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Queridísimos hijos en Cristo:
Me alegra ver, en este día, a los peregrinos simples y dispuestos a seguirme por el camino de la oración y de la paz. Hoy quiero agradecer por el encuentro divino que cada uno de ellos tendrá Conmigo en sus corazones, porque un peregrino es la luz que circunda los espacios para llevar la paz.
Un peregrino es como una estrella incandescente que irradia el amor inmaculado de la Madre Celestial. Un peregrino es como un sol ante la oscuridad, porque su principal instrumento es el rosario. Un peregrino es como un discípulo que acompaña las instrucciones con amor.
Todos los peregrinos tienen diversos fuegos. El fuego de cada peregrino se enciende con la oración y este se complementa con los otros fuegos. Así cada peregrino manifiesta como orante una parte del Plan de Dios. Todos los peregrinos son un solo espíritu crístico que fortalece el caminar y los pasos de sus semejantes.
Por eso, aquel que quiera consagrarse como peregrino, solo deberá orar y afirmar que es un discípulo de Cristo en el mundo; porque peregrino no es solo aquel que vive el Mensaje Divino, sino que también es un puente al servicio abnegado y a la caridad por los más necesitados.
Existen muchos peregrinos en el mundo que, en este tiempo, pasarán a consagrarse internamente a Mi Inmaculado Corazón como nuevos apóstoles de Cristo, como apóstoles de Dios. Así nacerán los nuevos soldados de María que estarán dispuestos a seguir las enseñanzas del nuevo Evangelio de Cristo, Evangelio que preparará la venida de Mi Hijo Jesús.
Hoy quiero irradiar Mi Amor materno y único a todos los peregrinos, porque es a través de todos ellos que Mi Plan mariano se llevará adelante, cuando de corazón y de verdad colaboren para que esta Obra de salvación y de Misericordia sea posible.
Queridos hijos, estoy en oración por ustedes, para proteger a los peregrinos que estarán dispuestos a seguir el camino hacia Mi Hijo Jesús.
Hijos Míos, en este día de alegría y de regocijo para ustedes en Mi materno Corazón, Yo los animo nuevamente a vivir el ecumenismo de Cristo. Esto significa ver que todos los peregrinos son portadores del Amor de Mi Hijo, un Amor que une, un Amor que alivia, un Amor que cura, un Amor que libera, un Amor que no condena, un Amor transfigurador y redentor.
Queridos hijos, la Madre del Cielo los llama a fraternizar a través de la oración por la paz en el mundo y por la unión espiritual entre todos los seres de la Tierra. Aquellos que se dispongan a ser ecuménicos, ayudarán a que los acontecimientos también cambien y a que la paz reine entre los hombres y Dios.
Amados hijos, Mi Espíritu infinito de Amor, hoy ayudará a los más necesitados de alma, de corazón y de cuerpo, ayudará a los que esperan desde hace tiempo un alivio interior.
Oremos para que los nuevos apóstoles de Mi Hijo se presenten y para que la obra mariana se cumpla en el mundo entero, principalmente en las queridas familias de América.
Ayunen, adoren y comulguen de Mi Hijo. Él siempre será vuestro único y fiel sustento para este tiempo.
Ahora, después de cada decena del Santo Rosario y al término de la Oración del Ángel de la Paz, ustedes deberán repetir con devoción:
“Es todo por Ti Jesús, por Tu insondable Misericordia. Amén”.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en el eterno Amor,
María, Vuestra Madre y Reina de la Paz
Queridos hijos:
Como Madre de la Iglesia de Mi Hijo, Madre de aquella sagrada doctrina espiritual que Jesús estableció antes de Su Ascensión, hoy vengo a comunicarles que como su Madre del Cielo, estoy reuniendo a todos los soldados del mundo entero, principalmente a aquellos que provienen de diferentes caminos espirituales, con el fin de cumplir con las profecías de Mi hijo San Juan Apóstol, de poder unir en un solo rebaño espiritual la Nueva Humanidad, una humanidad de servicio, una humanidad orante y perdonada que en estos tiempos, bajo la intercesión de Mi Gracia, deberá responder al gran Llamado del Altísimo.
Por eso, por aquellos que aún duermen, ¡oren! Por aquellos que se separaron de Mi bendito Corazón materno, ¡oren! Por aquellos que sufren física y moralmente, ¡oren! Por aquellos que no viven en Dios, ¡oren! Oren por todos y por todas las causas.
Les pido, Mis queridos, que hoy ofrenden a Dios la oración del Santo Rosario para que Mi Corazón Inmaculado pueda implorar ante Él. Se aproxima un gran momento para todos Mis hijos de la humanidad, un momento al que ustedes llaman purificación.
A aquellos hijos que sostengan Conmigo la bandera de la paz y de la Divina Misericordia, Yo les prometo, como su Santísima Madre del Cielo, que podré mudar los acontecimientos, ofreciendo a Dios Padre Mi Corazón por todos ustedes.
Queridos hijos, hoy no vengo a traerles inquietud ni preocupación, hoy vengo a traerles consciencia planetaria de las cosas que aún la humanidad hace y repite sin prestar atención a la gravedad de su destino.
Por eso, fortalezcan sus grupos de oración, fortalezcan sus redes de fraternidad, preparen desde ahora el camino para lo que llegará. Ya no pierdan tiempo en ustedes mismos, sino dediquen su tiempo a estar unidos a los Cielos para que, durante este ciclo, ustedes estén dentro del Reino de Mi eterna Gracia.
Como Yo lo hice en el pasado, lo volveré a hacer en el presente, pisaré con Mis pies el mal del mundo y liberaré con Mis poderes a los corazones que solo me digan sí.
Súbanse a la barca salvadora que les está enviando Mi Hijo y, con atención, lean las señales de los acontecimientos.
Queridos hijos, antes de la venida gloriosa de Mi Hijo Jesús, el mundo deberá estar en otro punto; para eso, a los pocos rebaños con que cuento, Yo les daré las orientaciones sobre por dónde caminar hasta que puedan alcanzar el Cielo y el Paraíso.
Hijos, la humanidad necesita de mucha ayuda. Por eso, en todo el tiempo que dispongan, ofrezcan a Dios sus oraciones y sus sacrificios, ofrezcan al Padre su transformación y sus dolores internos; porque el mundo como un todo se está ahogando y necesita respirar con libertad y en su naturaleza, como lo fue en el principio del Génesis.
