Mensaje semanal de la Virgen María, Rosa de la Paz, transmitido en Fátima, Portugal, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús

Queridos y apreciados hijos:

Mientras la humanidad atraviesa su más profunda noche oscura y muchos ya no consiguen ver la Luz en sus caminos, Yo los llamo a tener gratitud por todo lo que recibieron del Cielo.

Mientras las muertes y los exterminios dilaceran el Corazón de Dios por los inocentes y, principalmente, por los niños que mueren; Yo los llamo, hijos, a valorar en lo más profundo todo lo que recibieron del Cielo.

Mientras muchos de Mis hijos sustituyen la vida de la familia, del amor y de la unidad por las modernidades; Yo los llamo, hijos, a reverenciar todas las instrucciones y enseñanzas que recibieron.

Mientras el mundo, en su mayor parte, vive desastres de la naturaleza porque no escucha el dolor de la Madre Tierra y muchos hijos pierden todo lo que les costó construir en su vida entera; Yo los llamo, hijos, a agradecer día y noche que aún tengan una casa donde poder vivir y reposar, una Comunidad en donde poder estar sin preocuparse de tener que trabajar para sobrevivir.

Mientras el hambre, la enfermedad y el destierro forzado golpean a millones de hijos en el mundo; Yo los llamo, hijos, a conscientizarse de la Ley de la Providencia y de la Manifestación.

Queridos hijos, en la desigualdad que vive el mundo, Yo los llamo a ser iguales.

En los excesos y las ambiciones que viven las almas, Yo los invito a la austeridad equilibrada.

En la falta de diálogo y en el agravamiento de la violencia en el mundo; Yo los llamo al diálogo, a la escucha y al respeto del prójimo.

En la ceguera espiritual en la que muchos están sumergidos y en la resistencia que muchos sostienen, inclusive los que dicen seguir Nuestros Pasos; Yo los llamo a la apertura del corazón y al arrepentimiento.

Si ustedes, hijos, consideran al menos cada una de Mis Palabras; Yo les aseguro que Me ayudarán a que el mundo recupere la paz y la comunión con la Ley.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Que la esperanza de Jesús colme sus corazones y que, a través de esta luminosa esperanza que proviene de Cristo, las almas reencuentren el sentido primordial de vivir en Dios y en Sus Sagrados Mandamientos.

La vida divina es regida por Leyes y es a través de la actuación de las Leyes de Dios que el equilibrio perfecto se manifiesta y todo lo que está bajo la Ley Mayor permanece en armonía.

Les digo esto, queridos hijos, para que aprendan a distinguir cuándo están en comunión con la Ley y cuándo no lo están, y esto sucederá a través de su libre albedrío. Es así que el alma sabe cuándo camina en rectitud o cuándo está desviada de su Propósito.

En estos tiempos de grandes desafíos y de situaciones impredecibles, estar bajo la Ley amparará y protegerá cada uno de sus pasos porque, ante las amenazas del mundo y de la vida, buscar, estar y permanecer en la Ley permitirá que ciertos acontecimientos no se precipiten.

Ustedes, Mis hijos, a través del escenario del planeta, pueden ver con sus propios ojos cuánto la humanidad y la vida de Mis hijos están fuera de la Ley.

Por eso, a los que son más conscientes y que tuvieron la Gracia de ser tocados por la Palabra de los Sagrados Corazones les corresponderá realizar el mayor esfuerzo de estar en la Ley y de practicarla por todos los que la transgreden o la niegan.

Por este motivo, Yo les hablé el sábado pasado sobre la obediencia, porque Mi Hijo Me lo pidió para que sus consciencias tengan presente que en estos últimos Mensajes que Yo les estoy entregando están las últimas llaves para que sus vidas sean un verdadero espejo del Cielo en la Tierra a través de la comunión con las Leyes de Dios. Muchos necesitarán de esto.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

La obediencia a Dios nunca puede ser forzada.

En Mi ejemplo de Mujer y Madre en la Tierra, ante el Llamado interno de Dios, a través de la presencia del Arcángel Gabriel, nunca dudé ni cuestioné; porque Dios, con Su Obediencia, había inundado Mi Alma, Mi Vida y Mi Corazón.

Por eso, hijos, una vez le expresé al Padre Eterno: “Hágase en Mí según Tu Palabra”, porque en la verdadera Palabra de Dios el alma encuentra el sentido espiritual de servir a Dios sin excepciones.

Por eso, la obediencia a Dios nunca podría comprenderse como una regla severa o una imposición, porque es una Ley que libera al alma de la condición humana.

En la obediencia está la esencia de la paz y en la paz está la expresión auténtica del amor del corazón.

Hijos, a lo largo de los tiempos, la humanidad tergiversó el concepto de obediencia; porque en la obediencia está la protección de uno mismo, de todo lo que el alma pueda vivir en la Tierra.

La obediencia es el pilar fundamental de la unidad. Por eso, cuando el alma no obedece, destruye la unidad que debe generarse en este mundo para que se concrete el Plan de Dios.

Pero no se puede vivir la obediencia como un camino obligado a cumplirse, porque en la obediencia está la Mirada Paternal de Dios; porque en esa sagrada obediencia, Dios deposita Sus más preciadas aspiraciones.

Cuando se desobedece, el alma pierde la Gracia de vivir su propia liberación, de ser desterrada de sus propias amarras.

Hoy, hijos amados, los invito a pensar en la obediencia de María.

Estoy aquí para enseñarles, por pedido de Mi Hijo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Esclava del Señor

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Como su Madre que los ama y los ampara, Soy Quien los guía hasta Jesús para que, en Jesús que es Amor, Verdad y Sabiduría, ustedes vivan en este tiempo la transformación para que la humanidad en toda su condición sea transformada.

Por eso, estoy aquí como la Madre de los apóstoles de Mi Hijo para que se animen a cruzar la senda de la purificación interior, así como su Divina Madre, San José y el pequeño Niño lo vivieron, a fin de que los valores de la vida espiritual estuvieran presentes en la humanidad.

Sin purificación el alma no se libera, recuerden que la purificación no es dolor, sino liberación. La purificación no es un castigo ni una pena, es una Ley que los ayuda en el desprendimiento de la vida superficial e insensible.

Queridos hijos, el planeta atraviesa este momento culminante, previo al Retorno de Cristo. Por eso, estoy aquí como Madre Intercesora para que Mis hijos entiendan que se debe abrir la puerta definitiva de la redención.

En este día y en este mes de agosto, la Sagrada Jerarquía medita y reflexiona sobre sus próximos pasos para poder ayudar a la humanidad; pero para que esto sea una realidad es necesario de servidores confirmados capaces de asumir por sí mismos el Propósito que está diseñado por el propio Dios desde el principio.

Recuerden el lápiz en la Mano de Dios, que sus almas permitan que Dios continúe escribiendo.

Yo estoy aquí como siempre, Soy su Madre.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre de los que dicen sí



Palabras de la Virgen María durante la consagración de Hijas de María:


Hoy, Mis Palabras se dirigen a lo que verdaderamente son y por qué han venido a la Tierra a servir a Dios.

En ese espacio puro e inmaculado, que habita en sus esencias, es en donde Mi Hijo y Nuestro Padre Dios colocan Sus designios, impulsos que se manifiestan como pequeñas semillas que, a través de sus esfuerzos, entregas y disposición, pueden germinar hasta que algún día se conviertan en algo muy importante para Dios; en eso tan importante que Él tanto busca en cada una de las almas, que los Hijos de Dios, Sus Criaturas, sean Sus instrumentos en la Tierra, vacíos, despojados e incondicionales. Algo que sé plenamente que al ser humano le cuesta, pero con la fuerza de la fe, hijos, todo es posible.

Recuerden lo que dijo Mi Hijo en el Evangelio: “Si tu fe fuera tan grande y fuerte, podrías decirle a la montaña que se mueva de lugar y ella se moverá”. Esto es parte de la realidad de la Ley y de la experiencia de la Ley de la vida.

Por eso, hoy las consagro, aunque ya son Mis hijas, Mis hijas llamadas a ser espejos en la Tierra que reflejen Mi Maternidad y Amor para con las almas y los Reinos de la Naturaleza.
Reciban Mi bendición espiritual como comienzo de una nueva etapa, como la apertura de una nueva senda que, a través de su convicción y fe, descubrirán por ustedes mismas; porque es importante saber y recordar que Dios tiene un destino para cada ser, con la valentía para vivir lo desconocido y el coraje para enfrentar estos tiempos y desafíos.

La Mano de Dios guía a quien la busca. Su Mano Sagrada posa sobre las cabezas de quienes aceptan Su bendición. Él no está lejos de nada, Él está en todo, está en su mundo interior.

La llave maestra es la humildad, que nunca les permitirá que estén lejos de Dios y de Su Amor. Por eso, las almas se pierden en sus propias convicciones, en sus propias ambiciones, porque el poder que no es de Dios ciega a las almas hasta que se pierden.

Yo vengo así y en este día, a través de ustedes, a reconstruir la fe y la convicción que muchas almas sintieron al ser llamadas al camino de la Obra de la Jerarquía.

Nada nos pertenece, estamos aquí de pasaje. Solo debemos servir y orar, y el Padre que está en los Cielos hará el resto sin que a veces lo perciban, porque Su Amor es inconmensurable, Su Sabiduría es infinita y Su Poder es regido por la pobreza, el despojamiento y el vacío.

He aquí el Dios de la Vida que hace nuevas todas las cosas a través de Su Hijo, Nuestro Señor Jesús.

Quien confía su vida a Dios no debería temer perderla, porque no hay nada que perder en este mundo. Él habita en todas las formas. Él se hace presente en todas las geometrías. Su Presencia solemne está en el silencio, pero no en un silencio personal, sino en un silencio despojado, capaz de darse a sí mismo incansablemente, como el Padre Celestial lo hizo desde el principio de la Creación. Él solo quiere que lo vivan, que lo sientan y que lo reconozcan en ustedes mismos; así como Jesús, Mi Hijo, quiere ser reconocido en ustedes a través de la Eucaristía.

