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Queridos hijos:
Busquen a Dios en sus corazones. Unan de nuevo los lazos de amor con Él para que sus almas estén en la paz. Vivan bajo la Luz de Cristo; encuentren el camino de conversión a Su lado. Así, sus pies caminarán al mismo paso que Su Sagrado Corazón.
No teman a los cambios; el mundo está en el ciclo de la Redención. Por eso, Mis pequeños hijos, no se alteren por las faltas cometidas contra Dios; busquen más bien unir sus almas con el Creador para que Su Mirada y Su Corazón les irradien Amor.
Hoy vengo a pedirles que recen con el corazón para que los Dones del Padre puedan hacerse visibles en todos ustedes. El Verdadero Amor es un Don de Dios al que siempre deberán corresponder para que la vida sea permeada por la Luz de los Cielos.
Queridos hijos, Yo los llamo con Mi Gran Corazón de Madre para que, en el día a día, ustedes puedan vivir en la reconciliación. El mundo ofende a Dios sin percibirlo. Por eso, queridos hijos, ustedes son llamados a irradiar paz. Sus corazones deben ser como el Mío: manantiales de paz para el mundo. Conviertan sus corazones en una fuente de vida para que, a través de la oración, ellos irradien los frutos que el amor les traerá.
Queridos hijos, agradezco por la respuesta de sus oraciones. Debemos continuar en oración porque todas las almas necesitan de conversión y de esperanza. Vivan en la ley de Mi Inmaculado Corazón.
Gracias por responder a Mi llamado.
En la paz del Corazón,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Ama a tu prójimo como te amas a ti mismo. Vive bajo la Ley del Amor. Camina sin pausa hacia el Reino del Señor. En confianza siente la Paz de Mi Corazón en tu corazón. Renuncia al pasado para poder vivir en lo nuevo.
Alegra tu alma cuando le cantes a Dios. Sonríe a la vida que te fue donada y entregada, vive el ejemplo de la humildad para la vida. Si tu corazón está cansado, recoge tu alma dentro de Mi Inmaculado Corazón. Si tu corazón está desanimado, escucha Mi voz que viene desde los Cielos. Aguarda con esperanza lo que después vendrá como Buena Nueva.
Escucha con atención la señal del Señor porque ya puede ser la hora de tu llamado y de tu despertar. Encuentra en la oración el momento para tu esmero, entrega y donación, así las almas sedientas de Dios se servirán de tu servicio. Acepta con gratitud los cambios en la vida; así comprenderás los misterios del plan divino universal.
Une tu corazón al corazón de cada hermano; sé un eslabón que forma parte de la gran cadena de la fraternidad. Imita a Jesús y vive cada día en Cristo Jesús para que puedas seguir desde cerca las huellas que deja Su Sagrado Corazón. Abraza con tu alma el nuevo tiempo, vive la Hora de la Paz en este momento.
Obra como digno hijo de Dios en la unidad de los corazones; no desvíes tu corazón del propósito para que él pueda ver siempre el camino. Supera con valentía las sombras que trae la vida de la transformación; recoge tu corazón dentro del Reino de la Redención. Permite sentir en tu vida el poder divino que rige a cada criatura; únete a la Omnipotencia de Dios.
Acerca tu vida al Señor, siente desde cerca el poder de Su Amor. Cuando alcances el vacío en todo, permitirás que la fuente llene la amplitud de tu corazón. Vuelve a nacer con alegría para que todos vivan bajo Mi Gracia.
Queridos hijos, hoy los llamo a la reflexión del corazón para que todos se unan al único principio de la vida, que es Dios.
Oremos por los que están en la ignorancia del corazón.
Paz para todos. Fe para cada corazón.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Al orar, no solo hallarán la fortaleza del corazón, sino también el despertar de los Dones del Espíritu Santo.
Queridos hijos, hoy vengo para invitarlos al despertar del Espíritu Santo en cada uno de sus corazones. Para vivir en este espíritu de la paz, el mismo que Me visitó a Mí y a los Apóstoles, ustedes, pequeños hijos, deben permitir que la oración hecha con el corazón pueda hacer descender esa Magnificencia de Dios. Así, queridos hijos, podrán ser impregnados por el espíritu de la paz mientras sus corazones oran Conmigo.
Queridos hijos, ya ha llegado el momento de que toda la humanidad se reconcilie con Dios a través de la unidad del corazón con el Espíritu Santo.
Amados hijos, lo que ayer parecía ser un misterio, Yo quiero que hoy sea una realidad para el mundo a través del camino sincero de la oración. Así, muchas almas que están dormidas podrán ser pulidas y moldeadas por el poder de este sabio Espíritu Santo de Dios.
El Señor los invita a la conversión del corazón y de la vida antes de que Su amada ley pase sobre el mundo. Vivan al Dios compasivo y amoroso en el día a día para que sus corazones sean colmados por Su Luz Divina e Interior. Un camino seguro para llegar hasta la presencia del espíritu de la paz es recorrer el camino de Cristo. El Maestro del Amor los llama para que ustedes, rindiendo sus corazones, puedan ser bendecidos por Su presencia universal.
Queridos hijos, muchos de los llamados “misterios divinos” se aproximarán hacia la humanidad como una última Gracia que provendrá desde los Cielos. El camino hacia la redención está abierto para cada uno de los corazones en el mundo. Lleguen hasta la fuente que quita la sed, y en vigilancia oremos por la paz en el mundo.
Gracias por responder a Mi llamado.
Los contempla desde el Inmaculado Corazón,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
¡Luz Eterna para la Tierra!
Amados hijos:
Que en sus corazones, el día de hoy comience delante de la presencia amadísima de Mi Hijo.
El Rey llegará para reinar de nuevo sobre la vida de todas las almas. Él saciará la sed del corazón y renovará la esperanza en todos aquellos que la han perdido.
Queridos hijos, hoy los llamo a presenciar el insondable manantial de vida y de salvación que viene a través de Mi Hijo, el Redentor. Vengan todos hacia Mi Corazón, queridos Míos, para que caminemos juntos en esta peregrinación hacia la conversión del corazón. La hora de la reconciliación está siendo entregada a cada uno de Mis hijos. Por eso, pequeños, vayan, en oración y en adoración, anunciando al mundo que el Redentor de almas está llegando con una Buena Nueva de Paz y de Misericordia.
Queridos hijos, la Gracia de Dios debe ser una vivencia para sus corazones. Así, queridos niños, ustedes llegarán a vislumbrar el camino hacia la consagración del corazón. Hoy les irradio Mi llama de la paz para que ella disipe el miedo de sus corazones. Vean llegar nuevamente a sus vidas a la Señora rodeada por el Sol para que esta señal restaure en el mundo lo que hasta ahora ha sido injusto para con Dios. Vengan a Mi encuentro para que Yo los ayude a reconciliar sus corazones con el Altísimo.
Mis amados hijos, la fuente y el manantial de Mi Paz y los de Mi Venerable Hijo Jesús están abiertos y en abundancia para todos los corazones. Comulguen de la presencia de Cristo para que Su Sagrado Corazón les muestre el camino nuevo a recorrer.
Queridos hijos, oremos con el corazón por la paz de todos los corazones solitarios.
Yo los guío por este camino hacia la verdadera paz.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
El Señor los bendiga, porque Mis Obras de Paz están dando frutos.
Mis queridos hijos, en este mes que se inicia los llamo a la meditación en los grupos de oración. Los llamo a un ejercicio de contemplación, el cual será conducido por la presencia del Corazón de Mi Hijo.
Queridos hijos, si buscan a Cristo sus corazones se alegrarán. Para vivir en la alegría del corazón, ustedes deben orar para que todo el mundo viva en paz.
Pequeños hijos, cada grupo de oración debe irradiar su semilla de paz para que ella brote a través de sus oraciones. Cuando ella brote, estará abierta para lo nuevo y en ella florecerá su primera vocación: la eterna oración. Queridos hijos, cuiden esta semilla de talentos y de frutos que se encuentra en cada uno de sus corazones.
Queridos Míos, repartan los frutos que ustedes están recibiendo a través de la oración y de la paz. Donen sus corazones en el nombre de la paz y, así, todos sus hermanos podrán ser permeados por la Gracia.
Hijos amados, en el momento de la oración grupal, sus corazones serán partícipes de un encuentro amoroso con Cristo. Para eso, pequeños hijos, Yo los invito a presenciar el Sagrado Corazón de Cristo para que Él los inspire en el camino hacia lo puro y lo sagrado. Cuando alcancen a vivir en Él, el alivio de todo dolor podrá llegar como un destello de Gracia Infinita. Yo los preparo para las Obras de Dios, obras en la oración y en la donación de sí. Así Yo estaré siguiendo cada uno de sus pasos.
Queridos hijos, Mi llamado es respondido con alegría por los hijos de Medjugorje y ahora está siendo respondido por todos los fieles de Brasil, Uruguay y Argentina. En cada nación, un don espiritual. En cada corazón, un camino a la redención.
Hijos, los conduzco por el camino de la fe; el Señor necesita de la vivencia de la paz en cada uno de sus corazones. Eso ayudará al mundo enfermo. Es hora de curar todo a través del verbo de la oración. En la oración se encuentra la salida para llegar al Reino de Dios.
Gracias por responder a Mi llamado.
Los adora,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Mis pequeños hijos:
Nunca olviden en estos tiempos el día de ayuno. El ayuno hecho con el corazón repara los sentimientos. El ayuno hecho con amor, disuelve los conflictos. El ayuno hecho con paz, les traerá más paz.
Queridos hijos, Yo los invité hace un tiempo a ayunar por la paz; hoy los invito al ayuno los sábados. El sábado será para ustedes la preparación de la vigilia con Mi Hijo: será el preparativo para la Nueva Pascua. El sábado es un día de especial oración por los que aún no se han convertido al Amor y a la Presencia Redentora de Mi Hijo Jesús. Por lo tanto, Mis pequeños, Yo los llamo a renovar los ejercicios espirituales a través de la donación y de la entrega a Dios. Cada alma sabrá qué es lo que podrá ofrecer a Dios para que así terminen el sufrimiento, la guerra y el dolor en el mundo.
Los días martes y los días sábado, queridos hijos, serán de especial Misericordia para los corazones que aspiran a responder al llamado de ayuno por la paz en la vida del mundo, la paz en las naciones, la paz en el propósito de los hombres, la paz en la humanidad y, en especial, por la paz de las almas del purgatorio, que también deben alcanzar la Gracia de la Paz.
Mis amados niños, la oración constante y verdadera y el ejercicio del ayuno socorrerán al mundo, que está en el abismo de la perdición. Queridos hijos, este ejercicio los conducirá por el camino de la consagración que cada uno de ustedes está haciendo, hacia Mi Inmaculado Corazón. El ayuno alivia el peso de las faltas que son cometidas al Sagrado Corazón de Cristo. Por eso, el ayuno repara –ante la Justicia Divina– las consecuencias de los hechos cometidos por la ceguera de la humanidad. Antes del retorno de Mi Hijo, Yo los invito al ayuno porque muchos corazones se han olvidado de cuán importante es esto para la vida del alma.
Queridos hijos, más allá del ayuno en sí, existe el misterio de las Gracias Celestiales que Yo les estoy mostrando a sus corazones. Así, Mis hijos, estarán compartiendo Conmigo la Gracia del Alivio para la vida de muchas almas que hoy viven sin el Amor de Dios. Los convido a estar Conmigo en ayuno y en oración, pues los corazones los necesitan.
Quien ayuna con el corazón donado y sin grandes sacrificios estará haciendo lo pedido y lo justo. Yo los invito a este sacrificio del corazón para ayudar a los Planes de Dios. Están todos Conmigo en Mi Corazón.
Gracias por responder a Mi llamado.
Los guía en oración,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Vayan camino al encuentro de Mi Hijo Glorificado. Él les dará todo el Amor de Su Bendito Corazón; Él los ama y los protege a pesar de todo.
Por eso, Mis muy queridos hijos, cada respuesta a la oración es una respuesta humilde a nuestro Padre Creador. Cada oración ejercitada con el sentimiento y con el corazón, irradiará pureza desde sus corazones. Ustedes, Mis hijos, son llamados para recorrer diariamente la senda de la vida de oración; allí encontrarán firmeza para las decisiones del corazón, así como sabiduría y claridad para la vida.
Hoy los invito a recorrer el camino de la devoción a Mi Inmaculado Corazón.
Queridos hijos, todas las almas del mundo aguardan recibir la señal del retorno pacífico de Mi Hijo. Por eso, queridos Míos, los invito a preparar, como misioneros, el corazón de todos los fieles a Mi Inmaculado Corazón a través del ejercicio vivo de la unión Conmigo en los grupos de oración.
Todos Mis hijos orantes deben renovar el ejercicio de oración mes a mes. Para eso los invito a meditar las palabras diarias que Yo les comunico a través de los mensajes. De esta manera, queridos hijos, estarán siendo guiados por la Luz de Mi Divino Corazón en los momentos de confirmación de cada uno de sus corazones. Todos los grupos de oración consagrados a la Madre Celestial deben llegar a expresarse como rosas preciosas de Mi jardín maternal. Así Yo recogeré las rosas una a una para ofrecerlas al Divino Padre como obra milagrosa de Su Divina Misericordia. Cada alma puede guardar con firmeza la esperanza en el corazón para poder donar la vida mediante la oración.
Queridos hijos, los acompaño en los pasos de la vida y en los pasos como orantes. Cada corazón podrá ver en el horizonte la Luz de la oración. Así cada alma perdida en este mundo recibirá la Gracia de la conversión del corazón. Si oran se convertirán. Si afirman sus pies en la oración, muchas Gracias podrán revelarse para la vida.
Queridos hijos, nunca pierdan la esperanza para que sus corazones siempre sonrían delante de la presencia de Mi Eterna Paz.
Los amo profundamente,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Hoy alegren sus corazones porque Yo puedo estar con sus almas, contemplándolas en la oración. Mis pequeños, sonrían a la vida que el Señor les entregó para que la donación y la entrega de ustedes sean preciosos presentes para Dios.
Queridos hijos, sigan el sendero hacia el jardín maternal de Mis Rosas para que, invadidos por Mi Paz, puedan tomar fuerza en cada día de oración. Cada oración, queridos Míos, debe ser un jardín de rosas creado por la voz de sus corazones. De esta manera, Mis pequeños, el mundo recibirá las Gracias que iluminan Mi Inmaculado Corazón.
Queridos hijos, en el día de ayer, Yo los invité a vivir en la Fe del corazón. Hoy los llamo a dar los pasos hacia Mi Hijo para que sus corazones encuentren un reposo seguro dentro de Su Santísimo Corazón.
