Quinto día de la novena:
“Por la Presencia de Cristo en nuestro mundo interior y por formar parte de Su Obra de Misericordia”.
Queridos hijos:
Ya es Misericordia formar parte de la Obra de los Mensajeros Divinos, porque a través de ella se gesta el surgimiento de la nueva humanidad. Por eso, pertenecer en estos tiempos a la Obra de Dios, también es una Gracia suprema, que desciende a esta humanidad para colmarla de nuevos dones, los dones que generarán en esta raza el nacimiento y el despertar de los Nuevos Cristos.
Estar presente en Cristo, y Cristo estar presente en su mundo interior significa, hijos, la posibilidad de que el amado Rey del Universo concrete en la humanidad Su Plan de Redención y de Misericordia.
Aquella alma que pueda estar en Cristo podrá formarse, de tiempo en tiempo, como Su apóstol del amor, y esto comenzará con el aprendizaje de amar a sus semejantes todos los días, a fin de que en esta civilización se plasmen los nuevos patrones de conducta.
Al encarnar y vivir esos patrones, la humanidad se aproximará a la Divinidad de Cristo y esto ayudará a que en los mundos internos las almas se preparen para vivir el esperado Retorno de Cristo.
Preciado e inmaculado es el mundo interno de cada ser, que guarda en esencia la vida divina, un misterio que se irá revelando en estos tiempos a las almas que comulguen con el Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz