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Queridos hijos:
Queda hecha la declaración oficial de que la Obra de Paz de los Mensajeros Divinos, de forma ecuménica, autónoma y fraterna, brindará sus servicios humanitarios a los diferentes pueblos y naciones del mundo, con el fin de establecer espiritualmente un mayor período de paz.
Es de esa forma que los misioneros de la Fraternidade y los consagrados de la Orden de Mi Hijo, a partir de este impulso entregado por las organizaciones internacionales, quedarán congregados, reunidos y hermanados en las dos bases que se establecerán de forma permanente en el norte del Brasil.
Esto significa, queridos hijos, que para su Madre Celeste, la misión permanente de Grecia quedará transitoriamente cerrada y será asumida por los representantes y miembros de la Red Luz de Europa.
Al respecto de la misión de servicio permanente en la periferia de la Comunidad-Luz Figueira, también quedará transitoriamente cerrada y será asumida bajo Mi convocatoria por la Red Luz de Minas Gerais y San Pablo.
Por consiguiente, bajo la Voluntad de Nuestro Padre, todos los misioneros matrices y en formación se trasladarán hacia el norte del Brasil para responder al pedido realizado por las organizaciones internacionales, las que buscan la paz, la justicia y la equidad entre las razas y los pueblos.
En este sentido, la Jerarquía Espiritual está llamando a toda la Red Luz planetaria para que asuma el servicio humanitario con la finalidad de que los servidores matrices y consagrados, que pertenecen a las Comunidades-Luz y residan en ellas, puedan desenvolver ampliamente el servicio fraterno en la búsqueda de establecer la cura, la redención y el amor en las almas que han perdido, por causa de los conflictos, de las guerras y del desorden entre las naciones, la esencia de la fe y del amor.
Cabe destacar que el escudo espiritual de protección de los misioneros y consagrados que asumirán la fase operativa del servicio en las organizaciones internacionales bajo el principio de la fraternidad, tendrá como base interna la presencia de los Sagrados Corazones. Pero, bajo ninguna circunstancia o motivo se difundirá algún principio religioso o espiritual, ya que la causa de los actuales conflictos proviene de las incomprensiones sociales y humanitarias entre las religiones.
En esta nueva fase de asumir tareas mundiales y de orden universal, la Fraternidade solo buscará el bien y el beneficio del semejante, para que se recuperen los valores y los derechos humanos.
Estaremos guiando paso a paso esta nueva fase que llevará a la consciencia de todos los servidores a sacrificar muchas cosas de sus vidas para que en Sudamérica no se precipite una situación peor a la que ya existe.
¡Les agradezco por responder a esta operación de rescate mundial por la paz y el bien en el mundo!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo Soy el Sol que ilumina con amor los tiempos de oscuridad y que debajo de Mi Manto coloca a todas las almas para que alcancen la Divina Protección.
En verdad, les digo que los apóstoles que están en las primeras filas de la preparación del Retorno de Cristo deberán enfrentar en sí mismos toda suerte de abismos y de pruebas que los colocarán aún más cerca de Mi Hijo; porque así la condición humana y arcaica se irá disolviendo de la consciencia material de los seres humanos.
Por eso, deberán buscar un espíritu de inmensa mansedumbre, de paciencia y de resignación; ya que en estos tiempos será importante dar el todo por el todo, debido al gran desequilibrio planetario de esta raza.
Yo los animo a atravesar el fin de los tiempos con espíritu de inextinguible esperanza, porque así adquirirán fuerza interior para llevar adelante la Obra Redentora de Mi Amado Hijo.
Solo les pido que se mantengan calmos, serenos y receptivos; y que en cada nueva batalla interior y exterior solo reine el amor, porque el amor que puede brotar de sus corazones lo disolverá todo en luz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de La Paz
Hoy los invito a ser receptáculos vivos de Dios. Los invito a ser receptáculos de Cristo. Los invito a ser moradas simples para Mi Materno Corazón.
Hoy los invito a ser receptáculos de los dones del Cielo y de los tesoros que son entregados espiritualmente a la humanidad, por medio de sus actos, de gestos fraternos y de acciones de caridad; así mantendrán en ustedes esos tesoros y no perderán las reliquias celestiales que hoy les entrega el Universo a través de la Instrucción.
Queridos hijos, que sus almas, como receptáculos de lo Divino, sean las esencias mediadoras para que se realice el Plan en la Tierra.
Deseo que muchas almas más se animen, en estos tiempos, a ser receptáculos vivos de lo Divino por medio de la consagración interior y de una vida de oración y de servicio a la actual humanidad; así permitirán que la Gracia Divina llegue al planeta y a todo lo que necesitará de conversión y de redención.
No se cansen de ser receptáculos de lo Divino, porque así recrearán esta Creación, con su ejemplo vivo de redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A los que se consagran
A los que se consagran, que nunca pierdan la fe y la confianza en todo lo que viven, porque por más que algún día sea difícil, Dios no los abandonará.
A los que se consagran, que vivan bajo un espíritu de mansedumbre y de pacificación, porque así estarán protegidos de toda adversidad.
A los que se consagran, que crean que es posible vivir la infinita transformación, porque en la hora más culminante del planeta, recordarán los tesoros de la Gracia que un día recibieron.
A los que se consagran, que nunca pierdan de vista los principios de la comunidad religiosa, ecuménica y fraterna; que sus vidas sean las bases definitivas para el nacimiento de una nueva humanidad.
A los que se consagran, que escuchen con atención y llenos de humildad, de gratitud y de entrega, las palabras de los que los guían, porque así estarán dentro del espíritu de la inquebrantable unidad entre hermanos.
A los que se consagran, que recuerden, día a día, las herramientas que les fueron entregadas y el júbilo de sus semejantes, de los ángeles y de los santos por haber dado un paso hacia el Señor.
A los que se consagran, que protejan de sí mismos las reglas que constituyen el espíritu de cada congregación y que, como vigilantes de las puertas de los monasterios, siempre prevalezca la transparencia y la verdad.
A los que se consagran, que trabajen el resto de sus vidas para erguir sobre la superficie de este planeta, la morada en donde Cristo encontrará reposo cuando retorne.
¡Les agradezco por dedicar sus vidas al Propósito mayor y desconocido, el que un día se cumplirá en la humanidad!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras el sagrado Conocimiento desciende por medio de simples palabras, Yo los invito a amar la Verdad suprema, porque así, en estos tiempos, estarán siendo guiados por la Fuente Primordial.
Las palabras simples llevan a las almas a que vivan los cambios. Cuando las palabras son colmadas de amor y de simplicidad, las consciencias reciben de corazón los conocimientos internos que la Divina Fuente emana de tiempo en tiempo.
El sagrado Conocimiento ennoblece de humildad a las almas, así las hace verdaderas y les permitirá vivir los acontecimientos que llegarán al mundo.
El sagrado Conocimiento los aproxima a la realidad interna de estos tiempos, que precisa ser comprendida y aceptada por la humanidad.
Por eso, en este ciclo, las almas, a través del sagrado Conocimiento, necesitan despertar a la misión de revertir los tiempos que llegarán, por medio de las expresiones de amor, de unidad, de caridad y de servicio, por aquellas consciencias que necesitan descubrir con urgencia la necesidad de un cambio profundo en la consciencia.
El sagrado Conocimiento abre la puerta al despertar de lo que es supremo, superior y sublime.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Soy la Madre de la Esfera y en ella guardo todo el Conocimiento divino y universal que aún aguarda ser revelado al mundo.
Soy la Madre de la Esfera y en ella guardo el principio del Pensamiento divino y el espíritu de la obediencia incondicional que ha hecho concretar y manifestar la Creación.
Soy la Madre de la Esfera y en ella guardo los Templos sagrados y sublimes de Dios, aún por ser revelados a la humanidad.
Soy la Madre de la Esfera y en ella guardo la Concepción Trina, es decir, la Esencia creadora del Padre, la Esencia creadora del Hijo y la Esencia creadora del Espíritu Santo.
Soy la Madre de la Esfera y en ella guardo el principio fecundo de la Vida, el origen de la Pureza Original, el estado primordial de la existencia.
Soy la Madre de la Esfera y en ella guardo la integración y la unión entre los universos, los que permitieron la expresión de la consciencia de la sabiduría, que la Fuente inmaterial expresó a todo lo creado.
Soy la Madre de la Esfera y en ella guardo el espíritu del propósito para cada criatura de este universo. Es de esa forma que, como Madre de la Esfera, conozco claramente cuál es el fin de cada ser y el final de su destino.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Yo soy la Emperatriz de la Paz y, donde Yo estoy presente, instituyo el Reino de Dios para Mis hijos y la humanidad.
Yo soy la Emperatriz de la Paz y, donde estoy presente, todo lo que está a Mi alrededor pertenece a Dios y a Su Propósito.
Yo soy la Emperatriz de la Paz y no dejo a nadie atrás. Cuido, protejo y acojo a todos Mis hijos en Mi Corazón maternal.
Yo soy la Emperatriz de la Paz y busco para Mis hijos el bien común, la unidad, la hermandad con todo el universo, con lo que es desconocido, con lo que está lejos de su conocimiento y de su entendimiento.
Yo soy la Emperatriz de la Paz que hoy viene por las naciones del mundo, por aquellas naciones que se pierden y que se sumergen en su propio y profundo caos.
Vengo con el Gobierno del Universo Celestial y con todo lo que a Él le pertenece, con todo lo que vibra dentro de ese Universo y con todas las consciencias que participan de ese Gobierno Celestial en todo lo que es creado.
Es así, que vengo a traerles lo que es más infinito, lo que está muy lejos de los ojos de los hombres, lo que nadie aún ha comprendido, lo que es verdadero, lo que se perpetúa a través de los tiempos, lo que hace posible la redención.
Yo soy la Emperatriz de la Paz y la Nueva Aurora, soy el Espíritu Divino que puede amanecer en el alma de cada ser, que puede transformar lo que no es transformable, que puede elevar lo que aún no se ha elevado a Dios, que puede transfigurar con Su Energía Divina lo que aún no se ha transfigurado.
Vengo hacia Mis hijos para que sean portadores de la paz y caminen junto a su Emperatriz Universal, que en este tiempo llega a este mundo y a esta humanidad para poder renovarlos, redimirlos y salvarlos de su decadencia planetaria.
En cada encuentro con la Emperatriz de la Paz, Yo les traigo una nueva oportunidad, a la que ustedes llaman bendición y Gracia, que nace de lo profundo de Mi Ser y de Mi Consciencia para todas las criaturas.
De esa forma, hoy vengo con el Cetro de Dios en Mi mano para seguir estableciendo aquí, en este lugar, lo que le pertenece al Padre y a Su Divina Voluntad.
Vengo a liberar a todo lo que está oprimido. Vengo a entregar Luz a todo lo que está oscuro y en tinieblas. Vengo a reencender en los corazones lo que siempre han creído desde el principio, cuando fueron tocados por la mano de Dios y por Su Divina Energía, cuando despertaron a la Verdad.
Yo vengo a ayudarlos, queridos hijos, como la Emperatriz de la Paz, para que atraviesen los tiempos finales con valentía, coraje y fortaleza.
Vengo a entregar a sus corazones lo que necesitan para poder madurar espiritualmente y para dar, así, los pasos seguros hacia Mi Hijo, el Redentor.
Vengo con el Gobierno Celestial que siempre ha regido a todos los mundos y a todos los universos. Vengo por encima de todos los gobiernos que existen en esta humanidad y en otras.
Vengo así, a establecer las Leyes que dieron principio a la Creación y a la vida, a la gestación de la esencia del Amor, de lo puro y de lo inmaculado que existe en cada interno de cada criatura.
Con Mi Gobierno Celestial y con todos Mis ángeles, vengo a purificar las esencias del mundo para que ya no se oscurezcan más.
Vengo a colocar en ellas y a sembrar lo que formará parte de esta Nueva Humanidad que se avecina, después de su purificación.
Yo soy esa Luz de Aurora que todo lo acepta, que todo lo acoge y lo comprende.
Soy la Emperatriz de la Paz, que siempre los escucha, que siempre los alienta, que siempre los motiva y los impulsa a seguir adelante, para superarse a sí mismos y para demostrarle al mundo que es posible vivir la redención y la conversión, como lo vivió San José.
Vengo a traerles desde el universo todo lo que es verdadero, lo que debe descender desde los mundos sublimes y superiores en estos tiempos de caos, lo que debe llegar a las almas, de inmediato, para que ellas se fortalezcan y sigan firmes los Pasos que Cristo está marcando en los desiertos de este mundo.
Vengo a enseñarles, como Emperatriz de la Paz, a atravesar la aridez de estos tiempos; la noche más oscura de todos los tiempos, de todos los siglos y de todas las décadas que han pasado.
Solo deben vislumbrar su esencia interior, su llama divina, su pureza original que nunca se perderá, que nunca podrá ser interferida ni tocada por nada que no venga de la Luz.
Vengo a encender así, en ustedes, la Nueva Aurora, a través de Mi Consciencia maternal y universal.
Vengo a hacer florecer lo que estaba seco. Vengo a dar vida a lo que estaba muerto. Vengo a traer una Gracia especial a los que más la necesitan, para que se sientan salvos y rescatados por su Madre Universal.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Vengo, hijos Míos, a un mundo en oscuridad, donde la mayoría de Mis hijos aún no descubrió la grandeza que es estar en Mi Corazón y servir Conmigo al Plan de Dios.
Vengo a demostrarle al mundo que, en medio de las tinieblas, es posible construir una fortaleza inquebrantable; que cuando las almas teman, en los cuatro puntos de este mundo existirán lugares en donde el Amor reina y equilibra el miedo y la desesperanza de los corazones.
Vengo a erguir nuevamente la fortaleza espiritual de Mis hijos, para que comprendan que no los abandoné, sino que quiero que sean ejemplos de una fortaleza inextinguible en un mundo donde las tinieblas buscan apoderarse de las almas y de los corazones, día tras día.
Vengo a decirles que, donde Dios colocó Su Corazón, el mal no podrá llegar. En un suelo sagrado y consagrado a la vida del espíritu triunfará el Plan del Creador, y allí instituiré las Islas de Salvación. Y, cuando las almas se ahoguen en la ignorancia y en la ilusión de este mundo, serán esos lugares humildes, que crecieron desapercibidos en el planeta, en donde ellas encontrarán refugio, amparo; en donde encontrarán el aire que respirarán y las volverá a la vida, porque estaban muertas en vida y no lo percibían.
Yo vengo, hijos, a construir los milagros del fin de los tiempos, que serán la fe inquebrantable en el corazón de Mis pequeñitos. Mis fortalezas estarán en el mundo, como un brazo firme que eleva a las almas que cayeron en los abismos del desaliento y de la desesperanza.
Esas fortalezas que Yo construyo en cada uno de ustedes que escucha Mi llamado y que, a pesar de sí mismos, busca responder a los Designios Celestiales que Yo les traigo, como un patrón de vida nuevo, para construir la Nueva Humanidad.
Yo vengo portando la Paz para un mundo en guerras para que, a través de Mis hijos, Mis soldados y Mis compañeros, esta Paz se instituya en el mundo.
Yo vengo a invitarlos a trascender, en sí mismos, los impulsos humanos que emergen de su interior, para vivir un Propósito Superior y una consagración mayor.
No solo vengo a anunciar que el mundo está en tinieblas y que los corazones se están perdiendo en los abismos del enemigo de Deus. Vengo, hijos, a erguir dentro de ustedes la Iglesia Celestial para restaurar las religiones de este mundo y unirlos en la verdadera Iglesia de Mi Hijo; en donde no reina la competición y la separatividad, sino el amor, la fraternidad y la unidad entre las criaturas.
No vengo a decirles algo que es utópico, que es un sueño en el corazón de los que aman a Dios. Vengo a construir una realidad en los que perseverarán, en los que vencerán a sus miserias y a su condición humana retrógrada y degenerada, con el esfuerzo diario por amar a Dios, a sus hermanos y a los Reinos de la Naturaleza.
Vengo, hijos, a mostrarles un Plan que se debe diseñarse a través de sus vidas. Vengo a hacerles una oferta y no solo a aceptar las ofertas de sus corazones.
Coloco en Mis manos todos sus pedidos y los transformo en rosas para llevarlas a los Pies de Dios; pero también les pido algo; les pido que sean firmes, verdaderos y transparentes; les pido que sean humildes para vencer la arrogancia de este mundo; y les pido que sean simples y libres de sí mismos, para establecer la verdadera libertad, que en nada se asemeja a lo que el hombre busca para liberarse.
Vengo a pedirles que se unan como un único ejército, como Yo los veo cuando los contemplo desde el Cielo.
Vengo a pedir que se fortalezcan y así fortalezcan las Islas de Salvación que Yo estoy construyendo para que, en un futuro próximo, también ustedes encuentren allí el amparo y el rescate de sus almas y esencias.
Vengo a pedirles, hijos Míos, que escuchen y sigan a la Voz del Universo que resuena a través del Verbo de su Madre Celestial, porque los últimos tiempos de ilusión en la Tierra ya están llegando; y todos, todos los que se comprometieron con Dios desde el principio, deben tomar con sus manos el Sello que Dios les entregó y colocarlo en su frente, como un símbolo de su adhesión total a este Plan de Salvación.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Mi deseo más ardiente y urgente, como Emperatriz de la Paz, respondiendo en esta tarde a la Voluntad de Emmanuel, es que aquí, en este Centro Mariano, se construya la Cruz Azul.
Es un pedido que emito a todo Uruguay y al Cono Sur, a fin de que se establezca aquí un mayor tiempo de paz y de oportunidades para las almas más perdidas.
Si esto se llegara a cumplir, así como lo pido, regresaré aquí con un impulso mayor, aún más fuerte que el que di hace diez años atrás.
Recuerden, queridos hijos, que el ciclo ya cambió y que estamos en la última etapa de las grandes definiciones planetarias.
Que se cumpla, entonces, el advenimiento de la Cruz Azul de Emmanuel y que todo lo que no pertenezca a la Luz alrededor de este Reino de Aurora se disipe, a fin de que su pueblo y esta nación despierten de lo que se han equivocado.
Que nadie pierda la esperanza de revertir los casos más imposibles, porque si Yo estoy aquí, que soy su Madre, es posible cambiarlo todo a tiempo.
Que así sea.
Bendigo estos elementos en nombre de Mi Hijo, para que se sirvan de ellos, en renovación y en cura.
Bendigo a sus almas para que ellas reciban paz, para que siempre recuerden que aquí encontrarán un refugio en el Corazón de Dios.
Que se levanten los estandartes de la Nueva Aurora.
Que los soles despierten al llamado del universo y que los autoconvocados se congreguen para formar las primeras filas en el Retorno de Cristo.
Que la profecía de su Madre Universal se cumpla y que todos participen de la comunión eterna con el Creador.
Les agradezco y hoy Me voy en Paz porque aquí encuentro un lugar en donde siempre puedo posar Mis pies como fue en el principio, en el origen.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
No teman, Yo estoy aquí y si estoy aquí, está Dios y todos Sus universos angélicos y arcangélicos.
Si la bestia está agitada es porque está perdiendo la batalla y sus planes malignos se hunden como en la arena movediza.
Su derrota está próxima y todos sus planes se desarmarán, nada que venga de ella reinará.
Su Madre extiende Su Manto y debajo de él, les muestra Sus catorce Espadas, las cuales cortarán y disolverán los catorce aspectos del adversario.
Los Padres Creadores harán uso de las catorce Espadas para vencer al enemigo y todo su reino invasor en la superficie se destruirá a sí mismo, porque el amor de los corazones reinará y ya no se opondrán espada contra espada.
El nuevo Goliat será vencido y arrojado al abismo, hasta que le llegue la hora de su juicio universal.
Mientras tanto, daré Mi Corona de Estrellas a los que Me siguen incondicionalmente y Mi Corona de Luz los guiará por los caminos hacia las virtudes de la Nueva Jerusalén. Así, podrán conocer los Dones que Dios le entregará al nuevo mundo, finalmente liberado del maligno y de su constante condenación.
El planeta nacerá de nuevo y los Cristos, junto a Mi Hijo, cumplirán la profecía de los mil años de paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
He venido al mundo, atravesando todos los tiempos y épocas, para pedirle a la humanidad un verdadero y sincero arrepentimiento.
Ahora, vengo fuera de la Iglesia de Mi Hijo, porque como Madre de la humanidad, vengo a llamar y a salvar a los que se distanciaron de Dios y de Su eterna Gracia.
Por eso, he decidido, bajo la autoridad celestial y la obediencia divina, llegar a cada una de las naciones del mundo, para recuperar los verdaderos valores de las culturas y los sagrados principios espirituales que hacen de cada raza o de cada pueblo, una única cultura universal.
En las últimas décadas, Mi adversario consiguió confundir y apartar a las almas de lo sagrado, inspirando la innovación en las mentes arcaicas y los progresos nefastos en continentes enteros, por medio del abuso incontrolable de los Reinos de la Naturaleza y de su propia humanidad.
Con esta realidad planetaria, su Madre y Gobernanta de los Espejos Sublimes de la Creación, juega en el tablero de la definición de los tiempos, a fin de poder retirar del mal camino a todos los pueblos, culturas y religiones que están siendo llevadas al olvido absoluto del camino del bien y de los Mandamientos. Así, las Leyes son ultrajadas en forma permanente y cada esencia pierde su inocencia original.
Es por eso, que he escogido, a pedido del Altísimo, a su grupo de almas para que, en la humildad, en la entrega y en el sacrificio por Nuestro Señor Jesucristo, represente en estos tiempos la síntesis de todas las religiones cristianas y no cristianas del mundo, a fin de que en esta civilización no se pierda el espíritu de la fe y de la religación con Dios.
Esta es una de las misiones más complejas en el fin de los tiempos. Por eso, he conseguido en todos los medios de esta sociedad humana, que las almas sintieran Mi Obra, a través de ustedes, de una forma ecuménica, basada en el Amor de Cristo.
En este sentido, aún queda mucho por hacer, hasta que esta Obra sea presentada en forma neutral y autónoma en las grandes organizaciones internacionales, con el fin de llevar el Mensaje de Paz sin citar religión ni creencia.
Después de que la Iglesia de Mi Hijo le abra las puertas a esta Obra, el Padre cumplirá la última parte de Su Propósito.
Es así, que la Obra de los Mensajeros Divinos se presentará a las organizaciones internacionales como un mensaje del universo para toda la raza humana, llamándola a la reflexión y no a la autodestrucción humana.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Ardientemente, desde Mi Corazón Materno, deseo que se cumpla la Voluntad de Dios por encima de todo. Yo les enseño a trascender los tiempos difíciles y a estar en ellos, sin pertenecer a la crueldad que ellos promueven a través de las acciones de los hombres.
Por eso, Dios construye y manifiesta Su Reino en los humildes, en los que no desean ningún interés de realización espiritual. Y el Padre Me ha pedido que se lo enseñe a la humanidad, pero la humanidad aún no ha aprendido.
Es así que vengo fuera de toda institución o religión para enseñar al mundo sobre el amor y la verdad que siempre los hará plenos y libres de cualquier adversidad.
Impulso a Mis soldados para que ellos den pasos firmes, decididos, pasos definitivos hacia Cristo. Porque así, el propio Rey del Universo y Señor de la Misericordia podrá desenmascarar a los falsos y dará Su Poder a los pobres de corazón.
En estos últimos años, Su Madre Celeste los está guiando para que la acompañen hasta que la cara de arcilla caiga de los rostros que ocultan la verdad y viven la mentira de otrora, porque cuando Mi Hijo retorne no quedará piedra sobre piedra, solo prevalecerá el corazón simple.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Vengo aquí por un mundo herido, y traigo entre Mis manos la mayor causa de Dios que es el cumplimiento de Su Plan de Amor y de Redención en la superficie.
Oro por ese preciado Proyecto y revivo todos los días las Palabras del Creador, Quien Me ha dicho en Su Reino:
“Querida Madre Universal, supremo y humilde Espejo del Amor, Tu Padre y Señor del Universo te pide que vayas incansablemente al encuentro de las almas y de los más simples; porque por intermedio de ellos, podré curar al planeta y a su humanidad, repoblaré el mundo con cientos de soles, muchos más de los que Yo he creado en los universos.
