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Queridos hijos:
Que el sufrimiento de los corazones servidores de Mi Hijo sea aplacado.
Que la experiencia transitoria de este momento planetario sea ofrecida más allá de su repercusión, para que el Padre Eterno la reciba como la justificación y la expiación por todos los errores cometidos hasta el presente por esta sufrida humanidad.
Este es el tiempo de las almas víctimas de Mi Hijo; es el tiempo de ofrecerse para enmendar la injusticia que abraza a los corazones de toda la humanidad.
Estoy al lado de cada servidor de Cristo que vive, al igual que el resto del mundo, la experiencia de estar en el caos.
Esta es la hora tan esperada de la tribulación para todos, pero también es la hora de hacer emerger los talentos de la santidad que Mi Hijo les depositó hace mucho tiempo.
Sé que nunca atravesaron algo así como humanidad, pero ustedes deben recordar que, como esencias, estaban esperando que llegara este momento para poder servir incondicionalmente, a fin de que se cumpla el Plan Redentor de Mi Hijo.
Yo les pido, hijos Míos, que no abandonen la cruz de este tiempo, porque al final del camino de este calvario mundial se encontrarán con Mi Hijo y Él los librará de esta situación para siempre.
Solo que a cada hijo Mío le llegó la hora de transitar su prueba de amor crístico para que al fin la consciencia se confirme al Plan y a la Voluntad del Señor.
Este es un tiempo desconocido, impregnado de señales que, sí o sí, llevarán al cambio de la consciencia a través de lo que es impredecible.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Finalmente llegó el tiempo de que el Libro del Apocalipsis se cumpla y se viva, momento en el que la Mujer Vestida de Sol corre al desierto para proteger a Sus hijos de toda adversidad y peligro, dentro de la batalla espiritual de estos tiempos.
Créanlo, hijos Míos. No hay otra humanidad futura que viva este acontecimiento final.
Son ustedes, Mis hijos de hoy, los que atravesarán junto a su Madre Celeste este ciclo de desafíos y de obstáculos. Pero, si su fe es fuerte como su oración, nada impedirá que Mi Inmaculado Corazón continúe triunfando en sus vidas y en la vida de sus hermanos.
Este es el tiempo en el que los siete sellos se abrirán y, de una forma inesperada, sin tiempo ni hora marcada, los acontecimientos del Apocalipsis golpearán a las puertas de sus casas y ustedes, Mis queridos hijos, enseguida y sin demora, deberán entrar en oración, cerrar puertas y ventanas, encender las velas del altar y confiar en Dios.
Muchos de Mis soldados piensan que eso no llegará a sus vidas. Vean a través de este momento y de este horario, cómo el cielo les envía las señales del tiempo del Armagedón.
Estén más despiertos, hijos Míos, para que en vigilia y en oración, nada, absolutamente nada, se precipite en ustedes ni en la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mientras los Mensajeros de Dios dan las primeras señales de Su recogimiento, Sus servidores, extendidos por toda la Tierra, ya deberán poner en práctica los conocimientos recibidos, porque el tiempo de asumir responsabilidades llegó.
Esas primeras señales indican el momento en el que todo estará a prueba, dentro y fuera de los seres.
Esas señales del recogimiento de los Mensajeros de Dios señalan el momento de saber atravesar los últimos tiempos con sabiduría y discernimiento, dejando atrás las acciones impulsivas que siempre llevaron a la humanidad a cometer muchos errores.
Con esto quiero decirles, hijos Míos, que restará de ustedes que, con lo que recibieron durante estos años, sepan guiar la Obra de Amor de los Mensajeros Divinos teniendo como base de conducción todo lo que fue dictado en los últimos tiempos para poder llevar adelante este Proyecto Redentor de Cristo.
Al recogerse los Mensajeros Divinos, deberán encontrar la guía en nuestros Mensajes, sabiendo diferenciar lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer.
Con todo esto, amorosamente quiero decirles que, como adultos en la vida espiritual, no podrán depender de lo que antes el Cielo les daba de forma fluida.
Llegó la hora, hijos, de que vivan el apostolado, así como los primeros cristianos y cristianas lo vivieron en la más pura fe después de que su Maestro y Señor ascendió a los Cielos.
Les digo esto para que, desde ahora, se preparen y se animen a asumir responsabilidades y resultados, independientemente de lo que pueda decir o no la Jerarquía.
El Plan se cumple asumiendo cada uno su lugar, sin esperar que los llamen.
¡Les agradezco por comprenderme!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Querido hijo:
Cuando veas venir vientos contrarios a la vida del espíritu, es señal de que algo grandioso estará por trascenderse. Mantén tu fe y tu confianza en el Padre, porque Él ya conoce tus destierros, tus desiertos y todos los vacíos de tu alma.
Ciertas pruebas, en este tiempo, llegan a la vida de los apóstoles para confirmarlos en el camino de la cristificación y de la transformación interior.
No temas verte desnudo y estar ante tus más grandes miserias de la vida humana. Mi Hijo te ha enseñado a perseverar en el amor y en la unidad con el Reino de los Cielos.
Ya no importan las innumerables batallas o desencuentros con la parte interna de tu ser, ahora es primordial seguir luchando todos los días para aprender a superarte a ti mismo, y así, demostrarle al Universo que los nuevos y pacificadores Cristos vienen en camino.
Sé fuerte en la confianza de Dios, Su Amor te socorrerá aunque todo esté demasiado difícil.
¡Dios te bendiga ahora y siempre!
Quien te acompaña de alma y corazón,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando los tiempos y los acontecimientos se vuelvan difíciles a su alrededor, serán las señales de que el Plan de Dios y Su Propósito se están concretando.
Por eso, con espíritu ardiente y caritativo continúen llevando adelante el Plan del Creador, a fin de que las almas perciban que han negado la última y gran oportunidad de poder arrepentirse y servir.
Hijos, este es el tiempo de los grandes acontecimientos y de los grandes desafíos para todos los seres, este es el tiempo de saber adecuarse a los cambios constantes y a los desafíos precipitados.
Este es el tiempo de realmente descubrir, dentro de sí, esa parte interior que es Dios y que los ayudará a sobrevivir en este ciclo, pero con la fe renovada y ampliada. Hijos, Yo vengo a impulsarlos a experiencias que los harán fuertes e invencibles en Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que en este día sus consciencias se recojan en el Corazón de Dios, para que luego adquieran fuerza de espíritu, la que los ayudará a llevar adelante milagrosamente la tarea prevista.
Sepan, hijos, que Yo estoy con ustedes hasta los últimos días de la vida y que no olvido ningún detalle, ya que es importante que las almas alcancen su crecimiento interior y divino.
Por eso, vengo todos los días desde el Cielo para orientarlos e indicarles el nuevo camino que será necesario recorrer en nombre de Mi Hijo y por la concreción de Su Obra inexplicable de misericordia.
Así enfrentarán y vivirán situaciones inesperadas, las que les permitirán fortalecer su fe sin dejar de estar amparados por el Santo Espíritu.
Cada etapa que viven los ayudará a crecer y todos los días alcanzar a ser nada, para que a través de sus corazones se manifieste la Fuerza imperiosa del Santo Espíritu de Dios, Espíritu que los librará en cada nuevo paso y así podrán aprender a amar más y más.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como una Guerrera de la Luz, hoy visto Mi potente Armadura de plata y llevo sobre Mi Corona de Estrellas los cristales que irradian toda la Luz del universo.
Estoy pronta para socorrer a Mis hijos y a todas las necesidades que se presenten.
Por más que Mi adversario les tienda trampas, Yo les indicaré el camino y la forma de salir de ellas para no caer en tentación.
Llevo en Mi mano la poderosa Espada oro rubí que manifiesta la Voluntad del Altísimo para toda la Creación. Nadie podrá oponerse a que los designios se cumplan.
Vengo vestida con Mi Armadura de plata para demostrarle a Mis hijos que aún estamos en tiempos de batalla, en los que todo está en juego.
Por eso, estén atentos a todos los movimientos, sus vidas están sobre el tablero, así como lo está el planeta, y en esta batalla espiritual del fin de los tiempos todo está permitido.
Recuerden que si están Conmigo nada les sucederá. Estén atentos para no caer en la distracción, en la indiferencia o en la omisión.
Todo está al alcance de todos. Por eso, para que todo fluya correctamente dentro del espíritu de la protección, la atención ardiente será la llave para desviar batallas, así como también el silencio y la oración serán escudos que los harán invisibles.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy emito Mi Divino Pensamiento desde los lagos más elevados de los Himalayas.
Desde lo más alto de estas montañas, el cóndor, ave sagrada, sobrevuela los espacios del planeta, para depositar sobre los lagos los nuevos atributos que deberán gestarse en la consciencia de la humanidad que despierta.
En lo más alto de las montañas y sobre los lagos, su Madre Celeste ora, contempla y decreta en silencio todas las afirmaciones divinas que ayudarán, en los próximos tiempos, a concretar en las almas de los seres humanos nuevos principios de rehabilitación y de cura, que hasta ahora nunca fueron recibidos.
A través de los lagos, en lo más alto de los Himalayas, su Madre Celeste moviliza sus mundos internos, para que las almas orantes, que se vuelven espejos con la oración, capten interiormente las señales que provienen del Divino Pensamiento de la Creación.
Es así, que el Universo Mayor intenta espejar, sobre los lagos, los impulsos que harán, de esta humanidad en transición, una raza de discípulos de la Jerarquía Espiritual.
Captando estos impulsos que provienen del universo, la consciencia humana, que se abre para despertar por medio del conocimiento, podrá recibir lo que necesita para dar nuevos pasos en el amor y en la consagración interior.
Desde lo alto de los lagos de los Himalayas, su Madre de la oración trabaja incansablemente para equilibrar el interior del mundo y de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Las Señales en el Cielo
El mundo despertará una mañana y verá plasmada en el Cielo la señal que indicará el momento del Retorno de Cristo.
Muchos ojos se abrirán y corazones se redimirán ante esa visible señal del universo.
Mientras el sol despuntará en lo más alto de la colina, la señal del universo quedará cada vez más visible y no se borrará. Será el momento en el que todo se transformará, y lo que ha permanecido oculto, de la nada se verá.
Esta señal dejará tres señales más, visibles en el mundo. Ellas no podrán ser confundidas ni interpretadas como fenómenos naturales, pues tendrán tan alto grado de resplandor, que no se asemejarán a nada de este mundo.
Mientras tanto, una estrella muy semejante a la gran Estrella de Belén anunciará la apertura de los portales del universo.
Cuando vean esa gran y desconocida Estrella brillar demasiado en el firmamento, póstrense en el suelo y hagan penitencia; manifiesten un profundo arrepentimiento en nombre de la humanidad, pues esa será la señal de que Cristo ya está retornando.
Cosas semejantes a las que ocurrieron en el nacimiento de Jesús sucederán en el último tiempo; porque cuando el Niño Dios nació, Él era el Alfa; ahora en Su Retorno, Él será el Omega.
Preparen con tiempo sus corazones para ese momento.
Permitan que la purificación se adelante para que estén libres de ustedes mismos.
En total, cuatro señales se mostrarán en este universo, para que la humanidad comprenda que ya es hora de ir despertando y de abandonar la ilusión y la inercia.
Estas señales traerán consigo algo nuevo y algo renovador. Pero, al mismo tiempo, ellas moverán, de Oriente a Occidente y de Norte a Sur, todo lo que es oscuro, injusto e infiel.
Es así, que,por ser señales del universo en el planeta no podrán ser borradas, alteradas u ocultadas.
Estas señales tendrán la fuerza de cientos de caballos y una expansión más grande que todos los océanos.
Será ese el momento en el que deberán estar en oración, sin distraerse, porque los impulsos quedarán y lo que está en vano se transmutará.
Las señales revelarán misterios desconocidos, abrirán puertas inexplicables y harán que la humanidad dormida despierte y, finalmente, coloque su atención en Dios, sin poder escapar hacia ninguna parte.
De esa forma, sí o sí, los seres humanos tomarán consciencia de todos sus pecados y todo quedará expuesto en este mundo.
Así, la gran mentira mundial, creada por los hombres de superficie, será extirpada y todos tomarán consciencia de la ilusión que fue creada durante siglos.
Cuando Cristo retorne muchas cosas se moverán, hasta las más increíbles. Porque como Cristo es la Ley viva, donde está esa Ley presente no estará lo injusto o lo oculto.
Por eso, purifiquen con tiempo sus corazones para que dichos acontecimientos no superen sus expectativas ni tampoco los sorprendan de la noche a la mañana.
Vigilen así como lo hace el guardián que cuida de la casa durante la noche.
Entren en vigilia y en oración, porque así podrán ser guiados, paso a paso, hasta el fin.
Las señales del universo dejarán más clara y evidente la realidad planetaria antes de que se develen todas las mentiras, los fraudes e injusticias.
Que sus corazones sean misericordiosos, así como Dios es misericordioso; porque, de esa forma, no caerán en tentación.