Que este comienzo, este nuevo comienzo haga crecer a los servidores no solo de espíritu, sino también en donación, en incansable ofrecimiento para que el mal que es muy grande en este mundo sea extirpado.

Reciban Mi Luz y Amor Maternal a través de esta bendición y consagración, en nombre de la humanidad, como Hijas de María.

Guarden Mis Palabras en el corazón, porque es allí en donde todo siempre se comprenderá, así como siempre lo hizo su Madre, que guardó las Palabras de Dios y Sus misterios en el Corazón.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Hoy estamos en la víspera de un acontecimiento importante, acontecimiento que una vez cambió los hechos de la historia de la Jerarquía Divina con la humanidad.

Un 18 de agosto del año 2011, su Santísima Madre volvió a aparecer sobre el suelo sagrado de Aurora para pedirles que Mi Mensaje y Mi llamado fueran públicos.

Entonces, fue cuando los acontecimientos, que preveía la Jerarquía, comenzaron a cambiar; porque, a través de Aurora y del 8 de agosto del año 2007, la Madre Divina les dejó a ustedes y a la humanidad la puerta abierta de la redención, que la mayoría aceptó, pero que pocos atravesaron.

Por este motivo, los Sagrados Corazones ampliaron Su misión y tarea con las almas, a fin de que, por intermedio de las instrucciones regulares, las almas fueran comprendiendo por sí mismas que era necesario vivir ese impulso y no solo recibirlo.

Hace diecisiete años, su Madre Divina pisaba con Sus Pies el sagrado suelo de Aurora. Hoy, Yo vengo a decirles a la mayoría de Mis hijos que aún están a tiempo de poder atravesar la puerta segura de la redención, para que algún día también la humanidad sea redimida.

Atravesar la puerta de la redención significa que disuelvan de ustedes mismos toda voluntad propia, poder o autoridad; para que, por la Gracia de la redención, la vida de Mis hijos esté regida por el Poder, la Autoridad impersonal y la Voluntad del Altísimo Padre Eterno, así como su Madre Celeste estuvo regida y está regida por los Poderes Celestiales.

Cuando el alma, por alguna razón, recibe el impulso de la Divinidad, pero tiene sus aspectos de vida no transformados, el alma entra en crisis porque está bajo el juego de su libre albedrío y de la propia voluntad, que genera un sufrimiento innecesario.

Por eso, en la víspera de la celebración del primer día del anuncio sobre la Obra de los Mensajeros Divinos a nivel mundial, su Santa Madre les recuerda y les explica la razón de la revelación que fue recibida en Mi amada Aurora hace muchos años atrás.

Así, podrán comprender que la Jerarquía Universal entrega impulsos e instrucciones con el fin de que las almas den sus pasos y no solamente recuerden un Mensaje.

Por esta razón, agosto, este agosto del año 2024, no solo representa un ciclo anterior que ya finalizó para todos, sino que representa el comienzo de un ciclo de renacimiento espiritual y moral para las almas, que alguna vez profesaron su fe, confianza y confirmación a la Divina Jerarquía.

Como siempre, Yo estaré orando por este momento y por cada uno de Mis hijos, llamados a comenzar a caminar con sus propios pies. Ya es tiempo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Señora de los ciclos espirituales e internos

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Queridos hijos, hoy vengo a contemplar el espejo que fue construido espiritualmente en cada corazón; ese espejo que ha sido forjado a través de la oración constante, del compromiso de cada hijo Mío con Mi escuela espiritual de oración.

Hoy no vengo a contemplar los pecados, sino que vengo a contemplar las Virtudes de Dios en cada corazón humano que se ha animado, en nombre de Mi Hijo, a esforzarse y a sacrificarse por este planeta y por este Proyecto de la humanidad.

Este espejo del corazón en cada hijo Mío es tan predilecto e importante para Mí como los pasos que ustedes pueden dar con sus propios pies, esos pasos que Mi Hijo los invita a dar en el final de este tiempo para que Sus ejércitos orantes y servidores construyan y preparen espiritualmente Su más esperado Retorno.

Con la grandeza de Dios y la infinidad de Su Gracia, Él Me envía para que sea testigo ante la Ley Creadora y la Ley Intercesora, para que Yo pueda ver, como su Madre y Mediadora, el espejo espiritual que Yo misma construí en cada corazón a lo largo de los tiempos, porque es ese espacio que Mi Hijo buscará cuando Él retorne.

Y desde allí, desde ese espacio interior y espiritual, Mi Hijo Amado les pedirá sus talentos y virtudes, que en el momento de Su Retorno a la Tierra ya deberán tener expresados en esta vida material; porque el planeta lo necesitará, la humanidad lo necesitará.

Y por eso, como su Madre y Guardiana, Me ocupé de construir este espejo espiritual que ustedes mismos, a partir de hoy, deberán cuidar y proteger, como un relicario, de todas las amenazas que este mundo expresa; proteger este sagrado relicario del espejo del corazón de todas las influencias e interferencias que vive el mundo.

Porque, para que en este nuevo ciclo puedan estar unidos a Mí, deberán ingresar al espejo de sus corazones en consciencia y sintonía, y así estarán unidos esencialmente a Mí, no solo a Mi Corazón y a Mi Alma, sino a Mi tarea corredentora, que Mi Hijo Me confió en silencio para el rescate y la salvación de las últimas almas en el fin de estos tiempos, principalmente las que más necesitan de la Misericordia de Dios.

Quisiera que hoy salieran de aquí, de este encuentro Conmigo, no solo contemplando todas las Gracias que fueron recibidas y otorgadas, no solo contemplando los momentos compartidos con la Jerarquía Divina, sino también contemplando, a través de la certeza interior, la presencia espiritual del espejo del corazón, para que sigan recibiendo los impulsos del universo, de otra red de espejos, invisibles y espirituales, que se comunican internamente para ayudar a la actual humanidad.

Por eso, el espejo del corazón en cada hijo Mío deberá estar muy presente en este tiempo, no solo para que la vida intuitiva e interior, en este momento planetario, interceda por la humanidad, sino también para que, por ustedes mismos, con la ayuda de la Madre de Dios, tomen consciencia del momento de la transformación de la vida y de todo a lo que le ha llegado la hora y el tiempo de ya no estar más presente en sus vidas.

Esto solo lo sabrán, queridos hijos, cuando enciendan el espejo del corazón a través de la oración, del contacto con la vida divina e interna en cada espíritu de cada hijo Mío. Porque es allí, desde ese nivel espiritual e intuitivo, desde donde, a partir de ahora y por los tiempos que vendrán, tendrán las herramientas necesarias para que ustedes y sus hermanos aprendan a atravesar estos tiempos de desafíos sin temer y sin retroceder, sin dudar y sin cuestionarse, porque la ayuda que cada uno necesite en este tiempo le llegará. Pero no será en el tiempo que ustedes quieran o desean; la ayuda de Dios llegará a través del Tiempo de Dios, de lo que está escrito para este destino y trayectoria de las almas.

Ahora es el momento de que todos Mis hijos, y especialmente todos los que han sido consagrados como Hijos de María, se coloquen en predisposición, en prontitud y en forma espiritual para sostener el gran espejo de los Centros Marianos. Porque serán las almas que allí estén presentes, en los tiempos que vendrán, que harán de los Centros Marianos verdaderos Puntos de Luz en el planeta, espacios seguros y protegidos para que la Jerarquía pueda intervenir ante las graves crisis que hoy viven el planeta y la humanidad.

Serán las almas, que se autoconvoquen y se presenten en los Centros Marianos, que harán de esos espacios sagrados Espejos del Corazón de María, de Jesús y de San José; desde donde el afluente espiritual de la Gracia y de la Instrucción de Nuestros Sagrados Corazones siempre estará disponible como una fuente inagotable, principalmente para las almas que llegarán con sed espiritual.

Será el momento de que, en estos tiempos finales, después de estos diecisiete años de tareas con los Sagrados Corazones, la vida sacerdotal y monástica sea una experiencia viva y crística en la liturgia de los Centros Marianos. Este es un compromiso personal de cada hijo Mío con la propia Consciencia de Dios.

De ustedes, Mis amados, dependerá que la Fuente de Gracia de Nuestros Sagrados Corazones esté abierta y presente en el final de estos tiempos, a través de la vida espiritual de los Centros Marianos y del compromiso fiel y verdadero de todos los Hijos de María consagrados.

Porque les aseguro que, ante tanta confusión material y espiritual del planeta, ante tantas corrientes espirituales que confunden a las almas y las alejan de Dios, porque los anticristos ya están presentes en el planeta, no habrá otro lugar más seguro y protegido que los propios Centros Marianos, así como los Santuarios que Yo fundé a través de Mis Apariciones en todos los tiempos.

Es en estos sagrados lugares en donde el Cielo desciende de forma infinita e impersonal; porque los Centros Marianos y los Santuarios, otorgados a Mi Materno e Inmaculado Corazón, son propiedad del Cielo, son tesoros de la Creación en la Tierra, son refugios para las almas, son océanos infinitos en donde las almas se pueden sumergir y saciar su sed todas las veces que lo necesiten hasta el momento del Retorno de Cristo, Nuestro Señor.

Estas son las dádivas que deben expresar sus corazones. Para esto Me ha pedido Mi Hijo que los prepare en estos años. Ahora es el tiempo de los apóstoles en la concreción, no en la teoría sino en las obras, en el compromiso con los que más sufren y padecen, incluyendo a los sagrados Reinos de la Naturaleza. Así ustedes, en el servicio incansable, también se curarán y se redimirán.

No hay alma, en este mundo, que se pueda curar sin servir a los demás. El servicio es la puerta de la liberación del cautiverio espiritual. Nunca crean, Mis hijos, que encerrados en una casa o en ustedes mismos alcanzarán las puertas del Cielo.

Dios expresa Su Poder en lo más simple, Dios expresa Su Belleza en los que lo sirven, donde sea y como sea, cuantas veces sea necesario. Esto es también parte del legado de la Sagrada Familia y es lo más sagrado que podemos compartirles en este momento final.

Cuando no puedas caminar con tus propios pies, ponte a servir.

