MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando los Mensajeros de Dios ya no estén manifestando Sus Apariciones a los corazones de los hombres, será el tiempo y la hora de demostrarle al mundo que los códigos de Amor y Sabiduría de la Fuente Divina fueron depositados en sus corazones y dieron frutos.

Por eso, serán probados en el amor mutuo, en la fe, en la compasión y en la misericordia. Serán probados en la caridad y en la piedad, para que den testimonio de lo que aprendieron.

De su boca, desbordará lo que hay en sus corazones; su verbo demostrará lo que hay en su interior. Serán probados así, por la palabra y por el silencio, y el Creador los observará para que demuestren, hijos, lo que aprendieron en estos tiempos.

¿De sus bocas saldrán misericordia y compasión, piedad y verdad? Este es el tiempo de medir el verbo y el silencio, para que le demuestren al mundo lo que verdaderamente son.

Serán probados por sus acciones. De sus cuerpos, desbordará aquello de lo que está llena su consciencia; sus acciones demostrarán si fueron capaces de asimilar los códigos crísticos o si ellos están ocultos o hasta sepultados en lo profundo de la consciencia.

Hoy, hijos, las almas necesitan ejemplos de almas que sean capaces de dejar transparentar los códigos crísticos que recibieron.

¿Sus acciones serán de unidad o de separatividad?

¿Demostrarán caridad o indiferencia?

¿Demostrarán amor o destruirán con impiedad?

Sus seres serán probados en la mente y en las emociones. Sus pensamientos y sentimientos desbordarán de lo que está lleno su subconsciente.

¿Serán capaces de transmutarse a sí mismos con la fuerza de la oración y de la adoración eucarística o se dejarán envenenar con el mismo pensamiento y sentimiento colectivos que llevan a la humanidad a la destrucción de sus principios más puros?

El silencio de los Mensajeros Divinos no significará abandono, hijos, pero sí el momento de que los últimos apóstoles den testimonio de la vida crística, de la unidad por encima de los estímulos de guerra que impregnan a la consciencia humana, del amor por encima de los estímulos de odio, del perdón por encima de los estímulos de venganza y de juzgamiento.

Este será el tiempo de trascender, de adentro hacia afuera, los estímulos mundanos, el sentimiento de poder y superioridad que siempre llevó a la humanidad a la desunión y a la destrucción de su Propósito Superior.

¿Escogerán ir más allá de sus propios pensamientos y pareceres para unir y amar o vivirán los mismos errores que, de tiempo en tiempo, los llevaron a perderse como civilización? Es tiempo no solo de reflexionar, sino de vivir; es tiempo de transmitirle paz a un mundo en guerras.

De su boca se desbordará aquello de lo que esté lleno su corazón; de sus acciones desbordará aquello de lo que esté llena su consciencia; de sus pensamientos y sentimientos desbordará aquello de lo que esté lleno su subconsciente.

Por eso, oren y elévense, trasciéndanse y vivan esta prueba de la humanidad, dándole a conocer al mundo lo que recibieron en los últimos 17 años, que son impulsos crísticos de Amor y Sabiduría que deben encontrar expresión en sus vidas.

Tienen Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que tu corazón no tema el vacío, la soledad, el abandono o cualquier prueba de estos tiempos.

Que tu corazón no tema la transición de los días, la purificación humana, el parto planetario o la agitación de la naturaleza.

Que tu corazón no tema las consecuencias de las decisiones de las naciones, la ignorancia de los hombres, la indiferencia de los corazones. Antes, hijo, haz de todo esto el motivo y el motor de tu transformación constante, de la urgencia con la que debes dar tus pasos en dirección a Dios.

Que la situación planetaria no sea para ti motivo de miedo, desesperación o desesperanza. Antes, que sea el motor que te impulsa todos los días a dar más de ti, de adentro hacia afuera, y a vivir verdaderamente los principios espirituales que guían tu vida y guiaron tus pasos hasta este momento y que ahora deben encenderse y seguir su revelación para que tu consciencia sea la punta de una lanza en ascensión, abriendo camino en la consciencia humana a la evolución superior.

La Cruz, plena de dolor, vacío, soledad, indiferencia, humillación, sufrimiento, tristeza, negación, traición y un profundo abismo espiritual, le reveló a la humanidad un sentido del amor nunca antes experimentado, ni siquiera por el propio Creador, sino a través de Su Hijo.

El fin de los tiempos, la transición entre el viejo y el nuevo hombre, la pasión planetaria plena de caos, ignorancia, maldad, oscuridad, sufrimiento, desierto, confusión interior, conflictos y guerras, le revelará a los seres un sentido de trascendencia de las miserias humanas jamás experimentado en toda la Creación; le revelará un grado de perdón, de misericordia y de amor que le traerá a la vida una nueva Ley, cuyo nombre se diseña en la Consciencia Divina, porque jamás fue pronunciada o vivida por las criaturas.

Mientras el enemigo sembraba temor en el Corazón de Cristo, Él le respondía con silencio y unidad con Dios. Y cuanto más profundo era Su dolor, más profunda era Su unión con el Padre y Consigo mismo, con el Propósito de Su existencia, con la razón de Su vida. Y, en cada paso con la Cruz, Jesús se revelaba a Sí mismo quien verdaderamente era, el Cristo nacía en Su interior y le demostraba, primero a Dios y después a Sí mismo, el sentido de Su entrega.

Por eso, hijo, no temas y no dejes que el enemigo siembre y coseche temor en tu corazón ante la situación planetaria. El enemigo sembrará el miedo, el odio y la guerra; y la respuesta dentro de ti, nacida del silencio y de la oración, debe ser la expresión de lo que naciste para ser, la expresión del propósito de tu vida, la unión cada vez más profunda con Dios para que puedas descubrir y ser quien verdaderamente naciste para ser.

Yo no te diré la respuesta, no te diré quién debes ser, pero recuerda siempre Mis Palabras y busca responderle este misterio a tu propio corazón.

Ve en busca de lo que eres.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN PHOENIX, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mientras recorren los lugares sagrados, tengan en sus corazones a toda la humanidad, a toda la vida.

Sientan que todo lo que reciben, como impulso interior, llega a cada ser de la Tierra y más allá de ella.

Sientan la unidad espiritual que se establece en los corazones de los que saben que todo lo que reciben no es para sí mismos, sino para que el Plan de Dios se cumpla en todos Sus hijos y en este mundo.

Más allá de unir las dimensiones y llegar al Corazón del Padre Celestial, los seres humanos, hijos, tienen la posibilidad de compartir interiormente todos los aprendizajes evolutivos que viven, así como todos los códigos de luz que reciben para dar sus pasos en dirección al Amor de Dios.

Fue de esa forma que el Amor alcanzado por su Señor en la Cruz desbordó de Su Corazón, y todo lo que Él alcanzó llegó a cada ser de este planeta y mucho más allá de él. 

Este es uno de los dones que Él les enseñó con Su entrega: el don de donarse no solo a sí mismo, sino de donar todas las Gracias recibidas y alcanzadas. El don de sentirse unido a todas las criaturas y saber que todo lo que viven es por todo y por cada ser de este planeta.

Miren al prójimo, aunque sea un desconocido, y sepan que él es también parte de Dios y que está aquí para aportar algo, aprender algo, redimir algo y alcanzar el mismo amor que, por Gracia y Misericordia, ustedes reciben todos los días.

