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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Sientan en su interior la luz del Centro de Figueira y reciban del Padre Su Divina Gracia. Gracia que los congrega, de tiempo en tiempo, para poder cumplir Su Santa Voluntad.
Es esta luz del Centro de Figueira que los trae desde tiempos remotos hasta el presente para poder servir y vivir en el Hijo de Dios, para poder proclamar y anunciar Su advenimiento, Su llegada.
Es por eso, hijos Míos, que hoy estoy aquí con ustedes, así como lo estuve en el día de ayer, durante la Oración por la Paz en las Naciones, cuando el Padre sintió la oración de los niños, el pedido de los más pequeños e inocentes.
Su Corazón puro y eterno se conmovió y Su Misericordia y Su Gracia se derramaron sobre el mundo, sobre los niños más inocentes que necesitaban de ayuda espiritual.
Todo este impulso y todo este propósito es movido por un motivo mayor, aun por una razón desconocida que proviene de lo eterno e invisible.
Es el Padre que los vuelve a unir y a congregar en el Amor para poder servir a Su Hijo y a Su Obra, para poder testimoniar Su Presencia dentro de ustedes y en cada corazón de esta humanidad que busca en este tiempo la Luz poderosa de Cristo.
Todo lo que se ha construido en el Centro de Luz de Figueira es por amor, es por una devoción que descendió de lo alto y que tocó a sus espíritus alguna vez. Fue eso lo que los trajo aquí hasta ahora para que, en estos tiempos y en este ciclo, abrieran las puertas a toda la humanidad y a todo el planeta para poder llevar el mismo impulso y la misma convicción de estar en Dios y así anunciarlo a sus hermanos, a los buscadores de la paz, a los buscadores del bien, a los que esperan por Misericordia.
Este Centro de Luz de Figueira les trae la Verdad, la revelación del Propósito y la manifestación de la Voluntad.
Después de treinta años, todo ha sido una preparación para estos tiempos actuales y para este ciclo de grandes acontecimientos, en el que la humanidad se enfrenta a un momento definitivo e interior, en el que la humanidad podrá o no cruzar el portal hacia lo nuevo.
Desde este Centro de Luz hoy también les traigo las herramientas de Dios, Sus instrumentos más perfectos que Él pidió crear y manifestar en el Universo para que existiera la Vida Universal y para que esta Vida Universal llegara a todos, a cada uno en su tiempo y en su momento; para que en el momento del despertar descubrieran el Conocimiento Sagrado y la esencia que mueve a todo este Universo, que es la Fuente del Amor de Dios.
Esa es la gran Fuente que todo lo permite y que todo lo concede, también para este tiempo actual, en el que la humanidad atraviesa sus definiciones y sus pruebas, en el que la unión con lo Alto será imprescindible para todos, para poder estar en lo cierto y en lo correcto, para ser bañado por la Sabiduría y por la Ciencia que proviene de Dios y que impulsa la manifestación y la concreción de Su Obra, no solo en las Comunidades-Luz, sino también en las naciones, en los pueblos, en las culturas que deben despertar al igual que ustedes a la luz del Centro de Figueira.
En ella se guardan aún los misterios que, algún día, la humanidad conocerá cuando su amor y su devoción a Dios sean más profundos y verdaderos. Pero para ustedes que, como servidores y como Obra fueron preparados hace mucho tiempo, este es el momento de dar a conocer al mundo lo que Dios tanto ha esperado, que a través de los Centros Sagrados y de los Centros Marianos, la humanidad recupere su inocencia y pureza para poder volver a estar en Dios y en Su Presencia, para sostener a este mundo que temblará y se sacudirá, para mantener las Bases de Luz sobre la superficie de la Tierra, en una absoluta y sagrada hermandad, para aprender a auxiliar a los que más necesitan, para poder recuperar los valores de cada cultura y de cada pueblo, para que no desaparezca la fe ni la confianza en el Padre.
Todo esto es movido por la luz del Centro de Figueira que se donó y se entregó, desde el principio, para esa tarea que hoy espiritualmente es consciente para todos, para todos los que una vez tuvieron la gracia de despertar aquí y a través de aquí, llevando en su interior esa luz que es movida por un Propósito Mayor y que está presente en este tiempo por una razón mayor.
Pero para que todo esto fuera posible, hijos Míos, Dios escogió a uno de Sus Hijos que hoy ya no está presente entre ustedes, pero sí omnipresente en espíritu, en esencia, en amor y en devoción junto a los Mensajeros del Padre y a Sus ángeles.
La esencia de luz del Centro de Figueira encarnó, se manifestó entre ustedes y trajo para el mundo la oportunidad de sobrevivir y de superar el fin de los tiempos a través del amor a la instrucción y de la devoción a lo sagrado, como también de la reverencia a la Jerarquía.
Una parte de la luz del Centro de Figueira llegó a su encuentro, para algunos hace muchos años, para otros hace poco tiempo y para otros hijos, recientemente. Pero muchos más vendrán, movidos y atraídos por esa luz del Centro de Figueira que durante mucho tiempo se pronunció a través de la palabra y del verbo, a través del conocimiento y de la instrucción que preparó sus corazones para este momento, que preparó las bases para este tiempo y que trajo para el mundo la oportunidad de sostener, sobre la superficie de la Tierra, la unión con la Jerarquía.
Esa parte de la luz del Centro de Figueira vino de un lugar muy lejano del Universo, así como muchos de ustedes vinieron en diferentes momentos y tiempos.
Esa luz del Centro de Figueira una vez despertó en la consciencia de José Trigueirinho a fin de que se construyera y se manifestara la vida en comunidad, la vida en hermandad, la vida en servicio y en oración.
El pasado no está separado del presente. La luz del Centro de Figueira se manifestó en los primeros tiempos cuando el mundo necesitaba un gran cambio en la consciencia, al igual que en este tiempo y que en este ciclo. Sus bases se fundaron, sus áreas de luz se construyeron y las almas llegaron y llegarán, porque todo está unido en un mismo propósito y en una misma esencia.
Por eso, hijos Míos, comprendan con todo esto la Voluntad de Dios y cómo esa Voluntad trabaja y se manifiesta en la humanidad y, especialmente, en los que sirven al Padre Eterno.
Hoy, 13 de julio, se cumple el fin de una síntesis de la experiencia que vivió y compartió con ustedes José Trigueirinho, no solo como hermano, sino también como alma unida a su grupo de almas. Y hoy, después de esa síntesis, una nueva etapa comienza. Una etapa y un ciclo que también repercutirá en ustedes y en la Obra, porque los frutos de la Figueira ya están maduros para cosecharlos y para donarlos en servicio al mundo y a las almas que tienen sed de la verdadera instrucción, así como la tuvieron ustedes en algún momento, hijos Míos.
Que permanezca en ustedes la ampliación de este propósito del Centro de Luz de Figueira para que, no solo aquí, sino también en el mundo, reciban el auxilio que necesitan, el auxilio que viene de la Jerarquía y para que ustedes, al igual que José Trigueirinho, sean el próximo testimonio para el nuevo tiempo.
El testimonio dejará la experiencia del amor y del servicio en la humanidad para que, como una cadena de luz y de amor, otras almas encuentren la misma oportunidad y la misma experiencia de poder servirse y nutrirse de la luz del Centro de Figueira.
Reconozcan, en este día, la gran Gracia que recibieron, aunque no sean totalmente conscientes. Y cómo esta Gracia, en este ciclo, se amplió y se compartió con las naciones y con otros pueblos.
Hoy hablamos de una Obra universal y no individual. Hoy hablamos de una Obra grupal y no personal. Este es el tiempo de abrir las puertas para todos, porque todos merecen recibir la oportunidad del despertar y de la instrucción. Es tiempo de acoger. Es tiempo de escuchar. Es tiempo de recibir con alegría al semejante, el que viene buscando la paz, la esperanza y el Amor de Dios.
Así, nunca les faltarán los impulsos de la Jerarquía y cuando se haya cumplido la gran aspiración y meta, ustedes serán precursores de este conocimiento recibido y de este Templo Sagrado que representa Figueira para la humanidad. Y así, su esencia de luz se compartirá y se ampliará en otros Centros Sagrados en los que emergerán nuevas comunidades para acoger a los diferentes pueblos y culturas, para compartir y servir en fraternidad.
Reciban este día la luz del Centro de Figueira y comulguen con ella, en renovación y en fe.
La historia deberá seguir siendo escrita. Su hermano y compañero, José Trigueirinho, fue un instrumento en las Manos de Dios. Hoy ustedes deberán ser los instrumentos en las Manos del Padre para que Él siga escribiendo Su Voluntad.
Les agradezco por escuchar y responder a Mi llamado y los invito, hijos Míos, a escuchar nuevamente este mensaje, porque en él he dejado los impulsos que ustedes necesitan para seguir adelante en la perseverancia y en la fe, en el amor al Propósito y en la devoción a la Jerarquía.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hijos, dejen que el Espíritu y el Amor de Dios los envuelva, así como hoy los colma este amanecer en este día en el que la luz interior se fortalece en cada consciencia y se vivifica bajo los rayos de la Gracia de Dios y de la presencia de Su Divino Espíritu.
