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Que el Divino Rostro de Cristo Vivo y Glorificado sea la Faz que sus corazones busquen siempre dentro del océano de la oración y de la vida.
Queridos hijos, hoy permanezcan en el ejercicio de la confianza plena en el divino redentor, Cristo. Permitan que Su Sagrado Espíritu transforme el pasado para que pueda despertar la nueva alma consagrada al Altísimo.
Abran el camino hacia sus corazones para que Yo, la Madre de la Divina Misericordia de Cristo, pueda entrar en el interior de cada morada. Busquen al Amadísimo Cristo Redentor dentro de cada corazón para que sus almas puedan ver las llamas Divinas en cada corazón hermano.
Así estarán construyendo el camino de la fraternidad para el nuevo tiempo que vendrá. Aspiren a permanecer bajo la guarda de Mi Inmaculado Corazón, pues sepan bien, Mis pequeños, que Yo preparo el camino de retorno de Mi Hijo, el Cristo Universal.
Los ama eternamente en oración,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos, que el Amor Resplandeciente de Cristo esté en sus corazones.
Nunca abandonen la barca en la que están navegando. Vayan en la gran pureza hacia el encuentro con el misericordioso Redentor y cuando Lo encuentren en la vida, amen con devoción la Voluntad del Señor.
Hoy los llamo a la oración profunda y contemplativa teniendo como única misión la elevación del mundo y la salvación de las almas que están perdidas por el propio fuego del mundo. Para este rescate de esencias, los invito a estar junto a Mí en comunión interna con Mi Inmaculado Corazón.
Busquen la Divina Presencia de Mi Hijo en cada lugar y en todo momento de la vida, pues así serán conducidos y guiados por el poder de Su Divina Misericordia y de la compasión de Su Santísimo Corazón.
Fortalezcan la vida de este mundo a través de la oración para que la Luz de los ángeles ilumine el océano infinito en el que ustedes, Mis pequeños, están navegando. No teman a la tormenta de la vida; todo pasa y todo prevalece cuando sus corazones están unidos en fidelidad a Mi Corazón Maternal.
Prosigamos, con fe, renovando los votos de consagración al Altísimo para esta misión de amor que Yo les encomiendo. Mi Corazón está unido a sus corazones.
Los adora siempre,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Gracias por responder a Mi llamado y abrir el corazón a Mi voz, a Mis Mensajes para el mundo y, en especial, a todos Mis hijos en América.
Hoy los llamo para celebrar, en Mi Amor Maternal, el esfuerzo y la entrega de sus corazones a la Voluntad del Señor. Hoy les recuerdo el momento de Mi preparación durante la Visitación a Mi querida Hermana Isabel1. Nuestros Corazones, el de Isabel y el Mío, respondieron en aquel tiempo a una Voluntad desconocida pero que sentíamos en lo profundo de Nuestras almas. En aquel momento nació Mi cántico Magnificat alabando al Señor de las Alturas por Su Gloria, Su Gracia y Su Inmensidad de Amor por todas las criaturas.
Hoy los invito a guardar en sus corazones ese momento del Magnificat, momento cuando el Arcángel Gabriel Me anunció la glorificación y la divinización de Mi alma como Bienaventurada, Universal y Madre de todas las criaturas después de que Mi Hijo Resucitado Se hubiera elevado hasta los pies del Padre. Por eso, Mis pequeños, vale mucho el esfuerzo que es hecho con amor y por amor a Dios.
Guarden Mis palabras maternales en sus corazones. Confíen y entren a Mi Reino de la Paz. Unámonos hoy en oración por la paz y por la cura de los que viven la aflicción en el mundo entero. Despierten la flor de sus almas para que Yo la eleve con Mis manos como ofrenda preciosa para el Creador.
Los ama y los guía como a tantas almas,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Vivan en el Amor de Cristo y vivan por el Amor de Cristo.
Queridos Míos:
Hoy imiten el camino que Cristo recorrió aquí en la Tierra; conviertan sus corazones en pequeños discípulos de la oración y de la caridad. Transmitan el Amor del Redentor a través de las obras de caridad; así estarán, Mis pequeños, sirviendo como instrumentos del Omnipotente Señor en este último tiempo.
Hoy los llamo para que, a través de la oración hecha con el corazón y el servicio de caridad, podamos aliviar el sufrimiento de los corazones. Que en el Amor Misericordioso de Cristo, Mis queridos, ustedes puedan donar sus manos, Sus brazos, sus miradas de paz y sus corazones para que Yo pueda llegar como la Divina Reina de la Paz a todos los rebaños en el mundo.
Sigan las huellas que Cristo ha marcado en la arena, pero esta vez, imitando el poder de Su Amor Misericordioso y la irradiación de Su Paz Infinita. Reunamos nuestros corazones para que, Conmigo, la Madre del Amor, podamos ser uno con los Cielos.
Los guía siempre en el amor,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Hoy buscad la Luz de Mis ojos misericordiosos para que Yo, como vuestra Madre de la Paz, pueda acompañar y guiar vuestros pasos hacia el Señor. Os dejo siete llaves para abrir la Puerta de los Cielos:
- Oración con amor
- Ayuno por la paz
- Comunión con Cristo
- Perdón del pasado
- Lectura del Evangelio
- Reconciliación con Dios
- Confianza en la Divina Voluntad.
Con estas siete llaves vosotros hallaréis el camino que os conducirá hacia la consagración de la vida.
Guardad vuestros corazones en Mi Corazón, en Mi Templo de la Paz. Obremos por la paz en el mundo.
Os adora,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Hoy los llamo a despertar al fruto del Amor misericordioso que Cristo irradia a sus corazones. El altísimo Señor espera que ustedes, Mis queridos hijos, eleven sus corazones hacia Mi Reino mediante el ejercicio de la oración.
El tiempo de la venida de Cristo está próximo, está más cerca de lo que cada corazón espera.
Vigilen Conmigo, en oración, por los méritos del reinado de Mi Paz.
Soldados de Dios, caminen por amor a la Luz.
Los adora siempre,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Comenzó el trabajo de sintonía con la oración “Ave Luminosa”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Inhalamos y vamos a dejarnos llenar por esta paz. Vamos a unirnos a los atributos de la “Madre Universal” para recibir a nuestra Madre. Y como hicimos hoy a la mañana, vamos a atraer esos atributos hacia aquí, hacia nosotros, aspirando a que, un día, sean una realidad total en nuestras vidas.
Se oró la “Madre Universal”.
En determinado momento se entonó el “Ave María”.
Por el Poder Divino del Creador, perdonados sean los sedientos de Luz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oremos por la paz del mundo entero y por aquellos que están inmersos en las fuerzas del caos. Yo quiero socorrer a todos ellos.
Ahora, elevemos nuestros corazones hacia el Trono del Señor para que Él reciba de Mí sus plegarias, que ahora orarán Conmigo.
Renunciemos al pensamiento y abramos el corazón para penetrar en los Cielos. Para que la Luz llegue debemos abrirnos. Busquen el tesoro de Mi Inmaculado Corazón en este momento, en el silencio y en la paz. Este es Mi último llamado en este día. Vengan a Mí, suban a los Cielos para perdonar y amar, para redimir y restaurar el pasado.
Sean bienaventurados los que suben a Mi Reino porque ellos gozarán de Mi Luz Eterna. Los escucho, los acojo, los protejo. Yo Soy la Patrona del Amor, la Madre y la victoriosa Ave de la Luz, que viene de los Cielos desde hace 17 días a anunciarles el Nuevo Reino que vendrá, la Nueva Raza redimida y perdonada. Y así, hoy les confieso en nombre del Amor Divino, por la Ley que nos rige, que retornaré después de Mi Hijo, Glorificada.
Se sigue orando el “Ave María” en portugués.
Hoy, les sonrío con Mi Luz a sus corazones, porque han respondido al llamado de Mi Paz; aún estamos a tiempo de revertir el dolor y de que todos ustedes encuentren refugio en Mi Corazón.
Hoy, elevo muchas almas a los Cielos, a las que ustedes desconocen, pero que una vez estuvieron en este mundo para aprender a amar y crecer en unión al Señor.
Dejen que sus corazones broten como en los tiempos pasados, para que reconozcan Mi caminar y sigan detrás de Mí, de Mi Luz redentora.
Hoy, le traigo al mundo la reconversión de todas las faltas cometidas al Creador. A los que están presentes aquí, en nombre de sus hermanos, Yo, la Madre de la Divina Misericordia, les irradio Mi Paz y les doy Mi Perdón para que abran sus corazones a Mi Faz, para que encuentren descanso en las tribulaciones que el mundo vivirá antes de la llegada del Redentor. Por eso, les he indicado que lean los pasajes del Apocalipsis de Juan, para que preparen sus seres en este nuevo tiempo de purificación y reversión que llegará.
Ahora, estoy colocando Mi Corazón sobre Medjugorje para cumplir la Voluntad del Señor, pues de aquí partirán peregrinos hacia Mi encuentro y el reencuentro con sus hermanos del hemisferio norte. Así, podrán saber que, como en Fátima, Lourdes, Guadalupe, Medjugorje y ahora aquí, Yo Soy Única y Mi Voz los representa a todos ustedes, como la Madre del Amor, el Ave que les trae la Paz desde los Cielos infinitos.
Hoy, están a Mi derecha los 24 Ancianos y a Mi izquierda los que siguieron a Cristo, el Señor, como Sus apóstoles; para que sepan que descendemos desde lo Alto, obrando bajo las Leyes del Señor para que el mundo restablezca su paz y su unidad con lo que está separado desde hace tiempo.
Por eso, los llamo a abrir sus corazones a todos sus hermanos de creencias y credos diferentes, para que se unan en el mismo fuego que desciende desde el Espíritu Santo al mundo y a cada criatura, bajo Mi intercesión como la Gran Señora del Sol.
He posado Mis Pies aquí, durante 17 días, para que reconozcan Mi Gracia Inmaculada en sus corazones y para que, a partir de hoy, lleven Mi Paz a sus hermanos, para que les enseñen y les transmitan cómo Soy ante ustedes y todos Mis hijos. Pues el Señor Jesús, el Cristo, Me ha confiado a todos ustedes desde el principio hasta el presente, por toda la eternidad, para que lleguemos juntos, al final del camino, para descubrir el portal de la Paz y entrar en el océano de la Misericordia, que el Señor le promete al mundo antes de que llegue Su Justicia.
Por eso, Yo estoy aquí delante de ustedes para traerles Mi Redención y Mi Amor Maternal a sus corazones. Espero que hayan llegado aquí, borrando el pasado, y que este bautismo de 17 días que Yo realicé en nombre del Señor, haga nacer sus corazones en pureza, humildad y entrega.
Para partir hacia los nuevos caminos que vendrán, deberemos orar por aquellos que no los encuentran, por todos los hijos que están ciegos y por los que no escuchan Mi Voz desde hace siglos. No descansaré hasta poder atraer hacia Mi Corazón la última alma, porque Yo he prometido ante el Señor no dejar que ninguna criatura se pierda, para que nadie arda por el fuego que el mal está difundiendo en el mundo. Por eso, Me han visto pisar la serpiente.
Mi Reinado de Luz se establecerá primero en los corazones abiertos, que serán preparados para que vislumbren el gran llamado de los Cielos.
Hoy, Me elevo y Me anuncio a ustedes para repartir de nuevo Mis Gracias Celestiales, a aquellos que quieran confiar en Mí, en una Madre Inmaculada que les promete la redención y la disolución de las faltas.
He abierto una pequeña puerta hacia el Señor para que todos los corazones se eleven en este último ciclo, en esta última hora. Por eso, les digo que deberán orar, a pesar de todo, para construir la columna de Luz hacia Mi Corazón y para que Mi Inmaculado Ser, como la Madre de la Paz, la Reina de los Cielos, pueda entrar en sus corazones y vivir en unión con Dios.
Así, no deberán preocuparse por sus pensamientos en la vida diaria y colocarán sus almas al servicio del Señor, respondiendo a todo a pesar de las pruebas. Solo les puedo decir que cada alma se confirmará en esta última hora. Entonces, Yo estaré para acompañarlos y para mostrarles el camino hacia el Señor.
Guarden en sus memorias y en sus corazones este momento, el momento de Mi Paz, para que vean venir a Cristo sobre las nubes y, cuando Él llame a su puerta en una hora desconocida, los encuentre en oración y vigilia.
Por eso, Yo estoy aquí y en Medjugorje, reuniendo a las almas que se están convirtiendo y consagrando a Mi Inmaculado Corazón. Porque una parte de esta humanidad deberá ayudar en la redención y en la elevación del mundo, que está a oscuras por sus propias acciones desde hace tiempo.
Por eso, el Señor Me ha enviado como Intercesora del Amor y de las almas, para que todos puedan volver a nacer bajo la Luz de Mis Manos.
Oremos, oremos, oremos para que el mundo se convierta y para que la Ley, en su sabiduría, no haga doler a los corazones que no se quieren convertir.
Yo Soy la Madre del Mundo, el Ave Universal de la Paz que les trae el Nuevo Reino para los que lo quieran ver y también para los que se quieren ocultar de Mí.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Ahora, Ella está haciendo una irradiación lumínica. En reverencia, los que puedan, se colocan en pie. Sientan lo que Ella está haciendo en este momento.
Yo Soy María, la misma de ayer y la misma de hoy, la Madre Inmaculada que les trae el Reino de la Paz.
¿Por qué tanta Paz?
