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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Amados hijos:
Hoy regreso a un mundo aún sufrido y maltratado por todo lo que vive.
Les pido que vengan a Mí para que Yo los pueda guardar en Mi Corazón Inmaculado.
No tengo nada más que ofrecerles que el Templo Sagrado de Mi Corazón en donde podrán vivir, en unión Conmigo, el encuentro con Mi Hijo y así estar en el Amor de Dios.
La humanidad cada vez más demora en dar sus pasos, cada vez retrocede más.
Este es el tiempo de la purificación, es el tiempo de la definición, es el tiempo final.
Lo que está escrito por Dios aún está esperando para poder cumplirse en muchos, pero en muchos corazones; y esto que fue escrito una vez por la Mano del Padre Eterno pueda realizarse a través de la redención de sus vidas, de la conversión de sus corazones, de vivir y de aprender sobre la Ley y la obediencia. Sé que millones de hijos Míos en el mundo están muy lejos de esto, en este momento.
Les puedo ofrecer todo Mi Ser y toda Mi Consciencia como un puente, pero también como un portal para llegar a Dios, para que Mis hijos no se sigan perdiendo, no se sigan separando de la Verdad, de la Luz.
Este es el tiempo, hijos Míos, en el que cada soldado de Mi Inmaculado Corazón deberá responderle a Dios, después de haber sido instruido, durante tantos años, por Nuestras Palabras, por Nuestros Mensajes.
Es en este momento en el que cada uno de ustedes, soldados Míos, deberá hacer brillar la estrella en su corazón, aquel compromiso que surgió desde el Origen de los orígenes, desde el momento en que los Padres Creadores pensaron en su manifestación y existencia.
Con esto, quiero decirle a cada uno de ustedes que podrán percibir y reconocer que el camino y la trayectoria que vivieron, hasta los tiempos de hoy, ha sido muy larga. Ha sido un camino de muchos desafíos, pero también de muchas pruebas, de diferentes experiencias y escuelas, de muchas academias. Pero este es el tiempo culminante, en el que cada uno deberá darle valor al compromiso que ha firmado con Cristo, Mi Hijo, y así con el universo.
No es solo a través de las palabras que podrán vivir ese compromiso, sino también a través de la experiencia, de la acción, de la concreción de la Voluntad de Dios en este plano material.
Que toda su consciencia y todos sus cuerpos participen de esa experiencia, haciéndola cada día más consciente y real en ustedes; porque esa será la única forma de que el planeta se sostendrá, cuando existan columnas, pilares de luz de Mi Hijo, sobre la superficie de este planeta. Y como ha sido en otros tiempos, en otras generaciones, en otras humanidades, con pocos se sostendrá toda la humanidad.
Hay una parte de sus consciencias que no conoce el misterio, que no conoce la situación real de la humanidad, la realidad que los ojos no consiguen ver ni profundizar, porque todo proviene del espíritu y desde el espíritu, desde el centro de la existencia, fue de donde surgieron todas las experiencias y situaciones.
Con esto podrán comprender que sus consciencias no son espíritus nuevos, sino espíritus antiguos que vinieron a este planeta para recibir una oportunidad incalculable y que hasta ahora no es reconocida, porque para tomar conocimiento de esa realidad, deben vivir su compromiso.
Es así que los velos de la consciencia caerán de sus ojos, ya no cubrirán su visión, sino que recibirán los impulsos para poder dar los pasos que necesiten dar.
Ahora que el tiempo cambia rápidamente y los acontecimientos también, no deben desaprovechar las oportunidades que les brinda la Jerarquía.
Porque todo lo que estará llegando en los próximos tiempos serán movimientos muy fuertes para la humanidad; y si sus consciencias están preparadas, ayudarán internamente a que las demás consciencias del planeta, que viven en ignorancia, puedan estar preparadas en algún nivel del ser.
Su ofrecimiento verdadero al Plan de Dios repercute en las oportunidades y en las posibilidades del resto de la humanidad para que pueda recibir una Gracia extraordinaria, no merecida; para que pueda recibir un perdón extraordinario, no concedido por todo lo que hace.
Las oraciones abren, en este momento, las puertas del universo en este período de transición difícil.
Su atención, y especialmente su corazón, debe estar en los Cielos y si eso es así, estarán con Nosotros en el universo, dentro de la verdadera realidad cósmica y allí, a través de Nuestros impulsos, participarán de los comandos que dicta el universo y que son parte de una gran red espiritual e interna de operaciones en auxilio de la humanidad y, sobre todo, del planeta.
Así, podrán comprender una vez más que no están solos, nunca lo estuvieron y nunca lo estarán.
Entonces, abran sus consciencias, abran sus corazones y permitan que la realidad mayor llegue a ustedes para transformarlos, para colocarlos en el camino correcto, para que puedan servir de verdad y sin demoras.
Su contacto interior es la gran llave en este momento, para fortalecerlos y liberarlos de las tentaciones, de los asedios, de la inestabilidad planetaria.
Ese contacto interno depende solamente de cada uno de ustedes, porque el universo, la Fuente y la Vida Mayor están allí a la espera de que den sus pasos y así puedan comulgar, una y otra vez, de la Verdad, del Principio Matriz de la energía cósmica, del impulso mayor de la Fuente.
Porque todo lo que sucederá en la superficie de la Tierra será muy intenso y ya no pueden estar dormidos físicamente ni tampoco espiritualmente.
Deben reconocer las señales que el planeta les está dando a través de la naturaleza. Él se prepara para vivir su gran y último parto, porque antes de que nazca el Nuevo Hombre o la Nueva Humanidad, el planeta tiene que estar liberado de sus condiciones retrógradas y de todo lo que lo arrastra hacia el abismo de la consciencia mundial.
Estos son tiempos de conocer varias realidades, pero también son tiempos de no perder las oportunidades, porque son únicas. Como ya les hemos dicho, esas oportunidades no se repetirán.
Esas oportunidades no se repetirán porque ante la Ley, la humanidad no las merece, ya que su injusticia es muy grande y su indiferencia es muy abarcadora.
