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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Las Sagradas Escrituras anuncian la venida de su Redentor al mundo por segunda vez, y todos son llamados a participar de ese acontecimiento. Por eso, hoy estoy aquí con ustedes y en este lugar bendecido por Dios, el que fue tocado por Su Mano Santa para llamar a las almas para la conversión de sus faltas y para la reparación de Su Corazón ofendido.
Estas Escrituras, las que hoy traigo entre Mis Manos, revelan que el momento está llegando. No solo ustedes sino también el mundo es llamado para vivir esto. El momento se aproxima cada día más y las señales se mostrarán ante el mundo creyente o no creyente. Por eso, sean humildes y mansos, obedientes y receptivos, y podrán estar en Mi Camino y dentro de Mi Corazón.
Pero para que ese momento tan importante llegue a la humanidad, muchas más cosas sucederán dentro y fuera de ustedes. Batallas internas e inexplicables se presentarán. Pruebas y desafíos se mostrarán. Pero no deben perder la mansedumbre y la paz, si Yo los escogí es porque hay un proyecto por cumplirse y realizarse que aún ustedes desconocen.
Por eso, líbrense de la soberbia, de la arrogancia y del orgullo, de la división, de la falta de unidad, de la ausencia de amor, de la ausencia de caridad y de fraternidad.
Yo los acompaño, silenciosamente, como en este momento acompaño al mundo y a cada uno de Mis servidores, independientemente de su religión o de su credo, independientemente de su forma de filiación con Dios, el Padre Celestial.
Este es el tiempo de que las esencias se unan en un mismo propósito. Por eso, los haré encontrarse con personas semejantes a ustedes que, a pesar de vivir sus escuelas, buscan el Camino de Cristo. Por eso, deben estar atentos para no dejar pasar Mis señales y Mis anuncios internos.
En este tiempo y en estos días, no todos los Sagrados Corazones pudieron estar presentes aquí, en Medjugorje, pero su Rey sí está aquí, en nombre de todos ellos, de los Mensajeros de Dios, de los que impulsan a la humanidad al cambio y a la transformación de la consciencia.
Les vuelvo a decir todas estas cosas porque deben recordarlas y practicarlas. Si ustedes viven los Atributos que Yo les entrego, en el día a día, no sufrirán; pero si no los viven, se resistirán y la transformación será dolorosa y nadie causará todo esto porque dependerá solamente de ustedes.
En Mi paciencia, aguardo sus pasos. En Mi contemplación, vislumbro su transformación. Pero Yo no solo les hablo a ustedes, sino también al mundo, a los que Me escuchan y a los que no Me escuchan.
A veces, no puedo decirles todas las cosas que siento y veo porque todo tiene un tiempo y un momento, pero alegren sus corazones por saber que están en el camino de la redención y de la paz. Yo los necesito Conmigo, totalmente, para poder obrar y realizar los Prodigios de Dios en la Tierra, en las naciones y en los pueblos, en los que viven en una profunda soledad espiritual, en los que no tienen amor como ustedes lo tienen todos los días.
Ya es tiempo de poder expresar Mis Atributos. Es tiempo de ir por encima de ustedes mismos, si Yo se los pido es porque lo podrán hacer aunque no lo parezca.
La obediencia los protegerá hasta el fin de los tiempos, no solo a ustedes como consagrados, sino también a Mis servidores, a los colaboradores de la Obra que Mi Madre fue a fundar en el Corazón de Aurora.
Ahora, el tiempo cambió y la responsabilidad también cambió. Ya no son solo palabras escritas en mensajes para motivar a sus corazones para hacer algún cambio, es una realidad, es una verdad, es una necesidad.
Aún hay mucho por hacer y el camino de la entrega se podrá profundizar cada día más, al punto de que se parezcan a Mí en la entrega que Yo hice en la Cruz por cada uno de ustedes y de sus hermanos, en una gran desolación y vacío. Dios estuvo allí porque Mi Corazón confió en Él como el Padre confiaba en Su Hijo hasta el último momento.