El mundo deberá convertirse a través de los corazones mansos, para que escuchen de nuevo al Señor a través de Mi Voz que se anuncia al mundo por última vez.
Recuerden, hijos Míos, que no deberán guardar rencores por ninguno de sus hermanos; pues, si así fuera, no estarían escuchando Mi Voz redentora y el Reino no podría entrar en los corazones que se cierran a sí mismos. Por esto, durante estos días, he entrado en cada corazón, para que derrame su dolor y sus miserias sobre Mis Manos, para que Mi Amor los pueda convertir y elevar hacia la Luz, redimiendo el pasado y abriendo sus ojos al nuevo horizonte.
Reciban a Mi Nueva Aurora, la llama que está brillando sobre el mundo. Reconozcan la Ley, el Amor y la Compasión que les traigo, para que pronto se unan al Señor, comulguen con Él y así el mundo se cure.
Hoy, responderé a las últimas plegarias, pero sepan que siempre los escucho cuando oran Conmigo en confianza y en el fortalecimiento de la fe que deberá madurar en algunos, para que la llama permanezca encendida en cada corazón.
Después de responder a sus preguntas, les diré finalmente qué es lo que más quiero en este último día.
Madre Shimani leyó las preguntas.
Hoy, quiero pedirles por última vez, que el 24 de noviembre vengan aquí en retiro a prepararse para Mi Encuentro de Luz y de Amor, y así, lo harán el día 24 de cada mes, para que entremos en oración profunda. A cada uno le restará orar todos los días Conmigo, para que sus vidas encuentren Mis caminos predilectos.
Les envío Mi Paz y les doy Mi Paz. Guarden en sus corazones Mi llamado.
Gracias a todos Mis hijos por responder a Mi llamado.
Que el Cielo del Señor los compenetre.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Ahora, Ella se está elevando y cerrando los Cielos desde donde proviene.
Escuchen el eco de Mi Voz para encontrar Mi Corazón.
Se comenzó con la oración “Ave Luminosa”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a percibir lo que la oración hace en nosotros. Ahora, que unimos nuestras energías y somos una sola voz y una sola mente, vamos a trabajar con la “Madre Universal” en portugués y vamos a ir prestando atención a cada uno de los atributos, para atraer su energía hacia este lugar.
Se oró la oración “Madre Universal”.
Después de un tiempo se cantó el “Ave María” mientras se continuaba con la oración.
Hoy, vengo a curar, en nombre del Señor, los corazones que están quebrados y corruptos, oremos.
Se comenzó a orar el “Ave María”.
Ya no son más pecadores, sino son rescatados.
Hoy, vengo a derramar Mis Gracias sobre los corazones que no confían en Mi llamado de Paz. Vengo a anunciarles que estoy retornando a Mi Reino y ahora es el momento de que cada corazón se confirme frente a Mí.
El Señor nos está pidiendo que oremos por la reconversión de las almas de todo el mundo. Hoy, vengo a anunciarles Mi Buena Nueva, una nueva víspera que llegará, que Yo les traeré con Mi Mensaje.
Quiero que todos sepan que están en Mi Corazón Eterno. Por eso, les pido que calmen sus seres y que los recojan en Mi interior para que puedan saber cuál es la verdad que les estoy trayendo a todos a través de Mi Reino.
Vengo a anunciarme a ustedes como lo hizo el Arcángel Gabriel Conmigo en los tiempos antiguos. Están recibiendo el mismo llamado que Yo recibí como Madre del Mesías, que gestó el Corazón Glorificado para el mundo entero, Corazón que derramó Su Sangre por ustedes; pero ahora necesito de todos Mis hijos para que prosigamos en oración junto al Señor.
Hoy, les anuncio que, si no oramos, la Tercera Guerra derramará sangre en el mundo; y no quiero volverla a recoger con Mis sábanas, pues los corazones deben redimirse según la Voluntad del Señor y cada uno debe seguir su camino, que lo lleva a Mi Reino.
Es momento de activar la oración prodigiosa y misericordiosa por todas las almas.
Hoy, ustedes están recibiendo una bendición especial de Mí, que espero que la repartan con sus hermanos. Entren dentro de Mí para comprender Mi misterio, que les estoy revelando ante la Trinidad. La Paloma Blanca está pasando por última vez, para que los corazones que se abran, escuchen Mi llamado de Paz.
Están siendo preparados para grandes desafíos, que hoy no les podré revelar, solo confíen en lo que les estoy trayendo a través de Mi Corazón Inmaculado. En estos días, que pasamos juntos, algo deberá acontecer en sus corazones porque Yo les estoy trayendo todo Mi Reino Celestial.
Dejo a Mis ángeles a su servicio, para que los acompañen en los nuevos caminos que algunos comenzarán, en esta vida de consagración al Señor. Quiero que imiten Mis pasos para que comprendan la consagración que les estoy trayendo desde Mi Corazón de Luz.
Es hora de que arriesguen las oraciones por todos aquellos que las necesitan; por eso, quiero construir soldados de paz que confíen en Mí y Yo confíe en ellos, pues los llamaré a cualquier hora para responder a Mi gran llamado, que hoy no conocerán, pero del que pronto sabrán.
Escuchen el eco de Mi Voz para poder nacer a la vida y despertar al misterio de Mi Espíritu Inmaculado. Lleven en sus corazones la alianza de Mi Corazón para que puedan caminar hacia su propia libertad, en este último tiempo que el mundo está viviendo.
Por eso, Yo estoy aquí, porque el Señor los llama a la redención total de las deudas y faltas cometidas a Su Corazón Espiritual y Único. Si ustedes caminan hacia Mi Corazón, todo el mundo caminará. No solo América se consagrará, sino toda Asia y Oriente, cuando llegue la acción de la Ley, cuando la Justicia Divina comience a actuar en los corazones que no escuchan. Por eso, Yo estoy pasando por aquí, como una Madre Misericordiosa, para que eleven sus corazones hacia Mis Brazos, y Yo los lleve hacia adentro de Mi Reino.
Mientras escuchan Mis Palabras, sus corazones deberían estar ardiendo de Amor por Mí. Todos ya Me conocen, Soy la misma de Nazaret. Ahora, les traigo el espíritu de Mi Corazón para que lo guarden en sus vidas.
Guarden en sus mentes el silencio paternal para que reconozcan al Señor que es Único y Misericordioso. Si confiamos en las buenas obras de la oración, el mundo se convertirá dentro del caos y del sufrimiento.
Algunos se ofertarán a Mi Inmaculado Corazón para sufrir por los otros y para que la Ley alivie al mundo; así, podrán comprender el misterio que les estoy presentando por última vez.
Muchos secretos serán revelados en el último ciclo, pero solo unos pocos lo saben y aguardarán para hablar cuando Yo lo diga.
Sepan que todo se descubre a través de las obras sinceras y de las almas que oran Conmigo y que solo aguardan ayudar al mundo. Por eso, Yo estoy aquí, como estoy en Medjugorje, en este día 25, anunciando Mis Obras de Paz para los dos hemisferios de este mundo, que deberán alcanzar Mi alianza para socorrer a los corazones que sufren.
Solo deben permitir que Mi Amor llegue a sus esencias para que puedan encender, en sus corazones, el legado de Mi Paz, que les estoy trayendo en este pasaje como la Madre de la redención, como la Divina Concepción de la Trinidad, como el Ave Luminosa.
Reciban, en este momento, la Luz de Mi Espíritu, a través de la Paloma de la Paz, para que sus corazones se calmen y no se culpen más.
Es necesario hacer brotar la fuente que les estoy entregando con confianza en el fin de este tiempo; por eso, deberemos orar sin prejuicios para que podamos encontrar los verdaderos valores que el Señor les quiere entregar en este último ciclo a través de Mí y a través de Mi Hijo.
Bañen y laven sus rostros en el océano de Mi oración perpetua, para que todos puedan entrar en Mi Reino a través de sus pasos simples y humildes. Para comprender los Cielos deben amarlos. Para encontrar el misterio, deben amarlo, misterio que hoy les revelo a través de Mi Espíritu de Paz a sus corazones.
Es necesario rendirse ante el Señor para que sus vestiduras caigan, las que llevan desde hace tiempo y las que llevan ahora.
¿Comprenden cómo es el misterio de Mi Corazón? Anuncio Mi Mensaje a dos voces para que todos escuchen, aún más aquellos que se cierran a Mí desde hace tiempo. Solo deben comprender Quién se está presentando ante ustedes. Yo nací en su Tierra y aprendí, al igual que sus corazones, buscando eternamente al Señor y respondiendo a lo desconocido.
Así se trascienden las formas humanas que el mundo ha construido, colocándose primero ante el Señor del Universo. Por eso, la humanidad deberá rendirse a Mi Inmaculado Corazón para que Yo los ayude a perdonar y a redimir el pasado.
Recuerden los preceptos del Señor: amarse los unos a los otros como ustedes Me aman a Mí y Yo los amo a ustedes. De esta forma, los lazos del mal se cortarán a través de Mi espada de la Paz, para que los corazones se enciendan y encuentren el alivio que tanto buscan.
Muchos fueron tocados durante estos días por la llama de Mi redención y aguardo que coloquen sus corazones en nombre de todos ante Mi Faz, para que Yo pueda obrar en las oraciones que necesita el mundo entero. La Sangre del Señor fue derramada por todos; pero para que llegue la Buena Nueva deberemos orar; así, el mundo cambiará.
Los aguardaré en la segunda parte del día recogidos en Mi Corazón, para que vean brillar Mi Llama Trina ante sus seres y sus consciencias. De esta forma, redimirán sus faltas ante el Señor antes de que el Juicio llegue a la humanidad.
Por eso, este es Mi último prenuncio de Paz para Europa y América. Estos dos grandes corazones poco a poco se están consagrando; pero para que los corazones no mueran sin tener Luz, otros deberán redimirse, porque forman parte del gran pulsar de Mi Corazón.
Les dejo Mi Paz para que encuentren descanso y solo vigilen en Mí, en oración. De esta forma se disolverán sus dudas y pensamientos, para que puedan trascenderse hacia Mi Reino que está abierto a todos. Este es el último pasaje de la Sierva del Señor para aquellos que lo quieran ver con sus ojos.
Todos aquellos que escuchen Mi llamado por esta última vez, sepan que están siendo preparados en un camino rápido, el mismo que recorrió Medjugorje desde hace treinta años. Pero ahora, el tiempo cambia y la necesidad de los corazones es mayor. Por eso, deben encender las luces de sus corazones para que se unan a Mí en esta misión universal.
Yo Soy la Reina de la Paz, el Inmaculado Corazón de la redención, para que todos escuchen Mi llamado en este último ciclo que estamos recorriendo. Derramen su amor sobre los otros, como Yo lo he hecho con ustedes durante estos días. Aguardo que Me sigan, aun cuando Yo no aparezca delante de sus seres.
Les dejo Mi Amor redentor, el que aprendí en Jerusalén junto al Gran Maestro. Así, las almas ven las obras del Señor, que siempre debieron buscar como un primer camino de consagración. Son Mis hijos, son criaturas del Señor.
Perdono a todos aquellos que interfieren Mi prenuncio, pero sepan que Mi Amor es más grande que sus propias vidas, el mismo que enseñó Mi Hijo a Sus discípulos. Así, sabrán de dónde viene el Amor, un Amor único y predilecto que les tiene el Señor desde que los creó como esencias.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Madre Divina inclinándose con el orandio en sus manos nos sigue hablando.
Reverencia y redención para los que quieran ver Mi Luz que está llegando.
¡Gracias por responder a Mi llamado!
Canción: “Ave Luminosa”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Convirtiéndose en un Ave de Fuego, Ella se despidió de todos volando sobre nuestras cabezas.
Se comenzó con la oración “Ave Luminosa”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Inhalamos lenta y profundamente, vamos a reunir nuestras energías cada vez más, sintiendo con más intensidad nuestro interior y colocando la Presencia de la Madre que cada uno de nosotros más conoce, con la que tiene más afinidad.
Vamos a percibirla ante nosotros como si oráramos con Ella y vamos a colocar nuestra mente y corazón en Ella, en Su Amor. Vamos a unirnos conscientemente a Ella para orar por todas esas almas que Ella nos ha pedido que la acompañemos a rescatar, como si colocáramos en el plato de una balanza cada una de las cuentas y eso comenzara a equilibrar este proceso planetario.
Vamos a orar con amor, porque hoy que somos más y que sabemos de la fuerza de la oración, del poder de la oración, vamos a unirnos para que este momento sea un momento especial, único, en el que muchas almas puedan ser rescatadas de lugares oscuros, almas que están perdidas.
Y así, no solo vamos a recitar, vamos a orar verdaderamente y a colaborar, a trabajar con la Madre Universal. Vamos a hacer énfasis en prestar atención a los atributos que la Madre Universal nos trae y cuando repetimos cada atributo, lo hacemos con la intención de que se pueda plasmar en nuestras consciencias y en todas las consciencias de nuestra civilización.
Después de un tiempo, se cantó el “Ave María” mientras se continuaba orando la “Madre Universal”. Luego, comenzó a llover y todos los presentes se quedaron orando sin moverse de su lugar.
Después, Fray Elías oró tres veces el “Ave María”.
Queridos hijos, hoy los purifico con Mi Agua, para que sus corazones queden libres de manchas. Quiero que reciban esta Gracia superior para que sus corazones sean mansos y humildes.
Imiten la Luz de Mi Corazón y alcanzarán Mi Reino.
Hoy, estoy bendiciendo al mundo con una Gracia especial: la reconversión de las faltas y de las deudas; por eso, permitan que sus rostros se mojen con Mi Agua para que la Luz superior descienda y cure todo mal.
Quiero que encuentren descanso en Mis Palabras y que no se inquieten, pues están frente al Señor antes que frente a Mí.
Para que la Tercera Guerra se impida deberán orar más, deben brotar sinceras oraciones de sus corazones para que lleguen a Mí y Yo pueda interceder no solo por ustedes, sino por todos Mis hijos.
Guarden en sus corazones Mi llamado, para que puedan despertar en el fin de este tiempo. Estoy marcando la última hora de paz para todos los que la quieran recibir; por eso, hoy derramo Mis Gracias en sus corazones para que confíen en Mí y en Cristo.
Hoy, estoy orando por esta parte del mundo para que todos puedan saber Quién Soy y Quién los guía. Recuerden Mi pasaje como la Madre del Mesías, pues ahora Soy su Madre, la Madre de todos. Lleven en sus corazones la Luz de Mi Corazón para que se puedan afirmar en Él y no padezcan ante las pruebas que vendrán.
Hoy, cada uno de ustedes está respondiendo a una parte de Mi llamado, pero quiero anunciarles a los corazones cerrados que vengo en nombre del Señor a establecer Mi Paz inmaculada y el triunfo total de Mi Corazón.
Los invito a entrar debajo de Mi Manto, para que los pueda proteger y así, unidos en oración, puedan Conmigo, ayudar al mundo con fe y paz.
Hoy, vengo a anunciarles el misterio de Fátima, que ya anuncié en Medjugorje. Ahora, estoy pasando por última vez por este mundo para los que Me quieran recibir y coronar como su Madre. Calmen sus corazones, porque así no encontrarán Mi Paz, una Paz sublime que deben descubrir en este último tiempo.
Les abro Mis Brazos a todos los que Me quieran recibir en sus corazones como la Reina de la Paz. Muchas son las plegarias que recibo día a día, pero pocas son las que responderé, pues es hora de orar con firmeza para socorrer al mundo y a sus hermanos.
Aguarden Mi próxima llegada con alegría, para que sus corazones la sientan y encuentren el alivio que buscan. Hoy, puedo estar aquí entre ustedes, con esta Presencia universal, para los que quieran creer en Mi Mensaje de Paz, en un llamado redentor, en el anuncio de la apertura de una nueva puerta para los que la quieran cruzar en confianza Conmigo.
Escuchen hijos Míos, el Señor nos está invitando a perdonarnos porque estamos a tiempo; Yo seré la consejera de todos cuando nos unamos en oración por el mundo y por todos aquellos que aún no ven la Luz.
Hoy, están recibiendo Mi Gracia, pero Mi Gracia debe ir a todos por igual, también para los que no están aquí escuchando Mi llamado. Ustedes deben ser portavoces de Mi eco, para que resuene en los corazones a través del rayo de Mi Misericordia.
Reconozcan que están siendo salvos antes de que el mundo llegue a su abismo, antes de que la Ley actúe sobre la vida del mundo y sobre todo lo creado; pues el Señor quiere rescatarlos a través de Mí, por eso, Yo estoy aquí anunciando Mi Corazón Inmaculado.
Oremos por la sed que el Señor tiene por todas las almas que buscan la paz y el restauro de sus corazones caídos. Por eso, Yo vengo aquí, a esta nación, para que Mi Corazón triunfe por segunda vez y genere, con Su eco, la difusión en el mundo de Mi Mensaje de Paz para las almas que buscan alivio desde hace siglos.
Encuentren descanso en Mis Palabras y restauro en la fe que Yo les traigo de los Cielos para que puedan continuar en sus caminos hacia un despertar mayor a Mi Corazón Sagrado y al de Mi Hijo.
Están siendo llamados a beber del último resto de Misericordia, antes de que la Justicia llegue a saldar las deudas que los corazones tienen con el Creador y a establecer la armonía en el mundo.
Por eso, todos deberán orar mucho antes de la gran purificación, para que sus corazones se restauren en Mí y encuentren la paz ante las pruebas. Esta será la lección para el mundo: perdonarse por última vez.
Hoy, les entrego Mi Corazón Inmaculado para que lo lleven en sus corazones y abran el camino a los que vienen detrás de ustedes, buscando la misma cura interior que hoy Yo les estoy entregando a aquellos que la merecen por Justicia.
Por eso, intercedo ante el Señor como Madre de todos, para que Él escuche Mis plegarias, las plegarias de este mundo, de los corazones que no se encienden y que aún no encuentran a la Madre del Amor. Por eso hoy, los reúno para que escuchen la voz de Mi Corazón y encuentren el alivio que buscan, que les traigo desde lo Alto.
Eleven sus corazones hacia Mi Manto, para que Yo los pueda amparar y guiar en este último camino que todos ustedes están recorriendo.
Por eso, no deben perder tiempo en extensos pensamientos, en elogiadas ideas, en construcciones evolutivas, porque debemos orar para saciar la sed del mundo, la carencia de amor y de paz que otros no viven. Esta es Mi tarea universal: elevar los corazones hacia el Señor para que todos puedan entrar en el Reino que Yo les prometo después de este mundo.
Escuchen el eco de Mi Voz, para que resuene en lo profundo y siembre la semilla del amor que hoy les traigo. Así, podrán reconocer Mi llamado, el anuncio de paz antes de que todo llegue delante de sus ojos.
Por eso, deben aceptar las rosas de Mi Corazón, para que todo el mal se disuelva en sus seres y en sus consciencias. Es necesario abrir los corazones para comprender el gran llamado que hoy les anuncio; así, el Señor podrá disolver las faltas que todos esconden, pero que Yo veo como Madre de la redención.
Muchos permanecerán, otros caminarán por otros senderos, pero deben saber que la Voluntad es única en esta y en la otra parte del mundo que vive su propia prueba de confirmación a la Luz.
Deben tener como emblema a Mi Corazón Misericordioso para que alumbre sus caminos, caminos que deberán seguir en misión Conmigo.
Los aguardo en oración para establecer Mi Paz y escucho a aquellos que niegan Mi Voz redentora. Abro Mis Brazos para acogerlos a todos; Mi Reino está abierto a todos, a los que están aquí y a los que no están.
Si el mundo ora perpetuamente, la guerra no acontecerá. El Señor probará al mundo por última vez, para que toda la humanidad se confirme a Su Presencia, única desde los orígenes, desde el Génesis, desde el alfa, desde el corazón de la Creación. Este es el lugar de donde provengo como la Madre de la Paz, como la Señora que responde a los afligidos y a los que buscan respuestas en sus corazones.
Deberán elevarse hacia Mí, para que Yo los eleve hacia Mi Reino de Paz. Y, aunque permanezcan en este mundo que está viviendo su último ciclo, Yo estaré allí resguardando a cada corazón que se una a Mí en oración y a Mi llamado con confianza.
Oremos, porque es urgente.
Oremos, para que la Luz abunde.
Oremos por las religiones, para que se unan, como dicen las profecías de Juan, que están por cumplirse en esta última época.
Así, descubrirán que todos somos Uno en el Señor y que cada uno ha construido su camino a su entender y comprender, aunque todos vamos hacia el mismo fin: el Infinito, que es Piadoso y Misericordioso ante los hombres que viven en este mundo desde hace siglos.
Por eso, Yo los acompaño para traer Mi Luz, Mi Luz Divina, que el Señor Me ha concedido como Intercesora de las almas para que todos curen sus miserias que son profundas, las que conozco y veo. Pero no deben temer por lo que sientan; deberán temer por no orar, porque esta es la Gracia que el Señor nos ha concedido a ustedes y a Mí, como María la Madre del Redentor.
Despertemos las llamas de la oración para que todos puedan elevarse y puedan ver, brillando en sus corazones, Mi Paz profunda.
Responderé a las plegarias porque lo he prometido, pero sepan que si oramos podremos encontrar respuestas sublimes que no vienen de este mundo, sino del que Yo provengo, de la Divinidad, del Corazón de la Fuente, del Reino de Mi Paz para esta humanidad.
Recuerden que la Nueva Jerusalén vendrá descendiendo desde lo Alto para aquellos que la quieran recibir y reconocer en el misterio de Mi Faz.
Se leen las preguntas personales y la Madre Divina las responde.
Lleven la llama de Mi Ser en sus vidas para que encuentren un verdadero refugio de amor y de paz. Solo basta que oremos, este es el llamado.
No teman por lo que perderán. ¿Serán capaces de dar la vida por los otros en oración?
¿Qué más debemos esperar?
Preguntemos a nuestros corazones por su disposición ante la Obra del Señor; así, en confianza nos encontraremos.
¡Gracias por responder a Mi llamado!
Madre María Shimani de Montserrat:
La Madre Divina nos pidió que el coral cante un cántico para Ella. Por eso, vamos a permanecer en silencio mientras el coral se prepara, sintiendo todo lo que la Madre nos dijo.
Vamos a estar quietos para mantener la energía, Su energía, y vamos a escuchar con atención lo que Ella nos quiere decir a través de este cántico.
Se comenzó con la oración “Ave Luminosa”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Inhalamos lenta y profundamente, vamos a reunir nuestras energías cada vez más, sintiendo con más intensidad nuestro interior y colocando la Presencia de la Madre que cada uno de nosotros más conoce, con la que tiene más afinidad.
Vamos a percibirla ante nosotros como si oráramos con Ella y vamos a colocar nuestra mente y corazón en Ella, en Su Amor. Vamos a unirnos conscientemente a Ella para orar por todas esas almas que Ella nos ha pedido que la acompañemos a rescatar, como si colocáramos en el plato de una balanza cada una de las cuentas y eso comenzara a equilibrar este proceso planetario.
Vamos a orar con amor, porque hoy que somos más y que sabemos de la fuerza de la oración, del poder de la oración, vamos a unirnos para que este momento sea un momento especial, único, en el que muchas almas puedan ser rescatadas de lugares oscuros, almas que están perdidas.
Y así, no solo vamos a recitar, vamos a orar verdaderamente y a colaborar, a trabajar con la Madre Universal. Vamos a hacer énfasis en prestar atención a los atributos que la Madre Universal nos trae y cuando repetimos cada atributo, lo hacemos con la intención de que se pueda plasmar en nuestras consciencias y en todas las consciencias de nuestra civilización.
Después de un tiempo, se cantó el “Ave María” mientras se continuaba orando la “Madre Universal”. Luego, comenzó a llover y todos los presentes se quedaron orando sin moverse de su lugar.
Después, Fray Elías oró tres veces el “Ave María”.
Queridos hijos, hoy los purifico con Mi Agua, para que sus corazones queden libres de manchas. Quiero que reciban esta Gracia superior para que sus corazones sean mansos y humildes.
Imiten la Luz de Mi Corazón y alcanzarán Mi Reino.
Hoy, estoy bendiciendo al mundo con una Gracia especial: la reconversión de las faltas y de las deudas; por eso, permitan que sus rostros se mojen con Mi Agua para que la Luz superior descienda y cure todo mal.
Quiero que encuentren descanso en Mis Palabras y que no se inquieten, pues están frente al Señor antes que frente a Mí.
Para que la Tercera Guerra se impida deberán orar más, deben brotar sinceras oraciones de sus corazones para que lleguen a Mí y Yo pueda interceder no solo por ustedes, sino por todos Mis hijos.
Guarden en sus corazones Mi llamado, para que puedan despertar en el fin de este tiempo. Estoy marcando la última hora de paz para todos los que la quieran recibir; por eso, hoy derramo Mis Gracias en sus corazones para que confíen en Mí y en Cristo.
Hoy, estoy orando por esta parte del mundo para que todos puedan saber Quién Soy y Quién los guía. Recuerden Mi pasaje como la Madre del Mesías, pues ahora Soy su Madre, la Madre de todos. Lleven en sus corazones la Luz de Mi Corazón para que se puedan afirmar en Él y no padezcan ante las pruebas que vendrán.
Hoy, cada uno de ustedes está respondiendo a una parte de Mi llamado, pero quiero anunciarles a los corazones cerrados que vengo en nombre del Señor a establecer Mi Paz inmaculada y el triunfo total de Mi Corazón.
Los invito a entrar debajo de Mi Manto, para que los pueda proteger y así, unidos en oración, puedan Conmigo, ayudar al mundo con fe y paz.
Hoy, vengo a anunciarles el misterio de Fátima, que ya anuncié en Medjugorje. Ahora, estoy pasando por última vez por este mundo para los que Me quieran recibir y coronar como su Madre. Calmen sus corazones, porque así no encontrarán Mi Paz, una Paz sublime que deben descubrir en este último tiempo.
Les abro Mis Brazos a todos los que Me quieran recibir en sus corazones como la Reina de la Paz. Muchas son las plegarias que recibo día a día, pero pocas son las que responderé, pues es hora de orar con firmeza para socorrer al mundo y a sus hermanos.
Aguarden Mi próxima llegada con alegría, para que sus corazones la sientan y encuentren el alivio que buscan. Hoy, puedo estar aquí entre ustedes, con esta Presencia universal, para los que quieran creer en Mi Mensaje de Paz, en un llamado redentor, en el anuncio de la apertura de una nueva puerta para los que la quieran cruzar en confianza Conmigo.
Escuchen hijos Míos, el Señor nos está invitando a perdonarnos porque estamos a tiempo; Yo seré la consejera de todos cuando nos unamos en oración por el mundo y por todos aquellos que aún no ven la Luz.
