante la oración observen hacia dónde los conduce la mente y qué es más importante para ella que el acto de orar. Con mucha paz y armonía, busquen las raíces de esas cosas para que se puedan ir transformando. Piensen en el motivo de sus distracciones y, enseguida, piensen en Medio Oriente, en África, en los niños, en los jóvenes y en los adultos que padecen en el mundo entero. Pregúntense entonces: ¿Qué es más importante para mí, las distracciones u orar para revertir esas situaciones del planeta?

Y hagan así con todo. Conversen consigo mismos. Cuando estén delante de un deseo que no los lleva por un camino evolutivo, pregúntense: ¿Qué es más importante para mí, eso o
cumplir la Voluntad de Dios?

No tengan miedo de las respuestas porque, aunque no sean las que esperan, ellas podrán revelar para la consciencia lo que está en su abismo interior más profundo, para que así puedan limpiar y purificar lo que les impide cumplir con perfección los Planes de Dios.

Revisen queridos, en su interior, sus prioridades, deseos y aspiraciones.

Pregúntense, en cuanto oran: ¿Por qué estoy orando? Y si la mente les responde: para que otros me vean orar. Entonces díganle a ella: ahora voy a orar por el planeta.

Así, transfórmense con paz, amor y alegría, pero no dejen de dar cada día un pequeño paso.

Mi Casto Corazón les habla de una forma simple y clara, porque necesito que comprendan definitivamente y den los pasos que Dios espera de todos, pues ya no hay más tiempo.

Yo los amo y los guío a la transformación de la vida.

San José Castísimo

Jueves, 5 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Muchas veces, los ojos humanos no pueden contemplar la realidad planetaria ni encuentran un motivo real para su propia transformación ni algo que los impacte de forma que genere un cambio inmediato y completo en el ser. Es por eso que, en estos tiempos, vengo al mundo para instruirlos, para que puedan conocer realidades sublimes de la existencia que los conduzcan a una búsqueda superior, a la entrega de la vida a un Propósito Mayor, que es el Propósito de Dios. Vengo para intentar abrir, en los hombres, no los ojos del cuerpo, sino los del corazón.

No vengo para ofrecer a las mentes, hechos concretos ni enseñanzas científicas que comprueben la veracidad de la existencia de una vida superior a la vida de este mundo. Yo vengo para que el corazón sienta, en la simplicidad de Mis palabras, lo que Dios los llama a recordar, y para que la propia consciencia, tocada por la Presencia de los Mensajeros Divinos, pueda encontrar el camino perdido de su Origen. 

Como les dijo Nuestro Señor, Cristo Jesús, los Reinos de la Naturaleza padecen por la ignorancia de los hombres, que en todo buscan el poder y el usufructo. Y esa ignorancia es la misma que no les permite encontrar la verdad del corazón humano.

Diciendo así, aquellos que saben oír y que meditan en las palabras de los Mensajeros de Dios comprenderán que todas ellas forman un mismo hilo de luz, que está intentando conducir a la humanidad hacia un único despertar.

 Al escuchar las palabras de Cristo, no piensen que son para los otros, sino traten de saber en sus vidas en qué punto están faltando con los Reinos de la Naturaleza; hasta dónde tratan solo de usufructuar física, emocional y mentalmente de los Reinos y desde dónde están intentando colaborar de manera consciente con su evolución.

Su grupo de trabajo debe ser uno solo, unido en el Propósito de Dios. Mientras que unos están con Cristo más directamente, liberando y transmutando las raíces de un mal milenario, los otros deben estar buscando esas raíces dentro de la propia consciencia, para extirparlas con el poder de la Misericordia de Cristo; así, todos juntos, podrán conducir a la humanidad hacia la transformación y darle la oportunidad, a toda la consciencia humana, de vivir algo superior y buscar la vida del espíritu.

Yo los amo y, por eso, les enseño a comprender y a vivir la Voluntad de Dios, expresada en las palabras de Sus Mensajeros.

San José Castísimo

Miércoles, 4 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para encontrar la vida del espíritu y tornar plena la existencia en el descubrimiento de la verdad, deben ser simples de corazón.

