- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Cuando Mi Hijo tuvo entre Sus Manos el Cáliz Espiritual, en el Huerto Getsemaní, Su Corazón no dudó ni cuestionó los Planes que el Padre Celestial le ofrecía. La obediencia era el emblema de Cristo en ese momento, así como Su total rendición para poder liberar los pecados del mundo.
Por eso, cuando delante de ti hay algo aparentemente desconocido que no puedes controlar o modificar, es una señal de que son necesarias una rendición y una absoluta confianza en que la Sagrada Mano de Dios está por encima de todo y de que todo cambio o porvenir, que se presenten conforme Dios lo determina, siempre serán prometedores y renovarán la vida.
Por eso hoy, ante el Cáliz Espiritual del Huerto Getsemaní, renueva tus votos en Cristo y permítele que te transforme, pero que te transforme de verdad, sin reservarte nada, absolutamente nada en tu consciencia; porque si no eres honesto contigo mismo, ¿dónde Dios depositará Sus Tesoros Internos?
Hoy, el mundo necesita no solo de buenas y generosas personas, sino también de personas y sobre todo de corazones honestos, menos egoístas, porque el Reino de los Cielos descendió a la Tierra a través de la Pasión de Jesús.
Nunca podrías imaginar a Cristo debatiendo con Su Padre. Nunca eso hubiera sido posible porque la propia encarnación de Jesús ya era la resignación misma, la total confianza de que había un Plan por cumplir y por concretar.
Por eso, en este momento, no te olvides de todo lo agradecido que debes ser con la vida, principalmente con el Padre Eterno que te coloca sobre Su Mano y te guarda en Su Humilde Corazón para que camines libre a través de la fe.
No permitas que la ingratitud, que vive el mundo, te ciegue. No permitas que nadie más, ni siquiera tú mismo, sea indiferente en la vida.
Deja que el Santo Espíritu, en este día, te gobierne y haga de tu consciencia un instrumento reparado por las Manos de Mi Hijo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que la esperanza de Jesús colme sus corazones y que, a través de esta luminosa esperanza que proviene de Cristo, las almas reencuentren el sentido primordial de vivir en Dios y en Sus Sagrados Mandamientos.
La vida divina es regida por Leyes y es a través de la actuación de las Leyes de Dios que el equilibrio perfecto se manifiesta y todo lo que está bajo la Ley Mayor permanece en armonía.
Les digo esto, queridos hijos, para que aprendan a distinguir cuándo están en comunión con la Ley y cuándo no lo están, y esto sucederá a través de su libre albedrío. Es así que el alma sabe cuándo camina en rectitud o cuándo está desviada de su Propósito.
En estos tiempos de grandes desafíos y de situaciones impredecibles, estar bajo la Ley amparará y protegerá cada uno de sus pasos porque, ante las amenazas del mundo y de la vida, buscar, estar y permanecer en la Ley permitirá que ciertos acontecimientos no se precipiten.
Ustedes, Mis hijos, a través del escenario del planeta, pueden ver con sus propios ojos cuánto la humanidad y la vida de Mis hijos están fuera de la Ley.
Por eso, a los que son más conscientes y que tuvieron la Gracia de ser tocados por la Palabra de los Sagrados Corazones les corresponderá realizar el mayor esfuerzo de estar en la Ley y de practicarla por todos los que la transgreden o la niegan.
Por este motivo, Yo les hablé el sábado pasado sobre la obediencia, porque Mi Hijo Me lo pidió para que sus consciencias tengan presente que en estos últimos Mensajes que Yo les estoy entregando están las últimas llaves para que sus vidas sean un verdadero espejo del Cielo en la Tierra a través de la comunión con las Leyes de Dios. Muchos necesitarán de esto.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
La obediencia a Dios nunca puede ser forzada.
En Mi ejemplo de Mujer y Madre en la Tierra, ante el Llamado interno de Dios, a través de la presencia del Arcángel Gabriel, nunca dudé ni cuestioné; porque Dios, con Su Obediencia, había inundado Mi Alma, Mi Vida y Mi Corazón.
Por eso, hijos, una vez le expresé al Padre Eterno: “Hágase en Mí según Tu Palabra”, porque en la verdadera Palabra de Dios el alma encuentra el sentido espiritual de servir a Dios sin excepciones.
Por eso, la obediencia a Dios nunca podría comprenderse como una regla severa o una imposición, porque es una Ley que libera al alma de la condición humana.
En la obediencia está la esencia de la paz y en la paz está la expresión auténtica del amor del corazón.
Hijos, a lo largo de los tiempos, la humanidad tergiversó el concepto de obediencia; porque en la obediencia está la protección de uno mismo, de todo lo que el alma pueda vivir en la Tierra.
