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Queridos hijos Míos:
Hoy quisiera que se animaran a penetrar en el poder transformador que concibe en ustedes la donación de sí, cuando esta es verdadera y sincera.
En el poder transformador de la donación de sí, se abren las grandes puertas para la conversión del alma y la redención de los aspectos del ser humano.
El poder transformador de la donación de sí, cuando es vivido con amor, no permite la aproximación de ciertas pruebas o dudas que invaden la mente.
El poder transformador de la donación de sí es el que corta definitivamente las amarras con el pasado y el posible dolor de un alma enferma.
En el poder transformador de la donación de sí se encuentra la salida para los obstáculos; porque esa sincera donación de sí está llena de una humildad interior desconocida.
Caminen todos los días por el sendero luminoso de esa donación de sí, y conseguirán salir de sí mismos y de muchas dificultades.
Una de las grandes causas del desequilibrio psicológico y social de la humanidad de estos tiempos, es la falta de una donación sincera de sí para con los otros.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Limpia, todos los días, tu corazón con la oración luminosa y así irás alcanzando, de tiempo en tiempo, los códigos de la perfección.
Mientras estés en este mundo aprenderás a sobrevivir a tus propias y miserables dificultades humanas.
Pero ten espíritu de ánimo y de valentía porque cada vez que atravieses una prueba y la consigas trascender o superar, hallarás fuerza interior y coraje para que, algún día, todo sea transformado.
La condición humana es el mayor obstáculo para las almas que deben expresar sus virtudes y sus potenciales.
La condición humana es la prueba principal de superación para los discípulos que están dispuestos a rendirse al Señor.
Mientras tanto, con coraje interior, vive todos los días los desafíos que te coloca la vida, no como una dificultad, sino como el momento oportuno de dar pasos directos hacia la luz que habita en tu interior, hacia el Dios interno.
Sigue adelante sin pensar que no conseguirás redimirte a ti mismo; al contrario, afirma, día a día, que tienes la posibilidad de encontrar en esta vida el sentido de tu misión y de tu existencia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras Aurora, como Centro de Amor, abre las puertas a la cura interior, por otra parte, las almas más oprimidas reciben la oportunidad de la redención y del perdón.
Por eso Aurora, como Centro Sagrado, les ofrece a los corazones la Gracia de liberarlos de las prisiones y de las cadenas del mal.
Aurora se abre como un gran Espejo de Luz y le muestra a la humanidad su potente Principio de Cura planetaria.
En este sentido, un alma presente en Aurora es un alma que acelera los pasos de su purificación y Aurora, como Reino de Amor Superior, acompaña que esa cura profunda pueda concretarse y tornarse consciente para el ser.
Aurora es ese Espejo curador capaz de disolver las deudas que el alma haya adquirido.
Para eso, Aurora, como misión, lleva adelante la tarea de la redención de las almas por medio de su Rayo de Liberación y de su Rayo de Amor. Eso permite que los corazones que contactan Aurora se sientan renovados y, así, todo comienza a regenerarse desde el principio.
La consciencia humana que se une a Aurora vive un antes y un después, para alcanzar, al fin, su libertad interior de las cadenas contrarias a la vida.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En este día, hijos Míos, que la oración sea ofrecida y dedicada por los que aún no viven el Plan del Creador, porque, aunque ellos estén en este planeta, no saben de la inmensidad de su compromiso con el Creador.
Por eso, con espíritu de súplica y de esperanza, intercedan mediante la oración del corazón por todos sus hermanos que todavía están presos por la vida material y por todas las ilusiones que ofrece el mundo.
Estas almas perdidas son las últimas con las cuales trabajaré durante el último tiempo de Mi Obra entre ustedes.
Mientras tanto, hijos Míos, sigan orando de corazón para que el Padre Misericordioso pueda seguir escuchando la ofrenda sincera de Sus hijos.
Cada oración pronunciada con amor y devoción concede, a gran escala, oportunidades de redención y de cura inexplicables en las almas del mundo.
Para que todo esto sea posible y sea concedido a la humanidad, deben existir almas en incondicional oración para que, a pesar de estos tiempos agudos, se puedan mantener las puertas abiertas a la salvación y a la redención de las consciencias.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Deja que la corriente curadora y redentora de Aurora ingrese en lo más profundo de tu ser, para que secuelas desconocidas de la consciencia sean borradas por el afluente de la Aurora del amor y del perdón.
Cuando abres tu corazón a este misterio, él primero debe ingresar en tu interior, para que luego se revele y ese conocimiento se vuelva parte de ti.
Por eso, cuando estás dentro de Aurora, Aurora está dentro de ti, y no hay nada ni nadie que pueda romper esa comunión interna con la Esencia de la Cura de las almas.
Siempre agradece por estar en Aurora, porque ella puede hacer de ti un nuevo ser, colmado de los principios de la redención y del perdón.
Deja que la desconocida Aurora esté siempre en ti, aunque creas que no es posible. Ella actúa tan solamente cuando el corazón humano y el alma se abren para recibir esa poderosa energía divina.
Recibe, entonces, ese bálsamo de la Aurora del Amor, y que todas las secuelas espirituales no redimidas se disipen para que el Principio que es Aurora pueda hacer renacer el principio de tu concepción.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Estrella de Belén brilló en lo más alto y profundo de los Cielos, anunciando al mundo la llegada de una nueva y última oportunidad de redención.
Aquellos que miraron hacia el firmamento y la encontraron, como un corazón que pulsa en el infinito, siguieron sus pasos y llegaron hasta donde los llamaba la Voz y la Voluntad del Padre Celestial.
El silencio de la Estrella de Belén guarda su profundo e insondable misterio.
Los corazones pueden seguirla, porque Ella se refleja en el Cielo, así como en el interior de los que se abren a sus señales.
Siguiendo a la Estrella de Belén lleguen al Portal de la humildad, de la pobreza de sí, del misterio, del vacío. Allí podrán encontrar lo que Yo vengo gestando para cada uno de Mis hijos.
Sigan hacia el Portal de la humildad de Belén que guardan en su interior. Allí, Yo los aguardo con todo el Universo, en la Presencia de su Padre Creador, para dar a luz a un nuevo ser, a un nuevo tiempo.
Gracia infinita, hijos Míos, es abrirse al Misterio de la Natividad de su Señor, cuando la memoria del perdón de los pecados humanos vuelve a perdonar y a limpiar los corazones de los hombres que se abren, al menos un poco, para el Camino de la Redención.
Gracia infinita es la Natividad de su Señor, cuando la memoria de la entrega y de la Humildad de Dios le da a los hombres la posibilidad de entregarse y de caminar por una nueva senda, en la que las vanidades, las mentiras y el orgullo quedarán del lado de afuera, pues, tan pequeña y simple es la Gruta de Belén que solo caben en ella la Humildad de Dios y de Sus siervos.
Gracia insondable es el Misterio de la Natividad de su Señor, cuando delante de la memoria viva del momento en el que toda la Creación se detuvo para contemplar a la Tierra, nuevamente el Creador detiene la atención del Infinito, para que, por menor que sea la apertura de las almas, Su Misericordia pueda inundar los corazones.
Pocos conocen la verdadera Gracia de la Natividad del Señor.
Pocos saben todo lo que su Dios y Creador realiza en lo invisible de este mundo y en lo profundo de las almas, cuando los corazones se dejan tocar por la pureza de este momento.
El Nacimiento de Cristo, así como su eterna memoria, hijos Míos, es un misterio aún insondable para los corazones del mundo, pero para vivirlo basta que permitan que sus corazones sean tocados por Su Pureza, lavados por Su Misericordia y renovados por la sagrada humildad que se guarda en este momento, tan santo y único, para toda la Creación.
Cielos y Tierra se detienen para contemplar la Natividad del Señor, porque desde que Dios se hizo carne entre los hombres, una Gracia desconocida se vive en toda la Creación.
Allí, hijos, Dios, dio inicio a un Plan de redención que aún está por cumplirse y que, año tras año, se renueva para la Tierra, a través de los corazones que creen en este misterio y que, sin comprenderlo, se abren para recibir sus Gracias.
Hoy les pediré que oren.
Oren por los que no creen en la esencia de la Natividad y olvidan el verdadero sentido que la humanidad se une para celebrar.
Oren por los que están solitarios, abandonados e infelices, porque no conocen a Dios, no se abren a Su infinito Amor y más que eso, Hijos Míos, porque no tienen en la Tierra quien les dé la dádiva de ser verdaderamente amados.
Oren por las guerras que no se detienen ante este acontecimiento Celestial y dejen que las Gracias que hoy reciben, por abrir las puertas para Dios, lleguen a los cuatro puntos de este mundo.
Oren para que los que se comprometieron con Cristo, desde el principio, se fortalezcan y se renueven en su humildad y en su entrega, por los méritos del Nacimiento del Señor entre los hombres.
Y oren, hijos Míos, para que así como conmemoran la alegría del Nacimiento de Cristo, conmemoren un día la Gracia Mayor de Su Retorno y estén preparados para ese momento, porque pronto llegará.
Yo los amo y bendigo,
Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz
Perdona la Traición, Ama a tus enemigos
Queridos hijos:
Que, en esta Navidad, habiendo ya nacido la Luz de Jesús en sus corazones, sus vidas y consciencias puedan dar un nuevo paso, para concluir así una etapa más en este aprendizaje del amor y del perdón que les ofrece el planeta.
Ama a tus enemigos para que algún día puedas perdonar sus traiciones.
Hijos, que se construya en ustedes esa misma fortaleza interior de amor que Mi Hijo vivió y experimentó sobre este planeta, sabiendo que nació en esta humanidad para redimirla y salvarla de todos sus males.
Por eso, ama a tus enemigos y podrás perdonar sus traiciones.
Jesús, sabiendo que Él encarnó para morir por todos sus hermanos que lo traicionarían una y otra vez, no dejó de amar a Sus enemigos, así como el Padre se lo había pedido.
Ama a tus enemigos y podrás, algún día, perdonar todas sus traiciones.
Es un paso grande, durante esta Navidad, trascender el dolor por haber sido traicionado o sometido por alguna causa.
Es un paso crístico y consciente, vivir el Amor Mayor por encima de todo lo sucedido.
Ama a tus enemigos y podrás perdonar todas sus traiciones.
Cada alma de esta Tierra es llamada a sumergirse en el Océano del Amor de Dios para desterrar, dentro de sí, al propio Judas que intenta comprometer la vida espiritual de los discípulos de Cristo.
El paso seguro y pleno es entregarse al amor, a la confianza y dejarse guiar por la Luz de los Mensajeros Divinos, a cada nuevo paso.
Así, cada alma sobre esta Tierra, a su debido tiempo, aprenderá a amar más y podrá perdonar todas las traiciones que el propio Judas interior haya podido incitar o cometer.
Ama a tus enemigos y, algún día, conseguirás perdonar todas sus traiciones.
Vivimos esta Natividad del Señor para confirmarle al Universo nuestros próximos pasos en esta caminata de aprender a amar lo que nunca podríamos amar y de aprender a perdonar lo que nunca podríamos perdonar.
Es un paso importante y crístico, en la vida espiritual, amar a nuestros enemigos para que algún día aprendan a perdonarlos como Cristo los perdonó después de todo lo vivido hasta la Cruz.
Es así que los tiempos cambiaron y las puertas del Universo del Amor de Dios se abrirán para ofrecerles a los discípulos de Cristo amar más a sus enemigos para poder perdonar todas sus traiciones y faltas cometidas.
Que, en esta Natividad del Señor, la humanidad pueda crecer en la experiencia viva de la Escuela de Amor, pero ahora, trascendiendo todas las ofensas, traiciones y decepciones que el semejante o el hermano nos pueda haber ocasionado para que, en confianza y fe, los discípulos de Cristo ingresen por la puerta mayor a la escuela de aprender a amar a sus enemigos para que el Padre, que es misericordioso, los perdone de todas las traiciones.
Ha llegado la hora de vivir la Parábola del Hijo Pródigo, imitando al Padre de la Justicia Divina y de la Misericordia, animándose a atravesar nuevas experiencias crísticas en el camino del amor y del espíritu incondicional.
Que esta Sagrada Natividad del Señor inspire e impulse a los Cristos internos que nacieron, a vivir el Amor Mayor por los enemigos para que, como ustedes, sean perdonados de todas las traiciones.
Estos son los patrones de vida para una nueva humanidad que primero deberá constituirse y formarse espiritualmente.
Los animo, como a Jesús, a amar a los enemigos para que algún día reciban una oportunidad, como ustedes la recibieron directamente de Cristo.
Anímense a dar pasos en la vida crística del Amor y de la Sabiduría.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que hoy vuelva a brillar en su interior la Luz de Aurora, que vuelva a emerger de sus espíritus ese fuego guerrero de redención.
Que se active en sus almas la llama flameante de la Cura de Aurora, a fin de que por su entrega y sacrificio, la nación de Uruguay vuelva a ser considerada una nación rescatable.
Que hoy despierten los soldados de Aurora que retornan junto a su Madre Celeste para celebrar la victoria del Plan de Dios.
Que se abran las puertas a la cura planetaria y que el soplo divino del Fuego de Aurora ilumine los espacios.
Que hoy todas las espadas sean entregadas para el receso y que los estandartes de la Paz de Aurora declaren el momento de la paz, porque todo será reconfigurado, todo será transformado.
Que los discípulos de Aurora ingresen al Reino del Amor libres de sí y despojados de sus formas, para que la Aurora Estelar los impregne por completo y les traiga la renovación y la paz.
¡Salve Aurora de Mi Corazón, porque en tu invisible silencio todo lo redimes!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como Madre del Sol y Madre del Universo vengo al mundo para derramar sobre las almas los principios fundamentales de la redención, los mismos principios y atributos que una vez Mi Amado Hijo experimentó durante Su Vida pública, Su Muerte y también durante Su Resurrección.
Estos principios en forma de preciosos códigos de luz son los que traigo en Mi Corazón Materno, para que las almas que tomen contacto con Mi Inmaculado Corazón reciban esta potentísima Gracia de conversión y de piedad.
En este tiempo el camino de la oración ayudará a las almas decididas a reencontrarse con ese importante legado crístico, el que las formará para los tiempos venideros.
Por eso, hijos, es importante tener presente que cada nuevo momento de oración y de comunión en sus vidas puede ser culminante, ya que tendrán la Gracia de volver a contactar esos altísimos grados de Amor.
Hoy dejo para el mundo el recuerdo latente de que los méritos divinos alcanzados una vez por el Sagrado Corazón harán que esta humanidad sea rescatable.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice de alma y corazón,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Obra de la Misericordia de Mi Hijo se ampliará, y ella llegará a más almas que despertarán, que tendrán consciencia de la importancia de la redención y cambiarán sus vidas de la noche a la mañana.
La Obra de la Misericordia de Mi Hijo va de la mano de la Obra de la Redención, la que tocará a muchos corazones, especialmente aquellos que se distanciaron de Dios y de Su Divino Amor.
La Obra de la Misericordia de Mi Hijo viene en este último tiempo para aplacar la Justicia y, así, darle tiempo a las almas para que reciban redención y expiación.
Esa Obra de Misericordia está colmada del Amor de Dios, el que concede, en esta época, el remedio espiritual e interno contra todos los males de la actualidad.
Quien se deje invadir por la Obra de la Misericordia de Jesús, no se podrá reconocer en su vida, ya que habrá ingresado en lo más profundo e íntimo del Corazón de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando la unidad se establece entre los corazones, se puede manifestar el Propósito; y aún más, cuando el amor verdadero está presente, ese propósito o esa misión se puede concretar efectivamente.
Es así, hijos Míos, que los llamo para que todos los días y más allá de ustedes, prevalezca la unidad de propósito, porque eso permitirá que la raza humana todavía siga siendo trabajada y ayudada a fin de que se establezca, por encima de todo, el Plan del Creador.
En estos tiempos, esa unidad y ese amor inquebrantable entre los seres de las naciones del mundo serán los que permitirán generar, en la humanidad, un afluente de nuevas e importantes posibilidades de redención y de perdón.
Cuando por alguna causa pierdan la visión del Propósito y de su unidad, recuerden lo que hoy les digo, porque así sabrán que siempre deberán renovarse por medio de cada nueva convocatoria.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A los argentinos desaparecidos
Queridos hijos:
Hoy su Madre Celeste, como Madre y Mediadora de este mundo, apela a todos Sus hijos para que, en este día de bendición, ofrezcan este Encuentro Conmigo por los desaparecidos recientemente en el Océano Atlántico argentino.
Llamo a todos los grupos de oración de Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil y Chile para que se unan fraternalmente por medio de una cadena luminosa de oración y de vigilia, a fin de que su Madre Celeste guíe y socorra a las almas que desaparecieron en alta mar.
Para eso, vengo a pedir especialmente a Mis hijos de la República Argentina que se concentren por algunos días en la ciudad de Mar del Plata para orar los Misterios del Rosario por cada uno de los hermanos que han desaparecido, ofreciendo desde lo profundo de sus corazones este servicio de oración como un medio inmediato que ayude a las familias de los desaparecidos y que también le traiga alivio a cada uno de sus miembros.
En esta noche, su Madre Universal estará dedicando este Encuentro de Oración para cada uno de Mis hijos que han desaparecido en el Océano Atlántico.
De la misma forma que en otros tiempos Yo les pedí, amorosamente, que rezaran por las familias refugiadas que todavía siguen cruzando el desafiante Mar Mediterráneo para escapar de las guerras, hoy vengo para pedirles por esos hermanos desaparecidos, para que Dios, que es Infinito en Misericordia, conceda, por medio de Mi Intercesión, la ayuda necesaria.
Si recuerdan, hijos, en el último Encuentro sucedido en el mes de octubre en la ciudad de Mendoza, Argentina, Mi Amado Hijo les declaró que Argentina, en poco tiempo, atravesaría una gran y desconocida prueba. Esa prueba y ese momento está sucediendo en estos días.
Por eso los invito, como nunca antes, a colocar atención y discernimiento en lo que los Mensajeros Divinos anuncian de tiempo en tiempo, porque a través de la Sagrada Palabra se intenta evitar situaciones en las almas y en toda la humanidad.
Los recientes desaparecidos se ofrecieron, en esta vida, por toda la Argentina para que este pueblo y en consecuencia, todas las naciones del mundo que ahora participan de la operación de búsqueda, puedan aprender que el poder solo lo tiene Dios y que ya llegó la hora de convertirse y de redimirse para que la Sagrada Victoria de Cristo se establezca.
Algunos grupos de almas en este tiempo, sin saberlo y sin conocerlo, teniendo o no religión o credo, se han ofrecido por entero al Sagrado Corazón de Jesús a fin de que millones de personas perciban que estamos cruzando el portal de un tiempo definitivo que llama a las almas a estar unidas en el amor y en la solidaridad, porque eso reconstruirá al planeta.
Esos grupos de almas se han ofrecido a padecer por Jesús y por la pronta redención de la humanidad, ya que es urgente que toda la raza cambie de estado y de acción.
Por último, quisiera que Mis hijos de Argentina se reunieran en la Base Naval de Mar del Plata para orar por todos los hermanos que, en estos tiempos, ofrecen sus vidas y corazones para que otros lleven adelante experiencias y conquistas del planeta que son irreales.
Estaré, como nunca, cerca de los que por amor y consciencia respondan a Mi llamado.
Estaré con cada familia de cada desaparecido, atravesando esta prueba y tomándolos fuerte de la mano.
Quisiera que, en verdad, las naciones aprendieran que la humanidad y los Reinos de la Naturaleza ya no son más un laboratorio, sino que todos son esencias en redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Eleva, hijo, tu corazón a Dios y, todos los días, bajo cualquier condición interior o exterior, sé parte de Su Reino de Misericordia.
Eleva, hijo, tu corazón para que el Don de la Gracia haga de ti, en este tiempo, un nuevo ser.
Eleva, hijo, tu corazón a Dios, para que el mundo reciba mucha más Misericordia.
Eleva, hijo, tu corazón a Dios, para que el mal sea disipado y las almas alcancen la redención.
Eleva, hijo, tu pequeño corazón a Dios, porque el mundo necesita de almas buenas que puedan, en este tiempo, ayudar a curar el planeta con la gran vertiente de la oración.
Eleva, hijo, tu corazón a Dios, porque en esta hora definitiva en que todo está en juego, Mi Hijo debe estar entre ustedes para poder convertir esta raza en lo que verdaderamente debe ser.
Eleva, hijo, tu corazón a Dios, y el universo estará atento a cada súplica.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Y ahora, que tus pies descalzos como los Míos caminen en dirección al Portal de la Renovación y que, antes de atravesarlo, todo lo viejo se disuelva en ti para que, una vez que lo hayas cruzado tu corazón espejo y tu alma capten y sientan los impulsos de unión con la vida universal.
A partir del nuevo tiempo y después de haber atravesado el Portal de la Renovación, que tu esencia, tu vida y tu consciencia participen de los impulsos divinos que emanarán Nuestros Sagrados y Eternos Corazones, a fin de que se establezca la nueva y renovada consciencia en ti, para que el pasado y toda experiencia se purifiquen, y tu alma, que es inmaterial e interna, pueda alzar vuelo bien alto para unirse al Creador de todo lo que existe y de todo lo que resuena dentro de este universo.
Que tu consciencia sea la nueva clave redimida, sea esa preciosa nota que compondrá la nueva melodía de la paz y de la redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Querido hijo:
Que tu corazón siempre refleje la energía del Amor, porque así ayudarás a reconstruir este planeta y su humanidad.
Que, en la energía del Amor, todo sea reparado, cicatrizado y curado.
Que el Amor que debe vivir tu corazón sea la premisa en estos tiempos.
Que todo sea renovado para que la propia esencia de la vida sea elevada como ofrenda espiritual hasta los Pies del Creador.
Camina siempre en el sendero del Amor, en el que encontrarás la fuerza interior necesaria para trascender los tiempos y superar las pruebas que llegarán para confirmar tu espíritu en la vida divina.
Que cada etapa de la vida sea una sagrada oportunidad de redención.
Cada experiencia vivida hará de tu alma un espíritu triunfante, que luego estará cerca de Cristo para celebrar la eternidad.
Que la energía del Amor reconstruya todas las cosas y que tu corazón valiente reciba la sagrada energía del Amor para revivir todos los días el Amor eterno del Creador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Responsabilidad de hacer el Bien
Haz el bien en todo momento y comprométete a realizarlo en cada pequeño detalle, porque así atraerás desde el Universo la Corriente de la Hermandad.
Haz el bien así como lo ha hecho Cristo, porque, a pesar de haber sido negado, repudiado y crucificado, hasta antes de morir por ti en la Cruz, Jesús hizo el Bien y ese Bien que Él emanó salvó a toda la humanidad.
Por eso, hijo, que el bien impregne tu consciencia, tus sentidos, tus sentimientos y tus pensamientos.
A pesar de lo que suceda dentro o fuera de ti, haz el bien y practícalo con inmenso gozo, porque con cada acto de bien que realices por el semejante estarás ingresando en la Escuela del Amor y de la Unidad.
Retira de tus profundas entrañas las raíces de la división y de la permanente indiferencia.
Declara, para ti mismo, que eres parte de la Corriente del Bien y cumple de esa forma con las Leyes divinas.
Cada nuevo paso que des, hazlo en nombre del bien, porque así la maldad humana, que tiene raíces en la ilusión y en la soberbia, será extirpada.
Querido hijo, sigue los ejemplos del Redentor, vive del bien y haz el bien a cada momento. Destierra de tu consciencia todo acto de omisión, porque si así lo hicieras verás a Mi Hijo reflejado en el sufrimiento de tus hermanos.
Ayuda a tu Madre Celestial a reconstruir esta Tierra en la Corriente del Bien y así se disolverán las formas más terribles de maldad.
Cumple, vive y ejercita el Bien de Cristo, y sé parte de Su Divina y Omnipotente Consciencia Celestial.
Haz el bien con el fin de curar, dentro de ti mismo, la ausencia de vivir una vida de servicio a Dios.
Haz el bien con el fin de desterrar de la consciencia humana toda forma de actuar mezquinamente.
Llena tu espíritu y corazón del Bien Mayor, y confírmate en esta hora ante el Padre Celestial como un espíritu y una persona pacífica, bondadosa y misericordiosa.
Deja que la Corriente del Bien de Cristo mueva tus estructuras, desarme tus personajes y establezca el espíritu de la divina e insondable caridad; así, serás piadoso y considerado, abnegado y servicial, ante toda misión de amor que se presente en tus caminos.
Pero recuerda, hijo Mío, comienza a vivir y a practicar la Corriente del Bien primero en quien tienes alrededor todos los días, así permitirás que desaparezca de ti cualquier indiferencia o rechazo.
Permitirás que el Fuego del Bien de Cristo purifique tu consciencia y la convierta en una consciencia incondicional.
¡Anímate a decirle "sí" a la Corriente del Bien!
Ya es hora de asumir la responsabilidad de hacer el bien en cada detalle, así como a cada hermano. Es hora de desprenderse de la competencia, de los juicios y de todas las críticas.
Que tu ser sea un ser de bien, de esa forma, el planeta y su humanidad enferma se curarán al encontrar, en esta larga trayectoria terrenal, espíritus, almas y apóstoles del bien, seres que sembrarán la Tierra de nuevos Principios y de valores de Amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que hoy no pese tu cruz, la cruz que te ha dado Dios para aprender a liberarte de la materia.
Que hoy tu cruz sea liviana, que sea como las alas de los ángeles que te elevan al estado de la constante redención.
Siente que Yo estoy aquí, en nombre de Mi amado Hijo, para renovar todas las cosas, llegando a lo profundo de la esencia de la Vida para que todo sea redimido pronto.
Ya no sientas el peso de esa cruz como un castigo o una derrota, complace al Señor cargándola con valentía, coraje y resignación.
Sírvete de esta cruz para hacer, de cada momento, una victoria de Cristo no solo en la entrega, sino también en el servicio, en la oración, así como en cada acto de amor que tu corazón puede ofrecerle a la humanidad.
Siente que puedes dar los pasos y que ya no te detienes en el camino.
Avanza con tu cruz, así como Cristo avanzó hasta el final por cada uno de ustedes.
Vive cada etapa como si fuera la última y sírvete de cada prueba para poder realizar el Plan.
Que esta sagrada cruz de la vida, que cargas en tus espaldas, hoy sea el símbolo del triunfo del amor y de la caridad infinita por este herido planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Hoy, Mi Luz proviene de Oriente porque su Madre, en los planos del espíritu, ya está preparando Su importante misión en esa región del planeta.
Ayer, durante la Aparición en Viña del Mar, les transmití la importancia de esa misión en Oceanía y en Asia.
De esa forma, la Madre de Dios ya está trabajando en el plano interno de las almas de Asia para que, cuando sea el momento de esa especial peregrinación, los corazones reconozcan internamente que ha llegado la hora de la redención y del contacto con las Leyes Superiores de consciencia.
Por eso, queridos hijos, cada momento que sea preparado para esa peregrinación, desde las canciones, las oraciones, la propia difusión, la visita previa a los lugares que ya he escogido para llevar adelante esa tarea, permitirá crear las condiciones adecuadas para que la misión peregrina en Oceanía y en Asia se desarrolle ampliamente y, sobre todo, en perfecta armonía.
Desde ya, quiero invitar a Mis soldados y donadores de la paz para que desde ahora colaboren y, por medio de la Asociación que Yo he fundado para la difusión de los Mensajes, se cree un espacio que sea llamado: “Peregrinación por la Paz en Oceanía y Asia”.
Ese espacio deberá estar presentado en varios idiomas, como por ejemplo en tailandés y coreano, para que las almas se sientan motivadas a colaborar y los planes de Paz y de Redención de su Madre Celeste se puedan llevar adelante.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En los planos internos su Madre Celeste ya está reuniendo a las consciencias de esta nación para que, a los pies de estas sagradas montañas, ellas se rindan a Cristo y participen de la comunión reparadora que Mi Corazón les ofrecerá durante estos próximos días.
Esta rendición primero será espiritual y después será material, para que las consciencias de este país tomen contacto con su realidad espiritual y física, y así puedan vivir su momento de redención.
Esto llevará un largo tiempo hasta que, finalmente, la mayoría reconozca que es importante mirar todos los días a Dios y poder vivir en Su Corazón de Compasión y Amor.
Por eso, desde ahora los invito a seguir orando por las intenciones de su Madre Celeste para que ellas se concreten, una a una, y para que en estos tiempos definitivos se establezcan la cura y la paz en la mayoría de los corazones.
¡Esto también ayudará a hacer triunfar Mi Inmaculado Corazón!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este tiempo, vengo al mundo para dar continuidad a la Obra de Redención de Mi Hijo, para que así las almas despierten al camino del perdón y de la reconciliación.
Por eso, su Madre Celeste peregrina, de nación en nación, con el fin de que más corazones en el mundo alcancen la verdadera consciencia del amor y de la compasión.
Mi Hijo envía a Su Madre al mundo todos los días para hacer de las vidas del planeta, corazones en plenitud y redención.
Es así que Mis pasos no se separan de los pasos de Mis hijos porque, como Madre bondadosa, puedo estar cerca y unida a cada corazón necesitado.
Los animo, en estos tiempos, a formar parte de los ejércitos del Redentor, a fin de que el Sagrado Maestro y Señor del universo tenga instrumentos disponibles para llevar adelante el Proyecto de Amor.
En este tiempo, sientan la alegría de servirlo, el júbilo de poder volver a encontrarlo, el ansia profunda de estar cerca de Él.
Que sus vidas, en constante redención, reciban el impulso de Nuestro Señor para que todo sea realizado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más