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Hoy vengo del Cielo uniendo las faces de la Rosa de la Paz y de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad para ofrecer al mundo lo que de más puro hay en Mi Corazón, aquello que Dios depositó en Mi Consciencia y en Mi Esencia al crearme parte de Su Parte, emanación y prolongamiento de Su Divino Espíritu.
Con esto, hijos Míos, preparo sus corazones para los tiempos que vendrán, porque en el año que llegará, sus espíritus deben estar fortalecidos en la humildad, plenos en el servicio, fundamentados en el sacrificio, confirmados en la entrega y renovados en el amor. Estas son las llaves que hoy les traigo, para que no solo soporten la transición de los tiempos, sino que sean triunfos en el Calvario, victoria en la cruz de estos tiempos.
Hoy, hijos amados, abro Mi Corazón y en él les doy a conocer la pureza del origen, la esencia de la vida, el Amor primero que impulsó a su Creador a manifestar la vida, para que así sean colmados por la verdadera esencia de la existencia, no solo de la humanidad, sino de toda la vida.
Hoy le digo que sus historias ya fueron escritas en el Pensamiento y en el Corazón de Dios desde el origen. El Creador contempla con ojos de compasión y de esperanza cada aprendizaje que viven, cada error y cada triunfo, cada paso y cada retroceso.
Todos los seres de la Tierra tienen en su camino opciones duales para escoger, porque este es el aprendizaje de este planeta, como de este Universo. Deben aprender a escoger la luz, el amor y la Voluntad Divina, a pesar de todos los estímulos e impulsos que los llevan a vivir lo contrario.
Todos los seres de este Universo, al tener sus esencias creadas, recibieron de los Arcángeles el Plan de Dios, el Plan perfecto del Creador para esta nueva vida. Y recibieron de los Señores de la Ley y de los Ángeles de la Justicia y de la Evolución Universal el camino que representaba lo opuesto a sus pasos evolutivos, el que está escrito no para ser vivido, sino para ser vencido
Eso es así, hijos Míos, porque anteriormente a la existencia de las criaturas materiales, anteriormente a sus vidas, incluso como esencias, en el principio de la Creación existían consciencias espirituales, universales y solares que, debido a sus errores, manifestaron la dualidad.
Este Universo, como consciencia viva y parte de la Creación Divina, debe revertir un error muy antiguo, que hoy, sus pequeñas mentes no son capaces de comprender, pero que aun así deben ser conscientes del triunfo que deben generar a través de la renovación del amor en sus esencias.
Su evolución, hijos Míos, es semejante a una amplia playa, en donde un simple grano de arena puede cambiar el destino de toda la vida que habita en ella. Misteriosamente, así es la evolución humana, y así deben comprender que el misterio que habita en sus esencias es tan inmenso, profundo y con un potencial de revertir los errores del pasado tan grande que sus corazones se pierden dentro de él y lo desconocen.
Hoy, hijos Míos, vengo a hablarles a sus almas, las que sí son capaces de comprender lo que les digo; las que saben que, a pesar de ser pequeñas, guardan en sí un puente hacia un Dios Eterno.
Con eso, solo quiero conducirlos a la comprensión de la amplitud de la vida, para que no permanezcan en lo que es pequeño y superficial en este ciclo que se presenta, sino para que ingresen en este año definitivo con consciencia, hijo Míos, consciencia de la responsabilidad que tienen ante la vida, no solo de este planeta, sino en este Universo y más allá de él.
Es por eso que hoy les entrego Mi Rosa de la Paz y la coloco en lo profundo de sus corazones. Hoy les entrego los dones de Mi Divina Concepción, para que todos despierten para lo que fueron creados, concebidos por el más profundo Amor Divino, y sean así consecuentes con la misión que Dios les entregó desde el principio.
Yo los amo. Con Mi Espíritu los bendigo y con Mi Corazón le agradezco por responder a Mi llamado.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Reina, Madre y Abogada vuestra
En las altas Esferas Celestiales, muy próximo a la Fuente del Padre Celestial, se encuentra un estado de Consciencia Divina en donde su Reina, Madre y Abogada vuestra, intercede por las causas imposibles.
A ese estado de consciencia, que es un Plano Espiritual y Divino en donde se encuentran las diferentes Jerarquías Angélicas que acompañan a su Madre Celeste en el proceso espiritual de la intercesión, también llegan los Ángeles de la Guarda de todas las almas del mundo. Ellos pueden presentarle al Padre Eterno los méritos alcanzados por las almas buenas a través del servicio, de la donación de sí, de la oración, de la transformación y de la redención de la consciencia. Pero también pueden presentar, silenciosamente, todo lo que no alcanzaron las almas que están perdidas y que aún no despertaron a la poderosa Luz de Dios.
Ante ese escenario, la Reina, Madre y Abogada vuestra, apela ante el Padre Eterno por una Gracia no merecida para alguna situación o causa que está fuera de la Ley. En ese momento, el Padre Celestial le concede a la Reina, Madre y Abogada vuestra, que exponga las razones de Su pedido e intención.
Es así que el Universo Celestial recibe de la Madre Divina la intención que fue manifestada y se procede a entregar un estado de Gracia no merecida, a través de la acción de la Misericordia Divina.
En esa hora, los ángeles reciben la orden del Único de liberar a una consciencia o situación del estado inferior de consciencia y, así, por intermedio de los méritos alcanzados por el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, el alma o la situación recibe la ayuda espiritual que necesita con urgencia.
Ese poderoso y desconocido estado de Gracia Divina permanece latente en el centro de luz de la esencia del alma que clamaba por ayuda, y así se establece la acción de la Ley de la Misericordia, del Perdón y de la Redención.
Ese estado de Gracia permanecerá en la consciencia el tiempo que la misma lo valore y lo reconozca, dentro de sí, por medio de una vida correcta, límpida, pura y simple conforme a lo enseñado en el Evangelio de Cristo.
Mientras tanto, en el Universo Celestial, la Madre Santísima recoge todas las oraciones, ofertas e intenciones que son elevadas por los propios ángeles hasta el Cielo. Y reuniendo todas las peticiones, la misma Virgen Santa las coloca, en una acción de pura humildad, a los Pies del Creador.
En ese momento intercede el Espíritu Santo, la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, para que el alma por la cual se interviene o la causa por la cual se apela reciba la unción espiritual de la Tercera y Divina Persona.
Así, en esa bendición que se concede, el alma o la situación por la cual se interviene es impulsada por la renovación y el perdón; y el Sacramento de la Reconciliación sucede entre el alma y el Universo Divino.
Su Reina, Madre y Abogada, al ver que se restablece la alianza con el Padre Eterno, procede a atender otras necesidades y urgencias, buscando que, más allá de todo, Sus hijos de la Tierra recuperen y vivan en el Amor de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En el principio, Dios pensó y sintió en Su Misericordioso Corazón, que debían existir criaturas tan semejantes a Él, que por amor a la vida pudieran poblar todos los espacios del Universo para poder experimentar la felicidad de estar dentro de Su Reino.
Allí fue cuando nació el Proyecto Divino, porque Sus Hijos, seres de la Tierra y de todo el Universo, eran el mismo Proyecto, el que surgió y se creó por intermedio de los Arcángeles en las Fuentes de Luz.
De esas Fuentes de Luz todos Sus Hijos guardan, dentro de sí, una chispa divina, la llamada Esencia.
Pero cuando se manifestó la primera desobediencia, por parte de uno de los Ángeles de Dios, fue cuando surgió el mal y la oscuridad, estados opuestos a la luz y a la iluminación de la consciencia.
En ese entonces, el Proyecto Divino fue intervenido y para que el Proyecto no se deteriorase, el Padre Celestial decidió Él mismo manifestarse y encarnar en diferentes momentos del planeta.
Fue así para demostrar que Él amaba y ama profundamente a Sus Criaturas y que los amará eternamente, porque nadie más que el Padre Eterno conoce y sabe quiénes son Sus Hijos en esencia y por qué hoy están aquí sobre la superficie de la Tierra.
De esa primera desobediencia surgieron los primeros errores universales. Una acción contraria y opuesta a la Voluntad Divina se creó en el Universo Mental y por último se plasmó en el Universo Material.
A través de acontecimientos y de hechos que llevaron a los Hijos de Dios a salirse de la Ley, una innumerable cantidad de veces, surgió lo que conocemos como la dualidad, que es el sentimiento espiritual, mental y material de encontrarse dividido o contrariado ante los pasos espirituales o internos que debe dar una consciencia al servicio de Dios.
Entonces, Dios volvió a encarnar hace poco más de dos mil años; esta vez, el Padre Eterno decidió que Su Segunda y Divina Persona, el Hijo, llegara a la Tierra a través de una preparación espiritual y cósmica que fuera capaz de revertir el desvío que en aquel tiempo estaba viviendo la humanidad entera.
Fue así que grandes consciencias servidoras del Universo ayudaron en la preparación de la encarnación del Hijo de Dios y a través de la acción suprafísica e inmaterial de Leyes superiores, el Padre Eterno concedió que la Santísima Madre fuera fecundada por el Espíritu Santo y, que a través de un diseño perfecto y sublime, trajera a la Segunda Persona de Dios a la Tierra.
A partir del nacimiento de Cristo, todas las criaturas de la Tierra encontrarían la llave perfecta para disolver y vencer, por sí mismas, la dualidad, la que generaba deudas impagables y la que sigue despertando contrariedad y oposición al Plan Divino.
Esa llave, que abrió y siempre abrirá las puertas, se llama Amor. El Amor de Dios que es sabiduría. El Amor que es entendimiento. El Amor que da ciencia a todo lo que existe.
Por eso, este es el tiempo de volver a trascender esa dualidad dentro de cada uno, colocando todo el ser y toda la consciencia en Dios, en donde siempre encontrarán sentido y respuesta para todo lo que viven.
Porque si existen más consciencias que trabajen todos los días para vencer esa dualidad o esa desigualdad espiritual, ustedes impulsarán a otros para que también lo vivan y lo hagan, y puedan romper la cadena del sufrimiento y de los errores milenarios que solo llevan a la humanidad a la oscuridad y a la confusión.
Si su consciencia está en Cristo, nada será dudoso ni confuso, porque en Cristo estarán en sabiduría, estarán en discernimiento, para que en estos tiempos tan complejos no sean confundidos en el camino de fe que decidieron recorrer.
Por esa razón, los Sagrados Corazones vienen a su encuentro como lo hicieron en otros momentos agudos de la humanidad, en los que el camino de la oración y del servicio fueron puentes que llevaron a millones de almas a encontrar su propia redención.
Ahora es el tiempo de llevar a las naciones, como por ejemplo a Argentina, para que no se olvide a Dios, para que su aprendizaje y escuela sea benéfico para todos los que la integran en este ciclo.
Argentina necesita mantenerse protegida de los embates a través de responsables y maduros grupos de oración que, como en una guerra espiritual, no dejen de clamar al Padre y de atraer Sus Dones y Atributos para poder mantener la paz y la unidad interior en los tiempos de crisis, para que ningún hermano se levante contra su hermano, para que exista el espíritu del entendimiento y de la Verdad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Serie – Revelaciones Divinas de estos tiempos
Mi Divina Concepción en unión a la Santísima Trinidad
En las elevadas esferas del Universo Espiritual, lugar en donde está presente el Dios Vivo, existen grandes matrices espirituales, las cuales abarcan grandes espacios de la Consciencia Trina; porque esas matrices son el fiel reflejo de un Principio y de un Propósito de la Voluntad Divina.
Con formas de grandes ciudades-cristal de luz, esas matrices, que son espirituales y divinas, formadas por el aporte del Don de cada Padre Creador, es decir, por la intervención de cada arcángel, guardan elevados principios y atributos de la Mente Divina con el fin de poder proyectar y materializar el Plan y sus diferentes manifestaciones en los Universos.
De una de esas antiguas matrices del Universo Espiritual proviene la Esencia Inmaculada y Pura, proviene la Concepción Divina de la Madre de Dios.
Esos espacios inmateriales, dentro de las esferas sublimes, solo pueden ser visitados y contemplados por los arcángeles, ya que de esas matrices espirituales también emanan principios de la Fuente Creadora; porque esas grandes ciudades-cristal de luz están unidas, vibratoria y espiritualmente, a las doce principales Fuentes del Padre-Madre Creador.
Todo ese sistema evolutivo de vida es una gran corriente de elevada energía espiritual que nutre los espacios de la Creación y, al mismo tiempo, se traslada hacia los demás Universos constituidos: el Universo Espiritual, el Álmico, el Mental Superior y el Material Cósmico.
De esa forma, toda la vida existente es muy beneficiada por esos impulsos que eternamente emanan de las Fuentes Creadoras del Universo Espiritual.
En este sentido, así como la Creación y los Universos se alimentan y nutren de principios divinos que la Mente Única emana constantemente, en este caso, las criaturas creadas a imagen y semejanza de Dios tienen el potencial interior de entablar un contacto con el sentido de su existencia, es decir, de poder retomar la unión con su propósito de vida.
La Esencia de la Madre de Dios surgió, se manifestó y partió de una de esas potentísimas matrices para poder vivir, enseguida, por Voluntad de Dios, una experiencia de amor en la Tierra.
Esa Concepción Divina de la Madre de Dios se formó sin ninguna mancha, dado que no tuvo experiencia alguna ni de sufrimiento, ni de dualidad o de errores.
El Origen Divino de la Esencia de la Madre Mayor se constituyó con base en un altísimo grado de pureza, de amor y de humildad; lo que la llevó a encarnar en la Tierra como un Ser puramente inmaculado y humilde.
Esta característica, poco usual dentro de la Creación del Proyecto de Dios, tuvo un sentido y un propósito desconocido hasta el presente para el ser humano.
En las revelaciones entregadas a María Santísima a través de San Gabriel Arcángel, se expresa que la constitución espiritual de la Madre de Dios es un fiel espejo del deseo ardiente de Dios, de que las criaturas de la Tierra pudieran conocer el Amor del Padre en un aspecto maternal y cósmico.
Toda la sencillez y la pobreza que pudo manifestar la Madre de Jesús durante Su pasaje por la Tierra, eran reflejos del cumplimiento de ese proyecto pensado por Dios para vencer el mal y la dualidad mediante la llegada del Mesías, del Salvador.
Para Dios fue importante, primero, el aporte espiritual, universal y divino de los Padres Creadores, de los arcángeles, para que esa experiencia de divina maternidad y de amor incondicional tuviera un resultado imborrable a través de los tiempos y de las épocas.
El reconocimiento que cada ser de la Tierra puede hacer a la maternidad y a su filiación con la Madre de Dios, espiritualmente, permite concederle a Dios Su Divina Presencia en el corazón de los hombres.
Así, el mal vuelve a ser vencido por el poder del amor maternal, por aquel amor de madre incondicional que es capaz de dar la vida por cada uno de sus hijos.
En síntesis, el deseo de Dios de que la humanidad tuviera una Madre material y espiritual, como María, la Madre de Jesús, fue para romper la cadena que se formó en el principio con Adán y Eva, para que la humanidad, pudiendo reconocer a la Madre de Dios, la Madre de todos, el amor maternal disolviera las raíces del mal y las causas de todos los errores, de época en época.
De esa forma, el proyecto pensado en la Fuente de la Creación, a través de las matrices y con el aporte espiritual de los arcángeles por indicación del Padre Eterno, constituyó la Esencia de María como resultado posible y evidente de aplicar la misma experiencia de amor en todas las criaturas, permitiendo la concreción del Plan y la trascendencia de la dualidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Serie – Relevaciones Divinas de estos tiempos
De la humilde gruta de Belén al Templo de la Circuncisión – Parte II
Luego de los acontecimientos físicos, internos y universales sucedidos en la simple gruta de Belén, algunos días después, San José y su Madre Celeste se prepararon para presentar al Niño Dios en el Templo.
Este ya sería el segundo misterio que se revelaría en aquel tiempo a los hombres al respecto de lo que, espiritualmente, significaría la venida del Mesías a la Tierra.
En aquel tiempo, la gruta de Belén quedó impregnada y colmada de la luz crística. Por cada lugar que el Niño Rey pasaba, atributos y códigos divinos iban siendo depositados en esos espacios como terafines y todos aquellos que, de alguna forma u otra, participaron y supieron sobre el Nacimiento de Jesús en Belén, también recibieron impulsos espirituales que los llevarían a la transformación de la consciencia.
A días de haber nacido el sagrado Niño de Israel, San José ya había hecho los preparativos y rezado sus oraciones con el fin de que Él también atravesara, en el Templo, el proceso de la llamada purificación.
San José llegó al Templo junto con María Santísima y el Pequeño Niño en brazos, solo que, durante el acto de la circuncisión de Jesús, así como lo pide la Ley de Moisés, un hecho inesperado se presentó a través de un humilde sacerdote llamado Simeón.
Ese sabio y contactado ser era uno de los tantos hombres de la Tierra que esperaban la llegada del Mesías y el cumplimiento de las profecías de los Profetas.
En esa instancia de la presentación del Pequeño Niño en el Templo y luego de la circuncisión, Simeón, siendo inspirado por el Fuego Divino del Espíritu Santo, compartió y le anunció una profecía a la Madre de Dios, diciéndole que una espada de dolor atravesaría Su Corazón y, en seguida, repitió una de las profecías sobre el advenimiento de Cristo a la Tierra.
El Templo de la Circuncisión fue el escenario en que, no solo se determinó la consagración total del Niño Rey al Plan de Dios, sino que allí también se vio representado el sacrificio espiritual que Su Madre Celeste viviría, ofreciendo al Pequeño Niño como reparación y expiación espiritual por todos los errores cometidos por la humanidad.
Fue allí, a partir de ese momento, con la presencia de Jesús en el Templo, que comenzó la caída del imperio del mal que en ese tiempo sometía y castigaba a la Tierra, impidiendo la continuidad de la evolución del sagrado Pueblo de Israel.
La llegada del Pequeño Jesús al Templo, en compañía de San José y de Su Madre Celeste, permitió que en esa misma hora se desarrollara una gran intervención divina, la que pondría fin a la decadencia de los hombres y de todas las generaciones humanas por medio de la presencia de Cristo en la Tierra, así como por toda la vida que, de manera incondicional, el propio Niño, después Hombre, donaría por amor a todos Sus hermanos.
El acto de la purificación en el Templo significó el pasaje a otra etapa de ese Plan perfecto, pero silencioso, que el mismo Dios estaba llevando adelante a través de Su Amado Hijo.
Fue a través de la Presentación del Niño Rey en el Templo que la intervención angélica y arcangélica comenzó a suceder directamente en todas las almas de la humanidad de aquel tiempo, ya que era necesario que todo el género humano saliera de su proceso de autodestrucción y de su ansia de poder.
Por esa razón, desde que Jesús encarnó en la Tierra, los seres angélicos y arcangélicos, a pedido de la Madre de Dios, hicieron uso de los más altos instrumentos espirituales y de los más puros Rayos Inmateriales, a fin de que los espíritus en la Tierra vivieran los primeros pasos de la redención.
Para que todo esto fuera posible, el mismo Niño Rey, aun siendo recién nacido, aplicaba ciertas Leyes divinas, las que, a través de su cumplimiento, modificaban la condición espiritual de la Tierra y, al mismo tiempo, abrían los portales para el contacto y la comunicación espiritual entre la Fuente Mayor y los mundos internos, lugar en donde se encuentran las esencias.
Todo el movimiento universal realizado por la presencia de la Sagrada Familia y por la intervención angélica, impidió el avance de las potestades del mal sobre la consciencia humana, la que, en aquel tiempo, era más primitiva.
Esas entidades contrarias tuvieron que presenciar, como castigo, toda la victoria que fue generada desde el Nacimiento de Jesús, hasta la Muerte y la Resurrección de Cristo.
De esa forma, el planeta y la humanidad fueron convertidos y redimidos por el potente voltaje del Amor-Sabiduría.
La alianza que se alcanzó entre el Cielo y la Tierra derrotó y venció los proyectos del adversario.
Ahora, en este tiempo actual y antes de la segunda Venida de Cristo, la humanidad se encuentra en un momento muy semejante al Nacimiento de Jesús, un momento en el cual cada ser humano tendrá la Gracia de vencer a través del amor y de superar y trascender la indiferencia para que Cristo vuelva a triunfar en todos los corazones.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Antes de la existencia de este Sistema Solar y del conjunto conocido como las Nueve Galaxias, las que conforman la agrupación de un universo de vidas, Dios, como Creador y gran expresión del Amor-Sabiduría, deseó profundamente que algunos de Sus Hijos, los Creadores del Universo Material, llamados también de Arcángeles, los grandes Co-Creadores de este sistema de vida, le ofrecieran a cada una de las Nueve Galaxias la oportunidad de experimentar la evolución a través del "conocimiento de sí" y de los llamados "grados de amor".
Así fue que esos grandes seres Co-Creadores llevaron adelante todos los proyectos universales recibidos por ellos como sutiles impulsos espirituales de luz, para luego ofrecerle a los sistemas creados, como el que es conocido como "Vía Láctea", la oportunidad de profundizar en el "conocimiento espiritual" y en los "grados de amor".
Todo esto sucedió antes de la caída del adversario.
En ese tiempo, en todos los Universos se vivieron los primeros mil años de paz, periodo en el cual el desarrollo de la vida, las escuelas internas de aprendizajes y sobre todo, el despertar de los diferentes "grados de amor", le concedieron a este Universo Local, en donde se encuentra este Sistema Solar y especialmente la Tierra, la oportunidad de que en un planeta de altísimas características espirituales como lo es la Tierra, se pudiera llevar adelante uno de los doce más importantes Proyectos de Amor de Dios.
Por esa razón, el planeta Tierra atravesó diferentes ciclos. Los mares, que antes eran ácidos, pasaron a ser alcalinos para que después se volvieran receptáculos de componentes minerales y cristalinos, viviendo así un alto grado de oxigenación.
Los continentes, que antes eran desérticos y fríos, vivieron una readaptación biológica para después convertirse en semilleros de nuevas especies.
De esa forma, el planeta Tierra y toda su atmósfera se convirtieron en un gran vientre de luz para gestar, finalmente, la consciencia del hombre, lo que más tarde fue conocido como Adán y Eva.
En esta primera experiencia de amor, el Padre Celestial aspiraba interiormente a que este Proyecto, tan ansiado por Su Corazón, permitiera corregir y recrear la Creación para que en ella se vivieran grados de amor cada vez más altos.
Ya que, un tiempo más tarde, el Universo comenzaría a vivir las primeras fallas en la evolución debido a la fuertísima caída del ángel desobediente.
A partir de allí, todo el Universo, lugar en donde se vivía la paz, el bien y la armonía, fue escenario repentino de los primeros pasos de la dualidad, una corriente contraria al principio de la Voluntad Máxima; una dualidad que comenzaría a poner en juego la libertad que le fue concedida a todas las criaturas con el fin de que aprendieran a amar, así como el Padre Celestial las ama.
El planeta Tierra fue uno de los últimos lugares en donde esa corriente espiritual de dualidad descendió para poner a prueba, a través de Adán y Eva, el Proyecto de una humanidad unida esencialmente al Reino de Dios.
A través de diversas e inexplicables tentaciones el Proyecto fue siendo alterado y modificado, ya que corrientes espirituales contrarias fueron rompiendo el escenario del llamado "Edén".
¿Por qué el Padre Celestial lo permitió?
En un sentido misterioso, Adán tuvo la oportunidad de poder dar su primer paso en la evolución de los grados de amor y del despertar de la consciencia, si él hubiera sido incondicionalmente obediente a Dios.
Por su parte, Eva hubiera tenido la posibilidad de ser la prometedora consciencia que experimentaría el Aspecto Femenino de Dios mediante el espíritu de la Maternidad, un estado que concedería el nacimiento puro de las siguientes criaturas que vendrían después de ella.
En ese momento, la Tierra, como primera experiencia humana, sufrió su primera y gran prueba, la que, si hubiera sido atravesada victoriosamente por Adán y Eva como representantes de la humanidad de aquel tiempo, habría permitido que esta raza alcanzara un grado de amor semejante al de Jesús.
Ese es el motivo por el cual el mismo Dios, presente en la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, es decir, en El Hijo, decidió encarnar en la Tierra después de mucho tiempo para donarse a Sus Hijos en Amor y en Sabiduría y para enseñarles a todos sobre la Verdad.
Fue en el tiempo preparatorio de la encarnación de Jesús que el Padre retiró de una de Sus Fuentes más puras del Universo Espiritual, uno de Sus Aspectos más elevados y puros, el que fue la base espiritual para la Concepción Divina de quien luego en la Tierra sería conocida como María, la Madre de Jesús.
De esa forma, los Arcángeles, a pedido de Dios, fueron los que prepararon ese escenario para la venida del Mesías, Aquel, quien habiendo dado testimonio de amor y de vida, demostraría en Su máxima humildad, cómo se puede vencer la dualidad para que todo ser viviente de la Tierra pudiera aprender, finalmente, a cumplir la Voluntad que lo trajo al mundo y para transitar por la escuela del perdón y de la redención, caminos internos que llevarán a recolocar la consciencia humana en el lugar que tenía antes de cometer los errores.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Origen de la Sagrada Fuente Femenina
Amados hijos:
Quien en estos últimos once años les ha hablado y les ha compartido el Amor de Dios, proviene de una Fuente peculiar que fue creada por el Universo Ultraterrestre antes de que existiera el Universo Material.
En esa Fuente, la Esencia Divina de quien más tarde sería María, la Madre de Jesús, fue gestada, acondicionada y amorosamente preparada para llevar adelante la gran misión en la humanidad.
Esa Fuente Ultraterrestre del Universo Espiritual se caracterizaba por su altísimo grado de pureza, de amor y por su esencia inmaculada.
El Padre, luego de la caída del Proyecto de Sus primeros hijos, Adán y Eva, pensó en crear un medio y una Consciencia lo suficientemente pura, inmaculada y humilde, que con Su Amor invencible pudiera abrazar a todo el error humano y convertirlo a través del perdón y de la sublime Maternidad.
Fue así que los Padres Creadores, los Arcángeles, recibieron el pedido de Dios y, en los elevados Universos Celestiales, cada Arcángel comenzó a aportar lo mejor de sí, a fin de que la Esencia Femenina que surgiría de la Fuente Creadora llegara a la Tierra para comenzar, como alma y divinidad, con Su especial misión.
La Sagrada Fuente de la Energía Femenina se traslució por medio del Principio de la Maternidad.
En tiempos pasados, el Padre Eterno pensó que era necesario que Sus hijos tuvieran una Madre capaz de acogerlos, de comprenderlos, de ayudarlos y de guiarlos por el camino correcto del bien y de la paz.
Así nació de dos seres humanos, de Ana y de Joaquín, la Consciencia de María, la que desde joven llevaría adelante la misión de gestar en Su Purísimo e Inmaculado Vientre al Niño Jesús, el Redentor.
Una especial coyuntura universal, cósmica y espiritual sucedió durante la gestación de María, así como durante la gestación de Jesús.
Los Arcángeles consiguieron manifestar y atraer hacia el Universo Material corrientes creadoras de energía que contenían altos voltajes de Amor-Sabiduría, así como de pureza esencial y virginal.
En aquel tiempo, la Idea de Dios fue concretada y una vez más, por la Presencia de la Madre de Dios y del Divino Hijo, el mal fue vencido, así como el ángel caído fue vencido por Miguel Arcángel una vez en el Universo.
La existencia de la Consciencia de María, una simple madre de Nazaret, fue el resultado de una experiencia divina y angélica que superó todos los tiempos.
El Padre Eterno, a través de María, nos demostró Su Amor Consolador, nos enseñó cuán grande es Su Misericordia y qué infinito es Su Perdón para con Sus hijos más perdidos.
Dios nos enseñó, a través de María, la universalidad de Su Amor y la presencia de Su Corazón Paterno en todo momento.
De esa especial Concepción Divina proviene María, la Madre de Cristo y Madre de todos.
Ella es la incondicional y eterna abogada entre los hombres y Dios.
Ella es la que espera en el silencio y la que reza por Sus hijos en la quietud de Su Inmaculado Corazón.
Es la que viene al auxilio de los que con sinceridad se arrepienten. Ella llega a todos los pobres y humildes de corazón.
María es la Madre que todo consuela, que todo repara y que todo cura.
Su Corazón sufre cuando Sus hijos se separan de la Verdad y se sumergen en la mentira.
Es la Madre que nunca dirá "no", que siempre dirá "sí" a quien la llame.
Dios nos dio una Madre que muchas veces ofendemos, lastimamos y omitimos con nuestra indiferencia e ignorancia.
Ella es la Madre paciente que espera que siempre vayamos más allá de las apariencias, que podamos sentir el corazón del hermano que busca paz y comprensión.
María nos enseña a amar de verdad para que, en Cristo, caminemos hasta la meta de estar en Dios, para siempre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Hoy vengo a su encuentro como la Esencia Solar de Dios, como aquella Inmaculada Parte nacida de la Fuente de la Creación; la Esencia que bajo el Espíritu Femenino regenera la vida y la consciencia.
Mi Esencia Solar es la que ilumina los mundos internos, es la Esencia que impulsa a las almas a dar sus pasos en el Plan de Dios. Esta Esencia es capaz de recuperar a las esencias perdidas y ayudar en la transfiguración de la consciencia.
Mi Esencia Solar proviene de una Fuente espiritual sagrada, creada y diseñada por los grandes Padres Creadores, los llamados Arcángeles o Elohim.
Mi Esencia Solar es la que siempre ingresa en los planos terrestres para purificarlos y redimirlos.
Quien se une a Mi Corazón Inmaculado se une a Mi Esencia Solar y, de esa forma, entra en comunión con la Creación y con todo el Universo.
Mi Esencia Solar les trae el poder de la transformación y del cambio, como también el ingreso a la consagración total de la vida, de la mente y del espíritu.
Mi Esencia Solar los lleva a encontrar el sentido interior durante la caminata por la senda del espíritu, hasta poder encontrar a Cristo, como el gran Maestro interior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Vendré con el Cetro de la Luz de Dios en una mano y con la poderosa Espada de fuego de los Arcángeles en la otra para separar la luz de la oscuridad, para rescatar a las almas perdidas en los abismos y en la ilusión del misticismo espiritual.
Vendré con la Espada de fuego de los santos Arcángeles para que se disipen algunas tinieblas a fin de que los espíritus que vagan por esta parte del mundo sean expulsados y encaminados hacia otros espacios del universo.
Vendré, en estos días, con la Espada de fuego de los Arcángeles para cerrar con Mis propias manos los abismos espirituales abiertos por la búsqueda desmedida de una espiritualidad basada en el beneficio de muy pocos.
Vendré con la Espada de fuego de los Arcángeles para reunir a los autoconvocados del Plan y para crear las futuras bases de una nueva Arca de Dios, en donde no solo los Reinos se verán ayudados, sino también las consciencias que deberán ser retiradas de una constante ilusión espiritual y mística.
Vendré con la Espada de fuego de los Arcángeles de Dios para traerles de nuevo la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Un camino hacia el Corazón de Dios
Queridos hijos:
Vengo a abrirles un camino hacia el Corazón de Dios, porque la Consciencia de su Padre Altísimo aspira, en este tiempo, llegar a cada corazón humano, para ser Él mismo, el Principio de renovación que los despierta y los transforma.
Tan grande y tan profundo es el Amor del Padre por Sus hijos de la Tierra que, mientras la esperanza se pierde en los corazones que ven el crecimiento del dolor y del caos, el Corazón de Dios crece en esperanza, crece en Amor, crece en compasión por Sus hijos.
El Creador también aprende con la humanidad y se renueva a través de Sus hijos, desde aquellos que siguen Sus Pasos, hasta aquellos que lo niegan, que no lo buscan y no lo conocen; porque estos, hijos, hacen que un Amor Superior surja en el Corazón de Dios.
El Creador de todas las cosas, aparentemente tan distante y oculto para el corazón humano, espera revelarse a la humanidad, como en tiempos pasados y aún más profundamente. Esto es así, Mis amados, para que los corazones despierten definitivamente a la Unidad con el Creador.
En el tiempo de los Patriarcas y de los Profetas, Dios se manifestaba a Sus hijos para conducirlos a un nuevo ciclo. La humanidad de aquel tiempo necesitaba dejar de ser tan primitiva y confundida por el poco amor que había en su corazón.
Allí, el Creador comenzó a construir el camino para el corazón humano, porque los hombres no conocían el Amor, ni el respeto verdadero, más allá de lo que les era impuesto por la mente humana, y no conocían la compasión, que solo nacía humildemente en el corazón de muy pocos.
Dios hablaba a través de Sus Aspectos Divinos y también a través de Sus Arcángeles. El-Shadai se manifestó a los Patriarcas, tiempos atrás, para que ellos iniciaran un nuevo ciclo, un camino de encuentro con el Dios Único, que a todos ama, ampara y guía.
Hoy, hijos míos, El-Shadai vuelve a aproximarse y a revelarse a los corazones humanos, para que les sea mostrado un nuevo camino. La humanidad ya comprende la existencia de un Dios Único, Perfecto y Misericordioso, y ahora debe conocer Sus Faces Universales, la Verdad Cósmica y Superior que se oculta en la Eternidad, donde el tiempo de este mundo no puede llegar, donde el reloj no marca las horas y la evolución es la que dicta el crecimiento de las criaturas y no su edad.
El-Shadai llegó al mundo para que la humanidad despierte para este Tiempo Eterno, en el que las almas reconocen el camino de la Redención y este camino se fortalece por el conocimiento de la Vida Superior, por la vida fraterna y por la trascendencia de la condición degenerada de la humanidad.
Hoy les digo, hijos, que Dios en este lugar, se vale de la pureza de los niños, del esfuerzo de los jóvenes y del amor que nace en el corazón de los adultos que, a pesar de sus imperfecciones y dificultades, no pierden la esperanza de ser diferentes y de expresar, algún día, lo que Dios pensó para sus almas.
Mientras exista ese espíritu de esperanza y esa fortaleza que se basa en la unidad, aquí estará Dios y, día a día, Él les mostrará los milagros que son posibles a través de Su Presencia.
Recorran este camino hacia el Corazón de Dios con humildad y con paz. No sientan el abandono del mundo, no se envuelvan con el caos ni con la escasez de amor del planeta. Sean una fuente de donación de paz y de esperanza, porque aquel que se dispone a dar, siempre recibirá de Dios lo que necesita.
Yo los amo e infinitamente les agradezco por cumplir con su misión y por abrir las puertas de esta Casa al Corazón de Dios.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
No teman, Yo estoy aquí y si estoy aquí, está Dios y todos Sus universos angélicos y arcangélicos.
Si la bestia está agitada es porque está perdiendo la batalla y sus planes malignos se hunden como en la arena movediza.
Su derrota está próxima y todos sus planes se desarmarán, nada que venga de ella reinará.
Su Madre extiende Su Manto y debajo de él, les muestra Sus catorce Espadas, las cuales cortarán y disolverán los catorce aspectos del adversario.
Los Padres Creadores harán uso de las catorce Espadas para vencer al enemigo y todo su reino invasor en la superficie se destruirá a sí mismo, porque el amor de los corazones reinará y ya no se opondrán espada contra espada.
El nuevo Goliat será vencido y arrojado al abismo, hasta que le llegue la hora de su juicio universal.
Mientras tanto, daré Mi Corona de Estrellas a los que Me siguen incondicionalmente y Mi Corona de Luz los guiará por los caminos hacia las virtudes de la Nueva Jerusalén. Así, podrán conocer los Dones que Dios le entregará al nuevo mundo, finalmente liberado del maligno y de su constante condenación.
El planeta nacerá de nuevo y los Cristos, junto a Mi Hijo, cumplirán la profecía de los mil años de paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Los Elohim: Ángeles Dorados
En la Esencia del Corazón de Dios, surgió una vez el gran Propósito de crear la vida y los planos de consciencia.
Como les dije ayer, queridos hijos, los Arcángeles, los llamados Resplandecientes, nacieron de la Inspiración Divina, inspiración que permitió concretar y manifestar los seres arcangélicos y angélicos.
Dios expresó en el Universo Mental Sus doce principales manifestaciones, las que surgieron de la Fuente Purísima. Desde allí, los doce Elohim como Rayos e impulsos de fuego nacieron dentro de la consciencia del Universo Mental Superior.
Desde el momento en que el Eterno tuvo la sagrada voluntad que de Su Esencia Purísima nacieran los Arcángeles, el Universo Mental ya era una realidad vital dentro del Universo Espiritual.
Los Elohim fueron designados por el Altísimo para llevar adelante la organización y la manifestación de todos los universos, en donde en el futuro existiría la vida.
Fue así que, desde el momento en que los Elohim se manifestaron dentro del Universo Mental, las primeras legiones fueron creadas sutilmente en estanques de luz, que son grandes receptáculos y canalizadores de energía divina, anteriores a los Espejos.
Veamos entonces, queridos hijos, cómo la historia divina de la Creación anterior a la vida material fue considerada por el propio Dios un Proyecto de amor y de absoluta unidad.
Sobre la base del amor y de la unidad las Jerarquías Angélicas, los llamados Elohim, desenvolvieron el Proyecto del Padre Eterno y dieron continuidad a la Obra de la Creación.
Los estanques de luz también fueron creados a través de la esencia de la Voluntad Divina y fueron los primeros Elohim los que acompañaron la manifestación de estos estados de consciencia, los que guardaban en sí el surgimiento espiritual de la vida angelical.
Cada Arcángel, como Padre Creador, depositó en los estanques de luz una molécula de los doce Rayos espirituales que estuvieron presentes en el momento del nacimiento de los seres angélicos. Una consciencia angélica nace a partir de la expresión del amor en el Universo Mental y a través de un acto de profunda unión que el Arcángel establece con la Fuente Única.
En ese momento, el Arcángel proyecta sobre el estanque un potentísimo caudal de amor y de unidad y, en consecuencia, el estanque, a través de la agrupación de todas las moléculas de los Padres Creadores, emana una consciencia angélica que está dentro de un precioso cristal de color magenta, azul, verde, blanco o dorado. Cuando la consciencia angélica surge del estanque y hasta que termine de constituirse, el cristal queda suspendido sobre él por un período determinado, al igual que la gestación de un niño en el vientre de su madre. Es la energía creadora y divina que gesta interiormente el propósito de esa consciencia angélica.
El cristal puede contener alguno de los doce Rayos para mostrarle al Universo Mental cuál ha sido la Voluntad Mayor para la tarea y el servicio que el nuevo ángel cumplirá.
Es así que, después de su manifestación como consciencia mental y espiritual, el ángel vive una formación que lo ayuda a desarrollar su misión en el Universo Mental o en el Universo Material.
Después de ir formando los ejércitos de luz, los cuales desde su nacimiento viven el servicio incondicional y la unión perfecta con el Eterno, los Arcángeles comienzan con la construcción y la materialización de las Academias de los Rayos, para que cada ser angélico desenvuelva su propósito ante el Padre.
A continuación, se manifiesta la formación espiritual de los Siete Cielos o de los siete estados de Consciencia Divina, en donde los grandes ejércitos comienzan a poblar las dimensiones celestiales.
En ese momento los Arcángeles definen, bajo la Voluntad Máxima, la misión de cada consciencia angélica, lo que determina a cuál de los Cielos o de los estados de consciencia le corresponderá servir eternamente.
A partir de ese momento, los Padres Creadores asumen el gobierno de los Siete Cielos, para que desde el principio se cultive entre las consciencias la Ley de la Jerarquía.
Según como haya sido el surgimiento de la consciencia angélica dentro del cristal, será la misión que vivirá.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal magenta, significa que el Padre Creador le asignará la misión de vivir el amor, de irradiarlo y de protegerlo en los universos.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal azul, significa que el Padre Creador le asignará la misión de proteger y de vivificar la unidad en todos los universos, como también de ser guardián del conocimiento sagrado de las Leyes espirituales, mentales y materiales.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal verde, significa que el Padre Creador le asignará la misión de ejercer la Ley de Cura y de emanar continuamente la armonía en toda la Creación y en donde él se encuentre.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal blanco, significa que el Padre Creador le asignará la misión de atraer para sí los más altos grados de pureza y de expandirla como esencia hacia los universos.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal dorado, significa que el Padre Creador le asignará la misión de la eterna alabanza al Único, como miembro de los llamados Coros Celestiales, los que atraen hacia los universos los principios de la Fuente de Dios.
Es así que los Padres Creadores envían en misión a todos los ángeles que nacieron de la Fuente a través de los estanques de luz, para que junto a sus regentes arcangélicos asuman la misión de proteger y de amparar la evolución de los universos a través de los diferentes Rayos a los cuales pertenecen.
Los Elohim son parte del Propósito Divino y están representados a través de las doce principales emanaciones de Dios, lo que comprendemos como los arcángeles; a partir de allí, las doce emanaciones formaron los doce gobernantes, y de los gobernantes angélicos surgieron otras doce emanaciones hasta llegar a los ángeles de la guarda.
El Universo Mental no tiene límites y es un estado infinito formado por la Voluntad de Dios. Allí se vive el estado de resplandecencia, lo que significa que cada consciencia angélica genera en sí los más altos grados de amor y de unidad con el Único.
Toda la consciencia angélica existe para proteger y guardar la esencia del Proyecto de Dios dentro de los Universos Espiritual, Mental y Material. Es así que los Elohim pueden penetrar las dimensiones y los planos, aunque sean seres mentales, porque ellos se mueven todo el tiempo por el espíritu de la obediencia y del servicio eterno.
El Padre, desde el principio, concibió a los Elohim como los principales guardianes del Propósito de la Creación y de toda la vida existente en los universos.
Fue así que, a través de los Resplandecientes, surgió la primera experiencia de la Hermandad Cósmica, lo que más tarde se estableció como premisa para todas las consciencias presentes en los diferentes planos.
Los Elohim son considerados también los Mensajeros o los portavoces de la Fuente Primordial para el Universo Material; son los que llevan adelante la concreción del Propósito Divino y son los que impulsan a los ángeles de la guarda para que cada alma viva su misión dentro de la Creación, para así cumplir con la finalidad del Padre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión a cada ángel de la guarda,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina de los Ángeles
La Red de Comunicación de los Espejos Celestes, continuación
Abre tu corazón y vacía tu mente para poder comprender y vivir los misterios de la Creación.
En esa apertura podrás penetrar la esencia del conocimiento, y todo lo que es sagrado en el Universo no llegará a ti solamente como información, sino también como códigos de Luz que despiertan en tu ser para transfigurarte.
Este es el poder de los Espejos, usinas celestes de armonía universal, que concentran dentro de sí todos los atributos de la Creación. Decimos y entendemos como atributos a todos los rayos y corrientes celestiales que los Padres Creadores utilizaron para la manifestación de los planos y de la vida.
Son esos atributos los que permiten, de tiempo en tiempo, renovar la vida universal y todos los ciclos trayendo impulsos positivos que impregnan toda la Creación. Es así, que los Espejos Celestes guardan en ellos el recuerdo de nuestro origen espiritual, mental y material.
En el principio, en el origen, lo que comprenderíamos como la esencia del Pensamiento de Dios, la Fuente creó a los Arcángeles para que ellos crearan a las huestes de luz en el Universo Mental; fue así que en el principio de todo el Universo Mental fue gestado por la existencia de los primeros ejércitos de los Elohim.
Estas Consciencias resplandecientes fueron impulsadas a colaborar con la creación del Universo Material, porque en el Pensamiento y en el Corazón del Padre Eterno existía la Voluntad de que se dieran grandes experiencias de amor que superaran a todas las anteriores.
Los Padres Creadores en el principio crearon, a pedido de Dios, los Espejos Celestes, porque dentro del Universo Material y Mental estos ayudarían en la evolución espiritual de toda la vida universal.
Los Espejos Celestes fueron formados también por doce atributos, doce Rayos o doce corrientes de energía espiritual y divina, que permitirían mantener la historia del origen de la Creación bien guardada y disponible como información lumínica para toda las consciencias que serían creadas a imagen y semejanza de Dios.
Los doce atributos que se expresaron durante la gestación de los Universos Mental y Material emanaron directamente de lo que conocemos como Fuente de la Creación, que es la esencia pura e inmaculada del Padre Eterno.
Desde allí, durante doce ciclos o doce tiempos, los Universos Mental y Material que estaban en formación recibieron estos impulsos espirituales para que se terminara de constituir la vida evolutiva en los diferentes planos.
El primer atributo emanado de la Fuente fue el de la VIDA; Dios en ese momento decretó: Que en todos los planos exista la Vida, la que será visible e invisible, pero que en esencia estará llena de Amor.
El segundo atributo emanado de la Fuente fue el de la UNIDAD; Dios decretó en ese momento: Que toda la Vida que se manifestará a semejanza de la Mía conozca y viva la Unidad para poder alcanzar la Fuente a través del Amor.
El tercer atributo emanado de la Fuente fue el del AMOR; Dios decretó en ese momento: Que el Amor Divino sea conocido por toda la Vida y que la Vida exprese todos los grados de amor para que la evolución avance.
El cuarto atributo emanado de la Fuente fue el de la SABIDURÍA; Dios decretó en ese momento: Que la Sabiduría torne sagrada toda la Vida, que los espíritus ennoblezcan sus consciencias al tener conocimiento del amor y de la unidad.
El quinto atributo emanado de la Fuente fue el de la HUMILDAD; Dios decretó en ese momento: Que toda la Creación sea humilde en su espíritu y constitución, que el verdadero gobierno y evolución lo alcancen los humildes y que toda la vida imite ese sagrado camino.
El sexto atributo emanado de la Fuente fue el de la COMPASIÓN; Dios decretó en ese momento: Que la Compasión absoluta surja en la vida universal, para que las consciencias recuerden que todo está basado en el Amor y en la Misericordia.
El séptimo atributo emanado de la Fuente fue el de la MISERICORDIA; Dios decretó en ese momento: Que toda la Creación viva en esencia la Misericordia y que esa Ley vivifique a quien la contemple en devoción.
El octavo atributo emanado de la Fuente fue el de la POBREZA DE ESPÍRITU; Dios decretó en ese momento: Que la verdadera evolución acontezca en todos los pobres de espíritu, para que nada ni nadie, ninguna tentación los desvíe del sagrado camino.
El noveno atributo emanado de la Fuente fue el del SERVICIO, y Dios decretó en ese momento: Que la cooperación y la ayuda mutua establezcan en los universos el espíritu del servicio; que el amor y el servicio penetren toda la vida para que la fraternidad surja y sea la base de la evolución universal.
El décimo atributo emanado de la Fuente fue el de la PIEDAD, y Dios decretó en ese momento: Dichosas todas las consciencias que imploren a Mi Santo nombre, porque tendré Piedad absoluta de cada una de ellas y así conocerán el poder de la Misericordia de Mi Corazón.
El décimo primer atributo emanado de la Fuente fue el de la ETERNIDAD, y Dios decretó en ese momento: Que todo lo creado conozca, después de su experiencia, la Eternidad; que todos los planos que guardan la vida universal eleven los espíritus para que se fundan con el infinito y así alcancen la inmortalidad.
El décimo segundo atributo emanado de la Fuente fue el de la CIENCIA, y Dios decretó en ese momento: Que toda la Creación y la vida tomen consciencia de las Leyes y que ellas conduzcan, guíen y readecuen toda la vida universal bajo el espíritu de la armonía.
Estos doce atributos fueron guardados esencialmente dentro de los Espejos Celestes, los que también irradian estos principios creadores a todo el universo material.
Los Espejos Celestes son grandes estados de consciencia divina presente en tres planos: material, mental y espiritual, y así se establece en todo el universo un poderoso equilibrio que es sustentado por las consciencias angélicas.
Es así que la Red de Comunicación de los Espejos ayuda en la redención y en la rehabilitación de toda la vida en ciclos y en tiempos diferentes. De esa forma los Espejos Celestes, contando con esos impulsos divinos, se tornan fuentes de emanación de amor y de unidad hacia toda la vida.
La existencia de los Espejos Celestes le recuerda a la vida planetaria que las almas siempre deben aspirar un día a volverse semejantes a un Espejo, no por su potencia, sino para poder espejar lo que el Padre espera de cada criatura, como Él lo pensó en el principio.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Unida al espejo de luz de cada corazón,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Red de Comunicación de los Espejos Celestes
En el vasto Universo, en donde la vida infinita se expresa, existen áreas específicas dentro del universo material como el de ustedes, en donde redes de Espejos actúan como retransmisores de corrientes de energía divina, como también de impulsos que son generados a través de los siete primeros Rayos.
En esta gran red de comunicación, la vida evolutiva logra comunicarse entre sí, y al mismo tiempo toda la vida universal capta espiritual e interiormente los impulsos que genera dicha red.
Entendemos por red a una amplia agrupación de instrumentos espirituales de la Jerarquía Celeste, que se utiliza para mantener comunicada a toda la vida evolutiva con los principios de Dios, lo que en esta humanidad se conoce como Voluntad Divina.
Es esa Divina Voluntad la que proviene de la Fuente de Abba, que se retransmite universalmente a través de la red de comunicación de los Espejos Celestes.
Así como en el universo material existen Espejos de luz que cumplen funciones específicas, la red de todos los Espejos se interrelaciona entre sí, y cada uno de esos instrumentos aporta a la vida universal una posibilidad de ampliar el conocimiento como también de trabajar en el servicio al Creador.
Los espejos están formados por sutiles emanaciones de amor de los Padres Creadores, de los Elohim. En el principio, cuando los universos fueron creados, la primera forma de mantener a toda la vida universal comunicada era a través de lo que denominamos Espejos Celestes.
Fue así que los Padres Creadores pidieron a Sus ejércitos angélicos que con su poder mental superior crearan, en el universo material, grandes estanques de luz, los que más tarde y a través de los tiempos se convertirían en los llamados Espejos Celestes.
Los Espejos Celestes fueron creados a partir de la fusión que ellos tuvieron con los códigos divinos del amor y de la unidad; fue la base esencial que permitiría que todo ser que viviera en el Amor del Padre pudiera entrar en contacto con los tesoros espirituales guardados en la red de comunicación de los Espejos.
A pedido del Arcángel Uriel, los ejércitos angélicos creadores gestaron la primera red de los Espejos Celestes en el universo material, conocido como el primer Cielo. Más tarde, cuando los Espejos ya estaban creados por las corrientes espirituales que los ángeles habían traído, los mismos Espejos fueron desdoblados en seis planos o seis Cielos, para que así estuvieran presentes en todos los universos, es decir, en el universo material, mental y espiritual.
La red de comunicación de los Espejos Celestes, está presente entre los siete primeros Cielos; es de esa forma que una gran comunicación espiritual, mental y material se establece en toda la vida universal, y cada consciencia que forma parte de la Creación de Dios está integrada a ese potentísimo caudal de conocimiento y de evolución.
El Arcángel Uriel fue quien encomendó a Sus ángeles sembrar la esencia del amor y de la unidad en los Espejos Celestes; más tarde, el Arcángel Rafael envió a Sus legiones para que derramaran en todo el universo material los principios de la cura y de la redención. Después del Arcángel Rafael, el Arcángel Gabriel envió a Sus ángeles mensajeros para que guardaran en todos los Espejos el conocimiento sagrado de la Creación, con el fin de que algún día fuera revelado, como lo es en el día de hoy.
Por último, para proteger ese divino legado, el Arcángel Miguel envió a Sus huestes de luz para que por toda la eternidad fueran los porteros de los Espejos, los que incondicionalmente y por servicio a Dios protegerían las reliquias de la Creación.
Es así que, cuando la red de comunicación de los Espejos Celestes quedó formada por la intervención de los Padres Creadores y de Sus huestes de luz, Abba decidió enviar un potente impulso de Amor divino y universal al universo material y fue a través de la Sagrada Energía Femenina, a través de la Esencia Padre-Madre que depositaría sobre la red de los Espejos, los principios de la Misericordia y de la Piedad.
El Arcángel Gabriel relata que cuando este acontecimiento sucedió, todas las huestes universales estuvieron postradas durante tres días en el tiempo divino, para agradecer a Dios por haber hecho surgir desde dentro de sí el aspecto femenino de la Creación, hoy conocido como el Espíritu de la Madre Universal o la Madre del Mundo.
En aquel tiempo toda la Creación se estaba ordenando y preparando para las primeras experiencias evolutivas.
En ese entonces, el Padre Abba consideró universalmente que la vida creada necesitaría de una Consciencia Maternal lo suficientemente amorosa y misericordiosa, al punto de que el Padre la enviaría a la Tierra para encarnar como la Madre del Mesías de Israel.
Ese acto de misericordia universal permitió que también la red de comunicación de los Espejos Celestes estuviera amparada y acompañada por la Consciencia Madre de Dios.
Las primeras revelaciones sobre los Espejos llegaron a partir de los años 70 y 80, cuando la Jerarquía Celestial decidió revelar este secreto divino que está presente y vivo desde hace millones de años, después de que la humanidad estuvo a punto de autodestruirse varias veces.
El Padre concedió la Gracia de que la consciencia humana recordara su misión en el Plan, y el Universo concedió que la humanidad despertara a la verdad de la cual, por ignorancia, se había apartado durante muchos siglos.
La red de comunicación de los Espejos Celestes ha permitido que este planeta aún exista en la Creación y, sobre todo, los Espejos han generado el equilibrio del eje de la Tierra y de los polos.
De no suceder esta silenciosa intervención, la raza ya se habría autodestruido y esta ayuda incondicional de los Espejos viene desde el momento en que el aspecto del Hijo Primogénito de Dios llegó al mundo para salvarlo en todos los planos de la consciencia.
Es así que, el despertar está siendo concedido a todos, independientemente del grado de las deudas. El Plan de rescate de Cristo ya está en marcha y todos tendrán la última Gracia de poder corresponderle.
Que la red de los Espejos Celestes represente para todos la oportunidad de recordar dentro de sí que son consciencias creadas por Dios y que pueden aprender a amar y espejar la unidad para todo el Universo sin la necesidad imperiosa de destruir al planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Unida al espejo de cada corazón orante,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
No querer la voluntad propia y amar la Voluntad Divina
Esta raza en el principio fue diseñada por Dios para obedecer y seguir un único Propósito. Pero desde que Mi adversario, en la antigüedad, despertó la tentación y el libre albedrío en el hombre de superficie, el Proyecto original se desvirtuó, saliéndose del camino de la Voluntad Divina.
Fue allí que ingresó en la consciencia primitiva de la humanidad la dualidad, la libre elección y la desobediencia a todas las Leyes superiores que regirían tiempo después a la humanidad, hasta que ella fuera una humanidad sagrada.
Desde el momento en que Adán y Eva fueron tentados en el Edén a decidir sobre su propia vida y así apartarse de la Mano del Creador, ingresó en la esencia del ser humano lo que llamamos voluntad propia.
Esa voluntad, carente de principios espirituales e impregnada de códigos de corruptibilidad, fue la acción que desvió del camino a la nueva humanidad; en el principio de todo, la primera raza era el sabio Proyecto de una nueva humanidad para la superficie.
Desde el momento en que el primer Adán decidió sobrevivir en el planeta transgrediendo las Leyes naturales, por otro lado Eva despertó los primeros indicios de los pecados capitales.
Mi adversario consiguió lo que tanto aspiraba: hacer de esta humanidad una humanidad inerte y sin consciencia de sí.
Después de tantas eras pasadas, llegó el momento culminante en donde en una primera etapa se daría fin a la decadencia de la humanidad, y sería a través de la aparición de Cristo en el mundo, como el Hijo Primogénito de Dios, encarnado para rescatar la esencia de este pensado proyecto humano.
Más tarde, cuando Cristo estaba presente, toda la raza, que ya se encontraba en el abismo de su perdición, fue desviada de su propio infierno a través de la Pasión de Jesús.
La venida del Mesías de Israel fue delicadamente preparada por los Padres Creadores, por los Santos Arcángeles. Cada uno aportó y gestó en el vientre purísimo de la Virgen Madre las células lumínicas de la transustanciación y de la redención, Leyes superiores que posteriormente permitirían liberar a la humanidad del mal.
A partir de que Adán y Eva activaron en sí la voluntad propia, espontáneamente la genética espiritual humana quedó afectada hasta los días de hoy por esa energía de poder terrestre, de apropiación y de dominio de todas las cosas.
Solo aquellas consciencias que a través de los tiempos consiguieron abrirse para descubrir el Cristo dentro de sí, se vieron enfrentadas a renunciar y desterrar ese viejo código humano que desvía del Propósito a millones de almas hasta los días de hoy.
La voluntad propia es la consecuencia de no aceptar de forma verdadera el Amor de Dios, al estar la consciencia impregnada por sus propias ideas y conceptos, los que son opuestos al Divino Pensamiento.
Aunque Cristo dio la vida y murió por todos también con el propósito de desactivar el viejo código corrupto de la voluntad propia, después de todos los acontecimientos y hechos que el Maestro Jesús gestó en la consciencia de quienes lo escucharon, mientras tanto la otra parte de la humanidad fortaleció el vínculo precario con la voluntad propia; fue como una bestia de diez cuernos recreada por todas las acciones involutivas de la raza humana.
La voluntad humana siempre fue honrada y apreciada por la mayoría, esa es una de las razones por la que en estos tiempos definitivos, consciencias comprometidas con el Plan no pueden dar sus pasos al estar afirmando su voluntad propia: una cadena que las ata a un infierno sin fin.
Aquellas santas consciencias que consiguieron vencer su voluntad propia, lo hicieron a través de tres factores: primero, trabajando todos los días con la renuncia a sí mismo, segundo, buscando el vacío de sí y tercero, sirviendo incondicionalmente, teniendo en cuenta que aun viviendo todas esas experiencias, existe voluntad propia basada en la arrogancia y en la soberbia.
Cuando el discípulo de Cristo se dispone a trascender los estados que corrompen el amor en la humanidad, él debe tener presente que enfrentará dentro de sí a sus propias bestias, las que intentarán hacerlo desistir de todos los esfuerzos.
Algunas consciencias sobre la superficie del planeta, como es el caso de los que optaron por la vida consagrada, tienen la misión espiritual de hacer desvanecer de sus consciencias todas esas energías, las que condenan la vida evolutiva de un alma, y también tienen la misión de hacerlo por la humanidad, imitando a Cristo.
En estos tiempos, la humanidad deberá definirse por cuál camino seguirá, eso será antes del esperado Juicio que sucederá en este amado planeta.
Cristo fue y es un extraordinario ejemplo de vida y de verdad para todos los que acepten retornar al momento del Plan anterior a que Adán cometiera el llamado pecado original; pecado a partir del cual todas las criaturas nacen con el código de la voluntad propia y del libre albedrío.
Para poder cambiar esa frecuencia, la determinación y el esfuerzo que son estimulados por la oración, permitirán ir desarmando los impulsos contrarios que trae la voluntad propia.
Vivir en la Voluntad Divina significa no querer nada para sí y todo para los otros. Vivir en la Voluntad Divina significa seguir paso a paso lo que se pide evitando así fallar muchas veces.
Pero sabemos que la humanidad de hoy no quiere seguir en obediencia y adhesión lo que los Universos superiores están emitiendo; eso lleva a aumentar la perdición espiritual de las consciencias, lleva a sumergirse en todos los engaños posibles, lleva a perder el camino que uno vino a recorrer.
Por eso Dios envía nuevamente a Su Mensajera para advertirles a todos y al mundo entero que aún está viviendo su voluntad propia y eso no detendrá el sufrimiento planetario, sino que lo aumenta gradualmente.
Los invito, hijos, a hacer el ejercicio de cortar la cadena de la propia voluntad, así ustedes tendrán fuerza interior para poder cristificar sus vidas y preparar la gloriosa venida de Cristo al mundo.
Sean inteligentes y no permitan que la voluntad propia los aparte para siempre del camino de su redención.
Los tiempos anuncian grandes cambios para todos.
¡Les agradezco por perder su propia voluntad y por nacer a la Voluntad Eterna de Dios!
Los impulsa a la purificación interior,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este día, en el que desde Aurora se vive la renovación y el comienzo de un nuevo ciclo, quisiera invitarlos a acompañar este nuevo camino que muchos de ustedes se animaron a recorrer, el camino al despertar de la consciencia y a la acción de vivir el Plan de Dios.
Después de muchos años de instrucción, en este encuentro, aquí en Aurora; Mis ojos maternales observan, por primera vez, los pasos que algunas consciencias se están animando a dar en pro de esta humanidad y por la evolución de este planeta.
Mis ojos ven emerger de sus seres internos a los Nuevos Cristos, que no serán conocidos, pero sí contemplados por la Creación que los rige desde el principio.
Hoy, Me retiro de Aurora y de esta casa para elevarme al Cielo y anunciarle a Mi Hijo que una parte de este proyecto interior ya está cumplido.
Seguiré, como en todos los tiempos, orando para que Mis hijos, decididos a amar el Plan de Dios, tengan la fuerza interior de todos los ángeles y arcángeles del Cielo.
Que, en este tiempo de definición interior y de batalla, Mis hijos predilectos cuenten con la intercesión de todos los ángeles del universo, que vendrán por amor a socorrerlos, siempre que lo necesiten.
Ver la concreción y la realización de esta Obra de Redención en los corazones es una infinita alegría; porque desde ahora el Padre Celestial observa desde Su Reino que Sus criaturas más pequeñas e imperfectas abren sus corazones para vivir finalmente Su Propuesta Divina, Su Santa Voluntad.
Así aprenderán, queridos hijos, a ser aquello a lo que tanto aspiraron, ser servidores de Mi Hijo, ser testigos fieles de que es posible sentir y vivir en el Amor de Dios y de todo el universo.
La Gracia de Dios los ha colmado en estos días, ya que ocurrieron sanaciones espirituales en consciencias necesitadas.
Hoy, una nueva hermandad espiritual se forma entre los espíritus congregados por Cristo para esta importante misión de ser soles que alumbren el fin de los tiempos, ser estrellas que revelen al mundo el mensaje de paz y de redención.
Hoy, su Madre los acompaña desde el Cielo sagrado de Aurora y les anuncia que las puertas hacia la Paz permanecerán abiertas aquí para que, cuando retornen a esta Casa de Dios, puedan reencontrar la esencia que los ha salvado y los ha formado como soldados del Plan.
Ahora, vayan con alegría y lleven la misma experiencia de amor y de hermandad que vivieron aquí, desde los primeros días de agosto. Transmitan la esencia del Amor y de la Verdad a la inmensa mayoría de Mis hijos que están dormidos en este mundo.
No se cansen de ser Mis brazos y Mis manos en este planeta, para que Yo pueda trabajar a través de sus pequeños corazones. No se cansen de ser Mis pies, para que Yo pueda seguir sembrando la Luz en esta necesitada humanidad.
Por último, Mis amados hijos, les dejo Mi gratitud por abrir sus consciencias a la transformación y a la transfiguración de sus vidas, porque en ese paso podrán mantener la llama de sus corazones encendida para que estén todo el tiempo en la plenitud de Dios.
He colmado sus consciencias con nuevas Gracias, así como Mi Hijo Me lo ha pedido. He dejado en sus esencias un compromiso mayor, que los impulsará a vivir algo divino en sus vidas.
Derramé sobre Aurora la última parte del Propósito que Dios Me pidió que depositara en este lugar; y ahora, todos los presentes son partícipes de esa parte viva del Plan que poco a poco comienza a materializarse.
Quedará como misión, en este trabajo espiritual, la pronta manifestación del Auditorio de la Misericordia que, para la realidad de estos tiempos, será igual al que aquí se encuentra. Ese auditorio les recordará a todos que será la casa de la Sagrada Familia.
Espero ver erguirse las paredes del mismo, en este año. Las bases de este simple auditorio serán fundadas por Mí y espero que Me acompañen.
Desde este Cielo de Aurora, hago brillar la luz de sus corazones para que el Padre vea que la humanidad no está perdida.
Les dejo a todos Mi Paz y Mi Amor de Madre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Con ustedes en la batalla...
Queridos hijos:
Estoy con ustedes en la batalla contra los planes de Mi adversario, los que se lanzan precipitadamente contra Mis ejércitos de la luz.
Estoy con ustedes en la batalla para poder establecer la última hora del enemigo. Por eso Mis ángeles y los suyos luchan incansablemente contra las fuerzas tenebrosas de los abismos, las que estimulan todos los vicios así como los desacuerdos entre las almas.
Estoy con ustedes en la batalla por eso envío a los ángeles, servidores fieles de los Arcángeles, los que establecen el Reino de Dios en los corazones abiertos.
Estoy con ustedes en la batalla para impedir que Mi adversario conquiste el pensamiento de Mis hijos, por eso el escudo de la oración y la bandera de la unidad harán temer a Mi enemigo, y él no podrá aproximarse.
Estoy con ustedes en la batalla para que los ángeles del Padre desvíen del camino los flechazos venenosos de la ilusión, de la soberbia, de la negación y de la indiferencia, herramientas lanzadas por los demonios contra las estrellas preciosas que Yo he establecido sobre la Tierra, contra los soles que brillan en la superficie del planeta.
Estoy con ustedes en la batalla para desterrar a los reinos que sucumbieron por el arte de Mi enemigo y que han llevado a muchas almas a la perdición total de su vida espiritual.
Estoy con ustedes en la batalla para protegerlos de los engaños que Mi adversario está creando entre los corazones nobles.
Vigilen Conmigo, Yo soy Vuestra Comandante y guío a todos hacia el refugio purísimo de Mi Corazón, en donde nadie los encontrará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los protege,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El advenimiento de Cristo está próximo, por eso conscientemente preparen vuestro mundo interior para poder recibirlo.
En este mes especial de Su Natividad sagrada, Mi Hijo, el que estará por nacer espiritualmente en ustedes, traerá un impulso interior para los que sepan reconocer la importancia de vivir ese momento bendito.
No habrá en este momento nada que los pueda separar de Su Corazón Santo. Todas las veces que para ustedes fue difícil y costoso mantener esa sagrada unión con Cristo, durante esta Natividad eso se volverá posible.
Es por eso, Mis hijos, que hoy los llamo para que despierten del letargo en donde el enemigo a veces los ha colocado, para que no puedan participar de la vida divina. Necesito, Mis valientes, que inviten con vuestro entusiasmo a todos los que se olvidan de Cristo y principalmente a las almas que lo sustituyen por el placer y el conformismo.
La vida pagana debe desaparecer de la consciencia humana, por eso en estas fechas de navidad las Jerarquías Angélicas y Arcangélicas, trabajarán para que las almas cada vez más despierten al camino de la perfección y al tiempo de su purificación.
Queridos hijos, todo el universo celestial se prepara para retirar las vendas de vuestros ojos y para que vean que la vida superior siempre los aguarda, mismo cuando estén purificándose ustedes mismos.
En este día que quede grabado en vuestras consciencias el momento de vivir una oportunidad divina que es concedida por el propio Cristo, Mi amado Hijo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los espera para estar alrededor del sagrado pesebre de luz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Desde el Cielo y desde todo el Universo Mayor, vengo para despertar vuestras almas y consciencias a la vida infinita del cosmos. En esos espacios y moradas divinas vuestros seres internos tienen un lugar predilecto ante el Reino de Dios. Es así, hijos, que en todo el cosmos, en donde gobiernan soles, estrellas y galaxias desconocidas por la humanidad, la vida evolutiva forma parte de una gran experiencia de amor, de perdón y de redención.
Otras humanidades se expresan en el Universo, así como los rayos tienen sus propios colores y formas. En los espacios del Universo, la vida evolutiva es la tónica de toda una experiencia milenaria y esto trasciende la historia de vuestra humanidad. Ustedes, hijos, proceden de diferentes partes del Cielo Universal y desde allí vinieron a la Tierra para aprender sobre la rehabilitación y el amor en esta escuela terrestre, en la cual los Sagrados Corazones se dignaron vivir por un tiempo.
En las esferas celestiales del Universo, los atributos son aplicados en la vida y cada atributo es una experiencia divina que permite despertar aún más a la consciencia que los pone en práctica, liberándola de cualquier error. Hijos, en el Universo, el que es vasto e infinito, las leyes se manifiestan como principio de educación y de consciencia para todo lo que es vida; es así que la armonía, el orden y la paz se expanden entre los soles, las estrellas y las grandes galaxias. Se vive una comunión con la Consciencia de Dios y siempre se busca aprender a través del amor.
Adonai es el principio y el motivo para todo lo que existe en los diferentes gobiernos estelares. La vida es impregnada por la Consciencia del Padre y la Presencia de Dios es la guía espiritual en todos los caminos. Es la Fuente Única de Adonai, la que brota y rebrota en las galaxias y en las estrellas, y toda la vida es partícipe de un manantial divino que es capaz de restaurar y de curar a toda criatura.
En el Universo, hijos Míos, vuestro planeta representa un Proyecto inicial de Dios, una experiencia de amor que una vez tuvo un propósito y que desde el génesis todo cambió. Por eso, después de haber vivido la humanidad muchos aprendizajes y errores, vuestro Padre Eterno buscó, contempló y meditó cómo haría para que la Tierra fuera nuevamente un planeta rescatable.
Así, las Jerarquías Arcangélicas comenzaron a trabajar para que el mejor proyecto de redención, de perdón y de liberación pudierase manifestar, y también para evitar el desvío y la decadencia de la humanidad. Fue así que en los espacios infinitos del Universo, en donde la Fuente Espiritual de Abba se expresa, los Padres Creadores, los Arcángeles, trabajaron para manifestar el principio del amor divino que daría la redención a este mundo material. Fue en ese momento universal que Dios quiso hacerse hombre y consciencia viva en este planeta, a través de la segunda persona de la Santísima Trinidad, a través del Hijo Primogénito.
Para eso, en el Universo Celestial y en los demás universos, los gobiernos pensaron en manifestar esa preciosa vida a través de una Santa Mujer. Allí, en esa instancia, Dios escogió a la Consciencia de María para ser la Madre del Redentor. El Espíritu de los Sagrados Corazones que es divino y puro, se donó para que ese proyecto se llevara adelante.
Y así como nació Jesús de un vientre tocado por el Espíritu Santo, también nació María de una generación que seguía la Voluntad de Dios. Y Mi Espíritu Materno proviene de la Fuente Creadora Universal, en donde la concepción de la vida es el mayor presente de la belleza de Dios. María y Jesús eran uno ante el proyecto, vivieron la experiencia de salvación, y la Misericordia venció a la Justicia antes de que el mundo se perdiera.
Hoy, queridos hijos, quisiera llevarlos a comprender con el corazón la verdadera historia de esta Creación, que sigue aprendiendo y madurando a través de la vida universal, de la cual el mundo forma parte, por más ignorante que sea de ello. Por eso vengo para despertar vuestro interés por la vida divina, para que al menos dejen la vida terrestre y crean en algo mayor que los espera.
En este día, hijos, por medio de la oración, reflejen vuestro verdadero espejo de amor para el mundo y ayúdenme a disipar los horrores que éste mundo ciego realiza ante el Padre Celestial.
Incansablemente vengo para guiar a la humanidad hacia el camino de la redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta hacia la verdadera vida universal,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que no se aflija más tu pequeño corazón por todo aquello que aún está por ser construido en tu interior.
El Señor del Universo, el Gran Arquitecto del Infinito, ya diseñó para la Tierra la construcción perfecta que debe ser edificada en el interior de cada ser y, si ustedes dicen sí, los constructores universales, que son los ángeles y los arcángeles, llegaran a sus vidas para transformar lo viejo y reconstruir aquello que debe ser renovado.
Hoy, con alegría, llegó a esta, Mi casa, la Nueva Tierra, para que en ella pueda crecer el arquetipo de la nueva vida.
Hijos Míos, hoy quiero decirles que la nueva vida no se construye con base en el desarrollo de la mente ni tampoco de las riquezas materiales. La nueva vida no se encuentra en la cantidad de conocimiento que presentan las consciencias, porque eso no tiene nada de nuevo.
No busquen develar los misterios celestiales antes de construir, en el interior, la base primordial y única que los llevará al infinito; porque los misterios de Dios no se asientan en la mente, sino en el corazón.
La nueva vida que nace en la Nueva Tierra no es nada más que la posibilidad de amar al prójimo tal cual es. La nueva vida es el poder de convivir, unos con otros, cada uno en su grado de evolución, sin que eso sea motivo de separatividad, sino de unión y de crecimiento del alma y del espíritu.
El Amor que vinieron a aprender en la Tierra, no lo encontrarán en los libros, sino en la vida, en el día a día, en la maduración de la convivencia.
Es por eso, hijos queridos, que Dios les pide a las Comunidades que todos aquellos que aspiran a crecer tengan la posibilidad de hacerlo y cuenten con el apoyo de unos a otros para alcanzar ese crecimiento, ese develar del Amor.
Quiero que aprendan de la Nueva Tierra como aprendieron de Mi Hijo Jesús; por eso, retorno a este lugar.
Cristo estuvo entre aquellos que más lo necesitaron. Sus apóstoles fueron los simples y pobres de corazón, de conocimiento, de vida y de espíritu. En aquellas almas simples, el Señor hizo crecer la fidelidad y el amor absoluto en aquellos que lo seguirían hasta el final, viviendo el sacrificio y la entrega bajo cualquier circunstancia.
Con esto, les digo que el camino de los que se aman entre sí, independientemente de las diferencias, y juntos viven el constante servicio es la fidelidad absoluta a Dios. En ellos, Dios deposita Su Espíritu para que sean ejemplos de Misericordia y fuentes del despertar. En ellos, el Señor deposita Su confianza.
Crean en lo que hoy Les digo; porque cuando oyeron las primeras Palabras de Cristo, los apóstoles eran hombres repletos de impurezas e imperfecciones, pero respondieron al Llamado del Señor y hoy son los guardianes de las puertas del Cielo.
Sigan este camino con valentía, pues, así como acompañé a los que Mi Hijo escogió en aquel tiempo, estoy aquí para guiar a aquellos que Mi Hijo escogió en el último tiempo, que son todos ustedes.
Los doce de ayer deben ser los 144.000 de hoy.
Les agradezco por responder a Mi llamado y por seguir este camino de eterna transformación.
María, Madre y Reina de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más