Queridos amados, su planeta es parte del gran Proyecto redentor de Dios, el universo está atento a la disposición de todos los servidores que, con amor, acepten sustentarlo y apoyarlo en el fin de los tiempos.
Sépanlo y recuérdenlo siempre, Yo estoy con ustedes y en ustedes. Mi Manto protege a los que se esfuerzan por estar en Dios Todopoderoso.
Estamos en el tiempo de la reparación del espíritu y del alma. Estamos en el tiempo de la liberación y de la cura para todas las consciencias.
Oremos con el corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en Gracia y Amor,
María, Señora de las Gracias
¡Alabado sea Jesús, queridos hijos de Rio de Janeiro!
Por primera vez en la historia de Mis Apariciones, Mi Inmaculado Corazón recibe el permiso celestial de descender en Gloria y Misericordia sobre su necesitada ciudad de Rio de Janeiro.
En honra al Sagrado Corazón de Jesús, los llamo en este día a abrir verdaderamente sus corazones a Mi Corazón, para que así Yo tenga el permiso de llevarlos a Jesús Cristo.
Queridos hijos, después de tantos meses y años en que Mi Obra se viene cumpliendo en esta parte de América junto con el Centro de Medjugorje, Mi Mensaje fundamental para todos ustedes es: ¡Paz!, ¡Paz!, ¡Paz! Si ustedes no intentan vivir en paz, ¿cómo llegará el Reino de los Cielos hacia sus pequeñísimas vidas?
Por eso, queridos hijos, que la paz reine entre ustedes, para que después pueda reinar en las ciudades y en los pueblos; principalmente la paz debe reinar en las familias, para que así Mi Hijo Jesús reciba el permiso de reinar con Su Luz redentora en sus corazones.
Hijos Míos, que la paz sea la tónica de esta época. El mundo deberá estar en paz para poder estar así en los Brazos de Dios, y eso será posible, hijos amados, cuando tan solo oren el Rosario con el corazón.
Queridos hijos, en cada Misterio del Rosario tienen las llaves para alcanzar su conversión y encontrar los estados de paz: paz en el corazón, paz en la consciencia, paz en el interior, paz en sus almas, paz en su trabajo para Dios, paz en cada espacio.
En la Paz del Cielo hallarán el alivio para sus recurrentes problemas. Si aún no tienen paz, Mis queridos, es porque primero deberán amar a Dios. Si aman al Padre nunca les faltará el regocijo y así, la Paz será la principal causa que les generará alegría, esperanza y victoria día a día, una victoria divina que puede residir en el corazón de cada ser.
Busquen en ustedes en dónde se encuentra la paz, porque la paz se fortalece con el poder sublime de la oración. La oración trae como repercusión muchas Gracias; entonces, Mis queridos, que la oración sea el motivo verdadero para que puedan vivir en paz.
Si falta la paz, es porque falta la oración. La oración verdadera y sincera es su impulso para el corazón. Sean buenos orantes, porque con el rosario en mano, tienen el camino a su redención, porque el Rosario es la puerta de salvación y el camino directo hacia el Corazón bendito de Mi Hijo, Jesús.
Entonces, Mis queridos, si el mundo en verdad orara a Dios y viviera los Mandamientos, podría estar bajo la Gracia de Dios, se evitarían las guerras y las divisiones entre los pueblos y tendrían un tiempo más de paz.
Cuando los llamo a la oración, los llamo al despertar de sus consciencias dormidas. Hijos, despierten a este importante pedido. Por eso, vengo aquí en esta noche a su encuentro, porque como Madre amo a cada uno de ustedes y daré todo hasta que den el definitivo paso hacia la consagración de sus corazones a Dios.
Sin Dios no pueden vivir, porque sería como un hijo sin su madre. Nada puede sustituir su encuentro interno con el Padre del Cielo. Él espera de ustedes una profunda unión. Dios es el Señor de la Compasión y de la Misericordia, no teman por sus pecados, ábranle paso para que Dios pueda ser el nuevo camino y así sus almas serán difusoras de la Luz amorosa del Padre.
Queridos hijos de Rio de Janeiro, como Madre vengo hasta su ciudad para que las almas dormidas despierten a tiempo, ahora llegó el momento de responder al Llamado de Dios a través de la obra del corazón.
Hijos Míos, para eso tienen a Su Madre, dispuesta a conducirlos por el camino de su pronta redención. Primero, busquen el camino de la paz, porque como Madre y Reina de la Paz, los reúno en torno a Mi Presencia para que recuperen las fuerzas y la voluntad de dar un amoroso sí al Señor del Universo.
Queridos hijos, recuerden que aún están a tiempo de encontrarse con Mi Hijo Jesús. Vengo, como Madre de todos, a buscar a los que fueron llamados por Mi Hijo para una tarea mayor.
Queridos hijos, comiencen hoy donando todo su amor a Mi Corazón a través de la oración.
Que la bendición, que hoy les traigo desde el Cielo a todos los presentes, pueda irradiarse también a los que más la necesitan.
Reciban hoy de Mi Corazón la Misericordia de Jesús, su único Pastor.
¡Les agradezco a todos Mis hijos de Rio de Janeiro por responder a Mi extraordinario llamado!
Los bendice, con amor y compasión,
Vuestra Madre María, Reina de la Paz
Queridos hijos:
Hoy Mi llamado es respecto a su fidelidad a Dios, el Altísimo.
Mi Corazón, en este día extraordinario, se proclama para confirmar que Mi Presencia inmaculada y espiritual es verdadera a los ojos de todas las criaturas.
Por este motivo especial, hoy estoy con ustedes compartiendo Mi camino de Peregrina y de Sierva fiel, para que puedan comprender que Mi Corazón materno escoge a aquellos hijos que necesitan de Mí en estos tiempos.
Hoy vengan todos a Mi Reino, porque Dios los recibirá.
En Mi inmenso gozo y alegría, los llamo nuevamente a la conversión. Su camino hacia el Padre ya está siendo realizado, pero cuando ustedes caminan también caminan muchas almas que necesitan de paz y de conversión.
Queridos hijos, hoy Mi llamado es respecto a su fidelidad a Dios. El Padre espera que, a través de su santa consagración diaria, puedan, en las obras y en los buenos ejemplos como en la oración, salvar a esta humanidad.
Mi Corazón de Madre acompaña las grandes decisiones del final de este tiempo.
El nuevo Papa necesitará de su fervorosa oración para que así él pueda ayudar al mundo y a su conversión definitiva. Su sincero apoyo a la Iglesia de Mi Hijo permitirá que muchos fieles se renueven en la fe y en la oración del corazón.
Continúen orando todos los días el Santo Rosario, Dios está atento a la voz de las súplicas de todos Sus hijos.
Queridos hijos, una vez más y por este estudio clínico de fe y devoción, les agradezco por contestar a Mi llamado.
¡Gracias por responder a Mis planes fieles de paz y de redención!
María, Reina de la Paz
Al final del Mensaje, la Virgen transmite un pequeño Mensaje para los médicos presentes:
Bendigo en el amor de Mi Inmaculado Corazón a los científicos, porque así ellos fortalecerán su fe en el Único Dios que los ama y que los quiere sobre todas las cosas.
¡Les agradezco, hijos Míos!
¡Alabado sea Jesús!
Queridos hijos Míos:
Que, en este día de oración por las naciones del mundo, juntos y unidos al Padre Eterno, oremos especialmente por la nación Argentina, la cual definitivamente deberá ingresar en la cuenta de la salvación y de la redención.
Queridos hijos, por eso Mi Corazón materno se anuncia día a día a sus vidas, para recordarles la importancia de rezar el Rosario todos los días, en espíritu de conversión y de paz, en el mundo entero. Cuantos más grupos de oración cumplan con los simples, pero magníficos pedidos divinos, muchas circunstancias en la humanidad podrán evitarse, muchas almas encontrarán la paz y la conversión que tanto buscan.
Como Madre del universo, les traigo todos los días la única Estrella guía que los llevará a encontrar el amor y la paz. Esta Estrella guía se llama Cristo Jesús, el Rey salvador y redentor del universo.
Busquen a Jesús, aspiren a estar en el Corazón amadísimo de Mi Hijo, Él tiene Su divino Corazón de Luz abierto perpetuamente y eternamente para aquellos que digan sí y se animen a ingresar en el Templo redentor del Corazón Sacratísimo de Jesús.
Hijos Míos, por este motivo, hoy los llamo a convertirse en verdaderos difusores de Mi llamado por la paz y por la redención, el camino más correcto será a través de sus corazones que podrán transmitir el amor que muchos no poseen, la paz que tantas almas buscan en el mundo, la serenidad y la fe que muchos corazones han perdido en este tiempo.
A través de sus puros, humildes y simples corazones, Jesús, el Rey salvador, podrá irradiar Sus Dones porque, hijos Míos, una vez Él dijo: “Por el poder del Amor de Dios, Mi Espíritu salvador estará presente entre Mis compañeros, obreros y servidores de la Misericordia”.
Entonces, Mis queridos, que este encuentro en Salta con la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús, los aproxime al encuentro con el Salvador, con Mi amado Hijo, Jesús de Nazaret, ahora el Rey Jesús del universo.
Queridos hijos, como Madre peregrina, acompañaré sus pasos todos los días de sus vidas. Por eso, podrán unirse a Mí a través del Santo Rosario y de todas las oraciones que proclamen la Luz y la Paz del Señor.
Que, en este día, sus corazones se renueven a través de la oración del corazón, porque desde sus corazones puede brotar la llama de vida y de paz que representa a Mi Hijo, el Salvador del mundo, Cristo Jesús.
¡Les agradezco por escuchar con atención Mi nuevo llamado!
Los adora siempre, desde el Cielo,
María, Madre y Reina de la Paz
Hijos Míos:
Recen, recen mucho para que en cada momento de vuestro día Dios los escuche y, así, Su magnífico Espíritu de Amor pueda obrar a través de todas las criaturas.
Queridos hijos, recen, recen mucho para que vuestras almas y las almas en todo el mundo reciban el consuelo y la Misericordia que ellas aguardan.
Recen y no se cansen de rezar porque en la oración se encuentra la fortaleza y el diálogo amoroso de vuestros corazones con Dios.
Recen, recen por el tiempo de cambios que llegará para que cada corazón en este mundo escuche con humildad los amorosos pedidos de Mi Inmaculado Corazón.
Recen para abrir las Puertas de los Cielos y para que los ángeles estén presentes con su amor y servicio sobre la Tierra y eso permita cambiar el corazón de muchas consciencias. Cuando alcancen una oración armoniosa y amorosa, ustedes estarán recorriendo el camino hacia la contemplación del Altísimo y vuestros seres serán como chispas de Luz en el universo.
Recen por los que no rezan. Recen por los que no aman. Recen por toda la humanidad porque la oración del corazón los guiará como una madre guía a su pequeño hijo.
Por eso, queridos hijos, Mi Corazón Maternal y Devocional está entre ustedes para enseñarles a andar por el camino de la oración y de la conversión.
A lo largo de estos últimos meses ustedes han conocido la Faz de la Reina de la Paz, de la Madre de Dios, pero aún hijos Míos, deben amar la oración diaria hasta que vuestros corazones reconozcan que la oración de todos los grupos cambiará al mundo.
Cuando en Lourdes hice el llamado a la penitencia, Yo estaba llamando al mundo a la reflexión, al despertar de la consciencia ante las acciones.
En Fátima, llamé al mundo a la oración diaria para que las almas tejieran, mediante el rosario, una nueva red de paz y redención que pudiera auxiliar al mundo.
En Medjugorje los llamé al ayuno y a la oración al igual que en Aurora donde, desde hace ya cinco años, Yo estoy pidiendo a la humanidad un poco más de sacrificio y de esfuerzo para que ella pueda equilibrarse delante de los acontecimientos que están fuera de la Ley de Dios.
En Salta, Argentina, los llamé a curar el corazón mediante la adoración al Corazón Eucarístico de Mi Hijo. Yo los estaba llamando a todos para que consideraran la importancia de la unión diaria con Mi Hijo, el Redentor, a través de la comunión con Su Santo Cuerpo y Su Sagrada Sangre.
Hoy, queridos hijos, los llamo al despertar del nuevo tiempo en ustedes, a la preparación de vuestros corazones a través de la oración, de la adoración, de la confesión, del ayuno y de la devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
Hijos Míos, después de tantos llamados y advertencias a la humanidad, hoy los llamo para que vivan vuestra conversión y vuestra redención mediante la oración y la paz.
Queridísimos hijos, ustedes son parte del hermoso Proyecto de Dios, ustedes pueden ser una expresión de Mi Paz y de la Divina Paz de Mi Hijo.
Niños de Mi Padre, ahora, reconociendo el poder de Mis Pedidos Maternales, nuevamente los llamo a la oración del corazón porque la oración socorrerá al mundo entero.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hoy, como Nuestra Señora de Garabandal los invito a la oración, a la conversión, a la penitencia y al ayuno, para que sus corazones estén transformados ante Dios.
Queridos hijos, el motivo de Mi visita este día tiene un fin principal para Dios y para este mundo; por eso, quiero que sus corazones estén abiertos para escucharme porque mañana recibirán una Gracia especial en nombre de la humanidad.
Es necesario que sus corazones escuchen profundamente; por eso, díganles a sus conciencias que entren dentro de su corazón para que ellas puedan escuchar Mis Palabras Celestiales.
Hoy, vengo como su Señora de Garabandal porque Soy Corredentora, después de Cristo, Madre que quiere convertir los corazones hacia la Luz del Señor.
En esta visita especial, queridos hijos, quiero anunciarles que Mi Corazón Maternal estará entre ustedes y entre sus hermanos mañana, 11 de noviembre.
Por eso, por amor a Dios Yo les pido que Me acompañen en una tarea universal que estaré realizando mañana, en la cual sus corazones podrán sintonizar desde la oración, si mañana ustedes solo Me esperan, Yo estaré entre ustedes cada tres horas.
Por eso, eleven sus corazones a través del Santo Rosario para que cada tres horas las puertas del Cielo se puedan abrir.
Mi primer llamado a este mundo será a las 6h, y estaré en este lugar con ustedes.
Mi segundo llamado será a las 9h, en el que Mi Corazón Maternal irradiará conversión.
Mi tercer llamado será a las 12h, en el que la Luz de Mis Gracias será derramada.
El cuarto llamado será a las 15h, en el que la Misericordia de Mi Hijo estará aquí presente.
El quinto llamado será a las 18h, en el que la Luz de Mi Corazón también será derramada.
El sexto llamado será a las 21h, en el que las almas serán retiradas del purgatorio y del infierno.
Si todos Mis hijos se unen a Mí en la oración, el séptimo y último llamado será a las 24h, en el que sus corazones se recogerán bajo Mi Manto y, como rosas, Yo los colocaré en Mis Brazos para ofertarlos como un don a Dios.
Entonces, queridos hijos, ¿ustedes comprenden qué sucederá mañana?
Este llamado que Mi Corazón pronuncia tiene un mérito especial, especialmente para aquellos que han leído Mis Palabras durante todo este último año y han seguido Mis pasos diariamente a través de los Mensajes.
Mañana, como Madre Universal, Yo confirmaré con qué corazones puedo disponer.
Este es un permiso que Dios Me ha dado, es una última Gracia que estoy derramando, al igual que lo estoy haciendo en Medjugorge desde hace mucho tiempo. Por eso, cada hijo ante Mi Presencia, en Mi Aparición mensual, debe convertir su corazón día a día, como se convierten las aves cuando vuelan para Dios, se entregan al Señor en confianza, plenamente.
Por eso, queridos hijos, Yo quiero que ustedes vuelen alto en el fin de este tiempo y su poderoso instrumento es la oración.
¡Les agradezco por contestar a Mi llamado!
En el nombre del Padre, del Hijo y de Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Como hacemos en todas las Apariciones, vamos a hacer un breve relato de lo sucedido y a tratar de repetir los pedidos que nuestra Madre nos hizo para mañana.
Una reflexión antes de continuar: necesitamos abrir nuestra conciencia para comprender la urgencia de esta situación planetaria, por la que nuestra Madre tenga que venir durante todo un día cada tres horas. Eso significa que va a necesitar de toda nuestra devoción para que como representantes de la humanidad podamos acompañarla en esa tarea.
Ella está intentando saber, al igual que Dios, con quién verdaderamente puede contar. Así que vamos a escuchar el relato de Fray Elías y después vamos a precisar algunas cosas.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Hoy, la Madre nos enseñó sobre el poder de la oración, que existe desde la Tierra en dirección al Cielo, y sobre esa comunicación perfecta entre Dios y Sus Hijos.
Hoy, la Madre verdaderamente nos sorprendió cuando apareció como Nuestra Señora de Garabandal, porque Ella manifestaba una imagen muy poderosa, muy contundente. Cuando Ella apareció, llevaba la imagen de un escapulario, colgado de un Brazo.
Con el otro Brazo, Ella sostenía a un niño. Tuvimos la oportunidad de tener la Presencia de Nuestra Señora de Garabandal por una segunda vez, y le preguntamos por qué hoy Ella se manifestaba así.
Porque es la Presencia que Ella tiene para poder convertir definitivamente a las almas y Ella transmite esa conversión a través del escapulario.
El otro símbolo que Ella utiliza también, nos dijo, era Su Manto Celeste y sabemos que cuando Ella apareció, como Nuestra Señora de Garabandal, estaba con su Cabello al descubierto, que Ella decía era el símbolo de Su Virginidad.
Hoy, vino acompañada por la presencia del Arcángel Miguel y, esa presencia, era más poderosa que Ella. Él se colocó al lado de Ella como un guardián como un gran ángel custodio. Y, mientras Nuestra Señora nos hablaba, Él resplandecía en Luz y observaba con una mirada muy serena a cada uno de nosotros. Cuando Él nos observaba, parecía que nosotros éramos transparentes ante Él. Parecía que todo, lo que estaba fuera y dentro nuestro, estaba en evidencia ante ese arcángel y comprendíamos, en ese momento, que Él hacia una lectura de lo que estaba viendo y, así, Nuestra Señora nos pidió que nos encontráramos mañana cada tres horas.
Ella dijo que estaría haciendo un importante trabajo planetario y que por eso va a transcurrir de tres en tres horas. Ella dijo que, en las horas intermedias, o sea entre esos horarios, nosotros tenemos que tener un tiempo de descanso. Porque Ella dijo que va a ser una tarea muy intensa, y Ella estará realizando esa tarea que para nosotros se trata de algo imprevisto y Ella, al recibir ese permiso, lo va a realizar junto con nosotros.
Y le preguntamos si aparte de esa tarea que va a acontecer mañana, tendremos Aparición el 12 y el 13 y Ella contestó que sí, porque mañana será una tarea y una coyuntura especial para el planeta.
En nuestra tarea de oración, Ella nos pidió que, sobre todo, oráramos por Medio Oriente, específicamente Ella se dirigió a la nación del Líbano que debíamos colocarla en nuestra oración.