Cuanto más dejen influir a las dádivas recibidas y, conscientemente, vivan las Gracias como un servicio por la humanidad, más, hijos, esas dádivas fluirán al mundo.

Recuerden que los seres humanos son un gran misterio. Misterio que se devela experimentando y viviendo, arriesgándose a amar y a servir cada vez más profundamente.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos:

Todo está cumplido cuando el corazón es humilde delante de Dios y del prójimo.

Todo está cumplido cuando la consciencia comprende la importancia de cada Reino de la Naturaleza y de cada esencia viva en la manifestación del Plan de Dios.

Todo está cumplido cuando la fe trasciende las apariencias. Todo está cumplido cuando el amor vence a la individualidad y al egoísmo, y los seres comprenden y viven el principio de la unidad.

Todo está cumplido cuando la mente se silencia y da espacio a la voz del corazón. Todo está cumplido cuando la ignorancia cede lugar a la verdad y las dudas son disipadas ante la expresión de la luz.

Todo está cumplido cuando la búsqueda de la felicidad da espacio al encuentro con la verdadera alegría de cumplir la Voluntad Divina.

Todo está cumplido cuando la materia se rinde y, entregando sus aparentes límites, descubre en sí misma al Infinito.

Todo está cumplido cuando la transformación alcanza a la consciencia, y el espíritu se encuentra preparado para recordar su origen.

Todo está cumplido cuando los seres aprenden a perdonar, y ese perdón abre las puertas a la redención planetaria.

Todo está cumplido cuando la paz triunfa en el interior de los seres, y los pacificadores la establecen en el suelo sagrado de la Tierra.

Todo está cumplido cuando la oración se torna el único idioma, la única forma de expresión del verbo humano, extirpando de su boca y de su consciencia toda crítica, todo juicio y toda separatividad.

Todo está cumplido cuando los hombres escuchan la Voz de Dios y responden a Su Llamado.

Todo está cumplido cuando los corazones se reconocen jardineros de la nueva vida en este mundo y preparan, con virtudes y Leyes divinas, el suelo fecundo de la Tierra.

Hijos, todo estará cumplido cuando lean Mis palabras y las vivan. Ustedes podrán, un día, mirarse a sí mismos y comprender que allí se encuentra el libro vivo que, a pedido de Dios, escribí en la consciencia humana.

Su padre y compañero,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que despierten los jóvenes de la Tierra, trascendiendo los viejos patrones humanos y reconociendo su identidad universal. Que despierten al amor y a la unidad con Dios, encontrando un sentido para su existencia.

Que despierten los jóvenes de la Tierra, renunciando a los placeres y a las superficialidades del mundo para que experimenten el verdadero júbilo, que es celestial. Que despierten a la misión que hace eones, en el cosmos, se comprometieron a cumplir.

Que despierten los precursores del nuevo mundo, aquellos que no medirán esfuerzos para hacer triunfar el bien y que, con sus ejemplos, convertirán y despertarán a los nuevos espíritus.

Que despierten aquellos que, con el ímpetu de su juventud, romperán barreras y borrarán fronteras, reconociendo la unidad que existe entre todas las criaturas de Dios.

Que despierten los jóvenes de la Tierra a la vida superior, al amor al cosmos y al Plan del Creador. Que reconozcan que  este tiempo es definitivo y caminen sin miedo hacia el establecimiento de la paz.

Que despierten aquellos que imitarán el ejemplo de Cristo y unirán culturas, credos, razas, naciones, idiomas y religiones con un único propósito: establecer la paz y manifestar un nuevo mundo.

Que despierten aquellos que unirán los tiempos, que abrirán las puertas de la Tierra a las nuevas leyes y rayos universales; que retirarán los velos de la consciencia humana y que disolverán su ceguera, haciendo que reconozca la verdadera luz.

Que despierten los hijos del Nuevo Hombre, aquellos que en la historia universal serán conocidos como los que trascendieron los viejos patrones por medio del amor, vencieron la oscuridad con la luz de su esencia y manifestaron el Propósito divino, llevando hacia el universo, hacia la Tierra redimida, una civilización de Nuevos Cristos.

Que despierten aquellos que no temerán dar los pasos que el Creador espera y vivir lo que hoy parece imposible para la humanidad; aquellos que, viviendo el amor y la unidad, permitirán que el Cristo, que fue su ejemplo, siga Su evolución y trascienda la vida material, mental y espiritual, para llegar a ser la Vida que todo lo habita, en los universos sublimes, en la Consciencia del Padre.

Que despierten los jóvenes de la Tierra: los jóvenes de cuerpo, mente, corazón y espíritu.

Que despierten todos aquellos que esperan representar lo nuevo.

Su padre y compañero,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La Liturgia de la Vida


En el universo, hijos, la vida por sí misma es una liturgia permanente.

La hora de reposar los cuerpos es la hora de meditar en el Propósito divino, de reconfirmar al propio espíritu en su adhesión a los Planes de Dios y al camino evolutivo que Él propone a Sus criaturas.

La hora de despertar es la hora de ofrecer al Padre cada acción, cada movimiento, pensamiento, sentimiento, cada vibración emitida, para que todo sea por la manifestación de Su Voluntad.

Cada trabajo que se realiza, cada contacto que hacen los unos con los otros, todo es para que se establezca la paz y por la evolución de todas las criaturas, nunca solo por la propia evolución.

En el universo, no existe el individualismo: la consciencia de la unidad y de la fraternidad es viva.

Los seres saben, desde el principio de su evolución, que para crecer y llegar al Origen de Todo, deben vivir la unidad con todos. Saben que para llegar al Creador de todas las cosas, es necesario estar unido a todo lo que Él representa y, reconociendo que Su Esencia divina se multiplicó en toda la Vida, los seres conscientes viven la unidad con todos.

En la vida universal, antes de actuar, los seres ofrecen al Padre sus acciones y preguntan a sus esencias, que representan la unidad con Dios, cuál es el mejor paso para dar. La confianza en el Creador está por encima de todas las cosas. La certeza de que Él habita en el propio interior y ahí interactúa con Sus criaturas es lo que fortalece constantemente a Sus hijos, para que no salgan de Su Camino ni de Su Guía.

Les digo eso, hijos, porque la Tierra debe ingresar en el tiempo del Universo y eso comienza con la transformación de cada consciencia. Ustedes deben aproximar sus vidas a los patrones de vida universales y, para eso, es hora de reconocer y de recordar los principios de esa vida.

Hagan, de cada día, una liturgia viva: que todas las horas sean momentos de encontrar a Dios; que todas sus acciones sean motivo para buscarlo, y que las liturgias y momentos de oración, que ya conocen, sean el alimento que nutre las almas y las fortalece; sean oportunidades de interceder por aquellos que están dormidos y por los que no conocen la paz; oportunidades de clamar por los Reinos de la Naturaleza y de aproximarse más conscientemente a la Verdad.

Es hora de despertar para la liturgia de la vida.

Si ustedes viven lo que les digo, en poco tiempo, comprenderán por qué les enseñé estas cosas.

La liturgia de la vida es la puerta al cosmos.

Los amo y los bendigo siempre.

Aquel que vive en la oración permanente a Dios,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CASA DE COSTURA OFICINA SAN JOSÉ, COMUNIDAD-LUZ FIGUEIRA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El servicio dignifica al alma y le da al mundo el espíritu de la caridad, tan escaso en todos. Cuando un corazón descubre el amor al servicio, se torna pleno y encuentra un camino seguro para su consagración.

El segundo paso después del servicio abnegado, bajo el espíritu de la caridad, es el sacrificio consciente en nombre de los padecimientos de Cristo. Por más simple que les parezca lo que realizan, siempre que ofrezcan sus acciones en reparación del Corazón de Cristo, sus ofrendas son aceptadas y el Sagrado Corazón es aliviado.

Consagré esta casa a Mi Casto Corazón para que aquí vivan la simplicidad, la caridad y el amor entre todos. Quiero hacer de cada corazón servidor una fuente de paz para este planeta.

Muchos piensan que es necesario realizar grandes obras e ir muy lejos para que el servicio sea válido y verdadero, pero Yo les digo que fue dentro de una simple carpintería que presté el mayor servicio de Mi pequeño Espíritu y ahí encontré la santidad y la puerta a la Divinidad, que alcancé al lado de Mi Hijo.

La santidad en la vida de cada ser no depende de las circunstancias externas en que vive; depende solo de cada corazón, de la disposición de cada uno para tornar sagrada la propia existencia.

Si en el servicio que prestan ofrecen a Dios sus actos, descubrirán muchos misterios que les serán revelados como comprensiones, a veces inexplicables, que provienen del corazón y solo para él serán claras.

Me comprometo, como padre de todos los servidores, a estar presente entre ustedes siempre que invoquen Mi presencia a través de la oración, la caridad y los actos de compasión y de fraternidad.

Me comprometo a interceder por las almas y por los Reinos de la Naturaleza en este oratorio de caridad.

Solo les pediré que se acuerden de Mí y que hagan de este espacio un lugar de alegría, de caridad y de unidad entre los hombres y Dios.

Quisiera que en la entrada de esta casa estuviera la imagen de Mi Casto Corazón, consagrando y bendiciendo este lugar, que irradiará la inspiración al servicio para las almas que deben aproximarse en estos tiempos.

Yo los bendigo y los protejo.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Establece el Reino de Dios en tu interior, ese espacio de paz donde las Leyes Universales encuentran su manifestación.

Establece en ti la unión con el Padre y permítete asemejarte a Él, dándole la potestad de transformarte según Su Voluntad.

El Reino de Dios no es como los reinos de este mundo, donde algunos disfrutan de las riquezas y la mayoría sufre y trabaja para servir a los primeros.

En el Reino de Dios todo está impregnado por la Consciencia Divina. El Creador está en todos Sus siervos. Él mismo es la esencia de la humildad, viviendo en el más pequeño como en ningún otro.

En el Reino de Dios solo triunfan la paz, el bien, el amor y la unidad, principios que se convierten en leyes manifestadas en la vida de todas las criaturas que comparten ese estado de consciencia, que es el Reino del Creador.

Vive estos principios en ti y vuélvete digno de ser portador del Reino de Dios, que emerge primero en el interior de los seres, a partir de la unión con el Padre, y después se establece fuera, en la vida material de este mundo.

Todo principio, ley o manifestación de la Consciencia Divina, antes de plasmarse externamente en la vida planetaria, primero encuentra su morada en el corazón de cada ser. El corazón es el puente con Dios, es la puerta hacia el Cielo, es el gran manifestador de la Voluntad Divina. Todo aquel que tiene una misión, primero la conoce en el corazón, la siente, la comprende y la acepta, para después vivirla.

Cristo, primero vendrá a los corazones en Espíritu y Divinidad; después, se manifestará en Cuerpo y Alma, cuando Su morada ya esté establecida en los corazones de aquellos que, habiendo reconocido Su Presencia en los propios corazones, lo reconocerán cuando retorne y cumplirán con Él el final de esta Obra Redentora. Por eso, lleva el Reino de Dios hacia dentro de ti; hazlo siendo consecuente con él, viviendo la paz, el amor, la unidad y la humildad como premisas.

Deja, hijo, que las Leyes Superiores actúen en tu corazón y que, desde ti, lleguen al mundo entero. Déjate ser moldeado, transformado, corregido. Prepárate y consolida en ti el Reino de Dios, morada segura para el Redentor.

San José Castísimo, aquel que prepara el retorno de Cristo en el interior de los seres.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE LOS COCOS, CÓRDOBA, ARGENTINA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

 

Devocionario por el Ecumenismo y
por la Unidad en la consciencia humana


Cuenta de unión

Señor,
por la unión de la humanidad a Tu Propósito de Amor,
rogamos por Tu Presencia
en las diferentes naciones, pueblos y religiones,
que la Cultura Universal sea una realidad en la Tierra.

Amén

Primera decena

Por el Poder de la Divina Misericordia
emanada del Sagrado Corazón,
que todos los pueblos, razas, culturas y religiones
alcancen la Redención.

Amén.

Segunda decena

Por el sacrificio vivido por Cristo
y por los méritos alcanzados por Él en la Cruz,
que todas las naciones despierten
a la vivencia del Amor absoluto.

Amén.

Tercera decena

Por el Poder de la Piedad emanada por Cristo
al descender de la Cruz en los brazos de la Virgen María,
que todas las culturas, religiones, creencias y naciones
se unan para verter la Gracia de Dios
sobre los más olvidados y perdidos
entre los hombres y los Reinos de la Naturaleza.

Amén.

Cuarta decena

Por el Poder del Amor Puro
que resucitó cada célula de Cristo
y lo hizo vencer la muerte,
que todas las religiones renazcan
en el Principio de la Pureza.

Amén.

Quinta decena

Por la Gracia absoluta que nos concede el Creador
con el retorno de Su Hijo,
que todos los pueblos despierten, todos los corazones se abran
y que todas las lenguas proclamen, en un solo idioma,
la unidad con Dios por medio del Cristo Resplandeciente.

Amén.



Cada día que pasa, la humanidad se separa más de Dios y, en consecuencia, los seres humanos se separan más los unos de los otros, fortaleciendo la individualidad y el desamor en un mundo que debería emanar el Principio de la Unidad hacia todo el cosmos.

Por esta razón, les pediré que oren por todas las religiones, por todas las naciones, por todas las razas y por todas las culturas.

Que las criaturas que un día nacieron de la Consciencia Divina puedan regresar a Ella.

Que las diferentes expresiones de Dios en la Tierra encuentren la pureza de su impulso original.

Que en el nuevo ciclo de la Tierra todo sea según la Voluntad del Creador; todo sea según Sus principios divinos.

Oren con amor y con el corazón, porque las dos misiones que ustedes viven actualmente están abriendo una puerta para que la humanidad despierte al respeto y a la unidad de unos con otros y de todos con Dios.

Yo los amo y los aguardo en oración.

Oraré con ustedes todos los días y por toda la eternidad.

Su padre y compañero,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fraternidad, Unidad con Dios, Fe y Esperanza son atributos que siempre deben reinar en el corazón humano.

Partiendo del principio de la Unidad de Dios, que en la diversidad de la manifestación de Su Consciencia jamás dejó de ser Único, vivan ustedes también la unidad entre sí como un único cuerpo perteneciente a la Consciencia Divina.

El Creador se multiplicó y se expandió en diferentes formas de vida, de expresión, de manifestación, para que Su Perfección se hiciera vida y materia, para que el Amor que Él expresa en Su Espíritu Divino pudiera tornarse carne, mente, sentimiento, alma, espíritu, vibración y sonido, para que no hubiera límite en la manifestación de Su Amor.