Mis pequeños niños, estoy con cada corazón para señalarle el camino hacia los Cielos. Vean a diario la Luz de sus corazones como almas orantes.
Queridos hijos, ayuden a sus hermanos para que ellos alcancen la paz. Mi Paz es divina, y vengo hacia ustedes a diario para derramarla sobre el mundo.
A través de Mi voz diaria les estoy trayendo la presencia del Reino de Dios. Por eso, pequeños hijos, vivan en la aspiración de poder estar en el Reino de los Cielos, y esto comienza a través de la oración. Vivan el paraíso de Dios en cada uno de sus corazones para que el camino del peregrino pueda ser construido basado en la vida de oración.
Queridos hijos, los amparo perpetuamente, los aguardo en oración diariamente y los llamo a través de la Luz de Mi Inmaculado Corazón.
Gracias por responder al llamado de la difusión de los Planes de Dios; el mundo necesita vivir en paz.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Recojan las Gracias que Mi Corazón ha derramado a sus pies.
Una Gracia Especial es el encuentro verdadero de cada uno de ustedes con la Fe. Hoy los invito a presenciar la llama de Mi Fe para que en las oraciones sus almas puedan reconocer Mi Paz.
El camino de la Fe, queridos hijos, se construye a través de la confianza plena en Dios. Esta Fe, que es Divina, les dará fuerza para superar las pruebas y los desafíos de la vida. La Fe los preparará para el tiempo que llegará para la humanidad.
Por eso, Mis pequeños niños, los llamo a contemplar la Fe del corazón, la cual reside en cada uno de ustedes.
Queridos hijos, esta señal celestial de la Fe los conducirá hasta la presencia de Mi Hijo. Recuerden, hijitos, que Yo, la Señora de la Fe, los llevaré de la mano hasta el trono de Mi Padre.
Queridos Míos, en el encuentro con la Fe todos podrán fortalecer la Luz de sus corazones. La Fe es el escudo protector en estos tiempos. Por eso, queridos hijos, Yo los acompañaré por este camino de peregrinación hacia el encuentro con Mi Hijo, el Redentor.
Si supieran cuán importante es vivir en la Fe del corazón descubrirían la pureza de ese corazón. La Fe los prepara para el camino de las intenciones puras del corazón y eso comienza a través del ejercicio de la oración. La oración les traerá claridad para la vida. La oración les despertará la paz.
Ahora, Mis pequeños hijos, ustedes ya son caminantes y buscadores de la Fe. Yo los invito a imitar Mi camino como Guardiana de la Fe, como la Madre Fiel para cada corazón.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
La Madre Divina anunció que el mensaje dado durante Su Aparición del día 27 de Enero a las 10.00 en la Colina de las Apariciones, Comunidad Figueira, Carmo da Cachoeira, Minas Gerais, Brasil, correspondería al Mensaje Diario.
Con cantos y oraciones se preparó la llegada de la Madre Celestial. Pocos minutos después de la Aparición comenzó la transmisión de Su Mensaje.
Fray Elías transmite las palabras de la Madre Divina.
Fray Elías: La Madre Divina dice:
Queridos hijos:
Vengo a darles las Gracias por los días compartidos. Será necesario orar para comprender Mi mensaje. Hoy Yo los busco dentro de Mi Corazón, lugar donde siempre ustedes deberán estar para poder vivir en el Señor.
No se preocupen, queridos hijos, si no comprenden Mis palabras, estas serán traducidas en diferentes lenguas para que todos puedan comprender Mi mensaje, el mismo que hoy Yo estoy haciendo brotar.
Queridos hijos, sientan el descanso en Mí; Yo estoy entre ustedes, compartiendo este momento de oración con todos. El Señor me ha encomendado que ustedes sigan orando.
Saben, queridos hijos, que esto es necesario, así el mundo se podrá reparar cuando todos confíen en Mi llamado y cumplan con lo que Yo les digo. Es tan simple, queridos Míos, ayunar y orar. Eso podrá ayudar al mundo.
Cada uno sabe lo que puede dar sin hacer grandes sacrificios, pero sí grandes entregas; el Señor verá esto como una oferta para Su Corazón.
Hoy he venido queridos hijos, para que se reúnan en oración, cada uno en su lugar de residencia a las 13.00. Oren las 150 cuentas del Ave María, en honor a la Anunciación. Intenten descubrir Mi mensaje, el que ya fue escrito y fue dicho. En esa hora muchas almas podrán ser reparadas por Mi Inmaculado Corazón y todos los conflictos que se encuentran en sus corazones, podrán disolverse. Quien confíe en esta Gracia la recibirá.
Así Yo les podré dar luz para el camino y podrán encontrar la fraternidad, que en este tiempo deben vivir para que el mundo alcance la paz. Es necesario rendirse a los Cielos, para encontrar el llamado y descubrir la tarea divina. Cada uno tiene un don para despertar, Yo ya se los he dicho.
Por eso, queridos hijos, saben que no pueden perder tiempo; es hora de actuar con el corazón y es hora de dejar atrás los conflictos. Así, sus familias podrán ser colmadas por Mi Espíritu, Mi Espíritu de Paz y esa misma presencia de Mi Inmaculado Corazón podrá llegar a todos.
Queridos hijos, Yo los necesito fuertes en la confianza y en la sinceridad de sus corazones para con Dios. Muchos misterios se irán revelando para este último tiempo, en especial para todos aquellos hijos que quieran descubrir Mis señales en la oración. Relean Mis palabras diariamente, es necesario contemplar Mi misterio, el cual Yo les estoy trayendo en este momento.
Les agradezco por la paciencia infinita del corazón, por intentar vivir en la paz. Recuerden primero irradiarla desde vuestros corazones, para que Yo pueda estar con ustedes. Así esa paz podrá irradiarse en vuestras palabras y en vuestras acciones, y así todo será impregnado por Mi Luz y podrán encontrar el nuevo camino hacia el Señor que Yo les estoy haciendo descubrir. De esta forma estarán en la puerta de Su Misericordia y las faltas se redimirán, para todos los que quieran vivirlo.
Es necesario queridos hijos, tener un corazón transparente, libre de manchas y de faltas, para que Mi Pureza los pueda ayudar. Si descansan sobre Mi manto, todo podrá pasar y muchas almas podrán salvarse a través de sus ejemplos. No pierdan en este tiempo, ni un minuto sin estar en Mí, para que Yo los pueda llevar hasta Mi Hijo, quien los aguarda con alegría.
Queridos hijos, Yo los amo y los amparo.
Para el próximo mes un nuevo paso vendrá, y en poco tiempo lo sabrán.
¿Ustedes estarán dispuestos a acompañarme?
Mi Sol Universal está entre ustedes acompañando vuestros corazones. Los necesito junto a Mí, para que les pueda mostrar el camino. Recuerden unirse Conmigo en oración.
Que la bendición de esta agua1, sea el bautismo para vuestros corazones, los libre de las manchas y les purifique el corazón. Gracias por responder a Mi llamado.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
1 Se refiere al agua de lluvia que caía con más fuerza en ese momento.
El mensaje para este día, por pedido de la Madre Divina, corresponde a la Aparición del día 27 de Enero de 2012.
Ver aparición del día 27 de Enero de 2012 en Comunidad Figueira, Brasil.
Queridos hijos:
Yo solo busco entre ustedes la unión de sus corazones con Dios. Yo los estoy llamando al despertar del Amor Verdadero por Mi Hijo.
Queridos hijos, sus oraciones los unirán con Él y de esta manera ustedes estarán preparando la venida de Cristo desde las Alturas. Pero para eso, queridos Míos, mucho aún deberá pasar. Para que el Padre Dios les envíe de nuevo a Su amado Hijo, primeramente deberá ocurrir la redención de los corazones.
Mis pequeños, Yo estoy aquí entre sus corazones para invitarlos a la poderosa oración que debe ser hecha con el corazón. Así, pequeños hijos, ustedes prepararán sus almas para cuando el nuevo espíritu de la paz llegue renovado como auxilio para muchos corazones.
Queridos hijos, Yo los abrazo fuerte y los elevo hacia el Reino de Mi Paz para que sus dudas y sus sufrimientos sean colmados por el Amor de Mi Inmaculado Corazón. Para sus vidas y la vida de todas las almas llegará la sabiduría que será necesaria para ordenar de nuevo al mundo que parece perdido.
Por eso, queridos hijos, los preparo en la oración y en el amor para cuando la Luz de la Paz vuelva a emerger desde las profundidades de los Cielos. Nunca olviden, Mis pequeños hijos, de proclamar la fe en sus corazones, fe que deberá ser el escudo que los separe de toda tentación.
Queridos Míos, estoy acompañándolos en esta nueva escuela de oración. Guarden en sus corazones Mi Paz, pues Yo vengo hacia ustedes para que alegren sus corazones por todas las bendiciones recibidas día a día. No teman, queridos hijos, Yo estoy con ustedes.
Gracias por responder a Mi llamado.
Mi Paz en la paz de sus corazones.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
El mensaje para este día, por pedido de la Madre Divina, corresponde a la Aparición del día 25 de Enero de 2012.
Ver aparición del día 25 de Enero de 2012 en Comunidad Figueira, Brasil.
En el día de ayer, 24 de Enero, mientras un pequeño grupo oraba a la Madre Divina, Ella apareció y dijo:
"Queridos hijos, mañana (días 25 de Enero) apareceré a la hora 7.15, después del estudio, para dar los buenos días a todos Mis hijos y a todos los residentes de Mi Comunidad Figueira, después de tantos meses".
Así, Ella anunciaba e invitaba a todos los presentes en la Comunidad a participar de esta aparición extraordinaria. Comunicó también, que esa Aparición correspondería al Mensaje Diario para ese día.
Después del estudio con Trigueirinho en el Auditorio de F21, comenzó la oración de preparación para la llegada de la Madre Divina.
Minutos más tarde se hizo silencio, se escucharon las campanas y “Momento de Aparición, contemplemos con el corazón.”
Se instaló un profundo y estático silencio, hasta que Fray Elías comenzó a transmitir las palabras de la Madre Divina:
Fray Elías: La Madre Divina dice:
Mensaje para el día 25 de enero de 2012:
Queridos hijos: Yo les doy los buenos días a sus corazones. Mis planes de Paz siguen su curso, cuento con la colaboración de todos ustedes a través de las oraciones. El Señor me ha concedido venir durante esta mañana, para presenciar sus corazones, para que Yo les donara Mi Paz y Mi Amor.
Quiero que ya no aflijan más sus corazones, que sigan Mi camino, que confíen en Mí y que se lancen hacia dentro de Mi Corazón donde estarán protegidos.
Queridos hijos: debemos seguir obrando por la paz, el planeta lo necesita y sus corazones también. Aún no ha pasado todo, por eso deberemos orar, para fortalecer el corazón y el alma en esta última hora. Hoy derramo Mis Gracias especiales para todos aquellos que las quieran recibir.
Queridos Míos: sientan confianza en Mí, Yo estoy con ustedes al lado de sus caminos. Aguarden en paz la venida de lo nuevo; en poco tiempo comprenderán lo que Yo les digo. En esta última hora todo cambiara, por eso, queridos hijos, deberán estar abiertos para recibirlo. Esto es algo que hoy no podré decir, pero que sus corazones irán sintiendo momento a momento.
Queridos hijos: no entristezcan sus corazones, porque así estarán colaborando con el enemigo. Deben abrirlos para la paz, para el llamado de Mi Paz. Cuando ustedes vivan la paz, el mundo tendrá paz y todo acabará pronto. Como hace siglos, Yo estoy entre ustedes acompañándolos.
Pequeños niños: reciban Mi Corazón con humildad, Yo vengo a este encuentro para amarlos y para protegerlos, para que consagren sus vidas al Señor, cada cual en su lugar y en su hora. La venida del Nuevo Espíritu, del cual Yo ya he hablado, será para este fin de tiempo, por eso deberemos orar para que Él venga y los envuelva, los pueda proteger y traer la paz.
Queridos hijos: ¡ya no pierdan tiempo! Es hora de hacer brotar los dones que el Señor les ha entregado, por eso los necesito fuertes y donados en absoluto. No guarden ningún resentimiento en sus corazones, porque el Señor está en la hora de Su juicio. Los velos del mundo caerán y muchos se sorprenderán.
Por eso, queridos hijos, vengo a anunciarles Mi Paz, para que la puedan vivir e irradiar a sus hermanos. Han pasado muchos meses sin tener aparición en esta región, pero sepan que Mi Corazón ha permanecido aquí, como en Aurora2. Nada está separado para la ley del Señor; el mundo deberá vivir su lección de humildad para poder reconciliarse con Dios y así, nacerá lo nuevo.
Vengo como la Madre de todos, para anunciarles la llegada de Mi Hijo, el que tocará la puerta de sus corazones. Deberán estar preparados, Mis pequeños, por que Él lo hará sin que ustedes lo sepan. La voz del Señor se escuchará en muchos corazones, que para este tiempo de conflictos y de guerras, sentirán la paz.
Recuerden, queridos hijos, que todo es por amor al Señor, todo lo que sucede es por el bien de todos. Pero cada uno aprende, cosechando lo que siembra. Es hora de dar el fruto que está guardado, por eso Yo los invito, Mis pequeños, a que lo hagan ahora y que no teman, porque Yo allí estaré. Sientan Mi Paz en este momento, todo es perfecto para el Señor y el Universo desde el cual Yo vengo.
Agradezco la espera de todos ustedes durante todo este tiempo; por eso el Señor me ha concedido la Gracia de estar en Febrero de nuevo aquí, entre ustedes y sus hermanos.
Mis queridos hijos: Mi mensaje no es solo para ustedes, sino también para los que no están aquí y que necesitan de Dios. Ustedes, Mis pequeños, ya lo han encontrado. Ahora ya es hora de que abran la puerta para sus demás hermanos, que necesitan del Altísimo y que necesitan de Mi Paz. Ustedes son los precursores de Mi mensaje, el cual debe ser donado con amor y sin interferencias. Así, queridos hijos, estarán trabajando junto Conmigo como pequeños obreros de Dios.
Gracias por responder a Mi llamado.
Reciban la Gracia de Mi Paz.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
1 F2: Una de las áreas de la Comunidad-Luz Figueira.
2 Región ubicada en el norte del Departamento de Paysandú, Uruguay.
Queridos hijos:
Con alegría preparo Mi inmaculado Corazón para los días 25 y 26 de este mes, momentos en que Yo apareceré para toda la nación de Brasil. El Señor les estará concediendo, en esos días, la Gracia especial del perdón y de la conversión del corazón. Todo esto comenzará, queridos hijos, con la práctica de la oración diaria. De esta forma, pequeños niños, más Gracias serán derramadas en varias naciones que están nece-sitadas de paz. Mi llamado a la paz es para toda la humanidad. Pero este estado de paz, primeramente deberá comenzar en lo profundo de sus corazones.
Alegren sus corazones en este día, Mis queridos hijos; brillen como las estrellas en una perpetua oración para el mundo y por todas las almas. Ustedes saben que Yo he aparecido a muchos corazones y en diferentes tiempos del mundo; hoy estoy llegando de nuevo al mundo y desde los Cielos a través de distintas pero unidas apariciones. Mi Corazón quiere permear a todos los hijos, porque Mi reclamo a todos ustedes es el llamado de atención a la tarea diaria de la oración.
Queridos hijos, sus corazones están a tiempo de convertir el dolor en alegría y el sufrimiento en donación para Dios. Sus esfuerzos como almas entregadas a la Voluntad del Supremo los ayudarán en la transformación real de sus corazones. Amen la Voluntad Divina. Amen la Voluntad Infinita que viene desde nuestro Padre Celestial.
Pequeños niños, hoy los invito a preparar sus corazones para el encuentro Conmigo en este mes. La alegría y la gratitud serán las llaves que abrirán las puertas para lo nuevo.
Queridos hijos, Dios Padre bondadoso Me concedió la Gracia de que nos encontremos en Figueira los días 25 y 26 del próximo mes de febrero. Allí, Mi Inmaculado Corazón les dará la paz a través de Mi voz.
Estamos en tiempo de Redención, Mis pequeños niños. Sus corazones no podrán perder el llamado que Yo hago a cada corazón.
El mundo podrá vivir en paz cuando todas las almas busquen a diario la oración. Así Mi Inmaculada Paz será vida y esperanza para muchos.
Gracias por responder a Mi llamado.
Escucho sus oraciones.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Recuerden con humildad que Yo soy la Madre Universal de todos sus corazones y que comparto en especial el camino con ustedes a través de la oración.
En estos tiempos, encontrarán fuerza y amparo para cada una de sus vidas en el espíritu de la oración que los llevará por el correcto camino al encuentro con Mi Hijo, el Redentor de almas. Por eso, hoy Yo los invito a reencontrar el Corazón Bondadoso de Mi Hijo en la oración. Así podrán sentir las Misericordias que serán derramadas desde Su Amadísimo Corazón sobre cada uno de ustedes.
Queridos hijos, mientras muchas almas caminan en la desesperación por la falta de Luz y de Paz, Yo los llamo a la conversión mediante la oración. Los necesito, como siervos fieles a Mi llamado, porque cada momento de oración podrá salvar un alma que está perdida.
Mis pequeños hijos, el mundo está en el ápice de su propia prueba y el tiempo de las abundancias humanas está acabando. Si las almas no se convierten por Mi llamado a la paz y a la conversión del corazón, ¿qué más podrán hacer los Cielos?
Dios Padre los ama profundamente y los contempla desde las Alturas.
Queridos hijos, el mundo está en emergencia como Tierra y por las almas que viven sobre él. Por eso, no pierdan ni un momento de la vida sin estar colmados por el fuego de la oración. Yo quiero hacerles reconocer la nueva venida del Espíritu Santo que tocará a algunos corazones.
Las almas necesitan de la oración de todos ustedes para que ellas tengan ánimo de orar, necesitan de un Amor Divino y sincero para que vuelvan a confiar. El mundo también necesita de oración para que la Misericordia sea una realidad para todos los corazones.
Amados hijos, Yo soy verdadera con cada uno de sus corazones. Este es Mi último llamado a la consciencia. Dios Me ha concedido la Gracia de la Fe para todos aquellos que Me escuchen. Podrán sentirme en lo profundo de sus corazones. Allí Yo estaré.
Gracias por responder a Mi llamado.
Paz para todos. ¡Paz!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Todos ustedes y todas las almas necesitan vivir en la oración. El mundo, como corazón dolorido, les pide la Luz de sus oraciones. Mi Inmaculado Corazón los ayudará cuando, en confianza, ustedes caminen por el sendero de Mi Amor.
Queridos hijos, a todos los tengo presentes en Mis oraciones y pido a nuestro Altísimo Padre que las Gracias puedan ser derramadas sobre los corazones que están distantes de Dios. Vivan a diario en el Amor del Padre Celestial, Mis niños; confíen plenamente en Sus designios. Yo vengo a sus corazones para invitarlos a contemplar uno de Sus Designios: la Paz.
Pequeños Míos, la oración es el escudo que los protegerá contra el mal del mundo. Mi Luz Glorificada debe descender sobre todas las criaturas. Yo aguardo la alianza de todos ustedes con la oración restauradora para cada uno de sus corazones.
Mis amados hijos, los llamo a construir con la oración las torres que están en los Cielos para que ellas desciendan sobre la Tierra. Así, el Reino de la Paz será más vivo para las almas que con sinceridad y amor Me busquen.
