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Queridos hijos:
Hoy llegamos al final de un ciclo y al comienzo de una nueva etapa.
Después de estos dos últimos meses de recogimiento, Mi Materno Corazón pudo contemplar, con alegría, la madurez, la seriedad y la responsabilidad con las que cada corazón orante asumió la misión de orar por la paz en las naciones; y también he podido contemplar, hijos Míos, el efecto positivo y mundial que este trabajo diario construyó, amorosamente, en los últimos tiempos.
Por ese motivo, queridos hijos, es que hoy puedo decir que los amo y que siempre los amé, porque sé que dentro de ustedes existen grandes posibilidades de amar a Dios y de ayudarle a expresar, en la Tierra, Su Plan de Amor y de Redención.
Quiero decirle al mundo que hoy cuento con un fortalecido ejército orante, consagrado como Hijos de María, que ya comprende y vive la importancia de manifestar la Voluntad de Dios.
Por eso, hijos Míos, nunca se cansen de orar y de suplicar, porque la oración abre las puertas del Reino de Dios y la Gracia, que es infinita, puede derramarse sobre todos Mis hijos.
Yo los invito a seguir difundiendo este importante pedido.
Yo los invito a que, cada día más, abran las puertas de sus grupos de oración para que más almas puedan ser congregadas por la Misericordia de Dios.
Mantengan, hijos Míos, esa fidelidad Conmigo. Que nada los haga dudar ni oscilar porque, en este ciclo, estamos construyendo el triunfo de Mi Inmaculado Corazón en el interior de cada ser.
Queridos hijos, los animo a seguir colaborando para que Mis Planes de paz se puedan concretar en la humanidad y todos los conflictos se terminen.
Hijos Míos, hoy derramo el poder de la Luz de Dios sobre sus almas para que, fortalecidos por la fe y colmados por la sabiduría, el Padre Celestial le conceda al mundo un mayor periodo de paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Hoy nos volvemos a reunir y a unir, de corazón a corazón, para atender y orar por la grave situación mundial, efecto del desequilibrio en todos los Reinos, principalmente en el Reino Humano por el uso desmedido del poder.
Todos estos acontecimientos, hijos Míos, llevan a que la humanidad viva y sufra un desorden que también se refleja en la vida del espíritu.
Por eso, hijos amados, este es el tiempo de la oración por las naciones, porque orando por cada uno de los pueblos y de las culturas estarán orando por su planeta, el que también padece, silenciosamente, las agresiones del ser humano.
Pero tengan fe en el despertar de la consciencia, en la posibilidad de que, a través de la oración y del servicio altruista, ustedes podrán aliviar la consciencia mental de la humanidad.
Mientras tanto, hijos Míos, necesito un ejército de almas orantes que acompañen a su Madre Celestial en el propósito de traer la paz al mundo, cada vez más, y alcanzar el fin del sufrimiento.
Este es el tiempo de ver despertar y florecer en su interior las virtudes que Mi Hijo les entregó, para que sus talentos estén al servicio del Plan de Amor y de Redención.
Orar por las naciones también significa orar por los ángeles de las naciones, los que en este tiempo padecen las consecuencias de las decisiones que los pueblos adoptan como modelo de vida social y espiritual.
Hoy, por medio de la unión de nuestras voces, abramos los Cielos, confiando y sintiendo el descenso de la Gracia como un afluente que purifica las naciones y cura los corazones ante toda adversidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Ustedes que son más conscientes y más bendecidos que el resto del mundo, nunca pueden olvidar la Gracia que reciben y la ayuda especial que proviene de lo Alto.
Nunca pueden olvidar que todo el tiempo son colocados en las Manos de Dios, más que el resto de la humanidad.
Nunca pueden olvidar que Dios los llamó personalmente para que lo sirvieran en Su Obra de Amor.
Nunca pueden olvidar que cada elemento que tienen o cada oportunidad que reciben en los tiempos de hoy, sea de estar en un lugar sagrado o de servir humanitariamente, es una Gracia que Dios les da para que sus virtudes y talentos estén al servicio de la caridad y del bien.
Nunca pueden olvidar que todos los días despiertan en un lugar protegido por Dios, tocado por la Gracia de Su Espíritu.
Nunca deben olvidar que están siendo guiados y acompañados por lo que viene de lo Alto y que sus pasos son contemplados, mucho más, que los pasos que no consigue dar el resto de la humanidad.
Nunca se cansen de agradecer y esfuércense todos los días para sentir la gratitud del corazón. Que esa gratitud por todo lo que reciben sea verdadera y esté libre de críticas y de apariencias.
Den gracias a Dios por estar con vida y por poder estar despiertos para servirlo y adorarlo. Así, siempre abrirán las puertas para la manifestación y todos se verán colmados por la Gracia tan necesaria y urgente en este tiempo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que tu calvario interior no te pese. Que solo sea una victoria viva del triunfo del amor sabiendo que redimiendo y transformando tu vida podrás dar el ejemplo y el testimonio de la conversión.
Acepta este calvario interior como una oportunidad de purificar y de sublimar tu vida en nombre de todas las almas que no lo aceptan ni tampoco lo viven.
Que tu calvario interior no sea comprendido como un castigo o un sufrimiento, sino como la oportunidad espiritual de salir de una etapa para comenzar otra nueva etapa llena de esperanza, de renovación y de triunfos espirituales.
Ábrete entonces para conocer sin miedo este calvario que purificarás, para que algún día, en oferta y en consagración, el Señor del Universo coloque la victoria de Su Cruz dentro de ti, afirmando y confirmando el nuevo tiempo.
Ya estás a las puertas de la liberación. Ya estás en el ciclo de la redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Sagradas puertas se abren hoy en el sur de este planeta; el área más austral de la Tierra es colmada por una especial luz y esto llega a los corazones que, unidos a Dios, viven el camino del Propósito.
Las puertas internas de la Jerarquía se develan ante las consciencias de la Tierra y el conocimiento de otrora llega como un tesoro proveniente del Universo de Dios.
Un mensaje claro se muestra a todos los que viven la oración, es la señal que desciende de las altas esferas, es el anuncio de los Universos de Luz que, reunidos en una misma Hermandad, auxilian a toda la raza humana.
Impulsos de las estrellas hoy son emitidos para las almas de la Tierra, impulsos de luz que formarán a los nuevos seres para que asuman su puesto dentro del Plan de Amor.
Las puertas sagradas que hoy se abren comunican el nuevo rumbo de la Hermandad, lugar marcado en el horizonte por la Cruz del Sur.
En esos espacios internos todos se concentrarán para vislumbrar con sabiduría el próximo ciclo que llega, a fin de que los servidores de la Tierra puedan participar de este encuentro universal.
Los velos de la ignorancia ya no pesan en los rostros de los autoconvocados, porque el fresco viento del sur los retiró para que el espíritu de cada ser contemple el advenimiento del Santo Cáliz, el que unirá, en un solo corazón y en una sola mente, a todos los hermanos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi Luz maternal se expande por todos los espacios a fin de ayudar y proteger a mis hijos.
Con Mi Luz maternal disipo los asedios y disuelvo los obstáculos que las consciencias viven día a día.
Bajo la Luz maternal coloco a los que Me claman y piden Misericordia y, así, libero de las prisiones a los que oran de corazón.
En Mi Luz maternal protejo a los corazones perturbados y les entrego la paz a los que la buscan.
Con el descenso de Mi Luz maternal genero una corriente poderosa que impide los embates y las batallas que podrían vivir Mis hijos.
Por medio de Mi Luz maternal sostengo a los que profesan su fe en Dios y despierto en ellos el amor misericordioso, para que las criaturas reconozcan su filiación con el Padre Celestial.
Quien recibe Mi Luz maternal ya no está en pecado ni en falta porque la Luz maternal lo transmuta y eleva su consciencia hacia el Divino Propósito espiritual cuantas veces sea necesario.
¡Les agradezco por responder, con fe, a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Todo esfuerzo que es hecho por el Plan de Dios, y es verdadero, es mucho más reconocido que cientos de pecados, porque detrás del esfuerzo verdadero está el amor del corazón humano.
Ese esfuerzo que es ofrecido por una causa desconocida, es considerado como parte de un cambio profundo de la consciencia y como parte del cambio profundo de la humanidad.
Es así que el Padre Celestial alegra Su Corazón Infinito porque Sus hijos que se esfuerzan, demuestran cómo, cada día más, por medio del amor y de la dedicación en la vida, todo se puede superar y redimir.
Este es el tiempo en el que el esfuerzo sincero de los corazones es considerado y apreciado por las Esferas Superiores, porque por más que sea un esfuerzo material, también guarda el esfuerzo interno que es el que lleva al cambio profundo del ser y de todos sus aspectos más inmaduros.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Soy la Madre de los buenos estudiantes, de los que se esfuerzan todos los días para pasar por las pruebas, y después ser formados en el amor y en la verdad.
Soy la Madre de los buenos estudiantes, de los que dedican su tiempo a aprender a comprender la vida para que algún día sean buenas personas y almas al servicio de Dios.
Soy la Madre de los buenos estudiantes, de los que con esmero y dedicación ofrecen su consciencia, para aprender a desarrollarla y colocarla humildemente al servicio de Dios.
Soy la Madre de los buenos estudiantes, soy Madre de los que a pesar de estar atravesando el aprendizaje de una escuela, dedican su vida al servicio de los demás.
Soy la Madre de los buenos estudiantes, soy la Madre que acompaña a quienes un día serán consciencias maduras.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Solo una madre sabe y siente lo que significa perder a un hijo.
Una buena madre conoce más allá de la apariencia o de los sentidos lo que significa perder a un hijo a nivel espiritual o material.
Solo una madre es capaz de comprender y de acompañar lo que significa perder a un hijo, en algún sentido.
Solo una buena madre es capaz de ver lo que significa no tener más a su hijo en el camino adecuado, que es el camino de la luz y de la consagración.
Solo una buena madre es capaz de sostener con su amor maternal lo que significa perder a un hijo y ver su partida.
Una buena madre que gestó a sus hijos sabe lo que representa una pérdida espiritual o humana.
La buena madre sabe lo que significa no tener más en su camino a quien nació de su vientre.
Por eso la madre es la que más padece y sufre porque ella solo desea que se cumpla el bien en quienes crio y amó con tanto esmero y entrega.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En estos tiempos difíciles, el miedo al fracaso es un pensamiento insertado en la mente de mis hijos, así como la idea de no estar cumpliendo con el Propósito de Cristo y con Su camino.
Todo eso crea una confusión mental capaz de perturbar y de distraer de su propósito a la débil consciencia.
Eso sucede a partir de la separación espiritual o de la resistencia que la consciencia puede estar atravesando al debilitar su fe y afirmar sus ideales en base a conceptos huecos.
La entrega total y absoluta de parte de la consciencia de todo lo que creyó durante años y de lo que siempre alimentó, genera un momento culminante que definirá si ella está con el Plan de Dios o si es indiferente, después de todas las Gracias recibidas.
Este momento culminante de definición confirmará claramente si Cristo pudo entrar o no dentro del corazón humano y si las almas en algún grado fueron capaces de renunciar y de entregarse a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El camino directo para madurar y crecer en los grados de amor es ofrecerse completamente, en donación y en entrega por alguien o por algo que esté absolutamente equivocado.
Es así que, cuando se coloca el amor por encima de todo error o de toda purificación, el alma miserable o deudora del semejante se ve beneficiada, en algún plano de consciencia, aunque los hechos o las decisiones sean otras.
En este sentido, el acto de vivir y de alcanzar grandes pasos en los grados de amor está basado en la generosidad, en la entrega, en la donación incondicional y, sobre todo, en el amor que se puede expresar por medio de actos de perdón y de Misericordia.
En este tiempo, y delante del ciclo agudo de la purificación, solo el amor será capaz de cerrar grandes puertas inciertas, de liberar a las consciencias de sus errores y, por encima de todo, será capaz de establecer la paz.
En el amor está la llave maestra para abrir los espacios a los nuevos ciclos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La cura espiritual e interior será el medio por el cual la humanidad se redimirá.
Pero, para poder encontrar la cura deberán existir verdadero arrepentimiento y pureza de intención; de lo contrario, la cura no conseguirá aproximarse a la consciencia que aún no se redimió.
Una verdadera convivencia con las Leyes y con los Reinos, en todas sus expresiones, concede la llegada de esa cura espiritual tan esperada; cura que colmará al espíritu y a cada rincón del ser para que la consciencia, libre de las opresiones, pueda dar los pasos hacia el Señor.
Este es el tiempo de regresar al origen y a la esencia que nos creó, para que el sentido de lo sagrado y de la reverencia sean los que eleven a la consciencia, a fin de que alcance la trascendencia interior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En los Universos Superiores, la llamada Fuente de la Creación actúa, universalmente, regenerando los principios y los espacios de la manifestación, los que forman parte del desarrollo espiritual de las constelaciones y de los planetas.
En este tiempo actual, la lucha y el esfuerzo por estar conectado con lo Alto, exigirán dedicación, empeño y dinamismo para que las corrientes contrarias a la luz, las que circulan alrededor de la vida planetaria, no afecten ni desvíen del propósito a los servidores.
Si alguna forma de desvío o de abandono personal del propósito sucede en este tiempo es a consecuencia de la falta de conexión interior y espiritual con la Fuente.
Por otro lado, el ciclo de la autopurificación está llevando a que las consciencias humanas sobre la superficie de la Tierra se enfrenten a sí mismas y conozcan lo que antes les era desconocido y oculto.
Nos referimos a tener consciencia y claridad al respecto de quién es verdaderamente cada ser de la superficie a nivel espiritual, mental, álmico y material.
El conocimiento de los aspectos espirituales, mentales y materiales del ser humano es algo que antes pasaba por alto, porque actuaba de forma inconsciente.
Ahora, debido al cruce universal del tiempo y del espacio, esos aspectos, que antes actuaban solos y con gran poder oculto sobre las consciencias, están quedando en evidencia para que el ser humano los enfrente, los purifique y se libere de esa constante opresión.
Lo que sucede en la actualidad es que la mayoría de la humanidad no sabe ni tiene consciencia sobre cómo resolver una situación que, durante largos periodos de tiempo, ha comprometido la posibilidad de su despertar y de su entrega.
Entonces, por más que una minoría esté alineada con el Propósito Divino y tenga las herramientas internas que necesita para llevar adelante la manifestación del Plan, esa parte, que es la minoría más consciente, tampoco sabe cómo proceder o actuar para resolver su proceso intensivo de purificación.
Por esa razón, la Fuente Suprema de la Creación dispone de grandes retransmisores de atributos y de códigos de luz: los llamados "Espejos".
Los Espejos son el sostén y el puente de unión fundamental para la actual transición planetaria, porque los Espejos más sublimes de la Creación serán el apoyo imprescindible para la evolución del amor en la consciencia terrestre; como también serán los pilares que sostendrán el puente que la propia humanidad deberá construir a través de la oración, la liturgia, los Sacramentos y el servicio a los más necesitados.
Sin estos atributos ampliamente aplicados en la vida cotidiana, el ser humano no tendrá cómo sostenerse a sí mismo.
Hasta ahora, los Reinos de la Naturaleza, así como los grandes océanos y mares, fueron las consciencias espirituales e internas que sostuvieron al hombre de superficie.
Pero este ciclo cambió, ya que la degradación, el maltrato y el descuido para con la Naturaleza generaron deudas impagables para la raza humana y esto recae, una y otra vez, en el planeta, reflejándose en los fenómenos climáticos cambiantes, el derretimiento acelerado de los polos, la contaminación terrestre y aérea y el colapso de todos los ambientes generado por la contaminación sonora y visual.
Todo este contexto planetario ahoga a la Tierra, como consciencia, a los Reinos Menores y a la humanidad entera.
Llegó el momento de que cada ser de la superficie contrarreste este mal causado al planeta y a la Creación.
Llegó el momento de que cada alma asuma su propia purificación y transición y que ya no se alimente ni dependa de nada ni de nadie.
Los instrumentos para saber crear la condición espiritual ya fueron enseñados, ahora solo dependerá del género humano poder revertir y transmutar todo lo generado.
Los Espejos serán, en estos tiempos, el principal soporte espiritual de alineamiento y de equilibrio.
Los Espejos podrán unirse al espejo del corazón de cada ser para que, poco a poco, con determinación y consciencia, vayan cambiando las vibraciones del planeta y de la raza humana.
En los Espejos encontrarán el soporte mayor para el fin de los tiempos y la llave que abrirá la puerta correcta para que pueda llegar la Hermandad Celestial.
Es hora de trabajar conscientemente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Me alegra saber, desde lo profundo de Mi Corazón, que Yo volveré a estar con ustedes en el próximo mes de marzo para que, de Madre a hijos, compartamos nuevamente las Gracias de Dios.
Me alegra saber que hoy se reunirán, una vez más, para orar y clamar por la paz, la Misericordia y la Justicia para el mundo.
Me alegra saber y ver los esfuerzos que realizaron todos los días y, en especial, en estos últimos meses por su humanidad y por el planeta a través de la Oración por la Paz en las Naciones.
Me alegra saber que existen almas decididas, dispuestas y adheridas a la Jerarquía Celestial para poder llevar adelante la manifestación del Plan Divino en la Tierra.
Por eso, queridos hijos, hoy les doy las gracias desde lo profundo de Mi Corazón, y Mi Rostro hoy no llora por el mundo indiferente, sino que llora de alegría por la recepción y por la respuesta de Mis hijos al llamado de la Madre de Dios.
Los impulso a seguir construyendo el Plan para estos próximos meses, porque desafíos y compromisos más grandes y determinantes llegarán para todos, a fin de que sigan madurando en la fe, en la oración y en la comunión interna con el Corazón Sagrado del Padre Celestial.
Sepan, Mis queridos hijos, que estoy con ustedes en las alegrías como en las dificultades, en los triunfos como en las derrotas.
Que siempre reine en ustedes el Amor de Dios, que el Amor del Padre Eterno los impulse a vivir los desafíos y a trascender las pruebas cruciales de estos tiempos.
Yo estoy con los orantes, con cada corazón y alma que día a día se abre para descubrir el misterio de orar con el corazón.
Sigamos caminando firmes hacia la meta, porque el planeta y toda la humanidad necesitan de seres de amor, de almas que vivan el amor y lo difundan para poder disolver el dolor y el sufrimiento generado por el caos y por las guerras en las naciones.
Recuerden, hijos Míos, que al final de todo Mi Inmaculado y Materno Corazón triunfará.
¡Les agradezco por responder y por vivir Mi llamado!
Los bendice bajo el Amor de Dios,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En el día especial de la celebración celestial de la Inmaculada Concepción, que sus almas reciban el bálsamo de la Fuente del agua pura de la Gracia Divina, para que sus consciencias se puedan curar de las dolencias espirituales e internas, las que afectan al mundo entero.
Como hace más de ciento sesenta y un años atrás, hoy, la Inmaculada Concepción llega al mundo para decirle que no se olvide de la penitencia y de la urgente remisión de las faltas, a fin de que más y más corazones alcancen la Misericordia de Dios.
Hoy la Fuente espiritual de la Gracia Divina llega a Mis hijos que están en Lourdes y a todos los que de corazón, se unen a Mi Consciencia Inmaculada para que el estado de Gracia purifique y limpie sus almas y puedan renacer a la vida material y espiritual que el Padre Creador les concedió para que fueran felices en la Tierra.
Su Madre, Señora de Lourdes, hoy reza por Sus hijos más enfermos de espíritu, para que aprendan de los enfermos verdaderos del mundo que padecen todos los días y no pierden la esperanza de recibir la cura bendita de Dios.
Por eso, hijos, así como el agua que brotó en Massabielle, sus almas sean lavadas para que limpias por la acción del Espíritu Santo vuelvan a reencontrar la Paz y el Amor incalculable del Padre Celestial.
Los bendigo a todos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy les dejo a las almas y al mundo entero las promesas de la Rosa de la Paz para quienes tengan consigo esa santa imagen.
Estas promesas servirán de auxilio y de amparo para los corazones que tengan fe y esperanza, como también serán un puente de salvación para aquellos que más necesiten de luz y de redención.
Les entrego las Doce Promesas de María, Rosa de la Paz, a fin de que ellas sean el medio por el cual la Divinidad pueda obrar e interceder por el mundo
Las Doce Promesas de María, Rosa de la Paz
1. Proteger las casas y las familias de cualquier atentado o guerra.
2. Despertar la solidaridad, la fraternidad mutua y el bien entre los pueblos.
3. Sembrar los valores de la fe y de la comunión con Cristo con base en los principios del Evangelio y la Palabra de la Jerarquía Espiritual.
4. Reunir a las almas para estar en oración y en unión con las naciones, los necesitados y todos los que padecen adversidades.
5. Unificar a los corazones con el principio de una hermandad elevada y de una paz sin fronteras.
6. Depositar en el seno de las familias los atributos del amor y de la paz con base en todo lo enseñado por Cristo.
7. Disipar cualquier tipo de peligro, tentación, opresión o castigo de la consciencia humana.
8. Aprender a convivir en armonía con la Naturaleza y motivar e impulsar el cuidado y la protección de los Reinos Menores.
9. Reflejar en la consciencia humana la Sabiduría y el Discernimiento de Dios para tomar decisiones correctas y no decisiones precipitadas ni impulsivas.
10. Solidarizarse con el pobre, el moribundo, el huérfano, el enfermo y todo ser en sufrimiento moral, psíquico o material, a fin de aliviarlo y de aproximarlo a la Misericordia de Dios.
11. Confirmar, dentro de sí, la victoria del Amor de Cristo y la expresión del Amor en sus diferentes fases de la vida a través del servicio, la familia, la oración, la cura y la Instrucción.
12. Asumir el compromiso y la misión que se vino a cumplir a la Tierra, fortaleciendo la fe en la Madre de Dios, como Guía y Abogada de todas las almas.
Yo los ayudaré a que estas promesas se cumplan en ustedes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Este es el ciclo de reconocer y de enfrentar en sí mismos las miserias para ser transformadas; pero también es el ciclo de descubrir los talentos que Mi Hijo dejó guardados en sus corazones.
Será necesario, hijos amados, que sustituyan sus defectos e imperfecciones por los talentos y las virtudes, las que deberán estar al servicio del amor por la humanidad.
Por eso, hijos, vivan el tiempo presente como la oportunidad de trascender los límites de la consciencia y del sufrimiento que todo eso genera.
Descubran, dentro de sí, las semillas de Luz que Mi Hijo una vez plantó dentro de ustedes.
Atribuyan, de verdad, el potencial que las virtudes del alma tienen para estos tiempos y todo, absolutamente, todo pasará.
Así aprenderán a ser más humildes, disponibles, considerados y serviciales con todas las necesidades que se presenten.
Solo les pido, Mis hijos, que ya no justifiquen sus actos o modos de vida. Reconozcan cada aspecto personal como una oportunidad de trascendencia y de perdón y no de batalla y de lucha.
Tienen Mi bendición para poder ir al encuentro de los Doce Talentos del Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Soy la Madre que derrama sobre el mundo la Luz de la Gracia, para que las heridas más profundas sean curadas, y las almas se regeneren a través de la Luz poderosa del Padre Celestial.
