Sábado, 2 de noviembre de 2024

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO TRANSMITIDO EN LA PEDRIZA, MADRID, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 131.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Hijo Mío:

Mira cómo el mundo soberbio y mezquino sigue hiriendo a Mi pobre y humilde Corazón.

Esto Me recuerda el momento de la coronación de espinas, después de haber sido severamente flagelado Me llevaron a un recinto y Me siguieron golpeando sin piedad ni compasión.

Cada una de estas espinas, que hoy te presento, simboliza los profundos e inexplicables dolores que las almas ingratas Me causan.

Quiero que no se olviden, ni por un momento, de lo que Yo viví por cada uno de ustedes.

Por eso, ríndanse para siempre al gran océano de Mi Misericordia, para que Yo los pueda transformar y redimir. No se guarden nada para sí mismos, no teman mostrarse como realmente son.

Yo, con esmero y amor, les he enseñado lo maravilloso que es vivir en el Reino de Dios, Reino que, en este día, toca la tierra de España para bendecirla y consagrarla a Mi Sagrado y Eterno Corazón.

Compañeros, en esta hora en la que todo parece precipitarse de adentro hacia afuera de las almas, Yo los llamo a la sobriedad y a la rectitud de sus vidas para que nada, absolutamente nada, los sorprenda.

Por eso, siempre pidan Luz antes de tomar sus decisiones. Mi enemigo, como un feroz dragón, arrastra con su cola a todos los tibios e inseguros de corazón, a los que aún no se decidieron a entregarme sus vidas por entero.

¿Qué esperan?

La noche oscura de las almas está llegando a su momento culminante. No desistan, no se olviden de Mis Palabras, no aparten de ustedes Mi santo y humilde Amor, así como lo hace el mundo entero.

Porque después de esa noche cruda y difícil, después de que el mundo esté sumergido en su más profundo abismo espiritual y humano, será la hora y el momento indicado, para que Yo retorne en Gloria y reaparezca como la Luz del mundo, así como fue con Mis apóstoles.

Antes de esto, con sabiduría y disciplina, sumérjanse en la oración poderosa del corazón. Que sean sus corazones los que oren Conmigo para que, aun en el último tiempo de Mi Misericordia y antes del tiempo de la Justicia, más almas puedan ser rescatadas y contempladas por Mi ardiente y soberano Corazón Misericordioso.

Los animo a que sean valientes en este tiempo de cruz y de calvario planetario para que, por Mí y a través de sus buenas obras, lleven todo el Amor que Yo les enseñé desde el principio.

Todos los Cálices del Señor están sobre la última Mesa Eucarística, prontos para que los que se decidan puedan beber del ofrecimiento final que Yo les hago en este momento.

¿Quién beberá la Sangre del Cordero?

El pequeño Huerto Getsemaní se muestra en sus corazones. Es la hora de vivir lo que está escrito desde el origen en el Corazón de Dios.

Yo estoy aquí para guiarlos por la senda de la realización de la Voluntad de Mi Padre, ¿quién lo aceptará? ¿Quién no retrocederá? ¿Quién será capaz de no abandonar al Señor cuando todo suceda?

Hoy, medito sobre todos los hechos vividos por su Maestro y Señor en cada momento de Su Agonía.

A pesar de tantas espinas que rodean Mi Cabeza, quisiera ver la pequeña flor, el jazmín del ofrecimiento de las almas confirmadas y decididas.

Hoy, Mi Mano servicial y amorosa, se extiende en especial a todos Mis hijos de España, a los que sufrieron trágicamente el final de estos tiempos. Oremos para que los que ya no están puedan llegar al Cielo.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice y bendice a España,

Vuestro Maestro y Señor,

Cristo Jesús