Lunes, 23 de enero de 2012

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Recuerden con humildad que Yo soy la Madre Universal de todos sus corazones y que comparto en especial el camino con ustedes a través de la oración.

En estos tiempos, encontrarán fuerza y amparo para cada una de sus vidas en el espíritu de la oración que los llevará por el correcto camino al encuentro con Mi Hijo, el Redentor de almas. Por eso, hoy Yo los invito a reencontrar el Corazón Bondadoso de Mi Hijo en la oración. Así podrán sentir las Misericordias que serán derramadas desde Su Amadísimo Corazón sobre cada uno de ustedes.

Queridos hijos, mientras muchas almas caminan en la desesperación por la falta de Luz y de Paz, Yo los llamo a la conversión mediante la oración. Los necesito, como siervos fieles a Mi llamado, porque cada momento de oración podrá salvar un alma que está perdida.

Mis pequeños hijos, el mundo está en el ápice de su propia prueba y el tiempo de las abundancias humanas está acabando. Si las almas no se convierten por Mi llamado a la paz y a la conversión del corazón, ¿qué más podrán hacer los Cielos?

Dios Padre los ama profundamente y los contempla desde las Alturas.

Queridos hijos, el mundo está en emergencia como Tierra y por las almas que viven sobre él. Por eso, no pierdan ni un momento de la vida sin estar colmados por el fuego de la oración. Yo quiero hacerles reconocer la nueva venida del Espíritu Santo que tocará a algunos corazones.

Las almas necesitan de la oración de todos ustedes para que ellas tengan ánimo de orar, necesitan de un Amor Divino y sincero para que vuelvan a confiar. El mundo también necesita de oración para que la Misericordia sea una realidad para todos los corazones.

Amados hijos, Yo soy verdadera con cada uno de sus corazones. Este es Mi último llamado a la consciencia. Dios Me ha concedido la Gracia de la Fe para todos aquellos que Me escuchen. Podrán sentirme en lo profundo de sus corazones. Allí Yo estaré.

Gracias por responder a Mi llamado.

Paz para todos. ¡Paz!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad