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Mis queridos hijos:
Tengan fe y nunca duden, porque los Sagrados Planes de Mi Hijo nunca podrán ser interrumpidos; pero cuando sucede algo semejante es señal de que el Plan está cerca, pero muy cerca de concretarse.
Aprendan de Mi Hijo que, junto a Sus apóstoles, ante la tempestad, la barca parecía que iba a naufragar y Mi Hijo, a través de la mansedumbre y de la paz de Su Sacratísimo Corazón, dio la orden de que los vientos y el mar se detuvieran.
No pierdan el ánimo y que cada aprendizaje sea un nuevo impulso de crecimiento.
Si Mi Hijo los envía en Su Sagrado Nombre, ¡alabado sea el Señor!, porque las puertas y los corazones se abrirán en la hora cierta y todos ustedes podrán ser testigos de esto.
Queridos hijos, este es el camino del apostolado.
Este es el camino del servidor que nunca duda ante las dificultades ni tampoco se aflige ante las adversidades porque, antes de todo, cree en Cristo y en Su Voluntad.
Este es el camino de los apóstoles, de aquellos que no retroceden, sino que avanzan; de los apóstoles que están prontos para responderle y servirle al Señor del Universo; porque en el corazón de los apóstoles de Cristo está primero la confianza que erradica la duda y la mediocridad.
Hijos Míos, Mi Hijo les entregó el Espíritu Santo y con Su Espíritu los bendijo a todos, porque Él sabía que Sus compañeros estarían yendo al encuentro de las inocentes ovejas entre los lobos feroces.
Véanse debajo de los Rayos del Corazón de Jesús. Allí nunca sucederá algo contrario a Su Divina Voluntad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Nunca olviden que dentro de ustedes existe un universo interior, y que ese universo es real y vivo porque es allí en donde se encuentra Dios.
En ese universo interior ustedes tendrán la puerta interna para estar en comunión con el Padre y la Creación. Allí no hay ilusión.
El universo interior es la base de su fe y de su confianza en la Fuente Divina.
Dejen que ese universo interior, que es la faz de su verdadero ser, sea quien gobierne sus vidas, así los valores espirituales y evolutivos colmarán sus consciencias, porque en donde está Dios, está la vida espiritual e interna.
Recuerden que en su universo interior está también la paz, la mansedumbre y la calma.
En el universo interior no hay agitación, no hay conflicto, no hay desarmonía.
Que sintiendo y viviendo en el universo interior, sus almas encuentren el puente a través del cual ellas puedan gobernar y llevar adelante la misión que la Divina Voluntad les encomendó.
En ese universo está la Verdad que disuelve las apariencias.
En ese universo está el conocimiento que ennoblece el espíritu.
En ese universo está la pureza que los consagrará como hijos de Dios.
Ese universo interior está allí, para ser reconocido y para entrar en contacto con el Creador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Querido hijo:
Intenta con esfuerzo no perder la paz, porque la paz te ayudará a aceptar y a comprender los aprendizajes de la vida.
Practica la paz, para que ella te inspire y te enseñe el camino de la mansedumbre.
Mi Hijo expresó la Paz en el momento de mayor tribulación y abandono. Si Él no lo hubiera hecho, tal vez no podría haber conseguido cumplir con la misión que el Padre le había encomendado.
La paz lo es todo, desde el principio al fin.
Ella te hará ver las situaciones más difíciles como las más importantes oportunidades para la trascendencia y la elevación de tu ser.
Deja que la paz se vaya profundizando dentro de ti, con la fe de que todo es para bien y para el crecimiento interior de tu consciencia.
Así, cuando todos los días enfrentes nuevos desafíos, sabrás que allí estará la paz, la que te traerá confianza y sostén en los momentos culminantes de la vida.
Hoy vuelvo a dejarte Mi Paz para que, a través de ella, puedas dar el primer paso.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Cuadragesimoquinto poema
Madre,
dame un corazón simple,
para que yo pueda reconocer
la inmensidad del Amor de Dios.
Madre,
dame un corazón manso,
para que yo aprenda a encontrar la paz.
