MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Ya se escucha el eco de las flautas indígenas de Norteamérica, y ese eco resuena en el corazón del Gran Cañón del Colorado.

Ese eco invoca el pedido de liberación y de paz de uno de los pueblos más sagrados que fue víctima de la destrucción y de la persecución.

Pero llegará el Búfalo Blanco y reunirá en Su Espíritu a todos Sus descendientes.

El Gran Búfalo les mostrará la senda por donde los pies heridos de los pueblos del ayer caminarán hacia el encuentro del umbral de la Luz.

El eco de las flautas nativas fue escuchado, el Corazón del Sol se exalta, y Él envía a sus estrellas ancestrales para que la lluvia y las hierbas alimenten a los que quedaron desprotegidos en el ayer.

Así, la historia del río de las lágrimas se terminará y los pueblos nativos caminarán en dirección al amanecer de una Nueva Aurora.

La cura cósmica llegará a cada uno de ellos. Ya no se oirán en los valles los lamentos de los que fueron sometidos.

Madres, padres, ancianos y niños encontrarán en su camino de regreso el portal hacia sus orígenes, y las raíces sagradas de sus sabios contactos volverán a florecer como en la primavera.

El duro invierno de la oscuridad se retirará, porque llegará el Búfalo Blanco que los conducirá hacia la Tierra espiritual y prometida.

Y así serán uno con la Naturaleza y el Universo. Nunca más la alianza ancestral se romperá, porque a partir del próximo tiempo las flautas sonarán con ecos de devoción, reverencia y alabanza.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Serie – Manifestación de Aurora – Parte X

Si se cumplen todas las etapas anteriores, Aurora podrá tener la condición para expresar su tarea hacia la superficie y, especialmente, su trabajo con los principios de la cura, será posible.

Cada etapa que se llevará adelante, dentro de este proyecto de la finalización y de la manifestación de Aurora, no solo le mostrará al Universo que los servidores y los seguidores de la Obra están comprendiendo lo que habla y pide la Jerarquía, sino que también otras serán las oportunidades para el Uruguay, como país, y para la región.

En este sentido, será importante que todos colaboren en cada una de las fases de la nueva manifestación de Aurora, independientemente de si pertenecen a un grupo de sustentación o no. De esa forma, las consciencias podrán constatar que cuando existe unidad de propósito es posible llevar adelante cualquier pedido de la Jerarquía.

Si existiera esa respuesta inmediata y precisa, sin dejar nada hacia atrás, mayor será la consciencia del propósito grupal que se construirá para la Nueva Aurora.

Espero que cada obrero del Plan sepa la importancia de ir construyendo Aurora día a día, hasta que se cumpla el propósito, y de no dejar de colaborar en todos los sentidos, hasta que todos vean el Centro Aurora manifestado en su máximo esplendor.

Para eso, la organización del grupo a través de una programación mensual que detalle etapa por etapa, ayudará a que toda la Obra tome consciencia de los posibles retrasos, así como de las diferentes metas.

En ese organigrama mensual, que será acompañado por un arquitecto y por un constructor, toda la Obra se podrá actualizar de lo que está faltando para finalizar cada etapa.

Es importante que cada servidor de la Obra sepa que, a medida que se vayan completando las diferentes fases de la manifestación de Aurora, también se irán estableciendo los tesoros de la Jerarquía, para que estén activos, ayudando a la humanidad.

Cada paso en la manifestación de Aurora, el acompañamiento y el esfuerzo sincero del grupo para con la Jerarquía, le concederá esa esperada oportunidad al Uruguay y a Sudamérica; algo espiritual que Aurora tiene para ofrecerle a las almas.

En esa actitud de prontitud, de respuesta inmediata y sin demora; en esa actitud verdaderamente fraterna para con Aurora, Yo los invito a estar todo el tiempo, sin vacilar.

¡Les agradezco a todos los que harán posible la nueva etapa de Aurora!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

El Origen de la Sagrada Fuente Femenina

Amados hijos:

Quien en estos últimos once años les ha hablado y les ha compartido el Amor de Dios, proviene de una Fuente peculiar que fue creada por el Universo Ultraterrestre antes de que existiera el Universo Material.

En esa Fuente, la Esencia Divina de quien más tarde sería María, la Madre de Jesús, fue gestada, acondicionada y amorosamente preparada para llevar adelante la gran misión en la humanidad.

Esa Fuente Ultraterrestre del Universo Espiritual se caracterizaba por su altísimo grado de pureza, de amor y por su esencia inmaculada.

El Padre, luego de la caída del Proyecto de Sus primeros hijos, Adán y Eva, pensó en crear un medio y una Consciencia lo suficientemente pura, inmaculada y humilde, que con Su Amor invencible pudiera abrazar a todo el error humano y convertirlo a través del perdón y de la sublime Maternidad.

Fue así que los Padres Creadores, los Arcángeles, recibieron el pedido de Dios y, en los elevados Universos Celestiales, cada Arcángel comenzó a aportar lo mejor de sí, a fin de que la Esencia Femenina que surgiría de la Fuente Creadora llegara a la Tierra para comenzar, como alma y divinidad, con Su especial misión.

La Sagrada Fuente de la Energía Femenina se traslució por medio del Principio de la Maternidad.

En tiempos pasados, el Padre Eterno pensó que era necesario que Sus hijos tuvieran una Madre capaz de acogerlos, de comprenderlos, de ayudarlos y de guiarlos por el camino correcto del bien y de la paz.

Así nació de dos seres humanos, de Ana y de Joaquín, la Consciencia de María, la que desde joven llevaría adelante la misión de gestar en Su Purísimo e Inmaculado Vientre al Niño Jesús, el Redentor.

Una especial coyuntura universal, cósmica y espiritual sucedió durante la gestación de María, así como durante la gestación de Jesús.

Los Arcángeles consiguieron manifestar y atraer hacia el Universo Material corrientes creadoras de energía que contenían altos voltajes de Amor-Sabiduría, así como de pureza esencial y virginal.

En aquel tiempo, la Idea de Dios fue concretada y una vez más, por la Presencia de la Madre de Dios y del Divino Hijo, el mal fue vencido, así como el ángel caído fue vencido por Miguel Arcángel una vez en el Universo.

La existencia de la Consciencia de María, una simple madre de Nazaret, fue el resultado de una experiencia divina y angélica que superó todos los tiempos.

El Padre Eterno, a través de María, nos demostró Su Amor Consolador, nos enseñó cuán grande es Su Misericordia y qué infinito es Su Perdón para con Sus hijos más perdidos.

Dios nos enseñó, a través de María, la universalidad de Su Amor y la presencia de Su Corazón Paterno en todo momento.

De esa especial Concepción Divina proviene María, la Madre de Cristo y Madre de todos.

Ella es la incondicional y eterna abogada entre los hombres y Dios.

Ella es la que espera en el silencio y la que reza por Sus hijos en la quietud de Su Inmaculado Corazón.

Es la que viene al auxilio de los que con sinceridad se arrepienten. Ella llega a todos los pobres y humildes de corazón.

María es la Madre que todo consuela, que todo repara y que todo cura.

Su Corazón sufre cuando Sus hijos se separan de la Verdad y se sumergen en la mentira.

Es la Madre que nunca dirá "no", que siempre dirá "sí" a quien la llame.

Dios nos dio una Madre que muchas veces ofendemos, lastimamos y omitimos con nuestra indiferencia e ignorancia.

Ella es la Madre paciente que espera que siempre vayamos más allá de las apariencias, que podamos sentir el corazón del hermano que busca paz y comprensión.

María nos enseña a amar de verdad para que, en Cristo, caminemos hasta la meta de estar en Dios, para siempre.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y MADRE UNIVERSAL, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos Míos:

Del Corazón de Dios emanan Dones y Gracias en este día para la liberación del planeta, y su Madre Celeste viene a decretar Su triunfo en este lugar, a través de la liberación y de la Paz que emanan de Mi Inmaculado Corazón.