La obediencia es el pilar fundamental de la unidad. Por eso, cuando el alma no obedece, destruye la unidad que debe generarse en este mundo para que se concrete el Plan de Dios.
Pero no se puede vivir la obediencia como un camino obligado a cumplirse, porque en la obediencia está la Mirada Paternal de Dios; porque en esa sagrada obediencia, Dios deposita Sus más preciadas aspiraciones.
Cuando se desobedece, el alma pierde la Gracia de vivir su propia liberación, de ser desterrada de sus propias amarras.
Hoy, hijos amados, los invito a pensar en la obediencia de María.
Estoy aquí para enseñarles, por pedido de Mi Hijo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Esclava del Señor
Queridos hijos:
Hoy, Mis oraciones son dirigidas a todos los que continúan atravesando esta pandemia y, en especial, a los que perdieron la vida por ella, de una manera inesperada para todos.
Hoy, les pido que, más que nunca, se unan en oración Conmigo, para que su Madre Celeste pueda liberar del plano terrestre a los que quedaron presos y no consiguieron continuar su camino de ascensión.
Por eso, Mis amados, la oración del corazón, hecha con amor, es la gran llave que abre todas las puertas y que concede no solo la paz, sino también la liberación de las almas de la prisión espiritual.
Quisiera, en este momento, que todos los familiares, que hayan perdido a un ser querido y amado, estén en paz y busquen alivio en Mi Corazón de Madre, porque Mi promesa es interceder por las almas que, traumáticamente, sufrieron esta pandemia.
Les pido que sean obedientes y que todos se cuiden para que, poco a poco, esta situación planetaria sea aplacada, y que ya no se permita que almas tan preciosas de este mundo, sean retiradas de su camino terrestre por consecuencias inesperadas y generadas por esta pandemia.
Mis queridos hijos, que la fe nunca se debilite en ustedes. Que la fe y la confianza en el Padre Celestial les concedan la Gracia tan necesaria de la cura y de la redención de esta humanidad.
Recuerden que Yo estoy aquí y Soy su Madre, la Madre que los ama eternamente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
El guardián y celador del Plan Divino
1. Es aquel que obedece con prontitud, antes de pensar en obedecer.
2. Es quien se adhiere a la Voluntad Divina y desde su plano trabaja para vivirla y manifestarla.
3. Es quien protege, de sí mismo, el Sagrado Misterio.
4. Es quien ama lo desconocido espontáneamente, aunque no lo conozca.
5. Es quien profesa y vive la humildad a través de la donación permanente.
6. Es quien trabaja todos los días para poder vivir la transparencia dentro de su grado de consagración para, algún día, vivir la Verdad.
7. Es quien aspira, ardientemente, a los mejores resultados espirituales en el semejante.
8. Es quien aprende a amar a través de los errores, para algún día poder amar sin condiciones.
9. Es quien no saltea las reglas y los códigos internos que se colocó a sí mismo.
10. Es quien asume vivir el dolor de la humanidad, pero trabaja todos los días para trascender la condición humana.
11. Es quien no teme equivocarse, pero teme no poder reparar el error, mas confía en la infinita Misericordia.
12. Es quien aspira a perder el control de sus decisiones, para algún día vivir las decisiones divinas.
13. Es quien reverencia la Instrucción y la hace parte de sí, aunque crea que no la necesita.
14. Es quien reconoce el Poder y la Gloria en un solo Dios, presente en tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
15. Es quien no se olvida del otro.
16. Es quien aprende a ser compasivo consigo mismo, para aprender a ser compasivo con los demás.
17. Es quien ya no se justifica, sino que se coloca siempre disponible.
18. Es quien entiende, más allá de sí mismo, el Plan de Dios.
19. Es quien vive la Justicia, pero primero vive el Amor.
20. Es quien se solidariza con todos.
21. Es quien, más allá de todo, cumple su deber sin reclamos.
22. Es quien no retrocede, sino que siempre avanza.
23. Es quien promueve y gesta la hermandad.
24. Es quien erradica, dentro de sí, la indiferencia y la falta de colaboración.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que, en la sagrada solemnidad del mes del Sagrado Corazón de Jesús, la vida de cada hijo Mío se convierta en ese esperado tabernáculo, para que el Sacratísimo Corazón de Cristo pueda estar guardado como una divina reliquia espiritual, que pulsa dentro de cada corazón humano.
Ese tabernáculo, que cada uno debe preparar para que Cristo viva en cada alma, tiene que ser construido a través de algunos importantes pero simples principios que harán, de ese espacio interior, un lugar predilecto para Mi Hijo.
Estos principios, que deben practicar en la vida diaria, son:
En simples palabras, queridos hijos, representan vivir en la Ley de la Jerarquía para aprender a vivir en la Voluntad de Dios.
