Apariciones extraordinarias
APARICIÓN ANUAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Una historia está escrita en los Espejos del Cielo, una historia que hoy les corresponde saber. Es la Voluntad, pero también es el impulso de su gran despertar, del despertar de la consciencia que todas las criaturas de la Tierra deben vivir, aunque estemos en un tiempo de transición.

En los Espejos que Yo rijo en el universo está depositada la Voluntad de Dios y, por medio de esa Voluntad, están escritas Sus más ardientes aspiraciones. Una de esas aspiraciones, hijos Míos, es que la humanidad sea retirada de la ilusión, de una ilusión mundial, para que ingrese en la Verdad Celestial, en lo que llamamos “despertar de la consciencia”.

Si hoy ustedes llegaron hasta aquí y otros llegaron después, es porque ya comenzaron el camino hacia el gran despertar, hacia el descubrimiento de su verdadero ser interior, que les permite día a día salir de las apariencias y de las ilusiones. Que todos ustedes tengan la Gracia de conocer sus esencias y de saber que son parte de un gran sistema de comunicación universal, sistema que el planeta integra.

Hoy, los quiero llevar a través de Mi Consciencia Divina hacia esos espacios. Quiero que, al igual que su Madre Celeste, solo contemplen en reverencia y en solemnidad la gran red de los Espejos sutiles del universo, del cual una parte de su ser forma parte.

Es hacia ese origen que hoy deben retornar, porque retornando hacia sus orígenes permitirán, hijos Míos, que la consciencia de la humanidad sea elevada y transmutada. Permitirán que los sufrimientos, las angustias y todos los conflictos del mundo sean disueltos por la Luz espiritual de Mis Espejos, que pueden descender a sus vidas por medio de una sincera y verdadera oración.

Hoy, este gran sistema de comunicación universal está latente y presente en este momento sobre el mundo, lo que ustedes llaman órbita de la Tierra, para que esta humanidad sea ayudada y aliviada, para que el alma de su planeta sea retirada del infierno en el cual vive en este tiempo.

No se olviden, hijos Míos, que Mi Hijo y Su Madre Celeste estuvieron encarnados aquí y que somos parte de esta humanidad, somos grandes Consciencias universales que comprenden a la condición humana y que trabajan todos los días por sublimar esa condición inferior por medio de las grandes llaves del Amor, de la Misericordia y de la Paz.

Quiero que ingresen Conmigo a tres Espejos específicos que hoy les revelo a ustedes, a sus almas y a sus seres internos, que son los Espejos del Amor, de la Paz y de la Sabiduría.

Por un momento, abran sus ojos internos, sientan sus sentidos internos y contemplen el Propósito de Dios que, por medio de ustedes, aún debe ser revelado y construido.

En esos Espejos se encuentra una parte de sus existencias, de sus orígenes, de su trayectoria universal. Pueden percibir que no son solo materia, que lo verdadero es su espíritu unido al Espíritu Divino de Dios. Pueden percibir, en este momento, cómo a través de una simple pero amorosa sintonía Conmigo, ustedes pueden llegar a Dios y conocer desde su interior el Propósito que Él tiene para cada uno de ustedes.

Hoy, hago retornar a sus esencias hacia los grandes Espejos de la Creación, fundamentados por el Espejo de la Unidad. Que sean el Amor, la Paz y la Sabiduría los que los lleven a construir, dentro y fuera de ustedes, la Sagrada Unidad.

Todos ustedes ya caminaron tanto por este universo. ¡Cuántas experiencias están registradas en los Espejos de la Creación! ¡Cuánta trayectoria vivieron a través de los tiempos, de las épocas y de las generaciones! ¿Y aún aspiran por su despertar?, para que de una vez y para siempre reconozcan que no solo son lo imperfecto, sino que, dentro de ustedes, en lo más profundo de la esencia de cada ser, existe la Perfección de Dios que fue pensada por el propio Padre Eterno antes del surgimiento de la Creación.

¿Se animan a amar cada vez más el misterio?, para que el misterio se convierta algún día en revelación y los sagrados secretos sean develados, para que las almas puedan despertar y saber que, más allá de todo, cada uno de ustedes tienen un propósito y una misión que cumplir en esta vida y en la próxima.

Trabajen por eso todos los días, esfuércense por eso todos los días, porque el Reino de Dios se aproxima y el Sagrado Rey del Universo volverá a encontrarlos, cara a cara, y les pedirá los talentos que Él les dejó en el corazón. Que estos talentos, en este tiempo crucial de la humanidad, se conviertan en virtudes, en acciones concretas, en la expresión del Amor mayor de Dios en todas las situaciones y circunstancias para que, cada día más, hijos Míos, entre ustedes aprendan a amar.

Por eso, Dios aún espera que, por su servicio, por su entrega y obediencia al Plan del Creador conozcan Su Voluntad, que debe ser voluntad en ustedes en los tres planos de la manifestación: material, mental y espiritual.

Muchos, con el esfuerzo que viven en este tiempo, con la dedicación a la vida de oración y al servicio a los semejantes como a los Reinos de la Naturaleza, se están aproximando hacia esa verdad escrita en la historia de los Espejos; porque allí sus espíritus vivirán la síntesis y encontrarán el sentido y la razón de haber venido aquí, a la Tierra, para vivir esta escuela de perdón y de redención.

Por eso, hoy les digo, hijos Míos, que muchos de ustedes cuentan con recintos sagrados que están presentes a lo largo de las Américas, recintos en donde palpitan los diferentes Propósitos de Dios, no solo para este planeta, sino también para todas las almas de la humanidad.

Tarde o temprano, las consciencias se enfrentarán a la Voluntad de Dios y tendrán un solo instante para decidir qué camino tomarán.

Pero hoy, no solo vengo por ustedes para que sigan caminando hacia esa Voluntad y hacia ese Propósito para que el gran despertar sea más real en cada uno de ustedes, sino también vengo como Madre del Mundo, por todos los que perdieron el camino hacia el Propósito, por los más perdidos.

En este tiempo de tribulación, brilla sobre la superficie de la Tierra un punto de Luz del Tercer Orden de la Hermandad, que después de 33 años se ha hecho realidad. Que brille en sus pechos la Sagrada Estrella de la unión divina entre el Cielo y la Tierra, entre las almas y Dios, entre los servidores y las Jerarquías.

Lleven en ustedes un sentimiento de verdadera concreción, no solo de su camino de redención, sino también de concreción del Plan Divino, por medio de todos los que alguna vez se autoconvocaron para responder a este llamado de la Hermandad.

Quiero decirles, Mis amados hijos, que la mirada amorosa y compasiva de las Jerarquías, en este momento está sobre ustedes y, en especial, sobre este herido y ultrajado planeta. 

¿Quién se animará, junto con Nosotros, a ir al rescate de la esencia de este planeta y de esta humanidad?

¿Quién se animará, junto a Mí, a escuchar el grito del alma de la Tierra, sometida y esclavizada por los seres humanos, por los que ultrajan a la Creación?

Que sus oraciones y todos sus servicios, en los próximos tiempos, enmienden los errores que hoy se están viviendo y, sobre todo, las graves causas climáticas que hoy vive el planeta.

No dejen ni un momento de orar, aunque vean en los próximos tiempos el cielo oscuro o aun la luna revestida de sangre. No vean los horrores ni escuchen los gritos de la desesperación de muchas naciones.

Eleven sus corazones hacia Dios y clamen con el poder del Verbo Divino. Que sus palabras no solo sean palabras, que sus oraciones sean decretos en los momentos de mayor tribulación, que sus corazones ardan en el amor al servicio para que muchas almas más tengan una última oportunidad.

Esto es lo que hoy emiten los Espejos del Amor, de la Paz y de la Sabiduría, Espejos que no solo les recuerdan sus orígenes, en donde existe el principio de su armonía y de su equilibrio, sino también Espejos que hoy les revelan la verdadera situación de la humanidad, en donde el mal ha conquistado a muchos corazones.

Porque si alguna vez fueran golpeados, así como Mi Hijo fue golpeado, levántense. Porque si alguna vez fueran humillados, no respondan y agradezcan a Dios. Siempre practiquen el bien, porque en el bien encontrarán la paz y la certeza de estar sirviendo a Dios, a pesar de las consecuencias.

Hoy, extiendo Mis brazos hacia el mundo herido. Hoy, abro Mi Manto para que todos Mis hijos, los despiertos y los no despiertos, puedan estar debajo de Mí, bajo Mi Luz espiritual y maternal.

Desde hace 33 años, desde que comenzó 1988, la Jerarquía esperaba por este momento, que una Fraternidad unida estuviera presente en los tres planos de consciencia. Hoy, se completa esta gran triangulación espiritual, la Hermandad de lo Divino, la Hermandad del Universo y la Hermandad sobre la superficie de la Tierra, preparada para enfrentar el último momento del Armagedón, la gran y última batalla entre la Luz y la oscuridad.

También rezo, a partir de este día, para que todos Mis hijos, todas las consciencias posibles, puedan tener la Gracia de reconocer el Retorno de Cristo, que no vendrá como muchos piensan, pero sí llegará de una forma indescriptible y diría hasta desconocida, porque nadie ha visto y nadie sabe cómo Él llegará, pero sí los corazones sentirán Su llegada en lo más profundo de su ser. En esa hora, a pesar de dónde se encuentren o de dónde estén, saldrán caminando hacia el encuentro del Retorno de Cristo y muchos escucharán sobre Su llegada.

Pero presten atención para no confundirse. Muchos usarán ese momento para beneficiarse. El verdadero Retorno de Cristo es aquel que solo se sentirá en el corazón. Si sus corazones no sienten el Retorno de Cristo es porque no será Mi Hijo, sino que serán otros los que se nombrarán como Jesús.

Pero aquellos que tuvieron la Gracia, en estos últimos ocho años, de Su Presencia en esta Obra de la Misericordia de Dios, ya aprendieron a reconocer a Cristo como una sagrada vibración espiritual que los lleva a la paz y a sentir Su ardiente Amor. En Sus Palabras siempre encontrarán la fuerza, en Sus Sacramentos siempre encontrarán la salvación.

Por más que sean tiempos difíciles nunca pierdan la fe, porque si llegaron hasta aquí, Mis amados, ¿cuánto más podrán hacer en el fin de estos tiempos? Él murió por ustedes para darles vida eterna, porque en Él todo siempre será renovado, tengan certeza de esto.

Como la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad de Aurora, hoy Me despido y, después de catorce años, nuevamente estoy aquí para estar cerca de todos Mis hijos, para llevarles la cura del corazón de Aurora que siempre podrá brillar en su interior si solo confían en la Luz de Aurora.

Reconozcamos la Gracia de Dios en este momento y, tan solo por un instante, veamos, hijos Míos, todo lo que ha sido construido a través del esfuerzo y de la entrega y, principalmente, todo lo que cambiaron sus vidas hasta el presente. Crean en el poder del Amor de Cristo para que todo sea renovado, aunque parezca imposible en estos tiempos.

Hoy, bendigo al planeta; bendigo a los continentes, especialmente a todas las regiones que sufren las catástrofes de estos tiempos; a todos los que se exilian y se refugian en otros lugares del mundo, escapando de las guerras, del maltrato, de la sangre. Hoy, derramo Mi Luz sobre todos los que están enfermos, perdidos, olvidados, descartados, empobrecidos y miserables.

Que esta Luz de Aurora, que han recibido a través de estos años por un acto de verdadero Amor y de Misericordia, sea depositada en los lugares que más lo necesitan. Que esta familia espiritual bendiga a las familias del mundo para que, de una vez y para siempre, en este horizonte de la Creación, despunte la Nueva Humanidad, despierte la Nueva Humanidad, surja la Nueva Humanidad.

En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Me retiro de aquí, escuchando una poesía que han hecho para Mi Corazón. Que esta poesía, que hoy escucharán por medio de una canción, los confirme a Mi Corazón para siempre.

Les estoy muy agradecida.

Hasta pronto.

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis amados hijos:

Hoy, llego para preparar la víspera del aniversario de Mis Apariciones, llego a un mundo confundido y dividido por la injusticia y por los errores.

Como su Madre que los ama, les pido que continúen fieles a Mi Corazón para que sus vidas sean el ejemplo que Yo necesito ante el Padre Celestial, para poder concederle al mundo un tiempo mayor de paz.

Queridos hijos, hoy estoy aquí al igual que ustedes están aquí, respondiendo a Mi predilecto llamado. Esa respuesta incondicional de Mis hijos es lo que Me permite llegar al mundo, una y otra vez, es lo que Me permite poder estar cerca de ustedes, acompañando sus pasos en dirección al Corazón de Mi Hijo.

Por eso, Mis amados, en este día de víspera, los invito a prepararse con amor y gratitud para el día de mañana, en el que su Madre Celeste realizará una intervención espiritual importante ante todas las crisis de estos tiempos.

