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Queridos hijos:
Mi voz maternal es inconfundible entre los universos. Por eso, Yo siempre vengo del Cielo para anunciarles el estado eterno de Mi Paz.
Con alegría y bendiciones, hoy quiero que suenen las campanas y los cuencos durante tres minutos de su tiempo y antes del comienzo de la vigilia de oración, porque este gesto de celebración anunciará la venida del Cristo interior a sus pequeños corazones.
Hoy Mi Inmaculado Corazón regresa a Su segunda casa de oración en el mundo, pues la primera casa de oración en el mundo es el Reino de Medjugorje.
En verdad, Mis amados, en Mi Corazón no existen diferencias, solo existe una gran misión por cumplir, misión que Yo amorosamente comparto con algunos de los autoconvocados al servicio planetario, porque por esta sagrada respuesta el mundo aún se está pudiendo sostener.
Queridos hijos, hoy llego a su encuentro como la Señora de Belén, quiero que todos Mis queridos hijos, durante esta noche, regresen internamente de corazón y de alma al gran momento del nacimiento de Cristo.
Si ustedes consiguieran vivir este misterio como verdadero e importante, sus almas abrirán las puertas del corazón para que los códigos crísticos se cultiven preciosamente en sus corazones.
Dios quiere rescatar el día del Nacimiento de Su Hijo predilecto en el corazón espiritual de la humanidad, pues el enemigo no ha podido destruir el amor verdadero que ella creó a través de las buenas acciones, porque algunos atributos, que una parte de la humanidad expresa hoy sobre la Tierra, permitieron salvaguardar al mundo de su autodestrucción.
Hijos queridos, deseo que Mi mensaje llegue al corazón de todos los que escuchan. Mi Hijo espera que hoy lo puedan vivir como algo sagrado y devoto.
Cada vez que en el mundo se celebra fraternalmente una fecha sobre algún hecho de la Sagrada Familia, oportunidades de Gracias especiales se abren en el Cielo para ser derramadas sobre el mundo como un manantial.
Que esta noche sea de Paz para todos y que ofrezcan a Dios esta inusitada paz de fin de tiempo por los que no viven en paz y por los que viven grandes sufrimientos en sus vidas.
Les agradezco el gesto de amor y de reverencia ante el Pesebre de Belén.
Agradezco la buena respuesta interior de los peregrinos para poder concretar la misión del ómnibus peregrino de Divina Madre, porque detrás de todo pedido celestial, se encuentra la santa Voluntad del Padre.
Alégrense y canten amorosamente a Cristo, porque Él hoy los escuchará en todo el mundo. Revirtamos así el mal sobre la Tierra a través del amor del corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en este día especial,
Vuestra Santa Madre María, Reina de la Estrella de Belén
Queridos hijos:
¡Ya no teman por nada!, porque detrás de toda circunstancia o dificultad se encuentra el supremo amparo de Mi Corazón. Vean este tiempo como un momento de sacrificio y de esfuerzo permanente por cumplir con el Plan de Dios sobre la Tierra.
A pesar de que los soldados marianos son muy pocos, sobre ellos cae el grado mayor de servicio y de responsabilidad; a través de estos servidores que no son indiferentes, sino serviciales y abnegados, Mi Inmaculado Corazón triunfará.
Quiero en este día alentarlos a continuar en el camino de la fe y de la renuncia; de esta forma, Mis pequeños, ustedes permitirán que el Señor del Universo cumpla Sus grandes obras a través de Sus hijos, especialmente los que viven el apostolado de Cristo.
Por medio de la oración constante, nada que esté ajeno a la luz los perturbará; sepan que Mi Manto está sobre ustedes diariamente y que solo Yo permito, que en este tiempo de caos, vuestras almas conozcan el juicio que está viviendo el mal.
Dios quiere establecer sobre América Latina la devoción verdadera a Mi Inmaculado Corazón; si este gesto de amor y de devoción fuera ejercitado por todos Mis hijos a través del Santo Rosario, se evitarían futuras confrontaciones sociales, políticas y familiares.
Aquellos que no recen de corazón y de alma en este tiempo, no podrán soportar el juego involutivo que el enemigo intentará crear en los corazones, tal como la discordia, la falta de unidad y, sobre todo, la ausencia del amor.
