Jueves, 19 de marzo de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Como Castos y Purísimos Corazones venimos del Cielo para que puedan reconocer, en sus vidas, los valores y las Gracias celestiales que, durante estos últimos tres años, hemos depositado en sus espíritus.

Hijos Míos, ustedes, habiendo reconocido la necesidad de caridad y principalmente la falta de amor en los corazones sufrientes que, en este tiempo, su motivo primordial sea aliviar las necesidades que tiene la humanidad y los Reinos de la Naturaleza.

Muchos de ustedes, a través del servicio, vencieron y traspasaron las  barreras de la gran resistencia interior y, abriendo sus manos para donarse a otros, descubrieron la fuente de servicio y de amor que habita dentro de cada una de sus almas.

Si la humanidad entera pudiera socorrer a los grandes desequilibrios y a las miserias que existen en todo el planeta, y si la donación fuera espontánea e inmediata, la Misericordia de Dios ya hubiera transformado todo el mal en Luz. Así, muchos corazones dejarían de sufrir el resultado de sus errores.

Por eso, hijos Míos, habiendo ingresado en la esencia del servicio a la humanidad, que es uno de los principales atributos de la Sagrada Familia, el mundo ya podría tornarse salvo y digno de recibir una oportunidad más.

Su Sagrada Madre Celeste los aproxima a las virtudes que harán posible que la Nueva Humanidad surja.

Mientras la Mujer Vestida de Sol desvía del camino a la bestia para que todos los hijos de Dios alcancen la paz, les pido que continúen trabajando para el despertar del servicio y del amor puro por toda la humanidad.

Su Padre Celestial espera que la acción de servicio sea fraternizada con otras consciencias que también deberán despertar al servicio por sus semejantes.

El amor del corazón, unido al servicio espontáneo, promete grandes transformaciones y alivio de todas las deudas que son generadas, día a día, por la humanidad actual.

Queridos hijos, así como mi Santo esposo San José, padre y guardián de Jesús, los invitó a servir sin preferencia ni gustos propios, continúen caminando en dirección a la Fuente y al manantial que surge para lavar y cicatrizar las grandes heridas espirituales de esta ultrajada humanidad.

Mi Inmaculado Corazón los encontrará obrando a través del servicio y de la oración, y así como lo pidió Mi amado Hijo, vayan de dos en dos y proclamen su redención al mundo.

Los Sagrados Corazones estarán atentos a la voz de sus súplicas y a las de todos los servidores del Amor.

Les agradezco, en este día, por responder a Mi llamado y por haberlo concretado.

Los reúne, en el espíritu del servicio por la paz en el mundo, 

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz