Jueves, 31 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando el alma está frente a la propia oscuridad, sus ojos nada pueden ver. No hay claridad que le sea comprensible. La oscuridad del alma lleva a la oscuridad de los sentidos, de los pensamientos y del corazón.

No les hablo de la oscuridad espiritual que antecede al encuentro con Dios. Les hablo de la oscuridad de estos tiempos, en la que el alma ingresa cuando se sumerge en los abismos de la propia consciencia. Como esa oscuridad proviene de sí misma, no hay luz que la haga ver ni Gracia que la retire de las tinieblas. Es la misma alma la que debe dirigir sus ojos hacia lo alto y descubrir, más allá de sí misma, la luz que la ampara.

Muchas veces, el alma transita por sus abismos sin percibirlos, y aunque ella ya había conocido y experimentado la presencia de la luz, le costará mucho enfrentar con valentía la oscuridad e, incluso, aceptar que semejante negrura proviene de sí misma.

Para el alma que entra en sus abismos después de definir su adhesión a la luz, le llega la hora de dar un paso más y de dejar que la luz, que antes iluminaba y hacía relucir todo lo que era superficial y visible, ahora pueda llegar a los oscuros abismos y tornar luminoso aquello que los ojos no quieren ver.

Después de llevar la luz a lo que antes estaba en la oscuridad, cabrá a cada alma amar sus aspectos cavernosos, así como una vez amó sus virtudes y sus destrezas; porque, de la misma forma como todo lo que ya era positivo en el alma delante de la presencia de la luz se transformó, se consolidó y se ennobleció, también los aspectos oscuros deben recibir en sí parte de ese fluido curador, que proviene de la fuente del Amor-Sabiduría, para transformarse.

Para amar, ustedes tendrán que ser valientes. Aprendan en estos tiempos a amar como un corazón materno que, a pesar de ver las miserias más profundas e inexplicables en sus hijos, nunca deja de amarlos. La madre ama, no para que el hijo siga siendo miserable; ella ama porque sabe que para que su hijo sea digno y encuentre la verdad necesita ser amado, sobre todo por ella.

Cuando la consciencia se está transformando, el alma despierta debe actuar como una madre porque, para que sus aspectos no generen resistencias y se dejen modelar y corregir, ellos no solo necesitan de la serenidad, sino sobre todo del amor de la propia alma.

Cuando es el alma la que está inmersa en la oscuridad, ella necesita del amor del prójimo, silencioso y paciente, como una madre cuando ve a su hijo enredado en sí mismo y ciego.

Sientan en el corazón lo que les digo y ténganlo presente. Si hoy ustedes no comprenden lo que les hablo, lo comprenderán mañana.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

Miércoles, 30 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CASA DE COSTURA OFICINA SAN JOSÉ, COMUNIDAD-LUZ FIGUEIRA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El servicio dignifica al alma y le da al mundo el espíritu de la caridad, tan escaso en todos. Cuando un corazón descubre el amor al servicio, se torna pleno y encuentra un camino seguro para su consagración.

El segundo paso después del servicio abnegado, bajo el espíritu de la caridad, es el sacrificio consciente en nombre de los padecimientos de Cristo. Por más simple que les parezca lo que realizan, siempre que ofrezcan sus acciones en reparación del Corazón de Cristo, sus ofrendas son aceptadas y el Sagrado Corazón es aliviado.

Consagré esta casa a Mi Casto Corazón para que aquí vivan la simplicidad, la caridad y el amor entre todos. Quiero hacer de cada corazón servidor una fuente de paz para este planeta.

Muchos piensan que es necesario realizar grandes obras e ir muy lejos para que el servicio sea válido y verdadero, pero Yo les digo que fue dentro de una simple carpintería que presté el mayor servicio de Mi pequeño Espíritu y ahí encontré la santidad y la puerta a la Divinidad, que alcancé al lado de Mi Hijo.

La santidad en la vida de cada ser no depende de las circunstancias externas en que vive; depende solo de cada corazón, de la disposición de cada uno para tornar sagrada la propia existencia.

Si en el servicio que prestan ofrecen a Dios sus actos, descubrirán muchos misterios que les serán revelados como comprensiones, a veces inexplicables, que provienen del corazón y solo para él serán claras.

Me comprometo, como padre de todos los servidores, a estar presente entre ustedes siempre que invoquen Mi presencia a través de la oración, la caridad y los actos de compasión y de fraternidad.

Me comprometo a interceder por las almas y por los Reinos de la Naturaleza en este oratorio de caridad.

Solo les pediré que se acuerden de Mí y que hagan de este espacio un lugar de alegría, de caridad y de unidad entre los hombres y Dios.

Quisiera que en la entrada de esta casa estuviera la imagen de Mi Casto Corazón, consagrando y bendiciendo este lugar, que irradiará la inspiración al servicio para las almas que deben aproximarse en estos tiempos.

Yo los bendigo y los protejo.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

Martes, 29 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Establece el Reino de Dios en tu interior, ese espacio de paz donde las Leyes Universales encuentran su manifestación.

Establece en ti la unión con el Padre y permítete asemejarte a Él, dándole la potestad de transformarte según Su Voluntad.

El Reino de Dios no es como los reinos de este mundo, donde algunos disfrutan de las riquezas y la mayoría sufre y trabaja para servir a los primeros.

En el Reino de Dios todo está impregnado por la Consciencia Divina. El Creador está en todos Sus siervos. Él mismo es la esencia de la humildad, viviendo en el más pequeño como en ningún otro.

En el Reino de Dios solo triunfan la paz, el bien, el amor y la unidad, principios que se convierten en leyes manifestadas en la vida de todas las criaturas que comparten ese estado de consciencia, que es el Reino del Creador.

Vive estos principios en ti y vuélvete digno de ser portador del Reino de Dios, que emerge primero en el interior de los seres, a partir de la unión con el Padre, y después se establece fuera, en la vida material de este mundo.

Todo principio, ley o manifestación de la Consciencia Divina, antes de plasmarse externamente en la vida planetaria, primero encuentra su morada en el corazón de cada ser. El corazón es el puente con Dios, es la puerta hacia el Cielo, es el gran manifestador de la Voluntad Divina. Todo aquel que tiene una misión, primero la conoce en el corazón, la siente, la comprende y la acepta, para después vivirla.

Cristo, primero vendrá a los corazones en Espíritu y Divinidad; después, se manifestará en Cuerpo y Alma, cuando Su morada ya esté establecida en los corazones de aquellos que, habiendo reconocido Su Presencia en los propios corazones, lo reconocerán cuando retorne y cumplirán con Él el final de esta Obra Redentora. Por eso, lleva el Reino de Dios hacia dentro de ti; hazlo siendo consecuente con él, viviendo la paz, el amor, la unidad y la humildad como premisas.

Deja, hijo, que las Leyes Superiores actúen en tu corazón y que, desde ti, lleguen al mundo entero. Déjate ser moldeado, transformado, corregido. Prepárate y consolida en ti el Reino de Dios, morada segura para el Redentor.

San José Castísimo, aquel que prepara el retorno de Cristo en el interior de los seres.

Lunes, 28 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La esencia del despertar se encuentra en el desarrollo de la fe, porque la fe es la que los mueve a responder a los impulsos del corazón.

La fe es la que los hace trascender los atavismos de la limitada comprensión material, para que ingresen en los misterios de la vida superior.

La fe es la que los lleva a cruzar los umbrales de la vida en este mundo, para que a pesar de estar sobre él no pertenezcan solo a él y, sí, se perciban parte de una Creación infinita e indescriptible.

La fe no nace de la mente, proviene del espíritu y se expresa por medio del corazón. Por eso, si quieren que los impulsos recibidos no se pierdan, dejen que la fe se desarrolle libremente en su interior, aunque no comprendan bien el objeto de la propia fe.

Muchos se preguntan: “¿Tener fe en qué?”. Tengan fe en el Propósito, fe en la Enseñanza, fe en la Presencia de los Mensajeros Divinos, fe en lo que los mueve a la transformación, fe en la comunión con Cristo, fe en Su retorno, fe en la posibilidad que cada uno tiene de vivir los Planes de Dios, fe en la Fe.

Déjense transformar por los impulsos de su fe, para la cual las leyes de la materia no son las que prevalecen. La fe que proviene del espíritu se mueve con base en las Leyes espirituales; es por eso que los corazones que tienen fe pueden vivenciar lo que llaman milagros, que no son nada más que la acción de Leyes superiores en la vida de aquellos que se abren para vivirlas.

Descubran, hijos, el potencial de la propia fe y, por medio de ella, sus prodigios.

Su padre y amigo, en la fe y en la oración,

San José Castísimo

Domingo, 27 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

¡El Señor resucitó! Y disipó la oscuridad, el temor y la soledad absoluta de los corazones de los hombres.

¡El Señor resucitó! Y podrá resucitar todos los días en el interior de los muertos de espíritu que, despiertos por el Amor de Cristo, acepten la redención.

¡El Señor resucitó! Para demostrarle a la humanidad y a todo el universo que aquel que está unido a Dios trasciende las leyes de este mundo, incluso aquellas más materiales, que rigen el curso natural de la vida humana.

¡El Señor resucitó! Para demostrar que el amor no tiene límites y que aquellos que entregan la vida por amor reciben, a cambio, la eternidad con Dios.

Todos los seres vivientes son herederos naturales del Poder de Dios y de toda Su Gracia. Solo es necesario que acepten vivir como Sus hijos y que se reconozcan como tales, viviendo para manifestar Su Voluntad, sin importar cuál sea.

El Creador es el gran dueño de esta empresa de la vida universal. Para llevar adelante Su Obra, tendrán que servirlo y seguir Sus Pasos, para que un día sean uno con el Padre y tengan, por Gracia, la posibilidad de llevar adelante Su Plan.

¡Den Gloria y Gracias al que les muestra el camino por medio de Su Resurrección! Crean en la Presencia Viva de Cristo entre todos, guiando de cerca la Obra del Padre en la Tierra. Únanse a Él y a los códigos de Su Vida, de Su Pasión, de Su Muerte y de Su Resurrección, pues es tiempo de que los códigos dejados por la experiencia de Cristo se multipliquen y encuentren nueva morada.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

Sábado, 26 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Contempla, hoy, el misterio de la muerte de Cristo y la soledad sentida por todos Sus apóstoles y discípulos, por todos Sus seguidores, ya que muy pocos fueron capaces de comprender la grandeza de Su Crucifixión.

Contempla en tu corazón el recogimiento de Cristo, Su silencio y la incertidumbre que ese silencio causaba dentro de los Suyos.

Los que lo esperaban estaban ante una prueba de fe, estaban sintetizando en su interior todo lo que habían recibido y todo lo que habían aprendido, para colocarlo en práctica al auxiliar a los demás.

Este Sábado Santo se asemejará a la prueba que vivirá la humanidad en tiempos futuros. Ahora, aún están en la presencia de Cristo, de María Santísima y de Mi Casto Corazón; ahora aún cuentan con la Instrucción y la Guía de Aquellos que fueron enviados por el Señor para que, en la materia, lo representaran y condujeran Su rebaño a Su encuentro. Pero llegará el tiempo en que a cada uno le cabrá confirmarse y afirmar su fe. A cada uno le cabrá repartir el pan y ser el puente hasta Dios para quienes están vacíos de espíritu. Le cabrá a cada apóstol y a cada discípulo de Cristo anunciar el amanecer que llegará después de los días oscuros y, así, mantener en pie y con fe en el corazón a aquellos que deben perseverar hasta el fin, porque se comprometieron con Cristo.

Contempla, entonces, la fe de las santas mujeres de Jerusalén y cómo ellas vencieron el dolor que sentían para así vivir el puro amor que el Señor les había enseñado. Contempla la devoción de esas santas devotas de Cristo, que no solo perseveraron en el Calvario, sino que también ungieron el Cuerpo de Cristo, lo vieron resucitado, viajaron por los continentes anunciando Su Victoria y, a lo largo de los siglos, retornan al mundo, aún como santas mujeres, para perpetuar la Obra del Salvador.

Obtén tu fuerza de los misterios del Calvario, de la victoria sobre la muerte, de la fe en los días de oscuridad y de la gloria de la resurrección.

Revive la historia de tu Señor y multiplica Su Gracia y Su Bondad, siendo tú mismo la Palabra Viva de Cristo y el cumplimiento de Sus promesas.

Haz cosas mayores de las que Él hizo y cumple con Sus Palabras, así como Él lo manifestó en las Escrituras.

Renueva la Iglesia de Cristo, que no está guardada en una religión, sino en el corazón de todo aquel que tiene fe y disposición para seguir los pasos del Señor.

Aquel que te guía hacia el Salvador,

San José Castísimo

Viernes, 25 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Comparte el peso de la Cruz de Cristo, ayudándolo a transmutar las imperfecciones humanas.

Comparte el peso de la Cruz de Cristo, amando Su Sacrificio y ofreciendo, en nombre de Sus padecimientos, la propia transformación.

Comparte el peso de la Cruz de Cristo, dejando que Él coloque sobre ti tu propia cruz, esa que representa la parte que te cabe vivir como servidor del Plan de Dios, para trasformar el tiempo de este mundo en el real tiempo del universo.

Comparte el peso de la Cruz de Cristo, consagrando tu vida a Dios, en nombre de Aquel que entregó la vida por ti y por tus hermanos.

Comparte el peso de la Cruz de Cristo, en silencio y mansedumbre, sin quejas y con humildad.

Comparte el peso de la Cruz de Cristo, para que Él también comparta contigo los méritos de Su Pasión. Así, vivirás no solo el dolor, sino también el amor que vence a la muerte en la cruz.

Comparte el peso de la Cruz de Cristo y descubre, en el sacrificio del Rey Universal, que el verdadero sentido para tu vida es imitarlo.

Tu padre y compañero,

San José Castísimo

Jueves, 24 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Nuestro Señor elevó el pan, lo consagró y lo repartió entre los Suyos; elevó el vino, lo transubstanció y lo repartió entre los Suyos. ¿Quién habrá comprendido este misterio en el cual Cristo toma para sí el sacrificio que se ofrecía con los animales? Misterio en el cual el Rey demuestra Su filiación con Dios, ofreciéndose a Sí mismo como Pan de Vida.

Comer el Pan Consagrado y transformado en el Cuerpo de Cristo es compartir con Él Su Sacrificio; es decirle a Dios que ustedes son un solo cuerpo y una sola sangre con Cristo, y asumiendo esta unidad con el Hijo, asumen también la filiación con el Padre.

Beber del Vino Consagrado y transformado en la Sangre de Cristo es aceptar seguir Sus pasos, recibir en la propia sangre los Códigos de Aquel que trajo el verdadero arquetipo de la vida en la Tierra; es aceptar en sí la genética de Cristo para abandonar los viejos patrones humanos, los que llevaron a la humanidad a la actual decadencia.

Aquel que comulga verdaderamente con Cristo se funde en el Hijo, como también en el Padre, y vive los Misterios del Espíritu Santo, aunque sin saberlo.

Podrán preguntarse: ¿Cómo comulgar verdaderamente con Cristo si la comprensión humana es tan limitada y el corazón tan imperfecto para abarcar ese misterio?

La reverencia ante la Eucaristía les dará un corazón humilde, y con un corazón humilde y simple podrán vivir lo que les digo. Jamás se permitan comulgar con Cristo de forma inconsciente, sin que el corazón participe en cada detalle de esa comunión y se deje inundar espiritualmente por ese misterio.

El Pan Consagrado toma vida y da sus frutos en el corazón fertilizado por la reverencia, por la humildad y por la fe. Si no es así comulgarán como Judas que, a pesar de haber recibido el Pan de Vida, no tenía el corazón dispuesto para recibirlo. Su corazón estaba deseoso de ver al Maestro glorioso para el pueblo y reconocido como un rey en la materia y, así, perdió la oportunidad de vivir los verdaderos milagros espirituales de la Presencia de Cristo.

Hoy, delante de Cristo, abran el corazón para las dádivas que el Señor les trae espiritualmente y no se aferren a la necesidad de que este momento tenga alguna instancia fenomenológica porque, si es así, jamás comprenderán la esencia de esta Obra, de la cual forman parte.

Su padre y amigo, este que los lleva a la verdadera comunión con Cristo,

San José Castísimo

Miércoles, 23 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Durante Su agonía, Jesús pudo ver y sentir, en Su Sagrado Corazón, todos los males que padecería a lo largo de Su Pasión y también a lo largo de los siglos de la existencia humana para sustentar a humanidad en este planeta. Aun así, Él eligió vivir el Amor, el Sacrificio y la Entrega, porque en Su Corazón mucho mayor que el temor, era el Amor por los Planes de Dios.

Su Voluntad era una con la del Padre y no había sentir humano que pudiera separarlo del Creador. Incluso ante la tensión y el temor inmenso, que hicieron que los vasos sanguíneos de Su Cuerpo se rompieran y Él sudara sangre, el Señor no se detuvo en la debilidad del cuerpo y, a partir de ahí, afirmó Su fortaleza en el Espíritu.

Lo que padecía en la materia, a pesar de ser difícil y doloroso, ya no desviaba la atención de Jesús. Su meta estaba en Dios y, trascendiendo lo que sentía Su Cuerpo, abrazó la Cruz, que era el propósito de Su Espíritu.

La Pasión de Cristo, hijos, no es solo para ser contemplada, es para ser vivida y renovada por todos los que dicen ser Sus soldados, Sus compañeros. Aunque no sean martirizados ni muertos en la cruz, pueden valerse de todos los principios espirituales vividos por Cristo y atraer hacia sus vidas todas las Enseñanzas que Él dejó con Su ejemplo.

Ustedes deben aprender a permitir que la consciencia trascienda los hechos y los acontecimientos y se sumerja en la verdadera esencia que mueve todas las acciones divinas. Solo así podrán aprender a actuar como hijos de Dios y serán dignos de representarlo en este mundo, cuando Su Voz se silencie y a los propios hombres les corresponda guiarse los unos a los otros.

Muchos quieren saber con detalles lo que sucederá en los últimos tiempos, en su prueba final, pero ¿quién perseverará al saberlo? ¿Quién continuará al lado de Dios, sabiendo que lo aguarda una cruz eterna? ¿Quién trascenderá los padecimientos del cuerpo para transformar todo dolor que pueda vivir en perdón y en triunfo de Dios?

La Pasión de Cristo es revivida cada año por la humanidad para que los códigos dejados por Él los despierten al propio camino espiritual y puedan obtener del ejemplo del Maestro la inspiración que necesitan para dar sus pasos sin titubear.

No solo sufran por el sacrificio de Cristo, o solo lo admiren; no lo glorifiquen solo porque Él haya hecho algo que ustedes piensan que jamás serán capaces de hacer. Glorifíquenlo, porque Él les mostró el Camino y porque harán del Sacrificio de Él la fuerza para no desistir de cumplir los Planes de Dios, aunque estén frente a la muerte.

Este es el verdadero motivo para recordar la Pasión de Cristo: aprender a amar como Él amó y seguir Sus pasos.

Aquel que los ama y los instruye siempre,

San José Castísimo

Martes, 22 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Los mundos internos del planeta contemplan también la Pasión de Cristo. Los ángeles y arcángeles hacen revivir y emerger, del interior de la Tierra, los códigos impresos por Jesús en los planos espirituales del planeta, al vivir el martirio y la muerte en la Cruz, por amor al Plan de Dios y a Su Creación.

En el Cielo, los santos y bienaventurados se arrodillan frente al Altar Celestial, contemplando las llagas aún marcadas en el cuerpo espiritual del Cristo Solar, como símbolo de Su perpetua donación, en nombre de toda la vida manifestada.

El Amor de Cristo perdura a lo largo de los siglos, multiplicándose y profundizándose a diario. Su sacrificio no terminó en la Cruz, aunque en el Reino de los Cielos, a la derecha de Dios, el Señor abandone todos los días Su Trono para acompañar a la humanidad y al universo entero, repartiendo Su Instrucción, Su Sabiduría y Su profundo Amor, desconocido para muchos.

Aun siendo Uno con el Padre, Cristo se manifiesta entre los hombres y Él mismo prepara los corazones en los que desea habitar en el próximo tiempo.

Sientan en sus corazones la reverencia de toda la Creación por el Hijo de Dios, que no es solo el arquetipo perfecto para la creación humana; es el ejemplo y guía de toda la Vida, porque Su Amor trasciende cualquier expresión de amor ya vivida, pues es el Amor puro de Dios en Su Sagrado Corazón.

Únanse a la reverencia de toda la Vida por el eterno sacrificio de Cristo. Sean parte de la Creación de Dios que es consciente de Su Majestad y rindan honra y gloria a Aquel que es digno de recibirla.

Delante de Cristo, en esta Sagrada Semana, ríndanse a la oportunidad única de vivir la humildad, comprenderla y experimentarla, aunque sea por algunos instantes. Háganlo contemplando la grandeza de Cristo delante de ustedes y reconociéndose como la pura nada, frente a Su Amor.

Que sus consciencias, por fin, descubran la Verdad sobre lo que viven y que puedan ser consecuentes con las Gracias que reciben.

Una simple reverencia verdadera puede cambiar sus vidas para siempre; porque, cuando el alma actúa de acuerdo con lo que sabe, toda la consciencia comprende sus señales y vive de acuerdo con los principios emanados por el alma.

Hoy, les dejo Mi profundo Amor por el Hijo de Dios, que demostró Su Humildad, haciéndose hijo del menor de todos los hombres: Este que les habla.

Con amor y paz, Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

Lunes, 21 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Así como Jesús cargó la Cruz de los pecados del mundo cuando estuvo sobre la Tierra, hoy continúa cargando todas las faltas de la humanidad; faltas que crecieron y se multiplicaron, faltas que muchas veces se tornaron imperdonables.

Cristo carga esa cruz porque sabe que solo un amor tan grandioso como el que vive dentro de Su Sagrado Corazón es capaz de soportar esa Cruz. Solo el Amor de Dios dentro de Sus criaturas puede soportar los males causados por la humanidad, no solo física, sino sobre todo espiritualmente.

Hijos, Jesús los invita a amar como Él ama, a dejarse impregnar por Dios y así, revertir la situación actual de este planeta. No piensen que ustedes son pocos entre la multitud que camina en la oscuridad. Solo confíen en que no conocen la potencia de ese Amor, que por ser tan inmenso, no cabría en un pequeño corazón humano. Ese Amor debe ser vivido por todos aquellos que se dicen soldados, compañeros y apóstoles de Cristo.

Ante la Pasión del Señor, contemplen los hechos espirituales y no tanto los materiales. Contemplen la potencia del Amor de Dios que, en el lacerado Corazón de Jesús encontró su morada. Ese Corazón herido se hizo grande al perdonar las llagas recibidas y así el mismo Dios pudo amar dentro de él.

Vivan esta Pasión en sus días: perdonen a los que los maltratan, déjense humillar por los que los ofenden, amen sin límites, sirvan independientemente de los resultados de si a quienes están sirviendo merecen o no su amor. Amen como Jesús, porque Él amaba como Dios.

El Padre es negado, ultrajado y olvidado por la humanidad, y aun así, no deja de ser Dios, no deja de ser Padre, no deja de cuidar cada corazón humano. Y no siendo suficiente con haber enviado a Su Hijo a padecer las acciones humanas y convertirlas en Amor, lo envía en espíritu a lo largo de toda la existencia de la humanidad y lo hará retornar al mundo para concretar Su Obra.

Ese es el Amor de Dios y todos, como humanidad, tienen la Gracia de vivirlo. Es tiempo de abrir el corazón y entregar la propia morada.

Su Padre e Instructor, Aquel que se dejó habitar por Cristo,

San José Castísimo

Domingo, 20 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Las últimas gotas de la Sangre de Cristo se derraman sobre el mundo, representando el manantial vivo de Su Divina Misericordia.

Para perpetuar Su Misericordia, Nuestro Señor perpetúa también Su Sacrificio todos los días, renovando los méritos para la salvación de este mundo.

Muchos piensan que el Sacrificio de Cristo fue solo Su dolorosa Pasión y muerte en la Cruz, vividas hace dos mil años. Pero, ¿cómo podría Él estar tan vivo en los corazones del mundo? ¿Cómo podría seguir salvando las almas y los espíritus aparentemente irredimibles, si no hubiera una renovación mística permanente de Su Divino Amor?

Cristo no solo rememora Su Pasión: Él la vive, la siente, padece cada flagelo, recibe cada llaga. Y cada vez que un alma de la Tierra entrega su vida por amor al Sacrificio de Jesús, o realiza actos de reparación a Su Divino Corazón, es una llaga menos revivida por Cristo, porque los méritos que generaría a través de esa llaga, la propia humanidad los genera, por su aprendizaje de amor.

Reconozcan el eterno padecimiento de Aquel que tiene la potestad de hacer desaparecer este mundo, y con él todos sus males, y sin embargo elige sufrir Su Martirio y revivir Su Pasión, para sustentar la vida en este planeta; con la esperanza de que una sola alma siga Sus Pasos y manifieste Sus Palabras o Su Evangelio, así como Él manifestó las Palabras plasmadas en las antiguas Escrituras de los Patriarcas.

Que esta Sagrada Semana represente el despertar de sus almas al Amor y la Misericordia de Cristo, y que a partir de este impulso transformador, también aprendan a vivir y perpetuar ese Amor y esa Misericordia, que en verdad, son capaces de vivir. Solo se necesita olvidarse de sí mismos y lanzarse en este misterio.

Ustedes no padecerán los martirios vividos por Cristo; solo batallarán espiritualmente para establecer este Amor, y aunque en el plano físico les corresponda experimentar el sacrificio en nombre de Dios, nada se compara con lo que vivió el Señor, que necesitó romper las duras barreras que separaban no solo a la humanidad, sino también a todo el Universo, de la Consciencia de Dios.

Los amo y los bendigo.

San José Castísimo

Sábado, 19 de marzo de 2016

APARICIÓN DE SAN JOSÉ Y DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de San José:

Que la presencia de la Sagrada Familia prepare cada uno de sus corazones para un nuevo tiempo.

Hoy, en presencia de su Madre Santísima y de Nuestro amado Hijo Jesús, depositamos en sus corazones aquel amor profundo que pudimos vivir como Sagrada Familia. Todo aquel que se abra para recibir esta dádiva la recibirá, porque no vinimos al mundo solo para hacer una experiencia. No vinimos al mundo solo para que nuestra historia se plasmara en un papel o en los éteres de este planeta.

Venimos al mundo, hijos, para dejar un ejemplo, un camino, una guía para cada corazón humano. Venimos al mundo para demostrarle, no sólo a la humanidad, sino a todo el Universo, la perfección del Plan de Dios.

Hoy, Mi Mensaje diario será un único Mensaje con el Mensaje de María, porque les hablaremos trayendo a sus corazones aquello que necesitan para que se preparen, en verdad, para recibir a Cristo. Porque esa es nuestra Misión: preparar el corazón humano para la llegada del verdadero Rey. Así como preparamos Su llegada al mundo, Su nacimiento, así también preparamos Su retorno.

Por eso, Dios nos pide que sigamos viniendo a este planeta, cada día, para instruir al corazón humano. En Jerusalén, nuestro silencio era el que instruía los corazones, porque el nacimiento de Cristo también era un misterio para nosotros. Muchos sabían que algo acontecía en esa Familia tan misteriosa, pero no sabían exactamente qué, porque para la mente humana no es posible concebir la grandiosa Gracia de que Dios mismo se manifieste entre los hombres. Eso acontece, hijos, porque ustedes no se reconocen verdaderamente como Creación de Dios, porque creen que están distantes de Aquel que los creó, cuando, en realidad, Él está dentro de cada uno de ustedes. Si descubriesen su unidad con el Creador, esta unidad absoluta, única en todo el Universo, no les sería difícil creer que Él viene a su encuentro por medio de Sus Mensajeros y que Él retornará, volverá resplandeciente en las vestes de Su Hijo.

Para que comprendan verdaderamente los misterios de la Sagrada Familia, para comprender nuestra vida en este planeta y también nuestra Presencia aquí, en estos tiempos, deben aprender a unirse a Dios, porque es solo con el corazón unido al Corazón del Creador que estos misterios les serán comprensibles, no con la mente, sino con el corazón. Es el corazón el que comprende sin saber explicar ¿cómo?; él no tiene una teoría, solo sabe.

Quisiera sacarlos de esta tercera dimensión, de este pensamiento siempre tan humano y de esa forma de vivir siempre tan humana. Por eso, les hablamos de cosas celestiales, divinas, porque ya llegó la hora de retornar. Y si no comienzan a amar el Cielo, a amar la Vida Superior, ¿cómo ella podrá volverse una realidad en este mundo?

Los Cielos descenderán a la Tierra en el momento justo, correcto, para la humanidad; pero antes de que esto suceda, deben llegar a sus corazones y a sus esencias. Para eso les pedimos tanto que oren, que sirvan, que aprendan a amar, porque es el amor el que se desarrolla en sus corazones, a diario, el que les permitirá encontrar a Dios, Su Universo, Su Conocimiento, Su Sabiduría.

Yo también tuve una mente humana, un corazón humano, tampoco fui capaz de comprender muchas verdades, hasta que Dios Me enseñó a amar. Y, delante de la grandeza de ese Amor, que vi nacer en Mi Corazón, no había teoría, no había pensamiento que pudiera vencerlo. No había duda que retirara ese Amor de Mi Casto Corazón. Es a eso a lo que los llamamos, en este tiempo: a vivir ese Amor absoluto.

En los próximos días, estarán delante de Cristo, que es la representación del propio Amor para toda la Creación Divina. ¿Se dejarán amar por Él? ¿Comprenderán lo Sagrado, lo Majestuoso, que es ese encuentro con Cristo? Cuando tuve a Jesús en Mis brazos, en Su nacimiento, no cabía dentro de Mi ¿cómo Dios podría colocarse en los brazos de un hombre? Ese niño Dios creció, entregó su vida por amor a todos, se entregó en los brazos de aquellos que lo odiaban y se dejó martirizar y crucificar, por la grandeza de Su Amor. Es ese mismo Dios el que retorna al mundo, y que por siete días, estará delante de ustedes. Es ese mismo Dios el que los invita a anunciar Su Presencia, a ser testigos de Su Misericordia, multiplicadores de Su Gracia, porque Él no aspira a quedarse dentro de este salón, Él no aspira a llegar solo a este lugar.

Dios quiere vivir en cada corazón humano, quiere llegar a aquellos que no lo han conocido, porque han temido a Su Amor; quiere hacer valer Su Sacrificio, ese que se perpetúa a lo largo de los siglos, a través de la victoria de sus corazones.

Por eso, no teman seguirlo, no teman dejarse conducir por Él, no teman rendirse delante de Él. Por eso, escuchen Nuestras Palabras: si no creían en Nuestra Instrucción en Jerusalén, si no creían que era Dios dentro de aquel Niño, ahora tienen la oportunidad de responder a Su llamado celestial, de hacer crecer su propia fe y, esta vez, a ser dignos de llamarse Sus compañeros.

Ahora, escuchen a su Madre Santísima.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Mi silencio es compartido por San José y por el pequeño Niño, porque en la humildad del espíritu nace la fuerza de los valientes y la convicción de los semejantes, para seguir, a pesar de todo, el Plan de Dios y Su máxima Obra.

Hoy estamos aquí como la Sagrada Familia, que ardientemente espera que todos ustedes así lo sean, en poco tiempo. Una familia espiritual por la paz, que infunda los nuevos patrones de la Vida Universal y del Evangelio.

Estoy aquí, gestando en Mi Vientre Purísimo este momento, que es único para todos. Felices de aquellos hijos Míos que lo sepan aprovechar y no pierdan tiempo, para abrazar la oportunidad que el Cielo les entrega, a través de este momento y de la venida gloriosa de Mi Hijo a un mundo tan caótico, lleno de dolor, de sufrimiento y de negación.

Venimos a despertar en ustedes el verdadero sentido de la vida, de la hermandad y de la confraternidad con todo el Universo. Las bases para eso ya están sembradas en sus corazones y en sus almas; solo bastará, hijos Míos, que definitivamente se animen a dar el último paso, para que Mi Hijo encuentre un camino seguro, a través de Su segundo retorno a la humanidad.

En esta Sagrada Semana, su divinidad debe estar en la Divinidad de Cristo; su corazón, en Su Corazón Ardiente y Amante; su condición humana, en el océano de Su Misericordia, en donde las llamas ardientes de Su Fuego Misericordioso abrazarán a aquellos que se animen a aceptarlo incondicionalmente, y sin apremios.

Quisiera que ese Fuego de Cristo, durante siete días, los transformara, porque ya no podemos esperar, hijos Míos. Dios necesita que los colaboradores del Plan estén disponibles, para que la Sagrada Familia pueda retirarse al Universo y prepararse para ese gran momento del retorno de Cristo, en Su Gloria y en Su Gracia.

Mientras tanto, queridos hijos, ustedes abrazarán con amor la cruz que Dios les entregó. Ustedes se esforzarán por vivir todo por sus semejantes y por sus hermanos. Y en esta transición planetaria, acompañarán en el amor y en la oración, a todos los que no pueden levantarse del suelo, por su propia purificación.

Pero como Soy su Madre bondadosa, y San José también es bondadoso en Su Misericordia infinita, como también en Su Gracia lo es Mi Hijo, no los abandonaremos.

Las Enseñanzas que les transmitimos durante tantos años deben estar presentes en su vida diaria, en sus ejemplos, acciones y modos, para que así la humanidad perdida e ignorante, que se sumerge en la ilusión material y en el fanatismo, pueda despertar y ver en sus rostros el reflejo de una obra realizada con inmenso amor; obra que proviene de Dios y de Sus Altares Celestiales a través de Nuestros Sagrados Corazones, que distribuyen Sus Gracias por donde Ellos pasan, en cada lugar del mundo.

Si Nosotros estamos aquí, en esta hora y en este tiempo, es porque son llamados a vivir la transición, junto a la humanidad y a todos los Reinos de la Naturaleza, que esperarán de su parte, como siempre lo han hecho, un auxilio interior y exterior, una caridad fraterna, que se multiplique con amor, en todos los corazones.

Delante de los siete Coros que hoy nos acompañan y cantan la Gloria de Dios para todos los Universos y realidades sublimes, que hoy sus corazones se fundan con Nuestros Sagrados Corazones, en una sola familia espiritual; y que este paso que son invitados a dar en esta Sagrada Semana, en compañía de la Pasión de Jesús, sea evidente, sea su íntimo testimonio de que, en verdad, aman a Cristo por encima de todo, y que siempre estarán abiertos a recibir, con humildad, todo lo que los hará crecer en el nombre de Dios.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de San José:

Que en este día, en que sus corazones agradecen a Dios todo por estar en presencia de la Sagrada Familia y porque Mi voz resuena en el mundo hace ya tres años, sus corazones reflexionen profundamente sobre todas las enseñanzas que recibieron y todas las bendiciones que le fueron entregadas.

Estas bendiciones, hijos, no pueden permanecer en sus corazones: deben irradiarse al mundo entero. Quisiera que la presencia de la Sagrada Familia, en este lugar, fuera conocida por muchos; porque aquí, así como en cada Centro Mariano fundado por el Inmaculado Corazón de María, estamos construyendo una Obra única, para preparar los corazones para un tiempo de caos. Tiempo en el cual no podrán perder la paz, la fe y la esperanza de ver nacer una nueva humanidad en este mundo.

Pero, para esto, necesitan esforzarse, necesitan transformarse, dar sus pasos rumbo a este arquetipo perfecto, que el Creador pensó para cada uno de ustedes.

Es por medio de esta Obra, hijos, que les extendemos las manos para que coloquen en nuestros brazos sus viejas vestiduras, vestiduras que representan su faz no redimida, que representan los errores del pasado, errores que cometieron mucho más allá de esta vida, manchas que traen en el alma para curar y perdonar en este tiempo.

Es por eso que hoy les pediré que esta Obra de los Mensajeros Divinos, que comienza a plasmarse en el papel, por medio de cada libro que manifiestan con nuestras palabras, pueda llegar a los cuatro rincones de este mundo, pueda traducirse para muchos idiomas, además del inglés, del español, del portugués. Que el idioma del corazón pueda llegar a cada nación de este mundo. Para eso, convoco a todos los que nos escuchan a que despierten y a que colaboren, porque pueden no comprender por qué les pedimos estas cosas ahora, pero en el futuro, les aseguro que podrán comprenderlo.

No venimos para causarles temor o aprehensión sobre un futuro incierto, venimos para despertar su fe y para que recuerden cada una de estas palabras, cuando piensen que esa fe ya no vive dentro de ustedes.

Quisiera, hijos, que un día, en este altar, así como en lo alto de la colina, estuvieran pintadas las imágenes de los tres Sagrados Corazones. Que también Mi Faz, la que revelé el primer día de los mensajes diarios, pueda pintarse y difundirse por el mundo, no por Mí, sino por lo que representará para el corazón humano y por el impulso que el Creador enviará por medio de ella. Que también la imagen de María, Rosa de la Paz, pueda ser pintada, para que Su Pureza llegue a los cuatro rincones de este planeta, y que todo ser viviente reconozca que su Madre Celestial entregó hasta Su Esencia, por amor a la humanidad y a los Reinos de la Naturaleza.

Que, por medio de esas imágenes, como de nuestras palabras, todos los corazones sientan que tanto en este lugar, como en cada Centro Mariano, el Creador entregó lo mejor de Sí para la redención de la humanidad.

Que la nueva raza, la que surgirá a partir de su redención, pueda saber, conocer, que el Amor de Dios se manifestó en este lugar y en este planeta; que el Creador, hasta el final, no desistió de la humanidad, y por más que los errores crecieran, las atrocidades y las guerras fueran infinitas, Su Sagrado Corazón aún derramaba más Gracias, enviaba aún más bendiciones al mundo por medio de Sus Mensajeros Divinos, Sus Ángeles y Arcángeles, los santos, los bienaventurados, para, de todas las formas, guiar al corazón humano.

A veces, hijos, el resultado de esta Obra no podrá ser visto por sus corazones, pero, aún así, deben colaborar para que ella se manifieste, porque es parte de su redención, y del despertar de sus consciencias, que puedan actuar en este Plan de Dios en estos tiempos.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, a través de la unión casta de los tres Sagrados Corazones, traigan aquí la oferta del pan y del vino para la Consagración, para el establecimiento de la paz.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Oraremos ahora esta oración, que María nos transmitió, que es una oración que los tres Sagrados Corazones realizan juntos, por la concreción del Plan Divino en las almas y por el despertar de todos los corazones.

 

Gracia Sublime de Dios,
desciende en los corazones
para que las almas despierten
a la Vida Mayor.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Cuando Jesús era niño, enseñó a la Sagrada Familia, en Nazareth, a Su amado Padre San José, las bases de Su Sacerdocio Espiritual, porque el Arcángel Gabriel inspiraba toda la obra de esa Sagrada Familia, que vino al mundo para concretar la redención de las almas y la salvación de todos los espíritus caídos.

San José fue la primera Consciencia que aprendió sobre la Santa Comunión con Dios y con Su Espíritu Divino. Por eso hoy, Él consagrará, en nombre de la Sagrada Familia y de todas las familias del mundo, que deben cada día más, unificarse en el amor, en la hermandad y en el perdón. Consagrará esta Comunión por todos los jóvenes y niños, adultos, mujeres, ancianos y enfermos, que están en la soledad del corazón humano y que deben reencontrar en este Ministerio del Santo Sacramento, a Cristo, Nuestro Señor.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Elevemos las ofrendas, desde nuestros corazones, a los Corazones Sagrados de Jesús, de María y de San José, para que el amor de nuestro corazón toque el Corazón de Dios y Él difunda Su Misericordia en el mundo.


Gracia Sublime de Dios,
desciende a los corazones
para que las almas despierten
a la Vida Mayor.
Amén.


Hermana Lucía de Jesús:
Escuchemos, a pedido de San José, siete campanadas, que anuncian los siete días de encuentro con Cristo.


Oh, Sangre de Cristo
derramada sobre el mundo,
purifica nuestra alma,
alivia nuestro corazón,
ten piedad de nosotros, Señor.
Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Nos elevamos al Cielo, con la ofrenda de sus corazones y almas, para que las Gracias se multipliquen en aquellos que más las necesitan.

Les agradecemos por haber respondido a Nuestro llamado y a Nuestra convocatoria celestial, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Escuchemos el cántico de la Sagrada Familia.

Viernes, 18 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos:

En tiempos de tribulación interior y exterior, es necesario desarrollar los dones de la persistencia y de la perseverancia. Esos dos atributos emergen naturalmente en las almas fuertes y hoy les digo que todas las almas que vivirán las pruebas finales de estos tiempos deben ser fuertes. Su fortaleza proviene del amor y de la fe; la perseverancia de la cual les hablo se relaciona con esos dos atributos divinos.

Aunque se derrumbe el mundo a su derecha y a su izquierda, mantengan la fe y el amor en sus corazones. No vivirán nada que no puedan soportar, porque esta es la Ley; sin embargo, descubrirán que pueden soportar mucho más de lo que imaginaban.

La fe aquieta la mente, con la certeza que el único que sabe el verdadero fin de todo es el Creador. Y como Su Triunfo también es una Ley, si están a favor de esta Ley y actúan en cumplimiento de ella, no importa lo que vivan, pues todo será un medio para lograr el Triunfo de Dios, de alguna forma misteriosa e imprevisible.

Muchos creen que la fe es la sabiduría de los ignorantes, que no pudiendo recurrir a la razón recurren a la fe. Pero aquellos que piensan de esa forma y que tienen su fortaleza afianzada en las inestables arenas de la playa de la vida material, buscarán el auxilio de los que llamaban ignorantes cuando vean hundirse la fortaleza de la soberbia y del falso conocimiento.

Hijos, no presten oídos a los que no creen en el poder de la fe. Cuanto mayores sean los desafíos para mantener esa fe, deben ser aun más persistentes. Porque si la fe no fuera un tesoro único en los corazones de los hombres, el adversario de Dios no se esforzaría tanto en hacerla desaparecer.

Antes de ceder a los que juzgan y condenan su forma de vivir, oren por ellos y entréguenlos en las manos de Dios, con la esperanza de que, un día, el Creador los acoja en Su Reino; porque también aquellos que lo niegan son parte de Su Proyecto y deben vivir la Redención.

Les digo todo esto porque muchas serán las dificultades de estos tiempos para mantener su propia fe y amor. Por esta razón, deben estar fortalecidos y preparados para enfrentar esos embates.

Les pediré que sean perseverantes y también atentos, ya que el enemigo no obra solo por intermedio de los otros, pues él también puede utilizar a cada uno de ustedes para establecer su reino. Y aquellos impulsos que los hacen perder la fe pueden venir de ustedes mismos. Por eso, sean valientes y amen de corazón el Plan de Dios, para el que fueron convocados.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

Jueves, 17 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Entra en Mi Casto Corazón, para que te revele los misterios insondables de la simplicidad, de la humildad y de la pureza de intención.

Es en el corazón simple, humilde y puro que habitará el Señor, cuando Su Esencia Crística comience a renovar el mundo por medio de los corazones de los hombres. Por eso, anhela para ti un corazón simple, esto significa un corazón que se adhiera a la Voluntad Superior y que no genere resistencias a la manifestación de los Planes de Dios.

Un corazón simple es aquel que fluye de acuerdo con la necesidad que se presenta y que no genera conflictos en ningún nivel de consciencia.

