- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Mientras el Real Tiempo del Universo se detiene cada vez que desciende a la Tierra un Mensajero Divino de Dios, así debería detenerse el discípulo de Cristo en el momento en que él está por recibir una grandiosa Gracia; porque en el Real Tiempo del Universo no existe el pasado, solo el recuerdo o la memoria de una tarea cumplida.
En el Real Tiempo no existen semejanzas, sino igualdades. Se manifiesta en ese Real Tiempo el camino del Propósito, el que es planteado para todos los ángeles de Luz.
En la obediencia el Real Tiempo es aceptado, porque él es parte de la esencia y de la experiencia de evolución.
En el Real Tiempo no existen las formas, solo existe el sentido de las mismas para que cada ángel creado pueda progresar en amor al servicio de Dios. Las bases de ese tiempo son las Leyes y los principios creadores. En el Real Tiempo existe una escala que es reconocida por todos los ángeles del universo. Esta es la escala del amor y de la unidad, es algo que hace mover al Real Tiempo como experiencia de evolución.
En esas escalas están todas las bases para la experiencia, porque en el Real Tiempo el sentido de todo está en el conocimiento que surge de la sabiduría y en el servicio que hace humilde a cualquier corazón.
En el Universo, el Real Tiempo no pasa ni tampoco es estático, es un tiempo divinizado que está marcado por la elevación y la trascendencia de todas las formas creadas.
En el Real Tiempo existe el eterno presente que es el estado de positiva permanencia, es la unificación constante con la esencia y el Propósito de la Divinidad, de la Fuente.
El Real Tiempo es una corriente única de energía, es el hilo que une el principio con el fin para que en el Alma de la Creación se viva una relación armoniosa con todo lo manifestado.
El Real Tiempo no tiene memoria de los hechos sino registros de las experiencias en una escala mayor de vibración. Es un tiempo desconocido.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los guía al profundo despertar,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que durante este nuevo año del jubileo de la Misericordia de Dios, sus almas participen en plenitud de las indulgencias que serán concedidas .
Quisiera, hijos Míos, que sus corazones, más despiertos, motivaran a otros hijos Míos para que puedan replantear su forma de vida ante la necesidad de servicio y de ayuda humanitaria en el mundo entero.
Quisiera que los apóstoles de Mi Hijo, ustedes, llamados a servir por medio de obras de Misericordia, despierten a través de los grupos de oración, el espíritu de la Divina Misericordia de Dios, en especial en aquellos hijos Míos que completamente se separaron del Amor de Dios desde el momento en que fueron absorbidos por la vida material y superflua de este mundo.
Espero, Mis amados hijos, que el camino hacia la Misericordia de Dios sea realizado por todos los peregrinos, principalmente ustedes que ya han vivido día a día la Misericordia de Dios. Así deberán extender sus manos en donación permanente para que la Misericordia colme a los que se perdieron.
Es por eso, queridos hijos, que este jubileo de la Misericordia de Dios puede ser más difundido para aquellos corazones que no conocen la Compasión de Dios y para los que se culparon para siempre por los errores cometidos.
La Faz de la Misericordia de Dios no es muy conocida, es por eso que a través del Rosario de la Divina Misericordia, las almas accederán a una fuente preciosa de expiación y de conversión, liberándose del constante error.
Queridos hijos, como Vuestra Madre de la Misericordia, les entrego esta importante llave que abrirá a través del jubileo, un camino hacia la redención de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Celebrando el jubileo de la Misericordia con todos Mis hijos, los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Escuela de María, escuela de corazones humildes
El primer paso para encontrar la humildad es no perder la fe. Ella abre caminos para que las almas concreten sus pasos.
La escuela de humildad que Yo les ofrezco es de constante vacío, y para estar vacíos no pueden existir aspiraciones propias, solo el camino de la renuncia.
La renuncia es la llave principal para encontrar la humildad que en muchos corazones está escondida por la existencia de otros intereses.
La humildad no puede ser dominada ni conquistada. El espíritu de la humildad verdadera nace del destierro del propio yo, para que otras Leyes puedan actuar.
El Señor, en Su concepción original, es humilde. Si Él no lo hubiera sido, ¿cómo podría haber creado todos los mundos?
La humildad es el escudo contra la arrogancia y el orgullo, aspectos que nublan el propósito de las almas sin dejar ver la esencia de la misión de cada una.
Quien busca la humildad debe saber que tendrá que ir despojándose de sus creencias, de sus apariencias y de sus aspiraciones.
Cristo vivió la humildad como prueba final cuando, en el Huerto Getsemaní, Él aceptó beber del amargo cáliz de la redención. Si Cristo no hubiera sido humilde, no podría haber realizado semejante obra de liberación.
La humildad tiene como bases el vacío de sí y la fe, que son atributos que ofrecen los mejores cimientos para que las almas se vayan purificando.
Un ser humilde siempre es el último, aunque el universo lo coloque primero. Por eso, el trabajo de la humildad debe ser amado para después poder conocerlo. Si no existe amor para buscar el espíritu de la humildad, la tarea quedará indefinida.
El Cielo sabe que la humildad no es una escuela tan buscada por todos, como lo es el poder o la soberbia que tienen como resultado un gran engaño espiritual.
El servicio a los Reinos de la Naturaleza, por su propia expresión, tiene una puerta directa hacia la humildad; porque los Reinos menores deben ser tratados con mucho amor para que expresen en la consciencia la belleza de su humildad.
A través de estos Reinos, las almas no solo evitan el cincuenta por ciento de sus errores, sino que también pueden dar pasos más seguros para encontrar, a través de la humildad, la escuela del servicio a los demás y a la Creación.
Los Reinos menores son reflejo de la humildad creadora que no tiene el ser humano. Ellos enseñan al hombre de superficie sobre el espíritu de la constante donación, que también es un atributo fiel para vivir en la humildad o al menos aproximarse a ella.
Por eso, los invito, en estos tiempos, a que Mis hijos se replanteen dónde ha quedado la aspiración de seguir buscando la humildad.
La humildad puede salvar a muchas almas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los invita a ingresar en la escuela de la humildad y del bien,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Sus esencias consagradas, como rosas de Mi jardín, pueden expresar la honra de sentirse amadas por Dios, a pesar del tiempo de purificación que están atravesando.
Por eso, hijos, día a día, vengo a incentivarlos en el camino de la conversión, algo que deberán trabajar todos los días por medio de una oración sincera y de un servicio verdadero por sus semejantes.
Es de esa forma, hijos, que sus pasos se ampliarán para poder llegar a la meta y así no enfrentarán los abismos de la consciencia, porque su corazón estará tan donado como el Mío a ustedes.