Los Sagrados Rayos Inmateriales que provienen del Corazón del Creador hoy tocan la Tierra y sus señales se hacen visibles a través de la Naturaleza. Nada quedará como está, dentro y fuera de los hombres, y su lodo será extirpado y purificado.

Vengo como su Madre Celeste, como su Madre Universal, a preparar el camino para el nuevo despuntar de la Aurora, que en agosto próximo volverá a brillar en los corazones de los hombres y en el horizonte de la Tierra.

Vengo a unir Mi Corazón al corazón de Aurora para darle una señal al mundo, que su liberación no solo está próxima, sino que ya se inicia con Mi Presencia.

El corazón de Aurora vuelve a dar señales para que el pulsar de su vida ilumine nuevamente los abismos de este mundo. Pero para que Aurora retome su lugar, hijos Míos, es necesario que la humanidad sepa conducir los acontecimientos en unión al Corazón de la Jerarquía y que siga, paso a paso, la Voluntad que Dios emana hacia la Tierra.

El silencio de Aurora, poco a poco, le dará lugar a su verbo curador y la expansión de su luz será visible. Pero, mientras ese momento se prepara, acompañen a su Madre Celeste paso a paso, porque todo tiene su hora y su lugar.

La expansión del corazón de Aurora se dará poco a poco, para que su luz cruce los horizontes y llegue a los corazones de los hombres, a los Reinos de la Naturaleza y a lo profundo de la consciencia del planeta, liberando todo tipo de vida de la oscuridad que aún habita en este mundo.

Pero eso debe darse sin herir; su fuego debe arder, pero no herir. Su corazón se expande y toma vida, respetando las Leyes que rigen este mundo, porque así la humanidad eligió aprender.

A los que no comprenden Mis Palabras, porque no conocen la Aurora de la cual Yo les hablo, les digo que solo sientan en sus corazones su Gracia y dejen que ella se expanda, tomando el lugar que le corresponde, porque esta es la Voluntad de Dios.

Hijos Míos, su Madre Celeste, en este día viene para preparar un momento muy importante: la expansión y el retorno de la Aurora del amanecer para iluminar los corazones del mundo.

Oren Conmigo, oren para que las naciones se abran a la Voluntad de Dios; oren para que los Planes del Creador se cumplan en la Tierra; oren para que, en lo profundo de una oración verdadera, su Padre que está en los Cielos encuentre el permiso necesario para auxiliar a este mundo.

Aún hay mucho que debe suceder para que los Planes de Dios se concreten y, con Poder y Paz, su Madre Celeste viene a unir el Cetro de Dios al Cetro que rige la Aurora de Mi Corazón, para así decretar, poco a poco, su retorno y su triunfo.

Hijos amados, hoy también les vengo a entregar una Gracia especial, a través del alma amada que se ofrece todos los días para que Mi Plan se siga cumpliendo. Alma que, como Yo, unió su corazón al corazón de Aurora, para que este mundo siempre tuviera una oportunidad de ser curado.

Sepan, hijos Míos, que con la simple entrega de unos pocos Mi Corazón operará milagros en la Tierra.

Con eso les digo que no desistan de entregar sus vidas a Dios; no desistan de dar los pasos en dirección a la unión con el Corazón del Padre y, a pesar de todo lo que acontezca en el planeta, jamás pierdan la esperanza de que la cura, que proviene del corazón de Aurora, se extienda al mundo y toque toda la vida, trayendo de vuelta a lo sagrado lo que se perdió y se distorsionó por la incomprensión y por la ignorancia humana.

Yo Soy su Madre Celeste, Aquella que les muestra el camino para llegar a Cristo y, en la Tierra, les dejé una madre espiritual terrena, para que señalara al Padre junto con Mi Corazón y que, unida a Mí, obrara incansablemente por el rescate de las almas.

Únanse a esta alma madre que Yo les entregué, porque hoy les digo que, sobre ella, su Padre, que está en los Cielos, colocó Su confianza.

Por eso hoy, no solo oren para que la Aurora vuelva a amanecer; oren también por el despertar de la Unidad en toda esta obra de Amor y que los corazones sepan reconocer los instrumentos que el Padre colocó en sus caminos para que jamás se perdieran.

Todo es parte de una construcción única; escuchen Mi Voz y únanse a Mí, y así, hijos Míos, no se confundirán y podrán hacer triunfar el Corazón de Dios a través de sus vidas.

Yo los bendigo y les pido que Me acompañen, preparando con el corazón el despertar final de la Aurora del amanecer.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre Universal

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús durante la 58ª Maratón de la Divina Misericordia, en el Centro Mariano de Aurora, Paysandú, Uruguay, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús

Mi Presencia en el mundo es inextinguible. Llegará un momento, cuando todo haya terminado, en donde Yo retornaré. Y no será una promesa más sino una verdad, porque estaré a su lado compartiendo Mi Gloria y la alegría de ustedes por haber encontrado el Reino de Dios, a pesar de las tribulaciones. Por eso sigan adelante y no bajen los brazos.

La Verdad que Yo traigo es muy dura, pero también es reveladora.

Con la misma pureza que ustedes me dan Yo puedo reconstruir el mundo. No hay nada que sea desaprovechado. Este tiempo tiene un valor incalculable ante los ojos de los hombres.

Pero en Mi Corazón aún se guardan muchos más misterios que espero poder revelarles algún día, para que sean parte del Universo, como son parte de la Tierra. Y para que así, las Leyes se unan y se cumpla la Sagrada Voluntad.

No dejaré para atrás a ninguno de los que he llamado por su nombre, aunque hayan pecado o Me hayan ofendido, porque el misterio de Mi Misericordia aún no es comprendido, solo es reconocido por el corazón que se abre para poder encontrarlo.

Como la proclamación de su fe hoy ha sido tan explícita ante Mi Presencia y sobre todo ante Dios, prometo regresar aquí en el mes de agosto, para que celebremos juntos la victoria de Mi Reino Celestial en todos los corazones de la Tierra que creen en la Palabra del Señor.

Benditos sean los que escuchan sin temor alguno y que solo buscan la verdad, para que estén dentro de Mi Sabiduría y para que, dentro de este momento cruel que vive la humanidad, puedan caminar libres, llevando el Amor de Mi Corazón hacia donde vayan y para los que más lo necesitan.

Hijos Míos, ustedes saben que sin amor nada es posible, ni en el plano espiritual ni en el plano material. El amor fue lo primero que brotó de la Divina Existencia para poder generar la Creación y después la vida. Es hacia esa Fuente que siempre  deberán redireccionar sus vidas, para que estén protegidas de todo en este tiempo final, en donde se definirá la próxima humanidad.

Tal vez esperarían escuchar palabras celestiales en Mis últimos mensajes, pero en verdad las escuchan porque el amor también es decir “no”. Eso los corrige. Eso los endereza y los lleva hacia la paz, encontrando siempre refugio en Mi Espíritu, que es insondable e infinito.

El mundo recapacitará a través de grandes sufrimientos, pero eso es lo que Yo no quiero, porque el sufrimiento en el mundo ya es muy grande y doloroso.

Por eso, el amor que coloquen en todo lo que hacen permitirá renovar los tiempos y las consciencias. Pero si ustedes no colocan amor en lo que Yo les pido, ¿cómo triunfará el Reino del Padre en la Tierra? Si es el amor que perdonará, es el amor que reconciliará, es el amor que concederá la cura a las almas. Sin el amor nadie podrá sobrevivir, por más que lo diga con su propia boca y lo pronuncie con sus propios labios.

Yo vine al mundo, hace mucho tiempo, para enseñarles el amor que la humanidad había olvidado por arrogancia, poder y ceguera espiritual.

Con ese mismo Amor que Me llevó hasta la Cruz, hoy Yo vengo a ustedes para bendecirlos y colmarlos con la Luz de Dios, que proviene de la Fuente Primordial. Es esta Luz que los hará invencibles. Es esta Luz que los hará humildes. Es esta Luz que los convertirá en pacificadores para estos tiempos críticos, en donde el juicio no tendrá poder, sino la Misericordia.