Es esta Luz la que traigo al mundo, a las almas, a todos, sin distinción, cada vez que desciendo del Cielo para encontrarlos en el fervor de la oración, en la comunión con Mi Hijo, en la adoración y en la alabanza a Su Santísima Presencia.
La Luz de la Gracia se aproxima a las almas para consolarlas, fortalecerlas e impulsarlas al cambio y a la transformación de la consciencia.
Por esa razón, la Luz de la Gracia se derrama como un potentísimo caudal cada vez que las almas y los corazones están ante la presencia de la Sierva Fiel de Dios.
Reciban entonces esta Gracia de Dios, tan necesaria y urgente en estos tiempos de definición y de cambios.
Les dejo todo el Amor de la Gracia de Dios para que ella colme sus espíritus.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que la Estrella de Mi Paz ilumine los caminos de los mundos internos, para que las esencias siempre se encuentren en el océano de la fe y de la compasión.
Que el camino de los creyentes en Cristo sea purificado, para que el sendero de los Nuevos Cristos se pueda manifestar.
Que en este tiempo planetario solo exista la convicción de estar en Cristo. Que Sus soldados de la oración nunca se cansen y que no bajen los brazos. Que sus intenciones más puras y sus súplicas sean escuchadas todo el tiempo por el noble y amoroso Corazón de Dios.
Que en esta hora, todo misterio sea revelado, para que más allá de toda ciencia o entendimiento, las consciencias despierten al verdadero motivo que las trajo hasta aquí; a fin de cumplir con la Voluntad de Dios Padre de poder ver, finalmente, sobre la superficie de la Tierra, una nueva y responsable humanidad, la que viva por amor, los principios de una vida evolutiva y ascendente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Las misiones humanitarias, en este nuevo ciclo, necesitan un mejor respaldo jurídico y humano a fin de poder abarcar principalmente las necesidades de servicio en el planeta.
Por esa razón, será imprescindible la manifestación de una institución y asociación que ampare toda la obra que los misioneros necesitan realizar y llevar adelante.
Será necesaria una asociación que integre a toda la red misionera planetaria, desde los misioneros matrices hasta los colaboradores; eso ayudará a responder de manera más eficiente a todas las necesidades y posibles planes de emergencia.
La Federación Humanitaria Internacional continuará siendo la madre y la regente de todas las asociaciones, incluso de la asociación de los misioneros.
Este trabajo de expansión en el campo jurídico, social y humanitario de la vida misionera permitirá que la misma sea suplida, nacional e internacionalmente, con recursos y donaciones de otras asociaciones o de organismos gubernamentales que colaborarán para que la asociación de los misioneros pueda cumplir, de ciclo en ciclo, con las diferentes misiones humanitarias.
Esta asociación, que será fundada en Brasil, y en el transcurso del tiempo en otros lugares con la aspiración de abarcar los cinco continentes, permitirá ofrecerse como formadora y educadora social, cultural y humanitaria en planes de emergencia humanitaria o de los Reinos de la Naturaleza. Ese será el medio para que los seres humanos aprendan a servir y a cooperar en los momentos más agudos del planeta.
La asociación tendrá como sede el epicentro matriz de la vida misionera y, a partir de allí, su expansión será a través de sus asociaciones con otros organismos internacionales por medio de las misiones humanitarias y de las misiones de emergencia.
Las misiones de emergencia serán aquellas demandas de ayuda humanitaria, social, psicológica y médica en regiones del planeta o en espacios en donde se manifieste una catástrofe o una situación de riesgo.
En este sentido, la fundación de esa asociación, así como las ya existentes dentro de la Fraternidad-Federación Humanitaria Internacional, permitirá mantener resguardados a los miembros, servidores y colaboradores humanitarios independientemente del lugar en donde se encuentren. Las embajadas del país de origen de cada misionero podrán cumplir con el resguardo diplomático y gubernamental de los ciudadanos que se dedicarán a la vida y al servicio misionero.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más