Así, hijos, construyamos en cada interior una gran fortaleza, que estará sustentada por el amor y por la unidad, para buscar siempre la comunión perfecta con el Creador.
Como su Madre les enseño a donarse un poco más todos los días, para que sus consciencias abracen, por amor a toda la humanidad, el camino del sacrificio y de la redención que les ofrece Mi Hijo, así como Él una vez lo hizo por ustedes.
Queridos hijos, hoy los invito a encontrar, a través de la donación inmediata, los puentes hacia la reconciliación y hacia el perdón, algo que toda la humanidad pierde de vista por arrogancia y amor propio.
Amen la simplicidad que, espiritualmente, es mucho más grande que lo que a ustedes les parece.
Sus oraciones son escuchadas cuando sus consciencias abrazan el camino del sacrificio por los otros. Así, una parte de este mundo no se perderá ni sucumbirá.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Les enseña a donarse de corazón,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como vuestra Madre del Cielo, Soy pura y digna de vivir eternamente en vuestros corazones, porque será por medio de la sagrada invocación de Mi nombre santo que ustedes se podrán curar de cualquier dolor y sufrimiento.
Hoy estoy presente en dos sagrados lugares de cura para las almas tan necesitadas de la Misericordia de Dios. Hoy estoy aquí con ustedes en la Sagrada Casa del Hermano Pío y también estoy en la Sagrada Casa de la cura para la humanidad en Aurora. Así vuestra Madre Celeste une a través del tiempo real de Dios estos dos lugares, para que recuerden que vuestra Madre Curadora y Corredentora tiene especial predilección por estos recintos sagrados, totalmente donados para las almas que buscan la verdadera reconciliación con Dios.
Como vuestra Madre Sanadora, les acerco muchas almas y esencias que en estos tiempos necesitarán de la rehabilitación del corazón y de la vida. Si el corazón no se rehabilita por la fe y por la oración, ¿cómo sucederá, queridos hijos, la cura profunda del corazón?
Por eso, desde el principio de esta obra, la Sagrada Casa del Hermano Pío y el Centro de Cura Espiritual de Aurora fueron manifestaciones de la Voluntad Divina para acoger y ayudar en la redención de una parte de la humanidad. Algún día miles de personas golpearán vuestras puertas, para pedir auxilio, recogimiento, cura y liberación, por eso vuestra Madre Celeste los viene preparando para cuando llegue ese tiempo, tiempo que estará señalado por la purificación de la Tierra.
En estas dos casas de cura he designado la presencia de ángeles, de universos celestiales distantes a la Tierra, para que guarden y amparen este sagrado proyecto. A través de la instrucción que ustedes recibieron a lo largo de treinta años, fueron formados para asumir en este tiempo esta sagrada tarea, que no se centrará solamente en procedimientos que produzcan alivio, sino que vuestro verdadero medicamento, hijos Míos, siempre será el amor.
Amor de Dios que reconstruirá vidas y liberará faltas. Amor que cerrará puertas al mal. Amor que aliviará el alma que esté condenada y presa desde hace mucho tiempo. Por eso San Pío, Vuestro Hermano Espiritual, es quien siempre los inspirará y les mostrará el camino, aquí en Figueira como en Aurora. Después de cincuenta años de estigmas y de entrega San Pío, como curador de almas y de corazones, se preparó para acompañarlos en este último tiempo de transición.
Hijos amados, ustedes cuentan con una preciosa ayuda espiritual, así nuevamente Mi Inmaculado Corazón triunfará en vuestras vidas y en la vida de los más necesitados de amor. Recuerden, hijos, el amor será la llave maestra que curará al espíritu herido.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une a la Fuente de la Cura Universal,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Por la Gracia que Dios Me concedió y en nombre del Amor de Mi Hijo, con alegría hoy vengo a esta casa para bendecirla a través del Espíritu Santo de Dios.
Después de la importante misión a África, uno de Mis siete dolores fue aliviado, porque como Madre encuentro corazones como los vuestros dispuestos a servirme en la caridad y el bien.
Así, Yo encuentro ejércitos verdaderamente formados por el Corazón de Cristo. Quisiera ver más ejércitos de luz como el vuestro, atentos al pedido del Cielo y abiertos a responder ante cualquier necesidad mayor.
Fue así que uno de Mis siete profundos dolores fue aliviado espiritualmente por la acción inmediata de vuestra donación al Plan de Mi Hijo. Desde Kibeho, Yo acogí a cada uno de los misioneros y los llevé hasta el Universo de Mi Corazón para que sintieran la fe de Mi Espíritu Inmaculado.
Fue a través de la sagrada misión a África que nuevas puertas se abrieron a la redención espiritual para la conversión de las almas del mundo. Fue a través de esta misión que se abrieron los caminos internos para comenzar con nuevas misiones, las que los llevarán hacia otras naciones distantes del África.
Por eso, hijos Míos, que vuestro fuego interior nunca se apague, a pesar de las adversidades que muchos enfrentarán en los próximos tiempos. Que Mi ardiente fuego sea vuestro fuego de oración, de devoción y de fe, así siempre vencerán, nada perderán y recibirán todo lo que siempre necesiten, porque en la obediencia al Corazón de Cristo, ustedes estarán respondiendo a la Voluntad de Dios.
En este día bendito, en el cual vuestra Madre se encuentra con Sus hijos en la casa de la donación abnegada e inmediata, deseo consagrar la casa misionera femenina con la imposición de Mis manos sobre ustedes, dándole el nombre de Casa de María, Rosa de la Paz para que, junto a San José, siempre vuestros pasos sean guiados en el amor y la unidad.
Hoy vine para agradecerles y para bendecirlos. Me agradó profundamente que ustedes hayan preparado la casa para recibirme.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al Corazón Universal de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Con amor materno les digo que no teman, y arriésguense a entregarse pronto al Sagrado Corazón de Mi Hijo; Él siempre espera recibirlos en la Gloria de Su Divina Misericordia.
Hasta que eso suceda, decídanse a seguir Sus pasos y dejen que Su Corazón Insondable los conquiste y los purifique para que en el gran día esperado formen parte de Su Reino Glorioso.
Hijos, de esa forma transmitan la vivencia de Mi Hijo a los corazones que aún no lo han encontrado. Testimonien el tiempo de vuestra redención y enseñen a vuestros hermanos cómo la oración los ha ido transformando poco a poco en la presencia del esperado Proyecto del Creador.
No bajen los brazos ni se desesperen; Yo Soy vuestra Madre de la Misericordia y todos los días los reúno en este horario universal para que vivan y sientan el cenáculo de Mi Corazón Inmaculado, el Templo de Dios, que los fortalecerá durante las pruebas y los desafíos de la vida.
Y así, hijos, como lo hicieron Mis misioneros de la paz, vayan al descubrimiento del África interior en vuestros semejantes, en vuestros pueblos y naciones. La necesidad, la falta de amor y de servicio se expanden por lo cuatro puntos de la Tierra.
En Uganda Yo les haré conocer la gran sed de amor y de cura espiritual que las almas no han tenido la Gracia de recibir en esta vida. Por eso, como vuestra Madre Celeste y Guía Misionera de la Paz, los introduzco en los caminos de la necesidad, del servicio y del amor, pues necesito, hijos Míos, que en Uganda ustedes hagan valorar y conocer la Misericordia de Mi Hijo.
Si las almas escucharan sobre la Misericordia de Mi Hijo, ya muchas se habrían salvado; no los estoy llamando a evangelizar, sino a transmitir la Misericordia de Mi Hijo a través de vuestros servicios y trabajos donados al Dios del Amor.
Mientras Mis misioneros caminan por las calles de Kampala están viendo los rostros sin esperanza, almas hermanas y solitarias que esperan una sonrisa y un aliento de esperanza.
Misioneros Míos, también verán a Mis niños más pequeños, necesitados de la verdadera paternidad espiritual, la que los haga libres y así puedan recuperar la inocencia.
La pobreza de Uganda es el reflejo de un olvido continuo por parte de la humanidad entera; por eso nuevamente estoy llamando a los misioneros de la paz de todo el mundo para que respondan a Mi llamado. Mi amor los colma a todos.
Por esta causa de paz y de hermandad, Yo les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice bajo la Luz Suprema del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
¡Alabado sea Jesucristo, en sus seres y en todas las almas del mundo!
Hoy deseo llamarles la atención sobre un punto importante que les habla del espíritu de la pacificación y de la mansedumbre, virtudes que Mi adversario desconoce por completo y por las que ni una pequeña pizca del mal puede sembrarse en el alma que vive esas santas virtudes.
Por eso, hijos, su paz y su mansedumbre los hará más humildes y al mismo tiempo más libres de ustedes mismos, para que puedan servir bajo el fuego del servicio y de la plenitud.
La falta de paz y de mansedumbre en las almas del mundo, las hace distanciar muy lejos del espíritu de la premeditación que los lleva a la sagrada sabiduría.
Hoy, por amor a Dios y a sus hermanos, observen cómo se encuentra su trabajo perpetuo con la mansedumbre.
Imiten a Mi Hijo. Hace pocos días vivieron, de corazón, el espíritu profundo de Su Pasión. Así, hoy podrán comprender que sin paz y sin mansedumbre no existe la humildad necesaria y urgente para estos tiempos.
Como su Madre Celeste, vengo para ayudarlos a crecer en el Amor de Dios y, a partir de ese Amor Divino, que puedan dar los pasos en el vacío de sí y en el despojamiento de los viejos patrones de una humanidad precaria y desorientada.
Hijos Míos, no será necesario que se martiricen a sí mismos con sus pensamientos e incertidumbres, por no ser humildes y agradecidos. Acepten la mano que se extiende hasta ustedes desde el Reino de los Cielos y así, vivan los nuevos atributos que reformarán a la Tierra entera.
Aunque muchos de Mis hijos no perciben que están tan separados de la esencia del amor humilde y de la mansedumbre, Mi adversario les hace creer que ya los viven y, en verdad, es toda una ilusión.
Por eso, recen y pídanle a Dios que destierre de sus corazones toda arrogancia y orgullo, serpientes rastreras que los llevarán por los abismos del mundo, lejos del paraíso de Nuestro Señor.
El primer paso será dado verdaderamente cuando reconozcan su falta de paz y de mansedumbre. Con la ayuda del Ángel de la Guarda, podrán renovar sus caminos y serán llamados para ingresar, decididos, en Mi escuela de los nuevos discípulos de Cristo.
De esa forma, recuerden, hijos amados, que el momento de su purificación ayudará en la recuperación de la inocencia que la humanidad negadora perdió por haberse separado de la Misericordia de Dios.
¡Les agradezco por responder a mi llamado!
Los ayuda a encontrar la esencia del verdadero Amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como Castos y Purísimos Corazones venimos del Cielo para que puedan reconocer, en sus vidas, los valores y las Gracias celestiales que, durante estos últimos tres años, hemos depositado en sus espíritus.
Hijos Míos, ustedes, habiendo reconocido la necesidad de caridad y principalmente la falta de amor en los corazones sufrientes que, en este tiempo, su motivo primordial sea aliviar las necesidades que tiene la humanidad y los Reinos de la Naturaleza.
Muchos de ustedes, a través del servicio, vencieron y traspasaron las barreras de la gran resistencia interior y, abriendo sus manos para donarse a otros, descubrieron la fuente de servicio y de amor que habita dentro de cada una de sus almas.
Si la humanidad entera pudiera socorrer a los grandes desequilibrios y a las miserias que existen en todo el planeta, y si la donación fuera espontánea e inmediata, la Misericordia de Dios ya hubiera transformado todo el mal en Luz. Así, muchos corazones dejarían de sufrir el resultado de sus errores.
Por eso, hijos Míos, habiendo ingresado en la esencia del servicio a la humanidad, que es uno de los principales atributos de la Sagrada Familia, el mundo ya podría tornarse salvo y digno de recibir una oportunidad más.
Su Sagrada Madre Celeste los aproxima a las virtudes que harán posible que la Nueva Humanidad surja.
Mientras la Mujer Vestida de Sol desvía del camino a la bestia para que todos los hijos de Dios alcancen la paz, les pido que continúen trabajando para el despertar del servicio y del amor puro por toda la humanidad.
Su Padre Celestial espera que la acción de servicio sea fraternizada con otras consciencias que también deberán despertar al servicio por sus semejantes.
El amor del corazón, unido al servicio espontáneo, promete grandes transformaciones y alivio de todas las deudas que son generadas, día a día, por la humanidad actual.
Queridos hijos, así como mi Santo esposo San José, padre y guardián de Jesús, los invitó a servir sin preferencia ni gustos propios, continúen caminando en dirección a la Fuente y al manantial que surge para lavar y cicatrizar las grandes heridas espirituales de esta ultrajada humanidad.
Mi Inmaculado Corazón los encontrará obrando a través del servicio y de la oración, y así como lo pidió Mi amado Hijo, vayan de dos en dos y proclamen su redención al mundo.
