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Queridos hijos:
La victoria del Reino de Dios en el mundo se dará a través del sublime poder de la oración. Por eso, Yo los conduzco por este camino, para que sus almas se desplieguen como las aves, para poder volar y llegar al Reino del Creador.
Cada oración pronunciada trae nuevos códigos para todos, esencia divina que va encarnando en espíritu de verdad y compasión.
Hijos Míos, sus vidas están cursando una escuela de oración desconocida para ustedes. Y ya que ahora, aceptaron ser parte de Mi ejército de luz a través de los ritmos diarios de oración, Yo los entreno para poder enfrentar al mundo y ayudarlo espiritualmente.
Por eso concibo en cada uno un espejo de oración que refleje los principios de la vida divina, los estados eternos de la paz.
Queridos hijos, deseo que Me acompañen en esta larga caminata en la búsqueda de las almas perdidas y de los corazones heridos que deben redimirse en nombre del amor.
Queridos hijos, no se detengan, construyan la Iglesia de Cristo a través de sus oraciones, que son las sagradas uniones con el Padre Celestial.
Hijos, el tiempo ya marca un momento crucial para el mundo, en el cual el Juicio Universal se establecerá y todos serán evaluados espiritualmente. Oren, oren y oren, así el mérito de sus oraciones colmará el Corazón de Dios y abrirá las puertas del amor para que todo se pueda redimir.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica en la esencia de la Paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Los tiempos que se aproximan no serán iguales a los tiempos pasados, eso despertará en muchas consciencias el motivo primordial de buscar a Dios y a Su eterno Reino.
La humanidad no puede vivir sin el Padre Celestial, sería como un pequeño niño rebelde que no quiere escuchar, estando al borde de un gran peligro. Así está la humanidad, ciega en todo lo que hace y practica, sin fundamentos espirituales que la puedan nutrir y despertar a realidades superiores.
El dolor de los Sagrados Corazones es ver una humanidad con falta de gratitud y de amor por todo lo que ha recibido. Por eso, el Señor, Nuestro Dios, sorpresivamente quitará algunas cosas del camino para que algunas consciencias reaccionen y perciban que ya no son tiempos de normalidad ni de placer.
La raza humana decidió apartarse de Dios, y la Naturaleza, que es fiel a las Leyes superiores, estará mostrando esta separación durante el parto planetario.
La Tierra, como consciencia, sufre todos los días lo que sus hijos realizan sin consciencia ni sabiduría.
Todo será colocado en su lugar. Por eso, recuerden las palabras de Mi Hijo: “No quedará piedra sobre piedra”. Él les quería decir que dentro de cada alma y en todo el planeta nada quedará como antes. Por eso, la oración del corazón será la antorcha que iluminará los tiempos de oscuridad que la humanidad está atravesando.
Verán cosas que no podrán creer, pero que serán tan reales como verdaderas, serán el reflejo de la falta de amor que la humanidad tiene para con Dios.
Bienaventurados los que perseveren y no se detengan frente a los acontecimientos, porque el Reino de Dios será la aspiración ardiente para encontrar la paz. Sean portadores de Mi Paz y sigan Mis pasos, la hora se aproxima a todos y deberán estar fortalecidos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la Verdad de los tiempos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando oran de verdad las Leyes cambian y el mundo, a pesar de todo, obtiene la Gracia de un tiempo mayor de paz.
Pero la venganza que Mi adversario proyecta, en los corazones ingratos, es el pensamiento recurrente para concretar sus planes contrarios. Esto se desarmará, porque la persistencia de los orantes será más fuerte que toda la crueldad.
El Reino de Dios será visible en el corazón de los simples y así Mi Inmaculado Corazón triunfará.
Sigan el camino de la paz que en este tiempo Yo les traigo, y sean portadores de Mi Amor materno para que, desde sus corazones, sea irradiado al mundo.
Queridos hijos, les traigo la Gracia de despertar a tiempo y de vivir sin miedo el ciclo de vuestra purificación.
Sepan que, a través de vuestra vida y de vuestra consciencia purificada, tendrán la dicha de recibir nuevos impulsos celestiales que reconfigurarán sus vidas y toda la vida planetaria.
¡Ay de aquellos que no escuchan a Dios y que no se purifican!, en verdad muchos se lamentarán por no haber cambiado.
Por eso, acepten la cruz y sigan a Cristo. En Su Corazón piadoso encontrarán la liberación de la materia.
Hijos, sean felices mientras se purifican, todo puede ser ofrecido a Dios sin miedo.
En sus corazones quedan méritos divinos por estar hoy Conmigo.
Derramen amor, derramen verdad, derramen pureza interior de la esencia divina.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ayuda a caminar en la absoluta fe,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Ayer conocieron uno de los misterios del Cielo, el que pocas consciencias conocen, a través de su unión interna con el Reino de Dios.
Hoy hablaremos, queridos hijos, del alcance de los Espejos del Cielo desde el plano espiritual, que es donde ellos surgen para toda la Creación, hasta el plano material, que es la realidad más cercana a la de ustedes, que recibe los impulsos de luz de estos instrumentos de armonía universal.
Los Espejos del Cielo son receptáculos de Luz Divina que irradian principios de vida superior para todo el cosmos. No hay estrella o planeta en este sistema solar o en otro, ni galaxia, que no reciba el impulso universal de los Espejos. Ellos nos hacen recordar el Propósito para la vida planetaria y para todo el Universo, nos referimos al Propósito de la constante elevación de la materia a través del principio de la pureza.
Su Madre Celeste, desde el principio, conoció estos instrumentos provenientes del Universo de Dios, que son guiados y acompañados por los ángeles, quienes revelaron a su Madre Santísima la existencia de estos instrumentos de Paz.
Un Espejo es un instrumento inmutable. El Espejo del Cielo siempre cumple el mismo fin e irradia ese principio a toda la Creación.
En el caso del proceso actual de la humanidad, los Espejos del Cielo están movilizándose cada vez más debido al proceso de densidad de los seres humanos y, principalmente, por las transgresiones en masa de las Leyes que rigen a todos los Reinos creados por Dios.
Como todo camina hacia un grave desequilibrio psíquico y emocional en la humanidad, debido a la cantidad innumerable de deudas y de pecados, los Espejos del Cielo ahora están ayudando, en colaboración con los ángeles, para que pueda existir al menos un poco de equilibrio en el eje de la Tierra y, especialmente, en la consciencia dormida y ultrajada de la actual humanidad.
Los Arcángeles, llamados Padres de la Creación, están interviniendo en el Proyecto de esta raza a través de la esencia y de la matriz de los Espejos.
¿Qué sería para ustedes, hijos Míos, una matriz de un Espejo Celestial?
Representa lo más puro entre lo puro, diríamos lo fundamental y esencial de toda la Creación, lo que una vez ustedes conocieron como los Rayos del Universo. Son las corrientes universales de la Creación que, a través de los Espejos del Cielo, están trayendo para la humanidad algunos recursos espirituales que son capaces de sustituir un error por un estado de paz.
Los Espejos del Cielo no solo son atributos manifestados en la Creación que ayudan a la constante elevación de la consciencia, sino que ellos son capaces de captar y de retransmitir principios de la vida espiritual superior, que la consciencia de la humanidad desconoce por completo.
Decíamos que los Arcángeles están acompañando este Proyecto Universal de la humanidad de cerca; lo que se estableció por Ley Creadora desde la última guerra mundial, la que fue profetizada en Fátima; guerra que trajo como consecuencia la destrucción de la vida espiritual planetaria.
Por eso, los Espejos del Cielo desde el principio de la existencia del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, siempre irradiaron fuentes de vida superior que colocaban al planeta dentro de la armonía universal.
A lo largo de los tiempos, el compromiso de la humanidad con las adversidades del enemigo la fue desplazando rápidamente del Propósito y de la Voluntad de Dios hasta llegar a este momento cruel de la raza.
Las intervenciones de los Mensajeros de Dios y las advertencias a lo largo de los tiempos nunca dejaron de ser pronunciadas. Diversas formas de mensajes celestiales han sido transmitidos por medio de diferentes videntes en distintas partes del mundo y en épocas acuciantes.
La receptividad al Llamado de Dios ha sido escasa, la humanidad peregrinó hasta los Centros Marianos para encontrar alivio y lo recibió. La mayoría de las almas que desconocen la existencia de la vida superior recibieron la cura, pero siguieron viviendo de la misma forma, sin cambiar nada.
Esto atrasó a la humanidad rápidamente y la Jerarquía Celeste tuvo que contener los impulsos de los Planes de Redención del Padre Eterno entre pocas consciencias, entre las menos preparadas.
Hasta ahora, esto sigue así y un verdadero cambio, que es urgente, podría revertir la ausencia de la vida espiritual de la humanidad. Su Padre sabe que la humanidad no hace lo suficiente para cambiar, porque la consciencia terrestre de los seres humanos adoptó modos y formas de vida involutivos, que en la mayoría de los casos han borrado la consciencia del alma.
¿Qué hacer?
Los más despiertos a la vida de oración deberán hacer el doble del trabajo espiritual y evolutivo por el resto de la humanidad que no lo hace. Pero todo caerá al suelo por su propio peso y el tiempo del Juicio Universal llegará para reconfigurar y transmutar al planeta y, así, prepararlo para los mil años de paz.
Mientras todo está por suceder, las almas orantes del planeta deben recordar la presencia de los Espejos del Cielo y, a través de sus plegarias, recibir los impulsos de Luz que emanan de ellos para todo el universo.
Si la respuesta de ustedes por la vida superior fuera positiva y verdadera ante la Creación, el impacto hacia el universo sería más grande que el que Cristo generó cuando venció a la muerte en la Cruz.
Todo comienza en el amor; por eso, es lo primero que el adversario hace desaparecer del corazón de los hombres.
Luchen por la Nueva Humanidad y no bajen los brazos. Su Madre los acompaña en unión a los Espejos del Cielo. Hagan restablecer el Reino de Dios en este mundo.
¡Les agradezco por responder a Mis planes de Paz!
Los despierta a la vida del espíritu,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
¡Paz, eso es lo que le falta al mundo!
Por eso, hijos, con Amor y Misericordia vengo a establecer el Reino de la Paz de Dios y así desterrar de esta humanidad las acechanzas de una crueldad interminable.
Yo vengo para enseñarles sobre el amor, la constancia y la paz, síganme con confianza y no teman, están en Mi Corazón y Yo estoy con ustedes todos los días de la vida.
La tensión diaria cesará. Esa es Mi promesa para los orantes y los buenos.
Sean mansos y perdónense, así las uniones internas con el universo no se cortarán.
No teman por Mi adversario, su juego de mentira y confusión nunca llegará a reinar.
Por eso, con Mis pies piso la serpiente del engaño terrestre y les doy Mis Gracias como un bálsamo de Luz para sus vidas.
Hoy descansen en Mis brazos y duerman, duerman en el espíritu de Mi maternidad y protección.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los anima a vivir el Plan de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Yo soy la Estrella de la Mañana, la que ahora brilla en el firmamento de Aurora para dar la señal del comienzo de este encuentro entre corazones y almas.
Bienaventurados sean todos los que se congregan a través de la Presencia de Cristo, porque a partir de hoy estarán glorificando Su Nombre santo y bendito, así como fue glorificado el día de Su santo nacimiento.
Hijos Míos, reciban entonces de vuestra Madre Celeste la guía para los tiempos que llegarán, confiados en vuestro camino de redención, siguiendo los pasos de vuestra Madre Peregrina que los reúne en este sagrado cenáculo de amor para que encuentren para siempre la Luz Redentora de Mi Hijo.
Hoy la Aurora de Mi Corazón resplandece en su Gloria interior y convoca a los corazones para que reciban del Reino de Dios, la Gracia de sentirse dignos en el Señor.
Queridos hijos, abran vuestros corazones para que ingrese el Espíritu de Cristo y así se sientan unidos a Su Amor Universal. Dejo para todos un camino de esperanza y de verdad a través de la escuela de oración que son invitados a vivir en estos tiempos.
Hijos, hoy los bendigo y les doy la Paz, la Paz de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica en la Divina Unidad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy he venido al mundo por segunda vez en Gloria para que la puedan conocer, para que puedan conocer el poder de Mi Gracia.
Ante vuestros corazones está el Trono de Dios, dichosos de aquellos que ingresan en él, con humildad en el corazón.
Ahora, escuchen Mis Palabras.
Hace dos años, en este simple lugar, les pedí que se reunieran en Mi Santo Nombre, para orar durante dos días la Coronilla a Mi Divina Misericordia.
Las almas que Me seguían y las que no Me seguían se fueron congregando como Mi nuevo rebaño para responder así a Mis Pedidos.
A lo largo de estos meses, vuestras vidas conocieron los poderes de la oración, encontraron en la fe el sentido verdadero de la vida y transmitieron esta invitación espiritual de hermandad a aquellos que no conocían a Jesús ni a Su insondable Misericordia.
Después, fueron llamados a participar de la unión perfecta y reparadora a través de Mi Sangre. Oraron a Mi lado cada una de las cuentas de la Coronilla y colocaron su esperanza en el océano misericordioso de Mi Corazón.
Más tarde, compañeros, abrieron las puertas de vuestros corazones y de vuestros hogares para darme a conocer, pero tal vez no encontraron grandes resultados ni profundos cambios. Pero sepan, Mis orantes, que por vuestra fidelidad Yo estuve entre los suyos, y así Mi Corazón comenzó a resplandecer en la consciencia de todos. Tomaron conocimiento de la verdadera vida del espíritu y más tarde tomaron consciencia de cada una de vuestras deudas.
En esos momentos, Mi Corazón estuvo entre ustedes para ayudarlos a caminar en la sagrada confirmación de Mi Camino Crístico.
Ustedes cayeron y se levantaron, Me abandonaron y retornaron a buscarme una y otra vez. Murieron muchas veces a través de Mi redención y resucitaron de la tumba de este mundo infiel.
Ustedes pasaron a ser Mis discípulos, se consagraron y Me llevaron a vuestras familias, a vuestros trabajos y amigos; llamaron a todos para que regresaran a Mi Corazón. Y así, por vuestra oración misericordiosa Me glorificaron humildemente.
Ahora que hoy están de nuevo frente a vuestro Guía y Pastor del Amor, ¿han visto los sagrados resultados de esta fusión eterna con Mi Amor? Sí, muchos los vieron y los seguirán viendo. Así, abandonarán vuestras raíces y saldrán de este eterno cautiverio que representa la vida material.
Entonces, hijos de Mi Padre, ya más despiertos, son invitados a meditar sobre vuestras vidas, son llamados por Mí para tornar vuestros corazones en templos dignos del Señor, porque la señal de Mi Retorno, para mañana, 5 de agosto de este año definitivo, estará presente ante vuestros ojos.
Yo Soy Cristo resucitado. Yo Soy Cristo ascendido. Yo Soy Cristo misericordioso y ahora Soy vuestro Rey glorificado, que viene antes de que todo suceda para recordarles que no deben olvidar a Dios en estos tiempos ni tampoco Sus Planes que cada uno deberá cumplir ante el Universo Divino.
Queridos compañeros, extiendan vuestros brazos hacia Mí y acojan a Mi Corazón manso y pacífico.
Vengo a través de esta Maratón de oración para revelarles el poder de Mi Gloria, que es el siguiente paso después de Mi Divina Misericordia.
Les dejo Mi Paz y les doy la Paz.
No miraré vuestras deudas, sino todo lo que Me podrán ofrecer durante estos próximos días.
Dichosos de aquellos que ingresarán al Reino de Dios, porque Él estará abierto para todos sobre este lugar santo.
Asuman vuestras misiones y así Me agradarán siempre.
Los convoco a la alegría y a la paz.
Sean en Mí, en estos días.
Bajo la Gracia que proviene de Dios, sean bienaventurados.
Les agradezco por haber llegado aquí, al encuentro de Mi insondable Corazón.
Cristo Jesús Glorificado, ante ustedes y el mundo entero
Queridos hijos:
A pesar de sus errores y pruebas, Yo siempre seré su Madre Celeste porque los comprendo, los acepto en plenitud, los amo y los ayudo a aceptar el tiempo de su purificación.
Por eso, hijos, vengo del Cielo todos los días para que crean que existe una Vida Mayor que evoluciona y que participa todo el tiempo del Reino de Dios. Todo lo que viven, piensan y sienten en su vida material representa una mínima parte ante el macrocosmos que vive otra realidad mayor a la de ustedes.
Queridos hijos Míos, sean pacientes con sus pruebas. El mundo está revuelto, pecador e indiferente, eso los separa de la verdadera realidad que existe en los Cielos superiores.
Hoy, los invito a colocar su mente en el lugar correcto y eso no significa que se aíslen de la realidad de su purificación, solo que utilicen el rayo de la inteligencia para evitar perder tiempo en cosas que no tienen sentido ni propósito.
Si ustedes fueran los que tuvieran que dar el mensaje de paz para el mundo; antes de comunicarlo, les aseguro que, como los Mensajeros Divinos, verían la situación grave de esta humanidad que todavía insiste en practicar algunas cosas que están fuera de la Ley.
Mi Corazón les trae la tabla de la salvación. Cuando existe un verdadero arrepentimiento, pueden ser liberadas muchas situaciones recurrentes y eso es posible por la acción de Mi Gracia maternal.
Queridos hijos, nuevamente les pido que amen su purificación y así sufrirán menos. Como consciencias maduras y preparadas por la Instrucción de Mi Hijo, vivan el fin de este tiempo libres de todos los males y dispuestos a concretar tareas mayores. Mi Corazón siempre los ayudará, cuando tan solo me invoquen en la oración del corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los consagra al Gran Espíritu de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que hoy despierten a la esencia de Mi Plan de Amor. Que hoy comprendan la grandeza del camino en el que coloqué vuestros pies, para que sus almas no se perdiesen de Dios.
Mi manto de luz se teje en lo invisible de este mundo y Mi Corazón une las diferentes expresiones del Reino de Dios en la Tierra.
Hijos queridos, aunque vuestros ojos no puedan ver, ábranse para comprender con el corazón que Yo soy la misma en todas Mis manifestaciones en el mundo y, si bien para cada uno de Mis ejércitos tengo un plan perfecto, en estos tiempos, vengo para unir en esencia y en corazón a todos aquellos que responden a Mi llamado, no importa donde estén. Porque llegará el tiempo en que las circunstancias de esta vida necesitarán encontrar corazones fortalecidos por el espíritu de unidad; de otra manera hijos Míos, Mis planes no podrán cumplirse.
Yo los reúno en este tiempo, como en todos los otros, por un propósito mayor, por un propósito universal, pero muy pocos pudieron comprender lo que Yo les traje como Mensaje de Salvación y de despertar.
En Medjugorje, vine para instaurar el espíritu de paz y de conversión en el mundo entero. Aquí en América, vine para despertar a la humanidad para la concepción verdadera de Dios y que toda la Sabiduría que proviene de Su Espíritu Sacratísimo pudiera ser entregada al corazón humano. Como Rosa de la Paz, vengo para entregar al mundo lo más puro que existe en Mi interior, como última tabla de salvación para las almas.
Les digo todo esto, Mis queridos hijos, porque hoy en este día de conmemoración, tanto en el Cielo como en la Tierra, no pediré solo que vuestros corazones se alegren y oren con gratitud y con regocijo. Hoy les pediré que reflexionen profundamente sobre Mi presencia en el mundo, sobre todo lo que transformé en vuestras vidas y en las vidas de tantas almas.
Quiero que descubran en lo profundo de vuestros corazones la verdadera razón de Mi presencia entre ustedes. Quiero que se abran para unirse a Mis diferentes hijos en el mundo entero, no solo con Medjugorje, deberán estar unidos, en fraternidad y amor, a todos los corazones orantes donde quiera que se encuentren.
Porque es por medio de aquellos que pueden estar más conscientes de Mi Plan que Yo construiré el Reino de Dios y prepararé para Su Hijo el camino perfecto, con las preciosas oraciones de los seres de este mundo.
Hijos, si viven en el espíritu de la unidad, podrán dar y recibir los códigos de luz que deposité en Mis diferentes soldados. Podrán unir este rompecabezas que construí en el mundo, con piezas esparcidas por los cuatro rincones de la Tierra y que, solamente por el espíritu de Absoluta Unidad, se podrán unir y formar el diseño perfecto de Dios para la raza humana.
Mis amados, conmemoren este día con oraciones y alabanzas, con gracia y con regocijo. Únanse a Mi Reino que se enciende en luz en Medjugorje, para redimir y salvar muchas almas, pero también despierten un poco más a la esencia de Mis palabras y no dejen que pasé un año más, sin que puedan vivirlas plenamente.
Yo los amo, los bendigo y los reúno en este cenáculo de redención universal.
Su Madre María, Reina de la Paz, Rosa de la Paz, Madre del Mundo, Madre Universal
Guarda Mi Corazón en tu pequeño corazón. Que esta pueda ser una aspiración profunda en tu vida.
Nútrete a través de Mi Amor. Que esta sea la meta permanente para que encuentres el Reino de Dios.
Busca la Luz de Mi Corazón, para que ella se irradie en tu vida, renueve tus caminos y venza las acciones del mal.
Déjame entrar en tu corazón, para que sientas las cosas verdaderas que te harán comprender lo que nunca comprendiste y que te harán saber lo que nunca has sabido.
Para eso, no necesito nada de ti, solo tu fidelidad absoluta de saber que estás donde tienes que estar y que vives lo que debes vivir, así como el Padre lo ha pensado.
Para reconocer lo que te digo, es importante vivir y escuchar humildemente. Así, los universos de la sabiduría y de la fe colmarán tu vida y ya no serás tú quien vive, sino Cristo quien obra simplemente a través de ti.
Deja, en este día, el espíritu de trabajo por el vacío interior. Quien no esté vacío de sí, podrá entender muy poco de la Voluntad de Dios, porque en verdad no la conocerá.
Los ejércitos se forman en la obediencia a los comandos y es esto lo que construye las bases de la manifestación de la vida espiritual y crística.
Arriésguense ya a no ser nada y en poco tiempo se darán cuenta de que perdieron tiempo en asuntos superficiales, por el simple hecho de controlar algo que no los colmaba.
La vida y sus vidas le pertenecen a Dios y, en ellas, Él puede diseñar nuevos caminos.
Estén atentos para cultivar la humildad, así también se salvarán de sus errores y serán las verdaderas columnas del Plan.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los educa en la ciencia espiritual del corazón,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Antes de que María apareciera, Padre Pio se manifestó delante de nosotros. Él traía en las manos una corona de flores y otras flores sueltas. Rezaba el rosario esperando a Nuestra Señora y, cuando los portales se comenzaron a abrir, colocó en el camino de María las flores que tenía en las manos y, en el lugar donde Ella colocaría los pies, la corona de flores. Cuando María apareció, Padre Pio se arrodilló y tocó con su cabeza los pies de la Madre, permaneciendo así durante todo el tiempo en el que Ella estuvo presente. En el final de la Aparición, él se despidió y se fue junto con María.
Yo soy la Madre de los perdidos y de los desamparados.
Yo soy la Madre de los arrepentidos, de los redimidos, de los rescatados.
Vengan a Mí los pecadores y Yo los santificaré.
Vengan a Mí los incrédulos y Yo les daré la fe absoluta.
Vengan a Mí los valerosos, porque construiré sobre ellos una fortaleza y los congregaré en Mi ejército de paz, que vencerá el mal a través de la oración y del amor al Creador de todas las cosas.
Vengan a Mí los imperfectos, pero valientes, pues se dejarán moldear en Mis santas manos y permitirán que Yo los conduzca en Mis brazos al Corazón del Universo, al Rey de reyes, al Cristo Redentor.
Hijos queridos, no llamo a Mi encuentro a los perfectos, porque Este ya se encuentra en el Reino de los Cielos a la derecha de Dios. Llamo a Mi lado a aquellos que permitirán ser transformados y purificados por el fuego de la oración, y por Mi presencia sacratísima en este mundo.
Hoy traigo a vuestro encuentro a San Pio de Pietrelcina para que vuestros corazones encuentren en él un ejemplo a seguir. Este Mi amado santo, hijos Míos, fue capaz de confiar en Cristo, en San José y en Mi Inmaculado Corazón, sobre todas las cosas. Él estuvo dispuesto a comprender los misterios del Cielo y a vivir en sí los dolores de la Pasión de Mi Hijo, aún cuando todo el mal que existía en el mundo fuera contrario a la misión que estaba recibiendo.
Como a Padre Pio, invito a cada uno de ustedes a entregarse a los Misterios del Reino de Dios, a no permanecer en la ilusión de los días de este mundo, atrapados en la vida común.
Los invito a trascender la comprensión humana y a comprender los milagros celestiales, porque los vivirán en sí mismos.
Pero sepan, Mis queridos, que aquellos que se disponen a seguirme, deberán estar dispuestos también a enfrentar al mundo y a sí mismos. Deberán vencer el miedo que habita en vuestras células, miedo de no ser aceptados por los demás, miedo de no ser amados por los seres de este mundo, miedo de no ser comprendidos, miedo de ser perseguidos.
Hoy les digo que la Gracia que les ofrezco es puramente interior, sin embargo aquel que la viva plenamente no dudará en negar la gloria del mundo y abrazar el sacrificio y la renuncia, por toda la Gloria que vivirá en los Cielos.
Mis amados, Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida y dio el ejemplo a todos de cómo se llega al Reino de los Cielos: amando sin ser amado, donando sin recibir nada a cambio, sufriendo por los que los persiguen, vertiendo sobre los injustos y pecadores la Misericordia que se imprimió en Su propia sangre.
Y aquellos que siguieron Su ejemplo, nuevamente dieron muestras al mundo de que es posible vivir la transformación en Cristo y fundirse con Él, incluso viviendo en sí mismos los misterios de Su Pasión.
Vengan a Mí los pecadores y Yo los santificaré.
Vengan a Mí los que, con coraje, abandonarán el mundo y sobre todo a sí mismos, porque Yo les mostraré el Reino de Dios.
Vengan a Mí los que no temen renunciar y que aprenderán a amar el sacrificio, porque Yo les mostraré el Rostro de Dios.
Esta, Mis amados, es Mi única promesa: sacrificio, renuncia y oración, para que aprendan a amar y perdonar, para que vivan la redención.
¿Quién extenderá las manos para aceptar lo que Yo les entrego?
¿Quién vendrá a Mí todos los días?
¿Quién se dejará guiar al Corazón de Cristo, más allá de la purificación de este mundo?
Los aguardo, los amo y los conduzco siempre.
Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz
Como el Soplo del Espíritu Santo sobre los apóstoles de Cristo, hoy este Soplo Divino inunda sus espíritus, para que viviendo el ciclo de la rehabilitación interior, confirmen ahora su unión con Cristo, Nuestro Señor.
Así, Mi Hijo encontrará apóstoles dispuestos a servirlo por encima de todo, porque verdaderamente su purificación es el preámbulo para ingresar al estado de la Consciencia Divina.
Entre sus seres terrestres y el alma de cada hijo Mío no puede existir ningún abismo que los separe del Propósito y del cumplimiento de la tarea que Mi Hijo les encomendó desde el principio.
Ahora, este Soplo Divino los llevará al descubrimiento de todo aquello a lo que le ha llegado la hora de vivir su muerte para que, cruzando el portal hacia los Cielos, sus células se divinicen en Cristo, el Señor.
Entre un ciclo y otro encontrarán los abismos de la consciencia, abismos que deben ser iluminados por el poder del amor y de la unidad entre las almas. Esta es la llave que les abrirá la puerta a la liberación de sí, y crean desde ahora que deben dejarse amar y deben abandonar el calvario que por incomprensión están viviendo en ustedes mismos.
Sus almas deben estar en constante unidad y fraternidad, los pareceres y las ideas concretas ya no pueden reinar en el pensamiento colectivo de las almas. Su fuente de renovación debe ser el Amor de Dios, Amor que todo lo soporta, todo lo perdona y todo lo entiende.
Así, estarán libres de mirar todo el tiempo la imperfección y despertarán a las virtudes de la unidad y del amor que Mi Hijo les enseñó. Por eso, hijos, están a tiempo de recapacitar y de no permitir que las ideas de Mi adversario invadan por completo sus consciencias.
Ya comenzó la batalla espiritual del fin de los tiempos que vendrá de la mano de la purificación acelerada e intensa que muchos enfrentarán, para después poder ingresar en el Reino de Dios.