Es en el nombre de Su Gracia que hoy vengo a su encuentro, que hoy vengo para estar con ustedes, con Mis queridos hijos y en este Centro Sagrado de Figueira, como en otros Centros.
Enciendo la luz de Mis Espejos para que ellos reciban los impulsos de luz de los Espejos del Cosmos y de toda la Creación a fin de que los Atributos de la Vida sigan estando presentes en la consciencia del ser humano y del planeta, y las esferas sublimes de la Creación y de toda su existencia estén más próximas de la humanidad y del mundo que sufren día a día.
Es por medio de la Luz de los Espejos del Cosmos que hoy reenciendo el espejo interior en cada corazón humano para que vuelva a recuperar su filiación con Dios y la comunión con lo alto, para que sea partícipe de la vida universal y de todo lo que vive y vibra en el Universo.
Hoy les traigo el regalo del Amor de Dios que es un presente inextinguible para sus consciencias y para este tiempo planetario; en el que el equilibrio, la armonía y la paz deben ser su camino diario, su meta y su propósito.
Hoy enciendo los Espejos del Centro Sagrado de Figueira a fin de que los nuevos árboles, que ya crecieron, den sus primeros frutos en la manifestación de los Atributos de Dios y, especialmente, de Su Voluntad a fin de que estos frutos, algún día, sean cosechados por Mis hijos del mundo entero y puedan alimentarse de la espiritualidad que Dios ha concedido y concebido en este lugar desde los primeros años de la manifestación de esta Comunidad-Luz.
Hoy los frutos de la Instrucción Sagrada son compartidos con el mundo entero y el Centro de Luz de Figueira abre sus puertas para que, con caridad y amor, acoja a las almas sufridas de la humanidad y lleve el Amor del Padre, el Amor que Él depositó desde el principio en este lugar a los que más lo necesitan, para que la esperanza no muera en el corazón humano, para que la fe no se precipite, para que la luz nunca se apague.
Yo traigo para ustedes la Luz de Mis Espejos, la Luz que existió en el principio y antes de esta creación material. Es esta Luz Divina, misteriosa y desconocida que proviene de la Fuente del Padre y de Su Universo de Amor, la que una vez tocó este suelo sagrado del Centro de Luz de Figueira y trajo para todos la Gracia del despertar de la consciencia, del reconocimiento y de la vivencia de la divinidad interior en cada ser, de la unión con el Altísimo y con Su Voluntad para el cumplimiento de Su Plan sobre la superficie de la Tierra.
He aquí la Luz de los Centros Sagrados, de los Centros Marianos, de los Centros de Amor, que emanan sus Atributos Divinos e inmateriales para el equilibrio de la humanidad y del planeta, para la experiencia y la escuela del Amor y del Perdón, para la unión infinita con Dios por encima de todas las cosas.
Hoy están ante uno de los Misterios de Dios que la Madre del Mundo devela por medio de la Fuente Divina, en unión con los Espejos del Cosmos que preparan a las consciencias para el próximo ciclo.
Sudamérica es la cuna de muchos Recintos Sagrados, en donde la experiencia del Amor de Dios está presente y aún es desconocida.
Por eso, hoy el Centro de Luz de Figueira se manifiesta en su superficie para que las puertas hacia la Misericordia Divina se mantengan abiertas y más columnas de luz se manifiesten sobre esta humanidad en la superficie de la Tierra y por medio de los corazones que proclaman su fe en el Señor.
Entren entonces, hijos Míos, al Universo de Mis Espejos y siéntanse en el vacío interior, en la entrega total, en el espíritu incondicional y en la unión perfecta con el Padre Eterno a fin de que sus vidas, hijos Míos, sean instrumentos de lo Alto, de la Voluntad, del Amor vivo que es eterno e inextinguible, que es un Amor infinito e incalculable. Es el Amor que los creó, es el Amor que los hizo partícipes de la vida, del sentimiento de la verdad, del conocimiento de lo sagrado y de la unión con el infinito.
El Centro de Luz de Figueira hoy se expresa a la humanidad y al planeta y les recuerda a sus discípulos que él siempre estará aquí para recibirlos y acogerlos, para colmarlos con sus atributos que son parte de una Verdad Divina, de una Voluntad Suprema, de un destino celestial.
Yo necesito, hijos Míos, que propaguen esa luz por el mundo, esa luz que proviene del Centro de Luz de Figueira, al igual que de otros Centros de Luz en el mundo, que son parte de la Voluntad de Dios y que desde antes de la existencia del hombre en la superficie, están presentes en el planeta para traer a las almas el Conocimiento de Dios y la búsqueda incesante de la Verdad, de una verdad que algún día alcanzarán, de una verdad que los hará libres de sí mismos, de las cadenas del error y de la culpa. Porque la esencia de esa verdad es el Amor, el Amor que proviene de la Fuente, el Amor de Mi Hijo, el Cristo, que los hace participar de la Comunión con Su Luz Celestial y con Su Vida.
Hoy la Jerarquía Celeste reenciende el Centro de Luz de Figueira para que las almas recuerden los principios que aquí fueron fundados y que se vivirán en la Nueva Tierra para el surgimiento de la Nueva Humanidad.
Una vida que estará basada en el Amor, en la Verdad y en la Unidad Divina; en la posibilidad de compartir, de amar y de entregar lo que cada uno es verdaderamente, más allá de los defectos o de las imperfecciones.
Es esa luz interior que el Centro de Luz de Figueira hoy viene a despertar en sus discípulos, en todos los que fueron tocados por la instrucción del Maestro Interior, de su compañero y amigo José Trigueirinho.
Vean como ese instrumento se entregó a Dios para manifestar la luz de los Centros Sagrados, luz que auxiliaría a la humanidad en el fin de los tiempos y que permitiría a toda la Jerarquía Celeste cumplir el Plan de intervención y de rescate de las almas del mundo por medio del despertar de la consciencia, del amor y de la oración.
Hoy están ante el paso para ser instrumentos en las manos de Dios, así como lo fue su instructor y amigo José Trigueirinho, en la simplicidad de la vida, en la acción del amor, en el sostén de las purificaciones y de las pruebas, en la fortaleza de la fe, en la ampliación de la consciencia por medio de la devoción y de la reverencia a la Divina Jerarquía.
Comulguen con este momento, comulguen con la luz del Centro de Luz de Figueira y así, en la renovación del espíritu, reciban la Paz por medio de Mis Espejos que hoy contactan los Centros Sagrados del planeta, los que en una sola Red de Luz y de Amor auxiliarán a las almas y fortalecerán a los servidores que confían plenamente en la Jerarquía.
Que Dios siempre, hijos Míos, los haga partícipes de Sus Dones, de Su Verdad y principalmente de Su Misericordia.
Que el Centro de Luz de Figueira hoy brille en cada corazón humano, más allá de conocerlo o de desconocerlo, más allá de penetrarlo o de comprenderlo.
Que la Luz del Centro de Figueira y de la Jerarquía los acompañe para que se cumpla el Plan.
Que así sea.
Los bendigo en la luz de la espiritualidad divina y de la consciencia mayor de los Espejos de la Gracia y de la Misericordia, bajo la Luz del espíritu de la Paz y de la Reconciliación.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Queridos hijos:
Cada uno de los orantes del mundo conoce y sabe sobre la realidad planetaria y sobre la importancia de sostener, en el mundo, una columna de luz de oración que haga despertar, cada día más, el Amor de Dios en los corazones y que disuelva los conflictos en las naciones y en los pueblos.
Por eso, hijos Míos, en la Vigilia de Oración de hoy, los invito a renovar sus esfuerzos y especialmente el compromiso de seguir orando por las naciones para que más milagros espirituales continúen sucediendo en la humanidad y en la vida de las personas.
Deseo, como Madre, que todos los días ustedes puedan penetrar en el misterio que guarda el poder de la oración y en los cambios físicos que el verbo orante genera en la vida planetaria como también en los Reinos de la Naturaleza.
Al día de hoy, el compromiso vivido mediante la Oración por las Naciones ha permitido, milagrosamente, que nuevos puntos de luz sean establecidos en Sudamérica, Norteamérica, África y Europa; y en breve en Centroamérica y Oceanía.
Es así, hijos Míos, que cuando un compromiso orante es vivido y asumido verdaderamente por una consciencia, no solo ella se beneficia espiritualmente al cabo de un tiempo, sino también el planeta que, como un estado vivo de consciencia, recibe una oportunidad, especialmente las naciones que fueron testigos de la depredación del hombre, del conflicto y del caos.
Por ejemplo, con la Oración por la Paz en Medio Oriente, su Madre Celeste alcanzó la aspiración, a través de los misioneros de la Fraternidad, de poder ingresar en el Líbano y así llevar el alivio interno y humano a las almas, porque el próximo Plan de su Santísima Madre es establecer una tarea humanitaria y religiosa en esa región para que África, Medio Oriente y Europa sean contemplados aún más por la Misericordia de Dios.
Todo eso es posible, así como otros acontecimientos, porque el poder de la oración trabaja y actúa diariamente en las almas que participan y acompañan la importante tarea de orar por las naciones.
Cuando una o más almas asumen ese compromiso con la Madre Celeste, lo asumen con el Padre Celestial, y el Universo puede sentir la respuesta amorosa de quien ora y se esfuerza por hacerlo todos los días.
