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Queridos hijos consagrados como Hijos de María:
La paz, el amor y el bien de Mi Amadísimo Hijo, Jesús, esté en ustedes y los guíe para el cumplimiento de la Santa Voluntad de Dios.
En estos días previos, en los que sus corazones deberán prepararse, una vez más, para poder profesar sus votos de consagración a los planes de paz de su Madre Celeste, hoy quisiera renovar la importante misión con las Vírgenes Peregrinas, para que en este tiempo las Gracias de la Madre de Dios, tan necesitadas por las almas del mundo, puedan llegar a los que claman.
Por eso, queridos hijos, a través de su Casa Nuestra Señora de los Pobres, prepararán un nuevo ciclo del recorrido de las Vírgenes Peregrinas. Y cuando haya lugares en los que las situaciones sociales o de conflictos impidan Su peregrinación, llevarán la imagen peregrina a otra nación que, en nombre de esa nación hermana que no puede cumplir con esta misión de la imagen peregrina, pueda asumir a fin de que las Gracias se derramen.
Deberá haber más de un guardián de cada Virgen Peregrina. Las imágenes peregrinas deberán seguir una nueva hoja de ruta.
Queridos hijos, no puede haber imágenes peregrinas sin peregrinar. Por eso, esta será una misión y un compromiso de todos los Hijos de María consagrados, porque en un tiempo de caos es cuando más las almas necesitan de la cercanía de la Madre de Dios.
Por eso, tomen consigo las Vírgenes Peregrinas y salgan a las calles, a los barrios, a los asilos, a los hospitales y a cualquier lugar, porque les aseguro que siempre encontrarán un alma sedienta del Amor de Dios.
Será el compromiso de los cientos de Hijos de María ya consagrados que en misión lleven la Presencia de María a todos los lugares posibles. Yo estaré atenta a la respuesta de Mis Hijos consagrados.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en esta nueva misión,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de La Paz
Mis queridos hijos:
Como Madre Naturaleza y Madre de la Vida, hoy desciendo con la Luz de Dios sobre esta sagrada sierra para volver a encontrarme con Mis hijos de esta humanidad.
Vengo en este día a auxiliar y a socorrer a todos los hijos Míos que en este tiempo sufren y padecen sus purificaciones y pruebas, enfrentando de la noche a la mañana situaciones inesperadas que cambian el destino de la vida de muchas personas.
Pero quisiera decirles, Mis hijos, que eso no significa que Dios esté lejos del sufrimiento o de la enfermedad. Él está más cerca de lo que parece y sufre junto con todos los enfermos y necesitados a través de Su Hijo, Jesucristo, que también sufre junto con los Hijos del Padre.
Este es el tiempo de tener que aceptar, pero también es el tiempo de tener que reconocer los aprendizajes de la vida, teniendo presente que cada momento es una sagrada oportunidad de crecimiento interior para todos.
Cada alma, en este ciclo final, vivirá lo que más necesita aprender, a fin de que en cada hijo Mío nazca y emerja el amor crístico, que le permitirá comprender la vida en su esencia profunda.
Como Sagrados Corazones, antes de Nuestro recogimiento, vemos cómo la humanidad no está preparada para el fin del tiempo. Por eso, la Jerarquía Espiritual dedica cada momento y cada encuentro para auxiliar en todas las situaciones posibles.
Que, en este momento tan turbulento y hostil del planeta, ustedes aprendan a perpetuar la luz de la oración y no pierdan la oportunidad de orar, de pedir Mis Gracias y de interceder por todas las causas, por todas las situaciones y por todos sus hermanos; porque en este tiempo solo bastará orar, pero orar de corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre de todos los enfermos de cuerpo y de espíritu
Mis queridos hijos:
Hoy, con inmensa e indescriptible alegría, por estar aquí presente con ustedes, vengo a cerrar esta sagrada etapa de la Peregrinación por la Paz. Y, con júbilo, vengo a establecer, bendecir y abrir el nuevo Centro Mariano Sagrada Arca de Dios; para que, a través de la Comunión con el Padre Celestial y con los Reinos de la Creación, los mismos Códigos que recibió Noé se depositen espiritualmente en este lugar y desde aquí en todo el Brasil.
El Centro Mariano Sagrada Arca de Dios tendrá la misión de orar para que el verdadero Gobierno Interno del planeta, que es el Gobierno de la Jerarquía, se cumpla espiritualmente en este país y, a través de este país, en el mundo entero.
La tarea de Mis hijos de Brasilia será expresar este Sagrado Centro Mariano, al que bendeciré en un próximo tiempo, cuando parte de él ya esté manifestado.
Que este lugar sea un espacio para la cura interna y para la reconciliación de los corazones.
Aquí deberá manifestarse la Fuente de la Señora de las Gracias, para que Mis hijos de Brasilia, de la región y del mundo entero puedan llegar hasta aquí para recibir Mis Gracias.
Así también, aquí se expresará la Via Sacra y la pequeña Capilla del Castísimo Corazón de San José, además de una pequeña plaza con el Sagrado Corazón de Jesús.
Queridos hijos, los invito a estar en júbilo y alegría en este día, junto con su Madre Celeste, agradeciendo a Mi Hijo, porque finalmente se instituye un punto de Luz en la superficie de esta región de Brasil.
El Sagrado Nombre que rige a este Centro Mariano es Elohim.
Les agradezco por cumplir las aspiraciones de Mi Amado Hijo.
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Me alegra reencontrarme con Mis fieles y amados hijos, en este Sagrado Cielo azul, en donde muchas experiencias fueron vividas por ustedes, Mis hijos. Noches oscuras fueron atravesadas, momentos de alegría fueron vividos y compartidos y, hoy, están aquí Conmigo, en fidelidad y en amor.
Quisiera que sepan que los tiempos que llegarán no serán buenos, pero si las almas se arrepienten de corazón y se entregan con fe al Inmaculado Corazón, todo se podría evitar.
Ahora, que sus pies están cansados de esta trayectoria y de este camino, renuévense.
Yo estoy aquí y Soy su Madre, la Madre que nunca los abandonará, la Madre que siempre los recibirá y les entregará la Paz que tanto necesita el mundo entero.
Alégrense, porque estoy aquí para concederles una vez más Mis Gracias, para otorgarles el Perdón de Dios y la renovación de sus vidas en este ciclo definitivo, en el que el esfuerzo será la gran llave maestra entre todas las llaves; la llave que abrirá la puerta para el descenso de la Misericordia de Dios.
Por eso, hijos Míos, que sus mentes se expandan, que sus corazones se abran mucho más de lo que están abiertos, para que las consciencias que se han autoconvocado puedan llegar aquí, como está previsto en la Aspiración del Padre Eterno.
Todo lo que aprendieron, a través de los tiempos, ha sido para este momento, hijos Míos, para esta hora definitiva, en la que deben aprender a caminar en el sacrificio por amor a Dios y por amor a Mi Hijo; porque Él nunca les entregará una cruz tan pesada que no la puedan llevar por sí mismos.
Él les entregará la cruz de la liberación y de la redención, así como la cargó de forma valiente hace mucho tiempo, por cada uno de ustedes. Por eso, sigan participando en esa fidelidad a Dios y a Mi Corazón Inmaculado.
Agradezco desde siempre, el canal ofrecido en este lugar, para la Vigilia y la Adoración.
Hijos Míos, es hora de reconstruir las bases espirituales de esta humanidad, a través de ese importante ejercicio de Adoración al Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo, porque mientras eso no sucede ustedes saben que las almas se pierden y se pierden; y Mi deseo es llevar a todos hacia Dios, no solo a los que ustedes desconocen, sino también a sus familias, a sus seres queridos, a todos los que están próximos a sus vidas.
Todos necesitan conocer la Misericordia de Dios. Y ese Misterio se reveló y fue entregado en la Cruz a través de la Sangre derramada de Mi Hijo, en cada gota que Él derramó por el mundo.
Hoy, para esta renovación, Mis Gracias les traen los Códigos de la Sangre de Cristo para que, después de lo vivido en estos últimos años, sus consciencias se puedan sentir curadas y renovadas, puedan asumir con madurez y entusiasmo la cruz que Mi Hijo les entrega, por amor a la humanidad y al planeta.
Y desde ahora, hijos Míos, su Madre Celeste ya sabe, todo los que ustedes harán para poder recibirme el próximo 13 de octubre, porque ustedes ya aprendieron a servir y a donarse.
Quiero que, a los pies de Mi Altar que elevarán en ofrenda a Mi Inmaculado Corazón, no solo estén las flores que siempre Me colocan a los pies, sino que sus vidas, en estos próximos días y en los tiempos que vendrán, sean esas bellas flores de la conversión, del perdón, del amor y de la redención, que Yo podré recoger con Mis propias Manos para entregárselas a Dios y confirmar que el Plan de Mi Hijo en este mundo es posible.
Hoy, abrazo con Mi Manto a todos los que lo necesitan. Hoy, coloco sobre Mi Pecho a todos los que necesitan sentir el latir de Mi Corazón, para que recuerden que la Madre Consoladora y Corredentora está siempre aquí presente, en Espíritu y en Divinidad.
Alégrense, porque el fin del cautiverio llegará no solo para ustedes, sino también para el mundo entero; porque cuando Mi Hijo retorne, Él todo lo renovará y lo transformará por los méritos alcanzados en Su Pasión, Muerte y Resurrección.
Que este día, sus almas resuciten en espíritu bajo el Amor de Dios, bajo la Presencia de la Madre del Espíritu Santo y ofrézcanle a Dios lo mejor que puedan darle, por más pequeño que parezca que sea verdadero y sincero; porque es en lo pequeño y no en lo grande, en donde Dios obra, a través de las almas y de los corazones abiertos a Su Amor Consolador.
Y así, como he hecho en estos últimos días, en estas últimas semanas, en esta especial Peregrinación de reencuentro con Mis queridos hijos, volveré a ofrecerles el Sacramento de la Unción, para que la señal de la Cruz de Emmanuel los santifique, los proteja, los sane y los acompañe en esta nueva etapa de renovación y de refundación de las bases del Propósito de este Núcleo y de este punto de Luz Espiritual en esta parte del planeta.
Hijos, no le tengan miedo a la cruz, Yo estoy aquí y Soy su Madre, la Madre de toda la humanidad y del planeta. Recuerden que aquí Yo encuentro la fuerza interior en los que adoran, oran, vigilan y sirven a Dios.
No solo Mi Hijo busca un lugar donde reposar y repararse, su Madre Celeste también busca ese lugar en los corazones que sirven a la Obra de Dios en este planeta.
Coloquen a Mis Pies sus intenciones en el silencio del corazón, que Yo se las llevaré a Dios.