Hoy, están recibiendo Mi Gracia, pero Mi Gracia debe ir a todos por igual, también para los que no están aquí escuchando Mi llamado. Ustedes deben ser portavoces de Mi eco, para que resuene en los corazones a través del rayo de Mi Misericordia.
Reconozcan que están siendo salvos antes de que el mundo llegue a su abismo, antes de que la Ley actúe sobre la vida del mundo y sobre todo lo creado; pues el Señor quiere rescatarlos a través de Mí, por eso, Yo estoy aquí anunciando Mi Corazón Inmaculado.
Oremos por la sed que el Señor tiene por todas las almas que buscan la paz y el restauro de sus corazones caídos. Por eso, Yo vengo aquí, a esta nación, para que Mi Corazón triunfe por segunda vez y genere, con Su eco, la difusión en el mundo de Mi Mensaje de Paz para las almas que buscan alivio desde hace siglos.
Encuentren descanso en Mis Palabras y restauro en la fe que Yo les traigo de los Cielos para que puedan continuar en sus caminos hacia un despertar mayor a Mi Corazón Sagrado y al de Mi Hijo.
Están siendo llamados a beber del último resto de Misericordia, antes de que la Justicia llegue a saldar las deudas que los corazones tienen con el Creador y a establecer la armonía en el mundo.
Por eso, todos deberán orar mucho antes de la gran purificación, para que sus corazones se restauren en Mí y encuentren la paz ante las pruebas. Esta será la lección para el mundo: perdonarse por última vez.
Hoy, les entrego Mi Corazón Inmaculado para que lo lleven en sus corazones y abran el camino a los que vienen detrás de ustedes, buscando la misma cura interior que hoy Yo les estoy entregando a aquellos que la merecen por Justicia.
Por eso, intercedo ante el Señor como Madre de todos, para que Él escuche Mis plegarias, las plegarias de este mundo, de los corazones que no se encienden y que aún no encuentran a la Madre del Amor. Por eso hoy, los reúno para que escuchen la voz de Mi Corazón y encuentren el alivio que buscan, que les traigo desde lo Alto.
Eleven sus corazones hacia Mi Manto, para que Yo los pueda amparar y guiar en este último camino que todos ustedes están recorriendo.
Por eso, no deben perder tiempo en extensos pensamientos, en elogiadas ideas, en construcciones evolutivas, porque debemos orar para saciar la sed del mundo, la carencia de amor y de paz que otros no viven. Esta es Mi tarea universal: elevar los corazones hacia el Señor para que todos puedan entrar en el Reino que Yo les prometo después de este mundo.
Escuchen el eco de Mi Voz, para que resuene en lo profundo y siembre la semilla del amor que hoy les traigo. Así, podrán reconocer Mi llamado, el anuncio de paz antes de que todo llegue delante de sus ojos.
Por eso, deben aceptar las rosas de Mi Corazón, para que todo el mal se disuelva en sus seres y en sus consciencias. Es necesario abrir los corazones para comprender el gran llamado que hoy les anuncio; así, el Señor podrá disolver las faltas que todos esconden, pero que Yo veo como Madre de la redención.
Muchos permanecerán, otros caminarán por otros senderos, pero deben saber que la Voluntad es única en esta y en la otra parte del mundo que vive su propia prueba de confirmación a la Luz.
Deben tener como emblema a Mi Corazón Misericordioso para que alumbre sus caminos, caminos que deberán seguir en misión Conmigo.
Los aguardo en oración para establecer Mi Paz y escucho a aquellos que niegan Mi Voz redentora. Abro Mis Brazos para acogerlos a todos; Mi Reino está abierto a todos, a los que están aquí y a los que no están.
Si el mundo ora perpetuamente, la guerra no acontecerá. El Señor probará al mundo por última vez, para que toda la humanidad se confirme a Su Presencia, única desde los orígenes, desde el Génesis, desde el alfa, desde el corazón de la Creación. Este es el lugar de donde provengo como la Madre de la Paz, como la Señora que responde a los afligidos y a los que buscan respuestas en sus corazones.
Deberán elevarse hacia Mí, para que Yo los eleve hacia Mi Reino de Paz. Y, aunque permanezcan en este mundo que está viviendo su último ciclo, Yo estaré allí resguardando a cada corazón que se una a Mí en oración y a Mi llamado con confianza.
Oremos, porque es urgente.
Oremos, para que la Luz abunde.
Oremos por las religiones, para que se unan, como dicen las profecías de Juan, que están por cumplirse en esta última época.
Así, descubrirán que todos somos Uno en el Señor y que cada uno ha construido su camino a su entender y comprender, aunque todos vamos hacia el mismo fin: el Infinito, que es Piadoso y Misericordioso ante los hombres que viven en este mundo desde hace siglos.
Por eso, Yo los acompaño para traer Mi Luz, Mi Luz Divina, que el Señor Me ha concedido como Intercesora de las almas para que todos curen sus miserias que son profundas, las que conozco y veo. Pero no deben temer por lo que sientan; deberán temer por no orar, porque esta es la Gracia que el Señor nos ha concedido a ustedes y a Mí, como María la Madre del Redentor.
Despertemos las llamas de la oración para que todos puedan elevarse y puedan ver, brillando en sus corazones, Mi Paz profunda.
Responderé a las plegarias porque lo he prometido, pero sepan que si oramos podremos encontrar respuestas sublimes que no vienen de este mundo, sino del que Yo provengo, de la Divinidad, del Corazón de la Fuente, del Reino de Mi Paz para esta humanidad.
Recuerden que la Nueva Jerusalén vendrá descendiendo desde lo Alto para aquellos que la quieran recibir y reconocer en el misterio de Mi Faz.
Se leen las preguntas personales y la Madre Divina las responde.
Lleven la llama de Mi Ser en sus vidas para que encuentren un verdadero refugio de amor y de paz. Solo basta que oremos, este es el llamado.
No teman por lo que perderán. ¿Serán capaces de dar la vida por los otros en oración?
¿Qué más debemos esperar?
Preguntemos a nuestros corazones por su disposición ante la Obra del Señor; así, en confianza nos encontraremos.
¡Gracias por responder a Mi llamado!
Madre María Shimani de Montserrat:
La Madre Divina nos pidió que el coral cante un cántico para Ella. Por eso, vamos a permanecer en silencio mientras el coral se prepara, sintiendo todo lo que la Madre nos dijo.
Vamos a estar quietos para mantener la energía, Su energía, y vamos a escuchar con atención lo que Ella nos quiere decir a través de este cántico.
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a comenzar a orar la “Madre Universal” para esperar a nuestra Madre.
Todo el grupo presente oró la “Madre Universal” y en determinado momento Madre Shimani entonó el “Ave María”. Luego, la Madre Divina apareció.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Hoy, Ella se presentó muy contundentemente y, mientras orábamos, nos ofreció un orandio. Nos irradiaba Su Paz y lo que Ella llama Su Universo de Amor.
Ella posaba Sus Pies sobre un símbolo. Le preguntamos qué significaba ese símbolo, y Ella nos dijo que representaba a la Ley de la Equivalencia o Ley del Equilibrio, Ley que deberíamos estudiar.
Ella, al comienzo, nos transmitió que estaba retornando a Su Reino y que aparecerá públicamente solo los días 25. Los días 26 y 27 serán encuentros reservados, pero después se transmitirán Sus Mensajes. Ella nos dijo que era la Voluntad del Señor y que así lo teníamos que aceptar; que Su Presencia en el fin de este tiempo, cada mes iba a ser más fuerte, más intensa.
Hoy, quiero que entren a este universo de Amor y que vivan en alegría, el mundo lo necesita. Sonríanme y estarán sonriéndole al Señor. Por eso, Yo les pido que oremos juntos para fortalecer al mundo.
La Luz llegará a varias partes del mundo en pocos momentos; por eso, los soldados deben fortalecerse para encontrar la paz en el camino. Algunos corazones se han transformado durante estos días Conmigo y a los otros corazones aún los espero, para que Me abran la puerta y para que Mi Reino pueda entrar y redimirlos.
Quiero que, en estos dos últimos días que quedan, meditemos para comprender lo que Yo dejé aquí. Por eso, les pido que se queden en paz, para poder comprender que en oración todo se amplía en la consciencia y en el corazón.
Hoy, quiero que reciban Mis Gracias con alegría, para que los corazones puedan florecer en Mi Paz, y así puedan encontrar descanso en Mis Brazos que están abiertos para ustedes y para todos.
Yo estaré retornando en poco tiempo; por eso, la oración será importante hasta Mi próxima llegada. Quiero que todos sepan que confío en sus corazones que quieren vivir en Mi Fe y en Mi Paz. Por eso, Yo los invito nuevamente a entrar en Mi Reino, para que el corazón se despoje de sí y encuentre la Luz que Cristo está enviando a este mundo.
Hoy, los invito a todos a que vean la representación de Fátima en este lugar, para que sus consciencias comprendan lo que está sucediendo. Las Gracias físicas vendrán después de que Yo ya no esté aquí; por eso, les pido que deben tener paciencia para poder comprender.
Quien ama a los Cielos entra primero, pero quien busca por otros caminos demorará en encontrarme. Por eso, hoy les pido que estemos juntos en Mi segunda Aparición a las 17:40h de este tiempo material.
¿Saben qué representa la hora 17 en este fin de tiempo? Un canal de Paz, una posibilidad de profundizar en la oración y encontrarse Conmigo en Mi Reino. Simplemente, como quien obra para el Señor con su propia donación y entrega, la oración florece, brota desde el corazón y despierta la paz en los que están confusos.
Quiero que Me comprendan; primero, lo más importante es el encuentro inmaterial Conmigo; después, la instrucción para que sus corazones comprendan este símbolo, Mi símbolo de Paz.
Sé que aún muchos no creen, pero es importante que Yo espere, como la Reina Madre de la Paz, como en la parábola del hijo pródigo.
Hoy, los invito a que lean el capítulo 15 de Juan. No para interpretarlo, sino solamente para sentirlo; no para meditarlo, sino solamente para vivirlo a través de la oración.
¿Por qué les pido esto? Se los pido como Madre, para que sepan dónde estamos y en qué momento se encuentra la humanidad. Es importante orar para elevar los corazones y para que estos encuentren Mi llamado. Como lo estoy haciendo con ustedes aquí, lo estoy haciendo mes a mes en Medjugorje.
Ustedes deben saber que Yo aquí podría anunciarme con misterios y símbolos o como una Madre Profeta, pero el Mensaje debe llegar a todos para que lo sientan y lo comprendan con sus corazones. Si en estos días les he entregado tantos símbolos, es que el Señor lo está pidiendo para que comprendan Mi Ministerio Espiritual como la Madre del Mundo.
A todos Mis hijos debo llegar con Palabras simples, para que los corazones se abran y Me reconozcan como la Madre de Nazaret, la misma que se anuncia desde hace siglos. A todos, los llevo por el mismo camino hacia el Redentor, para que todos comulguen con Él y quien aún no lo ha hecho porque se ha distanciado, sepa que esta es la hora, que confíe en Mí, porque Yo lo podré llevar frente a Él para reconciliarse.
Todos somos uno, nadie está separado. Sepan que quien llega a Mi Reino es igual al otro que demora en llegar. Fuimos creados en la semejanza que el Señor nos ha dado en Su confianza.
Y ahora, les doy Mis gracias a Mis Hijos por haber respondido al llamado de ayer. Pero deberemos estar vigilantes, porque todo el mundo podrá arder en poco tiempo y será por otro fuego que vendrá desde lo Alto. La Justicia está llegando; por eso, Yo estoy aquí como en Medjugorje para establecer Mi Paz y para que las deudas sean elevadas y perdonadas.
Ya no es tiempo de ocultarse a los demás corazones. Sepan que el Señor Me dio la potestad de poder verlos profundamente; por eso, los llamo a que busquen la pureza en el Reino de Lis.
Esta es Mi última llave, la que sembré una vez en Fátima a través de los niños. Este es el gran secreto que dejé en el siglo pasado: ir al encuentro de la pureza a través de Mi Devoción Inmaculada, para que sepan cómo llegar a Dios de una forma simple y abnegada. Así, podrán sentir al Señor en sus corazones, Quien los aguarda desde hace tiempo, aún más a aquellos que están distantes o cerrados a Su Presencia universal.
Nadie podrá escapar de este mundo si no pasa antes por Mí, porque el Señor Me confió a las criaturas y a los corazones.
Se ora el “Ave Luminosa”.
Se leen las preguntas personales y la Madre Divina las responde.
Los días 12 y 13 de cada mes serán consagrados, en Aurora, a la celebración de Mi Presencia. Después, les dictaré la liturgia. Y también aquí, se las dictaré para los días 25 y 26 de cada mes.
¡Gracias por responder a Mi llamado!
Ahora, irradiemos con Mi Paz la oración del “Ave Luminosa”.
Sigue el cántico.
Se comenzó orando el “Ave Luminosa”. Luego se oró la “Madre Universal”, y en determinado momento, Madre Shimani comenzó a entonar el “Ave María”.
Sean bienaventurados los alegres de corazón, porque heredarán el Reino de los Cielos.
Hoy, les irradio el brillo de Mis Ojos para que alumbre sus corazones y encuentren Mi Paz.
Hoy, vengo a decirles por segunda vez que, si las oraciones aumentan y son victoriosas, antes del fin del 2012, les prometo que intercederé para que no se cumpla ni se plasme en los corazones de los hombres la Tercera Guerra. Aquellos que quieran creer en Mi llamado, que vengan a Mí, Yo los recogeré dentro de Mi Reino para elevarlos.
Hoy, los invito a que meditemos en las escrituras de Juan, pues nos preparan para el nuevo tiempo que vendrá. No quiero que nadie coloque sus pensamientos en lo que sucederá, más importante es orar Conmigo para aliviar el dolor del mundo.
Hoy, quiero derramar sobre ustedes Mi profunda Paz, para que Me sientan y Me reconozcan una vez más.
Lleven en sus corazones el prenuncio de la Paz, para que lo vean los demás y sean alumbrados por el amor interior de sus corazones. Enciendan la llama interior en el fin de este tiempo, para que Cristo los reconozca y los llame como Sus instrumentos de la Paz.
Hoy, vengo a anunciarles Mi Buena Nueva, para que encuentren aliento donde no existe y encuentren calma donde hay desesperación. Quiero llevar a todos hacia el Reino de Mi Amor para que sepan cómo es y dónde Me encuentro orando por todos Mis hijos.
Hoy, véanme como María, la Madre del Gran Señor, para que sepan quién está aquí, frente a ustedes, venida desde los Cielos.
Abran sus corazones para perdonar el pasado, pues ya estamos en la hora de poder disolver el mal del corazón. Si quieren liberar las amarras del pasado, eleven sus oraciones hacia Mí, y Yo les responderé según la Voluntad del Señor y según la Ley.
Esta Ley pertenece a todos y deben reconocerla y afianzarse en ella en el fin de este tiempo, antes de que el águila cante por última vez y las siete trompetas se anuncien al mundo.
Yo vengo aquí a entregarles Mi Paz y Mi Confianza. Velen por esta paz que es infinita, para que sus corazones se unan a Mí a cada momento. Únanse al Espíritu Santo que ahora está permeando al mundo, para que sus corazones se eleven hacia Mi Reino, para que allí puedan permanecer y beber de Mi Fuente Misericordiosa.
Hoy, les irradio los dos rayos de Mi Misericordia, los mismos que brotaron en la Cruz por el mundo, por la paz, por el perdón y la redención.
Queridos hijos, no hay tiempo que perder, es hora de cruzar el umbral y de subir a Mi barca, que está partiendo. Ahora los llamo a orar Conmigo para preparar el tiempo que vendrá y para ayudarme a rescatar a las almas que están a oscuras.
Hoy, ustedes son permeados por Mi Luz, pero ¿dónde irá la Luz que les entrego? ¿Será que la guardan en sus corazones y esta no desaparece por nada?
Quiero que lleven Mi anuncio a todos, el anuncio de la nueva oración que reconstruye el espíritu y revierte las faltas a través de Mi Misericordia Inmaculada. Encuentren las respuestas en sus corazones para que pueda brotar Mi Fuente, Mi manantial de vida.
Lleven en sus pasos Mi caminar, para que reconozcan Mi senda, que una vez recorrí en Jerusalén.
Únanse al esplendor de Mi devoción, para que puedan sostener sus corazones en esta tribulación que está llegando.
Coloquen su fe en acción, pues ya estamos en la hora de poder penetrar la oscuridad a través del amor y de la oración.
Hoy, Me presento a ustedes como la Reina de la Paz y de la Redención, para que todos reconozcan Mi Voz y se unan a este gran eco del universo que les estoy trayendo hasta aquí, a esta parte del mundo.
Vigilen diariamente sus intenciones para que sean puras y Yo las pueda ver y utilizar como instrumentos de la paz. Cada acción que realicen será una decisión en este fin de tiempo; por eso, debemos vigilar en oración, como dice el Señor, así nada podrá perturbarlos y encontrarán la claridad necesaria en estos tiempos.
Estoy llegando, como la Reina del Sol, antes de la Justicia; Justicia que aún no comprenden, pero que verán actuar en este mundo, en esta humanidad, sobre esta Tierra. Pero, para que los ángeles, que son obedientes, los ayuden, oren con ellos. Se los estoy dejando a ustedes, para que se puedan unir a este Principio Creador, a esta Luz Infinita, a esta plena Gracia.
Guarden Mis Palabras para que encuentren, en el fin de estos tiempos, sus corazones maduros y estos puedan dar sus pasos hacia Mí, porque Yo los llamo una vez más. Les repito Mis Palabras para que las recuerden y las reconozcan.
Muchas son las almas perdidas en este mundo y cada día aumentan más, por eso es necesario orar por lo que aún no se ve, pero que verán pasar frente a sus ojos en cada día que vendrá, en cada hora de este mundo, en cada segundo de esta humanidad.
Por eso, Me anuncio a ustedes para que encuentren Mi Paz, la Paz de Mi Reino, que el Señor Me ha confiado desde los orígenes, cuando Yo estuve aquí sobre este suelo. Por eso, vean la llama de Mi Corazón, para que se puedan unir a Él, un Corazón Inmaculado que sufre igual que ustedes al ver el dolor del mundo y no saber cómo aliviarlo, sino a través de la oración que construye nuestra fe y la firmeza en Dios.
Guarden Mi Paz en sus corazones, para que Yo los pueda levantar de los abismos en el momento en que algunos caigan. Estamos en tiempo de confirmaciones ante el Señor y Su Ley. Es necesario que lean y sepan las Leyes Universales que rigen este mundo, así podrán saber qué es lo que les estoy diciendo y a dónde quiero llegar en este momento.
Será importante que eleven sus ojos hacia el campanario que aquí se construirá; anunciando, día a día y mes a mes, Mi llegada, campanario que traerá paz cuando los movimientos acontezcan, que dará aliento a los corazones, que pulsará al ritmo de Mi ser, anunciándoles Mi Amor y Mi Paz a esta nación y a sus naciones hermanas.
Oremos por los que sufren y están desconsolados, los que no reciben la Luz de Mi Corazón y que necesitan de Mi reconversión para poder trascenderse hacia Mis Cielos.
Se oró:
Bendita Tu eres entre todas las criaturas,
porque fuiste concebida por una Gracia Mayor.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Ahora, la Madre Divina está irradiando la Luz de Su Reino de los Cielos, desde ese plano hacia aquí y continúa transmitiendo Su Mensaje.
Les entrego Mi Reino de la Paz para que siempre vuelvan a él. A pesar de todo, no teman, confíen en Mí, Yo Soy la Madre Redentora, la Guardiana de los corazones que están despertando y de los corazones que están caídos; por eso, los llamo a vivir en Mi Paz y a entrar en el océano de Mi Fuente para que vuelvan a nacer ante el Trono del Señor y Él los pueda recibir en Su Reino en este tiempo final.
Lleven Mi Paz y guarden Mi alegría interior en sus corazones.
Hoy, quiero consagrar a un alma que hace unos días le ha hecho una pregunta a Mi Corazón; Yo he aguardado, desde hace un tiempo, su paso de consagración a Mi Inmaculado Corazón.
Hoy, quiero que llegue aquí, frente a Mí, para que Yo la bendiga y cumpla con Mi llamado de confianza. Sepan que todos son bendecidos porque todos somos Uno, Yo Soy Una con Dios y Dios es Uno Conmigo y así, hoy les traigo Mi Trinidad.
Madre Maria Shimani de Montserrat:
La Madre pide que por favor María Sol llegué hasta aquí, hasta el círculo.
Queridos hijos, que la crítica ingrese en el corazón para que sea restaurada, elevada y redimida. Abran sus corazones para encontrar Mi Paz, todos somos Uno en Mi Reino.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Madre está pidiendo que los monjes de la Orden Gracia Misericordia se coloquen la capucha.
María Sol, en este momento de consagración, Yo, la Madre Redentora, elevo tu ser, libre de faltas, para que comiences un nuevo camino dentro de tu corazón. Tu peregrinación hacia Mí será larga, pero al fin nos encontraremos. Recuerda a tu alma en el corazón de la Europa sufrida, para que se redima a través de tus pasos. Gracias por responder a Mi llamado.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Y ahora, Ella irradiará Su Paz. Vamos a pedirle a Piedad que cante el “Ave María”.
Se entonó el “Ave María”.
A los que están enfermos, que encuentren el alivio de Mi Corazón; a los que despiertan, que encuentren Mi esperanza infinita; a los que duermen, que escuchen Mi llamado a través de ustedes; que todos encuentren Mi Paz, que puedan volver a nacer y reconciliarse en el Señor. Esta es la Gracia que les traigo a los que se animen a aceptarla y unirse a Mí eternamente.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Ahora, Ella dice que manteniéndonos en Su Paz y abriendo nuestros corazones, responderá a las plegarias de Sus hijos.
Madre Shimani leyó las preguntas personales y la Madre Divina las respondió.
Ahora, cuando esta noche cae, los recojo a todos en Mi Corazón para que encuentren descanso hasta el nuevo amanecer. Entren en Mi antiguo pesebre de Belén, para que allí reposen y se restauren en Mi Corazón.
Gracias por responder a Mi llamado. Oremos.
Que las dudas sean disipadas por la fuerza de Mi Corazón, y que la fe se fortalezca por sus oraciones.
Luego, se cantó “Flor de la Paz”.
En este día se originó un incendio en la carretera que lleva a la Comunidad, por lo que parte del grupo de Acción Inmediata de Figueira estaba colaborando con la resolución del incendio.
Se comenzó orando el “Ave Luminosa”.
Luego, se cantó el “Ave María”, y se siguió conjuntamente con la oración “Madre Universal”.
Por el poder divino de Mi Espíritu Inmaculado, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Vean cómo hoy el mundo se quema con su proprio fuego, ¿ahora, comprenden por qué debemos orar?
Mis Gracias están derramadas sobre este lugar y he enviado a Mis ángeles para que los ayuden, pero es necesario de más oración no solo en esta parte del mundo, sino en todo el mundo.
Las razas, los pueblos y los Reinos necesitan ayuda. ¿Qué más debe irradiar Mi Corazón para que los corazones Me escuchen y confíen en Mi llamado?
Ahora, los estoy convocando a que se reúnan a orar en pequeños grupos, para que Dios pueda resolver esta situación. Mi Corazón también está ardiendo en llamas, pero de dolor.
Ahora, ¿qué debo hacer? Solo orar.
Mi poder es divino y predilecto, pero solo debo obedecer a la Ley que está descendiendo sobre la humanidad, solo debo transmitirles Mi Paz, Mi Fe y Mi Amor para que puedan caminar Conmigo por este camino de la tribulación que cada día se está acercando a las vidas de todas las criaturas.
Así como arde este fuego, así arden las almas que están en los infiernos y pocos oran por ellas para que Yo pueda interceder. A ustedes les corresponde orar Conmigo para que todos sean rescatados, no solo los que están sobre esta superficie, sino también los que están en planos invisibles, a los que nadie ve ni percibe. Por eso, Mi Corazón debe llegar a todos en el fin de este tiempo, para que todos puedan descubrir Mi llamado de Paz en un tiempo de caos.
Sepan que las Leyes se están cumpliendo en todos los que no las quieren ver, pues lo que está escrito se está plasmando. Esta es la última hora, de la que les hablo día a día.
Deben tener como refugio a Mi Inmaculado Corazón para que encuentren la paz y para que puedan encender sus corazones a través de Mí.
Hoy, les estoy transmitiendo pocas Palabras, porque el Señor Me llama a otra tarea.
Pregúntenle a Mi Corazón y Yo les responderé.
Estamos en tiempos de preparación para que cuando el alma se vea frente a la bestia, no le tema. Lo que ha escrito Juan no es una hipótesis, es una verdad para quien la quiera ver.
Pero si nos unimos en oración, la Ley puede mudar la plaga en este mundo, en proporción a la cantidad de almas orantes que puedan revertirla junto a Mí.
Dios es Justo y Bondadoso, pero todo debe estar dentro de Su Ley. Les pido, hijos Míos, que revisen sus vidas para que nada quede oculto en el fin de este tiempo y para que el que viene detrás de Mí, descendiendo de las nubes por segunda vez, los encuentre en vigilia y con el corazón puro, como esencias cristalinas que deben resplandecer para ayudarme a darle paz al mundo que la necesita.
No teman por lo que acontecerá, sino por lo que aún no han hecho.
Es hora de responder al gran llamado que les estoy trayendo aquí, a esta parte del mundo y a esta nación. Sé que confían en Mí, pero es necesario aún más, más allá de sus vidas y de sus propósitos, para que puedan reconocer Mi llamado inmaculado. Quiero elevar a todos hacia Mi Reino; todos son todos, almas humanas y almas-grupo de los Reinos, para que todos puedan recibir Mi Gracia, la última que está llegando a este mundo.
Y, antes de Mi partida, Me verán en varios lugares para que reconozcan Quién Soy, la Madre Universal de la nueva era, el Ave que trae la esencia solar para resucitar a las almas que deben orar Conmigo por la reconversión de las conductas y faltas que han cometido en contra del Señor.
Por eso, les traigo Mi Misericordia para que la puedan sentir, y si abren sus corazones todo podré curar. Esta es Mi intercesión ante el Señor, ante el Supremo Trono que está frente a nosotros.
Quiero que todos puedan recibir Mi llamado, para que todos escuchen y puedan reconocer el eco de Mi Voz, que debe brotar nuevamente en ustedes como esencias de la paz y de la redención.
Los Cielos están enjuiciando a la Tierra, pues ya es la hora.
Madre María Shimani de Montserrat:
La Madre está pidiendo que el Grupo Solar, el Equipo de Acción Inmediata, llegue hasta aquí, al círculo.