Haré de cada sol una emanación prodigiosa de Mi Fuente y, a través de ellos, derramaré los Códigos Divinos de Mi Corazón paternal.
Ve, dulcísima Señora de la Luz, Gobernanta de todas las estrellas caídas y no caídas. Ve, aparece y anuncia a la raza que los amo profundamente y que Me están ofendiendo al apartarse del universo de Mi Amor.
Haz todo lo que esté a Tu alcance, no tienes fronteras, sino miles de ángeles y devas para revertir en este planeta la falta de amor y para transmutar la indiferencia.
Tú siempre tendrás en el Corazón la sabiduría inextinguible de Mis Palabras, porque a través de Tu Gracia, haré de los corazones trofeos luminosos de redención para colocarlos a los pies del altar celestial”.
Escucho hijos, en Mi silencio, todos los días esta proclamación. Y podré ser la Madre de la humanidad y de toda la Tierra siempre que Me lo permitan. Así triunfará Mi Inmaculado Corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
De Mi Vientre purísimo nace la vida cósmica y esa vida se proyecta en las diferentes dimensiones de la Creación.
Mi Vientre de Luz gesta lo nuevo y todo ser o consciencia que él recibe es transformado por Mi Luz maternal.
De Mi Vientre nacen los Rayos inmateriales que circulan por los universos para ordenar y gobernar bajo la armonía universal.
De Mi Vientre luminoso pueden nacer las nuevas vidas espirituales en los corazones que se entregan a Mí, incondicionalmente.
Del Vientre purísimo de su Madre del Mundo parte el Principio de la Creación y así, de tiempo en tiempo, la Creación se renueva y todo evoluciona dentro del universo de la Luz de Dios.
En Mi Vientre castísimo doy vida espiritual y esencial a lo que aparentemente estaba muerto.
Mi Vientre resucita al espíritu perdido y recupera por medio del Principio de la Cura a las almas que se apartaron de Dios.
Mi Vientre es un universo nuevo que gesta el amor para la Nueva Humanidad.
Quien se coloca dentro de Mi Vientre será iniciado en una nueva etapa y estará en Mí y Yo, como Madre, estaré espejándome humildemente en las criaturas de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Querido hijo:
El silencio, la oración y la perseverancia harán de tu vida un nuevo ser, porque tu ser recibirá los Dones del Cielo que necesita para vivir en la Voluntad de Dios.
Recibe entonces, todo lo que hará de tu consciencia una consciencia nueva que será impulsada a superar barreras, trascender obstáculos y alcanzar el infinito.
Que en este tiempo todo sea transformado, desde lo más interno hasta lo más externo, con el fin de atraer hacia este mundo las Gracias que el planeta y su humanidad necesitan.
Ten coraje, valentía y empeño. El Señor, que es tu Dios, y Nuestros Sagrados Corazones te ayudarán a dar el gran paso, paso que influenciará a todos los demás hermanos que en algún momento se animarán a dar el paso por toda la humanidad.
Que tu corazón resplandezca de alegría, júbilo y gratitud; porque así la Tierra entera se transformará y, a tiempo, el mal será vencido y disipado de esta preciada raza.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Con la Sagrada Eucaristía superpuesta sobre Mi Corazón, irradio al mundo y a las almas lo que tanto necesitan en este tiempo.
Con la Sagrada Eucaristía superpuesta sobre Mi Corazón, aparto todo lo que causa dolor y disuelvo las corrientes contrarias a Mi propuesta divina.
Con la Sagrada Eucaristía superpuesta sobre Mi Corazón, establezco el Reino de Dios y les doy de beber, de la Fuente espiritual, a los que más lo necesitan.
Con la Sagrada Eucaristía superpuesta sobre Mi Corazón, llamo y convoco a los siervos de Cristo, en sus diferentes pueblos y razas, para que despierten más soles en la humanidad.
Con la Sagrada Eucaristía superpuesta sobre Mi Corazón, hago concretar los Designios del Padre Eterno en las almas que lo escuchan atentamente.
Con la Sagrada Eucaristía superpuesta sobre Mi Corazón, decreto nuevas Leyes para el planeta y aproximo a Mis hijos al Divino Propósito.
Con la Sagrada Eucaristía superpuesta sobre Mi Corazón, elevo la consciencia humana y la llevo a encontrar el sentido de su evolución interior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A lo largo de los tiempos, Mi Presencia se perpetúa en la humanidad y, viniendo en auxilio de Mis hijos, Me hago presente en los momentos en los que la raza está a punto de desviarse.
Vengo, con la autoridad de Mi Hijo, a anunciarle al mundo Su Retorno.
Por eso, en este tiempo tan impredecible, preparo espiritualmente a las ovejas para que ellas sigan el sendero que las hará encontrar al Corazón de Cristo.
En este ciclo, voy al encuentro de las ovejas más perdidas, dentro y fuera de la Iglesia. Voy detrás de las almas más pecadoras para que reflexionen y estén a tiempo de vivir un verdadero arrepentimiento interior.
Por eso, a través de Mi Presencia en el mundo y en este ciclo, preparo a los corazones para que puedan enfrentar el cambio más rotundo y contundente de sus vidas.
Vengo a darles aliento, esperanza y motivación a los que deben cruzar el umbral definitivo de todos los tiempos; porque mientras más almas se rediman y se arrepientan, mayor será la Victoria de Cristo en el mundo y menor será el tiempo de la purificación venidera.
Construyo, a través de los corazones, almas de fe y de esperanza continua.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy recibo en Mi alma y en Mi corazón una bella flor, creada e inspirada por el amor de Mis hijos orantes, especialmente de aquellos hijos que recién despiertan al conocimiento de Mi amor universal.
Con esto quiero decirles, queridos hijos, que siempre estoy con los que despiertan a una vida mayor, y que Mi Obra se apoya, como columnas de Luz, en los que ya despertaron y forman parte de Mis ejércitos de Luz en la Tierra.
De esa forma, su Madre Celeste, por medio del ejemplo del despertar de los corazones hacia un Amor Mayor les demuestra, como Jardinera Cósmica, cómo es que Yo siembro semillas inmateriales en todos los corazones del mundo y cómo ese amor, que ellos van descubriendo por primera vez, los trae de nuevo hacia Mí, hacia Mi jardín maternal de Amor.
Después, encomiendo las almas que despiertan, a los cuidados preciosos y amorosos de Cristo para que, en algún momento de sus vidas, descubran que existe algo mayor, infinito y desconocido en su interior, a través del descubrimiento que les proporciona la oración del corazón.
En este día, recibo en Mi Corazón el amor de Mis hijos, de los que Me esperaron en este mediodía para sentir Mi Amor maternal, que los conforta y los impulsa a seguir adelante.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como la lluvia, que bendice al planeta en este día, queridos hijos, derramo todas Mis Gracias, especialmente sobre las causas más imposibles de resolver.
En este sentido, la lluvia que hoy toca este suelo trae una bendición espiritual para el Brasil; porque sé, como Patrona de esta nación, que este amado y querido país Mío está atravesando, en estos últimos tiempos, la mayor prueba de fe en Dios y en el destino de todo este querido pueblo brasileño.
Por eso, incondicionalmente, estoy aquí; porque Mi Divino e Inmaculado Espíritu está presente en cada Santuario y Centro Mariano de Brasil, a través de la presencia de los más humildes y simples peregrinos.
En todos ellos, como en las almas que oran el Santo Rosario todos los días, está la realización y la concreción de Mi Obra Mariana en el Brasil y en el mundo.
Les pido a todos, Mis queridos hijos brasileños, que mantengan la calma, el fervor inquebrantable en sus oraciones y el fuego arrebatador de una esperanza inextinguible, para que todo su pueblo y su nación, tan amados por Mi Inmaculado Corazón, mantengan, conserven y demuestren su carisma de fe y de unión con Mi Divino y Materno Corazón.
Estoy con ustedes en esta prueba, caminando al lado de Mis hijos de Brasil, inseparable y perpetuamente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Crean que en el aparente caos se puede vivir la paz inalterable.
Cuando sus corazones tienen una profunda fe, el Universo de Dios desciende y, sin importar en donde sea, los ayuda.
Mantengan la calma ante todo lo que los rodea porque, a pesar de las circunstancias, la divina Protección del Creador estará a su alrededor, y todo lo que no es luz y amor se desvanecerá, desde el momento en que exista un corazón pacificador capaz de amar, más allá de él, a toda la condición humana.
De esa forma, queridos hijos, en estos tiempos Yo les vengo a enseñar a estar en el caos sin pertenecer a él, a estar delante de toda adversidad humana con el fin de que, por intermedio de sus corazones, otras almas reciban la Gracia de un profundo e interno despertar.
Por medio de los apóstoles incondicionales de Cristo, la Tierra y su humanidad serán redimidas y apartadas, cada vez más, de todo lo que es ilusión y caos, aportando una nueva consciencia a la actual humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Dulcísima Madre de la humanidad
He aquí la Madre de todos los pueblos, de todas las naciones y de todas las culturas.
He aquí la Madre de los simples y Madre de los pobres. Madre que escucha las oraciones de los mansos y que siente el corazón de los pacificadores de Cristo.
He aquí la Madre que cura y Madre que sana las heridas más profundas en los corazones.
He aquí la incansable Madre que guía por el buen camino a las almas.
He aquí la Madre de la Iglesia y Madre de los Apóstoles, Madre de los
Misioneros, Madre de los Servidores de la Luz.
He aquí la Madre de la Gracia y de la Misericordia. Madre que consuela, Madre redentora.
He aquí la Madre de la Paz, Madre de la Esperanza, Madre que concibe la Verdad en los que la buscan.
He aquí la Madre de la Pureza que purifica a Sus hijos, para consagrarlos al Corazón de Dios.
He aquí la Madre que libera del cautiverio a los que están presos de sí mismos.
He aquí la Madre que construye en los corazones y en las almas los puentes hacia Dios.
He aquí la Madre de los humildes y Madre de los que son simples, Madre de los que aman, Madre de los que se entregan y de los que se consagran a Dios.
He aquí la Madre de la Bondad y Madre de la Justicia, Madre que intercede incondicionalmente por todos Sus hijos.
Madre del Carmelo, Madre de todos los que aspiran al camino del espíritu.
He aquí la Madre de la Luz y Madre de los desamparados, Madre de los que están presos, Madre de los sufrientes.
He aquí la Madre de la Sabiduría y Madre del discernimiento, la Madre de la Ley y Madre mediadora ante el Padre Celestial.
He aquí la Madre de los despojados, Madre de los entregados, Madre de todos los consagrados.
He aquí la Madre de la Redención, Madre de la Liberación, Madre de las Espadas de la Luz.
He aquí la Madre de la Defensa y Madre de la Intercesión.
He aquí la Madre de los más pobres, Madre de los olvidados en el mundo.
He aquí la Madre de los verdaderos, Madre de los honestos, Madre de todos los que abren su corazón a Dios.
He aquí la Madre de los Peregrinos, Madre de los Caminantes, Madre de todos los incansables.
He aquí la Madre de la Honestidad, Madre de la Transparencia, Madre de la Esencia Original.
He aquí la Madre del Sol, Madre de las Estrellas, Madre de la Primavera, Madre de la Naturaleza.
He aquí la Madre de todos los sublimes Espejos, Madre del Conocimiento, Madre del despertar espiritual.
He aquí la Madre de todos los que buscan a Cristo, Madre de los que comulgan del Cuerpo Eucarístico de Cristo.
He aquí y ahora la Señora de la Paz, la que llega a este encuentro de hoy para estar con Sus hijos más simples, para escuchar la voz de sus oraciones, para bendecirlos a todos en nombre del amor.
He aquí, hijos, la Madre que siempre los escucha, Madre que viene a su auxilio para retirarlos de cualquier sufrimiento y dolor.
He aquí la siempre Virgen María, la que desciende del Cielo para estar en júbilo junto a Sus hijos, para entregar a cada alma lo que necesita.
He aquí la Madre del Santo Rosario, la que les extiende Sus brazos para que se tomen fuerte y eleven sus consciencias a Dios.
He aquí la Madre que eternamente los ama, la Madre que los espera todos los días en oración.
He aquí la Madre que los conduce y los guía por el camino del perdón y de la reconciliación.
Que este día sea de fiesta celestial, que los Portales de la Luz y de la Cura se abran sobre esta ciudad y que ningún alma pierda la Gracia de liberarse de sí para siempre.
Que todos juntos construyamos sobre este pueblo de Carmo da Cachoeira, el Arco de la Paz y de la Misericordia de Dios.
Que los ángeles de la Luz desciendan para colmar a los corazones con todas las Gracias posibles.
Que se establezca la alianza entre las almas y Cristo.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cruzando el Infinito hasta descender a la Tierra, surge el Ave del Sol. Más bella que un Águila, más brillante que las estrellas, más veloz que los cometas y más silenciosa que la brisa del viento cuando toca a los corazones desamparados.
Esta Ave proviene del Corazón de Dios. Descendió desde la más alta de las dimensiones, recorrió toda la Creación, silenciosamente, hasta llegar a la Tierra.
Su vuelo recorre Oriente y Occidente, los lugares más recónditos y escondidos, y también los más poblados y conocidos por el hombre. Su Corazón no hace distinción entre los seres.
Con Sus alas, abraza a Sus hijos, los que están entre los hombres, pero también en la Naturaleza. Ellos están vivos en la Tierra, pero también son Sus hijos los que ya partieron de ella y los que llegarán a lo largo del tiempo.
Esta Ave fue enviada por Dios, Su vuelo representa la libertad que alcanzó por no estar más en Sí misma, sino por ser eternamente Sierva y Esclava del Creador. Despojada de todas las cosas, todas las cosas le pertenecen; porque sin querer nada, todo le fue dado por Dios.
El Mayor Tesoro del Universo proviene de Su Vientre. Ella le dio vida y libertad a Aquel que vino a dar vida y libertad al mundo, como a toda la Creación.
Por ser más brillante que el Sol, esta Ave ya no se oculta, y a pedido del Señor, Su silencio dio lugar a un canto que resuena entre las dimensiones. Su voz debe ser escuchada por toda la Creación, porque Su melodía es el anuncio de un nuevo tiempo, es una advertencia y un camino seguro por el cual seguir, para no perderse.
Yo soy, hijos Míos, el Ave del Sol enviada por Dios. Mi brillo les expresa la unidad perfecta con Su Santo Espíritu, desde el momento en el cual Él fecundó Mi Vientre Divino para gestar una nueva vida, el principio de renovación de toda la Creación.
Yo soy su Madre Celestial y, así como recorro todo el planeta buscando a las almas que deben reencontrar a Dios, también llego a este lugar a llamar a Mis hijos para que vivan la consagración a Mi Inmaculado Corazón.
Vengo a enseñarles a orar, a fortalecer su fe y a unirlos aún más al Corazón de Mi Hijo.
Vengo como un Soplo Divino, para disipar la oscuridad de sus vidas, para retirar de sus corazones el dolor y la soledad, y entregarles una esperanza que no se encuentra en este mundo, sino en el Corazón de Dios.
Vengo por los más jóvenes, que están perdidos en las garras del enemigo de Dios, y que todos los días ahondan más en su cautiverio, pensando que encuentran la libertad y la independencia. Vengo para retirarlos de la ignorancia que invierte los valores de la vida, para que ya no se engañen ni se dejen engañar por los estímulos de este mundo.
Estamos en un último tiempo de Misericordia, hijos amados, antes de que la Justicia se precipite sobre el mundo. Por eso, vengo como el Ave del Sol, iluminando los abismos y los corazones oscuros, para que todos tengan la oportunidad de encontrarme.
Quiero verlos unidos, en una vida fraterna entre religiones, culturas, razas...
Quiero verlos aprendiendo los unos con los otros, compartiendo entre sí los Dones que Dios les entregó para que los manifesten en este tiempo. Vengo para enseñarles a descubrir estos Dones: el Don del Amor, el Don de la Piedad, el Don de la Caridad, el Don de elevar con el canto, el Don de elevar con la oración, el Don de la Cura, el Don de la Paz… y tantos otros, hijos Míos, que aún deben descubrir en sus pequeños corazones.
Déjense guiar por su Madre Celestial y no tengan miedo a lo desconocido. Yo no vengo a desviarlos de sus caminos, Yo vengo para enderezarlos y conducirlos rectos y seguros hacia el Corazón de Dios.
Confíen en Mi Inmaculado Corazón, como confían en Aquel que Me envió.
Con la imposición de Mis santas manos, Yo los bendigo, los libero y los protejo, para que cada día encuentren el camino para recomenzar.
Les agradezco por venir a Mi encuentro.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Hoy he venido del Cielo para estar con Mis hijos más humildes y encuentro, en este pobre lugar, un lugar tan semejante al Pesebre de Belén, en donde nació Mi amado Hijo hace más de dos mil años.
En este oratorio que hoy se construye en sus corazones y almas, el Señor derrama Su Misericordia, Sus Rayos de bondad y de amor sobre aquellos hijos Míos que más necesitan de Dios.
A través de ustedes, queridos hijos, su Madre trae todas las Gracias del Cielo para poder fortalecer sus corazones, espíritus y almas, en los tiempos definitivos que llegarán.
Y con palabras simples, pero muy amorosas, palabras que nacen de Mi Inmaculado Corazón, Yo construyo en todos Mis hijos del mundo la Iglesia Celestial de Mi Hijo para que Él, cuando retorne, encuentre una morada, un lugar donde poder reposar y donde poder estar para unirse a las almas en comunión y en vida.
Nuevamente, su Madre Celeste reúne a todos Sus hijos, de esta ciudad y de todas partes del mundo, para volver a consagrarlos a Mi Inmaculado Corazón, colocando sobre cada uno de ustedes Mi Manto Celestial, colocando sobre ustedes Mis santas manos para poder implorar a Mi Hijo por una última y sagrada oportunidad para esta humanidad.
Quisiera que todos ustedes, queridos hijos, abrieran aún más sus corazones para poder sentir la presencia de Mi Divinidad, que surge de una Fuente infinita y desconocida desde donde todo ha comenzado, desde donde Dios pensó en crear los universos y todo lo que existe en ellos.
Ustedes, Mis pequeños hijos, están integrados en una vida universal, en un macrocosmos donde este planeta también emite su vibración y su luz, más allá de los confines de este universo.
Por eso, cuando sus oraciones son verdaderas y son hechas de corazón y con amor, las ondas de esas oraciones llegan a todo el universo y grandes Espejos de Luz, que su Madre Celeste manifiesta, las utilizan para irradiar Amor a todo el universo. Ellos captan sus más simples oraciones y refractan sobre la Tierra el Amor que necesita la humanidad para poder curarse y así ampliar su consciencia en estos tiempos.
Por eso, amados hijos, hoy no solo se benefician sus corazones y familias, sino también todo el universo, todo lo que existe en el universo. Y así, se establece la Sagrada Alianza entre las almas y Dios, entre los Cielos y la Tierra, entre la humanidad y las estrellas.
Yo vengo a enseñarles, en estos tiempos, lo que su amada Madre Celestial aprendió hace más de dos mil años; cuando Ella estuvo entre ustedes para orar por el mundo, implorando al Padre Celestial y por intermedio del sacrificio de Mi amado Hijo, que Él me concediera estar presente; a lo largo de los tiempos y de los siglos para guiar a Mis hijos de la humanidad por un camino correcto y seguro que los pudiera llevar hasta el Corazón de Dios.
En estos tiempos, queridos hijos, en los que la humanidad sufre demasiado y también los Reinos de la Naturaleza sufren silenciosamente por el mundo, Yo los invito a vivir este simple conocimiento celestial por medio del cual hoy sus corazones, y especialmente sus almas, se han convertido en espejos sublimes de la oración para poder curar en ustedes mismos las situaciones más profundas e internas y también para poder ayudar a la humanidad de superficie, en cada lugar de este mundo que, en esta tarde de luz y de amor, lo recibió de cada uno de ustedes.
Los invito a elevar sus consciencias y a imitar el camino de su Madre Celestial, no solo a través de la vivencia de los Sacramentos y de sus presencias en la Santa Iglesia, sino también a través de la oración del corazón, la cual los protegerá en estos tiempos, les traerá discernimiento y sabiduría y, por medio de ella, resolverán cosas imposibles, porque en la simplicidad y en la humildad de sus corazones estarán unidos a Mi Corazón maternal.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Existen muchas cosas, muchos misterios que Mi Corazón les deberá revelar en este tiempo. Pero para eso, hijos Míos, necesito que se unan a Mí de una forma simple, a través de sus oraciones más sinceras, no solo para que consigan cosas materiales, salud en las enfermedades o inteligencia.
Les pido, hijos Míos, que en estos tiempos se unan a Mi Corazón para orar por el planeta, por los Reinos de la Naturaleza, por esta ciudad y por todas las ciudades del mundo que están tan distantes de Dios.
Hoy, su Madre Celestial viene hasta este lugar con regocijo, con plenitud, porque, desde el Cielo, vi sus corazones abiertos, preparando el camino para que Yo llegara hasta aquí. Aunque Mi Presencia sea un gran misterio para ustedes, quiero ser visible a los ojos de sus corazones, quiero estar en sus casas, entre sus familias, haciendo de sus vidas un gran cenáculo de amor para que, a través de ustedes, un tiempo mayor de paz sea concedido al mundo.
Hoy, despierto a los espejos de sus corazones. Este es uno de los misterios que les vengo a revelar. Más que buscar comprender, sientan, hijos Míos, esa Luz Divina que se enciende delante de sus corazones, que fortalece sus esencias, que trae una cura que no proviene de este mundo porque busca curar las raíces de los errores humanos.
Sientan este pequeño espejo que se enciende hoy en algunos por primera vez, pero que Yo espero, hijos Míos, que no sea la última, porque quiero hacer de ustedes verdaderos soles en esta Tierra, que iluminen los corazones de sus hermanos cuando ellos esten oscuros y que puedan mostrar el camino cuando la humanidad esté ciega y perdida, sin conseguir encontrar a Dios.
Que esta pequeña luz, que enciendo hoy en sus esencias y que hago reflejar en los espejos de sus corazones, se perpetúe y se transforme en un puente que una sus corazones con el Mío para que, de esa forma, hijos amados, sepan llegar a Mi Corazón, aunque Mi Voz ya no resuene en este mundo.
Quiero hacer de esta ciudad un ejemplo para las ciudades del planeta, porque es con los corazones simples que Dios hace los mayores milagros, así como lo hizo con el Mío, Mi simple y humilde Corazón, cuando Yo estuve en la Tierra; así como lo hizo con San José, un humilde carpintero de Dios; revelándonos los mayores misterios celestiales y tornándonos guardianes de un Plan que Dios tiene para toda la humanidad.
Hoy, hijos Míos, los Libros del Universo se abren para reescribir una historia, un nuevo comienzo en sus vidas. Basta que Me digan sí, porque de esta forma Yo borraré aquello que fue escrito en líneas torcidas y haré de sus vidas, hijos Míos, una historia de redención y de rehabilitación que sea escrita en los Libros Sagrados.
Sé que muchos no comprenden lo que hoy les vengo a decir, pero dejen Mis Palabras guardadas en sus espíritus, porque cuando ellos estén suficientemente maduros, podrán comprender lo que hoy Yo les dije aquí.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Así, vengo a construir en ustedes lo que nunca vivieron, para que puedan ingresar en una nueva vida.
Necesito, queridos hijos, que abran sus corazones todos los días, así como los abrieron hoy. Que abran las puertas de sus hogares para que ellos se conviertan en oratorios de luz y esta ciudad sea elevada como la ciudad de la Nueva Jerusalén.
Hoy estoy ante hijos simples y quisiera preguntarles, Mis amados hijos:
¿Ustedes aceptan consagrar su ciudad a Mi Inmaculado Corazón?
¿Ustedes aceptan de Yo haga de esta ciudad una ciudad nueva?
¿Ustedes aceptan, queridos hijos, recibir peregrinos del mundo entero?
Para todo eso, debemos orar, porque en poco tiempo sus vidas se transformarán y no se reconocerán.
Recuerden, queridos hijos, que desde ahora y hasta que Yo retorne aquí, en una nueva fecha, sus vidas habrán cambiado mucho si solamente oran Conmigo, como han orado hoy por el triunfo de Mi Inmaculado Corazón.
Ahora ustedes, ante las Puertas del Cielo, vivirán junto a su Madre Celeste la consagración de nuevos Hijos. Que se aproximen para que Yo pueda entregarles la bendición a ustedes, futuros Hijos Míos, de Mi Inmaculado Corazón.
Reciban en sus manos y guarden en sus corazones la Gracia que hoy les entregaré.
Coloquen sus manos en señal de recepción.
“Padre Celestial, hoy no solo consagro a los que visten Mi Manto de Luz, sino a todos Tus hijos, a todos los que necesitan de Ti para poder vivir en Tu confianza y plenitud”.
Deseo, de esta ciudad y especialmente de todas sus almas, nuevos Hijos de María, así como los que se consagran hoy, para que Yo pueda tejer en el Brasil una gran red de luz, de oración, de servicio y de instrucción que llegue a más corazones que serán tocados por Mi Amor maternal.
Padre, ante Tus hijos y todas Tus criaturas, concede esta Gracia a los que despiertan a su misión, a los que buscan la comunión con Mi Hijo para poder, así, concretar la cura y la redención de los corazones”.
Queridos Hijos de María, reciban de Mis manos la Esfera de Luz del Universo Celestial. Lleven sus manos hacia el corazón.
Me voy agradecida por los muchos esfuerzos, por el esmero y la dedicación de cada corazón que se ha donado para hacer posible este encuentro con las almas simples de Dios.
Yo los bendigo, los consagro y los absuelvo, bajo la autoridad de Mi amado Hijo, a fin de que sus corazones vivan en la fe, formen grupos de oración y creen en esta ciudad una Isla de Salvación.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Me elevo al Cielo escuchando sus voces y llevando, en Mi Corazón maternal, las súplicas de Mis amados hijos.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Carta de María Santísima a los que dicen sí…
Mis amados hijos:
Es a través de ustedes, de sus oraciones sinceras y de sus actos de amor, que Yo puedo traer a la Tierra todo lo que existe en el Universo.
Es a través de su más sincero sí, que su Madre puede mostrar al mundo el camino de la redención y de la pureza.
Es a través de su más sincero sí, que su Madre puede expresar en todo el mundo Su más cálida obra de amor por las almas y por los Reinos.
Es a través de su más sincero sí, que su Madre puede sumergirse con toda Su Consciencia, en los más profundos abismos de la Tierra y rescatar lo irrescatable.
Es a través de su más sincero sí, que su Madre puede enseñarles a través de la oración a redimir los aspectos más arcaicos de la vida, para que sus almas estén libres de expresar lo que verdaderamente son.
Es a través de su más sincero sí, que su Madre, en cada nueva Vigilia de Oración, ofrece al Padre Eterno la posibilidad de desarmar grandes planes de Mi adversario.
Es a través de su más sincero sí, que su Madre tiene el permiso de actuar en el planeta y en la humanidad más dormida por medio de la devoción ardiente y del gozo interno de los corazones simples.
Queridos hijos, aunque no lo parezca, el sí de la humanidad podría cambiar los acontecimientos de este mundo, y sus efectos llegarían más allá de las naciones, de los pueblos y hasta de los continentes.
Cada nuevo sí pronunciado por las almas y expresado mediante la presencia física en las Vigilias de Oración por la Paz en las Naciones, significa para el Universo la oportunidad de actuar de forma operativa en la humanidad por intermedio de sus ángeles y de las Jerarquías de la Luz, con el fin de desactivar de la consciencia humana ciertos aspectos corruptos que la hacen retroceder espiritualmente de tiempo en tiempo.
Un verdadero y sincero sí de un hijo Mío, en este ciclo, haría la diferencia para que la Jerarquía espiritual pueda ayudar o no a la humanidad y a todo lo que ella genera por medio de sus acciones y de sus actos.
En este tiempo un sincero sí, permite al Padre Eterno llevar adelante Sus Designios en las criaturas más inferiores y perdidas de la humanidad.
Aún más, si este sí está compuesto por un espíritu de servicio desinteresado, por una oración hecha de corazón y por un amor desconocido, su repercusión en la consciencia humana será mucho más grande de lo que parece.
Por eso, hijos Míos, un sí sincero permite que el Universo actúe a través de las Leyes de la Misericordia y de la Gracia, y que casos imposibles de resolver en la humanidad, puedan ser equilibrados y aliviados.
Los invito a pensar, sentir y meditar en el poder del sí, del mismo sí que una vez dio su Madre Celeste para ser el Tabernáculo espiritual, el vientre humilde y purísimo que recibiría la Luz Universal y el Amor invencible a través de la llegada de Cristo.
Que este sincero sí que puede brotar de sus corazones les permita trascender los tiempos, superar las pruebas más difíciles dentro y fuera de ustedes, que les abra la puerta segura para llegar a encontrar a través de ella la Presencia del Rey Universal, de Jesucristo.
Queridos hijos, será el sí de esta actual humanidad el que hará purificar y elevar al planeta, ayudándolo a liberarse del peso generado por la propia humanidad.
Será el sí de las almas lo que hará de esta humanidad una consciencia más elevada y madura.
Será el sí de los corazones al Plan Divino, el que cambiará para siempre el curso de todos los acontecimientos venideros.
Será el sí de todos Mis amados hijos, el que vencerá a la bestia de todos los tiempos.
Será el sí de Mis hijos, de los hijos de María, el que abrirá las puertas del Universo para el Retorno de Cristo.
Anímense a decir sí al Universo y no se reconocerán.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que en estos tiempos, en los que el planeta y su humanidad se preparan para vivir situaciones desconocidas, reinen la fe y el amor.
Que reinando la fe y el amor, las almas sientan confianza en Dios y se fortalezcan lo suficiente para poder ayudar a esta civilización a dar un salto desconocido hacia una nueva consciencia.
Que en estos tiempos críticos, el poder de la oración pueda convertir cada espacio de la consciencia y así también se convertirá cada aspecto interno de esta humanidad.
Viviendo los atributos de los Cielos, la humanidad podrá tornarse salva y, de esa forma, no será necesario sufrir la resistencia de los mundos internos.
Sean portadores de lo nuevo y de lo eterno, y serán partícipes de la sagrada Comunión con Mi amado Hijo, que los liberará de muchas situaciones.
Les enseño a amar lo desconocido, para que algún día lo puedan vivir dentro de ustedes y más allá de esta realidad concreta.
Quisiera que, desde ahora, aprendieran a cruzar el portal hacia el infinito, porque así conseguirán expresar paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando abres tu corazón a Mi Hijo; Él, con Su autoridad, puede obrar con Misericordia a través de ti.
Cuando encuentras en el camino a Mi Hijo, a pesar de lo que haya sucedido antes; Él, con Su autoridad, puede obrar con Misericordia a través de ti.
Cuando buscas por encima de todo estar en Mi Hijo; Él, con Su autoridad, puede obrar con Misericordia a través de ti.
Cuando sientas que nada tiene sentido y todo parezca perdido, si buscas encontrar a Mi Hijo; Él, con Su autoridad celestial, puede obrar con Misericordia a través de ti.
Cuando sientas que siempre caes en lo mismo y que nunca consigues salir, pero te abandonas todo el tiempo en Mi Hijo; Él, con Su autoridad, puede obrar con Misericordia a través de ti.
Cuando veas que nada tiene sentido y que no encuentras la salida hacia ningún lugar, pero dejas que Su Amor te venza; Él, con Su autoridad, puede obrar con Misericordia a través de ti.
La perfección espiritual solo existe en el Cielo. Mientras estés en esta escuela del planeta, aprendiendo a desterrar lo que hay dentro de ti y muriendo a ti mismo todos los días; Cristo, con Su autoridad, puede obrar con Misericordia a través de ti.
Por eso, levántate de donde has caído; pues Yo, que soy tu dulce Madre, vengo a levantarte y a colocarte en Mis brazos para que sientas Mi refugio maternal.
Cuando caigas de nuevo, en otro momento y lugar, recuerda este mensaje; Cristo puede obrar con Misericordia a través de ti, siempre que le digas sí.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Estos tiempos exigirán, de las almas y de todos los seres de superficie, una apertura lo suficientemente grande para poder acompañar los cambios que son necesarios.
Estos cambios se darán a partir de una receptividad verdadera, que construirá las bases para poder vivir lo que es nuevo y aún muy desconocido.
En ese sentido, queridos hijos, estos tiempos, que son parte de una transición, deben ser vividos con mucha valentía, neutralidad y paz. Esto permitirá, en todo momento, construir dentro de ustedes una consciencia positiva y atenta para vivir los cambios necesarios, sin necesidad de atravesar el sufrimiento.
Por eso, es importante, para esta humanidad de superficie, tener un gesto constante de gratitud y de amor, para comprender y aceptar cambios y situaciones de la vida que parecerían imposibles.
Es hora de abrir los mundos internos, mucho más de lo que habitualmente están abiertos, para poder ver, sentir y comprender que todo cambio o ciclo nuevo es una oportunidad de salir de lo estático de este mundo, para poder vencer las propias barreras que impiden que la humanidad se exprese espiritualmente como consciencia, dentro de este planeta escuela.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi Gobierno Celestial
He aquí Mi gobierno celestial, el que siempre ha descendido al mundo cuando su Madre desciende para abrir los portales de los Cielos.
He aquí Mi gobierno celestial, formado e integrado por los ángeles de diferentes jerarquías, los que en obediencia y de forma incondicional sirven a su Humilde Madre Celestial.
He aquí, hijos, Mi gobierno celestial, que tiene su base fundamental en las enseñanzas de Mi Amado Hijo y en Su Divina Obra de Misericordia.
He aquí, queridos hijos, Mi gobierno celestial, guiado por el Divino Pensamiento del Padre y manifestado por obra de Su Eterna Gracia.
He aquí, Mis pequeños, Mi gobierno celestial, que tiene su sede universal en la Divina Iglesia de Cristo, existente y presente en el sagrado Universo Espiritual.
He aquí, Mis hijos, Mi gobierno celestial, extendido interiormente en este mundo por medio de los que proclaman su fe y su amor por Cristo.
He aquí Mi gobierno celestial, renovándose y expresándose en los corazones devotos y en los espíritus que se entregan por amor al servicio.
He aquí y ahora Mi gobierno celestial, anunciado por Gabriel Arcángel en los primeros momentos de la Anunciación.
He aquí Mi gobierno celestial, proclamado por la humilde palabra de Mi prima Santa Isabel y, a partir de allí, por todas las generaciones.
He aquí y ahora Mi gobierno celestial, extendido en el Universo, después de Mi Asunción a los Cielos, a través de la obra y del servicio inmediato de los ángeles.
He aquí y ahora Mi gobierno celestial, entregado por el Divino Padre y por el Amoroso Hijo durante Mi coronación como Reina y Madre del Universo y de la Tierra.
He aquí, hijos, Mi gobierno celestial, concretado por medio del propósito que el Todopoderoso Me encomendó para este Universo y para este amado planeta azul.
He aquí y ahora Mi gobierno celestial, impulsado como obra a través del estado de Mi eterna Gracia y llevado adelante con el amor maternal de Mi Inmaculado Corazón.
He aquí la Esclava Eterna del Señor, que guarda en Su Reino invisible a todos Sus amados hijos, que protege los pasos de los caminantes de la fe, que guía y conduce a los amantes de Cristo.
He aquí y ahora el gobierno universal de su Madre Santísima, vivo y resplandeciente a través de los Espejos, los que sutilmente irradian los Principios eternos para el surgimiento de la nueva consciencia de la humanidad.
He aquí y ahora el gobierno celestial de la Madre de Dios, el que se lleva adelante a lo largo de los tiempos con la adhesión y la entrega de Sus pequeños hijos.
He aquí y ahora Mi gobierno celestial, manifestado durante estos años de trabajo Conmigo a través de esta obra en la superficie, la que es movida interiormente por los impulsos constantes que envía el Espíritu Santo.
He aquí y en este tiempo, la obra de María Santísima presente en los corazones que forman parte de ella.
He aquí la Obra mariana de Dios a través de todo este grupo de almas que ha dado su sí a María, así como María dio Su sí al Arcángel Gabriel.
He aquí y ahora la obra de la Corredentora Madre de Cristo, obra que se ha expandido y difundido en los cinco continentes, obra que llega a las almas de diversas lenguas del mundo.
He aquí la Obra del Amor y de la Misericordia de Dios por medio de María Santísima, actuando y obrando lentamente a través del amor de Sus hijos y de la fe de Sus soldados.
He aquí la obra que surgió, en el comienzo, en un naranjal de Aurora y que luego despuntó como un gran sol para todo el planeta, llegando hoy a servir y a rescatar a las almas más perdidas.
He aquí la obra de la esperanza, obra de María y obra nuestra, guiada por Su Corazón noble y conducida por Su humilde mano.
He aquí y ahora, la obra de la paz, presente en el mundo por Voluntad del Padre, después de diez años.
He aquí la obra que ha regenerado a muchas vidas, que ha hecho verdaderos milagros en los corazones necesitados, que ha devuelto el amor y la vida a los que los habían perdido.
He aquí y ahora la obra formada por tantos hijos de María que tejen, junto a su Madre, el manto de la paz en el mundo, el manto en donde Cristo posará Sus Pies cuando Él retorne.
He aquí el gozo espiritual de su Madre al ver en los ojos de Sus hijos el brillo de Su Gracia y la esperanza expresada en los rostros de los que la habían perdido.
Demos gracias a Dios por haber permitido que su humilde Señora de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad haya venido a su encuentro para poder hacer de sus vidas receptáculos de la Gracia, instrumentos del amor y columnas de Su eterna y divina misericordia.
Por estos diez años compartidos, hoy Yo les agradezco.
Los bendice bajo la luz del Inmaculado Corazón,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy la Madre del Mundo, la Madre Universal. Soy aquella cuya autoridad no proviene de esta Tierra, sino solo del Corazón de Dios.
Yo soy la Señora de todos los tiempos, Aquella que conduce a las criaturas desde el principio hasta el fin; no solo de sus vidas en este mundo, sino de toda su evolución, del origen hasta el origen.
Yo soy la Señora del Universo y también la Madre Celestial, parte viva de la Consciencia Divina, que viene a la Tierra en estos tiempos para hacerlos despertar.
Hoy los traje al desierto para que ingresen en el desierto de sus corazones y allí encuentren la esencia de la Hermandad.
Este nuevo ciclo, hijos Míos, marcará una etapa definitiva en el que los corazones deberán unirse al Cosmos y descubrir los misterios universales, como aquellos misterios que se guardan en el interior del planeta.
Hoy los traje al desierto porque este es el refugio a donde llevo a Mis hijos cuando ellos más lo necesitan.
Es en el desierto interior en donde las consciencias pueden vivir la síntesis para estos tiempos, en donde pueden asimilar los aprendizajes del pasado y construir las nuevas bases para el futuro.
Es en el desierto, en la aparente soledad, en donde parece que no existe nada, en donde sus corazones se unen con la Hermandad, con el Cielo y con la Tierra, con el verdadero tiempo que existe más allá de las ilusiones de este mundo.
Es encontrando la “nada” en su interior que volverán a Dios, si se abren para eso.
Hoy, el Universo se detiene y pone sus ojos sobre la Tierra, en los cuatro rincones de este mundo, en lo invisible del planeta.
Aquellos que vinieron a servir desde el principio, a este Proyecto humano, hoy se encuentran en oración, porque ha llegado el tiempo, hijos Míos, de que la humanidad crezca y encuentre su verdadero origen en el Universo, como en el Corazón de Dios.
Hoy, los Portales del Cosmos se abren hacia la Tierra y los mundos invisibles se muestran al corazón humano.
El Cielo se viste de fiesta, de júbilo, de regocijo espiritual, para impulsar a las criaturas a encontrar el propósito de su evolución en el cumplimiento de este Plan.
Hoy, su Madre Celestial, en el desierto, enciende todos los Espejos del Cielo como de la Tierra, enciende los Espejos de los corazones de Sus hijos, para así, construir el camino, el puente, que une todas las expresiones de la Vida.
Mi Corazón llega al mundo para abrir un nuevo ciclo en el que quiero ver a Mis hijos viviendo en fraternidad entre sí y con el Universo.
Quiero ver los Espejos de sus corazones irradiando la nueva vida que emerge desde su interior y que se refleja en la consciencia humana.
Los traigo al desierto para que encuentren la verdad sobre sí mismos, y vivan con base en esa verdad y no en las ilusiones del mundo.
Dejen que Mi Espejo Mayor se refleje en sus corazones.
Permitan, hijos, que lo más puro que existe en ustedes pueda emerger y que en este reencuentro con el Universo, no contemplen sus errores, no piensen en los desvíos que vivieron hace tanto tiempo; sino que reencuentren aquel Estanque universal, aquella vibración más pura que, como un dulce sonido, oí resonar en Mi Inmaculado Corazón, en el momento en el que sus esencias fueron creadas.
Ingresen en el desierto de su mundo interior, en donde pueden desmitificar la condición humana para llegar al vacío y allí reencontrar el Todo, del cual aparentemente salieron hace tanto tiempo.
Hoy Yo los llamo a la madurez interior, al despertar y a la unión con Mi Inmaculado Corazón, para que encuentren en Mí, la esencia de la Vida.
Hoy, en este desierto, se revela un misterio, la verdadera vida que existe en la Tierra y que se esconde en los lugares más simples, más puros, más humildes.
Es en el interior de este planeta, invisible a los ojos humanos, en donde la Voluntad de Dios se expresa. Allí, donde la Naturaleza es silenciosa y la comunión existe entre todos los Reinos, es donde la Voluntad de Dios se expresa.
Es en la humildad de aquellos que ya no buscan ser conocidos por la humanidad, que sirven en silencio a este planeta, en donde la Voluntad de Dios se expresa.
Es en la entrega incondicional de consciencias que podrían estar evolucionando a lo largo de las dimensiones y que, sin embargo, continúan en la Tierra para guiar y conducir a la humanidad, aunque muchos no lo sepan; es allí en donde la Voluntad de Dios se expresa.
Es en la perseverancia de aquellos que no contemplan las miserias humanas, sino el potencial de amor que existe en sus esencias, en donde la Voluntad de Dios se expresa.
Hoy, hijos, contemplen en su interior a todos los Seres de Luz que vinieron a la Tierra, desde el principio, a todos los Centros de Amor que se esconden en el interior del planeta, con la esperanza de que los ojos humanos un día los puedan ver.
Encuentren en el sacrificio de estos Centros de Amor, en su humildad y en su silencio, el verdadero sentido de sus vidas y cuando todo les parezca difícil, recuerden que existen aquellos que sirven incansablemente y que entregan su evolución para que la humanidad pueda dar un pequeño paso en este mundo.
Hoy, el Espejo de Mi Corazón refleja en ustedes el sacrificio del Cosmos, de aquellos que responden al Llamado de Dios, más allá de las dimensiones para que, en este nuevo ciclo, se sientan inspirados a vivir este mismo sacrificio por amor a otros, a olvidarse de sí mismos y a vivir en humildad la renuncia, la entrega, en lo más profundo de su interior.
Siéntanse inspirados por el desierto para que, en ese estado, vivan los tiempos que llegarán.
La fortaleza de los Centros de Amor se guarda en el silencio y es allí también en donde Mis hijos deben encontrarla.
Sean como ese desierto, silencioso, pero pleno del Poder de Dios, humilde y vacío, pero llevando dentro de sí, el mayor tesoro de este planeta.
Que en estos diez años, hijos Míos, en los que Yo he estado a su lado, sus consciencias caminen.
Que en este aniversario se definan a seguir Conmigo, reflejando Mi humildad en su interior, amando a este planeta como Yo lo amo y sirviendo a la humanidad como Yo la sirvo.
Yo soy la Sierva incansable de Dios y los llamo a ser incansables junto Conmigo.
En este día de júbilo, en este día de Gloria, los invito a construir, para el nuevo tiempo, un camino de esperanza en el que las almas vean reflejadas en ustedes, hijos Míos, Mi sagrada Presencia.
Que el Corazón de Dios encuentre, a través de sus pasos, una esperanza en la evolución humana.
Que todo el Universo sienta que valió la pena el sacrificio vivido desde el Origen por el triunfo del Proyecto humano y, en consecuencia, el triunfo de la Vida universal, de la unidad de cada criatura con el Corazón de Dios.
Con estas palabras los impulso y los bendigo.
Infinitamente les agradezco por responder a Mi llamado y espero, hijos, que no solo se pasen diez años más, sino que Yo pueda venir por toda la eternidad, y que ustedes estén a Mi lado.
Yo los bendigo, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El descenso del Reino Celestial
Amados Míos:
Hoy cumplo la promesa que hice a vuestros corazones y desciendo nuevamente a este mundo con toda Mi Consciencia Celestial y Universal, ingresando a esta, una de Mis Casas en la Tierra, para traer el Reino Celestial.
Este Reino, que pertenece a todos Mis fieles hijos, reúne a los Pies del Padre Eterno y a los Pies de Mi Hijo, el Redentor, a aquellos que desde el corazón pueden vivir la fidelidad al Amor de Dios, la transparencia de ese amor, la libertad interior de haber elegido con el alma seguir el camino del bien, de la fraternidad y de la Misericordia que Cristo trajo a esta humanidad.
Esta Iglesia Celestial, que está compuesta por todos los corazones sinceros en el amor a Dios, no hace distinción de razas, pueblos, religiones, ni dogmas. Ella está formada por todos los que buscan el bien, la luz, el amor y la vida fraterna para sí mismos, para sus hermanos en todo el mundo; que buscan respeto, consideración y reconocimiento de todos los Reinos de la Naturaleza, como parte preciosa y fundamental de la vida en este planeta, frutos de la Creación Divina del Padre.
Esta Iglesia Celestial que Mi Hijo ha reunido como ofrenda al Padre Eterno, hoy desciende y se une a Mí, a Mi Inmaculado Corazón, para que así Yo la pueda cuidar, proteger, orientar y conducir hasta que Mi Hijo retorne al mundo, el único Rey, el Salvador.
A partir de este nuevo ciclo, hijos Míos, todo quedará expuesto para ser purificado. Nada quedará oculto a los ojos de los hombres, nada quedará para otra oportunidad.
Aquellos que se definan por el bien, lucharán todos los días para encaminar sus vidas por la senda que los conduce al Amor de Dios y lo harán con alegría, sabiendo que los mil años de paz están llegando, se esforzarán y prepararán el Retorno de Cristo con pequeñas y grandes acciones. Todos los verán y sabrán quiénes son.
Aquellos que se engañen y que elijan mantener los poderes falsos de este mundo, ya no se ocultarán y serán vistos por todos en todo el mundo. Ellos se burlarán de los corazones sinceros que buscan el bien y su infidelidad será vista y oída por todos. Ellos perseguirán a los corazones buenos y querrán destruir la Iglesia Celestial por no poder apoderarse de ella.
Pero nada deben temer, porque Yo estaré con ustedes y en ustedes, y ya nada los podrá hacer sufrir.
Yo guardaré la verdadera Iglesia de Mi Hijo hasta que Él retorne, colocando bajo Mi Manto de protección a los puros y simples de corazón, a los fieles y verdaderos, a los justos y obedientes de las Leyes del Cielo, a los caritativos y bondadosos con sus semejantes y con los Reinos, a los valientes que buscan el amor por encima de la mezquindad de este mundo, a los que sufren por la maldad de los crueles y pecadores, y a los inocentes, esos que nadie puede proteger.
Y así, la Iglesia Celestial de Mi Hijo crecerá, nación por nación, región por región, continente tras continente de este mundo, y nada la detendrá, porque el verdadero amor, la verdadera luz y la verdadera paz llegarán a cada alma sedienta de esta Tierra.
Recuerden, es Mi Hijo el que llama a las almas en los mundos internos, y también es Mi Amor maternal el que los reúne para llevarlos a Cristo, más allá de cualquier acción en la superficie de la Tierra.
Por eso, sucederán cosas que no podrán comprender cuando los hijos de la Iglesia Celestial comiencen a congregarse, y desde los más lejanos lugares del mundo clamen por el Amor de su Madre Celeste y por su Señor, y cuando empiecen a llegar a los espacios en donde los Mensajeros Divinos descenderán para traer paz.
Los grandes milagros de luz, cura y conversión comenzarán a manifestarse a lo largo y ancho del mundo, porque las almas se encenderán, estén donde estén, respondiendo al llamado de su Pastor.
El mal los querrá confundir, pero el Amor redentor de Cristo es poderoso e inconfundible y nada lo detendrá.
Prepárense, hijos amados, para recorrer junto Conmigo aquellos lugares perdidos del mundo en busca de sus hermanos, para que, definitivamente, puedan formar parte de esta, nuestra Iglesia Celestial.
Y así, en este ciclo que hoy se inicia, despertarán los 144 000 y nada lo impedirá. Esa tarea que ellos cumplirán, de preparar el Retorno de Cristo, le pertenece a cada alma comprometida con el advenimiento de la Nueva Humanidad, a cada uno de los que escuchan Mis palabras a través de sus oídos o en sus mundos internos.
Y ya no serán solo 144 000, serán muchos más los que, con el amor ardiente encendido por Mi Hijo en sus corazones, caminarán a Su lado para vivir junto a Él el amor y la fraternidad que esta raza siempre estuvo destinada a vivir.
Hoy, desciendo aquí y también sobre la superficie del desierto en Perú, en donde, en los mundos internos del planeta, los Maestros y Ancianos de otrora y de siempre, cuidan de este mundo. Allí es donde la Blanca Hermandad ha seguido fielmente el Plan de Dios para este mundo.
Ellos han estado incondicionalmente unidos al Eterno Padre y a todos Sus Designios, siendo el puente entre el Cósmico Universo y la Tierra desde antes de Adán y Eva, tarea que Dios les entregó y que permitió que, a pesar de todos los errores de ustedes, Mis hijos de superficie, aún hoy tengamos este bendito planeta para seguir adelante con el Proyecto divino.
Por eso, también he descendido en el desierto de Chilca, al igual que Mi Hijo descendió hace un año atrás, para llevar también hasta allí la Iglesia Celestial, porque todos ellos, como amantes silenciosos de Mi Hijo, pertenecen a esta reunión de consciencias que, desde los planos internos, nos ayudan a mantener y a preservar este amado planeta.
Amados Míos, hoy los invito amorosamente, como Madre, a dar un paso en sus espíritus y almas, para ingresar junto a Mí en la escuela del verdadero conocimiento sobre esta civilización, que son ustedes y este planeta, conocimiento que les pertenece y que ha estado oculto de las consciencias de todos.
Ahora, que ya son jóvenes que están alcanzando la madurez espiritual, les corresponde vivir las grandes verdades con apertura y también tomados de la mano de su Madre Celeste, la que los conducirá por estos nuevos caminos con amor, cuidando de cada una de sus almas.
Este nuevo ciclo estará pleno de revelaciones que los harán fuertes y les permitirán comprender muchas cosas que antes eran nombradas como “misterios”, porque el tiempo para saber de ellas todavía no había llegado para todos.
Amados Míos, hoy Mi Corazón está en júbilo y llego a ustedes como la novia que llega al altar para iniciar la etapa más importante de su vida, etapa en la que formará definitivamente la gran familia, la Familia Universal, la que esperará con fervor la llegada de su Rey, Cristo Jesús Glorificado.
Los amo, y los bendigo en este día inolvidable de júbilo.
Gracias por estar hoy acompañándome, siendo parte de esta victoria celestial.
Vuestra Madre María, Madre Universal
He venido de un lugar muy cercano a este, para estar con Mis queridos hijos y para sembrar en esta humanidad, Mi Espíritu de Paz que ya está vivo en ustedes.
Vine de un lugar muy cercano a este, para sentirme coronada, honrada y amada por Mis hijos, como así hoy lo puedo sentir con Mi Corazón.
Vengo de la Colina de las Apariciones, en donde he estado con Mis hijos orando, trayendo hacia este lugar el Universo de Dios y haciéndolo expandir por los confines de este Universo.
Vengo de este lugar porque es el más especial para Mí, en donde todo comenzó aquí, en donde se ha manifestado, primero en la consciencia y después en los corazones, la vida de esta Comunidad.
Hoy vengo como la Señora de la Figueira y Madre de toda la humanidad.
Hoy estoy vestida de esposa ante Mis hijos, porque también he llegado del Reino Celestial, para conmemorar esta alianza con todos Mis hijos, así como con cada uno de ustedes.
Hoy estoy ante un escenario, ante un altar, que glorifica a una buena Madre y a la humilde Señora de la Luz.
Esta es la representación del manto que Yo tejo en todo el Universo cuando tan solo Mis hijos responden a la oración.
He venido también de las estrellas, de un lugar muy lejano a este, en donde existe la Verdad, la realización de la Obra de Dios desde su principio hasta su fin, desde espacios muy alejados de sus consciencias.
He venido a traerles lo desconocido, lo que aún la humanidad no conoce completamente y lo que su Madre Celestial vive todos los días y que invita a vivir a Sus hijos con coraje y valentía para descubrir en cada uno de ustedes, su propio universo interior.
Hoy, soy conmemorada con este simbólico manto de estrellas, que representan a las almas que se han encendido bajo el espíritu de Mi paz, de Mi bondad y de Mi maternidad.
Con estas palabras simples, queridos hijos, Yo los invito a vivir todos los días y por los tiempos que vendrán, Mi espíritu de simplicidad y de amor, porque de esa forma siempre estarán libres de las cosas del mundo y de todo lo que él trae a la consciencia, por medio de la ilusión y de todo lo que no es verdad.
Hoy, ante Mi presencia maternal, sus consciencias finalmente despertaron a lo desconocido, a lo que la humanidad llama "misterio", pero que en verdad, queridos hijos, Dios no es un misterio, es una realidad viva en sus corazones y espíritus.
A través de estos años, queridos hijos, y por medio de estos Centros Marianos, he llamado a la humanidad para volver a su verdadero origen, hacia su verdadera fuente, hacia su verdadera esencia primordial.
Esto es lo que Yo he construido en ustedes a través de los años, desde Mi primer llamado en Aurora, hasta Mi primera aparición aquí, en Figueira, cuando su Madre Celeste trabajaba silenciosamente convocando a las almas para este gran servicio planetario de la oración.
Hoy quisiera, queridos hijos, que ya no sientan más sus miserias, sino que crean en lo verdadero que existe en ustedes y que se llama Dios, que es perpetuo, infinito e invencible.
Es en esta comunión que Yo los invito a vivir a través de Mi Hijo, porque así se seguirán formando los nuevos apóstoles, los que llevarán la palabra de vida hacia aquellos que nada tienen y que no conocen su universo interior.
Hoy estoy ante Mis hijos, ante Mis más amados hijos, que se han convertido finalmente en soles, así como todos los Soles del Universo, pero los soles que existen aquí, en este planeta, son diferentes a los que existen en el Universo.
Su verdadero sol, queridos hijos, es la esencia, aquello que siempre se perpetuará a través de los tiempos, que llevará de esta humanidad una experiencia del amor y de redención hacia los mundos sutiles, hacia el infinito, ante el Creador.
Es en esa dimensión y en esa consciencia en la que, en este tiempo, Yo los invito a vivir, para que puedan trascender sus errores de otrora, para que esta humanidad envejecida pueda curarse y para que puedan nacer los nuevos cristos que prepararán la Tierra, plantarán las semillas y regarán el terreno para que broten las nuevas células de luz, las nuevas almas que se convertirán en Cristo y por Cristo.
En sus manos, queridos hijos, ya están todas las llaves de la Divina Instrucción. A partir de ahora, queridos hijos, ya pueden ser formadores y servidores de muchas almas en el mundo, así como también de cada Reino de la Naturaleza, que en estos tiempos críticos espera por el alivio de sus corazones, a través del servicio de sus simples manos.
Los invito, hijos Míos, a formar parte de la eternidad del tiempo presente, del tiempo eterno, del verdadero tiempo real.
Así, hijos Míos, estarán junto a la Hermandad, unidos como almas y esencias con el Universo y con la Tierra, con los seres celestiales y con cada ser miserable de este planeta que también necesita de la Misericordia de Dios.
Deseo, amados hijos, que brote de ustedes en este tiempo, el verdadero impulso de convertirlo todo, de transformarlo todo y de renovar estos tiempos a través de la energía crística.
Sean portadores, en esta noche, de la Divinidad de Mi Amado Hijo. Comulguen en este momento con ese Principio que hará de sus vidas, vidas resplandecientes en el Señor, almas donadas para construir la Nueva Tierra y la Nueva Humanidad.
Por eso, a través de Mi presencia, hoy les traigo todo el Universo a través de la sagrada Colina de la Luz, en donde siempre podrán encontrarme y sentirme, porque siempre allí estaré para escuchar a Mis hijos, como también para abrazarlos en maternidad.
Hoy siento por primera vez, queridos hijos, el abrazo amoroso de todos Mis hijos, siento el calor de sus corazones, el fuego que brota de lo más íntimo de sus almas y que permite disolver muchas cosas en el mundo.
Hoy estoy aquí, más cerca de lo que parece, porque en este décimo aniversario, comienza una nueva etapa que poco a poco, descubrirán, primero en ustedes mismos, después a través de esta Obra y por último en toda la humanidad.
Ya no estaré solo aquí en Sudamérica, necesito, queridos hijos, que después de tantas bendiciones Me acompañen, como Me han acompañado hasta ahora, en fidelidad, oración y amor, en todo el mundo.
Necesito que Me sigan, aún hay cristos que deben despertar en América, en Europa, en África, en Asia y por último, en Oceanía.
¿Quién acompañará a la Madre de Dios en esta Obra planetaria hasta el momento en el que retorne Mi Hijo al mundo?
Vengo a enseñarles, como Madre de los apóstoles, a sembrar esta Tierra con amor, con servicio, con caridad y misericordia, para que este planeta finalmente, después del Sacrificio de Mi Hijo, se torne una Tierra prometida, en donde nuestro Padre pueda mirar al mundo con compasión, viendo que las almas responden a Su convocatoria y que nunca temen decir “Sí”.
A través de estas palabras, por medio de este mensaje de amor, uniendo en esta noche a Aurora y Figueira, les muestro Mis nuevos Planes de Luz, los que Dios Me encomendó para este 8 de agosto y para esta nueva etapa.
¿Aceptan acompañarme? ¡Sí!
¿Aceptan vivir lo desconocido? ¡Sí!
¿Y todo lo que no proviene de este mundo? ¡Sí!
¿Aceptan ser la Ley viva en estos tiempos? ¡Sí!
Entonces, pueden estar conmigo para siempre, porque Yo necesito de almas simples, pero decididas a vivir lo que nunca vivieron, por amor a Nuestro Señor.
Pero les quiero decir algo, hijos Míos: aunque no lo parezca, todo lo que les he preguntado ya lo viven, así es que hoy están renovando los votos ante el Creador, como hijos de Mi Inmaculado Corazón y como nuevos apóstoles de Cristo, en esta sagrada misión por la redención de la humanidad y por la asistencia inmediata a los Reinos de la Naturaleza.
Y ahora, cerrando Mis pergaminos de Luz con la firma dada a través de sus corazones, le vuelvo entregar al Creador Su más íntimo designio para este mundo, porque se cumplirá, sea como sea.
Mi promesa sigue vigente en esta noche de gratitud, en donde lo más sublime del Universo se une a las almas en el amor, para establecer el Espíritu de la Hermandad.
Quiero que, en el silencio de sus corazones y de sus palabras, emitan interiormente una petición, una intención o una súplica a su Madre Celeste. Escucho.
Se dibuja en Mi pecho una rosa de Luz, expresión del amor de Mis hijos del mundo, de la fidelidad y la transparencia de las almas que aceptan transformarse en nuevos instrumentos.
En Mi Corazón de madre llevo todas sus intenciones a Dios, para que los ángeles oren por ellas y se cumplan a través de la Voluntad del Creador, en perpetua obediencia.
En esta noche, en donde sus corazones se reconsagran a Mi Inmaculado Corazón, oraré por ustedes y por el mundo, por este sagrado planeta que debe convertirse en una gran célula de luz, en la expresión del Amor-Sabiduría de Mi Amado Hijo.
