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Mis amados hijos de Brasil y del mundo entero:
Hoy, Mis brazos se abren y Mi Manto se expande sobre América, anunciando que el triunfo de Mi Corazón está próximo.
Hoy les agradezco y, con alegría en Mi Mirada, les pido que sigan caminando Conmigo por el despertar de las almas y por la redención de os corazones.
Hijos Míos, desde el principio, el Creador Me encomendó cada alma de la Tierra como lo más precioso que Él tenía como proyecto de la Creación. Me señaló desde el Cielo este mundo y Me pidió, con amor, que cuidara y amparara cada uno de Sus hijos; que no mirase con pesar sus faltas, sino con compasión y esperanza; que fuese Mi Fe en Sus creaturas lo que amparase eternamente la oportunidad de ellas de dar los pasos y rehabilitarse en el camino que las lleva a Dios. Y así lo hice, hijos, desde el principio de este mundo.
Cuando vine a la Tierra como Madre de Jesús y esposa de San José Castísimo, fue para consumar Mi entrega y maternidad. Fue para materializar, junto a Mi Hijo y a San José Castísimo, el profundo Amor de Dios por los hombres. Fue para que todos conocieran y reconocieran la maternidad de su amada Madre Celestial, porque de esa forma, hijo amados, podrían encontrar el camino que los trae hasta Mi Corazón, podrían sentir que Mi Manto está cerca y siempre abierto para acogerlos.
No todos reconocieron Mi Maternidad Divina, pero eso no significa que Yo no sea Madre de los que me niegan y de los que no Me conocen. Yo soy la Madre de todos. Soy la Madre de los que Me proclaman y la Madre de los que Me ignoran. Soy la Madre de los que Me aman y Me conocen y la Madre de los que son indiferentes Conmigo.
Hijos, no amo más ni menos a los que responden a Mi Llamado o a los que no Me ayudan a manifestar este Plan. El amor de Mi Corazón proviene de Dios, proviene de la Fuente. Es un amor que desciende de la Verdad y que reconoce la Verdad en los corazones; por eso, los amo por igual.
Yo no veo, hijos Míos, la indiferencia de los hombres, porque conozco sus esencias. Mi gran pesar es que ustedes no reconozcan la Verdad y crean que son sus imperfecciones e indiferencias sin conocer jamás su propia esencia.
Yo vengo al mundo para conducirlos a la Verdad y al Amor, que es Mi Santísimo Hijo. Por eso, Mis queridos, Yo ruego por todas las naciones, por cada Reino de la Naturaleza y por cada corazón, porque todo eso es parte del Amor Infinito de Mi Hijo y para Él debe retorn. El Corazón de Cristo, el Corazón de Dios y Mi Inmaculado Corazón estarán incompletos si ustedes no se reconocen como parte de ellos ni viven en ellos.
Por este motivo, hijos, por la expresión y la manifestación de la unidad, es que Yo aspiro a llegar a cada nación, para que cada nación venga a Mí y Me encuentre.
Quiero consagrar a este mundo para que conozca la Voluntad de Dios y la siga. Quiero consagrar a sus vidas para que retornen a lo sagrado, la verdad y el amor y para que las ilusiones no los confundan ni permitan que ustedes se pierdan.
Hijos, quiero entregarles Mi Paz infinita e inmutable para que la multipliquen, porque sé que no todos escucharán Mi Llamado a tiempo. Pero si Me escucharan en el momento de mayor tribulación, cuando las almas clamen por auxilio, encontrarán en ustedes, Mis hijos el puente hacia Mi Corazón, la Fuente Viva de Paz y de Perdón.
Ayúdenme en este tiempo a multiplicar la Paz, viviéndola en sus hogares y en su día a día. Oren Conmigo, acompáñenme en Mi recorrido por cada nación, orando por el prójimo como oran por sí mismos. Hijos, si así lo hicieran, Mi Corazón triunfará.
Vayan en auxilio de los que necesitan, como hoy necesitan Mis hijos de Venezuela. Oren por ellos y pidan por la Paz. Sean ese gran ejército de luz, esa familia universal que se ayuda, que crece unos con otros, que se resguarda y se fortalece en la alegría de servir y de orar siempre.
Yo los amo y, por eso, les enseño a vivir en la unidad entre ustedes. Que esa unidad, hijos, trascienda fronteras, así como Mi Amor trasciende las dimensiones y llega a la Tierra, trasciende los individuos y llega a cada una de sus esencias.
Yo les agradezco por ayudarme hoy y siempre y hacer triunfar Mi Amor y Mi Paz en este mundo. Imiten Mi ejemplo, hijos Míos, y ámense sin límites,
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Coloco Mi Corona de Luz sobre las naciones para que la vida espiritual y crística despierte a tiempo en las consciencias, para que las almas reconozcan que llegó el momento de aspirar a estar en el Reino de Dios y en Su Voluntad Eterna.
Por eso, en este día, hijos Míos, les recuerdo el compromiso superior con la Divinidad y con los planes de su Padre Eterno, que deberán concretarse en esta última fase del planeta.
Vengo a demostrarles a Mis hijos que será necesario colaborar para que la paz se establezca en la materia y en toda consciencia que necesite de la intercesión de la Divina Misericordia.
Espero que Mis amados hijos tengan consciencia de la unidad interior que debe vivirse en este momento, no solo con el Plan de Dios, sino también con todo lo que vive a su alrededor, con la Creación y con la naturaleza.
Ese sentimiento de unidad los llevará a estar bien colocados en la misión que deberán llevar adelante con toda la humanidad que está despertando.
Hoy, los llevo a todos en Mi Regazo para que sientan Mi Divina Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En un Corazón grande como el de su Madre Celeste se guardan sublimes sentimientos de amor y de unidad, a los que hoy los invito a imitar y a vivir, porque aún llegarán tiempos y experiencias que necesitarán de sus corazones expandidos para poder soportar y aceptar a los demás.
Con esto quiero decirles, queridos hijos, que el amor es el fundamento de toda la vida y sin ese amor la vida no tiene sentido, es una vida vacía o hueca.
Es por eso que vengo a depositar Mi Gran Corazón Maternal en algunos de ustedes para que recuperen el sentido de aprender a amar y a perdonar, para que sus vidas reflejen la Luz de Dios sobre el mundo.
Es en esta hora crucial del planeta que el amor será la base de todo, para cualquier experiencia.
Por eso, no esperen para expandir sus corazones, háganlo ahora para que los nuevos tiempos los encuentren preparados para volver a aprender y a evolucionar.
Así, los invito a imitar a Mi Amado Hijo que, viviendo la injusticia del mundo, la negación y la muerte, no dejó ni por un segundo de amar a cada uno de ustedes; fue ese amor que lo llevó a convertirse en Cristo, su Salvador.
Vivan en el amor y podrán revelar todos los misterios, porque el amor verdadero carece de conveniencia o de cualquier otra realización personal.
El amor es vida infinita.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama en Alma y en Divinidad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Poder Divino de la Unidad
Ni la bestia aparentemente más fuerte podrá atacar a Mis hijos al punto de destruir en ellos lo que Yo construí con Mis santas manos. Una fortaleza erguida por Dios es eterna y no existe viento ni oscuridad que pueda derribarla. La base de esa fortaleza es la vivencia de lo que les enseñé. Cada una de Mis palabras consolida en ustedes el principio de la unidad de los unos con los otros y con Dios.
La unidad, hijos, cuando se la vive en plenitud, es el mayor escudo de este y de todos los tiempos. Aunque el suelo tiemble bajos sus pies y las fuerzas del cuerpo parezcan desvanecerse, si hay unidad, no habrá temor y no habrá derrota.
Si están unidos de corazón, mantendrán los ojos abiertos y no se dejarán engañar, cuando el adversario ciegue los ojos de muchos con el miedo y la ilusión. Aquellos que viven en unidad conocerán la Verdad y sabrán qué falso es el poder de los que se elevan sobre la oscuridad; estos caerán y desaparecerán como polvo, en el momento que la Luz crística surja.
Si viven la unidad, sustentarán no solo el propio espíritu, sino que serán las columnas de un gran templo que en el momento de la tempestad amparará, dentro de él, a los que estaban perdidos, pero que aún tenían en su interior la esperanza de algún día encontrarse a sí mismos.
La fortaleza de la unidad los mantendrá neutros y en equilibrio, cuando los acontecimientos que vendrán desequilibren a los incrédulos y a los hombres de poca fe, por no creer que después de la noche brillará el sol y que el amparo de Dios siempre estará sobre aquellos que se reconocen como Sus hijos.
La unidad los hará comprender cuáles acontecimientos les llegan como asedio, cuáles como pruebas y cuáles son aprendizajes necesarios para su evolución. En el espíritu de unidad de los unos con los otros, podrán superar todas las instancias de forma correcta y con madurez.
Por eso, hijos, el gran aprendizaje de la unidad debe ser vivido en este tiempo. Este es el momento de vencer las resistencias del propio interior, que les impide vivir en fraternidad, amor y unidad con el prójimo.
Sepan que aquellos que tanto juzgan o que no consiguen amar ni aceptar en sus caminos podrán ser el pilar que faltará en su templo interior, para sustentarlos firmes en los tiempos que vendrán.
No son más tiempos de soledad ni de individualidad, en el pasado, ese fue un aprendizaje de interiorización de la humanidad, que los preparó para vivir hoy la unidad con todos los que los rodean.
Aquellos que son convocados para Mi ejército de Luz y de Paz deben estar siempre unidos. No dejen que Mi adversario derribe, a través del veneno corrosivo de la crítica, del juicio y de la separatividad, los pilares de la fortaleza que Yo estoy construyendo con su constante permiso.
Hijos, cuando dejan que el enemigo hable a través de sus bocas y los separen de sus hermanos y compañeros de camino, no es solo Mi Obra que están destruyendo, sino, sobre todo, su propia posibilidad de evolucionar y mantenerse de pie en los momentos de mayor tribulación.
Por eso, cuando sientan que sus lenguas se mueven por la astucia del adversario, callen y pidan Mi auxilio; corten la cadena del mal e invoquen al Divino Poder de la Unidad.
Donde exista verdadera unidad no habrá oscuridad, y todas las batallas serán marcadas por el triunfo de la Luz. Donde exista unidad habrá Verdad y allí estará la Consciencia de Dios expresándose a través de Sus hijos.
Les digo todo esto para que reconozcan que el triunfo del Padre Eterno no depende de la fuerza propia de nadie, sino del Divino Poder de la Unidad, que juntos, Mis soldados pueden atraer y manifestar.
Luchen, hijos, día a día, para hacer triunfar Mi Corazón y para que la fortaleza de la unidad crezca y ampare en sí muchas almas que están buscando un refugio en este mundo de tan poca fraternidad y amor.