Vengo a pedirles, en esencia, lo mismo que Jesús les pidió a Sus apóstoles mientras Él agonizaba en el Huerto Getsemaní; porque serán necesarias, en ese tiempo, su plena correspondencia, sintonía e incondicionalidad.
Los más humildes ayudarán a los más dormidos.
Los más sabios, que serán movidos por el Santo Espíritu, ayudarán a los más ignorantes.
Los más simples les indicarán a todos la puerta de salida hacia el nuevo y venidero ciclo de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La segunda parte de la Nueva Profecía
Y verán, que aquellos que dicen tener el poder de la religión entre sus manos, perderán el control de todo, de la noche a la mañana.
Su ceguera y ambición espiritual serán tan grandes como también conocidas.
Verán entonces, revelarse la señal del último tiempo, señal que indicará la última fase culminante de la caída del falso templo.
Lamentaciones se oirán tan semejantes al muro de los lamentos.
Los ambiciosos ya no tendrán su propio refugio, porque el Gran Espíritu se habrá mudado de lugar y sólo estará con los más simples.
Esa será la hora de la gran prueba del patriarcado, porque ni dirigentes ni naciones lo podrán detener, ya que la Divina Voluntad que se moverá con la fuerza de la Santa Justicia, todo lo mostrará.
Allí ya no quedará piedra sobre piedra; el falso poder combatirá con su propia ambición y la gran crisis de las religiones sucederá.
Porque, como fue dicho, las llaves serán quitadas y aquellos, no conseguirán abrir las puertas para poder ingresar a la Casa del Padre.
Los que han ocultado la verdad y no fueron transparentes o cristalinos como el agua, enseguida se ensuciarán. Sus trajes de vida social se rasgarán, porque aparecerá la piel de los lobos, la que antes estaba oculta en los trajes de buenas ovejas.
En esa hora, todos como humanidad creyente, tendrán la oportunidad de unirse o de separarse más de la Mano de Dios.
Como con el soplo de un fuertísimo viento, las estructuras del templo se caerán, así como el templo de los fariseos se cayó al momento de la muerte del Unigénito en la Cruz.
Y más revelaciones llegarán.
La barca del viejo templo estará agitada por el furor de los grandes mares.
Una tormenta se precipitará sobre la barca, cuando ésta esté expurgando todos sus males.
La fe allí estará en prueba y los pobres corazones de miles de pecadores se deberán confirmar ente la Ley.
Tendrán la Gracia de permanecer por encima de todo, o tendrán la desgracia de quedarse sumergidos en la terrible agitación purificadora.
Pero el Señor, en esa hora de grandes revueltas, enviará a Sus ángeles para socorrer a aquél que, con nombre pobre, hará remover los cimientos del viejo templo.
Por eso deben orar por ese pastor, visto como el gran opositor de todos los tiempos y como la interferencia de todas las naciones, que viven materialmente, sin Dios.
Es así que llegará la Justicia, como un fuerte golpe de luz, que el martillo divino dará en la hora de la sentencia final.
El Hijo Amado, que lo sabe todo, soplará, una a una, las palabras de Su Santa Sabiduría en los oídos del humilde pastor y le dará más coraje y fuerza a través de los orantes anónimos, los que, como en el pasado, ayudaron a la Santa Madre para dar digna sepultura a Cristo.
El Gran Pastor y sus rebaños, que no son de ese templo, serán envueltos como en lienzos de protección, a fin de que nada semejante e invisible los toque.
Estarán tan protegidos, así como Cristo mantuvo Sus Llagas protegidas por las sábanas del Santo Sudario.
No habrá mente o intelecto que, en esa hora de remover el viejo templo y de purificar la vieja barca, quede con claridad o discernimiento.
Aquella alma que no vaya pronto hacia el corazón, estará perturbada todo el tiempo.
Por eso, corran con prisa, y entren en la morada del corazón antes de que sea demasiado tarde.
Porque el adversario, con su sucia inteligencia, confundirá a todo aquél que busque o aspire respuestas mentales.
Avancen antes del tiempo e invoquen la Gracia de poder llegar a sentir la morada del corazón.
Allí, el enemigo no conoce el Reino ni tampoco sabrá cruzar el desierto, en donde la Mujer de la Luz protegerá a Sus hijos.
Antes de que el templo se tiemble, corran al templo del corazón, en donde Dios tiene Su Iglesia verdadera, Su Existencia y Su Presencia Eterna.
Todo recomenzará en la Nueva Iglesia a partir del corazón, y allí todo será realizado como desde el Principio fue pensado y meditado por Dios, el Creador.
Y aunque los lobos se muestren furiosos y arranquen con sus manos las falsas vestiduras de ovejas, no se amedrenten; esa será la señal de que, en verdad, el cambio está llegando.
La hora venidera indica la llegada de la renovación y los verdaderos hijos de Eva, perderán, finalmente, el vínculo con el Pecado Original y estarán libres de todos los errores de otrora.
Así, el nuevo templo, libre de ambiciosos y ostentadores, será digno de recibir, en su Altar Mayor, a Aquel que siempre ha gobernado, el propio Cristo, vuestro Señor.
Hagan penitencia simple por los que no se convierten y por todos aquellos que sólo desean poder, y más poder.
Vivan y practiquen los mandamientos, porque Dios enviará de nuevo a Moisés, en su nueva faz, para decirle al mundo cuánto se ha alejado de la Ley y no la ha cumplido.
Vivan las Leyes, por los que no las viven y por los que las proclaman en los altares y no las cumplen.
Que su centro sea la Divina Presencia de Cristo en la Eucaristía, allí estarán a salvo de los que no dicen la verdad.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Nueva Profecía
Sus bases son de piedra revestida, pero en esencia, no existe nada que la sostenga.
Sus columnas elevadas, elevan el poder aparentemente conquistado, olvidando claramente que el Poder lo tiene Dios.
Su corazón está revestido de oro y luce toda la belleza que no es del Cielo.
Muestra su supuesta justicia, pero dentro de su templo se ocultan las verdades a la gran inmensidad de su pueblo.
El Nombre Sagrado de Dios es usado para poder realizar sus obras.
Pero, ¿quién despertará antes de tiempo para poder ver la realidad y no la apariencia?
Los Ojos de Fuego observan sus acciones y la mayoría cae como en una trampa de sorpresas.
La fe se pone en juego y es necesario encontrar la verdad.
Ella emana un agua tan semejante a la de una fuente y la sed de luz y amor es tan grande en las almas, que todas corren, medio ciegas, a la búsqueda de una solución.
Por eso, pocos saben que no todo está en lo cierto, en lo justo y en lo sano.
El templo estará siendo removido y sus fieles lo sentirán, pero la mayoría quedará hipnotizada por lo que es externo.