Un corazón simple no retiene nada para sí y no busca comprender todas las cosas antes de vivirlas; solo las vive como Dios las encomienda para su vida y deja que la comprensión surja de la experiencia.

Un corazón simple necesita también ser humilde, para no creerse mejor que los demás por su simplicidad. Si no genera conflictos aparentes, pero al mismo tiempo juzga las dificultades de los otros como cosas de la vida y quiere que todos sean simples como él, de nada vale la simplicidad de ese corazón.

El corazón simple debe ser humilde para ser simple naturalmente, para ser simple y solo eso; para no querer mostrar su propia simplicidad o facilidad de aceptar las circunstancias de la vida. Si el corazón es simple y humilde, comprende al prójimo y, aun en el silencio, lo ayuda con el ejemplo para que dé sus pasos y venza sus propias resistencias.

El corazón que es simple y humilde, cuando también es puro de intenciones, puede heredar naturalmente el Reino de Dios y vivir Su Inmenso Amor, porque se vuelve digno de recibirlo, aunque no lo sepa.

Aquel corazón que es verdaderamente simple, humilde y puro de intención, nunca sabrá que lo es. Primero, porque no está pensando en sí mismo ni en sus propios atributos y segundo, porque su atención está siempre dirigida al presente, a la necesidad, al prójimo.

Si quieres hacer de tu corazón un corazón simple, humilde y puro de intención, entonces olvida que quieres hacerlo y dedícate solo a amar al prójimo, y sobre todo a Dios. Busca a cada instante la necesidad de Su Plan, no para que seas operario de cosa alguna, sino porque sabes que el Creador espera que mínimamente cumplas con tu parte.

Sabes que lo que haces no tiene mérito extraordinario alguno. Lo que sucede es que tú haces lo mínimo, mientras la mayoría duerme.

Agradece por ser hijo de la Misericordia y deja que tu propia gratitud te conduzca a la manifestación del Propósito de Dios en ti. Si eres verdaderamente agradecido, jamás resistirás a algo que te envía el Señor, porque todo te será poco, frente a la grandiosidad de la Misericordia, que te retiró de los abismos de este mundo.

Por eso, hijo, siempre agradece a Dios, sirve y olvídate de ti. Así te harás simple, humilde y puro de intención sin que te des cuenta. Del mismo modo, algún día serás digno de recibir en tu morada al Rey de reyes, tu Señor y Maestro, Cristo Jesús.

Aquel que te prepara para el retorno de Cristo en tu interior,

San José Castísimo

Miércoles, 16 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos hijos y compañeros de Mi Casto Corazón:

En vísperas de su encuentro con Cristo, como humanidad, quisiera impulsarlos a la entrega de su voluntad y de su razón a Él.

Quiero, con eso, decirles que los llamo a que profundicen el contacto con el Maestro y Señor de sus vidas, para que cada vez se tornen más dignos de Su Presencia y que sepan valorar y vivir plenamente esos momentos con Él.

El contacto con los Mensajeros Divinos, de forma general, hijos, es muy misterioso y aún poco comprendido por la mayoría de ustedes; por este motivo hoy vengo a profundizar ese tema con todos.

A lo largo de nuestras apariciones en el mundo, despertamos a muchos seres orantes, que descubrieron el poder de la oración, de la fe y de la caridad, que reparten hoy la paz para el mundo, por medio de sus vidas.

En este ciclo planetario y a través de su grupo de trabajo, vinimos a instituir la fraternidad y la unidad entre las razas, naciones y religiones, mediante el ecumenismo, el lenguaje del corazón y el amor al Dios único, que manifiesta Sus faces y expresiones gracias a las diferentes religiones del mundo.

Vinimos, en este último tiempo, a profundizar la entrega de los orantes y servidores para que, además de ser colaboradores del Plan, comiencen a ser soldados y discípulos de Cristo.

Más que seres orantes, buscamos ahora consciencias que se dispongan a renunciar a su voluntad y al modo de pensar humano, para que ingresen plenamente en la Voluntad y en el Pensamiento Divino y que, así, sean instrumentos de Dios en el mundo, consciencias con las cuales el Creador puede trabajar y por intermedio de las cuales Él mismo podrá perpetuar Su Presencia entre los hombres.

Para que lleguen a este grado de entrega del cual les hablo y ser verdaderos instrumentos de Dios, ustedes deben aprender a amar Su Plan por encima de todas las cosas.

A muchos espíritus les resultará más fácil, porque ya conocen el amor al Propósito por encima de la propia voluntad, pero a otros les costará mucho, y cuando estos alcancen ese amor, podrán ayudar a muchos otros a que den pasos rumbo a la entrega.

Para sentir lo que les digo en sus corazones, y sobre todo, para tener la valentía de encaminarse por esa senda, primero permitan que el Amor Divino se adueñe de sus corazones y les dé muestras de la grandeza del Amor del Creador y de cuán pequeñas son las cosas de este mundo ante la inmensidad de este Amor Celestial.

Es para esto que Nuestro Señor viene al mundo: para darles a conocer el Amor Divino del cual Él se tornó expresión viva, incluso, material.

Delante de Cristo, ríndanse y déjense arrebatar por ese Amor infinito, que por sí solo los transforma. Prepárense para encon­trarlo, relean el Evangelio, recuerden Su paso sobre la Tierra y reaviven dentro de ustedes la memoria de estar con Él en este mundo.

Sientan dentro de ustedes al mismo Maestro que caminaba en los valles y en las montañas del desierto. Sientan que resuena la misma voz que se plasmó en los aires de Oriente y que emanó el perdón, la cura y la redención para tantas almas.

El mismo Señor que los despertó en el pasado, hoy viene para que retomen el compromiso con Él y con Su Misión que, en verdad, es la misión de toda la humanidad.

Por eso, hijos, por más que no puedan verlo, siéntanlo dentro de ustedes y delante de ustedes. Cierren los ojos y escuchen Su Voz, como si Dios mismo les hablara, como en el pasado. Así, encontrarán fuerza y valor para entregar todo por amor, y el Plan de Dios podrá cumplirse por intermedio de sus vidas.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

Martes, 15 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para aprender a amar, ustedes deben primero colocar los ojos y la consciencia en la Verdad, porque lo que amarán es la Verdad que proviene de Dios y que se expresa en todo.

Si no aprenden primero a reconocer la Verdad que habita en todo lo que fue creado, ustedes correrán el riesgo de vivir un amor humano, basado en juicios y convicciones que no son reales, sino solo fruto de la limitada comprensión de la mente humana.

Por ejemplo: si Cristo no hubiera reconocido la Verdad, jamás habría podido vivir el amor en Su Pasión, porque fue abandonado por Sus compañeros, humillado por todos aquellos que lo escucharon predicar y que, incluso, recibieron las Gracias vertidas por Dios por medio de Sus palabras. Él fue torturado por aquellos que representaban la Ley de Dios para Su pueblo y cargó, en cada una de Sus llagas, el odio, la envidia y la maldición de todos ellos.

¿Cómo amar con un corazón humano esa experiencia?

Cristo amaba porque conocía la Verdad. Él sabía del amor de Sus compañeros, pero también sabía de sus debilidades.

Él sabía que, después de que ellos lo habían dejado solo y de darse cuenta que aún así los amaba, nacería en el corazón de cada uno de Sus compañeros una fe inquebrantable y, aunque lo abandonaron en aquella hora, después de esto, perpetuarían Sus palabras y Su Presencia en la Tierra por el ejemplo y por el testimonio vivo de cada uno de ellos.

Cristo conocía la miseria en el corazón de los fariseos; sabía que el demonio utilizaba sus debilidades para fortalecerse y ese modo de ver la Verdad, le producía compasión. Él sentía con pesar que Sus hermanos tuvieran que aprender con sus errores; pero sabía que, de alguna forma, eran vehículos para el cumplimiento de los Planes de Dios, para que se plasmara en la vida lo que estaba en las Escrituras.

Cristo sabía que aquellos que lo escupían en el rostro, después de haber escuchado Sus palabras y recibido las bendiciones de Dios, necesitaban de algo más, de un grado de amor aún mayor, porque inmensa era la oscuridad que los cegaba. Por eso, Él los amaba.

Hoy, hijos, deben aprender a contemplar la Verdad. Verdad que no se encuentra con el uso de la razón, porque racionalmente no es posible amar a quien les quita la vida y que disfruta de cada gota de sangre derramada por su cuerpo.

Esa Verdad es incomprensible para sus mentes y, si intentan ser eruditos y lógicos delante de ella, jamás la encontrarán.

Los llamados sabios de la época de Cristo no creyeron en la Sabiduría y en el Poder de Jesús, pues pensaban: “Si cura a los enfermos y multiplica los panes, ¿por qué no se salva a sí mismo y demuestra a toda la multitud que lo persigue Su verdadero Poder y Divinidad? ¡Es, en verdad, un débil, un burro o un mago, pero no es el Hijo de Dios!”.

Jesús escuchaba esos pensamientos, amaba y se fortalecía aún más y más, porque era tanta la ignorancia de Su pueblo, que cada vez debería ser mayor Su sacrificio y Su ejemplo de amor.

Hoy, hijos, como su padre, los llamo a amar la Verdad, a comprender las limitaciones, la ignorancia y el desamor del prójimo y a amarlo aún más plenamente.

Aunque les parezca irracional, inmaduro, ingenuo o imperfecto, aun así amen.

Busquen a Dios sin utilizar para eso la razón ni incluso los recursos intelectuales que tienen dentro de sí, porque ustedes nunca vivieron el amor que deben manifestar ahora. El amor del cual les hablo es nuevo, es desconocido, pero es pleno, único y verdadero.

No se olviden de lo que les dije y sientan Mis palabras en el corazón, pues las pruebas venideras buscarán en los discípulos de Cristo un ejemplo semejante al del Maestro.

Su padre y compañero, Este que les enseña a amar y a conocer la Verdad,

San José Castísimo

Lunes, 14 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos:

Algunos días antes de un acontecimiento importantísimo, vengo a preparar sus pequeños corazones. Me refiero a la Sagrada Semana con Cristo Jesús. (1)

Vengo a pedirles que dispongan verdaderamente sus corazones para este momento, no solo como un evento, sino como un encuentro con el Rey del Universo, quien se digna aproximarse a todos, en Espíritu y Divinidad, por siete días seguidos.

La Sagrada Semana representa para la humanidad el cumplimiento de las promesas hechas por Cristo hace más de dos mil años. Aquellos que un día escucharon Sus Palabras y murieron con la esperanza de reencontrarlo, al final de los tiempos, retornan al mundo junto con Cristo para terminar de cumplir con Él Su santa Obra en esta Tierra.

Ustedes, hijos, que escuchan estas palabras, en algún momento de sus experiencias en este mundo, aceptaron seguir los pasos del Maestro y ser partícipes de Su Proyecto redentor. Aceptaron seguir Sus Pasos e imitarlo en sacrificio, en humildad y en redención, para alcanzar el arquetipo perfecto que Su Divinidad transmitió al mundo, por el ejemplo vivo y material de Su Cristificación.

