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Queridos hijos:
Cuando las almas se unen en un mismo Propósito y abren las puertas al Amor de Dios y lo claman, el Reino de Dios se establece.
Es así que en este ciclo la verdadera ciencia se encuentra en el amor, que es capaz de comprender, aceptar e incluir al semejante tal cual es. De esa forma las consciencias participan de la escuela crística, la que los impulsa a avanzar sin prejuicios y con el corazón alegre, para descubrir dentro de sí un potencial que el propio ser desconoce.
De esa manera se pueden tejer los lazos de la fraternidad y se pueden construir los puentes de la hermandad entre consciencias o personas tan diferentes.
A partir de este nuevo ciclo que ha comenzado para la humanidad, los actos de unidad fraterna permitirán colocar a las consciencias más cerca de Dios y de Su Propósito. Las almas encontrarán un sentido verdadero a su existencia y tendrán más claridad en su misión individual y grupal.
Esa unidad será la fuerza motriz que moverá a las consciencias de su punto estático y las pondrá al servicio de Dios.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los anima,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que la Paz de Dios y Su Santo Espíritu estén en este lugar y en sus corazones, para que de esta forma puedan servir, en nombre de la humanidad, abriendo las puertas al Reino de Dios, trascendiendo las limitaciones y las condiciones humanas por un Propósito superior para que Su Plan se cumpla en la Tierra.
Hoy estoy aquí, hijos, no solo para hablarles, no solo para impulsar sus corazones; estoy aquí por un pedido mayor, por una misión que Dios Me encomendó y que trasciende la comprensión humana, pero que necesita que sus corazones estén adheridos a este Propósito divino. Por eso, están aquí.
Para algunos, esta misión es más simple, para otros no tanto. Pero, ante Dios, solo les pido que abran sus corazones y permitan que Él disuelva las barreras que separan sus almas de Dios, para que Él les pueda mostrar la verdad sobre ustedes mismos, sobre este planeta, sobre este lugar sagrado donde se encuentran.
Hoy vengo a abrir las puertas del interior de este planeta para una vida que para muchos es invisible, pero que está accesible a todos, si son simples, puros y si sus intenciones son verdaderas.
Hoy quisiera hablarles sobre esta vida superior que se guarda en lo invisible, no solo de las montañas, sino también se guarda en lo invisible del corazón y de la consciencia humana.
Hoy ustedes vieron y estudiaron un poco del misterio que es María. Ese mismo misterio se guarda en todas las cosas, en cada criatura de este planeta, en todos los Reinos y en la propia consciencia de esta Tierra.
La humanidad ignora, hijos Míos, la verdad sobre la Creación Divina.
Y hoy vengo hasta aquí para despertar sus consciencias, para que puedan vislumbrar un poco de esta verdad, y lo hago en nombre de toda la humanidad, porque muchos que no están aquí, pero que escucharon Mis Palabras, necesitarán de estos impulsos, en estos tiempos y en los tiempos que vendrán.
Quisiera despertar los espejos de sus corazones para que, junto al Mío, podamos liberar un poco a este mundo de la oscuridad que en él habita. Y Yo puedo hacerlo, más allá de la condición humana, pero necesitan decirme que sí.
Vengo para traspasar las capas de la ignorancia, para llegar a lo que son de verdad en sus esencias, y es ahí en donde encenderé este espejo.
De esta forma, los ayudaré para que puedan equilibrar sus almas, sus corazones y, prestando este servicio, puedan traer un poco de paz a este mundo.
Sé que muchos están presos de su condición humana, de sus imperfecciones, y se lamentan por no ser perfectos, por no ser mejores. Pero hoy, hijos, les pediré que por un instante dejen sus imperfecciones de lado, porque están delante de Dios, están delante del portal al infinito, para que reconozcan que en lo profundo de su interior hay algo semejante a la Esencia Divina.
Por eso, llamen internamente a sus almas, a sus espíritus, a aquello que en ustedes es verdadero, para que estén aquí, junto Conmigo, y de esta forma, podamos cumplir con la misión que Yo vine a realizar en este momento.
Antes de que Yo continúe hablando, les pediré que canten para que, de esa forma, atraigan la verdad sobre ustedes y sobre este mundo.
Los escucho.
La verdad se guarda en el interior de aquellos que se disponen a ser semejantes a Dios. La verdad se muestra a los ojos que se abren para verla. La verdad se manifiesta en el corazón de aquellos que se abren para vivirla, que no se lamentan por sus imperfecciones, que las reconocen, que saben que no son perfectos, pero que también saben que, en lo profundo de su mundo interior, existe una molécula divina que aguarda que sus seres miren hacia adentro y que no sean tan superficiales, que no estén todo el tiempo con la atención en las cosas de este mundo y en lo que expresan como seres humanos, como personalidades, como cuerpos físicos, que son tan diferentes de Dios.
Cuando Mi hijo un día les dijo que ustedes son semejantes a Él y a Su Padre, era para que busquen dentro de ustedes esa semejanza. Así como esa semejanza está dentro de cada uno, también está dentro de la consciencia del planeta.
Es por eso que en este momento les revelo un lugar sagrado.
En nombre de la humanidad, pidan la Gracia de ser dignos de estar delante de él. En el nombre de esta nación, pidan perdón por haber ignorado por tanto tiempo la grandeza de este lugar, que se guarda en el lado oculto de la naturaleza, que está protegido por todos los Reinos y que está esperando que la indiferencia humana dé lugar al amor al Plano Divino.
Hoy vengo hasta aquí, a este lugar sagrado, para equilibrar un poco a indiferencia humana. Y de esta forma, generar los méritos para que este lugar permanezca en el mundo, permanezca aquí auxiliando a la humanidad.
Les hablo de un lugar poco comprendido, por el mismo motivo de no conocer el propio mundo interior. Así como solo están atentos a las superficialidades del propio ser, también estuvieron atentos solo a las superficialidades de este mundo, no aprendieron a penetrar en la belleza de la naturaleza y a llegar más allá de ella.
Pidan a Dios la Gracia de que sus ojos se abran y puedan ver en los espejos de agua más que un elemento; que puedan encontrar parte de la Consciencia Divina que atrae del universo los Dones del Espíritu de Dios, los atributos de la Creación, el verdadero arquetipo humano que se irradia para cada criatura que acepta recibir esta Gracia en su interior.
Contemplen las montañas no solo como simples montañas, sino como consciencias vivas que sustentan el planeta y que resguardan en su interior un misterio. Las montañas son como grandes madres que guardan en su vientre un nuevo ser, una nueva vida, un nuevo mundo. En el interior de las montañas que tienen a su alrededor se guarda un principio de vida divino, único, universal, que espera la apertura de sus seres para manifestarse en la Tierra.
A partir de aquí, Dios derrama un manantial de Gracias, de dones divinos, de partículas de Su Consciencia para que lleguen a todo el planeta y que comience, por increíble que parezca, en cada uno de ustedes.
Para que estos dones lleguen al mundo, sus corazones deben decir sí. Para que las almas más distantes de Dios reconozcan Su Presencia y despierten a la vida universal, primero, hijos, ustedes deben decir sí y deben abrirse a este misterio divino que se guarda en todos los espacios de la Creación.
De esta nación debería partir el espíritu de la unidad para que, de esa forma, todo lo que reciben pueda ser repartido a cada corazón de este mundo.
Hoy Mis Palabras representaran un misterio para muchos, pero no quiero que comprendan con la mente lo que vengo a decirle a sus corazones. Solo les pido que clamen a Dios, como humanidad, por una oportunidad para esta nación y para este planeta.
Pidan que Su Plan se cumpla, para que puedan manifestar esa unidad entre ustedes y en todo el planeta. Pidan la Gracia de abrir las puertas de este recinto divino que se guarda en el Monte Shasta y que los dones que allí habitan despierten no solo en la consciencia de esta nación, sino que lleguen también a cada criatura y a los abismos del mundo, llevando luz y paz a los corazones que no las conocen.
Lo que vengo a decirles hoy es que descubran, en la simplicidad de sus corazones, la grandeza de sus espíritus que no es una grandeza humana, que no se guarda en las destrezas, en los potenciales humanos o personales de cada uno; sino que se guarda en el mundo interior, en el corazón y en la capacidad de amar y servir al Creador en todas las cosas.
Hoy consagraré esta comunión, por la potestad que Dios me dio. Como Su siervo, consagrare estos elementos para que, al entrar en su mundo interior, lo despierte.
Reciban el Cuerpo y la Sangre de Cristo, en nombre de toda esta nación, de todo el planeta, como una reparación de toda indiferencia e ignorancia humana.
Oren Conmigo, como Mi Hijo les enseñó.
Padre Nuestro (en arameo).
Y, siguiendo este espíritu de reparación, clamen por la paz y por el despertar humano.
Yo les agradezco y los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cántico.
Ábranse hacia la pureza de Monte Shasta, de sus espejos, de sus misterios, para que sean irradiados a cada espacio de este planeta, transmutando la ignorancia y la indiferencia del corazón humano.
Les agradezco.
En cuanto San José transmitía Sus Palabras a través de la vidente Hermana Lucía de Jesús, el vidente Fray Elías del Sagrado Corazón recibía el Mensaje diario de la Virgen María.
Frei Elías del Sagrado Corazón:
A medida que la Virgen María transmitía Sus Palabras, San José complementaba lo que Ella decía. Cuando Ella comenzó a transmitir Su Mensaje, San José colocó sobre cada uno de nuestros pechos, por encima de nuestro corazón, un lirio de luz. Teniendo como base este símbolo, María nos entregó el Mensaje de hoy.
Después de esta introducción, Frei Elías realizó la lectura del mensaje diario de la Virgen María, Rosa de la Paz, para el día 19 de diciembre de 2016.
A las puertas de una Gran Misión...
Queridos hijos:
Con el gozo de Mi Espíritu hoy les derramo Mi Paz, para que se establezca en ustedes la perfecta e invencible comunión con Mi Hijo.
Será en el sagrado cenáculo del Corazón de Cristo desde donde se indicarán, misericordiosamente, los primeros pasos sobre la redención y la rehabilitación de las almas.
Esto, hijos, es el comienzo de una nueva etapa en donde muchísimas almas se verán beneficiadas por la próxima peregrinación a Centroamérica y México.
Vuestro Padre Celestial los congrega en oración y en cooperación, para que los planes de su Santísima Madre se cumplan en esa querida región del planeta, amenazada por la explotación de los seres humanos, de los Reinos de la Naturaleza y de la inocente sociedad.
Es así que su Madre Celeste se prepara, en oración, adoración y silencio, para cruzar los abismos de todos esos lugares y así reencender las estrellas caídas, las que se perdieron por diferentes motivos y las que deberán recordar su filiación con Dios.
En este día, en donde ustedes, hijos Míos, especialmente aquellos hijos que abrieron sus corazones para ayudarme en este plan de redención y de paz, generaron una respuesta positiva y agradable al Corazón del Padre Celestial.
La misión a Centroamérica y México abrazará varios campos de consciencia y su Madre Celeste podrá ingresar con Su Reino de Luz y con todos Sus ángeles en las naciones que más lo necesitan.
Es de esa forma, Mis queridos hijos, que el Universo de Dios a través de Mis simples manos desatará los nudos que son milenarios en la consciencia de la humanidad.
Cada uno de sus corazones es llamado para acompañar a su Santa Madre en este peregrinar, sea con sus oraciones, con sus ofrendas o con su presencia en alguna parte de la peregrinación por las naciones de Centroamérica.
Es así que, a través del apoyo y de la amorosa compañía de ustedes, su Madre Celeste podrá contar con Sus soldados para llevar adelante esta obra de misericordia y de perdón para con sus semejantes.
La primera parte de la misión a Centroamérica trabajará para desactivar el sufrimiento, la indignación y principalmente el maltrato existente con el Reino humano y con los Reinos menores de la Naturaleza.
Esta tarea será posible desde el momento en que cada hijo Mío participe de esta peregrinación desde su nación, desde su grupo de oración, desde los Centros Marianos o incluso dentro de la tarea operativa de la peregrinación, como hijo de María.
La segunda parte de la misión en México intentará equilibrar el dolor generado, desde la conquista, a los pueblos originarios. A través de la advocación de la Señora de Guadalupe, se podrá realizar durante los días de la peregrinación la desactivación del sufrimiento de dichos pueblos originarios mediante un acto de perdón y de piedad, para que así se establezca la Divina Misericordia.
La totalidad del recorrido de la peregrinación a Centroamérica y México, podrá ser apoyado interna y espiritualmente por todos los hijos de María y por los grupos de oración en las diferentes naciones.
Para que Mis hijos puedan estar presentes durante la peregrinación completa acompañando a su Madre Celeste, los invito a confraternizarse con Mis hijos de Centroamérica y de México, enviando a la dirección de Misericordia María TV un saludo de paz, el que será exhibido durante los eventos públicos.
Esta sección que será presentada durante los eventos públicos de los Mensajeros Divinos en Costa Rica, Nicaragua y México, intentará crear fuertes lazos de amor y de fraternidad entre los pueblos y sus lenguas.
Es así, hijos Míos, que cada grupo de oración como cada peregrino al momento de dar su saludo de paz, deberá tener consigo la imagen de la Virgen de Guadalupe, como el símbolo de unión y de amor entre las naciones del mundo: Uniendo todo lo que está separado.
Esta sección será denominada “Nos unimos a María, en Su Sagrada Misión”.
Agradezco, hijos, el gesto de hermandad interior que cada consciencia podrá expresar a través de este saludo de paz y esa será la forma en que los peregrinos y orantes del mundo acompañarán cada parte de la peregrinación.
Por último, hijos Míos, con la inmensa alegría del Cielo, agradezco una vez más a todos Mis hijos por haber concretado la misión a Centroamérica y por haber respondido a Mi llamado.
Unida a cada corazón orante,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Oren para que el Plan de Dios se cumpla, contemplando, en el Universo, el Propósito perfecto que el Creador tiene para cada una de Sus criaturas.
Reencontrarse con los Mensajeros Divinos y estar en presencia del Padre Eterno, a través de la Puerta de Luz y de Paz que abrimos para el mundo, significa recobrar la pureza y el potencial de amor que les fue entregado a las criaturas en el comienzo de todo y que, un día, se perdieron en los corazones de muchos.
La tarea de los Mensajeros Divinos en este tiempo es más profunda y a veces incomprensible e invisible para la mente humana; porque llegó el momento definitivo para el planeta, cuando la evolución de todos se definirá según las respuestas dadas a las oportunidades recibidas.
Muchos se abren de corazón, aunque sea por un pequeño instante y eso ya es suficiente para que la semilla de un nuevo ser sea sembrada en su interior. Ahí está la eterna esperanza de Dios y de Sus Mensajeros: saber que, a pesar de que la humanidad está tan adormecida, también existe la posibilidad de que despierte de forma más simple de lo que imaginan.
Los Mensajeros Divinos se dirigen hacia Centroamérica para que los que perdieron su vínculo con Dios puedan recuperarlo. Que aquellos que, en el principio, se comprometieron a manifestar Su Plan puedan cumplirlo. Que aquellos que deben convertirse en Nuevos Cristos y que caminan detrás del Señor en todos los tiempos, puedan recordar su misión.
Existen misioneros dispersos en el mundo entero y llegó la hora de llamarlos por el nombre, uno por uno, para que cumplan con su misión.
Nuevos y potenciales Cristos despertarán en este tiempo: consciencias que vivirán el amor y la unidad con Dios más allá de sí mismos; que amarán al prójimo y que darán sinceramente la vida por sus amigos. Consciencias que repartirán el Pan junto a Cristo y que se unirán a ustedes en esta mesa para compartir el Cáliz del sacrificio y de la entrega a Dios, y así hacer que el plan del enemigo se desintegre y que las almas ya no se pierdan de Dios.
Les advierto sobre estos acontecimientos y les agradezco por orar para que este Plan se cumpla.
San José Castísimo
Los Elohim: Ángeles Dorados
En la Esencia del Corazón de Dios, surgió una vez el gran Propósito de crear la vida y los planos de consciencia.
Como les dije ayer, queridos hijos, los Arcángeles, los llamados Resplandecientes, nacieron de la Inspiración Divina, inspiración que permitió concretar y manifestar los seres arcangélicos y angélicos.
Dios expresó en el Universo Mental Sus doce principales manifestaciones, las que surgieron de la Fuente Purísima. Desde allí, los doce Elohim como Rayos e impulsos de fuego nacieron dentro de la consciencia del Universo Mental Superior.
Desde el momento en que el Eterno tuvo la sagrada voluntad que de Su Esencia Purísima nacieran los Arcángeles, el Universo Mental ya era una realidad vital dentro del Universo Espiritual.
Los Elohim fueron designados por el Altísimo para llevar adelante la organización y la manifestación de todos los universos, en donde en el futuro existiría la vida.
Fue así que, desde el momento en que los Elohim se manifestaron dentro del Universo Mental, las primeras legiones fueron creadas sutilmente en estanques de luz, que son grandes receptáculos y canalizadores de energía divina, anteriores a los Espejos.
Veamos entonces, queridos hijos, cómo la historia divina de la Creación anterior a la vida material fue considerada por el propio Dios un Proyecto de amor y de absoluta unidad.
Sobre la base del amor y de la unidad las Jerarquías Angélicas, los llamados Elohim, desenvolvieron el Proyecto del Padre Eterno y dieron continuidad a la Obra de la Creación.
Los estanques de luz también fueron creados a través de la esencia de la Voluntad Divina y fueron los primeros Elohim los que acompañaron la manifestación de estos estados de consciencia, los que guardaban en sí el surgimiento espiritual de la vida angelical.
Cada Arcángel, como Padre Creador, depositó en los estanques de luz una molécula de los doce Rayos espirituales que estuvieron presentes en el momento del nacimiento de los seres angélicos. Una consciencia angélica nace a partir de la expresión del amor en el Universo Mental y a través de un acto de profunda unión que el Arcángel establece con la Fuente Única.
En ese momento, el Arcángel proyecta sobre el estanque un potentísimo caudal de amor y de unidad y, en consecuencia, el estanque, a través de la agrupación de todas las moléculas de los Padres Creadores, emana una consciencia angélica que está dentro de un precioso cristal de color magenta, azul, verde, blanco o dorado. Cuando la consciencia angélica surge del estanque y hasta que termine de constituirse, el cristal queda suspendido sobre él por un período determinado, al igual que la gestación de un niño en el vientre de su madre. Es la energía creadora y divina que gesta interiormente el propósito de esa consciencia angélica.
El cristal puede contener alguno de los doce Rayos para mostrarle al Universo Mental cuál ha sido la Voluntad Mayor para la tarea y el servicio que el nuevo ángel cumplirá.
Es así que, después de su manifestación como consciencia mental y espiritual, el ángel vive una formación que lo ayuda a desarrollar su misión en el Universo Mental o en el Universo Material.
Después de ir formando los ejércitos de luz, los cuales desde su nacimiento viven el servicio incondicional y la unión perfecta con el Eterno, los Arcángeles comienzan con la construcción y la materialización de las Academias de los Rayos, para que cada ser angélico desenvuelva su propósito ante el Padre.
A continuación, se manifiesta la formación espiritual de los Siete Cielos o de los siete estados de Consciencia Divina, en donde los grandes ejércitos comienzan a poblar las dimensiones celestiales.
En ese momento los Arcángeles definen, bajo la Voluntad Máxima, la misión de cada consciencia angélica, lo que determina a cuál de los Cielos o de los estados de consciencia le corresponderá servir eternamente.
A partir de ese momento, los Padres Creadores asumen el gobierno de los Siete Cielos, para que desde el principio se cultive entre las consciencias la Ley de la Jerarquía.
Según como haya sido el surgimiento de la consciencia angélica dentro del cristal, será la misión que vivirá.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal magenta, significa que el Padre Creador le asignará la misión de vivir el amor, de irradiarlo y de protegerlo en los universos.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal azul, significa que el Padre Creador le asignará la misión de proteger y de vivificar la unidad en todos los universos, como también de ser guardián del conocimiento sagrado de las Leyes espirituales, mentales y materiales.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal verde, significa que el Padre Creador le asignará la misión de ejercer la Ley de Cura y de emanar continuamente la armonía en toda la Creación y en donde él se encuentre.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal blanco, significa que el Padre Creador le asignará la misión de atraer para sí los más altos grados de pureza y de expandirla como esencia hacia los universos.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal dorado, significa que el Padre Creador le asignará la misión de la eterna alabanza al Único, como miembro de los llamados Coros Celestiales, los que atraen hacia los universos los principios de la Fuente de Dios.
Es así que los Padres Creadores envían en misión a todos los ángeles que nacieron de la Fuente a través de los estanques de luz, para que junto a sus regentes arcangélicos asuman la misión de proteger y de amparar la evolución de los universos a través de los diferentes Rayos a los cuales pertenecen.
Los Elohim son parte del Propósito Divino y están representados a través de las doce principales emanaciones de Dios, lo que comprendemos como los arcángeles; a partir de allí, las doce emanaciones formaron los doce gobernantes, y de los gobernantes angélicos surgieron otras doce emanaciones hasta llegar a los ángeles de la guarda.
El Universo Mental no tiene límites y es un estado infinito formado por la Voluntad de Dios. Allí se vive el estado de resplandecencia, lo que significa que cada consciencia angélica genera en sí los más altos grados de amor y de unidad con el Único.
Toda la consciencia angélica existe para proteger y guardar la esencia del Proyecto de Dios dentro de los Universos Espiritual, Mental y Material. Es así que los Elohim pueden penetrar las dimensiones y los planos, aunque sean seres mentales, porque ellos se mueven todo el tiempo por el espíritu de la obediencia y del servicio eterno.
El Padre, desde el principio, concibió a los Elohim como los principales guardianes del Propósito de la Creación y de toda la vida existente en los universos.
Fue así que, a través de los Resplandecientes, surgió la primera experiencia de la Hermandad Cósmica, lo que más tarde se estableció como premisa para todas las consciencias presentes en los diferentes planos.
Los Elohim son considerados también los Mensajeros o los portavoces de la Fuente Primordial para el Universo Material; son los que llevan adelante la concreción del Propósito Divino y son los que impulsan a los ángeles de la guarda para que cada alma viva su misión dentro de la Creación, para así cumplir con la finalidad del Padre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión a cada ángel de la guarda,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina de los Ángeles
En los tiempos que llegarán, queridos hijos, los últimos tiempos, la Ley de la purificación será la tónica.
Será el medio por el cual todo se liberará para que las consciencias estén más preparadas para recibir los nuevos códigos de Cristo.
Es por eso, queridos hijos, que no deben temer a esa Ley, porque ella los colocará siempre en el camino correcto para poder encontrar en todo el Amor de Dios.
En este último ciclo, las almas que estén en oración podrán ayudar a otras almas que, aún viviendo la vida del mundo, deberán purificarse intensamente para recibir en esa hora y en ese momento la Gracia de la ayuda que tanto necesitan.
La Ley de la purificación es una ley autónoma, es decir, que como proviene de la Fuente Divina ella actúa de forma más directa, así como ya ha actuado en la humanidad en otros tiempos.
Que sus corazones se abran para conocer esa Ley, porque es la fórmula del fin de los tiempos que expurgará todo lo que los seres humanos vivieron fuera de la ley, trayendo la Gracia de la reinserción en el camino crístico.
La Ley de la purificación traerá a las consciencias la posibilidad de volver a evaluarse, es decir, de recapacitar y, al mismo tiempo, de renovar sus votos ante el Creador.
La Ley de la purificación permitirá que el corazón humano se coloque en la misión y en el propósito personal y grupal que vino a cumplir.
Esta Ley genera la oportunidad de volver a concebir los principios crísticos, de aproximarse nuevamente al camino de la rehabilitación, porque ella no solo purifica, sino que redime de tiempo en tiempo los aspectos ocultos de la consciencia.
La oración permanente permitirá que la Ley de la purificación sea más equilibrada al momento de ingresar en la consciencia.
Recemos por todas las almas que en la ilusión del mundo y sin tener a Dios en primer lugar se purificarán, así como se purificará el planeta para que todo ingrese en un nuevo estado de consciencia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Acompaña a la humanidad en su purificación,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Bienvenidos a un nuevo ciclo de evolución, ciclo que exigirá de todos la madurez espiritual que les permitirá vivir en armonía los tiempos que llegarán.