Lo que Yo les pido, en este tiempo, moverá sus estructuras, pero así lo necesito. Yo se los pediré una y otra vez, y esperaré como he esperado a muchos otros en otros tiempos.
El paso que ha dado esta Obra ha sido muy importante para Mi Madre Celestial y para el Creador, apoyando una vez más esta Misión por Europa, la que necesita de muchísima Misericordia, más que Sudamérica. Pero de ustedes siempre deberá nacer el don de la compasión para que pueda nacer en sus hermanos que están aquí y que vivieron guerras terribles por los errores cometidos en el pasado.
Todo es una consecuencia, todo es una causa y es un efecto. Los hombres se alejan del Amor de Dios, muchas veces por miedo o por desconfianza. Pero una vez más, Yo vengo a ofrecerle al mundo Mi Corazón como un fuego de amor transformador que pueda transfigurar sus células y átomos, sus mundos internos y almas, para que se pueda realizar el Plan de la Redención en la humanidad y en todo el planeta.
Públicamente no pudimos estar aquí, porque el silencio y la no exposición hacen al camino del apóstol para que se pueda reencender el impulso espiritual que fue dejado aquí, en Medjugorje, a través de su Madre Celeste hace tantos años y para que ese impulso se pueda renovar espiritualmente, de tiempo en tiempo, a fin de que Europa Oriental también reciba Misericordia, así como la reciben ustedes todos los días cuando rezan e invocan a la Misericordia de Mi Corazón.
Hoy se reunieron en Mi Nombre, a pesar de sus purificaciones y pruebas, a pesar del tiempo decisivo y definitivo en el que un gran portal de luz se abre en el Corazón del Universo para que puedan asumir más responsabilidades en el nombre de su Maestro y Señor, a fin de que el mundo reciba más ayuda y más Misericordia para que la Obra se expanda en la Tierra y se una a otras Obras que provienen del Señor, el Todopoderoso.
De esa forma, el mundo reconocerá que todos somos Uno en Dios.
Traigo este mensaje no solo para ustedes, sino también para todos sus hermanos que apoyan este momento y que forman parte de la Confraternidad de Mi Corazón, llevando en su pecho estampada la alianza perfecta con el Padre a través de la Estrella de la Hermandad Divina, la Estrella que una vez el rey David visualizó.
Es así que hoy se cumple, nuevamente, un principio. El Universo espiritual se une al Universo material para que se cumpla la Voluntad de Dios.
Este paso por Medjugorje ha sido importante para su Maestro y Señor porque es el tiempo de estar también aquí, en Europa Oriental, para dar a conocer la Misericordia de Mi Corazón y el poder de la oración transformadora que abre las puertas de los Cielos para los que creen en ella.
Los animo a seguir caminando Conmigo y por Mí. No hay nada que les falte. Mi Madre los protege y los cuida como también protege este santo lugar, en donde Su reinado de Paz se dio a conocer al mundo al igual que Su Corazón Inmaculado en Fátima.
Celebren este momento y esta oportunidad de reflexión, de ampliación de la consciencia, esta Gracia de darse más a Dios en la entrega y en la confianza.
Me voy de aquí con un alivio en Mi Corazón, sabiendo que en alguna parte del mundo Me escuchan y cumplen, con esperanza, Mis Proyectos que aún son desconocidos y que vienen del Cielo.
Los bendigo en el nombre de la Paz Celestial y en el nombre del Amor, a todos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Me entrego, de tiempo en tiempo, para que las almas aprendan algún día a amarme, a reverenciarme y a reconocerme.
Si Yo no Me hubiera entregado en la Pasión y en la Cruz por ustedes, nunca hubieran tenido la posibilidad de vivir una vida dedicada a la unión Conmigo y a la profesión de la fe.
Por eso, aún Me sigo entregando al mundo de diferentes formas y, a pesar de que la mayoría no Me reconozca, Su Maestro y Señor se sigue entregando porque algún día todos despertarán y tomarán consciencia de que el Hijo de Dios fue quien se entregó por verdadero amor a cada uno de ustedes.
Mientras tanto, en la mansedumbre de Mi Corazón espero a los que Me corresponderán, para que aprendan a servir a lo Divino y a lo Supremo.
Espero a los que en algún momento tomarán consciencia de lo que significa estar en Mí y de la oportunidad que representa vivir por medio del misterio de Mi Amor.
Algún día todos Me reconocerán, sin importar la religión o la fe, porque el Amor que Yo derramo es para todos.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Primera Serie de Poemas
Primer poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Amado y bondadoso Corazón de Jesús,
Señor de la Misericordia y de la Paz,
atrae mi corazón hacia el Tuyo.
Que pueda ser uno en Ti
para ser uno con mis hermanos.
Manso Corazón de Jesús,
hazte parte de mí sin condiciones ni formas.
Rompe, dentro de mí,
las murallas que me separan de la luz de la verdad.
Cura mi ceguera, la que me ha llevado al orgullo.
Sana mi corazón, que ha sido llevado al constante sufrimiento.
Amantísimo y purísimo Corazón de Jesús,
que Tu Llama de Amor disuelva todas las dudas.
Que la Llama de Amor que brota del centro de Tu Corazón humilde
sea la luz que disipe las tinieblas de mi frágil corazón.
¡Oh, amadísimo Pastor y Guía de los corazones!
que los Rayos que brotan de las Llagas de Tus Manos
iluminen el sendero que me llevará a la redención.
Que siempre pueda encontrar refugio en Tu Corazón
y que este refugio también lo encuentre, con confianza,
en mis hermanos,
porque solo aspiro y anhelo el bien,
en mí y en todos los seres.
Pacífico Corazón de Jesús,
Tú que gestas dentro de los hombres las cosas nuevas,
Tú que renuevas y vivificas todo lo que tocas con Tus santas Manos,
que me invada el Rayo de Tu estricta obediencia
y de Tu divina pureza.
Enséñame, Jesús, a amar como Tú nos amas y nos has amado.
Ayúdame, Jesús mío, a ser solo un instrumento en Tus Manos,
para que al menos una pequeña chispa de mi consciencia
sirva a Tu grandiosa Obra de Amor y de Perdón.
Enséñame, Jesús mío, a ser justo y a no ser indiferente.
Enséñame a imitarte y representarte
así como Tú, humilde Maestro,
has representado al Padre Celestial en la Tierra.
Manso Corazón de Jesús, pacifícame.
Dulce Corazón de Jesús, amánsame.
Eterno Corazón de Jesús, consuélame
y dame la fuerza de Tu Divino Espíritu
en las horas de mayor prueba,
porque todo deberá retornar a Ti, Señor.
Todo a Ti pertenece para siempre.
Amén.
¡Les agradezco por guardar esas palabras de una dulce alma en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
En Mi Corazón misericordioso existe un lugar para cada alma. Solo deben recordar que ese lugar, ese refugio, estará siempre disponible.
Eso los llevará a comprender los misterios del Amor de Dios basados en las verdades de la fe y de la confianza.
Vivan en Mi Corazón para poder encontrar en cada momento la paz y, así, irradiar ese manantial a las almas del mundo.
En Mi Corazón existe un espacio para cada ser, capaz de generar armonía y confianza, capaz de despertar las virtudes internas, las que en estos tiempos servirán de auxilio para la manifestación del Plan Divino.
Por eso, en Mi Corazón encontrarás la calma y la mansedumbre que necesitas para aprender a dar los pasos hacia Mí.
En Mi Corazón de servicio su fe se fortalecerá y el amor de sus corazones se expandirá para que, en humildad y en servicio, las almas sean tocadas por el Amor de Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Al fin alguien coloca su mirada en esta, Mi Iglesia y capilla del pueblo.
Al fin alguien viene a visitarme en el Sagrario para que Yo pueda derramar Mis Gracias, las Gracias de un Corazón manso que no consigue hacerlo por no tener un lugar y un espacio en donde derramar Mi Amor.