Pero aún la humanidad no quiere reconocer que el fin de los tiempos está sucediendo y que la Mujer Vestida de Sol y coronada con las doce estrellas de la salvación está proclamando al mundo el último llamado salvador y redentor; llamado que Cristo estará cumpliendo antes del gran juicio.
Es hora, queridos hijos, de que vuestros ojos vean un poco más allá de la vida normal, porque mientras algunas naciones de América le abren las puertas al caos y a los planes del enemigo, Yo les imploro: ¡recen!, ¡recen!, y ¡solo recen!; sean mediadores entre el mundo y Dios, porque a lo largo de este tiempo, Yo ya les enseñé cómo abrir las Puertas del Cielo a través de la santa oración.
Si América no llega a tener una acción orante y fervorosa, muchas familias padecerán el sometimiento de los que creen hacer buenas obras. Quiero decirles hoy, ante todo, que Yo no vengo para infundirles miedo, sino que vengo del Cielo decidida a rescatar y salvar a los que se sumergen en los abismos y en las ilusiones de este mundo.
¡Recen Mis queridos devotos!, para que el vicio y el consumismo, que deterioran las almas de la Tierra, pueda ser liberado por la Misericordia de Jesús.
Hace ya algunos siglos, Mi Inmaculado Corazón descendió en México, sobre el Monte Tepeyac, para anunciar, a través de San Juan Diego, un tiempo de paz y de reconciliación entre la civilización indígena y la civilización blanca; esto detuvo la continua esclavitud de las almas buenas y permitió que esta esclavitud humana no siguiera de generación en generación.
La Santa Virgen de Guadalupe trajo hace mucho tiempo entre Sus manos, la revelación perfecta de unión entre los pueblos y Dios.
Hoy, la Reina de la Paz clama para que Sus hijos despierten en consciencia a lo que está sucediendo en el mundo entero.
Queridos hijos, quien viva de verdad la oración, tendrá sobre su ser el escudo de Mi Manto. Quien viva de verdad la oración del corazón podrá protegerse a sí mismo y a su familia; Dios les ha dado un instrumento de elevación que es muy temido por el enemigo.
Por eso hoy les digo que ya es hora de crecer y de madurar; Yo les ruego que Me apoyen y que Me dediquen la ayuda que necesito de ustedes, para peregrinar por los países de América. Aunque Dios le entregó a la Sierva Fiel el poder de la manifestación, la Madre María hoy les entrega a ustedes la oportunidad de que dediquen una parte de vuestras vidas al Plan de Dios.
Ahora la redención del mundo deberá ser llevada adelante por el esfuerzo de todos; Mi Hijo no volverá a ser crucificado por las crueldades humanas, porque Él regresará victorioso por segunda vez para derramar Su Misericordia sobre el mundo.
Acepten la oferta y el llamado que Yo les entrego, ¡por siempre y para siempre les estaré eternamente agradecida!
Vuestra Santísima Madre María, Reina de la Paz y Protectora de los corazones
Al final de la fuerte revelación que la Virgen María hoy nos anunció a través del mensaje, Ella nos entregó la siguiente oración dedicada especialmente a la Consciencia Indígena; para este día 12 de diciembre de 2013, en el cual se conmemora la fecha de las Apariciones de la Virgen de Guadalupe en México:
Oración Salvadora de la Consciencia Indígena a la Virgen de Guadalupe
Querida Madre de todas las razas,
Sagrado Espejo de la Justicia Divina,
Cáliz Virginal que nos derramas
la Preciosísima Sangre Redentora de Cristo.
¡Te suplicamos ahora a Ti!,
de mente, alma y corazón,
Madre y Reina de Guadalupe:
une lo que está separado entre nuestras consciencias,
libera con Tus rayos celestiales la condición humana.
¡Oh Santa Madre de la Nueva Raza!,
ábrenos las Puertas hacia el Sagrado Corazón de Dios,
para que en el próximo tiempo
toda la humanidad vea nacer la Tierra Prometida
por el bien absoluto de todos.
En Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Amén.
Abran sus ojos, para ver el Sol que ya nació en sus pequeñas vidas. Aquel que pueda ver y sentir este Sol del nuevo tiempo, será curado, por la Luz Divina que llega, y redimido por sus rayos de profunda Misericordia.
Mis queridos hijos, ya no son tiempos de lamentaciones para aquellos que recuerdan en sus espíritus tantos años de Gracias recibidas.
En este año, vengo a profundizar en sus corazones, almas y esencias, el contacto Conmigo, para que sientan esta unión dentro de sus consciencias, como antes sentían. Así. disolveré toda duda y todo dolor de los que no consiguen acercarse a Mí Corazón. La única cosa que necesito es que se abran verdaderamente.
En este momento en que Mi presencia una vez más se recoge del mundo, quiero dejara grabado en sus corazones que la Luz de Mi Sol es eterna y jamás se apagará. Por eso, no descansen y no bajen los brazos, si por algún motivo vivieran momentos de tribulación.
Busquen, ante las dificultades de la vida, este Sol curador que hice nacer en sus esencias para que ilumine sus caminos y más aún, ilumine los caminos de aquellos que están perdidos en la oscuridad de su propia ignorancia.
Con profunda alegría en Mi Divino Corazón, Me aproximo a Mis amados hijos y encuentro en sus esencias los códigos divinos que por tanto tiempo deposité allí, para que pudiesen en el tiempo presente y en el futuro, cumplir con la Misión de Amor que Dios les encomendó.
Mis amados, cuando Mi presencia ya no estuviere entre sus corazones de una forma tan contundente como hoy y como en los últimos tiempos, sepan que es porque ya estarán preparados para vivir, por sí solos, las pruebas de la vida y, delante de Dios, manifestar todas las enseñanzas que recibieron.
Como buena Madre, he formado a Mis pequeños hijos, exterior e interiormente y aunque hoy no lo puedan percibir, cuando llegue el momento recordarán lo que hoy les digo.
A través de la oración diaria y misericordiosa, maduren en la consciencia los frutos luminosos de Mi presencia en sus vidas. Si persisten, más allá de los impulsos externos que reciben y teniendo en cuenta todo el impulso interior que recibieron, podrán ver construida, en el espíritu, la fortaleza que necesitan para cruzar el umbral de la vida entre el viejo y el nuevo hombre.
Cuenten siempre con la presencia del Espíritu Santo, que invisiblemente los auxiliará.. El Espíritu Santo representa en el Universo la Misericordia permanente de Dios y Su Eterna Gracia para con Sus criaturas. Por medio del Espíritu Santo el Señor actúa permanentemente en sus hijos, con independencia de todas las acciones practicadas, aquel que se arrepienta de corazón y se abra en espíritu recibirá la Gracia del despertar y del retorno redimido al Origen Celestial.
Hoy les digo, Mis amados, que son tiempos de elevar los ojos hacia el Sol que nace y se levanta en el horizonte y de tener ese farol divino como única meta en sus vidas. Caminen firmes hacia este Sol de Eterna Gracia y no miren ni a los costados ni atrás, tampoco se miren a ustedes mismos.. Con la mirada fija en el Cristo Vivo, contemplen Su retorno, Su nuevo nacimiento en la vida sobre la Tierra.
Yo les agradezco eternamente por estar unidos en este tiempo a Mi Corazón y ayudar en Mi Plan de Salvación de las almas.
Yo los amo.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
3.ª Maratón de la Divina Misericordia – primer día
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Hoy, el Maestro vino a nuestro encuentro con un presente especial.
Él abrió las puertas del Cielo e hizo descender una cantidad innumerable de palomas que comenzaron a rodear nuestras cabezas.
Algunos de los hermanos presentes fueron bendecidos con Cálices; ya que algunos Ángeles del Señor derramaban el líquido de los Cálices sobre ellos y, a través de este encuentro interior con Cristo, nos transmitió Su Mensaje.
Cuando Él llegó, abrió Sus Brazos y Sus Manos para bendecirnos; y en Sus Brazos había dos cintas, una cinta azul y otra cinta roja que representaban, según nos dijo, Su Sangre y Su Agua, y tenían escritas las siguientes palabras: “Paz Infinita”.
Así, Él nos comenzó a instruir en este día.
Paz Infinita será el nuevo bautismo de sus seres, porque solo por la Paz Infinita sus almas alcanzarán la misión que Dios les ha encomendado en estos tiempos.
Queridos compañeros:
Este es el amor que Yo les quiero revelar: a través de Mi Paz Infinita sus vidas se podrán unir al Universo, y la Tierra y el Cielo serán uno como estaba previsto desde el principio.
Para que esto suceda, primero deberán encarnar la Paz Infinita en sus corazones porque ella será el camino perfecto para que ustedes se puedan amar de verdad, como Yo les enseñé desde el principio, cuando Mi Vida estuvo entre ustedes.