Este nuevo ciclo será marcado por las pruebas internas, en las cuales las consciencias estarán delante de grandes responsabilidades, con poca experiencia interior para asumirlas. Sin embargo, la adhesión que cada uno presente a la Voluntad de Dios y el esfuerzo por realizarla harán que desciendan del Universo la Gracia y la Misericordia que necesitan para cumplir con su misión.
Hijos, delante de los desafíos que vendrán, siempre digan sí, aunque les parezcan imposibles de ser vividos y superados. Cuando dicen sí, el Creador recibe el permiso para operar verdaderos milagros en sus consciencias y curar en ellas todo aquello que les impide dar el salto que necesitan.
Los desafíos los harán crecer y los prepararán para los ciclos que vendrán después y que serán pruebas mayores y decisivas, no solo para ustedes, sino para toda la humanidad y para todo el universo. No teman lanzarse a lo desconocido ni dar los pasos que los llevarán por caminos que ustedes no saben dónde terminarán.
No teman perder todo, principalmente, perderse a sí mismos, porque, a pesar de dolorosa, esta es la meta de la humanidad. Recuerden que el vacío de sí los conduce a la Verdad, al Arquetipo, al Origen.
Hoy les deseo un inicio de ciclo colmado por Dios y por la vida universal. Este nuevo tiempo estará marcado por el despertar de la humanidad a esta vida.
Todas las ciencias estarán unidas espiritualmente en la ciencia universal y todas las religiones verdaderas tendrán en común la vivencia del amor. El conocimiento y la religión se unirán para develar nuevos mundos y principios universales y descubrirán que la mayor ciencia, que es la vivencia del amor, los conduce a nuevos horizontes, a nuevos universos. Así, ustedes no temerán conocer la Verdad y, con el conocimiento colmado de espiritualidad y la religión plena de sabiduría, cruzarán los portales hacia una nueva vida.
Su padre y amigo,
San José Castísimo
Que despierten los jóvenes de la Tierra, trascendiendo los viejos patrones humanos y reconociendo su identidad universal. Que despierten al amor y a la unidad con Dios, encontrando un sentido para su existencia.
Que despierten los jóvenes de la Tierra, renunciando a los placeres y a las superficialidades del mundo para que experimenten el verdadero júbilo, que es celestial. Que despierten a la misión que hace eones, en el cosmos, se comprometieron a cumplir.
Que despierten los precursores del nuevo mundo, aquellos que no medirán esfuerzos para hacer triunfar el bien y que, con sus ejemplos, convertirán y despertarán a los nuevos espíritus.
Que despierten aquellos que, con el ímpetu de su juventud, romperán barreras y borrarán fronteras, reconociendo la unidad que existe entre todas las criaturas de Dios.
Que despierten los jóvenes de la Tierra a la vida superior, al amor al cosmos y al Plan del Creador. Que reconozcan que este tiempo es definitivo y caminen sin miedo hacia el establecimiento de la paz.
Que despierten aquellos que imitarán el ejemplo de Cristo y unirán culturas, credos, razas, naciones, idiomas y religiones con un único propósito: establecer la paz y manifestar un nuevo mundo.
Que despierten aquellos que unirán los tiempos, que abrirán las puertas de la Tierra a las nuevas leyes y rayos universales; que retirarán los velos de la consciencia humana y que disolverán su ceguera, haciendo que reconozca la verdadera luz.
Que despierten los hijos del Nuevo Hombre, aquellos que en la historia universal serán conocidos como los que trascendieron los viejos patrones por medio del amor, vencieron la oscuridad con la luz de su esencia y manifestaron el Propósito divino, llevando hacia el universo, hacia la Tierra redimida, una civilización de Nuevos Cristos.
Que despierten aquellos que no temerán dar los pasos que el Creador espera y vivir lo que hoy parece imposible para la humanidad; aquellos que, viviendo el amor y la unidad, permitirán que el Cristo, que fue su ejemplo, siga Su evolución y trascienda la vida material, mental y espiritual, para llegar a ser la Vida que todo lo habita, en los universos sublimes, en la Consciencia del Padre.
Que despierten los jóvenes de la Tierra: los jóvenes de cuerpo, mente, corazón y espíritu.
Que despierten todos aquellos que esperan representar lo nuevo.
Su padre y compañero,
San José Castísimo
Hijos:
A fin de que la indiferencia humana para con la vida superior no haga que la humanidad pierda la posibilidad de conocer y experimentar esa vida, los que están despiertos deben redoblar los esfuerzos, multiplicar las tareas y superar sus límites todos los días para responder en nombre de aquellos que ignoran el llamado celestial.
Además de la propia purificación y de la propia carga que deben sobrellevar en estos tiempos, los nuevos apóstoles y discípulos de Cristo deben soportar la purificación del planeta en su totalidad y cargar en sus espaldas los fardos que otros que se comprometieron con Cristo no quisieron llevar.
En el universo, la responsabilidad de la manifestación del Plan de Dios se repartió equitativamente entre aquellos que se comprometieron a prestar ese servicio. Pero, al llegar al planeta, con velos en sus ojos, las almas se confundieron, se olvidaron y permanecieron adormecidas o presas de sus gustos personales y de sus formas de comprender ese Plan.
Hijos, cuando un alma que tenía determinada misión que cumplir cambia esa misión de acuerdo con su voluntad y su parecer, aunque crea que sirve a Dios, para el Plan eso es considerado una indiferencia para con la Verdad del Creador.
Existen muchas almas que se comprometieron con el Señor y que, a lo largo de la experiencia en la Tierra, cumplieron en parte lo que Dios les pedía; pero ahora, en el momento culminante del Plan Divino, se perdieron en las fuertes influencias del caos y dejaron de lado la fidelidad, cambiándola por la superficialidad.
Les digo estas cosas, primero para que estén atentos y sean siempre guardianes del Plan Divino y, después, para que sepan que el Creador contará con ustedes para cumplir aquella parte de Su Plan que quedó atrás por la indiferencia humana.
Que el amor al Plan en sus corazones sea mayor que el amor propio, para que puedan imitar el ejemplo de Cristo y no solo cargar su cruz, sino dejar que Dios coloque sobre ella el peso de la indiferencia y de la ignorancia de Sus hijos, para que ellos no se pierdan y tengan una oportunidad de despertar.
El Creador cuenta con ustedes, hijos, para una respuesta y una responsabilidad mayor. Es hora de servir, amar y entregarse al Plan Divino.
Su padre y compañero en el camino evolutivo,
San José Castísimo
El alma: belleza de la Creación de Dios
Queridos hijos:
Cada vez que un alma consciente de su misión y de su camino en Cristo celebra un nuevo aniversario se establece, en ese día, un puente de unión entre el espíritu y el alma de ese ser.
El alma que celebra el día de su aniversario en la Tierra tiene la Gracia de recibir un impulso de expansión en la consciencia para que la personalidad dé un paso más grande en la transformación.
Mi adversario, con su astucia e inteligencia, borró de la consciencia humana este importante acontecimiento, en que el alma recibe la Gracia de poder emitir un impulso para todo el ser y de expresar el potencial de su belleza. Es así que Mi enemigo creó las fiestas y las diversiones en el día del aniversario de cada alma para que eso no pudiera realizarse.
Los millones de consciencias que existen y que pasan por esas festividades no permiten que un nuevo impulso espiritual descienda a partir del movimiento que lleva adelante el alma de cada una.
Ese impulso que es gestado interiormente por la propia alma en el tiempo que transcurre entre un aniversario y el siguiente, puede traer a cada ser, si la consciencia recibe esa Gracia, los siguientes beneficios espirituales:
Primero, el alma recibe la oportunidad de reposicionar el estado de su encarnación y como consecuencia esto repercute en la vida material.
Segundo, el alma puede concebir estados de expansión de la consciencia a través de cada nuevo aniversario.
Tercero, el alma puede determinar una entrega y una profundización de su camino espiritual dentro del Plan de Dios y así definirse.
Cuarto, el alma puede disponerse para recibir nuevas revelaciones de su consciencia y tomar conocimiento de su origen.
Quinto, el alma puede equilibrar los estados de sus deudas universales y puede recibir impulsos espirituales de la Misericordia.
Sexto, el alma percibe en todo su ser el propósito que la ha colocado en el camino espiritual y el cual vino a cumplir.