Tengan presente, hijos Míos, que la Nueva Tierra nacerá primero dentro de cada uno, en su estado de consciencia y de sintonía, en su estado de oración y de unión con la Fuente. Es allí en donde surgirá primero la humanidad, no en el exterior, no en los fenómenos, no en las materializaciones que muchos de Mis hijos esperan algún día.
La Nueva Humanidad surgirá como surgió la Sagrada Familia, que fue enviada a la Tierra para la gran misión de la encarnación del Mesías, el Redentor.
En los momentos más difíciles vendrá, desde el universo, el gran auxilio para todos aquellos que estén dentro de la correspondencia con la Ley y no en las infracciones; porque en algún momento, inevitablemente, la Misericordia dará espacio a la Justicia Divina.
Y será en esa hora, en ese momento, que sus compromisos deberán estar afirmados en lo que han decidido vivir y practicar, en lo que eligieron para el resto de sus vidas.
Mientras tanto, su Madre Celeste sigue orando, continúa suplicando, intenta interceder ante las causas y situaciones imposibles pero también inexplicables.
Todas las Apariciones sucedidas a lo largo de la historia de la humanidad completaron muchísimas intervenciones de la Divinidad en esta raza; y la extensión del tiempo de Mi Presencia, en el mundo y entre ustedes, demuestra una gran necesidad planetaria y divina.
Es una concesión que el Padre Eterno le otorga a la Madre del mundo, sabiendo que la humanidad está fuera de la Ley, de la armonía, de la paz, de la justicia y del equilibrio dentro de la gran base de la falta de fraternidad, no solo humana, sino también espiritual.
Ante este panorama del fin de los tiempos, al cual muchos le tienen miedo, les digo, hijos Míos: "Hagan lo que vinieron a hacer, cumplan lo que vinieron a cumplir".
Sus miedos no resolverán la situación de la humanidad y del planeta. Sus miedos solo afirmarán la concreción de los planes de Mi adversario en esta gran red de sufrimiento que él ha gestado por medio de ustedes.
No se engañen más. Sean sinceros con ustedes mismos y cumplan su palabra, no la trasgredan; porque cuando su palabra es trasgredida y no se cumple, los mundos internos de sus hermanos se quiebran y no confían.
Ustedes son testigos de que, desde los tiempos más antiguos del planeta hasta ahora, la Palabra de Dios ha sido inquebrantable y ha guiado al pueblo de Dios muchas veces en el intento de encontrar la Tierra Prometida, que es el Reino de Dios dentro de cada uno de ustedes.
Este es el tiempo de sostener a la humanidad y al planeta.
Es el tiempo de que los soldados estén firmes y de que no sean arrastrados por las oscilaciones del mundo, por todo lo que ofrece la humanidad. Su verdadera y única alianza está en Cristo, Nuestro Señor, porque así estarán en el Corazón de Dios.
Tienen que saber que este es un tiempo de grandes evaluaciones internas y espirituales. Este es el tiempo en el que la Jerarquía estudia la actitud de la humanidad y el camino que ella toma, tan alejado del Padre Eterno.
Es allí y es en este momento en los que cada uno de ustedes, hijos Míos, tiene que hacer lo mejor, para que lo mejor pueda surgir y así el mal sea contrarrestado en la consciencia humana de la superficie de la Tierra.
Reciban este, Mi impulso, no como una advertencia, sino como una oportunidad de conscientización, de abrazar de una vez y para siempre la realidad, y de asumirla como servidores de Cristo.
El Plan está en sus manos, y él depende de su respuesta coherente y sabia.
Muchos, en los planos internos, esperan una oportunidad, especialmente aquellos que fueron golpeados por la pandemia y murieron por efecto de una intervención científica humana.
Este es el tiempo de ver la verdad dentro de sí y de no confundirse. Este es el tiempo de darle valor a los talentos que Mi Hijo depositó en cada uno, porque Sus parábolas se cumplirán. Él es el capataz que vendrá a pedirles a sus trabajadores de la viña los frutos que produjeron, porque de esos frutos Él hará nuevas todas las cosas.
Que este nuevo año que llega sea un año de confirmación, pero también de reflexión, de afirmación en la Jerarquía, porque el mundo sigue agonizando y seguirá agonizando hasta que decida dar el paso y cambiar, no por ustedes, sino por la humanidad, para que Mi Hijo retorne pronto, levante de las ruinas a los que están caídos y llame a Su encuentro a los que perdieron el camino por distracción.
De los miserables, Él hará poderosos.
De los ignorantes, Él hará entendidos.
De los olvidados, Él hará reconocidos.
De los pobres, Él hará ricos de espíritu.
De los enfermos, Él hará curadores.
De los que persistieron con Él hasta los días de hoy, Él hará valientes.
Y de todos, Él hará nacer los Nuevos Cristos.
Que así sea.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Yo soy el Señor de la Armadura de Plata y a través de ella protejo y amparo a Mis soldados durante las misiones más exigidas.
Soy el Señor de la Armadura de Plata y a través de ella disuelvo los embates que quieren impedir la victoria y el triunfo del Amor.
Soy el Señor de la Armadura de Plata y a través de ella desvío los peligros que quieren absorber a las almas hacia realidades inciertas.
Soy el Señor de la Armadura de Plata y a través de ella repelo las corrientes contrarias que intentan instalar el caos.
Soy el Señor de la Armadura de Plata y preparo esta sagrada herramienta para todo lo que sucederá y en lo que intervendrá la Jerarquía espiritual durante Su pasaje por Mendoza, lugar en donde la Divinidad por medio del amor y de la devoción de Mis compañeros intentará disolver las condiciones de hostilidad que se crearon alrededor y dentro de las naciones de Chile y de Bolivia.
Soy el Señor de la Armadura de Plata y Me preparo para el gran momento de la operación planetaria.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice y los ampara con Su Armadura de Plata,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Dios está atento a la voz de sus súplicas porque este es un tiempo de grandiosas necesidades espirituales, mentales y físicas.
Este es un tiempo en el que la solidaridad y el bien deberán penetrar en lo más profundo de la consciencia para que, de verdad, exista un cambio y un despertar.
Este es el tiempo de llevar al mundo este mensaje: es momento de considerar al semejante y de servir a los demás, porque esta sagrada acción permitirá que sucedan milagros y que almas que están absolutamente perdidas puedan ser rescatadas, así como ustedes fueron rescatados por el Amor de Dios.
Solo que este momento es crucial y definitivo, es un momento delicado en el que, todos los días y en oración, deberán pedir sabiduría y discernimiento para todos los que toman decisiones precipitadas y pierden completamente el sentido verdadero de la realidad.
Como Madre de la Gracia y de la Misericordia de Dios cuento con cada uno de Mis soldados orantes para que, en este momento de inflexión planetaria, todo se mantenga en su armonía y en su equilibrio.
Esa es la razón por la cual en los próximos tiempos se atenderán, a través de las peregrinaciones, situaciones de emergencia interior y de emergencia exterior.
El Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, con el apoyo del Castísimo Corazón de San José que hoy vive Su recogimiento, irán al encuentro de las necesidades más difíciles y enviarán, por indicación e inspiración, a todos Nuestros servidores a atender y socorrer lo que sea necesario, como buenos padres y buenas madres, como impecables servidores y colaboradores.
Por esa razón, hijos Míos, todo este movimiento que se aproxima y que será de una inmediata entrega de sí, los ayudará a olvidarse de ustedes mismos y a colocar dentro de la balanza de la Justicia Divina, la grave y crítica situación planetaria. Porque no podemos permitir que este Proyecto humano de Dios sea desestimado.
Todo el esfuerzo que fue ofrecido, en los últimos años y hasta los días de hoy, por muchos grupos de oración, de adoración y de servicio, está siendo utilizado para compensar las deudas más graves de la humanidad, ocasionadas por el aborto, por la prostitución y la explotación de niños, adolescentes y adultos, por el comercio de la esclavitud, por la deforestación del planeta, por la extracción de minerales, como también por la caza desmedida de las ballenas y de los animales marinos.
Todo lo que hoy sucede necesita muchísima e incansable oración para que la Justicia Divina no caiga sobre la humanidad.
Desde ahora estoy agradecida por la consciencia y la apertura de sus corazones y vidas al llamado de servicio de la Madre de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A medida que el viaje hacia Berlín continúa y antes de que el grupo peregrino arribe a dicha ciudad, las bases de Mi Misericordia para esta próxima etapa comienzan a establecerse en los planos internos a fin de que los soldados caídos empiecen a sentir y a reconocer la Luz Crística que volverá a brillar en los abismos de la Tierra para que esas almas reciban Piedad y Misericordia.
Un muro semejante al antiguo muro de Berlín, pero en los planos internos, será destruido para que ya no existan dos estados de consciencia, es decir para que sea transmutado el error y la indiferencia.
Así, su Maestro y Señor podrá penetrar en las capas más oscuras de la consciencia de Alemania, lugar hacia donde millones de almas inocentes fueron llevadas durante el siglo XX.
Ese espacio, espiritualmente oscuro, será tocado por su Señor para que la mayor cantidad posible de las almas alcance la redención y el amor.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Se acerca el fin de septiembre, momento en el que se vivirá un gran cambio y las almas vivirán una prueba de fe, a fin de que el Padre Celestial confirme dónde depositará y sembrará las últimas y más preciadas semillas de la Nueva Humanidad.
Esta prueba les permitirá a los corazones saber en qué grado de amor verdadero se encuentran y cuánto pusieron en práctica cada uno de Mis Mensajes.
Más allá de los Mensajeros, esta prueba de profunda fe, confianza y credibilidad definirá los próximos pasos que la Jerarquía Espiritual deberá desenvolver en los últimos tiempos.
A través de esta prueba llegará la confirmación de que verdaderamente se recibieron los dones del Cielo o de que se desperdiciaron.
Será una prueba de fe porque le permitirá a las almas darse cuenta de dónde están y si han dados pasos según los Mandamientos que les hemos entregado en estos últimos diez años. Cada uno sabrá si verdaderamente ama al prójimo más que a sí mismo y si no se ha olvidado de esa regla primera.
Dios permitirá esta prueba de fe mundial para que nuevas oportunidades de definición se manifiesten, ya que es urgente contar con verdaderos e incondicionales soldados del Plan.
Yo, como su Madre, le estaré rezando al Padre Eterno, a fin de que en esa hora predomine la sabiduría y no la división. Estaré al lado de los que Me llamen de corazón y prometo que los guiaré.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Hoy no les pediré nada más que la oración sincera de sus corazones. Que sean pacíficos, fraternos y verdaderos en todo lo que hacen. Que hagan de este lugar, como de sus hogares, pequeñas luces que, poco a poco, iluminan el mundo.
Ya no podemos contar con tantos soldados, porque son pocos los que perseverarán ante todo lo que acontecerá en el mundo. Solo les pido que sean valientes de espíritu, de alma, de corazón; que descubran la verdad sobre cada una de sus vidas; que encuentren la fortaleza en la existencia del universo, en el Plan de Dios, en todos aquellos que los aguardan y que confían en el potencial de amar que existe dentro de cada uno de ustedes.
Encuentren la fortaleza en la esperanza y en la fe que Dios tiene en la humanidad porque, en ningún momento, el Creador desacreditó Su Proyecto. Su fe se mantiene encendida. Por eso, día a día, entrega al mundo lo mejor que tiene. Por eso, Su Hijo retornará, porque no siendo suficiente Su Pasión, el Señor pidió Su Retorno.
Reflexionen sobre esto, Mis amados. Busquen dentro de ustedes qué es eso tan perfecto que existe y que hace que Dios jamás desista del corazón humano, a pesar de todas las atrocidades que suceden en el planeta.
No solo Dios, sino también todas Sus criaturas que viven en el universo aguardan el triunfo de la humanidad que, en verdad, es el triunfo de la cristificación en el corazón humano.
Si Cristo vive y reina hoy entre los Bienaventurados, después de haber estado en este mundo, todo el universo aguarda que una raza de Cristos, uno a uno, pueda ir retornando a su origen para que, como soldados de Cristo, demuestren la grandeza de la Creación, abriendo las puertas del Cielo y trayendo la paz a todo lo que existe.
Hoy les agradezco por reconocer Nuestra Presencia y les pido que profundicen en el despertar de sus consciencias. Que vivan la paz, que vivan la unidad, hoy y siempre.
Bajo la bendición de su Madre María, Madre y Reina de este universo, sigan en paz y pacifiquen este mundo.
En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Al finalizar la Aparición, Frei Elías del Sagrado Corazón leyó el mensaje diario de la Virgen María y la Hermana Lucía de Jesús leyó el mensaje diario de San José.
Mi silencio transmite muchas cosas. Dichosos de aquellos que comulgan Conmigo, pues nunca se arrepentirán. Serán los testigos para los tiempos que llegarán. Así Dios lo ha determinado.
Hoy les traigo a todos, Mi Consciencia agonizante del Getsemaní, pues Yo allí viví muchas cosas por todos y nunca Me arrepentí de vivir todo lo que el Padre Me entregó. Todo eso ha permitido, compañeros, que a través de la agonía en el Getsemaní, hoy todos ustedes estén aquí. Y muchas almas también que no están en este plano con ustedes, mas sí atentas a la voz de Mi llamado que las congrega y las une en este tiempo de redención.
Hoy estoy acompañado por Thiago y por Juan, guardianes de vuestra obra, que siguen silenciosamente vuestros pasos. Hoy se los entrego como guardianes de esta Obra magnífica que es construida por las propias manos del Creador, a través de la intercesión de los Sagrados Corazones.
Sientan al huerto Getsemaní como un momento de sacrificio. Allí el Hijo de Dios comenzó a superar la muerte. Y a través de la redención de todo lo impuro y pecaminoso, alcanzó el camino de la Resurrección.
En el huerto Getsemaní, Mi silencio dejó grabado el Propósito de Dios para el mundo. Ese fue el gran momento, compañeros, en el que la primera espada de la traición y de la negación del mundo traspasó el Espíritu de Mi Corazón. Allí Yo viví la primera señal por todos ustedes, por todas las generaciones que vendrían después de Mí.
Y así, a través de Mi sacrificio y de beber de ese Cáliz espiritual, muchos discípulos Míos despertaron a lo largo de los tiempos. Y hoy los vuelvo a unir en la esencia del Corazón, en el propósito del Amor y de la Verdad, que es construido por el esfuerzo de todos, de aquellos que Yo llamo perseverantes, que siguen Mis caminos liberando sus riendas, caminando firmemente por el lugar que Yo les indico, que es el monte de la cristificación.
Muchos tendrán memoria de que Yo haya estado en estos años aquí, pues a través de la palabra, de la evangelización interior, del ejemplo y de la vida es que son redimidos, y podrán profesar que Yo estuve aquí. Primero en Espíritu, para poder después entregarles Mi Esencia y así prepararlos para el fin de los tiempos.
¡Ay de aquellos que ya no están Conmigo! Mi Corazón silencioso los contempla y los ejércitos angelicales rezan por todos ellos, para que alguna vez resuciten en espíritu de la vida muerta que llevan.
Cuando estoy aquí, todo el Universo se congrega. Dichosos de aquellos que participan de las Leyes Mayores, aunque no las entiendan, a través de Mi Presencia y de vuestra absoluta creencia de que Yo estoy aquí, en Espíritu divino y glorificado, todo se puede cumplir en los espíritus que se abren para acoger Mi llamado, con reverencia y amor, con simplicidad y humildad; algo que Yo necesito que ustedes puedan aprender a vivir aunque no lo sepan. Vivan Mis palabras y así lo alcanzarán.
Hoy representan ante Mis Tronos la Cena Sagrada. ¿Qué significará esto para vuestras vidas y familias y, principalmente, para aquellos que niegan al Hijo de Dios? Aunque muchos se hacen los sordos y no escuchan al Mensajero Celestial.
Esta oferta que ustedes hoy Me hacen aquí, la cual han dedicado con amor, devoción y contemplación a Mi Corazón misericordioso, Mi Espíritu lo recibe con inmensa gratitud y verdad; porque a través de las cosas simples, pero verdaderas, se manifiesta la Luz del Creador, la que conjuga Su Voluntad.
Por un año más, pero como en otros tiempos, vengo a celebrar la Última Cena. Dichosos aquellos que se postran a Mis Pies para recibir Mi ministerio.
"Sagrado Padre...".
No es para repetir. Escuchen y sientan, pues es eso lo que necesito. Estoy pasando aquí por última vez en este tiempo final, antes de que todo se desate como mil caballos sin riendas.
"Sagrado Padre, que concibes la vida y el espíritu en todas las almas, recibe este sacrificio de Tus hijos que es instituido por el pan y el vino, precioso ministerio que Tú has legado a la humanidad, a través del Sagrado Corazón de Tu Hijo, recordando el precioso ministerio de la Última Cena, en donde muchas luces internas se encendieron y almas caídas se elevaron a los Tronos del Cielo para glorificarte y honrarte".
"Recibe Padre Amado, este ofertorio que es la emanación profunda de los corazones buenos. Así, establece Adonai, nuevamente Tu Espíritu Sagrado sobre la humanidad".
"Te imploro Padre Sagrado, que cierres las puertas del mal. Por eso en esta tarde Yo te dono, Mi Sangre, Mi Cuerpo y Mi Divinidad para que muchas almas más sean liberadas de la constante persecución y engaño en el cual viven".
"Así Yo podré instituir, por medio de Tu Espíritu Sagrado, el principio y el fin de Tu Reino Celestial, en donde los ángeles y arcángeles congregarán las buenas nuevas, los dones profundos de Tu Espíritu, que se manifestarán en la vida de todos los seres".
"Y así se concretará, Padre Amado, el Proyecto que Tú has escrito desde el principio".
"Escucha la Voz de Tu Siervo fiel, de la encarnación profunda de Tu Amor manifestado, de la Sabiduría Suprema en esta vida material".