Con estos tres atributos o principios, aplicados con esfuerzo en la vida diaria, ustedes construirán un tabernáculo seguro para que Mi Hijo deposite Sus más infinitos tesoros espirituales, los tesoros que reconstruirán a toda la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Cuadragesimoseptimo poema
Querida Señora de la Luz,
Virgen protectora de las vocaciones,
despierta en nosotros la alegría inmutable de servir a Dios,
despierta en nosotros la fe inquebrantable
que Tú viviste por el Plan del Creador.
Señora de la Esperanza,
despierta en nosotros la convicción permanente
de estar cumpliendo con la Voluntad de Dios,
despierta en nosotros la renovación interior
para servir incansablemente a Tu amado Hijo.
Señora de la Luz y del Amor incondicional,
despierta en nosotros actos de Amor y de Misericordia
cada vez más profundos,
para que también seamos merecedores de la Paz.
Señora de la Luz y de la Confianza,
enséñanos la misma confianza que Tú viviste con humildad
para que, podamos sentir, más allá de todo,
que Dios está en cada momento,
participando de la vida de Sus hijos.
Señora de la Luz y de la Obediencia,
ayúdanos a despojarnos y a desprendernos
de todo lo que consideramos propio.
Que, en entrega, nos abramos
para aprender a obedecer sin reclamar,
solo siguiendo amorosamente los pasos
que indique Tu Hijo.
Madre, destierra de nuestra consciencia,
la voluntad propia para que vivamos en paz.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Decimoséptimo poema
Señora del Amor y de la Luz,
Venerable Reina del Universo,
ayúdanos a confiar,
así como Tú confiaste enteramente
en nuestro Padre Dios.
Que en obediencia,
podamos reconocer la Voluntad Divina,
y así, podamos seguirla
hasta cumplir cada designio del Creador.
Que en el vacío absoluto
de nuestra persona, querida Madre,
recibamos, en humildad y en confianza,
las Palabras de Tu Hijo,
para que llevemos adelante
la esperada Obra de la Misericordia y de la Redención.
Que en determinación,
nos animemos a comprometernos más
con el Plan Divino del Redentor.
Que, con tu maternal ayuda,
asumamos el apostolado,
guiando nuestros pasos
por las imborrables huellas de Cristo.
Que no perdamos la oportunidad
de servir conscientemente.
Que nuestro corazón no sea tibio
ante la convocatoria.
Que nuestro interés por colaborar
no sea frío, sino que,
movidos por el fuego de Tu Amor materno,
seamos llevados a concretar
las aspiraciones de Cristo.
Que estemos enteros y disponibles
en cada nuevo trabajo,
para que, como soldados de la Luz,
estemos incondicionales y abiertos
ante cualquier llamado.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Decimotercer poema
Santísima Madre de la Verdad,
retira de nuestros ojos los velos que nos ciegan,
para que, siendo liberados por Ti de la ilusión,
de la ignorancia y de la indiferencia,
podamos reconocer la Obra majestuosa
de Cristo en la Tierra.
Señora de la Divina Justicia,
llévanos todos los días a comprometernos
con los Sagrados Mandamientos.
Nadie más que Tú
fue el obediente ejemplo de Dios
sobre la superficie de la Tierra.
Por eso, te suplicamos, dulce Señora,
haznos amar cada Ley Divina,
para que nuestras vidas sean espejos
de transparencia, de fidelidad y de compromiso.
Que nuestras emociones no nos confundan.
Haznos ver la realidad
en cada momento de la vida,
para que podamos aprender
y así, descienda sobre nosotros
el don divino de Tu Sabiduría maternal,
porque necesitamos, querida Madre,
madurar y responder como apóstoles de Cristo.
Impúlsanos a buscar la conscientización en todo.
Que nuestra respuesta al Plan Divino
no sea personal ni impulsiva,
sino que sea una respuesta acorde
a la sabiduría y al discernimiento.
Que seamos, ahora y siempre,
guiados por el Espíritu Santo.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Con Mi Estrella dorada y confederada de Luz, irradio para el mundo y para la humanidad toda la ayuda que necesitan y, en este momento, pido a los ángeles de la transmutación y de la cura que se hagan presentes para batallar contra todo lo que hace derrumbar la vida de la humanidad.
Con Mi Estrella confederada de Luz expulso todas las corrientes contrarias que se alimentan de la incertidumbre y del caos que se vive en este momento sobre la superficie de la Tierra.
Invoco y pido a los ángeles guerreros que disuelvan con sus espadas todos los lazos y las cadenas de oscuridad que llevan a muchas almas al infierno.
Imploro al Padre Eterno para que los ejércitos angélicos de adoración y de alabanza envíen la fuerza interior y divina a todos los Ángeles de la Guarda que batallan incansablemente para mantener la protección de sus encomendados.