Sé que para muchos no es fácil desapegarse de las elucubraciones de la mente ni de su fuente inagotable de ideas y sugerencias. Mas es por eso que les pido que ejerciten el silencio.

La humanidad transitó por períodos en los cuales su mayor expresión era la fuerza, el poder corporal.  En aquellos momentos, el desarrollo humano se basaba en el más fuerte. Después, aprendieron que la mente controla la fuerza y la trasciende; aprendieron que, con la mente, el cuerpo puede no ser fuerte físicamente, pero, con su concentración podrá mover montañas e incluso actuar más que aquel que solo tiene la fuerza del cuerpo.

Cristo vino al mundo en la era de la fuerza y entregó a la humanidad la posibilidad de dar un salto, porque Él ya conocía el poder de la mente y, sin embargo, actuaba con el corazón.

El Maestro sabía que Sus ejemplos perdurarían a lo largo de los siglos, porque la humanidad común aún debería aprender mucho para llegar a lo que Él enseñaba, que era trascender la fuerza y la mente para llegar al corazón y encontrar ahí el verdadero potencial de los seres humanos.

Hoy les digo que, en la vasta Creación de Dios en el universo, existieron muchas criaturas que expresaron la verdadera esencia de la fuerza corporal y desarrollaron por completo las diferentes funciones del cuerpo. Otras ingresaron en las potencias de la mente y con ella desarrollaron muchas ciencias y descubrieron sus múltiples funciones. No obstante, ni la fuerza ni la ciencia llegaron a la dimensión celestial, en donde el Creador habita.

¿Cuál será este grandioso secreto que cuando develado, une la criatura a su Creador? Es el desarrollo del corazón.

Al contrario de todos los caminos para el descubrimiento de la fuerza y de la mente, el camino hacia el corazón se encuentra en la simplicidad. Para vivir la fuerza, deben “ser”. Para vivir la ciencia, deben “conocer”. Pero para encontrar el corazón, deben “no ser” e incluso “desconocerse” a sí mismos. 

Es por eso que este momento es tan difícil para muchos, porque a muchos seres de este mundo les cuesta creer en el camino de la simplicidad; les cuesta perdonar, reconciliarse, humillarse y orar, como camino para tan grandioso encuentro con el Creador.

Les digo, queridos compañeros, que ustedes deben ser simples, mansos y humildes para encontrar las Puertas del Cielo.

Yo los amo y les dejo, en Mis simples palabras, la trascendencia de toda fuerza y de toda ciencia, para que encuentren el recinto del corazón.

San José Castísimo, humilde y simple siervo de Dios 

Martes, 3 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

No hay mayor servicio que el de una oración verdadera, en la cual el corazón no encuentra fronteras y no necesita ir tan lejos, ni demorar tanto, para estar delante de los más necesitados. Si piden a Dios que los lleve al encuentro de los más necesitados, entonces, cuando el Señor los coloque ante cada oración a lo largo del día, encuentren ahí la respuesta a los pedidos de ustedes, a su santa voluntad de servir y de ayudar a los más necesitados tanto en la materia como en el espíritu.

Sin embargo, si en los momentos de oración estuviesen tibios, adormecidos y sin mucho entusiasmo para encontrarse con Dios, es porque en verdad no descubrieron que la esencia del servicio se encuentra en el corazón que ora.

El mayor servicio es aquel que lleva la Presencia Divina a los corazones; es aquel que coloca a las esencias delante de la posibilidad de retornar a su origen, a la Sacratísima Consciencia Única, de donde provienen todas las cosas creadas con un fin evolutivo.

Si no fuese así, ustedes estarían realizando obras sociales de las cuales el mundo está lleno; entretanto, el Reino de Dios aún no se manifestó entre los hombres. 

Todos aquellos que aceptan vivir el camino de la humildad, de la oración y de la entrega son, en realidad, corazones y espíritus misioneros que deben renovar ese carisma espiritual todos los días y en todas las oportunidades que tienen de encontrar a Dios y llevarlo, en esencia divina, a todos los que más necesitan de Él.

Hagan de sus vidas la obra perfecta de servicio para la humanidad y para el planeta. Esto se alcanza con el despertar a la verdad, que es saber que en todo está la posibilidad de servir y que en todas sus oraciones pueden cruzar fronteras y llegar hasta los más necesitados.