Los Sagrados Corazones estarán atentos a la voz de sus súplicas y a las de todos los servidores del Amor.
Les agradezco, en este día, por responder a Mi llamado y por haberlo concretado.
Los reúne, en el espíritu del servicio por la paz en el mundo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En tiempos de batalla espiritual ustedes no le teman a Mi adversario; él nunca podrá vencer a ninguno de los corazones que haya profesado su consagración a Mi Corazón Inmaculado. Él podrá hacerles temblar el templo, pero el templo nunca se derrumbará, pues la fuerza que les da Mi Corazón de Luz es invencible ante todo daño y todo mal.
Hijos, vivan el ciclo de vuestra purificación como el gran momento de vuestra rehabilitación espiritual ante el Padre Universal. Sepan, queridos hijos, que vuestra purificación tendrá su tiempo y su momento final, por eso, no pierdan las fuerzas internas que les proporciona la oración.
Yo les doy a beber de la Fuente de Cura que brota de Mi Corazón Castísimo para que, renovados por Mi Amor Maternal, reciban, en esta hora, la oportunidad de volver a comulgar con el Padre Celestial.
Queridos hijos, en los tiempos que llegarán, no despierte el pánico ni el falso miedo, pues la verdadera Voluntad de Dios es desconocida por la humanidad de la Tierra. Solo traten de ser buenas personas, llenas del Amor de Dios, el que los colma todo el tiempo y busquen servir sin preferencias, para que cada una de vuestras ofertas sea aceptada por el Universo Creador como un acto de amor reparador y de cura para el mundo entero.
Amados hijos, sean el testimonio de redención que Mi Hijo espera, reflejen a todos el espíritu de vuestra transformación espiritual, así animarán a todos aquellos que no quieren vivir la transformación.
Queridos hijos, vuestra Madre Celeste los acompaña en este tramo en donde muchos cruzan los umbrales para la purificación y para la liberación interior. Escuchen Mi llamado. Acepten la mano bondadosa que se extiende hacia ustedes para ayudarlos. Vivan el tiempo de vuestra purificación como el momento del despojamiento de sí.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los acompaña siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Por la Fuente de Mi Gracia, serán lavados durante el tiempo culminante de vuestra difícil purificación.
Por la Luz que brota de Mi Espíritu, serán curados durante el ciclo mayor de vuestra liberación.
Por el Amor que nace de Mi Corazón Inmaculado, serán consagrados durante el momento definitivo de vuestra consagración interior.
Hijos, Mis rayos demuestran al mundo su falta de gratitud y de respeto al Creador de todas las cosas. Por eso, a todos aquellos que se animaron a enfrentar el Armagedón interior, les digo: solo encuentren aliento en el Sagrado Espíritu de los Mensajeros Divinos de Dios.
Hijos Míos, el tiempo de vuestro cautiverio terminará, ya no sientan en ustedes ningún lazo que los una al pasado, mas con alegría celebren el gran día de vuestra redención. No teman encontrar todo lo que los ha hecho perder y distraer del sagrado camino que les ofrece Mi Amado Hijo.
Mi adversario podrá reírse de ustedes y de vuestras caídas, pero Mi Corazón Invencible los erguirá y los llevará al Océano de la Misericordia del Redentor, en donde encontrarán la posibilidad de remediar vuestros propios males y pecados.
Recuerden, queridos hijos, que están en el inicio de la tribulación planetaria y que todo lo que está oculto a los ojos de los semejantes, tendrá el tiempo de su purificación.
Inclinen vuestras cabezas al suelo, el Dios de la Misericordia los librará de toda perdición. Vuestro Padre Eterno desea encontrarlos plenos por la vida cristiana que escogieron vivir, así con vuestros esfuerzos y trabajos dedicados al Señor, prepararán el camino por donde vendrá Mi Hijo para establecer la paz final.
No se permitan amedrentarse, ustedes ya sabían que el tiempo de la rendición llegaría como oferta para todos, pero, en verdad, muchos hijos pensaron que serían retirados del propio cautiverio de otra forma.
Desde el Cielo les extiendo Mis manos para que se unan a Vuestra Madre Celeste, a Vuestra Madre de la Divina Piedad. Espero todo el tiempo poder guiarlos y ayudarlos a retirar las viejas impurezas que no dejan nacer a la verdadera alma renovada en el Señor y en Su Santo Espíritu.
Libres de las amarguras y de los resentimientos, vivan el tiempo de vuestra purificación con gratitud y fe, sin dejar de comprender que están quedándose libres de las propias prisiones de antaño.
Aún necesito, hijos, que sostengan la bandera de la Paz que Yo les he entregado, pues el Plan deberá cumplirse por encima de vuestras debilidades y pruebas. Quien aspire a ser una consciencia diferente de lo que hoy es, pídalo al universo, la voz de vuestras súplicas será escuchada por los Mensajeros de Dios.
No pierdan tiempo en vuestros asuntos pequeños, Mi adversario día a día hace perder a las almas su verdadero camino espiritual, esto ahora es algo planetario.
¡Sigan Mis pasos sin mirar atrás!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en la Piedad de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Con amor materno hoy les derramo el calor confortador de Mi Inmaculado Corazón para que, renovados por el principio purísimo de Mi Concepción Divina, todas vuestras vidas algún día alcancen el reflejo de Mi consagración.
Pero ya llegó la hora de vuestra rendición; vayan sin demora y póstrense a los pies de la Cruz; Mi Hijo, que sigue siendo martirizado, les entregará el poder de Su fortaleza interior, para que en el final de los tiempos se arriesguen a vivir el sagrado apostolado del amor.
Sin amor, no será posible la redención de la humanidad. Replanteen en vuestras consciencias el camino que escogieron vivir, cerca de Mi Corazón o lejos y distantes del cumplimiento de Mis pedidos.
Con la valentía y la fuerza interior que les da la oración del corazón, anímense a destituir de vuestras vidas la gratificación por medio del buen vivir o la comodidad. Es la comodidad y la vida sofisticada lo que ha llevado, al mundo entero, a alejarse de la fuente del amor y de la caridad.
Por eso, hijos, sirvan sin demora, Dios no los abandonará. La hora de vuestra purificación ha llegado, no teman ser aquello que nunca fueron; sean portadores de Mi Espíritu Inmaculado y así Me ayudarán a cumplir con los sagrados designios del Creador.
Mientras el mundo está convencido de lo que vive y de lo que la vida material ofrece para las pobres almas pecadoras, Yo los llamo a buscar la felicidad interior en el sacrificio y en la entrega absoluta a Mi Amado Hijo Jesús.
