- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Mis amados hijos:
Con alegría, esperanza y regocijo, su Madre Celeste retorna al Brasil para poder bendecir a todo el pueblo fiel de Dios, a través del próximo Encuentro de Oración en Camboriú.
Dios escogió comenzar este ciclo, después del 8 de agosto, a través de la nación brasileña, para que las almas y sobre todo los mundos internos, en este crucial momento de América Latina, tengan presente, en el corazón y en la memoria, los Mandamientos; a fin de que, aprendiendo a vivir en las leyes de la vida, los corazones no tengan que seguir atravesando el camino del sufrimiento y de la ignorancia.
Por ese motivo, Mi Amado Hijo, Me envía como Su Fiel Mensajera y como Señora Aparecida, para pedirle a Mis hijos brasileños, profunda toma de consciencia, que tengan mucho cuidado para saber qué escogerán.
Brasil, como corazón verde de América, no puede perder su equilibrio, un equilibrio que aún no ha recuperado después de la tragedia de la pandemia.
Sean firmes, y como apóstoles de Mi Amado Hijo, oren y pidan discernimiento, a fin de que sus corazones sean los que decidan el destino de la nación, aquella que ustedes aspiran, y no sean sus mentes influenciadas por las mentiras y las falsas verdades de estos tiempos de Armagedón.
Brasil es uno de los únicos países que, por ahora, está sobreviviendo al comunismo, aquel revestido de trabajos ocultos y falsas promesas.
La Divinidad los llama a rezar antes de decidir. En sus manos está la decisión. Recen y, por amor, ayuden al Ángel del Brasil, para que no sea objeto de discordia, de división y de corrupción; así como otros Ángeles de otras naciones están bajo el mismo yugo.
Queridos hijos, por eso estamos regresando por las Américas, porque pertenecen al Sagrado Proyecto en donde la humanidad podrá volver a comenzar en una Nueva Tierra, dentro de un nuevo Edén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Querido hijo, querida hija:
Que la pureza vuelva a nacer y a brotar de tu corazón.
Que esa pureza esté formada por un sentimiento puro, por un pensamiento puro, más allá de todo lo impuro que vivas.
Busca creer, más allá de las dificultades, en la pureza que Dios le dio a tu alma y a tu corazón; y, a través de esa búsqueda incesante, aprende a amar de verdad, sin dejar de amar todo lo bueno o lo no bueno que te suceda.
Así, hijo Mío, hija Mía, transitarás por la escuela de la reconciliación. Aprenderás a perdonar todo lo que vives y, en el acto sincero del perdón, volverás a renacer.
Un corazón puro es lo que la humanidad perdió por completo. La falta de un sentimiento puro y de una acción pura lleva a las almas al sufrimiento y hasta pensar que la culpa la tiene Dios.
La falta de un amor pacífico y fraterno hizo perder los valores y los principios de la espiritualidad y de la fe en cientos de almas.
Sean puros, no queriendo ser perfectos o trascendidos. Comiencen todos los días con pequeños actos de amor para que no solo ustedes se transformen, sino que el mundo también se transforme y retorne al respeto y a la reverencia de los Mandamientos. Sin Mandamientos no hay camino hacia el Cielo, y sin Cielo no hay paz interior.
Pido a Mis hijos que recapaciten y que replanteen sus actitudes, y la forma de ver las situaciones de la vida; porque cuando aprendan a amar y a apreciar las diferencias de la humanidad, ya no sabrán lo que es el conflicto o la violencia, porque se habrán dado cuenta de la Verdad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Señor, dale a Mis hijos la experiencia de un corazón puro, para que sus sentimientos sean puros y puedan tener una mente pura.
Señor, dale a Mis hijos un corazón noble, para que sus obras sean verdaderas y sus ideas sean de sabiduría.
Señor, dale a Mis hijos una visión pura, para que el propósito de la vida sea sano, capaz de impulsar Tus voluntades y aspiraciones.
Señor, dale a Mis hijos una consciencia redimida, para que sus vidas sean una victoria capaz de agradarte y de reconocerte.
Señor, dale a Mis hijos una síntesis verdadera, capaz de ayudarlos a dar el gran y último paso para que, con fe, puedan representar a la Obra de Mi Hijo y así, se cumplan los designios.