Oren y no dejen de hacerlo, por su protección y por la protección de sus familias. Únanse a Dios a través de la oración.
Hagamos la oferta a Dios, desde lo más profundo de Mi Corazón, en este momento.
Padre Celestial,
que a todos conduces,
acepta nuestra oferta de entrega a Ti.
Guíanos, por el Camino del Amor,
para que Tu Voluntad sea hecha.
Amén.
Yo les agradezco por haber respondido a Mi llamado, de forma tan inmediata, porque cuando eso sucede, hijos Míos, la humanidad deja de sufrir.
Y ahora, vayamos a los pies del Altar de Cristo, ustedes como Sus compañeros y apóstoles, y ofrezcamos no solo el pan y el vino para que se conviertan en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo, sino también ofrezcan sus corazones, para que esta renovación llegue a sus vidas y a sus familias, a través de la bendición del Espíritu Santo.
Estén en paz.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Cuadragésimo poema
Señora de las Gracias,
Expresión infinita de la Humildad
y de la Generosidad de Dios,
que hoy nazca de nosotros
un profundo y verdadero agradecimiento
por todo lo que nos has entregado
con tanto Amor, Devoción y Gracia.
Que de nuestros corazones
solo emane gratitud, reverencia y devoción,
como forma de expresar todo nuestro amor
a la Madre Celeste.
Quisiéramos que en el Cielo
resonaran nuestras voces,
para que los ángeles de la Virgen María
escuchen nuestra sincera proclamación.
Gracias al Universo de Dios
siempre hemos sido bendecidos, purificados
y colmados por la intercesión de Nuestra Señora.
Que tengamos la dicha de poder recordar
cada momento compartido
con los Sagrados Corazones.
Que, en este ciclo de definiciones,
nuestras almas estén volcadas
a la entrega, al amor y al sacrificio
por esta magnífica y humilde Obra de Amor.
Hoy nuestras almas reiteran su gratitud,
porque fuimos bañados por la Luz
del Inmaculado Corazón.
Que la Madre Divina sepa
de nuestro agradecimiento
y del amor que le tenemos de corazón.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Vigesimotercer poema
Templo de la Sabiduría Divina,
Madre de la Gracia y de la Misericordia,
Señora del Silencio,
enséñanos a encontrar las respuestas
en el profundo silencio espiritual,
porque allí, conseguiremos comprender, con el corazón,
los misterios de la Creación.
Señora del Silencio,
que Tu profundo silencio ante la Cruz
nos impulse a aceptar con gratitud
cada prueba que vivimos.
Que Tu silencio maternal
nos revele, todo el tiempo,
la inmensa gratitud que Tú vives
en cada Llamado de Dios.
Señora del Silencio,
ayúdanos a encontrar las palabras correctas
en cada situación de la vida.
Que seamos guiados por el Espíritu Santo
a través de Tu amorosa
y bienaventurada intercesión.
Enséñanos, Madre del Silencio,
a no herir a los demás
con nuestras palabras y comentarios.
Que le demos valor y reverencia al Divino Verbo.
Que podamos descubrir, dentro de nosotros,
el significado de las vibraciones sutiles,
para que ya no perdamos tiempo en cosas innecesarias,
sino que nuestras palabras sean siempre
una cálida y fervorosa oración de silencio.
Así, con Tu amorosa ayuda,
percibiremos la vida como Tú, Señora del Silencio,
conoces la vida de toda la humanidad.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este día especial, en el que los peregrinos y devotos del mundo recuerdan la primera aparición de la Divina Señora en Fátima, que de la misma forma, desde hoy y para siempre, Mis hijos de Sicilia recuerden esta amorosa visita de su Madre Celeste al sur de Italia.
Por amor e inmensa Misericordia, hijos Míos, he llegado a través del grupo peregrino hasta Sicilia para que este pueblo alcance la Piedad de Dios y el Perdón de Mi Hijo Jesucristo, sabiendo que su pueblo fue testigo, y sigue siéndolo, de acontecimientos de la vida social y humana que no cumplen los Mandamientos de Dios, inclusive dentro de la Iglesia.
Por eso, hijos Míos, como Madre de la Gracia me aproximo a ustedes para que sientan Mi Amor maternal y escuchen atentamente Mis palabras, a fin de que perciban que este encuentro de hoy es único y que dependerá de todos Mis hijos de Sicilia que el mismo se vuelva a repetir.
Todos ustedes, hijos de Sicilia, saben que están muy necesitados de amor, de perdón y especialmente de penitencia. Porque por medio del ejercicio de estos atributos en la vida diaria, ustedes alcanzarán la Gracia Divina para que a través del camino de la conversión se vuelvan dignos hijos de Dios.
En este tiempo, hijos, todo es posible. Si sus esfuerzos e interés por cambiar sus hábitos y modos de vida fuesen verdaderos y no aparentes, le demostrarán al Universo que ese urgente cambio de la consciencia sucederá y que, amorosamente, serán protegidos por los Brazos de Dios.
Vengo hasta Sicilia para que la forma de vida que hoy llevan pueda cambiar y que sus corazones arrepentidos puedan ser tocados por la divina Misericordia de Dios.
Como Madre me presento, como en otros lugares del mundo, para darles una advertencia. Y esa advertencia es que aún están a tiempo de poder vivir ese cambio de vida y de consciencia para que no solo ustedes, hijos Míos, sean permeados por los Divinos Atributos, sino también sus familias y conocidos sean ayudados por el Amor de Dios.