Si alguien respondiera a Mis humildes pedidos, será para Dios la prueba evidente de que este proyecto original sirve de algo para toda la Creación.
No se engañen con vuestras ilusiones, fijen vuestras miradas en la Pasión del Señor y estarán a salvo de las falsas ofertas, de vivir la propia realización distante de la Voluntad del Altísimo.
Nacieron para amar. Viven para perdonar. Trabajan para servir permanentemente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras el mundo sufre las consecuencias de sus propias acciones, vengo a traer Misericordia para los que se abran de corazón.
Mientras muchos están ciegos, hijos Mios, vengo a abrir los ojos de aquellos que aún pueden recibir una nueva oportunidad y que la aceptan.
Mi Corazón viene para anunciar al mundo el último tiempo de Salvación. Todavía hay posibilidades para aquellos que no conocen a Dios, pero muy poco es, queridos hijos, lo que la humanidad genera como mérito para el rescate de este mundo.
La realidad aun no tocó vuestras vidas, solo vuestras mentes. Muchos tienen conocimiento de los tiempos que llegarán, pero casi ninguno de ustedes comprende verdaderamente lo que está ocurriendo con la humanidad, con los reinos de la naturaleza y con el planeta.
Aquel que sabe realmente y que comprende Mis palabras y Mis intenciones, no mide esfuerzos para estar Conmigo, no piensa antes de dejar todo para entrar en oración cuando el tiempo anuncia que llegó la hora de orar.
Ya no sé con qué palabras decirles, Mis amados, o cómo hacerles sentir lo que siente Mi Corazón al llegar a este mundo.
Busco almas que estén en oración verdadera y no solo verbalmente; almas que oran con el espíritu y con el corazón, para equilibrar la indiferencia de este mundo para con Dios.
Falsos dioses surgen permanentemente en este mundo. Las modernidades y los placeres mundanos se están convirtiendo en la meta de adoración de los hombres. Todo esto perecerá con el primer soplo de la Justicia Divina, no quedará nada consolidado en la consciencia de gran parte de la humanidad.
De todas las formas les anuncié, en todos los siglos les advertí, pero ¿quién escuchó Mi voz? ¿Quién cambió definitivamente la meta de su vida? ¿Quién renunció a las ilusiones de este mundo, para dar verdadera importancia a lo que encontrarán en el próximo?
Mis amados, este es el mundo al cual llegan las almas para definir su evolución. Muchos no percibieron que están delante del último Llamado y que las trompetas ya están sonando, anunciando el último tiempo. La Voz del Creador resuena por medio de Sus ángeles y arcángeles que gritan a la humanidad adormecida: ¡Despierten! ¡Despierten!
¡Qué sueño tan profundo arrebató a la humanidad! ¿En qué andan los ejércitos del Señor?
A los que Me escuchan, Yo les clamo: ¡entren en oración! Entren en perpetua oración, pues el mundo entero la necesita. Enseñen a sus hijos a orar, enseñen los verdaderos valores que deben cultivar en sus pequeñas almas. No dejen que se pierdan los niños y jóvenes, esta es su última oportunidad de redención, ya no habrá otra para el mundo. Esta escuela está en al final de su ciclo, un nuevo tiempo se anuncia.
Los que no escuchen el último llamado, perderán la barca y se perderán en el mar de las ilusiones del mundo.
Escuchen Mi voz que clama.
A los que responden a Mi llamado, les pido que no se cansen jamás, que persistan en oración, servicio, donación y amor. Sean fraternos, sean puros de corazón. Generen méritos para el equilibrio de este mundo.
Yo les agradezco por escuchar Mi llamado y por venir al encuentro de Mi Inmaculado Corazón.
Es tiempo de difundir la Paz en el mundo.
Yo los bendigo.
María, Madre y Reina de la Paz
En estos tiempos de pruebas, de confirmaciones y de entregas, Yo los invito al camino de la superación. Su Padre Eterno contempla con atención los pasos ciertos y seguros que todos Sus hijos amados están dando en este tiempo de crisis espiritual y material.
Vengo en este día para anunciarles un nuevo ciclo, después de todos estos años compartidos Conmigo a través de las sagradas Instrucciones del Cielo que Yo les he entregado.
Queridos hijos, he venido en peregrinación a Santa Fe, para recordarle a la humanidad que en estos tiempos, solo la fe y el camino de oración permanente los salvará.
Ahora, Dios me ha pedido que Sus hijos queridos aprendan a descubrir el universo del crecimiento interior, por medio de las pruebas y de las experiencias.
Antes de que el enemigo los quiera sacar del camino, Yo los he venido a rescatar, trayéndoles este importante Mensaje de preparación para el fin de los tiempos.
Ustedes, Mis amados hijos, son llamados a formar un ejército de oración y de luz, capaz de ser receptáculo de las energías divinas y supremas.
Pero para que eso sea posible, Yo he venido a anunciarles como síntesis espiritual, el tiempo de su transformación y purificación.
Toda la humanidad se encuentra hipnotizada y sonámbula debido al efecto nocivo de las modernidades y de los avances humanos. Les pido, en nombre de Mi Hijo, que no teman desprenderse de aquello artificial que los lastima por dentro, que su verdadera comunicación sea con Dios y todo el Universo Mayor.
Si las almas en verdad buscaran la unión con lo Alto y lo Supremo, muchas circunstancias no pasarían en la vida material de Mis hijos. En este ciclo definitivo, como ya les he dicho, vengo para desatar el gran nudo de la inconsciencia y de la falta de atención.
Como su Madre Celestial, deseo que den los pasos hacia el despertar de una nueva vida unida a toda la Creación universal a la cual pertenecen. Mi urgencia es sacarlos del sueño que generan las modernidades y de la falta de conexión con las Leyes supremas.
Todos ustedes nacieron para vivir en la felicidad y en el amor. El desorden del mundo y la falta de equilibrio generaron efectos irreversibles en la vida de Mis hijos y muchos fueron conducidos, por sí mismos, por el camino de la tristeza, el dolor y la enfermedad.
Dios me ha pedido avisarles, por última vez, que el Cielo se abrirá para recibirlos a todos, él derramará las Gracias y las bendiciones sobre todos los que no las merecerían.
Por eso, hijos, con valentía enfrenten este último ciclo de duras pruebas y confirmaciones, para que pueda florecer en ustedes la Luz de Cristo.
Aguardo día y noche por ustedes y desde el Cielo oro por todos, para que la mayoría de Mis queridos hijos comprendan que llegó la hora de dejar de pensar en sí mismos, para comenzar a pensar en el mundo y en la necesidad de servicio y de oración por esta última humanidad.