Madre,
dame un corazón humilde,
para que yo pueda ver a Cristo
reflejado en el rostro de cada hermano.
Madre,
dame un corazón fortalecido,
para que, ante las tentaciones y las pruebas,
yo solo esté pensando en Cristo.
Madre,
dame un corazón vacío,
para que yo pueda despojarme de mí mismo,
y Cristo tenga un lugar donde habitar en mí.
Madre,
dame un corazón caritativo y servicial,
para que me pueda dar cuenta
de la necesidad en cada lugar.
Madre,
dame un corazón agradecido,
para que no caiga en la prueba de la crítica
ni del juicio de valor,
sino que yo pueda siempre vivir la gratitud
hasta en los pequeños detalles de la vida.
Madre,
dame un corazón pleno de fe,
para que yo siempre confíe en lo que es desconocido,
y me abra tranquilamente a ser redimido por Tu Hijo.
Madre,
dame un corazón fiel,
para que Tú y Cristo confíen en mi alma,
que se esforzará por cumplir su misión en la Tierra.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Decimocuarto poema
Reina del Universo,
Bóveda Celeste de Dios,
Aroma Sublime de Paz,
danos un corazón vacío y humilde,
un corazón capaz de no querer nada más para sí,
un corazón pobre,
unido al humilde Corazón de Dios.
¡Oh!, Madre Santa,
danos un corazón pacificador, fiel, manso,
disponible para Tu Hijo,
un corazón desinteresado de la vida del mundo.
Virgen Purísima,
danos un corazón puro y no cambiante,
un corazón maduro en el Amor de Tu Hijo,
un corazón vencido por la Verdad de Cristo.
Sierva fiel,
danos un corazón abnegado,
capaz de no tener tiempo para sí,
sino eterna donación por los otros.
Madre del Cielo,
danos un corazón sensible, un corazón abierto,
un corazón de inmensa gratitud y de reconocimiento
por todo lo que nos da Tu Hijo.
Que, con un corazón transformado,
ayudemos a desterrar la indiferencia en el mundo,
para que puedan reinar la fraternidad
y la unidad entre las almas.
Así, retornará Tu Hijo con Su Corazón de Luz,
para reconstruir este mundo y toda la humanidad.
Que, a través de Ti, Divina Señora,
nuestros corazones representen al menos una parte
de la Obra redentora de Cristo en la Tierra.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Permite que, de manera permanente, tu alma invoque la Divina Misericordia del Redentor, para que Su Fuente de Amor y de Gracia derrame sobre tu ser los Dones de la redención y de la cura.
Mientras tanto, hijo Mío, y aun cuando la humanidad se purifica, invoca interiormente el poder de la Misericordia de Mi Hijo, para que ella siga descendiendo en la humanidad y el planeta sea lavado de sus profundas heridas.
Adquiere un espíritu de mansedumbre y de esperanza ante las pruebas que tú y la humanidad enfrentarán.
Debes tener presente que la Divina Misericordia de Mi Hijo hace milagros y convierte situaciones imposibles de resolver por la voluntad humana.
Anímate a decirle “sí” a la Misericordia del Salvador, a pesar de las caídas y de las demoras.
Así existirán almas en constante ofrecimiento para que este planeta sea más iluminado y bendecido por la misma Misericordia.
¡Les agradezco por el esfuerzo de sus oraciones!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que la paz del corazón sea inalterable.
Que la paz del corazón esté en comunión con el Divino Cuerpo de Cristo.
Que la paz del corazón trascienda los límites de la materia y supere cualquier indiferencia.
Que la paz del corazón atraiga hacia el mundo la renovación absoluta y la sabiduría en los últimos tiempos.
Que la paz del corazón se irradie a todos los confines de la Tierra y que las almas sean tocadas por la Paz del Redentor.
Que la paz del corazón genere mansedumbre y sosiego en los que lo necesitan.
Que la paz del corazón sea la oración permanente de los que, con devoción y amor, claman al Señor.
Que la paz del corazón conceda la cura interna del alma y la sanación del espíritu.
Que la paz del corazón establezca la reconciliación entre los pueblos y la unidad entre las naciones.