Cuando estés confuso con tus propios pensamientos, ponte a servir.

Cuando dudes del camino que has decidido seguir, no te confundas y ponte a servir.

Cuando no tengas claro cuál es el siguiente paso, no te desanimes y ponte a servir.

Cuando no encuentres la respuesta que aparentemente necesitas, no te perturbes y ponte a servir, porque todo vendrá por añadidura.

Dios espeja, desde Su Corazón, Su abundancia infinita y Su Gracia en los que lo sirven por amor, porque Dios no necesita ser servido por nadie, son las almas que necesitan servir para poder liberarse todos los días.

No se imaginan cuánto crece un espíritu, cuánto se fortalece un alma, cuánto madura una personalidad, cuando sirve a los demás y adonde sea necesario. Esta es la gran clave que Cristo entregó a Sus apóstoles; porque no se aprende solo con las palabras, sino con las acciones; no se instruye solamente con el verbo, sino con los actos de amor.

Espero que comprendan Mi Mensaje en este último día, porque Yo les estoy agradecida por haber llegado hasta aquí, después de tanto tiempo y de tanto camino recorrido.

Mi Hijo también les agradece, así como San José, por los corazones que se han decidido a ser misioneros en este planeta en agonía, necesitado de amor.

Hoy, Me llevo las flores de su oferta, esas flores que nacen y crecen en el corazón de cada hijo Mío, de cada Hijo de María. Y esto para Mí es significativo en este momento planetario, en el que el odio ciega a muchos corazones, en el que la guerra destruye a muchas vidas.

Estas flores, que hoy Me ofrecen sus almas, serán llevadas a los Pies del Creador como una síntesis en el fin de este ciclo y comienzo del nuevo ciclo, para que caminen por sus propios pies, así como Mi Hijo se los anunció a ustedes.

Quiero que Me despidan con una simple canción, no solo para que sus almas siempre Me recuerden y Me tengan presente, sino para que Mi Fe Espiritual, la Fe que Yo sentí siendo María en la Tierra, los pueda fortalecer en este tiempo de grandes desafíos, sabiendo que Dios lo ve todo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Y recuerden que podré volver, si Dios lo necesita, y que los días sábados seguiré instruyéndolos con Amor, con Amor Maternal.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a cantar juntos la canción “La Fe de María”, agradeciendo a la Madre de Dios

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos y amados hijos:

En este día, les agradezco a los presentes por haberse acercado a Mi Corazón para responder al llamado de orar Conmigo por la paz.

Queridos hijos, la paz es tan urgente en el mundo porque la mayoría de Mis hijos vive en los conflictos internos de sus familias y en los conflictos de las naciones.

Cuando por amor, ustedes se acercan a Mí, como en este día, y oran Conmigo por la paz, se abre una pequeña puerta para que esta paz, que fue invocada por la oración del corazón, pueda evitar escaladas de guerras y de mayores sufrimientos.

¿Ahora, comprenden, hijos Míos, que la oración lo es todo?

Por eso, así como a lo largo de estos últimos diecisiete años, Yo les enseñé a ustedes a orar, quisiera que establecieran espiritualmente más grupos de oración; una escuela de oración en la Tierra que sirva como espejo espiritual, formado por las almas que siempre buscan responder a Mi llamado.

¿Y cómo lo conseguirán, queridos hijos?

Lo conseguirán siendo ustedes mismos una oración a través de los gestos de amor, de servicio, de caridad y de ayuda a quien lo necesite, sin excepción.

Esto significa imitar en plenitud a la Sagrada Familia, porque hoy quiero que sepan que cada uno de ustedes es considerado un miembro de Nuestra Divina Familia Espiritual.

Sigamos invocando la paz, siendo un acto de paz. Sigamos invocando la paz, sin actos de repudio ni violencia, porque el mundo está muy perdido en tanta violencia y agresión.

Que esto termine pronto para que se establezca la paz, la tolerancia y el respeto entre todos.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

APARICIÓN ANUAL DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

A pesar de Mi despedida, como de la despedida de Mi Amado Hijo, seguiré acompañando los pasos de los que se decidieron a vivir en fidelidad a Dios.

Estamos en un momento semejante al de los apóstoles en el pasado, cuando después de la Ascensión de Nuestro Señor, Él envió al Espíritu Santo, el Gran Consolador, para que, como flameantes lenguas de fuego sobre las cabezas de los apóstoles y de Nuestra Señora, el Espíritu Santo guiara, a partir de ese momento, la Obra Crística de la evangelización y del apostolado.

Quiero decirles, a cada uno de Mis hijos, que después de estos diecisiete años de encuentros, están en ese momento semejante en el que, a partir de cada uno, tomen una decisión interior: si aceptan para el resto de sus vidas este camino que Mi Hijo les ofreció y en el que su Santísima Madre cuidó amorosa y maternalmente a cada una de sus almas hasta el presente, como flores preciosas en los Jardines de Dios.

Por eso estoy aquí, queridos hijos, no solo para celebrar este momento con ustedes, como Madre amorosa, humilde y servicial, sino también estoy aquí en este día, enviada por el propio Dios y a pedido de Nuestro Amadísimo Señor Jesucristo, para apoyarlos en este momento de transición; porque llegó ese momento tan esperado por Cristo desde el principio. Desde el año 2007 hasta el presente todo fue una experiencia preparatoria, en la que hubo aprendizajes, aciertos y errores.

Pero Yo deseo en este día, queridos hijos, amados Míos, que Mi dulce Voz pueda reverberar en sus mundos internos a partir de este día; que, a partir de este momento y por los tiempos que vendrán, puedan seguir estudiando el Nuevo Evangelio de Cristo, que Él dictó desde el año 2013 hasta el presente; así como también cada una de sus vidas no solo se pueda seguir sumergiendo en el poder de la oración del corazón, sino también en las Divinas Instrucciones que Mi Hijo dejó en las parábolas y en la experiencia infinita y profunda de los Sacramentos.

Es así, queridos hijos, que este 8 de agosto, así como lo anunció Mi Hijo en los últimos días, coloca a cada uno de ustedes ante el cierre de un ciclo, pero ahora de un ciclo realmente definitivo, en el que ciertas situaciones ya no se repetirán jamás, no solo en ustedes, sino también en el mundo entero.

Pero también este 8 de agosto, tan definitivo y especial, los coloca delante del camino del futuro, de aquel Proyecto que aún Dios tiene pensado poder realizar a través de las almas, a través de cada corazón que siempre le dijo sí.

Yo vengo a apoyar, como bondadosa Madre, este momento en cada uno de Mis hijos, y también vengo a agradecerle a cada hijo Mío personalmente que se haya animado a responder a Mi llamado hasta los tiempos de hoy, que se haya abierto a escuchar Mi convocatoria espiritual desde el primer momento en que cada uno de ustedes tomó contacto con Mi Divina y Soberana Palabra.

Ahora, ya no es tiempo de más Mensajes. Es tiempo, queridos y amados hijos, de que ustedes sean Mi Mensaje vivo en la Tierra, con todos los atributos, con todos los tesoros espirituales, con todas las Gracias que les fueron concedidas, desde el primer momento, desde el primer día en que cada uno de ustedes tuvo la oportunidad de estar ante Mí en una Aparición.

Quiero que sepan, Mis amados, como también quiero que sepa cada uno de Mis hijos en el mundo, que este momento que hoy les recuerdo de su primer contacto Conmigo no se borrará de sus almas nunca más.

Allí se encuentra el impulso que ustedes necesitaban en sus vidas. Allí se encuentra el puente espiritual que Yo coloqué, a pedido de Mi Amado Hijo, en cada uno de sus caminos para salir de la vida irreal, para ingresar en la vida real del espíritu.

Quiero que tengan esto muy presente en este momento y en este día, 8 de agosto; porque, a partir de ese momento y hasta el presente, comprenderán la Obra de Redención y de Misericordia que Mi Hijo construyó en cada uno de los que llamó por su nombre espiritual.

Hoy, Mis ángeles, que acompañan a su Señora, escriben en sus Libros este momento final, en el que, a través de sus más sensatas y verdaderas decisiones, como lo dijo Mi Hijo, Cristo, comenzarán a escribir esta nueva historia en este nuevo ciclo.

Y, sobre sus espaldas y sobre todo en sus corazones, ya no deberá pesar la agonía por la culpa de lo que no hicieron bien o del paso que aún no se animaron a dar.

Mi Hijo, en este mes de agosto, vino a liberarlos para que definitivamente sean Sus nuevos apóstoles, los Cristos de los últimos tiempos, como está escrito en el Corazón de Dios.

Pero ahora, Mis amados hijos, este camino le exigirá una mayor responsabilidad y honestidad a cada uno. Por eso, Mi Hijo vino a sacar de sus rostros las máscaras que han creado, para que el verdadero ser y la verdadera alma, que habita en cada uno, pueda surgir y emerger.

Permitan definitivamente que el espíritu, en cada uno de ustedes, los gobierne; porque cada uno de sus espíritus, que fue creado a imagen y semejanza de Dios, ya sabe desde el principio qué es lo que vino a hacer aquí, a la Tierra; qué es lo que vino a aprender por amor y por redención; qué es lo que vino a cumplir, conforme la Voluntad de Dios lo determinó.

Ahora, después de diecisiete años, ya los puedo contemplar y observar como adultos en el camino espiritual; los puedo contemplar como personas y sobre todo como almas, que ya no se esconderán en la culpa o en el victimismo, que ya no retrocederán ante el Llamado de Dios, que ya no se esconderán de la necesidad que se colocará en sus caminos, sino que la cumplirán con valentía y con determinación bajo el impulso que el Divino Propósito les proporciona.

Porque les recuerdo que Mi Hijo está preparando Su Retorno a la Tierra y esto no demorará mucho. Todos pueden ver con sus propios ojos el cruel escenario de la superficie, los conflictos, las guerras y la impunidad que se agravan.

Pero este momento ya estaba escrito; y ahora es necesario que, a través de la valentía de cada corazón orante, a través de cada corazón valiente, se pueda enfrentar el final de estos tiempos que está llegando.