Si bien hoy sus ojos aún no lo pueden ver, porque están muy involucrados con la materia y además deben estar preparados para eso. Sus corazones sí pueden reconocerlo y vivir plenamente la transformación que Él les propone, si tan solo se abren para profundizar en lo que viven y no dejen que los días pasen en la superficialidad propia de la vida común de este mundo tridimensional.

Es el amor en sus corazones lo que les permitirá trascender las formas comunes de la mente humana de estar frente a las situaciones de la vida, para descubrir lo sagrado y lo divino que hay en estas instancias de encuentro con Cristo, así como lo es con todos los Mensajeros Divinos que, en verdad, son portadores de la Presencia de Dios en este mundo.

Quisiera, hijos, traerles esta reflexión, para que sus corazones profundicen verdaderamente en la Gracia que están recibiendo y que vivan esta Sagrada Semana con la santidad que ella les propone, para que puedan vivir algo único, una unión absoluta con Aquel que tiene la potestad de transformar sus vidas para siempre.

Los amo y les enseño a estar delante de Aquel que es digno de toda Honra y de toda Gloria, porque se entrega todos los días, en sacrificio, a esta humanidad por su salvación.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

1. Conmemoración realizada en los Centros Marianos en ocasión de la semana en que se revive la Pasión de Cristo; tradicionalmente conocida como Semana Santa.

Domingo, 13 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIÁRIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Reposa la consciencia en el sacrificio. No habrá mayor descanso para el espíritu que aquello que él encuentra en la certeza en el permanente servicio a Dios.

Reposa la consciencia en el sacrificio y encontrarás la verdadera paz, que nace de la Gracia de servir al Padre y de saberse en el camino correcto de Su Voluntad.

Mientras el mundo se cansa luchando por metas vacías de sentido, mientras las almas no encuentran la paz ni el reposo, porque los confunden con la inercia y el placer mundano, reposa la consciencia en el sacrificio y, aunque tus cuerpos estén cansados, tu espíritu y tu alma conocerán el verdadero regocijo que es servir a Dios.

Sacrificio no es martirio. Sacrificio es el permanente esfuerzo para manifestar lo sagrado en este mundo de superficialidades.

Sacrificio es el conocimiento de otras Leyes que trascienden la materia y colman el espíritu.

Sacro Oficio es aquel que se ofrece a Dios con el corazón.

Aquel que te llama a la Gracia del sacrificio hecho por amor,

San José Castísimo

Sábado, 12 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIÁRIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo:

Consagra tu corazón a la Madre del Mundo y déjate llamar Hijo de María. Anuncia tu fe sin miedo y proclama la verdad que día a día se revela a tu pequeño corazón. Viste sobre tu cuerpo el manto de Aquella que te protege desde el principio y que se digna acompañar tus pasos hasta el final. Disuelve el temor a decir sí, aunque no sepas exactamente a qué estás entregando tu vida y tu corazón, ya que la Consciencia de María es para ti, al mismo tiempo, tan conocida y tan misteriosa.

Siente a tu lado a la Madre Celestial y acógela en tu corazón como tu Santa Madre, pero no permanezcas solo en el sentimiento que cabe en tu corazón humano. Aproxímate a la Consciencia de María y deja que ella se revele delante de ti como la Madre de todas las cosas, como parte viva de Dios, como el amor que hace nacer el amor; como Madre no solo de Aquel que abrió las puertas a una Nueva Humanidad, sino también como la Madre de todos aquellos que deben renacer por Su Amor, para alcanzar en vida el arquetipo de Su primer Hijo.

Reconócete como hijo del vientre espiritual de María, del cual no solo nacen las criaturas por primera vez, sino que también renacen todos los días. El vientre espiritual de María es el que da la vida a los que estaban muertos en espíritu; es el que resucita, por el perdón, a todos los que están en los abismos de este mundo y del propio interior.

Déjate llamar Hijo de María y proclama tú mismo esta filiación divina. Aunque muchos no comprendan tu fe y otros te persigan por no aceptarla, haz de ese manto que llevas sobre el cuerpo el testimonio de tu perseverancia y la confirmación de la verdadera esencia de lo que siente tu corazón.

Que nadie jamás vea en tu rostro la vergüenza por ser fiel a la Sierva de Dios. Confía en que, si una cruz te fuera dada en estos tiempos, y la humillación y el martirio tocaran a tu puerta, Aquella que un día acompañó la Cruz de Cristo acompañará también la tuya y te hará descubrir el amor verdadero y la unidad con Dios, mucho más allá de ti mismo.

Descubrirás, hijo, que ese manto que llevas sobre el cuerpo tal vez no proteja tu vida, pero sí tu esencia, tu espíritu y tu camino. Si te abres de corazón para ser un verdadero Hijo de María y si reconocieras lo que significa ser llamado como tal, muchos misterios que no son de este mundo te serán revelados.

Aquel que fue conocido como Hijo de María fue educado por Ella para buscar a Dios, unirse a Él y vivir Su Voluntad, aunque esa Voluntad implicara entregar la propia vida por amor a los que lo odiaban.

Hijo, si quieres ser un verdadero Hijo de María, sigue entonces el camino de Aquel que fue conocido como tal en Nazaret, en Jerusalén, en el mundo entero y en el universo.

Sé un Hijo de María y deja que Ella te guíe. Pierde el temor a seguir Sus pasos y, abrazando la cruz que el Creador te entrega, nunca alejes tus ojos de los ojos de Aquella que te acompaña en el calvario de este mundo.

Cuando estés en dificultades, mira a tu lado y encontrarás la mirada de María. Cuando caigas al piso, con tu cruz sobre ti, levanta el rostro y eleva tus manos, pues tu Santa Madre te levantará, porque Ella no te llama hijo sólo para que la sirvas: Ella te llama hijo para guiarte, tal como Dios le enseñó a guiar a los que provienen de Su vientre.

Renuévate, hijo, en este día, y profundiza sobre lo que significa reconsagrarte como Hijo de María.

Aquel que te guía al Inmaculado Corazón,

San José Castísimo

Viernes, 11 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIÁRIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ama la Voluntad de Dios más que a ti mismo. Ama Su Plan y lo que él significa para la evolución de todo el universo, mucho más allá del desenvolvimiento de tu pequeña alma y de tu pequeña vida. Ama al Plan de Dios con la comprensión correcta de que él tiene por objetivo la evolución de todo el cosmos y que, si bien estás incluido en él, tú no eres lo más importante en este Plan. 

Comprende que el Plan de Dios, por él mismo, debe cumplirse. Y si el hermano que tienes al lado tiene una mayor posibi­lidad de vivir la Voluntad del Padre, entonces, ayúdalo y crea las condiciones para que alcance la meta, no por él ni por ti, sino por el Plan de Dios. 

La competitividad de la consciencia humana hizo desaparecer de muchos corazones la posibilidad de amar el Plan de Dios, porque se aman mucho más a sí mismos y a su papel dentro de ese Plan. Aman la propia posibilidad de vivir la Voluntad de Dios y celan por ser, ellos mismos, los Cristos del Nuevo Tiempo, inclusive alegrándose por las derrotas del prójimo; porque, al saber que serán pocos esos Cristos, ellos quieren ser parte de esos pocos. Lo que esos corazones no perciben, hijo, es que el Cristo interno nace del olvido de sí y del amor absoluto al prójimo.

El amor al prójimo, en verdad, nace del amor al Plan de Dios. Aquel que ama verdaderamente el Plan vela por él y sabe que todos los seres humanos son necesarios en el desarrollo del mismo. Por eso, se alegra del despertar de sus hermanos y vela para que ellos se desarrollen cada día más, sin importar que superen su grado evolutivo, porque lo importante es que se cumpla el Plan y no en quién se cumplirá. 

Si quieres amar al prójimo, ama a Dios y a Su Plan. En el descubrimiento de ese amor encontrarás el cuidado para con todos los Reinos de la Naturaleza, descubrirás que todo lo que fue creado tiene una finalidad espiritual de existir y que cada ser viviente, creado por Dios, tiene un papel único en Su Plan. Comprenderás la verdadera razón de la existencia de todas las cosas y, aunque no sepas explicarlo con la mente, podrás sentirlo con el corazón. 

Hijo, ama al Plan de Dios más que a ti mismo. Ama al Creador y déjate inundar por ese amor que trasciende un objeto o una criatura y se irradia a todo lo que fue creado. 

Comulga con la perfección de todas las cosas, pues velando por la evolución del prójimo y por el nacimiento del Cristo en tus hermanos es que un día descubrirás al Cristo Vivo en tu interior. 

Aquel que te enseña a vivir la Ley del Amor, 

San José Castísimo 

Jueves, 10 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Confía en los designios de Dios, porque Su Misericordia intenta alcanzar al máximo las consciencias; pero cuando los seres deciden aprender bajo las Leyes de la Justicia, al Creador no le queda otra alternativa sino ser justo.

La Justicia de Dios no es un castigo, es una oportunidad de reencontrar Su Voluntad, con base en los aprendizajes que colocan a las consciencias delante de una transformación inmediata. Y, así, los seres se ven frente a todo lo que, por Ley, necesitan vivir para aprender y despertar.

La Misericordia aplaca las Leyes de la Justicia e intenta ofrecer al planeta un aprendizaje basado en el amor, un despertar proveniente del perdón, del conocimiento de Dios y de la adhesión a Su Voluntad por el nacimiento de la fe.

Pero cuando la Misericordia no encuentra lugar para actuar en los corazones y cuando la purificación ciega los ojos de muchos y no les permite ver con claridad, solo la Justicia puede hacerlos reencontrar a Dios, siempre y cuando, delante de las consecuencias del descenso de la Justicia, las consciencias sepan comprender correctamente lo que viven.

Confía en la Sabiduría de Dios, porque ella no funciona con la misma lógica del pensamiento humano.

Sé que la Justicia hace sufrir a los corazones, y no digo que no sufras, porque también el corazón que sufre debe vivir su parte en este aprendizaje, que es de todos. Solo te digo, hijo, que además del sufrimiento y del temor que causa en los corazones esta Justicia, ten fe en que ella está amparada por la Sabiduría Divina y que, en otra vuelta de espiral de la evolución humana, lo que hoy te aflige será motivo de alegría y de crecimiento para todos.

Lleva la paz a tu corazón delante de la acción de la Justicia, porque en un futuro próximo, cuando ella se precipite sobre toda la consciencia planetaria, muchos no la comprenderán y la confundirán con castigo, perdiendo así la fe y la confianza en Dios.

Sé tú un ejemplo de fe y de confianza permanente en Dios, independientemente de que Sus designios estén a favor o en contra de lo que siente tu corazón humano.

Aquel que te ama siempre y te anima a seguir adelante,

San José Castísimo

Miércoles, 9 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros de Mi Casto Corazón:

El mundo aún agoniza y las primeras contracciones del parto planetario convulsionan a las almas y a los espíritus más frágiles, cuyas deudas para con Dios son mayores y, a veces, impagables.

Muchos están padeciendo espiritual y físicamente las secuelas de las acciones seculares que dejaron, en los éteres de la vida planetaria, muchos desequilibrios y muchas heridas. Las guerras y los conflictos de hoy, sobre todo en Medio Oriente y en África, son frutos de un odio y de un ansia del terror ya arraigados en la consciencia de ciertas naciones.

La falsa creencia de que, por la sumisión y por el sufrimiento, algunos pueden imponer sus propias ideas como verdades, quedó grabada en la consciencia profunda de ciertos espacios del planeta, y eso le da libre acceso y libre acción a las fuerzas del caos para que establezcan su reinado.

La única forma de equilibrar todo eso es la vivencia absoluta del amor y el triunfo de ese amor sobre las atrocidades, las torturas y los padecimientos.

Así como Cristo demostró Su unión con Dios por medio del perdón que entregó a los hombres que lo colocaron en la Cruz después de haberlo martirizado cuanto pudieron; así como demostró que Él estaba unido a la Verdad porque era capaz de vivir el amor sin necesidad de gloria ni de reconocimientos, de esta forma, hijos, deben vivir en este mundo.

La Verdad se demuestra en la vivencia del amor.

Está en la Verdad, no aquel que impone la propia voluntad y que por la manipulación concreta lo que quiere; está en la Verdad aquel que se mantiene en Dios y vive todas las pruebas dispuestas por la vida como oportunidad de vivir el amor y el perdón, humilde y dignamente, como Cristo.

Aquel que comprende la entrega de Jesús y Su transformación en Cristo no es el que proclama Su Nombre y repite Sus Palabras, es el que sigue Sus pasos y comulga con Él no solo para encontrar la paz, sino para fundirse con Cristo y estar en Él, eternamente.

Para equilibrar los males del mundo, ustedes tendrán que ser como Cristo. Tendrán que ser Nuevos Cristos renovados por la unión absoluta con el Hijo de Dios. En esta aspiración no está la ambición ni el orgullo, está la Verdad.

Orgullo, hijos, no es querer unirse a Cristo; es ignorar Su Verdad, es negar Su ejemplo y dudar de la Perfección de Dios, menospreciando el propio potencial como criaturas provenientes de la Consciencia Divina.

Sepan que la unión con Cristo no es fruto de los méritos personales ni del propio potencial, sino que es fruto de la Perfección de Dios, porque Él los creó con la posibilidad de vivir el amor desde el principio.

Su padre e instructor,

San José Castísimo

Martes, 8 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando la Voluntad de Dios se expresa en el cosmos, el Verbo Divino se transforma en principios creadores, llamados Rayos de la Creación. Esos Rayos se proyectan como luz sobre las consciencias manifestadas en las diferentes dimensiones y, a medida que descienden hasta las dimensiones más materiales, se subdividen en diferentes expresiones, cada una de acuerdo con las criaturas que las pueden recibir y vivir.

Cuando los Mensajeros Divinos llegan al mundo, unen las dimensiones, desde el Corazón de Dios hasta los niveles más densos de manifestación de la vida, y plasman, en todos los espacios de la consciencia humana y en todo lo que fue creado, la Voluntad Divina.

Cuando los instruimos en cada detalle de lo que deben hacer y cómo deben realizar esta Obra, estamos ofreciéndoles la Perfección de Dios y manifestando los Rayos que expresan Su Voluntad en todos los aspectos de esta, Su Obra en la materia, para que, por medio de los símbolos y de las palabras más simples, todo pueda expresar e irradiar una parte de la Consciencia Divina.

Ustedes tal vez no comprendan por qué les indicamos los pequeños detalles de todo. Es por eso que hoy les digo que es así como esta Obra se mantiene sagrada, porque la Consciencia de Dios está escondida en todo lo que ustedes expresan, y cada uno de esos detalles, aunque solo sea la disposición de un altar o de una página de internet, ayuda en la salvación de un alma, que será tocada por la vibración que los Rayos de Dios emanan, impresos en esos detalles.

Por eso, hijos, siéntanse manifestadores de la Voluntad Divina en todo lo que hacen; lleven el sentido de lo Sagrado a sus actividades materiales, porque de esta forma siempre permitirán que el Creador manifieste Su Voluntad en este planeta.

Ofrezcan a Dios todo lo que hacen y pregúntense siempre lo que Él espera expresar por intermedio de ustedes, porque, aunque eso les parezca muy distante de lo que realizan, del centro de todo lo que fue creado el Señor los observa y espera que pue­dan ser consciencias creadoras, tal como fueron pensadas originalmente.

Que así como los ángeles y arcángeles manifiestan universos y plasman la Voluntad de Dios creando las nuevas esencias que nacen en el cosmos, también ustedes puedan expresar esa Voluntad en todo lo que crean, en la materia y en el espíritu.

Les dejo Mi bendición para la manifestación de esta Sagrada Obra.

Aquel que expresaba la Voluntad de Dios, incluso en una carpintería,

San José Castísimo

Lunes, 7 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mientras muchos viven las guerras físicas y los conflictos que destruyen la vida por no encontrar la paz, otros viven las guerras espirituales e internas y los conflictos entre las propias convicciones materiales y los Planes de Dios para sus seres superiores. Esos conflictos muchas veces destruyen el alma y no le permiten que evolucione porque no encuentra la paz.

Hijos:

La purificación tanto en la materia como en el espíritu es inevitable, pero la forma como transcurrirá depende de cómo cada uno se coloque delante de ella.

En medio de una guerra, algunos escogen adherir a los conflictos y generar más guerras; otros son indiferentes y esperan que la violencia toque a la puerta de sus casas; en cambio, otros buscan la paz, aunque sea por un camino de trascendencia y consiguen encontrar la comprensión, el perdón y la fe, porque están en Dios.

Delante de una guerra interior entre lo que Dios espera de ustedes y lo que construyeron en sí mismos basados en lo que creían que deberían ser, pueden encontrar los mismos tres caminos de la guerra física: pueden entrar en conflicto con Dios y vivir un desgaste interno permanente, no aceptando la Voluntad del Padre y sin rendirse a Él; pueden ser indiferentes a esa Voluntad y, aunque no entren en conflicto con Ella, tampoco se rinden y creen que no están sufriendo, pero poco a poco hacen desaparecer el alma; o pueden buscar la paz, la comprensión, el perdón de sí mismos y, aceptando que los caminos trazados se basaron en el propio orgullo y en la ignorancia, renunciar a todos ellos y abrirse a comenzar de nuevo,  desde el punto que les sirve para encontrar la Voluntad de Dios, y no la propia.

Es así, hijos, que deben ser más conscientes de los momentos que viven y pensar siempre que esta es una situación planetaria, y no personal. La propia trascendencia y la renuncia de sí deben ser en pro de la evolución de este mundo.

No estén escapando siempre de su derrota solo por el miedo a la humillación y por la incapacidad de dejarse vencer; porque, sí, toda batalla es dolorosa, pero cuanto más rápido se permitan ser vencidos mayor será la paz que podrán vivir.

La humillación es una Gracia concedida a los valientes, que deben demostrar su coraje como un ejemplo semejante al del Hijo de Dios.

Si consideran que el camino de la transformación en Cristo es para ustedes, entonces, como primer paso, ríndanse a Dios, únanse a Él y déjense humillar para perder de una vez al viejo hombre basado en el orgullo y en el poder humano, para que viva en ustedes el nuevo hombre, que tiene como principio el vaciamiento de sí.

Aquel que los ama y los guía por el camino de la humildad,

San José Castísimo

Domingo, 6 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando la noche se precipite sobre la Tierra y la luz sea un recuerdo en los corazones que la conocieron, será solo la Fe la que guiará el camino de los perseverantes, que servirán de ejemplo para aquellos que estarán más perdidos.

La Misericordia Divina no debe ser solo una realidad durante los momentos de oración. Al principio, ustedes deben clamar por Misericordia, pero después, hijos, deben ser la propia manifestaciónde la Misericordia en el mundo.

Ustedes son hijos de la Divina Misericordia, porque solo el hecho de haber despertado a una realidad superior, estando en un mundo completamente dormido a la Verdad, ya les demuestra la acción de la Misericordia en sus vidas.

Ninguna criatura despierta a la vida del espíritu solo por mérito propio. Es necesario, sí, que acepten seguir este camino, pero él solo les es presentado por obra y Gracia de la Divina Misericordia.

La Misericordia camina de la mano con la humildad porque, para ser misericordioso es necesario trascender toda expectativa sobre alguien, sobre sí mismo y sobre el Plan de Dios, ya que un corazón misericordioso acoge al prójimo tal como él es y entrega a los que menos merecen todas las Gracias del Reino de Dios.

Aquellos que son misericordiosos perdonan, independientemente del mal que les hayan hecho, y se valen de la humildad para, antes de juzgar y condenar las acciones ajenas, reconocer sus propias miserias y cuántas veces también se equivocaron en su camino evolutivo.

Aquel que es misericordioso sabe que solo recibe la Divina Misericordia cuando la dona al mundo y, así, descubre la Gracia de buscar algo que no es para sí; descubre la dádiva de vivir en la Misericordia solo para ser misericordioso y ofrecerse a Dios como un canal Suyo en el mundo.

La Misericordia debe ser un estado interior de los autoconvocados, para que la mantengan dentro de sí, independientemente de las tinieblas que los rodeen.

El corazón misericordioso no necesita nada a cambio de su donación ni necesita condiciones favorables para prestar un servicio o para estar en unión con Dios, porque de tanto clamar, la Misericordia se volvió el estado natural de su ser.

Así como unos vivirán la Misericordia, otros vivirán la Fe, otros la Fraternidad, otros la Unidad, como estados permanentes del corazón. Así, aun en los tiempos en que se encuentren aparentemente solos, viviendo su prueba en este mundo, jamás dejarán de tener el auxilio de los Dones de Dios y la humanidad no sentirá carencia de la Presencia Divina, porque el Creador estará vivo dentro de aquellos que, por la oración y por el servicio, descubrieron la unión perfecta con Él.

Vivan los dones divinos. Clamen, pero también sean cada uno de los atributos de Dios.

Aquel que los ama y los guía,

San José Castísimo

Sábado, 5 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Sentir el dolor de Dios en el propio corazón es más que padecer por algunos instantes una incomodidad interior o física. Sentir el dolor de Dios en el propio corazón es asumir la filiación con el Altísimo y confirmarse como consciencia dispuesta a vivir Su Plan en este mundo, aunque esto signifique el padecimiento de la carne y de todo lo que constituye la materia humana planetaria.

Hijos:

La humanidad está tan distante de la aspiración de sentir el dolor de Dios en su corazón que, aquellos que se disponen a equilibrar los males generados en el mundo a lo largo de la existencia humana muchas veces padecerán no por castigo, sino porque la distancia entre la materia creada en el mundo y la verdadera esencia de lo que deben ser las criaturas de la Tierra, hace que esa materia sea densa y grosera y al ser transmutada, para generar el equilibrio correcto, cause dolor y desestabilización interior.

El Creador, con Su Pureza y Su Amor infinito, muchas veces se dispone, con Su Hijo, a transmutar Él mismo las situaciones planetarias, en la Divina Esperanza de que algún corazón humano llegue a ser un triunfo en el Reino de los Cielos.