Durante la batalla, será el momento en el que deberán estar más unidos que nunca, para que el Soplo Divino de la Sabiduría los coloque siempre en el camino correcto. De esa forma, podrán colaborar y ayudar a que todos los que se perderán, por ignorancia o por engaño, se coloquen en el camino correcto.
Sean testigos de todo el Legado Divino que les ha sido entregado. Nada es por acaso, ese Legado será su fortaleza y su conocimiento, así como también lo serán Nuestros Sagrados Corazones.
Les agradezco por responder en consciencia a Mi llamado por la paz, en este tiempo de batalla espiritual del fin de los tiempos.
Los reúne en el Corazón Luminoso de Cristo,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Todos los días al mediodía, cuando se cumple en esta parte del mundo esa sagrada hora, un océano infinito de Gracias Reparadoras es derramado desde Mi Purísimo Corazón de Madre.
Son estas Gracias extraordinarias las que en este tiempo permiten concretar la conversión del corazón y deseo en este día, que este anuncio quede claro para todos. Vuestro Padre Eterno Me ha permitido hacerles saber cómo la humanidad entera, en este horario, piensa solo en alimentarse de las cosas del mundo en vez de alimentarse del espíritu que ofrece la oración del corazón.
Hijos, vayan y testimonien Mi mensaje; espero que ustedes puedan dar el ejemplo de una vida redimida por Mi Inmaculado Corazón. Hoy les doy a conocer la sabiduría celestial, aquella que ha permitido a través de Mi intercesión ayudarles e instruirles con amor materno.
Por eso, hijos, necesito que abran vuestros corazones y reconozcan las Leyes diarias de vuestro Padre, quien los espera siempre para entrar en verdadera comunión y en verdadero alimento para vuestros espíritus.
Como vuestra Madre, los llevo a caminar por los senderos seguros para que algún día encuentren la paz del corazón.
Entonces, Mis hijos, dejen que Mis pies marquen vuestros caminos para que, unidos a Mi Corazón, despierten a la importancia de buscar antes que nada la unión con el Reino de Dios.
Los bendigo siempre y oro por vuestra sagrada misión.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los abraza con especial maternidad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que se abran las puertas de los Reinos de los Cielos y las esferas sublimes y celestiales desciendan en Gloria al reino de este mundo para transformar y despertar a todas las criaturas de esta Tierra bendita.
Mis amados, alégrense y regocíjense todos, pues de forma extraordinaria desciendo al mundo para derramar, una vez más, un río de Gracias sobre la humanidad.
Mientras el mundo duerme, que aquellos que están despiertos amen el sacrificio y la entrega absoluta.
Mientras el mundo deja que se apague la propia llama interior y la fe se desvanece de la consciencia de la humanidad, que aquellos que están a Mi lado sean inquebrantables y que no existan dudas extrañas que les quiten la fe que deposité en sus corazones.
En tanto la angustia y el miedo toman los corazones de aquellos que no cumplen con los designios del Creador, que Mis soldados se alegren e incluso ante la gran tribulación planetaria, sean fuertes, firmes y confíen en el cumplimiento de los Planes Celestiales.
En tanto el mundo teme el colapso de un sistema material, que los discípulos de Cristo solo esperen confiados Su retorno y observen cada acontecimiento como la señal verdadera de que ese retorno se aproxima.
En tanto el mundo se preocupa con el tiempo que pasa y la muerte que llega, que aquellos que Me acompañan abran sus consciencias para trascender los tiempos e ingresar en el tiempo infinito, donde solo existe la eternidad, la unidad con Dios y toda Su creación.
Mis amados, vengo a invitarlos en este día a trascender las leyes de este mundo y todas vuestras predilecciones. Los convido a apartar el corazón de los amores terrenos y materiales, que abrazan solamente lo que este mundo les ofrece, para que entonces conozcan un amor sublime, que todo sabe en profundidad, que vive y ama para cumplir los Planes de Dios y manifestar Su Creación, tal como Él pensó en Su Espíritu Sacratísimo.
Mis queridos, estos son tiempos de salir de la vida común y luchar con el corazón para perseverar en un camino que, en poco tiempo y de forma absoluta, irá contra todas las tendencias y energías de este mundo.
Deberán estar fortalecidos por el poder del verbo de los Mensajeros Divinos y nunca dejarse conmover por los procesos internos que vivirán otros o por la purificación del propio planeta.
Abran los ojos a una realidad que la mayoría de la humanidad no es capaz de ver y sepan que, por detrás de todas las pruebas de este mundo, existe un Gran Propósito que busca fortalecerlos y confirmar vuestros espíritus en la adhesión al Espíritu Sacratísimo de Dios Todopoderoso.
Que la fe en vuestros corazones jamás se disipe. Que la esperanza en el retorno de Mi Hijo se fortalezca y crezca, como una verdad que no perece en el interior de Sus discípulos y apóstoles.
Muchos solo creerán en Su retorno al verlo cruzar el Cielo y colocar Sus Pies en el suelo de esta Tierra, así como lo fue en Su Resurrección. Sin embargo, bienaventurados serán aquellos que saben que Él vive, así como sabían que Él era el Mesías; y saben que Él retornará, así como sabían que vencería la muerte. Esos serán los que perpetuarán Su Presencia en el mundo.
Eleven hoy, a los Cielos, la infinita gratitud de vuestros espíritus por estar siendo guiados directamente por Dios y por aquellos que son el eco de Su Voz y la manifestación espiritual de Su Voluntad para todo el Universo.
Mis amados hijos, les dejo Mi bendición y Mis más preciosas Gracias para que, con amor y valentía, puedan transitar por las pruebas que vendrán.
Que Mi amada hija que hoy se renueva en Mi Corazón sea fortalecida por el poder de Mi Amor.
Únanse unos a los otros y ámense siempre. Vivan los principios del Reino de Dios.
