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A los argentinos desaparecidos
Queridos hijos:
Hoy su Madre Celeste, como Madre y Mediadora de este mundo, apela a todos Sus hijos para que, en este día de bendición, ofrezcan este Encuentro Conmigo por los desaparecidos recientemente en el Océano Atlántico argentino.
Llamo a todos los grupos de oración de Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil y Chile para que se unan fraternalmente por medio de una cadena luminosa de oración y de vigilia, a fin de que su Madre Celeste guíe y socorra a las almas que desaparecieron en alta mar.
Para eso, vengo a pedir especialmente a Mis hijos de la República Argentina que se concentren por algunos días en la ciudad de Mar del Plata para orar los Misterios del Rosario por cada uno de los hermanos que han desaparecido, ofreciendo desde lo profundo de sus corazones este servicio de oración como un medio inmediato que ayude a las familias de los desaparecidos y que también le traiga alivio a cada uno de sus miembros.
En esta noche, su Madre Universal estará dedicando este Encuentro de Oración para cada uno de Mis hijos que han desaparecido en el Océano Atlántico.
De la misma forma que en otros tiempos Yo les pedí, amorosamente, que rezaran por las familias refugiadas que todavía siguen cruzando el desafiante Mar Mediterráneo para escapar de las guerras, hoy vengo para pedirles por esos hermanos desaparecidos, para que Dios, que es Infinito en Misericordia, conceda, por medio de Mi Intercesión, la ayuda necesaria.
Si recuerdan, hijos, en el último Encuentro sucedido en el mes de octubre en la ciudad de Mendoza, Argentina, Mi Amado Hijo les declaró que Argentina, en poco tiempo, atravesaría una gran y desconocida prueba. Esa prueba y ese momento está sucediendo en estos días.
Por eso los invito, como nunca antes, a colocar atención y discernimiento en lo que los Mensajeros Divinos anuncian de tiempo en tiempo, porque a través de la Sagrada Palabra se intenta evitar situaciones en las almas y en toda la humanidad.
Los recientes desaparecidos se ofrecieron, en esta vida, por toda la Argentina para que este pueblo y en consecuencia, todas las naciones del mundo que ahora participan de la operación de búsqueda, puedan aprender que el poder solo lo tiene Dios y que ya llegó la hora de convertirse y de redimirse para que la Sagrada Victoria de Cristo se establezca.
Algunos grupos de almas en este tiempo, sin saberlo y sin conocerlo, teniendo o no religión o credo, se han ofrecido por entero al Sagrado Corazón de Jesús a fin de que millones de personas perciban que estamos cruzando el portal de un tiempo definitivo que llama a las almas a estar unidas en el amor y en la solidaridad, porque eso reconstruirá al planeta.
Esos grupos de almas se han ofrecido a padecer por Jesús y por la pronta redención de la humanidad, ya que es urgente que toda la raza cambie de estado y de acción.
Por último, quisiera que Mis hijos de Argentina se reunieran en la Base Naval de Mar del Plata para orar por todos los hermanos que, en estos tiempos, ofrecen sus vidas y corazones para que otros lleven adelante experiencias y conquistas del planeta que son irreales.
Estaré, como nunca, cerca de los que por amor y consciencia respondan a Mi llamado.
Estaré con cada familia de cada desaparecido, atravesando esta prueba y tomándolos fuerte de la mano.
Quisiera que, en verdad, las naciones aprendieran que la humanidad y los Reinos de la Naturaleza ya no son más un laboratorio, sino que todos son esencias en redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Mientras el mundo está herido, Mi Corazón encuentra aliento en la devoción de las almas simples que responden a Mi llamado y vienen a Mi encuentro para despertar sus espíritus y corazones.
Es a través de las almas simples que Mi Plan se cumple, porque las dificultades de sus vidas no son obstáculos para vivir el amor y perseverar en la fe.
En las almas simples, Dios encuentra Su reposo, pues sabe que ellas siempre le responderán y siempre le dirán “sí”.
Las almas simples no se niegan a vivir el sufrimiento y el sacrificio es parte de sus vidas. Ellas reconocen el valor de la Cruz de Cristo y encuentran en esa Cruz su fuerza y la renovación de su fe. Cimentadas en las bases del Amor del Hijo de Dios, las almas simples están unidas al Padre, y por más que sus mentes no conozcan los misterios celestiales, sus corazones son partes vivas de estos misterios y no se asustarán, ni perderán la fe, cuando la verdad emerja ante los ojos del mundo.
Las almas simples, tantas veces olvidadas por el mundo, construyen en su anonimato la humildad que abre las puertas para el verdadero amor.
Su unión con Dios se guarda en lo profundo del espíritu y es amparada por su vida de humildad y llena de desafíos.
Dios puede probar a las almas simples y forjar su fortaleza a base de muchas pruebas. Puede hacer nacer en ellas una fe inquebrantable, porque Sus ojos no solo ven el sufrimiento.
Como ellas siempre aceptan la Voluntad de Dios, aunque no la comprendan, Él vendrá en su auxilio y las ayudará para que superen sus dificultades, porque el Padre prueba a Sus hijos, no para que sufran, sino para que crezcan.
Es así como Dios construye en las almas simples el espíritu de la sabiduría y, aunque muchos no conozcan los libros de este mundo, sus corazones pueden leer en los Libros Celestiales y su sabiduría interior vale más que toda la inteligencia de los letrados de esta Tierra.
Los corazones verdaderamente simples también son puros y en ellos habita Mi Corazón.
Puedo contar con sus oraciones, porque ellas son verdaderas.
Puedo abrir las puertas en sus caminos hacia nuevos rumbos y sé que ellos Me seguirán, sin preguntarme porqué.
Las almas simples, tantas veces olvidadas por el mundo, son las que están más próximas de Dios.
El mundo las olvida por no saber cómo llegar al Padre y pierde la oportunidad de aprender de la humildad que abre las puertas del Cielo.
Mi Hijo vendrá y buscará entre las almas simples a Sus compañeros de otrora. Formará con ellos el ejército de Su Retorno y triunfará sobre el mal con la simplicidad de sus corazones.
Las almas simples no necesitan puestos importantes, reconocimientos o recompensas. Por no tener nada en este mundo, aprendieron que la verdadera alegría está en Dios, porque ellas la experimentaron y viven en ella, todo el tiempo.
Hoy, hijos, los llamo a aprender con las almas simples.
Los llamo a vivir en la simplicidad, porque es allí que se encuentra el camino hacia la fidelidad y el despertar de la verdadera fe.
Siendo simples es que conocerán a Dios.
Siendo simples es que vivirán en la esencia de las Bienaventuranzas y no correrán el riesgo de pensar que sirven al Padre, cuando, en verdad, sean ustedes mismos los únicos señores de sus vidas.
Hoy, con el ejemplo de las almas simples, déjense transformar y verdaderamente rindan sus corazones al Padre y a Su Santa Voluntad.
El Creador aún tiene muchos designios y Gracias para cumplir en la humanidad y es con la simplicidad de sus corazones que le abrirán las puertas.
Yo los amo y les agradezco por buscar la simplicidad y la pureza de sus corazones como el mayor servicio a ser prestado por la humanidad en este tiempo.
Les dejo la Gracia del Padre y la Unción del Espíritu Santo, para que vivan en paz y difundan la paz al mundo.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Aunque exista agonía en el mundo, mantén tu fe en Dios y no te dejes desanimar en la oración y en la esperanza.
Aunque parezca no haber solución, mantén tu fe en Dios y no te dejes confundir por las influencias de este mundo.
Aunque el caos y la confusión interior parezcan grandes, en lo profundo de tu ser mantén tu fe en Dios y no desistas, no bajes los brazos.
Hijo, mucho más grande que el caos en tu interior es lo que vive el mundo, el planeta sobre el cual tienes tus pies todos los días.
Fuiste llamado para traer una nueva vida, una oportunidad de renovación para esta Tierra, que desde el principio decidió apartarse de Dios y de Su Plan.
Puedes preguntar: ¿Y por qué el Padre perseveró en este Proyecto? ¿Por qué no lo detuvo al principio de todas las cosas, cuando el pecado se hizo carne en la consciencia humana?
Porque el mal no pertenece a la Verdad; él es parte de una ilusión milenaria, en la que la consciencia humana se colocó desde el principio. Pero la Verdad aún habita en el interior de los seres y puede emerger en aquellos que se dispongan a dejar que un Dios Vivo se exprese en sus corazones.
Si tú escuchas estas palabras, es porque te corresponde responder a este llamado.
Sé que a veces, por tu propio peso, no consigues caminar y que, por ti mismo, calzas zapatos de hierro que te hacen hundir en el punto en que te encuentras. Pero hoy, hijo, como todos los días en los que vendré a la Tierra, te digo que retires de tus pies los pesados zapatos de hierro de tu pasado, de tus voluntades, de tus aspiraciones para el futuro, y que camines con Aquel que, descalzo, recorrió la Tierra y ahora cruza los Universos, convocando a nuevos compañeros para que renueven constantemente el Amor alcanzado por Él, al cargar con la Cruz los pecados del mundo.
Sé que lo que te digo parece repetitivo y que las palabras solo se renuevan para los que las ven nuevas, porque están en un nuevo peldaño de esta escalada evolutiva.
Deja que Dios te renueve y te muestre cuánto tienes aún para servir y cómo este mundo y este Plan de Amor necesitan de tu entrega. Aún no llegaste al punto de tu donación, y eso se ve por el Amor que aún no dejaste nacer dentro de ti. Déjate amar y aprende, siendo amado, a donar amor a este mundo con tantas enfermedades espirituales.
A la puertas de un nuevo ciclo planetario, renuévate y déjate ser nuevo, como el Cristo, que ya renacerá en Espíritu en todos los pesebres hechos con fe, en las casas de esta Tierra.
Ya no te diré muchas cosas, porque todo ya fue dicho. Toma el nuevo Evangelio Universal, que resuena en el Verbo que Cristo emite hoy para el mundo y vive Sus Palabras. Él todavía te está esperando.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
La responsabilidad de amar
Ama, querido hijo, así como el Padre Celestial te ama y pronto te liberarás de las cadenas de la separación y de la división.
Ama, así como Mi Hijo te ama por encima de todo error, de toda prueba o de toda hostilidad; porque el amor siempre te salvará, cuando de tu pequeñísimo corazón emerja un sincero acto de unión con el prójimo, una incondicional aceptación de los nuevos tiempos, una irrefutable acción de bien y de caridad.
Por eso, practica en este tiempo la escuela del amor para que, en cada nuevo paso, encuentres el sendero de la unidad y de la fraternidad con tus semejantes.
Cuando eso suceda, te aseguro, hijo Mío, que ya no existirá, entre tu consciencia y la de tus hermanos, ninguna diferencia porque estará reinando el amor y la verdad que los tornará libres de las prisiones de la vida.
Mientras tanto, sigue buscando todos los días amar con locura santa, vivir cada experiencia como una oportunidad de redención.
Que tu corazón sienta que sin el amor puro no podrá vivir.
Que tu consciencia reconozca, en este ciclo, que sin el amor no sería nada y que la vida no tendría sentido.
Ama un poco más de lo que amas, porque si amas de verdad nunca te pasará nada en aquello que te pidan hacer, y recibirás cada nueva misión con inmensa alegría.
Que tus pequeños pies no se cansen de caminar en dirección al sendero del Amor.
Ya es tu responsabilidad vivir en el Amor y estar todo el tiempo en el Amor: porque de esa forma aprenderás a ser más considerado, bueno y misericordioso con los errores del semejante.
Que tu consciencia se eleve al Plano del Amor.
Que tu corazón de carne, a veces duro o rígido, se abra para que, en sus más profundas entrañas del latir de la vida, se depositen los Códigos del Amor de Dios y de Nuestro Señor.
Participa, entonces, de la corriente arrebatadora del Amor.
Presencia los milagros victoriosos de amor y de redención que tus hermanos alcanzan.
Ya no seas más miserable, ahora defínete por ser un ser misericordioso, considerado en la piedad, humilde en la resignación y servicial ante cualquier llamado.
Estás a tiempo de tornar tu vida un gran instrumento de Dios.
Estás a tiempo de vivir lo que es verdadero y que proviene directamente del Universo del Creador.
Antes de que la puerta a la Misericordia se cierre completamente y se abra la puerta a la Divina Justicia, decídete ingresar en la escuela del amor del corazón para que, a pesar de tus vacíos, de tus abismos o de tus errores humanos, ayudes a tu Madre Celestial a hacer triunfar el amor en este planeta y en esta humanidad.
Deja que el amor te rasgue por dentro.
Déjate amar por los demás, de verdad y ya no coloques mil escudos para defender tus aspectos.
Sé libre de ti mismo, de una vez y para siempre, y alcanzarás el Reino de Dios.
Este mensaje, su Madre lo envía a todos los religiosos de esta Orden y a todos los que buscan, por encima de sí, vivir la consagración al Plan de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que el peso o la angustia que pueda sentir tu corazón no precipite a tu consciencia. En los momentos de mayores pruebas es cuando debe nacer y surgir el gran espíritu de la templanza. Como Madre, comprendo y entiendo lo que significa atravesar un momento culminante y crucial.
Por encima de lo que podría parecer doloroso o difícil, deben aprender, hijos, a ver en acción la omnipotente Voluntad de Dios, que viene para ampararlos y protegerlos de ustedes mismos. Voluntad Mayor que intenta, desde el principio de este planeta, colocar a la consciencia humana en el verdadero camino de su evolución.
Anímense a decirle sí al dolor, a la prueba o incluso al sufrimiento que Dios les mande, porque todo eso hará más fuertes a sus corazones y se disolverá la ilusión humana de creer que la vida comienza o termina aquí.
Vengo, como Madre de los Dolores vividos por Mi Hijo, para darles el espíritu de la valentía, el ímpetu de vivir con coraje y determinación este fin de los tiempos que la mayoría de los seres humanos no acepta vivir ni enfrentar y solo intenta escapar de la verdadera realidad.
Que este momento y esta transición coloquen a cada hijo Mío ante la verdadera realidad de cómo el Plan de Dios se debe llevar adelante, confiando, amando y sintiendo en lo profundo del corazón, así como Yo lo sentí cuando Su Madre dijo sí a Dios por medio del Arcángel Gabriel.
Aceptar, en este tiempo, realidades, verdades y revelaciones que vibran y que están lejos del control humano, del poder o de la propia indagación de las cosas, será la tónica que llevará a la consciencia humana a definir si ama el Plan de Nuestro Creador más que a ella misma, porque eso determinará el próximo paso de la raza humana y su destino futuro.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuanto más las agujas del reloj se pierden del tiempo y las horas que antes medían los días ya no pasan con el mismo ritmo, se aproximan a este mundo la Verdad y el Tiempo de Dios.
Las horas de la Tierra se revelan como una ilusión. Las estaciones y los días ya no son los mismos de tiempos atrás, porque la Tierra no está en el mismo punto, está en constante movimiento de aproximación a las dimensiones del Universo.
Los corazones de los hombres temen el caos y la perdición, porque sus almas pueden vislumbrar los abismos que se abren ante las vidas vacías de sentido.
Y aquellos que pueden sentir la angustia de sus interiores y escuchar la voz de sus almas, están buscando un camino por el cual caminar seguros.
¡Oh, corazones del mundo! Ha llegado el momento del Tiempo Eterno, de la disolución de la ilusión, de la absolución de los pecados, de la reparación del Corazón de Dios, tantas veces herido por los hombres.
Las últimas puertas para el despertar se están abriendo. Envíen su "sí" al Universo y dejen que el preconcepto, el temor o la incapacidad de buscar a Dios, den lugar a un nuevo ciclo en sus vidas.
Anímense con el ejemplo de los que dicen "sí" y déjense quebrar por dentro, para que sean reconstruidos por las Manos de Dios.
A los que están con los pies en el camino de una Vida Superior, les digo: no se permitan titubear.
Sean rectos, firmes consigo mismos y verdaderos. Sean mansos y simples, y den a conocer la alegría que nace en sus corazones al encontrar a Dios, más allá de las miserias humanas, porque esta alegría y este ejemplo animarán a las almas que están indecisas entre la Luz y el caos en este tiempo.
Sean instrumentos de auxilio para la definición humana; y eso no se hace de otra forma sino sirviendo, amando y dejándose corregir, transformar, purificar, redimir y elevar a Dios.
Colóquense, hijos del Nuevo Hombre, en los Brazos de Dios, en Su nueva y última Barca. Y aún en aguas agitadas y llenas de la furia propia de esta batalla espiritual, asegúrense firmes en la fe, no se dejen arrojar en el mar de las ilusiones del mundo.
Recojan de Mis Palabras la Fortaleza. ¡Escuchen el eco de la Voz de Dios en Sus Mensajeros y sigan adelante!
¡Remen! ¡Y nunca dejen de remar! Alcen las velas blancas del triunfo de la Paz y salven a los que se perdieron en estas aguas de ilusión. Tienen Mi Bendición para eso.
Su Padre y Amigo, este que siempre remará con ustedes y en silencio les ayudará a mantener, en lo alto, las velas de esta nueva y última Barca de la Salvación y de la Redención de la vida humana.
San José Castísimo
Vendré con el Cetro de la Luz de Dios en una mano y con la poderosa Espada de fuego de los Arcángeles en la otra para separar la luz de la oscuridad, para rescatar a las almas perdidas en los abismos y en la ilusión del misticismo espiritual.
Vendré con la Espada de fuego de los santos Arcángeles para que se disipen algunas tinieblas a fin de que los espíritus que vagan por esta parte del mundo sean expulsados y encaminados hacia otros espacios del universo.
Vendré, en estos días, con la Espada de fuego de los Arcángeles para cerrar con Mis propias manos los abismos espirituales abiertos por la búsqueda desmedida de una espiritualidad basada en el beneficio de muy pocos.
Vendré con la Espada de fuego de los Arcángeles para reunir a los autoconvocados del Plan y para crear las futuras bases de una nueva Arca de Dios, en donde no solo los Reinos se verán ayudados, sino también las consciencias que deberán ser retiradas de una constante ilusión espiritual y mística.
Vendré con la Espada de fuego de los Arcángeles de Dios para traerles de nuevo la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En lo más profundo de la noche, el día se anuncia. Aún cuando todo está oscuro, el canto de los pájaros anuncia la llegada del sol, de la brisa matinal y los llama a despertar. La noche trae consigo soledad, nostalgia, a veces silencio, a veces ruidos...
Así será, hijos, en la noche oscura del planeta. Ella traerá consigo el sentimiento de soledad, muchas veces el desasosiego, fruto del corazón que no aprendió a silenciarse. Traerá consigo la nostalgia de una vida de ilusiones, que ya no encontrarán en el mundo, y los invitará a caminar en la oscuridad hacia un tiempo que les es completamente desconocido.
En el ápice de esa noche, cuando aquellos que estén despiertos sientan que ella no tendrá fin, cuando los que estén dormidos ingresen profundamente en su ilusión, escucharán los sonidos que vienen del Cielo. Como los pájaros, en los últimos instantes de la madrugada, los ángeles cantarán y sonarán sus trompetas. El Sol retornará al mundo.
Su Luz traerá aliento para los que esperaban en vigilia; sin embargo, cegará a los que dormían en la ilusión. Muchos no comprenderán inmediatamente lo que sucederá en el mundo, porque para ellos la noche será común y lo extraordinario jamás sucederá; ellos no percibirán que el tiempo se detendrá y ya no se contará con los relojes del mundo; sus corazones, vacíos de Dios, pulsarán en un viejo tiempo.
Los que esperen despiertos la llegada del Sol, con las cuentas pasando entre sus dedos, para recordarles la paz, al fin respirarán el aliento de un nuevo día y reconocerán el fin del viejo tiempo.
Muchos esperarán estruendos, catástrofes mundiales y un brusco fin para la humanidad, y estos se acostumbrarán a vivir en el caos y no percibirán que los tiempos se unen y que lo viejo deja su lugar para el nuevo tiempo.
La noche oscura ya está sobre el planeta. Ella es larga, lenta y su tiempo no se mide con el reloj que pasea en las muñecas de los hombres. Por eso, hijos, es hora de vigilar y orar incansablemente.
El Sol llegará y no será el mismo sol que ilumina los días de la Tierra, será un nuevo y resplandeciente Sol, renovado por Su Majestad Celestial.
La noche espiritual se sentirá oscura y profunda, a medida que avance. Sientan su silencio y mantengan la paz; escuchen su ruido y mantengan la paz; vivan la nostalgia humana que sentirán sus corazones y mantengan la paz. Déjense purificar por las pruebas de una noche espiritual que está sobre todos, pero mantengan la paz y la certeza de que, en vigilia, esperan la llegada del Sol.
Aquel que simplemente prepara sus corazones para el nuevo tiempo,
San José Castísimo
Queridos hijos:
La humanidad como consciencia debe rendirse a Dios para que todas las faltas cometidas sean perdonadas, y los corazones sean aliviados y liberados de su cautiverio interior.
Mientras no haya verdadera entrega y disposición a Dios, la humanidad que aún no se arrepiente sufrirá mucho y aprenderá a tomar consciencia de sus errores por medio de los efectos ocasionados por todas sus decisiones.
Anuncien al mundo y a todos los que encuentren por sus caminos que llegó la hora de rendirse a Dios, de colocar la cabeza en el suelo y de pedir misericordia y perdón para que antes de los últimos grandes acontecimientos las almas encuentren el camino de salvación.
Para eso, vengo a pedirles a todas las almas del mundo la consagración diaria a Mi Materno e Inmaculado Corazón, a fin de que Yo pueda cada vez más interceder por todos los que están perdidos e hipnotizados por las trampas de Mi enemigo.
Deseo en esta hora, hijos Míos, que todos puedan abrir sus ojos y salir de la ilusión mundial que atrapa a millones de almas.
Díganle a las almas que se consagren día a día a Mi Inmaculado Corazón, para que la mayoría pueda vivir un verdadero arrepentimiento de sus pecados y así reciban la Gracia de una victoriosa redención directamente de Mi Amado Hijo.
Recuerden que el arrepentimiento de corazón abre las puertas al Reino de los Cielos para que descienda la Divina Misericordia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Aprende a estar en Mi Paz, a pesar del caos y de los conflictos del mundo. Aprende a mirar los acontecimientos con ojos de misericordia y con un corazón pleno de piedad.
Aprende a estar ante un planeta en transición, manteniendo la armonía y la paz de tu pequeño corazón, porque, aunque se arme en la Tierra el "escenario de los horrores y del temor humano", tu corazón debe estar en paz.
Aprende, hijo, que estás en el mundo, en este tiempo, para ser instrumento de una Voluntad Superior, de una Vida Mayor, que se instituirá en la Tierra cuando ella se haya purificado. Esta Vida surgirá dentro de los seres y se extenderá a su alrededor. Ella será el resultado de la fortaleza del corazón humano que sepa expresar lo que verdaderamente es: una pequeña parte viva de la Conciencia Divina.
Cada día forjará, en el interior de los seres, una mayor fortaleza. Todo sucederá, para unos, poco a poco y para otros, bruscamente; pero los cambios y las pruebas dictarán el crecimiento de los corazones y el fortalecimiento de su compromiso con el Plan de Dios.
Cada día será más necesario servir y donar de sí mismo, aquello que parece no existir en la propia consciencia, porque habrá quienes necesitarán con urgencia la donación de los servidores de Dios. Por eso, hijo, prepara tus manos y deja que tu corazón crezca sin miedo.
No siempre te será simple, fácil o agradable servir. El sacrificio retira la conciencia humana de su punto de comodidad e infantilidad espiritual, la llamada "ilusión mundial"; sin embargo, ese mismo sacrificio eleva la conciencia humana y la conduce a la Voluntad y al Pensamiento Divino, a lo que ella es en esencia y en espíritu.
Déjate, entonces, elevar y conducir por el cambio de los tiempos, porque las propias consecuencias de la transformación de la Tierra te harán dar pasos, si no te resistes y si no cierras tu corazón.
Yo estaré contigo.
Tu padre y compañero,
San José Castísimo
Hora de salir de la ilusión mundial
Ha llegado la hora, hijos Míos, de salir de la ilusión mundial y de comenzar a enfrentar la realidad, primero dentro de ustedes, para después reconocerla afuera.
El mundo no esperará a que maduren para que él viva su purificación y la transición de los tiempos, que marcará el antes y el después entre el viejo y el nuevo hombre. Los cambios ya se precipitan sobre la Tierra y se expresan a través del desequilibrio de los elementos de la naturaleza, de los hombres, de los jóvenes, de las guerras entre naciones, razas y religiones. Así, hijos, se diseña el "fin" que muchos no quieren ver, porque creen que todo está en donde debe estar.
Hoy, como ayer, vengo como la Madre de la Verdad, la Señora de la Sinceridad Divina, para que nada más esté oculto ante sus ojos y que les sean dichas todas las advertencias a tiempo, para que transformen sus vidas y despierten sus almas.
Mis amados, en medio de un mundo que se pierde en su propia ignorancia, Yo vengo a construir un ejemplo de transformación en este lugar. Si Me abren la puerta y Me dicen “sí”, le demostraré al mundo que es posible convertir la ignorancia en sabiduría y la ingenuidad en verdadera pureza del corazón.
Quisiera que todos Mis hijos de esta ciudad vinieran a Mi encuentro, para que Yo pueda despertarlos a la Voluntad que Dios tiene para este pueblo.
Hijos, aquí quiero construir un modelo de respeto, de igualdad y de esperanza; un lugar en donde las almas lleguen para reencontrar la dignidad que perdieron por entregarse a la ilusión.
Sé que el enemigo de Dios lo hará todo para que este Plan no se cumpla y para que las almas no se unan para construir este propósito. Pero hoy, Yo les pido, hijos amados, que sólo coloquen sus corazones en la meta de expresar para el mundo una esperanza de vida, que él perdió.
Quiero ayudarles a reconstruir sus familias; quiero enseñarles a crecer y a respetar las diferentes expresiones del corazón humano. Quiero que las religiones se unan aquí en el servicio y en la oración, por un mundo de paz. Que el respeto y la consciencia de que existe un Dios Único que los congrega, permita borrar de sus corazones el prejuicio y el sentimiento de superioridad en relación a sus hermanos. Quiero que se vean los unos a los otros como esencias únicas de Dios, amadas profundamente por Aquel que las creó. Y de esa forma, se abran para aprender los unos con los otros.
No es mucho lo que les pido, hijos Míos. Quiero extirpar la violencia con el despertar del espíritu. Pues un corazón que se entrega a la oscuridad, es aquel que no conoce verdaderamente a Dios y que no ha encontrado un sentido para su vida. Yo vengo para darles este sentido y para abrir en sus corazones aquel espacio que le corresponde ocupar al Creador, para que un día, Mis amados, puedan expresar la semejanza con el Padre.
Para las naciones del mundo, esa es una meta distante y casi imposible, pero para aquel que está en Mí y se deja guiar por Mi Corazón, nada es imposible. Dejen, hijos, que Yo establezca la paz a través de sus corazones. Dejen que Yo construya lo imposible en sus vidas.
Sólo quiero que se respeten, que se sirvan mutuamente y colaboren para la construcción de un mundo en mayor paz. Porque el planeta agoniza y las guerras ultrajan los corazones de Mis hijos, por la incapacidad de los hombres de vivir el verdadero amor y el respeto consciente.
Por eso, hijos, les pediré que Me acompañen y que Me dejen transformar este lugar en un ejemplo de una nueva vida, en donde es posible respetar, colaborar, admirar lo mejor del prójimo y así, vivir en comunión.
Si Me permiten hacerlo y se dejan guiar por Mí, en poco tiempo verán Mis palabras manifestadas en la transformación de sus vidas.
Lleven Mi mensaje a los cuatro puntos de esta ciudad y dejen que él resuene en los corazones. Llamen a Mis hijos para que vengan a Mi encuentro. Es hora de despertar y de salir de la ilusión mundial.
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Dios destruirá los castillos de arena que han construido los hombres para llevar a la humanidad a la perdición. Así, Dios erguirá, desde los mundos internos, los templos de amor que las almas han fecundado interiormente a través de su fe en el Señor. En ese momento, el Juicio comenzará para toda la humanidad.
Los simples de corazón recibirán en sus manos el Legado de otrora y los que se decían poderosos perderán todas sus riquezas, porque los pobres de corazón conocerán todos los misterios que están escritos en la gran bóveda de este universo.
Ya no será necesario interpretar las estrellas, porque la nueva raza sabrá de dónde proviene y cuál es su verdadero origen.Nadie quedará sin saber cuál es la misión que ha venido a desempeñar por amor al Proyecto Universal.
En esa hora, los poderosos ya no tendrán más poder y los puros de corazón serán coronados por las Manos de Cristo.
Las doce huestes angélicas descenderán y una estrella semejante a las del universo anunciará la señal de una nueva etapa.
Finalmente, la humanidad despertará y ya no estará más en el mal, porque habrá abandonado la ilusión y habrá ingresado en los misterios del universo.
Más tarde, los obstáculos no existirán ni tampoco lo que conocemos como ego. Las almas y las consciencias de este mundo finalmente se tornarán libres y serán felices durante los mil años de paz. Así, el Padre Eterno, en Su resplandor, descenderá y hará de esta Tierra Su luminoso hogar en el universo.
Oración para realizar al término de la Comunión
para reconciliarse con Cristo Jesús
Por Su Sacrificio, fuimos liberados.
Por Sus Llagas, fuimos curados.
Por Sus Flagelaciones, fuimos perdonados.
Por Sus Caídas, fuimos elevados.
Por Su Cruz, fuimos redimidos.
Y ahora, por Su Misericordia, somos transfigurados
y Su Luz Espiritual recibimos,
para que libres de toda adversidad,
caminemos con la aspiración
de algún día volver a encontrarlo
en Su Gloria Celestial.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice, ahora y siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Las Señales en el Cielo
El mundo despertará una mañana y verá plasmada en el Cielo la señal que indicará el momento del Retorno de Cristo.
Muchos ojos se abrirán y corazones se redimirán ante esa visible señal del universo.
Mientras el sol despuntará en lo más alto de la colina, la señal del universo quedará cada vez más visible y no se borrará. Será el momento en el que todo se transformará, y lo que ha permanecido oculto, de la nada se verá.
Esta señal dejará tres señales más, visibles en el mundo. Ellas no podrán ser confundidas ni interpretadas como fenómenos naturales, pues tendrán tan alto grado de resplandor, que no se asemejarán a nada de este mundo.
Mientras tanto, una estrella muy semejante a la gran Estrella de Belén anunciará la apertura de los portales del universo.
Cuando vean esa gran y desconocida Estrella brillar demasiado en el firmamento, póstrense en el suelo y hagan penitencia; manifiesten un profundo arrepentimiento en nombre de la humanidad, pues esa será la señal de que Cristo ya está retornando.
Cosas semejantes a las que ocurrieron en el nacimiento de Jesús sucederán en el último tiempo; porque cuando el Niño Dios nació, Él era el Alfa; ahora en Su Retorno, Él será el Omega.
Preparen con tiempo sus corazones para ese momento.
Permitan que la purificación se adelante para que estén libres de ustedes mismos.
En total, cuatro señales se mostrarán en este universo, para que la humanidad comprenda que ya es hora de ir despertando y de abandonar la ilusión y la inercia.
Estas señales traerán consigo algo nuevo y algo renovador. Pero, al mismo tiempo, ellas moverán, de Oriente a Occidente y de Norte a Sur, todo lo que es oscuro, injusto e infiel.
Es así, que,por ser señales del universo en el planeta no podrán ser borradas, alteradas u ocultadas.
Estas señales tendrán la fuerza de cientos de caballos y una expansión más grande que todos los océanos.
Será ese el momento en el que deberán estar en oración, sin distraerse, porque los impulsos quedarán y lo que está en vano se transmutará.
Las señales revelarán misterios desconocidos, abrirán puertas inexplicables y harán que la humanidad dormida despierte y, finalmente, coloque su atención en Dios, sin poder escapar hacia ninguna parte.
De esa forma, sí o sí, los seres humanos tomarán consciencia de todos sus pecados y todo quedará expuesto en este mundo.
Así, la gran mentira mundial, creada por los hombres de superficie, será extirpada y todos tomarán consciencia de la ilusión que fue creada durante siglos.
Cuando Cristo retorne muchas cosas se moverán, hasta las más increíbles. Porque como Cristo es la Ley viva, donde está esa Ley presente no estará lo injusto o lo oculto.
Por eso, purifiquen con tiempo sus corazones para que dichos acontecimientos no superen sus expectativas ni tampoco los sorprendan de la noche a la mañana.
Vigilen así como lo hace el guardián que cuida de la casa durante la noche.
Entren en vigilia y en oración, porque así podrán ser guiados, paso a paso, hasta el fin.
Las señales del universo dejarán más clara y evidente la realidad planetaria antes de que se develen todas las mentiras, los fraudes e injusticias.
Que sus corazones sean misericordiosos, así como Dios es misericordioso; porque, de esa forma, no caerán en tentación.
Vengo a pedirles, en esencia, lo mismo que Jesús les pidió a Sus apóstoles mientras Él agonizaba en el Huerto Getsemaní; porque serán necesarias, en ese tiempo, su plena correspondencia, sintonía e incondicionalidad.
Los más humildes ayudarán a los más dormidos.
Los más sabios, que serán movidos por el Santo Espíritu, ayudarán a los más ignorantes.
Los más simples les indicarán a todos la puerta de salida hacia el nuevo y venidero ciclo de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
He aquí que vendré del Cielo con el Cetro de Dios para abrir las dimensiones, decretando el Poder de la Luz Divina y de Su Voluntad.
Vendré del Cielo con el Cetro de Dios, para abrir las puertas hacia Su Reino y disipar la ilusión de los ojos y de los corazones de Mis hijos, para que reconozcan la Verdad y la sigan.
Vendré del Cielo con el Cetro de Dios, el que simboliza Mi profunda unión con el Creador; simboliza Mi Origen y demuestra a los corazones ignorantes del mundo la verdadera existencia de la Madre Celestial.
Vendré del Cielo con el Cetro de Dios, demostrando que el Verbo Divino es Uno, no solo con el Hijo, sino también con la Madre, con el Vientre Puro del cual surgieron todas las cosas, inclusive el Hijo, que es Uno con el Padre.
Vendré del Cielo con el Cetro de Dios para que todas las almas y todos los espíritus reconozcan la Potestad Divina que Me fue entregada desde el principio; para que reconozcan el nuevo ciclo, cuando Mi Vientre gestará nuevas cosas, así como gestó todo lo que hasta hoy fue creado.
Vendré del Cielo con el Cetro de Dios y muchos Me reconocerán, pero no comprenderán que este es el Poder Divino, hasta que este Poder toque sus ojos y los libere de la ceguera y del mal.
Vendré del Cielo con el Cetro de Dios, para unir lo que estaba separado, para que las mentes se rindan y los corazones se abran a la Verdad Divina.
Vendré del Cielo con el Cetro de Dios, como vengo hoy, y todos los ojos Me verán, porque cuando este día llegue ya no estaré preparando el retorno de Mi Hijo, sino que traeré en Mi Vientre a la Nueva Vida, que Él establecerá después de Su segunda Venida al mundo.
Con esto les digo que, después del Hijo, vendrá la Madre Celestial. Prepararé Sus pasos en Espíritu y en Divinidad, así como preparé Su camino en silencio, cuando Él estuvo sobre la Tierra. Pero después de que Su promesa se cumpla y que las Escrituras del Nuevo Tempo, expresadas en las palabras de los Mensajeros Divinos, también se cumplan, Yo vendré con el Cetro de Dios y reconstruiré el mundo con Mis Hijos.
Les daré a conocer al Niño Nuevo que durante este tiempo estoy gestando en Mi interior, y este Niño nacerá y crecerá en el interior de los que sean perseverantes y que, venciéndose a sí mismos y vaciándose de sí, se rindan completamente ante Dios.
Así como Mi Hijo ascendió una vez, ascenderá nuevamente, y así como Yo ayude a los Apóstoles en aquel tiempo, ayudaré a todos ustedes. Juntos construiremos el nuevo mundo, el nuevo tiempo, y las dimensiones se harán visibles.
En ese momento, las miserias ya no serán lo que predominará en sus vidas. Su transformación ya no será solo una batalla contra las fuerzas capitales de este mundo, que habitan dentro y fuera de ustedes; la transformación será eterna y constante, porque todo en el Universo se transforma; sin embargo, les digo, hijos Míos, que cuando Yo descienda al mundo después de Mi Hijo, les traeré una nueva vida y les daré a conocer un nuevo camino, en el cual se consumará la transición entre el viejo y el nuevo hombre. Y sus pasos consistirán en unirse al Universo, recuperar la filiación con Dios y reintegrarse a Sus Leyes.
Les daré a conocer los principios de la Unidad con toda la Vida y el orgullo que hoy hace que muchos se sientan únicos en toda la Creación Divina desaparecerá, y reconocerán a toda la Vida que habita en el Cosmos desde el principio, y que en humildad aguarda que ustedes puedan crecer y despertar.
He aquí que vendré del Cielo con el Cetro de Dios y estableceré la Paz dentro y fuera de ustedes, en este mundo y más allá de él. Pero hasta que llegue ese momento perseveren, ríndanse, humíllense, perdonen todo, inclusive a sí mismos y busquen el vacío, con constancia y con fe.
Pues ya llegará el día en el que verán en Mis manos al Cetro de Dios y darán gracias por ver cumplirse todo lo que un día les dije.
Yo les agradezco y los bendigo, para que no pierdan la fe ni la divina esperanza de ver cumplirse las Sagradas Escrituras de estos tiempos.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy el Velero de la Paz y, en los océanos del mundo, busco pescar a las almas que están sumergidas en la ilusión de la vida material.
Soy el Velero de la Paz y llego a todos los puertos del mundo para dar a conocer, a la humanidad, la verdadera Luz que viene del universo.
Soy el Velero de la Paz y les traigo a todos el anuncio y el mensaje sobre la llegada de Cristo. Así es como preparo, para todos, el momento de Su descenso a la Tierra.
Soy el Velero de la Paz y llevo Conmigo, en Mi Corazón, a todos los que piden auxilio, sin dejar atrás a quien Me pide socorro.
Soy el Velero de la Paz y les entrego a Mis hijos el Reino Celestial, con el fin de que las almas encuentren el sentido de estar con vida en este planeta.
Soy el Velero de la paz y difundo al mundo el gran momento de la Misericordia de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando las almas duermen el sueño de este mundo, sus ojos se cierran a toda Verdad y sus espíritus quedan vulnerables a todas las influencias de la ilusión y del caos planetario. Por eso, hoy, Mis manos se elevan frente a Mis hijos para retirar de sus ojos las vendas que los llevan al adormecimiento profundo y permanente.
Vengo a retirarlos de la inercia y de la indiferencia producidas por una vida de comodidades que muchas veces viven sin que lo perciban.
Vengo a retirarlos de la vanidad y de la soberbia que los hace desear siempre más en el mundo de la materia, colocando las metas de sus vidas en la conquista material, en el placer y en el poder humano.
Hijos Míos, aquellos de ustedes que viven aquí fueron atraídos hacia esta nación para curar algo profundamente arraigado en la consciencia de este país; para traer, desde los pueblos más abiertos de corazón a Dios, el fervor, la devoción y la simplicidad, que los mantienen en el Propósito Divino.
Y aquellos que nacieron aquí en estos tiempos tienen la misión de vencer las falsas tendencias, a las que el enemigo los llama, para restablecer el Propósito Divino en esta nación, la que debe volverse un modelo de conversión y no de decadencia para la humanidad.
Los Mensajeros Divinos vinieron aquí, hijos amados, para advertirles que ha llegado el momento de despertar, porque caerá por tierra toda falsa fortaleza y los cimientos de la ilusión serán destruidos con el Poder de la Justicia Divina. Si el templo interior no estuviera construido y amparado por la fe, ustedes caerán como todos los débiles de espíritu y no podrán reconstruir sus propias vidas en este mundo.
Este país, hijos, eligió vivir ante Dios una prueba de que sin poder y sin posesiones él no es nada.
Las almas están confundidas y sus valores invertidos. La búsqueda que vinieron a vivir en este mundo no es la conquista material; no fue una experiencia de placer y de poder, hijos, que vinieron a vivir aquí.
Se pasan toda la vida luchando contra la Voluntad Divina para ustedes, solo atentos a las ilusiones de este mundo, ¿qué llevaron de aquí?, ¿qué experiencia de amor incondicional y crístico vivieron?, ¿qué imitaron del ejemplo de Cristo?, ¿cómo experimentaron la Presencia Divina?, ¿donaron algo de sí mismos para los demás?, ¿o solo conquistaron algo para sí mismos, algo que será enterrado junto a su ignorancia, en este mundo?
Hijos Míos, la humanidad no está percibiendo la urgencia de estos tiempos y está muy alejada del verdadero Propósito Divino. No les interesa el verdadero amor; no les interesa dar de sí mismos a los demás, sino solo reclamar de sus hermanos aquello que les proporciona poder y bienes externos. No les importa que el beneficio propio ocasione el padecimiento de muchos de sus hermanos en el mundo. No les importa que su vida cómoda sea el resultado de un desequilibrio milenario, que enriquece a unos pocos y empobrece a muchos de Mis hijos, los que padecen, en la materia y en el espíritu, por esos desequilibrios.
Hijos, quisiera hacerlos, por lo menos, reflexionar sobre el sentido de sus vidas; para que se cuestionen por qué y para qué están en este mundo; ¿qué están construyendo en él y en ustedes mismos con todo lo que viven?, ¿con qué llenan sus almas cada día?, ¿con qué contribuyen para la evolución de la humanidad?
Vengo a invitarlos al simple ejercicio de la oración, no solo por ustedes mismos, sino también por todo el planeta. Vengo a invitarlos a tener una consciencia que abarque a la Vida, a los Reinos de la Naturaleza, a sus hermanos más distantes y así, sientan que no están solos y que existen muchos en el mundo que padecen y que necesitan de su auxilio; para que de esta forma, vivan para equilibrar lo que hasta hoy generaron como humanidad y renuncien al pobre placer y a la constante distracción, para que aquellos que sufren reciban de Dios un alivio y una esperanza.
Los invito, hijos, a tener en la vida un Propósito Divino y no material. Comprendan que este mundo es solo el comienzo, es una escuela de paso que define la evolución de las almas. Aquí deben aprender a amar y a servir, a renunciar y a ser una parte consciente del Plan Divino.
Veo a este país y encuentro a muchos hijos Míos distraídos. Aquellos que se comprometieron con Cristo en el principio, se olvidaron de que es a través de la renuncia y del sacrificio que se llega a Dios.
Se olvidaron de que es dando al prójimo que se recibe del Padre lo que se necesita. Se olvidaron de que es vaciándose de sí mismos que se aprende a amar; que es aceptando las diferencias como se pueden transformar.
Hijos Míos, estoy aquí para hacerles recordar que este es su último tiempo de Gracias, que esta es la hora del despertar de la fe, porque solo en la fe estará su fortaleza.
Les pido, con humildad, que abran los ojos, que oren, que sirvan y que despierten definitivamente, porque la prueba de esta nación es inminente, está ante ustedes.
Aquellos que saben corresponder a Dios, no necesitan temer y aquellos que están distantes de Él, solo necesitan despertar.
Yo les advierto, les muestro el camino y les doy Mis Bendiciones y Mis Gracias, para que puedan caminar. Den sus pasos.
Yo los amo.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Después de haber peregrinando por los Estados Unidos de América, recorriendo la nación de un extremo al otro, su Madre Celeste, a pedido del Padre, finaliza Su peregrinación en Orlando; lugar en donde la ilusión y la fantasía es el tenor principal de la vida de muchas almas, lo que llamamos diversión.
Cerrar los ojos a la vida superficial y abrir la consciencia a la vida inmaterial
El Padre Me ha enviado para traer un poco de consciencia y así poder retirar del engaño a millones de almas que se sumergen en ese plano y, sobre todo, que lo confirman y creen en dicho engaño.
Los niños son el principal objetivo de la elaboración de planes macabros, revestidos de lindas fantasías artísticas que llevan a poner toda la atención en lo superficial, hipnotizando a las consciencias por bastante tiempo, dejándolas sin capacidad de razonamiento ni de lógica y con escaso discernimiento.
Cerrar los ojos a la vida superficial y abrir la consciencia a la vida inmaterial
El plan de Mi adversario fue bien elaborado, porque a través de los entretenimientos las personas olvidan que cuentan con un alma que es capaz de evolucionar y de crecer espiritualmente.
Así, los sentidos internos de la consciencia son bloqueados y sustituidos por los estímulos externos, colmados de fanatismo, deseos y ambiciones. Todos estos efectos repercuten en el plano espiritual del alma, sobre todo cuando no existe ni se practica una vida de oración.
Cerrar los ojos a la vida superficial y abrir la consciencia a la vida inmaterial
Los juegos que ofrece el mundo en los días de hoy, promueven la constante competencia y la separación entre las personas, dejando grandes brechas en el espacio de la consciencia que son usadas para inseminar códigos opuestos al amor y a la verdad; por ejemplo, códigos de poder, de propiedad y de consumo excesivo, generando un desequilibrio en todos los planos de la consciencia.
La diversión fue un total desvío del Propósito, porque fue una energía que desde el principio atrajo otras falsas necesidades, capaces de controlar y de manipular la vida de las personas a través de sistemas creados para dicho fin.
Cerrar los ojos a la vida superficial y abrir la consciencia a la vida inmaterial
En este sentido, el entretenimiento genera en todos los cuerpos la ilusión de descanso mental y de una supuesta alegría que agrada al plano de las emociones.
Si todo esto se observa con madurez y sabiduría, se percibe que no existe allí absolutamente nada de espiritual ni nada de evolutivo. La vida de las almas, que se encuentran sumergidas todo el tiempo en ese campo inferior de la consciencia, está dentro de esa ruleta de juegos, desde donde después le es muy difícil salir.
La determinación y el discernimiento también son desmotivados en los seres humanos, al punto de dejar a la consciencia muy dependiente de algo que es puramente artificial y ficticio.
Cerrar los ojos a la vida superficial y abrir la consciencia a la vida inmaterial
Si en este tiempo las almas todavía se sumergen en esas realidades, como lo es el entretenimiento, y se dejan abducir todo el tiempo por los códigos que irradia Mi adversario a través de los sistemas de diversión y de ocio, la humanidad permanecerá en un estado subliminal de hipnotismo y de profunda indiferencia, ya que sus sentidos internos estarán desactivados y desconectados de la consciencia.
Los que despiertan a la vida superior y aún no la conocen, deberán hacer el mayor esfuerzo en nombre de la humanidad para poder equilibrar, ante el Universo, lo que millones de almas viven todo el tiempo en contra de la verdadera esencia y de la verdadera evolución.
Cerrar los ojos a la vida superficial y abrir la consciencia a la vida inmaterial
Las almas pierden en esta encarnación la oportunidad de vivir el auto-conocimiento y de penetrar en el universo del espíritu. Solo cuando el alma abandona los cuerpos materiales toma consciencia, muy tarde, de la ilusión profunda que vivía; entonces es llevada a otro plano, a otra escuela de aprendizaje conocida por las almas como el Purgatorio, en donde se aprende a saldar y a equilibrar lo que no se aprendió en la vida encarnada.
Cerrar los ojos a la vida superficial y abrir la consciencia a la vida inmaterial
Por eso en esta hora será importante para todos, saber que la humanidad se resiste a conocer la vida superior al estar inmersa todo el tiempo en la ambigüedad y en el desasosiego que es generado por la vivencia de los deseos materiales, los que no tienen ningún sentido interior y menos aún espiritual.
Muchas almas tomarán consciencia de su grado de ilusión cuando sea demasiado tarde. Es así que la Madre del Amor se aproxima a una de las ciudades de los Estados Unidos que rige a gran parte de la consciencia planetaria, haciéndola dependiente de los entretenimientos y de la diversión.
Cerrar los ojos a la vida superficial y abrir la consciencia a la vida inmaterial
De una forma extraordinaria e inexplicable, su Madre Celeste recibió el permiso superior para poder descender sobre una ciudad, como la ciudad de Orlando, para dejar sembradas en lo profundo de los seres internos ciertas semillas de luz, que en el futuro darán frutos para los nuevos tiempos del planeta.
Dependerá de cada alma y de cada ser, querer abandonar esa ilusión que ya forma parte de una dimensión en donde las almas viven un infierno propio, creado a través de los resultados del juego y del entretenimiento.
Hasta esas energías capitales serán purificadas durante el agudo ciclo de la humanidad. Llegó la hora de que los soldados despiertos ofrezcan sus oraciones por toda esta realidad que hace descender la consciencia planetaria hacia los planos inferiores, llevando así al subconsciente a que dependa de recreaciones totalmente artificiales y sin vida.
Espero que los más despiertos trabajen el doble por los que están dormidos y por los que no tienen recursos internos para poder salir de ese punto.
Cerrar los ojos a la vida superficial y abrir la consciencia a la vida inmaterial
El cierre de esta peregrinación en Orlando intentará sembrar en la consciencia un despertar capaz de posibilitar el replanteo de las formas en las que viven millones de personas en el mundo.
Es por eso, queridos hijos, que todos los días los invito a cerrar los ojos a la vida superficial y abrir la consciencia a la vida inmaterial.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los ama y los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos amados:
Yo soy la Reina de Cielo y de la Tierra, la Madre de cada criatura que vive y anima los universos. Yo soy su Santa Madre Celestial.
Yo soy la misma que detuvo guerras con los méritos generados con la pureza y la simplicidad de tres pastores.
Soy la misma que unió pueblos y culturas por la confianza de un amado indígena, en una nación querida, que Me dedicó la vida y los siglos que vinieron después.
Yo soy la misma que, en Oriente, advierte a las almas para que reparen el Corazón de Dios a través de la comunión con Mi Hijo.
Yo soy la misma que, en Medjugorge, conduce los corazones al descubrimiento de la paz. Yo soy la misma que, como un Búfalo Blanco, Me manifesté ante los ojos de quienes así podían comprenderme, para que ellos también viviesen la paz y la comunión con toda la vida, con toda la Creación.
Yo soy aquella que los advierte, pero que también los ampara.
Yo soy aquella que les dice la verdad que no quieren oír y les muestra lo que no quieren ver, porque llegó la hora de dar nuevos pasos en la transformación del espíritu y de la consciencia. Pero Yo no les traigo solo advertencias sino que también les muestro el camino hacia la Salvación y les enseño, día a día, a encontrar a Cristo y, a través de Él, toda la verdad de la vida superior.
Yo vengo a retirarlos de la ilusión de este mundo, porque muchos están ciegos de corazón, sordos de espíritu e incapacitados de liberar la propia alma de los abismos del materialismo y de la perdición humana.
Yo vengo para abrirles un nuevo horizonte, para que todos Mis hijos reciban la oportunidad de despertar.
Yo vine para transformar la cuna de la oscuridad en el nuevo pesebre de Belén, y devolver a Mi Hijo el reinado que a Él le pertenece, y no a las fuerzas mundanas.
Yo estoy aquí, hijos, para preparar el camino de Cristo, porque Su Luz y Misericordia descenderán sobre cada partícula de vida y buscarán despertar la verdad en las almas adormecidas.
No vengo para llevarlos a una religión, ni nueva ni vieja; vengo a despertarlos al Ahora, a la vida superior que trasciende cualquier doctrina.
Vengo para que descubran la expresión verdadera de la palabra unidad, que tienen en el nombre de esta nación. Vengo para tornar esa palabra viva, en la vida de todos aquellos que Me dijeron sí.
Es posible transformar la condición humana retrógrada en la que viven, creyendo que eso se llama progreso y confort.
Hijos, muchos están muriendo en espíritu y no lo ven. ¿Dónde está su mente? ¿En qué andan sus pensamientos, aspiraciones, intenciones? ¿Acaso piensan en Dios todos los días y preguntan cuál es Su Voluntad para este planeta y para la humanidad?
Vengo hasta aquí para retirarlos de la ignorancia y del excesivo cuidado consigo mismo.
Quiero retirarlos del egoísmo, como nación y como humanidad, para que puedan percibir que millones de hijos Míos, en muchas naciones de este planeta, están sufriendo y padeciendo para que unos pocos vivan el confort y el egoísmo que sus ojos ciegos buscan incesantemente.
Hijos amados, porque los amo y porque son Mis Hijos, es que les digo estas cosas.
Muchos vienen hasta aquí buscando una vida mejor y se confunden con la profunda ilusión que este mundo ofrece, olvidándose que la verdadera misión de esta nación es restablecer la paz en el mundo, porque tiene poderes humanos para eso.
La unidad que lleva en el nombre debería ser un atributo vivo que uniera todas las naciones mediante el espíritu de fraternidad, de comprensión y de servicio a los más necesitados. ¡Basta de explotar y de usufructuar de aquello que no les pertenece, hijos, mientras muchos sufren las consecuencias de esas acciones desenfrenadas!
Vengo aquí para enseñarles el poder de la oración, que transforma la consciencia y la vida humana.
Vengo a pedirles que se unan a Mí de corazón, que pidan el auxilio de Mi Hijo, para que Su Perdón descienda sobre la Tierra y convierta lo que está oscuro; para que puedan no solo vivir la paz sino también establecerla en el mundo.
Como su Madre y Reina de la Paz, Yo les pido, hijos Míos: clamen por la Misericordia de Mi Hijo, para que Él venga y les dé la Gracia del despertar definitivo, abra sus ojos a la verdadera luz del Infinito y los conduzca al triunfo del Plan Divino para este planeta, porque llegó el momento de esta vida y de esta Tierra de tornarse sagradas.
Yo los amo y los bendigo para que Me escuchen y comprendan lo que les digo.
¡Que la Paz de Mi Hijo los inunde y los transforme para siempre!
Les agradezco por estar hoy Conmigo,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
En la víspera del gran encuentro de oración en San Francisco, California, su Madre Celeste se prepara para ingresar en una nación en donde muchas cosas se desactivarán para que no afecten a las almas que allí residen.
Es así que, a través de cada alma orante, su Madre del Cielo socorrerá y ayudará a las consciencias para que abandonen la ilusión y los abismos en donde muchos se colocaron.
De esa forma almas muy dormidas despertarán para pasar a formar parte de Mis ejércitos marianos de Luz.
Por eso cada esfuerzo que se realice será imprescindible en pro del beneficio espiritual de todos los que desde hace décadas esperan encontrar el camino de la Luz.
Ahora que Mis pies pisarán con firmeza sobre esa nación, su Madre Celeste estará encomendando a ciertos ejércitos angélicos que acompañen y custodien cada paso que las consciencias darán después de recibir la redención espiritual, repercusiones que tal vez se verán en la próxima existencia.
Por eso cada acción positiva que se realice en los Estados Unidos repercutirá mucho más frente a todo lo que no es positivo y que se ha implantado en la nación.
Lo verdadero será llevar a las consciencias al Amor del Padre para que reencuentren una filiación más profunda.
Por esta causa, su Madre Celeste se prepara para llevar adelante una misión que nadie podrá detener, ya que los mares en este ciclo estarán calmados y no se percibirá lo que el Cielo realizará.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy Mi Consciencia Maternal y Divina desciende al mundo como un gran Espejo de Luz Universal para reflejar sobre él, y especialmente sobre los seres humanos, todos los atributos divinos que esta raza aún no consigue vivir ni practicar.
Es así que a través de cada oración pronunciada todos los días por Mis hijos orantes, su Madre Celeste tiene el permiso de ayudar a las almas a encontrar no solamente el camino de la paz sino también la esencia de su existencia.
Sabiendo, hijos Míos, que la humanidad vive hoy uno de sus grandes fracasos por falta del verdadero amor superior, su Madre, como sierva humilde se postra ante Su Amado Creador para ofrecerse como víctima y mediadora ante todos los ultrajes que recibe el Corazón del propio Dios.
Así, mediante una Gracia inexplicable, la Reina del Cielo y de la Tierra puede socorrer y ayudar a las almas ignorantes que más necesitan. Cuando ustedes oran de verdad Yo puedo ser ese Espejo que a través de sus corazones y vidas puede reflejar la esencia del Amor de Dios hacia el mundo. De esa forma, tan simple y sincera, muchas situaciones pueden evitarse.
Será más difícil y arduo para aquellas almas que, estando en la ilusión de la vida y que no buscan a Dios, pierden la oportunidad de conocer el verdadero amor que surge del Corazón de su Maestro. Es este Amor de Cristo, queridos hijos, que todos los días Me trae hasta aquí para auxiliar al mundo sufrido y a la humanidad que todavía es indiferente.
Es así, que a través de sus corazones Yo puedo establecer el Reino de Dios para que más almas lo reencuentren en esta hora, en la que absolutamente todo, desde el espíritu hasta la materia, está en juego.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más