Se comienza a orar la “Madre Universal”.
Yo bendigo a los que irán a África y a Nepal como Mis primeros misioneros de la paz. Algunas de esas almas Me acompañarán, otras permanecerán, uniéndose en omnipresencia a Mi tarea universal.
Mientras todos los grupos seguirán orando aquí, después de que Yo parta hacia Mi Reino, les he confiado una tarea que luego les transmitirán, solo aguarden.
Se realizaron las preguntas personales a la Madre Divina y Ella las respondió.
¡Gracias por responder a Mi llamado!
Madre María Shimani de Montserrat:
Durante la oración, después de 100 cuentas, la Madre Divina apareció y nos dejó una tarea para ahora al mediodía, que era leer y estudiar el capítulo 3 del Apocalipsis de San Juan, y también que nos esperaba a las 19h en la Colina de las Apariciones.
Como todos pudieron percibir, en un momento de la tarea, se generó una unidad muy fuerte e importante que creó una condición a través de la cual muchas almas se pudieron encender, muchas almas se pudieron rescatar.
Hemos empezado a madurar; creo que todos pueden percibir cómo día a día el grupo va madurando en el proceso de la oración y eso es algo en lo que todos los días se debe subir un peldaño, para que cada día esta tarea sea más efectiva.
Antes de salir, vamos a leer el capítulo 3 que pidió la Madre Divina.
Se lee el capítulo 3 del Libro del Apocalipsis y se menciona que, en Aurora, la Madre Divina ya había pedido que fueran estudiados los capítulos 5 y 12; y hace algunos días, en Figueira, Ella también ya había pedido la lectura del capítulo 8.
Saben que el mensaje del Apocalipsis intenta transmitirles a las diferentes iglesias, a las diferentes religiones, a los diferentes movimientos espirituales, todo aquello que tienen de bueno y todo aquello que no tienen de bueno, aquello en lo que se pueden afirmar y todo aquello en lo que, de alguna forma, el ser humano es hipócrita frente a Dios.
Lo que se advierte en cada una de esas lecturas, es una alerta a todos los movimientos religiosos, a todos los movimientos espirituales, para que sean verdaderos, y cuando se habla del “vencedor” no se habla del que vence a otro, se habla del que se vence a sí mismo. Ese es el que va a estar cerca de Dios, el que puede vencerse a sí mismo y puede ser transparente y verdadero.
Probablemente todo este movimiento que estamos viviendo nosotros, y que se está viviendo también en otros lugares del planeta, ponga a todas las religiones en alerta, tarea que es un poco la de la Madre Divina en este momento: colocarnos a todos frente a Dios para que podamos ser verdaderos.
Entonces, lo que Ella nos está intentando decir a través del estudio de estos capítulos, es que el Apocalipsis es lo que estamos viviendo en este momento y sabíamos que el Apocalipsis iba a ser previo al gran día del Armagedón, en el que toda la gran tribulación se va a manifestar y todos pasaremos por nuestro examen.
Nosotros estamos aquí con esta Gracia de estar juntos y de estar aprendiendo a estar unidos y a saber exactamente cúal es el camino correcto para estar a salvo.
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a retomar nuestro trabajo, como todos los días, siendo una sola voz, un solo corazón y vamos a poner la intención de orar por las almas que necesitan de rescate, sin ningún interés para nosotros, solo poniendo en el corazón que nos hemos reunido aquí para orar juntos por nuestros hermanos que están en el planeta, en la confusión, en la oscuridad.
Vamos a ofrecer a la Madre Divina esas oraciones, como vimos durante el día de hoy, colocando esa intención, oración tras oración, sin recitar, orando con amor.
Se comenzó el trabajo orando la invocación a la “Madre Universal”.
En determinado momento, junto a la oración, se entonó el “Ave María”. Luego se continuó orando solo el “Ave María”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Cuando Ella apareció, detrás de Su Cabeza se manifestó una gran estrella celeste y brillante, que giraba de un lado a otro. Ella descendió hasta el suelo y después subió hasta la copa del árbol y comenzó a hablarnos, a transmitirnos Sus Palabras, mientras detrás de Ella se abría un gran Cielo celeste donde se encontraban seres angélicos que la coronaban.
Hoy, vengo a anunciarles Mi Amor. Lleven Mi Paz y lo encontrarán.
Gracias por responder a Mi llamado de fe y a la tarea del fin de este tiempo. Quiero que todos sientan Mi Reino Divino, que hoy les traigo para que lo reconozcan y no le teman, porque es glorioso al igual que sus vidas.
Estamos orando juntos, desde hace varios días, para que se unan en fraternidad a Mí y a Mi Gran Estrella-Luz. Quiero que lleven con ustedes Mis Palabras y que encuentren la fortaleza en Mi Amor Inmaculado. Guarden en sus corazones Mi Paz para el fin de este ciclo y cada día vean nacer Mi Luz Celestial.
Hoy, como una Fuente, estoy bañando sus corazones para que se unan a Mí y Me aguarden en un próximo llamado. Muchos irán en peregrinación a varias partes del mundo para llevar Mi Luz a través de la caridad y de la entrega.
Recuerden a los 72 que una vez formó Cristo para este tiempo. El momento ha llegado y es hora de trascender la ilusión que aquí habita. A través de las oraciones lo estamos consiguiendo, pero recuerden que, si se unen a Mí, Yo estaré en ustedes para guiarlos.
Hoy, dejo sobre sus corazones a Mi Rosa Mística para que vean Mi Espíritu Sagrado que los compenetra una vez más. Cuando hoy les pedí la lectura del capítulo de Juan, era para que comprendieran que estamos en el tiempo, un tiempo de revelación y de paz, aunque el mundo esté al revés, dando sus pasos hacia atrás.
Yo estoy aquí para ayudarlos, para mostrarles el camino de la Luz, que se está abriendo a sus vidas. Lleven sobre sus corazones Mi emblema de la Paz, para que todos lo puedan ver a través de las almas que oran Conmigo para darle Luz al mundo, ya que la necesita.
Hoy, les traigo la Luz de Mi Reinado para que la guarden en sus corazones y para que siempre la busquen, a pesar de todo. Alumbro sus caminos con Mis doce estrellas, junto con MIRNA-HE, para que el Espíritu Mayor los guíe y los rebautice en unión a Cristo.
Busquen el silencio interior para comprender lo que les estoy diciendo. No coloquen sus pensamientos en otros asuntos, solo velen por Mi Paz y vigilen por Ella.
Será necesario que lleven a otros corazones lo que les estoy entregando durante todos estos días; será la forma como ustedes se confirmarán a Mí, y Yo a ustedes como la Reina de La Paz. Laven sus seres con las oraciones continuas para que el Espíritu Divino descienda y los pueda fortalecer a través de Mí en esa unión permanente Conmigo.
Descansen en Mis Brazos, si así que lo aceptan, para que puedan ver nacer el Nuevo Sol, la Estrella-Luz que hoy les traigo desde Mi Reino al mundo y a la humanidad.
Aguardo que ustedes continúen unidos a Mí después del día 25, que será el último impulso de Mi Luz para que todos recojan Mis enseñanzas, Mis instrucciones, las siembren y las hagan florecer para los otros.
Lleven la Luz de Mi Corazón y confíen. Yo Soy la Reina de la Paz, la Madre de las Gracias, la Señora y Madre Profeta de la Nueva Era. Hoy, piso con Mis Pies a la serpiente del mal, para que las almas se alejen de las tinieblas y ustedes Me ayuden, en oración, a rescatarlas, como lo estoy haciendo con ustedes durante todo este tiempo que estoy viniendo aquí y a otros lugares.
Necesito de soldados de la paz que confíen en Mí, misioneros que lleven Mi Amor con simplicidad y humildad. No les pido nada más, sino solo orar Conmigo para que se unan a Mi tarea universal, a Mi Principio Inmaculado y a Mi Poder Divino. Por eso, hoy Me anuncio a ustedes como el Águila del Sol, el nuevo Espíritu que desciende al mundo.
Desde los inicios, en Medjugorje, hasta aquí, en Brasil, ¿será que han comprendido qué es lo que quiere el Señor? Por eso, Yo vengo aquí para decírselos: es hora de que los pueblos se encuentren y se unan, primero en espíritu, después en esta dimensión; pero mucho deberá pasar para que esto suceda. Por eso, a todos los estoy preparando para ese momento.
Anhelen buscar Mi Fuego Sagrado, que es Inmaculado, para que transforme sus vidas por entero y para que nada quede del pasado, para que las nuevas ovejas pasten y Yo, como la Pastora del Amor, los pueda guiar hacia Cristo.
No teman unirse a Mí a través de oraciones antiguas, no estarán yendo hacia ninguna doctrina, sino hacia Mí, hacia la redención. Todos estamos en falta, pero todos somos perdonados. Hoy, les traigo esta Gracia para los que se animen a aceptarla.
Oremos sin juzgar y confiemos para amar.
Se ora tres veces el “Ave María”.
Les doy las gracias porque más almas son elevadas. Recuerden cuando eran niños y aprendieron esta oración. La esencia de esta oración es que el Ángel que se anunció a Mí, el Arcángel Gabriel, el Ángel de la Redención, se anuncie a ustedes, para que sus corazones permanezcan abiertos y no se cierren a Mí. Cada uno, en su escuela, debe saber que todos pertenecen al mismo mundo, que está a prueba ante lo Divino, ante la Ley.
Por eso, les traigo Mi Paz para que se animen a trascender lo que aún está inmaduro y que debe florecer para Mí.
Yo Soy la Madre de todos, Soy la Divina Concepción, la misma de ayer y de ahora.
En oración, eleven sus corazones para encontrar Mi Reino.
¡Gracias a todos por responder a Mi llamado!
Que el Amor de Cristo los perdone y los fortalezca. Busquen sin cansancio la Misericordia, ella está allí.
Se canta “Ave Luminosa”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Les queríamos compartir que cuando la Madre se manifestó y nos transmitió Sus Palabras, detrás de Ella aparecieron tres estrellas doradas que formaban una triangulación y, entre esas estrellas, apareció escrita la palabra MIR.
Al final, mientras el coral estaba cantando, Ella se fue elevando, y nos irradió siete rayos de diferentes colores. Después desapareció.
Se comenzó la tarea orando la invocación a la Madre Universal y luego fue entonado el “Ave María”.
Gracias a todos por responder a Mi llamado en la fe. Hoy, les irradio la Luz de Mi Corazón Inmaculado.
Queridos Míos, queridos hijos, muchas oraciones son muchas victorias para el Señor y sobre todo para Mí, en esta tarea que Me cabe en el fin del tiempo. Han transcurrido varios días Conmigo y aún quedan más para completar un ciclo, el que comprenderán en esta última fase del mundo.
Quiero dar Mis Gracias a todos los corazones, para que estos triunfen Conmigo en el fin de este tiempo. La victoria sobre el mal está cerca, pero deben estar firmes para poder corresponder a Mi Corazón, que los llama desde hace tiempo.
Mi eco resonó en ustedes en varios momentos. Algunos despertaron a Mí en diferentes tiempos, pero ahora somos uno y el Creador nos llama a combatir contra el sufrimiento; por eso, los estoy llevando a Nepal. Pero hoy les pido que los otros misioneros vengan Conmigo a Kenya, a Sudán y a Egipto, lugares donde Mi Luz Inmaculada debe compenetrar a los corazones sufridos.
Ustedes han recibido muchas Gracias, y ahora les corresponde derramarlas sobre esos corazones a los cuales Yo quiero llegar. La Luz debe disipar las tinieblas y Mi Corazón debe triunfar no solo en Brasil, sino también en África. Allá, Yo tengo muchos seguidores de Mi Inmaculado Corazón, cada uno con su comprensión.
Ahora, ustedes, que están crecidos, deben abrir sus manos para donarse a los otros como Yo les estoy pidiendo. Esta será la llave para la transformación de sus corazones, para que encuentren refugio en Mí y puedan corresponder al Llamado de Dios.
Recuerden despertar la fe en sus corazones por todo lo que les parece irreal, por todo lo que aún no se ve y que pronto se verá. Por eso, Yo los llamo a compartir Mis Gracias, para que entren dentro de Mi rebaño, que en estos tiempos estoy recogiendo por última vez antes de Mi partida definitiva de este mundo y que acogeré entre Mis brazos junto a Mi Corazón, para que todos sepan adonde ir y por donde andar.
Quiero que todos ustedes encuentren la paz para poder caminar, para poder descubrir el llamado que les estoy haciendo dentro de cada corazón. No pueden perder tiempo, saben que es la última hora; por eso, hoy se los repito. Vean a Mis ángeles que borran los libros que están llenos, disipando lo que está escrito para comenzar de nuevo dentro de sus almas.
Esta es una Gracia especial que todos están recibiendo, los que están aquí y los que no están. Por eso, muchos vendrán aquí a buscar misterios, pero perderán de vista la fe que les estoy entregando desde Mi Corazón. Muchas Fuentes de Luz serán abiertas en varias partes del mundo para todos los misioneros que escuchen Mi llamado.
Ahora, Yo consagro como Mis Misioneros de la Paz a aquellos que están preparados y también a los que aún no lo están. Quiero que encuentren la Luz Eterna en Mí, para poder descubrir el misterio que les estoy entregando como la Madre de la Paz, el Ave de la Misericordia.