Solo a través de la Paz Infinita encontrarán el sendero predilecto de la humildad y así sus almas resplandecerán ante Mi Reino, porque estarán cumpliendo con el don precioso de vivir en paz.
El mundo se apaga por la falta de verdadera Paz; busquen esta Paz Infinita en el Origen, en la Naturaleza, en el corazón de cada hermano pacificador.
Hoy, les pido que sean ejemplo de paz, para que al menos los grandes acontecimientos de la Ley de Dios sean leves sobre los que no son pacificadores.
Que a través de esta Tercera Maratón de Oración a Mi Infinita Misericordia, ustedes, como soldados de la oración por la paz, puedan salir fortalecidos y amparados, salir listos para realizar la tarea misionera y de apostolado a la que Yo los invito en estos tiempos.
Hermanos, siento una profunda alegría por ver corazones argentinos un poco más maduros y dispuestos a colaborar con el Plan de Mi Padre.
Que en este encuentro sus seres puedan renacer y recibir el Espíritu de Dios, para que obren unidos de corazón y de alma con el prójimo.
Buena jornada misericordiosa para el día de mañana.
Mi Corazón acompaña sus plegarias de amor.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir en Mi Corazón.
Cristo Jesús de la Argentina
La Parábola del Buen Discípulo y el Buen Maestro
Había una vez, en una tierra distante, un maestro que enseñaba sus labores a un discípulo, quien había sido recientemente enviado para aprender sobre el camino espiritual.
En esa historia, el maestro se estaba iniciando en su primer retiro interior y debía deshacerse de sus expectativas y de sus propios poderes para entregarse al Infinito Eterno. En los planes del retiro no estaba prevista la llegada de ese último discípulo que fue enviado más tarde de lo esperado. El maestro ya había instruido a otros discípulos antes de iniciar su retiro ermitaño, pues para él, el principal aprendizaje era darse por sobre todo, a todos.
El discípulo recién llegado no era muy diestro en los quehaceres que el maestro le encomendaba. El discípulo, aprendiz que a pesar de ser muy dedicado y de seguir con humildad palabra por palabra lo que su maestro le dictaba, un día se vio perdido, como sin brújula. Esto ocurrió por falta de atención mientras intentaba comprender las razones de cada tarea que el maestro le indicaba.
El maestro raras veces se sentía incómodo con eso, porque la tarea de su consciencia era amar y ver a cada discípulo tal como era, más allá de sus errores. Pero ese día, el Universo del Padre confirmaría si el maestro podría alcanzar la mayor expresión de amor ante la gran diferencia existente entre lo pedido por él y lo que el discípulo hizo. El resultado de esto podría haber cambiado el destino de los dos: ese día el discípulo debía confirmar su confianza en aquel que lo guiaba, más allá de las diferencias.
¿Cuál es la enseñanza de toda esa experiencia?
Que el maestro, si no tiene discípulos, nunca podrá ver con sabiduría todo aquello que aún debe desterrar de sí; y que, por amor, siempre deberá tener la misión como su propósito principal. Y el discípulo, en su camino, siempre deberá contar con la compañía del maestro, para que él le indique los pasos que deberá dar en la consciencia, evitando así la pérdida de su misión al elegir otros caminos.
Esa es la lección del amor: si entre el maestro y el discípulo no reina el amor, no podrá haber unidad; y, si falta la unidad, quedará sin resultado la misión de los dos. Este es el gran paso para quien guía y para quien aprende; si no estuvieran los dos, el propósito que ya está escrito no se podría cumplir.
La actitud del maestro y la del discípulo deberá ser de humildad, de devoción y de amor para que la luz esté presente en ambos caminos.
Todo deberá surgir del verdadero amor para que los propios males sean desterrados y en toda situación triunfe la fe en Dios.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
¡Siempre sea alabado Jesucristo en ustedes y en todo el mundo!
Después de la venida del Hijo de Dios, viene hoy a vuestro encuentro interno Mi Casto y Humilde Corazón para anunciar Mi fraterna y amorosa compañía espiritual a todos los misioneros, que a causa de las leyes terrestres no han podido embarcar en la misión importantísima que la Virgen María les encomendó.
Por eso, hoy más que nunca, pequeños hermanos Míos, Yo les pido a todos los grupos orantes que oren para que los planes celestiales de paz y redención que imparten los Tres Sagrados Corazones de Jesús, María y San José puedan sembrarse en todos los necesitados corazones del mundo.