Que la paz del corazón participe en cada espacio de la vida y que esa paz promueva, en todos, la alegría de servir al Plan de Cristo.
Que la paz del corazón disipe las interferencias y transmute los obstáculos.
Que la paz del corazón abra las puertas de los Cielos en la Tierra y que los ángeles renueven a la humanidad con los Dones de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo:
Toma tu cruz y sigue al Maestro en este día. Síguelo por todo el camino de dolor, pero de victoria que Él alcanzará por ti. Imita Su ejemplo de perseverancia, de mansedumbre y de fe.
Carga con tu cruz junto a Mi Hijo y deja que el Propósito sea parte de ti. Ama incansablemente la Divina Voluntad y, por más que no la comprendas, acéptala con alegría. Acepta todo lo que el Universo te envía para aprender.
Carga con tu cruz y quédate cerca de Mi Hijo. Imita Su Paz, Su estado de silencio. Deja que tu cruz sea una victoria y la derrota de todas las ilusiones del mundo.
Carga con el peso del pasado, pero cree que en este sagrado día todo se liberará, porque el Amado Hijo traerá Consigo los méritos de Su Pasión, Muerte y Resurrección, para ofrecerlos a los Nuevos Cristos como coronación del triunfo de Cristo en la Tierra.
Carga con tu cruz junto a Mi Hijo y en confianza bebe del cáliz del sacrificio, porque ya es hora de darse por los demás.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Quédate con tu Madre Celeste y abandona tus conceptos
Quédate, hijo Mío, con tu Madre Celeste, a Su lado, acompañando cada paso de Su Obra de Maternidad y de Misericordia, y abandona todos tus conceptos.
Quédate con tu Madre Celeste y deja que el propio Universo de Dios obre en ti y no que tú obres en el Universo.
Abandona todos tus conceptos, ideas y proyectos de querer mejorar un destino que ya está escrito en el Corazón de Dios.
Quédate con tu Madre Celeste y acompáñame, hijo Mío, en cada nueva misión, despojado de tus creencias o de tus pareceres.
Deja que Mi Hijo te vacíe como el odre, para que Él te pueda llenar con Su Paz y Su Voluntad.
Abandona, en este momento, todos tus conceptos e intenciones de perfeccionar las cosas.
Anímate a vivir la pulcritud, primero en la dignidad del espíritu para que después se refleje en la materia.
Quédate, hijo Mío, con tu Madre Celeste para que en este nuevo año que comenzará abandones tus viejas costumbres, tus hábitos de vida que no hacen a la unidad, ni al amor.
Quédate con tu Madre Celeste para que Yo pueda indicarte el camino justo, y no para que tú escojas por dónde caminar.
Confía plenamente en todo lo que no está al alcance de tu consciencia o de tu realidad.
Acepta, hijo Mío, el primer paso, que será curar tu vida y tu consciencia humana, para que después se pueda curar el corazón y todo pueda cicatrizarse.
Retira, con Mi ayuda, el odio y el rencor de tus entrañas; ya no veas que todo está degradado a tu alrededor, sumérgete dentro de tu verdadera realidad y verás que primero deberás despojarte de ti mismo para que, finalmente, el mundo como un todo, se pueda despojar.
Quédate con tu Madre Celeste y ya no coloques tu mirada en los defectos sino en las virtudes y en los esfuerzos amorosos de tus semejantes.
La vida es muy bella, solo el ser humano puede oscurecerla o hacerla brillar según sus intenciones.
Quédate con tu Madre Celeste y darás pasos en el verdadero amor.
No retrocedas más.
Adelanta tu camino para poder encontrarte con el Señor.
Deja, hijo Mío, que el Padre te muestre Su Voluntad, y derrota la propia.
Deja que tu corazón herido se abra para que los Rayos de Mi Corazón te puedan curar.
Quédate con tu Madre Celeste y ya no tomes decisiones precipitadas.
Ábrete, interiormente, a la guía y a la Instrucción que te envía el Cielo, así serás un alma nueva, así serás un espíritu al servicio de la unidad y del amor.
Quédate con tu Madre Celeste y acepta la realidad.
Ya no fuerces tus realizaciones. Ya no sometas a tus hermanos según tus placeres o creencias.
Quédate con tu Madre Celeste para que tu niño interior se pueda expresar y salir del constante silencio en el que se encuentra.
Quédate con tu Madre Celeste y las puertas al Amor se abrirán.
Escucha Mis Palabras con gratitud y el odio en ti, desaparecerá.
Quédate con tu Madre Celeste y no sufrirás.
El Reino de Dios se está cumpliendo, aunque no lo parezca.
Deja de sufrir innecesariamente. Deja de amargar tu corazón con todo lo que ya no tiene sentido y, para que eso sea posible, debes entregarte vacío y humilde, manso y pacífico, así el Espíritu Santo encontrará un camino por dónde poder actuar.
Quédate con tu Madre Celeste y te aseguro que no te reconocerás, siempre y cuando tu entrega sea honesta y cristalina.
Deja que las vendas del espejismo y de la ilusión caigan de tus ojos para que pronto puedas ver la realidad.
Deja, hijo amado, que el amor de tus semejantes y el Amor de Dios curen tu agonía.
Que vivas un año en el Señor y no en el mundo.
Que todo se redima dentro de tu ser para que cumplas con lo que Dios quiere.
Finalmente te pido, hijo Mío: sé libre de ti.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Querido hijo:
Que tu corazón se pacifique para que siempre alcance la mansedumbre y la luz interior que permitirán, en estos tiempos, atraer hacia este planeta la máxima Gracia de Dios.
Por eso, busca ese espíritu pacificador mediante el Corazón de Mi Hijo, porque así construirás dentro de tu consciencia una fortaleza inquebrantable, que también ayudará a que otras almas se animen a dar los mismos pasos que tu consciencia es invitada a dar.
Camina en dirección al Corazón de Mi Hijo, allí también encontrarás los Dones que harán de esta humanidad una posible humanidad santificada en el espíritu, en el alma y en el cuerpo.
De esa forma, todo estará bajo la guía y la compañía de Jesús, Quien te resguardará a cada nuevo paso.
El espíritu pacificador permitirá volver a erguir, en este planeta y dentro de esta humanidad, los valores espirituales que la propia raza humana está perdiendo en este tiempo. Así, se podrá abrir aún más el camino para que la consciencia crística actúe en los mundos internos de las esencias que, en este ciclo, deben despertar a mayores expresiones de amor y de unidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cada vez que abres tu corazón a Dios, el universo del Amor Superior puede hacer sus prodigios, y cualquier herida o cicatriz que haya quedado en la consciencia de tu ser puede ser reparada.
Cada vez que abres tu corazón a Dios, a pesar de las circunstancias o de los acontecimientos, el universo del Amor Superior puede obrar en ti y en todo lo que te rodea.
Abrir el corazón a Dios es entregarse en confianza a Sus Designios, es vivir con humildad Su Divina y Poderosa Voluntad.
Abrir el corazón a Dios es permanecer en la mansedumbre, es saber mantener la neutralidad y la calma ante cualquier prueba.
Abrir el corazón a Dios es dejarse permear por la Vida Divina y pasar a formar parte de Él por medio de la oración, del servicio y de la entrega permanente por el otro.
Entonces, deja, hijo Mío, que Dios permanezca todo el tiempo en tu corazón y así vivirás la tan ansiada libertad de este cautiverio humano que creó la propia raza de estos tiempos.
Sigue abriendo el corazón a Dios en cada nueva etapa, ante cada nuevo acontecimiento, porque así ayudarás a realizar el Plan, te lo aseguro.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice, en nombre de la Gracia de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Deja que tu corazón se amanse, porque así entrarás en Mi Paz.
Todo está en su lugar, aunque no lo parezca. Todos están teniendo la oportunidad de aprender cosas nuevas.
Deja que tu corazón se amanse, porque así entrarás en Mi Paz.
Este momento les exige a todos grandes esfuerzos, para que pasos más grandes e infinitos se puedan dar.
Deja que tu corazón se amanse, porque así entrarás en Mi Paz.