Hoy, les abro Mis Brazos para que coloquen sus intenciones y para que recuerden que siempre les responderé según la Voluntad del Señor. Ahora es el momento de dedicar la vida a la caridad y así, Conmigo, aliviaremos el mal del mundo que lo está recorriendo de lado a lado.
Oremos por los que irán en misión y oremos por los que se quedarán. Todos estarán dentro de Mi Gracia.
Se oró el “Ave Luminosa”.
Hoy, les pido que estudien pronto todos Mis llamados, desde Mi llegada a Uruguay hasta aquí, a Brasil, para que comprendan la ciencia que les estoy presentando a sus corazones. Mucho aún queda por decir y en poco tiempo, que ya está terminando. Ahora vayamos a responder las plegarias de los fieles.
Que la Luz de Mi Corazón los compenetre para curarles las dolencias que son profundas.
Encuentren Mi Paz y la Luz verán. Continuemos caminando.
¡Hasta el próximo llamado!
Gracias por responder a Mi llamado. Vigilemos en oración, por todos los corazones. Yo Soy la Madre de las Gracias, el Ave del Sol.
Mantengan en paz a sus corazones y aquieten todos los conflictos, para que Mi Paz reine dentro de ustedes. Es momento de liberar y perdonar, es momento de trascenderse hacia Mi Reino. Allí los aguardo en oración.
Silencio y Paz para los corazones que Me claman.
Yo Soy la Madre que a todos acojo. Vengan a Mí. Yo los guiaré, estemos juntos en oración.
Se canta la canción “La Patrona”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Queremos explicarles algo que sucedió cuando la Madre dijo que los ángeles borraban lo que estaba escrito. En ese momento, apareció un grupo de ángeles detrás de Ella, cada uno en un nivel diferente. Ellos tenían unos Libros abiertos y borraban con sus manos lo que estaba escrito.
En ese momento, Ella apareció vestida con un Manto celeste y llevaba en cada Pie una rosa muy brillante y nos ofertaba un orandio para que oráramos con Ella. Hoy, estaba más alegre.
Madre María Shimani de Montserrat:
Que los ángeles borren cosas de algunos libros significa que Dios nos está perdonando algunas deudas y que está borrando de esos Libros, de nuestros karmas, algunas situaciones.
Esas son Gracias Divinas que solamente se pueden recibir en estos tiempos. Así, estas cosas suceden cuando nosotros damos los pasos correctos.
¡Gracias, Madre de Dios, por cuánto nos das!
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a comenzar nuestro trabajo de oración y vamos a orar conscientemente para colaborar en un evento que sucedió ayer. En el día de ayer hubo un importante terremoto en los Himalayas que afectó a Nepal, a la India y al Tibet.
Vamos a poner en nuestro corazón a esos lugares para colaborar con los hermanos que están sufriendo y que esperan nuevos movimientos de tierra, nuevos terremotos.
Vamos a orar con fervor y hacer una oferta por el equilibrio planetario, recordemos la imagen de la balanza para poder equilibrar esas fuerzas tectónicas que se manifiestan y recordemos que debemos orar verdaderamente.
Vamos a trabajar con la Madre Universal y vamos a hacer una oferta al Creador para poder transmutar y equilibrar esa situación o alguna otra que sea necesaria.
Se comenzó orando la “Madre Universal”.
Después de cierto tiempo, se cantó el “Ave María” mientras se continuaba con la Oración a la Madre Universal.
Madre María Shimani de Montserrat:
La Madre nos pidió que les dijéramos a todos que cada día va a poder estar menos tiempo con nosotros, porque tiene otros requerimientos, por muchas cosas que están sucediendo en el mundo. Que nadie se sienta mal al no hablarnos a todos como los primeros días, porque está haciendo lo que le es permitido hacer; quedémonos en paz, todo está bien.
La causa de Su llanto de ayer era por lo que estaba pasando en esos lugares de Oriente. Ella pidió que se convocara a un grupo de voluntarios, en el que debe haber médicos, enfermeros, monjes y voluntarios que vayan a Nepal a servir. Ella espera que podamos responder a ese llamado y que el viaje que este grupo tenía previsto al Tibet y a la India será exclusivamente para servir. Es un grupo diferente al que tiene que ir a África.
Así, Ella los convoca, a todos ustedes y a algunos que no están aquí, a formar un grupo de voluntarios que vaya a Nepal a servir en todos estos acontecimientos, porque nos explicó que va a intentar derramar Su Divinidad por última vez en ese lugar.
De esta forma, esto dejó de ser algo simbólico y comenzó a concretarse en algo real para todos.
Entonces, todos aquellos que estén disponibles pueden conversar conmigo, ya que nosotros vamos a intentar organizar la tarea, y todos tenemos que saber.
También nos explicó que era el momento de donar la vida y no solamente lo que nos sobra, lo que ya sabemos.
Todos aquellos que sientan dar ese paso deben saber que significa donarse por entero, que también puede significar aportar los recursos necesarios para concretarlo. Porque nosotros sin duda no vamos a estar en condiciones de solventar esos gastos, pero es necesario ir, entonces en este momento todos somos llamados a dar todo lo que podemos y que no sea algo mental o una reunión de oración simplemente.
Ella nos dijo que iba a ser por un corto periodo, colaborando con las hermanas de la Congregación Misioneras de la Caridad de todos esos lugares en todo lo que haya que hacer. Así, todos están convocados y cada uno sabrá cómo va a responder.
Ella nos pidió que el encuentro de hoy sea a las 19 h. Nos vamos a organizar para orar y recibirla a esa hora. Una hora antes, comenzaremos a orar 150 cuentas del Ave Luminosa en las áreas para tratar de equilibrar esta situación.
Entonces, hermanos, la tarea ya comenzó, dejando de ser algo entre líneas o dejando de ser simplemente una situación cómoda en el salón de F2.
Vamos a esperar que esta tarde todos podamos meditar, cada uno va a escribir en un papelito en qué está disponible, recordando que no solo el aporte es de su persona, sino de todo lo que le sea posible, para que juntos podamos llevar adelante esta tarea.
Aquellos que sientan que pueden colaborar y no pueden ir también lo van a escribir en un papelito.
Vamos a convocar a las personas del grupo que no están aquí y que quieran participar.
Ella nos pidió que nos retiráramos en silencio, que hoy hiciéramos mucho silencio para poder comprender realmente lo que está sucediendo.
Nosotros vamos a hacer un servicio en Portugal, después iremos al Tibet y a la India, también a Mongolia. Nuestra incursión en el Tibet y en la India va a ser específicamente para servir, no para canalizar mensajes ni tener encuentros con los Hermanos Mayores. Ella nos dijo que todo lo demás vendrá por añadidura cuando la Jerarquía lo considere.
Sin duda, como grupo de trabajo, como miembros de ese Plan de Rescate al que decimos pertenecer, como miembros de las Redes de Luz que hemos organizado tanto y de las cuales hemos hablado tanto, estamos comenzando nuestra tarea práctica real, fuera de nuestro entorno.
Entonces, todos vamos a meditar, pondremos esto en el corazón, y esperamos tener tantos papelitos como preguntas había en la bolsa de la Madre Divina, que eran muchas.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Con este llamado, María dijo que ahora llegó el momento de que las cuatro Redes de Luz comiencen a actuar y se preparen para ser convocadas en aquellos lugares donde se necesita ayuda, en los lugares que están con alguna emergencia.
Las cuatro Redes participarían según la Madre en algunos lugares donde se necesite de colaboración como grupo, a nivel planetario.
Madre María Shimani de Montserrat:
¿Ayer, no le dijimos: “Por la redención planetaria, María estamos Contigo?, ¿por las almas que sufren, María estamos Contigo?”.
Cuidado con lo que se dice, porque es escuchado en los Cielos.
Bueno, hermanos, vamos a seguir con nuestro día. Vamos a estar lo más silenciosos posible. Es una oferta que cada uno individualmente deberá hacer, es un asunto entre nuestra consciencia, Dios y nuestra Madre.
Se ora el “Ave Luminosa” y la “Madre Universal”.
Piedad entona el “Ave María”.
Que en el silencio de sus corazones puedan escuchar Mi Voz.
Gracias, hija cantora de los Cielos, por responder a Mi llamado. Cada uno cumple con una parte de Mi llamado. Cada uno cumple con una tarea y nadie debe superponerla con la del otro, cada uno expresa su don, el talento que le fue dado, pues ha llegado el momento de presentarlo ante los Ojos de Dios para que se cumpla Su Voluntad y todos podamos seguir el camino hacia la redención.
Gracias a todos por responder a Mi llamado por Nepal. Yo los estoy llamando como Mis misioneros de la paz, que deberán llevar a través del servicio y de la caridad. Será un momento de poder encender los corazones para que estos alumbren en la oscuridad que encontrarán. Los llamados divinos no son iguales a los llamados que crean los propios hombres en la Tierra.
Estamos en un momento de redención y de paz; por eso, deben buscar, a través del servicio, el camino de la propia redención. Les estoy indicando este sendero para que lo caminen con sus pies despojados de todo, despojados de su propia voluntad para seguir caminando con la fuerza impetuosa del corazón que quiera alcanzar Mi Luz Maternal.
Para este servicio en el mundo, los estoy llamando a ustedes como he llamado a otros de Mis hijos; pero la mayor parte de ustedes deberá quedarse aquí, porque Yo les pido que durante el mes de octubre se reúnan aquí a orar Conmigo para colaborar en esta tarea de rescate de almas.
Lleven Mi Corazón y llevarán Mi Paz.
Lleven Mi Propósito y llevarán Mi Luz.
No teman, es necesario estar en Cristo, dentro del Corazón de Mi Hijo para saber por dónde caminar y qué hacer.
Quien abre sus manos dará refugio a otros hijos Míos, que ahora lo necesitan.
Quien abre su corazón, llevará Mi Paz.
Encuentren descanso en Mis Palabras para saber por dónde andar y cuál es la meta que sus corazones deben alcanzar en el fin de este tiempo.
Yo Soy la Reina de las Gracias y, como las derramo aquí, quiero derramarlas en todo el mundo, como lo estoy haciendo ahora en Medjugorje. Pero debo llegar a los lugares distantes a través de sus corazones y los de todos. Ustedes saben que Soy la Madre Universal y que a todos puedo llegar. Si ustedes oran aquí, Yo intercederé en los Cielos, derramando las Gracias para los afligidos.
Verán pasar muchas misiones frente a sus ojos, pero cada una en su momento. Cada alma tiene su momento para aprender y para donarse totalmente, “darse a los otros” es el proverbio.
Hoy, estoy aquí para pedirles que durante el mes de octubre realicemos oraciones diarias en este lugar. No les indico un horario, solo les señalo el llamado para que sus corazones sientan y respondan ante lo que acontece en el mundo día a día.
Saben que los profetas están revelando los misterios y Yo Soy una de ellas, que les trae no solo la paz, sino la Buena Nueva en un tiempo de caos.
Necesito corazones maduros que puedan donarse y darse a los demás, pues así contaré con instrumentos humildes que lleven Mi Paz de una forma simple como Yo lo hago desde Mi Reino.
Abran sus corazones para comprender Mis Palabras, pues Mis anuncios ya son los últimos antes de que cada alma, después de todo lo que ha recibido, se done y ore Conmigo en el final de este tiempo. Quiero hacer brotar en ustedes lo que ya está pronto. No es momento de esconderlo más, abran el cofre de sus corazones para que Yo pueda entrar y sembrar Mi Luz.
Ustedes son Mis ovejas, las ovejas de Cristo, que deben dar respuesta al Gran Llamado. En la simplicidad se encuentra la Gran Obra del Señor; es por eso que los quiero hacer caminar por esa vía, para que Me encuentren a cada momento.
Hoy, les entrego Mis plegarias para que Me ayuden a que el Señor las responda delante del Gran Trono. Como lo he dicho hoy, la Justicia está llegando a toda la humanidad y al mundo. Ahora que ustedes ya lo saben, díganles a todos que estamos a tiempo de revertir el mal que el mundo ha creado con sus acciones. Por eso, les traigo Mi Paz, la misma que derramo en Medjugorje, para que todos la sientan y la reconozcan, la Paz de una Madre Inmaculada que viene desde los Cielos a anunciarles que la hora está llegando.
Los últimos caminos se están abriendo en sus vidas. Espero que, en oración, los puedan ver antes de que todo se oscurezca en este mundo. Pero Yo estaré allí, como la Gran Redentora de la Paz, para los que quieran encontrarme, para los que se animen a decirme sí y no nieguen bajo ninguna circunstancia Mis llamados.
¿Ustedes quieren verme aquí?
Abran sus corazones y encuéntrenme adentro. Ya he pasado por muchos corazones y sigo pasando por muchos más. Pero ahora, quien pierde la posibilidad de sentirme, ¿qué podrá hacer en esta última hora?
Los Cielos están pasando por este país predilecto. Hoy, solo los invito a vivir la redención y a que entreguen sus faltas al Creador. Si ustedes lo hacen, lo harán por todos sus hermanos, que también necesitan Mi Paz y que en este tiempo no han tenido la Gracia que ustedes tienen.
Lo mismo les estoy pidiendo, en Medjugorje, a todos los hijos de Europa y de Asia. Pero ustedes ahora, ante Mí, saben lo que deben hacer: responder a Mi llamado por Oriente y África, pues las Américas deben redimir su pasado que construyeron con sus propias manos.
De esta forma, la Voluntad del Señor en Su Justicia será otra cuando los corazones actúen a través de la oración. Así, las llamas que hoy llevan en sus manos permanecerán encendidas y la Misericordia podrá descender en los que la buscan.