Será difícil derrotar ese poder; él creció mucho después de la confianza concedida por Cristo.
Pero a partir de las acciones, los caminos se desviaron completamente.
¿Quién corregirá los errores de siglos enteros?
Por eso, el Padre observa con Misericordia y confía solamente en los que viven Su Verdad y no la desvirtúan.
Muchos son los pastores que son responsables por rebaños enteros, pero muy pocos hacen lo que el Señor les enseñó.
Toman con su mano el báculo del pastoreo, pero no saben conducir a los rebaños por el camino de la fe.
El templo es tan semejante a una moneda; él tiene dos caras, una de fuego y otra de oro.
En él se escribe una historia de otrora, que finalmente, deberá ser purificada.
Sus pasos son tan confusos como el alma que no sabe caminar ni encontrar la dirección.
Nadie ha conseguido oponerse a ella, es la madre de la aparente “paz”. Pero sus obras no son luminosas ni verdaderas.
Muchos llorarán por haber comprado su fe.
Por eso, el Cetro Divino de la Luz golpeará tan fuerte, que sus estructuras se moverán, así como se mueve la tierra en un terremoto.
A pesar de su fase más aguda, el Señor coloca Su Divina Mano sobre aquél que es justo y simple, pero que todo debe callar para que su pueblo no tiemble.
El Padre le dará la fuerza para continuar adelante; su nombre es pobre y eso lo protegerá. De él nacerá la fuerza del mismo Cristo para poder purificar el templo y a todos sus allegados.
El sufrimiento mayor será saber la Verdad; aquello que fue dicho: no quedará piedra sobre piedra.
Aún en los tiempos en donde Cristo está retornando, todas las bases infieles se moverán, dentro y fuera de la consciencia.
En el próximo amanecer, el Sol, la Aurora, y la Luz del Amor, se mostrarán a los corazones cristalinos y se mostrarán a los corazones opacos, pervertidos y dominados por la ambición espiritual.
Para que el amor y el bien se cumplan, la Madre del Cielo viene para interceder, pero ahora, bajo el mando de la Justicia Divina, la que corregirá los hechos de otrora.
Será el momento de que cada alma y cada vida sabrán en donde han colocado su fe y en las manos de quién las han depositado.
Dichosos serán los que conseguirán, por encima de todo, colocar su corazón en el Cielo y tristes serán los que se quedarán en la superficie de los acontecimientos.
El Señor envía a Su Sierva para salvar la fe de miles de almas, porque aún el adversario sigue trabajando.
Sabios serán los que oren, porque ellos tendrán discernimiento.
Iluminados y claros estarán los que busquen siempre la humildad.
Santos serán los que tengan divina compasión por sus hermanos.
Nada será perfecto hasta que retorne Cristo, quien finalmente gobernará con soberanía y el poder será quitado de las manos de los hombres.
Los simples vivirán la esperanza y conseguirán, a pesar de los hechos, permanecer en la luz interior.
Así, todos tomarán consciencia del verdadero pedido de Cristo. Su Casa se encuentra pobre y no revestida, dentro del corazón de los humildes.
Y todos verán venir la Casa de la Luz desde el Universo y sabrán que sus moradas habitan en los mundos sutiles.
Por último, las viejas llaves serán quitadas y los ángeles mostrarán a los hombres quién tiene las Llaves de los Cielos.
Mientras tanto, oremos, hasta que el cielo de la noche anuncie la señal de ese momento venidero.
Su Madre Celestial secará las lágrimas de los que golpearán su pecho por haber confiado en los hombres.
Pero Cristo, traerá el gozo de poder vivirlo y sentirlo vivamente, por encima de toda apariencia.
Llegó la hora de que los verdaderos apóstoles del silencio testimonien el Reino de Dios para los que no lo consiguen ver.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Ora junto a ustedes,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La bestia de los últimos tiempos y la Mujer de todos los tiempos
Una señal inminente se precipitará sobre el mundo y revelará claramente a todos que los últimos tiempos han llegado.
Esa señal, que llegará al mundo, abrirá el último y gran abismo; y la bestia furiosa, que estaba presa en sus infiernos, saldrá a la superficie. El mundo no verá una bestia material, pues ella con su astucia ya está conquistando a muchos e inocentes corazones.
Esa señal, que llegará al mundo desde el universo, le revelará a los orantes cuánto la bestia ha reinado en las consciencias principales de este planeta. Su gran ostentación es llevar a los corazones al constante pecado; por eso, la bestia, que está aún en su abismo, se fortalece con los deseos que viven todos los hombres en esta vida material.
A la bestia no le apetecen las almas que son más conscientes, sino que ella siembra con su astucia la indiferencia y la omisión.
Ella no desiste de buscar a los más valientes; sus garras están sobre los grandes gobiernos del mundo, los que en consecuencia someten la dignidad de las almas y su evolución.
Cuando la bestia salga de su abismo, todos los pecados capitales estarán en una gran y decadente exacerbación; como muchos están pensando, todo estará permitido, aun el libertinaje y la superstición.
La bestia se alimenta del fracaso de sus semejantes; pero no sabe que la oración vuelve invisible a las almas y las aparta de sus garras. La bestia desenvuelve su furia a través de los conflictos y todos los que viven en conflicto atraen hacia sí la furia de la propia bestia.
En cambio, el alma que ora construye y se eleva, sabe sustentarse a sí misma y al planeta, y está más libre de la decadencia. Pero la bestia ya sabe que deberá ir en búsqueda de los hijos del Sol.
Por eso en esta hora, la Mujer Vestida de Sol está corriendo al desierto y les está señalando a Sus amados hijos que es hora de trabajar inteligentemente.
La bestia no solo intentará que no nazca ningún Cristo, sino que con su falso poder intentará destruir todo lo que una consciencia de la Luz haya construido internamente. Para estar protegidos de esos embates de la bestia, deberán estar atentos y vigilantes a todos los estímulos externos que les harán perder los verdaderos códigos crísticos.
La bestia, desde su reinado, manipula a las naciones y al mismo tiempo a sus gobernantes. Quien en verdad no está en Dios, no conseguirá escapar de esas filosas garras, porque la bestia se crea y se recrea en los pecados capitales que, en verdad, son las raíces de la maldad y de la perdición de millones de almas en el mundo.
Cada vez que una consciencia abre la puerta de su ser a esas tentaciones, aunque sea esporádicamente, la bestia se satisface con esas energías y dicha consciencia ingresa conscientemente en el reino de la bestia.
La bestia que somete al mundo es generada, de tiempo en tiempo, por los hombres; y los propios hombres reciben de la bestia todo el castigo. Pero una Luz esperanzadora desciende del universo y la Madre de Dios, la Mujer de todos los tiempos, batalla con la bestia de otra forma, para poder disiparla cada vez más de la consciencia del planeta.
La bestia sabe que le queda poco tiempo; pero en ese tiempo que le resta, querrá llevarse a su abismo a la mayor cantidad de estrellas caídas y no caídas. Por eso, los hijos de la bendita Mujer no podrán dormirse, porque ante cualquier movimiento astuto de la bestia, la batalla podría perderse.
Que la inteligencia de los soldados esté en la vigilancia de sus deseos y expectativas, la bestia se revuelca como un cerdo en las cosas superficiales y mediocres.
Para debilitar a la bestia, que la propia humanidad ha creado y que ahora es incontrolable, será necesario amar el Plan de Dios y vivirlo como si fuera lo primero en sus vidas, porque la bestia no conoce el amor interior de las criaturas, no conoce el amor que enseña Cristo; ese amor que la hace débil y la enferma al punto de dejarla inmóvil muchas veces.
Si ese amor siempre fuera lo suficientemente grande y verdadero, la bestia ya no tendría su reinado en Medio Oriente.
Que la escuela del Amor de Cristo motive a las consciencias para que abandonen la ilusión; porque mientras sus consciencias estén en dos caminos, estarán abriendo la puerta para que la bestia entre. Sean inteligentes y que, por su oración, la bestia sea desactivada.
La Mujer de todos los tiempos les vuelve a indicar y a marcar el camino, para que la mayoría de las almas no se desvíe del camino de la Luz.
Pero para vencer a la bestia, la Mujer deberá contar con soldados consagrados física y espiritualmente para que, a nivel universal, ese acto de consagración testimonie y confirme que la bestia será expulsada del planeta.
La propia humanidad deberá generar las condiciones para que todo pueda revertirse. Mientras el deseo desenfrenado y los pecados capitales sigan alimentando a la bestia, el planeta no tendrá paz.
Por eso, con más consciencia e inteligencia que la propia bestia, ayúdenme a vencerla a través del amor y de la unidad que aún no vive la humanidad.
Todos los días, refúgiense en el desierto de la Santa Mujer para estar protegidos, porque la bestia no conoce el vacío de sí, no sabe de qué se trata.
Por eso, sin motivaciones externas, que son las cosas que atraen a la bestia hacia la superficie de este planeta, trabajen en este tiempo para crear condiciones evolutivas opuestas a las condiciones que desde siempre han vivido en esta humanidad.
Que en esta hora, Mis hijos perciban que ya estamos en otro tiempo y que es urgente cambiar de actitud verdaderamente, porque así la máscara de la ilusión y de la ceguera caerá de muchos rostros que aún están dormidos y no consiguen ver la Luz de la Divina Misericordia.
Quisiera ver a Mis soldados bien despiertos y no inertes, porque la bestia se alimenta y se estaciona también en la comodidad y en el mínimo esfuerzo; ella es repelida por el sacrificio.
La bestia le teme a los Nuevos Cristos.
¡Les agradezco por acompañar en consciencia los últimos y esperados tiempos!
Los guía siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El tiempo de mudanza y la mudanza de los tiempos
Así como el sol nace en el horizonte, así será la señal de la mudanza del tiempo, y el cambio vendrá apresuradamente de la noche a la mañana.
Situaciones inexplicables sucederán con el planeta, con los Reinos de la Naturaleza y con la humanidad.
La consciencia planetaria vivirá un último ápice de iluminación y de sabiduría, lo que ayudará antes de que comience el último y gran ciclo de la purificación.
La mudanza de los tiempos será vista no solo en el planeta, sino también en este Universo local, formado por esta parte del sistema solar al cual pertenecen.
Será una mudanza de toda la raza, la cual por las Leyes universales será llevada a un gran cambio en la consciencia. Esta mudanza traerá efectos inesperados, y solo los que hayan vivido la oración los podrán comprender y nada los atormentará.
La mudanza de los tiempos es algo previsto por el Padre desde el principio, desde el momento en que Adán y Eva vivieron el pecado original. Desde allí la humanidad fue llevada a tener libre albedrío, lo que la ha colocado siempre en intensas experiencias y en situaciones límites.
Esta mudanza de los tiempos también es generada a partir del punto en que se encuentra la actual humanidad y, sobre todo, por la indiferencia que ella emite a través de cada sentimiento, pensamiento y acción.
El hipnotismo del cual Yo les he hablado, queridos hijos, es la raíz fundamental de ese estado de indiferencia que coloca al mundo en un plano de profunda precariedad espiritual.
Todas las advertencias ya fueron hechas, pero la sordera incesante de las consciencias presiona al tiempo del Universo para que se lleve adelante una gran mudanza planetaria.
El Universo tiene un principio de Jerarquía y las Leyes también lo tienen. Cuando en algún plano ese principio es interferido por alguna causa, las Leyes se organizan para corregir y hacer fluir lo que en el Universo se encuentra desordenado.
La mudanza de los tiempos exigirá de todos una definición interior, pero veo cómo las criaturas de la Tierra reaccionan cuando piensan que deben abandonar su vida para vivir una mudanza; aunque algunas consciencias necesitan dar ese paso, la mayoría se aleja del Propósito para así no enfrentar su propia definición ante el Plan.
Esta mudanza de los tiempos no es personal ni humana, ella abraza el ámbito del cosmos y el propósito de las humanidades.
La mudanza de los tiempos llega al planeta para corregir los desvíos y las maldades de la humanidad, pero los orantes, devotos y fieles al Plan podrán ayudar en este ciclo en la sustentación de lo que está a punto de precipitarse sobre la humanidad: un cambio determinante.
Todos los seres orantes del planeta deberán aprender a convivir con la mudanza de los tiempos, porque a medida que todo se purifique dentro o fuera de las consciencias, mayor será la necesidad de permanecer en oración y en vigilia.
No habrá continente, nación, estructura ni religión que esté libre de la mudanza de los tiempos. Se verán cosas increíbles en diferentes sectores de la humanidad, como también en las consciencias que hasta ahora mantenían en secreto sus propias acciones.
Nadie podrá escapar de la mudanza de los tiempos porque esa mudanza es universal y forma parte del Apocalipsis.
La mudanza que llegará dejará en evidencia lo bueno y también lo que no es bueno. Todo será purificado, corregido y recolocado en el lugar que le corresponde dentro del Universo material.
Todo el planeta y la raza aún están a tiempo, antes de esa gran y profunda mudanza de los tiempos, de corregir su vida material, su mundo interior y su consciencia a través del gran fluir de la oración.
Esta mudanza de los tiempos llevará a la humanidad a que ingrese en una nueva etapa y vibración después de que todo se haya purificado.
Quien trate de resistirse a la mudanza de los tiempos en su propia vida, entorno o existencia sufrirá, porque estará en contra de la corriente de las Leyes universales.
Quien se disponga, se esfuerce por cambiar y se pacifique, conseguirá acompañar la mudanza de los tiempos.
Recuerden, hijos Míos, que esta mudanza se originó desde el momento en que la humanidad se creyó autorrealizada ante el Universo.
Todo esto forma parte de una lección de humildad.
¡Bendiciones para todos Mis hijos de Argentina!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre del Universo
Todos los días en el Cielo escucho la voz de los que en la Tierra claman por Mí, así, bajo la autoridad del Padre, desciendo en luz y amor para ayudar a los que más necesitan, especialmente a los que se desvían del camino que Mi Hijo los llama a vivir.
En este tiempo son muchos los corazones que claman por Mí y a todos les respondo a través de la sabiduría del Padre Celestial, para que estén a salvo bajo Mi manto protector.
Queridos hijos, es verdad que no Me canso de llamar a los que sí o sí tienen que estar Conmigo. Por eso, a lo largo de los tiempos, vengo entregando señales visibles para que ningún hijo Mío dude de que soy Yo quien llama a la puerta de su corazón.
Llamo para que Me abran sus corazones y Yo pueda hacer de cada vida un don perfecto para Dios. Aún vengo en este tiempo para unir y consolidar sus corazones en Cristo, el Señor, para que Él sea recordado todos los días y para que las almas estén en perfecta comunión con Su divino Espíritu.
Hijos Míos, como soy Madre de todos atiendo sus pedidos y no dejo de responder a quien Me pide algo, algo que sea de la santa Voluntad de Dios. Respondo a las peticiones que son justas y que beneficiarán a todos, al planeta entero.
Mi intercesión por la humanidad no tiene límites, por eso Yo tengo los brazos abiertos hacia ustedes para que sus corazones lleguen a Mí y reposen en Mis brazos maternales.
Aún es tiempo de Misericordia, aún la piedad puede llegar al mundo entero.
Pidan al Padre Celestial por todo este Reino para que la Creación conceda ayuda extraordinaria a los que más la necesitan.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión y amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como una esfera de luz de siete colores, Yo desciendo a la Tierra para nuevamente colmarla con las Gracias de Dios. Espero que esta esfera luminosa sea vista y reconocida por el universo interior de cada ser.
Dios en Su silencio infinito envía esta señal luminosa de la Madre de Dios para que todas Sus criaturas se eleven al Propósito divino. A través de Su Divino Pensamiento Universal, Su Voluntad hace mover esa esfera de siete colores entre los espacios del cosmos para que el sol interior de cada alma vuelva a encenderse y así retome la tarea confiada.
Es tiempo de que las criaturas afirmen su vida espiritual por medio de la vida superior, Reino Infinito en donde la verdad, la energía y el sonido están manifestados.
Hoy las criaturas del Padre deben ver en el espacio a la esfera de siete colores para descubrir a través de ella, la señal que Dios está anunciando por medio de Su silencio: un nuevo tiempo sin tribulación.
El Reino de Dios se aproxima a través de la esfera de siete colores, el sonido manifiesta en todo el cosmos las nuevas notas de armonía para la Tierra.
Participen de este acontecimiento espiritual, la esfera de siete colores se encuentra cruzando los Cielos de este universo para demarcar en el horizonte una nueva señal: el tiempo del retorno de Cristo.
Que esta señal luminosa de la esfera de siete colores permanezca presente en sus memorias, porque el Reino Celestial se aproxima para erguir nuevamente a todos los que quieran ascender de corazón.
La Gracia está llamando a su puerta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la vida celestial,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Ha llegado la era de la fe, era en que los corazones serán probados por la Justicia de Dios. Aprenderán entonces, a confiar en el Creador y serán conocedores de la esencia de la Obediencia Divina, esta que responde a los designios superiores, más allá de la comprensión o de la adhesión mental e interior a todo lo que ocurre alrededor.
Aquel que abra los ojos del espíritu y del corazón podrá ver la intención de Dios guardada en lo íntimo de los acontecimientos, y comprenderá lo que nadie podrá comprender; encontrará la Sabiduría y la Justicia Divina, en aquello que para los ojos humanos será injusticia y maldición.
Ha llegado la era de la Fe, porque Mi adversario atacará los corazones por la duda y por la incomprensión. Muchos buscarán fuera de sí, en los fenómenos, las confirmaciones que solo encontrarán dentro de sí mismos.
Será la paz inquebrantable en el corazón de Mis hijos, la única confirmación de que la Presencia de Dios en Sus Mensajeros es verdadera. Por eso, Mis amados, lo que construyo dentro de cada uno es puramente espiritual y se debe consolidar por medio de la transformación definitiva de sus vidas.
Lo que se construye en el corazón humano por medio de los fenómenos puede ser destruido con la misma facilidad y rapidez, que la manifestación de los mismos. Pero lo que construyo dentro de Mis soldados tiene una clara finalidad, que se manifestará a los ojos del mundo en el final de los tiempos.
La primera señal será la confirmación de Mis palabras en los acontecimientos que vendrán. Y la señal más importante, tanto para los hombres, como para Dios, será la fe en el corazón de Mis hijos y la paz que les permitirá guiar a aquellos que están perdidos.
La clareza de propósito les permitirá ver los acontecimientos desde un punto de vista superior y entonces no se involucrarán con lo que sucede en el mundo. Pero sabrán que todo eso ocurre por un fin mayor, que es la purificación del planeta y el surgimiento de una nueva raza.
Esa raza que surgirá, Mis amados, nacerá de la semilla que hice brotar en sus corazones y no será formada de nuevos seres humanos que surgirán de repente. Serán ustedes y sus hijos renovados por Mi espíritu de amor y por el retorno de Cristo Redentor, los que conformarán el nuevo mundo.
Así se cumplirá el Proyecto Sacratísimo de Dios, en el cual Sus creaturas serán capaces de vencer la oscuridad que habita dentro y fuera de sí y, por medio del amor, harán triunfar el Espíritu de Dios en el mundo y el propósito crístico de esta creación.
Mis amados, guarden en sus internos Mis palabras, estúdienlas y permitan que ellas impregnen sus consciencias, porque ellas traerán la certeza del triunfo de Dios en el corazón humano y será con esas palabras en la consciencia que podrán vivir en estados plenos de paz, en los tiempos que se aproximan y en los tiempos que ya viven.