Donde exista unidad, una luz se encenderá, indicando el camino para los que aún deben despertar en estos tiempos.
La semilla de la unidad ya está germinando y creciendo en muchos de Mis hijos, y ella debe expandirse en todos los que Me escuchan; por eso, hoy les hago oír estas palabras.
Los bendigo y los conduzco al Divino Poder de la Unidad
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Soy esa fuente de Gracias del Universo, más potente y poderosa que todas las fuentes del mundo.
Soy más sutil que todas las cascadas del mundo, porque a través de Mi Corazón Materno hago florecer y dar vida al alma que antes estaba muerta.
Soy esa agua que todo lava y redime, porque soy ese divino código de luz que puede penetrar más allá de la consciencia y así establecer el propósito espiritual para cada ser.
Soy esa fuente misericordiosa que todo restaura e intercede por Sus hijos para que nunca pierdan el camino que los llevará al amor.
Soy ese manantial vivo y resplandeciente que trae para el espíritu la esencia de la unidad y de la paz.
Soy ese Sagrado Espíritu de Dios que fue gestado en el vientre purísimo de la Creación, que trajo para el mundo la verdad de Dios encarnada a través del Amado Hijo.
Soy ese camino que siempre los llevará a encontrar la gran y única fuente de amor que saciará su sed: Jesucristo.
Por eso, queridos hijos, cada vez que ustedes se unen a Mi fuente de amor, se estarán uniendo a la fuente luminosa de Mi Hijo y a la fuente del Padre Celestial.
Quisiera que de sus corazones brotara ese sentimiento de buscar siempre la unidad entre los seres por encima de todo, porque así sus corazones se curarán y nacerán a través de Mi fuente de paz a la vida renovada en Cristo.
Hijos Míos, dejo esta Mi aspiración: que vivan en la única Fuente de Dios y que sigan un solo camino. Mi Corazón Puro e Inmaculado se ofrece para llevarlos a la revelación del gran misterio del amor.
Estoy feliz por hoy ver a Mis hijos de Europa, reunidos en torno a Mi fuente plena de Gracias.
Los amo y siempre los contemplo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice bajo el Espíritu Santo de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Cada vez que desciendo del Cielo, traigo al mundo una sagrada oportunidad para que pueda replantear su actitud ante el Universo de Dios, para que pueda tomar consciencia verdaderamente del lugar en el que se ha colocado y que no le corresponde.
Por eso, hijos Míos, vengo del Cielo para hacerles saber que debemos buscar siempre el santo espíritu de la humildad, de la mansedumbre y de la unidad con el prójimo; para que se establezcan los pilares de la hermandad, del respeto mutuo y de la fraternidad.
Deben construir esas bases en esta humanidad a través de la actitud, del respeto y de la sagrada reverencia que los Sagrados Corazones también vivieron; superando las diferencias por encima de todo.
Queridos hijos, entre los Sagrados Corazones estaba presente el Amor de Dios, que es la esencia que une a todas las cosas más allá de las dificultades y de los errores.
Queridos hijos, la reverencia y el respeto entre todos los seres los ayudarán a recuperar los valores de hermandad y de armonía que hoy no vive el mundo.
Esfuércense todos los días para generar verdaderas condiciones de común unidad entre todos, porque así le estarán cerrando las puertas a Mi adversario de las corrientes de la mala educación, de los hábitos superfluos y de las separaciones, como también de las críticas que vive la mayoría de la humanidad.
Queridos hijos, Yo les doy esta consciencia porque los necesito bien formados y libres de toda superstición y desarmonía; digo esto porque llegó la hora de construir la Nueva Humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama y los educa,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como el sol de invierno, cálido y acogedor, Yo llego a ustedes para derramarles, en la fe, todas Mis Gracias y para abrir las puertas hacia el camino de la profunda conversión.
Por eso, la Aurora del Amor hoy se reviste de luz y de cura, para recibir a los orantes que participarán de esta columna de oración planetaria por toda la humanidad.
Será de esa forma, queridos hijos, que Aurora podrá nuevamente trabajar con el planeta y con toda la humanidad dormida para que, al menos pueda despertar de su sueño profundo.
En este día, queridos hijos, los campanarios del Cielo estarán sonando para congregar a todos los ángeles, que acompañarán la ceremonia del Redentor durante el encuentro de oración.
Si las almas abrieran sus consciencias y aún más sus corazones, podrían comprender ampliamente qué es lo que sucede cuando se congregan para vivir el potentísimo canal de Oración por la paz, y así sus vidas cambiarían rápidamente.
Queridos hijos, les dejo las intenciones de un buen y victorioso trabajo. Esta Maratón los invitará al recogimiento, a la unidad y, sobre todo, a la confianza en Dios. Así, queridos hijos, podrán abrazar con mayor firmeza Su Propósito.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En oración con ustedes,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Deposito Mi Amor sobre ustedes como vino nuevo en odres restaurados por la Luz Infinita de Mi Hijo.
El Amor Misericordioso del Padre es el que permite generar la redención de sus vidas y la renovación constante de sus espíritus.
El Amor que Yo derramo sobre ustedes es como vino nuevo...
Es a través del Amor sacratísimo del Padre que las almas buenas se animan a dar el paso a la conversión y así traspasan todos los umbrales de la consciencia para poder estar en Mi Hijo.
El Amor que Yo derramo sobre ustedes es como vino nuevo...
Mediante la paz en los corazones se construyen buenas fortalezas y ellos se sienten plenos al estar en el Señor.
El Amor que Yo derramo sobre ustedes es como vino nuevo...
Dejo en cada corazón la chispa de la verdad y de la unidad, para que en algún momento los corazones puedan reconocer que todo en la vida tiene un sentido dentro de los planes de Dios.
El Amor que Yo derramo sobre ustedes es como vino nuevo...
De tiempo en tiempo Vuestra Madre Celeste todo lo renueva, para que las almas sientan que todo tiene un Propósito mayor y que nada se deja atrás.
El Amor que Yo derramo sobre ustedes es como vino nuevo... para que vivan los códigos de Cristo y así vivencien la plenitud de Su Amor por toda la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica en el Señor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy la Madre de todos los pueblos, de todas las razas y de todos los Reinos de la Naturaleza.
Yo soy Aquella que trae, a la consciencia de todo lo que fue creado, la unión con el Creador.
Yo represento para ustedes, hijos, el Espíritu de la Divina Unidad.
Aquel que se une a Mí se une al Padre y, desde Él, a todas las cosas.
Vengo, en este tiempo, a unir los corazones en el propósito de establecer la paz. Vengo, hijos, para que se disuelvan las diferencias entre los seres y para que se descubran como esencia divina, como parte del Corazón de Dios.
Sé que la realidad de este mundo está muy distante de la verdadera paz y es por ese motivo, Mis amados, que los invito a que sean pacificadores.
Pacifiquen sus vidas y el entorno en el que viven; multipliquen la paz y distribúyanla entre los corazones. Que todos reconozcan la Presencia de Dios dentro de ustedes, independientemente de sus religiones, de sus creencias o de sus culturas.
Yo quiero, hijos, consagrar este mundo a Mi Inmaculado Corazón y aunque muchos no Me reconozcan en la faz de María, la Madre de Jesús, Me reconocerán como la Madre Universal, como el Espíritu de la Paz, como el Principio de la Unidad.
Todo aquel que se une a Dios se une a Mí. Todo aquel que difunde la paz difunde Mi llamado.
Los llamo, Mis amados, a ser partícipes de Mis planes de amor, difundiendo la Campaña por la Paz, no solamente en los encuentros Conmigo, sino en cada una de sus vidas. Que el odio y el rencor de los corazones del mundo puedan ser convertidos por los estados internos de paz de Mis hijos. Que las guerras y conflictos de los cuatro puntos del mundo sean transformados desde la raíz, en los abismos del planeta, a través del fuego de la oración de los corazones devotos y seguidores del Propósito de Dios.
Únanse unos con los otros para atraer la cura para este mundo tan enfermo.
Únanse para que el Propósito del Creador, de transformar la consciencia humana en una humanidad consagrada y renovada por Su Santo Espíritu, se pueda cumplir.
Únanse para ver en el horizonte la llegada de Mi Hijo.
Únanse para corresponder a Sus designios.
Únanse para que el principio de la unidad abra los portales que los separan de Dios y lleve a la consciencia humana, así como a toda la vida de este Universo, a vivir los mil años de paz.
Únanse también para que más allá de esos mil años, establezcan la Paz y la Redención en la Creación Divina.
Agradezco a todos Mis hijos de Joinville y del mundo entero por escucharme y por responder a Mi llamado.
Verán en lo alto de las montañas de esta ciudad la señal visible de Mi Paz.
Los amo y los bendigo.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras el Real Tiempo del Universo se detiene cada vez que desciende a la Tierra un Mensajero Divino de Dios, así debería detenerse el discípulo de Cristo en el momento en que él está por recibir una grandiosa Gracia; porque en el Real Tiempo del Universo no existe el pasado, solo el recuerdo o la memoria de una tarea cumplida.
En el Real Tiempo no existen semejanzas, sino igualdades. Se manifiesta en ese Real Tiempo el camino del Propósito, el que es planteado para todos los ángeles de Luz.
En la obediencia el Real Tiempo es aceptado, porque él es parte de la esencia y de la experiencia de evolución.
En el Real Tiempo no existen las formas, solo existe el sentido de las mismas para que cada ángel creado pueda progresar en amor al servicio de Dios. Las bases de ese tiempo son las Leyes y los principios creadores. En el Real Tiempo existe una escala que es reconocida por todos los ángeles del universo. Esta es la escala del amor y de la unidad, es algo que hace mover al Real Tiempo como experiencia de evolución.
En esas escalas están todas las bases para la experiencia, porque en el Real Tiempo el sentido de todo está en el conocimiento que surge de la sabiduría y en el servicio que hace humilde a cualquier corazón.
En el Universo, el Real Tiempo no pasa ni tampoco es estático, es un tiempo divinizado que está marcado por la elevación y la trascendencia de todas las formas creadas.
En el Real Tiempo existe el eterno presente que es el estado de positiva permanencia, es la unificación constante con la esencia y el Propósito de la Divinidad, de la Fuente.
El Real Tiempo es una corriente única de energía, es el hilo que une el principio con el fin para que en el Alma de la Creación se viva una relación armoniosa con todo lo manifestado.
El Real Tiempo no tiene memoria de los hechos sino registros de las experiencias en una escala mayor de vibración. Es un tiempo desconocido.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los guía al profundo despertar,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos, que solo reine la paz y la unidad entre los seres.
Queridos hijos, que sus vidas sean el espejo de Mi Paz en el mundo.
El Señor espera que los apóstoles de Cristo vivan las enseñanzas y sean el espejo vivo de Su Presencia misericordiosa en el mundo.
Que sus acciones sean acciones de paz y de misericordia. Que sus pies caminen seguros por el sendero de Jesucristo.
Hijos Míos, todos necesitan de la paz, todos deben aprender en la escuela de la paz a ser verdaderos pacificadores.
El mundo actual está en crisis porque las almas no viven en paz o no quieren saber de ella. Por eso, para que sus vidas sean el camino de un verdadero cambio interior y espiritual, los invito a ser portadores de Mi Paz y de Mi Misericordia.
Queridos hijos, sus consciencias deben transformarse, y en ese gran cambio que deben experimentar encontrarán las puertas abiertas para vivir los nuevos tiempos que llegan.
Sean pacificadores y no olviden serlo todos los días, así el Señor podrá plasmar Sus Obras en toda la Tierra.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en el nombre de la Paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos:
Deseo que todos los días despierten a la Consciencia Omnipotente de Dios y que desde allí, en el Universo del Amor de Dios, ustedes puedan vivir Su Voluntad.
Para eso, queridos hijos, Yo los invito a buscar todos los días el Sagrado Propósito de Dios. Propósito que muy pocos hijos Míos están cumpliendo, ya que la mayoría se encuentra en el mundo de la distracción, del pecado y de la vida externa.
Hijos, Yo ya les enseñé, a través de la oración del corazón, que ustedes pueden unirse a la vida divina de los ángeles y arcángeles y de todos los bienaventurados. Mi propósito, hijos amados, es que encuentren el camino de la Voluntad y que no pierdan la oportunidad de aprender y de madurar en Cristo.
Cuanto menos vivan esta Voluntad, la purificación y las pruebas tendrán una repercusión muy grande en la consciencia, y les aseguro que eso irá más allá de las capacidades intelectuales y materiales.
Deseo que puedan cumplir con la Sagrada Voluntad, no solo a través del amor, sino también de la unidad y de la hermandad. Como vuestra Madre Celeste espero que por medio de vuestra unión y fusión con el Espíritu Santo alcancen las esferas celestiales, las que los aguardan para ayudarlos a concretar la misión en este planeta.
Por eso vengo en este tiempo para pedirle a la minoría que asuma la mayoría de las obras; deseo verlos fuertes en el camino y humildes en vuestras ideas.
Hijos, Yo soy quien los guía. Vengo del Cielo para traerles Mi Paz. Sigan Mis pasos. Yo no los haré sufrir, les haré conocer el Amor de Dios, Amor que espera todos los días transfigurar vuestras vidas.
Queridos hijos, por lo menos piensen en lo que les digo, siempre Mi Corazón los comprenderá.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica en la máxima Voluntad del Creador,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que hoy despierten a la esencia de Mi Plan de Amor. Que hoy comprendan la grandeza del camino en el que coloqué vuestros pies, para que sus almas no se perdiesen de Dios.
Mi manto de luz se teje en lo invisible de este mundo y Mi Corazón une las diferentes expresiones del Reino de Dios en la Tierra.
Hijos queridos, aunque vuestros ojos no puedan ver, ábranse para comprender con el corazón que Yo soy la misma en todas Mis manifestaciones en el mundo y, si bien para cada uno de Mis ejércitos tengo un plan perfecto, en estos tiempos, vengo para unir en esencia y en corazón a todos aquellos que responden a Mi llamado, no importa donde estén. Porque llegará el tiempo en que las circunstancias de esta vida necesitarán encontrar corazones fortalecidos por el espíritu de unidad; de otra manera hijos Míos, Mis planes no podrán cumplirse.
Yo los reúno en este tiempo, como en todos los otros, por un propósito mayor, por un propósito universal, pero muy pocos pudieron comprender lo que Yo les traje como Mensaje de Salvación y de despertar.
En Medjugorje, vine para instaurar el espíritu de paz y de conversión en el mundo entero. Aquí en América, vine para despertar a la humanidad para la concepción verdadera de Dios y que toda la Sabiduría que proviene de Su Espíritu Sacratísimo pudiera ser entregada al corazón humano. Como Rosa de la Paz, vengo para entregar al mundo lo más puro que existe en Mi interior, como última tabla de salvación para las almas.
Les digo todo esto, Mis queridos hijos, porque hoy en este día de conmemoración, tanto en el Cielo como en la Tierra, no pediré solo que vuestros corazones se alegren y oren con gratitud y con regocijo. Hoy les pediré que reflexionen profundamente sobre Mi presencia en el mundo, sobre todo lo que transformé en vuestras vidas y en las vidas de tantas almas.
Quiero que descubran en lo profundo de vuestros corazones la verdadera razón de Mi presencia entre ustedes. Quiero que se abran para unirse a Mis diferentes hijos en el mundo entero, no solo con Medjugorje, deberán estar unidos, en fraternidad y amor, a todos los corazones orantes donde quiera que se encuentren.
Porque es por medio de aquellos que pueden estar más conscientes de Mi Plan que Yo construiré el Reino de Dios y prepararé para Su Hijo el camino perfecto, con las preciosas oraciones de los seres de este mundo.
Hijos, si viven en el espíritu de la unidad, podrán dar y recibir los códigos de luz que deposité en Mis diferentes soldados. Podrán unir este rompecabezas que construí en el mundo, con piezas esparcidas por los cuatro rincones de la Tierra y que, solamente por el espíritu de Absoluta Unidad, se podrán unir y formar el diseño perfecto de Dios para la raza humana.