Este cambio que hoy les pido, como Madre, no es un cambio religioso ni se refiere a una conversión hacia alguna institución. Yo les hablo, hijos, del cambio de la forma de vida que desde décadas llevan adelante y sé que comprenderán de lo que les hablo.
Ustedes, Mis hijos, deben vivir un cambio espiritual e íntimo, entre ustedes y Dios, para que las puertas de la redención no se cierren antes de tiempo.
Hijos de Sicilia, viviendo su conversión, vivirán su esperada redención y Mi Hijo los tendrá en cuenta para que, redimidos y perdonados, sean parte de Su rebaño de Amor y de Luz.
Les pido, escuchen Mi llamado, sientan Mi Corazón. Vengo hacia ustedes como una Madre que los ama y que espera verlos inmersos en la Luz y en el Bien.
¡Les agradezco por responder a Mi Llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mi Gracia Maternal se expande en el silencio de Mi Corazón. Así, Yo puedo llegar al mundo y, mediante la oración sincera de Mis hijos, puedo alcanzar y ayudar a las almas que más lo necesitan.
Este es el tiempo de la Gracia. Este es el tiempo de la Misericordia.
Todos Mis hijos deben alcanzar esa Fuente de Gracias; todos deben sentir su filiación interior con Cristo.
Mi Gracia Maternal viene para auxiliar a la perdida humanidad.
Mi Gracia Maternal viene para despertar a la consciencia dormida del ser humano.
Mi Gracia Maternal viene para retirar de la ilusión a los que Me acepten y Me reciban como su Madre espiritual; así Yo conseguiré ayudar aún más al mundo; así Yo podré verter Mis Gracias en los corazones vacíos y solitarios, en los corazones sin Dios.
Llegó el momento de la conversión interior y de la conversión de la vida.
Llegó el tiempo de abrir los sentidos internos para escuchar a Dios y oír Su Mensaje.
Ya estamos en el tiempo de que el Amor vuelva a vencer, así como el Amor de Mi Hijo venció en la Cruz.
¡Les agradezco por acompañarme!
Los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo traigo muchísimas e infinitas Gracias para el mundo, pero solo la minoría de la humanidad las recibe con gozo y plenitud. Por esa razón, no descansaré hasta poder entregarles a Mis hijos todas las oportunidades que tengo para esta sufrida humanidad.
Mis Gracias permiten potentísimas conversiones y redenciones en los corazones del mundo, así como también posibilidades grandiosas para poder revertir la vida espiritual y material de los seres.
Este es el tiempo en que las almas de la Tierra deberán tener, aún más, su atención dirigida al Cielo, porque desde allí vendrá la ayuda tan necesaria para estos momentos críticos; desde allí vendrá lo que cada ser necesita para sus diferentes etapas de purificación y de redención hasta que alcance la consagración total de su alma a Dios.
Que la humanidad sepa que Mi Corazón está lleno de Gracias para las almas y que espero que las pidan por medio de una sincera oración.
Deseo que esa petición no sea personal, sino planetaria; que sea un pedido de Misericordia por cientos de almas que, día a día, caminan hacia los portales de la perdición.
Les agradezco el esmero en orar por las naciones del mundo; ellas, en este tiempo, necesitan de mucha intervención y de ayuda espiritual.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Con alegría vengo al mundo y especialmente a Polonia, la tierra amada de San Juan Pablo II, para bendecirlos y llevarlos nuevamente hacia Mi Gracia, a fin de que por medio de estos encuentros de paz su Madre y Señora de Czestochowa pueda seguir obrando y reparando los corazones que más necesitan.
Con Amor Materno regreso a Polonia para infundir aún más la Misericordia de Mi Hijo e interceder por medio de la Fuente de Su Compasión.
La Madre de Dios llega a Polonia para hacer revivir los atributos de su cultura y de su pueblo, llevando cada uno de estos atributos a la sublimación de la consciencia y, así, recuperando los valores de la fe y de la unión con Dios.
En este día especialmente desciendo para establecer un poco más de paz y de perdón en las almas, almas que necesitan reencontrar el camino de la unión con Dios, para así poder vivir los principios de Su Gracia y de Su Misericordia.
Como Madre de todos vengo para testimoniar que es posible avanzar y vivir con la esperanza de poder reencontrar a Dios de tiempo en tiempo y estar en comunión con Él.
Como Madre y Patrona de Polonia vengo para derramarles la Sabiduría de Mi Corazón Maternal, un Don que, viviendo en ustedes, permitirá seguir restaurando y reparando toda la consciencia de su pueblo.
La Sabiduría de la Virgen de Czestochowa los ayudará a llevar adelante el Plan de Dios para su nación y su pueblo, mediante la devoción incalculable de sus corazones por los Nuestros y también por los santos que el Padre ha enviado a su patria para ayudarla, como fueron Santa Faustina y San Juan Pablo II.
Por medio del modelo de vida de estos santos que muchas más vocaciones puedan despertar en el seno de la Iglesia de Cristo y en la fe de todos los hijos de Polonia.
Como Madre de todos vengo para restablecer uno de los principios de los Designios de Dios para su patria, sabiendo que en este tiempo será imprescindible sostenerse con la fe y la confianza en Dios, para también restaurar a la Iglesia y a sus creyentes.
Por eso, como Madre y Señora de Czestochowa, regreso a Polonia a fin de reconstruir el espíritu de amor de su humanidad y así propagar, desde aquí hacia el mundo, la devoción de todos ustedes, hijos Míos, a Mi Inmaculado Corazón.
Mis Manos de servicio, caridad y bien, hoy vienen llenas de Gracias para derramarlas sobre ustedes, Mis queridos hijos, y para que estas mismas Gracias se propaguen en las naciones del mundo que necesitarán de su fe y de su oración para establecer la paz.
Yo los conduzco por este camino de sabiduría y de amor para que las almas sean ayudadas y contempladas en la Misericordia de Dios.
Aún hay tiempo para poder ingresar en esa Fuente de compasión y de alivio que ofrece Mi Amado Hijo para el mundo entero.
Por medio de esta renovación que hoy les traigo Yo los invito a vivir el nuevo tiempo, el tiempo de saber cumplir el Plan de Dios en ustedes mismos, para que después se cumpla en el mundo entero.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los renueva,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Virgen de Czestochowa
Cada oración pronunciada por las naciones del mundo es una gota de Mi Gracia que desciende del Cielo, como lluvia de la mañana.
Cada corazón sincero que pronuncia el Santo Rosario por la paz en el mundo es un Espejo para poder reflejar la Misericordia de Dios en la humanidad.
Yo les enseño, a través del poder de la oración, a conocer sus misterios, los que se develan cuando el corazón reza de verdad, permitiendo que las sagradas Leyes Divinas aplaquen los errores de la humanidad y los desvíos de las naciones del mundo.
Cada momento de oración ofrecido, queridos hijos, permite reparar al mundo entero; sobre todo a las almas más perdidas, las que reciben la Gracia de reencontrar a Dios.
Por eso, cada encuentro de oración por la paz en las naciones significa la oportunidad de que la humanidad sea aliviada de sus faltas cometidas, para que reinen el amor y la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Quédate en Mis Brazos y ya no pienses más en ti.
Quédate en Mis Brazos y solo deja que Tu Madre Celestial permanezca en ti.
Quédate en Mis Brazos y calma tu corazón y tu mente en la Fuente renovadora de Mi Gracia.
Quédate en Mis Brazos para que Yo pueda abrazarte con Mi Luz.
Quédate en Mis Brazos y solo confía en lo que te pido.
Quédate en Mis Brazos y solo piensa en Dios.
Quédate en Mis Brazos, para que un milagro mayor suceda en ti.
Quédate en Mis Brazos para que a cada nuevo paso sientas que Yo estoy allí.
Quédate en Mis Brazos y vive el presente, olvida el pasado y aspira al futuro Plan de Dios.
Quédate en Mis Brazos y pondré paz en tu corazón.
Quédate en Mis Brazos y solo afirma la victoria de la fe en Dios.
Quédate en Mis Brazos y verás que todo pasará.
Quédate en Mis Brazos y solo acepta con fe lo que te pido.
Quédate en Mis Brazos y no perderás la esperanza.
Quédate en Mis Brazos y reconocerás a Cristo en cada hermano, en la mirada de cada ser.
Quédate en Mis Brazos y serás impregnado por Mi Perfección.
Quédate en Mis Brazos y te libraré del enemigo, de sus ideas, de sus proyecciones y amenazas; porque si solo aceptas estar en Mis Brazos podré protegerte con Mi manto, darte el calor de Mi regazo y hacerte dormir en paz con Mi Cariño.
Quédate en Mis Brazos y todo lo irreal desaparecerá.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando un dolor espiritual y profundo es curado, una liberación del pasado y de todos sus códigos se establece, gracias a la intercesión de las Leyes Espirituales de la Cura.
A través de la Inmaculada Casa del Alivio del Sufrimiento, deseo establecer un hogar en donde las almas que aún no han encontrado a Dios en su interior, lo puedan encontrar por medio de las manos caritativas que se donarán para acompañar ese momento.
En este, Mi próximo Proyecto, deseo que en el núcleo actual se viva un trabajo de cura y de oración espiritual con las almas que, en convalecencia espiritual o física, necesitarán de recuperación.
Es por esa razón, queridos hijos, que una segunda casa para el alivio del sufrimiento y en la transición hacia la muerte corporal, deberá ser fundada.
Necesito, queridos hijos, que esa segunda casa sea llamada Casa de San Lázaro; para que las almas que allí vivan sus últimos días, en la Tierra, puedan resucitar a la vida eterna.
Es por esa razón, Mis pequeños, que esta tarea se irá gestando de a poco, con la esperanza de que los servidores de San Carlos y de las ciudades de alrededor, en oración y en servicio, asuman esta importante misión por las almas que no conocen la cura ni la vida eterna después de la muerte.
Necesito que todos sean entrenados, formados y preparados para esa misión.
Es parte de todos los paulistas el propósito de la manifestación de la Casa de San Lázaro, que será afiliada a la casa matriz de la Inmaculada Madre del Alivio del Sufrimiento.
Deseo también estar presente, como Señora de las Gracias, en la entrada de la Casa de San Lázaro.
Esta casa acogerá a muchas almas y en el futuro se expandirá, pues Mi designio es que la Inmaculada Casa del Alivio del Sufrimiento tenga otras casas en otras ciudades de San Pablo; porque esta tarea será hecha con el fin de que las almas se sientan amadas y amparadas en el momento de su muerte.
Queridos hijos, si los paulistas asumieran esta tarea de cura y de transición de las almas hacia el Reino de los Cielos, les aseguro que la ciudad de San Pablo no deberá pasar por tantas purificaciones.
Nuevamente, los invito a acoger Mi aspiración.
¡Les agradezco por acompañarme!
Los alivia,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando la Gracia de Dios, que es Mi Gracia, toca el corazón de los hombres, todo puede revertirse y todo puede acontecer. Solo basta que dicha Gracia, que todo redime y salva, sea aceptada con la mayor humildad y gratitud del corazón.
La oración sincera siempre los aproximará a ese estado perfecto de gratitud y de amor por todo lo recibido. Los corazones orantes no pueden acostumbrarse a recibir Gracias como si ellas fueran panes que son entregados en sus manos.
La Gracia de Dios es algo mayor, que va más allá de la comprensión y de la razón humanas.
La Gracia de Dios es un potentísimo bálsamo de reparación y de cura de las causas imposibles.
Por eso el Padre Me consagró como la Señora y Dispensadora de todas las Gracias, para que Mis hijos en todos los tiempos de la Tierra y en todas las etapas de la humanidad, no olviden que existe una Gracia mayor por encima de toda adversidad, una Gracia que Mi enemigo no conoce y le teme.
Hijos Míos, que sus corazones sean buscadores de la Gracia de Dios, no solo para ustedes, sino también para el mundo, que mucho lo necesita en este momento.
Como la Madre de la Gracia les doy a conocer el poder de este caudal de la Gracia de Dios, que no es bien comprendido por todos los hombres; pero si ella fuera amada como se debe, los milagros seguirían sucediendo, como una lluvia que cae del cielo.
Queridos hijos, la Gracia de Dios, al igual que la Gracia que proviene del Santísimo Hijo, puede justificar a las almas y salvarlas de sus constantes errores.
La Gracia es un manantial que sintetiza los poderes de la misericordia, de la piedad y de la compasión, expresados en este caso a través del Sagrado Corazón de Jesús.
Que la Gracia de Dios siempre los ampare y los colme.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Dispensando sobre el mundo todas las Gracias posibles,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mis ojos se iluminan cuando ven el resplandor de una vida redimida y convertida por el poder de la oración del corazón.
Hijos Míos, hoy desciendo desde el Cielo para pedirles oración por los niños de Siria y de Medio Oriente, pues el principal castigo e injusticia lo sufren los más pequeñitos.
Es por esta causa sagrada, hijos Míos, que vengo a implorarles que a través de los treinta y tres días de oración, ustedes coloquen la intención de interceder por los niños de Siria. Ellos viven la consecuencia del exilio, del hambre, del rechazo y del fracaso.
Como su Señora de las Gracias, vengo para reconstruir esta humanidad que perdió los valores de lo reverente y de lo sagrado, de la fraternidad y de la paz.
Mis ojos también lloran por los más pequeños e inocentes, porque las familias más simples son el foco de la destrucción de la unidad y del amor entre los seres.
La familia es un Proyecto de Dios, a través de la familia deben gestarse los valores de la fraternidad, de la cooperación y de la paz. La familia puede ser el principal grupo de oración, puede reflejar como espejo hacia el Universo de Dios, la esencia de la conversión y de la redención.
Queridos hijos, por eso San José Castísimo también desciende del Cielo todos los días para ayudar a la humanidad, para que a través de Su Casto Corazón sean sembrados nuevamente los valores de la Sagrada Familia.
Yo desciendo todos los días para enseñarles a amar de verdad, para motivarlos a cambiar las costumbres de una vida material que deteriora a la familia de cada uno de ustedes.
Es por eso, hijos Míos, que vengo a rogarles que oren, la oración debe ser el epicentro de la familia. El Proyecto de Dios en las familias del mundo debe realizarse. Si desapareciera la unión en las familias, desaparecerían los valores internos y espirituales que permiten hacer evolucionar a todas las criaturas.
Por eso, Abraham, Moisés y la Sagrada Familia de Nazaret trabajaron por los valores sagrados del Proyecto de Dios que era tornar a la humanidad entera en una verdadera familia espiritual. Pero las influencias de estos tiempos, las modernidades y los proyectos personales han distanciado a las familias del Amor de Dios.
Es por eso que San José intentará impartir Su santa ayuda espiritual a todo Medio Oriente, con el fin de que estos importantes valores sean reintegrados al corazón de todos los seres.
Hijos Míos, piensen y sientan lo que les digo. Cada uno de ustedes es llamado en este tiempo para proteger y cuidar el espíritu de la familia a través de las buenas costumbres, de los actos fraternos y de las expresiones de un amor universal.
Oremos por la consciencia de la familia universal que es esta humanidad. Recemos para que se cumpla ese proyecto.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Unida a las familias orantes del mundo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
¡Paz, eso es lo que le falta al mundo!
Por eso, hijos, con Amor y Misericordia vengo a establecer el Reino de la Paz de Dios y así desterrar de esta humanidad las acechanzas de una crueldad interminable.
Yo vengo para enseñarles sobre el amor, la constancia y la paz, síganme con confianza y no teman, están en Mi Corazón y Yo estoy con ustedes todos los días de la vida.
La tensión diaria cesará. Esa es Mi promesa para los orantes y los buenos.
Sean mansos y perdónense, así las uniones internas con el universo no se cortarán.