"Recibe en Tu Reino la donación de todas las estrellas y vislumbra, Señor Amado, en los horizontes de todos los planetas, las esferas brillantes de la redención, que fueron colocadas por los ángeles del Cielo desde el momento de Mi glorificación".
"Padre Amado, recibe Tu Divinidad, que es la Divinidad de Tu Hijo. Recibe Tu Amor, que es el Amor de Tu Hijo manifestado. Recibe todos los dones y caridades, que son donados por las almas buenas".
"Recógete Adonai en los corazones simples, para que pueda volver a despertar Tu Sagrado Reino en toda la humanidad, mas en aquellos que necesitan el soplo de Tu Espíritu para volver a resucitar”.
Que así sea. Amén.
Celebramos en esta tarde la Misericordia de Dios. Y en este segundo día les entrego la segunda llave, la cual deposité en vuestras consciencias a través de Mis sagradas Palabras, colmadas del Amor del Creador y llenas profundamente de la humildad del Universo.
Recíbanla con gratitud, y agradezcan a Dios por este encuentro que quedará marcado en vuestras memorias.
Esto los ayudará a transitar vuestra purificación cuando ella llegue a golpear vuestras puertas. Pero no deberán temer. Aquel que confía en Mi Misericordia, prevalecerá, mas será más fuerte cuando se una a su hermano y en la unidad profunda del Espíritu comparta la transformación como un sacrificio y entrega a Dios.
Celebremos, amados compañeros, la institución para el mundo, de Mi sagrado Cuerpo y de Mi preciosa Sangre.
Renueven vuestros votos y confírmense delante de los Tronos de Luz, pues en esta tarde sagrada, los ángeles están escribiendo la nueva historia en algunas almas.
Clamemos por Adonai, pues Él está presente a través de Mi Espíritu.
Preparen los Sacramentos. Preparen el vino para la consagración.
De este fruto nacen los nuevos seres sobre la Tierra. Dichosos de aquellos que comulgan en reverencia y amor, porque siempre recibirán la mayor parte del Reino de Mi Padre.
Vamos a rezar, a pedido de nuestro Señor la oración del Ángel de Portugal:
Santísima Trinidad
Padre, Hijo y Espíritu Santo
os adoro profundamente y os ofrezco
el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad
de Jesucristo, presente en todos los sagrarios de la Tierra.
Y en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él es ofendido
y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén.
Escuchamos tres campanadas.
Este es el fruto del trabajo de muy pocos, para que la mayoría se pueda servir de él.
Benditos aquellos que beben de Mi Sangre, para que puedan ser transfigurados por la Luz de Mi Corazón.
Santísima Trinidad
Padre, Hijo y Espíritu Santo
os adoro profundamente y os ofrezco
el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad
de Jesucristo, presente en todos los sagrarios de la Tierra.
Y en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él es ofendido
y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén.
Y así, ustedes también consagrados por Mi Espíritu, deberán dar el ejemplo de lo que recibieron, porque muchos por detrás de ustedes esperan por esta sagrada oportunidad.
Vuestra confirmación y decisión permitirá que los que están por detrás de ustedes reciban esta Gracia.
Vayan en paz, Mis soldados, afirmando vuestros apóstoles internos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Tres campanadas.
Cantemos "Adonai, Espíritu Santo" para despedir a Cristo.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Yo Soy la Señora de Fátima. En este día preparo el advenimiento del aniversario de uno de los principales acontecimientos de la historia de su humanidad, que es la segunda redención de la humanidad después de la Llegada de Mi Hijo.
Por eso, preparen sus corazones para el camino de luz que Yo tejeré hacia Europa; abriendo puertas y corazones, curando almas y vidas que quieren estar en Mis brazos viviendo la consagración del corazón el próximo 13 de mayo.
Hoy, derramo Mi Inmaculado Corazón sobre el mundo y espero que cada una de sus vidas Me corone como la Reina de la Tierra, a través de la oración del Santo Rosario, la oración del corazón, la oración que los llevará siempre a la paz.
Proclamen, en este tiempo, Mi Palabra de Vida.
Los invito, día a día, a vivir los Mandamientos del Señor, de esta forma gestarán a la Nueva Humanidad que Dios espera.
Hoy, Me abro a acoger sus corazones en Mi Corazón y a preparar esta próxima Semana Santa, como la gran fertilidad para sus vidas, en la que el Señor depositará nuevas semillas para que las plantas y las flores puedan crecer y puedan ofertar sus dones a Dios en un tiempo tan definitivo y delicado.
Hoy, los llamo a reunir las fuerzas a través del corazón para que se unan a Mi camino inmaculado.
Yo vengo a preparar a la humanidad para algo importante. Por eso, siempre pido regresar a Aurora, esta es la cuna de un nuevo proyecto de Dios, en el que algo se vivirá plenamente por todos, cuando se abran al Llamado del Padre y vivan sin miedo la transformación de la vida y de la consciencia.
Yo les ofrezco, día y noche, Mi Corazón Inmaculado. Aquí lo tienen, Él está en Mis manos para ustedes, un Corazón que vivió en esta humanidad y que comprendió la condición humana de todos los seres.
Yo les traigo, a través de Mi Corazón, el Espíritu de Dios. Él debe reinar en sus hogares y familias para que sea la nueva Luz del mundo después de Mi Hijo, Corazón que prepare sus corazones para lo que vendrá en poco tiempo.
Por eso, es ahora, queridos hijos, que llegó el tiempo de vivir en la escuela de la oración, en la escuela de la cura y de la redención.
Mi Corazón Inmaculado también llegará a Fátima en el próximo mes. Mi Espíritu Virginal e Inmaterial circundará a todo ese lugar. Aquellos que quieran verme de verdad, sintonicen sus oraciones con el corazón, porque allí Me encontrarán con seguridad y sentirán la confianza para poder seguir caminando.
Pues Yo Soy su Maestra y Peregrina, Aquella que acompaña a los rebaños de Cristo, que no se cansa de andar en este mundo a lo largo de los tiempos para iluminar los caminos de los que están en la oscuridad.
Vengo a resucitar a aquellos que Mi Hijo Me ha pedido. Vengo a abrirles los ojos a los que están ciegos y a los que han endurecido el corazón por las experiencias de la vida.
Yo tengo la llave para su consagración, como también para su santidad. Cada uno sabe lo que puede darle al Padre.
Vivan, en este tiempo, Mi Mensaje de advenimiento. Mi Hijo Me envía para prepararlos verdaderamente y con consciencia. Yo vengo a preparar sus corazones para la Nueva Tierra.
¿Quién se arriesgará a seguir Mi camino?
¿Quién se animará a vivir por entero Mi llamado?
Estoy formando las nuevas filas de los soldados de la Luz, estoy congregando a los que han caído y a los que no han caído, estoy llamando a todos a vivir la Transfiguración de Mi Hijo.
Queridos hijos, vengo a anunciarles que Dios Me ha concedido un tiempo de perdón para el próximo mes de mayo, en el que el Reino de Fátima resplandecerá una vez más en el mundo y se verán sus Jardines de Luz sobre la superficie. Aférrense a Mi Manto Sagrado, Yo no los separaré del Reino de Mi Hijo, sino que los llevaré hacia el Reino del Padre, en donde viven la Unidad, el Amor y el Perdón.
Por eso, Me nombro como la Nueva Aurora, la Luz del Universo que está llegando a ustedes. Yo Soy la Supraconsciencia Maternal, la Estrella que llega del Universo directo a la Tierra. Dios Me ha concedido ser la Estrella en sus vidas.
Los invito a imitar Mi camino de simplicidad y humildad, así comenzarán a vivir en Dios.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Hijos Míos:
Como Estrella de la Mañana, vengo a anunciar el Sol de un nuevo tiempo, que purifica sus vidas, que renueva sus pequeñas almas. Este Sol que llega, Mis queridos, es el Sacratísimo Corazón de Mi Hijo, que iluminará los abismos y rescatará de lo profundo de esos abismos hasta la última de las almas que deben manifestarse, en este tiempo, como imagen y semejanza de Su Sacratísimo Corazón.
Vengo a anunciarles, hijos Míos, una Nueva Aurora en sus vidas, Aurora que nacerá a través de la Presencia de Mi Hijo en este Reino. Quiero que preparen sus corazones con amor, con profunda gratitud, para que sus almas puedan vivir en estos próximos días, con plenitud y esperanza, la Presencia de Mi Hijo en el mundo.
A través de Mi Inmaculado Corazón, hoy ilumino sus consciencias para que puedan descubrir los misterios que están guardados en la Pasión de Mi Hijo, misterios que hasta hoy la humanidad aún no desvendó.
Hijos Míos, quiero que descubran, en sus pequeños corazones, la verdadera victoria que existe en el Sacrificio de Mi Hijo, y que sus preciosas vidas puedan renovarse, en este tiempo, a través de pequeños sacrificios, pequeñas renuncias que puedan vivir para aliviar el Corazón de Dios.
Hoy, quiero que descubran en la Pasión de Cristo la alegría de la salvación, la alegría de la redención que, a pesar de todo sufrimiento, la alegría y la esperanza jamás desaparecieron de lo profundo del Corazón de Mi Hijo.
Hijos Míos, el Corazón de Cristo encontraba la fuerza para levantarse de cada caída en la esperanza del renacimiento de este mundo, y deben aprender de este Sagrado Corazón el poder de renovarse en cada instante de la vida.
Por eso, hoy les digo que no coloquen sus corazones en las pruebas que viven, sino que alimenten la esperanza, la alegría de poder renacer en cada día. Vivan la Pasión de Mi Hijo, ofertando sus pequeñas vidas para renovar el sacrificio de Cristo y, así como Él lo realizó hace tanto tiempo, que la oferta de sus corazones pueda generar méritos para el mundo, para que la humanidad tenga una nueva oportunidad de redención y este mundo, hijos Míos, no desaparezca del universo.
Hoy, quiero que alimenten la fe y la devoción en sus vidas, y que el poder de la oración sea más poderoso que cualquier mal, que la valentía de sus almas pueda vencer el temor que muchas veces amedrenta a las almas del mundo.
Hijos Míos, quiero que, a través de sus corazones, den el ejemplo al mundo de que Mi Hijo ya retorna a esta Tierra, porque Él ya retornó a cada una de sus vidas, porque Su Sagrado Corazón pulsa en sus esencias y renueva sus vidas y sus almas a través de Su Sagrado Sacrificio, a través de Su Amor Infinito.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Vean, en esta noche, queridos hijos, nuevamente el ejemplo de la consagración a Mi Inmaculado Corazón, a través de estos hijos que Yo he llamado, que sirven a una gran parte del Plan de Dios.
Pero Mi Hijo dijo una vez, en un Mensaje, que en Su antiguo Sepulcro existieron violetas preciosas que lo restauraron, flores en Su Sepulcro de Amor que lo ayudaron a resucitar y a cumplir con el Plan de Dios en la Tierra.
Hoy, quiero llamar a una de esas violetas para que se consagre, como hija, a Mi Inmaculado Corazón y adorne a partir de este momento los Altares de Mi Reino Maternal.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
A pedido de Nuestra Señora, vamos a escuchar el cántico: “Consagración”, para que Ella bendiga a estos hermanos y a todos estos objetos sagrados.
Cántico: “Consagración”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, lleven la Paz de Mi Corazón en sus corazones y por donde vayan. Solo eso es lo que basta para este tiempo.
Recuerden que Yo estaré al lado de aquellos que se animen a vivir la Pasión de Cristo, confortándolos y consolándolos, animándolos a seguir adelante, porque Algo Mayor los espera: el Espíritu de Dios, su Padre Eterno.
¡Les agradezco!
Dios quiera que nos veamos pronto en Portugal.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
La verdad es que no sabemos cómo lo vivieron ustedes, los que están detrás de la pantalla; pero nosotros aquí hemos vivido un gran momento, en el que Nuestra Señora ingresó definitivamente en nuestra consciencia.