Todos están recibiendo la oportunidad de expandirse en el amor y en la hermandad, están recibiendo la oportunidad de renovar sus votos de servicio al Plan Divino.
Por eso, deja que tu corazón se amanse, porque así entrarás en Mi Paz y vivirás lo que tienes que vivir bajo el amparo de Mi Espíritu.
Agradezco tu esfuerzo.
Quien los ama eternamente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo Soy el Sol que ilumina con amor los tiempos de oscuridad y que debajo de Mi Manto coloca a todas las almas para que alcancen la Divina Protección.
En verdad, les digo que los apóstoles que están en las primeras filas de la preparación del Retorno de Cristo deberán enfrentar en sí mismos toda suerte de abismos y de pruebas que los colocarán aún más cerca de Mi Hijo; porque así la condición humana y arcaica se irá disolviendo de la consciencia material de los seres humanos.
Por eso, deberán buscar un espíritu de inmensa mansedumbre, de paciencia y de resignación; ya que en estos tiempos será importante dar el todo por el todo, debido al gran desequilibrio planetario de esta raza.
Yo los animo a atravesar el fin de los tiempos con espíritu de inextinguible esperanza, porque así adquirirán fuerza interior para llevar adelante la Obra Redentora de Mi Amado Hijo.
Solo les pido que se mantengan calmos, serenos y receptivos; y que en cada nueva batalla interior y exterior solo reine el amor, porque el amor que puede brotar de sus corazones lo disolverá todo en luz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de La Paz
A los que se consagran
A los que se consagran, que nunca pierdan la fe y la confianza en todo lo que viven, porque por más que algún día sea difícil, Dios no los abandonará.
A los que se consagran, que vivan bajo un espíritu de mansedumbre y de pacificación, porque así estarán protegidos de toda adversidad.
A los que se consagran, que crean que es posible vivir la infinita transformación, porque en la hora más culminante del planeta, recordarán los tesoros de la Gracia que un día recibieron.
A los que se consagran, que nunca pierdan de vista los principios de la comunidad religiosa, ecuménica y fraterna; que sus vidas sean las bases definitivas para el nacimiento de una nueva humanidad.
A los que se consagran, que escuchen con atención y llenos de humildad, de gratitud y de entrega, las palabras de los que los guían, porque así estarán dentro del espíritu de la inquebrantable unidad entre hermanos.
A los que se consagran, que recuerden, día a día, las herramientas que les fueron entregadas y el júbilo de sus semejantes, de los ángeles y de los santos por haber dado un paso hacia el Señor.
A los que se consagran, que protejan de sí mismos las reglas que constituyen el espíritu de cada congregación y que, como vigilantes de las puertas de los monasterios, siempre prevalezca la transparencia y la verdad.
A los que se consagran, que trabajen el resto de sus vidas para erguir sobre la superficie de este planeta, la morada en donde Cristo encontrará reposo cuando retorne.
¡Les agradezco por dedicar sus vidas al Propósito mayor y desconocido, el que un día se cumplirá en la humanidad!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
De los justos y mansos nacerá la paz.
De los buenos y pacificadores surgirá la fraternidad.
De los humildes y despojados despertará la Divina Providencia.
En los vacíos de sí y en los perseverantes se construirá el templo interno de la Iglesia de Mi Hijo.
De los simples y amorosos brotará la Divina Pureza.
Con los donados y abnegados se realizará la Obra de Dios.
A los silenciosos y quietos se les mostrarán todos los misterios.
En los orantes y consecuentes aparecerá la energía de la cura.
Y los que siempre ostentaron todo, nada más tendrán; porque Dios les quitará el reino a los que se dicen poderosos, destruirá con Su Justicia a los idólatras y dará todos los tesoros a los más desprotegidos.
Lo que durante décadas fue mal usado será corregido; todos los bienes llegarán a las manos de los más pobres y Dios le quitará la satisfacción a los ricos.
Él se mostrará en los más simples y predicará Sus Santas Palabras a través de los corazones humildes, porque Él ha reconocido la súplica de Su amada Sierva por todos Sus hijos pecadores de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Transforma todas las fuerzas terrestres a través de la fuerza de la paz y de la oración, porque así tu alma se tornará invencible, al igual que Jesús cuando vivió la Divina Pasión.
Que la fuerza de la paz universal transforme todo lo que es decadente y mundano. Que en una mansedumbre y neutralidad inalterable todo mal sea extirpado, porque nada puede resistirse a un verdadero estado de paz y de armonía.
Que la fuerza de la paz modifique los acontecimientos. Que pueda hacer más conscientes de sus actos a todos los que aspiran a estar en Cristo, que todos aprendan en la escuela de la purificación de estos tiempos.
Que sea inalterable la fuerza de la paz, que represente el factor de la derrota de todas las fuerzas terrestres.
Que, en la quietud, serenidad y silencio, todo mal sea arrancado de raíz de la consciencia, a fin de que más almas aprendan a liberarse de sí, para poder ayudar a liberar al mundo de todo lo que es terrestre.
Que la fuerza de la paz haga de este planeta un tabernáculo de luz, lleno de almas redimidas a los Pies del Gran Señor.
Que así sea.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los santifica,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que, ante toda situación o circunstancia, esté entre ustedes la presencia del Divino Amor para que así todos los obstáculos sean superados.
En el Amor, podrán reconocer el valor y el significado de todas las cosas y de las consciencias que los rodean.
Que nada ni nadie sea una piedra o una espina en sus caminos, aprendan de cada momento como si fuera el último y así, crecerán en verdad.
La honestidad va de la mano del verdadero Amor. Los invito a ser honestos en el amor, en la acción, en el servicio y en la caridad, y a no serlo en apariencia.
Abandonen la potestad que muchos de ustedes creen tener y sean humildes; sean los últimos de la fila, para que los más necesitados puedan pasar, porque entre ellos podría estar el último y Nuevo Cristo que les abrirá la puerta del Cielo.
Para poder percibir estas realidades, que no son mentales ni intelectuales, deben estar unidos a la esencia del amor del corazón. Así, aprenderán todos los días a amar a sus semejantes sin conveniencias ni méritos propios.
Estén todo el tiempo dentro de la fuente del Amor, para que también puedan reconocer los tesoros que hemos colocado a su alrededor y en los que muchas veces ustedes pierden la oportunidad de contemplar el tesoro que es el alma hermana, el tesoro que es la otra consciencia que vino a sus vidas para acompañarlos y guiarlos en algunos casos.
Para entrar por la puerta correcta del Amor y no por la puerta de la conveniencia, ustedes, queridos hijos, deben percibir todo con más reverencia y devoción; porque el alma devota es aquella que reconoce a Cristo en sus semejantes, pudiendo abandonar el hábito de la crítica y del juicio.
Sean mansos y reconocerán con naturalidad las Obras de Dios que se expresan en todas las consciencias.
No pierdan la oportunidad de dar el paso correcto hacia la Luz. Amen la Ley de la Jerarquía y defiéndanla de ustedes mismos, así también Mis Planes se cumplirán.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la consciencia mayor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mi adversario no conoce las virtudes de sus corazones y él se enfurece cuando esas virtudes, que son parte de la santidad del espíritu, emergen al servicio de Dios.
Por eso en esta hora de batalla final, que sus corazones se apacigüen, que sus almas estén en paz y sin recelo de que algo malo puede suceder.
Entreguen sus vidas y comandos en las Manos de Dios, y el nuevo tiempo de la Luz llegará para colmarlos a todos, así como está pensado por el Padre.
Queridos hijos, sean lo que aún no fueron y para que eso sea posible, la determinación y la fe los ayudarán a manifestar ese modelo de vida espiritual que también debe estar al servicio de la vida planetaria.
Dejen que sus vidas humanas sigan siendo conducidas por Mí hasta la meta final y durante las batallas que viven por la redención de las almas. Adquieran un espíritu de mansedumbre mayor a todos los males existentes en este mundo; así podrán reunir todas las virtudes suficientes, las que los ayudarán a dar el último paso de entrega a Dios.