Señor, antes de que retorne a Tu Reino, dale a Mis hijos la oportunidad de amar, de vivir Tus Mandamientos y Leyes, a fin de que se establezca Tu Propósito de Paz y de Misericordia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este día especial, en el que los peregrinos y devotos del mundo recuerdan la primera aparición de la Divina Señora en Fátima, que de la misma forma, desde hoy y para siempre, Mis hijos de Sicilia recuerden esta amorosa visita de su Madre Celeste al sur de Italia.
Por amor e inmensa Misericordia, hijos Míos, he llegado a través del grupo peregrino hasta Sicilia para que este pueblo alcance la Piedad de Dios y el Perdón de Mi Hijo Jesucristo, sabiendo que su pueblo fue testigo, y sigue siéndolo, de acontecimientos de la vida social y humana que no cumplen los Mandamientos de Dios, inclusive dentro de la Iglesia.
Por eso, hijos Míos, como Madre de la Gracia me aproximo a ustedes para que sientan Mi Amor maternal y escuchen atentamente Mis palabras, a fin de que perciban que este encuentro de hoy es único y que dependerá de todos Mis hijos de Sicilia que el mismo se vuelva a repetir.
Todos ustedes, hijos de Sicilia, saben que están muy necesitados de amor, de perdón y especialmente de penitencia. Porque por medio del ejercicio de estos atributos en la vida diaria, ustedes alcanzarán la Gracia Divina para que a través del camino de la conversión se vuelvan dignos hijos de Dios.
En este tiempo, hijos, todo es posible. Si sus esfuerzos e interés por cambiar sus hábitos y modos de vida fuesen verdaderos y no aparentes, le demostrarán al Universo que ese urgente cambio de la consciencia sucederá y que, amorosamente, serán protegidos por los Brazos de Dios.
Vengo hasta Sicilia para que la forma de vida que hoy llevan pueda cambiar y que sus corazones arrepentidos puedan ser tocados por la divina Misericordia de Dios.
Como Madre me presento, como en otros lugares del mundo, para darles una advertencia. Y esa advertencia es que aún están a tiempo de poder vivir ese cambio de vida y de consciencia para que no solo ustedes, hijos Míos, sean permeados por los Divinos Atributos, sino también sus familias y conocidos sean ayudados por el Amor de Dios.
Este cambio que hoy les pido, como Madre, no es un cambio religioso ni se refiere a una conversión hacia alguna institución. Yo les hablo, hijos, del cambio de la forma de vida que desde décadas llevan adelante y sé que comprenderán de lo que les hablo.
Ustedes, Mis hijos, deben vivir un cambio espiritual e íntimo, entre ustedes y Dios, para que las puertas de la redención no se cierren antes de tiempo.
Hijos de Sicilia, viviendo su conversión, vivirán su esperada redención y Mi Hijo los tendrá en cuenta para que, redimidos y perdonados, sean parte de Su rebaño de Amor y de Luz.
Les pido, escuchen Mi llamado, sientan Mi Corazón. Vengo hacia ustedes como una Madre que los ama y que espera verlos inmersos en la Luz y en el Bien.
¡Les agradezco por responder a Mi Llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Serie – Revelaciones Divinas de estos tiempos
En la humilde gruta de Belén - Parte I
Y fue por la luz poderosa de la Estrella de Belén que su Madre y Señora, en la compañía humilde de San José Esposo, después de haber buscado un lugar simple para el Nacimiento del Niño Rey, nos deparamos con un regalo de Dios, el cual no esperábamos, pero que, al mismo tiempo, percibimos como una señal visible durante el Nacimiento del Niño Dios.
Fue la decisión suprema que el Dios Vivo, hecho hombre y consciencia, quiso tomar, al nacer en un humilde pesebre dentro de las grutas aledañas al pueblo de Belén.
Así fue que la Sagrada Familia, por la guía interior de San Gabriel Arcángel, se instaló y se preparó para el esperado Nacimiento de quien, a través de los tiempos y de todas las generaciones, liberaría al género humano de una posible autodestrucción y de una total perdición de los atributos y de los Mandamientos que, como pueblo, en aquel tiempo los unía a Dios.
Por esa razón el Nacimiento del Mesías, el Rey de Israel y de toda la Tierra, fue profetizado y anunciado para los más sabios seres-contacto que, comprendiendo a nivel interno la cosmovisión del espacio local de este Universo y por intercesión angélica, descifraron el día y la hora estimada de la llegada y del Nacimiento del Niño Jesús en Belén, aunque no hubieran conocido anteriormente a la Sagrada Familia.
San José Esposo, conmovido e interiorizado por el Nacimiento de Cristo y por el cumplimiento de las Sagradas Profecías, testimonió que todo Su gran esfuerzo y empeño para los preparativos de la llegada del Pequeño Niño serían pequeños.
Por detrás del Nacimiento de Jesús, María Santísima, su Madre Divina, ya sabía, a partir de las trece anunciaciones del Arcángel Gabriel, que la llegada del Niño Rey significaría una importantísima intervención Celestial, Divina y Cósmica, una coyuntura que modificaría y trascendería todos los errores humanos pasados, desde el Edén, con Adán y Eva, hasta el fin de los tiempos, hasta el cumplimiento de Su segundo retorno a la humanidad.
Dicha intervención, sucedida en el humilde y simple escenario de la gruta de Belén, representó la restauración de la alianza que se había perdido entre los hombres y Dios; y también significó el restablecimiento de los códigos del Amor-Sabiduría, los que desde el plano espiritual ayudarían al plano material de toda la raza humana.
La primera Fuente de la Creación que surgió en el plano inmaterial, vivió un proceso de materialización de sus formas y de sus matrices para contribuir en el Nacimiento de Jesús en la Tierra.
Ese acontecimiento motivado por una altísima ciencia vibratoria-espiritual también significó un fuerte movimiento de corrientes cósmicas y solares, de emanaciones y de impulsos divinos que favorecieron que, a través del Nacimiento de Cristo, descendiera a la Tierra, no solo uno de los Aspectos del Dios de la Trinidad, sino también que se produjera un estado de contacto entre todos los seres que, en aquel tiempo, tenían una total confianza sobre la llegada de su Salvador.
Por esa razón, la anunciación de los ángeles a los pastores y también la sabia interpretación y sintonía de los Reyes de Oriente, generaron, en toda la consciencia espiritual del planeta, la posibilidad de poder volver a darle a la Tierra un carácter de rescatable.
Cuando Jesús nació en el Pesebre de Belén muchos acontecimientos espirituales más, internos y hasta físicos se produjeron, ya que el descenso de la energía inmaterial de Dios abrazó y abarcó muchas situaciones planetarias.
Todos los que, con sinceridad y devoción, hacen memoria del Nacimiento de Cristo, año tras año, vuelven a ingresar en las mismas corrientes cósmicas y divinas desde donde se originó, hace más de dos mil años, el proceso del rescate y de la redención de la humanidad.
Celebrar el Nacimiento de Cristo todos los años no es vivir el pasado o retornar a una historia verídica, sino que significa regresar al Origen del Origen, no solo como planeta, sino también como ser, a través del Nacimiento de Cristo, para poder acceder a un estado de expiación espiritual y poder volver a recuperar el propósito que trajo a cada ser a la Tierra, a pesar de todos los errores vividos.
Es ese impulso el que, hasta los días de hoy, posibilita la continuidad en el planeta de la existencia de los seres crísticos, los que generarán, paso a paso, el cumplimiento del Plan.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Hoy los llevo a todos al importantísimo y luminoso momento del Bautismo de Jesús en el río Jordán; acontecimiento que, por intermedio del Salvador, llevó a que el mundo entero, durante aquel tiempo, recuperara la dignidad espiritual y el merecimiento del Amor del Creador.
El Bautismo de Jesús instituyó el propósito divino y espiritual de ese sagrado Sacramento para que las almas, mediante el Sacramento del Bautismo, recuperaran la dignidad interna de ser hijos de Dios.
Por eso, el sagrado Bautismo de Jesús en el río Jordán, no solo significó la iniciación del Divino Hijo en Su tarea pública, a partir de ese momento y tres años siguientes, sino que también abrió las puertas para que el Espíritu Santo pudiera obrar en el mundo hasta después de Su Ascensión.
La fuerza del Sacramento del Bautismo y la profunda humildad del Divino Hijo representaron, en aquel tiempo, la posibilidad de reintegrar la consciencia humana a las Leyes universales por medio de la vivencia de los Mandamientos entregados a Moisés; pero con la llave fundamental que Cristo reveló durante Su Vvda pública: “Amarás a Dios por encima de todas las cosas, así como amarás al prójimo como a ti mismo”.
Esto cerró, en aquel momento planetario, el ciclo de la aguda perdición en el cual todo el planeta por ignorancia se encontraba.
El Bautismo de Jesús en el río Jordán también representó la reintegración de los Siete Dones del Espíritu Santo, que una vez la humanidad vivió al principio, a través de Adán y Eva.
El Sacramento del Bautismo, instituido por medio del Bautismo de Jesús, le trajo al mundo la oportunidad de aprender todos los días a amar la vida del espíritu y a no separarse de ella, a pesar de lo que suceda.
Cristo representa el Sacramento de la Renovación por medio del Sacramento del Bautismo. Él es el principio de nuestro camino espiritual y, al mismo tiempo, Él es el fin de nuestra trayectoria en este planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
He venido al mundo, atravesando todos los tiempos y épocas, para pedirle a la humanidad un verdadero y sincero arrepentimiento.
Ahora, vengo fuera de la Iglesia de Mi Hijo, porque como Madre de la humanidad, vengo a llamar y a salvar a los que se distanciaron de Dios y de Su eterna Gracia.
Por eso, he decidido, bajo la autoridad celestial y la obediencia divina, llegar a cada una de las naciones del mundo, para recuperar los verdaderos valores de las culturas y los sagrados principios espirituales que hacen de cada raza o de cada pueblo, una única cultura universal.
En las últimas décadas, Mi adversario consiguió confundir y apartar a las almas de lo sagrado, inspirando la innovación en las mentes arcaicas y los progresos nefastos en continentes enteros, por medio del abuso incontrolable de los Reinos de la Naturaleza y de su propia humanidad.
Con esta realidad planetaria, su Madre y Gobernanta de los Espejos Sublimes de la Creación, juega en el tablero de la definición de los tiempos, a fin de poder retirar del mal camino a todos los pueblos, culturas y religiones que están siendo llevadas al olvido absoluto del camino del bien y de los Mandamientos. Así, las Leyes son ultrajadas en forma permanente y cada esencia pierde su inocencia original.
Es por eso, que he escogido, a pedido del Altísimo, a su grupo de almas para que, en la humildad, en la entrega y en el sacrificio por Nuestro Señor Jesucristo, represente en estos tiempos la síntesis de todas las religiones cristianas y no cristianas del mundo, a fin de que en esta civilización no se pierda el espíritu de la fe y de la religación con Dios.
Esta es una de las misiones más complejas en el fin de los tiempos. Por eso, he conseguido en todos los medios de esta sociedad humana, que las almas sintieran Mi Obra, a través de ustedes, de una forma ecuménica, basada en el Amor de Cristo.
En este sentido, aún queda mucho por hacer, hasta que esta Obra sea presentada en forma neutral y autónoma en las grandes organizaciones internacionales, con el fin de llevar el Mensaje de Paz sin citar religión ni creencia.
Después de que la Iglesia de Mi Hijo le abra las puertas a esta Obra, el Padre cumplirá la última parte de Su Propósito.
Es así, que la Obra de los Mensajeros Divinos se presentará a las organizaciones internacionales como un mensaje del universo para toda la raza humana, llamándola a la reflexión y no a la autodestrucción humana.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Todos los días, el espíritu de la oración y del servicio al prójimo los ayudará a crecer interiormente y, sobre todo, a dar buenos ejemplos a los que los rodean y a los que los desconocen.
En todo deben imitar a Mi Hijo Jesús, porque Él estaba con los ricos, pero también estaba con los pobres y Su Divino Sentimiento no cambiaba ante las apariencias.
Con esto les quiero decir que un verdadero discípulo es aquel que sigue al pie de la letra lo que su Maestro le indica e intenta, todos los días, cumplirlo mejor, a pesar de sus limitaciones y pruebas, porque si el discípulo no aprende a moderarse ante los demás, ¿cómo las demás almas podrán encontrar al Cristo Vivo en ustedes?
Por eso, mediten en lo que les digo y vean cómo todos los días, ante diversas situaciones, sus corazones y sus vidas manifiestan los ejemplos y si éstos son en esencia verdaderamente crísticos y solemnes.
Deben tratar la vida, las cosas y, sobre todo, lo ajeno con solemnidad, porque ustedes no saben qué misterio hay por detrás de cada situación o acontecimiento.
Si moderan sus actos, si observan con amor las reglas, finalmente aprenderán en estos tiempos difíciles a representar a Mi Hijo en la Tierra. De lo contrario, si todavía no cuidan las cosas simples y las personas como si fueran verdaderos tesoros del Cielo dados por Dios, ¿cómo podrán ser misericordiosos con el semejante?
Recuerden los Mandamientos y vuélvanlos a poner en práctica; porque podrían estar robando y no lo percibirían, podrían estar matando el despertar interior de un semejante con sus actos y no lo percibirían, podrían estar ostentando y usando algo que no les corresponde y estarían infringiendo gravemente la Ley, estarían en serias deudas.
El Reino de Dios es la promesa de Dios para todos, búscalo primero dentro de ti en el día a día, no dejes que la soberbia, la infracción indebida o la indiferencia cieguen tu corazón, porque podrías no estar percibiéndolo.
Corrige tu vida todos los días y hazlo por Jesús, por el triunfo de Su Plan de Amor en las criaturas.
¡Les agradezco por escucharme de verdad y por poner en práctica Mis palabras!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como la Madre de la Justicia, a través de Mis pedidos, Yo les hago conocer la Ley de Dios y los efectos positivos que tiene en esta humanidad.
Para encontrar el camino de la Ley y vivir en ella, Yo les enseñé, hijos Míos, el verbo de la oración, porque la oración del corazón es una Ley poco conocida. Aquel que se une a ella, descubre y sabe cómo estar dentro de la Ley del Creador.
Hoy, la humanidad está lejos de la Ley del Equilibrio, de la Armonía y, principalmente y, principalmente de la Ley del Amor Divino, todo esto es consecuencia de que el hombre crea sus propias leyes y las lleva adelante ignorando por completo que la verdadera Ley es la del Amor y la de la Unidad Interior.
Las leyes de la Tierra dominan consciencias y regiones distantes y esto recae siempre sobre los más desprotegidos. Por eso, como su Madre de la Justicia, les enseño en este tiempo cómo deben buscar y encontrar la Ley Interior a través de los actos de amor y de caridad.
De esa manera, hijos amados, estarán camino del encuentro de las Leyes de Dios. Recuerden, queridos hijos, que las primeras Leyes que Dios les entregó a través de Moisés fueron los Mandamientos, que en estos tiempos están completamente olvidados y no son cumplidos.
Las Leyes Divinas perduran y actúan a través de los tiempos, de los universos y de la humanidad. Cuando las Leyes no son cumplidas y son alteradas por la humanidad, se padece el resultado y la consecuencia de ello.
A través de los Mandamientos que Dios transmitió por medio de Moisés, toda la raza debía ser educada y preparada para encontrar el camino de la rehabilitación y de la paz. Ahora, que todos pueden ver cómo la humanidad transgrede la Ley, Yo los invito, hijos, de forma especial e inmediata, a vivir en las Leyes de Dios antes de que sea demasiado tarde.
La primera Ley que deberán practicar e implantar en sus vidas, es la Ley del Perdón y de la Reconciliación; solo con esos dos principios tendrán trabajo y esfuerzo para conseguirlo. Y recuerden, Mis amados, que su Madre de la Ley siempre está presente para ayudarlos a crecer desde el corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los lleva al conocimiento de las Leyes de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Alegren sus corazones, pues el tiempo del apostolado de Cristo se inicia. El Señor aguarda con Amor para saber cuáles de Sus hijos erguirán los brazos y anunciarán su nombre para este santo apostolado.
Ser un apóstol de Cristo, hijos Míos, es confiar plenamente en Su Corazón, es esforzarse con todo el ser para vivir Sus enseñanzas y, a través del ejemplo más que por el verbo, difundir Su Mensaje.
Hace mucho tiempo que el Cielo aguarda este momento, en el que la Buena Nueva del Señor volverá a ser anunciada sobre la Tierra, en el que los corazones nuevamente podrán arder en el amor a Cristo y la devoción será la fuerza de los caminantes.
Amados hijos, para Gloria de Dios, ha llegado el tiempo de vivir definitivamente de la fe, de consagrar sus corazones al Plan del Señor y de vivir para cumplir plenamente Su Voluntad.
Hijos Míos, hoy siembro en sus corazones la virtud de la fe y de la devoción ardiente para que, de esta forma, puedan estar prontos para dar el primer paso en dirección al Corazón Sacratísimo de Cristo.
Quiero encontrar, en Mis hijos, el ejemplo vivo de la fidelidad a Dios, para que una vez más el mundo pueda tener, delante de los ojos y del corazón, un impulso de aquellos que se entregaron santamente a las Palabras del Señor y cumplieron, con amor, Sus Mandamientos.
Yo los invito a ser valientes soldados de la Misericordia, para que Dios funda Su Misericordia en sus corazones y estos sean fuentes de Misericordia Divina para el mundo.
Hoy Yo los invito a seguir el ejemplo de aquellos que fueron locos a los ojos del mundo y vivieron el Evangelio de verdad y con fidelidad absoluta a Cristo.
Yo los invito a entregar el temor, que muchas veces permea sus corazones, para vivir algo nuevo, una libertad celestial que trasformará sus corazones en un puente hacia el Universo de Dios, donde Mi Reino es una realidad.
Aguardo que, en alegría, puedan responder a este llamado. Yo los tomaré de las manos y Conmigo descubrirán un mundo nuevo, que aguarda en sus corazones.
Permítanme, pequeños hijos, encender la llama de la devoción en sus corazones; una devoción que aún no conocen y que, muchas veces, los hará entregar la vida por amor a Dios.
No teman la intensidad de Mis Palabras ni la grandeza de Mi llamado. Es tiempo de grandes obras espirituales por amor al Señor, y Yo estaré siempre guiando sus corazones. Solo ábranse para descubrir Mi llamado y vivirlo con el corazón.
Yo los amo siempre y estoy a su lado.
María, su Madre y Reina de la Paz
Mientras la humanidad aún busca la satisfacción en la vida, Mi Corazón Materno llama a todas las almas al nuevo y último rebaño de Cristo.
Como mediadora delante de las almas que han encontrado el camino espiritual hacia Dios, quiero que ellas puedan auxiliar a otras almas que se desvían rápidamente del camino de la fe y del Amor de Dios.
Por eso, hijos Míos, pido hoy a todos los orantes que no pierdan tiempo y oren con mucha aspiración hacia lo Alto y aguarden la Infinita Misericordia de Mi Hijo.
Espero de Mis soldados el despertar de la consciencia y que se ofrezcan a colaborar para que la mayor parte de la humanidad pueda vivir un tiempo más de paz. Y como el tiempo pasa rápido, Yo les pido que oren con el corazón, atentamente, para que algo pueda cambiar en la humanidad.
Queridos hijos, ¡recen, recen, recen y recen! Recen con la voz de vuestros corazones para que la Piedad y la Compasión de Dios toquen a los corazones que se han separado de la Ley del Señor.
Recordando la enseñanza de los mandamientos de Moisés, hoy les pido que los tengan presentes en vuestras vidas como las primeras reglas básicas para un buen hijo de Dios.
Queridos hijos, a lo largo del tiempo, la humanidad ha sido llamada a cambiar desde el corazón; por eso ustedes, abran vuestros ojos y vean la Luz Misericordiosa que Mi Inmaculado Corazón está irradiando para todos.
Les recuerdo la importancia de vivir en la fidelidad a Mi Hijo para que vuestros corazones sean guiados y estén protegidos en estos tiempos finales.
¡Les agradezco por responder en estos tiempos a la voz de Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Un día como este once de agosto pero del mes de febrero de 1858 en Lourdes, Mi Inmaculado Corazón trajo a este mundo el Manto Universal de la Cura para todos Mis hijos. A Mi hija Bernarda le pedí que cavara la fuente para que todas las generaciones se sirvieran de ella en la unión amorosa que todas las almas deben buscar con Dios.
Hoy, en estos tiempos de grandes definiciones, Yo los acompaño desde hace ya cinco años, los contemplo y solo les pido que sean inagotables fuentes de oración.
Queridos hijos, aún el mundo no se ha postrado a los pies del Creador y, como Madre de la cura del alma, les pido que continúen orando, orando con el poder del amor de cada uno de vuestros corazones. Eso permitirá que el Universo de Dios actúe sobre todas las consciencias, aún más sobre todas aquellas que necesitan de la Luz Redentora de Mi Hijo.
Queridos hijos, Yo los invito de manera especial en este once de agosto, a convertir vuestra vida en un estado de oración, en un nuevo proverbio de Luz que pueda irradiarse hacia la humanidad.
Yo los conduzco por los nuevos caminos de los pastores, pastores a los que ustedes deben amar y respetar, porque Mi Hijo los eligió para que proclamen el Reino de Dios.
Queridos y pequeños hijos, está llegando el tiempo de unir lo que la consciencia de todos Mis hijos ha separado a lo largo del tiempo. La única religación para todas las almas es el Corazón Divino de Mi Hijo, porque es en Mi Hijo que podrán hallar la Paz y el Perdón de Dios que muchos necesitan.
La humanidad prosigue por el camino de las ofensas y eso repercute en la vida del espíritu; por eso, como Intercesora de todas las almas, los llamo a orar con el corazón para que más Luz pueda encenderse en los que caminan por las penumbras.
Mi Hijo es la Luz del mundo y ustedes son posibles chispas del brillo eterno de Su Sagrado Corazón.
Hijos Míos, es momento de que a través de la oración, levanten los brazos y clamen por Misericordia para que el Universo Creador pueda transformar todo lo que aún la humanidad no logra cambiar.
Sepan, todos Mis pequeños, que están en el último tiempo de Misericordia, y tal como fue anunciado por Mi Hijo al mundo: llegará el tiempo de la Justicia Divina. Amen la Ley para poder amar el Universo de Dios. Recuerden los mandamientos, renueven vuestros votos con el Creador.
Yo los guío, los coloco cerca de Mi Hijo.
¿Aceptan la venida de Su Reino?
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Si la humanidad viviera los preceptos de Dios, es decir, los Mandamientos, el mundo sería otro. Por eso, queridos hijos, Mi Corazón está presente en cada uno de ustedes porque, como humanidad, necesitan de las Gracias y del Amor de Mi Corazón Maternal.
Hijos Míos, hoy los llamo a renovar la devoción a Mi Inmaculado Corazón y sí así lo hicieren, pequeños hijos, Dios, la Fuente del Amor, actuará a través de Mi Hijo que ya ha resucitado y a través de Mí, la Madre Universal.
Hoy los quiero llevar a todos hacia el verdadero sentimiento de la oración, que debe ser primordial e importante en cada una de sus vidas y en este tiempo de cambios que están viviendo en el mundo.
Hoy también, como lo ha hecho Mi Hijo, Yo extiendo Mis brazos de paz para quienes acepten vivir Mi llamado como una misión grupal e individual para cada uno de sus corazones.
Sepan, queridos hijos, que Mi voz se anuncia al mundo en este tiempo de purificación. Por eso, Yo los invito a reunir las fuerzas de sus corazones en la unidad y en la paz. Así estos atributos elevarán más aún a la humanidad hacia el Reino de Dios y ustedes, como almas, estarán unidos a Mí.
Cuando Yo les digo: Gracias por responder a Mi llamado, es para que sepan que Mi Corazón Maternal e Inmaculado está abrazando a muchas almas que ustedes desconocen y que viven en este mundo. Esas almas necesitan de Mi Corazón porque si Mi Corazón no estuviera entre ustedes como humanidad, muchos Planes de Paz que Mi Corazón difunde no se podrían cumplir.
Por eso, hijos Míos, Yo los llevo diariamente en Mi Corazón y hoy les digo de nuevo: Gracias por responder a Mi llamado.
¡Paz! ¡Paz! ¡Paz para todos!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más