Uno Mi Estrella confederada de Luz a los cuatro puntos cardinales de la Tierra, para que los ángeles del norte, del sur, del este y del oeste se presenten ante la Madre Celeste y liberen al planeta de las corrientes del mal que oprimen la vida de los que padecen y sufren la peste de este tiempo.
Con Mi Estrella confederada de Luz, atraigo el don de la Sabiduría de Dios hacia los mundos internos para que, en este momento, las almas vivan la obediencia y no se olviden de ella, porque la obediencia los mantendrá protegidos de sí mismos.
Sosteniendo el rosario entre Mis manos, les agradezco a todos los que responden a Mi llamado de orar el Santo Rosario, porque es Nuestra principal arma de defensa.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Hijo e hija Mía:
Nunca dejes pasar un momento de oración diaria.
Defiende, de ti mismo, el cumplimiento de las oraciones, porque el Padre, a través de ese ejercicio, conseguirá transformarte y así transformará el mundo.
Cumple, en obediencia y sobre todo con amor, tus liturgias diarias, y así estarás siendo amparado y protegido por el Espíritu Santo, porque los ángeles te acompañarán y verterán sus Gracias sobre ti para que siempre seas bendecido.
Comprométete con la oración diaria. Recuerda que no solo lo haces por ti, sino también por el planeta.
La oración mantendrá tu consciencia elevada y libre de expectativas.
En la simplicidad del corazón, estarás cumpliendo y viviendo los designios de Cristo.
Deja que la oración sublime tu ser y toda tu consciencia.
Ábrete para que, cada día más, tú puedas profundizar en el misterio de la oración.
Haz la vida orante parte de ti. Todo el Universo lo necesita.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que en estos tiempos de transición sus vidas y consciencias estén más tiempo en Cristo para que, en Cristo, ustedes puedan profundizar en el Amor Compasivo. Ese Amor que es capaz de aceptar estos tiempos, ese Amor de Cristo que es capaz de perdonar y de comprender.
Será a través de esa profundización interior y espiritual en Cristo, que sus corazones serán colmados de los atributos y de los méritos que una vez alcanzó Mi Hijo y, así, siendo impulsados por esos méritos divinos, sus almas también se transformarán y podrán simplemente alcanzar los estados de la Vida Crística.
La Vida Crística es vivir en la rendición de la consciencia y en la obediencia a la Voluntad Mayor, así como su Madre Celeste vivió plenamente esa Voluntad desde el momento de la Anunciación de la encarnación del Hijo de Dios.
Este camino de profundización que Yo los invito a vivir en Cristo, los ayudará a atravesar estos momentos, en los que la fortaleza y la ciencia del Espíritu Santo necesitarán actuar en ustedes para que se cumpla el Proyecto Divino de Dios.
Yo estoy en oración por esa causa.
¡Les agradezco, por responder a Mi Llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Hoy, los Santuarios y Centros Marianos del mundo están adornados y bellos por las flores de la oración de Mis hijos, por la fidelidad de los que siempre cumplen Mi llamado cada vez que Yo lo solicito porque, por más que no comprendan el misterio de Mi convocatoria, las almas se adhieren en obediencia y, por amor y fe, lo realizan.
Hoy, su Madre Celeste, la Inmaculada Concepción de Lourdes, se sirve de todas las oraciones que son sinceramente ofrecidas por Sus hijos. Y desde ahora, Me encuentro recogiendo las súplicas de los corazones por todas las almas que están severamente condenadas a la perdición y que, en algún momento de sus vidas, recibirán la llamada de Dios para que puedan despertar.
Desde la Gruta de Massabielle, en la histórica ciudad de Lourdes, su Madre Celeste emite un pedido de ayuda celestial y espiritual a todos los ángeles, a fin de que ellos intervengan en los asuntos de la humanidad que necesitan de mucha luz, Misericordia y redención.
A través de la visita a las Iglesias, a los Santuarios y a los Centros Marianos, su Inmaculada Madre está consiguiendo conceder Gracias especiales y profundamente espirituales para todos los que las pidan, así también se concede la Gracia de la conversión del corazón, por un corazón manso, humilde, pobre y servicial.
Estos valores son los que, en verdad, mantienen a la perdida humanidad dentro de la chance de la redención total. Por eso, hijos, todos los ofrecimientos, rosarios, canciones y alabanzas, no son dirigidos directamente hacia la Divina Madre, sino que todo ese ofrecimiento de los corazones llega a Dios por intermedio de la Virgencita de Lourdes.
Así, el Padre Celestial consigue sentir el alma y el corazón de Sus hijos, y enseguida Él abre la puerta de Su Divina Misericordia para que las almas se puedan salvar.
Yo les enseño, Mis queridos hijos, a interceder por las causas y por las situaciones imposibles para que, en los próximos tiempos, su comunión espiritual y su diálogo con Dios sea cada vez más verdadero y profundo, porque el tiempo de grandes definiciones llegará y las almas deberán estar seguras de las decisiones que tomen.