Mis amados, conmemoren este día con oraciones y alabanzas, con gracia y con regocijo. Únanse a Mi Reino que se enciende en luz en Medjugorje, para redimir y salvar muchas almas, pero también despierten un poco más a la esencia de Mis palabras y no dejen que pasé un año más, sin que puedan vivirlas plenamente.
Yo los amo, los bendigo y los reúno en este cenáculo de redención universal.
Su Madre María, Reina de la Paz, Rosa de la Paz, Madre del Mundo, Madre Universal
El principio de la Sagrada Familia universal
Érase una vez, una familia humilde de Nazaret, que en su espíritu cultivó la sagrada obediencia a las Leyes Divinas.
De un vientre purísimo nació la Suprema Misericordia llamada Jesús y, en aquellos tiempos tan difíciles, los Tres Sagrados Corazones cumplieron una tarea en pro de la salvación espiritual de la humanidad.
De San José brotó la humildad de servir a Dios. En María, se expresó la obediencia y el amor por las almas, y en el pequeño Niño Jesús se manifestó la Gracia y la Misericordia del Universo Mayor.
Era este proyecto de Familia Sagrada el que debería cultivarse en todas las criaturas no redimidas. Era este proyecto, tan pensado, el que trascendería las barreras del mal y del dolor por medio del Amor profesado por el pequeño Jesús.
Este proyecto trino finalizó cuando el Maestro cumplió la Voluntad de Dios al dejarse clavar en la Cruz, y fue allí que la Sagrada Misericordia se derramó una vez más sobre el mundo.
Es este proyecto el que aún está latente en los Mensajeros Divinos y es por él que Ellos trabajan incansablemente, para que la obra máxima de la redención planetaria se pueda cumplir en la humanidad.
Que se abran los oídos internos de las criaturas y que puedan escuchar el llamado celestial, pues la Voluntad de los Mensajeros Celestes, que todo lo abarca, es que todas las criaturas de la Tierra sean una sagrada familia universal. Y será, hijos Míos, durante el tiempo de la purificación que este sagrado y divino deseo de Dios se podrá concretar.
No dejen de trabajar por su redención. No descansen hasta que estén completamente vacíos de ustedes mismos; será así que Mi Hijo encontrará barro nuevo para moldear el arquetipo de una familia divinizada por Dios y por la Santísima Trinidad.
Es este sagrado proyecto creador el que deberá cumplirse al menos en una parte de la humanidad. Cuando alguien consiga vivir los principios de la unidad y del amor, será la señal para los Mensajeros Divinos de que la Obra Sacra fue completada.
Será, en ese día, que los ángeles cantarán Aleluya porque habrán visto cumplirse la promesa de la sagrada familia universal, que deberá estar formada por cada uno de ustedes, así el mal será liberado del planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica en la Santísima Trinidad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy la Divina e Inmaculada Alma Peregrina que acompaña y guía los caminos de los corazones que se abren para transformarse a través de la oración y de la donación.
Yo soy esa Divina Alma Peregrina que reúne a todas las esencias y consciencias a pesar de que existan distancias. Mi único propósito materno es unificarlos todos los días en Dios Padre para que así se quiebren las barreras de la inercia, de la desunión y de las indiferencias entre los seres que pertenecen a Mi Sagrado Reino.
Yo soy esa Divina Alma Peregrina que acoge las dificultades y redime las causas que generan la soberbia y el orgullo, cuando tan simplemente el corazón está abierto hacia Mí como una flor a los rayos del sol.
Allí, en ese principio, no existen divisiones ni barreras y las almas, por medio de Mi Gracia, pueden convertir todos los males.
Deseo, como Divina Alma Peregrina, que aprendan a caminar en confianza a Mi lado y que Me permitan desterrar de ustedes todo lo que genera la distancia entre las almas y el Amor de Dios.
Por eso vengo para entregarles todos los días ese amor materno, un amor renovador, que vence a la perdición y los miedos al fracaso. Quien en verdad Me permite guiarlo, nada perderá, tan solo será libre de ese pesado equipaje que lo cansa y no lo deja caminar y podrá volar como el cóndor de las montañas.
El tiempo y la hora de vuestra redención está marcada, por eso vuestra Madre Santísima viene para bañarlos en la Fuente de Vida de Su Hijo, y así vuestras vidas se dejen transfigurar en Cristo.
Mi profundo deseo es convertirlos en aquello que nunca fueron.
Ríndanse a Mí y Yo los sustentaré.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los purifica en el Fuego Divino de Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo los uno a todos por medio de Mi Corazón Materno, y quien en verdad está Conmigo, de corazón y de alma, nunca se separará de esa unidad.
Sus vidas sin Cristo podrían no soportar por mucho tiempo los asedios de Mi adversario y perecer. Aquel que vive la sagrada unidad no está separado de Dios y siempre reconoce Su Voluntad en todas las cosas.
En estos tiempos, las almas son llamadas al camino del corazón y no al camino de la mente; es su corazón unido al Mío el que estará en el camino correcto y en el lugar correcto, sin dejar atrás todo lo que se debe convertir en Cristo y a través de Él.
Busquen esa sagrada unidad en su interior y destierren sus ideas de cómo mejorar todas las cosas, porque en verdad les digo, que todo lo arregla Dios y Él sabe en Su humildad el tiempo para cada etapa de sus vidas.
El primer paso de la madurez es la unidad del corazón con Dios y Su Divina Voluntad. Si no alcanzaran a vivir en simplicidad por un fin mayor, mayor será la dificultad para transcender los tiempos.
El segundo paso de la madurez es la pureza en todo lo que hacen, aunque lo intenten muchas veces la perseverancia los fortalecerá.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
No pediré que en poco tiempo sean diferentes a lo que son hoy; para el Padre, su hora de purificación y ascensión está marcada.
Por eso, permitan transformarse así como su Padre lo previó desde el principio.
Vivan en Cristo y sean en Cristo, pues el único camino que les resta recorrer es el camino de la redención.
Si no están unidos, ¿cómo proseguirán?
La Gracia ha tocado sus vidas y ustedes deben ser consecuentes con esa Gracia que los unifica y los renueva todo el tiempo.
Queridos hijos, estén Conmigo y no del otro lado del camino. Yo los necesito siempre fieles a los que los guían por amor. Eso los protegerá mientras estén en la Tierra.
La obediencia es el don que los colmará y los librará, todo el tiempo, de equivocarse.
Por eso, hijos, que en estos tiempos ustedes puedan observar el verdadero camino, porque los desánimos y las crisis internas serán las barreras que deberán superar a través del amor y de la unidad.
A las puertas del Armagedón humano, sean conscientes y agradecidos por lo que reciben, al menos vívanlo por aquellos que no reciben ni siquiera la mitad de todo lo que les dona el universo.
Sumérjanse en Mi Corazón y así serán libres.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Un alma que ora con el corazón es, para Mí, predilecta, porque la llamaré intercesora entre Dios y los hombres.
Un alma que se consagra a la vida de oración es, para Mí, predilecta, porque la llamaré instrumento de Dios en el mundo, puerta de Su Misericordia para los que más la necesitan.
Un alma que busca, sedienta e incansable, la Fuente de la vida universal es, para Mí, predilecta, porque la llamaré precursora de la Nueva Raza, semilla de la Nueva Humanidad, que vivirá la paz, el perdón y la redención.
Un alma que busca la redención y camina en dirección al Infinito sin perder de vista el retorno al origen celestial es, para Mí, predilecta, porque la llamaré luz del mundo, guía de los perdidos, camino seguro, un ejemplo a seguir.
Un alma perdida que Me extiende los brazos es, para Mí, predilecta, porque representa Mi posibilidad de ayudar a muchos más; la llamaré razón de Mi venida al mundo.
Un alma pecadora que se arrepiente de corazón y busca el perdón de Dios es, para Mí, predilecta, porque le muestra al Universo que esta humanidad aún es rescatable; la llamaré esperanza divina en el corazón humano.
Un alma que no cree en Dios, que no lo busca, que no se arrepiente de sus pecados y sigue causando el mal en el mundo, también será, para Mí, predilecta, porque esa alma Me impulsará a ser incansable, y Mi Corazón no se retirará de este mundo hasta que la última de ellas sea rescatada; la llamaré Victoria de Cristo en el mundo y en el Universo, porque algún día esa victoria ocurrirá.
Mis amados, quiero con estas palabras, decirles que todas las almas de este mundo son predilectas ante Mi Corazón; cada una de ellas Me impulsará a derramar sobre la humanidad una Gracia diferente de Dios.
Con el mismo amor, perseverancia y alegría, buscaré a los que Me acompañan y a los que Me niegan todos los días, porque Mis ojos maternales saben lo que representan para Dios y solo ven, en cada alma, su origen divino.
Cuando Mis ojos contemplan al mundo, encuentran en cada ser una posibilidad de manifestación viva del Amor de Dios, así como se dio en Mi Amado Hijo Jesús, porque Dios vive dentro de cada ser, así como vive dentro de Cristo.
En este día en que desciendo al mundo para bendecir de forma especial a la humanidad, los invito a que sean Mis auxiliares en esta bendición. Mis amados, les pido que coloquen dentro de vuestros ojos Mis ojos maternales y dentro de sus corazones Mi Corazón Inmaculado y así vean a cada criatura con Mis ojos y la sientan con Mi Corazón.
Descubran la grandeza que se guarda en la esencia de cada ser y ayúdenme a despertar lo más puro de cada corazón. Ayúdenme a mostrarle a esta humanidad que un Dios Vivo desea vivir en vuestro interior y esto es para todos, incluso para los más perdidos.
En este día, Mis queridos, Dios los llama para que lo contemplen en cada ser y, de esta forma, crear una condición de unidad para que Él pueda despertar en el corazón humano y así, la Nueva Raza, plena de Dios, sea una realidad y no solo una esperanza.
Yo los amo y dejo hoy Mi bendición y Mi gratitud a Mi querido hijo, que con su esfuerzo torna posible Mi venida al mundo.
Oren hijos Míos, por todos los videntes consagrados a Mi Corazón, para que estén fortalecidos y firmes en Cristo en los tiempos que vendrán.
Que la Gracia de Dios y Su Paz estén hoy en vuestros corazones y en el mundo entero.
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como el Soplo del Espíritu Santo sobre los apóstoles de Cristo, hoy este Soplo Divino inunda sus espíritus, para que viviendo el ciclo de la rehabilitación interior, confirmen ahora su unión con Cristo, Nuestro Señor.
Así, Mi Hijo encontrará apóstoles dispuestos a servirlo por encima de todo, porque verdaderamente su purificación es el preámbulo para ingresar al estado de la Consciencia Divina.
Entre sus seres terrestres y el alma de cada hijo Mío no puede existir ningún abismo que los separe del Propósito y del cumplimiento de la tarea que Mi Hijo les encomendó desde el principio.