Por eso, Mis amados hijos, es imperioso que ustedes vivan la fidelidad y la verdad, porque así sus propios pies no se confundirán de camino y no se desviarán por experiencias innecesarias, sino que en sus mentes y sobre todo en sus corazones, con la fuerza del espíritu en cada ser, deberán visualizar el Divino Propósito frente a sus ojos, la llama flameante del Amor de Dios que fue creada en la Fuente, que es eterna e inextinguible y que impulsa en todo este universo la renovación a través de los ciclos.

¿Ustedes, hijos Míos, ingresarán en este nuevo ciclo que Cristo les está presentando?

No necesito que Me respondan en este momento. Necesito que primero escuchen Mi Palabra y que después la vivan, para poder responderle a Mi Hijo con madurez y discernimiento.

Mis amados, el mundo se está ahogando en sus propias emociones y esto genera confusión y conflicto.

A medida que la Ley de la Armonía se aproxima a la Tierra para corregir a la humanidad por todas las Leyes que abandonó y de las cuales se desvió, es inevitable, Mis amados hijos, que, en este 8 de agosto y a partir de esta fecha especial y espiritual, los acontecimientos se precipiten en el planeta.

Pero no tomen esto como una advertencia o como algo extraordinario, las corrientes del universo existen para poder alinear a las almas con esa trayectoria que Dios creó desde el origen de cada ser.

¿Ahora, comprenden la importancia de esa decisión en este nuevo ciclo?

Muchos impulsos ya fueron recibidos, sus almas acogieron estos impulsos a lo largo de los tiempos. Ahora es momento de que esta Divina Instrucción y este Sagrado Conocimiento Espiritual se hagan carne de su propia carne, se hagan verbo de su propio verbo, se concreten en la vida material y en todos los planos.

Por eso, aún queda un poco de tiempo, como les dijo Mi Hijo, para que puedan enmendar sus vidas y corregirse. Porque grandes serán los acontecimientos que llegarán al mundo y deberán estar fortalecidos en la fe cuando Nosotros ya no estemos aquí; porque oramos y contemplamos ese gran día, en el que por ustedes mismos asumirán el Plan de Dios.

Quiero agradecerles a todos los que se han consagrado a Mi Corazón, a los que vivirán esta consagración día a día y a los que renovarán esta consagración a Mi Inmaculado Corazón a lo largo de los próximos tiempos.

En este día, en el que el Infinito se une a la Tierra, en el que la Fuente Divina se contacta y se acerca a la humanidad para que todos Mis hijos puedan retornar a su pureza original; desde el Sagrado Reino de Lys y desde el corazón insondable de Aurora, en donde su Madre una vez se presentó para llamar al mundo al cambio de la consciencia y al despertar flameante de los corazones, vengo a renovar su acto de consagración a Mi Materno e Inmaculado Corazón, bajo la bendición espiritual y especial que Mi Hijo le concedió a cada uno de ustedes en este día.

Que esta consagración los plenifique, los renueve y los impulse a seguir caminando en la reconstrucción de esta humanidad, y en el retorno de la fe y de la esperanza en los corazones, para que todos, algún día, en algún plano de sus consciencias, se sientan curados y sanados por la Gracia de Dios.

Les agradezco por estos diecisiete años de tantos momentos compartidos, de tantas súplicas escuchadas, de tanta devoción otorgada por cada uno de Mis hijos; porque todo lo que irradian para Mí, no queda en Mi Corazón, sino que Yo lo devuelvo en Gracias y oportunidades a las almas, porque es a Nuestro Creador que le debemos gratitud y gloria por todo lo recibido.

Los bendigo, en nombre de Nuestro Señor Jesucristo y de Nuestro Altísimo Creador, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

La Sagrada Figueira, en este mes de agosto, comienza a mostrar sus primeros brotes del advenimiento de su nuevo ciclo, de su ciclo original y primordial.


Sagrada Figueira,
acoge a todos tus hijos como Madre Espiritual,
a todos los que fueron llamados
a estar debajo de tu copa de Luz,
para ser nutridos por las raíces de tu Instrucción.

Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das.

Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das.

Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das.

Vamos, a pedido de Nuestra Señora, a cerrar este trabajo, a través de una canción que Ella nos pidió. Vamos a cantar "Mirarte a Ti" y, a través de esta canción, cada uno de nosotros, en este momento, hará su síntesis interna ante el Corazón Inmaculado de María, agradeciendo profundamente por todo lo que fue recibido y confiado.

Desde el Reino de Lys, en Fátima, agradecemos a cada uno de los hermanos que a lo largo de estos diecisiete años ha sostenido esta Obra fielmente; y los invitamos, en nombre de Nuestra Madre, a ingresar confiados en este nuevo ciclo que Cristo, por Amor, nos presenta.

Gracias.

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN NAZARÉ, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

El mes de agosto representa el ciclo en el que deberán cerrarse las puertas del pasado para que se abran así las puertas del nuevo ciclo.

Este movimiento, profundamente interno y espiritual, significará que cada uno podrá estar ante la Gracia del verdadero arrepentimiento por todas las acciones causadas y que hayan salido de la Ley. Por eso, Mi Hijo vendrá una vez más, en Gloria, Alma y Divinidad, para indicarles el camino que es tiempo de recorrer.

Les digo esto, Mis hijos, para que cada uno esté atento y, ante el Amor del Padre Celestial, haga su propio examen de consciencia; porque Mi Hijo espera que Su Obra y Su Legado vivan en los corazones y que, a través de los corazones, Él pueda comenzar a preparar Su Retorno.

Queridos hijos, agosto es el momento del recogimiento de Nuestros Sagrados Corazones. La hora llegó y cada uno ya debe comenzar a caminar con sus propios pies hacia el Propósito que fue pensando para cada alma y para cada ser. Ahora es el momento de dar honra y honor, gratitud y reverencia a lo que Cristo depositó en cada uno de ustedes.

En este mes de agosto, en el que la Divina Jerarquía estará reunida una vez más para atender a la grave situación del planeta, Nuestros Corazones Celestiales les piden solemnidad, verdad, adhesión, amor y respeto, para que la humanidad también recupere los valores que perdió.

Yo estaré rezando como su Madre Mediadora para que muchos más puedan recuperar estos atributos y valores de vida en esta etapa de la humanidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Conforme les he anunciado, este es Mi Mensaje que comunica el recogimiento de los Sagrados Corazones; a fin de que, en este mes de agosto, las almas se terminen de confirmar ante Dios.

Por este motivo y bajo la Voluntad de Dios, en este día, Yo estoy aquí como la Madre que internamente les enseña a vivir este momento con la madurez y la gratitud que Dios merece después de que les haya concedido, durante tantos años, todas las Gracias posibles del Cielo.

Hijos Míos, después de un tiempo tan extenso de impulsos e instrucciones detalladas sobre cómo construir humildemente la vida interior, ha llegado el tiempo de que los compañeros y compañeras de Cristo, de forma madura y disponible, se coloquen en la fila del servicio planetario que en este momento Su Corazón ofrece.

Por eso, queridos hijos, Cristo, su Señor, espera que los servidores que convocó y preparó en estos últimos tiempos estén prontos para el ciclo de la emergencia planetaria. Así, podrán estar a la altura de las necesidades que se presenten en estos tiempos.

Desde el comienzo, los Sagrados Corazones tenían la misión de preparar a los mundos internos para poder atravesar su propia purificación y también para aprender a transitar por la purificación de la consciencia del planeta.

Es necesario, hijos Míos, que se eleven a través de la donación y del servicio para que toda la humanidad sea elevada de alguna forma.

Este es el momento de aprender a crecer interiormente para saber superar los desafíos, así como la Sagrada Familia o el mismísimo Jesús los superó a través de Su dolorosa entrega en la Cruz.

Que el mes de agosto haga fructificar lo que Dios tanto espera que se pueda dar en los corazones abnegados.

Yo estoy aquí para impulsarlos y para guiarlos.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN DEL DÍA 24

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hijos, con el Soplo más sublime del Espíritu de Dios, hoy vengo a su encuentro a recordarles la paz, para que invoquen la paz no solo a través de sus oraciones, sino también a través de sus acciones y obras de caridad, porque cada gesto de amor que ustedes puedan expresar en el día a día significará y representará para Dios la posibilidad de que se abra la puerta al universo de la paz para el mundo.

Ante los graves pecados y ultrajes que se siguen cometiendo en la humanidad, ante tantos desastres de la naturaleza, pero también ante tantos desastres morales y sociales, Yo vengo a recordarle a cada hijo Mío que invoque en profundidad al Gran Espíritu de la Paz, que se refleja como el Soplo del Espíritu de Dios en todas las almas de este universo.

Yo les dije hace un tiempo que la copa estaba casi llena, después les dije que la copa ya estaba rebasando y, ante tantos errores que son cometidos, es el momento y es la hora en los que Mis hijos, fieles orantes de Mi Corazón, deberán implorar con todo su corazón a Dios para que el veneno de los errores del mundo no se siga expandiendo en las almas y en los corazones; porque en este tiempo es tan grande la ceguera de las almas y de los espíritus de este mundo que, a veces, Nuestras Palabras ya no resuenan, ya no hacen eco en los corazones.

Por eso, Yo vengo aquí como su Madre e Intercesora, pero también vengo aquí como la Madre Suplicante que le suplica a todos Sus hijos del mundo que abran sus ojos y, sobre todo, que abran sus corazones para que escuchen el Llamado que viene de Dios, a fin de que todas las almas posibles puedan ser reintegradas en el Principio y en la Ley para que el rescate sea posible en más corazones y todos los que ya se están perdiendo puedan ser salvos por Mi Materno e Inmaculado Corazón antes de que sea demasiado tarde.

No vengo aquí a darles una alerta, sino vengo aquí a entregarles un último llamado, porque agosto será Mi tiempo definitivo al igual que lo será para Mi Amado Hijo y San José.

Llegó el tiempo y el momento, hijos Míos, de que la Palabra de Vida de Nuestros Sagrados Corazones sea parte de cada uno de sus seres y se exprese hasta en la vida cotidiana, en los hechos y en los acontecimientos de la vida.