De esa forma, Mi Corazón se ofrece a ustedes, para que con consciencia y entrega reconozcan la Voz de Dios, la que resuena en el universo y los llama al despertar.
En este último Mensaje mensual, los invito a realizar una recopilación de todos los Mensajes para que puedan vivirlos y practicarlos, así podrán estar preparados para lo que vendrá.
Por este encuentro de Dios, quedemos unidos en oración para estos momentos.
Les agradece por la atención interior,
Vuestra Madre María, Reina de la Paz
Hoy Nuestra Señora apareció como la Señora de la Caridad, que es una manifestación nueva que se está aproximando a nosotros, es otra faz de Su tarea, que nos está invitando a conocer.
Esa manifestación de Nuestra Señora de la Caridad existió en el mundo y Ella pidió a las hermanas de la Red de Oración, que acercaran a todos los grupos de San Pablo la historia de esa manifestación que sucedió en la Isla de Cuba, ya que los grupos realizarán una tarea con Nuestra Señora de la Caridad.
Hoy Nuestra Madre vino con un niño en brazos, pero no era el Niño Jesús. Ella vestía ropas bien simples, como en la época de Nazaret. El niño que Ella trajo en brazos era un niño africano, que representaba uno o dos años de edad. Nuestra Señora abrazaba fuerte a este niño y nos lo presentaba.
Después, Ella indicó una tarea para este grupo, la cual fue transmitida en el mensaje que nos entregó. En el momento del mensaje Ella nos decía que la humanidad no tenía consciencia de cuántas faltas aún tiene como humanidad y, principalmente, entre las naciones. Dijo que cuando Ella se manifiesta como Nuestra Señora de la Caridad, es para que tengamos una referencia consciente de cómo aliviar las faltas que tenemos con África, lo que en el caso del Brasil todavía no está resuelto.
El Padre hizo un pedido a Nuestra Señora y le encomendó a este grupo de oración que orara por las almas de África, y si el grupo hiciera eso ayudaría a resolver muchas cosas. Ella dijo que necesita especialmente que este grupo se uniera a Nuestra Señora de la Caridad y que, cuando el grupo de oración conociera la historia de esta faz de Nuestra Señora, comprendería lo que Ella les pide a través del mensaje.
Ella no solo quiere que el grupo continúe trabajando como lo ha hecho hasta ahora, sino que crezca un poco más en las tareas. Ella se propuso acompañarlos en esa oración por África. Este camino de oración que el grupo realizará, y que será por un tiempo indeterminado, deberán hacerlo por intermedio de San José; él deberá ser el regente de ese trabajo.
María nos dijo que todo deberá ser encomendado a San José. Lo que reciba San José de los grupos, también lo recibirá la Madre Divina.
Le preguntamos por cuánto tiempo sería la tarea de oración y Ella nos respondió que cada uno sabrá hacer su oferta, pueden ser días, semanas, meses o años, dependerá del compromiso que cada uno quiera asumir ante este pedido. Ella solo necesita de una ayuda, Ella conoce nuestros potenciales.
Al final Nuestra Señora dijo algo importante: que los grupos de oración del Estado de San Pablo tienen esa tarea importante de coligarse con la manifestación de Nuestra Señora de la Caridad y que no era por acaso que Nuestra Madre había pedido reabrir el trabajo de servicio en San Pablo. Ella no solo nos llama a servir, sino que llama a todos los que una vez sirvieron a través del Núcleo de Figueira en San Pablo.
Nuestra Señora dijo en esta noche que Ella quisiera que todos los grupos de San Pablo fueran en algún momento un solo grupo, por eso Ella peregrinará por todos. La tarea de Nuestra Madre es despertar el talento que los grupos de oración cultivaron mediante el trabajo espiritual. María viene para abrir esa puerta y para que podamos tener consciencia de qué es lo que debemos hacer en este tiempo.
Recuerden, Mis queridos hijos, que Yo vengo al mundo para aliviarlo y separarlo rápidamente de las consecuencias graves que trae el pecado cometido por toda la humanidad.
Abriendo Mis brazos de Madre en esta noche, los consuelo y los animo a la búsqueda permanente de la verdad que existe en vuestros corazones. Cuando la sed de un alma es saciada, otra sed despierta en aquellas almas que no viven el Amor de Dios. Así Yo los conduzco como rebaños de Mi Hijo, para que puedan cumplir con una parte de la Divina y Gran Voluntad del Padre Eterno.
Por eso hoy manifiesto y anuncio para este grupo que él vive, sin saberlo, el don de la cura de todas las cosas de la vida a través de la fe, energía primordial que siempre les permitirá caminar hacia adelante y superar las pruebas.
Queridos, lo que fortalece la fe es la renuncia a lo que más le apetece al alma y, principalmente, a la personalidad. Yo, con Mi Gloria y Amor, les vengo a enseñar cómo morir a ustedes mismos, esto ayudará a que vuestros espíritus nazcan a la misión que vinieron a cumplir.
En esta noche los reúno bajo un propósito fundamental, que es servir a vuestros semejantes por medio de la fe y del poder de la oración que Yo les he revelado en estos últimos tiempos.
Dios desea de este grupo un crecimiento en el espíritu de la humildad y de la caridad, así como almas podrán responder a Mi llamado.
Queridos hijos Míos, mientras gran parte de África padece la miseria espiritual, Yo les encomiendo orar por estos hermanos implorando a San José Castísimo por todas estas preciosas esencias que viven la aflicción en carne propia y padecen el hambre material y espiritual. Si ustedes, al menos por un tiempo determinado respondieran a este, Mi especial pedido, vuestra nación será liberada de las faltas graves que ha ocasionado a África a través de la esclavitud y de la colonización espiritual sobre estos hermanos.
Agradeceré que vuestra fe abrace Mis Divinos Misterios. Nos encontraremos en la oración del corazón y en el silencio interior.
¡Les agradezco ahora y siempre por responder a Mi llamado!
Vuestra Madre Peregrina, Señora de la Caridad
La consciencia verdadera de lo que es la Vida solo llega al hombre a través del Espíritu Santo. Mi Espíritu Inmaculado y el Espíritu Sacratísimo de Mi Hijo provienen del Espíritu Santo. Pero hoy, quiero revelarles que no es necesario que sean originalmente concebidos por el Santo Espíritu para vivir las Gracias infinitas que vivimos Jesús y Yo hace 2013 años.
El Espíritu Santo transforma todo lo que toca, Su Fuego purifica en Luz todo lo que se aproxima a Él. Un alma que fue tocada por el Espíritu Santo jamás será la misma, aun durante otras existencias en el Reino de los Cielos.
El Espíritu de Dios transforma incluso el destino espiritual de los seres, porque aquel que se abre a recibir un toque glorioso del Espíritu Santo, asume con el Creador el compromiso de servirlo eternamente.
El Espíritu Santo es un misterio para el mundo porque está en todo, y todos lo buscan sin saber cómo encontrarlo. El Espíritu Santo se manifiesta como Fuego vivificador y Don sobrehumano, se manifiesta como Amor que a todo ilumina, como Perdón que a todo perdona, como Paz que a todos irradia.
El Espíritu Santo llega cuando menos se espera, porque en el momento en el que menos se lo busca, sin perder la permanente aspiración a encontrarlo, es cuando el corazón abre espacio para que el Espíritu Santo ingrese.
Para que la morada del Espíritu Santo sea eterna en el interior de los seres, la consagración del alma también debe ser eterna, la oferta del corazón debe ser eterna, la aspiración a servir a un único Dios también debe ser eterna.
El Señor conoce profundamente el corazón de Sus criaturas y sabe cuándo un hijo Suyo se confirma de forma perpetua en la unión con Su Corazón Sacratísimo. Y es en ese momento que el Señor envía Su Espíritu omnipresente para encontrar esa nueva morada.
Como el corazón de los hombres es imprevisible, incluso para ellos mismos, solo Dios conoce la verdad sobre las intenciones y sentimientos humanos, sobre las ofertas y las aspiraciones. Por eso, la única cosa que deben hacer sus seres es estar en oferta permanente y reconsagrarse todos los días ante el Universo de Dios, con el corazón puro y sincero.
Busquen sin buscar, porque así van a ser sin percibirlo; y la humildad, que es el primer Don del Espíritu de Dios, llegará a los que no la conocen y no la conocieron jamás. Solo conoce el Don de la humildad aquel que la reconoce en el prójimo, porque el corazón que está verdaderamente pleno del Espíritu Santo está tan próximo a Dios que no percibe los propios avances y las propias virtudes.
Así fue como Jesús, María y José vivieron el Espíritu Santo. Uno reconocía a ese Santo Espíritu en el otro y percibía cuántos Dones Dios había manifestado en aquella familia, plena de caridad y de humildad; pero ninguno de Nosotros observaba en sí mismo la presencia de ese Espíritu. Admirábamos, en silencio y en oración, las virtudes de los demás; y cuanto más percibíamos el Amor que el otro manifestaba por Dios, más plenos de ese Espíritu quedaban nuestros corazones. Y, en Nuestra vida simple, sin embargo llena de misterios, el Espíritu Santo fue manifestándose.
Por eso, hoy les digo que una llave para avanzar es pensar solo en Dios y fortalecer la virtud del prójimo, para que crezca y se desarrolle siempre. Así, aún sin darse cuenta, sus espíritus se irán preparando para recibir al Espíritu de Dios.
Que la paz y la armonía reinen en cada corazón.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Adoren las misiones de San José en el mundo a través de sus corazones.
Lleven en ustedes el amor al servicio pleno por Dios y por Sus planes predilectos para las almas.
Quiero que hoy puedan servir para reparar las causas que oprimen a muchos corazones que están olvidados hace mucho tiempo.
Elevo, con Mi Corazón, las ofertas sinceras de todos los peregrinos que se animen a obrar por amor a la Misericordia de Mi Hijo.
Queridos hijos, hoy estoy aquí para agradecerles por su respuesta de estar aquí en Salta.
Ahora, a partir del nuevo ciclo anunciado por San José Castísimo, preparen el instrumento que representa al corazón de cada uno de ustedes, porque el Señor los está llamando a obrar a través de los medios de servicio, de fraternidad y de humildad, atributos que deberán nacer primero en ustedes para después vivirlos como luz en otros hijos Míos.
Detengo hoy Mi mirada para observar la sinceridad de sus corazones. Es hora de seguir caminando en la fe del corazón.
¡Les agradezco, hijos, por responder a Mi llamado en Salta!
María, Reina de la Paz
Oración de San José transmitida durante la vigilia de oración del 26 de febrero de 2013 en la ciudad de Salta, Argentina. Oración que deberá ser repetida siete veces al comienzo y al final del Devocionario al Castísimo Corazón de San José.
Oración de San José Castísimo
¡Oh, amado mediador e intercesor San José!,
pide por nosotros ante Cristo
por toda la eternidad.
Amén.
Queridos hijos:
Como Señora de la Divina Defensa, hoy los llamo a orar por la protección de los Centros Marianos, y en especial por Mi Centro Mariano Nacional de Luján que en estos días ha vivido situaciones límite.
Por eso, hijos Míos, con la bandera de la paz en Mis manos, Yo los invito a peregrinar, por amor, hacia los hogares más necesitados de esa región y, a través del servicio y la donación, suplir lo que Mis hijos de la región de Luján necesiten.
Queridos hijos, Mis Centros Marianos están en vuestras manos, y Dios contempla la honorable Gracia que todos Mis hijos pueden ofrecer y realizar a través del servicio de ayuda y de oración a los más necesitados. Hoy no solo los invito a la oración, también a servir en el final de estos tiempos.
Mi Hijo los llama a ser misericordiosos y ya llegó la hora de entregar todo al Señor por la salvación de las almas.
Hijos de Mi Hijo Jesús, ovejas de Su amoroso rebaño, como Madre Universal y Madre del Perpetuo Socorro los estoy llamando a orar por los Centros de Paz y también a servir, de manera abnegada y verdadera, a Mis hijos que, durante estos días, han sufrido las consecuencias de la inundación en sus hogares y familias, pero sobre todo en el interior del corazón.
Con reverencia, los llamo a tomar consciencia y a colaborar con Mi tarea universal de salvación.
Queridos hijos, Mi Manto Protector de Misericordia y Amor está sobre ustedes. Oro por ustedes perpetuamente. Oro por ustedes pidiendo a Dios por vuestra salvación, pidiendo Su Misericordia. El tiempo corre rápido y la humanidad debe orar más para impedir acontecimientos irreparables.
Por eso, hijos Míos, estoy con ustedes caminando como Madre, paso a paso, a vuestro lado y como Guardiana de la Fe para vuestros corazones.
Queridos hijos, estamos en el tiempo de la purificación de la mente y del corazón, por eso, los invito a orar sinceramente porque así estarán resguardados bajo Mi Luz Maternal.
Queridos hijos, abriendo Mis brazos para socorrer a todas las almas, en especial al Santuario de Luján, les pido, en este día, que peregrinen sirviendo a Dios y donando vuestro amor a los hermanos, fieles devotos de Mi Inmaculado Corazón.
Les pido que vayan en estos días a Luján a llevar el Amor de Mi Hijo Resucitado y también para que vuestras manos donen caridad y humildad a los que han sido afectados por el temporal que se desencadenó sobre esa región.
Queridos hijos, dos tareas tendrán para cumplir ante Dios:
- Servir a los hermanos de Luján y orar con ellos para que los corazones de Mis hijos sean reparados. Les agradeceré por contestar a este importante llamado.
- Encontrarse Conmigo en Mi Aparición mensual que se realizará, este mes, en la ciudad de Buenos Aires, el día 3 a las 19.30, cuando Mi Corazón Maternal preparará vuestros corazones y vuestras manos para que vayan a servir a Luján en nombre de Cristo. Esta tarea de servicio se extenderá hasta que vuestro corazón se los indique.
Queridos hijos, ¿Me ayudarán?
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Señora de la Divina Defensa
Como la Estrella del Cielo y del Universo, vuestros pasos son guiados bajo la Luz de Mi Inmaculado Corazón. Así vuestros pies caminan por el sendero hacia el encuentro con Mi Hijo. Este es un sendero que se construye en la pacificación y en la fe del corazón.
Queridos hijos, hoy los llamo a alegrar vuestros corazones y a no temer por nada, porque vuestra Madre Celestial está con ustedes, está a vuestro lado observando el caminar de cada alma, observando la definición de cada corazón ante los Planes de Dios. Porque cada uno de ustedes guarda en el corazón algo que es reverenciado por los ángeles del Cielo. Eso tan preciado que ustedes guardan, se llama: pureza del corazón.
Aunque el mundo olvida, día a día, fortalecer el espíritu mediante la oración y el Amor a Dios Creador, hoy los invito a que busquen dentro de vosotros la pureza inmaculada del corazón. Por amor, Dios les ha entregado a Su Hijo Predilecto, quien lesdejó el camino de la verdad y de la salvación.
Por eso, queridos hijos, hoy reverencien, adoren y glorifiquen la Presencia del Hijo de Dios en vuestras vidas.
En este día de importante reparación del Corazón de Cristo les pido que, por amor, entreguen vuestras vidas a Jesús y que encuentren, en el Amor Misericordioso de Cristo, la puerta para vuestra salvación y redención.
Hijos Míos, nuevos instrumentos de Cristo, nuevos fuegos de Su Misericordioso Amor deben despertar en este tiempo porque las almas, como chispas del Amor de Cristo, ayudarán en la salvación de las esencias mediante el servicio y la consagración.
Hoy, queridos hijos, quiero que recuerden que ustedes son esencias preciosas de Dios y que más allá de vuestra comprensión y de vuestra razón existe la expresión del Amor del Padre en cada una de Sus criaturas. Si al menos las almas recordaran que son esencias creadas por Dios, los pasos en la consciencia podrían estar unidos a Su Voluntad.
Queridos hijos, como Madre de la Redención, dejo hoy a cada uno de vuestros corazones Mi corona de estrellas, para que, guiados por Mi Amor Inmaculado, reconozcan el valor de vuestra fe y de vuestra confianza absoluta en Dios Creador.
Hoy también les digo que por nada teman y caminen, caminen en la oración porque ella será vuestro escudo para los momentos importantes. Uniendo, día a día, vuestros corazones en la fraternidad ustedes podrán llevar grabado en vuestros seres la Eterna Paz Celestial del Señor.
Difundan el poder misericordioso de la oración y que vuestras vidas revelen, a los que están distantes de Dios, las enseñanzas y las transformaciones que Cristo ha hecho en vuestras consciencias.
Sean nuevos pastores de la oración y, mediante el ejercicio orante, sean Conmigo guardianes de todas las almas. Recemos por la presencia de la Misericordia de Dios en el mundo.
¡Les agradezco!
Gracias por contestar a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Por la conmemoración de Mis apariciones mensuales en los días 25 en Medjugorje, hoy los invito y los reúno en nombre de Jesús para que vuestros corazones contemplen la existencia del Centro Mariano de Figueira.
Al cabo de veinticinco años de instrucción, necesaria para vuestras vidas y amorosa para vuestras almas, hoy les anuncio que la Bienaventurada Madre Universal, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, caminó silenciosamente junto a ustedes por esta senda de enseñanzas y aprendizajes.
Queridísimos hijos, quiero que hoy comprendan en vuestros corazones que Dios Padre se manifiesta no solo a través de Mi Inmaculada Voz, sino también a través de todos los que de corazón se donan para concretar el Plan Divino en la Tierra.
Por eso, hijos Míos, Dios Padre es el Gran Árbol de la Sabiduría, sus raíces y sus ramas son la expresión del Infinito Universo y sus hojas son la emanación de las almas sobre este amado planeta.
Queridos hijos, para que eso exista en toda la vida creadora, existe en vuestras vidas la presencia de la Madre Universal, de la Reina de la Paz, de la Estrella de la Mañana que anuncia el nuevo tiempo antes de la llegada de Su Hijo.
Queridos hijos, por eso, vuestras vidas y vuestras esencias siempre están unidas a la esencia del Corazón de Dios. Como Madre del Mundo, como Señora de los Cielos vengo a vuestro encuentro para revelarles el verdadero misterio de vuestra fe y de vuestras vidas; ese misterio se llama Amor al Todo, Amor al Único, Amor a la Voluntad de Dios.
Por eso hoy, con el Rosario de la Paz entre Mis benditas manos, de nuevo los invito a la oración porque, día a día, muchas almas se pierden y no encuentran el camino hacia la Luz.
A ustedes, Mis queridos hijos, que están despiertos a la vida del espíritu, solo les bastará en este tiempo servir: servir al donarse, servir al amar, servir para reparar el Corazón de Mi Hijo.
Mediante vuestra madurez interior y con la oración como ejercicio primordial, ustedes estarán dando pasos seguros hacia la consagración de vuestros pequeños corazones.
Hijos Míos, en este 25 de octubre, y después de muchos acontecimientos ya sucedidos por la presencia de Mi Inmaculado Corazón, los llamo al despertar de vuestra consciencia para que, bajo la Voluntad de Dios, surjan nuevos y donados servidores marianos de la paz. Estos soldados de la paz tienen el espíritu de amar la oración, de estar en servicio interno por las almas y de encontrar, en la Voluntad de Dios, la aspiración de alcanzar la Eternidad.
Hijos Míos, despierten al llamado y escuchen en vuestros corazones la Voz del Único y Gran Señor.
¡Les agradezco!
Gracias por contestar a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más