Hoy, por ejemplo, orando delante de Mi Corazón Castísimo, ustedes Me acompañaron hasta Medio Oriente y, así, aliviaron los pequeños corazones de muchos niños que ya perdieron la esperanza de ser alegres en este mundo.

Aprendan, queridos, todos los días, a trascenderse a sí mismos para que la Luz de Dios llegue a los más perdidos y olvidados entre los hombres y entre los Reinos de la Naturaleza.

Aprendan con Mi Casto Corazón a ser misioneros eternos y a realizar en la Tierra esta misión universal, en la cual su propia transformación resultará en la salvación y en la evolución de todo el universo.

Yo los amo y los animo a seguir adelante, creciendo y madurando, como frutos de los Sagrados Planes de Dios.

San José Castísimo

Lunes, 2 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La esencia del espíritu que se consagra debe renovarse todos los días, en la aventura que es perderse a sí mismo para encontrar en su lugar al Cristo Vivo.

Para que un nuevo habitante ingrese en su casa, ella debe estar deshabitada; en caso contrario, sería una gran confusión si habitantes tan diferentes compartieran una única casa, siendo ella tan pequeña. 

Queridos, Cristo espera estar vivo no solamente en la Eucaristía, sino que Él quiere ser Eucaristía viva dentro de cada ser de este mundo, pero para que esto sea real ustedes deben comulgar con Él todos los días.

Poco a poco sus cuerpos deberán dar espacio al Cuerpo Místico de Cristo, para que Él sea la vida que anima no solo el alma, sino también todo lo que los compone, desde la materia hasta el espíritu.

Esa transformación en Cristo es lenta y a veces dolorosa, pero no podrán huir de ella, porque Cristo está transformando todo lo que son, y la transformación estará con ustedes donde quiera que estén. Muchospiensan que deshacen con la mente un compromiso realizado por el espíritu, pero no es así.

Con todo lo que ya recibieron en los últimos años, la semilla de un nuevo corazón ya comienza a pulsar dentro de sus seres: es el Corazón de Cristo que les pide espacio para ser Él su comandante, así como lo es en todo el universo.

Son tiempos dolorosos para los que no hacen de la propia transición interior, un momento de gracia y de entrega. Y más duro será cuando no quieran ver que, no solamente dentro de ustedes, sino también fuera, nada quedará como está.

¡Adelante, soldados! Sean un poco más valientes para que puedan ver, en la pérdida de sí, la gran victoria de Cristo.

El Señor solo vence cuando Él los derrota, porque debe ser Él el gran Rey de su mundo interior, y no ustedes mismos.

Ríndanse, entonces, pues ya es tiempo que se dejen conducir por el Rey Universal.

Yo los animo y los llevo a esa gran derrota a los Pies de Cristo. 

Que Mi bendición fortalezca su consagración y les dé valentía para no ser nada y rendirse a Aquel que es todo y que está en todas las cosas.

Su amado padre y compañero,

San José Castísimo 

Domingo, 1 de noviembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Florece en los jardines de la Creación, así como Dios hace florecer delante de tus ojos un vasto jardín de pequeñas y grandes flores.

Trae al mundo el tiempo de la eterna primavera, en la que cada ser puede expresar lo mejor que hay dentro de sí y, así, ofrecer a Dios aquello que a Él pertenece y que fue entregado a los hombres, para que pudiesen dar vida y forma al Pensamiento Divino con perfección.

Deja que los Jardineros del Universo, que vienen a tu encuentro con vestiduras divinas, puedan cultivar en tu interior aquello que es perfecto y que desconoces, porque es aún una pequeña semilla que tus ojos no pueden ver.

Que los principios de Dios, en el interior de los hombres, crezcan y den flores y frutos, para sembrar en otros corazones la vida universal, la perfección de Dios y la eterna obediencia a Sus Leyes.

Aquel que, en la simplicidad de Mis palabras, encuentre los más grandiosos misterios será dichoso y llamado bienaventurado en el Reino de Dios, porque habrá cumplido con Su Plan de Amor.

Yo los bendigo hoy y siempre.

San José Castísimo

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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