Por eso, los llamo al tiempo de la renovación del compromiso para que aún más, en el mundo, la poderosa e invencible Misericordia de Mi Hijo salve a la humanidad.
¡Les agradezco, ahora y siempre, por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi Alma y Corazón ya están en Angola. Estoy preparada para llevar el Amor de Dios a las almas inocentes, almas pobres de espíritu.
Mi Divinidad ya está en Angola, al igual que la Gracia materna de Mi Corazón, porque Mi deseo de Madre es estar con Mis hijos de África, es poder recoger en Mi interior el amor, la pureza y la devoción de ese pueblo por la Madre de Dios.
Ellos son Mis amados y predilectos hijos, a los que quiero mucho y por los que rezo todos los días por sus vidas, así los mantengo bajo Mi divina protección.
Angola fue la nación escogida por su Madre Celeste para poder abrir las puertas al servicio humanitario y al servicio religioso.
Angola es un pueblo que es testigo de los conflictos y heredero de un sufrimiento que nunca debió vivir. Pero el fin de este cautiverio llegará y Mis hijos de Angola, como los de toda África, podrán ser partícipes de Mi Amor maternal.
Por eso en este día especial, la vida consagrada por medio de la Orden fundada por Mi Hijo ingresará en el continente africano para llevar el amor y la cura de los Sagrados Corazones, con la esperanza de que algún día la Peregrinación por la Paz visite a ese querido pueblo a fin de que Mis hijos de África se sientan más abrazados por la Madre de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La fe de Mis hijos se renueva cuando ellos, en sacrificio y bajo cualquier circunstancia, oran por amor, sabiendo de la necesidad espiritual de estos tiempos.
Por eso, queridos hijos, la oración siempre les renovará la fe y la confianza absoluta en el Padre Celestial.
La fe, que es renovada por la oración del corazón, crea un potente vórtice de luz que no solo protege físicamente a la consciencia orante, sino que todo aquello que la rodea es silenciosamente impregnado de Códigos de Luz que ayudan a las almas espiritualmente enfermas o que perdieron la confianza en Dios.
El poder de la oración, en este tiempo, obra milagros en el propio ser y lo coloca, una y otra vez, en el portal de la trascendencia y en el camino de la redención.
La oración propaga la paz y muchos más atributos, para que todo siga siendo transformado y renovado dentro de los seres, aun los que no oran tomarán consciencia, en algún momento, de la importancia de volverse hacia Dios.
¡Les agradezco por responder, en amor, a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Abro Mi Corazón para que el Universo de Dios llegue a ustedes y puedan encontrar el sentido de la Vida infinita.
Como hace 102 años atrás, retorno al mundo en este día para recordarles la importancia de su inocencia original que los llevará a encontrar la pureza. Una pureza que los salvará y los redimirá, que los hará dignos en el Señor y partícipes de Su Gracia.
La pureza original que Dios les dio, desde el principio de su existencia, no puede ser olvidada por el mundo y tampoco por los servidores de Cristo, porque los tiempos que están llegando son definitivos y colocarán a sus consciencias ante acontecimientos muy importantes de la vida planetaria.
Por eso hoy les traigo, a través de Mi Corazón, el Universo de Dios para que sientan y perciban a toda la Creación, a todas las estrellas, soles y galaxias, a toda la vida desconocida y misteriosa que la Creación guarda desde antes de este planeta.
Por eso, hijos Míos, sientan en este momento que están ante una de las Voluntades de Dios, en el momento cuando el Padre pensó en la Creación y en todo lo que vendría después de que Él emanara Su Divino Pensamiento sobre las Esferas Sublimes para que los Arcángeles, los Padres Creadores, junto con Sus huestes angélicas pudieran crear los Universos y la Vida Infinita.
Ustedes, como humanidad y como almas, son parte de un principio, son parte de un misterio que, en el fin de este tiempo, se develará para que la consciencia humana tome conocimiento de la Verdad y pueda salir, finalmente, de la ilusión en la cual se encuentra.
No dejen que las influencias de estos tiempos los hipnoticen o los puedan hacer cegar espiritualmente. Coloquen su corazón en el Corazón de la Jerarquía y siempre verán la luz en sus caminos. Siempre participarán de la revelación de los Misterios de Dios y tomarán consciencia de las grandes herramientas que el Universo guarda desde los orígenes, desde la existencia de los grandes Lagos de Luz, llamados Nebulosas, de las cuales la humanidad entera proviene.
Este es el tiempo y el momento de recuperar y de proteger los valores de Dios para que esos valores estén presentes en sus vidas. Es tiempo, hijos Míos, de que ustedes, en el nombre de Cristo y en el nombre de Su Amor, den valor a lo sagrado.
Pero para que lo sagrado esté presente en sus vidas, ustedes deben aspirar a lo sagrado, deben buscar lo sagrado por medio de la devoción y de la fe para que lo sagrado no se desvanezca del mundo y de la consciencia humana por las influencias de estos tiempos. Todos los atributos de Dios los llevarán a descubrir su verdadera Vida Divina y la razón por la cual están aquí, que no es solo una razón material o humana.
Abran las puertas de sus corazones para que sus almas puedan obrar y realizar la tarea que vinieron a cumplir.
Este es el tiempo de dar importancia a lo sagrado para que lo sagrado pueda prevalecer sobre la superficie de la Tierra y existan almas que, congregadas por Mi Hijo, puedan reflejar como espejos la Vida Divina, en un tiempo de caos y de conflicto. Eso fortalecerá la fe en la consciencia de la humanidad. Eso hará que el Amor Universal pueda estar más presente en la consciencia planetaria y que no desaparezca de los hombres la Compasión y la Misericordia de Dios.
Deben seguir siendo testigos, hasta el final, de la Presencia de Cristo en sus corazones y en sus vidas. Dios solo necesita que la inocencia no se pierda en el mundo, porque si la inocencia se pierde en el mundo la pureza no estará presente en las almas ni en los corazones, y será difícil para la mayoría de las almas porque no podrán alcanzar la Vida Universal.
Por eso, la entrega total de sus consciencias es importante para Dios, cada uno a su tiempo y a su ritmo, pero que sea una entrega verdadera, sin condiciones, porque así serán semejantes a Mi Hijo como Él lo fue, en Su entrega, cuando estuvo presente en la Tierra y los hizo partícipes de Su Palabra, de Su Buena Nueva, de Su Mensaje de paz y de reconciliación.
Dios necesita que la inocencia no se pierda en el mundo para que no se desvanezca la paz. Por eso el mundo conocerá, aún más, a los Recintos Sagrados que están presentes en la Tierra y que, silenciosamente, encienden sus principios de Luz y de Misericordia para que las almas los puedan recibir y acoger.
Lys es un Recinto Sagrado para Dios, es un lugar en donde la pureza puede ser recuperada para el mundo entero. Por eso Su Mensajera fue enviada aquí y no a otro lugar. Aquí está la Fuente de lo que el mundo necesita verdaderamente. Aquí está la Fuente que puede llenar su vacío interior y hasta aliviar su desesperación humana. Aquí está la paz, está el amor, está la cura de las esencias del mundo.
Por eso, Lys siempre reverberará y le recordará al mundo entero este lugar, tan simple y humilde para los corazones que buscan, en su interior, la unión con Dios y Sus Mensajeros Celestiales.
Esta Fuente saciará la sed espiritual del mundo y siempre podrá llevar al mundo la reconciliación para que las almas no pierdan el sentido de estar aquí y del compromiso que tienen con lo Alto.
Por eso, lo sagrado es importante en este tiempo hasta en los pequeños detalles. Me ofrezco como Madre y como Consciencia Divina a llevarlos hacia el camino de lo sagrado para que en ustedes esté presente la devoción a Dios y la confianza absoluta en el cumplimiento de Su Propósito Divino.
En lo sagrado encontrarán la verdad y en la verdad descubrirán la cura que necesitan, no solo como seres humanos, sino también como almas, como esencias.
Reverencien este momento de estar dentro de la Fuente de Lys en nombre de todos sus hermanos que esperan, con esperanza, poder sentir y vivir este espacio sagrado para recibir lo que necesitan.
Pero como el Padre es Omnipresente y Omnisciente, hoy la Fuente de Lys llega a todos como un bálsamo de luz y de paz. Detiene, por un tiempo, los conflictos del mundo, la división entre las familias, el odio entre los corazones, la enfermedad de los cuerpos y la maldad humana.
El triunfo de Mi materno e Inmaculado Corazón, hijos Míos, también se dará cuando sus vidas alcancen el atributo de lo sagrado con el esfuerzo interior, con el amor del corazón, con la devoción que pueden proclamar sus espíritus en unión a la Divina Fuente, a fin de que las Gracias sigan descendiendo al mundo y a los corazones que necesitan de redención.
Hoy derramo, como un Código de Luz en cada uno de ustedes, la oportunidad de encontrar el camino de lo sagrado para que la inocencia no se pierda en el mundo y la Verdad de Dios los haga libres de espíritu y así, se pueda cumplir Su Voluntad.
Por eso, como Madre y Mensajera, como Guardiana y Mediadora, los llevo a todos por las naciones del mundo para que puedan testimoniar, junto Conmigo, la falta de inocencia y de la pureza original. Y para que, por intermedio de los servidores de Cristo, se puedan sembrar en la Tierra los códigos de la pureza y de lo sagrado para que, en cada nación, pueda brotar una fuente de luz que renueve a los corazones y que despierte la fe en los que la han perdido por diferentes razones y motivos.
Por eso hoy, a través de Mi Corazón, los aproximo al Universo de Dios, al Origen del origen, para que a través de este Universo puedan ver y sentir las Virtudes de Dios y los Dones de Amor que Él le entregó a la Creación para que todo existiera.
En unión al Ángel de la Paz, Yo los bendigo y le agradezco a cada hijo Mío su oferta y su donación para que se cumpla el triunfo de Mi Inmaculado Corazón y la victoria del Sagrado Corazón de Jesús, en la humanidad y en las naciones del mundo.
Lys siempre será un lugar donde podrán encontrar la paz cuando la necesiten y así, abrir su corazón al perdón.
Les agradezco por responder a Mi llamado y los bendigo con la Luz del Reino del Santuario de Lys.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Tómense de Mis manos, hijos Míos, y déjense conducir por Mi Inmaculado Corazón al Origen de la vida, al Recinto de protección y de paz donde reposaban sus esencias antes de la manifestación del Pensamiento Divino en sus vidas.
Tómense de Mis manos y vengan Conmigo a la Fuente Original de la Vida, en donde habita el Amor más profundo de su Padre Creador, en donde la unidad es una realidad viva porque nada está separado de Dios.
A pesar de que recorrieron un camino de evolución y de que muchas veces se sienten separados de Dios, hoy vengo a mostrarles, hijos Míos, este Espacio Original en un tiempo en donde no existe pasado ni futuro, sino solo el presente eterno en el Corazón de su Padre Creador.
Allí la unidad se mantiene y las esencias permanecen resguardadas con sus principios originales.
Lagos de Luz, Fuentes de Paz son sus verdaderas moradas. No hay formas, solo colores, sonidos y vibraciones. La unidad se manifiesta a través de las melodías que, a pesar de que las esencias resuenan en una nota propia, forman una única música que es el canto de Dios, el canto de la manifestación de la vida.
Dejen que sus oídos escuchen y que sus almas recuerden este Espacio de protección en el Vientre de la Creación. Allí, hijos Míos, en donde la Energía Femenina los resguarda, en donde la verdad de lo que son los torna puros; no hay nada corrupto, no hay manchas, no hay dolor, solo paz y unidad con el Creador.
Dejen que sus corazones vivan la experiencia de estar allí Conmigo, porque una parte de sus consciencias nunca salió de la Fuente de Dios.
Este espacio que hoy le muestro al corazón es la conexión con lo Divino, con esta parte de sus consciencias que habita allí y que siempre les permitirá retornar a Dios y no perder la unidad con el Padre. Es el imán que los atrae hacia el Origen, la pureza que los hace retornar a la verdad de su existencia.
Hoy, hijos Míos, reciban la Gracia de estar en Dios, de estar en Paz, de estar en Mi Inmaculado Corazón, y Yo, estando en ustedes, les demuestro la unidad con la Vida.
Que la melodía celestial resuene en sus corazones y reencienda la esperanza de retornar a la Fuente, reencienda el ímpetu de ser puros y de dejarse purificar y renovar para que un día reencuentren la verdad sobre sí mismos. Verdad que es anterior a toda la existencia, anterior a los planetas y a los soles, anterior a la vida material, tanto en el Cielo como en la Tierra; verdad que habita en la unidad con la Consciencia Divina.
Mi Gracia hoy los toca, su Origen Divino los bendice, y así los curo y los amo, renovando sus compromisos con Dios para que, después de saber que hay un Origen que los aguarda, puedan dar a conocer esta realidad superior al mundo.
Yo los amo, hijos Míos, y por eso estoy aquí.
Yo los abrazo y los tengo a todos en Mi Inmaculado Corazón.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que en este tiempo se establezca la paz, para que la paz esté presente en el corazón humano.
Desde ahora y para siempre, agradezco la devoción de los corazones por la Reina de la Paz. Y en este día, del reinado de Mi Paz, derramo para el mundo entero más Gracias y Principios sagrados a fin de que se cumpla la Voluntad de Dios en los hombres y mujeres de la Tierra.
Por eso, hijos Míos, las Sagradas Geometrías de Dios cumplen en el mundo con todos los pedidos del Padre, pues ellas reflejan lo que, en este tiempo, la humanidad necesita para alcanzar la paz y la verdad que los librará de las cadenas de la ilusión y de la adversidad.
Cada vez que su Madre Celeste llega al mundo o visita alguna nación, las Sagradas Geometrías del Padre, que son perfectos diseños de luz que provienen de la Fuente del Amor y de la Unidad, descienden al mundo a través de Mi Presencia materna para que los hijos de Dios alcancen el cumplimiento y la realización de Su Proyecto de Amor y de Redención en la Tierra.
Mientras más almas despierten a Mi llamado, habrá más posibilidades de que en la humanidad se cumpla el Sagrado Proyecto de Dios que, en base al retorno de Su Sagradas Geometrías, como principios y códigos de Luz, harán de la Tierra el lugar prometido para que las almas que hoy viven sobre este planeta cumplan con Sus Designios de amor y de unidad divina.
Todo esto, hijos Míos, tiene el sentido de llevar al mundo entero a reencontrar el camino de lo sagrado y de lo bendito a fin de derrotar la adversidad y la crueldad que existen en los hombres por haberse apartado del amor.
Es así que, como Madre, Yo los conduzco hacia Mi Hijo porque Mi Hijo es el propio Proyecto de Dios manifestado en el Universo espiritual, mental y material.
Mi Hijo es el modelo perfecto para cada uno de ustedes y Él, como una sublime y Sagrada Geometría de Dios, encarnó en el mundo para testimoniar físicamente la Voluntad y la Verdad del Padre ante todo este Universo.
En Mi Hijo se cumplió ese Proyecto Divino, no solo desde Su nacimiento, sino también en la Cruz cuando, por encima de todo error y mal, Su Amor venció, demostrando al mundo el cumplimiento del Proyecto de la redención en todos los que, en aquel tiempo, cayeron y en los que están cayendo también en este ciclo, por ignorancia y falta de amor.
Pero el Amor de Mi Hijo en la Cruz dejó marcada la señal de la victoria del Proyecto del Padre y construyó el puente para que millones de almas, a lo largo de los tiempos, recuperasen su pureza original y así, definitivamente, se cerrara la puerta a la oscuridad.
Por eso, hijos Míos, como Mediadora e Intercesora, Me ofrezco al mundo una y otra vez no solo porque los amo, sino también porque, siendo testigo de la Pasión de Mi Hijo y de Su muerte, sé de la importancia de esa gran oferta que Él hizo por cada uno de ustedes.
Mi ardiente deseo de Madre es convertir sus vidas en algo sagrado para que, humanamente, existan en el mundo instrumentos de paz y de amor en tiempos de adversidad y conflicto; para que la Fuente de la Paz no acabe en el corazón de los hombres y para que las naciones sean el cumplimiento de los Sagrados Principios del Padre en toda la Creación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Dios Padre establece Sus Geometrías Sagradas a través de las peregrinaciones por las diferentes naciones y culturas del mundo.
En esa diversidad humana, el Padre intenta, por medio de Sus Sagradas Geometrías, que Sus Hijos de la Tierra retornen a la esencia de lo que eran en el principio, antes de cometer errores.
Es así que los Mensajeros Divinos van diseñando, en los planos internos, los principios de esas Geometrías y así, importantes matrices espirituales se establecen por medio del verbo, de la instrucción, de los Sacramentos, de la Misericordia y de la Gracia.
Las Sagradas Geometrías de Dios intentan que, en este tiempo, las almas recuerden sus orígenes para que en ese Origen puedan recuperar lo que perdieron de espiritual y de divino en estos tiempos, en los que la modernidad y las influencias desvían a los corazones del camino de la realización de su misión.
Por eso, los Sagrados Corazones, mientras peregrinan por el mundo, llevan a las almas hacia el camino del despertar para que el espíritu de cada ser pueda reconocer, en su interior, el Amor de Dios y unirse al Padre Eterno.
Allí, en esa unión, en esa alianza divina, el alma toma contacto con las Sagradas Geometrías que son, en esencia, las Virtudes de Dios y Su Propósito Mayor para la humanidad.
Por esa razón, cuando se cumple una peregrinación como fue ésta que acaba de concluir en Europa, la Jerarquía Divina consigue terminar de establecer, en los planos internos, esas Sagradas Geometrías, las que traen consigo impulsos de renovación para las naciones, de despertar hacia una vida de servicio desinteresado y, principalmente, esas Sagradas Geometrías establecen la paz entre los pueblos por mayores períodos de tiempo.
En ese sentido, las Sagradas Geometrías siempre se manifiestan desde el comienzo hasta la finalización de una peregrinación y ellas pueden seguir trabajando por más tiempo, aunque la peregrinación haya terminado.
Es así que un misterio se proyecta sobre la consciencia de las naciones y ese misterio se devela cuando las consciencias se adhieren al Propósito Divino, muchas veces sin comprenderlo ni conocerlo.
Pero todo propósito está basado en el amor y es ese amor el que se aproxima a las almas sufridas para que lo experimenten en la alegría de reencontrar a Dios y de poder vivir el perdón y la Misericordia.
Por eso, en cada peregrinación, nuevas Geometrías Sagradas son entregadas por los Mensajeros Divinos para que sean sembradas en la consciencia de las naciones y, en consecuencia, en la humanidad.
Todo este movimiento espiritual y divino desactiva los puntos de conflicto mundial como las bases ocultas de la explotación, de la corrupción y de la trata de personas. Así también los Reinos de la Naturaleza se ven beneficiados por las Sagradas Geometrías de Dios.
Así el planeta, como una consciencia que vive y siente, vuelve a respirar.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Luz del Corazón de Mi Hijo volvió a triunfar en todas las esencias creadas que tomaron contacto con la Obra de Amor y de Redención de los Mensajeros Divinos.
Esa Luz será perpetua, ella alimentará de atributos al espíritu y ayudará al alma de cada ser a atravesar su momento de purificación.
Esa Luz estará siempre fortalecida por la oración de Mis hijos y ella permitirá traer para todos un momento de cura y de renovación.
La Luz del Corazón de Mi Hijo es invencible y ella tocó, durante estos dos últimos meses, a las naciones de Europa y más allá de ella, porque la Luz del Corazón de Mi Hijo se multiplica abundantemente cuando, por cada lugar que los Sagrados Corazones pasan, las almas proclaman su fe y su confianza en Dios.
Eso hace de la Luz del Corazón de Mi Hijo una fuente y un manantial que está abierto espiritualmente para todos, porque la Luz del Corazón de Mi Hijo es una fuente de prodigios que las almas pueden recibir en su interior para el momento de su conversión.
Que la Luz del Corazón de Mi Hijo sea la victoria de la redención en los corazones y el bálsamo de paz para las naciones.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Así como la Luz de Dios extirpa el dolor y el sufrimiento del pasado de las naciones del mundo, así Mi Inmaculado Corazón evita que el desastre y el caos se instalen en la humanidad.
Por esa razón vengo al mundo y desciendo del Cielo como portavoz y Mensajera de Dios para llamar a Sus hijos al momento del despertar de la consciencia y a la importancia del momento de proteger y de cuidar al planeta.
Queridos hijos, hoy su Madre Celeste acompaña con amor y devoción la tarea de Su Hijo para que los frutos de la conversión y de la cura espiritual se establezcan, en aquellos espacios de la humanidad, en donde estuvo ausente la paz, el bien y la caridad.
Por medio de la insondable Misericordia Divina, Dios concede al mundo un tiempo de arrepentimiento y de penitencia a fin de que el cambio de la consciencia sea verdadero y no pasajero. Que este cambio remueva de su lugar a las naciones para que el bienestar, que ciertas naciones viven, sea compartido equitativamente con las naciones que son explotadas y sometidas por el sistema mundial creado por el hombre.
Por eso, hijos, su Madre Celeste llega a los lugares en donde ese despertar permitirá el cambio en toda la humanidad. Así la indiferencia será disuelta de la consciencia humana y todos podrán vivir la fraternidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como el canto de las aves y de los pájaros que alaban al Altísimo, queridos hijos, hoy proclamo las Sagradas Palabras de Dios para que todos los mundos internos las escuchen.
Es así que desde el Cielo desciendo a la Tierra para estar entre Mis hijos y traer a cada uno de ellos lo que necesita como auxilio y alivio en este intenso momento de purificación.
Por ese motivo desciendo, una vez más, sobre Alemania y este descenso de su Madre Celeste también repercute en las demás naciones hermanas de Europa, las que son tocadas por la Misericordia de Dios a fin de que las almas despierten al encuentro de su realidad divina y espiritual.
Este es el tiempo en el que Dios concede al mundo no solo el afluente de Su Paz, sino también la Obra de Su Misericordia para que, de verdad, exista un cambio en la consciencia humana. Un cambio que ayude a aliviar al planeta y a todo lo que los Reinos de la Naturaleza reciben de parte del hombre de superficie.
Queridos hijos, es así que, por primera vez, su Madre Celeste llega a la ciudad de Frankfurt al encuentro de almas buenas, almas que deben borrar para siempre su pasado, su historia y su sufrimiento para que vuelva a nacer la flor de Dios y vuelva a iluminarse la esencia de cada hijo Mío que, en servicio y caridad a Dios, podrá ayudar a cambiar el mundo por medio de la fraternidad, podrá concebir en sí mismo esa consciencia que necesita tener la humanidad en este tiempo para aprender a escuchar a Dios y para cumplir Su propósito en este Universo.
Hijos Míos, vengo decidida a que Europa pueda abrir, aún más, las puertas a la Jerarquía así como Alemania lo ha hecho al recibir y acoger con amor a los Sagrados Corazones. Eso también elevará el espíritu de la Iglesia y hará, por medio de su cuerpo místico, que los frutos de la conversión de los hombres concedan al mundo un mayor tiempo de paz.
Es así, que hoy su Madre Celeste está presente en Frankfurt porque es uno de los lugares de Alemania que fue contemplado por la Divinidad para poder llevar adelante las Obras de Dios que beneficiarán, espiritualmente, a Alemania y al resto de Europa.
Por eso, a través de la luz del Espejo de Mi Corazón vengo a encender, por medio de la oración, la luz del espejo de cada corazón para que en este ciclo se establezca, en los planos espirituales, una importante red de comunicación divina entre las esencias y Mi materno Corazón.
Todo esto será posible por la fe y la oración continua de todos, efectos que repercutirán en el planeta y en su humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando se abren las Puertas del Cielo para que su Madre Celestial llegue hasta aquí, el Tiempo de Dios se une al tiempo del mundo y una realidad superior se hace visible, transformando con su presencia las capas de la ilusión de la vida sobre la Tierra.
Traigo Conmigo la realidad sublime del Paraíso para que puedan sentir la Gracia de estar en Dios. Cada vez que Me aproximo al planeta, la presencia de este Reino Celestial transforma un poco más la vida sobre la Tierra y auxilia a la humanidad para que encuentre la Verdad de la vida superior y la viva.
Vengo en este tiempo a concretar la Misión espiritual que Dios Me concedió y a manifestar las profecías que fueron anunciadas a lo largo de la evolución humana y que hoy deben ser vividas.
Estoy despertando a los corazones de los que deben preparar el Retorno de Cristo a este mundo a través de la oración y de la entrega incondicional de sus vidas, porque para eso vinieron a este planeta. Sus almas, hijos Míos, se están preparando para ese momento desde el principio de su creación. Llegó la hora de manifestar y de vivir el Propósito de Dios para sus vidas y eso sucede cuando despiertan definitivamente y comprenden el tiempo que están viviendo como humanidad.
Vengo a conceder estas mismas Gracias insondables a las consciencias de las naciones y a la esencia del planeta; de forma que, por la intercesión de unos pocos, muchos tengan la oportunidad de retornar a Dios.
Ustedes ya saben que cada vez que llego a una nación es para arrancar con Mis santas manos las raíces del mal, del sufrimiento y de la ilusión que, desde hace siglos, se fueron adentrando en las consciencias de los hombres para estimularlos al mal, a la indiferencia y al desamor.
Estamos en el tiempo de una gran batalla espiritual, hijos Míos, la que, a diferencia de los conflictos de este mundo, se vence con el amor, con la unidad, con la oración y con la persistencia en la fidelidad a Dios y a Su Propósito.
Esta batalla es más profunda que lo que fue descripto en el Apocalipsis de Juan y más amplia que las dimensiones de la vida sobre la Tierra. Ella comienza en lo más profundo de los corazones de los hombres, en donde la consciencia debe luchar consigo misma para permanecer en el amor y en el Propósito Divino, y después más allá de las dimensiones de la vida material, esta batalla adquiere proporciones mayores y más profundas y para vencerla los corazones deben alcanzar grados mayores de amor, de consciencia y de despertar.
Por eso estoy aquí. Yo soy su Madre Celestial, Aquella que sostuvo al Redentor hasta los pies de la Cruz y que, lavada por Su Sangre, se comprometió a sostener la cruz de cada uno de Sus compañeros hasta el final del fin de los tiempos. Estoy aquí, guiando sus pasos y sustentando sus corazones y sus consciencias a través de Mi permanencia en el mundo.
Confíen en Mi presencia, hijos Míos, porque lo que vengo a hacer en sus vidas es manifestar la Voluntad de Dios y auxiliarlos para que ayuden a este mundo y más allá de él, para que sean los precursores de un Amor nuevo para toda la Creación.
Hoy quisiera conducirlos a un despertar profundo para que sientan la Verdad y el Reino de Dios. Por eso, oren con el corazón para que el Reino de su Padre descienda hasta aquí y les dé a conocer no solo Su Paz, sino sobre todo Su Gracia, Su Verdad, Su Sabiduría y Su despertar.
¡Yo los bendigo y les agradezco por responder con amor a Mi llamado!
Los aguardo en oración.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Escuchen al Trono de Dios, sientan Su Divina Presencia. Sus amarras son liberadas, su pasado es borrado por la Fuente poderosa de la Voluntad de Dios y de la divina Gracia.