Yo los animo a permanecer siempre en Mi Paz, y que esa Paz les dé la confianza necesaria para poder llevar adelante la expresión constante del Amor de Dios.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Como Madre y Señora de Garabandal, Me preparo para retornar y ayudar, a través de ustedes, a todo el pueblo de España azotado por la pandemia, golpeado por la falta de fe y de devoción por tantos acontecimientos difíciles.

Una vez, dije en Garabandal que la copa estaba casi llena, ahora la copa ya está rebasando.

Queridos hijos, Mi retorno a Europa es para intentar, una vez más, retirar a muchos hijos Míos de la indiferencia y de la discriminación que viven en este tiempo.

Rezo, día y noche, y estando en vigilia, su Madre Celeste se prepara para comenzar una nueva etapa y un nuevo ciclo con todos Sus hijos de Europa, y desde Europa hacia el mundo entero, incluyendo Asia y Oceanía.

Hijos amados, por eso, les pido que continúen rezando con fervor por cada una de Mis intenciones para que, algún día, se conviertan en una realidad de abundancia y de Misericordia para todos Mis hijos.

También les pido que oren por Mis Planes de salvación y de paz, que la Virgen de Garabandal, la Señora de Fátima, necesitará llevar adelante en África y en Medio Oriente, a través del apoyo y de la colaboración amorosa y fraterna de todos.

El tiempo que permaneceré en Europa, enviando Mis Mensajes al mundo, será largo, porque el hemisferio norte, incluyendo África, necesita de mucha Misericordia.

Desde ahora, les estaré agradecida.

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Querido hijo, querida hija:

Que la pureza vuelva a nacer y a brotar de tu corazón.

Que esa pureza esté formada por un sentimiento puro, por un pensamiento puro, más allá de todo lo impuro que vivas.

Busca creer, más allá de las dificultades, en la pureza que Dios le dio a tu alma y a tu corazón; y, a través de esa búsqueda incesante, aprende a amar de verdad, sin dejar de amar todo lo bueno o lo no bueno que te suceda. 

Así, hijo Mío, hija Mía, transitarás por la escuela de la reconciliación. Aprenderás a perdonar todo lo que vives y, en el acto sincero del perdón, volverás a renacer.

Un corazón puro es lo que la humanidad perdió por completo. La falta de un sentimiento puro y de una acción pura lleva a las almas al sufrimiento y hasta pensar que la culpa la tiene Dios.

La falta de un amor pacífico y fraterno hizo perder los valores y los principios de la espiritualidad y de la fe en cientos de almas.

Sean puros, no queriendo ser perfectos o trascendidos. Comiencen todos los días con pequeños actos de amor para que no solo ustedes se transformen, sino que el mundo también se transforme y retorne al respeto y a la reverencia de los Mandamientos. Sin Mandamientos no hay camino hacia el Cielo, y sin Cielo no hay paz interior.

Pido a Mis hijos que recapaciten y que replanteen sus actitudes, y la forma de ver las situaciones de la vida; porque cuando aprendan a amar y a apreciar las diferencias de la humanidad, ya no sabrán lo que es el conflicto o la violencia, porque se habrán dado cuenta de la Verdad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hijo, cobíjate en Mis brazos y siente Mi Paz.

Hijo, duerme en Mis brazos y todo se curará.

Hijo, siente Mi Corazón, porque él siempre te iluminará.

Hijo, recibe Mi calor materno, que siempre te abrigará.

Hijo, recibe Mis caricias de Madre, la Madre que siempre te ayudará a crecer y a madurar.

Hijo, camina seguro sostenido por Mis manos, como un niño aprende a dar sus primeros pasos en el camino de la entrega total a Dios.

Hijo, recibe Mis besos de Madre, mientras estés dormido en Mis brazos de Paz.

Hijo, confía en lo que vives, agradece sin demora y renuévate en cada momento, así como lo hizo Cristo en el Calvario.

Hijo, siente en tu pecho la caricia maternal de la Madre de Dios, entrégate sin resistencias, descansa en Mis brazos y despertarás con la consciencia expandida por el impulso de Mi Luz espiritual.

Hijo, estoy aquí y soy tu Madre, la Madre guardiana de la Maternidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, CON MOTIVO DEL ANIVERSARIO DE LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Respiren los aires puros del Cielo, respiren e ingresen en la Atmósfera de Dios, en el Reino de Su Creación, en el Universo Mayor, en donde la paz existe, en donde el mal no prevalece, en donde el amor se expresa y la alegría se comparte por estar en la Presencia de Dios.

Así, ingresen en el Divino Estado de Consciencia para que, desde ese lugar, hijos Míos, hoy ustedes Me puedan escuchar.

Es así, que los retiro por un momento de la esfera de la Tierra para que, en el momento de esta Aparición, ingresen en el espacio en donde se encuentran los bienaventurados y también los ángeles que alaban a Dios.

Coloquen sus manos en recepción para recibir los aires puros del Cielo, los impulsos que hoy emana la Fuente Divina, no solo para este mundo, sino también para toda la Creación.

Hoy, he venido como la Mensajera del Universo para llevar a Mis hijos a la Consciencia de Dios, en donde por un momento se pueden renovar y curar, en donde lo que es adverso y contrario no existe porque, a través de Mi Corazón, Yo les entrego el Amor, el mismo Amor que Mi Hijo les entregó en la Cruz, en el momento culminante de Su última espiración.

Hoy, coloquen sus consciencias en lo que está más allá de las formas e ingresen al Universo de Dios a través de sus corazones, en ese sentimiento seguro que les trae la confianza de creer en la Palabra de la Madre de Dios, que es la Palabra del Verbo Divino, del Verbo Creador, desde donde una vez comenzó todo.

Es allí en donde hoy los quiero tener, para que no se identifiquen con la materia, sino para que se unan en espíritu a la sagrada Fuente de la Creación, en donde hoy a través de Sus Espejos, les revelaré más sobre la existencia de la Creación, sobre la verdadera existencia de la Creación; desde donde surgió el Origen, desde donde Dios gestó los universos y todas las civilizaciones.

Véanse, entonces, delante del gran Espejo de la Neutralidad, en donde se revela una parte de la historia de este universo, al que ustedes llaman Universo Material.

Yo vengo, a través de esto, a cicatrizar sus heridas desconocidas, a borrar el pasado y a colocarlos en el eterno presente, desde donde emanan los impulsos del Amor de Dios para todas Sus criaturas.

Hoy, ustedes pueden ver un mundo en tinieblas, en oscuridad y en sufrimiento, pero ¿por qué esto todavía sucede? Si la Madre de Dios está aquí para llevarlos al Amor y a la Gracia, ¿por qué aún Mis hijos siguen sufriendo el caos? ¿Por qué, cada día más, las familias del mundo se separan en vez de unirse y el proyecto de la familia universal siempre se ve en peligro? ¿Por qué las almas tienen dificultades de vivir en el amor y de estar en ese amor todo el tiempo, que los ayudará a comprender todas las experiencias de la vida, toda la trayectoria del cosmos? ¿Quién más se arriesgará a poder trascender esta dualidad para que, finalmente pueda vivir la Voluntad Divina?

En esto no existe un misterio, sino la revelación de una profunda simplicidad y humildad de reconocer, dentro de sí, la Voluntad que Dios tiene para cada una de Sus criaturas.

Sé que para Mis hijos no es fácil alcanzar esa trascendencia, pero Yo estoy aquí porque soy su Madre y les vengo a decir que eso es posible, aun en estos tiempos en los que no se encuentra la salida. Si su devoción y su fe estuvieran ampliadas, las esferas celestiales conducirían a sus espíritus hacia la meta y, en esa perfecta pero profunda comunión interior con el Dios Creador, siempre los llevarían a estar en Su Paz, aunque vivan batallas y desiertos, aunque crean que nunca lo conseguirán.

Yo vengo aquí como parte de esa emanación de la Fuente del Amor de Dios, como he venido en otros tiempos y en otras humanidades para anunciar de varias formas el mismo Mensaje.

Ahora, que están delante de ese Espejo de la Neutralidad de Dios, vean cuánta historia guarda ese Espejo de todo lo que ha sucedido en este universo a través de los tiempos y de las diferentes humanidades.

Hijos, Yo quiero que entiendan con esto que toda la raza humana de este tiempo está a las puertas de vivir una gran oportunidad de redención y de reconciliación, pero primero tienen que aprender a amar para que puedan conocer el misterio que aún Dios espera revelar a todas Sus criaturas, para que puedan comprender la abundancia infinita del Amor de Dios.

Hoy, les contaré una historia muy significativa e importante para todo este Universo Material; una historia superior, anterior a su raza, anterior a este planeta, cuando aún Dios pensaba en ese tiempo en el que Sus ángeles y arcángeles llevarían adelante la Creación, especialmente dentro del Universo Material.

Hubo una de Sus criaturas, en este universo local, que era amada y reconocida por muchas civilizaciones y por muchos orígenes, como también por muchos Lagos de Luz que conocían profundamente la existencia de ese ser.

Pero hubo un día en el que ese ser se equivocó y sin darse cuenta, envuelto por su ambición y poder, se olvidó de lo esencial, se olvidó de amar a Dios por encima de todas las cosas. Y así, esa criatura cayó a través de sus grandes errores y deudas. ¿Acaso la Creación lo juzgó por sus errores y fallas?

En aquel tiempo, el universo estaba aprendiendo a vivir en la Ley, así como hoy ustedes aprenden a vivir en las Leyes Universales; sin conocerlas profundamente, en su interior saben que ellas son la guía para estos tiempos.

Pero ese ser que una vez falló y su ambición lo volvió ciego, lo dejó en una condición que ninguna otra criatura del universo hubiera esperado, ya que su palabra, presencia y acción eran emblemáticas y respetadas en este universo.

Él era un gran comandante que guiaba y conducía a muchas legiones y que el centro de su existencia era el Propósito que en aquel tiempo fue destruido por la tentación y el asedio.

¿Cómo pudo ese ser retornar al camino que había perdido?

¿Cómo pudo ese ser darse cuenta que estaba caído?

¿Cómo pudo ese ser recuperar la filiación con el Padre?

Es algo semejante a lo que hoy a ustedes les puede suceder, hasta en las cosas cotidianas de la vida.

Ese ser se dio cuenta de sus errores cuando sus hermanos, aun siendo transgredidos por él, lo ayudaron y no lo dejaron de amar, porque sabían que él estaba equivocado y que estaba ciego, lejos del Amor y de la Verdad.

Ese ser vino a la Tierra en su peor condición espiritual e interna, no solo había perdido los valores de su lealtad, sino también perdió los principios de su espiritualidad y, al igual que todos ustedes, él vino a vivir su redención.

Y un día, inesperado y extraordinario, él vivió su redención cuando en su corazón volvió a ingresar un potente rayo de Amor que le quitó la ceguera de sus ojos, que le quitó la ambición de su ser, porque el Amor, el Amor Crístico, lo convirtió completamente. Allí, en ese momento, fue cuando ese ser tomó consciencia de lo que había sucedido.

Ustedes, en el ejemplo de esta historia, ¿serían capaces de hacer lo mismo por el semejante? ¿Serían capaces de ir más allá de lo que creen saber o conocer?

Si ese ser que había caído recuperó su misión, su espíritu emblemático, volviendo a ser hoy el comandante entre los comandantes del universo, ¿cómo ustedes hoy comprenderían la Misericordia?

El mal puede aparentar ser fuerte o hasta inquebrantable, pero él en esencia es débil, porque el mal no conoce el Amor y la Unidad; y ustedes, que son criaturas creadas a imagen y semejanza del Padre Eterno, en sus almas y esencias tienen una molécula de la Creación que les permite ir más allá de sus posibilidades o límites.

Es por eso, hijos Míos, que ustedes hoy están aquí, en este planeta, para vivir este gran proceso de redención y de perdón, porque cuando el Amor Mayor actúa y obra, no existe nada que se pueda resistir a él.

Hoy quiero que mediten sobre este Mensaje, porque muchos de ustedes ya están ante ese tiempo de grandes redenciones y oportunidades internas, a fin de que se pueda cumplir el Plan de Dios.

Entonces, en este tiempo, hijos Míos, que el centro de su existencia sea el amor al Propósito, para que aprendan a superarse a ustedes mismos todos los días, así como ese comandante del universo se superó a través de conocer el Amor de Dios, que había perdido por diferentes circunstancias.

Nunca deseen tener poder ni autoridad sobre nada. Siempre busquen, por medio del Amor, estar vacíos, para que Dios pueda obrar a través de sus vidas.

Nunca aspiren a poseer nada ni a controlar nada, aunque a veces se les haga difícil. Recuerden recogerse en la santa humildad y así estarán en unidad con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; así podrán ser precursores de la renovación de este universo.

En este día extraordinario, vengo con esta revelación interior y profundamente amorosa para que las consciencias despierten, para que contemplen el universo y sepan que más allá de este lugar y de este espacio hay algo mayor que los aguarda y que los espera.