Necesito, compañeros, que Mis servidores ingresen en la próxima Escuela de la Lealtad, que es algo que la humanidad desconoce genéticamente.

Por medio de los méritos alcanzados por su Maestro y Señor durante Su Vida pública durante su Pasión, Muerte y Resurrección, Yo les traigo en este día el código de la Lealtad, que los hará verdaderos entre ustedes, como hermanos. Esto los hermanará cada vez más, cuando los tiempos se vuelvan más difíciles y solo exista la unidad entre las criaturas para poder vencer al enemigo, que subirá a la Tierra desde su más profundo abismo, para intentar llevarse a muchos más.

Esta Tierra, este planeta, deberá convertirse en la nueva Tierra prometida. Y esto comenzará en Sudamérica, hasta que finalmente sea en todo el planeta. Pero primero, compañeros, deberá nacer de ustedes esta Tierra Prometida. Ustedes deberán tornar sus vidas sagradas, para que la nueva Tierra, junto a la nueva Aurora, puedan despuntar y llevar hacia el Universo este legado de la redención de sus vidas como el trofeo más preciado de la victoria de Cristo, su Señor.

Por eso llegó la hora, compañeros, de que en el silencio de su corazón se pregunten si están cumpliendo con Mis designios o los están apartando de sus caminos. Cada uno sabe lo que vino a darme, por más de que no tenga consciencia.

El Amor que Yo les traigo, de tiempo en tiempo, es lo que les revelará la virtud de su propósito para esta vida. Por lo tanto, antes de dar un paso en falso, recapaciten. Y a los que están perturbados por no poder trascenderse, que crean más en Mí, para que Yo pueda estar en ustedes y hacer de este momento un triunfo celestial.

Por medio de Mis palabras, Yo les traigo las redes de la salvación, las cuales extiendo del Cielo a la Tierra para que las almas se eleven a Dios y reencuentren el camino hacia el origen, en donde se ha firmado el compromiso real de sus consciencias. Que Me escuchen en el mundo y hagan vivas Mis palabras en sí mismos, desde donde nacerá la nueva Tierra, la que impulsará a un gran cambio, a una gran mudanza planetaria en la humanidad. Y que este impulso sea la preparación para la próxima venida de su Maestro y Señor.

Aún hay mucho por trabajar. Los designios todavía no se han cumplido. Y necesito que comprendan que cada etapa cumplida es un triunfo para el Reino de los Cielos en esta humanidad. Cada aporte y cada esmero que colocan para que Mi Voluntad se cumpla es un triunfo del Reino Celestial, en una humanidad perversa que por alejarse de Dios, ha perdido la paz.

Pero a pesar de que este escenario se encuentre de esa forma, aquí en este planeta despiertan nuevos Cristos, que conocerán qué es estar vacíos de sí y entregados a la nada, para que el Espíritu arrebatador del Amor de Dios los transforme por entero.

No pierdan la oportunidad de amar. No pierdan la oportunidad de servir. No pierdan la oportunidad de convertir sus vidas según Mi mensaje, porque esta es la nueva parábola que Yo les traigo. Ustedes deben superarme en el amor, porque sé que lo pueden hacer, aunque no lo crean.

Vayamos juntos al destino de una nueva humanidad, libre del error, libre del sufrimiento, libre del dolor y de la indiferencia. Concretemos juntos este Plan, que se muestra a esta parte del mundo desde el Universo por medio de la Presencia del Hijo de Dios, de la emanación del Amor de Dios para todas las criaturas de este Universo y de otros.

No pierdan el amor por Mi Obra, porque si no, no podré seguir adelante y eso sería grave, porque muchos se darán cuenta muy tarde de lo que hicieron.

Mientras aún hay tiempo, compañeros, trabajen diariamente por el amor y la lealtad; para que el mundo sea convertido, para que las naciones sea aliviadas, para que más y más sufrimiento desaparezca y triunfe el Amor del Hijo de Dios en los corazones del mundo.

Con el amor de la Luz de Aurora, que hoy nos irradia y nos colma, reconfirmemos, hijos de Mi Padre, este compromiso de hacer vivo el Plan en sus vidas, para siempre:


Que los que están confundidos reciban sabiduría.

Que los que han cerrado su corazón reciban el perdón.

Que los que se han apartado de Mí reciban discernimiento.

Que los que odian por alguna causa reciban Mi Amor, para volverse libres de sí mismos.

Que todo lo que ha sido obstruido sea reparado.

Que el mal que es hecho en el mundo sea disuelto.

Que los infiernos se cierren.

Que la perdición de las almas termine y que la Luz del Cristo vivo, del Dios del Amor, triunfe en las esencias. Amén.



Y así, que se cumpla el advenimiento de lo nuevo y que todo sea renovado, porque en Mi Corazón siempre tendrán refugio para comprenderlo todo.

En el Amor se encuentra la Verdad y la Verdad los llevará a la Paz. Y la Paz les dará la Lealtad para que sus vidas representen a Cristo en la Tierra, a pesar de todos los ultrajes y de todos los errores cometidos hasta el presente.

Hoy bendeciré de forma especial a los que se lavarán los pies, para que reciban el Don de la Sabiduría y para que esa Sabiduría abra sus caminos hacia el sendero de la Redención.

Que todo sea renovado y que nadie quede para atrás, porque Mi deseo es verlos a todos cuando Yo retorne al mundo, para reconsagrar el planeta al Eterno Corazón de Dios.

Que en este momento, los ángeles transustancien los elementos, como el Hijo de Dios transustanció el pan y el vino para que las almas comieran de Su Cuerpo y de Su Sangre, y se unieran así al Dios del Amor.

Que todas las faltas sean disueltas. Que el pasado sea borrado y que el eterno presente sea el propósito que guíe a los corazones.

Tú, Señor, que creaste primero el agua para este planeta, de donde proviene la vida y la humanidad, deposita en ella los Dones de Tu Fuente, para que todo sea curado según Tu Voluntad.

Que el Uruguay sea bendecido con un mayor discernimiento y que las almas tomen consciencia de la verdad; para que, en un profundo arrepentimiento y en una soberana penitencia, todo sea reconstruido para que vuelva a vivirse el Principio de Dios.

Lava los pies, Señor, de los que están heridos. Disuelve sus faltas y tormentos, y entra en sus corazones, para que todos vivan Tu Eternidad.

Y hoy, con especial gozo, recuerdo junto a los Míos este divino legado, tan simple, pero verdadero, que Yo dejé para todos cuando tomé el pan, di gracias a Dios y Él, con el soplo de Su Espíritu, lo bendijo. Y le dije a Mis apóstoles y a todos los que estaban presentes, en el silencio de los planos internos: Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado para el perdón de los pecados.

Y así, la Divina Gracia descendió.

De la misma forma tomé el Cáliz. El Padre lo bendijo con los méritos de Su Gloria. Lo pasé a los apóstoles y les dije: Tomen compañeros y beban todos de él, porque esta es Mi Sangre, Sangre que será derramada, Sangre de la Nueva Alianza que unirá a los corazones Conmigo, hasta el fin de los tiempos. Hagan esto en Mi memoria y por la redención de la humanidad. Amén.

Padre Nuestro...

Y así se constituyó el legado del Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Antes de retirarme del Huerto Getsemaní, para vivir los primeros pasos de Mi agonía y después de la última Cena, Yo les dije a los apóstoles, así como a todos los ángeles que estaban presentes: Yo les doy Mi Paz y vivan en Mi Paz por amor a Mí. Dense el saludo de la paz.

Que esta paz renueve todas las cosas. Que esta paz traiga la esperanza y la alegría de poder vivir siempre en Dios, a pesar de lo que suceda.

Que esta paz se extienda a toda la Tierra y se grabe en los corazones que más necesitan de paz.

Yo los bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Les agradezco por proclamar hoy la oración de la Divina Misericordia con el corazón. Y que esto se repita mañana con la misma alegría que hoy.

¡Les agradezco!

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE LA LOCALIDAD DE LOS COCOS, HACIA LA CIUDAD DE SANTA FE, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Con amor concentra tu mirada sobre Mí y contempla la humildad del Amor Misericordioso de Dios, hecha consciencia, alma y divinidad en constante oferta por las almas de la Tierra.

Vislumbra, a través de Mis Ojos, el Paraíso celestial de Dios y cómo los Rayos de Mi Misericordia son la nueva Aurora que despuntará gloriosa y sublime en el fin de estos tiempos.

Intenta por todos los medios encontrarme en tu camino; sentir Mi Presencia incondicional en cada oración como en cada servicio prestado.

Escucha en el silencio de la Adoración el latir de Mi Corazón sincero y siente el poder de Mis Palabras en todo lo que pronuncio, así como en todo lo que decreto.

Quédate adentro del Reino de Mi Corazón y celebra con los ángeles la comunión perfecta con todo lo que es superior y proviene de Dios.

No dejes atrás Mis pasos. Más bien, fija tu mirada en las sagradas huellas del Maestro marcadas en Sus Mensajes como en Sus testimonios de Amor Redentor.

Quédate en la Presencia del Señor y haz resucitar la vida planetaria para que algún día todo sea renovado.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE QUITO, ECUADOR, HACIA LIMA, PERÚ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Yo Soy la Señora del Amanecer, la eterna y nueva Aurora que trae entre Sus Manos la Gracia de Dios para todos Sus hijos.

Yo Soy la Señora del Amanecer, la que gesta en Su Vientre sagrado una Nueva Humanidad.

Soy la que imparte el Amor de Dios a las criaturas.

Soy la Señora del Amanecer, la que despierta en los corazones las Virtudes de Dios, para que ellas estén al servicio de las almas por medio de los que se consagran al Señor.

Yo Soy la Señora del Amanecer, la que activa en los seres los Soles internos a fin de que la mayoría se ofrende al Plan de Dios.

Yo Soy la Señora del Amanecer, la que anuncia un nuevo tiempo y una nueva raza que será colmada por la victoriosa Misericordia de Dios.

Soy la Señora del Amanecer y guardo en Mi Corazón a las estrellas caídas para que, algún día, por su redención, sean las nuevas estrellas del firmamento redentor.

Soy la Señora del Amanecer y dejo para todos Mi mensaje de paz.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice y los acompaña,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando los Ojos de Dios contemplen la Tierra y Su Silencio dé lugar a la emanación de Su Verbo diciéndole al mundo: "¡Renace!", ¡que renazcan la vida, las esencias, las almas y los espíritus de los seres!

Que renazcan los Reinos de la Naturaleza, ultrajados. Que renazcan los corazones perdidos. Que renazcan los tesoros, ocultos por la ignorancia de la humanidad.

Este es el tiempo de preparar el corazón para el renacimiento. No pienses solo en la muerte, en el caos y en las guerras, en las purificaciones y en los conflictos. Eleva los ojos al Cielo y únete al Silencio de Dios, en la espera de que Su Verbo se pronuncie al mundo y dé vida nueva a todos los seres.

Sí, déjate purificar, transformar y morir al viejo hombre, ¡pero que tu corazón no esté solo allí! Que tu corazón esté, hijo, en la esperanza de renacer; porque hoy lo que estaba oculto ya comienza a emerger. Así como la Aurora, que renació a la vida en la Tierra por emanación de la Voluntad Divina, también parte del Sol de Dios en el Corazón de Brasil volverá a brillar.

Déjate renacer por medio de los Misterios Divinos. Déjate renovar, aunque no comprendas lo que te digo. Mi Verbo trae misterios, así como la Voluntad de Dios; pero si sigues lo que digo y colocas tu mirada en lo Alto, acompañando los pasos del Creador, tú te renovarás como la vida y renacerás, una y otra vez, aun cuando a tu alrededor el mundo experimente el caos, la muerte y la ausencia de sentido para la vida.

Sé un instrumento de la vida. Renace con la Voluntad Divina y renuévate todos los días, para que Dios pueda renovar el mundo a través de tu corazón.

Ve, hijo, como la cura vuelve a emerger sobre la Tierra. El Corazón de la Nueva Aurora atrajo hacia el mundo la cura para que otros Soles, que se apagaron por la indiferencia humana, pudieran volver a encenderse y, en medio de las tinieblas del final de los tiempos, la luz vuelva a brillar.

Sé parte de esta luz. Sé parte de este misterio de amor.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Yo soy la Emperatriz de la Paz y, donde Yo estoy presente, instituyo el Reino de Dios para Mis hijos y la humanidad.

Yo soy la Emperatriz de la Paz y, donde estoy presente, todo lo que está a Mi alrededor pertenece a Dios y a Su Propósito.

Yo soy la Emperatriz de la Paz y no dejo a nadie atrás. Cuido, protejo y acojo a todos Mis hijos en Mi Corazón maternal.

Yo soy la Emperatriz de la Paz y busco para Mis hijos el bien común, la unidad, la hermandad con todo el universo, con lo que es desconocido, con lo que está lejos de su conocimiento y de su entendimiento.

Yo soy la Emperatriz de la Paz que hoy viene por las naciones del mundo, por aquellas naciones que se pierden y que se sumergen en su propio y profundo caos.

Vengo con el Gobierno del Universo Celestial y con todo lo que a Él le pertenece, con todo lo que vibra dentro de ese Universo y con todas las consciencias que participan de ese Gobierno Celestial en todo lo que es creado.

Es así, que vengo a traerles lo que es más infinito, lo que está muy lejos de los ojos de los hombres, lo que nadie aún ha comprendido, lo que es verdadero, lo que se perpetúa a través de los tiempos, lo que hace posible la redención.

Yo soy la Emperatriz de la Paz y la Nueva Aurora, soy el Espíritu Divino que puede amanecer en el alma de cada ser, que puede transformar lo que no es transformable, que puede elevar lo que aún no se ha elevado a Dios, que puede transfigurar con Su Energía Divina lo que aún no se ha transfigurado.

Vengo hacia Mis hijos para que sean portadores de la paz y caminen junto a su Emperatriz Universal, que en este tiempo llega a este mundo y a esta humanidad para poder renovarlos, redimirlos y salvarlos de su decadencia planetaria.

En cada encuentro con la Emperatriz de la Paz, Yo les traigo una nueva oportunidad, a la que ustedes llaman bendición y Gracia, que nace de lo profundo de Mi Ser y de Mi Consciencia para todas las criaturas.

De esa forma, hoy vengo con el Cetro de Dios en Mi mano para seguir estableciendo aquí, en este lugar, lo que le pertenece al Padre y a Su Divina Voluntad.

Vengo a liberar a todo lo que está oprimido. Vengo a entregar Luz a todo lo que está oscuro y en tinieblas. Vengo a reencender en los corazones lo que siempre han creído desde el principio, cuando fueron tocados por la mano de Dios y por Su Divina Energía, cuando despertaron a la Verdad.

Yo vengo a ayudarlos, queridos hijos, como la Emperatriz de la Paz, para que atraviesen los tiempos finales con valentía, coraje y fortaleza.

Vengo a entregar a sus corazones lo que necesitan para poder madurar espiritualmente y para dar, así, los pasos seguros hacia Mi Hijo, el Redentor.

Vengo con el Gobierno Celestial que siempre ha regido a todos los mundos y a todos los universos. Vengo por encima de todos los gobiernos que existen en esta humanidad y en otras.

Vengo así, a establecer las Leyes que dieron principio a la Creación y a la vida, a la gestación de la esencia del Amor, de lo puro y de lo inmaculado que existe en cada interno de cada criatura.

Con Mi Gobierno Celestial y con todos Mis ángeles, vengo a purificar las esencias del mundo para que ya no se oscurezcan más.

Vengo a colocar en ellas y a sembrar lo que formará parte de esta Nueva Humanidad que se avecina, después de su purificación.

Yo soy esa Luz de Aurora que todo lo acepta, que todo lo acoge y lo comprende.