En ese momento, hijos Míos, si así lo hicieran y si así lo vivieran, comprenderán todo lo que les hemos dicho a lo largo de los tiempos y sus vidas podrán ser un signo para Dios, un signo de obediencia y de reverencia por haber escuchado la Palabra de Dios a través de Sus Divinos Mensajeros.

El ciclo, que ya estaba escrito que se cerraría, se está acercando y esto no significa el abandono espiritual de Dios de Sus Criaturas, sino que es el gran impulso para la madurez espiritual de las almas, el compromiso y la responsabilidad que cada corazón puede vivir en este tiempo en nombre de Mi Hijo.

Por eso, vengo aquí, en nombre de Mi Hijo, también para preparar los últimos discípulos de Cristo, aquellos que no se darán el permiso de retroceder, sino que se abrirán para poder avanzar y alcanzar así, a través de la Ley y de la obediencia, de la humildad y de la simplicidad de la vida, lo que Dios quiere concretar y realizar en este mundo a través de las almas en este tiempo final.

Por eso, hijos Míos, deben recordar y saber que durante tantos años a través de tantas oportunidades y por intermedio de Nuestras Apariciones, de Jesús, de María y de San José, han estado ante una oportunidad desconocida, ante la puerta infinita de la Gracia de Dios, que nunca más podrán olvidar, porque es una Gracia que la mayoría no merece y esto no significa injusticia de Dios; porque Dios es justo, es justo porque Dios es Ley y Su Ley es el Amor, fundamentado y basado en Su Sabiduría infinita que es lo que promueve e impulsa las Gracias para todos los corazones. Esta Fuente de Gracia se cerrará para que las almas puedan vivir la Gracia de Dios, después de todo lo que han recibido espiritualmente.

¿Ahora, comprenden la importancia de que vivan Nuestras Palabras y de que Nuestras Palabras no solo queden en los libros?

Porque esa no es Nuestra finalidad y misión, Nuestro propósito es que la Palabra de Dios se cumpla en las almas por medio de una transformación sensata, humilde y simple, sin arrogancias ni prepotencias, sin expectativas ni deseos propios.

Queremos que, en el final de este ciclo, todos puedan aprender a vivir de Nuestra Humildad que es la Humildad del Dios Vivo, expresado en la Creación y en la vida, en cada corazón que vive la Verdad y que no la ultraja con nada, ni siquiera con sus actitudes. Porque como dijo Mi Hijo, que es la Propia Verdad, la Verdad los librará de ustedes mismos para que alcancen algún día la vida eterna.

En estos últimos días del mes de julio, Yo vengo a preparar espiritualmente a todos los que se dispongan a ingresar en este definitivo mes de agosto, tan definitivo y tan importante como todos los meses de agosto que han pasado a lo largo de los tiempos.

Pero este mes de agosto se caracteriza por el fin de un ciclo y por el comienzo de un nuevo ciclo y de un nuevo impulso que colocará a las almas y a la vida de todos los servidores de Cristo en el anillo espiritual en el que verdaderamente deberían haber estado desde el principio.

Mi Hijo tiene grandes aspiraciones para las almas, porque Él viene a saciar Su sed en los corazones que se abren en honestidad para recibirlo por medio de la Santa Comunión, como también en cada momento de adoración.

Sacramentos, Eucaristía, Evangelio y vida de oración y servicio son los pilares importantes para las almas en la transición del final de estos tiempos. Allí están los Tesoros de Dios que se pueden unir y realizar en los corazones por medio de una vida de consagración y de servicio a Dios, sin esperar nada a cambio, confiando en lo que es desconocido e impalpable, amando el Infinito para encontrar así la morada que a cada espíritu le pertenece en este universo sideral.

A partir de hoy, dejo la puerta abierta, la última puerta preparatoria para los que se animarán a atravesarla camino al mes de agosto; momento de síntesis, momento de conclusión, pero un momento de un nuevo comienzo del contacto que las almas puedan tener con los orígenes, principios y atributos que fundaron esta Obra Espiritual, que es una Obra propia de la Jerarquía.

¿Ahora, comprenden la necesidad de poder volver a comenzar?

Dios es tan misericordioso, bondadoso y prodigioso, que siempre les da oportunidades a las almas, aun sabiendo que pueden errar o equivocarse, porque la Mirada de Dios no observa los errores, sino la riqueza espiritual que Él dejó en cada alma; una riqueza espiritual que solo se puede vivir a través de la verdad y de la honestidad consigo mismo. Si esto no está presente, no es posible vivirlo.

Por eso, Dios siempre busca la forma y el medio, a través de Nuestros Sagrados Corazones, para enseñarles el camino correcto a Sus Hijos, hasta que cada uno pueda caminar con sus propios pies por la senda que Cristo le ofrece, Su senda de simplicidad, libre de poder, de toda autoridad o aun de toda creencia. Porque la senda que Mi Hijo construyó fue a través de Su Sacrificio y de Su Calvario. Él trazó la senda para todas las criaturas a través de Su Sangre derramada.

Así como Él lo dio todo, Él espera que ustedes lo den todo, y que lo hagan aún más cuando Nuestras Voces se recojan, cuando Nuestras Presencias se recojan; porque siempre, desde el Cielo, oraremos por los que son valientes, por los que no temen enfrentar la realidad y transformarla; oraremos por los que tienen el coraje de ser honestos, porque es allí donde Mi Hijo colocará Sus últimas semillas e impartirá Sus últimos dones para que sus últimas ovejas preparen la llegada del Pastor, abriendo caminos en este mundo, tocando corazones con el ejemplo del amor y de la simplicidad.

Dichosos los que escuchan sin haber visto. Agraciados serán los que se adhieran aun sin saberlo; porque Dios escribe con Su silenciosa Mano en las almas, en los que lo reconocen a través de Su Faz dentro de sí mismos, sin propiedad alguna, sin poder alguno, sin querer nada. Porque Dios vive Su propio vacío; pero, al mismo tiempo, el Absoluto vive en todo, lo que hace vivificar a la Creación, a los universos y a toda la vida.

Los bendigo, a través de la Luz de Mi Hijo, para que Mis Palabras hagan eco en los corazones, las últimas Palabras de la salvación y en el nombre de la paz, de la paz universal.

Por la Misericordia de Cristo, los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Querido hijo, querida hija:

Levántate del suelo con Mi ayuda, así como Yo lo hice con Jesús en el camino del Calvario.

Levántate del suelo con Mi ayuda y te indicaré el nuevo camino a seguir.

Levántate del suelo con Mi ayuda y así tus heridas se sanarán.

Levántate del suelo con Mi ayuda y así aprenderás a aceptar tu cruz, como la aceptó Jesús en perpetua resignación.

Levántate del suelo con Mi ayuda y recuperarás la alegría de servir a Cristo.

Levántate del suelo con Mi ayuda y superarás todos los traumas que fueron vividos.

Levántate del suelo con Mi ayuda y conseguirás comprender el significado de la cruz.

Levántate del suelo con Mi ayuda y sabrás atravesar los desafíos de estos tiempos.

Levántate del suelo con Mi ayuda y reconocerás en ti al Cristo sufriente de la humanidad.

Levántate del suelo con Mi ayuda y recibirás la fuerza sobrenatural para atravesar los obstáculos y los límites de tu propia consciencia.

Levántate del suelo con Mi ayuda, para que el resto de la humanidad sea liberada.

Acepta que existen caídas y que existen derrotas propias, pero levántate del suelo con Mi ayuda y en el camino encontrarás la Gracia y la Misericordia de Mi Hijo.

Aprende de Jesús, que superó todas las dificultades y trascendió todos los errores, y que en ningún momento retrocedió ni dejó de avanzar, sino que como un Cristo se levantó, renovó y redimió a todo el género humano, dejándonos en Su lugar al Espíritu Santo para que, a través de Sus dones, guiara a los seguidores y apóstoles de Cristo.

Levántate del suelo, así como lo hizo Jesús las tres veces que cayó en el Calvario.

Acepta la puerta que te ofrezco para la cristificación de la consciencia.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN LUANDA, ANGOLA, ÁFRICA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO DE ORACIÓN DEL DÍA 16

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

La voz de la verdad siempre será escuchada en el Cielo y en la Tierra, porque es una voz que emerge del corazón, de lo más profundo de la esencia de cada ser.

Es esta voz que hoy resuena en el corazón de África, la voz que clama, la voz que invoca, la voz que pide al Corazón de Dios una amorosa y pronta intercesión.

Es por esa razón que hoy estoy nuevamente aquí, para darle respuesta a la voz de todas las súplicas, a todos los que elevan a los Cielos sus más puras y verdaderas intenciones.

Por eso, estoy aquí como su Mediadora e Intercesora, como la Abogada Celestial, como la Madre de las causas imposibles.

Por eso, Mi Corazón hoy vuelve a abrirse como un gran portal para que las almas más sedientas lo atraviesen y, en lo más profundo del espíritu, en lo más secreto de la consciencia, encuentren el alivio que tanto buscan y reencuentren la esperanza que perdieron.

He aquí la Madre de la esperanza y de la alegría, Quien, en nombre de Su Amadísimo Hijo Jesús, renueva todas las cosas para que la Creación también sea renovada y la humanidad alcance el gran tiempo de la redención.

Hoy, su Madre Celeste une Su Santo Rosario al Rosario de cada uno de ustedes, a ese Rosario del corazón que ustedes pueden construir y manifestar en el día a día de sus vidas, en cada acto de amor, en cada gesto de misericordia y piedad, en cada nueva oportunidad de orar a Dios no solo por los que sufren en África, sino también por el mundo entero, porque el tiempo de la paz deberá retornar al mundo, después de haber sido disipada por las guerras y los conflictos.

Por eso, hoy Dios está atento a la voz de las súplicas, a los corazones fieles al Señor y, a través de su Santísima Madre Celeste, el Padre Celestial recoge las oraciones de los que piden e invocan a Dios por una solución pronta y venidera que beneficie a todos los corazones de la Tierra.

Por eso, estoy aquí como la Madre de la Gracia, porque la Gracia de Dios es lo que permite este momento con ustedes, hijos Míos. Como en el día de ayer, vuelvo a decirles que la humanidad entera deberá aprender de lo más sagrado e inmaculado que tiene África, de su código profundo de simplicidad, pero también de su don profundo de fe que mueve a todo el universo y a todos los acontecimientos.

Aunque no lo perciban, queridos hijos, esto sí lo percibe su Padre Dios, así como lo percibe también su Madre Celeste y el Sagrado Corazón de Jesús que Me envía como Intercesora y Mediadora a decirles que Su Misericordia triunfará y que el tiempo de la esclavitud terminará, porque la renovación primero sucederá dentro de ustedes. Esto es un don de la Gracia, pero también es una virtud de Dios, este don promoverá la cura y la paz en las almas de una forma inexplicable y milagrosa.

Por eso, no bajen los brazos, hijos Míos, alcen sus brazos hacia los Brazos de la Madre de Dios, para que Yo los pueda volver a levantar y a erguir del suelo. Por eso, Yo estoy aquí, queridos hijos, respondiendo al Llamado de Mi Amado Hijo, respondiendo a Su convocatoria espiritual.

¡Cuántas intenciones existen en sus corazones que hoy su Madre Celeste puede observar y contemplar!

Sepan, queridos hijos, que todo tiene un tiempo para poder resolverse y aclararse. Por eso, la oración les concederá esa respuesta interna que tanto buscan y necesitan.

Si Yo estoy aquí, queridos hijos, es por una sagrada causa, pero también por un Divino Propósito. Recuerden lo que Yo les prometí, hace exactamente dos años, cuando les hablé y les revelé sobre la manifestación futura, pero no tan lejana, de la nueva Casa Santa Isabel en honor a Mi santa prima espiritual, que acoge a todas las almas necesitadas por intermedio de su presencia espiritual.

Esta obra deberá crecer, pero también deberá fortalecerse en estos tiempos, aun superando los desafíos del día a día, los obstáculos o las interferencias; pero el poder de la oración del corazón les ayudará a concretar la meta, porque es Voluntad de Dios y Dios así ya lo determinó. Esta nueva Casa Santa Isabel será una renovación y el comienzo de una experiencia de cura.

Ustedes merecen algo mejor, queridos hijos, guardando siempre la esencia de la simplicidad que los hará auténticos y, sobre todo, humildes de corazón. Es de la humildad y de la simplicidad de toda Mi amada África de lo que el mundo entero deberá aprender en estos tiempos para poder corregir los caminos desviados del Señor, para poder curar a muchas almas de la ambición, del poder o aun de la autoridad que creen tener.

Queridos hijos, Mi amada África es una escuela para la humanidad entera. Aquí las almas pueden aprender si se abren para esto. El camino de la transformación está disponible, la transformación que se manifiesta en el servicio, que se manifiesta también en la caridad y sobre todo en el ser incondicional.

En este día, Yo vengo a bendecir esta nueva etapa que debe afirmarse en su manifestación, porque el Proyecto de Dios para esta nueva casa deberá descender de los Cielos, aunque signifique y represente mucho esfuerzo.

Yo estoy aquí para ayudarlos, para animarlos, para decirles: ¡queridos hijos, adelante! Mi Mano los conducirá al sendero, Mi Corazón les señalará el camino y sus consciencias y almas, unidas a Mi Consciencia y a Mi Alma, tendrán sabiduría.

África precisa expandir su obra de amor y de luz, de rescate y de redención de las almas. Eso es lo que espera Mi Hijo; por eso, guarden todo esto en el corazón y en recogimiento oren a Dios, porque ya está todo dicho.

Yo oraré también por esto, Mis amados hijos, así como rezaré por cada uno de ustedes de forma perpetua para que la luz de la Gracia llegue a sus vidas, así como la Gracia de Dios llega en este momento a sus vidas. Recíbanla con gratitud y amor.

África deberá ser el nuevo Edén resucitado y Mi Hijo quiere cumplir con esa promesa ante Dios. La voz de África será escuchada algún día y esto se cumplirá porque fue escrito por la Amorosa Mano de Dios.

Los amo y los vuelvo a bendecir a través de Mi Paz, de Mi Amor consolador y de Mi inextinguible Maternidad para con cada uno de ustedes.

¡Les agradezco!

Los que hoy se han ofrecido a consagrarse, como Hijos de María, que se acerquen.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LUANDA, ANGOLA, ÁFRICA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO DE ORACIÓN DEL DÍA 13

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, regreso a un pueblo, el pueblo más consagrado a Mi Materno e Inmaculado Corazón; por eso, en este momento, queridos hijos, abro las puertas de Mi Gracia para que descienda sobre Mis hijos y sobre sus almas.

Escucho atentamente las súplicas de los que claman, de los que elevan en humildad sus oraciones a Dios, de todos los que viven firmemente el Sagrado Sacramento de la Eucaristía, la unión predilecta con Mi Amadísimo Hijo Jesús.

No podría explicarles con Mis Palabras, queridos hijos, lo que significa para su Madre Celeste poder retornar a África, para atender todos los pedidos que son elevados a Mi Corazón.

África es una tierra de orígenes y de una sagrada historia primordial, que Mi Hijo hará elevar y emerger en el próximo tiempo para que el mundo entero conozca los sagrados valores de África, que han sido sepultados a lo largo de los tiempos.

Pero no teman, queridos hijos, y sean valientes, porque el Retorno de Mi Hijo se aproxima y Él estará aquí con ustedes y por ustedes, así como por todo el resto de este continente amado por Dios.

La gran riqueza que tiene África es espiritual, anónima y secreta, y está en el corazón de cada hijo Mío de África; riqueza espiritual que se puede reflejar a través de su rostro y por intermedio del don de la fe que sostiene milagrosamente a las almas que buscan incesantemente la comunión con Dios y la unión predilecta con Mi Amadísimo Hijo, así como con Mi Inmaculado y Materno Corazón.

A pesar de lo que hoy vive África y el mundo entero, a pesar de los dolores y de las angustias que viven Mis hijos; confíen, queridos hijos, en la Presencia de la Madre de Dios que viene a colocarlos a todos en Su regazo maternal, que viene a ofrecerles la puerta segura de Su Materno Corazón, para que todos se puedan sanar espiritualmente y así renovar sus vidas.

Porque esta es la promesa de Mi Hijo; desde el primer momento de Su Encarnación en la Tierra hasta Su gran momento de Resurrección, Cristo mantuvo firmemente Su oferta por las almas y el planeta. Y así lo seguirá haciendo a partir de Su Retorno por todos los que merecen Justicia, Misericordia y Paz, por todos los que son descartados y despreciados.

Mi Hijo Amado y Su Materna Madre encuentran en cada hijo una riqueza espiritual abundante e infinita. Ese es el código espiritual que Cristo vendrá a resucitar en África; en consecuencia, vendrá a resucitar la dignidad humana porque el mundo entero aún deberá aprender de África, de su estado interno de fe y de oración, de alabanza y de amor a Nuestro Padre-Madre Creador.

Hoy, escucho las voces de los que claman por alivio. La Madre de Dios está aquí para atenderlos, pero sobre todo para acogerlos en Su Materno Corazón.

¿Cuántos ofrecimientos le han hecho a Mi Amado Hijo? Hoy, la Madre de Dios viene a reconocerlos espiritualmente a través de esta puerta de Gracia que se abre y que es desconocida.

Por eso, estoy aquí, cumpliendo esta misión de Dios para decirles, Mis amados hijos, que el Padre Celestial los ama y los contempla; que el Padre Celestial también espera por el gran momento de su liberación y del fin de la esclavitud espiritual; porque Mi Hijo vendrá a romper los grilletes, Mi Hijo vendrá a desatar las amarras, porque las almas preciosas de África son incalculables y tienen mucho para enseñarle al mundo.

Por eso, está escrito en el Corazón de Dios el tiempo del resurgimiento de África; porque la voz de los más necesitados será escuchada y las puertas de la Misericordia se abrirán a todos.

Inexplicablemente, queridos hijos, con el sagrado y esperado Retorno de Cristo ya no conocerán lo que es el sufrimiento o la angustia. Los estigmas de la vida humana desaparecerán, porque el Resucitado vendrá hacia su encuentro, así como vino al encuentro de Sus apóstoles y seguidores.

Quiero decirles, Mis amados hijos, en nombre del Señor, que ustedes son parte de Su familia espiritual y de Su Sagrado Cuerpo Místico que forma y une a la Iglesia Espiritual de Cristo en la Tierra.

A lo largo de los tiempos, así como en este día especial para su Madre Celeste y para sus corazones, ustedes son ungidos espiritualmente por la Presencia de Cristo, a través de Mi Corazón; porque Él también vendrá aquí en los próximos días a entregarles Su Mensaje de salvación y de amor, a reerguir a las almas que aún están caídas y desesperadas, a edificar a través de los corazones Su código crístico de redención.

Por eso, hoy están Conmigo, queridos hijos, muchos ángeles recogiendo las intenciones de las almas honestas, llevando en sus cestas de Luz las oraciones de los corazones que aman a Dios; porque este es el día del ofrecimiento de las almas al Padre Celestial por intermedio de Mi Inmaculado Corazón, puerta segura para su salvación, refugio de los inocentes, morada de los escogidos, templo de los que claman, tabernáculo de todas las almas.

He aquí el Corazón de su Madre, la Madre de la Paz. Porque mientras estoy aquí, también atiendo al mundo entero, a los que son víctimas de las guerras y de la esclavitud espiritual, a los que son vendidos y a los que están perdidos. Yo estoy aquí por todos, en nombre del Señor.

He aquí la Esclava de Dios, que se haga en ustedes Mi Palabra, así como la Palabra de Dios se hizo carne en el Corazón de María, así como el Verbo se hizo carne en Mi Vientre de Luz y les trajo a todos la salvación.

Esta es la Voz de la Esclava Fiel y Madre de todos los que claman. Reciban, en sus esencias y almas, Mi caricia de Amor, Mi consuelo de Madre que viene a fortalecer su fe y su confianza en Nuestro Creador.