Pero hoy sí encontré ese lugar en el corazón de los Míos que, a pesar de todo, vienen a Mí y Me visitan.
Yo estoy presente y atento en todos los Sagrarios de la Tierra, allí puedo atender a sus súplicas.
Me da pena, en el Corazón, cuando las almas se olvidan de Mí y Me dejan de lado, porque así nada puedo hacer, nada les puedo entregar mientras las almas estén distraídas en el mundo y no visiten a Jesús Sacramentado.
Los animo a que les recuerden esto a sus hermanos y que, a pesar de que las Iglesias se encuentren vacías, llamen e inviten a sus amigos para que visiten a Jesús Sacramentado y silencioso en el altar.
Así, Yo les daré todos los tesoros que tengo y podré derramar la Fuente de Mi Misericordia en los que más la necesitan y también en quienes la buscan de corazón.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Compañeros Míos:
Que, como tantos otros que Me siguen silenciosamente, aprendan a caminar entre la tribulación y el mal.
Que el Escudo de Mi Corazón sea, para ustedes, la barrera que los separe de las maldades del mundo y de los enemigos.
Que la Luz de Mi Corazón sea vuestra guía en los momentos en los que solo la intuición dará la respuesta cuando Yo ya no esté más aquí.
Por eso, en el silencio como en la mansedumbre, Yo los preparo para que sigan firmes en el Propósito que está por encima de toda adversidad.
En verdad les digo, primero encontrarán vuestro propio infierno, pero Yo les prometo que no Me separaré de quien Me invoque de corazón y de palabra.
Yo podré, con un solo soplo, disolver de vuestras entrañas toda perturbación.
Entonces, ábranme la puerta e invoquen Mi Nombre Santo:
"Jesús, Jesús, Jesucristo, Salvador mío, ayúdame, guárdame y protégeme".
Así, Yo seré vuestra perfecta alianza en el nombre del Amor de Dios Padre.
Después, más tarde, verán arder en llamas los infiernos de esta humanidad y verán cómo muchos se pierden, creyendo que Yo estoy presente en alguna persona encarnada.
Yo estoy presente en el sagrario de los corazones humildes de la Tierra. Mi Espíritu es Santo y aún no puede descender a los abismos de este mundo hasta que se cumplan las profecías.
¿Han leído los escritos de Juan, Mi amado discípulo?
Observen, entonces, que estos tiempos ya estaban escritos, vean las señales y no teman, el Señor los ayudará a caminar en la fe y en el amor.
En cuanto tienen tiempo, renuncien, aprovechen cada encuentro con los Mensajeros Celestes, pues el tiempo se está terminando, los frutos deben despertar por la oración y la devoción de los simples.
Hermanos Míos, no permitan que nadie los engañe. Yo estoy presente únicamente en la Eucaristía, en la confesión y en la oración de quien pronuncia sin arrogancia ni fanatismo Mi Nombre Bendito.
Búsquenme y no Me perderán de vista. Vengo, en este tiempo, para revelarles la sabia Misericordia del universo y para desenmascarar con Mis propias Manos a los falsos cristos.
El único Cristo Soy Yo, vuestro Maestro, que vivió hace dos mil años entre ustedes para enseñarles a caminar en la fe y en el perdón, el que fue humillado y martirizado por todos los hombres y resucitó y subió a los Cielos, desde donde vendrá por segunda vez.
¡Ay de aquellos que usen en vano y como mentira el Nombre del Hijo de Dios! En el día del Juicio conocerán el poder de Mi Santa Justicia.
Abran los ojos y vean la verdadera Luz del Cielo, la que los congrega para que algún día mueran por Mí y vivan en Mi Gloria eternamente.
Lean Mis Mensajes. Ahora, Yo les he enviado a San José, todos los días, para que Él los ayude a encontrarme verdaderamente en lo más simple y puro.
Bajo la misericordiosa Justicia que proviene del Cielo, sean bienaventurados y estén atentos,
Cristo Jesús Glorificado
Mientras el mundo de hoy, en gran parte, se olvida de mirar a Dios y de reconocerlo, Yo vengo en este tiempo para anunciarles Mi último Llamado, aquel que los congregará por amor para una tarea espiritual y mayor Conmigo.
Pero las almas de hoy son diferentes a las almas de ayer, existe en los corazones una necesidad inculcada de buscar lo bueno y de satisfacer sus vidas.
Yo vengo a entregarles todo aquello que desconocen del universo. En nombre del Amor de Dios vengo a despertar a los últimos apóstoles que, en la noche fría, aguardarán Mi llegada.
A todos los conozco muy bien, sé de sus certezas y de sus dificultades; pero Yo necesito, todo el tiempo, el corazón pulsante de cada ser; aquel corazón y aquella alma que me permitirán obrar en tiempos críticos.
Vuestros esfuerzos de amor deberán ser mayores. Llegará el momento de amar lo que nunca han amado y de perdonar lo que nunca han perdonado.
Ahora, en este tiempo de cambios y de pruebas, les entrego la gran llave de la mansedumbre, algo que Yo viví por ustedes durante la Pasión.
Me reconforto de este mundo cuando las almas aman Mi Sagrada Pasión; misterio que, con precisión, he comenzado a revelarles para que el creyente y el ateo descubran la Luz de Cristo en tiempos de tribulación.
Por eso, busquen penetrar el misterio de Mi sacrificio y de Mi entrega, porque a través de Mi Corazón aprenderán a soportar los embates del enemigo, como muchos seres que vivieron y obraron en Mi santo Nombre.
Pobres de aquellos que me darán la espalda en este tiempo, su propia ignorancia y vanidad los hundirá como una barca en altamar.
Recen por todos los que no reconocerán a tiempo que Yo he retornado primero en Alma y en Divinidad.
Dichosos de los consecuentes y de los perseverantes, nunca perderán la oportunidad de conocerme en profundidad y en espíritu de paz.
Sean obreros en plenitud. Sean portadores vivientes y testimonios de Mi sagrado Mensaje, porque la hora indica el momento de vivir Mi Amor redentor.
Yo Soy aquel Ser que nació por obra y gracia del Espíritu Santo. Ustedes son aquellos que también nacieron de la Fuente del Amor.
Recuerden los principios de vuestros orígenes y sirvan a Dios en total paz.
Yo nunca les fallaré. Clamen por Mi Nombre, busquen Mi Palabra para saciar la sed interior. Sean siempre misericordiosos.
Bajo la Gloria que proviene de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por buscar la Luz de Mi Glorificado Corazón!
Paz en toda la Tierra.
Cristo Jesús
Nunca olviden la mansedumbre, ella les abrirá la puerta de la paciencia y, en consecuencia, la vida de paz.
Mi Corazón Manso espera tener vertientes de paz y de amor sobre la Tierra, así la humanidad se liberará de las constantes faltas que imposibilitan que las almas den los pasos.
Sean precursores de la mansedumbre, sean portadores de Mi Rayo de Paz y de Amor; el mundo necesita sentirse libre para caminar hacia la Nueva Tierra Prometida.
Sean llamas de fe que se expandan hacia los corazones más necesitados. Solo les pido que en verdad sean Mis apóstoles del Nuevo Tiempo para que Mis Designios nazcan en todos los corazones.
Los aguardo en Mi Corazón Perpetuo.
Bajo el Bien Mayor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por intentar vivir en la paz interior.
Cristo Jesús, el Pacificador
Bienaventurados los mansos y los silenciosos de corazón ante cualquier adversidad, negación o juicio que reciban, porque ellos serán llamados los transfigurados por Mi Misericordioso Corazón.
Cuando se haga uso de juicio o de palabra contra Mis servidores y que sea injusto ante los ojos del Universo, procuren tener un espíritu maleable, para que solo caminen bajo el rayo de Mi Amor y de Mi Paz.
Recuerden todos los días lo que sufrió Mi Ser durante la Pasión y la Muerte y, aun así, nunca dejé de amar a quienes Me castigaron injustamente.
Aquel que en estos tiempos no pueda servir a Dios con humildad, no podrá alcanzar con facilidad la fuente de Mi Amor, que todo lo cura y todo lo redime.
Por eso, cuando les digan todo lo que han hecho errado, guarden en sus corazones la lección y el momento, porque detrás de las injusticias que el mundo vive y que viven los seres humanos entre sí, existe una puerta segura para la liberación de ustedes mismos.
No tomen cada experiencia como algo destructivo, consideren todo lo que sucede como una oportunidad de vivir en un espíritu de humildad y de vacío de sí.
Y con aquellos que juzgan sin consciencia, aun cuando sea un hermano que está al lado de ustedes, solo sean un puente a la paz, a la compasión y a la armonía. Alivien la carga que ese hermano lleva en su corazón y no lo juzguen, porque ese momento será para que ustedes actúen con profunda misericordia.
Todo lo que reciben es proporcional a lo que Dios espera que ustedes alcancen en esta vida sobre la Tierra, así percibirán que ha llegado la hora de dejar el control de ustedes mismos y dar el paso a la gran transformación. Cuando sientan que los hieren, recuerden por un instante Mi Rostro Lastimado, así tomarán fuerzas internas suficientes para salir de ustedes mismos y dar la oportunidad de redención y de perdón a los que han sido injustos con ustedes.
Recuerden que cada experiencia vivida aquí en la Tierra es un precioso y posible tesoro en el Cielo.
¡Adelante! Sigan adelante, superándose sin mirar lo que ya es parte del pasado.
Sean buenos y sean santos.
Mi Corazón los bendice siempre.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mis mensajes desde el corazón.
Cristo Jesús
Paz para todas las almas y el Bien de Mi Padre para todos los seres de la Tierra.
Con misericordia y piedad infinita desciendo al mundo para irradiar con Mi Luz a los corazones que están vacíos y sin amor. Por eso Me sirvo de instrumentos dispuestos, que puedan vivir Mi Mensaje y llevar Mi Palabra de esperanza y conversión a los que más necesitan.
Cuando Mis instrumentos consigan unirse a Mi Corazón Misericordioso, Yo podré reunir a los nuevos rebaños en el nuevo cenáculo que prepararé desde el Universo para la Tierra. Para que eso suceda es necesario vivir los Mandamientos, para que la vida se pueda corregir y definitivamente unirse a la Voluntad Suprema de Mi Padre.
En estos tiempos Mi Presencia congrega a los discípulos para que, unidos como uno solo, representen la verdad y el ejemplo de Mi Mensaje para el mundo. Cuando cultiven un corazón manso, vivirán una vida pacífica y, viviendo en la Paz de Mi Padre, estarán irradiando humildad y misericordia.
Aún es necesario renunciar a las comodidades y vanidades del mundo de hoy; así sus almas, por medio de la oración misericordiosa, podrán redimirse y convertirse en bienaventuradas y santas cuando estén en el Cielo.
Cuando Mi Corazón llamó a los doce, reunió en esos tiempos a la humanidad más inmadura y difícil. Ahora Yo reúno a nuevos soldados para que, a través de Mi Insondable Misericordia, alcancen la conversión y el perdón del Universo que deben esperar de Mi Padre.
El alma que decida a estar para siempre Conmigo a pesar del embate de los vientos contrarios nada perderá. Quedará libre de sí para poder encontrar el verdadero camino y la segura misión que le espera.
Algunas almas se unen a Mí a través de la oración y del corazón; otras se consagran a través del servicio y de la donación constante; y otras almas se entregan en confianza a Mí para que Yo pueda obrar y hacer prodigios de amor y de paz. Pero todas tienen el mismo lugar en Mi Corazón, solo basta mirarme a los Ojos y decirme sí.
Bajo la Misericordia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por imitar Mis Enseñanzas desde el corazón.
Cristo Jesús, el Rey del Amor
Como el fiel y simple obrero San Isidro Labrador, cultiven un corazón pacificador para que cada alma que se aproxime a sus vidas reconozca la presencia de Mi Faz Misericordiosa.
Acepten vivir en la mansedumbre, para que sus pequeñas imperfecciones del temperamento se disuelvan y se liberen por el poder de Mis Rayos Redentores que impregnan los corazones que solo están abiertos a Mí.
Y cuando parezca que han sido juzgados falsamente, que sean tan puras y verdaderas su humillación y renuncia, que pueda el alma equivocada ser liberada a través del amor que brota de sus seres por Mí.
De la misma forma permitirán que cada experiencia de vida entre las consciencias los una en el amor, la devoción y esperanza en la víspera del nacimiento del verdadero pueblo de Dios. Déjenme reinar en sus vidas para que como Carpintero Divino Yo pueda pulir sus espíritus y, a través de Mis Manos de Obrero de Dios, pueda surgir el nuevo odre redimido y renovado en la paz.
No teman que los velos se desprendan de sus rostros; acepten con amor renunciar al pasado para que el nuevo ser pueda despertar por su conexión con las Leyes Mayores de Mi Padre.
Estoy siguiendo sus pequeños pero esforzados pasos para alcanzar la trascendencia de la vida y del viejo ser. Que la unión diaria con la oración misericordiosa los redima y les permita tomar consciencia de lo que aún debe morir para que Mi Plan Redentor se cumpla sobre la Tierra.
Sepan que por amor y compasión los escogí, para que las ovejas más desconocidas, las que no tienen ningún poder sobre las consciencias, puedan transmitir y hacer resucitar Mi Palabra de salvación y misericordia para el mundo.
Como Maestro, busco a aquellos que no quieren nada para sí, solo quieren estar día a día en Mí, el Señor del Universo.
¡Adelante! Sigan adelante para que los pasos que deben dar hacia Mí liberen los velos del ayer, porque en Mi Misericordia todo se puede.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Enseñanzas en el corazón.
Cristo Jesús, vuestro Instructor
La humildad será lo que apartará a las almas de la obscuridad. Por eso, Mis queridos, cultiven por medio de la constancia en la oración un espíritu humilde y manso, porque de esa manera sus espíritus se encaminarán hacia la liberación de la humanidad de los pecados capitales.
A aquel que persevera día a día en la hora misericordiosa de las tres de la tarde, Yo prometo que en la hora de su muerte no será juzgado por Mí, sino que será liberado del peso del pasado y comenzará a vislumbrar la Luz de la Vida Eterna.
Antes del gran tiempo, procuren vivir a través del espíritu de humildad, porque es en el vacío de sí que el alma encontrará la mansedumbre para su consciencia y así podrá curarse de todo mediante el Sabio y Amoroso Perdón de Dios Padre.
Sean mansos y cuando no lo consigan procuren ser lo más humilde que puedan, buscando un acto de reconciliación y silencio para con sus hermanos; esto fortalecerá la unidad que en estos tiempos debe existir entre Mis ovejas.
No ocupen su tiempo en aquello que aún no está resuelto, sino traten de desprenderse y de entregarme todo lo que no hace bien a sus corazones.
Cuando un alma se entrega a Mi Corazón, la alegría de Mi Consciencia es infinita, porque esa simple acción abre una puerta para la conversión inesperada de otras criaturas.
Estoy con ustedes en el bien y en el error porque, como Padre de las esencias e Hijo de Dios, sé que aún están aprendiendo a caminar entre las espinas y las piedras que en el pasado han marcado sus vidas.
Vean siempre en el horizonte la Misericordia Insondable de Mi Corazón, vean los rayos de la paz y de la transfiguración que llegan hasta sus seres.
Crean en Mi Eterna Esperanza; que al elevar los ojos hacia lo Alto sus seres resplandezcan de alegría por estar en Dios Padre.
Anímense a vivir la redención y a transformarse por entero en Mi Misericordia. Siempre los animo a seguir.
Bajo la Gracia Infinita de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por recibir Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús, el que los salvará y los redimirá por el Poder del Amor de Dios.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más