Lunes, 19 de septiembre de 2011

Apariciones extraordinarias
DECIMOSÉPTIMA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN LA COLINA DE LAS APARICIONES, CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LAS 20:00 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Se ora el “Ave Luminosa” y la “Madre Universal”.

Piedad entona el “Ave María”.


Que en el silencio de sus corazones puedan escuchar Mi Voz.

Gracias, hija cantora de los Cielos, por responder a Mi llamado. Cada uno cumple con una parte de Mi llamado. Cada uno cumple con una tarea y nadie debe superponerla con la del otro, cada uno expresa su don, el talento que le fue dado, pues ha llegado el momento de presentarlo ante los Ojos de Dios para que se cumpla Su Voluntad y todos podamos seguir el camino hacia la redención.

Gracias a todos por responder a Mi llamado por Nepal. Yo los estoy llamando como Mis misioneros de la paz, que deberán llevar a través del servicio y de la caridad. Será un momento de poder encender los corazones para que estos alumbren en la oscuridad que encontrarán. Los llamados divinos no son iguales a los llamados que crean los propios hombres en la Tierra.

Estamos en un momento de redención y de paz; por eso, deben buscar, a través del servicio, el camino de la propia redención. Les estoy indicando este sendero para que lo caminen con sus pies despojados de todo, despojados de su propia voluntad para seguir caminando con la fuerza impetuosa del corazón que quiera alcanzar Mi Luz Maternal.

Para este servicio en el mundo, los estoy llamando a ustedes como he llamado a otros de Mis hijos; pero la mayor parte de ustedes deberá quedarse aquí, porque Yo les pido que durante el mes de octubre se reúnan aquí a orar Conmigo para colaborar en esta tarea de rescate de almas.

Lleven Mi Corazón y llevarán Mi Paz.

Lleven Mi Propósito y llevarán Mi Luz.

No teman, es necesario estar en Cristo, dentro del Corazón de Mi Hijo para saber por dónde caminar y qué hacer.

Quien abre sus manos dará refugio a otros hijos Míos, que ahora lo necesitan.

Quien abre su corazón, llevará Mi Paz.

Encuentren descanso en Mis Palabras para saber por dónde andar y cuál es la meta que sus corazones deben alcanzar en el fin de este tiempo.

Yo Soy la Reina de las Gracias y, como las derramo aquí, quiero derramarlas en todo el mundo, como lo estoy haciendo ahora en Medjugorje. Pero debo llegar a los lugares distantes a través de sus corazones y los de todos. Ustedes saben que Soy la Madre Universal y que a todos puedo llegar. Si ustedes oran aquí, Yo intercederé en los Cielos, derramando las Gracias para los afligidos.

Verán pasar muchas misiones frente a sus ojos, pero cada una en su momento. Cada alma tiene su momento para aprender y para donarse totalmente, “darse a los otros” es el proverbio.

Hoy, estoy aquí para pedirles que durante el mes de octubre realicemos oraciones diarias en este lugar. No les indico un horario, solo les señalo el llamado para que sus corazones sientan y respondan ante lo que acontece en el mundo día a día.

Saben que los profetas están revelando los misterios y Yo Soy una de ellas, que les trae no solo la paz, sino la Buena Nueva en un tiempo de caos.

Necesito corazones maduros que puedan donarse y darse a los demás, pues así contaré con instrumentos humildes que lleven Mi Paz de una forma simple como Yo lo hago desde Mi Reino.

Abran sus corazones para comprender Mis Palabras, pues Mis anuncios ya son los últimos antes de que cada alma, después de todo lo que ha recibido, se done y ore Conmigo en el final de este tiempo. Quiero hacer brotar en ustedes lo que ya está pronto. No es momento de esconderlo más, abran el cofre de sus corazones para que Yo pueda entrar y sembrar Mi Luz.

Ustedes son Mis ovejas, las ovejas de Cristo, que deben dar respuesta al Gran Llamado. En la simplicidad se encuentra la Gran Obra del Señor; es por eso que los quiero hacer caminar por esa vía, para que Me encuentren a cada momento.