Por Él haber creado a la humanidad y por haber colocado en esas pequeñas criaturas una unión especial con Su Divino Corazón, cada vez que los seres humanos se distancian del Propósito del Padre, Su Corazón sufre y recibe una espina de negación y de indiferencia para con la perfección que Él pensó para este mundo.

Una forma de impedir que Dios padezca es vivir todos los días, como puedan, los principios que Él pensó para la humanidad. Todo lo que los lleva a la vivencia del Amor Absoluto y de la Unidad con Dios y con el prójimo alivia el Corazón del Creador.

Por eso, queridos, no piensen que escapa a su control la capacidad de aliviar el Corazón de Dios, porque además de todas las ofrendas que hagan para padecer con Él, en nombre de la humanidad, ustedes también pueden actuar activamente por la fraternidad, por la caridad, por el amor, por la oración y, sobre todo, por el olvido de sí.

Este es el manual para los que quieren aliviar el Corazón de Dios.

Aquel que los ama y todos los días los conduce a la vivencia de los principios celestiales,

San José Castísimo

Viernes, 4 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ,TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A ​ LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hermana Lucía de Jesús: Estaba terminando de orar el Devocionario de San José y, antes de que Él apareciera, comencé a sentir un fuerte dolor en el corazón, algo que me quitaba la respiración y poco a poco iba perdiendo las fuerzas, pero no sabía lo que estaba sucediendo. Cuando Él fue aproximándose, ese dolor se intensificó. Era algo que me perturbaba no solo física sino también internamente, pues sentía una tristeza que no cabía dentro de mí y ya no podía orar ni pensar en nada.

San José solo me observaba y Me dijo que estaba haciéndome sentir un poco el dolor de Dios por la negación de un alma, para que pudiera comprender mejor lo que siente el Creador al observar el mundo, y para que mis oraciones pudieran profundizarse, como también la comprensión de que la negación de las almas para con Dios es algo más que la acción de una personalidad; es algo profundamente espiritual que hace padecer al Corazón de Dios. Él decía: “Eso es lo que Dios siente por un alma. Imagina lo que sentirá por todas las almas que lo niegan en el mundo entero”.

San José explicó que yo no vivía esa experiencia solo por mí,sino por todos los seres orantes del mundo que deben profundizasu contacto con Dios. Por eso, Él me pidió que hiciera este relato al transcribir el mensaje.Como no lograba escribir ni moverme, San José esperó en silencio alrededor de veinte minutos. Después, me pidió que, así como me sentía, escribiera el mensaje diario porque sería breve. Y dijo:

Hijo:
Siente en tu corazón el dolor de Dios, que no es de este mundo y que no se asemeja a nada de lo que puedas sentir naturalmente como ser humano.

Recibe con gratitud esta ofrenda y aprende así, en una pequeña medida, lo que siente el Creador con los desvíos de las almas de este mundo.

Aprende, hijo, con el dolor de Dios en tu corazón, a orar con verdadero amor, a clamar con verdadero temor de Dios, a invocar Su Misericordia, no solamente para aliviar a las criaturas de esta Tierra, sino, sobre todo, para que un Señor tan bondadoso y tan perfecto no tenga que padecer los dolores que le causan Sus hijos por la constante negación e indiferencia.

Si por el dolor que una única alma le causa al Corazón del Padre ya te falta el aire y sientes que perderás la vida, comprenderás entonces, hijo, cuánto padece el Creador por todas las almas del mundo.

Solo te pido que te ofrezcas a ti mismo para reparar la negación del mundo. Que tú no seas indiferente ante Dios. Ama como debes amar y entrega la vida sin condiciones. Aunque tu entrega te parezca poca o insignificante, podrás ayudar en el equilibrio que genera la salvación de muchas almas.

Lo que te hago sentir, que quede impreso en estas palabras y, más que conceptos e ideas, que la humanidad pueda recibir una experiencia.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

Jueves, 3 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Aun cuando el mundo se sumerja en el caos, únete al Corazón de Dios y permanece en él.

Aun cuando las influencias externas te lleven a la falta de concentración, a la distracción y a las energías capitales de la Tierra, únete al Corazón de Dios y permanece en él. Aunque parezca que no tienes fuerzas suficientes para responder al Plan, únete al Corazón de Dios y permanece en él.

Cuando las influencias del enemigo impregnan intensamente la mente humana, la mentira que él imprime en el mental colectivo puede convertirse en la verdad para muchos. Por eso, más allá de lo que puedas llegar a pensar y sentir sobre ti mismo, sobre los demás e, incluso, sobre los Planes de Dios, únete al Corazón de Dios y permanece en él.

Para llegar al Corazón de Dios, basta buscarlo y aspirar con sinceridad a estar en él, porque la unión entre el Creador y Sus criaturas es algo natural y original de los seres humanos. Todo aquello que te separa de Dios es fruto de tu ignorancia, de tu indiferencia o de la astucia del adversario que, por tu falta de persistencia y de valentía, convence a tu mente con muchas mentiras y engaños.

Nunca te sientas distante de Dios, porque eres tú el que se separa del Creador todos los días. Búscalo más allá de las dificultades, búscalo no solo cuando necesites de algún auxilio; búscalo también para agradecer, solo para unirte a Él, solo para crear un camino de unión con Dios en la consciencia humana, a fin de que otros puedan valerse de tu experiencia y encontrar, en su interior, la ligación absoluta con Dios.

Siente al Padre dentro de ti y cómo, misteriosamente, tú estás dentro de Él al mismo tiempo. Si un día no lo sintieras, porque Él te entregó la Gracia de la noche oscura que precede al amanecer del encuentro con Él, solo permanece en la quietud que da la certeza de que aunque estés ciego y a oscuras, Él está ahí; eres tú el que no puede verlo.

La fortaleza en Dios, hijo, será tu única seguridad, tu único sustento. Por eso, consolida ahora la fe en la Presencia del Creador dentro de ti y en la certeza de que Él guiará tus pasos, siempre y cuando seas obediente y humilde ante Él, y nunca te desamparará, siempre estará contigo, porque tú estarás con Él.

Dios siempre está presente y silencioso en los recintos más internos de tu mundo interior, en lo profundo de tu esencia. Eres tú quien debe recurrir a Él y llegar hasta ese espacio dentro
de ti, puro de corazón y humilde de espíritu.

A pesar de las influencias externas, a pesar de tu propia purificación, a pesar de la purificación de tus hermanos y del planeta, únete al Corazón de Dios y permanece en él.

Tu amigo de siempre,

San José Castísimo

Miércoles, 2 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ora y sirve por el equilibrio de este mundo y ya no esperes que los demás acompañen tus pasos. Abandona tus aspiraciones y tus planes de realización personal para la vida en este mundo.

Hijo:

Dios espera de ti más que un buen servidor. Le hablo a tu corazón, que escuchará estas palabras y sabrá que son pronunciadas directamente para él.

Aquel que está listo para dar un paso más, aunque le parezca que está más allá de sus posibilidades, sabrá que Yo lo llamo, directamente, a que no espere más para lanzarse sin miedo a su entrega.

Es a ti, hijo Mío, que estoy llamando, porque las cosas de este mundo ya no son para ti y no solo Me refiero al modo humano de vida común, sino también a la conducta natural de la humanidad; porque muchos piensan que el único gran paso que se da es el abandono de la propia vida material, de los compromisos con el mundo común, para consagrarse a la vida del espíritu. Pero hoy te digo, hijo, que te llamo para algo aún más profundo que esa primera entrega, que te impulsa a otros niveles de entrega aun mayores.

Yo te llamo a vivir en la Tierra como si no pertenecieras a ella, a trascender, con acciones cristalinas, la forma oscura de expresarse de la humanidad, conducta que se lleva adelante por las influencias de las fuerzas capitales que están alrededor de la Tierra.

Hoy te llamo a que estés más fuera de ti, a que solo pienses en este mundo con el propósito de atraer la Misericordia Divina, para que las almas despierten y puedan ser auxiliadas, para que la paz pueda reinar en los corazones o que al menos ellos la conozcan.

Hijo, Yo te llamo a tomar para ti el Propósito Divino, y aunque le cueste mucho a tus células, a tu mente y a tus emociones déjate guiar por los impulsos de tu alma y de tu espíritu y no seas guiado por tu imperfecta e ignorante personalidad.

Percibe cuánto sufre tu alma cuando cedes a los quereres de la mente y cuando tomas para ti aquellas aspiraciones mundanas de tu interior en purificación; aspiraciones que cada vez  enraízan tu consciencia en este mundo y te llenan de ti mismo, vaciándote de Dios. Deja de lado lo que te eleva y engrandece, falsamente, la insignificancia de tu ser planetario. Deja de lado lo que arraiga dentro de ti la vanidad, el orgullo y la soberbia disfrazados con buenas obras, a veces hasta espirituales.

Hijo, aun aquello que te resulta positivo, si te engrandece, no sirve más para ti, porque llegó la hora de que en ti habite solo Dios. Debes salir de esa morada y no tener propiedad sobre ella, porque el Señor tiene para ti un destino grandioso, aunque invisible a los ojos del mundo, un destino de victoria celestial y de humillación terrena, un destino de pérdida de todo y de
conquista de Cristo.

Abraza este nuevo camino, porque enseguida retornará tu Señor y querrá ver en ti el cumplimiento de estas palabras.

Tu padre y compañero,

San José Castísimo

Martes, 1 de marzo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIÁRIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando el corazón está ante la Enseñanza, en plena paz y con disposición para aprender y transformarse, puede comprender correctamente aquello que los Mensajeros Divinos están intentando transmitirle al mundo.

Hijos:

Colóquense ante Nuestras Palabras con humildad y sin juicios. No se consideren conocedores de la Verdad, cuando en realidad está oculta en las entrelíneas de lo que les decimos.

En la aparente simplicidad de todo lo que decimos se encuentra la Sabiduría de Dios, pero esa Sabiduría solo se revela a los puros y humildes de corazón. Es un estado que se vive cuando, ante lo que les entregamos, ustedes están con gratitud, con reverencia y vacíos de expectativas.

Siempre que esperen saber, sentir o vivir algo, ante de las instrucciones de Dios, por intermedio de Sus Mensajeros, ustedes querrán adaptar algo que es Divino a una realidad mediocre y material. Es como querer guardar el mar en un frasco de vidrio, que es la mente humana.

El mar del Conocimiento de Dios solo debe ser contemplado con el corazón. No podrán llevarlo consigo porque es infinito, pero mientras están ante él con simplicidad y con amor, podrán aprender y comprender muchas verdades que, en la ignorancia de la vida cotidiana, jamás encontrarían.

Esta es la llave que les traigo hoy, en este día santo en que la Madre del Mundo conmemora un año más de dádivas entregadas a la humanidad por medio de Sus santas palabras: humildad, gratitud y reverencia permanentes, para descubrir al Dios escondido en la simplicidad de Sus palabras.

Aquel que los ama y los guía,

San José Castísimo

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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