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Primera Serie de Poemas
Decimoprimer poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Levántame, Señor, del suelo
aunque caiga en tentación,
así como Tú levantaste a María Magdalena
del suelo de la perdición.
Libérame, Señor,
de los asedios y de los embates.
Templa mi corazón
para que yo reciba de Ti
la fortaleza que ahora busco
y que necesito.
Ayúdame, Amado mío,
a encontrar el paraíso interior.
Ayúdame en las horas difíciles y duras
a solo mirar al horizonte,
para que por un instante
sienta en mi interior
Tu Retorno.
Que pueda sentir,
querido Jesús,
que todo esfuerzo por Ti
vale la pena,
que a pesar de las tempestades
internas y externas,
siempre estás presente,
imponiendo sobre mí
Tus Sagradas Manos
de bendición y de cura.
Y bajo el soplo divino del Espíritu Santo,
querido Jesús,
que tenga claridad y discernimiento
en las decisiones de la vida.
Que nunca me canse de buscar
la consagración a Tu Divino Corazón.
Que en todo momento
Tu confianza y Tu Amor me invadan
para que aprenda como Tú,
amado Señor,
a levantarme del suelo
y a seguir, con paciencia,
cargando con mi propia cruz
hasta alcanzar la sagrada victoria
que me dará Tu redención.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Hoy quiero anunciarles, a pedido de Mi Hijo, que su Madre Celeste cerrará esta Peregrinación milagrosa que ha sucedido durante estos dos últimos meses en Europa.
Europa, en su conjunto, nuevamente fue liberada de muchos errores, no solo del pasado, sino también del futuro.
Esta Peregrinación lanzó nuevas semillas que muchos corazones de diferentes naciones supieron sembrar y cultivar dentro de sí.
El impulso entregado por medio de la Peregrinación atrajo liberaciones y redenciones importantes para las naciones europeas, que se fueron dando cíclicamente a medida que la Peregrinación se desarrollaba.
A pesar de que durante los últimos dos meses Mis servidores peregrinos tuvieron momentos difíciles y culminantes, quisiera decirles, hijos, que el enemigo y sus potestades fueron derrotados muchas veces y fueron devueltos a sus abismos más profundos, a donde Mi Hijo, por segunda vez, irá para juzgarlos y redimirlos.
Hoy Me tomo el tiempo de transmitirles este mensaje y estas informaciones para que, cada día más, la Obra, en su totalidad, sepa hasta dónde puede llegar una simple peregrinación o incluso una misión humanitaria.
Todo lo que se hace por amor tiene un efecto trascendental y llega a abarcar grandes planos de consciencia.
Aunque la Peregrinación por la Paz no haya finalizado en España, eso no significa que Mis hijos de ese país no reciban la ayuda espiritual que necesitan.
En España existen almas servidoras valiosas y preciosas, sobre las cuales la Madre de Dios puede fundar las bases de Su confianza, porque sé que siempre Me comprenderán.
Ahora que tantas naciones y pueblos de Europa fueron espiritualmente ayudados, quiero decirles, hijos Míos, que la Península Ibérica ya está preparada para ir al encuentro de otros pueblos y naciones europeas, a fin de llevar Mi mensaje de paz y de redención.
El próximo 21 de julio, día especial para el Cielo por su coyuntura universal y cósmica, la siempre Virgen María, Madre de la Humanidad y Señora del Santísimo Rosario, aparecerá en la Comunidad-Luz Flor de Lys para cerrar la Peregrinación por la Paz junto a Sus queridos hijos, dando testimonio, una vez más, del triunfo de Su Inmaculado Corazón.
Allí, Yo los esperaré para compartir, junto a todos sus hermanos del mundo, este importante momento de síntesis.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando vengo al mundo es por una causa y por un motivo mayor.
Por eso, hijos, su Madre Celeste moviliza grandes esferas divinas de consciencia para que cada propósito encomendado por el Padre Eterno se pueda cumplir según Sus más amorosos designios.
Ese movimiento generado, que es amparado por las grandes huestes de Luz, apela a concretar, paso a paso, lo que desde antes ya fue pensado por el Creador.
Es así, hijos, que todo el Universo Celestial se presenta al ser convocado para llevar adelante esa misión que sucede, por ejemplo, a través de la manifestación de cada encuentro de oración.
En este sentido, toda la labor llevada adelante por la Jerarquía Divina abraza, a nivel planetario, a muchos estados de consciencia, y todo lo que debe descender a la humanidad, de ciclo en ciclo, es llevado adelante con grandes esfuerzos.
Hijos, hoy les digo esto para que perciban y tomen consciencia de que cada nuevo encuentro, sea donde sea, es la oportunidad única de alcanzar esa esperada redención para una parte de la humanidad, para una región específica del planeta o para un grupo de consciencias.
Todo es parte de una gran operación espiritual y divina.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Vengo al mundo, al igual que Mi Hijo, para concederle a la humanidad Mi Espíritu de Paz.
Vengo, junto a Mi Hijo, para socorrer a las almas más perdidas, a las almas más pobres en el amor, a las almas vacías de Dios.
Vengo al mundo, en este día de oración misericordiosa, para auxiliar a las esencias que viven en su propio y gran infierno, para que encuentren el camino de la liberación y sean conducidas por la senda de la redención.
Vengo al mundo para traer más Misericordia, porque la Misericordia concederá Gracia expiatoria a las almas y así todas renacerán en la verdad de este tiempo.
Vengo para construir lo nuevo en las consciencias y para que las almas despierten de su sueño profundo.
Vengo para conceder el Amor a los que más lo necesitan.
Vengo como Mediadora de la Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Nunca deberá faltar la esperanza en los corazones porque la vida sin esperanza no es vida en Dios.
Por eso, hijos, tengan presente en sus vidas la esperanza, para que este mundo pueda pedir perdón y ser redimido.
Que la esperanza sea la llama que todo ilumina.
Que la esperanza sea el motivo para la concreción del Plan de Dios.
No se aparten de la esperanza. Sean la esperanza que se manifiesta y se muestra al mundo.
Sean esa esperanza que renueva la fe y construye los puentes de amor entre los corazones.
Hijos, no olviden la esperanza.
La esperanza les dará la paz y en la paz verán la sabiduría que la humanidad necesita para aprender a tomar decisiones correctas.
Busquen la llama de la esperanza en Dios y dentro de ustedes, porque así las situaciones más críticas serán aliviadas y nuevamente triunfará el Amor de Mi Hijo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A través de la Misericordia de Mi Corazón vengo para entregarle al mundo la expiación que necesita a fin de reflejar en la propia humanidad la dignidad ante Dios.
En estos tiempos, la Misericordia, que ya se está cerrando, concede Gracias necesarias e internas a los que la invocan de corazón y así no solo se transformarán vidas, sino también se redimirán corazones que antes no querían saber de Dios.
Es así que la Divina e infinita Misericordia llega para retirar a las almas de la ilusión de estos tiempos, abriéndoles los ojos a la realidad y a la necesidad de este momento.
Por eso, los que invocan la Misericordia de Dios no solo trabajan por ella, sino que también lo hacen por el mundo y su humanidad.
Es simple, las almas que dan el paso interior hacia esa íntima e insondable Misericordia Mía podrán penetrar el misterio de Mi Corazón, capaz de revertir todos los males y de disipar todas las causas internas.
Que los que todavía no lo hicieron, beban de la Fuente espiritual de la Misericordia para que la humanidad alcance la paz y la redención definitiva de su consciencia planetaria.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Tercer día de la Novena
Llevando hacia Mi Misericordia a las almas más solitarias y olvidadas, permitirás que a todas ellas se les conceda la paz y la Gracia interior de sentirse amadas por alguien; porque en el amor está la base de la vida y de la redención de los corazones, en el amor se alcanza la cura espiritual de toda la consciencia.
Las almas más solitarias que son llevadas hacia Mi Misericordia encontrarán sentido y motivación de estar viviendo en la Tierra, porque no hay nada más importante en la vida de un ser que sentirse amado y protegido por sus semejantes.
La obra del Amor es capaz de desterrar el sufrimiento humano, el sentimiento de olvido y de desamparo que las almas más solitarias e inocentes padecen de parte de sus seres más queridos.
El amor que toda alma pueda sentir lo constituye todo y la lleva a la plenitud de la unión con Dios.
Es así que en la vida de las almas más sufridas del mundo, la llave del amor es el camino que se abrirá para sanar el pasado y renovar la vida en Cristo.
Continúa el mensaje:
Cuarto día de la Novena
Sumergiendo en la Fuente de Mi Misericordia a los pecadores que trafican seres humanos se les genera un estado de purificación y de redención.
Los primeros pasos en la redención son dados mediante la consideración y la piedad infinita que el semejante puede tener por aquella alma que comete graves errores.
En ese sentido, el océano infinito de la Misericordia de Dios llega a la vida de las almas pecadoras para disolver los códigos del mal y para concederles la pureza de la salvación espiritual y humana.
Es de esa forma que la acción de la Misericordia Divina retira al alma de la condenación eterna, y la propia Ley misericordiosa sustituye los pecados y los errores cometidos por el estado de Gracia y de piedad.
En esta hora, en la que la explotación y el tráfico humano se ha vuelto incontrolable y desmedido en todos los sentidos, los corazones orantes que invoquen Mi Misericordia ayudarán a que el abismo de la Misericordia de Dios lleve a las almas pecadoras hacia el principio del perdón y de la redención, con el simple hecho de pensar en los que ya están condenados.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Permite que, de manera permanente, tu alma invoque la Divina Misericordia del Redentor, para que Su Fuente de Amor y de Gracia derrame sobre tu ser los Dones de la redención y de la cura.
Mientras tanto, hijo Mío, y aun cuando la humanidad se purifica, invoca interiormente el poder de la Misericordia de Mi Hijo, para que ella siga descendiendo en la humanidad y el planeta sea lavado de sus profundas heridas.
Adquiere un espíritu de mansedumbre y de esperanza ante las pruebas que tú y la humanidad enfrentarán.
Debes tener presente que la Divina Misericordia de Mi Hijo hace milagros y convierte situaciones imposibles de resolver por la voluntad humana.
Anímate a decirle “sí” a la Misericordia del Salvador, a pesar de las caídas y de las demoras.
Así existirán almas en constante ofrecimiento para que este planeta sea más iluminado y bendecido por la misma Misericordia.
¡Les agradezco por el esfuerzo de sus oraciones!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que el poder de Mi Sagrado Corazón bendiga a la Tierra y a todos los que viven en ella.
Que Mis soldados de la Tierra perseveren, a pesar de las pruebas de estos tiempos, porque la victoria de Mi Sagrado Corazón se dará en los consecuentes Conmigo.
Que se levanten los caídos y que se rediman los enemigos.
Que Mi Iglesia de la Tierra sea poblada por Nuevos Cristos para que el tiempo de la renovación acontezca y todos reciban las Gracias de Mi Corazón.
Que el poder de Mi Corazón atraiga la paz y que esta paz se realice en todos los que la buscan.
Que el poder de Mi Corazón cure y redima a los que más necesitan de perdón.
Que el poder de Mi Corazón fortalezca sus vidas para que animados por Mi Espíritu de Paz todos reciban la absolución de su Maestro y Señor.
Que el poder de Mi Corazón establezca el amor y la esperanza.
Que todos los que hoy comulgan con Cristo sean consagrados por el Altísimo Señor del Universo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Deja brillar en tu pecho la Estrella de la Confraternidad, que ella encandile los espacios y abra las puertas a la redención.
Deja brillar en tu pecho la Estrella de la Confraternidad, que ella irradie al planeta todo el amor del corazón.
Deja brillar en tu pecho la Estrella de la Confraternidad, que ella derrame en el mundo los códigos de la redención.
Deja brillar en tu pecho la Gran Estrella de la Hermandad, que ella represente en la Tierra la unión de las almas con Dios.
Deja brillar en tu pecho la Gran Estrella de la Hermandad, que ella esté en la Tierra como símbolo del Amor de Dios.
Deja brillar en tu pecho la Gran Estrella del Amor, que ella llegue con su potencia a todas las esencias en redención.
Deja brillar en tu pecho la Gran Estrella de la Luz, que ella circunde los espacios para generar el despertar.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Durante la noche, cuando es invocada y clamada Mi Divina e Insondable Misericordia, su Maestro y Señor del Universo puede hacer prodigios y milagros, y llevar a las almas por el camino de la Luz, retirándolas del camino de la oscuridad.
Por eso, el triunfo de Mi Corazón está en la devoción y en la adoración de los corazones despiertos, para que los que están dormidos también despierten.
Los animo, en este tiempo, a ser difusores de Mi Misericordia para que el mundo pueda ser ayudado por la oración de los que claman e invocan Mi Santo Nombre.
Todos los días, Yo les doy la Gracia de conocer en profundidad Mi Manantial y de avanzar Conmigo en el camino del amor y de la redención.
Yo los animo a ser valientes por intermedio de la Divina Misericordia, para que el tiempo de Gracia que todavía resta, pueda ser propagado en la mayor cantidad de almas de esta humanidad.
¡Les agradezco por acompañarme!
Yo los bendigo y los protejo siempre,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Yo Soy el Señor de la Eucaristía y por medio de Mi Divina Misericordia llevo a todas las almas hacia el Reino del Amor y de la Unidad.
Soy el Señor de la Eucaristía para que Me veneren y honren en todos los sagrarios de la Tierra.
Soy el Señor de la Eucaristía y, por medio de ella, anuncio en cada nueva Comunión la redención de la humanidad y del planeta.
Soy el Señor de la Eucaristía y, por medio de ella, convierto a los corazones endurecidos, atraigo hacia Mi Divino Espíritu a todos los que necesitan amor y perdón.
Soy el Señor de la Eucaristía y, por medio de ella, establezco en el mundo los tiempos de paz y de cooperación entre las almas.
Soy el Señor de la Eucaristía y, por medio de ella, renuevo a las consciencias que infunden y viven los Sacramentos como el mayor testimonio para la redención espiritual de la humanidad actual.
Soy el Señor de la Eucaristía y, por medio de ella, imparto Gracias hacia los cuatro puntos de la Tierra, trayendo la Misericordia y la Redención.
Soy el Señor de la Eucaristía y, por medio de los que adoran, transmuto la condición humana y toda adversidad interna o externa.
Soy el Señor de la Eucaristía y a quien Me busca le concedo la paz interior.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el Corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Cuando las almas se entregan de verdad a Mi Corazón, asumen el compromiso de padecer junto a Mí, por la conversión del mundo.
Ese es el sentido oculto de la alianza que los corazones pueden realizar con Su Maestro y Señor.
En este sentido, no estoy hablando de un sufrimiento extremo, sino de un camino que se comenzará a recorrer después de que esa alianza sea establecida entre el Cielo y la Tierra.
La alianza Conmigo significa ofrecerse en silencio y con gratitud por todo lo que habrá que convertir y también por todo lo que tal vez no pertenezca al aprendizaje del alma o de la consciencia.
Esa alianza, que es vivida y aceptada por los Míos, es un paso de aproximación al camino de la muerte espiritual de sí y, sobre todo, un paso hacia la cristificación de la consciencia interior de cada ser.
Por eso, la alianza no puedo ofrecérsela a todos al mismo tiempo.
En esta ocasión, debo esperar el momento justo para poder pedir la alianza física y espiritual Conmigo; eso no significa que el alma se librará de todas sus pruebas. Quiero decir con esto que la alianza Conmigo requiere vivir pruebas mayores por la redención de la propia consciencia y también por la redención de la humanidad.
Esa alianza significa el momento culminante, la razón de dar un paso mayor en las posibilidades de amar y de perdonar.
La alianza Conmigo significará aceptar nuevos desiertos, vivir mayores sacrificios y ofrecerse como víctima justificable de Mi Amor para expiar los gravísimos errores de la humanidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Que el océano de Mi Misericordia sea tu Gracia, sea tu porvenir y tu verdad para estos tiempos.
Que, sumergiéndote en el océano de la Piedad, tu alma sea purificada de toda mancha y así sea renovada por el imperioso Amor de Mi Corazón.
Que el océano de Mi insondable y Divina Misericordia auxilie a los que más necesitan y esperan ayuda espiritual.
En el océano de Mi Divina Misericordia se encuentra la salvación y la reparación de la consciencia, después de todo lo que haya podido experimentar.
Que en el océano de Mi Misericordia sean colocadas todas las consciencias que más necesitan de perdón y de redención.
Que por medio del océano insondable, las almas reciban la fuerza interior necesaria para aprender a superarse en el amor y en el servicio por la humanidad.
Que el océano de Mi Gracia reciba a todos los que necesitarán justificarse por medio de Mi Amor para poder tornarse salvos y dignos en el Señor.
Que en el océano de Mi insondable y Divina Misericordia los corazones encuentren el aliento para que cualquier inquietud o desesperación se disipe de la humanidad, a fin de que se establezca la paz.
El océano infinito de Mi Misericordia no solo atrae y concede la cura del alma enferma, sino también concede la eterna Paz del Señor.
Les agradezco por responder a Mi Llamado y por guardar Mis Palabras en el corazón.
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Benditos sean los que se entregan y se consagran a Mí, los que dejan su familia y seres queridos para que Mi Obra se cumpla en el planeta.
Benditos sean los que son repudiados, calumniados y ofendidos por Mi causa, porque en el Reino de los Cielos les esperan los Tesoros del Padre, las joyas que brillarán en sus coronas de luz.
Benditos sean los que son despreciados y ofendidos verbalmente por su familia, porque Yo siempre les daré la fuerza interior que necesitan para demostrar que su compromiso Conmigo es intransferible.
Benditos sean los que son rechazados y despreciados por sus seres queridos, porque cuando llegue el día del despertar de esas consciencias se darán cuenta, tarde, de todo lo maravilloso que perdieron.
Que se alegren los que están tristes por algunas de esas causas, porque la Luz de Mi Corazón no les faltará, porque será la Luz y el Amor de Mi Corazón vivo que los hará hablar cosas maravillosas, que harán callar los juicios y borrarán del espacio cualquier comentario u ofensa.
Que se regocijen los que lloran por haber sido ofendidos porque, en verdad, les digo, que cada lágrima que derramen por Mi causa será preciosamente contada por los ángeles, al igual que la Sangre que derramó el Cordero; eso los salvará, porque irán directo a la vida eterna y no sufrirán más.
Dichosos sean los que creen en la Obra de Mi Retorno, porque estarán sentados cerca del Maestro cuando Él celebre la Última Cena de la Redención durante el Juicio Universal de la humanidad.
¡Les agradezco por entregarse a Mi Corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
La agonía de los que sufren las guerras también es parte de Mi agonía. Por eso vengo con toda Mi Misericordia, a fin de aliviar a las almas doloridas y a todos los que escapan de la desesperación de estos tiempos.
Que sea Mi Misericordia la Fuente de cura y de reparación para todos los que deben ser curados y amparados por Mí.
Que en la Divina Misericordia encuentren el agua para saciar la sed y el fuego para calentar el frío de estos tiempos.
Llamen siempre por Mi poderosa Misericordia para que, aún más, Mis Rayos Misericordiosos puedan tocar todo lo que necesitará de perdón y de redención.
Que en Mi Misericordia comulguen con Dios para que, desde ahora, muchas más situaciones sean detenidas en las naciones del mundo por todos los que invocan la Divina Misericordia.
Que en la hora de la mayor agonía todo sea ofrecido como penitencia y oración, a fin de atraer hacia el planeta los mismos códigos que todos los apóstoles Míos son llamados a vivir, los códigos de la Ascensión.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Los Planes de Dios y todos Sus designios se pueden cumplir en la humanidad cuando emerge de los corazones la verdadera adhesión.
Esa incondicional adhesión es la que permite manifestar los Planes del Altísimo y es la que le concede a la humanidad la oportunidad de recibir Gracias y Misericordia.
Pero cuando esa adhesión por parte de las almas es trabajada honestamente, lo que antes era un designio, o incluso un Propósito Divino, se convierte en realidad porque en el mundo interno de las consciencias existe apertura y disposición a cumplir todo lo que el Universo Divino programa.
Eso también permite la redención y la conversión de los corazones. De esa forma, desde el Universo se derraman gracias que están llenas de oportunidades y que le concederán la cura a la humanidad.
Luego de que las almas den el paso y ayuden a concretar el Plan, después de que se cumpla el Designio como estaba previsto y pensado, allí será cuando los corazones tomarán consciencia sobre la importancia de siempre llevar adelante la Voluntad de Dios, que es una Voluntad que abarca muchas dimensiones y a muchas consciencias.
¡Les agradezco por responder al Propósito Divino!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras hablo, hijos Míos, sientan las plegarias de su Madre Celeste por esta hipnotizada humanidad. Sientan en su interior la intercesión infinita del Espejo de Luz de Mi Corazón.
Rezo día y noche por este mundo, por la conversión de los pecadores y por el despertar interior de los no creyentes para que, algún día, reconozcan al Dios vivo en sus corazones.
Estamos en el tiempo de la gran definición, en el que todo tendrá un juicio y, también, una liberación y una redención.
Estamos ante acontecimientos inmediatos que se presentarán para colocar a la humanidad adentro o afuera del próximo tiempo.
Llegó el momento del arrepentimiento de los corazones fríos, de los que nunca miraron a Dios para sentir Su Amor.
Reza Conmigo por cada hijo Mío, no importando su condición o miseria.
Recemos por el despertar y por la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que nada te sorprenda en el fin de este tiempo, porque a los que Me abandonan después de haberles dado todo, todo les será quitado y nadie podrá reclamar porque estará obrando la Divina Justicia.
A veces las consciencias humanas piensan que Mi Plan es un proyecto, que tiene por motivo a unos pocos y que es pasajero; pero en verdad les digo que conocerán la realidad de Mi Obra.
Ya no podré poner Mi confianza en los corazones tibios; la renovación solo promete más transformación y más esfuerzo.
Y si con lo poco que les pido que hagan ya se sienten cansados, ¿quién protegerá la espalda del Maestro cuando llegue la hora de vencer con Mi Espada al adversario?
¿Dormirán a los pies del árbol como lo hizo Pedro? ¿Quién vigilará Conmigo en la hora más culminante?
Ya basta de lamentarse y de justificarse por no saber encontrar la salida al estado de bloqueo o de resistencia.
Yo solo les pido que amen lo que hacen, porque de lo contrario tendré ante Mí un número incontable de ingratos.
¿Dónde están Mis apóstoles de los últimos tiempos?, ¿solo están presentes cuando Me necesitan?
No puedo volver perder los tesoros, como una vez se perdieron en todos los que antes Me honraron y después Me crucificaron.
¿Tendré que volver a sentir sus clavos en Mis Manos?, ¿dónde está su misericordia por Mí?, ¿acaso no les he dado todo lo que Soy y todo lo que tengo?
Mis hermanos, reflexionen, ya no es hora de abandonar la barca, porque la tempestad de estos tiempos podría hacerlos perder.
Antes de decidir, recen, recen y solo recen.
No se puede vivir Mi Obra de Redención con los pies en dos caminos, los quiero fríos o calientes.
No pierdan la oportunidad de hacer un esfuerzo más. Si al menos no lo hacen por sus hermanos, háganlo por Mí, de verdad, y así estaré aliviado.
Desmientan ahora su fantasiosa realidad; la Vida Mayor los llama a amar de verdad.
¡Les agradezco por respetar y por considerar Mis Proyectos!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Queridos cantores Míos:
Hoy les suplico, desde Mi Materno Corazón Inmaculado, que unan sus voces de amor a todas las voces de Mis queridos y sufridos hijos de Siria, a fin de que en esa unión interna y predilecta se establezca el cese de las guerras y de los conflictos y pueda existir un tiempo de paz.
Para que las pobres familias de Siria tengan la Gracia y la oportunidad de reconstruir sus vidas, ofrezcan este encuentro de música con toda la sinceridad de sus corazones; y recuerden, hijos, que cada música y cada pieza que hoy será ofrecida estará siendo dedicada, amorosamente, a todos los que sufren los conflictos y las guerras durísimas de este tiempo.
Mientras Mi Rostro está cubierto de lágrimas por los que padecen las persecuciones y la muerte, junto a ustedes, queridos hijos, en esta noche de gala, le imploraré al Padre y a Mi Hijo por un tiempo de paz.
Yo estaré al lado de ustedes para acompañar preciosamente cada momento. No olviden, hijos, que todo lo que ofrezcan ayudará en la redención y en la conversión de la humanidad.
Por medio del encuentro de música de esta noche, llevaré al Cielo a las almas inocentes que fueron decapitadas por tan solo proclamar su fe en Mi Hijo.
Sepan que el mal que es generado se derrotará a sí mismo, no podrá triunfar; porque el mal no tiene amor ni perdón.
Yo les pido que hoy sean una sola voz, que puedan expresar la gratitud de poder servir a Dios en este tiempo y, sobre todo, la gratitud de poder sentirlo, de recibir Sus Gracias diariamente, a fin de que sus vidas se confirmen en el apostolado.
Estaré atenta a la ofrenda de Mis hijos, porque como Madre de los perseguidos solo deseo, con ardor en Mi Corazón, llevar el alivio a los que sufren y no encuentran salida a las guerras.
Les agradeceré su sinceridad, sabiendo que, después de todo y por más difícil que sea, Mi Inmaculado Corazón triunfará.
¡Les agradezco, hijos, por responder a Mi llamado!
Los bendice en esta noche de alabanza,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más