No le teman a Dios, porque por más que una y otra vez caigan, confirmen internamente que ustedes son hijos del Amadísimo Padre y Él se apiadará de todas las acciones que Mi adversario inflige a los corazones; el Padre los socorrerá con la fuerza de todos Sus ángeles para que nunca olviden que quien está en Dios nada teme.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los absuelve en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando un ser y una consciencia humana se consagran al Padre Celestial, es motivo de alabanza y de Gloria en los Cielos, porque nuevamente se cumple la profecía de Mi Hijo, que en el fin de los tiempos y antes de Su retorno habrá nuevos Cristos, mansos de corazón y puros de sentimiento.
Una nueva puerta se abre desde el Cielo hacia la Tierra para que la humanidad ingrata reciba una oportunidad de salvación. Es a través del alma consagrada que un puente de luz y de misericordia se establece, cuando tan solamente la consciencia declara: “Sí, Señor Mío y Dios Mío, te acepto”.
En ese momento, queridos hijos, los portales se abren y nuevas Leyes de misericordia actúan sobre la enferma humanidad.
Quisiera, hijos amados, que todos comprendieran el valor celestial de una consagración, porque no solo una consciencia se renueva, sino que todos los que están alrededor de ese nuevo consagrado también reciben una Gracia Mayor.
Así, vean en sus corazones los pasos que Cristo dio por cada uno de Sus seguidores para que el propósito espiritual se pudiera cumplir.
Una consagración significa para el Universo un acto de rendición y de entrega; también significa la apertura para que el espíritu de esa pequeña consciencia limpie sus pecados y sea bautizado por la Luz espiritual y divina de Mi Amado Hijo.
Por último, esa consagración atrae para la consciencia la profundización de su compromiso con Cristo y se establece una importante fusión espiritual, lo que llamaría de una transverberación que sucede en el momento en que el alma recibe esa Gracia de consagrarse; así el alma no olvidará ese momento por el resto de su vida, porque se ha encendido en un potente caudal de amor.
Así les revelo la belleza que Dios concibió para cada alma de este planeta, belleza que intenta destruir Mi adversario a través del desvío espiritual. Quien se consagra a Mi Inmaculado Corazón y siga Mis pasos, sepa que no perecerá.
¡Alabado sea Dios por impulsar a Sus criaturas a la consagración espiritual!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando una batalla se pierde, otra se gana; porque por encima de todo el Amor siempre triunfará.
Es ese poderoso Amor vivo al que le temen las potestades infernales y es ese Amor Divino que las hace débiles y ayuda a transmutarlas.
Es en esta hora, queridos hijos, que todo se está por definir dentro y fuera de los seres, porque llegó el momento en el que, definitivamente, el Plan que una vez vino a cumplir Mi Hijo finalice en esta humanidad a través de Su Retorno.
Como ese Retorno está próximo, el caos y el mal le temen a ese momento, en el que una victoria inminente se dará en la humanidad al golpe del martillo de la Justicia de Dios.
Es en esta hora crucial e impredecible que sus corazones deben estar fuertes, valientes y unidos para evitar que el Plan propuesto fracase.
Queridos hijos, a lo largo de este tiempo de imprevistos y de desafíos, tengan absoluta fe de que finalmente encontrarán la paz y comprenderán que el servicio de Amor por el planeta es más amplio de lo que parece.
En este día, en el que la noche se recoge, queridos hijos, Yo los invito a la mansedumbre y a la fe, los invito a que oren día y noche por los que Mi mano escogió para llevar adelante esta Obra de corredención de la humanidad.
En sus flaquezas se encuentra el mayor sacrificio. En su disposición se halla el amor que todo lo puede. En la entrega a la Voluntad Divina, el alma encuentra su liberación.
Todos los que dicen ser apóstoles de Mi Hijo estarán siendo llamados a realizar cosas imposibles fuera del tiempo y de la hora normal de la humanidad.
Un Plan Mayor está en riesgo, y la Divinidad llamará a la puerta de los que se postularon en otro tiempo para servirla incondicionalmente.
Que su fe crezca y que nadie pierda la paz. Estoy con ustedes en este combate contra la bestia de diez cuernos, su derrota está cerca y el triunfo de Mi Corazón ya es visible para los ángeles del Cielo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En oración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más