Y le preguntamos cómo acontecería esa tarea cada tres horas. Ustedes, decía Nuestra Señora, deben colocarse a orar el Rosario, que en un momento Yo apareceré y daré pequeños Mensajes. Ella nos pedía que tengamos mucha atención para poder acompañar el recorrido de esa tarea que Ella va a realizar.
Y para ayudarnos nos dijo durante la Aparición lo que acontecería cada tres horas y en verdad Nosotros nos vimos ante un gran misterio y ahí, como Ella percibió ese sentimiento, dijo lo siguiente:
“No importa si no comprenden, ustedes oren, que sus corazones comprenderán. Ella decía que todo iba a estar muy guiado”.
Le preguntamos también si esa tarea tenía que ser transmitida como está siendo transmitida esta tarea en este momento y Ella dijo que sugería lo siguiente:
“Que Mis hijos de Divina Madre dejen todo como está para que la tarea pueda acontecer”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Aunque mañana no podamos comprender el alcance de lo que Nuestra Madre nos pide, la vamos a acompañar y vamos a intentar hacer lo mejor. Por eso, están todos invitados; si no pueden o no sienten participar de todas las Apariciones que por lo menos nos acompañen en algunas.
Toda Casa Redención y todo el Monasterio van a estar aquí desde las 6h, como Ella pidió, hasta la medianoche, y los que estamos acá y los que nos escuchan y nos ven están todos invitados a acompañarnos.
Muchas gracias a todos, nos vemos durante todo el día de mañana.
Vamos a cantar “Ave Luminosa” para cerrar.
Queridos hijos:
Por la conmemoración de Mis apariciones mensuales en los días 25 en Medjugorje, hoy los invito y los reúno en nombre de Jesús para que vuestros corazones contemplen la existencia del Centro Mariano de Figueira.
Al cabo de veinticinco años de instrucción, necesaria para vuestras vidas y amorosa para vuestras almas, hoy les anuncio que la Bienaventurada Madre Universal, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, caminó silenciosamente junto a ustedes por esta senda de enseñanzas y aprendizajes.
Queridísimos hijos, quiero que hoy comprendan en vuestros corazones que Dios Padre se manifiesta no solo a través de Mi Inmaculada Voz, sino también a través de todos los que de corazón se donan para concretar el Plan Divino en la Tierra.
Por eso, hijos Míos, Dios Padre es el Gran Árbol de la Sabiduría, sus raíces y sus ramas son la expresión del Infinito Universo y sus hojas son la emanación de las almas sobre este amado planeta.
Queridos hijos, para que eso exista en toda la vida creadora, existe en vuestras vidas la presencia de la Madre Universal, de la Reina de la Paz, de la Estrella de la Mañana que anuncia el nuevo tiempo antes de la llegada de Su Hijo.
Queridos hijos, por eso, vuestras vidas y vuestras esencias siempre están unidas a la esencia del Corazón de Dios. Como Madre del Mundo, como Señora de los Cielos vengo a vuestro encuentro para revelarles el verdadero misterio de vuestra fe y de vuestras vidas; ese misterio se llama Amor al Todo, Amor al Único, Amor a la Voluntad de Dios.
Por eso hoy, con el Rosario de la Paz entre Mis benditas manos, de nuevo los invito a la oración porque, día a día, muchas almas se pierden y no encuentran el camino hacia la Luz.
A ustedes, Mis queridos hijos, que están despiertos a la vida del espíritu, solo les bastará en este tiempo servir: servir al donarse, servir al amar, servir para reparar el Corazón de Mi Hijo.
Mediante vuestra madurez interior y con la oración como ejercicio primordial, ustedes estarán dando pasos seguros hacia la consagración de vuestros pequeños corazones.
Hijos Míos, en este 25 de octubre, y después de muchos acontecimientos ya sucedidos por la presencia de Mi Inmaculado Corazón, los llamo al despertar de vuestra consciencia para que, bajo la Voluntad de Dios, surjan nuevos y donados servidores marianos de la paz. Estos soldados de la paz tienen el espíritu de amar la oración, de estar en servicio interno por las almas y de encontrar, en la Voluntad de Dios, la aspiración de alcanzar la Eternidad.
Hijos Míos, despierten al llamado y escuchen en vuestros corazones la Voz del Único y Gran Señor.
¡Les agradezco!
Gracias por contestar a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
En este mes del Rosario, hasta el día 26 de noviembre, Yo les pido que, por amor a Dios Creador, se reúnan en grupos de oración y recen al menos las primeras cincuenta cuentas del Santo Rosario por el mundo y por la humanidad, uniendo así este pedido al que ya he hecho por todas las naciones del mundo.
Hijos Míos, por medio de este pedido maternal, Mi Inmaculado Corazón intercederá en favor de todas las almas que necesitan paz y perdón en este tiempo, con la misión celestial de que todos Mis hijos despierten del sueño en el que normalmente viven y comiencen a vivir para Dios, en Su Amor y Misericordia.
Para que eso pueda suceder en la mayoría de Mis amados hijos, la oración del corazón de parte de todos los grupos que se han consagrado a la Madre Divina será considerada de importancia universal.
Queridos hijos, cuando las almas están conscientes de los pedidos que Dios envía a través de Mi Inmaculado Corazón, esa acción amorosa de responder al llamado, repercute en toda la vida del planeta y de la humanidad.
Mediante el ejercicio del rosario durante estos días de octubre hasta noviembre, vuestras vidas se estarán preparando en consciencia para lo nuevo, para el tiempo que llegará al mundo.
Hijos Míos, ustedes, abriendo vuestros corazones, permitirán que esta tarea se vuelva sagrada y verdadera como lo es descansar, alimentarse y vivir para Dios. Cada acción de la vida en este tiempo debe ser sagrada para que Dios se sirva de los buenos ejemplos de aquellos de Sus hijos que aprenden las leyes de la convivencia y de la fraternidad.
El nuevo mundo será integrado por grupos de almas que aprenderán a vivir las leyes así como vivieron y obedecieron los antiguos pueblos del desierto junto a Moisés. Dios tiene preparado para cada alma un mensaje especial de amor y una misión.
Vuestro ejercicio de oración diaria permitirá que a cada momento vuestros corazones contemplen la Voluntad de Dios.
Queridos hijos, que este mes del Santo Rosario sea un mes preparatorio, una verdadera escuela de oración para todos.
¡Les agradezco por contestar a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Bienaventurados hijos:
En respuesta al llamado urgente realizado en el día de ayer a Mis hijos para quienes Yo aparezco desde hace ya cinco años como la Bienaventurada Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, les anuncio que Mi Amado Hijo, Cristo Jesús, hoy Me envía hacia vuestros corazones para decirles que Dios Todopoderoso ha observado desde Su Corazón vuestra respuesta al llamado celestial de atención.
Queridos hijos, delante de la urgente necesidad de conversión y redención de todas las criaturas de Dios, hoy los llamo a la oración continua y, en especial, los llamo para que, durante todo este mes, vuestras vidas profundicen y donen tiempo a la meditación de cada uno de los santos Misterios del Rosario.
Allí, ustedes encontrarán las llaves para la conversión de vuestros corazones, que son: la paz, la entrega, la confianza en Dios, la caridad, el perdón, el Amor de Mi Hijo, el sacrificio y la resurrección junto a la glorificación de Cristo.
Hijos Míos, en este mes del Rosario quiero que se dediquen especialmente a unir vuestros corazones a cada uno de los pasajes de la vida de Jesús y de la vida silenciosa de Mi Inmaculado Corazón.
Pequeños Míos, que en este tiempo despierte en vuestras consciencias el llamado a la Redención y a la Entrega a Dios, llamado que Mi voz pronuncia día a día mediante los mensajes diarios.
Queridos hijos, bajo la Gracia de Dios, ya estamos próximos a completar un año continuo, sin interrupciones, de bienaventurados mensajes diarios de Mi Inmaculado Corazón, de la Reina de la Paz, quien intenta guiarlos por el camino del Bien y de la Paz en el corazón.
Después de un año continuo de Gracias recibidas, hoy quiero que, en respuesta a esas Gracias, unan vuestras vidas a las enseñanzas clave de Cristo.
Por este motivo victorioso de Mi Inmaculado Corazón en cada una de vuestras vidas, Yo hoy les anuncio, en nombre del Amor Misericordioso de Cristo Jesús, que en el día de mañana, 21 de octubre de 2012, Mis hijos videntes estarán honrándome mediante una sencilla oración y una interna comunión en el Santuario de Aparecida, santuario que amo con predilección por la expresión humilde de la fe de todos Mis hijos peregrinos del Brasil.
Por esto, queridos hijos, la Honorable siempre Virgen María, Señora Aparecida del Brasil, los invita y llama a todos Sus hijos, para que junto a Mis hijos los videntes, realicen esta sencilla peregrinación hacia el Santuario de Aparecida y que, a través de la oferta de orar cincuenta cuentas del Santo Rosario y de la comunión interna con Cristo, reparen Mi Inmaculado Corazón.
En respuesta a los eventos acontecidos entre ustedes y Dios, Yo les prometo que, quien participe con un sincero espíritu de reconciliación y perdón delante del Altísimo, la Madre María, Reina de la Paz, les irradiará el poder de la Divina Misericordia desde el Cielo y vuestras vidas quedarán absueltas ante la Ley.
Queridos hijos, llevé rosas entre Mis manos, hasta el trono de Dios, y el Padre de la Fuente del Amor y de la Compasión ha aceptado Mi oferta por todos ustedes. Este ejercicio de fraternidad que Yo les pido realizar permitirá que una vez más vuestros corazones estén limpios y puros delante de Dios.
Una vez más, queridos hijos, ¡Mi Inmaculado Corazón triunfará!
Gracias por responder a este llamado celestial.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos y Amadísimos hijos Míos:
En nombre de Dios Todopoderoso, en nombre del Espíritu Santo, en nombre del Amor Redentor de Mi Hijo y delante de los Coros Celestiales, bajo el Poder de Dios en el universo, bajo la Luz Misericordiosa de Mi Inmaculado Corazón, Yo, la Bienaventurada Virgen María, Reina de la Paz, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, en este momento y durante esta hora, reflejando el Amor Materno de Mi Inmaculado Corazón, pero con lágrimas en Mis inmaculados ojos, les anuncio con reverencia y paz, el siguiente llamado celestial de atención para todos Mis benditos hijos en la Tierra.
Les digo que, la siempre Virgen María, Reina del Cielo, ha visto una falta importante de parte de Sus hijos delante de Dios. Por eso, en nombre de la paz, Yo los absuelvo y les digo, queridos hijos, que la Reina de la Paz, la Madre del Mundo manifestará Su Faz de Amor, para todos, en el Centro Mariano de Figueira los días 25 y 26 de octubre, celebrando así el mes del Santísimo Rosario en una ceremonia de oración que se extenderá hasta los días 25 y 26 de noviembre de vuestro tiempo del año 2012.
Esta decisión divina es en respuesta a la Voluntad de Dios, el Altísimo y por lo que ha visto nuestro amado Padre Celestial ante la falta de consideración espiritual y material que Mis hijos han dado a Mi tarea de contacto con ustedes1.
Hijos Míos, esto significa que Mi voz y Mi eco se pronunciarán por un tiempo más por la intercesión que Mi Hijo Jesús Cristo realizó ante el trono de Dios. Quiero que entiendan con vuestros corazones que, de parte de ustedes, Mis pequeños, ha sido escasa la colaboración hacia Mi Obra Divina en esta parte de América.
Quiero decirles, Mis hijos, que desde vuestros corazones ha faltado la donación y la providencia para que Mi tarea pudiera abrazar a cada rincón de este mundo.
Por eso, queridos hijos, ante la falta de amor en la consciencia por todo lo que a lo largo del tiempo Yo les he estado derramando por Gracia y con Amor, quiero decirles que las apariciones previstas para los días finales de octubre y de noviembre se llevarán a cabo en el Centro Mariano de Figueira. Esto significa que Yo les pido una amorosa colaboración para que Mi Mensaje prosiga teniendo eco en el mundo.
Por este motivo, como Madre vuestra y como María Auxiliadora, intervengo con Amor por todos ustedes para que la sabiduría del Espíritu Santo despierte en vuestras consciencias. Es hora de crecer en madurez, Mis adultos hijos, porque eso permitirá que vuestros corazones estén bajo la Ley de la Divina Misericordia.
Jesús los espera para que vuestras consciencias mediten y se confiesen con Su Sagrado Corazón. Los invito, en este tiempo final, a amar la Ley de la Divina Providencia porque, para comprender los misterios del Cielo, ellos deben ser amados aún más que todo lo que vuestras vidas conocen en este mundo.
Queridos hijos, en nombre de la Luz del Cielo, les agradezco por contestar a este urgente llamado a la meditación y a la reflexión de vuestras consciencias.
