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Tómense de Mis manos, hijos Míos, y déjense conducir por Mi Inmaculado Corazón al Origen de la vida, al Recinto de protección y de paz donde reposaban sus esencias antes de la manifestación del Pensamiento Divino en sus vidas.
Tómense de Mis manos y vengan Conmigo a la Fuente Original de la Vida, en donde habita el Amor más profundo de su Padre Creador, en donde la unidad es una realidad viva porque nada está separado de Dios.
A pesar de que recorrieron un camino de evolución y de que muchas veces se sienten separados de Dios, hoy vengo a mostrarles, hijos Míos, este Espacio Original en un tiempo en donde no existe pasado ni futuro, sino solo el presente eterno en el Corazón de su Padre Creador.
Allí la unidad se mantiene y las esencias permanecen resguardadas con sus principios originales.
Lagos de Luz, Fuentes de Paz son sus verdaderas moradas. No hay formas, solo colores, sonidos y vibraciones. La unidad se manifiesta a través de las melodías que, a pesar de que las esencias resuenan en una nota propia, forman una única música que es el canto de Dios, el canto de la manifestación de la vida.
Dejen que sus oídos escuchen y que sus almas recuerden este Espacio de protección en el Vientre de la Creación. Allí, hijos Míos, en donde la Energía Femenina los resguarda, en donde la verdad de lo que son los torna puros; no hay nada corrupto, no hay manchas, no hay dolor, solo paz y unidad con el Creador.
Dejen que sus corazones vivan la experiencia de estar allí Conmigo, porque una parte de sus consciencias nunca salió de la Fuente de Dios.
Este espacio que hoy le muestro al corazón es la conexión con lo Divino, con esta parte de sus consciencias que habita allí y que siempre les permitirá retornar a Dios y no perder la unidad con el Padre. Es el imán que los atrae hacia el Origen, la pureza que los hace retornar a la verdad de su existencia.
Hoy, hijos Míos, reciban la Gracia de estar en Dios, de estar en Paz, de estar en Mi Inmaculado Corazón, y Yo, estando en ustedes, les demuestro la unidad con la Vida.
Que la melodía celestial resuene en sus corazones y reencienda la esperanza de retornar a la Fuente, reencienda el ímpetu de ser puros y de dejarse purificar y renovar para que un día reencuentren la verdad sobre sí mismos. Verdad que es anterior a toda la existencia, anterior a los planetas y a los soles, anterior a la vida material, tanto en el Cielo como en la Tierra; verdad que habita en la unidad con la Consciencia Divina.
Mi Gracia hoy los toca, su Origen Divino los bendice, y así los curo y los amo, renovando sus compromisos con Dios para que, después de saber que hay un Origen que los aguarda, puedan dar a conocer esta realidad superior al mundo.
Yo los amo, hijos Míos, y por eso estoy aquí.
Yo los abrazo y los tengo a todos en Mi Inmaculado Corazón.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi Consciencia irradia a los corazones por medio del mensaje, la luz y la expresión de los Siete Rayos.
En un arco iris creado por la infinidad de los elementos, ustedes podrán encontrarme como el tono inmaterial de luz y de color que saciará las necesidades de sus vidas. En estos matices de colores y formas lumínicas, sus consciencias pueden ingresar con confianza y con fe; así estarán uniéndose a las dimensiones misericordiosas de Mi Corazón.
Vean Mi Sagrado Corazón como una llama incandescente de donde emanan los matices de luz y de color para la vida de todos los seres; cuando Mis Siete Rayos llegan en luz y en color a sus seres internos, Mi Consciencia Sacerdotal prepara el templo en donde aguarda residir perpetuamente.
Busquen en la Naturaleza, como en toda la Creación, la luz de Mis diversos Colores y Rayos, porque siempre habrá alguno de ellos por el que sentirán plenitud, amor y afinidad en sus corazones.
Si Mi Consciencia, desde el Cielo como desde el Universo, no se presentara ahora en luz ante la humanidad a través de diversos rayos, las almas tendrían dificultad para reconocerme como el Instructor Universal.
Por eso hoy les revelo la grandeza infinita de Mi Amor, aquel Amor que proviene del Dios Vivo y que habita siempre en la presencia de Su Hijo Primogénito.
Conozcan ahora, Mis compañeros, cómo Mi Amor Divino es indestructible y se manifiesta en estos tiempos a las criaturas y al mundo.
Encuéntrenme en los matices de los rayos y cada vez que vean un arco iris, recuerden que Mi Corazón Misericordioso está actuando en Gracia y en Piedad a través de los colores de los Siete Rayos.
Recojan de sus seres los frutos que ya han madurado y no perturben más sus vidas por aquello que aún no se ha redimido. Siempre busquen entregarme aquel aspecto que es duro e impenetrable, porque Yo, como su Amado Rey, sabré qué hacer con él y hacia dónde encaminarlo.
Solo coloquen todo su ser dentro de los rayos, para que descienda en sus espíritus la alegría de vivir en Dios y de servir a Dios. Bajo este impulso crístico renovarán la vieja Tierra, y así Mis Siete Sagrados Rayos consagrarán las esencias que están perdidas.
Para que su esperanza de redimirse sea más fuerte que su propia voluntad, y para que el amor emane eternamente y transmute sus aspectos desconocidos, ustedes repetirán con fe, devoción y convicción divina, la siguiente oración:
Oración Victoriosa
a los Siete Rayos de Jesús
Sagrado Rayo Blanco
que emanas del Corazón de Jesús,
cultiva la pureza absoluta en mi ser
Sagrado Rayo Azul
que emanas del Corazón de Jesús,
siembra en mi consciencia la Piedad.
Sagrado Rayo Rosa
que emanas del Corazón de Jesús,
trasciende ahora mis dificultades.
Sagrado Rayo Dorado
que emanas del Corazón de Jesús,
trae a mi consciencia Tu Sagrada Sabiduría.
Sagrado Rayo Verde
que emanas del Corazón de Jesús,
cura mis viejas heridas
para que nazca el nuevo ser.
Sagrado Rayo Oro Rubí
que emanas del Corazón de Jesús,
nutre a mi consciencia
para que en ella despierten los Divinos Dones.
Sagrado Rayo Violeta
que emanas del Corazón de Jesús,
transmuta mis dudas, culpas,
tristezas y cualquier maldición,
para que mi espíritu sea Uno con Jesús
y sea Uno en Dios eternamente.
Bajo la Luz Imperecedera del Padre,
en Cristo, ahora y siempre,
vivo la misión espiritual.
Amén.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por recibir Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús, el Sagrado Rayo del Amor
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más