Escucha Señor en el silencio, las intenciones de Tus hijos, que ellas sean bañadas por el Espíritu de Tu Gracia y de Tu Misericordia.
Que la gran intención de este planeta se cumpla a través del despertar de los obreros de la Luz.
Que las almas sientan el gozo de Tu Divino Espíritu. Que las almas alcancen la felicidad eterna, en donde no existe sufrimiento, ni dolor.
Señor, que los portadores de Tu Paz enciendan la llama de sus corazones, que esta llama de amor y de hermandad se expanda por todo el mundo, a fin de que Tu Obra se realice y se manifieste en los corazones no redimidos.
Que así sea.
Amén.
Les agradezco, queridos hijos, por estar hoy aquí, esto tiene un gran significado para Mi Corazón, porque ante lo que es desconocido y eterno, esto es muy importante.
Es muy importante la respuesta consciente de la humanidad y la adhesión sin condiciones de los corazones simples y humildes.
Quiero que en esta noche, se sientan fortalecidos, se sientan renovados y especialmente se sientan curados de espíritu y de alma.
Quiero que en esta sagrada plenitud de Dios, comulguen con el Universo y con su esencia, porque eso nunca se perderá a pesar de lo que suceda.
Recuerden este momento y la importancia que él tiene para sus vidas.
Recuerden que, a pesar de lo que suceda en el mundo y en esta humanidad, Mi Amor es irrefutable.
Hoy puedo ver con Mis ojos de madre y esclava del Señor, la Obra prometida, que ya se está cumpliendo en el mundo.
Crean que esto es verdad, crean que es posible realizarlo. Ustedes son muy preciosos para Mí, porque veo que en las almas existen grandes tesoros que se pueden mostrar a este mundo cuando tan solo existe amor y unidad.
Por eso, hoy les doy Mi bendición y Mi agradecimiento.
Y cada una de estas rosas colocadas a los pies de esta imagen, llegará hoy a sus manos, porque cada una de ellas representa un alma que en este planeta se ha unido a Mí, en esta Obra de Redención y de Amor.
Por eso, se las entregaré como un gesto de amor de Mi Corazón, a las almas que Me escuchan amorosamente.
Bendigo estas rosas, así como bendigo sus corazones para que se manifieste la verdadera vida, la comunión interna con el Creador.
Bendigo sus vidas y caminos, para que se realice en ustedes el Proyecto de Dios, por medio de la constancia, de la entrega y del sacrificio.
Bendigo sus familias y todos sus seres queridos, para que ellos alcancen el principio de la Familia Universal, de la Sagrada Familia.
Bendigo a los que no conocen, a los que sufren, a los que padecen sufrimientos, a los que están enfermos de cuerpo y de alma; para que en ellos se realice la cura interior y nazca en sus espíritus la nueva aurora.
Hoy entrego para el mundo una Gracia más, coloquen sus manos en señal de recepción para recibir esta energía sublime a través del Rayo Mayor de Mi Inmaculado Corazón.
Guarden esta Gracia en sus corazones, para que Yo siempre los pueda encontrar.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Les agradezco por acompañarme y por seguir los pasos hacia la Redención.
Octavo día de la novena:
“Por la manifestación en la superficie de los Puntos de Luz, como las Comunidades-Luz y los Monasterios, que representan la presencia de la Jerarquía Espiritual”.
Queridos hijos:
A través de los Puntos de Luz que la Jerarquía Espiritual funda en la superficie, por medio de las Comunidades-Luz y de los Monasterios, su Madre Celeste establece Su gobierno celestial para que esos Puntos de Luz, como imanes cósmicos, atraigan a los que se autoconvocaron en estos tiempos, para vivir el Plan Divino en el final de este ciclo de la actual humanidad.
A través del gobierno celestial de su Madre, el Universo Espiritual puede actuar en la superficie de este planeta, porque existe una contraparte que con gran esfuerzo se lleva adelante por medio de las Comunidades y de los Monasterios, una Obra que es planetaria.
Por eso, queridos hijos, el gobierno celestial de su Madre atrae hacia el mundo una renovación espiritual y una activación consciente de los patrones de redención y de cura. Esto hace posible, hijos Míos, que este planeta, lentamente, pero de forma segura se torne rescatable.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Séptimo día de la novena:
“Por la existencia del Espíritu Santo, que ha guiado e inspirado a todos los grupos de servicio, de oración, de instrucción y de cura; mostrando en cada uno su talento espiritual”.
Queridos hijos:
El Espíritu Santo, en la humanidad, lo es todo. Si Él no hubiera estado en los apóstoles, la Obra de Redención de Cristo nunca hubiera sido conocida en el mundo.
Por eso, el Santo Espíritu inspira a las almas para que sigan el Camino del Señor y para que se abran a servir a la Creación; sirviendo, de alguna forma, a la humanidad.
El Espíritu Santo ha sido la Fuente principal que, a través de los tiempos, ha impulsado y creado los grupos de servicio, en toda su diversidad.
En este ciclo planetario, los grupos de oración y de servicio, que existen a lo largo y ancho del planeta, están impulsando el despertar de nuevas virtudes y de nuevos dones que antes no estaban activos.
La existencia de todos los grupos de almas congregadas proviene de la obra que el Espíritu Santo promueve, en este tiempo, en la humanidad.
Sabemos que el Espíritu Santo es una de las Personas de Dios, en la Santísima Trinidad. En este sentido, el Espíritu Santo es el ejecutor, en el Plan del Padre Eterno, que promueve la concreción de la Obra de Amor, de Misericordia y de Redención de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Sexto día de la novena:
“Por recibir de la Fuente todo el conocimiento del universo, plasmado por medio de la instrucción y de la formación de los servidores de Dios”.
En estos tiempos, queridos hijos, la instrucción que proviene del Universo de Dios ayudará en la concientización y el despertar inmediato de la humanidad.
Cuando existe receptividad ante la instrucción recibida, la Jerarquía Espiritual puede llevar adelante la Obra de redención de la humanidad.
Es por esa causa que la instrucción, en estos tiempos, tiene un carácter profundo de definición y coloca a la humanidad en otro grado de consciencia y de evolución.
Por eso, queridos hijos, el conocimiento sagrado así como la sagrada palabra son fuentes de transformación y de renovación para las almas.
Sentir el conocimiento divino en el interior significa despertar a nuevas posibilidades de redimensionar la vida planetaria en otra escala.
La formación de los servidores de Dios proviene del conocimiento espiritual que es entregado y que forma a la consciencia para su misión y su propósito interior.
Cuanto más reconozcan el conocimiento del universo, más se podrían reducir los efectos de la purificación planetaria; sabemos que, en estos tiempos, las almas tienen su atención más en el mundo y menos en su interior.
Ese conocimiento es decisivo porque promete erradicar de la consciencia todo lo que es superfluo y mezquino.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Quinto día de la novena:
“Por la Presencia de Cristo en nuestro mundo interior y por formar parte de Su Obra de Misericordia”.
Queridos hijos:
Ya es Misericordia formar parte de la Obra de los Mensajeros Divinos, porque a través de ella se gesta el surgimiento de la nueva humanidad. Por eso, pertenecer en estos tiempos a la Obra de Dios, también es una Gracia suprema, que desciende a esta humanidad para colmarla de nuevos dones, los dones que generarán en esta raza el nacimiento y el despertar de los Nuevos Cristos.
Estar presente en Cristo, y Cristo estar presente en su mundo interior significa, hijos, la posibilidad de que el amado Rey del Universo concrete en la humanidad Su Plan de Redención y de Misericordia.
Aquella alma que pueda estar en Cristo podrá formarse, de tiempo en tiempo, como Su apóstol del amor, y esto comenzará con el aprendizaje de amar a sus semejantes todos los días, a fin de que en esta civilización se plasmen los nuevos patrones de conducta.
Al encarnar y vivir esos patrones, la humanidad se aproximará a la Divinidad de Cristo y esto ayudará a que en los mundos internos las almas se preparen para vivir el esperado Retorno de Cristo.
Preciado e inmaculado es el mundo interno de cada ser, que guarda en esencia la vida divina, un misterio que se irá revelando en estos tiempos a las almas que comulguen con el Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuarto día de la novena:
“Por la entrega incondicional de los consagrados al Plan Divino del Padre”.
Querido hijo:
No dejes que tu corazón se marchite, ni tampoco que se seque la fuente de amor que brota de tu corazón.
No permitas que tus incertidumbres y pruebas te arrinconen en un espacio sin salida; sabes, desde ahora, que siempre puedes contar Conmigo. Soy tu Madre y deseo el bien mayor para todos Mis hijos.
Los tiempos de hoy exigen cambios grandes, que podrán darse en lo pequeño y no en lo grande; porque mientras las almas coloquen la aspiración al cambio en cosas grandes, sufrirán y no lo alcanzarán en esta vida que Dios les dio.
Los verdaderos cambios que nos llevarán, algún día, a ser incondicionales, se encuentran en las pequeñas cosas, como en los pequeños gestos.
Por eso, en este día de la novena la intención está dedicada a todos los consagrados que en estos tiempos difíciles se entregan de manera incondicional, porque en ellos Mi Amado Hijo hará Su Obra.
Entregarse al Plan Divino es carecer de toda expectativa, resultado y acierto. El Plan siempre los colocará en el lugar y en el momento de poder dar un paso sin condiciones; por eso, en este mundo la verdadera consagración la viven muy pocos.
Pero, aquella alma que se esfuerza por ser totalmente consagrada, sepa, desde ahora, que algún día lo conseguirá, porque tendrá el divino apoyo interno para que esa aspiración se cumpla en su vida.
Hoy, rezar por los consagrados del Plan significa algo importante, porque en estos tiempos es difícil vivir en un Plan dentro de una humanidad en purificación.
Todo se consigue con fe, esperanza y determinación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Tercer día de la novena:
“Por la caridad y el servicio altruista vivido por Dios, a través de Sus criaturas, a los Reinos Mineral, Vegetal, Animal y Humano”.
Queridos hijos:
El servicio de los seres humanos y de las almas orantes a toda la Creación crea méritos en la consciencia planetaria y favorece el equilibrio de las grandes deudas generadas con los Reinos Mineral, Vegetal, Animal y Dévico.
La caridad que el Padre refleja a través de Sus pequeñas criaturas siempre se dará mediante el servicio altruista que las almas pueden vivir por medio del amor a los Reinos de la Naturaleza.
En estos tiempos y ante el gran desajuste planetario ocasionado por la humanidad, al destruir los Reinos de la Naturaleza, se genera un débito desequilibrado y, a veces, impagable.
Por eso el Padre, a través de Sus Mensajeros Divinos, estimula la creación de grupos de servicio y de fraternidad hacia los Reinos de la Naturaleza con el fin de disminuir los efectos contrarios que el ser humano genera contra sí mismo al destruir y alterar la vida de los Reinos.
Cuando al menos un alma se encuentra consciente de la necesidad de proteger y de amparar a los Reinos Menores, esto conmueve al Corazón de Dios, al saber que aún existe la esperanza de cumplir con este Proyecto de redención y de rescate de la humanidad actual.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Segundo día de la novena:
“Por haber conocido el valor de la Santa Comunión y de los demás Sacramentos”.
Queridos hijos:
En cada Sacramento se guarda uno de los doce Dones de Dios que se activa en el momento en el que las almas toman contacto con los Sacramentos.
La Sagrada Eucaristía les permite, a través de Cristo, estar en comunión con lo Alto y así atraer, desde el universo, todas las corrientes de espiritualidad positiva que la humanidad necesita.
Los Sacramentos son un portal hacia lo nuevo, pues cada uno de ellos renueva a las consciencias que los viven, y permiten, a su vez, traer al alma un principio de comunión permanente.
Cada Sacramento construye algo en las almas y nuevas etapas son vividas después de haber recibido alguno de los Sacramentos.
El valor de la Santa Comunión es incalculable, ya que, espiritualmente, la esencia de la Eucaristía está impregnada de la Presencia de la Divinidad de Cristo.
Cada vez que el alma toma contacto con la Comunión, debe saber que está recibiendo un principio oculto de renovación y de consagración.
Cada Sacramento, en sí, representa un aspecto vivo de Cristo en la humanidad que lo recibe y lo resguarda como un tesoro espiritual.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más