Séptimo, el alma tiene la Gracia en su día de aniversario de estar ante Dios y de contemplarlo en Su belleza, recibiendo así un importante impulso que la llevará a vivir grados de amor y de entrega cada vez mayores.
Si cada alma tomara consciencia de esto y, sobre todo, esperara ese sagrado momento, la Divinidad reconocería la verdadera honestidad de cada ser.
Cuando el alma celebra su aniversario, espiritualmente recibe el impulso divino de poder madurar y crecer en consciencia.
Para Dios el alma es una de las principales bellezas de la Creación, porque de ella parten las experiencias de vivir el amor y la escuela del perdón. Todas las almas son emanaciones principales de ese Amor Divino y el alma por sí misma vive su madurez en diferentes etapas, dependiendo de los pasos de la consciencia humana.
Por eso el alma tiene un valor incalculable y es ese tesoro divino que concibe cada alma, el que es buscado todo el tiempo por Mi adversario hasta generar la decadencia de las almas.
Pero como la Madre de todas las almas, Yo establezco Mi legado de amor en cada una de ellas, en todos los corazones que siguen Mis pasos y lucho sin demora para que todas las almas alcancen la iluminación interior y se transfiguren en Cristo.
Hoy derramo Mi Amor en Mi hija Lucía de Jesús, que representa ese ejemplo vivo de conversión para todas las jóvenes almas que en este tiempo encarnan para cumplir su misión.
En Mi hija Lucía de Jesús derramo Mi Luz y la fortalezco para los nuevos tiempos, en unión a Mi santo esposo San José.
¡Cuiden, hijos Míos, la belleza de sus almas!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión al día de esta alma,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos:
Para que las Gracias que reciben día a día puedan manifestarse en sus vidas como una transformación verdadera, no pueden permitir que se pierdan y pasen por ustedes como el viento.
Al recibir una Gracia divina, mediten sobre ella, siéntala dentro de sus esencias y, en oración, pidan que ella se expanda y transforme sus seres por completo.
La acción de la Gracia divina es infinita; sin embargo, si la reciben y ni siquiera sienten lo que ella está produciendo dentro de ustedes, ella permanecerá latente e invisible a sus ojos incluso después de esta vida.
Imaginen, hijos, que un día podrán cruzar los portales de este mundo sin haber cumplido con la propia misión y allí percibirán que les fueron entregadas infinitas Gracias, pero que ustedes nunca las buscaron y ni siquiera pensaron en ellas.
Sus vidas, por sí solas, ya son una gran gracia: gracia inestimable es estar en este mundo, en este tiempo, junto a los Mensajeros Divinos, siendo guiados en los mínimos detalles.
Y Gracia mayor e insondable reciben para que esa instrucción se torne vida dentro de cada uno de ustedes y, de esa forma, sean testimonio del poder transformador de la Gracia divina y demuestren al mundo, con su ejemplo personal, el verdadero potencial de los seres humanos, como hijos de Dios.
Busquen, hijos Míos, dentro de ustedes, las Gracias que les entregamos, siéntanlas y háganlas crecer y multiplicarse, sabiendo siempre que el resultado de la expresión perfecta de la obra de la Gracia no es para sí mismos, sino para el Plan divino, para el planeta, para la humanidad. En oración, observen el propio mundo interior y, en silencio, déjense impregnar y transformar por la Gracia.
Al menos envíen al universo una señal de que no son indiferentes a todo lo que reciben y de que aspiran a que el Creador se exprese, con toda Su Grandeza, dentro de cada uno de ustedes.
Yo los amo y les digo todo esto para que no desperdicien las Gracias que recibieron, porque llegará el tiempo en que ni la Gracia ni la Misericordia podrán descender sobre el corazón humano, pues será con los tesoros que ya recibieron que ustedes construirán su fortaleza en los tiempos que vendrán.
Su padre y amigo,
San José Castísimo
Hijo:
Cumple con alegría la misión que Dios te encomendó, la misión de vivir en la Tierra principios que provienen del Cielo y manifestar en el mundo una Nueva Humanidad.
Muchos se preguntan todos los días, si están haciendo lo que deben hacer como almas y como espíritus; se preguntan, en dónde deberían estar, con quién y haciendo qué. Pero pocos, muy pocos están esforzándose para verdaderamente abrir el corazón y atraer un arquetipo de la vida que aún no existe en la superficie del planeta.
Si quieres vivir lo que Dios pensó para ti, comienza por disponer tu corazón para algo nuevo. Busca dentro de ti lo que debe ser perdonado y lo que debes perdonar. Busca dentro de ti la fuerza para vencerte a ti mismo y ser más manso, más humilde, más servicial y pacificador.
Trata de romper dentro de ti las barreras que te separan del prójimo y trabaja en ti todo aquello que juzgas en los demás. Permanece todos los días con el espejo del corazón dirigido hacia ti mismo y, antes de irritarte o de criticar algo que ves en el otro, observa el espejo del corazón y mírate a ti mismo reflejado en aquel defecto que no puedes soportar.
Trata de comprender al otro como te comprendes a ti mismo: así como sabes que tienes infinitas dificultades y miserias, los otros también las tienen. Así como intentas dar los pasos y te esfuerzas de buen corazón, el otro también lo hace.
Solo la comprensión mutua abre el corazón para la vivencia del amor.
Si no consigues controlar las reacciones de tu mente ni de tus emociones, no te preocupes tanto; pero que ellas duren poco y que energías como la ira, la envidia, la codicia o aun el sentimiento de superioridad no tengan tu permiso para permanecer dentro de ti.
Si amas al Plan de Dios, hijo, o por lo menos quieres amarlo, reflexiona siempre que el Creador necesita de una raza de Cristos y no de uno solo, y que no será suficiente que tú te cristifiques. Recuerda que no necesitas ser mejor ni peor que nadie, pero que tanto tú como aquel que tienes al lado deben llegar a la meta de la unión con Dios.
Ese es el gran misterio de la existencia humana y, por eso, vienes como espíritu hasta aquí, para curar los errores del pasado en el universo.
Para que el Plan de Dios se cumpla, los seres humanos deben ayudarse mutuamente. Recuerda esto hijo, todos los días y, antes de colocar trampas en tu camino, deseando que este o aquel desaparezca de la Tierra, acuérdate de que sin ellos tu vida tampoco tiene sentido.
Acuérdate de que no importa cuán imperfecto seas tú o el otro, pues existe algo dentro de cada ser que lo asemeja a Dios y que abre los portales entre las dimensiones para que toda la Creación se una al Padre.
Si quieres que tu espíritu se aproxime y que tu alma te conduzca por el camino de la Voluntad del Creador, ábrete primero a la transformación, a la vivencia del amor y de la fraternidad, y después el propio universo conducirá tus pasos y no tendrás que andar tan preocupado contigo mismo.
Escucha con atención Mis palabras y vuelve a escucharlas una y otra vez, porque es mucho más fácil olvidarlas que ser verdaderamente transformado por ellas, ya que tu humanidad no está acostumbrada a buscar lo Divino, sino solo aquello que la engrandece y la afirma como materia.
Ilusión de ilusiones es no buscar ser nada como hombre, creyendo que la vida comienza y termina en ti. No conoces lo que es ser en verdad un ser humano semejante al Padre, pues para eso, hijo, debes vivir la unidad con Él: morir para ti y nacer de novo dentro del Creador.
Te dejo Mi paz y Mi bendición, para que descubras la verdad sobre ti mismo, olvidando lo que piensas ser.
Ábrete para ser nada y ahí encontrarás Todo.
San José Castísimo
Establece el Reino de Dios en tu interior, ese espacio de paz donde las Leyes Universales encuentran su manifestación.
Establece en ti la unión con el Padre y permítete asemejarte a Él, dándole la potestad de transformarte según Su Voluntad.
El Reino de Dios no es como los reinos de este mundo, donde algunos disfrutan de las riquezas y la mayoría sufre y trabaja para servir a los primeros.
En el Reino de Dios todo está impregnado por la Consciencia Divina. El Creador está en todos Sus siervos. Él mismo es la esencia de la humildad, viviendo en el más pequeño como en ningún otro.
En el Reino de Dios solo triunfan la paz, el bien, el amor y la unidad, principios que se convierten en leyes manifestadas en la vida de todas las criaturas que comparten ese estado de consciencia, que es el Reino del Creador.
Vive estos principios en ti y vuélvete digno de ser portador del Reino de Dios, que emerge primero en el interior de los seres, a partir de la unión con el Padre, y después se establece fuera, en la vida material de este mundo.
Todo principio, ley o manifestación de la Consciencia Divina, antes de plasmarse externamente en la vida planetaria, primero encuentra su morada en el corazón de cada ser. El corazón es el puente con Dios, es la puerta hacia el Cielo, es el gran manifestador de la Voluntad Divina. Todo aquel que tiene una misión, primero la conoce en el corazón, la siente, la comprende y la acepta, para después vivirla.
Cristo, primero vendrá a los corazones en Espíritu y Divinidad; después, se manifestará en Cuerpo y Alma, cuando Su morada ya esté establecida en los corazones de aquellos que, habiendo reconocido Su Presencia en los propios corazones, lo reconocerán cuando retorne y cumplirán con Él el final de esta Obra Redentora. Por eso, lleva el Reino de Dios hacia dentro de ti; hazlo siendo consecuente con él, viviendo la paz, el amor, la unidad y la humildad como premisas.
Deja, hijo, que las Leyes Superiores actúen en tu corazón y que, desde ti, lleguen al mundo entero. Déjate ser moldeado, transformado, corregido. Prepárate y consolida en ti el Reino de Dios, morada segura para el Redentor.
San José Castísimo, aquel que prepara el retorno de Cristo en el interior de los seres.
Mis muy queridos hijos:
En este anteúltimo día de mensajes diarios, quisiera expresar Mi gratitud maternal y sublime a todos los corazones que se unieron en oración en los cuatro puntos de la Tierra y a los que amorosamente hicieron posible la misión humanitaria en Turquía, en ayuda a los hermanos exiliados.
Queridos hijos, hacia el mes de julio de 2016 una segunda misión se realizará en Turquía, pero esta vez la misión ingresará en Grecia como punto principal y como puerta que recibe a los refugiados náufragos del Mar Mediterráneo.
Será por medio de la nueva misión a Medio Oriente y a Grecia que los misioneros de la paz conocerán el dolor profundo de los corazones que a través de los mares buscan una salida al terror de la guerra inminente.
La primera misión en Turquía trajo resultados muy positivos desde el punto de vista espiritual, y el más destacado fue que sus hermanos de Medio Oriente pudieron recordar que aún existen corazones que aman y que creen en Dios. Esto ha significado que las puertas están abiertas para que se puedan realizar nuevas misiones humanitarias.
La consciencia grupo que forma parte de la Obra de los Mensajeros Divinos fue llamada a dar un paso, lejos de la comodidad, a asumir el sacrificio para que esta última misión en Turquía pudiera dar los frutos en el Árbol Sagrado de la Madre del Mundo. Ese paso fue dado por todos, pero aún sé, como Vuestra Madre que los ama, que todos los grupos de oración tienen más para donar y para ofrecer al Cielo.
La segunda misión humanitaria a Turquía y a Grecia promete establecer una posible base de trabajo humanitario y de servicio permanente en Turquía, a través de la asistencia internacional de la asociación turca que apoyó la primera misión. Para llegar a ese escalón de servicio, los Mensajeros Divinos esperan que en el próximo encuentro de los Hijos de María se siembren los impulsos para que nuevamente la consciencia grupo de la Red-Luz Planetaria dé el paso hacia la asistencia mundial de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los Refugiados
Queridos hijos:
En este día en el que Mis misioneros retornan al Brasil después de una intensa experiencia de caridad fraterna, quisiera pedirles a todos que desde ahora preparen sus corazones y sus seres internos para recibir lo que ellos relatarán de toda esta última experiencia misionera.
Cada uno de los misioneros que fue a Turquía traerá grabado en su memoria una etapa de su vida; etapa que quedará imborrable y que les ayudará a fortalecer su entrega en los brazos del Padre Celestial.
Mis queridos hijos, en Medio Oriente quedó abierta una puerta de luz y de misericordia para que nuevos misioneros puedan llegar a servir en la principal crisis migratoria del siglo XXI.
Queridos hijos, más allá de todo lo que vivieron los misioneros en nombre de todos los que con sus oraciones y donativos apoyaron esta misión, quedará guardada como riqueza espiritual la posibilidad de aprender a amar la condición humana, y sobre todo de dar amor a los corazones que viven día y noche el terror de las guerras.
En esta hora en la que Mis misioneros ya dejaron Turquía para retornar a América con toda esa experiencia de vida, les pido nuevamente que preparen sus corazones para conocer la verdad de lo que hoy es una humanidad desmoralizada, perdida y ciega por las acciones del adversario. Pero no Me cansaré de decirles, queridos hijos, que Mi Corazón triunfó a través de cada pequeño sacrificio realizado por cada misionero cuando abrió su corazón para recibir el gran dolor del mundo.
Queridos hijos, en esta noche les traigo a la consciencia la importancia de percibir la realidad planetaria.
Vuestra Madre hoy está con todos los misioneros.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Quédate en Mis brazos, porque así Yo te ayudaré.
Quédate en Mis brazos, porque así Yo te consolaré.
Quédate en Mis brazos, para que sientas a todo el Universo.
Quédate en Mis brazos, para que veas la Gracia de Mi Corazón.
Ya no te canses, querido peregrino, sigue buscando lo más alto de la montaña para que veas, en el horizonte, la llegada del Gran Pastor.
Sigue adelante, caminando entre piedras y espinas, en esta senda tus pies se lastimarán para que puedas aprender.
Tal vez caigas al suelo para aprender a levantarte; pero recuerda, Mi querido peregrino, que una Mano de Luz siempre será tendida en tu camino para que puedas levantarte con firmeza y devoción. Por eso, quédate en Mis brazos, así como se quedó Jesús cuando nació.
Quédate en Mis brazos, para que reconozcas que no estás solo en este universo. Sabe que hay muchos hermanos del universo que te aman y desde sus Cielos más sutiles acompañan la trayectoria de tu espíritu.
Sabe que podrás escapar del error, esta escuela es para los que se animan a autoconocerse y transformarse.
Si doce hombres al lado de Jesús se convirtieron en Sus seguidores y apóstoles de la Sagrada Palabra, ¿por qué tú, querido peregrino, dejarás de convertirte en algo tan bello y esperado por Mi Hijo?
Es hora de que, día a día, aprendas a crecer y a amar la transformación.
El universo de esta humanidad está lleno de dádivas pero también está lleno de deudas, algunas impagables. Pero si tu fe te lleva a encontrar el punto más alto de la montaña, nunca dejes de aspirar a redimir completamente tu vida.
Querido y amado peregrino, viniste al mundo para purificar lo más viejo, lo que ya no puede morar en tu sagrada consciencia.
Querido peregrino, llegaste al mundo con un velo en los ojos de la consciencia para que aprendieras a caminar a través de la fe absoluta, sin conocer antes tu pasado en las estrellas y en el cosmos. Ahora y aquí, aprendes a superarte todos los días, sin dejar de participar de los verdaderos milagros que el Cielo ha hecho en tu vida y en la vida de tus hermanos.
Sé que tú, amado peregrino, has caminado y has cruzado muchos desiertos y, tal vez ahora, estás en las puertas de un nuevo desierto interior. Alégrate porque podrás estar vacío de ti mismo y libre de cualquier influencia.
Siéntete digno de recibir cualquier aprendizaje o cualquier prueba para que puedas superarla dentro o fuera de ti.
Quédate en Mis brazos de Madre, Mis ojos posan sobre ti, Mi mirada de Luz acompaña silenciosamente la cruz que estás cargando.
Sé que Dios te ama así como Él te creó en el principio. Recuerda todas las veces que Yo te contemplé y cuánto Amor Divino te expresé.
Querido peregrino, únete a tus hermanos y forma parte del ejército celeste de Luz que ayudará a vencer al adversario en la última hora.
Sonríele a la vida y siéntete en paz, no solo veas tus propios errores, ve más allá de tu alrededor, observa al mundo agonizando día y noche. Mira cuántos pierden la vida y no lo perciben. Mira cuántas almas inocentes son prisioneras del poder humano y de la guerra. Mira, contempla, aprende y reza Conmigo para que esto termine pronto.
Quédate en Mis brazos, pequeño peregrino, al igual que Jesús cuando expiró y al ser bajado de la Cruz quedó un tiempo en Mis brazos.
Querido peregrino, entrégame todo lo que acongoja a tu corazón y a tu vida, destierra el miedo creado por la mente. Instituye en tu espíritu la Divina Presencia del Sagrado Corazón de Jesús.
Aprende a amar lo que parece imposible de amar. Aprende, así como Nosotros, Tus Guías Celestiales, hemos aprendido en este mundo.
Dios tiene piedad de todos Sus hijos, desde el más pecador hasta el más santificado; todos son iguales ante los Ojos del Padre, porque son amados por el único y máximo amor del universo.
Ofrece tu vida todos los días en las Manos del Padre, ofrece al universo lo mejor que puedas hacer por los otros. Allí, en esa completa y abnegada donación, estarás libre de muchos errores y miedos.
Todo el universo espera que algún día des tu gran paso hacia la confianza en Dios, para poder ingresar en consciencia al Paraíso.
Al menos, ama todo lo que vives, y hazlo por aquellos hijos Míos que mueren en los desiertos de este mundo, enterrados vivos o decapitados.
¿Quién Me ayudará a soportar un dolor tan grande?
Solo el Amor te hará humilde, simple y verdadero. Todo lo que hagas en nombre del Amor de Dios, es como si lo hicieras mil veces, tiene un mérito incalculable.
Querido peregrino, las almas sufren porque no hacen las cosas por amor o porque no aman a sus semejantes con amor verdadero. Yo les enseño a todos Mis hijos lo que Mi Hijo Jesús le enseñó al mundo entero: “Ámense los unos a los otros”, así como Mi Hijo los amó desde el principio.
El Amor te volverá sagrado, bendito y puro. El Amor de Dios en el corazón peregrino es invencible. Necesito que Mis hijos amen de verdad y no en apariencia, para que ayuden en la reconstrucción de este mundo.
Camina, querido peregrino y quédate en Mis brazos, hoy la Misericordia infinita de Dios tocó tu corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Les enseña a amar, en la escuela del amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Hijos Míos:
Será por la cruz que cada uno acepte, que Mi Purísimo Corazón triunfará en el mundo y logrará la victoria en todas las almas que nunca clamaron por Dios, porque Yo las rescataré.
El triunfo de su propia cruz es posible. El camino que ustedes deben realizar les promete una transformación profunda y rápida en estos tiempos.
Hijos, no teman cargar con su propia cruz, con la cruz de su entrega, de su esfuerzo y de su constante caridad. Carguen con su cruz con ánimo y valentía para que pronto el mundo y la humanidad se libren del error.
La cruz para los que se consagran en el fin de los tiempos no tiene fin porque es una cruz espiritual plena en ofrenda y sacrificio por todos los que no llevan su propia cruz.
Hijos, les parecerá imposible lo que les digo, pero el mundo deberá ser purificado también por la cruz que todos acepten cargar sin miedo.
El amigo cirineo ahora será Jesús, el Rey, quien cargó la peor Cruz por todos ustedes. Pero Él en Su infinita sabiduría compartirá con los suyos la gran cruz del mundo para que así las almas se puedan salvar.
Siéntete digno de recibir esta Gracia de poder compartir con tus hermanos una cruz que la mayoría no quiere cargar por sí mismo. La cruz no será sufrimiento, sino que será el motivo de que tu corazón y tu vida alivien el peso que ocasiona la humanidad a todo el universo.
No te sientas solo en todo este trayecto de cargar con la cruz, sabes que a tu lado están los ángeles y los arcángeles que aliviarán todo el mal que ocasiona el adversario.
Si Jesús venció en la Cruz, ustedes, Mis hijos, deberán vencer mediante una entrega mayor. La cruz de la humanidad pertenece a todos; quien acepta el camino de la consagración, acepta tomar una parte de esa cruz para que la sagrada victoria ocurra en los demás, en los más pecadores y en los más perdidos. Eso fue lo que Mi Hijo hizo por todos, tomó la cruz del mundo y la cargó en su espalda, silenciosamente e hizo triunfar el Proyecto Redentor del Creador.
Ustedes, Mis niños, no tendrán una cruz tan pesada como la que tuvo el Rey. Ustedes podrán abrazar todo lo que el Padre les envíe, así como Jesús abrazó la Cruz. No será todo belleza para los autoconvocados, porque al tomar una parte de la cruz deberán ver el sentido oculto de la misma en estos tiempos.
Hijos, no les hablo de sufrimiento ni de grandes sacrificios, les hablo de aceptar los tiempos de renuncia, los tiempos de entrega, los tiempos de una confianza mayor en la Voluntad del Padre, sin juicios ni comentarios.
Aceptar la cruz de la Voluntad Infinita no es resignarse, sino que es abrir el corazón y el alma para comprender los misterios del Cielo y de todo el universo más allá de sí mismo, más allá de la comprensión mental.
Mis niños, han visto la crueldad humana en este mundo de hoy, han comprendido la indiferencia y han pasado por fuertes experiencias. Ahora que la misión en Turquía finalizará su primera etapa, eso no significa que todo estará resuelto en esta humanidad.
¿Quién compartirá el dolor del semejante o al menos el dolor de quien tienen a su lado todo el día?
¿Quién amará por encima de sí el llamado divino y responderá sin condiciones?
¿Quién aceptará en esta hora la cruz del mundo para que todo el dolor sea aliviado?
Ahora sé, Mis hijos amados, que muchos de ustedes nunca querrían escuchar hablar de sacrificio ni de cruz. Pero llegó el momento, los 144 000 están convocados por la Madre del Mundo para ayudar a cargar la cruz de la humanidad, la cruz del odio, la cruz de la indiferencia, la cruz de la falta de amor.
Los 144 000 están siendo llamados para cargar con la cruz de todos los Reinos de la Naturaleza; están siendo llamados para cargar con la cruz del Reino Mineral, totalmente ultrajado; con la cruz del Reino Vegetal, totalmente devastado; con la cruz del Reino Animal, totalmente mutilado; con la cruz de los Reinos Dévico y Angélico, totalmente desplazados del aura de los Reinos Menores.
¿Quién amará esa cruz, así como Mi Hijo los amó a todos ustedes?
Sus universos internos estarán siendo removidos, y sus espíritus recibirán la Gracia de definirse.
Seguir a la Madre de Dios no es solo ser colmado por la Misericordia y por la Gracia, servir a la Madre del Sol significa disponerse día y noche para ayudar en lo que sea necesario. Así, hijos Míos, algún día aprenderán a amar el plan más allá del propio sentir, más allá de sus familias y de sus hábitos, más allá de esta humanidad y de este mundo.
Amar la cruz que el Padre hoy les ofrece es aprender día a día a amar el Plan de Dios y toda Su Obra creadora en otras dimensiones.
Los seres humanos hoy están siendo llamados para que abandonen en este tiempo crucial todas sus preferencias y vivan el Plan de Dios, así como la Sagrada Familia lo vivió por cada uno de los Reinos creados.
¿Quién aceptará este ofrecimiento con sabiduría y discernimiento?
Todos en este momento están tomados de Mis manos para aprender a caminar como niños hacia una entrega mayor y verdadera.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la verdadera realidad planetaria,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Queridos hijos:
Por medio de las luchas espirituales se alcanzará la paz, es por eso que en esta hora decisiva se define el próximo camino para seguir en esta situación planetaria.
Queridos hijos, hoy necesito que mantengan encendida su fe, la fe del corazón y del alma para que así el amor de sus corazones derrote a Mi adversario. Él no conoce el amor y le teme al amor divino y superior.
Por eso, hijos Míos, con lanzas de amor en sus manos, batallen por la paz irradiando amor y compasión ante tanta crueldad humana.
Hijos Míos, la misión humanitaria en Turquía ha movido los planos espirituales. Todo lo que produce el caos, así como el terrorismo y la aniquilación de personas inocentes, genera una forma de batalla espiritual permanente en la que las legiones de la luz y las fuerzas del caos producidas por las acciones de la humanidad batallan para definir el reinado.
El Todopoderoso sabe que todo esto está sucediendo y que día a día eso compromete a la humanidad.
La oración de todos está siendo una poderosa arma que hace desaparecer el terror y el miedo de los corazones, porque el arma de la oración está llena del amor verdadero que sus corazones pueden sentir.
Hijos Míos, sigamos trabajando por la paz, que los soldados orantes se formen en las primeras filas del Armagedón, pues el planeta debe ser rescatado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En comando y oración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Queridos hijos:
Hoy quisiera pedirles que presten atención sobre un punto importante de las misiones humanitarias, sobre algo que ha dado resultados espirituales especiales entre los misioneros y los refugiados. Es decir que a pesar de las culturas, a pesar de las lenguas o incluso de las naciones se ha creado positivamente un puente interno de fraternidad y de amor en medio de una crisis que no parece detenerse de tan grave que es.
En el punto de la fraternidad y del amor es que hoy quisiera que todos vieran, atentamente, cómo los lazos internos entre las almas se establecen de manera espontánea cuando todo es verdadero y humilde.
Es en esta etapa de la misión en la que cada uno de los refugiados que pasó por la atención humanitaria y espiritual de los misioneros está pudiendo recordar y reconocer que el amor y la paz aún existen, y que no solo existe la guerra y la oscuridad creada por el adversario. Es así, queridos hijos, que ese reconocimiento espiritual e íntimo de parte de cada hijo de Medio Oriente hace posible que esa parte de la humanidad no pierda la esperanza de poder seguir adelante.
Por medio de la misión humanitaria en Turquía, no solo los refugiados sino también los servidores de la asociación turca están despertando con el impulso interior que los misioneros están dando a través del servicio, de la escucha a cada refugiado y sobre todo del amor fraterno que se expresa.
Hoy les revelo que entre los misioneros, los servidores de Turquía y los refugiados de Medio Oriente quedará un lazo de hermandad interior y verdadero que ayudará en la manifestación de la Nueva Humanidad. Estos son los nuevos patrones que la Nueva Humanidad gestará en su consciencia después de que todo el planeta se haya purificado.
Queridos hijos, es de esa forma que la obra interna de la Jerarquía se amplió espiritualmente, desde el momento en que los misioneros respondieron a la convocatoria de permanecer más días al servicio de las necesidades humanitarias en Turquía y al servicio de los refugiados.
Los corazones heridos deben ser escuchados, esa es la importante tarea que los misioneros han cumplido bajo la guía de la Madre Celestial.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al Corazón del Redentor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Queridos hijos misioneros:
En estos últimos días en Turquía, que el fuego de sus oraciones se intensifique en la simple ofrenda de sus corazones por la conversión de los corazones dormidos.
Hijos Míos, Vuestra Madre Celeste recibirá en el Cielo la súplica y el amor de cada uno de ustedes para que así Yo, en Gloria y Piedad, pueda interceder por el mayor número de almas posible.
Mi Corazón se regocija porque ha visto el esfuerzo de todos los orantes y de los misioneros, para poder establecer en este mundo un tiempo mayor de paz.
Únanse verdaderamente y de corazón a corazón con cada uno de sus hermanos orantes, para que en los planos internos se establezca la gran red de luz y de amor que los unirá a todos por igual a través del impulso santo de Mi Espíritu Inmaculado.
Así como San José, el Obrero de Dios, se los ha pedido a cada uno de ustedes, recen por todo lo que hoy sucede en Medio Oriente; así permitirán que los Sagrados Corazones ayuden espiritualmente a las almas que no tienen escapatoria y que están presas en las manos de los enemigos.
Queridos hijos, cada una de esas almas, totalmente olvidadas y encarceladas en los lejanos desiertos de Siria, esperan que al menos alguien se acuerde de ellas y que recen para que, a pesar del martirio o de la decapitación, ellas puedan llegar pronto a encontrarse con Dios.
Esas almas son verdaderamente valientes ante sus enemigos, porque en el momento más culminante de sus vidas o de la muerte, ellas testimonian la presencia soberana de Cristo en sus corazones, y eso nadie lo puede quitar ni borrar de sus almas, porque Cristo en esos momentos también está muriendo nuevamente con cada uno de ellos para que los enemigos se puedan salvar algún día o al menos en el esperado día del Juicio Final.
Esto es una realidad que sucede todos los días y que no se detiene. Ahora, queridos hijos, ¿comprenden la importancia de orar de verdad?
Sepan entonces que las almas más olvidadas esperan las oraciones de todos los orantes. Seamos uno en este tiempo, uno en Cristo y uno en Dios, por la victoria del Reino de Adonai en el mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la Verdad Superior,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Cuando Nuestra Señora terminó de transmitir Su mensaje diario, permaneció un tiempo en silencio hasta que abriendo los Cielos, comenzó a mostrarnos toda la Creación, desde la existencia de la Fuente Única, la presencia del Hijo, Jesucristo, pasando por cada uno de los Arcángeles, de las legiones angélicas, de los soles, de las estrellas y otros. Y en ese momento la Madre comenzó a transmitir la siguiente oración:
Oración universal de la Fe para la purificación planetaria
Oración para ser recitada durante el ciclo de la purificación
y del Armagedón de la humanidad, al menos una vez por día.
Confío en el Todopoderoso,
porque Sus Manos de Misericordia se extienden hacia mí.
Confío en la presencia del Poderoso Hijo,
porque Jesucristo, Nuestro Señor, nos redimirá.
Confío en la autoridad de Su Ministerio.
Confío en la divina predicación de Sus santas Palabras
y, sobre todo, confío en la Omnipotencia de Su Amor crístico.
Confío en la omnipresencia del Espíritu Santo,
porque Sus siete Dones pueden descender sobre todo el planeta.
Confío en el poder de Su Ciencia,
porque nos revela todo el Universo.
Confío en la existencia de la Divina Sabiduría,
porque guía día y noche a las Jerarquías y a las criaturas.
Confío en el Temor de Dios,
porque sé que el Padre nunca permitirá que me separe de Él.
Confío en los siete Dones,
porque son los rayos visibles en la manifestación de la Obra de Dios.
Confío en la Sagrada Fuente Femenina.
Confío en la soberanía universal de la Madre del Mundo.
Confío en la concepción y en la encarnación del Hijo
que María, siempre Virgen, gestó en Su purísimo vientre.
Confío en el Reinado de la Paz y en la vivencia de todos los milagros
que la Santísima Madre ha realizado en mí.
Confío en la verdad de Sus Palabras
y en la manifestación sublime de Su santa maternidad.
Confío en Su Omnisciencia,
porque Ella es la creadora de todas las obras de luz en el mundo.
Confío en el poder de Su Infinito Amor
y en la intercesión de Su Consciencia por cada uno de nosotros.
Confío en la caridad de Su Guía y en la humildad de Sus Obras.
Confío en Su Autoridad Celestial,
porque Ella convierte los corazones y salva las almas perdidas.
Confío en la existencia de todos los Arcángeles,
porque ellos sirven a Nuestro Padre Dios.
Confío en los Comandos Celestiales y en todas las legiones de la luz,
que llevan adelante el proyecto de redención de la humanidad.
Confío en el Arcángel Miguel,
porque Él es nuestro protector durante las batallas.
Confío en el Arcángel Gabriel,
porque Él es el Anunciador de la Palabra Divina
y es el Juez de todos los ángeles caídos.
Confío en la magnitud del Arcángel Metatrón,
porque Su Fuego Divino ilumina nuestros espíritus y guía nuestros caminos.
Confío en la divina ciencia del Arcángel Rafael,
porque cura y sana todo lo creado.
Confío en la potestad del Arcángel Uriel,
porque protege los mundos internos
y fortalece nuestra unión esencial con el Creador.
Confío en la presencia del Ángel de la Guarda,
porque obedientemente sirve y protege cada uno de nuestros pasos.
Confío en la oración perpetua que Su voz divina pronuncia.
Confío en la protección de Sus alas ante los embates del enemigo.
Confío en Su santa paciencia, en Su divino consuelo
y en Su sagrado refugio que Él tiene para nosotros.
Sí, confío en que todo eso existe y nada temeré,
porque soy un hijo de Dios y soy parte de Su Sagrada Obra Creadora.
Que el Altísimo se apiade de mí cuando no Le corresponda.
Que me dé fuerza y valentía para purificarme.
Que en la entrega, en la confianza y en la renuncia
descubra la verdadera salida hacia la libertad interior.
Que se cumpla la Voluntad de mi Padre en esta sagrada humanidad.
Amén.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más