Queridos hijos, me despido, siento el gozo de sus ofertas en Mi Inmaculado Corazón, y que en estos próximos días ustedes, Mis hijos, puedan seguir donándose en oración para que el triunfo de la Novena a la Señora de Lourdes sea bien amplio y llegue a todos los que necesitan de ella.
¡Les agradezco de corazón por responder y por vivir Mi llamado!
Los bendice y los lava con el Agua Espiritual de Massabielle,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El sostén de las Comunidades-Luz
Para que las Islas de Salvación estén presentes en el ciclo final de la transición planetaria, será imprescindible seguir algunas reglas, las que protegerán el funcionamiento de las Comunidades-Luz de ustedes mismos.
• Primera regla: Ley de la Jerarquía
Ante cualquier acontecimiento personal o grupal será necesario recordar y vivir la Ley de la Jerarquía para que, correctamente, se cumpla el designio de que la Comunidad-Luz sea parte de un Gobierno Universal amparado por la Jerarquía.
Para que la Ley de la Jerarquía se viva dentro de la comunidad, debe ser amada y respetada profundamente, siguiendo en unidad las directrices que son colocadas día a día. Esto permitirá dar un respaldo para que la Jerarquía Espiritual esté presente y dentro de la consciencia de la comunidad.
• Segunda regla: la obediencia
Es un atributo imprescindible para aplicar dentro de la vida grupal de una Comunidad-Luz, porque la obediencia no solo protege físicamente a la comunidad de innumerables imprevistos, sino que la obediencia lleva también a que cada miembro de la comunidad recuerde que está dentro de la Ley de la Jerarquía.
La obediencia que no es respetada ni aplicada en este tiempo por la humanidad dentro de la Comunidad-Luz, no permite la aproximación de la Jerarquía espiritual; porque sin obediencia no hay cumplimiento de la Ley, no hay orden, no hay ritmo, no hay ceremonial.
La obediencia es el principal instrumento espiritual que protege a la evolución y al despertar de la consciencia y, sobre todo, protege a la consciencia de un miembro de una comunidad, de iniciativas y de ideas propias, de voluntad personal y de todo individualismo.
La obediencia da sentido al camino espiritual e interior. Sin obediencia no puede haber contacto con la Jerarquía ni confianza establecida entre ambas partes.
• Tercer regla: el amor
El amor siempre deberá ser la base fundamental de una Comunidad-Luz que aspira a estar siempre en la presencia de la Jerarquía porque el amor no permite que la comunidad sea individualista, sectaria o autónoma. El amor como llave principal que abre puertas permite conceder la alegría de vivir el servicio, no importando lo que sea y adónde sea, el amor no es selectivo ni posesivo.
El amor en la Comunidad-Luz tiene que ser expresado en la gratitud por lo que se tiene y en la oportunidad que recibió cada miembro de la comunidad de poder estar ante el misterio que fue concedido por Dios de la existencia, por ejemplo, de una Obra como esta.
El amor permite atraer al campo de la vida grupal la Ley de la Manifestación y de la Divina Providencia. La Comunidad-Luz deberá estar amparada por el amor servicial, para que ella nunca esté viciada de bienes, sino que en la austeridad de lo imprescindible se construya una vida plena de Dios y de Verdad.
Estas tres reglas fundamentales, de la vida comunitaria, se entrelazan con otras reglas o principios como son: el servicio, la caridad, el bien común, la fraternidad, la hermandad y la cooperación mutua.
Cuando las tres primeras reglas se viven, no solo en la comunidad sino también por cada miembro que la integra, se recibe la Gracia de poder comprender lo que significa trabajar para la Jerarquía, para construir en la superficie de la Tierra el Plan de Amor y de Redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
¿Qué es una Comunidad-Luz?
Una Comunidad-Luz, hijos Míos, es aquel espacio escogido y erguido por Dios para que allí la humanidad pueda recuperar los principios y los valores espirituales pensados por el Creador al crear a los seres humanos.
Una Comunidad-Luz primero es construida en la consciencia, luego en el espíritu, en el alma y en el corazón de los que se proponen transformarse a sí mismos para que Dios haga de sus vidas instrumentos de paz.
Cuando este principio divino se instala en la consciencia y la lleva a la transformación, también revela otros aspectos espirituales que se mantuvieron ocultos.
Una Comunidad-Luz se manifiesta en los éteres de la Tierra como un espacio espiritual, en lugares escogidos por el Creador para que sean columnas de paz, de transformación y de liberación para el planeta.
Una Comunidad-Luz es sustentada siempre por la Gracia Divina y por Su Santo Espíritu; y las almas que viven en ella, aunque un día tomaron la decisión de estar allí, primero fueron convocadas en su interior por el Padre. Porque esas almas, hijos, a pesar de sus errores y descaminos, ofrecieron su redención a Dios, para que ella fuera el motor de la redención y de la transformación de toda la consciencia humana.