Dios impregna todo lo que fue creado y a todas las criaturas les da la oportunidad de ser semejantes a Él. Conscientes de los Principios del Creador, ustedes deben imitarlo. Que el amor se multiplique en sus corazones, que se exprese de diferentes formas, con palabras, oraciones, silencio, acciones, con comunión interna, espiritual o física, a la hora de recibir la Eucaristía. 

Como grupo, exprésense como la Consciencia de Dios: muchas formas de vida, muchas formas de servir, infinitas posibilidades de amar, pero todo eso sin perder nunca la unidad.

Aunque las criaturas existentes sean tan diferentes unas de las otras, eso no hace desaparecer de ninguna de ellas la esencia que las une en la semejanza divina con el Padre Creador.

Les digo todas estas cosas porque es hora de la unidad, de la reconciliación, de la fraternidad como puentes para el amor.

Las diferentes misiones que hoy se están llevando adelante indican el camino que cada uno debe recorrer en su día a día: superar las diferencias entre razas, culturas, idiomas, naciones, religiones, para vivir, como humanidad, la Unidad con Dios.

Sean conscientes de que llegará la hora de unir sus consciencias en un único propósito: ofrecer a la Tierra paz y reconciliación.

El sufrimiento del corazón humano hace que se venzan las barreras para amar, y la necesidad de encontrar la paz los une.

Tanto en Medio Oriente como en Chaco, comprenderán lo que la purificación material, mental y física, causa en la consciencia humana. Deben estar delante de estas situaciones tan extremas no solo para auxiliar, sino también para aprender. Entonces, con ese aprendizaje en la consciencia, deberán preguntarse si realmente es necesario que pasen por semejantes purificaciones para que aprendan a vivir el amor, para que busquen la unidad con el prójimo, para que trasciendan las diferencias y caminen rumbo a la concreción de los Planes de Dios como una única raza.
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El dolor los hace buscar el amor, aunque la posibilidad de amar existe dentro de sus corazones, latente como una condición natural del ser humano. Solo es necesario que salgan de sí mismos y se entreguen a la búsqueda de ese Amor Crístico, verdadero; amor que une los universos, amor que destraba la evolución, amor que los asemeja a los ángeles y les permite retornar a Dios.

Delante de las situaciones de Medio Oriente y de Chaco, reflexionen profundamente y hagan sus elecciones: esperar los tiempos de caos o aprender a amar desde ya, rindiéndose a la Gracia de la Unidad con Dios.

Su padre y compañero de siempre,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En el principio de la Creación solo existía la Unidad, la Consciencia Divina que habita donde no hay tiempo ni espacio, donde no hay materia, sentimientos ni pensamientos, donde solo hay Espíritu.

Sin dejar de ser Unidad, el Espíritu de Dios se multiplica. Esto es Omnipresencia.

Sin dejar de ser Espíritu, nace la Mente de Dios manifestada en los Arcángeles. Esa es la obra de la Omnisciencia.

Sin separarse de los niveles del Espíritu, Dios manifiesta la Luz en creaciones materiales. Ese es el fruto de la Liberación.

Dios, que era Uno, se divide en tres, sin dejar de ser Único. Incomprensible para la mente humana es Su Trascendencia.

Dios Padre se hizo Hijo y en la Transfiguración multiplica a Su Único Hijo en todas las criaturas. Todas son Una con el Padre, por intermedio del Hijo.

Los principios primordiales toman vida propia y poder creador. Los Rayos se tornan consciencia y habitan todas las partículas existentes en el cosmos.

Dios jamás perdió la Unidad del inicio. Su multiplicación no tiene fin, no tiene límite. Su Consciencia se expande más allá de las fronteras del espíritu, de la mente y de la materia. Su Divinidad todo lo impregna.

Ustedes pueden preguntarse: “¿Cómo habitará el Creador en un mundo tan lleno de oscuridad? ¿Dónde está Dios, cuando el caos se precipita en el mundo?”.

Dios es Vida que habita la esencia, Consciencia que anima a los conscientes, Luz que da forma y vida a lo que los ojos de los que no están ciegos pueden ver. 

Un hombre puede no ser ciego, pero si hay ausencia de luz en su vida, nada podrá ver. No es que el mundo no exista, que los colores no existan, que la vida no exista: lo que sucede con ese hombre es que está separado de la luz. No está ciego, solo está encerrado en un cuarto oscuro y vacío, y no encuentra forma de abrir las ventanas ni sabe que las ventanas existen en el cuarto de su consciencia.

Así sucede con la mayoría de la humanidad. La ignorancia y la indiferencia encerraron a la consciencia humana en un cuarto oscuro y todos los misterios de la vida están del lado de afuera, listos para ser revelados en el momento en que se abra la ventana de la consciencia.

Como no están ciegos, creen que ven todo. Como no conocen la luz, no saben que están presos en un cuarto oscuro y piensan que la vida comienza y termina dentro de las cuatro paredes de ese cuarto.

El amor, el servicio y la oración llegan a lo oscuro de esas consciencias como rendijas de luz, que entran por la ventana, revelando que la ventana existe y que detrás de ella se encuentra un grandioso misterio.

Algunos pueden ver la luz por la rendija y creer que ya conocen todo; otros osarán abrir la ventana y contemplarán la vista delante suyo. La consciencia se expandirá, profundamente, a pesar de ver solo la vida delante de su pequeña ventana.

Hasta hoy, casi no existieron quienes se dispusieran a salir de ese cuarto y explorar el mundo fuera de sí mismo; por eso, los misterios continúan siendo misterios.

Comencé este mensaje con algunas palabras que son capaces de abrir, en el cuarto oscuro de la consciencia, una pequeña rendija, pero sé que muchos cerrarán la ventana con sus propias manos para, así, permanecer en la oscuridad absoluta. 

Reflexionen sobre lo que les digo e intenten, por un instante, arriesgarse a sentir en los ojos del corazón este misterioso rayo de luz, esta pequeña rendija que se abre en la consciencia.

Si dejan que la consciencia se expanda, podré llevarlos verdaderamente hacia la unión con Dios. Podrán ser más verdaderos en todo y develar misterios, incluso sobre sí mismos y sobre la vida planetaria.

Por el crecimiento y madurez de la consciencia humana y su adhesión a la Verdad,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS​​​​

Hijo:

Para vencer la indiferencia del corazón humano, comienza contigo mismo. Observa todas las veces que tu corazón se cierra la realidad planetaria o cuando piensas que te comprometes con el mundo, pero tus acciones demuestran el grado de importancia que te das a ti.

La indiferencia entorpece la consciencia y no le permite evolucionar. No es necesario que te involucres emocionalmente con lo que sucede en el mundo, pero sí que tales acontecimientos te lleven a la transformación y que te impulsen a que nunca detengas tus pasos.

La indiferencia es uno de los grandes males de la humanidad, aún peor que la ignorancia, porque aquel que es indiferente ya tiene cierto grado de instrucción y, sin embargo, sigue pensando más en sí mismo y en las propias necesidades.

Hijo, la indiferencia es lo que llevará a muchos seres que se creen espirituales al abismo de la consciencia planetaria. Cuida para que no seas tomado y llevado por la indiferencia humana. Trata de seguir tu consciencia y tu corazón, y cuando sepas que debes hacer algo, hazlo de inmediato, no ignores las necesidades. Cuando veas que alguien necesita de ti, ve en su auxilio, sin miedo. Si sabes lo que sucede en el mundo y que, en este mismo instante en el que estás delante de las Palabras de Dios, existen otros que están siendo probados en su fe y, de rodillas, eligen morir con Cristo a vivir sin Él, entonces ora verdaderamente, sin cesar.