Hoy, en forma singular, aquí, en este espacio en donde nosotros estamos, todos los hermanos que participamos desde el Centro Mariano de Aurora nos pudimos sentir como una sola mente y un solo corazón; y Nuestra Señora vino a envolver a todas estas consciencias en una sola.
Esperamos que los que están del otro lado de las pantallas hayan podido sentir, igual que nosotros, el Amor de la Reina del Cielo y de la Tierra.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Quisiéramos compartir con palabras lo que Nuestra Señora transmitió hoy, pero a veces nos vemos muy limitados por nuestro idioma terrestre. Pero el Amor, que fluye del Corazón de María, todo lo hace confirmar y sentir en nuestro ser.
Durante la Aparición, Nuestra Señora llegó como Nuestra Señora de Fátima, como escucharon. Una manifestación muy contundente y definida.
Traía Su Corazón Inmaculado derramando sangre, ofertándonos los sacrificios que Ella vivió por nosotros, ofertándonos la cura y la redención; pero Su suavidad y serenidad nos acompañó en todo momento.
Las Palabras de María confortaban nuestro corazón y nuestra alma, momento a momento. Percibíamos, detrás de María, la Presencia de Dios y en Ella también percibíamos a Dios.
Ella también, en algunos momentos, nos mostró algunos pasajes de Su vida en Galilea y Su acompañamiento durante la Pasión de Jesús.
Percibíamos que Nuestra Señora estaba activando registros de Luz en nuestras consciencias; llaves crísticas para nuestros seres, que las reconocían en el instante en que Ella las activaba. De esa forma, comulgábamos, a través de María, de toda la vida que vivió Jesús sobre toda la Tierra.
Cuando María se refirió a Fátima, la sentimos en casa, Fátima y Aurora eran una sola. Y aquellos Reinos que Ella expresó hoy tan singularmente, esos Jardines de Luz, llegaron hasta aquí y dejaron algo en nuestros corazones: energías, presencias angelicales y también códigos de Luz que ingresaban específicamente en nuestros espíritus.
María nos fue envolviendo con el Reino de Fátima y nos mostraba, en el futuro, ya Su tarea concretada en Europa, y todas las conversiones y redenciones que Ella realizaría al pasar por Europa.
El momento más especial fue cuando llamó a los hermanos para la consagración y cuando habló directamente sobre las violetas que estuvieron en el Sepulcro de Jesús. Eso no era una metáfora, era un hecho que María estaba revelándonos a través de una escena que Ella nos mostró.
En el momento en el que Jesús fue colocado en el Sepulcro, un grupo de mujeres que acompañaban a María, ungieron con óleos, con aceites, el Cuerpo de Nuestro Señor. Había una mujer muy particular que llevaba en sus manos, en sus brazos, un ramo de flores, y cada una de las flores las fue colocando alrededor del Sepulcro.
Esas flores no solo emitían un aroma muy particular y especial, sentíamos y percibíamos un aroma dulce, suave, que iba envolviendo el Cuerpo de Nuestro Señor y todo el Sepulcro.
Y eso, según Nuestra Señora, fue restaurando el Cuerpo de Nuestro Señor que estaba herido, por la fe de esa mujer, por la fe con la que ella había confiado en Jesús. Ella sabía internamente que era el Mesías, el Redentor; aunque estaba muerto en el Sepulcro, ella confió en el Espíritu de Jesús y ese acto de fe lo resucitó, fue uno de los tantos atributos que ayudó en la restauración de Jesús.
Fue así como nos explicó nuestra Madre hoy. Y hoy explicitó, Nuestra Señora, que cuando llama a consagrar a Sus hijos, no los llama para consagrarlos físicamente, llama a cada una de nuestras almas. Ella quiere intentar que recordemos nuestro compromiso con Su Corazón Inmaculado. Quiere consagrar a los que están sanos y a los que están enfermos, a los que están lúcidos y a los que están locos.
Ella hoy se nombró como la Madre de la humanidad para los que son creyentes y no creyentes. Ella sabe bien quiénes somos nosotros, nos conoce profundamente, aunque no confiemos en Ella o que a veces le hayamos dado vuelta el rostro cuando la hayamos visto en algún momento. Ella nos quiere rescatar y está decidida a conquistar nuestros corazones.
Hermana Lucía de Jesús:
Después de tantas cosas, lo único que quisiera agregar es que durante la oración, antes de que Nuestra Señora apareciera, parece que los ángeles nos escucharon y ellos llegaron de una forma muy rápida, durante las primeras oraciones que comenzamos a rezar.
Y hoy, de una forma particular, ellos iban trabajando con nosotros con mucha alegría, derramaban flores sobre este salón. Y, cuando Nuestra Señora comenzó a aproximarse, veíamos el camino por el cual Ella venía desde el horizonte; y comenzamos a ver otro camino que venía del fondo de esta sala, por donde venían algunos santos que cantaban con mucha alegría. En la primera fila de estos santos, reconocimos al Santo Padre Pío que traía una corona de flores. Los otros santos, que venían detrás de Él, cantaban y derramaban flores sobre el camino. Ellos se detuvieron junto al altar y se quedaron esperando la llegada de Nuestra Señora. Ellos dijeron que venían a coronar a Santa María de Aurora.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Son muchas emociones para abrir nuestros corazones.
Bueno, queríamos terminar compartiendo con los hermanos, que nuestra Madre, en los días de ayer y de hoy, anunció la Semana Santa, la Sagrada Semana con mucha contundencia.
Queremos compartir que esta Sagrada Semana es una invitación de Nuestro Señor Cristo Jesús, Sagrada Semana que también se prolongará en otros Centros Marianos y que será una vivencia de oración, de paz y de cura para todos.
Y les dejamos, a todos, unas preguntas:
¿Por qué será que Jesús Cristo retorna en la Sagrada Semana?
¿Qué es lo que los Sagrados Corazones quieren rescatar en estos tiempos y que podamos vivir de forma verdadera y simple?
Después de este gran impulso de María, llevemos estas preguntas a nuestro corazón para que, en esa semana, pueda ser contestada por Nuestro Propio Señor.
¡Gracias, Madre Divina, por cuanto nos das!
En los momentos de mayores pruebas es cuando Mi Espíritu Misericordioso está presente para todas las almas. Por eso, ante cualquier circunstancia de transición o de batalla, les pido que no pierdan la fe, porque en estos tiempos ella deberá ser más fuerte que un roble y más firme que el hierro.
La fe será la espada que junto al amor cortará todo mal.
Mis apóstoles, valientes y decididos, trabajarán para que Mi Plan Redentor sea una gran victoria sobre la Tierra.
Siempre deberán estar con el corazón en lo Alto y en lo Supremo para que nada les impida realizar con humildad la tarea que les fue encomendada.
Hoy Mis Ángeles de la Paz están sobre Mis servidores, guiándolos por el camino del bien y del amor.
Los amo y les agradezco por su perseverancia, porque con pocas ovejas Yo haré Mis grandes milagros de amor.
Adelante, Mis soldados de la Misericordia.
Bajo la Luz y la Protección del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por recibir Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
En Mis brazos llevo al mundo. En Mi Corazón guardo a la humanidad. En Mi oración socorro a la humanidad y así auxilio a todas las almas. Con Mis ojos contemplo la alegría de algunos corazones y el dolor de los corazones heridos.
Por eso, Mi misión es traer el Cielo a la Tierra a través de las oraciones de Mis soldados. Mis Gracias son derramadas hora a hora, segundo a segundo, sobre este necesitado mundo. Mis manos oran perpetuamente por ustedes. Mi Inmaculado Corazón se eleva hasta el trono celestial de Dios para pedir, como mediadora, por toda la humanidad.
Mientras el tiempo, los cambios y los acontecimientos pasan rápido en la vida de todas las almas, Mi Corazón los quiere llevar hacia un estado profundo de paz. Quiero revelar a Mis pequeños la esencia de la Divina Misericordia de Jesús. Quiero que Mis pequeños aprendan a estar en Mi Hijo sin temer por nada y así caminar en alegría hacia el encuentro con Su Misericordioso Corazón.
Como Madre protejo a los corazones y despierto el poder de la fe para la vida. Como el mañana, traigo la esperanza, la renovación en Jesús, el inicio de un nuevo camino hacia Dios.
Día a día, contemplo que la necesidad de la humanidad aumenta, por eso, desde los Cielos, Dios el Altísimo, Me envía hacia Mis hijos para ayudarlos a encontrar el Amor del Creador.
Pequeñas almas de Dios Padre, hoy como Madre de la Divina Misericordia derramo una vez más el Rayo del Perdón y de la Reparación sobre vuestros corazones. Pero para que vuestras vidas sientan la insondable fuente de la reconciliación, ustedes deben dar el “sí” a Dios, al Padre del Amor y de la Compasión.
Queridos hijos, hoy estoy llamándolos a convertir vuestras vidas en perdón, en paz y en Misericordia eterna para todos.
Hoy estoy llamándolos a hacer algo por esta humanidad, porque ella, por sus propias acciones, se separa de la Paz de Dios.
Hoy estoy llamándolos a reforzar el poder de la oración en vuestras vidas.
Hoy estoy llamándolos al ayuno y a la meditación de los Misterios del Santo Rosario.
Hoy les pido que vuestros corazones se vuelvan misericordiosos y humildes para que Jesús se manifieste en cada uno de Sus discípulos.
Hoy estoy llamándolos a despertar del sueño de esta humanidad.
Hoy estoy llamándolos a ser activos servidores de Dios en vuestro prójimo, en vuestras familias, en vuestros más queridos amigos y en toda la humanidad.
Porque hoy Mi Corazón los llama a estar en Cristo Salvador para que la Gracia de Dios auxilie al mundo.
Hoy los llamo a abrir vuestros ojos a la realidad de la humanidad y a comprometerse con la oración perpetua por todas esas causas que necesitan de la Misericordia del Redentor.
Queridos hijos, hoy les pido que enciendan la Llama del Espíritu Santo en vuestros corazones para que Mi Inmaculada Paz se difunda por el mundo, porque en el final de todo ¡Mi Inmaculado Corazón triunfará!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Hoy los llamo a vivir en la Gracia Eterna de Dios, de Sus providencias y de Sus esplendorosos dones, uno de ellos, la Paz, Paz Interna que Yo, como Madre y Reina de la Paz quiero despertar en sus corazones.
Pero si vuestros corazones confían poco en Mi Propósito Maternal ¿Cómo llegará Mi Paz a ustedes?
Vuestros corazones deben volverse recipientes nuevos, puros y cristalinos para que Mi Hijo los colme con Sus Misericordiosas Gracias de Redención y de Perdón.
Cuando ustedes, Mis pequeños, alcancen el estado interior del vacío de sí, Yo podré decir que sus vidas, verdaderamente, estarán entregadas a la Voluntad de Dios.
Mientras el mundo se enfrenta a sus propias miserias, Yo vengo aquí, a vuestro encuentro, para guiarlos hacia la Eternidad.
Queridos hijos, solo queda, en este tiempo, orar más, orar mucho. Ustedes, como representantes de esta humanidad, podrán interceder Conmigo por todos los demás hijos que deben recibir la Gracia de la Reparación y de la Redención. Cuento con ustedes hasta los últimos momentos de vuestras vidas. Mi Corazón Maternal, al igual que el Santísimo Corazón de Jesús, conoce bien el origen de vuestras pequeñas esencias.
Queridos hijos, les digo que es tiempo de actuar como verdaderos soldados de la oración consagrados a la Luz de Mi Inmaculado Corazón. Con armonía, busco día a día corregir vuestras vidas, como una bondadosa Madre, para que encuentren el único Puerta Celestial que los llevará hasta los pies de Dios.
Hijos Míos, hoy los llamo a vivir con fervor cada oración porque el Corazón de Mi Hijo Jesús está escuchando con atención las súplicas de este mundo.
¡Confíen en Jesús, confíen en Su Insondable Misericordia!
Mi Corazón Inmaculado los cuida para que todos sean salvos en Jesús y por amor a Jesús.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más