En la Fe profesada por Mi Hijo Jesús los espero en el Centro Mariano de Figueira para que juntos celebremos el mes del Santísimo Rosario porque la paz es urgente en la vida de todos Mis hijos.
¿Mis soldados Me seguirán?
Gracias por vuestra atención interior.
Los ama eternamente,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
1 Se refiere a la tarea de la Madre Divina con los videntes.
Mis pequeños:
Guarden en vuestros corazones todo el camino de amor y conversión que, a través de la Sierva Fiel de Dios, ustedes han vivido. Por este motivo maternal, hoy los invito a recordar que ya son once meses de encuentros y de mensajes diarios para el mundo.
Hoy los estoy llamando a ser ejemplo vivo de Mi Mensaje Maternal a través de la caridad y de la donación.
Queridos hijos, los llamo a formar parte de Mi ejército mariano de la paz y a difundir Mis palabras mediante vuestra oración. Están a tiempo de vivir en la Misericordia de Mi Hijo, están a tiempo de perdonar con el corazón.
Hijos Míos, hoy también llamo a todos los que escuchan Mi urgente llamado por la Paz y por el Bien para que difundan Mis palabras de apoyo y auxilio a todos los corazones en el mundo.
Vuestra meta, al igual que la Mía, debe ser aliviar el corazón cansado, el corazón herido y el corazón caído. Encender, mediante la oración, la Llama del Espíritu Santo y confiar, en el nombre de Mi Hijo, en toda la sabiduría que ustedes recibirán para crecer como consciencias y como corazones.
Hijos Míos, hoy es motivo para celebrar desde el corazón los once meses seguidos en los cuales Mi Amor Maternal, Mi Esperanza, Mi Gracia y Mi Misericordia, se derraman desde lo más profundo de Mi Corazón Materno para todos Mis amados hijos.
Sigan unidos a Mi Espíritu de Paz y, mediante la oración permanente del rosario, todos los días estén unidos a Jesús, el Rey del Amor.
Que vuestros corazones, durante estos últimos once meses, hayan podido ser parte de Mi Gran y Divino Hijo Jesús. Que a partir de ahora, vuestra vida esté entregada al Plan de Dios como reparación de todas las ofensas que Él recibe de parte de este mundo.
Sean misericordiosos y amen a vuestros hermanos, porque también ellos son Mis hijos.
¡Por todo este tiempo de Misericordia, Yo les agradezco por contestar a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Un urgente llamado maternal
Queridos hijos:
Con el rosario entre Mis manos, oro para que Mis hijos despierten a tiempo.
Oro por todas las almas que se alejan de Dios.
Oro para que el mundo alcance la Gracia de la Paz.
Oro por todos aquellos que no oran.
Oro para que la fe pueda despertar a tiempo en vuestros corazones.
Oro para disolver las dificultades que muchos hijos están viviendo.
Oro por este tiempo de prueba y confirmación.
Oro para que todos Mis hijos se perdonen y se rediman a través de Mi Hijo.
Queridos hijos, perpetuamente oro por este tiempo definitorio en que las almas se postulan para estar en el rebaño de Mi Hijo o se postulan para estar fuera del rebaño de Mi Hijo.
Por eso, como Madre Intercesora, oro para que nadie se pierda, ni siquiera la más pequeña de las esencias.
Oro para que todos alcancen el perdón.
Oro en este tiempo de Misericordia porque está brotando la Justicia Divina.
Oro para que Mi Amado Hijo Jesús esté entre ustedes.
Oro, suplicándole, para que Él los guíe nuevamente.
Oro por todo lo que observo en este mundo.
Oro por el nuevo ciclo que llegará.
Oro para que la reconciliación se pueda vivir en cada criatura como una emanación del espíritu de la paz. Oro para que la confianza en el Único pueda fortalecerse en los que se han entregado al Plan Divino.
Oro con esperanza por toda la humanidad.
Oro para que todos Mis niños tomen consciencia de que ya no son tiempos normales, que es necesario rezar con el corazón todos los días y no olvidar fácilmente el alimento que provee el poder de la oración.
Oro por todos ustedes para que el Espíritu Santo descienda sobre cada uno de Mis hijos.
Oro por los que no escuchan Mi llamado y por los que desmerecen las palabras de Mi Inmaculado Corazón.
Oro para que se manifieste la verdad en vuestras vidas.
Como Reina de la Paz, oro por su salvación.
Por eso hoy, queridos hijos, oremos por todas las intenciones, porque es necesario que sus corazones estén en constante servicio. Oremos por la Presencia de la Paz de Dios porque ella será la que sostendrá al mundo.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi urgente llamado por la paz.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Orando el rosario todos los días, las almas, cada vez más, se pondrán a los pies del Señor. Ellas recibirán el bálsamo de la Misericordia de Mi Hijo y, de esa manera, las faltas más graves les serán perdonadas por el Amor de Dios.
Queridos hijos, por este motivo, hoy nuevamente los llamo a perseverar en el propósito de la oración para que vuestros corazones se distancien de las artimañas del enemigo. Lleven en vuestras vidas un ritmo consecuente con la vida de oración, creen momentos indispensables de oración para que vuestras almas estén presentes en cada momento de la vida.
Cuando Yo los invito a observar un ritmo de oración, estoy llamándolos a mantener una consciente tarea espiritual e interna en este final de los tiempos. Vuestros corazones y vuestras vidas deben sentir sed de oración y de descubrir los Misterios Divinos que la fe despierta en vuestros corazones.
Hijos Míos, para eso, busquen la fuente de vuestra inspiración interior en Jesús, y Su Sagrado Corazón les mostrará el camino correcto hacia la redención y la reconciliación de cada una de vuestras vidas.
Será importante, queridos hijos, mantener constancia en la oración porque eso los preparará para enfrentar los tiempos que llegarán para el planeta.
Mis queridos hijos, hoy los llamo a tener como premisa, este, Mi pedido, que los llevará a comprender dónde se encuentra la esencia victoriosa del amor y del perdón.
Hijos Míos, como Madre Divina, cada vez más, quiero que todos Mis niños sean tenidos en cuenta para la salvación porque sé que todos deberían vivir en la belleza y en la Luz del Amor del Paraíso.
Vuestra sincera oración formará a la Nueva Tierra de Dios.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Quiero que recuerden orar el rosario todos los días por la paz en el mundo y por la conversión de las almas que están distantes del Santísimo Corazón de Mi Hijo.
Por este motivo, pequeños Míos, esta es la invitación y el llamado primordial que Mi Inmaculado Corazón hoy hace a cada uno de ustedes como a cada grupo de oración.