Una Comunidad-Luz es la manifestación del Amor de Dios por sus hijos; es la manifestación de Su esperanza de que la humanidad pueda, algún día, expresar Su Pensamiento Divino. Para eso, el Creador envía, incansablemente, a las Comunidades-Luz Sus bendiciones, Su luz y los Rayos divinos que provienen de Su Corazón para renovar a las almas.
Para que las Comunidades-Luz sean lo que Dios pensó y para que las almas alcancen esta Voluntad Divina, todos los días, hijos Míos, deben rendirse un poco más, obedecer un poco más, servir un poco más y amar un poco más.
Las Comunidades-Luz, erguidas por Dios como columnas en el mundo, guardan muchos misterios que aun los que viven en ellas desconocen, misterios de la Voluntad Divina, misterios de la Presencia incansable de Dios que sustenta la transformación y el esfuerzo de Sus hijos.
Hoy, hijos Míos, dejen que sus almas reconozcan el Plan y el Amor de Dios para ellas. Reconozcan que fueron llamados por el Padre para vivir un milagro de amor. Reconozcan que Él mismo los sustenta cada día y que a ustedes solo les corresponderá rendirse a este Amor sin fin.
Vean, en sus vidas, los potenciales principios de la manifestación de una nueva vida. Vean en las Comunidades-Luz al sol que brillará en las tinieblas de la Tierra y en el horizonte de la consciencia humana, anunciando cómo debe ser el resurgimiento de la humanidad, mostrando el camino para que los seres ingresen en un nuevo tiempo: el Tiempo Eterno de Dios.
Yo los amo y hoy los invito a buscar los misterios espirituales que sustentan y construyen las Comunidades-Luz: sus casas en la Tierra.
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A Mis queridos hijos de la Red-Luz Planetaria - Parte I
Hijos:
Ahora que ya llevan estampado sobre su pecho el símbolo espiritual de la Confraternidad, de la Hermandad y del amor entre los seres, que sus almas se animen definitivamente a dar ese último y gran paso hacia el camino del apostolado de Cristo.
Que esa estrella que confirma en ustedes la existencia de la Misión y de su realización en cualquier parte de la Tierra, sea el impulso de luz que los coloque abnegadamente en el servicio por los demás y por los Reinos de la Naturaleza.
Que el Corazón Sagrado de Mi Hijo, Su Llama de Fuego y Su Santa Cruz los impulsen en este ciclo a siempre decir "sí" y a abandonar cualquier indicio de tibieza.
Ahora es el tiempo de la presentación de los apóstoles y de los misioneros que construirán el Plan de Dios; primero dentro de sí, por medio de la oración, del servicio, de la instrucción y de la cura para después construirlo y compartirlo con el resto de la humanidad.
Ahora es el tiempo de que más estrellas de luz se enciendan en el firmamento y pasen a formar parte de la nueva Red-Luz Planetaria, la que, a pesar de las circunstancias o de los acontecimientos, defenderá de sí misma cualquier acto de desobediencia para que finalmente se viva la unidad con el Plan Divino y la Suprema Jerarquía.
Hijos Míos, el camino de la redención está abierto por medio del servicio y del testimonio que sus corazones pueden vivir en la unión perfecta con la Jerarquía.
Que ese nuevo símbolo que hoy llevan en su pecho sea reverenciado, valorado y amado de la misma forma que recibirían en sus casas la presencia de la Jerarquía.
En verdad, hijos, será la Jerarquía Espiritual la que en este nuevo ciclo querrá gobernarlos y guiarlos para que más y más consciencias sean retiradas del sistema mundial y de la ilusión planetaria.
La Jerarquía espera que la mayoría de las almas pueda aprender a vivir en una hermandad que es divina, humilde, poderosa e incondicional en su entrega, en su servicio y en su constante e infinita donación.
Todos los que hoy llevan en su pecho el símbolo sagrado de la nueva Red-Luz estarán diciéndole al Universo que aceptan el despertar de la consciencia, la trascendencia de todo sufrimiento a través del amor y la confirmación constante de aspirar a pertenecer, algún día, al Plan Divino de la segunda venida de Cristo.
Ese es el símbolo de la paz, es el impulso que los convoca a la prontitud y a la entrega absoluta de sí para que, a partir de ahora, esté sobre ustedes la Mano de Dios y la Llama de Su Divina Gracia, la que los iluminará en estos tiempos de oscuridad.
Que se enciendan en ustedes el sagrado compromiso y la ardiente aspiración de ser dignos hijos de Dios.
Buen comienzo para todos Mis hijos misioneros de la Red-Luz.