Hoy, no ven Mis lágrimas, pero sí escuchan Mis plegarias, plegarias que oro por esta humanidad doliente, que en gran parte debe renacer en este tiempo, respondiendo a Mi llamado de Paz para la redención de las criaturas.
Aquí estoy, colocando como Guardiana del Amor a todos los Reinos. El mundo es un todo como los Cielos son un todo. El Padre es Único y Él vela por todos, por ustedes y por Mí. Dejen que Mi Rayo traspase sus corazones para que se abran a un nuevo propósito de perdonar.
Pero si ustedes no derraman sus esfuerzos en las oraciones, ¿qué más podría hacer?
Mi Voz es escuchada desde hace siglos en toda esta humanidad. Sepan, hijos Míos, que les entrego Mi Mensaje desde hace tiempo, impidiendo que el mal se instaure en muchos corazones. Ustedes deben orar por los que propagan ese mal, para que la Luz, Mi Luz, se pueda establecer. Así, se unirán en confianza Conmigo y ya no serán solo personas, sino almas que actuarán a través de Mi Luz Redentora.
Es momento de renunciar al propio yo. ¿Por qué se los digo? Porque esta es la última hora, la de poder despojarse de sí para cruzar a Mi Reino que está abriendo su última puerta.
Quien permanece en este mundo lamentándose de lo que ve, ¿cómo podrá orar más?; y las plegarias, ¿cómo podrán llegar a los Cielos para que Yo las escuche?
Es momento de vivir en Mi eterna fraternidad para que todos puedan encontrar la última Paz que estoy derramando. Sepan que estoy preparando a los corazones para amplias tareas. El llamado es profundo y Mi Voz debe hacer eco en los corazones.
Hoy, les abro nuevamente Mis Manos y Mis Brazos a los que no están aquí y a los que vendrán. Aguarden a sus hermanos con alegría y que solo el Juicio Divino prevalezca en este momento.
Solo debemos orar para que cese el mal que está disperso por el mundo. Aguarden a los arcángeles para que desciendan con su Luz.
En este momento la Madre Divina contestará preguntas de todos los presentes. Un monje leerá las preguntas extraídas al azar y la Madre Divina las responderá.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Madre Divina responde la última pregunta: “Cada uno recibe la Gracia según su comprensión”.
Yo Soy la Señora vestida de Sol y llamo a todos los que Me quieran responder.
Gracias por responder a Mi llamado. Lleven Mi Paz.
Se canta el “Ave Luminosa”.
El grupo se reunió nuevamente en la Colina de las Apariciones para recibir a la Madre Universal. Antes de comenzar el trabajo de oración, Madre Shimani compartió unas palabras.
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a reunir nuestras energías. Sabemos que estamos todos un poco cansados porque han sido muchos días de intensa actividad y porque la energía de la Madre Divina es muy intensa y nuestros cuerpos, nuestras moléculas, están siendo sacudidos por Su energía para que se desprendan de lo que ya no les corresponde. Esto nos da la sensación de que nuestros cuerpos están más cansados, pero esa sensación es muy positiva para nosotros porque nos está mostrando que nuestros cuerpos están vibrando más alto y se están adaptando a recibir Su energía.
Por eso, tenemos que utilizar nuestra fuerza interior y estar en paz y con la alegría de que todo está como el universo lo tiene previsto. Esta es la hora en la que necesitamos redoblar nuestros esfuerzos para que Ella nos encuentre abiertos de corazón y agradecidos por esta Gracia que estamos recibiendo.
Así es que vamos a colocar nuestro corazón en Su Corazón y vamos a llamarla con nuestras oraciones. Abramos, desde aquí, un camino de Luz hacia los Reinos Celestiales, un camino hecho con nuestro amor, nuestra devoción, nuestra inmensa gratitud, para que Ella pueda caminar por ese sendero de Luz construido con nuestro humilde amor de hijos, de hijos imperfectos pero que la aman mucho.
Al comenzar el trabajo de oración se percibió que el grupo no conseguía llegar al mismo punto que en los encuentros anteriores. Aun así, se persiste en la oración, intentando trascender el cansancio. Casi una hora después se pidió silencio y unos minutos más tarde, Madre Shimani anunció la llegada de la Madre Celestial.
Si el mundo se cansa de verme, ¿qué ocurrirá con los corazones?, ¿por qué los corazones no cambian?, ¿dónde derramaré Mis Gracias si los corazones no se abren?
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Después, Ella dijo que el mundo estaba girando en la “normalidad”, pero que a través de las oraciones estamos a tiempo de aliviar la ola que recibirá.
Este es Mi último llamado por la Paz. Meditemos.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Madre Divina dijo que, como es prodigiosa y digna del Señor, no dejará a ningún corazón sin respuesta.
Se realizaron las preguntas personales y la Madre Divina las respondió.
Vayan en paz y abríguense en Mi Corazón. Meditemos.
¡Gracias por responder a Mi llamado!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Antes de terminar, queremos transmitir una imagen simbólica que la Madre nos mostró cuando apareció y que está relacionada con ese llamado a meditar.
En el momento en que la Madre preguntó ¿por qué los corazones no cambiaban?, Ella comenzó a llorar profundamente.
Desde los planos internos, le decíamos que íbamos a intentar hacer todo lo que estaba a nuestro alcance, y Ella nos contestó que el mundo seguía girando en la “normalidad”. Ese fue el motivo del llanto de la Madre. Ella pidió que lo transmitiéramos para que realmente meditáramos sobre lo que estamos haciendo con lo que se nos está entregando en este momento, por nosotros y por todos.
Gracias.
Madre María Shimani de Montserrat:
Sería bueno que cada uno de nosotros, frente a la imagen simbólica de la Madre, profundizara, en su corazón, cómo todo esto que está pasando ha movilizado verdaderamente su ser.
Cuántos de nosotros ya estamos cansados de subir al “Morro” y deseamos que esto termine. Si bien meditar sobre esto es fuerte, es la forma que tenemos de transformarnos y de buscar profundamente en nuestro interior, porque esta es la realidad.
Ella nos va a ayudar a que podamos vernos y a que podamos transformarnos. No nos preocupemos por caer, volvámonos a levantar. Un soldado de la Luz es aquel que es capaz de comenzar todos los días de nuevo.
Vamos a ver si en nuestro corazón podemos consolar a la Madre para que Su llanto no vuelva a caer aquí. No es para que nadie se sienta culpable, es solo para reflexionar.
Recuerden que cuando Ella nos habla, lo hace para toda la humanidad, no es solamente para nosotros. Ella llora por toda la humanidad.
Fíjense que hoy somos menos y si bien todos estamos haciendo un gran esfuerzo, esto es una muestra de cómo está la humanidad, que en algunos momentos se emociona profundamente, pero que le cuesta verdaderamente cambiar.
Así es que vamos a fortalecer nuestros corazones, vamos a hacer una oración individual esta noche antes de dormir y vamos a intentar colocar nuestro corazón en el Corazón de la Madre y decirle: “Así como soy, con mis limitaciones, igual puedes contar conmigo”.
¡Gracias, Madre de Dios, por cuánto nos das!
Hoy, la reunión se realizó en el auditorio del área de F2, un gran salón donde se realizan estudios y charlas de la Comunidad.
La Madre Divina nos pidió realizar el encuentro en este lugar para que las personas estuvieran más atentas y concentradas en Su Mensaje. El sol, en estos días, ha sido muy intenso y muchas personas tienen dificultad para estar tanto tiempo bajo el sol del mediodía.
Con mucho amor y delicadeza, se preparó un bello altar y se colocó la pintura de Santa María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad. Esos detalles, más las comodidades del lugar, ayudaron a concentrar las energías, haciendo que la oración fuera profunda y llena de devoción.
Después de una hora de oración, Fray Elías se colocó de pie y se dirigió al lugar donde la Madre Divina apareció.
Se hizo silencio y comenzó la transmisión del Mensaje.
Queridos Míos:
Hoy, los convoco para que entren más profundamente dentro de Mi Corazón, para que reciban en sus manos el cáliz de Mi oferta, para que puedan permanecer Conmigo en Paz y dejarse nutrir por Mi Luz Maternal.
Quiero que todos oren más tiempo para establecer Mi Paz en esta nación y en las naciones hermanas. Debemos prepararnos para el tiempo que vendrá, así lo dice el Señor. Yo Soy la Guardiana de las almas y quiero conducirlos como un gran rebaño.
Hasta el día 25, muchas cosas sucederán. Quien permanezca en fidelidad comprenderá lo que le digo y sembrará en su corazón Mi Corazón, Mi Corazón de Luz, Mi Corazón de Paz.
En ese momento se generaron algunos movimientos en el fondo del salón y, por un momento, se hizo una pausa en la transmisión.
Quédense en paz mientras Yo les hablo, pues les está hablando el Señor a través de Mi Voz redentora.
Hoy, elevo sus plegarias hacia Mi Reino.
A aquellos que quieran creer en Mi Presencia Inmaculada, hoy les dejo la Luz de Mi Espíritu para que la puedan reconocer como la Madre de los antiguos tiempos que vuelve a surgir por el Llamado del Señor.
No quiero convertirlos a ninguna doctrina, solo a Mi oración eterna, que está abriendo las puertas para la reconversión de las almas que quieren caminar por esta senda hacia Mi Corazón.
Hoy, les irradio Mi Paz nuevamente, para que en la quietud Me escuchen y comprendan la Gracia que están recibiendo.
Yo Soy la Reina de los Cielos y la Madre de los ángeles, la Madre de todas las criaturas, y abro Mi Manto protector para que todos entren y se refugien en Mí.
Sepan, queridos Míos, que las naciones vivirán muchas pruebas para confirmar la alianza con el Señor. Estamos en el tiempo de la Misericordia, antes de que la Justicia Divina llegue a todos los corazones, vivos y no vivos.
Sepan que es importante mantener la alianza de la oración en el fin de este tiempo. Reitero Mis Palabras a cada momento para que Me escuchen y reflexionen; pues Yo, como la Reina de la Paz, les traigo Mi Luz sublime y profunda.
Debemos orar para aliviar al mundo, que busca la Luz al igual que ustedes. Por eso, Yo he venido aquí para anunciarles Mi Paz, para que encuentren el camino que les estoy abriendo en esta última fase del mundo.
Muchos secretos, en el fin de este tiempo, serán revelados; secretos en Medjugorje, secretos en este lugar, que podrán formar a las almas que se mantengan en oración Conmigo cuando Yo ya no esté aquí.
Sé qué corazón corresponde a Mi llamado. Sé quién es quién y responde al Señor para poder encontrar alivio. Sepan que las puertas están abiertas para los que se animen a cruzarlas y encontrar un nuevo destino que Mi caminar está marcando.
Lleven con ustedes la adopción de otras almas que necesitan de salvación, antes de que todo ocurra en este mundo.
En este momento, Yo estoy aquí, en este hemisferio y en el otro también, para que Mi Voz se difunda y para que todos mediten sobre Mis Mensajes que se anuncian por última vez.
Todos recibirán la oportunidad de escucharme una vez más, en el último ciclo del año 2012.
Entonces, todo comenzará y sus corazones deberán estar preparados, sin malos sentimientos y sin prejuicios, completamente donados a Mí.
A los que se animen a cruzar hacia lo profundo de Mi Corazón Inmaculado, sepan que Yo, la Reina de la Paz, contaré con ustedes en el silencio.
Hoy, estoy acompañando a los elementos para que sepan Quién está aquí, respondiéndole al Señor; y es así como ustedes Me deben responder.
Yo conozco sus corazones y sus internos, y les digo que es importante abrirse a los nuevos caminos que vendrán. Pocos caminarán sabiendo qué hacer en este último ciclo; y por eso, oremos.
Oremos por el Plan Divino, por la salvación de las almas y de los corazones que están oscuros, a los que Yo despertaré en el fin de este tiempo.
En ese momento se oró: “Ave Luminosa”.
Que Mi Corazón Misericordioso cultive nuevamente sus vidas, para que puedan nacer en Mí y Yo en ustedes como la Madre de la Reconciliación, que perdona y eleva las faltas, especialmente las de aquellos que las esconden de Mí. Como Dios es prodigioso, Yo todo lo puedo ver, para saber quién es fiel y quién no es fiel a Mi llamado.
Las puertas están abiertas a Mi Reino Celestial, y las cruzarán aquellos que se animen a hacerlo con confianza en Mí, en Mi Infinito Corazón.
Preparemos los corazones para que estén mansos durante esta noche. Después de que todo pase comprenderán, pues sepan que la humanidad, en consciencia, todavía es lenta en comprender los Designios Divinos. Pero ustedes, a lo largo de estos días, han comprendido más que los otros que viven separados del Señor, separados de Dios.
Yo los estoy preparando para que encuentren alivio y se puedan curar, para que puedan caminar junto a Mí como la Madre de Paz, la Sierva de todos los rebaños que siguen el Camino de Cristo. Curen sus dolencias con la oración y perdonen todo lo que han hecho.
Este es Mi precepto para el fin de este tiempo.
Gracias por responder a Mi Llamado.
Meditemos y comprenderemos.
Se cerró el encuentro con la canción “La Mujer que nos guía”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
¡Gracias, Madre de Dios, por cuánto nos das!
Y tal cual Ella nos pidió, vamos a dejar a nuestros corazones mansos para recibirla esta noche en la Colina de las Apariciones, como todas estas noches.
Gracias a todos.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más