Si ya conoces el papel de la consciencia indígena en el planeta y también sabes cuánto abandono e indiferencia padecen los indígenas, entonces actúa, sirve, ora, auxilia, ofrece tu amor. Demuéstrales a estos hermanos que ellos tienen una importancia vital en la vida espiritual del planeta y que su manera de ser no debe ser vendida de forma turística, para divertir a los inconscientes.

Cuando estés delante de un hermano indígena, aprende con él y, en tu postura de aprender, deja que emerja del corazón la pureza y la sabiduría que él tiene para transmitir a la humanidad.

Si sabes que el esfuerzo y la perseverancia son las claves para superar los obstáculos en este tiempo, entonces no bajes los brazos cuando estés en dificultades.

Si la prueba fuera mayor que tu fe, recurre a la unidad con tus hermanos; unidad que, cuando es verdadera, abre las puertas hacia Dios, para que descienda Su Voluntad.

Une tu corazón al corazón de los que están contigo. Haz de esta Obra una fortaleza en la que habitará el Rey de los reyes, en Su esperado retorno. Confía en la victoria y valora el amor.

No pienses en lo que los otros harán por ti; practica lo que sabes y vence la indiferencia que se manifiesta, en diferentes circunstancias, en los corazones de todos los seres vivos.

Sé tú aquel que trasciende las leyes de este mundo; así podré revelarte misterios universales, y los acontecimientos del mundo serán para ti las señales para leer y dar los pasos siguientes sin miedo y con valentía.

Únete a Dios, únete a esta misión universal.

Vive bajo la Gracia de la Divina Misericordia.

Por el despertar del corazón humano,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Muchos se preguntan de dónde partirá la unidad entre las diferentes culturas, religiones, razas y naciones. ¿Cómo unir tanta diversidad?

Pocos descubrieron la potencia del Amor de Dios y casi nadie vive la verdad que es saber que, si un Dios tan infinito fue capaz de crear tanta diversidad, Él se encuentra en todas las cosas y también en las diferentes religiones inspiradas por Él.

Las criaturas están dentro de la Consciencia de Dios, y Dios en ellas, pero la ignorancia que cerró sus ojos no les permite ver que el Creador está ahí, en lo profundo. Y, así, viven una ilusión, una vida separada de Él, solo por el hecho de no saber que Él Es en todo lo que fue creado. No lo ven y no lo sienten porque no se abrieron para saber que Él está en el interior de los seres.

El Creador, en Su posibilidad inconmensurable de amar, a lo largo de la existencia de la humanidad, concibió muchas religiones. Cada una conduciría una parte de Su Creación, pero al mantener viva su esencia todas llevarían a un único fin.

Cuando María dice que unirá, en Su Inmaculado Corazón a las diferentes religiones, pueblos y razas, no significa que todos reconocerán a la persona de María como Madre de Dios. María es la propia Unidad, pues Su Manto ampara en sí a toda la Creación. Como Unidad, Ella conduce a las diferentes religiones al Amor, que es el Principio que expresa Su Hijo.

Puede ser que muchos no reconozcan a la persona de Cristo como el Camino, la Verdad y la Vida, pero aquellos que creen en el Amor y viven en el Amor están en Cristo, sin saberlo.

El Amor que Cristo expresa trasciende la existencia de la persona de Jesús. La Unidad que expresa María trasciende la persona de María. Ellos ya no son parte material de una Creación. Aquellos que provinieron de un Espíritu Único se manifestaron en la Tierra para construir un camino, para expresar un arquetipo, para dar un ejemplo vivo y, ahora, en las diferentes escalas de evolución, siguen dando ejemplos y dejando Sus pisadas en todas las dimensiones, para que incluso los ángeles sigan Sus pasos.

Los principios de Amor y de Unidad son posibles de vivir para todas las religiones verdaderas e, incluso, aquellos que no tienen una religión guiada por una institución, pero que, en sus corazones, buscan religarse con Dios todo el tiempo por el Amor y por la Unidad. Es así como Cristo y María conducen a la humanidad. 

Ser cristiano es más que creer en Cristo. Si quieren llegar a la religión del corazón, en la cual todos son hermanos, hijos de un único Dios, crean en el Amor y en la Unidad.

El Amor y la Unidad los llevarán al Origen. Esta es la razón de la existencia humana: vivir esos dos atributos universales, que un día se hicieron carne y que hoy retornaron al Corazón Purísimo del Creador, para que toda criatura que vive, desde la materia hasta el espíritu, pueda retornar a Dios.

Quiero que anuncien al mundo que Dios es único y que los une a Él en los principios del Amor y de la Unidad. No importa que el camino sea aparentemente diferente, porque unos tendrán más apertura para seguir los pasos de Mahoma; otros, los de Buda; otros, de Cristo; otros, de María; pero todos pueden unirse, en espíritu, en el Propósito de Dios para la humanidad, que es único: el Amor y la Unidad para llegar a Él.

Vivan con esa certeza en el corazón y no duden, ni un solo instante, de la posibilidad de que Dios, del cual provienen todas las cosas, pueda hacer retornar hacia sí, todo lo que un día Él creó.

Yo los amo, los bendigo y les pido que sigan orando por la Paz en el planeta. Todos los días recuerden que sus espíritus ya viven en Dios y que, solo de ser conscientes de la Presencia de Él dentro de ustedes, ya son portadores del mayor misterio de Amor y de Misericordia de esta Creación.

Oren por los que desconocen el Amor de Dios y por aquellos que creen que lo aman, pero que no conocen el verdadero Amor ni la verdadera Unidad que llevan al Creador.

Su padre y compañero,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mientras el enemigo intenta fortalecer el ansia de poder material y la discordia entre las naciones y las diferentes religiones del mundo, que aquellos que aún están lúcidos y firmes en la aspiración de seguir el Propósito Divino fortalezcan la convicción de que el único Poder es el que viene de Dios y de que todas las religiones que conducen al Padre deben ser respetadas.

Hijos:

Comprendan que el espíritu de la próxima misión a Medio Oriente, como también la de Chaco, es la Unidad, la posibilidad de unirse en amor y en respeto a las diferentes culturas y formas de reverenciar a Dios, que es Único.

Si las almas caminan hacia Dios bajo el espíritu del Amor, de la Fraternidad y de la Unidad con el prójimo, no importa la forma como recorran este camino, porque, cuando llegue la hora, Dios mismo unirá todos los senderos abiertos por Él a lo largo de la existencia humana, para fundirlos en un único destino, que es el Amor y la Unidad con Él.

Lo más importante en este momento es darle ejemplo al mundo de la posibilidad de amor existente entre las diferentes religiones, culturas y naciones. No importa si los cristianos son perseguidos en Medio Oriente, el hecho de que los cristianos de Occidente vayan en auxilio de ese pueblo, con la intención de disolver el odio que se expande en los corazones es para Dios un acto grandioso que equilibrará muchos males del planeta.

Así como los misioneros están yendo a Medio Oriente, que todos los seres orantes del mundo los acompañen con sus corazones y se unan a este propósito de orar verdaderamente para que las diferentes religiones se fortalezcan en la esencia de unión con el Único Dios, que es el Dios del Amor y de la Verdad.