Hoy me anuncio a ustedes para instruirlos al respecto de que, si dicha misión a India demorara más allá de lo previsto, es decir, más allá del próximo mes de agosto, les anuncio que existirán también otras misiones que estaban esperando madurar en vuestras consciencias, misiones hacia naciones como Tailandia, Sri Lanka, Nueva Zelanda y los países asiáticos, que en este tiempo son los que más necesitan de piedad, de amor, de servicio abnegado y de Misericordia.
Sepan, Mis misioneros, que cuando una puerta del mundo se cierra, otra puerta divina se abre para el mundo entero trayendo Gracias y bendiciones para todos.
Desde el Cielo, en lo profundo de Mi Casto Corazón, Yo los bendigo, animándolos a vivir en la fe y en la esperanza de que los planes de Dios son perfectos y precisos para estos tiempos. Sigan Mis pasos humildes en silencio y en oración.
Les agradece por vuestra oferta y dedicación,
Vuestro Padre Misionero,
San José Castísimo
Al término del mensaje, San José nos envió el siguiente impulso orante, especialmente para todos Sus hijos misioneros:
Oración de protección y luz para los misioneros de Dios
Dios Padre,
que por medio de San José Castísimo
tocaste nuestro simple corazón,
y nosotros en humildad y fe
respondimos a Tu misión celestial.
Te pedimos, en reverencia y amor,
amado San José, misionero fiel,
cúbrenos con Tu manto violeta de protección,
para que nuestros pasos sean invisibles.
Entréganos Tu santo Cetro,
para que podamos corresponder a la misión de amor y de paz.
Entréganos Tus poderosos siete lirios del Cielo,
para que bajo esta Gracia,
que proviene de Tu santo Corazón
nosotros podamos vivir ahora y siempre:
la pureza de alma,
el amor a la donación,
el servicio sin demora y sin tiempo,
la humildad como fuente de fe absoluta,
la entrega total a la Voluntad del Padre,
el rescate de los más necesitados,
la unión perfecta con todos los Reinos Creados.
¡Oh Humilde y Casto Corazón!,
que bajo Tu poder de amor y humildad,
se cumpla la gran misión de paz
en toda la humanidad.
Amén.
Hijos:
Como Mi Gracia por ustedes es inmensa e infinita y por la misión mariana que tendrán en su viaje; hoy, Yo apareceré, como en el mes anterior, durante la Comunión Reparadora para darle Mi Mensaje al mundo.
Espero de ustedes una inmensa alegría para que, de esa manera, ingresen en el océano de Mi Misericordia. Esta celebración crística Conmigo deberá ser registrada, para después difundir Mi Mensaje salvador y redentor.
Bajo la Gracia de Dios, sean bienaventurados y aguarden Mi venida, con amor y devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
Gracias por escuchar Mis pedidos,
Cristo Jesús
Querido Mío, querida Mía: vacíense de todo y síganme.
Permítanme que los tome como un odre nuevo para que pueda derramar en sus corazones Mis nuevos Códigos de Paz.
Déjenme entrar en sus moradas, pues desde el Universo Celestial de Dios espero que Me llamen y Me digan: “Ven Maestro, quédate en Mí”. Lo Soy todo para ustedes, solo cuando Me lo permiten.
Quiero enseñarte, antes de Mi Retorno, a reparar el Corazón de Nuestro Supremo Dios del Amor. Por eso, bebe todos los días de la oración y de la vigilia para que tu corazón esté despierto junto a Mí ante cualquier cambio interior. Ábreme la puerta para que Yo pueda definitivamente entrar en tu vida, en tus quehaceres, en tu sueño, al despertar y durante tu día entero.
Quiero acompañarlos, si Me lo permiten, para enseñarles a través de cada prueba a confiar en Mi Insondable e Infinita Misericordia. Solo espero desde el Cielo el sí de ustedes para que Mi Amor Infinito pueda obrar en sus esencias, en sus pequeños corazones. Si las almas conocieran el poder de Mi Amor sabrían mucho más del Amor Universal de Dios y todo lo que el Creador tiene para entregarle a cada ser.
Ahora, recuerden que estoy en cada hermano, muy escondido, como lo estoy en la Eucaristía. Por eso pongan atención para encontrarme en cada sano gesto de amor, de fraternidad, de oración y de caridad. Los cargo a todos en Mis Brazos porque Mi Madre Celestial está entregándome a cada hijo de este mundo para encaminarlo por el sendero del Bien y de la Paz.