Ahora, este Soplo Divino los llevará al descubrimiento de todo aquello a lo que le ha llegado la hora de vivir su muerte para que, cruzando el portal hacia los Cielos, sus células se divinicen en Cristo, el Señor.
Entre un ciclo y otro encontrarán los abismos de la consciencia, abismos que deben ser iluminados por el poder del amor y de la unidad entre las almas. Esta es la llave que les abrirá la puerta a la liberación de sí, y crean desde ahora que deben dejarse amar y deben abandonar el calvario que por incomprensión están viviendo en ustedes mismos.
Sus almas deben estar en constante unidad y fraternidad, los pareceres y las ideas concretas ya no pueden reinar en el pensamiento colectivo de las almas. Su fuente de renovación debe ser el Amor de Dios, Amor que todo lo soporta, todo lo perdona y todo lo entiende.
Así, estarán libres de mirar todo el tiempo la imperfección y despertarán a las virtudes de la unidad y del amor que Mi Hijo les enseñó. Por eso, hijos, están a tiempo de recapacitar y de no permitir que las ideas de Mi adversario invadan por completo sus consciencias.
Ya comenzó la batalla espiritual del fin de los tiempos que vendrá de la mano de la purificación acelerada e intensa que muchos enfrentarán, para después poder ingresar en el Reino de Dios.
Durante la batalla, será el momento en el que deberán estar más unidos que nunca, para que el Soplo Divino de la Sabiduría los coloque siempre en el camino correcto. De esa forma, podrán colaborar y ayudar a que todos los que se perderán, por ignorancia o por engaño, se coloquen en el camino correcto.
Sean testigos de todo el Legado Divino que les ha sido entregado. Nada es por acaso, ese Legado será su fortaleza y su conocimiento, así como también lo serán Nuestros Sagrados Corazones.
Les agradezco por responder en consciencia a Mi llamado por la paz, en este tiempo de batalla espiritual del fin de los tiempos.
Los reúne en el Corazón Luminoso de Cristo,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Como una Estrella-Sol desciendo al mundo para iluminar los abismos de los corazones heridos y, así, rescatar a las almas de la perdición. A cada una de ellas le entrego la fuerza para poder proseguir, para que luego encuentren el nuevo camino que las llevará hasta Cristo.
Yo Soy la Estrella Universal que desciende sobre la humanidad para salvarla y volverla a colocar en el Propósito de Dios. Indico el camino a recorrer, así ninguna esencia de Dios pierde la Gracia de volver a reencontrarse con su cristo interior.
Yo Soy la Estrella del Mundo, la que señala el advenimiento de Cristo a los corazones, la que se suspende en el cosmos para irradiar el Amor de Dios y la que enciende el fuego de la nueva devoción.
Yo Soy la Estrella Guía de los navegantes, de las almas buscadoras de la redención, de los que esperan con paciencia la llegada de la Gracia y el gran día del perdón.
Yo Soy la Estrella del Cosmos, soy la Luz que proviene de Dios, soy el Espíritu de la Pureza, soy la Divinidad Espiritual del Creador, porque Mi Corazón brota de Su Amor Castísimo y Su Omnipotencia se expresa a través de la unidad perfecta de la Creación.
Yo Soy la Estrella de la Esperanza, soy la Madre que trae el espíritu de la redención, soy la que obra en nombre de Cristo y la que construye el nuevo templo interior.
Yo Soy la Estrella de las esferas celestes, soy aquella Ave que busca Su nido en la morada de los corazones humildes, soy la Madre que gesta a la Nueva Humanidad.
Yo Soy lo Puro, lo Invencible, soy lo Simple y lo Humilde, soy la Madre Curadora que cicatriza con Su Amor todo dolor. Soy la que guía a los perdidos, soy la que purifica el corazón, soy la Madre que limpia las manchas, soy la Reina del Amor.
Vengo a este mundo para buscar a Mis hijos. Desciendo en Gloria para llamarlos porque ya es la hora de despertar del sueño ilusorio. Vengo para establecer la paz en cada mundo interior. Vengo para que descubran la vida que se vive en las estrellas. Vengo por última vez para socorrerlos y para que emprendan vuelo hacia el Cielo. Vengo a buscar lo mejor de cada uno y a despertar las sagradas virtudes que Cristo les dejó.
En este tiempo vengo para que se preparen en consciencia y corazón para recibir a Cristo, vuestro Pastor. No dejaré sola a ningún alma, pero les pido que siempre recen Conmigo, para que todos sean merecedores de la paz y despierte en vuestra consciencia el arrepentimiento, así estarán libres del peligro y de los asechos del adversario. Sean inteligentes y buenos, sean mansos, humildes y verdaderos en este tiempo.
El mundo es una mentira, pero las almas son la plena verdad de Dios. Busquen los caminos correctos para tener resultados correctos. No se permitan ser engañados, el único consolador es Jesucristo. No busquen esperanza en nadie, sino solamente en Dios, el Padre Celestial. De Él recibirán la fuerza y el poder, de Él podrán tener esperanza para caminar. Solo sean verdaderos y nada les pasará. Pues el tiempo de la mentira mundial sucumbirá y vuestros corazones deberán estar prontos para orar con fervor y perseverar.
Únanse a Mi Hijo y adórenlo. En Él está la salida, en Él está el camino al Paraíso.
Agradezco a Brasilia, al Centro Mariano de Figueira y al Centro Mariano de Aurora por haber preparado este especial encuentro.
¡Bendiciones de Paz en este día para Mi hija María Shimani!
Les agradece,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más