Así, como ese ser, comandante del universo, tiene su historia y trayectoria, ustedes también la tienen.

¿No aspirarían a conocer el origen de sus consciencias y el Propósito por el cual Dios los creo?

¿Pueden percibir, hijos Míos, que la vida no es solo material, que la verdadera vida es inmaterial?

Piensen en esto, aspiren a esto, recen por esto, para que sus consciencias estén firmes y decididas en este momento del Plan y que, a pesar de las vacilaciones, sepan superar las dificultades y las pruebas por una sola razón, por Amor.

Hoy, hago comulgar a todas las esencias de este gran Espejo de la Neutralidad de Dios; y allí, Yo los quiero dejar durante este día, para que nada dual los pueda retirar de ese espacio.

Recuerden que han ingresado en la Fuente de la Creación y que sus espíritus han participado de este momento.

Por último, deseo bendecir en este día a una de Mis videntes, la Hermana Lucía de Jesús; para que este día, en renuncia y en abnegación, sea entregado al servicio de Dios por las almas que sufren; para que algún día, en el Retorno de Cristo, celebremos la redención de las almas y del planeta, la liberación de la Tierra de todo el sufrimiento y el trauma vivido a través de los tiempos. Por eso, deben recordar sus orígenes y, aunque no entiendan ni sepan de lo que se trata, amen sus orígenes y únanse a ellos a través de una simple y fervorosa oración.

Que los sagrados Atributos de la Madre de Dios desciendan sobre ustedes y sobre sus hermanos para que, por medio de estas Palabras y de este Mensaje, crezcan los frutos de la redención.

 Oración: “Madre Universal”.

Me despido de ustedes, hijos amados, y desde ahora los preparo para el mes de agosto, en el que la Jerarquía Espiritual, así como fue en el mes de abril de este año, entregará un gran impulso para todos, independientemente de dónde cada uno se encuentre porque, a través de Mi Presencia y de la Presencia de Mi amado Hijo, están aprendiendo a estar unidos en omnipresencia.

Para que eso sea posible, ahora los haré ingresar en el universo de una simple canción que llevará a sus almas y espíritus cerca de Dios.

Esta canción es un emblema y un himno de esta Comunidad Figueira. Es la razón esencial de la manifestación de este Centro Sagrado que, gracias al Padre y a la colaboración de muchas almas, está vivo y palpita, como un sonido sutil, en el universo.

Los dejaré con la canción “Soplo del Espíritu”.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Vayan en paz y confíen en Dios.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.  

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

He aquí la Madre de los desamparados y de todos los refugiados. Vean debajo de Mi Manto a los que más sufren y padecen el caos de estos tiempos.

Soy la Madre de los inmigrantes y de los exiliados. A través de Mi Corazón, estoy con cada uno de ellos, en este momento.

He aquí la Madre de las culturas y de los pueblos originarios. He venido a estar con cada uno de sus orígenes, de sus razas y de sus culturas para que recuperen, a través del espíritu, el Proyecto Divino que el Padre pensó en el principio y que fue dolorosamente transgredido a través de los tiempos.

He aquí la Madre que clama por los que se exilian y por los que se refugian en lugares lejanos; perdiendo sus hogares, familias y toda su vida; buscando un lugar seguro, un lugar de paz, en donde después de haber perdido todo, tengan la esperanza de comenzar de nuevo.

Por eso, estoy aquí por los que padecen, por los que necesitan encontrar su verdadero destino, por los que necesitan rehabilitar sus vidas y encontrar el sentido de estar en este mundo a pesar del sufrimiento.

He aquí la Madre de los campos de refugiados, de los que son marginados y olvidados, la Madre que conoce en profundidad el corazón de cada exiliado y de cada familia; de los que esperan que los que más tienen puedan hacer algo por ellos, por medio de planes de solidaridad, de caridad y de auxilio para aliviar el sufrimiento.

Un refugiado debe ser comprendido con amor, para poder comprender su vida y también su pasado; porque lo que más espera Dios en este tiempo es que los que sirven a los que más necesitan, tengan una sensibilidad profunda y una compasión muy amplia para comprender, interiormente, el sufrimiento de los refugiados.

Como parte de una única familia universal, Yo también vengo como una Madre que escapó de la persecución en los tiempos de Mi Hijo, una Madre que fue refugiada en Egipto y que, en el camino de ese gran y árido exilio, conoció en lo profundo del corazón lo que es sentirse descartado, repudiado, humillado y, sobre todo, omitido por sus hermanos, por su propio pueblo.

Por eso, hijos Míos, sé lo que significa ser un refugiado, sé lo que significa estar en una tierra que nunca le perteneció y sé lo que significa perder los valores de la dignidad humana y del amor.

Por eso, hoy invito a todos los servidores y a los que se postulan a ser misioneros del Amor, de la Misericordia y de la Caridad; a que primero sientan en su corazón la importancia de aliviar el sufrimiento antes de resolver los problemas, de comprender en lo profundo las heridas del exiliado y del repudiado, de aquel que lo ha perdido todo y hoy no tiene nada.

Pero también, soy la Señora de los Océanos, del gran Vientre Universal que guarda en su interior a todas las esencias de esta Creación; especialmente, a las almas que se arriesgan a cruzar los océanos por una oportunidad y no llegan a la meta que se han propuesto. Por eso, soy la Madre de los desamparados, de los que no son aceptados.

Soy la Madre de los que están solos desde todo punto de vista, de los que no tienen la oportunidad de recuperar su dignidad humana. Por eso, llamo a los que sirven a los refugiados, a lo largo y ancho de este mundo, a que se sensibilicen, a que vayan más allá de las formas, de los métodos o hasta aun de los proyectos, a que sientan al necesitado como un hermano y no como un problema que nadie quiere asumir.

Hasta que la humanidad no resuelva esta situación de considerar a los que sufren con amor y no solo con ciencia, las guerras en este mundo no se detendrán y el triunfo de Mi Inmaculado Corazón estará limitado por los que aún no quieren cambiar.

Agradezco la valentía de los que se esfuerzan y de los que se entregan para ser pequeños granos de arena en este vasto mundo de problemas, pequeñas semillas de luz que se siembran en lugares imperceptibles y hasta aun irreconocibles, pequeñas esferas de luz y de amor que se encienden en la gran oscuridad de estos tiempos por medio del servicio a los refugiados y a los necesitados, para que la Divina Piedad del Corazón de Mi Hijo descienda a la Tierra.

En reverencia, hijos Míos, Yo los invito a meditar sobre Mis Palabras. Es así, que Yo los llamo al apostolado no solo del corazón, sino también al apostolado del servicio definitivo, de la entrega consciente e inmediata a la gran necesidad de esta humanidad.

No se olviden de lo que les he dicho hace poco tiempo, que hasta que los refugiados no sean considerados como hermanos y no solo como personas o problemas, las guerras en el mundo no se detendrán y el triunfo de Mi Inmaculado Corazón estará limitado por los que no quieren cambiar.

Hoy, lo que les presento es una de las tantas y urgentes necesidades, que deben penetrar con la consciencia y con los sentidos internos, y no solo con la mente o con lo que creen conocer. Allí, encontrarán el camino de la sensibilidad y también de la compasión, encontrarán el camino que los llevará a la respuesta de la Sabiduría Divina y a la respuesta inmediata a todas las necesidades que hoy están presentes en el mundo.

Hoy, también les pido dentro de este contexto, hijos Míos, que oren por los océanos, no solo por lo que vive dentro de Él, sino también por todo el Círculo de Fuego del Pacífico.

El mundo, con sus acciones, rebeldías y conflictos, atrae hacia sí los infiernos más desconocidos que habitan en lo más profundo de la Tierra.

No permitan, hijos Míos, que eso suceda. Que los pequeños sacrificios y entregas reparen estas situaciones del mundo, para que descienda el Ángel de la Gracia y no el Ángel de la Justicia, para que todas las esencias, especialmente las más perdidas, sean consideradas por el Universo Celestial en el gran Plan de Rescate que todos son llamados a vivir Conmigo.

Quiero agradecer a todos los que se adhirieron al llamado en el día de ayer, a todos los que en prontitud respondieron a Mi convocatoria maternal. Espero y deseo que eso siga sucediendo porque aún, Mi materno Corazón y toda Mi Consciencia Divina deben seguir interviniendo en esta humanidad y en este planeta.

No solo necesito que sean la propia oración del corazón, sino también necesito que sean puentes que construyen en unidad y en hermandad, para que la Jerarquía Espiritual pueda auxiliar a este mundo.

Mis Manos, llenas de Gracia, de Misericordia y de Amor, no solo desean derramar sobre ustedes estos atributos, sino también desean derramarlos sobre el mundo, sobre los lugares que más los necesitan en este momento, sobre los campos de refugiados, lugares que han sido tomados por el caos.

A través de la Obra de Misericordia de las misiones humanitarias, muchos de ustedes, hijos amados, aprendieron sobre la fraternidad, una fraternidad sentida y no artificial, una fraternidad que se aproxima y que hasta ofrece ternura y compasión a fin de aliviar el sufrimiento.

Quiero que todos los que sirven de forma humanitaria y los que algún día se postularán a servir en las necesidades de este mundo, no se olviden de ser tiernos en la fraternidad, para que puedan ser compasivos con los demás.

Yo le vengo a pedir al mundo que contemple la situación humanitaria, para que se puedan evitar grandes catástrofes en la humanidad, como las que han sucedido en este último año.

En agosto, vendré a pedirle al mundo, por última vez, la reconsagración a Mi Inmaculado Corazón para que la mayoría de las almas, especialmente las más perdidas, hoy condenadas al infierno, tengan la Gracia del rescate y de la liberación. Pero también en agosto, vendré a pedir ayunos y sacrificios, para evitar y revertir la situación de esta pandemia que aún sigue llevando a las almas a la condenación eterna.

Vendré a restablecer, en el mes de agosto, lo que una vez pedí en Fátima; no solo que Rusia se consagre a Mi Corazón Inmaculado de forma definitiva, sino que todas las naciones, a través de las almas devotas y orantes, con sus fervorosas oraciones, reconsagren el mundo a Mi Inmaculado Corazón; porque en el mes de agosto, por última vez, tendré la puerta de Mi Corazón abierta para que todas las consciencias y esencias encuentren el refugio y el camino que los llevará a Dios.

Sé que no pueden estar reunidos Conmigo como en otros tiempos. La memoria de esos momentos y de los encuentros con todos los peregrinos era el gran impulso que Me movía a volver aquí y, como Madre, sé que muchos lo están necesitando. Pero mientras eso no pueda ser posible, hijos Míos, reúnanse en Mi Corazón Inmaculado. Allí está el Templo que los lleva al encuentro con Dios, con Su Amor eterno.

Hoy, les pido que se reúnan en Mi Corazón como almas, pero también como soldados orantes, porque será en sus espíritus en donde estará la Gracia de Dios, que los fortalecerá en este tiempo para vivir sus pruebas y sus desiertos.

Es por ese motivo, pero también por otros motivos que, hasta los días de hoy, vengo aquí, a esta sagrada casa del Árbol Sagrado de Figueira, para que recuerden todos los días de dónde retirar los frutos de la conversión, de este Árbol de abundancia espiritual y de conocimiento infinito.

Hijos, Mis brazos están abiertos a ustedes, Mi Corazón está expuesto a ustedes. Cuando lo necesiten vengan a Mis brazos, pero sean como niños que pierden el miedo y el temor al sufrimiento. En Mi Corazón siempre encontrarán Paz, siempre encontrarán a Dios. Nunca se olviden de esto.

Hoy, vengo a celebrar junto con Mis sacerdotes de esta congregación y de todas las congregaciones del mundo, para que Mis intenciones, que hoy les he expuesto y les he entregado, sean escuchadas por el Padre Eterno. Porque si la humanidad pierde la sensibilidad del corazón, perderá la paz, perderá su inocencia; y eso, hijos, no puede suceder.

Por ese motivo, también estoy aquí, para que sean más sensibles de corazón y menos indiferentes.

Delante de los ángeles de la transubstanciación de la Iglesia Celestial de Cristo, celebremos en simplicidad, como en aquellos tiempos cuando Mi Hijo reapareció después de Su Pasión para anunciar que había resucitado en victoria y en Amor en el corazón humano.

Celebremos.

Hoy, he llamado a las madres guardianas del Cenáculo interior de los sacerdotes de esta Orden, para que compartan Conmigo, en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo, este momento de ceremonia y de súplica a Nuestro Padre Creador; a fin de que, a través del espíritu de la sensibilidad, el principio de la maternidad impulse y despierte en los corazones la necesidad ardiente de servir y de aliviar el sufrimiento humano.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Señor Jesús, Te ofrecemos este vino con todo nuestro corazón para que, como en las Bodas de Caná, lo transubstancies y conviertas nuestra condición humana. Amén.

Señor Jesús, Te ofrecemos esta agua para que también la transubstancies con Tu Espíritu y así, como en el Bautismo del río Jordán, renovemos nuestro Sacramento del Bautismo, y por medio de Tu Espíritu de Amor consolador, todos nosotros renovemos nuestros votos de servicio y de adhesión al Plan de Amor. Amén.

En aquella noche, cuando Jesús estaba reunido con Sus apóstoles, Él se entregó y se ofreció al mundo en este gran Sacramento de Amor y de Redención. Por eso, momentos antes de ser entregado, Jesús tomó el pan, lo elevó y lo ofreció al Padre para que fuera convertido en Su Cuerpo. Enseguida lo partió y ofreciéndolo a los apóstoles, Él dijo: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por ustedes para el perdón de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

Antes de finalizar la cena, Jesús tomó el Cáliz entre Sus Manos y se lo ofreció a Dios para que fuera convertido en Su Sangre. Enseguida se lo pasó a Sus discípulos, diciéndoles: “Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, la Sangre de la Nueva y Eterna Alianza que será derramada por su Señor, para la remisión de todas las faltas. Hagan esto en memoria Mía”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

Madre de los sacerdotes y de todos los cristianos, de los que tienen fe y confianza en Tu Amor inmaculado, como parte de esta humanidad, le ofrecemos a Tu Hijo este Sacramento por la conversión de los pecadores y de todas las situaciones que urgentemente necesitan de asistencia espiritual.

Como Tu Hijo nos enseñó, ofrecemos la oración del Padre Nuestro para que este sacrificio del altar sea consumado y esté conforme a la Voluntad de Dios.

Oración: Padre Nuestro.

Que la Paz de Cristo esté en cada uno de los presentes y en cada corazón que está unido en este momento.

Y con la misma fe que tuvo el centurión romano, repetimos esa profunda pero simple oración:

Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme. 
Amén.

En reverencia y amor, ante el glorioso Corazón de María y el Sagrado Corazón de Jesús, anunciamos esta Comunión Espiritual de cada corazón de este mundo con el Sagrado Corazón de Jesús.

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente
y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los Sagrarios de la Tierra,
en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él es ofendido.
Y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón y del Inmaculado Corazón de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén.

 

Les agradezco por haber respondido a Mi llamado.

Y, les confieso que, a través de este reciente ejercicio de Comunión Espiritual, Mi Corazón espinado está más aliviado; porque lo único que deseo es que amen como Yo los amo, es que sientan como Yo los siento a cada uno de ustedes.

Para que las aspiraciones e intenciones de su Madre Celeste se puedan cumplir, conforme a la Voluntad de Dios, los invito a recogerse con una canción muy simple pero muy significativa, la cual los invito a sentir con el corazón, llamada “Tierra de María”.

Yo los bendigo, bajo la Luz del Sagrado Corazón del Señor, en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vayan en paz.

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Deseo, con ardiente amor, que en la próxima Vigilia de Oración del 12 de julio, todos los Centros Marianos ofrezcan al menos una decena del Santo Rosario, a fin de apoyar y de acompañar a su Madre Celeste en la sagrada tarea de liberación y de rescate de las almas más perdidas.

También deseo, con ardiente devoción, que las familias se reúnan en sus hogares y grupos de oración, para acompañar espiritualmente esta tarea de la Madre de Dios. De esa forma, Mis amados, estarán unidos de corazón a la misión especial que la Divina Madre llevará adelante en ese día.

El próximo 12 de julio, la Sagrada Señora de la Paz estará ingresando en espacios de la humanidad en donde, dolorosamente, muchas almas desaparecen sin explicación.

Mi deseo es poder llegar a cada una de ellas, como Madre auxiliadora y protectora de los que padecen injustamente el tráfico de personas y de órganos, gravísima flecha clavada en el Corazón de Mi Señor.

Por eso, desde ahora, los invito a que sus oraciones sean fervorosas para que la inquebrantable cadena del mal, sostenida por muchos hijos Míos perdidos, sea cortada por la poderosa intervención de San Miguel Arcángel, y así las almas sean liberadas de la esclavitud revestida de estos tiempos.

Deseo, con pureza ardiente, que el mundo escuche Mis súplicas; así también, podré aplacar está dolorosa ola de la pandemia que lleva al infierno a muchas almas que no se confiesan ni piden perdón.

Desde ahora y siempre, les estaré agradecida.

Quien los lleva a la Paz del Corazón del Reino de Dios,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


El guardián y celador del Plan Divino 
 

1. Es aquel que obedece con prontitud, antes de pensar en obedecer.

2. Es quien se adhiere a la Voluntad Divina y desde su plano trabaja para vivirla y manifestarla.

3. Es quien protege, de sí mismo, el Sagrado Misterio.

4. Es quien ama lo desconocido espontáneamente, aunque no lo conozca.

5. Es quien profesa y vive la humildad a través de la donación permanente.

6. Es quien trabaja todos los días para poder vivir la transparencia dentro de su grado de consagración para, algún día, vivir la Verdad.

7. Es quien aspira, ardientemente, a los mejores resultados espirituales en el semejante.

8. Es quien aprende a amar a través de los errores, para algún día poder amar sin condiciones.

9. Es quien no saltea las reglas y los códigos internos que se colocó a sí mismo.

10. Es quien asume vivir el dolor de la humanidad, pero trabaja todos los días para trascender la condición humana.

11. Es quien no teme equivocarse, pero teme no poder reparar el error, mas confía en la infinita Misericordia.

12. Es quien aspira a perder el control de sus decisiones, para algún día vivir las decisiones divinas.

13. Es quien reverencia la Instrucción y la hace parte de sí, aunque crea que no la necesita.

14. Es quien reconoce el Poder y la Gloria en un solo Dios, presente en tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

15. Es quien no se olvida del otro.

16. Es quien aprende a ser compasivo consigo mismo, para aprender a ser compasivo con los demás.

17. Es quien ya no se justifica, sino que se coloca siempre disponible.

18. Es quien entiende, más allá de sí mismo, el Plan de Dios.

19. Es quien vive la Justicia, pero primero vive el Amor.

20. Es quien se solidariza con todos.

21. Es quien, más allá de todo, cumple su deber sin reclamos.

22. Es quien no retrocede, sino que siempre avanza.

23. Es quien promueve y gesta la hermandad.

24. Es quien erradica, dentro de sí, la indiferencia y la falta de colaboración.


¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Yo soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, reflejo los principios de la Creación Universal a todo el planeta.

Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, traigo a la humanidad los Atributos de Dios.

Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, espejo al mundo la cura y la regeneración.

Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, sostengo el equilibrio universal del planeta.

Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, establezco la belleza de la paz.

Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, permito que Mis hijos retornen a su origen interior.

Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, enciendo Mis Espejos del cosmos y así, libero al planeta de la constante opresión.

Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, gesto espiritualmente la reconstrucción moral e interna de la humanidad.

Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, purifico y curo a las almas sufridas.

Soy la Señora de los Lagos, porque llevo a Mis hijos hacia la paz.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Que, en la sagrada solemnidad del mes del Sagrado Corazón de Jesús, la vida de cada hijo Mío se convierta en ese esperado tabernáculo, para que el Sacratísimo Corazón de Cristo pueda estar guardado como una divina reliquia espiritual, que pulsa dentro de cada corazón humano.

Ese tabernáculo, que cada uno debe preparar para que Cristo viva en cada alma, tiene que ser construido a través de algunos importantes pero simples principios que harán, de ese espacio interior, un lugar predilecto para Mi Hijo.

Estos principios, que deben practicar en la vida diaria, son:

  1. La oración del corazón, que es una oración madura de una consciencia que se compromete, todos los días, con la expresión del divino verbo; de una consciencia que comprende, más allá de sí mismo, la emergencia de estos tiempos de que todo sea colmado por dentro y por fuera por el verbo sagrado de la oración.
     
  2. Una vida de inclusión fraterna y de servicio, de la capacidad de servir sin condiciones, de la oportunidad que le puede ser dada a todas las personas, más allá de sus condiciones mentales o internas. Es la capacidad de que cada alma tenga su lugar para poder expresarse en la vida.
     
  3. La obediencia, que es un atributo no muy vivido por la mayoría, pero que vivir la obediencia hasta en lo más pequeño significa estar preparándose, de manera desapegada y austera, para algún día obedecer a los Comandos Mayores o aun dirigir esos Comandos que llamamos de Ejércitos de la Luz.
     

En simples palabras, queridos hijos, representan vivir en la Ley de la Jerarquía para aprender a vivir en la Voluntad de Dios.

Con estos tres atributos o principios, aplicados con esfuerzo en la vida diaria, ustedes construirán un tabernáculo seguro para que Mi Hijo deposite Sus más infinitos tesoros espirituales, los tesoros que reconstruirán a toda la humanidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy estoy aquí por una razón espiritual. Hoy estoy aquí por la humanidad, pero también por la consciencia del planeta, por el alma de esta Tierra para que, algún día, cumpla el Propósito del Padre Celestial.

Pero esta humanidad, a pesar de haberse desviado, no deja de ser colmada por la Gracia de Dios, por lo que proviene de Su Fuente espiritual y divina. De ese lugar proviene la Madre Celeste. De ese lugar proviene el Sagrado Corazón de Jesús, así como todos los ángeles del universo, que custodian y protegen la Creación.

En este vasto universo que ustedes desconocen, llamado Universo Material, existen puntos de inflexión espiritual. Este planeta que fue pensado desde el Génesis para el Proyecto de Dios, a través de los tiempos y por medio de las diferentes razas, que llamamos diferentes humanidades, se ha vuelto un punto de inflexión.

Pero en todo esto parece existir algo controversial; porque este planeta, al cual ustedes pertenecen en esta vida, fue especialmente creado para ustedes, entre tantos planetas del universo que también fueron pensados para desarrollar un Proyecto semejante, proyectos que no resultaron.

Entonces, hijos Míos, piensen cuán importante es trascender la dualidad a través de la transparencia, de la verdad y de la pureza; atributos que provienen de la Fuente del Amor-Sabiduría, Fuente de la cual ustedes también provienen desde que fueron pequeñísimas moléculas de Luz en los Estanques de la Creación Universal.

¿Por qué Dios, nuestro amado Padre del Universo y de la Tierra, necesitaba que, en este universo local, existiera una civilización de Cristos? 

Para que eso fuera posible, pero también para que el proyecto humano no se perdiera, como estuvo a punto de perderse hace más de dos mil años; el propio Padre Eterno se humilló y encarnó a través de Su Hijo en este planeta, trayendo para todos la lección del Amor y del Perdón.   

Yo necesito, hijos Míos, que ustedes tengan presente, en este momento y bajo esta circunstancia planetaria, que aún el Proyecto de Dios para esta humanidad se debe cumplir.

Por esa razón, Mi Hijo Me entregó a cada uno de ustedes a los pies de la Cruz para que, a través de los tiempos y de las generaciones, ustedes fueran partícipes del Plan del Creador, no solo viviéndolo, sino también conociéndolo, amando descubrir el misterio de la Creación, que aún espera poder revelarse en el Retorno de Cristo.

Queridos hijos, a través de todos estos años, hemos intentado amorosamente que las almas comprendieran el sentido del Propósito, la razón y la existencia de estar aquí, en este momento, y de saber, más allá de las circunstancias o de las situaciones, que vinieron a la Tierra por un Propósito Mayor, un Propósito que deben amar para algún día poder comprender.

Dios es tan humilde y simple que Él revela Su Misterio solo a través de los que aman, y no a través de los que quieren o aspiran a poseer alguna cosa. Eso aconteció Conmigo, de amar la Voluntad de Dios, de creer en Su Voluntad, de proteger la Voluntad de Dios de cualquier situación o circunstancia, de cumplir la Voluntad del Padre sabiendo que, más allá de todo, existía una Voluntad profunda por ser realizada y cumplida, a través de la encarnación del Hijo de Dios.

Ustedes, como hijos del Padre Eterno, forman parte de esa Voluntad Divina; cada uno de Mis hijos tiene una pequeña parte de esa Voluntad para poder cumplirla y realizarla.

Cuando esta Voluntad no se cumple ni tampoco se realiza, la humanidad sufre porque se aparta de la verdad, pero también de la simplicidad de la vida; se aparta del amor para poder comprender, en sí mismo y en los demás, las situaciones más desconocidas y hasta las situaciones más inaceptables.

Es el Amor el que permite concretar el Plan del Creador. Es viviendo en ese Amor y bajo ese Amor Divino que sus vidas serán libres para poder concretar lo que el Padre tanto espera desde el origen de sus esencias, en este vasto e infinito universo.

Muchos de Mis hijos habrán podido pensar, en algún momento, que todo lo que decimos es inalcanzable o que nunca se concretará. Pero ¿dónde está el sostén de la fe? ¿En dónde se apoya la fe del creyente? ¿Qué es lo que alimenta la fe de cada ser para que tenga la fuerza suficiente de seguir adelante y de no desistir? Es la Sabiduría que les brinda el entendimiento y el discernimiento; y es el Amor que les refleja la verdad y la pureza que les permitirá estar en Dios, a pesar de lo que suceda.

El mundo ha borrado de su mente y especialmente de su corazón estos atributos. La invasión de las tecnologías, el hipnotismo de las mentes, la ceguera de los corazones que no sienten y que no viven a Dios han establecido la cultura de la indiferencia; y esto ha sido más profundo y más grave, llevando a que muchos pueblos y naciones sean insensibles al sufrimiento de los que padecen en estos tiempos, como inmigrantes o como exiliados.

Esta cultura de la indiferencia ha establecido la cultura del descarte entre hermanos de una misma raza y civilización; y lo oculto en todo esto es Mi adversario, que estimula cada vez más la apropiación de las riquezas y tienta a los que se creen poderosos a que puedan controlar el mundo.   

Pero Dios nunca enfrentará estas situaciones. Sepan contemplar, por medio de la oración, Sus sagradas estrategias y no bajen los brazos, no desistan y no se permitan engañar; porque el triunfo de Mi Corazón y el Retorno de Mi Hijo están aún por cumplirse, y sus vidas deben ser ese camino pero también esa trayectoria en donde el propio Padre Eterno pueda escribir esa victoria espiritual y profundamente interna en los corazones que creen en Su Reino.

Mi Hijo, en la solemnidad del mes del Sagrado Corazón de Jesús, Me envía con este Mensaje al mundo, para que Mis Hijos sepan, comprendan y entiendan que llegará un tiempo de solución y de esperanza. Un corto tiempo que les permitirá a los corazones rehacer sus vidas y sus familias, y prepararse para el último tiempo del Apocalipsis. 

Porque en ese momento y en ese tiempo, es en el que Mi Hijo retornará, un tiempo que no está lejos para ustedes. Por esa razón, tuve que esperar estos doce últimos años de construcción de esta Obra, con ustedes y por ustedes; para poder decirles esto, todo lo que hoy les anuncio a través de Mi Corazón.

Algunos Recintos internos del planeta trabajan incansablemente, por medio de sus Jerarquías, para ayudar en esta transición de la humanidad. Sepan que todos los esfuerzos están siendo realizados, todos los sacrificios están siendo cumplidos, todas las entregas están siendo ofrecidas para que la humanidad se pueda sostener en esta cruel batalla del fin de los tiempos.

Y ustedes, a través del Rosario y de la oración, tienen que vencer esta batalla en su interior; porque en algún momento, como muchos de Mis hijos lo han sentido en estos tiempos y sobre todo en este último año, tuvieron que enfrentar su propia batalla interior, para no salir del camino de Cristo y no dejar a Mi Hijo sin Sus pilares sobre la superficie de la Tierra.

Comprendan en esta simbología, la complejidad de estos tiempos, la verdadera necesidad de la Jerarquía espiritual y universal. Y por encima de todo, comprendan el sentido de lo que verdaderamente sucede en este tiempo y no de todo lo que se dice en el mundo.

Que sus corazones se sensibilicen con Mis Palabras, para no solo escucharlas, sino para interiorizar Mis Palabras en el corazón, morada segura para estar en Dios. Muchas moradas se apagan en este tiempo, como una débil llama que desaparece por sí sola, y en muchos casos una llama debilitada que se apaga con los fuertes vientos de la contrariedad.

Pero Yo les traigo este aceite espiritual de la unción de Mi Hijo, que les hará encender el espíritu y el corazón por medio de la llama de la fe de Mi Corazón Inmaculado, para que se sientan protegidos y amparados por Mí, porque lo que aún espero es solo llevarlos a Dios.

Mi Corazón Inmaculado es su fortaleza y el camino directo hacia Dios. No se olviden, Mis pequeños del mundo entero, de entrar en Mi Corazón para que Yo pueda entrar aún más en sus vidas y consagrarlas a la Voluntad del Padre.

Yo soy esa Madre perpetua que los ama, que los protege y que los acepta. Soy la Esclava del Sacrificio de Dios. Soy la que siempre los llevará a Dios a través de Mi Corazón.

Mediten en Mis Palabras para que Mis Palabras sean pequeñas semillas de Luz en sus consciencias, semillas que en el futuro puedan germinar, para que algún día puedan dar los frutos de redención y de la paz.

Para que todo esto sea posible, vengo a pedirle al mundo que, a través de cada ejercicio de oración, los pueblos y las naciones se reconsagren al Sagrado Corazón de Jesús; Así como lo fue en el mes de mayo en el que muchos de Mis hijos, por medio del Santo Rosario y del Sacramento de la Comunión, ofrecieron reparación a Mi Corazón Inmaculado. Estoy muy agradecida de que Mis hijos hayan hecho el esfuerzo, más allá de la pandemia y del sufrimiento de este tiempo, de reparar el Corazón de la Madre de Dios, para que el Padre le conceda a la Sierva fiel la infinita abundancia de las Gracias y de las Misericordias para los que necesitan salir del sufrimiento y del infierno terrestre.

Por eso, vuelvo a agradecer y de la misma forma los invito, hijos Míos, en este día, por medio del Sacramento de la Eucaristía que ahora celebraremos, a que todos durante este mes de junio que transcurre, y de forma diaria, por muchas, pero por muchas almas en el mundo entero, realicen el ejercicio de una amorosa y verdadera reconsagración al Santísimo Corazón de Mi Hijo; para que Su autoridad y Gobierno Espiritual, finalmente, guíen al planeta y a la humanidad; para que las fuerzas del mal que rige Mi adversario sean retiradas del planeta y las almas respiren la alegría de reencontrar el Reino de Dios dentro de cada corazón.

Yo estoy aquí y soy su Madre. Les extiendo Mi mano para que la tomen fuerte y caminen junto Conmigo en el servicio primordial de la reconstrucción espiritual de este planeta, para que las Sagradas Fuentes del universo colmen a la Tierra de abundancia espiritual, de Gracia, de Perdón, de Amor y de mucha, pero de mucha, Misericordia.

También ofreceremos esta Sagrada Eucaristía, esta importante celebración, ya que la Madre de Dios se prepara para llevar Sus impulsos a Europa en los próximos meses, a fin de que la Luz de Fátima, la Luz que los llevará siempre a la Paz inunde al mundo entero y, especialmente, a África, para que se establezca la cura y el perdón de todas las almas que sufren el exilio, la esclavitud, la muerte, el hambre, la enfermedad y la desolación.

Mi Corazón aún espera pacientemente llegar a África, y de alguna forma lo haré; y ustedes Mis hijos serán Mis ayudantes para que eso suceda, porque hasta antes de que termine Mi tarea con ustedes, debo cumplir la promesa que he realizado ante Dios por África.

Así, cuando eso se cumpla por medio de su ayuda y de su colaboración, Mi tarea estará consumada.

Pidamos al Espíritu Santo, Fuente Suprema de toda la Energía Femenina, Fuente Suprema de toda la Maternidad Universal, que conceda el impulso de la reconsagración de los corazones al Sagrado Corazón de Jesús y también establezca la fuerza espiritual que las madres del mundo necesitan para guiar a sus hijos a Dios, como madres, siervas y servidoras de la Madre Universal.

Celebremos en Cristo y por Cristo. 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A los pies del Inmaculado Corazón de María, respondiendo a Su pedido y a Su llamado; nos preparamos, en la simplicidad del corazón, para celebrar este Sacramento de Reconciliación y de Amor que nos ha dejado Cristo, nuestro Redentor.

Pidamos la Gracia, ante la Presencia de la Virgen María, que nos haga humildes y merecedores de este misterio insondable de Amor que Cristo nos ofrece a través del Corazón de Su Madre.

Que nuestras faltas, omisiones, culpas, indiferencias y todas las situaciones que nos han apartado de Dios por alguna razón sean disueltas a través de este Sacramento del Altar que, junto a los ángeles de la Virgen María, ofreceremos como un acto de reparación y de reconciliación ante el Sagrado Corazón de Jesús.

Invitamos a aquellos que puedan a que se arrodillen o se coloquen de pie, en un acto de reverencia, delante de la Presencia del Inmaculado Corazón de María, Madre de los servidores y de los sacerdotes.

Vamos a pedir a la Virgen Santísima que, así como fue en Pentecostés, nos entregue los Dones del Espíritu Santo, a fin de que podamos cumplir las Promesas de Cristo.

Nuestra Señora se ha puesto de rodillas ante el Santísimo Sacramento que ahora celebraremos. Pidamos Su bendición.

En aquel Jueves Santo, momentos antes de que Jesús fuera entregado para vivir ese gran sacrificio de Amor por la humanidad, Nuestro Señor tomó el pan, lo elevó en acción de gracias y solicitó al Padre Eterno que el pan fuera transubstanciado en Su Divino Cuerpo. Enseguida, Jesús lo partió y ofreciéndolo a Sus apóstoles, Él les dijo: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado por ustedes para el perdón de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

Del mismo modo, antes de terminar la cena, Jesús tomó el Cáliz entre Sus Manos y lo ofreció al Creador para que el vino fuera convertido en Su preciosa Sangre. Enseguida, Él lo ofreció a Sus compañeros, diciéndoles: “Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, la Sangre de la Nueva y Eterna Alianza que será derramada por su Redentor para la remisión de todas las faltas. Hagan esto en memoria Mía hasta que Yo retorne al mundo”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

He aquí el Cuerpo y la Sangre de Cristo, Aquel que dio la vida por nosotros, que dio la vida por Amor.

Unidos a nuestra Santísima Madre del Cielo y a los ángeles del universo, ofrecemos la oración del Padre Nuestro para consumar esta consagración.

Oración: Padre Nuestro.

Anunciamos la Paz de Nuestro Señor y la Paz de Nuestra Señora.

Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.
Amén.

En unión al Inmaculado Corazón de María y al Sagrado Corazón de Jesús, anunciamos la Comunión Espiritual de todos nuestros hermanos del planeta, en este acto de reconsagración al Sagrado Corazón de Jesús, a través de tres campanadas.

Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente 
y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo,

Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la Tierra; 
en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él es ofendido;

y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén.

 

En la alegría de la renovación de la fe, Me elevo al Cielo, con esta oferta concluida por parte de todos los corazones que comulgan con Cristo, para que el Padre de la Misericordia y de la Paz descienda estos atributos sobre la humanidad.

En la Luz espiritual del Sagrado Corazón de Jesús, Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Y como oferta a este mes del Sagrado Corazón de Jesús, nuestros hermanos del coro, a pedido de la Madre Divina, cerrarán este encuentro a través de la canción “Santa Comunión”; para que la Sagrada Eucaristía, como un sol divino y espiritual, siempre brille con su Luz dentro de nosotros.

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

En este día, de una nueva y urgente Vigilia de Oración, les vuelvo a pedir que estén en oración reparadora Conmigo a fin de que, en la sagrada solemnidad del Inmaculado Corazón de María, su Madre Celeste pueda concederle al mundo el tiempo venidero de la cura, del perdón y de la reconciliación; para que las dolorosas crisis humanitarias y las explotaciones del comercio oculto de niños y adolescentes, en el mundo, puedan terminar.

Deseo que, por medio de esta y de las próximas Vigilias de Oración, sigan rezando por las intenciones del Inmaculado Corazón de María, para que la Madre de Dios guarde, entre Sus brazos, a los más inocentes y marginados por la desigualdad de estos tiempos críticos.

Todas las sinceras y cálidas oraciones deben tocar el Corazón de Dios, especialmente la oración de los niños para que, como fue con los pastores de Fátima, la inocencia de los pequeños le conceda al mundo el fin de la pandemia y la reconstrucción espiritual de la dignidad humana. 

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ. TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

He aquí la Sagrada Señora del Portal, la que abre los espacios de la consciencia para que en ella descienda la Ciencia Divina.

He aquí la Sagrada Señora del Portal, la que en este tiempo indica a todos Sus hijos el sendero de retorno al Corazón de Dios.

He aquí la Sagrada Señora del Portal, la que guía y conduce a los corazones orantes hacia el encuentro definitivo con su origen interior.

He aquí la Sagrada Señora del Portal, la que muestra en este tiempo las señales del Retorno de Cristo a todos los servidores del Redentor 

He aquí la Sagrada Señora del Portal, la que intercede entre la Tierra y el Cielo, por las causas y las situaciones imposibles.

He aquí la Sagrada Señora del Portal, la que trae a todos, el bendito afluente de la Gracia Celestial para que sean lavados de sus faltas y renazcan como instrumentos redimidos, colocados en oferta a los Pies del Padre Celestial.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Con gozo y alegría, retorno a Mi sagrada Figueira para que, a partir de junio, mes del Sagrado y Bendito Corazón de Jesús, los frutos internos del espíritu de cada hijo Mío ya puedan estar al servicio del planeta y de las almas.

Quisiera que, en este próximo encuentro de oración de las 1.000 Ave Marías, sus oraciones y súplicas más sinceras sean dirigidas al Padre Celestial por las intenciones y súplicas de su Madre Celeste.

Deseo, con ardiente devoción, que Mis hijos orantes recen por las siguientes intenciones:

1º Por un verdadero y sincero tratado de paz en Medio Oriente, para que Mis hijos israelitas y palestinos alcancen el diálogo pacífico en pro del bien común, y por los más desprotegidos y desamparados.

2º Por un acuerdo fraterno y real en Colombia, a fin de que los más pobres e inocentes ya no sean los más castigados por las protestas y las paralizaciones.

3º Para que el Brasil conciba un gobierno coherente, acorde a los mandatos divinos, a fin de que los más golpeados por el desorden nacional de la pandemia, tengan la Gracia de reconstruir sus vidas.

4º Por los desplazados e indigentes de Marruecos, a fin de que Europa deje de enfriar su corazón ante la actual y crítica crisis sin precedentes, para que todos los refugiados sean ayudados y dignamente reconstruyan sus vidas.

5º Por la paz y el cese del conflicto dictatorial en Myanmar, a fin de que la religión no sea usada como máscara para ocultar las más traumáticas acciones que perjudican a toda la nación y, sobre todo, empujan al exilio de los más pobres.

6º Por el fin del conflicto en Siria, en Venezuela y en Etiopía, a fin de que la vida de la sociedad humana no sea aprovechada para imponer más miseria y caos en los pueblos y entre los pueblos.

7º Les pido orar por las misiones humanitarias, para que todos los precursores del servicio humanitario estén protegidos, guiados e inspirados por el Espíritu Santo; a fin de que se tomen decisiones benéficas y duraderas para todos los que buscan volver a comenzar, después de una traumática y dolorosa partida de sus tierras de origen.

Si oran por estas intenciones Mías, les estaré agradecida, ya que Mi Corazón es ultrajado por la corrupción mundial, la que tendrá fin en el Retorno de Cristo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Cantemos “Ave, Ave María”.

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Reparen el Corazón de la Madre de Dios, gravemente ultrajado por las indiferencias del mundo, por todos los que no socorren a los que sufren y padecen adversidades.

Hijos Míos, reparen el Corazón de la Madre de Dios, gravemente ofendido por las acciones del mundo, por la falta de consciencia y de discernimiento.

Hoy, reparen el Corazón de la Madre de Dios, para que Dios les pueda conceder Su Misericordia y Su Paz.

Con especial atención y cuidado, he acompañado los últimos acontecimientos del mundo; especialmente he tenido en Mi Corazón, bajo la protección y el resguardo de Mi Divino Espíritu, a los niños en la guerra, a los niños en los océanos.

Con la consciencia que ha adquirido la humanidad, a través de los tiempos, es muy grave que sucedan estas cosas en este tiempo. Por eso, hoy, Mi mirada y Mis ojos están dirigidos hacia el suelo, para que puedan comprender la Faz de la Madre de Dios, la Madre de los refugiados y de los agobiados.

Por un momento, colóquense en la oportunidad de poder servir, por medio de la oración, ante todos estos acontecimientos que necesitan de la especial atención de Mis hijos, en este momento planetario.

Dios ya no quiere pensar en la Justicia, sino quiere que vivan en Su Misericordia, para que dejen de sufrir y de padecer lo que cada uno decide por sí mismo o por las grandes naciones.

En este momento, Mi Hijo se prepara para poder retornar, para poder colocar un orden universal, espiritual e interno, ante todo lo que sucede en el mundo y ante todo lo que muchos desconocen y no pueden ver.

Reparando el Corazón de la Madre de Dios, también repararán el Corazón del amado Hijo, sensiblemente herido por las ofensas del mundo y también por la indiferencia.  

Este es el momento en el que todos deben comprenderse como hermanos, y esto va más allá de la religión o de las propias creencias.

La hermandad es parte de un orden universal. Si la humanidad no vive este orden, el planeta no dejará de sufrir; porque hasta que los corazones no vivan las Leyes, es decir los Mandamientos, faltará mucho la paz.  

El universo guarda muchos tesoros y muchas dádivas, y espera que su humanidad sea partícipe de todas esas Gracias.

Cuando Mi Hijo retorne, Él comenzará a trabajar en las situaciones más desconocidas por ustedes, en aquello en lo que no podrían creer que Mi Hijo, el Cristo, pudiera intervenir pero también redimir y reconciliar.

Es en la consciencia de cada uno de Mis hijos en donde se debe vivir el gran cambio, para que las situaciones que hoy suceden en el mundo no sucedan más y se ayuden mutuamente como hermanos, sabiendo que en el fin de los tiempos todos necesitarán de ayuda, porque no importará cuánto tengan o cuánto posean, si son ricos o si son pobres, eso no le importará a Dios.

Mi Hijo retornará para volver a reerguir al pueblo de Israel, aquel pueblo que hoy está presente en todo el planeta y que algún día deberá ser una única tribu, que vuelva a vivir y a reintegrar en su consciencia los atributos del Proyecto Divino de Dios, para dar así continuidad a la Nueva Tierra.

Pensarán, hijos Míos, que eso será imposible, pero hoy se los digo y se los revelo porque soy la Portavoz y la Mensajera de Dios.

El Corazón del Padre aguarda pacientemente el cambio de Sus hijos, la gran lección de vida que hoy muchos ya deberían vivir, sobre todo aquellos que siguen al cristianismo, el camino de Mi Hijo. Esa lección es que se amen los unos a los otros de una forma que aún no comprenden ni viven.

Pero una llave importante para cada uno de ustedes es que ese amor, por más que sea humano e imperfecto, sea un amor que se pueda sublimar y trascender a través de la consagración de sus vidas, a través del servicio de sus vidas, a través de una confianza absoluta de que ustedes y sus hermanos pueden unirse mutuamente, más allá de las diferencias.

Mi Corazón Inmaculado hoy se abre para ser reparado por el amor y la caricia de Sus hijos; porque este es el Corazón que sufre por la humanidad, que sufre hoy por los refugiados y exiliados del mundo entero, por los sin tierra, por los esclavizados y explotados, por los desabrigados y desamparados.

Yo soy la Madre de los que son descartados, ofendidos y repudiados, no solo por su miseria o por su pobreza, sino también de forma espiritual son rechazados con gran indiferencia e impunidad.

¿Quién, en este tiempo, entregará sus manos, completamente en donación y en servicio, para dejar de vivir la indiferencia mundial y donarse como Mi Hijo se ha donado a ustedes por entero?

¿Quién entregará sus pies para que Mi Hijo pueda pisar fuerte a través de sus vidas y almas por los caminos de este mundo?, llevando Su Amor y Su Palabra, Su Consuelo y Su Caridad, a pesar de lo que cueste, aun dando sus vidas por la reparación de Mi Inmaculado Corazón, para que así la Creación sea reparada de todo lo que el mundo realiza en este momento, por el alto grado de ignorancia y de indiferencia.

Yo los llamo a ser consoladores de Mi Espíritu materno. Que también puedan ser Mis brazos que acogen, que aceptan, que comprenden y, sobre todo, que aman al prójimo, más allá de todo. 

Ustedes, hijos Míos, no tienen ningún impedimento para poder amar. Si aman, así como Yo lo necesito, el mundo se convertirá, aunque esto cueste mucho; porque sobre la superficie de la Tierra habrá espíritus valientes, estrellas redimidas que brillarán en los abismos de este mundo para traer la Luz y la Paz.

Quiero que sigan trabajando, en lo que resta de este mes de mayo, por la reconsagración de sus vidas a Mi Inmaculado Corazón. Porque esto, en este momento, es lo que justifica ampliamente todos los errores que comete el mundo por medio de las guerras, de las crisis humanitarias, de la indiferencia y del descarte de los que sufren, de los que no tienen nada.

Es así que a ustedes, que están a Mi lado por una Gracia desconocida que aún no comprenden, los invito a vivir en mayor profundidad, no solo practicando el Amor de Dios, sino también los invito a vivir y los llamo a vivir la gratitud, para que nunca se olviden que siempre fueron premiados por los tesoros del Cielo, por medio de la Presencia de San José, de Su Madre Celeste y del Sagrado Corazón de Jesús.

Les pido que no pierdan la esperanza. Cuando la cruz se vuelve más pesada es cuando la victoria puede ser muy grande.

Imiten a Mi Hijo, en todo lo que puedan. Sean generosos, misericordiosos y podrán amar al semejante, así como ustedes quisieran que los amen. Este es el momento de practicar la fraternidad humana y de que sus vidas sean el ejemplo de las Palabras de Cristo.

Que Nuestros Mensajes salgan de las mentes e ingresen en sus corazones; porque allí es donde se realizará, ocultamente, la Obra Divina.

Y de tiempo en tiempo, confirmarán que Yo siempre he estado aquí, no solo por ustedes, sino también por el mundo entero, como hoy estoy aquí, por todo el planeta.

Dios Me ha pedido, y hoy se los pido a ustedes, que por motivo de este mes mariano, en el que aún muchísimas almas necesitan ingresar en Mi Inmaculado Corazón, vuelva a ser celebrada la Eucaristía, no solo para reparar el Corazón de la Madre de Dios, sino también celebraremos la Luz de la Eucaristía para que el divino e insondable discernimiento inspire a los gobernantes del mundo, para que establezcan la paz y la asistencia inmediata a todos los refugiados del mundo, a fin de que se reintegren los atributos espirituales de la familia humana; para que las familias exiliadas y desplazadas tengan la Gracia de reconstruir sus vidas completamente.

Por eso hoy, los tres ángeles que acompañan a la Madre de Dios, en representación del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, recibirán su ofertorio, su más sincera oferta interior para que todo sea reparado y el mundo reciba un tiempo más de paz, a fin de que el gran cambio de la consciencia se pueda dar.

Celebraré junto a ustedes y por sus hermanos del mundo en nombre de Mi amado Hijo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

De lo más profundo de nuestro corazón, ante la presencia del Inmaculado Corazón de María, que es la causa de nuestra alegría y renovación constante, ofrezcamos este Sacramento del Altar, consagrando estos elementos que se convertirán en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo, a fin de que la Fuente de Su Gracia y de Su Misericordia desciendan a la humanidad y, especialmente, a todos los refugiados del mundo.

Señora de la Luz, Madre de la Divina Misericordia, Espejo de Justicia y de Sabiduría, Fuente insondable de Amor y de Gracia, haznos partícipes y merecedores de este ministerio, a través del Sacramento de la Eucaristía, para que Tus divinos y sagrados atributos, que brotan como una llama de Amor de Tu Inmaculado Corazón, nos fortalezcan y nos comprometan cada día más a servir a Tu Hijo, por la humanidad. Amén.

En la noche que Jesús iba a ser entregado, Él reunió a Sus apóstoles en el Cenáculo y se ofreció sin condiciones por cada uno de nosotros.

Fue así, que Él tomó el pan, lo elevó y se lo ofreció al Padre Eterno para que fuera convertido en Su Cuerpo. Luego de esta transustanciación, Jesús lo partió y se lo ofreció a Sus compañeros, diciéndoles: "Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por ustedes para el perdón de los pecados".

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.

Antes de terminar la cena, Nuestro Señor tomó el Cáliz entre Sus Manos y también se lo ofreció al Padre para que el Cáliz fuera transubstanciado en Su preciosa y divina Sangre. Enseguida, Nuestro Señor, se lo ofreció a Sus apóstoles, como hoy nos lo ofrece a cada uno de nosotros, diciéndonos: "Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la nueva y eterna Alianza, que será derramada por su Señor para la remisión de todas las faltas. Hagan esto en memoria Mía, hasta que Yo retorne al mundo".

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.

Amén.

El Cuerpo y la Sangre de Cristo. Bienaventurados los que hoy se sirven de este Sacramento espiritual para volver a vivir en el Corazón del Rey.

Unidos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, rezamos juntos la oración que Jesús nos enseñó. Y, en este momento, unidos como un solo corazón y una sola mente, realizamos por medio de esta oración del Padre Nuestro, nuestro acto de reparación al Inmaculado Corazón de María y por todos los refugiados del mundo para que la Luz, el Amor y la Paz del Sagrado Corazón de Jesús colme a las almas que más lo necesitan.

Oración: Padre Nuestro.

Que la Paz, el Amor y la Misericordia de Nuestro Señor, Jesucristo, y del Inmaculado Corazón de María desciendan al planeta.

"Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una palabra Tuya bastará para sanarme.
Amén".

Con amor y reverencia a todos los Cristos internos de nuestros hermanos, anunciamos a través de tres campanadas, la Comunión Espiritual de todas las almas del mundo seguidoras de Cristo.

Mi Dios, yo creo en Ti,
yo Te adoro, yo Te espero y yo Te amo; 

y Te pido perdón por los que no creen en Ti,
no Te adoran, no Te esperan y no Te aman.

Amén.

Sintamos en nuestro corazón la Comunión con Cristo, y así unidos a Él, en espíritu y en amor, renovamos nuestros votos de servicio, de consagración y de entrega por la victoria de Su Cruz y el triunfo del Inmaculado Corazón de María.

 

Queridos hijos, Yo les dejo Mi Paz, para que la Paz abunde en la Tierra y, sobre todo, en los corazones que más necesitan del espíritu de Mi Paz para reafirmar su compromiso con Dios y con Su Plan de Amor.

Yo les agradezco por haber respondido a Mi llamado.

Los amo y los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de la Madre Divina, nos recogemos a través de una canción inspirada por Santa Teresa de Jesús, para que ella también sea nuestro modelo en el ejemplo del servicio y de la perseverancia, de la absoluta fe en nuestro Redentor.

Cantaremos con devoción: "Nada te turbe".

Gracias a todos.

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Que la profunda Paz de Jesús esté entre ustedes, en ustedes y especialmente en los lugares en donde hoy se viven las guerras y los conflictos.

Después de más de 2.000 años, Israel y Palestina se siguen lastimando cruelmente. 

Los pueblos hermanos pierden, vertiginosamente, la paz. Por detrás de los que sufren y son más inocentes, se planean ideas tenebrosas que solo buscan y alimentan el uso de armas y su venta en las naciones más frágiles y hostiles del mundo.

La economía de los países poderosos se fortalece tristemente de todo esto, a través del desorden y del sufrimiento de los que sufren la injusticia desmedida de esta actual humanidad.

Como Reina de la Paz, hoy vengo a pedirles que se unan fervorosamente por todas las necesidades del mundo; pero especialmente que se unan a la Oración por la Paz en Medio Oriente.

El hombre, inconscientemente, juega con las armas; y esto somete y degenera la paz, imponiendo órdenes humanos que encarcelan la libertad de las personas y de las naciones.

Mi amada Tierra Santa se convirtió en un escenario de horrores y de sangre.

Por todo lo que Mi Hijo dejó sembrado en el Evangelio, pero sobre todo a través de Su dolorosa Pasión; Yo vengo a rogarles, Mis hijos, que oren bien unidos, a través de la Oración por la Paz en Medio Oriente, para que no se cree ni se genere una tercera guerra, que podría no tener retorno. Ningún hijo Mío conoce el mal y su astucia.

Yo los llamo y los convoco como Mis ejércitos orantes. Así, sus manos en oración secarán las lágrimas del rostro de su Madre Celeste, por ver el sufrimiento y la agonía de los más inocentes.

¡Les agradezco por responder de inmediato a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, en el día en que se conmemora la Señora del Santísimo Rosario de Fátima, la Madre Celeste llega al mundo para compartir, con algunos de Sus hijos, Sus más profundos dolores del Corazón; dolores que muchos no conocen ni saben, por los que Yo les pido que recen para aliviar el Corazón de la Madre de Dios, para que los pecados sean revertidos por el Amor de Mi Inmaculado Corazón.

Hoy reúno, en los planos internos, a las almas que se congregan ante la Madre Divina para compartir este momento planetario.

Por esa razón y por ese motivo, estoy uniendo en este momento, el Reino de Fátima y el Reino de Aurora, como un solo corazón y una sola esencia para que, en este día, pueda ser concedida la paz al mundo, especialmente en aquellos lugares que más la necesitan y en donde muchos hijos Míos corren peligro, no solo de vida, sino también de espíritu.

Como hace más de cien años atrás y como en los últimos años que he venido a su encuentro, Yo les pido que recen por la paz, porque si no hay paz en el mundo, no habrá cura ni tampoco renovación.

El Reino de los Cielos está aquí arriba, esperándolos a que depositen cada cuenta de oración en las manos de la Madre Celeste, en su Señora del Santísimo Rosario.

A través de Mi Corazón, Yo les traigo todo el Reino de Fátima, con todas sus consciencias y ángeles, para que la vida espiritual de la humanidad, en este día especial, pueda ser reparada y convertida, para algún día poder ser redimida.

La Madre de Dios no solo recuerda Sus siete principales dolores, dolores que han cambiado con el tiempo, porque hay cosas más graves que suceden en el mundo, las que Mi Hijo no esperaba que sucedieran. Por eso, Él se entregó hasta la Cruz y los salvó con el precio de Su Sangre.

Hoy el Corazón Inmaculado de María, rodeado por la Corona de Espinas de los pecados más bajos del mundo, viene a ser aliviado por las oraciones de Sus hijos y la fe de los corazones buenos, los que siempre dicen sí a la Madre de Dios.

Por eso, los invito a transmutar Conmigo esta situación planetaria, a que sus internos y sus consciencias se abran para servir, en los ejércitos de la Madre de Dios, en todos aquellos que se postulan a formar parte de las legiones de Cristo, en pro de Su Retorno al mundo.

Como hace cien años atrás, pero hoy en este lugar sagrado y bendito para Dios, vuelvo a retornar a la humanidad, lo mismo que una vez le entregué para poder poner fin a la guerra de aquellos tiempos difíciles y dolorosos para toda Europa.

Hoy le retorno a la humanidad este mismo Legado que una vez dejé en Fátima, que es un Legado espiritual, un tesoro inmaterial, un Legado incalculable e infinito que proviene de la Fuente de Dios, de la que surgió su Madre Divina.

Desde ese lugar, que no es conocido, que es parte de un misterio que hoy se devela, que es parte de la Divina Voluntad, les traigo a ustedes y a sus hermanos del mundo, como también a las naciones, la oportunidad de retornar a su pureza original; porque el mundo ha perdido completamente su pureza y al perder su pureza original ha perdido la inocencia.

Esto lleva a que algunos hijos Míos se ofrezcan a Mi Corazón Inmaculado, un Corazón espinado y herido por los pecados del mundo, especialmente por aquellos que rechazan a la Madre de Dios, que es la Madre de todos, es la Madre de la humanidad.

A través de esta oferta que hoy les hace Mi Corazón Inmaculado, Yo les vuelvo a traer la Fuente del Reino de Lys-Fátima, que guarda como tesoro espiritual una parte del gran Legado de Mi vida en la Tierra, como también una parte del Legado de Mi Asunción a los Cielos.

Sus vidas, a través de Mi Corazón, deben ser la continuación de ese Legado y de esa trayectoria. Por eso, Mi amado Hijo, a los pies de la Cruz, le entregó a la Madre de Dios todos los hijos de la humanidad; para que ellos se redimieran, se convirtieran, se reconciliaran y fueran algún día el testimonio del Amor de Dios, del Amor del Dios vivo.

Para que eso sea posible, hijos amados, vuelvo a aceptar los sacrificios, las renuncias y todas las entregas posibles que, como hace cien años atrás, compensaron los gravísimos errores que hundieron a la humanidad en la guerra y el sufrimiento; y esto permitió que la Luz de la Esencia Divina de la Madre de Dios brillara como un gran sol en Fátima, en el sexto mes de esas Apariciones.

Ese sol, que no es como el que los alumbra todos los días, es un sol que en aquel tiempo se apareció y se materializó para llevar adelante un cambio radical en toda la consciencia humana.

Pero los efectos de esa sagrada tarea se fueron desvaneciendo de los éteres de la consciencia del planeta, aunque la Madre de Dios siga retornando al mundo para llamar a Sus hijos a la conversión. 

Hoy sus vidas deben ser ese mismo sol que ilumine la oscuridad de estos tiempos con actos de amor y de misericordia, con gestos de perdón y de reconciliación. Ustedes tendrán todas las herramientas para poder hacerlo en el camino de la oración que es una escuela continua y eterna; pero también encontrarán esas herramientas en los Sacramentos, que son los que los hacen vivir la redención.

Uniendo el tiempo de Fátima con el tiempo de Aurora, en un solo corazón y una sola esencia, Yo les traigo, hijos Míos, la última oportunidad de ayudar a cambiar a este mundo desde la consciencia, para que algún día cambie todo lo material, todo lo que se ha pervertido y no ha cumplido con las Leyes de Dios.

Es así que hoy, abriendo una puerta, los invito a cruzarla, con la convicción de cumplir las aspiraciones de Mi Hijo para que, cruzando esa puerta espiritual e interna, a partir de hoy los que se animen, en confianza, ingresen a una nueva escuela, que es la escuela de la consciencia madura y responsable del alma y del espíritu, que vive conscientemente la Voluntad de Dios y no la rechazará jamás, para convertirse en un verdadero compañero de Cristo, que no le tema a la cruz, que no le tema a las tinieblas, que no le tema a sus propios miedos, sino que el Amor de la Luz de Cristo lo ilumine y lo guíe hasta poder cumplir lo que Dios tanto desea, lo que Dios tanto espera.

Si asumen atravesar esa puerta, asumen vivir otra escuela más profunda y más determinante. Una escuela no solo de madurez, sino también de sabiduría, de discernimiento y, sobre todo, una escuela en donde practiquen completamente el amor en los tres planos de consciencia, espiritual, mental y material, para que sus almas sean espejos del Alma de Mi Hijo.

Esto es lo que necesita la humanidad para tener una oportunidad. 

Ustedes fueron llamados y se convocaron para este momento y para este tiempo. Deben fortalecer Conmigo esta red de Luz, que sigue los lineamientos de la Jerarquía y que, como espejo, refleja la Voluntad de Dios y comparte lo que siente la Jerarquía de este momento planetario.

Por eso, en este 13 de mayo, después de más de cien años, los invito a cruzar esta puerta, a través de los jardines internos de Lys, para que los ángeles los purifiquen y los alineen con el Sagrado Propósito que siempre los renovará y los llevará a cumplir su misión.

Para consumar este momento, por este planeta y por esta humanidad, la Señora del Santísimo Rosario, como Madre de Dios y Madre de toda la humanidad, como Madre de los sacerdotes, de los apóstoles, de los consagrados y de los servidores, vino a establecer el triunfo de Su Inmaculado Corazón a través del ofrecimiento que harán Sus hijos, al atravesar la puerta espiritual hacia la nueva escuela que les ofrezco, la escuela de la madurez y de la consciencia.

Para que esto sea posible, hijos Míos, celebraremos la Eucaristía, en honor a Mi Hijo y respondiendo a Sus pedidos celestiales.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Podemos traer aquí el Altar, para la celebración.

Vamos, en este momento, mientras nos preparamos para entrar en comunión con Cristo, a sentirnos dentro del Reino de Lys-Fátima, en sus jardines internos, junto a María Santísima y a Sus santos ángeles, preparando esta celebración, este ofrecimiento del Sacramento de la Eucaristía, como Nuestra Señora ha pedido por la humanidad y por el planeta. Pero también ofreceremos nuestra vida a los Pies de Nuestro Señor.

El agua para lavar las manos.

Que el Señor nos purifique en este momento para que, una vez más, nos haga dignos de recibir este Sacramento y así, Él pueda renovarlo todo dentro de nosotros.

Vamos a celebrar este momento junto a María Santísima, así como Ella estuvo en el Cenáculo con Sus apóstoles, esperando el reaparecimiento de Cristo, la Resurrección de Su Hijo.

En la noche que Jesús iba a ser entregado, instituyó la Sagrada Eucaristía. Y para que eso fuera posible, Él pidió a los apóstoles que le aproximaran el pan y el vino para que, convirtiéndolos, Él ofreciera Su Cuerpo y Su Sangre como justificación de los pecados de la humanidad para que todo fuera reparado.

Fue así que Jesús tomó el pan, lo elevó y se lo ofreció al Padre, pidiéndole que convirtiera el pan en Su Cuerpo.

Los ángeles lo transustanciaron y enseguida Jesús lo partió y se lo ofreció a Sus compañeros, diciendo: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos. 
Amén.

Antes de terminar la Cena, Nuestro Señor tomó el Cáliz entre Sus Manos y se lo ofreció al Padre, para que el vino fuera convertido en Su Sangre.

Después de haber sido transustanciado por los ángeles, Jesús se lo ofreció a Sus compañeros, diciendo: “Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la nueva y eterna Alianza que será derramada por Su Señor para la remisión de todas las faltas. Hagan esto en memoria Mía, hasta que Yo retorne al mundo”.

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos. 
Amén.

Este es el Cuerpo y la Sangre de Cristo, Nuestro Señor; felices los que son invitados a servirse de este Sacramento del Altar, porque Él nos ha prometido la felicidad eterna.

Unidos a la Santísima Trinidad, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; ante la Presencia de la Madre de Dios y por el triunfo de Su Inmaculado Corazón, vamos a consumar esta consagración a través del Padre Nuestro.

Invitamos a todos, en este momento, a que también ofrezcan sus vidas como un acto de reconsagración al Inmaculado Corazón de María, para que las puras intenciones de la Madre de Dios se puedan cumplir y se puedan llevar adelante a través de nuestra redención.

Oración: Padre Nuestro.

A través del Corazón Inmaculado de María, anunciamos la Paz y el Amor de Cristo para el mundo entero.

“Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una palabra tuya bastará para sanarme.
Amén”.

A través de la bendición de Nuestra Señora, vamos a anunciar esa Paz al Cristo interno de cada hermano presente en este encuentro con la Madre de Dios con una leve reverencia, saludando al Cristo interno de cada hermano.

Junto a la Señora del Santísimo Rosario, que es la causa de nuestra alegría y devoción, anunciamos para nuestros hermanos del mundo entero, la Comunión Espiritual.

Mi Dios, yo creo en ti,
yo te adoro, yo te espero y yo te amo,
y te pido perdón
por los que no creen en ti,
no te adoran, no te esperan y no te aman.
Amén.

Mi Corazón recoge las ofertas de los que se dispusieron a vivir Mi llamado.

Que la paz del Reino de Lys-Fátima colme a este mundo y alivie a esta humanidad, en unión con todos los ángeles de la Creación.

Les agradezco por responder, una vez más, a Mi llamado.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Podemos ir en paz.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Llego a un mundo aún herido y perturbado. Por esa razón, hoy estoy aquí para estar cerca de Mis hijos, de todos Mis hijos de la humanidad.

Aun más que nunca, estoy en las naciones del mundo, en aquellos lugares en donde hermanos se enfrentan con hermanos por razones sin motivos, en donde el mal toma partida de todo esto.

Este es el tiempo que Yo había anunciado en Fátima, en el que Mis hijos, todos Mis hijos orantes, deberían estar en sus hogares rezando el Santo Rosario, encendiendo una vela a la Madre de Dios; y aun más, sin salir de sus casas, ante todo lo que sucedería en las calles de sus pueblos, en todas sus naciones.

Hoy no quiero confirmar estos acontecimientos por más que están sucediendo. Mi Corazón siente un dolor indescriptible por todo lo que viven Mis hijos en el mundo, especialmente por aquellos que son más inocentes y aún siguen siendo castigados por la indiferencia y por todo lo que sucede, no solo en sus familias, sino también en sus pueblos; heridas que aún no se han cicatrizado y que deberán ser contempladas por la luz de la oración.

Este es el momento, hijos Míos, en el que ustedes y sus hermanos deben ser un espejo de la verdadera oración, de una oración que transforma y que redime, de una oración que se ofrece constantemente a Dios, en reparación por todos los pecados del mundo y por todas las injusticias que viven Mis hijos en este tiempo de adversidad y de caos.

Por eso, así como fue en Pentecostés, Yo les traigo la Luz del Espíritu Santo para que la puedan recibir en su corazón, para que sus almas la puedan sentir y reconocer, para que sean bañados por sus Divinos Dones que, en este tiempo, necesitarán para dar sus pasos en estas filas que Mi Hijo está formando en Sus ejércitos del fin de los tiempos, en preparación de Su esperado Retorno.

Hoy, también les muestro Mi Corazón Inmaculado, un Corazón que sigue pulsando por Amor a la humanidad, un Corazón que se ofrece como refugio para sus vidas y almas, un Corazón que se entrega en sacrificio ante todo lo que sucede en el mundo, ante todo lo que cada corazón siente en este momento de transición planetaria.

Quiero que vean a Mi Corazón como un refugio seguro, como una puerta que los llevará a la Casa de Dios, a fin de que más y más almas orantes puedan enmendar todo lo que sucede en el mundo por medio de la vivencia de los Mandamientos que Mi Hijo les entregó, que hoy son la nuevas Bienaventuranzas.

Necesito, hijos Míos, que sean conscientes de este momento planetario, que cada acto y acción de sus vidas tenga un motivo de reparación y de cura para toda la humanidad, porque en lo más pequeño y en lo más simple es en donde se lleva adelante el Plan de Dios. Esto tiene resultados grandiosos para los planos espirituales de la humanidad.

Hoy también envío, ante Mi Presencia, a los Ángeles de Dios, para que puedan ayudar a las naciones de la humanidad, sobre todo a aquellos pueblos que en este momento viven el enfrentamiento y la guerra, la lucha por la sobrevivencia, por el alimento y lo esencial para poder seguir adelante.

Este es el tiempo de atraer hacia la Tierra la unidad fraterna, llamada fraternidad humana, para que todos Mis hijos aprendan a compartir lo que tienen, ya que, en este momento, no habrá otra salida si no se unen para que sean fuertes en Cristo, en Mi Hijo, el Salvador.

En esa unidad, no solo compartirán su vida, sino compartirán todo lo que tienen y todo lo que poseen, sin tener recelo de que nada les faltará; porque Dios les enviará aquello que necesitan verdaderamente y no aquello que desean.

Aún falta un tiempo para que la humanidad comprenda que es una única familia; que además de existir razas y pueblos diferentes, todos son regidos por el mismo Amor y la misma Fuente, y que en la Fuente Divina no existen diferencias ni tampoco reconocimientos.

Invoco hoy, para ustedes, el sagrado atributo de la humildad, para que más corazones se puedan resignar y entregar a Cristo; para que, como corazones vacíos, puedan ser colmados por sus Códigos de Luz; atributos, virtudes y dones que Mi Hijo les entregará para preparar Su Retorno al mundo, para despertar a los nuevos apóstoles, lo que Mi Hijo aún está esperando para continuar adelante con Su Plan.

Así verán, hijos amados, que a Mis pies no solo tengo al mundo entero, a la consciencia de un planeta que sufre y agoniza por las causas destructivas de Mis hijos que aún no viven a Dios, que están lejos de Dios, que viven la ambición y el poder descontrolado, y solo quieren más y más.

Quiero que, al igual que su Madre Celeste, coloquen en su corazón al planeta; que sus oraciones, cantos, sacramentos y servicios ayuden a curar a la consciencia del planeta; que todo pueda ser reparado para que la Luz de la Divina e insondable Misericordia de Mi Hijo rescate a las almas y se abran los caminos para todos los que lo tienen cerrado; para que, en este abismo planetario, brille la Luz de Dios.

Como su Señora del Santo Rosario, nuevamente los invito, hijos amados, a seguir orando Conmigo, no solo por la paz, sino por el fin de la pandemia; no solo esta pandemia que viven o que hoy conocen, sino por muchas pandemias espirituales que hacen sumergir a las almas en los infiernos de la Tierra y que son peores venenos que la actual pandemia que existe.

Deben tener consciencia, hijos Míos, que el poder de la oración se debe ampliar, no como un fanatismo o un fervor descontrolado, sino con la consciencia que la oración necesita tener dentro de ustedes, para que los portales de la Paz se abran y las almas sean sacadas del sufrimiento.

Hoy, como soldados Míos, soldados de la oración de María, los invito a unirse a Mí, de corazón a Corazón, a fin de que esta situación se revierta y las almas no pierdan el amor, la fe y la esperanza que las hará persistir y atravesar estos tiempos difíciles.

Por eso, en este momento, ante la Mirada compasiva de Dios, traigo el poder de la Luz de Mis Espejos, de las sagradas herramientas de Dios, para que ellas irradien al mundo y a todo lo que está dentro de él; para que la vida terrestre no solo sea curada, sino sublimada; para que las almas sean colmadas por el Amor de Dios y vuelva a despertar en ellas la confianza de vivir en Cristo y por Cristo, a fin de que se cumpla la Divina Voluntad.

En este mes de mayo, vengo a caminar a su lado como la Madre peregrina, como la Madre del Santo Rosario, que en este día coloca Sus pies sobre la Tierra para caminar junto a Sus hijos hacia la sagrada Tierra Prometida. 

Esa Tierra, que debe emerger dentro de ustedes, se llama Reino de Dios, en donde todo será renovado y amorosamente compartido, hasta que pueda retornar Mi Hijo y hacer nuevas todas las cosas, no solo dentro de ustedes, sino también en todo el mundo.

Afirmen las promesas que Él les ha realizado, sean parte de Sus promesas para que Su Plan se pueda realizar.

También a Mis pies, recibo las intenciones de Mis hijos, y hoy Mi Manto se abre y se extiende sobre Sudamérica, y llamo a Mis hijos de este continente sagrado para que, desde lo alto de los Andes hasta los océanos, sostengan Conmigo, este crucial momento, en donde las almas necesitan urgentemente afirmarse en Dios para que sea evitada la perdición en masas.

Ayuden, hijos Míos, a que las garras del adversario sean cortadas por la espada del Arcángel Miguel y las naciones de Sudamérica se liberen para siempre de la desigualdad, de la injusticia y del sufrimiento, porque aún la sagrada semilla de Dios deberá germinar, para que algún día crezca y despierte la Nueva Humanidad. Por eso, trabajamos. Por eso, oramos. Por eso, transmutamos y para eso vivimos en el nombre de Cristo, porque sé que aún Mis hijos no comprenden lo que eso significa y la amplitud que eso tiene para la Consciencia del Padre Eterno.

Pero hoy les hago recordar este compromiso; porque si, algún día, aspiran a vivir la Voluntad de Dios deben saber que sus vidas se entregan para lo que Dios necesita llevar adelante en este tiempo final, sin nada a cambio, en un absoluto vacío y en una absoluta confianza.

Yo los invito a meditar en lo que les digo; porque los apóstoles de Cristo serán colocados en donde Él lo necesite, en lugares que nunca habrán pensado, para que el amor y la unidad no se pierdan en esos lugares, y las almas y los pueblos no sigan siendo arrastrados por el mal.

Así, en Cristo, Yo los renuevo en este compromiso divino y sideral.

En este día, Yo los bendigo para que sigan firmes en Cristo y no pierdan de vista Sus Huellas, porque Mi Hijo está pisando fuerte sobre el suelo de este mundo, porque Su Poder es invisible, Su Amor es inextinguible, Su triunfo es eterno.

Sean parte de este momento, por todos los que no lo podrán ser, para que todos tengan la Gracia de la redención.

Este día también es especial para Mí, por Mi hija, Madre María Shimani, ya que la Fuente Divina tiene la oportunidad de renovar, y de renovar, los orígenes de muchas consciencias que surgieron de los sagrados Lagos de la Creación para poder vivir, algún día, su compromiso con Cristo, con la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.

Por eso, hoy, juntas más que nunca, ofrecemos este momento al Padre Eterno para que Él lo reciba con amor  y así sigamos cumpliendo Su Voluntad, una Voluntad que renueva las cosas de tiempo en tiempo.

Hoy, Mi bendición no es solo para ti, hija Mía y madre Mía, sino también es para aquellos que no pudieron seguir los pasos hacia Mi Hijo y no se rindieron a Su Corazón para ser invadidos por Su Amor transformador y redentor.

Hoy, los orígenes son enmendados por el Amor maternal, el Amor que les da la fuerza para que los hijos del Padre caminen firmes hasta Su Casa Celestial.

Hoy, esta rosa, así como está abierta en devoción a Dios, se abre en devoción y amor en los corazones que sufren y que necesitan de la Luz de Mi Hijo para continuar adelante. Esta es la flor de la maternidad que por toda la eternidad estará presente al servicio de los hijos del Padre, para que Sus hijos sean comprendidos, aceptados y acogidos por el Amor maternal.

Quiero enviar Mi Espíritu de protección y de amparo a Mis hijos de Colombia.

Que Mis hijos de Colombia sepan que la Madre de Dios, la Virgen de Chiquinquirá, estará con ellos, caminando silenciosamente hasta que ellos retornen a la paz.

Recen para que esa paz se establezca en Colombia y en todas las naciones del mundo, a fin de que la humanidad se conscientice y despierte a la verdad.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Que en este mes de mayo que comienza, la oración del Rosario sea el preámbulo y también la preparación interior para los próximos acontecimientos.

Que su fe esté fijada en Mi Corazón Inmaculado, un Corazón materno que abre una puerta espiritual para que todos Mis hijos la puedan atravesar y así, puedan ingresar en la Casa del Padre Celestial.

Este es el tiempo de que Mis soldados de la oración ya vivan en el estado contemplativo.

Que el ejercicio diario, a través del verbo orante, sea la forma de despertar en ustedes el corazón espejo, así Yo tendré el permiso para que sus almas reciban del Cielo los impulsos de Redención y de Misericordia que se guardan en Mi gran red interna de los Espejos Celestiales.

Este es el gran momento de que cada servidor Mío amplíe su consciencia y que participe activamente junto con la Madre Celeste en Sus grandes intercesiones por la humanidad y por el planeta.

Estar en contemplación es estar en silencio, pero también es ejercitar la vida de oración a fin de que sus corazones sean receptáculos benditos de las Gracias que Mis manos aguardan derramar sobre toda la humanidad.

Despertando su corazón espejo estarán más sensibilizados por la difícil situación planetaria, y sus consciencias se elevarán para unirse en espíritu a Mi gran red espiritual de súplica que existe en el gran Reino Celeste, de donde Yo provengo para entregarles Mis Palabras de Amor.

Queridos hijos, los vuelvo a invitar a que coloquen sus mentes y sobre todo sus corazones en lo Alto, en el Cielo, en el Universo, porque es allí en donde encontrarán la paz interior.

¡Les agradezco por postularse a formar parte de Mis ejércitos orantes y suplicantes del Cielo!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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