Cada alma tiene su misión ante Dios, cada hijo cumple con una parte del Plan de Amor, solo que cada tarea debe ser honrada y respetada para que el Plan en la Tierra se pueda cumplir. Yo Soy el Obrero de Almas, ustedes son Mis compañeros.
Bajo la Gloria de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por guardar en sus corazones Mis Mandamientos.
Cristo Jesús
Queridos hijos:
En este mes del Rosario, hasta el día 26 de noviembre, Yo les pido que, por amor a Dios Creador, se reúnan en grupos de oración y recen al menos las primeras cincuenta cuentas del Santo Rosario por el mundo y por la humanidad, uniendo así este pedido al que ya he hecho por todas las naciones del mundo.
Hijos Míos, por medio de este pedido maternal, Mi Inmaculado Corazón intercederá en favor de todas las almas que necesitan paz y perdón en este tiempo, con la misión celestial de que todos Mis hijos despierten del sueño en el que normalmente viven y comiencen a vivir para Dios, en Su Amor y Misericordia.
Para que eso pueda suceder en la mayoría de Mis amados hijos, la oración del corazón de parte de todos los grupos que se han consagrado a la Madre Divina será considerada de importancia universal.
Queridos hijos, cuando las almas están conscientes de los pedidos que Dios envía a través de Mi Inmaculado Corazón, esa acción amorosa de responder al llamado, repercute en toda la vida del planeta y de la humanidad.
Mediante el ejercicio del rosario durante estos días de octubre hasta noviembre, vuestras vidas se estarán preparando en consciencia para lo nuevo, para el tiempo que llegará al mundo.
Hijos Míos, ustedes, abriendo vuestros corazones, permitirán que esta tarea se vuelva sagrada y verdadera como lo es descansar, alimentarse y vivir para Dios. Cada acción de la vida en este tiempo debe ser sagrada para que Dios se sirva de los buenos ejemplos de aquellos de Sus hijos que aprenden las leyes de la convivencia y de la fraternidad.
El nuevo mundo será integrado por grupos de almas que aprenderán a vivir las leyes así como vivieron y obedecieron los antiguos pueblos del desierto junto a Moisés. Dios tiene preparado para cada alma un mensaje especial de amor y una misión.
Vuestro ejercicio de oración diaria permitirá que a cada momento vuestros corazones contemplen la Voluntad de Dios.
Queridos hijos, que este mes del Santo Rosario sea un mes preparatorio, una verdadera escuela de oración para todos.
¡Les agradezco por contestar a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hijos Míos:
Que hoy vuestros corazones puedan comprender y venerar la Gracia Especial que vuestras vidas están recibiendo mediante el ejercicio de la oración y en nombre del Amor de Mi Hijo.
Queridos hijos, por eso los invito a orar más con el corazón para que Dios Padre los escuche y Mi Corazón Materno pueda seguir viniendo al encuentro de vuestras vidas. La misión que Dios les confía es orar por la salvación de todas las almas porque, en este tiempo, queridos hijos, todos tendrán una última Gracia: vivir la Conversión.
Antes de que el Divino Juicio Universal se aproxime al mundo, ustedes, Mis pequeños, deberán estar en profunda y verdadera oración para que nazca en ustedes la voluntad de orar todos los días.
Por eso, queridos hijos, es muy importante la renovación de los grupos de oración por medio de encuentros mensuales, para fortalecer, entre los grupos, el ánimo de servir a Dios y de ser menos invadidos por las realidades del mundo.
Cada grupo de oración debe ser la Luz de Cristo en el mundo y para que esa Luz ilumine en la oscuridad, las llamas de Cristo, que son cada una de las almas, deberán estar unidas en la misión y ser humildes desde el corazón, porque de esa manera, el Espíritu Santo podrá guiar y bendecir la existencia de cada grupo orante.
Hijos Míos, hoy les comunico esta importante misión de final de tiempo para todos estos grupos orantes. Sepan, Mis queridos hijos, que Mi Maternal Corazón estará entre ustedes, acompañándolos, en el momento de iniciar vuestro ejercicio de oración.
Queridos hijos, ya es tiempo de que nazca la fraternidad desde los corazones, para que la tarea de orar en grupo entre almas hermanas pueda tener repercusiones universales. Pero para que eso suceda, es necesaria mucha humildad y estar vacío de sí porque, de esa manera, vuestros encuentros de oración serán victoriosos y estarán unidos a Mi Propósito Maternal de salvación.
Hoy, queridos hijos, le agradezco a cada uno de los orantes y devotos por estar contestando a Mi urgente llamado por la oración y la paz.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Si la humanidad viviera los preceptos de Dios, es decir, los Mandamientos, el mundo sería otro. Por eso, queridos hijos, Mi Corazón está presente en cada uno de ustedes porque, como humanidad, necesitan de las Gracias y del Amor de Mi Corazón Maternal.
Hijos Míos, hoy los llamo a renovar la devoción a Mi Inmaculado Corazón y sí así lo hicieren, pequeños hijos, Dios, la Fuente del Amor, actuará a través de Mi Hijo que ya ha resucitado y a través de Mí, la Madre Universal.
Hoy los quiero llevar a todos hacia el verdadero sentimiento de la oración, que debe ser primordial e importante en cada una de sus vidas y en este tiempo de cambios que están viviendo en el mundo.
Hoy también, como lo ha hecho Mi Hijo, Yo extiendo Mis brazos de paz para quienes acepten vivir Mi llamado como una misión grupal e individual para cada uno de sus corazones.
Sepan, queridos hijos, que Mi voz se anuncia al mundo en este tiempo de purificación. Por eso, Yo los invito a reunir las fuerzas de sus corazones en la unidad y en la paz. Así estos atributos elevarán más aún a la humanidad hacia el Reino de Dios y ustedes, como almas, estarán unidos a Mí.
Cuando Yo les digo: Gracias por responder a Mi llamado, es para que sepan que Mi Corazón Maternal e Inmaculado está abrazando a muchas almas que ustedes desconocen y que viven en este mundo. Esas almas necesitan de Mi Corazón porque si Mi Corazón no estuviera entre ustedes como humanidad, muchos Planes de Paz que Mi Corazón difunde no se podrían cumplir.
Por eso, hijos Míos, Yo los llevo diariamente en Mi Corazón y hoy les digo de nuevo: Gracias por responder a Mi llamado.
¡Paz! ¡Paz! ¡Paz para todos!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridisimos hijos y almas de la oración:
Con alegría recibo a todos sus corazones en el Reino de Mi Padre y hoy los invito a emanar la paz y el amor desde lo profundo de sus pequeños corazones.
Queridos hijos, ya estamos en una misión celestial de paz y de conversión para cada una de sus vidas y para todas las vidas que están sobre este mundo. Por eso, pequeños hijos, Yo los invito a vivir constantemente en oración para que en todas las cuentas de la contemplación, hechas por todos con el corazón, puedan tocar los Cielos, y el Señor pueda contestar a través de Sus Gracias.
Yo soy la intercesora de todas las almas. Soy quien los llevará hacia Mi Hijo Glorificado. Para eso, queridos hijos, después de estos meses que ya han pasado, en los que hemos estado unidos de Corazón a corazón, les anuncio como Gracia Especial que Mi voz celestial seguirá por un tiempo más acompañando a todos sus corazones a través de Mi Amor y de Mis Palabras en los Mensajes Diarios con el fin de que Mi Inmaculado Corazón llegue a todos. Yo les pido, queridos hijos, que difundan Mi llamado por la paz y por la hora de la conversión y que inviten a los corazones a reencontrar el ejercicio de la oración como algo primordial en estos tiempos.
Ahora el Señor Me ha pedido que, a través del Espíritu Santo, Mi Inmaculado Corazón llegue a las familias para que las familias del mundo puedan recuperar el símbolo de la Sagrada Familia de Nazaret. Y esto acontecerá cuando todos los corazones de las familias inicien el camino precioso de la oración. Así ellas también serán consagradas a Mi Inmaculado Corazón.
Queridos hijos, agradezco con Amor Divino a todos sus corazoncitos por responder a Mi llamado. Deben saber que es Dios que ahora llama al mundo a la reconciliación y al perdón para que la Misericordia surja como fuente de conversión para todos los corazones.
Gracias por responder a Mi llamado.
Misericordia para todos Mis hijos.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Que hoy reine Mi Paz en sus corazones. Quienes busquen esta Paz, encontrarán Amor. Quienes estén en Mi Divino Amor, hallarán confianza para el camino. Quienes ya vivan en la confianza de Dios, encontrarán alivio, porque todos estarán bajo la Voluntad de Dios.