No teman por Mi adversario, su juego de mentira y confusión nunca llegará a reinar.
Por eso, con Mis pies piso la serpiente del engaño terrestre y les doy Mis Gracias como un bálsamo de Luz para sus vidas.
Hoy descansen en Mis brazos y duerman, duerman en el espíritu de Mi maternidad y protección.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los anima a vivir el Plan de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Colombia, como nación andina e indígena, guarda uno de los más importantes legados originales de los pueblos primitivos y sabios.
Los Andes, como un todo, representa para la Creación la elevación espiritual de la consciencia de la humanidad.
Todos los pueblos originarios, que allí se desarrollaron, consiguieron mantener espiritualmente la unión con la Divinidad del Padre Eterno.
Cuando los pueblos fueron diezmados y esclavizados por el hombre blanco, una gran herida espiritual e interna quedó guardada en los últimos descendientes.
Esta herida imborrable que se expandió por todas las Américas, desde los pueblos de Norteamérica, pasando por los aztecas, mayas e incas, dejó una deuda pendiente por resolver.
Esta es una de las tantas causas de lo que se puede ver en este tiempo, consecuencia de lo que sucedió en otros tiempos.
Es esta herida que su Madre de la Gracia desea curar y disolver a través del poder del amor restaurador.
Por eso, Colombia es la cuna para poder volver a despertar la reverencia y la devoción por los principios de la vida sagrada y divina.
Su Madre Celeste, en Bogotá, intentará abrir una puerta celestial de Misericordia y esto será posible, especialmente, por la ayuda de todos los grupos de oración allí presentes, durante los días de los encuentros con su Madre Divina.
Por eso, hijos, una de las justas causas; por la que todos los grupos de oración de América, especialmente de América Central y del Caribe, oren por esta finalidad mariana; es para que desde ahora se pueda establecer la Ley de la Divina Misericordia sobre esta deuda que Europa provocó.
Por eso, vuestra Madre de Guadalupe será la patrona de la misión en Colombia y en los Estados Unidos. Yo volveré, como en el Tepeyac, para llamar a la humanidad a la reconciliación profunda, porque de esa forma a través del perdón y de la comunión con Mi Hijo Jesús, los Andes y Europa cerrarán un ciclo de sufrimiento y de crueldad generado en las civilizaciones indígenas primitivas.
Queridos hijos Míos, por eso desde ahora Yo los preparo en consciencia, revelándoles la verdadera historia de su humanidad, pues Dios espera que no se vuelvan a repetir los mismos errores.
Para eso, vuestra Señora de Guadalupe retornará a lo más alto de las montañas de América, para que el Ave del Sol emita la voz de la redención y del perdón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los une a Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy, comienza en sus vidas una oportunidad interna de poder recorrer un camino nuevo, que es posible a través del sacrificio de Amor que Mi Hijo realizó por todos ustedes.
En el comienzo de esta Sagrada Semana, Yo los llamo a ingresar profundamente en la esencia de cada una de las estaciones del Via Crucis. Así, ustedes, durante esta semana, podrán penetrar el misterio infinito que le permitió a Mi Hijo concretar la salvación de la humanidad.
Pero, como Su Madre de los Dolores, aún veo el martirio que muchos hijos Míos viven en este tiempo, martirios que son ocasionados por las ideas de Mi adversario y que llevan al pecado mortal a muchas almas prisioneras del abismo infernal de este ciclo.
Pero Yo, como Su Madre del Cielo, les traigo la Luz de Mi Gracia para que crean que, a pesar de todo, es posible vencer el miedo y alcanzar la victoria del Amor, más allá de los enemigos.
Deseo que esta Sagrada Pasión de Jesús sea ofertada al Creador por todos los corazones heridos, principalmente, por aquellos que no encuentran ni siquiera el consuelo interior.
Ante la gravedad de las cosas que suceden en la humanidad, sus pruebas son pequeñas frente a la inmensidad de los pecados y de los ultrajes que cometen los hombres de la Tierra.
Por eso, hijos Míos, que sus corazones se animen a alcanzar las esferas celestiales a través de la contemplación de la Pasión del Señor; así, comprenderán la grandeza de la Misericordia de Dios en estos tiempos.
Queridos hijos, Su Madre Celeste los llama a la preparación mediante la oración. Así, un escudo invencible de Luz surgirá en sus manos y ese escudo de oración los protegerá de los engaños de Mi enemigo.
En este día, en el que sus almas son llamadas a caminar al lado de Jesús, reciban de Mi Corazón la fortaleza necesaria para poder trascender el fin de este ciclo.
Su constante purificación cesará y no será necesario vivir más sufrimientos. Pero, para eso solo bastará la premisa de que las almas acepten la transformación, a través de la Fuente de la Misericordia que les está siendo ofrecida a todos. Así, harán triunfar también Mi Proyecto de Paz en el mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los lleva hasta el Calvario del Señor,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Yo Soy la Fuente universal de la Gracia de Dios manifestada a todo el universo. Yo soy María, la Madre de las Gracias, que en este día sábado de Gloria vengo al reencuentro de los hijos del Altísimo.
Desde ahora, estoy agradecida por la Gracia sincera que los Míos, Mis queridos hijos de la Nueva Tierra, han hecho surgir como un manantial en este sagrado lugar, porque aquí también el Cielo del Padre tocó con Sus manos a la Nueva Tierra para consagrarla hoy a Mi Inmaculado Corazón.