Escuchen la Voz de Dios en su interior. Proclamen Su grandeza y Su victoria en la superficie de este planeta y más allá de este universo.
Sientan el gozo de Dios. Participen de la comunión con Su Espíritu para que sus heridas se cicatricen, para que sus corazones se abran y reciban del Cielo la Misericordia divina, no solamente ustedes hijos Míos, sino también sus hermanos, el prójimo, el que sufre silenciosamente, el que hoy no está aquí ante la Presencia de Dios y de Su poderoso Trono por medio de su Madre Celeste.
Hoy quiero construir dentro de ustedes un nuevo templo. No es una nueva iglesia, es un templo en donde Dios pueda encontrar reposo y consuelo de parte del corazón de los hombres que lo reciben y lo acogen en su universo interior.
Por medio de estas Leyes Universales que hoy actúan aquí, las puertas de la Luz y de todo el Cosmos borran el pasado aun más profundo de Alemania para que los corazones ya no sientan el peso del sufrimiento, sino la victoria de la Luz y del Amor que ingresa al mundo desde el Universo de Dios por medio de Mi Materno e Inmaculado Corazón, que les trae la Luz de la Gracia y de la Redención que también proviene de Mi amado Hijo.
Por eso, sientan sus espíritus liberados. Sientan sus almas tocadas por la Luz de la redención, contempladas por la Faz de Dios que muestra Su Gloria y Su infinita Misericordia para con el mundo entero.
Reciban entonces, hijos Míos, por medio del servicio de Su Sierva fiel, los méritos que Cristo alcanzó en este planeta, méritos que aún son misterios y que algún día se revelarán al mundo para que el mundo entero sepa, conscientemente, quién es el Rey de reyes y de dónde Él provino una vez para poder auxiliar a la humanidad de su gran perdición.
Por eso, el tiempo de Su Segundo Retorno se acerca y sus corazones ya deberán estar preparados porque Él vendrá sin avisar, sin hora y sin tiempo. Pero llegará en un momento culminante en el que la definición de la consciencia de la humanidad estará en juego.
Pero el amor y la luz de todas las oraciones que provienen del corazón de Mis hijos y que colman, día a día, a los Cielos serán el verdadero y único testimonio de la intervención de la Misericordia, para los que aún no despertarán a tiempo ni tampoco sentirán a Dios en su corazón.
Pero Yo vengo como la Madre mediadora, intercesora, como la Madre Universal, la Madre que trae el Amor de Dios al mundo para que este Amor como un gran manantial, infinito e inmutable bañe a cada alma del mundo para que tenga la Gracia de encontrar a Dios en su interior.
La columna espiritual de fe que sostendrá a cada hijo Mío no será solamente su oración, sino también su bondad, su caridad, su servicio y su misericordia y principalmente, su unión con Dios, el Creador del Cielo y de la Tierra, de todo lo visible y de todo lo invisible, de todo lo inmaterial y de todo lo material porque el Padre está en todo.
Por eso, Él envía a Su Mensajera. Envía de nuevo a Su propio Hijo, el que murió en la Cruz por ustedes y por toda la humanidad. Envía a Su Siervo fiel, San José, para que los corazones aprendan a humillarse y a rendirse, para que la soberbia y la ceguera humana que es profundamente espiritual, y que muchos no perciben, no siga sacando del camino a Mis hijos porque Yo Soy su Madre, Soy su eterna Madre, la Madre que llora por Sus hijos en silencio y en oración, una Madre que desea ser escuchada como muchas madres que hoy hay en el mundo y que no son escuchadas por sus hijos.
Dios les ha dado una Madre fiel, una Madre que los aceptó, que los recibió con todo Su Amor a los pies de la Cruz y que tuvo en Sus manos la Sangre de Cristo y el Cuerpo flagelado del Señor.
Todos esos atributos, hijos Míos, guardados en el espíritu del Arca de la Santa Alianza, hoy llegan a Alemania y a Europa para que los corazones confíen que Dios no los olvidó, que Dios siempre los escuchó, que Dios a través de sus Mensajeros llega aquí, a esta ciudad, a este pueblo, a esta nación para renovarla, para curarla, para volver a encenderla en el Amor que proviene de la Fuente, en un Amor que una vez terminó, en un Amor que fue flagelado y herido por los hombres y por las guerras.
Pero el Amor nunca muere. El Amor es eterno e invencible. Es este Amor inmutable e infinito que hoy Dios les trae para renovar sus almas y sus esencias, para renovar su pueblo y su cultura por medio de las demás naciones hermanas no solo de Europa, sino también del mundo que como pueblos y culturas, lenguas y experiencias diferentes se unen bajo un mismo propósito de complacer a Dios a través de la oración del corazón. Un instrumento tan perfecto y tan simple que Yo les enseñé por medio de cada aparición sucedida en la humanidad, a través de las décadas y de los últimos tiempos Yo les enseñé a orar, así como el Arcángel Gabriel Me lo enseñó.
Hijos Míos, la oración siempre los hará triunfar y crecer. La oración les hará percibir su estado de ignorancia y de indiferencia porque la oración los transformará y los colmará, porque la oración es un don del Amor de Dios, de un Amor que nunca se rinde y que nunca se acaba.
Es este Amor, hijos Míos, que hoy en Frankfurt y en Alemania abraza a todo su pueblo cumpliendo en esta peregrinación, dentro de Alemania, el segundo Propósito de Dios porque el primero fue en Múnich, el segundo es aquí en este día y el tercer Propósito de Dios será en Berlín, en donde la Luz misericordiosa de Mi Hijo, bajo la adhesión de todos Sus colaboradores y servidores, triunfará.
Por eso, hoy también los bendeciré con Mi Gracia, no solo trayendo la Luz de Mi Gracia para Frankfurt, sino también para todos los corazones, especialmente, para los que hoy se consagrarán como Mis hijos a través del voto de no solo vivir a Dios en su interior por medio de una vida orante, sino también en el servicio importante de expresar el amor al semejante, a cada corazón de Alemania que aún debe curar sus heridas del pasado por un Amor que todo lo renueva y todo lo cura, por este Amor que hoy les traigo desde el Cielo, desde el Corazón de este Universo.
Que vengan aquí los que hoy se consagrarán.
Escuchando el himno de su consagración, hijos Míos, recibirán Mi bendición de Madre, así como Dios lo desea en este momento, porque es Dios el que renueva todas las cosas, el que trae la Luz al mundo por medio de los corazones que se abren para vivir el encuentro íntimo con Él, en la plenitud de Su Espíritu y de Su Gracia; Espíritu de Dios que trae la Paz y la Redención a las almas.
Hoy les dejo el compromiso, hijos Míos, de unirse a la Oración por la Paz por Alemania, Suiza y Austria porque la Obra de su Madre Celeste y del Sagrado Corazón de Jesús continuará.
Hoy estamos de nuevo aquí con ustedes, hijos Míos, pero volveremos a estar a pedido del Padre Celestial porque Mi deseo de Madre, como consoladora e intercesora, es que toda Alemania reciba la Gracia de Dios, por cada ciudad que pasemos, para que toda su cultura y todo su pueblo sea renovado por este Amor transfigurador que viene del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Yo los bendigo y les entrego, en el nombre del Amor, una rosa de este altar que son bendecidas por el Cielo para que las almas siempre recuerden la belleza del Padre, el aprecio infinito de Su Amor y de su Madre Celeste.
Alegren sus corazones y canten el himno de su consagración para agradar a Dios y a todo el Universo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
¡Les agradezco por haber respondido a Mi llamado!
Le agradezco a Frankfurt por haberme recibido.
Les agradezco de corazón.
Dios los bendiga siempre.
Hasta pronto.
Queridos hijos:
Por obra de una Gracia mayor de Mi Hijo, la Peregrinación por la Paz en Europa vivirá sus grandes y últimos impulsos en las ciudades que los Sagrados Corazones todavía no visitaron.
Es por esa razón que hoy Mi Corazón Inmaculado puede declararles y anunciarles a todos, que está en un profundo gozo porque Mi Hijo llamó a Sus apóstoles para que lo siguieran en una importante misión que, para Europa y más allá de ella, representará la posibilidad de que un Rayo de luz y de esperanza pueda tocar lugares de este continente que hasta ahora no fueron contemplados por la Misericordia de Dios.
Eso también significa la oportunidad espiritual de que una alianza, oculta y silenciosa a los ojos de los hombres, se establezca a fin de que Mi materno Corazón triunfe en una región de este herido continente que, hasta ahora, la luz de Mi Corazón Inmaculado no pudo tocar.
Tuvieron que pasar más de cinco años de Vigilias de Oración continuas para que esta Gracia extraordinaria fuera concedida a Europa y más allá de ella, después de todo lo que vivió y sufrió en las últimas décadas.
Es así, queridos hijos, que su Madre Celeste en los próximos días y antes de que la Peregrinación por la Paz finalice, tocará con Su Luz y Amor espiritual una región del planeta que en los últimos dos mil años nunca recibió nada espiritual ni celestial.
Ese es el motivo y la razón de Mi gozo maternal porque para toda la humanidad significará la Gracia de poder seguir escuchando a Dios y también, a través de la intervención angélica, hacer triunfar Mi Inmaculado Corazón así como lo anuncié, urgentemente, en Fátima.
De esa forma, después de cien años de Mis Apariciones en Portugal, se concretará parte del tercer secreto de Fátima en esas fechas culminantes de los próximos días. Como todo el tercer secreto de Fátima no fue revelado, conforme lo solicité en 1960, ahora el Plan vivirá un giro importantísimo para que, en este tiempo actual, el resto del tercer secreto se cumpla según lo pensado, lo contemplado y lo meditado por el Altísimo.
Es en este día, en esta Vigilia de Oración del 12 de junio de 2019, que la Madre Celeste comenzará a llevar adelante esa especial Voluntad de Dios para que el mundo no pierda la paz y se ponga fin a todo tipo de guerra y hambre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que Mis Palabras queden en sus corazones, para que las semillas de Luz, que hoy les entrego, en poco tiempo puedan brotar y algún día ser árboles fructíferos; los que, en más donación y entrega, estarán al servicio espiritual de Dios.
Por eso, hijos Míos, para conservar y proteger las semillas que les entrego solo deben mantener el ejercicio diario de la oración. Porque la oración será como una lluvia que caerá sobre esas semillas para que, en tierras fértiles, se puedan expresar y manifestar como sagrados atributos que permitirán, en unión al Padre Celestial, mantener sobre la superficie de la Tierra los Códigos de Luz que el mundo necesita urgentemente, para poder atravesar, en el amor, los tiempos de transición.
Cada gesto de amor para con el Padre Celestial permitirá que Su Reino Celestial también pueda estar más presente en la humanidad y, especialmente, en el interior de Sus hijos.
A pesar de los tiempos difíciles de pruebas, nunca dejen de orar de corazón, para que la oración siempre los conduzca a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi Corazón, hoy, ilumina de manera especial a Alemania y a sus naciones hermanas para que las almas reciban el consuelo y la cura espiritual que necesitan para llevar adelante una nueva etapa, un nuevo tiempo que estará lleno de aprendizajes y de momentos de amor.
Como Señora de Schoenstatt, Me presento nuevamente a ustedes para que, dentro de cada hijo Mío, se vuelva a confirmar la filiación espiritual con su Madre Celeste.
Con alegría, su Madre y Reina de Schoenstatt retorna a Alemania, pero esta vez su Madre Divina irá abriendo las puertas celestiales para que el amado Hijo pueda trabajar y obrar espiritualmente en un área de Alemania en donde aún no llegó la Misericordia de Dios y que el Divino Hijo traerá consigo para liberar a los corazones y curar a las almas enfermas de espíritu.
Es así, Mis hijos de Alemania, que la Jerarquía Espiritual, al poder trabajar con tres ciudades de Alemania: Múnich, Frankfurt y Berlín, podrá ampliar el efecto positivo de su propósito en los planos internos, y todo esto es posible por la adhesión de algunos de Mis hijos de Alemania, Suiza y Austria, que en los últimos tiempos y después de Mi última visita respondieron a Mi llamado.
Por esa razón, hoy no solo los invito a que se renueven en la presencia del Amor de su Madre Celeste, sino también a que abran más sus corazones a todos los que a partir de este ciclo deberán llegar para formar parte de los ejércitos de la oración.
Este es un día especial porque, nuevamente, el Amor de Mi materno Corazón triunfará en Alemania, y hasta el próximo año nuevos frutos se manifestarán a fin de seguir profundizando en la Obra Redentora de Mi Hijo.
Agradezco profundamente la respuesta, la adhesión y el acogimiento de cada hijo Mío que hoy se congrega aquí para estar ante la Madre de Dios para orar y compartir un momento de elevación de la consciencia, a fin de que la consciencia de la humanidad sea elevada y sostenida por la oración devota de todos.
Les dejo Mi bendición de Madre y les declaro Mi Amor por su país.
Que la Señora de Schoenstatt siga siendo para ustedes la fuente de reverencia, de devoción y de admiración.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora de Schoenstatt
He aquí a la Señora de todos los pueblos y de todas las razas que viene a su encuentro con la potestad del Cetro de Dios en Sus manos, con el amor de las estrellas del cielo en Su Corazón.
He aquí a la Madre y Señora de todos los pueblos del Cielo y de la Tierra, Madre de los hombres, de los ángeles y del Hijo de Dios que viene a su encuentro, trayendo la paz en Su Corazón, derramando Gracias de Sus manos.
Mi Corona de Estrellas derrama Misericordia sobre el mundo. El Cetro de Dios, en Mis manos, detiene a la Justicia que desciende sobre las almas; porque, a pesar de la indiferencia y de la ignorancia de los hombres ante las cosas celestiales, el Amor de Dios por Sus hijos no tiene fin.
Hoy vengo, hijos, por un pueblo que debe recobrar su fe en Dios y su espiritualidad, arrancando de la consciencia las raíces del mal, de la separatividad, de la injusticia y del desamor.
Vengo a mostrarles las puertas de la Iglesia Celestial de su Padre Creador y el camino a través del cual llegarán a ella, independientemente de su cultura, raza o credo en esta Tierra.
Vengo a conducirlos a la conversión del corazón, de la consciencia y de la vida; no para mostrarles una nueva religión, sino para llevarlos a un nuevo patrón de vida, en el que sus corazones se unen a Dios a través de la transparencia, de la verdad y del amor y expresan esta unidad con sus hermanos a través del servicio, de la fraternidad y del amor al prójimo.
Vengo unir el Cielo y la Tierra, en un sacerdocio de perdón y de cura que Mi Hijo Me concedió en la Cruz.
Vengo a guiar a los apóstoles de los últimos tiempos y a los santos de los últimos días; despertándolos y congregándolos, dentro y fuera de la Iglesia, porque no es solo en las Iglesias de la Tierra en donde están los hijos de Dios y los compañeros de Cristo. Yo vengo a buscarlos en los cuatro puntos del mundo porque llegó la hora de despertar.
Mi Corazón prepara la llegada del Mesías al mundo y, así como una vez lo gesté en Mi Vientre y abrí las puertas para que Su Espíritu, Su Alma, Su Cuerpo y Su Divinidad estuvieran en la Tierra entre los suyos; hoy, hijos, vengo a preparar Su Retorno junto a ustedes. Vengo a anunciar la buena nueva de Su llegada al mundo y a preparar a los rebaños que acompañarán al Pastor en la institución de una Nueva Vida.
Él vendrá más brillante que mil soles, con el resplandor de Dios en Su Corazón. Su Faz se mostrará a todos con verdad y poder, más transparente que lo que Él se mostró a Sus apóstoles en Su Transfiguración. Su Presencia hará visible las miserias y las virtudes de los hombres y, con una simple mirada, derribará las estructuras de las falsas espiritualidades de la Tierra. Y los que no supieron amar comprenderán sus errores y se arrepentirán, pero para algunos ya será tarde.
Por eso, hijos Míos, el Redentor envía al mundo a Su Sierva, no para amedrentar a los corazones, sino para despertarlos, para mostrarles el camino de la Misericordia y de la Gracia de Dios.
Vengo para que sus corazones reconozcan los desvíos de sus vidas y se reconcilien con Dios, mientras hay tiempo.
Vengo para que haya amor en los corazones de los hombres y para que este mismo amor pueda curar las manchas y las heridas más profundas de la consciencia de las naciones.
Vengo a decirles y a mostrarles que, a través de la oración, curarán a sus corazones y a sus naciones de todos los errores del pasado.
Vengo para que se arrepientan, hijos, en nombre de la humanidad y que clamen a Dios, de corazón, por una Gracia mayor, porque ella ya está en Sus Manos, pronta para derramarse sobre el mundo, solo basta que le digan "sí".
Hoy reciban con amor Mis palabras y oren Conmigo por un bien mayor. Sientan Mi Presencia en sus corazones. Que Mi Amor les revele un hombre nuevo en su interior para que, a partir de hoy y para siempre, no sean los mismos, sino que estén perpetuamente unidos en amor a su Padre Celestial.
¡Yo los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado!
Su Madre María, Rosa de la Paz
Hoy solo quiero que sientan Mi Corazón de Madre, un Corazón que sufre por el mundo, un Corazón que padece por la humanidad que no escucha a Dios y no le responde, un Corazón que intercede por ustedes, por sus hermanos, por todos los que sufren y padecen en estos tiempos.
Hoy ese Corazón salvífico, en el nombre de Jesús, se entrega a la humanidad, una y otra vez, para traer a las almas la Gracia de Dios.
Vengo a ofrecerles Mi dolor de Madre para que ofrezcan sus pequeños dolores del día a día, sabiendo que asumir a este planeta significa un gran sacrificio y una gran entrega que Dios puede contemplar, con amor, de parte de cada uno de Sus hijos.
Así, sus pequeños dolores se transformarán cuando, como apóstoles de Cristo, asuman este planeta que sufre y padece día a día.
Es así que hoy vengo como Madre de la Creación, como Madre Naturaleza, como la Madre del Mundo que contempla la Tierra todo el tiempo y que intenta llevar a Sus hijos hacia Dios para que cada uno de ellos encuentre la luz interior que habita más allá de las adversidades, de la oscuridad o del mal.
Yo vengo a despertar en el mundo y en este tiempo final, esa Luz Crística que existe en cada uno de Mis hijos, que es sometida y juzgada, que es oprimida y olvidada por muchos seres de la Tierra que se olvidan del Dios interior para sustituirlo por el dios de las modernidades.
Yo vengo a abrir los ojos de la consciencia humana por medio de los impulsos espirituales que traigo del Cielo, no solo para poder liberar el tiempo presente, sino también el tiempo pasado que, lleno de errores y de malas acciones, debe ser transmutado y curado por la intervención de la Madre de Dios, con la ayuda poderosa del Divino Hijo.
Es así que vengo a traer Paz donde hoy no existe. Vengo a traer un mensaje de esperanza y de renovación, sabiendo que Cristo, Mi amado Hijo, espera que lo puedan encontrar dentro de ustedes por medio de la vivencia preciosa de los Sacramentos, legado que Él dejó para la humanidad hasta que Él pueda retornar por segunda vez a la Tierra.
Todos los que son sacramentados reciben la Luz espiritual de Mi Hijo. Todos los que comulgan del Cuerpo de Cristo reciben la Luz de Dios, que los impulsa al cambio y a vivir perfectamente el camino de la redención.
Hoy vengo por una Alemania que está cambiando y que, lentamente, despierta al llamado de Dios así como Mi Hijo lo necesita en este tiempo, para que más soldados Suyos se presenten para vivir el camino del apostolado y del servicio incondicional por los demás, por este planeta y por los Reinos de la Naturaleza, que necesitan sentirse amados y respetados por el hombre.
Todo eso, hijos Míos, colaborará con el Plan del Retorno de Cristo.
En esta tarde de Luz en la que una Gracia especial desciende sobre ustedes, Gracia que no permite que el mal actúe, pero sí que los corazones despierten a la gran convocatoria del Creador, hoy comienzo aquí, hijos Míos, en esta ciudad de Múnich, a preparar la tierra, una tierra fértil en los corazones de los hombres, que recibirá las semillas de Luz que hoy su Madre Celeste siembra para que Cristo pueda recoger, cuando Él vuelva, los frutos de la redención y de la conversión, no solo en la vivencia consciente de los Sacramentos, sino en el camino fervoroso de la oración del corazón que transforma la vida y la consciencia, y que permite a las almas del mundo percibir la realidad de este tiempo y la verdadera necesidad de este planeta.
Yo los invito, hijos Míos, como su Madre, a que Me acompañen y Me sigan por todo lo que la Jerarquía Espiritual espera realizar en Europa y en el mundo, por todos los Proyectos que tiene Mi Hijo, que deben despertar en sus corazones y naciones, y que permitirán colocar al continente europeo en una preparación necesaria, espiritual e interior, para poder recibir a Mi Hijo, el Cristo.
Él viene, primero, en divinidad y en alma antes de venir físicamente, para que despierte en ustedes la Luz del Cristo interior que los ayudará y los auxiliará en su purificación interior y en el apoyo incondicional a sus hermanos que también vivirán su purificación en el fin de estos tiempos, para finalmente alcanzar la Gracia de Dios de estar en Su Reino de Gloria y de Luz.
A través de Mi Corazón y de Mi Alma, hijos Míos, Yo traigo para ustedes y para todos los que hoy Me escuchan la Luz de Mi Hijo, como una corriente que proviene del Cielo y del Universo Espiritual, para que sus almas sean fortalecidas y sus espíritus sean renovados por el impulso maternal que hoy les trae Mi Corazón, de no solo compartir y vivir el dolor de la Madre del Mundo, sino también de trabajar junto a la Madre Celeste por la redención de los corazones más perdidos, para que los más perdidos y olvidados tengan la misma Gracia, la misma Misericordia y el mismo perdón que ustedes recibieron, hijos Míos, cuando dejaron entrar a Mi Hijo en su mundo interior y cuando dejaron entrar a la Madre de Dios en el templo de su corazón.
Hoy veo muchas necesidades en el mundo. Mientras estoy aquí con ustedes, hijos Míos, Yo estoy con el resto de la humanidad, bajo la Omnipresencia del Todopoderoso, y trabajo junto con el Padre Celestial por las naciones del mundo que necesitarán reencenderse en el Amor de Dios para que, algún día, muchos más que ustedes sientan en su corazón el toque de la Gracia de Dios que vendrá a su encuentro como vino al encuentro de ustedes cuando sintieron a Dios en su corazón y lo reconocieron, no solo como una Consciencia y una Fuente Divina, sino también a través de los Sacramentos que Mi Hijo les dejó como un tesoro espiritual, como puertas que se abren para encontrar al Universo de Dios.
Hoy las Leyes Universales comenzarán a descender sobre Alemania y sus naciones hermanas, porque un nuevo Reino, un Reino de Luz y de Misericordia, deberá establecerse en los corazones para que el Cristo los pueda encontrar cuando Él retorne en Su Gloria, en Su mayor expresión de Luz, así como Él lo prometió antes de ascender a los Cielos.
Por medio de este encuentro con el Universo Espiritual del Padre, hoy Mi corazón de Madre trae Gracias para los que se han decidido, en esta tarde, a consagrarse como Mis hijos y a comprometerse a trabajar espiritualmente en su proceso de consagración consciente, como almas y como consciencias, como apóstoles de Mi Hijo que escuchan el llamado de Dios al servicio incondicional por la humanidad.
Que vengan aquí los que hoy se consagrarán para que Yo los pueda bendecir. Escuchando la versión instrumental del Himno de su Consagración, colocamos, hijos Míos, ante el Padre Celestial, esta oferta.
Y así como en encuentros anteriores entregué Rosas de Luz para que se abrieran en los corazones de Mis hijos; hoy también Yo les entregaré Rosas de Luz para que, por medio de estas rosas ofrecidas a Mi Corazón Inmaculado, encuentren dentro de ustedes el verdadero sentido de la belleza interior que Dios les colocó cuando Él los creó, a Su imagen y semejanza, como esencias para que lo pudieran imitar, para que lo pudieran expresar como la belleza que el Dios Vivo es y siempre lo será en ustedes, por toda la eternidad.
Hagan valer, hijos Míos, la posibilidad de expresar su belleza interior en Dios, para que Dios, por medio de ustedes y de sus hermanos, pueda expresar en las naciones los Atributos Espirituales que vendrán, antes de la llegada del Cristo, para despertar a los corazones al Universo Mayor.
Hoy los bendigo con la Luz de Mi espíritu y de Mi alma, así como el Arcángel Gabriel, en el nombre del Padre, bendijo a Su Sierva fiel para que comenzara a vivir su importante misión en la Tierra.
Hoy sus almas, hijos Míos, son colocadas ante ese camino para comenzar a vivir la misión espiritual que vinieron a cumplir a la Tierra, no solo como almas de Alemania, sino como apóstoles del mundo que se abren para recibir la Luz de Cristo Interior, la Luz redentora y triunfadora del Sagrado Corazón de Jesús.
Estas flores, que hoy su Madre Celeste bendice, no solo tienen el motivo de expresar en ustedes la belleza de Dios, la gran posibilidad de amar incondicionalmente al mundo y a las almas que sufren, sino también para que ustedes, hijos Míos, despierten los Dones de Dios que algún día serán los talentos que Cristo vendrá a buscar en Su Segundo Retorno para unir a los ciento cuarenta y cuatro mil en un solo pueblo, en una sola cultura, en una única humanidad, en la humanidad del Amor y de la Misericordia de Dios.
En agradecimiento al Padre Eterno y a Su Fuente de Gracia Divina, rezarán a su Madre Celeste un Ave María para que el Padre reciba en Su Corazón el rayo de gratitud, de reverencia y de devoción que en esta nueva etapa deberá abundar y expresarse en Alemania.
Oración: Ave María (en alemán).
¡Les agradezco por haber respondido a Mi llamado!
Que la Gracia de Dios, el Amor Divino del Hijo y la Luz del Espíritu Santo estén en ustedes y en toda Alemania.
En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo.
Escucho el himno de su consagración.
Queridos hijos:
Que la Paz universal de Mi Hijo esté en sus corazones y que esa Paz les ayude a fortalecerlos en el tiempo y en el sacrificio por Cristo para que, permeados por la Paz universal del Señor, aprendan todos los días a sobrellevar los desafíos y las pruebas de estos tiempos.
Que en la Paz universal de Mi Hijo ustedes encuentren la confianza de Dios, la que los renovará y los colmará de todos Sus Dones a fin de que el camino del apostolado sea vivido, cada día más, con mayor entrega y disposición ante las necesidades de la humanidad y del planeta.
Queridos hijos, hoy Dios contempla en Su Paz universal, el verdadero esfuerzo de Sus criaturas, de todos los que se dispusieron y se ofrecieron como discípulos de Mi Hijo.
Como Madre protejo y cultivo la paz interior en ustedes para que, a pesar de la adversidad de estos tiempos, siempre, Mis queridos hijos, tengan entusiasmo y valentía para servir mejor, cada día, al Señor del Amor.
Hoy les dejo la Paz universal de Mi Hijo para que, internamente, sea difundida en todos los rincones de la Tierra.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más