Manténganse firmes en la vida de oración y no permitan que las demandas del mundo venzan la imperiosa necesidad de fortalecerse internamente. Con sabiduría, den prioridad a las cosas de Dios; así estarán transitando caminos seguros, que conducen al Señor.
Yo los amo y les agradezco eternamente por responde a Mi llamado.
Que ninguna duda venza la fe en sus corazones. Que ninguna inquietud los haga perder la paz.
Yo los bendigo, bajo el Espíritu Pacificador de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La gran señal marcará un antes y un después en el final de dos ciclos, tiempos que se manifestarán por medio de dos noches diferentes. Los dos días de anochecer señalarán al mundo la llegada, en un tiempo cercano, de un cambio profundo en toda la vida planetaria.
Por eso a partir del 8 de agosto comenzará un nuevo tiempo que estará encuadrado por las definiciones espirituales que la humanidad vivirá.
Cuando los próximos tiempos se muestren con señales en dos diferentes noches, significará que las almas en sus casas deberán estar en oración y en comunión para poder traspasar los últimos ciclos críticos.
Pero antes de que eso termine, la Madre de Dios, la Mujer Vestida de Sol revelará, como señal para el mundo, el momento de unirse para siempre a Dios. Será en esa hora que desde Aurora, como desde otros lugares de la Tierra, esa señal, que será visible para el mundo, podrá ser vista durante los anocheceres del próximo tiempo.
El día 8 de agosto en los últimos años pasados demarcó para todos los tiempos de cambio en los cuales la consciencia planetaria fue cruzando los primeros momentos de transición. La fuerza interior que encenderá los corazones será el fuego de la oración; quien rece en esos momentos con devoción y fe estará invisible y oculto ante las asechanzas del adversario.
Quien en la última hora adore a Mi Hijo estará escondido en el Corazón Espiritual del Supremo Rey. Quien abrace su propia cruz, la cargue y la viva, estará aliviando el peso mayor que tendrá la Ley.
La Aurora de Mi Corazón en los días de agosto mostrará señales internas en los corazones que hayan tenido humilde fe en la Madre del Cielo. El suelo de Aurora será uno de los testigos, y así, el mundo comprenderá tarde que debía haber cambiado.
Los Arcángeles Miguel y Gabriel presenciarán el Juicio de la Tierra, y los ojos sencillos pero humildes los verán como luz en el horizonte mayor. Así, el séptimo sello será abierto por la Mujer Vestida de Sol después de las dos noches del próximo tiempo.
Algunos conocerán esta revelación que está guardada por los ángeles en el cofre bendito del Arca de la Santa Alianza. Esa será la última señal antes de la luna roja, y los caminos de los autoconvocados deberán estar limpios de toda mancha.
El 8 de agosto la Madre de Dios bendecirá a todos, y aquel que reciba esta Gracia con el corazón humilde, reconocerá el sentido interno de la misma. Así los rayos del Inmaculado Corazón mostrarán los siete caminos para que los discípulos de Cristo en redención definan cumplir su compromiso ante el Creador.
La Obra de Dios será entendida y amada por pocos durante los últimos tiempos, y la fe será el escudo contra toda oscuridad. Antes de que la Madre de Dios se recoja en los campos desérticos, un suave aroma a flor de naranjal indicará el momento de un cambio espiritual.
En los días de agosto las almas podrán renovar su misión delante de Dios, el Portal de la Paz será el refugio bendito para los que quieran escuchar a Dios en su interior. En esos días habrá momentos de claridad y entendimiento, ese será el mayor prodigio de la Gracia de Dios, saber qué hacer de la vida y cómo cumplir de corazón con la Voluntad Superior.
Mientras gran parte del mundo está ciego, la Aurora de agosto abrirá sus puertas celestiales para que las almas reciban el don de la redención. Las Gracias más sublimes estarán en los corazones más simples y devotos del Hijo de Dios. Cristo completará en esos días un ciclo interior para todos.
Ciertas puertas se cerrarán para que las almas caminen por medio de un último impulso de luz. Quienes estén vacíos de sí podrán sentir un bienestar incalculable, una paz que restaurará las heridas y un amor que alegrará la vida de quien en verdad entre a Aurora sin expectativas, solo en entrega y en oración.
Los días de agosto serán los últimos momentos de preparación, será en esa hora que los corazones podrán unificarse en el Propósito de Dios. Dichosos de aquellos que no se perderán ni se distraerán por la aparición de las señales del próximo tiempo y que solo buscarán estar en Dios; es lo que bastará para que la Obra esté concretada.
Saludos de Paz y Redención para los más jóvenes del mundo y, especialmente, para los jóvenes de la Nueva Tierra. Si ustedes están con vuestra Madre del Cielo, no dejarán morir la semilla que fue sembrada por la Misericordia.
Sean receptivos a la guía que los acompaña. Sean constructores y colaboradores de la Nueva Humanidad. Sean ejemplo de gratitud, de amor y de Gracia. Sean la flor predilecta en el jardín bendito de Mi Corazón.
Que el corazón de este suelo les recuerde que él será el refugio y la morada para vuestra redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los eleva al Reino de Dios en Misericordia y perdón,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A partir de este día, en honor a Dios Todopoderoso, su Madre Celeste se prepara para el 8 de agosto, día en el que realizará una bendición especial para el mundo entero ante la presencia de la Santísima Trinidad y, especialmente, una bendición para todos los que estén presentes en el Centro Mariano de Aurora.
Desde todo el universo, la Gracia de Dios tocará la vida de muchos, y así una vez más Mi Inmaculado Corazón triunfará en todos los que Me hayan abierto la puerta de su corazón. En ese día santo y universal, ciento treinta y tres ángeles, guiados por su Madre Santísima, estarán presentes adorando preciosamente la imagen santa y glorificada del Sagrado Corazón de Jesús en Su Faz de Gracia.
Será en esos días, que el Cielo se unirá a la Tierra para retirar y expulsar, a través de San Miguel Arcángel, todas las raíces del mal que los corazones quieran liberar. La Aurora de Mi Corazón resplandecerá en esos días como un gran sol para todos, y los últimos prodigios serán concedidos a aquellos que se arrepientan ante Dios.
Como en Garabandal, Fátima, Lourdes y Guadalupe, la Madre del Mundo dejará una señal visible para que todos la puedan ver durante dos días, al anochecer; cuando eso suceda, indicará, a la Iglesia de Cristo y a todas las religiones, el día del Retorno de Cristo.
Por eso, el universo escogió el 8 de agosto para demostrar el comienzo de tiempos diferentes a los que hasta ahora vivían con normalidad. Aquella alma que no haya creído que Yo estuve en Aurora durante tantos años creerá y sus ojos se abrirán. Aquel corazón cerrado que Me haya rechazado y Me haya negado, ofendiendo Mi santo nombre sobre el suelo sagrado de Aurora, que sepa que en el gran día de la señal, se arrepentirá. A aquella consciencia, que Me haya blasfemado y haya maldecido a Mis instrumentos escogidos, le digo que en el día de la gran señal se humillará y su maldad desaparecerá como el polvo que es llevado por el viento.
Será en esa sagrada hora, antes de los tres días de oscuridad en la Tierra, que la Mujer Vestida de Sol junto a San Miguel y a San Gabriel Arcángeles serán vistos sorpresivamente y nadie podrá desmentir ni silenciar que la Reina del Cielo los guió a la redención. Serán dichosos aquellos que en el silencio anónimo hayan seguido a la Madre de Dios, porque vivirán el gozo eterno de estar con Cristo en el próximo Reino de Dios.
Todo lo que ha sucedido hasta los días de hoy es parte de una escuela de preparación. Por eso, corrijan sus caminos; busquen una vida santa de oración y de caridad; ámense más, por encima de sus viejas apariencias y agradezcan a Dios por tener consciencia de lo que sucederá. Esto los preparará como Mis soldados para poder ayudar voluntariamente a los que caerán en sus propios infiernos de fuego y de ardor por no haber escuchado la palabra y el llamado al arrepentimiento.
La copa estaba llena, ahora está rebasando y el mundo no quiere escuchar de corazón. Pero su Madre intentará salvar a todos hasta el final, antes de que sea demasiado tarde. Treinta y cuatro años en Medjugorje sin fenómenos, solo con conversiones internas, han sido para preparar a todos Mis hijos para el día de la señal, cuando el mundo tendrá su esperado Juicio Universal.
Agradezco que desde ahora no solo escuchen Mis Palabras, sino que también las vivan, así como Yo las proclamo amorosamente para todos. Dios desea su bien, que vivan en bondad y en Misericordia.
Desde este Reino de Aurora, bendigo el encuentro con todos Mis hijos de la Nueva Tierra. Dios espera que los jóvenes den el ejemplo de una vida redimida por el Amor de Dios a través de la Madre que el universo les ha dado. Sean testimonios de redención de Mi Hijo, así las puertas de la Luz se abrirán para otros.
Los bendigo siempre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los lleva a la Verdad Superior,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que en tiempos de batalla, solo exista la paz y que la paz del corazón consiga restablecer absolutamente el amor de Dios en los pobres corazones que lo perdieron. Por eso, hijos, en este tiempo, vuestra Madre Celeste llega del Cielo para prepararlos a vivir la gran batalla espiritual que la Mujer Vestida de Sol tendrá con el enemigo.
Vivan en esta hora la paz del corazón y que vuestras vidas, transitando el ciclo de la purificación, solo encuentren predilecto refugio en el corazón de Mi Hijo. Pero mientras el Rey que desterrará el mal no llegue todavía para llamarlos a vivir la última cena del ciclo, vuestra Madre Celeste ya está corriendo al desierto y está protegiendo a Sus hijos de las afiladas garras del mal.
Queridos Míos, el tiempo de la definición ya llegó; no den vuelta vuestros rostros al gran cambio interior que se aproxima, el que los necesita purificados antes de que Mi Hijo retorne a vuestro encuentro.
Por eso, amados, no pierdan ni un minuto en las cosas superficiales, solo busquen gestar dentro de ustedes una fortaleza mayor, que no se construye con arrogancia ni orgullo propio. Sean humildes cada vez más y estarán a salvo de las garras que asechan todo el tiempo a los más ingenuos e impuros de corazón.
Deseo, en este ciclo, que vuestra purificación pase rápido, así estarán a la altura de saber responder a la Voluntad Divina que todo el tiempo los llama.
Vuestra Madre Celeste ya se encuentra en el desierto protegiendo a Sus hijos de toda adversidad y engaño, pues el tiempo de los espejismos llegó para todos. Destruyan con el amor y el poder de la oración interna, toda realidad paralela que los quiera desviar del único propósito: de Cristo.
Reverentes y humildes manifiesten la posibilidad de que la paz realice prodigios y salvaciones en aquellos que no la merecerían por su propia crueldad para con el Reino de Dios.
Con vuestra mansedumbre sabrán reconocer lo falso de lo verdadero y nada les quitará la atención del verdadero camino crístico que vinieron a recorrer.
Por vuestra renuncia el mundo recuperará su pureza. Estén atentos a las señales que les dará vuestra Madre Celeste a través de los mensajes, pues esta es la última oportunidad para todos.
Mi Gloria y amor los ampara.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los reúne en el corazón del Maestro,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mientras el mundo se agita en este final de los tiempos, la humanidad debe sumergirse en el océano de la oración para que los Grandes Ángeles del Señor puedan auxiliar a todos los corazones. Antes de que suenen las trompetas de los ángeles del Cielo, ustedes deberán estar preparados mediante la oración del corazón, firmes en la fe y confiados en el Manantial de la Divina Misericordia.
Hoy los invito, en forma urgente, a ingresar en el Santísimo Corazón de Mi Hijo, porque de esa manera, vuestras vidas estarán protegidas por el gran espíritu de la Misericordia del Redentor.
Queridos hijos, hoy los llamo a tomar consciencia desde el corazón porque los tiempos llaman a la humanidad a vivir la conversión del espíritu y de la vida.
Como Madre del Perpetuo Socorro, el Señor Me envía a despertar del sueño a cada uno de Mis hijos y a colocarlos a todos en la tarea celestial que el Señor está dictando para cada corazón, a través de Mi Presencia Maternal, mes a mes.
Pequeños hijos, no pueden pasar ni un día sin vivir la oración del corazón, porque así vuestras vidas abrirán los corazones para que se aproximen los ángeles custodios que son enviados, bajo la Luz de Mi Inmaculado Corazón, para guiar a todos Mis pequeñísimos hijos.
Ha llegado el momento de abrir la consciencia a las señales universales inusitadas que intentarán despertar a los que se han separado de la magnífica Voluntad de Dios.
Hijos Míos, todos los consagrados a Mi Inmaculado Corazón deben ayudar a que otros hijos puedan vislumbrar la Luz del trono de Dios cuando el Único Hijo del Padre venga, en Gloria, desde las nubes.
Queridos hijos, todo está dicho. Los llamo y les pido oración y más oración del corazón.
¡Les agradezco por responder a Mis pedidos!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más