Queridos hijos, no teman por la transformación y por la conversión diaria de sus corazones; el Señor quiere hacer nacer Su Tierra Prometida en todas las criaturas. Yo estoy a diario con cada uno de ustedes. Los contemplo en Mi oración. Los busco en Mi adoración a Dios. Los espero en oración.
Los Amo.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Plena es Mi Gracia para todos los corazones.
Despierten la paz en sus corazones. Comulguen a diario de la presencia redentora de Mi Hijo. Aguarden en paz Su retorno desde las nubes. Ofrezcan a Dios toda donación que irradie el corazón. Encuentren fortaleza en la oración para que ella les ilumine el camino.
Queridos hijos:
En la alianza con Cristo, emblema de amor que brota de sus corazones, existe el amor que ustedes deberán buscar para que el espíritu sea permeado por la Misericordia de Mi Hijo. Eleven sus plegarias hasta el trono de Dios, queridos hijos, para que los oídos celestiales del Padre escuchen el llamado de todos sus hijos. Así cada uno de sus corazones estará obrando por amor a la conversión verdadera de la vida, y en esos momentos estarán liberando la culpa que tal vez pueda sentir algún corazón. La falta hacia Dios no es lo grave; lo importante para el alma que ha errado es el retorno hacia Su Corazón.
Toda la vida del mundo es un aprendizaje; ya ha llegado el tiempo de redimir el pasado.
Queridos Míos, amen a Dios. Él los espera todos los días como Sus dignos hijos. El Amor Universal de nuestro Padre abre las puertas para la Luz que vendrá. Para que Mi Inmaculado Corazón triunfe en el mundo y en las almas, la adoración a Mi Hijo Glorificado les permitirá disolver el sufrimiento en muchos corazones perdidos. Todo rescate comienza en la apertura interior del corazón; de esta manera, queridos hijos, el Señor contemplará a cada uno de ustedes como almas.
Sus corazones y el corazón de todos Mis hijos deberán reconciliarse con Dios; Sus Prodigios de Paz y de Conversión aguardan ser derramados desde Mis manos de Amor. Yo los ayudaré a encontrar el camino.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Es así, siempre orando, como cada una de sus almas debe estar, impregnada por la Luz de Mi Corazón.
Día a día, caminando en la confianza en Dios y en Su victoriosa Voluntad, todos ustedes, Mis pequeños, podrán encontrar la paz, porque amando se encuentra la paz y donándose se halla la paz en cada interior.
Queridos hijos, como la humanidad continúa ofendiendo los preceptos de Dios, Yo los invito a realizar y contemplar la oración del corazón. Así sus corazones podrán limpiarse de todo resto de dolor y el mundo será conducido hacia un nuevo rumbo de paz.
El Señor conoce el grado de sus debilidades y de sus imperfecciones; Yo les digo que no teman por eso. Ya llegó la hora de la conversión de las faltas y esto comenzará a partir de la entrega de toda circunstancia interior.
Mis pequeños, la hora de la transformación está llegando para todos Mis hijos. Por eso, pequeños niños, les estoy enseñando cómo deberán dar los primeros pasos en la reconciliación con Dios. Que nadie perturbe su vida si aún le debe mucho a Dios.
Por eso, queridos hijos, el verdadero Juicio comenzará con la renuncia a sus faltas. Si han ofendido por alguna razón a Dios, les digo que caminen hacia Mí para que Yo los presente delante de Mi Hijo. Todo ya fue dado a la humanidad; por eso Yo vengo desde los Cielos trayéndoles Mi Paz Eterna.
Deberán dejar morir todo el pasado para que ya nazca la nueva alma que el Señor espera. Vivan perpetuamente en la Gracia de la Paz. La paz puede curar la vida. La paz brota desde los corazones valientes.
Yo los acompaño desde cerca.
Los protegeré.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Acepten con alegría el retorno de Mi Hijo. Enciendan con la oración la Luz de sus corazones. Así ustedes podrán ver nacer el nuevo mundo dentro de este mundo. Esperen en el silencio la venida de Mi Hijo y recojan sus almas en lo profundo de Su Santísimo Corazón. Todos son invitados, día a día, a la cena con Él para que sus corazones recuerden la alianza divina que una vez fue hecha.
Hoy, todos son llamados a la reconciliación con la vida; Mi Reinado de la Paz les trae los Cielos, la oración, la conversión y ahora la unión definitiva entre las almas y Dios. Por eso, Mis pequeños hijos, la oración los amparará delante de los cambios que acontecerán en el mundo. La oración les despertará el verdadero camino de la fe que cada uno de Mis hijos deberá comenzar a recorrer. Para ello Yo estoy aquí entre ustedes y en sus corazones para darles a conocer el Amor Inmaculado de Mi Corazón.
Queridos hijos, orando preparamos el corazón para lo nuevo y abrimos las puertas para que los ángeles asistan con Su amor al mundo. Reverenciemos al Creador, comulguemos con Él a través de la Presencia Misericordiosa de Mi Hijo.
Yo los guío.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más