A lo largo de estos últimos meses, en los que Mi Corazón Maternal estuvo entre ustedes, han surgido muchos pedidos de oración. Hoy también les pido que consideren como vigentes cada uno de ellos ya que aún existe la necesidad en todo el mundo, la necesidad de una verdadera oración que pueda nacer desde vuestros corazones.
Orando el rosario por la paz ustedes permitirán que la Luz Celestial se aproxime y colme aquellos espacios en el mundo que necesitan de perdón y de una rápida conversión.
Queridos hijos, Mi Voz Maternal no se cansará de decirles cuán importante es estar consciente en la vida de oración y en cada una de las situaciones que surgen en el mundo.
Cada día que el sol despierta en vuestra vida, muchas situaciones surgen como una realidad que se expande hacia toda la humanidad. Por esto, hijos Míos, que en vuestras manos viva la oración, que la oración pueda ser el prenuncio para muchos, el alivio para otros y la esperanza para los que la han perdido. Vuestra oración del corazón colaborará para preparar la conversión de muchas almas y dará el sostén para los momentos más importantes de la humanidad.
Una invitación para vuestras almas es estar en Jesús, es vivir en Mi Hijo, porque en Él y con Él vuestros corazones se iluminarán en la Eterna Paz y despertarán al perdón.
Oremos, porque solo resta orar.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Los espero todos los días para que, en grupos de oración, recen el rosario pidiendo Luz para el mundo y paz para todos Mis hijos. Los espero en oración para que, junto a Mí, contemplen la Faz Luminosa y Redentora de Mi Hijo.
Como soy Madre de la humanidad, los llamo a fortalecer los grupos de oración mediante la oración del corazón y a través de la lectura de Mis palabras diarias.
Queridos hijos, quiero que por medio de la oración, confíen en la existencia y en el poder de la Divina Misericordia. Son invitados a permanecer muy cerca de Mi Hijo para que Él, como Sacerdote Mayor, los bautice con Sus Dones de Paz.
En estos tiempos, son contemplados desde los Cielos y Mi lluvia de Gracias aguarda despertar en el corazón de todos Mis hijos. Para que eso suceda, los invito a profundizar en el camino de oración, ya que Dios Padre quiere colmar a todas las almas con Sus Misericordias.
Yo los acompañaré como Guardiana de las almas y como Maestra de la oración. Todos Mis pequeños niños son llamados al tiempo de la reparación del espíritu a través del poder de la oración.
Tengan absoluta fe y, bajo el Espíritu Santo, caminen en dirección a Mis brazos. Yo los confortaré como conforté una vez a Jesús. ¡Yo los amo!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hijos Míos:
Con inmenso gozo y alegría hoy les digo que los Planes del Padre se están cumpliendo a través de cada uno de ustedes. Por esto, pequeños Míos, el motivo de Mis palabras en el día de hoy es para que sus corazones celebren Conmigo porque los Planes Celestiales se están manifestando en el corazón de todos los que escuchan Mi llamado.
Como la humanidad necesita aún de mucha Misericordia, Yo les pido que continúen con fidelidad por el camino de la consagración, un camino eterno hacia Dios. Hoy, a todos los soldados unidos a Mi Inmaculado Corazón quiero agradecerles por contestar y responder, a lo largo de estos últimos ocho meses y también en estos últimos años, a todos Mis pedidos de oración por las almas en el mundo y, en especial, por este amado planeta de Dios.
Queridos hijos, los invito de esta manera, a profundizar en los misterios de la contemplación del Santo Rosario para que cada una de sus almas encuentre las llaves que los unirá con Mi Hijo, con cada uno de Sus pasajes, los que dejó como enseñanza para ustedes.
Hoy los invito a guardar sus corazones dentro de Mi Inmaculado Corazón. Como Madre Corredentora, después de Cristo, quiero sostenerlos por mucho tiempo entre Mis brazos para que cada una de las vidas de Mis hijos viva en la Gracia Eterna de Dios.
Quiero acompañarlos desde esta vida hasta el Paraíso. Conozco bien a cada alma y sé qué es lo que cada uno de Mis amados hijos necesita en estos tiempos.
Infinitamente en la presencia de Jesús, alabado Rey del Universo, hoy les digo: ¡les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Como Madre de las Naciones, queridos hijos, hoy los invito, como hace ya tanto tiempo, a orar por la paz, a obrar por la paz. Invoquen, mediante cada oración del corazón, la Divina Misericordia para que descienda sobre todos Mis hijos.
Pequeños Míos, en este día de especial importancia para el Señor, el Corazón de Mi Hijo está presente entre ustedes para recordarles que ya es el tiempo de que cada uno observe con compasión la necesidad del prójimo y vea la urgencia del semejante.
Por eso, hijos Míos, será de importancia que sus corazones se concentren en la esencia de la caridad y de la donación para que la Luz de Cristo pueda brotar desde lo profundo de vuestros corazones.
Aún la humanidad debe aprender a vivir la esencia de la humildad. Todos ustedes, Mis queridos hijos, pueden convertir sus corazones en preciosos instrumentos para el Creador.
Hoy, Mi Inmaculado Corazón también está sobre todos Mis amados hijos de Centro América, hijos que contemplo con mucha compasión para que el Rayo Redentor de Mi Hijo emane desde sus corazones.
Abran vuestros brazos para recibir el Amor de la Madre Universal de las Gracias, para que así, cada uno de sus pequeños corazones se consagre a los designios de Dios. Este es el motivo de Mi Inmaculada venida hacia ustedes.
Con Mi inmenso Corazón Maternal les pido: ¡oren!, ¡oren!, y ¡oren! para que todos puedan estar cada día más cerca de la Voluntad de Dios.
Mi voz viene hacia ustedes para anunciarles el momento de la Misericordia, como si el Ave del Espíritu Santo estuviera impregnándolos con Sus Dones y Sus Gracias. Ustedes pueden ayudar con la oración para que ese Magnífico y Omnipotente Espíritu de Dios esté más presente.
Quiero enseñarles a abrir el cofre del Corazón de Dios para que descubran el inmenso y poderoso Amor que Él tiene por la existencia de cada criatura sobre la Tierra.
De la misma forma que Mi Corazón de Madre peregrinó junto a José una vez hacia Egipto, hoy los invito a caminar hacia la consagración de vuestros corazones.
Recuerden que Yo los aguardo para orar el rosario todos los días; eso los acercará cada vez más a Dios.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más