Hijos, jamás permitan que el enemigo alcance su meta de destruir en el corazón humano la fe en sus religiones y la esencia de todas ellas. Que todas las religiones verdaderas, que llevan a Dios, puedan mantener la pureza y la esencia vivas, para que sigan religando las almas al Creador, como es el propósito de la existencia de cada una de ellas. 

También en Chaco, en Argentina, deberán aprender la religión del corazón, que trasciende las instituciones y solo se basa en el verdadero sentido de la palabra: religarse.

Que, poco a poco, el amor y el respeto sean sembrados en la consciencia humana. Esa es la Voluntad de Dios para este tiempo. Que, a pesar de las diferencias, haya unidad entre los seres. Que los diferentes caminos sean formas de conducir a las diferentes almas a un único propósito: el Amor y la Unidad con Dios.

Si aprenden a dar la vida por sus amigos, a amar y a perdonar por sobre todas las cosas, estarán viviendo los Principios Crísticos, aun dentro de otras religiones. Es así como la consciencia alcanza la cristificación, aunque solo llegue a comprender la esencia de su experiencia cuando trascienda el nivel físico de este mundo.

Cristo está escondido en la esencia de todas las religiones verdaderas, pues aquel que vive en el Amor vive en Cristo.

Yo los amo y los bendigo.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hermana Lucía de Jesús: Estábamos realizando una tarea grupal con todos los miembros de la Comunidad-Luz Fraternidad de Aurora, en Uruguay, en donde vivimos, y concluimos la jornada de trabajo con la transmisión del mensaje diario de San José. A pesar de haber llegado de un campo de refugiados de Medio Oriente, San José nos transmitió un mensaje dirigido especialmente a las Comunidades-Luz, pero que, como Él mismo explicó, puede servir para todos los que se consideran servidores de Dios y consagrados a Su Plan. Que todos los que lean este mensaje practiquen estas palabras, adaptándolas a la propia vida. Este fue un pedido de San José. 

La fraternidad es algo que debería caracterizar a este mundo, un atributo que todos los seres de la Tierra deberían contener en su interior, para que fuese el punto de partida para la vivencia del Amor Crístico. Para dar la vida por sus amigos, primero ustedes deberán aprender a ser fraternos.

Existen seres que consiguen ser fraternos por la naturaleza de sus espíritus, pero otros deberán hacer transpirar mucho al ego, en un arduo trabajo de trascendencia de los propios pareceres, voluntades y necesidades; deberán vivir una verdadera renovación en lo que llaman “prioridades” en sus vidas.

La prioridad de los seres humanos encarnados en este mundo debería ser, en verdad, la vivencia perfecta del Amor y de la Unidad, de los unos con los otros, de cada uno con Dios y de todos con Él; teniendo esto como única prioridad, todo lo demás debería adaptarse.

Si piensan que tienen alguna necesidad mayor que la de vivir la fraternidad y el amor, comiencen desde ya a meditar sobre la razón de sus vidas y el propósito de sus existencias en el mundo.

Busquen, por un instante, la razón por la cual se levantan todos los días. ¿Por qué trabajan, estudian, comen, beben, construyen casas, programan sus días, hacen planes? ¿Cuál es el verdadero sentido de todo eso?

¡Ustedes no deben pensar que la vida limita su propósito a la simple necesidad de mantenerse vivos y cómodos en este mundo! ¿O sí?

Si el alma no encuentra un propósito superior por el cual levantarse todos los días, va perdiendo el interés por la vida.

Deben hacer de esta experiencia en la Tierra un acto permanente de renovación, de trascendencia, de superación, de libertad en Dios, ¡para amar! Libertad de sí mismos, para donarse al prójimo sin límites ni restricciones.

Todos piensan que viven por un propósito superior; todos creen que están en el mundo para aprender el amor, pero cuando están delante del alimento en la mesa, intentan tomar de inmediato lo mejor para sí. Si ven que el otro necesita de ayuda, fingen que no están viendo. Si van para alguna tarea grupal, rápidamente buscan aquella que más les gusta, o aquella que más “necesitan”. ¿No será que existe otro hermano que necesitaría, más que ustedes, colocar los pies en la tierra y cuidar una flor, mientras ustedes podrían hacer alguna otra tarea dentro de la casa?

Aquellos que viven en las comunidades saben lo que les digo. Les pido perdón a los que no comprenderán Mis palabras y Me tomo un tiempo para instruir a las almas, tan amadas por Dios, que decidieron entregar sus vidas para el cumplimiento de Sus Planes y que deben reflexionar si realmente lo están haciendo.

Estas palabras les servirán a todos los que se consideran servidores del Plan y consagrados a Dios, porque deben llevarlas a su propio día a día y hacerlos meditar sobre sí mismos, nunca sobre el otro.

Entonces, piensen verdaderamente: ¿Están aquí para servir al Plan o para vivir su propia transformación y nada más?

Desde que hablamos de Cristos del Nuevo Tiempo, ¿alguno de ustedes ya está trabajando por la cristificación de otros o piensan solo en la posibilidad de ser ustedes mismos esos Cristos? Deben percibir que, aun siendo este un propósito superior, están pensando en sí mismos.

Si necesitan estar a solas y alguien necesita de su presencia, ¿fingirán que no lo ven? Si quieren dormir temprano y hay otro que aún no terminó sus quehaceres, ¿pensarán: “Mejor uno solo cansado que dos”?

Queridos, les hablo como un padre, porque sé que sus almas quieren crecer y deben hacerlo. Los tiempos de definición no están tocando más a la puerta, ellos entraron en sus casas y están exigiendo de todos una vida verdaderamente espiritual.

Si la humanidad no diere un paso rumbo a la verdadera fraternidad y al amor, y sigue parcialmente entregada a Dios, si se puede decir que entregó algo, jamás se cumpliría el Plan, tal como el Señor espera.

Dios se silencia y busca encontrarlos en la más profunda esencia de sus corazones. ¿Alguien lo buscó? ¿Crearon condiciones para que sus hermanos puedan hacerlo?

Reflexionen si el verdadero propósito de sus almas es la vida del espíritu.

¿Quieren construir una isla de salvación y de rescate? Entonces rescaten, mientras hay tiempo, la propia vida espiritual.

Yo los amo y por eso les digo todas estas cosas. Que cada uno las tome para sí.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hermana Lucía de Jesús: Mientras orábamos, vi a San José en Medio Oriente, vestido como musulmán y con un paño que le envolvía la cabeza. Andaba por el desierto, acompañando a diferentes familias que emigraban y colocaba en Sus brazos a los niños más cansados de caminar. Después, lo vi en otras ciudades grandes, ayudando a las personas en las calles o solo acompañándolas como alguien que simplemente pasaba por ahí. Lo vi también en diferentes aldeas indígenas y cuando apareció, estaba rodeado de niños indígenas, que parecían tener entre tres y ocho años de edad. Mientras San José transmitía el mensaje diario, los niños que lo acompañaban irradiaban, espiritualmente, luz para las diferentes tribus indígenas del mundo.

Queridos compañeros en Cristo, misioneros del amor en esta Tierra con tanta necesidad de auxilio y de paz: 

Hoy vengo a su encuentro con alegría, aunque también con mucho pesar en lo profundo de Mi Casto Corazón.

Vengo con alegría porque sabía que, al llegar al mundo, encontraría seres dispuestos a estar Conmigo en dondequiera que sea necesario. Y vengo con pesar porque no puedo ser indiferente a todo lo que sucede en el mundo y también en el universo, como repercusión de los acontecimientos en la Tierra.