¡De gozo supremo está lleno Mi Inmaculado Espíritu maternal!
Queridos, acepten Mi Gracia suprema, que los liberará del mal y los curará completamente, que los renovará como en el origen y así serán buenos espíritus de la Creación.
Mis queridos, vivan en este mundo sin paz a través de Mi Gracia suprema, la que los lavará por entero como un manantial.
Yo Soy la Bendita llena de Gracia, soy la que intercede por ustedes de día y de noche, soy la Madre de las Gracias, soy la que les derrama el estado de Misericordia y de piedad a través de Mi queridísimo Corazón materno.
Yo Soy la que por Gracia Mayor intercede por ustedes ante Mi Hijo Jesús, para que reciban los dones de Su infinita Misericordia.
Para todos ustedes, Yo Soy la Madre milagrosa, soy la que les quita de los ojos la venda de la perdición para que puedan ver la divina compasión en el horizonte.
Yo Soy la Madre de la divina Gracia, soy la que los librará del juicio final para que ingresen a través de Mi Corazón al sagrado paraíso.
Yo Soy la Gracia universal, soy la que les provee el misterio de su fe, soy la que les brinda e irradia la esperanza, soy la Madre constructora de la Nueva Humanidad del corazón.
Hoy, esta Gracia suprema desciende sobre sus vidas y calma sus corazones, trayéndoles paz, cura y redención. Como dijo el Arcángel Gabriel en su profunda humildad: “Ave María, llena eres de Gracia, el Señor es Contigo...” y hoy Yo les digo: “Y bendito en Mi vientre es el fruto de la Nueva Humanidad, porque ella surgirá por la intercesión de Mi Gracia, por la misma Gracia que Dios derramó sobre Mi Ser”.
Queridos hijos, amados niños de la Nueva Tierra, como Yo les he prometido, en este día extraordinario descenderé del Cielo para estar muy cerca de Mis hijos y para confirmar que es posible rescatar a la humanidad perdida, a la humanidad que está sin Dios.
Por eso, hoy vendré hasta este sagrado lugar por medio de Mi Gracia, Gracia que quiero y deseo que puedan amar y que aspiren a encarnar en vuestros corazones.
Yo Me lleno de gozo y de amor cuando la Madre del Cielo está entre Sus más pequeños hijos, porque Mi Gracia Me recuerda a Jesús en Mis brazos. Sean como el pequeño Jesús, manso, simple, humilde y amoroso, que hoy Mis brazos puedan mecer a toda la humanidad necesitada de amor.
Les agradezco, ahora y siempre, por haber abierto aquí el manantial de Mi Gracia a través de la humilde manifestación de esta gruta, porque ella me recuerda a Mi antigua morada sobre la Tierra. La gruta me recuerda a José Castísimo, cuando construyó con Sus manos el simple hogar para Jesús en Nazaret.
Con esta finalidad, Yo pido las grutas, para que las almas se recojan en el interior de la Sagrada Familia.
Los bendice, los ama y les agradece por este amado recibimiento,
Vuestra Madre María, Señora de las Gracias
Queridos hijos:
Mientras el mundo entero sufre por la falta de mirar a nuestro Dios Supremo con amor, hoy en este bienaventurado y glorificado día de aniversario, Mi Corazón materno está entre ustedes para entregarles de nuevo la paz y el bien, el amor y el perdón del universo.
Como Madre de las Gracias, los invito a colocar sus seres debajo de los Rayos azules que emanan el poderoso manantial de Mi Gracia suprema. Esto lo conseguirán, Mis queridos, a través de la oración.
En estos tiempos de grandes cambios, Dios observa la respuesta amorosa de todas Sus criaturas; por eso Él, en Su eterna Gloria, Me envía al mundo para advertirle y guiarlo por el camino espiritual de cada alma.
Queridos, como Madre Universal, en el fin de estos tiempos de crisis, estoy uniendo almas y corazones bajo un mismo propósito de paz y de conversión.
El Señor me ha pedido que persista por la humanidad y, como Mi Amor inmaculado por ustedes es infinito y predilecto, Mi Hijo también llega a su encuentro para indicarles y para recordarles el único camino que los lleva a Dios, que es el camino de la oración del corazón.
En este aniversario especial de Mi Presencia en Aurora, Yo aspiro a que sus espíritus recojan los frutos que con tanto amor les estaré entregando a través de Mis Apariciones. Por eso, reconozcan ahora, Mis queridos hijos, que ustedes no están solos en este camino que cada uno vive día a día.
Quiero ahora agradecerles la respuesta de todos a Mi llamado para construir el Puente de la Misericordia. Hoy también les pido que me ayuden voluntariamente a terminar de construir los senderos en el Centro Mariano de Aurora. Así, Mis pedidos serán cumplidos por el amor de todos Mis hijos.
Mi Rayo del Orden y del Ceremonial deberá establecerse en el Centro Mariano de Aurora, para eso todo deberá estar terminado según Mis benditas intenciones. De esta manera, esta parte de América del Sur podrá recibir Mis Gracias por medio de la irradiación armoniosa del Centro Mariano de Aurora.
Queridos hijos, hoy es un día de celebración celestial; por eso, únanse a los ángeles del Cielo para que la Misericordia y la Gracia de Dios desciendan sobre la Tierra.
¡Les agradezco a los peregrinos por haber respondido a Mi llamado durante este último tiempo!
Los bendice en el Amor de Jesús,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más