Que la luz interior de cada ser llegue al mundo entero.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Si las almas de la Tierra obedecieran, de corazón, los pedidos de Dios, no habría razón ni motivo de vivir el sufrimiento, las penas y el dolor.
La falta de obediencia es la falta de adhesión incondicional.
Hasta los días de hoy, el ser humano de superficie fortaleció su característica de ser desobediente e indiferente a lo divino, o al llamado de Dios.
Esa también es la razón por la cual las almas demoran mucho para poder encontrar el camino y el propósito que las trajo aquí a la Tierra.
Y aun cuando las almas finalmente encuentran el camino y la puerta del propósito está ante ellas, para que la puedan atravesar y transitar por el sendero de la obediencia a Dios, aun así, los seres humanos subestiman esa oportunidad, esa gracia, respondiendo a ese momento único con suma desobediencia.
La raíz de la desobediencia está en el abuso del uso del poder, de la autoridad o del “permiso” que los seres humanos creen tener en este planeta y dentro de este Universo.No existe nada más lejos para el ser humano y para las almas que creer tener poder o autoridad en alguna situación.
La llave que revierte este estado primitivo de consciencia es la humildad; una humildad que tiene que estar libre de intereses y libre de beneficios propios.
Pero para vencer la desobediencia no basta solo decir "sí" a la Divina Voluntad, sino que será necesario aprender a encarnar la obediencia en sí mismos para poder percibir cuántas veces el ser humano hace lo que piensa o lo que cree.
En este tiempo la desobediencia podría poner en riesgo el camino evolutivo de las almas. Solo basta mirar alrededor y ver cómo se encuentra la realidad planetaria por tanta desobediencia.
Una y otra vez hay que retomar el camino de la humildad hasta que la consciencia consiga salir de la creencia de que puede llevar adelante su vida sin Dios; así como de la creencia que lleva a la consciencia a colocar ciertos requisitos, aun siendo con Dios, que hacen de la vida espiritual un destino lleno de pruebas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo e hija:
No busques la perfección de la vida tan rápidamente. Permite que el servicio y la donación constante de sí sean los que te lleven, algún día, a encontrar esa perfección.
Deja que la humildad gobierne toda arrogancia y que la estricta obediencia rija cualquier tipo de control humano; así conseguirás aproximarte un poco más a la esencia de la perfección.
Confía que con el despojamiento de ti mismo permitirás que otros principios sagrados actúen en tu vida, como la renuncia, el anonimato, el silencio y el sacrificio, virtudes que te ayudarán a construir lentamente ese camino a la perfección.
Mientras tanto, agradécele a Dios por cada prueba o dificultad vivida.
Agradécele a Él por enseñarte a superarlo en el amor, hasta en los detalles más simples.
Comienza trabajando en tu camino a la perfección con tu ardiente necesidad de servir a los demás y de donarte plenamente, para que el propio Espíritu Divino de la Gracia de Dios sea el que un día conciba en ti la consagración total de tu consciencia a la Voluntad Sagrada de Dios.
En ese día, y bajo esa circunstancia, estarás superando la dualidad para comenzar a vivir en la unidad definitiva.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Lleva guardado en tu corazón el Amor de Dios; y para que ese Amor sea perpetuo debes sembrarlo a través de la caridad y del bien.
Será el Amor de Dios el que les traerá consciencia sobre las diferentes realidades.
Por esa razón, para que el Amor de Dios perdure y sea partícipe de la vida planetaria es necesario estar en comunión con él, porque en esa comunión todo se podrá renovar.
Esa renovación constará de la fidelidad que le profesen al Amor de Dios, así estarán en Su plenitud y la bendición del Padre concederá méritos a quién lo necesite.
Estar en el Amor de Dios es permanecer en Su Voluntad y así todo estará protegido, porque el Amor de Dios interviene y actúa en todos los ámbitos de la vida.
El Amor de Dios atrae para el ser humano la posibilidad de rehacer su vida, todos los días, siguiendo los Principios de la Creación, los que están basados en la unidad, en la obediencia y en la hermandad.
Estas vertientes del Amor llevarán a la consciencia a que permanezca en el camino correcto, aunque en muchos casos la Voluntad Divina, que es infinita e intangible, no sea totalmente comprendida.
El Amor de Dios siempre les traerá sabiduría y claridad en todas las formas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo Soy el Sol que ilumina este mundo en su último tiempo, antes de la noche.
Soy la Trompeta que toca en los Cielos advirtiéndoles a las almas que el ciclo de la definición para sus vidas, así como para todo el Universo, ya llegó.
Yo Soy la Mano que detiene la Justicia, para que haya un tiempo mayor de Misericordia para las almas. Pero Mi Corazón no puede transformar las Leyes si sus corazones no se deciden a acompañarme incondicionalmente en este tiempo.
Yo también Soy parte del Verbo Vivo de Dios para este mundo y para toda la Creación, la Voz que resuena más allá de las dimensiones Divinas y de cuyo sonido proviene la Pureza, pero también la Verdad. Porque es hora de que conozcan la Verdad, no solo la Verdad que les trae las Gracias que descienden de los Cielos, sino también el verdadero despertar, la consciencia y la definición.
Ser parte de Mi Obra en este tiempo, hijos, es más que tener el rosario entre sus manos. Es querer ser parte de los comandos de su Madre Celeste que, con el Cetro de Dios en las manos, se abrirá camino en las tinieblas para rescatar hasta la última de las almas perdidas y, sin temor ni condiciones, enfrentará los abismos con el amparo de la Voluntad Divina para establecer Su Paz en donde hoy no existe.
Los sellos ya no existen en los libros ni en los pergaminos sagrados. Ha llegado el momento de la definición de las almas y eso se verá en sus menores acciones y elecciones.
Sé que es difícil decirle "sí" a la cruz de estos tiempos. Sé que muchos son llamados a vivir lo que nunca vivieron y a dar de sí lo que nunca dieron. Pero, ¿cómo renovar al propio Dios, sino con entregas extremas, con nuevas Leyes, una nueva Vida, un nuevo "sí"?
El despertar para este tiempo es desconocido, no solo para la humanidad sino para toda la Vida, para toda la Creación, e incluso para el mismo Dios, que se renovará a través de Sus hijos.
Por eso, les digo: No basta con poco, no basta con lo conocido, no basta con lo tibio, no basta con tener afinidad con Mis Palabras.
Los que Me escuchan en estos tiempos llegaron hasta aquí por una razón y sus vidas fueron transformadas por un motivo que trasciende a ellas mismas. No solo están aquí para que sientan la Paz y para escucharme.
La paz que habita en sus corazones es un instrumento de fortaleza para que vivan algo nuevo, para que sean la Luz del mundo, colocadas sobre las mesas en el centro de las naciones oscuras.
Quiero llevar esta Obra hacia un destino que ninguno de ustedes jamás imaginó, hijos Míos, y para acompañarme es necesario definirse.
Yo los conduciré por este mundo, aun cuando las tinieblas parezcan haberse apoderado de todas las cosas. Su fortaleza y sabiduría nacerán de Mi Corazón y colmarán sus corazones y sus mentes. En un mundo de confusiones no tendrán ninguna duda, porque estarán en otras Leyes, en otro tiempo, dentro del tiempo de este mundo.
Caminarán a su lado los perdidos y no comprenderán de dónde proviene la claridad de sus caminos. Su ejemplo hablará más alto que los truenos y que las trompetas del Apocalipsis.
No habrá comprensión fuera de Mi Manto, fuera de las Leyes de la Nueva Vida que Yo estoy gestando en los que Me dicen "sí".
Mi Voz, hijos, no les trae una nueva profecía sino una realidad.
Quiero que abran sus ojos a una verdad y a una necesidad que está más allá de sus necesidades diarias, de sus quehaceres mundanos y de todo lo que, hasta hoy, pensaron que era importante para sus vidas.
No les digo que sus vidas no sean importantes, sino que hoy coloco sus ojos en los Míos y les muestro la real necesidad de esta Creación, y no solo de este pequeño mundo.
Ya se están abriendo las grietas en el corazón de la Tierra y todo estará permitido, solo es necesario decirme "sí".
Que se terminen hoy las mezquindades, las competiciones, las medias entregas y la tibieza de los corazones. Mi Hijo vendrá para colocar en su frente el sello definitivo de Sus apóstoles y, antes de Él, Yo vengo al mundo como la Estrella de la Mañana, antes del nacimiento del Sol, para decirles, hijos Míos: defínanse y despierten.
Es hora de que sus vidas ya no sean suyas, sino que estén puestas a los pies de Dios como una ofrenda verdadera y que no haya nada más importante que cumplir con Su Plan, ni siquiera sus propias vidas.
A algunos, Dios les pedirá todo, pero éstos serán los herederos verdaderos de Su Reino, los portadores de Su Legado, los pioneros de la Nueva Vida más allá de este mundo, partes renovadas de la Consciencia Divina, como células de cura en la consciencia herida y enferma de la Creación, que se degradó por sus propias elecciones y sus caminos.
Son llamados a ser parte de una Nueva Ley, precursores de una Nueva Vida. Defínanse y déjense guiar. La obediencia irrestricta y la adhesión absoluta de sus corazones y de sus consciencias, se reflejarán en sus acciones y le hablarán al mundo.
Aquellos que tengan oídos que oigan la Voz de la Madre de Dios que, en nombre del Creador y de su Hijo, se pronuncia en el mundo.
Yo los bendigo y les agradezco por despertar y por definirse en este tiempo.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más