Hoy, no solo vengo de Medio Oriente. Vengo de muchos lugares de este vasto planeta, en donde puedo caminar más allá de las fronteras, ya que, para Mí, ellas no existen. Vengo principalmente de la región de Chaco, en Argentina, y también de otras aldeas y tribus de pueblos originarios que la humanidad aún desconoce. Y no estoy solo, pues traje al encuentro de ustedes a los pequeños que, desde los Planos del Espíritu, irradian su pureza a los seres humanos que tienen la misión de seguir resguardando la presencia de la consciencia indígena en el planeta para que la pureza y la simplicidad no desaparezcan del corazón humano.

Muchos piensan que no sería necesario realizar dos misiones al mismo tiempo y elucubran, imaginando la razón por la cual pedimos una misión en Chaco, ya que los misioneros están yendo tan lejos, a Medio Oriente.

Sé que la ignorancia propia de la mente humana común muchas veces no les permite pensar ni sentir cómo piensa y siente el Creador de todas las cosas. Por eso, les explicaré algunas verdades, pidiéndoles que las observen y que aprendan de ellas, para cuando llegue el tiempo de que con su propio discernimiento tomen decisiones importantes, tiempo en el cual Nosotros ya no les podremos dictar todos los pasos, como ahora. 

La consciencia indígena, de manera general, tiene la importante misión de resguardar la pureza en la humanidad y también la posibilidad de comprender la naturaleza y, por medio de ella, encontrar a Dios. Los indígenas son guardianes de la unidad, de la vida en comunidad, de forma pacífica y amorosa. A lo largo de los tiempos, muchos fueron perdiendo esos atributos, y las costumbres de la humanidad actual fueron influyendo en las diferentes comunidades indígenas del mundo.

En Argentina, la región de Chaco, así como otros lugares, es un espacio de la consciencia de la nación que, a pesar del abandono y del sufrimiento en que vive, no perdió la esencia de lo que es y sigue siendo guardiana de la pureza, principalmentepara esa nación.

Como América del Sur tiene un papel primordial en el final de los tiempos, si la propia Argentina no cuida el tesoro que tiene en Chaco, podrá perder la posibilidad de vivir la simplicidad, la humildad, la paz y la pureza, atributos que son primordiales para el surgimiento de una Nueva Raza.

Esa misión de consagrar América a Dios es responsabilidad de todos aquellos que responden a esta Obra del Señor, los cuales deben tener consciencia de que cada pueblo cumple un papel primordial en la construcción de la Nueva Tierra.

¿Por qué enviamos los misioneros a Chaco y, al mismo tiempo, a Medio Oriente? Porque, mientras que unos intentarán curar el dolor, el sufrimiento y el rencor de seres que salieron de sus tierras, de sus casas, otros irán al encuentro de una situación semejante, de personas que también fueron apartadas de sus tierras y, sin embargo, no perdieron la esperanza.

Que la pureza de sus hermanos indígenas sea irradiada a Medio Oriente y que, gracias a los diferentes misioneros que conformarán esas dos misiones y a todos los grupos orantes que los  apoyarán, pueda darse una conexión de amor y de unidad, para que por medio del servicio, el amor fortalezca a la población de Chaco, y que la pureza de ese pueblo, fortalecida por el amor, llegue a Medio Oriente como esperanza de que un día esos hermanos puedan vivir la fraternidad.

Que, en estas dos misiones, ambos pueblos reaviven la esperanza de estar entre hermanos, en un mundo de cooperación, de fraternidad, de unidad de unos con otros y de todos con Dios. Todo esto se alcanza con la pureza de intención y con el corazón unido perfectamente al Corazón de Dios, de donde provienen todos los principios y arquetipos para la humanidad.

¡Adelante, misioneros de Cristo, de María y de Mi Corazón Castísimo! Estaremos en Omnipresencia con todos, velando por el cumplimiento del Propósito Divino.

Su padre y amigo, misionero de todas las horas,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ama al prójimo sin límites, como si Dios mismo se multiplicase en cada uno de tus hermanos y te llamase a servirlo y a acompañarlo en Su desarrollo dentro de los seres.

Ama al prójimo sin límites, para que tu amor fecunde en los corazones de tus hermanos la semilla de la esperanza de un día vivir plenamente la fraternidad y la unidad entre todos.

Ama al prójimo sin límites y, aunque a veces tus obras no puedan llegar a todas las criaturas de la Tierra tan directamente, igual ama y, en tu espíritu, deja que el amor impregne a todos los seres, como lo hace el Señor tu Dios y tu Padre, que te llama a seguir Sus pasos.

Ama al prójimo sin límites, con un amor verdadero, espiritual, maduro, simple, servicial y fraterno, porque de esa forma Dios mismo podrá amar por tu intermedio.

Ama al prójimo sin límites y dona todo de ti para la concreción del Propósito Divino en los demás y en el planeta.

Ama al prójimo sin límites, ora por el mundo, clama de rodillas por los que perdieron la fe. Siente en tu pecho el dolor de los que viven sin esperanza y lleva a los pies del Creador tu súplica de forma tan verdaderacomo si fuese tuya la desesperanza de tus hermanos. 

Ama al prójimo sin límites y aprende a ayudarlo como Dios espera y no como tú quieres. Ama con el Corazón del Padre dentro de tu corazón y tú, por entero, dentro de Él. Así, sabrás amar más allá de las emociones y servir más allá de los impulsos del ego humano.

Amarás simplemente porque el amor vive en ti y no te gratificarás por vivir el amor, porque el amor es en ti y, de forma natural, te lleva a la donación de ti mismo.

¿De qué valdrá el amor sino para ser donado?

Ama al prójimo sin límites, con oraciones, con silencio, con servicio, con comprensión, con acogimiento, con una sonrisa, con una corrección, con una advertencia, con un abrazo, con el cuidado o con el distanciamiento. Ama como cada uno necesita y no como tú necesitas amar.

Ama y entrega al otro tu amor, aunque para ti la forma de hacerlo cause dolor.

Aprende a donar, a ser y a vivir en la Ley del Amor, que es la ley de esta Tierra, es el principio y el fin de la existencia humana.

Yo te acompañaré y te amaré siempre, para que te sirvas de Mi ejemplo para amar aún más al prójimo, sin límites.

Tu padre y compañero,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Quisiera hablarles de la unidad con Dios y de la fusión absoluta con Su Divino Espíritu; sin embargo, antes deben aprender sobre la unidad, los unos con los otros y con los Reinos de la Naturaleza.

La unidad es un principio divino primordial para la creación humana, que deberá alcanzar el ápice de su evolución por medio de ella.

Así como la máxima expresión del proyecto humano es la unidad perfecta con Dios, la mínima expresión debe también estar basada en la unidad. Para que alcancen mínimamente a expresarse como Creación Divina, la unidad debe ser una meta y una realidad para sus consciencias.

Para que puedan vivir la unidad, deberán desterrar de la consciencia humana lo que los lleva a la desunión, que es la competencia.

Cuando no hay competencia, los corazones pueden unirse en un único propósito y caminar como raza hacia un fin común. Pero cuando quieren ocupar lugares que no les corresponden, cuando quieren sobresalir entre los demás, cuando intentan llamar la atención sobre sí mismos, cuando quieren hacer de la propia presencia algo insustituible, cuando buscan los defectos ajenos y los afirman para que se eleven sus habilidades y destrezas, cuando realizan todos esos movimientos, tan conocidos ya por la conducta humana actual, ustedes se apartan completamente del Propósito de Dios. Con aparentes buenas intenciones de vivir la santidad, al querer ser más santos que otros, están alimentando el reinado de aquel que reina en los abismos del orgullo humano.

Ustedes deben comprender, sentir y vivir que cada pieza que compone la humanidad tiene un papel primordial, una misión única que debe cumplirse para que el Plan de Dios se manifieste.

Antes de juzgar o desvalorizar a alguien e intentar sobresalir, piensen que existen civilizaciones enteras en el universo que dependen de la victoria de Cristo en el interior de la consciencia de ese alguien.

Antes de derribar al prójimo con críticas y juicios, ayúdenlo a dar sus pasos, porque el Plan de Dios, para el que supuestamente todos trabajan, depende del triunfo de Su Corazón en cada una de Sus criaturas.

En estos tiempos definitivos, deben batallar contra todo aquello que trabaja por la desunión, incluso si eso se encuentra dentro de ustedes, pues muchos soldados ya quedaron atrás porque el propio Ejército de Cristo los derribó por la falta de amor y de unidad.

Caminen como un único corazón y, en vez de dejarse envolver por las fuerzas que reinan en el mundo, envuelvan al mundo con el Poder de Dios que habita dentro de ustedes.

Ámense los unos a los otros, siempre. Ayúdense, levántense, caminen juntos. Vivan la fraternidad como una puerta hacia la unidad con Dios.

Si trabajan sobre este punto, muchos caminos internos se abrirán para la propia transformación.

Su padre e instructor,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Buscar la Verdad debe ser la única aspiración existente en el corazón de aquellos que caminan hacia Dios.

Mira, por un instante, dentro de tu interior y siente la presencia del Creador en ti, llamándote a reconocer la verdadera razón de la vida manifestada en el mundo.

Respira profundo y siente el principio de la unidad en el aire que llena tu cuerpo. Sé para el planeta como el aire que te da la vida y, que en perfecta unidad contigo, nutre cada espacio de tu ser, lo equilibra y lo lleva a la perfección.

Sé para el planeta como el aire que respiras en el campo. Deja que, en tu presencia, la consciencia de esta Tierra respire profundo, aliviada por encontrar algo puro y limpio.

Eres un puente entre el Cielo y la Tierra; para eso, existes como ser humano, para generar equilibrio y atraer la unidad con Dios.

Sé como el viento fresco en un día de mucho sol y calor. Con tus oraciones y con tu unidad con Dios, atrae no solamente la vida hacia la Tierra, sino también aliento, alivio y paz.

Dirígete a un campo y, en silencio, cierra los ojos y siente la naturaleza; respira profundo el aire que te rodea; deja que tu alma se alegre al escuchar el loor de un pájaro. Siéntete aliviado de la presión de la vida en la Tierra: ve cómo, delante de la naturaleza, tu alma encuentra sentido para existir en el mundo.

Así debes ser para el planeta. Que en tus oraciones él encuentre alivio; en tu unidad con el prójimo, encuentre esperanza; en tu comunión con los Reinos, encuentre paz. Que en tu consciencia de la existencia  de un espíritu mayor que te ampara, dando vida a tu planeta, ese espíritu encuentre la razón de su existencia y la fe en la concreción de su misión.

Percibe con el corazón que este mundo tiene un espíritu, un espíritu que sufre con las guerras y que encuentra aliento en la fraternidad; un espíritu que es llagado por la depredación y restaurado por la hermandad entre los Reinos.

Siéntete a ti mismo como parte de esa consciencia. Puedes ser una célula enferma que genere un cáncer en el mundo, o puedes ser una célula milagrosa que convierta a otras y proporcione la cura para el cuerpo planetario.

Toma consciencia de la Vida. Sé parte de un Todo y disuelve la tan amada individualidad de la consciencia humana. Sé uno con el prójimo, con los Reinos, con Dios. Lleva el Reino Celestial como principio vivo en tu interior.

Arroja fuera el viejo hombre y sé tú el principio fecundo del nuevo mundo, de la nueva Tierra redimida.

Que la paz y la esperanza sean una realidad en el corazón humano y que impulsen a la humanidad a la renovación de la vida y del espíritu.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando la Voluntad de Dios se expresa en el universo, todas las estrellas y todas las consciencias evolutivas se unen al Propósito Divino. Son las Leyes de la Obediencia y de la Unidad, que  reinan entre los mundos confederados, que permiten la disolución de todo lo que obstaculiza la Voluntad Superior. 

Para que la Voluntad de Dios se manifieste en la Tierra, así como es en el universo, aquellas consciencias que responden al Plan y lo aman por encima de todas las cosas, incluso más que a sí mismas, deben unirse a ese Propósito bajo el espíritu del amor y de la fraternidad. El triunfo de Dios es una ley; sin embargo, las criaturas que habitan en este mundo, así como en todos los otros, necesitan adherirse al Propósito Divino y dar muestras de su adhesión, no solamente con el verbo, sino también con las acciones y con el esfuerzo consciente para vivir la propia transformación.

Un nuevo ciclo se precipita sobre el mundo; es la Voluntad de Dios que se manifestará. El Señor ya dio Su ultimátum sobre el Plan de la Tierra y pide definiciones claras a los espíritus
encarnados en ella.

Los seres reconocen, internamente, la necesidad de un cambio inminente y completo; aunque reconocer esa necesidad no es suficiente, porque se necesitan manifestaciones concretas de espíritus en evolución, ejemplos que puedan servir de guía para los que despertarán en el último segundo, antes de perder por completo la evolución.

El ciclo que se iniciará en este mes de diciembre tendrá como finalidad dar un último gran impulso a las consciencias encarnadas, a las almas que se perdieron en los abismos planetarios,así como también a los Reinos de la Naturaleza.

El Creador hará descender Su Potencia Solar como una señal, que dará a las consciencias de todas las criaturas del planeta, de que está entregando lo mejor que hay en el universo como regencia y guía para todos, para que, así, ustedes también sean impulsados a entregarlo todo.  

Ese movimiento universal generará resistencias en su concreción, dentro y fuera de los seres; sin embargo, aunque pocos afirmen su entrega y adhesión al cumplimiento del Plan y a su inmediata autopurificación para que él sea una realidad, este será el permiso que el Creador necesita para actuar plenamente en toda la consciencia planetaria.

Ahora, más que nunca, ustedes necesitarán desarrollar el espíritu de la fe y colocar en práctica la fraternidad y la unidad entre los seres, algo que fueron aprendiendo en los últimos tiempos.

La oscuridad resistirá, pero de la persistencia nacerá el amor, principio del triunfo del Creador en el corazón humano.

Más que contar con su fortaleza interior, afiancen la unidad entre los espíritus congregados para cumplir esta misión. Recuerden lo que les digo, porque la unidad es primordial en todo el universo para que se cumpla el Propósito de Dios. En donde haya unidad, ahí estará el Espíritu Divino.

Les dejo Mi paz y Mi bendición paternal para los tiempos que llegaron al mundo.

Sus acciones de hoy, de ahora, les indicarán los pasos para el instante siguiente de sus vidas. Es hora de despertar al momento presente y escribir con el corazón la propia historia, la historia de la humanidad y, en consecuencia, la historia de este universo.

Su compañero e instructor de siempre,

San José Castísimo

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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