Soy la Emperatriz de la Paz, que siempre los escucha, que siempre los alienta, que siempre los motiva y los impulsa a seguir adelante, para superarse a sí mismos y para demostrarle al mundo que es posible vivir la redención y la conversión, como lo vivió San José.

Vengo a traerles desde el universo todo lo que es verdadero, lo que debe descender desde los mundos sublimes y superiores en estos tiempos de caos, lo que debe llegar a las almas, de inmediato, para que ellas se fortalezcan y sigan firmes los Pasos que Cristo está marcando en los desiertos de este mundo.

Vengo a enseñarles, como Emperatriz de la Paz, a atravesar la aridez de estos tiempos; la noche más oscura de todos los tiempos, de todos los siglos y de todas las décadas que han pasado.

Solo deben vislumbrar su esencia interior, su llama divina, su pureza original que nunca se perderá, que nunca podrá ser interferida ni tocada por nada que no venga de la Luz.

Vengo a encender así, en ustedes, la Nueva Aurora, a través de Mi Consciencia maternal y universal.

Vengo a hacer florecer lo que estaba seco. Vengo a dar vida a lo que estaba muerto. Vengo a traer una Gracia especial a los que más la necesitan, para que se sientan salvos y rescatados por su Madre Universal.

 

 Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Vengo, hijos Míos, a un mundo en oscuridad, donde la mayoría de Mis hijos aún no descubrió la grandeza que es estar en Mi Corazón y servir Conmigo al Plan de Dios.

Vengo a demostrarle al mundo que, en medio de las tinieblas, es posible construir una fortaleza inquebrantable; que cuando las almas teman, en los cuatro puntos de este mundo existirán lugares en donde el Amor reina y equilibra el miedo y la desesperanza de los corazones.

Vengo a erguir nuevamente la fortaleza espiritual de Mis hijos, para que comprendan que no los abandoné, sino que quiero que sean ejemplos de una fortaleza inextinguible en un mundo donde las tinieblas buscan apoderarse de las almas y de los corazones, día tras día. 

Vengo a decirles que, donde Dios colocó Su Corazón, el mal no podrá llegar. En un suelo sagrado y consagrado a la vida del espíritu triunfará el Plan del Creador, y allí instituiré las Islas de Salvación. Y, cuando las almas se ahoguen en la ignorancia y en la ilusión de este mundo, serán esos lugares humildes, que crecieron desapercibidos en el planeta, en donde ellas encontrarán refugio, amparo; en donde encontrarán el aire que respirarán y las volverá a la vida, porque estaban muertas en vida y no lo percibían.

Yo vengo, hijos, a construir los milagros del fin de los tiempos, que serán la fe inquebrantable en el corazón de Mis pequeñitos. Mis fortalezas estarán en el mundo, como un brazo firme que eleva a las almas que cayeron en los abismos del desaliento y de la desesperanza.

Esas fortalezas que Yo construyo en cada uno de ustedes que escucha Mi llamado y que, a pesar de sí mismos, busca responder a los Designios Celestiales que Yo les traigo, como un patrón de vida nuevo, para construir la Nueva Humanidad.

Yo vengo portando la Paz para un mundo en guerras para que, a través de Mis hijos, Mis soldados y Mis compañeros, esta Paz se instituya en el mundo.

Yo vengo a invitarlos a trascender, en sí mismos, los impulsos humanos que emergen de su interior, para vivir un Propósito Superior y una consagración mayor.

No solo vengo a anunciar que el mundo está en tinieblas y que los corazones se están perdiendo en los abismos del enemigo de Deus. Vengo, hijos, a erguir dentro de ustedes la Iglesia Celestial para restaurar las religiones de este mundo y unirlos en la verdadera Iglesia de Mi Hijo; en donde no reina la competición y la separatividad, sino el amor, la fraternidad y la unidad entre las criaturas.

No vengo a decirles algo que es utópico, que es un sueño en el corazón de los que aman a Dios. Vengo a construir una realidad en los que perseverarán, en los que vencerán a sus miserias y a su condición humana retrógrada y degenerada, con el esfuerzo diario por amar a Dios, a sus hermanos y a los Reinos de la Naturaleza. 

Vengo, hijos, a mostrarles un Plan que se debe diseñarse a través de sus vidas. Vengo a hacerles una oferta y no solo a aceptar las ofertas de sus corazones. 

Coloco en Mis manos todos sus pedidos y los transformo en rosas para llevarlas a los Pies de Dios; pero también les pido algo; les pido que sean firmes, verdaderos y transparentes; les pido que sean humildes para vencer la arrogancia de este mundo; y les pido que sean simples y libres de sí mismos, para establecer la verdadera libertad, que en nada se asemeja a lo que el hombre busca para liberarse. 

Vengo a pedirles que se unan como un único ejército, como Yo los veo cuando los contemplo desde el Cielo.

Vengo a pedir que se fortalezcan y así fortalezcan las Islas de Salvación que Yo estoy construyendo para que, en un futuro próximo, también ustedes encuentren allí el amparo y el rescate de sus almas y esencias.

Vengo a pedirles, hijos Míos, que escuchen y sigan a la Voz del Universo que resuena a través del Verbo de su Madre Celestial, porque los últimos tiempos de ilusión en la Tierra ya están llegando; y todos, todos los que se comprometieron con Dios desde el principio, deben tomar con sus manos el Sello que Dios les entregó y colocarlo en su frente, como un símbolo de su adhesión total a este Plan de Salvación.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Mi deseo más ardiente y urgente, como Emperatriz de la Paz, respondiendo en esta tarde a la Voluntad de Emmanuel, es que aquí, en este Centro Mariano, se construya la Cruz Azul.

Es un pedido que emito a todo Uruguay y al Cono Sur, a fin de que se establezca aquí un mayor tiempo de paz y de oportunidades para las almas más perdidas.

Si esto se llegara a cumplir, así como lo pido, regresaré aquí con un impulso mayor, aún más fuerte que el que di hace diez años atrás.

Recuerden, queridos hijos, que el ciclo ya cambió y que estamos en la última etapa de las grandes definiciones planetarias.

Que se cumpla, entonces, el advenimiento de la Cruz Azul de Emmanuel y que todo lo que no pertenezca a la Luz alrededor de este Reino de Aurora se disipe, a fin de que su pueblo y esta nación despierten de lo que se han equivocado.

Que nadie pierda la esperanza de revertir los casos más imposibles, porque si Yo estoy aquí, que soy su Madre, es posible cambiarlo todo a tiempo.

Que así sea.

Bendigo estos elementos en nombre de Mi Hijo, para que se sirvan de ellos, en renovación y en cura. 

Bendigo a sus almas para que ellas reciban paz, para que siempre recuerden que aquí encontrarán un refugio en el Corazón de Dios.

Que se levanten los estandartes de la Nueva Aurora. 

Que los soles despierten al llamado del universo y que los autoconvocados se congreguen para formar las primeras filas en el Retorno de Cristo.

Que la profecía de su Madre Universal se cumpla y que todos participen de la comunión eterna con el Creador.

Les agradezco y hoy Me voy en Paz porque aquí encuentro un lugar en donde siempre puedo posar Mis pies como fue en el principio, en el origen.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE GOIÂNIA, GOIÁS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En esta noche de Gracias, quiero darle Mi bendición al mundo, principalmente a los corazones que están vacíos, para que todos ellos reciban la Paz de Dios.

Desde el corazón de Fátima y con alegría, los reúno a todos en el Cenáculo Sagrado, bajo la Presencia de Mi amado Hijo Jesús y la Presencia fiel y castísima de San José, pues como Sagrada Familia del universo, irradiamos Nuestras Estrellas de Luz, aquellas que concibieron Nuestras Consciencias y les abrieron las puertas al mundo, directamente hacia el camino de la redención.

En esta noche, Mi Corazón Inmaculado celebra con alegría y regocijo las velas encendidas, las almas que despiertan al camino de la conversión y de la paz. Y aunque ustedes saben, hijos Míos, que el mundo entero sufre y padece; hoy, la Reina del Cielo trae una oportunidad única para todos, abriéndoles las puertas del corazón para que definitivamente sus vidas encuentren al alma, recinto sagrado de Dios, en donde su Rey desea reposar en el momento de Su gran Retorno al mundo.

Hoy, los ángeles de Lys se congregan y llevan la paz a los lugares más distantes del planeta, especialmente a todas aquellas almas que no siguen Mi religión y que no conocen Mi Faz divina. Pero la Madre del Mundo, la Señora de las Estrellas del universo, la Reina coronada por la Corona de Dios, en presencia de todos los Ángeles y Arcángeles, celebra, junto con Su Hijo, la misa de la redención, el reencuentro del espíritu de amor en todas las almas perdidas.

Por eso, en esta noche de Gracias, no solo el Santuario de Lys se enciende, sino todos los corazones que en devoción despiertan sus espejos internos para irradiar los códigos de amor y de paz al mundo.

Hoy, en verdad, queridos hijos, Me siento unida a cada uno de ustedes. Así, sus pecados son liberados y todas las manchas del sufrimiento son aliviadas.

Estoy presente aquí, entre ustedes, hijos Míos, como la Reina de la Paz, como la Reina del Amor y de la Misericordia. Aquella que estuvo entre ustedes en Nazaret, gestando en Su Vientre al Hijo de Dios y trayendo la oportunidad de conversión para el mundo entero.

Soy aquella Mujer Vestida de Sol, anunciada en el Apocalipsis de Juan, que trae la luna bajo Sus pies, anunciándole la esperanza a este mundo que sufre y abriéndole la puerta para el Retorno de Mi Hijo, el Hijo primogénito de Dios, su Jesús, Jesús Rey.

Por eso, abran sus corazones y que sus faltas sean perdonadas, a través de la Comunión que todos Mis hijos, a lo largo y ancho del mundo, al comulgar con Mi Hijo amado, recibieron Su Sacratísimo Cuerpo Redentor, en la unión perfecta y divina con Su Espíritu místico y divino. Las Gracias y las Misericordias de Dios descienden a este mundo a través de los corazones de los Ángeles de la Guarda.

Por eso, en esta noche, también los invito, hijos amados, a que disipen de sus mentes todos los problemas, la Gracia de su conversión está próxima.

El Arcángel Miguel, junto a San Gabriel Arcángel, se unen en este momento para irradiar el poder de Mi Inmaculado Corazón al mundo. Dichosos de aquellos que sientan Mi Presencia maternal, a pesar de que no Me vean; pues Dios desea todavía, hijos amados, que Yo utilice ciertos instrumentos a lo largo y ancho de esta humanidad para que anuncien Mi Palabra al mundo, que es el Mensaje de Cristo, su Salvador, que siempre les traerá la paz y la esperanza en estos momentos difíciles.

Pero hoy, en Mi reinado universal y maternal, Mis manos sagradas sustentan el cetro de la Paz para traer al mundo la verdadera Justicia de Dios y, así, todos los corazones se puedan armonizar con la Ley del Creador.

Sientan los Rayos de Mi Corazón Inmaculado, para que algún día, hijos amados, puedan entender las Leyes del Creador; aquellas que son altamente ultrajadas por los corazones ingratos que no quieren escuchar a Mi Hijo, ni en la Confesión ni en la Comunión.

Pero ustedes, hijos amados, más conscientes de la vida espiritual y superior, podrán elevar al Cielo, en un sagrado ofertorio, a todos los corazones del mundo que, antes de este tiempo final, deben despertar al llamado de la Madre de Dios.

Hoy, estoy entre ustedes, fortaleciendo el cenáculo del corazón; recordándoles que deben seguir orando todos los días, especialmente en este tiempo de tribulación, que comienza a suceder en el interno de las personas y que se expresa en el exterior de esta vida material.

Quiero que salgan de aquí atentos y preparados, y que todos los corazones que en este momento están unidos a Mí, en el Sagrado Santuario del Reino de Lys, puedan llevar una vida buena, de reconciliación y de paz, viviendo el arrepentimiento, fortaleciendo la fe en Cristo, renovando los Sacramentos y viviendo una vida de fraternidad para que al menos, hijos Míos, una parte de esta raza pueda concretar el advenimiento de una Nueva Humanidad.

Algunos corazones ya viven esta Nueva Humanidad en lo profundo de sus almas, aguardando por la gran promesa de la Tierra Prometida que vendrá en auxilio de todos desde el Universo Celestial, a través de la Nueva Jerusalén, que será formada por los discípulos de Mi Hijo, aquellos santos de los últimos días, que proclamarán la última palabra antes de que se abra la gran puerta en esta humanidad.

Por eso hoy, hijos Míos, no solo contemplo sus necesidades, la falta de amor en sus corazones y el fortalecimiento de la fe en sus vidas; Yo vengo a traerles un Mensaje de esperanza, pero también un Mensaje de advertencia: llegó la hora de orar con el corazón todos los días y de no perder tiempo en cosas superficiales. 

Alimenten sus espíritus y mentes con la sagrada Palabra de Mi Hijo amado. Estudien el Evangelio. Visiten la Biblia todos los días. Lean los Mensajes y practíquenlos para que sus vidas sean un ejemplo de caridad y servicio, a través de las tareas de amor y del espíritu de redención.

Hoy, ante ustedes se encuentra la Nueva Aurora, aquella que siempre brilla en el firmamento interior de los corazones que la invocan, en la Presencia Sagrada del Padre-Madre Creador Emmanuel, que los une a Mi Corazón Divino para que vivan la oportunidad de la redención.

Liberen sus faltas y deudas, y reencuentren el camino al Reino de Dios.

Por eso, hoy estoy aquí, en Goiânia, para que el estado de Goiás junto a Mato Grosso, funden nuevos grupos de oración para orar por los Reinos de la Naturaleza, principalmente por el Reino Animal que es muy castigado por todos. Esa deuda debe ser equilibrada.

Por eso, hoy les dejo a todos la responsabilidad de que respondan a este llamado de Mi Corazón Inmaculado y despierten a la consciencia del Génesis, en donde Dios desde el principio, desde Adán y Eva, proveía de todas las cosas necesarias para poder vivir sin necesidad de ultrajar al Reino Animal ni a ningún Reino creado por su Dios.

No solo vengo por ustedes, humanidad dormida, anunciándome desde el Reino Sagrado de Fátima, despertando sus esencias, aquellas que deben estar unidas a Dios todo el tiempo; también vengo por los Reinos Menores, aquellos que conviven con ustedes todo el tiempo, que son lastimados y ultrajados por las manos violentas de los hombres, sin un mínimo respeto por la Ley de la Creación.

Ustedes, que viven aquí y que saben sobre las masacres del Reino Animal, los invito, queridos hijos, a que busquen la vida natural, sírvanse de aquello que Dios les entregó desde el principio; alimenten sus barrigas de cosas sanas, divinas y sublimes; dejen a los Reinos en paz, déjenlos que ellos puedan evolucionar. Ellos necesitan de ustedes todo el tiempo y para que la Ley no caiga sobre toda esta humanidad, muy sorda y ciega.

Yo les vengo a advertir, queridos hijos, sobre una puerta, una oportunidad: abran sus ojos al llamado de su Madre del Cielo.

Ya no hay tiempo que perder. Ya no se involucren con las modernidades, no sean instrumentos de Mi adversario. Usen su inteligencia superior, despierten sus células dormidas para que Dios pueda trabajar a través de sus corazones y vidas.

La humanidad le debe mucho al universo; pero como Yo provengo de ustedes y ustedes provienen de Mi Corazón, Yo soy parte de esta humanidad desde el principio. Les traigo la Verdad y la Justicia para que las puedan reconocer y vivir con simplicidad.

Hijos amados, hoy todo el universo se congrega para que, desde el Reino de Lys, las almas salgan renovadas en la esperanza y en la fe. Y, cuando ustedes, hijos amados, dejen de hacer algunas cosas en sus vidas, actitudes que los llevan a la perdición, podrán comprender Mi Mensaje y creerán verdaderamente que todo lo que hoy les dije es parte de la Voluntad de Dios. Así, cambiarán sus vidas, unidos todos los días al Santo Rosario, elevando sus espíritus en la Comunión perfecta con Mi Hijo resucitado.

Por eso, abran sus ojos y ya dejen de dormir. Salgan de este sueño, de este torpor. Despiértense, de la misma forma que se despertaron los apóstoles en el Getsemaní, cuando tuvieron que acompañar la agonía de Mi Hijo.

Pero hoy, les traigo un poco de la Misericordia de Dios, porque Yo intercedí por todos ustedes para que poder decirles todas estas cosas.

Cuando la humanidad cambie y al menos una pequeña parte de esta humanidad viva el último Mensaje del Cielo, podré decir, hijos Míos, que ya estarán preparados para recibir a Cristo. Y, aunque eso esté por suceder, Mi Corazón Inmaculado, su Águila Solar, seguirá sobrevolando esta humanidad a través de las peregrinaciones sagradas, para que los corazones despierten al Llamado de Dios y dejen de ofenderlo todo el tiempo.

Queridos hijos, lo que sucedió en Fátima fue muy importante; pero lo que hoy sucede aquí, en este lugar, es irradiado al mundo entero, al mundo álmico, al mundo esencial de todos los corazones.

Este es Mi testimonio para todos. Este es Mi Mensaje de advertencia para el mundo entero: cambien, cambien pronto. No vivan una vida superflua. Arrepiéntanse a tiempo, confiésense, comulguen con Mi Hijo y serán salvados por Mi Corazón Sacratísimo. Así, Yo contaré con muchos guerreros de la paz que lucharán, con el rosario entre sus manos, en el tiempo culminante de la tribulación, en el que estarán unidos en oración y en espíritu, en unión a Mi Corazón Inmaculado, esperando el Retorno del Cristo al mundo, cuando la humanidad entera, de Oriente a Occidente, despertará y reconocerá al Rey Universal.

En este día, hijos Míos, en el que sus corazones se recogen en Mi Espíritu maternal, estoy presente aquí, colmándolos con Mi Paz y con Mi Amor, estoy presente en Fátima con todos Mis hijos, en todos los hogares que están unidos a Mí en este momento, en todas las órdenes consagradas a Dios y también estoy en Kibeho, trabajando en el corazón de Ruanda para toda África.

Por eso, hijos amados, como conocen Mis diferentes Faces de Luz, con las que he aparecido a diferentes corazones para traer un Mensaje de paz y de esperanza a lo largo de los siglos; hoy deseo, hijos amados, como su Señora del Santísimo Rosario, que guarden en sus memorias Mi Mensaje de Paz, Mi Mensaje de instrucción que proviene de la Voluntad de Dios y de Su Poder Supremo. Mi Mensaje es fuerte e intenso, con la esperanza que sus células despierten al llamado a la redención y a la conversión de los corazones y de las familias.

En esta noche, hijos amados, depositen sobre Mis manos sus aspiraciones. En el silencio del corazón y de la palabra, díganme internamente qué es lo que necesitan, Yo los escucho a través del silencio.

Y ahora, que he recibido sus súplicas, coloquen su mano izquierda sobre el corazón y proclamen, internamente, la consagración a Mi Corazón Inmaculado.

Yo soy la Señora del Verbo Divino y estoy con todos aquellos que son consecuentes con Dios, en humildad y simplicidad, en reverencia y amor.

Hoy, consagro todas estas imágenes sagradas para que sean el ícono de su esperanza, de la Misericordia de Dios, a través de su Señora, la Señora Celestial.

En esta noche, nuevos hijos se consagrarán y espero que caminen a Mi lado sustentando la bandera de la paz. A pesar de los temblores del suelo, Mi Corazón sustentará a aquel que sea fiel a Mi Espíritu maternal. No los dejaré solos, no caminarán solos, Mi Espíritu omnipresente y universal siempre los colmará.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Que vengan aquí los hijos que se consagrarán. En presencia de Nuestra Santísima Virgen María, vamos a escuchar "Nuestra Señora de Kibeho".

 

Como su Señora del Verbo Divino, del Santísimo Rosario de Fátima, como la Reina de la Paz y Madre de toda la humanidad, unidos de corazón, Yo los consagro, queridos hijos, bajo la omnipotencia de Mi Hijo Jesús, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Queridos hijos de Estados Unidos, Mi esperanza de llegar a su nación está latente en Mi Corazón. A través de sus pasos, Mi tarea se concretará y una vez más Mi Inmaculado Corazón triunfará.

¡Les agradezco!

 

Canción: “Nuestra Señora de Kibeho”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de Nuestra Señora del  Santísimo Rosario, nos vamos a poner todos de pie para cantar el Himno del Santuario de Fátima, hoy, 13 de mayo.

Nos mantenemos de pie, quietos y en silencio y, después de este cántico, vamos a prepararnos para un intervalo, aún permaneciendo en la Presencia de María, para poder celebrar juntos la Comunión. Podemos comenzar.

Canción: "Himno del Santuario de Fátima".

Hermanos presentes y los que están unidos en los Centros Marianos, vamos a dar inicio a esta ceremonia de Comunión después de este encuentro con Nuestra Señora, respondiendo a Su pedido de comulgar con el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

 

Enseguida se celebra el Sacramento de la Comunión con varios sacerdotes de la Orden.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

MENSAJE PARA LA APARICIÓN MENSUAL DE MARÍA, MADRE DE DIOS DE LA MISERICORDIA, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Que el Poder de Dios descienda a la Tierra para que las almas sean liberadas de las presiones de la vida material.

Que el supremo Don del Amor de Dios encarne, como verbo y energía, en todas las esencias que se rehabilitan mediante el perdón y la oración.

Que los reinos de oscuridad se disipen de la faz del planeta para que las corrientes del Amor Divino, que vienen en auxilio de la humanidad, hagan restablecer la misión espiritual de cada criatura.

Que hoy los Portales del Cielo se abran para que descienda el poder de la cura y la nueva Aurora encienda nuevamente los corazones heridos a través de la reconciliación mayor.

Que la inocencia original de las almas pueda volver a despertar, para que el espíritu de la hermandad guíe el propósito de los autoconvocados.

Hoy se escucha la Voz de la Mensajera de Dios en el universo, porque el Plan y el Infinito aspiran a vivir en lo profundo de los corazones que fueron llamados.

Se elevan al Cielo todas las torres espirituales que han caído y el sol del universo alumbra los caminos de los que dieron el gran sí a Dios.

Los reyes del Cielo se congregan y celebran la eterna comunión redentora con Jesucristo, el Señor y Maestro del Amor.

Nadie en este mundo dejará de escuchar el llamado, porque la fuerza del Amor de Dios promueve la unión inquebrantable de las almas con el Reino Superior.

Alégrense los que reencontraron el camino que una vez perdieron, porque la Portavoz del Cielo los convoca a la rehabilitación. Así, suelten de sus seres las riendas y las amarras del pasado para que surja, entre los corazones, el espíritu de la paz.

Recojo en Mi Corazón todas su necesidades. Dios contempla la pureza de los justos y la misericordia de los buenos. Ya es hora de abrazar la oportunidad y de no retroceder.

El Corazón del Gran Maestro los llama a la unidad mayor, porque la vida suprema debe gestarse en los seres redimidos.

Sostengan en sus manos la llama divina que los alumbra y no dejen de mirar el firmamento que los acompaña.

Sean portadores del mensaje reparador y liberador. Sean estrellas que forman parte del nuevo Universo de Dios. Alaben al Padre como lo hacen los ángeles en el Cielo y serán dignos de recibir las Gracias universales.

Reconstruyan con la oración a la humanidad y ya no se separen por las apariencias. Reconozcan la Voz que viene del Universo, la mano que acaricia vuestros rostros, el Manto que los protege de todo mal, los ojos que los contemplan con bondad y amor, la sonrisa divina que los alienta a seguir adelante y el abrazo maternal que los acoge.

Sientan en sus vidas el Reino de Mi Paz, la calma que los penetra, la serenidad que los tranquiliza, el destello luminoso de Mi Corazón. Sean Mis soldados y ayuden a redimir este amado planeta que sufre. Acepten Mi convocatoria y profesen, por medio de la oración, el amor a Dios.

No dejen de mirarme ni de escucharme. Yo soy la misma madre y mujer que gestó a Jesús, el Salvador y ahora soy su Madre de la esperanza.

Es hora de cerrar el infierno de este mundo para que Cristo pueda retornar pronto. En sus manos está el poder para su transformación, en sus manos y corazones puede nacer el manantial de la oración del corazón.

Reciban Mi llamado con alegría y regocijo. Canten a Dios todos los días, así aliviarán Su flagelado Corazón de Amor.

Estoy con ustedes en el silencio como en la alegría, estoy con ustedes en la cura como en la enfermedad. Purifíquense a tiempo y reciban Mi Amor maternal.

Deseo que de Buenos Aires, Mar del Plata, Bahía Blanca y Viedma surjan renovados grupos carismáticos de oración, que representen la Ley de la Cura para la humanidad. Eso lo conseguirán a través de su unión interna.

¡Les agradezco a todos Mis hijos de Argentina y del mundo por haber respondido a Mi maternal llamado!

Los bendice y los cura vuestra Madre María, Madre de Dios de la Misericordia

Paz en la Tierra

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hoy se cumplen dos años desde que el 18 de agosto de 2011 Aurora amanecía con esplendor, al recibir la Gracia del descenso de la Madre Virginal³ , de la Madre del Amor. Ella, en Su humildad y entrega materna, abrió Sus brazos para acoger a todos en Su Corazón.

Ese fue el día en el cual el Cielo se unió a la Tierra, y los ángeles celestiales llenaron de Luz todos los rincones de la Aurora Interior.

Desde ese día Dios abrió una nueva fuente de Misericordia para el mundo, la que serviría de reparación y de cura para las almas del mundo entero. 

Como en Medjugorje, Mi Madre preparó el camino para que más rebaños reconocieran al único Pastor del Amor y de la Misericordia.

Por eso, el Cielo hoy se reúne para alabar a Dios eternamente, para que Su Magnífica y Amorosa Voluntad siga derramándose sobre el mundo y sobre todas las almas.

Ahora ustedes podrán ver los frutos alcanzados a través de la oración por muchas criaturas de Dios, las que retornaron al Reino del Padre y se reconciliaron con el Amor Infinito de Dios. Vean hoy, Mis queridos, los frutos de la Nueva Aurora, del Nuevo Sol que brilla en los corazones que solo dijeron sí al llamado de la Madre Santísima.

Que este día quede guardado en sus memorias, porque Dios pudo cumplir Su Propósito en los corazones más pequeños.

Alabemos al Padre por Su Insondable Misericordia y Piedad.

Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados.

Gracias por responder a Dios con el corazón.

Cristo Jesús

                                     
3. Aqui Cristo se refiere a la primera Aparición pública de la Virgen María en Aurora.

Mensaje extraordinario
MENSAJE PARA LA APARICIÓN ANUAL DE LA VIRGEN MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Reluce en Mi Corazón la esperanza de una Nueva Aurora y, como una verde esmeralda, brota de Mi pecho una señal que fue enviada por el Señor, como respuesta al pedido de cura de las almas.

Hijos Míos, aquellos que en este día abran sus corazones recibirán Gracias especiales, porque hoy las puertas del Cielo están especialmente abiertas. Hoy nace en el universo un nuevo ciclo, en el que podrán renovarse en el perdón y en la redención de Dios.

Es tiempo de soltar definitivamente las viejas vestiduras que ya no les sirven al cuerpo y, sin vergüenza, verse despojados delante de Dios; porque cuando nos permitimos ser verdaderos ante los Ojos del Creador, Él se puede aproximar a nosotros y sacarse Su propio Manto para cubrir nuestro cuerpo.

Hijos Míos, ya no son tiempos de temer lo desconocido, de tener miedo de enfrentar lo que vendrá, tampoco es tiempo de ser indiferentes a las revelaciones que el Señor les envía.

Abran sus corazones y sus espíritus, y de esa forma, Mi Corazón reciba un permiso de la humanidad para que de Mis propios labios broten revelaciones que hasta hoy están ocultas y que deben ser develadas al mundo entero. 

Hijos Míos, la única forma de que el mundo salga de la ignorancia en la cual está sumergido es encontrando en otros corazones el ejemplo de fe y persistencia. Si cada uno decide, con la voluntad del espíritu, ser ejemplo para el prójimo, mucho podrá cambiar, porque Mi Verbo solo podrá ser emitido si hubieran corazones dispuestos a oírlo y, más que eso, a seguirlo y practicarlo en la vida, con amor.

Si hoy Mi Corazón conmemora seis años de Apariciones a sus pequeños seres, sepan que hay en el mundo, entre ustedes, seres que viven Mi Mensaje y que posibilitan que Mi Corazón renueve el compromiso con toda la humanidad.

Si unos pocos corazones, que hoy viven Mis pedidos y Mis instrucciones, permitieron que, durante seis años, Yo estuviera a su lado, imaginen ahora cuánto podría hacer y a dónde podría llegar si otros corazones se encendieran en este propósito de vivir la Paz.

Aún falta mucho para que el verdadero Plan de Dios se concrete en este mundo, y también larga deberá ser Mi jornada en la Tierra, pero la plenitud de esta misión mariana depende de la respuesta de los seres humanos.

Por eso, hoy, en el aniversario de Mis Apariciones, Yo les pido que realmente se renueven Conmigo y se permitan dar un nuevo paso en dirección a Dios.

No esperen el ejemplo del prójimo, sino, a través de la fe, enciendan sus corazones y sean, cada uno, una antorcha que llega para iluminar el camino de aquellos que están en la oscuridad y que no saben ni siquiera en qué dirección deberán dar el primer paso. 

Vengan a Mí, que Yo los aguardo siempre.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad y Reina de la Nueva Aurora

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Con alegría y regocijo coloco a cada uno de Mis hijos en el Reino Celestial de Dios.

Queridos hijos:

Hoy celebremos desde el corazón la venida de la Reina de la Paz a Aurora, Su predilecto hogar.

Como Madre de la Nueva Aurora hoy les doy a todos Mi Bendición Maternal y les agradezco por contestar a Mi llamado por la paz.

Como instrumentos en las Manos del Altísimo, hoy los invito a consagrar vuestras moradas al Padre Celestial. Sepan, Mis pequeños, que Él aguarda el amor de almas puras y verdaderas que quieran vivir en la única Fuente del Amor, que todo lo perdona y todo lo repara.

Hoy los estoy llamando a ser partícipes de la Divina Misericordia a través de Mi Inmaculado Corazón. Queridos hijos, los llamo a todos para que den un paso más con absoluta confianza en los Planes de Dios.

Hijos Míos, como Divina Concepción, les pido que oren paraque muchos de Mis hijos, en estos tiempos críticos, también puedan ser tocados por Mi llamado interior. Hoy, además, les recuerdo que cada llamado que ustedes responden tiene repercusiones mundiales en este final de los tiempos. Cada llamado que sea respondido desde vuestros humildes corazones ayudará en la redención de la humanidad a través de la venida victoriosa de Cristo a la Tierra.

Mis soldados, que vuestros corazones siempre estén listos para todo, para lo que Dios quiere en estos momentos. Sepan, Mis pequeños, que ustedes están obrando mediante la oración para que la salvación sea posible hasta para el alma que menos la merezca.

Queridos hijos, cada oración que fluye con amor desde el corazón, Yo les prometo que será escuchada y respondida bajo la Voluntad Superior de Dios.

Queridos hijos, como mediadora entre los corazones: ¡Gracias por escuchar Mis súplicas!

¡Les agradezco!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

Contacto