Así, queridos Míos, se revela el camino para la consagración.
Queridos hijos, hoy Yo los invito a celar por la consagración en cada uno de ustedes. Ella es un don precioso que Dios les está concediendo a sus almas. La consagración verdadera comienza en nuestra confianza en la oración; a partir de allí, Mis pequeños, el Universo Celestial se abre para que en cada hora de la vida ustedes puedan ver y sentir la Voluntad de Dios.
De esta forma, queridos hijos, sabrán cómo vivir en paz, en la paz del corazón. Vayamos juntos al encuentro con Dios; Mi Inmaculado Corazón los resguardará en el camino por el que cada uno de sus corazones ha decidido peregrinar. Caminando en la Voluntad de Dios ustedes comprenderán que sus pequeñas voluntades humanas deberán unirse a la Voluntad Única. Este ejercicio de humildad y de entrega les permitirá fortalecer la oración y, así, la paz en el mundo podrá reinar por más tiempo.
Queridos hijos, en estos tiempos, cada momento que pasa en la vida debe ser una constante búsqueda de la Voluntad de Dios; así todos los corazones podrán entrar en las Leyes Celestiales, las que sus almas deberán reconocer y amar. Hoy vivan bajo la primera Ley del Amor. El mundo necesita del amor compasivo y humilde entre todos Mis hijos, para que cada día se pueda aliviar un poco más.
La misión de cada uno de ustedes será aspirar a encontrar la Ley Divina que la humanidad ha perdido, ley que se manifiesta entre las almas y Dios. Por eso, Yo vengo no solo a donarles la Paz Interior que muchas almas desesperadas buscan; vengo también para reconciliar y redimir los corazones que se han alejado de Dios.
Nuestro Altísimo Señor los guarda; el Amor Divino es para todos sus corazones. Yo estoy aquí para guiarlos.
En confianza infinita al Padre Celestial,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Abracen Mi Inmaculado Corazón. Yo no les haré mal. Soy la Señora que desciende desde los Cielos para anunciar a sus corazones la Paz Divina del Señor. No teman, Yo les traigo Mi Eterna Luz desde el Corazón de Dios.
Yo soy la Madre y Reina del Amor Divino. Soy el Ave Mensajera de la Paz que salva en el mundo a los hijos que están sin luz y sin paz. Yo aparezco frente a sus ojos, frente a sus corazones para que reconozcan Mi mensaje y Mi llamado a la oración.
Hoy les digo, Mis pequeños, que el Señor envía a la Tierra, desde el Cielo y desde el Universo, a grandes grupos de almas que cumplen con Su Voluntad en una misión de oración y de paz.
Por eso, Mis pequeños, el primer paso de las almas es unirse en fraternidad y en amor; eso podrá acontecer en la donación y en el servicio. Vean así, Mis pequeños, que el Señor los reúne para que todas las almas cumplan, en honor a Su Voluntad, con las obras de amor y de paz que Él propone para cada corazón.
Cuando las almas están en grupo existe una misión de Amor y de Redención que se gesta a través del servicio y de la oración a Dios. Por eso, Mis hijos, ustedes no deben entristecer sus corazones si aún no han encontrado al grupo de almas para la misión.
El Señor, que es bondadoso, coloca a los corazones frente a Sus Obras de Paz, Paz que Su Corazón irradia para la vida de las almas. Todos los Propósitos de Dios son permeados por la donación y por la acción abnegada de todos los grupos de almas. La fortaleza para estos grupos que sirven a las obras de Dios es el espíritu constante de la oración.
Por eso, Mis queridos hijos, los invito a orar para que sus corazones, en este último tiempo, reconozcan el grupo de almas al que pertenecen. El primer camino será, Mis pequeños, la reconciliación y la unión con nuestro Padre Celestial. A partir de allí, el camino de los grupos de almas será guiado por Su Voluntad Mayor y, así, responderán al Llamado Mayor que viene desde los Cielos, y todos los corazones obrarán por amor y servicio a la fraternidad.
La oración prepara el camino para el tiempo que vendrá. Unidos a Mi Inmaculado Corazón, el sendero de la paz podrá ser recorrido por todos los corazones.
La Luz Eterna es el Propósito Divino para la vida y la redención de todos los corazones.
Los adora y los guarda en el Corazón de Dios,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más