Hoy, les entrego Mis plegarias para que Me ayuden a que el Señor las responda delante del Gran Trono. Como lo he dicho hoy, la Justicia está llegando a toda la humanidad y al mundo. Ahora que ustedes ya lo saben, díganles a todos que estamos a tiempo de revertir el mal que el mundo ha creado con sus acciones. Por eso, les traigo Mi Paz, la misma que derramo en Medjugorje, para que todos la sientan y la reconozcan, la Paz de una Madre Inmaculada que viene desde los Cielos a anunciarles que la hora está llegando.

Los últimos caminos se están abriendo en sus vidas. Espero que, en oración, los puedan ver antes de que todo se oscurezca en este mundo. Pero Yo estaré allí, como la Gran Redentora de la Paz, para los que quieran encontrarme, para los que se animen a decirme sí y no nieguen bajo ninguna circunstancia Mis llamados.

¿Ustedes quieren verme aquí?

Abran sus corazones y encuéntrenme adentro. Ya he pasado por muchos corazones y sigo pasando por muchos más. Pero ahora, quien pierde la posibilidad de sentirme, ¿qué podrá hacer en esta última hora?

Los Cielos están pasando por este país predilecto. Hoy, solo los invito a vivir la redención y a que entreguen sus faltas al Creador. Si ustedes lo hacen, lo harán por todos sus hermanos, que también necesitan Mi Paz y que en este tiempo no han tenido la Gracia que ustedes tienen.

Lo mismo les estoy pidiendo, en Medjugorje, a todos los hijos de Europa y de Asia. Pero ustedes ahora, ante Mí, saben lo que deben hacer: responder a Mi llamado por Oriente y África, pues las Américas deben redimir su pasado que construyeron con sus propias manos.

De esta forma, la Voluntad del Señor en Su Justicia será otra cuando los corazones actúen a través de la oración. Así, las llamas que hoy llevan en sus manos permanecerán encendidas y la Misericordia podrá descender en los que la buscan.

Hoy, no ven Mis lágrimas, pero sí escuchan Mis plegarias, plegarias que oro por esta humanidad doliente, que en gran parte debe renacer en este tiempo, respondiendo a Mi llamado de Paz para la redención de las criaturas.

Aquí estoy, colocando como Guardiana del Amor a todos los Reinos. El mundo es un todo como los Cielos son un todo. El Padre es Único y Él vela por todos, por ustedes y por Mí.  Dejen que Mi Rayo traspase sus corazones para que se abran a un nuevo propósito de perdonar.

Pero si ustedes no derraman sus esfuerzos en las oraciones, ¿qué más podría hacer?

Mi Voz es escuchada desde hace siglos en toda esta humanidad. Sepan, hijos Míos, que les entrego Mi Mensaje desde hace tiempo, impidiendo que el mal se instaure en muchos corazones. Ustedes deben orar por los que propagan ese mal, para que la Luz, Mi Luz, se pueda establecer. Así, se unirán en confianza Conmigo y ya no serán solo personas, sino almas que actuarán a través de Mi Luz Redentora.

Es momento de renunciar al propio yo. ¿Por qué se los digo? Porque esta es la última hora, la de poder despojarse de sí para cruzar a Mi Reino que está abriendo su última puerta.

Quien permanece en este mundo lamentándose de lo que ve, ¿cómo podrá orar más?; y las plegarias, ¿cómo podrán llegar a los Cielos para que Yo las escuche?

Es momento de vivir en Mi eterna fraternidad para que todos puedan encontrar la última Paz que estoy derramando. Sepan que estoy preparando a los corazones para amplias tareas. El llamado es profundo y Mi Voz debe hacer eco en los corazones.

Hoy, les abro nuevamente Mis Manos y Mis Brazos a los que no están aquí y a los que vendrán. Aguarden a sus hermanos con alegría y que solo el Juicio Divino prevalezca en este momento.

Solo debemos orar para que cese el mal que está disperso por el mundo. Aguarden a los arcángeles para que desciendan con su Luz.


En este momento la Madre Divina contestará preguntas de todos los presentes. Un monje leerá las preguntas extraídas al azar y la Madre Divina las responderá.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús: 

La Madre Divina responde la última pregunta: “Cada uno recibe la Gracia según su comprensión”.


Yo Soy la Señora vestida de Sol y llamo a todos los que Me quieran responder.
Gracias por responder a Mi llamado. Lleven Mi Paz.


Se canta el “Ave Luminosa”.