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Queridos hijos:
Mientras el mundo se hiere a sí mismo, que descienda el Sagrado Cielo de Dios, para que los ángeles transformen el odio y la venganza en paz y en amor.
Mientras las guerras agreden a los más inocentes y desprotegidos, que descienda el Sagrado Cielo de Dios, para que las familias protejan sus hogares y los niños tengan un futuro feliz.
Mientras el aborto interrumpe la cadena espiritual de la vida y de la armonía en el mundo, que descienda el Sagrado Cielo de Dios, para que la célula de la familia esté amparada y apartada de las invenciones del mal.
Mientras los refugiados y exiliados buscan con desesperación un futuro de esperanza y de justicia, que descienda ahora el Sagrado Cielo de Dios, para que los más necesitados reciban lo que tanto necesitan y estén libres de las temibles redes del tráfico humano.
Mientras la división en las familias coloca a cada miembro enfrentado con su propio hermano o hermana, que descienda el Sagrado Cielo de Dios, para que se cierren las puertas inciertas.
Mientras las ideologías son la tendencia que confunde y divide a los corazones de Mis hijos, que descienda el Sagrado Cielo de Dios, para que el Espíritu Santo dé entendimiento y sabiduría a cuantos lo necesitan.
Que descienda Mi Sagrado Cielo de Dios para que los que sufren sean aliviados y alcancen la Misericordia de Dios.
Invoquen al Sagrado Cielo de Dios para que se alcance la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Les bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Para que el odio, la impunidad y la venganza no acaben con el mundo, y en especial con algunas naciones desamparadas, Yo vengo a pedirles que se unan a la Madre Desatadora de Nudos a través de una novena especial e importante para Mí, a ser realizada entre el 30 de octubre y el 7 de noviembre de 2023, a fin de que la Santísima Madre pueda desatar los nueve principales nudos que amarran a la humanidad.
Para eso, hijos Míos, orando siete veces durante nueve días la oración a la Señora Desatadora de Nudos, se unirán a Mí y tomarán consigo la pesada soga de la condición humana para que, a través del fervor y del amor de sus oraciones, el mundo se libere de los principales nueve nudos, por los cuales ustedes orarán Conmigo:
1. El nudo de la impunidad.
2. El nudo de la injusticia.
3. El nudo de la negligencia.
4. El nudo de la soberbia.
5. El nudo de los no nacidos y abortados.
6. El nudo de la indiferencia.
7. El nudo de la crueldad humana.
8. El nudo de las guerras.
9. El nudo del mal.
Orando Conmigo durante los nueve días, permitirán que su Madre Celeste ampare, proteja e interceda por los desamparados e inocentes, a fin de que la Ira de Dios no descienda sobre las regiones del mundo ni sobre las consciencias que están fuera de la Ley. Por eso, Mis queridos hijos, Yo vengo a pedirles este favor por amor.
Estaré una vez más atenta a la voz de los orantes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre de los desamparados
Oración contra la impunidad mundial
Señor,
que nunca más mi voz
se alce contra mi hermano.
Señor,
que nunca más nación
se oponga contra nación.
Señor,
que ya no se levanten las armas
y que ninguna otra consciencia pierda la vida.
¡Oh, Señor Celestial!,
ten piedad por nuestras injusticias y errores.
¡Oh, Señor de la Misericordia!,
haz descender Tu Luz
sobre estas temidas tinieblas.
Señor,
que ya no se generen más conflictos.
Señor,
que las familias más vulnerables
ya no sean desplazadas.
Señor,
que ya no se detonen las bombas.
Señor,
que ya nadie más sea capaz
de matar a sus semejantes.
¡Oh, Señor de la Vida!,
haznos merecedores de Tu Reino.
¡Oh, Señor de la Paz!,
que Tu Sagrado Universo Celestial
se haga vivo y presente en este mundo.
Señor,
que ya no corran las lágrimas
y la sangre de los inocentes.
Señor,
que ya no exista el odio,
la venganza y la impunidad.
Señor,
cúranos de la indiferencia.
Señor,
cúranos de la omisión y de los prejuicios.
Señor,
cúranos de toda maldad.
Que nuestros corazones sean puros.
Que nuestras obras sean de caridad y de bien.
Que Tu Presencia, dentro de nosotros,
cierre las puertas al mal.
Señor,
haznos partícipes del Retorno de Tu Hijo
que, con esperanza y fe, lo esperamos.
Que, por todos los méritos redentores de Tu Amadísimo Hijo
y por la oración perpetua del Inmaculado Corazón de María,
veamos surgir una humanidad de paz,
de respeto, de tolerancia y de fraternidad.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que la profunda Paz de Jesús esté entre ustedes, en ustedes y especialmente en los lugares en donde hoy se viven las guerras y los conflictos.
Después de más de 2.000 años, Israel y Palestina se siguen lastimando cruelmente.
Los pueblos hermanos pierden, vertiginosamente, la paz. Por detrás de los que sufren y son más inocentes, se planean ideas tenebrosas que solo buscan y alimentan el uso de armas y su venta en las naciones más frágiles y hostiles del mundo.
La economía de los países poderosos se fortalece tristemente de todo esto, a través del desorden y del sufrimiento de los que sufren la injusticia desmedida de esta actual humanidad.
Como Reina de la Paz, hoy vengo a pedirles que se unan fervorosamente por todas las necesidades del mundo; pero especialmente que se unan a la Oración por la Paz en Medio Oriente.
El hombre, inconscientemente, juega con las armas; y esto somete y degenera la paz, imponiendo órdenes humanos que encarcelan la libertad de las personas y de las naciones.
Mi amada Tierra Santa se convirtió en un escenario de horrores y de sangre.
Por todo lo que Mi Hijo dejó sembrado en el Evangelio, pero sobre todo a través de Su dolorosa Pasión; Yo vengo a rogarles, Mis hijos, que oren bien unidos, a través de la Oración por la Paz en Medio Oriente, para que no se cree ni se genere una tercera guerra, que podría no tener retorno. Ningún hijo Mío conoce el mal y su astucia.
Yo los llamo y los convoco como Mis ejércitos orantes. Así, sus manos en oración secarán las lágrimas del rostro de su Madre Celeste, por ver el sufrimiento y la agonía de los más inocentes.
¡Les agradezco por responder de inmediato a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Después del Encuentro de Música, en el día de ayer, la Amazonia fue preparada para que a través de la Gracia del Divino Hijo, reciba toda la Luz del Universo que necesitará para poder atravesar, como Reino, el fin de los tiempos.
Por otro lado, queridos hijos, hoy su Divina Madre se preparará, a través de las oraciones de Sus amados hijos, para ingresar en escenarios de la humanidad en donde el sufrimiento de los más pequeños e inocentes se agrava día a día.
Por esa razón, la Madre de Dios, el Sol de la Vida, llegará a todos los pequeños e inocentes, en diferentes partes del mundo, para auxiliarlos y rescatarlos de esa condición espiritual, mental y material en la que el hambre, la persecución por la guerra, la explotación de niños y niñas y, también, el tráfico indebido de órganos se lleva adelante por una parte de la humanidad adulta que perdió completamente el sentido del discernimiento y el valor de lo que representa la familia.
Hijos Míos, no solo iré al encuentro de los que se desesperan en esas condiciones de sobrevivencia, sino también, como Madre de la cura espiritual de la humanidad llegaré a los hospitales e institutos en donde el sufrimiento corporal retiene la partida de las pequeñas e inocentes almas que no consiguen liberarse de su encarnación.
Hoy por una Gracia especial y por las oraciones sinceras de todos los servidores de la Tierra concederé el alivio inmediato a esa situación inhumana.
Por eso, Mis hijos, su apoyo y participación, a través de la Vigilia de Oración, contribuirá y concederá que los más inocentes encuentren el alivio y el descanso que tanto necesitan.
También llegaré a los espacios inapropiados y ocultos en donde las futuras madres deciden, por interferencia del enemigo, retirar de sus vientres la vida y el amor que Dios les regaló.
En el próximo y esperado encuentro en el Centro Mariano del Niño Rey, el 25 de septiembre, vendré para pedirles a todos los colaboradores de esta Obra de Amor, que nunca se olviden de ayudar y de servir a los niños, adolescentes y jóvenes que se encuentran en la Comunidad Nueva Tierra, porque ellos son el reflejo de esa parte de la humanidad que necesita la cura, el amor y el entendimiento.
Quedaré muy agradecida de que los grupos de la Red-Luz planetaria visiten y participen periódica y activamente en la vida grupal y de servicio de la Comunidad Nueva Tierra.
Así estarán conscientemente permitiendo que, en el resto del mundo, otros grupos de servicio puedan asumir el alivio del sufrimiento de otros niños, adolescentes y jóvenes.
Que esta vigilia sea la vigilia del corazón y de la entrega de sí.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos cantores Míos:
Hoy les suplico, desde Mi Materno Corazón Inmaculado, que unan sus voces de amor a todas las voces de Mis queridos y sufridos hijos de Siria, a fin de que en esa unión interna y predilecta se establezca el cese de las guerras y de los conflictos y pueda existir un tiempo de paz.
Para que las pobres familias de Siria tengan la Gracia y la oportunidad de reconstruir sus vidas, ofrezcan este encuentro de música con toda la sinceridad de sus corazones; y recuerden, hijos, que cada música y cada pieza que hoy será ofrecida estará siendo dedicada, amorosamente, a todos los que sufren los conflictos y las guerras durísimas de este tiempo.
Mientras Mi Rostro está cubierto de lágrimas por los que padecen las persecuciones y la muerte, junto a ustedes, queridos hijos, en esta noche de gala, le imploraré al Padre y a Mi Hijo por un tiempo de paz.
Yo estaré al lado de ustedes para acompañar preciosamente cada momento. No olviden, hijos, que todo lo que ofrezcan ayudará en la redención y en la conversión de la humanidad.
Por medio del encuentro de música de esta noche, llevaré al Cielo a las almas inocentes que fueron decapitadas por tan solo proclamar su fe en Mi Hijo.
Sepan que el mal que es generado se derrotará a sí mismo, no podrá triunfar; porque el mal no tiene amor ni perdón.
Yo les pido que hoy sean una sola voz, que puedan expresar la gratitud de poder servir a Dios en este tiempo y, sobre todo, la gratitud de poder sentirlo, de recibir Sus Gracias diariamente, a fin de que sus vidas se confirmen en el apostolado.
Estaré atenta a la ofrenda de Mis hijos, porque como Madre de los perseguidos solo deseo, con ardor en Mi Corazón, llevar el alivio a los que sufren y no encuentran salida a las guerras.
Les agradeceré su sinceridad, sabiendo que, después de todo y por más difícil que sea, Mi Inmaculado Corazón triunfará.
¡Les agradezco, hijos, por responder a Mi llamado!
Los bendice en esta noche de alabanza,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Vengo para pedirles, especialmente, que formen un grupo de oración y recen por Siria, para que la Misericordia de Dios intervenga lo antes posible.
Para eso, les pido que unan a la oración regular por Venezuela, a Siria, ya que ambas naciones viven cosas semejantes entre sí.
Esta vez, Siria y su pueblo inocente son objeto de más guerras y caos expandido por todos los lugares de esa región.
Les pido, hijos, que esa oración se rece en la lengua natal de ese país, para que los ángeles del Cielo tengan mayor intervención por las almas inocentes, las que en este tiempo intentan sobrevivir a esa confusa realidad.
Así como lo han hecho con otras naciones del mundo, ahora, hijos, ofrecerán la mitad de un misterio del Rosario en el idioma de Siria y la otra mitad en español, para que así las dos naciones, a pesar del caos reinante en ellas, puedan ser consideradas prioritarias para la intervención divina.
Agradezco que respondan a este pedido, porque otras naciones del mundo se están aprovechando de la guerra para seguir instalando el miedo y el horror. En verdad, esas naciones que incitan y provocan las guerras no saben que el retorno de la Ley les será muy duro.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Vengo como un nuevo Sol, para iluminar el mundo y retirarlo de las tinieblas.
Vengo como parte del Santo Corazón de Dios, para que Su Nombre sea conocido y amado por todas las criaturas.
Vengo para que la humanidad conozca la paz, la proclame y la viva todos los días de su existencia.
Vengo en un tiempo de guerras y de conflictos, en donde las naciones comienzan a colapsar, una a una, como consecuencia de sus acciones y de sus equivocaciones, por el engaño y por la ceguera mundial, en la cual los hombres se mienten unos a otros y a sí mismos; pero nunca engañarán a Dios.
Vengo a un mundo sin fraternidad y sin amor, en el cual las naciones estimulan guerras y conflictos unas contra las otras, para sobresalir y usufructuar del sufrimiento y de la carencia de los que padecen esa ilusión.
Vengo por los inocentes que se están perdiendo en este juego de fuerzas humanas, sin comprender por qué sufren tanto, y que se preguntan en dónde está Dios para ampararlos.
Dios, hijos, contempla a cada corazón y a la humanidad como un todo. Si los hombres no le abren las puertas, no claman, no oran y no buscan la paz, ¿Cómo podrá llegar a los que más necesitan y que se sienten olvidados no solo por la humanidad, sino también por su Padre?
Vengo por una humanidad ignorante, que necesita comprender que el tiempo de los juegos y de la infantilidad espiritual ya terminó, porque las consecuencias de sus ilusiones se muestran en la decadencia de las naciones, de las culturas, de las religiones, de las almas y de los Reinos de la Naturaleza.
Vengo por los reinos que no pueden elevar su verbo orante ante los hombres, para pedirles misericordia y paz, para pedir el fin de la sangre derramada, tanto en la tierra como en los océanos; el fin del martirio de los árboles, del desequilibrio generado en los minerales, para que los hombres adornen sus cuerpos y fortalezcan sus ilusiones.
Vengo por la consciencia de un planeta que está vivo, que sufre y que padece junto con todos los inocentes, de la naturaleza como de la humanidad; y que no es escuchado sino por Dios y por el Universo, cuando clama por la vida y por la evolución.
Vengo hoy, para apelar junto con Mis Hijos, por un mundo con más paz, para que cada uno que Me escuche, construya esa paz en su propia vida y de testimonio de su transformación con el ejemplo y con la oración.
Vengo para pedir que difundan Mi llamado más allá de las fronteras, de las creencias y de las religiones, porque solo pido que los corazones fortalezcan su fe y que, siendo ella verdadera y pura, si los lleva a amar al prójimo y a Dios por sobre todas las cosas, la vivan con plenitud y sin engaños.
Vengo para pedirles la unidad interior entre las culturas, el respeto entre las religiones, la comprensión de los caminos que Dios inspiró a Sus hijos para que vivieran, no para competir entre sí, sino para que, en la diversidad de Sus criaturas, cada una encontrara la forma de llegar a Su Corazón, ya sea a través de Buda, Mahoma o Cristo. Si son sinceros y buscan la expresión del Amor, todos llegarán a Dios y allí comprenderán la esencia de la unidad, que hoy sus mentes no pueden concebir, por estar tan llenas de conceptos y de ideas humanas.
Estoy aquí como una simple Mediadora, como la Corredentora de este Plan de Amor, como una Madre Celestial y Divina, enviada por Dios, para guiar a la humanidad hacia el retorno al Origen en el Corazón del Padre Celestial.
No les pido que Me adoren, sino que Me escuchen y que se unan al propósito que Yo les traigo, reconociéndolo verdadero ante la necesidad del mundo.
No soy Yo, Hijos Míos, quien necesita de sus oraciones. Son ustedes, como humanidad, que deben aprender a orar, para salvarse y para retirar este mundo de la ceguera y del cautiverio espiritual y casi físico en el que se encuentra.
Solo les pido que se unan a Dios y comprendan Su Amor por la vida y por cada una de Sus criaturas. Que comprendan a cada ser humano, así como a cada elemento y especie de la naturaleza, como una joya preciosa del Creador, una parte indivisible del Corazón del Padre. Cada vez que uno de Sus hijos se pierde, es Su Corazón el que padece, el que sufre y que muere con esa pequeña esencia que proviene de Él.
Mi llamado es por la Paz, por la Verdad y por la vivencia del Amor entre las criaturas. Todos los misterios se revelarán a los ojos de los que así vivan, respondiendo a Mi llamado. Y todo se cumplirá, si Mis peticiones se cumplen en sus vidas.
Los amo y los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El espíritu de la niñez será lo que deberá ser recuperado en lo profundo de la esencia de cada pequeña alma de Siria.
Es por eso que los misioneros deberán transmitir, en sus gestos y acciones, el espíritu de la verdadera alegría, con el motivo de poder reflejar en los más inocentes el sentido de estar viviendo sobre la superficie del planeta.
Así, queridos hijos, las obras de paz que serán realizadas por los misioneros de la Federación, permitirán recuperar el verdadero sentido de reencontrar el amor que está perdido y de la maternidad que nunca vivieron, por la falta de paz.
Queridos hijos, esta misión en toda Turquía intentará compenetrarse con los espacios más profundos de la consciencia espiritual de las almas, con el propósito de recuperar la dignidad y principalmente la filiación con el Padre Celestial, algo que por las acciones de la guerra fue desactivado del corazón de cada hijo Mío.
Hijos Míos, el camino que recorrerán los misioneros de la paz, los llevará a encontrar los diferentes estados de falta de paz, de amor y de justicia.
Es por eso que vuestra Madre Celeste acompañará a los misioneros para que, unidos a Mi Corazón Inmaculado, ellos puedan ser guiados directamente hacia el lugar en donde será necesario reconstruir el espíritu de la paz en el corazón humano, y especialmente reintegrarles a los más pequeños, y también a los adultos, el sentimiento de ser amados y no rechazados.
En esta hora en la cual los primeros pasos de la misión ya están siendo dados, todos son llamados, queridos hijos, a estar unidos a la esencia del propósito de esta misión humanitaria.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los guía silenciosamente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Elevados al Cielo sean los corazones perseverantes y consecuentes con Mi llamado, porque serán coronados en el día de su Gloria por la Reina Celestial.
Elevados al Cielo sean los inocentes, porque en el día de su juicio alcanzarán la Misericordia de Dios.
Elevados al Cielo sean los misioneros de María, porque habiendo traspasado el umbral de la vida material alcanzarán el día de la unificación perpetua con la Divinidad Suprema de Dios.
Elevados al Cielo sean todos los Reinos creados, porque todos los que hayan trabajado incansablemente para salvarlos y resguardarlos recibirán el gran día de la liberación y del alivio.
Elevados al Cielo sean los Adoradores del Cuerpo Eucarístico de Cristo, porque llegando al Reino de Dios recordarán los momentos en los que abrieron las puertas a la redención de toda la humanidad.
Elevados al Cielo sean los humildes, porque en el día de su muerte verán llegar las Esferas Celestiales del Creador.
Elevados al Cielo sean los constantes y los perseverantes, porque en el día de su juicio podrán conocer la Faz Gloriosa de Mi Hijo y en sus vidas no existirá ningún mal.
Queridos hijos:
Hoy deseo que todos sean elevados al Cielo en espíritu de paz y de amor para que, de una vez y para siempre, vean surgir en vuestras vidas las virtudes y los dones del amor que despertaron en este tiempo. De estos dones vuestra Madre Celeste se sirve, sin olvidar el potencial interior que cada hijo expresa para esta sagrada Obra Mariana.
Ustedes, hijos Míos, son las piezas perfectas que Yo he escogido de todo este vasto universo para llevarlas al servicio y a la redención total de las deudas. Ya caminaron a Mi lado durante mucho tiempo, por eso sientan ahora en vuestros corazones el fruto de la Verdad y del Propósito Divino que Yo he depositado en cada hijo Mío. Aún frutos preciosos despertarán durante el tiempo de vuestra purificación.
Yo soy vuestra Guardiana y Madre de la Misericordia, con Amor materno los he escogido de entre tantos millones de almas para que la Obra de vuestra Madre Celeste se pueda cumplir.
Hijos, llegó la hora de que en vuestras vidas vean el fruto de Mi trabajo amoroso en ustedes, en vez de mirar todo el tiempo las espinas que se clavan en vuestros pies. Para llegar a la escuela de la paz deben pasar por la escuela de la purificación, de la entrega y de la renuncia.
Yo tengo un amor y una predilección especiales por cada uno de ustedes, porque son Mis hijos y los amo como nunca nadie los amó. Mi Amor es divino y puro, es simple pero verdadero. En cada encuentro Conmigo Yo les entrego un poquito más del Amor de
Dios que recibí cuando estuve en este sagrado planeta.
El amor todo lo vence, quien vive en el amor no teme caer ni derrumbarse por dentro. Mi mano maternal se extiende para ayudarlos en el nombre del Amor de Cristo. Pues Él es quien Me envía para interceder por todos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice a través del poder y la fuerza inamovible del Amor de Mi Hijo Jesús,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi adversario está decidido a destruir los planes de paz que Yo deposito como luz en los corazones de los seres. Pero él, que le tiene miedo al poder del Amor que a todo vence, viene en búsqueda de las buenas almas para hacer de todas ellas el polvo de sus pies.
La bestia nunca podrá parecerse a ningún ángel del Cielo. Su postura, aridez y robustez son las formas que maneja para engañar a las almas a través de la mentira, de la competencia y de la desunión.
Su aliento es de fuego y azufre y fue manifestado por haberse alimentado del dolor y del sufrimiento ajeno. Con sus garras mantiene a muchos corazones presos, que están embriagados por la inercia, el placer y por todos los tipos y formas de apetitos. Además de estos corazones, otros más están presos inocentemente, porque la bestia sabe que no puede perder a sus prisioneros.
Ella es muy astuta, pero pierde la fuerza de acción en todo espacio en donde la verdadera unidad, el fuerte amor y la invencible oración se manifiestan; allí se siente débil. La bestia encuentra espacios profundos en los abismos del inconsciente, de la falsedad y del orgullo; por esta causa, muchos de los que están en el cautiverio de ese abismo es porque abrieron la puerta, desde la que espiritualmente llegaron hasta allí.
Sus diez cuernos atraen todas a las acciones del mundo, aquellas que la humanidad realiza injustamente y de las cuales nunca se ha arrepentido ante Dios. Cada cuerno de la bestia es la degeneración terrenal de un principio capital, que fueron activados por los pecados y las deudas descontroladas de las almas presas.
Sus patas delanteras son robustas, ellas son los pilares del falso poder y de la conquista de los hombres a través de las modernidades. Sus patas traseras son los pilares de la negación y de los constantes ultrajes a la vida de la Tierra, que son promovidos por sus aliados del mundo.
La bestia lleva sobre su lomo una capa que seimpuso para crear su falso reinado sobre las mentes de los que se creen maduros e inteligentes. La ceguera de muchos seres es provocada por la bestia y ella manipula el juego de las gratificaciones, para así poder ganar más terreno.
Su mirada refleja la desesperación y la soledad de todos los que fueron sumergidos en los abismos de su reino, a través de la ejecución, de la muerte y de las prisiones humanas.
Este es el falso reino y esta es la bestia que hace sucumbir, día a día, a la humanidad. Pero ella le teme a la Luz del Reino de Dios y no puede aproximarse ni siquiera a la Mujer coronada por las doce Estrellas de las tribus y apoyada sobre la gran Luna del renacimiento interior y de la esperanza.
La Santa Mujer del Sol ya está en el desierto, llevando a todos aquellos que lo permiten hacia las cuevas intraterrenas. Allí, una especie de pequeño paraíso fue creado y el propio Manto dorado de la Santa Mujer del Cielo protege y ampara todo ese lugar, que es impenetrable y desconocido por la bestia. En ese pequeño paraíso, que existe en el interior de muchos seres, se proclama el Verbo Divino de la oración, que hace fuerte y victoriosa a la fortaleza de ese lugar interior.
En ese recinto se vive el amor y todas las criaturas son colmadas por la esencia de la Misericordia de Dios. Todos conocen a la bestia, pero ninguno de ellos le teme, porque la fuerza de todas esas almas es la unidad y el amor donado al Creador.
La Mujer se prepara para enfrentar a Su adversario y el Arcángel Gabriel se unirá a la Santa Mujer. Ella se hará fuerte y mucho más invisible, penetrará los abismos oscuros como un gran Lucero universal. En esa hora, el dragón rojo ya habrá soltado su ira y muchos la sentirán; pero los ejércitos de la Luz estarán preparados para dar la respuesta a los comandos de la Santa Mujer, para poder actuar en la hora correcta.
Cuando la Mujer haya ingresado en el infierno terrestre, los Arcángeles descenderán a través de Sus más poderosas emanaciones de Luz y de Amor; y la bestia será retirada de la esfera de la Tierra. Ese será el momento de la gran liberación y así el mundo entero se iluminará por mil años seguidos.
Verán surgir en el horizonte la Luz solar del Rey y muchos se liberarán de los eternos naufragios. Se establecerá un nuevo principio de vida y muchas almas, que se mantuvieron en la fe, portarán los códigos de la victoria crística. Todo se desterrará de este mundo para que tenga espacio nuevamente el Reino de Dios.
Los ancianos tendrán sueños de esperanza, los jóvenes verán los mundos celestiales como parte de sus propias moradas y los niños enseñarán, a través del amor y de la alegría, lo que guarda el universo.
La Santa Mujer volverá a erguir el trono para el Hijo amado y los ángeles traerán entre sus manos la oferta de los puros de corazón. Al final, la humanidad recibirá su última Gracia si las almas responden al llamado del Cielo a tiempo; y los Sagrados Corazones triunfarán, al menos, en los más simples y verdaderos, porque en ellos estará el paraíso.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los instruye en la Sabiduría Celestial,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Profeta del Salvador
Como Madre de la Humanidad sigo caminando y cruzando los desiertos de este mundo, en búsqueda de las almas que se pierden y de las almas que claman por alivio y redención.
El llanto de los inocentes toca Mi Corazón, porque veo brotar de los buenos cristianos mutilados un acto de amor y de perdón por los semejantes. Pero el mundo cruel no percibe esto y el universo observa con atención todos los acontecimientos.
Vuestro amado Jesús, salva sin demora a las esencias de los seres que son exterminados y las eleva a lo más Alto del Cielo, para que reciban la Gracia de vivir eternamente en el Corazón de Dios.
Pero aún, hijos, Cristo llora sin consuelo y Su Sagrado Corazón, que está lleno de Piedad y de Misericordia, es despreciado y negado por los corazones crueles. ¡Ay de ellos si no recapacitan a tiempo!, porque la Justicia de Dios ya está actuando, pero Mi Corazón Inmaculado intercede para que al menos se establezca el Reino de Mi Paz, de la Paz del Creador.
Mientras hermanos lastiman a hermanos, la esperanza de los sometidos se ve comprometida al momento de la angustiante muerte, pero Mi Espíritu Inmaculado hace prodigios de amor y retira de la faz de la Tierra a las almas que son condenadas al purgatorio de este mundo.
No habrá mayor consolador que el amor que puedan entregarle a Cristo, Él ahora necesita de vuestra donación y sacrificio, para que Dios al menos vea que la humanidad es rescatable.
Hijos Míos, todavía recorreré los rincones de este mundo para salvar a los que podrían ser el resultado de un grave desastre planetario. El Señor Me ha permitido derramar Mis últimas Gracias; pero si en verdad no hubiera un gran arrepentimiento de corazón y una penitencia mayor de parte de las almas, el mundo entero deberá aprender a restaurar, con sus propios esfuerzos y trabajos pesados, todo lo que fue ignorantemente destruido.
Por eso hoy quiero que sepan que Mi Corazón será el refugio de los inocentes, de los desamparados y de los que son asesinados por las manos del enemigo.
Mientras Dios lo permita, Yo vendré a este mundo, que Me pertenece, y en el cual deseo despertar para Mi Hijo a los apóstoles del nuevo tiempo.
Dejo para cada uno de ustedes la aspiración profunda de siempre buscar el Reino de Dios, a pesar de todo lo que hoy sucede en esta humanidad; en vuestra interna unión Conmigo, permitirán hacer triunfar Mi Inmaculado Corazón, que es totalmente vuestro desde el principio.
Hoy les recordaré una inspirada oración de un alma unida a Cristo, imprescindible para estos tiempos:
Es maravilloso Señor
Gracias Señor,
por mis brazos sanos
cuando hay tantos mutilados;
por mis ojos perfectos
cuando hay tantos sin luz;
por esta voz que canta
cuando hay tantas mudas;
por mis manos que trabajan
cuando hay tantas que mendigan.
Es maravilloso Señor,
sonreir, amar y soñar,
cuando tantos lloran, tantos odian
y tantos mueren antes de nacer.
Es maravilloso Señor
tener un lugar donde volver
cuando hay tantos que no
tienen un lugar adonde ir.
Es maravilloso Señor,
tener tan poco para pedir
y tanto para agradecer.
Amén
¡Gracias hijos del Cristo del Bien, por haber respondido a Mi importante llamado!
Los reúne, los bendice y los ama,
Vuestra Santísima Madre María, Rosa de la Paz
(1) Autor de la oración: Michel Quoist. Sacerdote católico del siglo XX
Mi Corazón Materno llega a vuestras vidas para aliviarlos de todo dolor, sufrimiento e incomprensión. El Sagrado Corazón de Mi Hijo llega a vuestras vidas para redimirlos y para conducirlos hacia el camino de la salvación.
Queridos hijos, llamando nuevamente a cada una de vuestras vidas, hoy, el Señor les pide que purifiquen vuestros corazones de cualquier sentimiento que no pertenezca a la Luz, porque si así lo hicieran mediante el ejercicio de oración, vuestras almas estarían ayudando a aliviar la gran ira que vive parte de la humanidad. Este es un sentimiento que distancia a los corazones del Único, del amoroso Corazón de Dios.
Por eso, mis pequeños, que sus corazones sean corazones de niños: puros, cristalinos y verdaderos, corazones que, renovados en Jesús, amen nuevamente creando así un puente de paz entre el Cielo y la Tierra, uniendo el Divino Espíritu de Dios con el pequeño espíritu de cada uno de Mis hijos.
Queridos hijos, un camino para que vuestros corazones se curen es imitar al pequeño y Divino Niño Jesús que, con Su pureza e inocencia, fue quien transmitió a la humanidad la esencia del Verdadero Amor. El pequeño Niño Jesús dejó sobre este mundo el Espíritu del Amor de Dios a través de Su entrega por cada uno de ustedes.
Ese es el amor que quiero que Mis hijos cultiven en sus corazones; ese es el amor que emana del Sagrado Corazón constantemente. Es el amor que dona Jesús sin cansarse, amor tan compasivo; Él mismo consagró a cada uno de ustedes a la esencia del Amor de Mi Inmaculado Corazón.
Reitero, hijos Míos, que cuando les hablo de ser como pequeños niños es para que, con esa actitud, purifiquen la ira que se vive en el mundo; si ustedes se renovaran en el espíritu de amor, la humanidad podría recibir la Gracia de la Compasión.
Queridos hijos, como Mediadora, los llamo a orar, a orar por la paz en la mente y en el corazón de cada uno de Mis hijos. Yo estaré, una vez más, agradecida por vuestra correspondencia para con los Planes del Creador.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Quiero que celebren en este sábado, la cena con Mi Hijo Jesús. Recuerden que los días sábado son de especial reparación y Gracia para todos aquellos hijos que, unidos a Cristo, comulgan con Él en Su Corazón y Su Divino Espíritu.
El día sábado los ayuda a meditar en el misterio de la comunión que Mi Hijo instauró en la última cena. Este hecho preciosísimo que Jesús realizó junto a los apóstoles, permitió la gran liberación de la humanidad en el sacrificio de la crucifixión de Jesús. Toda la Pasión que Jesús vivió los invita, durante los días sábado, a contemplar los hechos como sagrados y como un principio de la victoria del Reino de Dios sobre la Tierra, a través del Amor Misericordioso de Jesús.
Con esto, queridos hijos, hoy los invito a que sus corazones tengan presente que el día sábado, con el ayuno y la oración en comunidad, podrá detener efectos mundiales irreparables, con el simple acto de donarse a Dios por amor a los que no se donan, no Lo aman y no Lo adoran.
A lo largo del tiempo, todo este ejercicio les demandará más esfuerzo. Por eso, vuestros corazones deberán estar en constante oración para corresponder a Mi llamado.
Hijos Míos, sepan que los niños de Fátima cultivaron la pureza y la entrega siendo muy inocentes. Hoy Yo solo les pido que recuerden el niño interior que cada uno guarda en el corazón y que les permitirá dar los pasos hacia la Luz del Creador.
Que los días sábado sean una fiesta de Misericordia para vuestros corazones. Aunque no todos puedan cumplir con Mis pedidos, recuerden la importancia de este día en la semana; tan solo esto ayudará en la conversión del mundo.
Que en Jesús puedan hallar la alegría de servir a Dios, el Amor.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más