Ahora, llegó el tiempo de cumplir las promesas, porque Cristo Me envía como Su Sierva a sanar a los corazones de la Tierra, principalmente a los que más lo necesitan.

Todos los que hoy se han ofrecido a Mi Corazón para consagrarse, que se aproximen, para que la Madre de Dios pueda bendecir y consagrar a Sus amados hijos de África.

Mis amados y queridos hijos, estoy aquí con ustedes y por ustedes. Con la gloria de todo el Cielo y la presencia de todos los ángeles, vengo a bendecirlos y a consagrarlos como Mis Hijos, como Hijos de María, para que sientan el abrazo de Dios y el consuelo eterno de Su Corazón.

En nombre de la Gracia, los estoy bendiciendo y consagrando; siéntanse en Mis Brazos, escuchen el latido de Mi Corazón en su interior, la Gracia de Mi Amor es lo que hoy les entrego, la Gracia que los fortalecerá y los animará a seguir adelante.

Hoy, así como Yo los consagro como Mis Hijos, porque siempre han sido Mis hijos, así también consagro a África para que su pueblo se levante con esperanza y fe, y resucite a través del Amor de Cristo.

Que todas las cadenas se rompan, que todos los grilletes se disuelvan, que las puertas de la Luz se abran para que las almas acompañen la sagrada peregrinación hacia el Reino Celestial, a donde algún día Yo los llevaré.

Les agradezco, Mis hijos, por su fidelidad orante, por su persistencia y también por su fortaleza. Esto le agrada al Corazón de Dios, esto conmueve al Corazón de Mi Hijo. Por eso, Nuestros Sagrados Corazones hoy vuelven a estar en África y siempre lo estarán, con su pueblo, con sus familias y seres queridos. Cuando tan solo nos llamen, a través de la oración del corazón, cumpliremos Nuestra promesa, la promesa de amarlos eternamente, así como los ama Dios.

Yo los bendigo y los consagro como Hijos de María, como Hijos amados de Mi Corazón, porque hoy pulsa el corazón de África en cada alma y en cada corazón que se une a Dios en este momento.

La Paz de Mi Hijo sea en ustedes.

Mi Amor los abrace y los consuele.

Yo estoy aquí y Soy su Madre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Mientras sus voces, una vez más, se unen al afluente infinito de la Misericordia de Mi Hijo, los poderes celestiales pueden volver a interceder una y otra vez por las causas urgentes, principalmente cuando a través de la recitación de la Divina Misericordia se mantienen abiertos los portales espirituales que ayudan a las almas y a todas las situaciones que viven, por intermedio de una Gracia expiatoria que concede la liberación de las cadenas y de las prisiones del mal.

Pero esto no significa, queridos hijos, que todo termine; porque en este tiempo de batalla espiritual, los ángeles del Señor, especialmente los ángeles de la Misericordia, intervienen para que, por los méritos alcanzados por el Sagrado e Insondable Corazón de Jesús, todas las almas posibles sean consideradas como almas rescatables ante Dios.

Queridos hijos, comprendan así que, en cada momento o instancia en la que pueden estar reunidos para orar, deben tener muy presente que espiritualmente no solo se abre la oportunidad de que el Reino de los Cielos interceda, sino también de que sus propias situaciones internas encuentren un sendero de paz para ser resueltas.

Queridos hijos, todo esto es posible por los méritos infinitos que Mi Amado Hijo alcanzó a través del poder inexplicable de Su Sangre derramada y de Su Vida entregada por la redención de todo el género humano.

Unirse a los afluentes de la Misericordia es librarse significativamente de todo posible juicio espiritual, personal o planetario, porque los méritos de Cristo justifican los errores cometidos y liberan a las consciencias de toda condición humano-espiritual.

Es momento de que cada uno de Mis hijos comprenda y, sobre todo, viva los méritos que Cristo le otorgó a la humanidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre de la Misericordia

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Cuando algo llega a su fin no significa que sea definitivo, sino que representa el momento y la oportunidad de recapacitar, ante todas las Gracias de instrucción y de guía que brotaron de Nuestros Sagrados Corazones.

Cada momento de finalización representa un momento de introspección, así como su Madre lo vivió en muchos momentos, principalmente durante la agonía, el calvario y la muerte de Mi Hijo Amado.

Ustedes, queridos hijos, no están separados de este momento de cierre. Al contrario, sus vidas tendrán la posibilidad de meditar y de reflexionar ante tanto, pero tanto, que fue recibido por Amor de parte de Nuestros Sagrados Corazones.

Este es un momento de revisión y de conscientización ante lo que hoy viven las naciones y los pueblos. Este es el tiempo de que la Sagrada Palabra se cumpla en cada uno de ustedes y de que, a partir de ahora, dejen de solamente escuchar la Divina Palabra.

Este paso significa un esfuerzo interior para cada hijo Mío, porque representa que están ante la manifestación de los frutos, pero también de los errores cometidos. Están ante la oportunidad de enmendar sus vidas para que sean un espejo no solo de amor, sino también de justicia, de caridad y sobre todo de verdad.

Que, después de todo lo que fue recibido durante tantos años, aprendan a vivir la Verdad de Cristo en ustedes, ante un mundo opaco y oscuro, sin verdad ni transparencia. La Verdad y la transparencia de Cristo los llevará por el camino de la protección de ustedes mismos y del mundo, para que en ustedes reine el Amor del Redentor.

Como Madre y Espejo de Justicia, estoy aquí porque Mi único anhelo es que muchos más vivan la Verdad que es Cristo, Nuestro Señor y Redentor.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hoy, vengo de los jardines internos de Lys a llamar a las almas a recorrer el camino de la cura interior y del reencuentro con la paz, paz que ha desaparecido de varios lugares del planeta.

Como Madre de Lys, les ofrezco espiritualmente este espacio, en donde habita la cálida y maternal presencia femenina que gesta en los corazones el principio de una Nueva Humanidad.

Hoy, desde los jardines internos de Lys, Mi Voz de Madre e Intercesora resuena para que Mis hijos escuchen en su interior las últimas Palabras de la Madre Divina en este ciclo que, a partir del mes de mayo, comenzó a cerrarse.

Sí, hijos Míos, escucharon bien, lo que fue anunciado por la Divinidad hace bastante tiempo, hoy comienza a concretarse porque es Voluntad de Dios. La Obra de los Sagrados Corazones llegará a su fin y, en ese momento que se aproxima, será la oportunidad de que cada hijo Mío haga su reflexión y se sirva definitivamente de todos los impulsos recibidos.

Mi Amado Hijo Jesús prontamente les dictará cómo todo continuará. Mientras tanto, ya vayan preparándose, porque cuando finalicemos este ciclo de más de quince años ininterrumpidos de impulsos internos y de Gracias, cada corazón deberá colocarse en la fila de los Comandos de Cristo, en la fila que le corresponde para preparar Su próximo y esperado Retorno.

Por eso, queridos hijos, será necesario que le den más importancia y atención a la vida interna, porque será desde ella y a través de ella que tendrán las herramientas para aprender a sobrellevar el final de los tiempos.

Yo estaré desde el Cielo acompañándolos y viendo cómo cada una de Nuestras Sagradas Palabras se cumplirá.

Agosto anuncia la conclusión final de una etapa. Recemos para que todos consigan caminar hacia la meta con sus propios pies.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Señora del Reino de Lys

Vigilias de Oración
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN QUEBEC, CANADÁ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA VIGÍLIA DE ORACIÓN DEL 24

Je vous salue, Marie,
pleine de Grâce,
le Seigneur est avec vous.
Vous êtes bénie entre toutes les femmes
et Jésus, le fruit de vos entrailles,
est béni.

Sainte Marie, Mère de Dieu,
priez pour nous, pauvres pécheurs,
maintenant, et à l’heure de notre mort.

Amen.
(seis veces)


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Purifícate en el Agua de Vida que hoy Yo te ofrezco. Contempla delante de ti la grandeza de la donación, la manifestación de la caridad, de la providencia y de la abundancia de Dios a través de los Reinos de la Naturaleza.

Entonces, recibe este impulso de Luz. Deja que las aguas purifiquen tu ser, no retengas nada para ti en este momento, ábrete a la cura espiritual que tanto buscas, pero no lo hagas a través de un pensamiento intelectual.

Permite que tu espíritu, conocedor de la vida esencial, interna y espiritual, sea quien gobierne este momento para que alcances la liberación de ti mismo.

Hijo Mío e hija Mía, este es el tiempo de la liberación interior. El Universo desciende con Sus Gracias a través de la Madre Celeste, porque Sus Gracias son abundantes y también infinitas. Las Manos de la Madre de Dios y Su Corazón Inmaculado están llenos de Gracias para las almas.

¿Quién será depositario de estos tesoros?

Por eso, les traigo la fuerza de los elementos de la naturaleza, porque sé que sus almas la necesitan para poder purificarse y liberarse para siempre. Esta Ley de la Purificación, que hoy rige al planeta y a la humanidad, ya no debe ser interpretada ni tampoco comprendida como una condenación o un castigo, sino como una poderosa corriente de vida que ayuda a las consciencias a su trascendencia y elevación.

Entiendan así, hijos Míos, que todo está en su lugar en este momento. Aunque Nuestras Divinas Consciencias sepan que la humanidad está fuera de la Ley, aun así, el universo de Nuestras Gracias, Prodigios y Misericordias es infinito, es más grande que todo error o pesar.

Yo vengo aquí, en este día, de una forma simple y donada para que Mis hijos del mundo imiten a la Madre de Dios en Su despojamiento total, en Su espíritu abnegado e incondicional, en Su confianza absoluta en Dios y en el cumplimiento de Su Sagrada Voluntad.

Vengo a mostrarles el camino, amorosamente. Por eso hoy, les señalo esta fuente de Gracias a través de estas aguas que descienden de las entrañas más profundas de la Tierra y emergen a la superficie en inagotable donación.