Yo los amo y espero encontrarlos con fe y paz interior.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos:
Sepan que Yo Soy vuestra Sagrada Madre y que siempre los colmaré con Mi Amor Inmaculado desde el silencio del espíritu.
Por eso, que hoy se abran las puertas de la reconciliación y que los más desprotegidos reciban de Mi Corazón la esencia de la redención.
Hoy estoy entre ustedes para traerles Mi Misericordia, aquella vida divina que todo lo renueva y permite despertar en los corazones el camino de retorno al Padre Celestial.
Queridos hijos, vean la inmensidad del Reino de Dios que siempre los congrega para amar, perdonar y servir en la plenitud de la verdadera entrega.
Hoy reciban de Mi Corazón la bendición para vuestras vidas, para que unidos a Mi Espíritu Virginal encuentren el aliento para seguir adelante.
Hoy les dejo la unión con Mi espíritu, los reúno a todos en el cenáculo de Mi Corazón, donde siempre podrán estar unidos en esencia a Mi Amor Materno.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
La negligencia ha llevado a la humanidad entera a tener acciones y actitudes contrarias al Plan del Creador, porque por detrás de cada estado interior, conocido o desconocido por ustedes, se encuentra un motivo que no está de acuerdo a la necesidad del Plan Mayor.
Por eso, hijos, su Madre Celeste, Madre de la Justicia de Dios, viene al mundo para desterrar estos estados que llevan al camino del error y del estancamiento del espíritu en cada ser.
Atentos a todo, abiertos a escuchar lo irreconocible y simples para recibir la instrucción del Cielo y de la Tierra; ustedes, Mis hijos, podrán percibir los diferentes grados de la condición humana y de su decadencia a lo largo de los tiempos.
Pero para que ese patrón de conducta, que fue gestado como algo normal, pueda cambiar, la constancia y el esmero en descubrirse a sí mismo serán las llaves que abrirán la puerta para poder liberar todas las condiciones humanas.
Para formar parte de la nueva sagrada familia de la humanidad, aunque estos estados internos y ocultos actúen y se manifiesten por sí solos, sin posibilidad de mantenerlos neutros; la oración, la instrucción y la perseverancia por encima de ustedes mismos, los ayudarán a encontrar el camino del vacío de sí, a pesar del gran desierto que enfrentan en estos tiempos.
La hora de su purificación marcará el momento de poder limpiar y curar todas estas cosas que como la negligencia, hasta los días de hoy, llevan a la humanidad por el camino incierto de una ilusión “renovadora y deseada por muchos”.
El manto de la humildad los protegerá de todo y sepan, hijos Míos, que en el momento de percibirlo todo, Yo estaré desde el Cielo alentándolos a la liberación de sí y a que reposen en los brazos de Mi sagrado recogimiento.
Cuando comiencen el camino de su purificación, será la hora de poder redimir todos los hechos y todas las acciones que ya no son parte de una vida santificada en el Señor.
Su unión inmediata y su amor al prójimo, a pesar de las diferencias, los harán libres y dichosos para recibir la Gracia del Reino de Dios. Pero mientras su búsqueda de todo lo que está equivocado queda visible ante los ojos internos de los valientes, no se desanimen hijos, esta escuela que viven promete la inserción en el camino espiritual del corazón, en el camino crístico de Mi Hijo amado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los instruye, en consciencia y amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que hoy reine la paz entre los hombres y Dios, porque habiendo resucitado el Salvador en el corazón de los simples, nuevamente la Luz vence al mundo y el Reino de Dios tiene Su victoria sobre los enemigos, llevándolos a la rehabilitación para después vivir la redención del corazón.
Queridos hijos, los ángeles cantan en coros: ¡Aleluya! Jesús resucitó entre los muertos y estableció la Voluntad Suprema en las consciencias que estaban perdidas.
Por eso, hijos, vivan este día como un día de redención y de liberación interior. Cristo salió del sepulcro para demostrar que el Espíritu eterno nunca muere y que silenciosamente actúa en los corazones que lo acogen con gran humildad.
Eleven las manos al Cielo y den gracias al Creador por haber enviado al Redentor de todas las eras y de todos los siglos; porque ustedes habiendo reconocido y aceptado que Jesús resucitó en Su mayor Gloria, han abierto las puertas de Su Misericordia para que llegue a sus semejantes.
Queridos hijos, reúnanse en constante alabanza y permitan que Dios Creador participe en Gloria de la obra que ha hecho Su amado Hijo.
Ahora que sus cadenas se rompieron y sus almas se liberaron del naufragio, vean frente a ustedes el nuevo puerto que los recibe para comenzar a recorrer nuevos caminos, los caminos del Señor.
Su unión con Mi Hijo los hará fuertes y al mismo tiempo los ayudará a encontrar el camino de la santa humildad.
Revelen al mundo su rendición y sepan, hijos Míos, que su Madre siente gozo y alegría, ya que muchos corazones pudieron reconocer al Salvador como el único Maestro y Redentor.
Rehabilitados por este domingo de Resurrección, crucen las puertas de la nueva consciencia y, a través de su escuela de purificación, renuncien a lo que sea, esperando en silencio todo lo que Dios con Su Amor les enviará.
Así, queridos hijos, sean dignos en el Señor y dichosos en este día de gran resurrección planetaria para todas las almas perdidas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los encuentra en júbilo, en este día de resurrección espiritual,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Que en tiempos sin paz solo exista el amor. Vuestra Madre Celeste los reúne en el regazo predilecto del Corazón de Su Hijo para que puedan recuperar la absoluta confianza en los Planes del Creador.
Deseo en este día que vuestras almas continúen confirmándose al Padre Celestial, pues el Eterno Dios de la Divina Misericordia contará con vuestro sí, para que puedan vivir la transformación de la vida y del espíritu.
Con vuestros corazones elevados al Reino del Padre Celestial, permitirán concretar pronto Mis planes de paz, porque así vuestras esencias serán flores en los altares del Cielo.
Queridos hijos, hoy vengo nuevamente en búsqueda de los apóstoles de Mi Hijo, vengo a buscar a todos aquellos que, consagrando sus vidas a Mi Inmaculado Corazón, dieron el sí al Plan Divino del Creador.
Por eso, hijos, no se cansen de transitar todos los días entre las pruebas y los sufrimientos de la vida; ofrezcan a Dios vuestros esfuerzos y caridades, para que Su Corazón ultrajado sea glorificado por los tiempos que vendrán.
Caminen en confianza hacia Mis brazos, de esa forma los sostendré en las caídas como en las pruebas; por eso reciban Mi Amor Maternal como bálsamo y como cura para vuestras vidas.
Dios espera que, con vuestros sacrificios y entregas, la humanidad entera pueda ser elevada a otro estado espiritual e interior. Necesito, Mis pequeños, que sigan Mis pasos de Madre, ya que siempre los apartaré de los abismos y de las circunstancias que Mi adversario genera para todas las almas.
Hoy dedico la atención a los más necesitados y desprotegidos de espíritu. Vuestra Madre Celeste los reúne todo el tiempo en la esencia del Reino de Dios, para que recuperen en vuestras vidas los dones que se desvanecieron y se perdieron de vuestro interior por el sufrimiento.
Queridos hijos Míos, los tiempos de definición están golpeando vuestras puertas, Yo, desde el Cielo, vengo para extenderles Mi mano salvadora. De este Centro Mariano de devoción y fe deberán surgir los discípulos de Mi Hijo para que, amando Su Santa Palabra Redentora, profesen la conversión que lograron y declaren al mundo el Amor Misericordioso de Mi Hijo Jesús.
A vuestro lado, hijos, rezo por ustedes para que algún día despierte vuestra total consciencia a la luz divina que desde el universo se anuncia a la humanidad en transición.
Quédense entre Mis brazos y confíen en Mi Hijo Jesús, Él nunca les fallará, Su Misericordia es grandiosa y compasiva.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los congrega en el Amor de Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy Me voy de aquí feliz y agradecida.
Queridos hijos Míos:
Por medio de estas palabras maternales, nuevamente por la acción y la gloria de la Gracia de Dios, hoy Me presento ante vuestras almas, donadas a Mi Corazón desde el principio y dispuestas a servirme hasta el fin.
Hoy les revela Mi Corazón que en este tiempo sin paz, Yo los vuelvo a reunir entorno de la sagrada mesa de nuestro Señor Jesús para que vuelvan a comer de Su Cuerpo y a beber de Su Sangre.
Mi única finalidad, hijo amados, es hacerles recordar el Reino de Dios, el que en estos momentos es muy olvidado y sustituido por las tendencias del mundo, las que apagan el fuego del corazón de muchas almas.
Por las cosas que desvían del Plan de Dios a las almas y a toda la humanidad sedada por las artimañas del enemigo, vuestra Madre de la Paz y de la Gracia regresa para restablecer el Reino de Dios, la vida suprema y la misericordia en todo lo que parece irreparable e impuro. Pues ahora Mis ojos celestiales ven y acogen las ofertas de todos Sus hijos que son el impulso interno para poder concretar, junto a los ángeles del cielo, el momento del gran cambio planetario.
Rezaré por ustedes hasta los últimos días cuando algunos, que ya serán dichosos, verán venir entre las nubes a Mi Amado y Glorificado Hijo. Las faltas de la humanidad de hoy y sus consecuencias futuras pueden ser aplacadas por la luz de la Misericordia de Mi Hijo.
Vengo para que diariamente lean Mis mensajes y los hagan parte de vuestras vidas y ritmos diarios. Deseo que la verdadera consciencia pueda despertar en todos Mis niños.
¡Les agradezco por acompañarme en este nuevo ciclo!
Los ama siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz de Dios
Estoy aquí para pedirte, silenciosamente, que te unas a Mí y no te separes.
En el misterio de las pruebas existe el camino del gran paso a la trascendencia.
Mi Proyecto para tu pequeña vida es transformarte en un instrumento nuevo, siempre disponible, para cuando sea necesario y oportuno ayudar a las almas del mundo.
Después de esta vida, existirá otra mejor que la que has experimentado. Por eso, ten los recaudos necesarios para vivir, en esta vida, Mi santa Palabra.
He venido para pedirte algo que va mas allá de tus expectativas y aspiraciones. Yo vengo a pedirte tu íntima confianza en Mi Sagrado Corazón, porque cuando las almas confían en Mí, muchas decadencias humanas son suplidas por Mis Rayos de Misericordia y todo es transformado por los dones de Mi Luz. De esa forma, las almas no pierden la oportunidad de reencontrar el consuelo que tanto les falta.
Yo vengo para unirlos a Mi Padre, a la gran Emanación Universal del Amor y de la Unidad. Solo les pido que no pierdan el camino de la santificación.
Para poder vivir los cambios actuales, deben fortalecer vuestra fe en Mí, eso les permitirá borrar las dudas y las preocupaciones.
Cuando un alma se esmera en buscarme todos los días, podrá saber que en sus últimos días Mi Corazón la recordará e irá al Reino de Mi Padre.
No teman enfrentar aquello que no pueden enfrentar, el Señor les envía Su Gracia suprema a través de Mi sagrada Presencia en este día.
El Señor los reúne en una sola consciencia de paz para que, en estos tiempos, la redención pueda despertar en todos.
Yo les doy la seguridad que tanto buscan dentro de ustedes. Yo les doy Mi sincero e inseparable Amor del Corazón.
Bajo la Gracia de Dios que los reúne y los sana, sean bienaventurados.
¡Gracias por vivir en Mi Corazón!
Cristo Jesús Glorificado
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más