Sírvanse del espíritu de las aguas, de su castidad y pureza, de su servicio planetario y universal para lavar las heridas de la consciencia humana. Así, podrán comprender, hijos Míos, la inmensidad de la donación del Reino Mineral.

Cuántos misterios aún se guardan en la naturaleza, que están esperando ser revelados si el alma y el espíritu de las consciencias se colocan ante la naturaleza solo con reverencia y amor a lo sagrado, a todo lo que la Creación les manifestó por amor a través de los Reinos de la Naturaleza que se ofrecen por la evolución de la civilización humana y del despertar de todo el consciente humano.

Así, tienen el ejemplo y también el camino para aprender a donarse y a entregarse en confianza como lo hace toda la Creación.

Como la Madre de la Vida, como la Madre de la Creación, hoy estoy aquí para invitarlos en nombre de Mi Hijo a que ingresen en el Agua de Vida para que sus almas y espíritus se purifiquen en paz, en gratitud y con la esperanza de que llegará el día prometido de la propia liberación del cautiverio, de toda creencia, de toda idea personal, de cualquier entendimiento que no esté correctamente unido a Dios y que no sea parte del Propósito Divino.

Todas estas expresiones del ser humano de superficie son las causas que han generado el distanciamiento de esta civilización de la verdad y de la realidad que Dios plantea a través de Su Gobierno Espiritual, porque es importante que todos recuerden que todo ya está escrito en el Corazón de Dios.

Que, a través de la purificación de las aguas, y también a través de la bendición de las aguas, cada uno viva en este ciclo el tiempo de su propio desprendimiento y de su despojamiento interior para que, renovados por el Agua de Vida que brota como Gracia del Corazón del Padre Celestial, ustedes puedan ver la realidad de estos tiempos con la misma mirada de la Jerarquía, una mirada de compasión, de sabiduría y de discernimiento.

Yo estoy aquí como su Madre, una vez más, para animarlos a vivir este ciclo que el universo espera pacientemente por el bien y la paz de ustedes y del mundo entero; para que las Leyes Divinas que actúan y trabajan desde el origen, desde el principio de todo, puedan seguir trabajando y obrando, así como Dios lo decreta.

Que las aguas les traigan la cura y la renovación para que el mundo sea sanado, renovado y reintegrado a los Principios del Creador, a través de Su Voluntad.

Oremos, hijos Míos, para que muchos más puedan alcanzar este ciclo con confianza, humildad y resignación, amando al Absoluto y Eterno Dios.

He aquí la Esclava del Señor; así como en Mí se hizo Su Palabra, que la Palabra se haga en Mis hijos, que la Palabra Viva de Dios se cumpla en todas las consciencias posibles antes de que se cumpla el último tiempo, el tiempo final.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Que las aguas del planeta sanen las heridas de todos los que claman por cura y paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN QUEBEC, CANADÁ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Ven, Espíritu Santo de Dios,
y sopla sobre Tus Criaturas
que claman por paz y por justicia.

Ven, Espíritu Santo de Dios,
y consuela a los que vivieron el cautiverio
moral, humano y espiritual.

Ven, Santo Espíritu de Dios,
e inunda con Tus Gracias y poderes celestiales
a los que piden clemencia y compasión.

Ven, Santo Espíritu de Dios,
e ilumina con Tus dones
a los que buscan la verdad dentro de sí.
Sostiene, Santo Espíritu,
a los que cayeron por imprudencia,
ignorancia o desobediencia.

Ven, Santo Espíritu de Dios,
y restaura todo lo que fue dañado,
libera de la muerte a los que fueron condenados en vida,
redime a los que provocan guerras, dolores e injusticias.

Oh, Santo Espíritu de Dios,
que Me colmaste y Me abrazaste en Pentecostés,
desciende ahora sobre esta herida realidad humana.

Santo Espíritu de Dios,
oye la voz de Tu Fiel Esclava
y Mediadora de las almas,
abraza con Tu fuego a los que se sumergen
en su propia oscuridad,
destierra de toda prisión
a los que gritan por ayuda.

Santo Espíritu de Dios,
ábreles el camino
a los que quedaron atrás y fueron juzgados,
 para que reencuentren la senda sagrada
de Tu Eterno Corazón.

Escucha la santa súplica
de la Madre Celeste,
Santo Espíritu de Dios,
ya no permitas que ningún alma,
sobre la faz de la Tierra,
por alguna causa o situación,
pierda la Gracia de vivir bajo el Amor de Dios.

Santo Espíritu de Justicia,
sostiene a Mis hijos.

Santo Espíritu de Verdad,
muestra con Tu Ciencia el camino correcto.

Santo Espíritu de Amor,
repara a los corazones heridos.

En unidad y reverencia a Ti,
Santo Espíritu de Dios,
responde a Mis súplicas,
en gloria al Creador de la Vida,
del Amor y de la Unidad.

Amén.


¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN MONTREAL, QUEBEC, CANADÁ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO DE ORACIÓN DEL DÍA 13

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, como Señora del Amparo, los encuentro en este sagrado lugar de Canadá, lugar sublime de la Ciencia de Mis Espejos, en donde todas las almas del mundo se pueden ver reflejadas en Dios.

Este es el misterio que se revela ante sus ojos. Este es el secreto que despunta para los corazones porque Dios, a través de Su Creación, no solo quiere demostrarles Su Amor Divino, sino también Su Presencia Inmaterial a través de la simplicidad de la vida y de la reverencia a todo lo creado y manifestado.

Hoy, los traigo a la escuela de Mis Espejos Internos, instrumentos preciosos de la Ciencia de Dios, guardados en los recintos de Su Creación en el planeta y, especialmente, en el más absoluto silencio en Canadá; porque la Ciencia de Mis Espejos Internos existe para poder curar y redimir a la humanidad, pero también para ayudar con compasión y amor a los Reinos de la Naturaleza.

Hoy, les presento este espacio de Dios para que lo contemplen no solo a través de sus ojos, sino también a través de sus corazones; para que todos puedan ser permeados por las Leyes de la Cura, de la Armonía y de la Paz que aquí se presentan. Leyes de la Cura, de la Armonía y de la Paz que los sagrados pueblos originarios conocieron y vivieron a través de su contemplación de la Creación y de la vida.

Son estos principios y estos atributos, guardados como tesoros en Mis Espejos Internos en Canadá, que serán entregados a la próxima humanidad para que toda la consciencia humana pueda ser regenerada y reparada de los constantes ultrajes de la guerra y del sufrimiento.

Este es el espacio ofrecido al espíritu de cada ser para que se pueda regenerar y curar. Por eso hoy, se lo presento a todos Mis hijos para que también puedan sentir el abrazo de Dios a través de Su Creación y de su vida, para que hasta sus células y átomos e inclusive su propio ADN puedan volver a identificar las Leyes de la Cura y de la Armonía, principios necesarios para el surgimiento de la Nueva Humanidad.

Sepan que, para cada hijo Mío, aquí se guarda un Espejo Interno que lo identifica y que le permite reconocerse como Hijo de Dios, que incluso le permite reconocer su origen cósmico e inmaterial.

Vean así, hijos Míos, cuán grande y cuán profundo es ese servicio de los Reinos de la Naturaleza a la humanidad, porque fueron manifestados para servirlos a ustedes, para sostenerlos en sus pruebas y en sus crisis; fueron creados para liberarlos de cualquier prisión espiritual o interna. Así podrán comprender que las Leyes de la Cura y de la Armonía para el planeta está siempre a disposición de las almas y de los mundos internos.

Imagínense por un momento, hijos Míos, en cuántos lugares del planeta semejantes a este también existen Espejos de la Madre de Dios, de la Madre Naturaleza, y cuán infinita es la Ciencia de la Cura de Dios basada en Su Compasión y en Su Amor inextinguibles.

Todo le fue dado a la humanidad, todo le fue dado para que cada uno de Mis hijos ante la presencia de la Misericordia y de la Gracia de Dios, por intermedio de Mis Espejos Internos, se pueda regenerar, curar, redimir y principalmente, queridos hijos, las almas sigan adelante, superándose a sí mismas, dando los pasos que son necesarios en este momento del planeta y basando el espíritu y la propuesta de sus vidas en los Sagrados Atributos de Dios por intermedio de Su Creación.

Sean como un espejo pacífico de agua que irradia luz y armonía.

Sean como un árbol que se eleva para encontrar la Luz de la Sabiduría de Dios.

Sean como un ave que canta en cada mañana para proclamar su gratitud a toda la Creación.

Sean como un deva que vigila y que guarda los espacios inmaculados de la Naturaleza de Dios.

Sean como un ángel de la Creación que cela y protege los espacios puros de Dios y que ora en su más perpetuo silencio, para que todos los Reinos, incluso el Reino Humano, alcancen su estado de evolución y de despertar.

Todo esto promueven Mis Espejos Internos en Canadá. ¿Ahora, entienden la importancia de que este país esté protegido y amparado también por la Madre de Dios, así como también está protegido por los pueblos originarios que habitan aquí desde el principio?

Las puertas están abiertas a un nuevo tiempo, al tiempo del compromiso de cada alma y de cada corazón, que directa o indirectamente son traídos hacia estos sagrados espacios de Dios para que, en los planos internos de la Consciencia Divina, vivan su proceso de cura y de regeneración.

Siéntanse purificados y liberados.

Sientan Mi Espíritu Maternal del renacimiento, del surgimiento de la Nueva Humanidad, de la manifestación de los últimos Cristos, que se han comprometido con Mi Hijo para servirlo hasta el final de los tiempos bajo cualquier condición.

No sé olviden de esto. Su compromiso fue dado, y ya está consumado.

El deseo de Dios no puede ser borrado del corazón del universo, así como Mi deseo ardiente no puede ser borrado de sus corazones.

Yo los bendigo y los regenero a través de Mis Espejos Internos, de los Espejos Internos de Dios. Estén en paz.

La esperanza no ha acabado, porque Mi Hijo retornará y así se cumplirá como está escrito.

Soy la Madre del Amparo.

Yo les agradezco por responder a Mi llamado todos los días de la vida.

Es incalculable para la Creación que las almas respondan al Llamado de Dios a pesar de todo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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