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Siente, entre tus manos, el calor de Mi Inmaculado Corazón que transmite e irradia los Dones del Espíritu Santo.
Siente, entre tus manos, el pulsar de Mi Corazón y contémplalo en devoción.
Siente, entre tus manos, la Luz de Mi Inmaculado Corazón, Luz que se derrama sobre el mundo por cada alma de la Tierra.
Siente, entre tus manos, el fuego de Mi Corazón y observa cuánto brilla aún en ofrenda al Padre Celestial por cada uno de Sus hijos.
Siente, entre tus manos, el Amor de Mi Inmaculado Corazón y viértelo con gratitud en tus hermanos de camino.
Siente, entre tus manos, la humildad de Mi Inmaculado Corazón y adora la pobreza con la que ha salvado al mundo durante la encarnación del Hijo de Dios.
Siente, entre tus manos, el dolor de Mi Corazón, al que por cada palabra de oración pronunciada, se le retira una espina.
Siente, entre tus manos, las rosas de Mi Inmaculado Corazón, que se abren para emanar los sutiles aromas de la Creación.
Siente, entre tus manos, la pureza de Mi Corazón, que se enciende y refleja como un espejo universal de redención.
Siente, entre tus manos, la bondad de Mi Inmaculado Corazón, bondad que intercede por ti, todo el tiempo, para que finalmente despiertes.
Siente el regocijo de Mi Inmaculado Corazón, para que te abras y descubras que el Plan de Dios es perfecto.
Abraza sobre tu pecho el esplendor del Amor de Mi Inmaculado Corazón, porque así te ayudaré a vencer los miedos y a manifestar el apostolado de los Nuevos Cristos.
Siente en tu alma la Gracia de Mi Corazón, para que transforme y purifique todo tu pasado y así, te tornes un terafín en los altares del Creador.
Lleva Mi Luz al mundo y únete a Mi Corazón que hoy está entre tus manos para ofrecerte la conversión.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En maternidad espiritual,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Y aún cuando el mundo no escucha a Dios, Su Amor se hace visible en los corazones humildes.
El poder de Su Simplicidad es grandioso, por eso hay muchos que no lo conocen. Mas aquellos corazones que son simples siempre lo conocerán, a pesar de que no tengan nada en su vida material.
El contacto con Dios se crea a través del amor, de la unión perfecta con Él, en la búsqueda incesante de Su Universo, para concretar Su Voluntad sobre la Tierra.
Hoy vengo como la Madre del Uruguay, porque aún tengo esperanza.
No demoraré en trabajar para que Mis hijos despierten; así como deben despertar, queridos hijos, todas las criaturas de este mundo, antes de que la purificación se acreciente en cada una de sus vidas.
Pero Dios no imparte castigo para nadie, Él solo desea que lo amen y que lo busquen todo el tiempo.
El Amor de Dios es lo que construye todas las cosas y es lo que permite manifestar las ideas divinas en todos los planos.
Si en sus corazones no está el Amor de Dios, el Amor del Único, ¿cómo lo conocerán?
El Padre no está lejos de nadie, solo que está muy olvidado y las almas sustituyen su despertar por las modernidades, por la búsqueda vanidosa de la espiritualidad, por la búsqueda de la energía que solo pertenece al Creador.
Por eso, queridos hijos, Yo les enseñé a orar. Con algo tan simple y profundo, he visto que sus vidas se han transformado con mucho esfuerzo.
Pero aún hay mucho por hacer. Tendré que cumplir con Mis Obras, las Obras que Yo he prometido al Padre, junto a sus corazones, y esas Obras no pueden finalizar sin que el mundo las conozca antes, así como Yo las he revelado en otros tiempos y en otras apariciones.
Hoy vengo bajo el esplendor del Amor, para que lo puedan reconocer en su interior. El Señor necesita que se unan a ese Amor para que aparten sus consciencias de la ilusión que promueve el mundo, una ilusión que promueve el aborto, la drogadicción, el fanatismo, la superstición, la soledad, el abandono, la falta de luz en el alma.
Pero es el Amor infinito de Dios lo que hoy Me ha traído aquí, queridos hijos, para compartir con ustedes lo que es la Verdad; la Verdad que no es profundamente conocida, pero que debe ser amada por ustedes para que estén dentro de la Verdad de Dios.
El Señor, que está en el Universo y rige en todos los cielos, no quiere el castigo de nadie; pero las decisiones del mundo, las actitudes de las almas llevan a que Sus Leyes se manifiesten en este tiempo con severidad.
Dios no podría ser Dios si no fuera el Dios del Amor.
El Amor fue lo que creó todos los universos, las estrellas, los planetas y la vida en todos los planos; pero si el Amor de Dios no está presente en sus corazones, nada de eso podrán conocer.
La vanidad espiritual es un arma muy peligrosa para este tiempo. Sé que existen almas, queridos hijos, que buscan la vida espiritual con arrogancia, con propiedad y control.
Las criaturas de la Tierra nunca tendrán nada para sí. Por eso les hemos enseñado, queridos hijos, a través de nuestra Presencia en el mundo, por medio de los Sagrados Corazones, que la humildad es la primera tabla de su salvación.
Sin humildad, nada conseguirán.
Sin humildad no podrán conocerse a ustedes mismos y desterrar lo que no es verdadero, lo que Yo llamo de falso.
Así el mundo, a través de los tiempos, de la guerra, de la aniquilación y del falso poder, creyó conquistar el planeta.
No será necesario, queridos hijos, que observen lo que sucede en el mundo. Miren a su lado y verán la verdadera necesidad.
Jesús también está dentro de los corazones que sufren y Él espera que lo puedan servir a través de sus hermanos.
El servicio en este tiempo es lo que promoverá la salvación de la humanidad; el servicio a los Reinos de la Naturaleza, a todo lo que encuentren en sus caminos como necesidad.
Hay mucho por hacer, queridos hijos, y son pocos los corazones y brazos que se disponen a hacerlo.
Uruguay tiene esa gran oportunidad.
El servicio en Uruguay no es la prioridad de las almas para su camino espiritual, porque significa rebajarse ante el prójimo.
¿Acaso Jesús, Vuestro Señor, no lavó sus pies por medio de los apóstoles?
Él se humilló ante ustedes para que Dios pudiera derramar la Misericordia sobre el mundo; Él se dejó morir en la Cruz, para que ustedes se pudieran salvar.
Él es la Verdad. No hay otra, queridos hijos, en este tiempo.
Los espíritus impuros podrán revelarles muchos secretos, o las energías que creen conocer podrán satisfacerlos; pero si no hay oración, no hay Amor de Dios, no hay servicio, no hay ascensión de la consciencia.
Estas bases que Yo les dicto los harán dignos ante el Señor.
Y creerán que orar será algo rutinario, pero en este tiempo es el portal que se abre para la liberación del mundo, en todos los Centros Marianos que Yo he consagrado a la devoción de Mi Inmaculado Corazón.
Aurora es ese Centro que Yo consagré desde el principio, cuando Mi Luz, la Luz del Amor de Dios, posó Sus Pies sobre este lugar.
Muchos creen que esto todo fue una locura y que aún lo sigue siendo. Miren el interior de sus hermanos y verán los frutos que Yo he conseguido realizar, de forma simple pero verdadera.
El mundo busca lo que satisface sus deseos y se aparta de Dios. Por eso sufre y no encuentra la Luz, se pierde en las tinieblas y sucumbe en los infiernos de la consciencia; cuando están sumergidos en el error, en la perdición, en el engaño y el sufrimiento, ¡ahí recuerdan a Dios!
Pero como Él sabe que la humanidad es muy frágil y débil, Él envía a Su Sierva para que sus ojos del corazón se abran a reconocer la Luz que viene del Cielo y de todo el Universo.
Queridos hijos, trabajaré con los que estén Conmigo hasta el final. No necesito que Me prometan nada, solo que hagan lo que les pido de la mejor forma posible.
Agraden al Corazón de vuestro Dios ofendido y mediten en Su Presencia a través de la Eucaristía; y que la oración siempre los eleve a lo Alto, así como Yo los elevo en Mis brazos a la Casa del Padre Celestial.
Hoy vengo a traer la quietud para sus espíritus, la serenidad para sus almas y la restauración para sus cuerpos.
No podré prometer, queridos hijos, que las batallas espirituales en este mundo cesarán. Mientras haya guerra y matanza de animales en la humanidad, el sufrimiento existirá.
Por eso, Yo los llamo a la oración; para que sus cuerpos, células y átomos se puedan elevar y perciban, finalmente, que no es necesario comerse a otro, a otro Reino semejante, tan amoroso e insignificante a sus ojos.
El Amor de Dios es lo que permite mantenerlos en la unidad.
Por más que lo que hoy les digo, queridos hijos, sean siempre las mismas palabras, es porque hoy todavía no han elevado sus corazones hacia Mis pedidos.
No cierren sus corazones por nada. Yo siempre los mantengo en Mis brazos para que puedan ver a Jesús y Su Corazón, que resplandece en este Universo.
Él es el Sol que los guía.
Yo Soy la Estrella que les indica el camino para poder encontrar su verdadero amanecer en la presencia de Aurora.
No se desesperen, pero no sean ingenuos. Acepten vivir la reconciliación, para que en el mundo se establezca la paz.
Estoy unida a cada corazón que hoy ha orado Conmigo sinceramente; porque Dios reconoce las ofrendas de todos Sus hijos y agradece su esfuerzo.
Ahora, queridos hijos, ante los Tronos del Padre, de los arcángeles, de los elohim, de los coros y ejércitos celestiales y de los ángeles de la guarda, que han sigo desterrados por las criaturas de este mundo que no aceptan el Amor de Dios, junto a ustedes y a cada peregrino oraré por el mundo con una simple proclamación.
Coloquen sus manos en recepción para que reciban el mayor regalo del Universo: el Amor de Dios que se fundirá en sus corazones y en el Corazón de Dios.
Padre del Universo, escucha la Voz de Tu Servidora
y enciende en los corazones la Llama de Tu Sagrada Presencia.
Perdona a la humanidad por su continuo sueño y despierta,
a través de Mi Aurora, a todos los que duermen.
Líbéralos de la ingenuidad. Llévalos hacia el servicio
para que encuentren Tu Paz y Tu Amor.
Derrama, a través de Mi Corazón bondadoso y servicial, todos Tus Dones
y concreta Tus Obras en todos los corazones del mundo.
Envía a Adonai, ¡Oh Padre Amado!, a Tus ángeles de Luz, para que derramen
Tu Misericordia sobre aquellos que Te niegan y no Te escuchan.
Ten Piedad, Señor, por los que son ignorantes y cierran su corazón a Tu Llamado.
Que en la última hora de este mundo las almas encuentren Tu Camino
para llegar a Jesús, y que Jesús los lleve a todos hacia Tu Reino de Poder Celestial.
Hoy dejo a Tus Pies, Padre Universal, a cada una de Tus criaturas,
para que no hagas temblar en ellos Tu Justicia,
sino que enciendas en sus corazones la Compasión infinita de Tu Espíritu.
¡Oh, Señor del Universo!, cierra las puertas inciertas en este mundo.
Perdona a los que no hacen bien las cosas y se olvidan de Ti.
Compadécete de los que destierran, de los que sufren el exilio.
Y muéstrate con Tu Faz, con Tu Gloria y con Tu Amor
a cada ser de este planeta, para que por Mi imploración y Mi alabanza a Ti,
Emmanuel, el Plan pensado por Tu Mente Única se cumpla hasta la Nueva Humanidad.
Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Cantemos Ave María, en la Presencia de nuestra Madre.
Los encontraré siempre en la oración del corazón, sagrado refugio de las almas que esperan el retorno de Cristo.
Les agradezco por responder a Mi llamado y por orar por la consagración de las Américas a Mi Inmaculado Corazón.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Hermanos, siempre es muy bueno que intentemos guardar en nuestro corazón ese Amor que nos trae María, este Amor que todo lo comprende, que todo lo alcanza, que todo lo puede, y que Ella sabe, por encima de todo, que está dentro de nosotros: el Amor de Dios.
Ella vino con ese Amor de Dios, con esa Fuente del Amor y de la Unidad del Padre, a ofrecerlo no solo a nosotros, sino también a todos aquellos que no lo quieren aceptar.
Y María, pacientemente, a través de cada encuentro, nos decía que va intentando reconstruir, trabajar en cada uno de nuestros seres, esa conquista, ese triunfo del Amor de Dios en nuestros corazones, en nuestras vidas.
Que es ese Amor de Dios, según María, lo que nos va a ayudar a enfrentar estos tiempos, estos momentos difíciles que está viviendo la humanidad y que Dios se servirá del amor que nosotros le ofrezcamos para que también Su Obra se pueda cumplir.
Queríamos, sintéticamente, simplemente relatar cómo fue la Aparición de hoy, pues es importante, para que todos puedan llevar esa imagen, esa misión que María trajo a través de Su Presencia.
Cuando llegó aquí, Ella se mostró, como siempre se muestra, como la Virgen María. Hoy, su Manto, el Manto que la cubría, era la Bandera del Uruguay.
Y en un momento, cuando comenzó a dirigir Sus palabras, se aproximó más hacia nosotros para irradiar ese Amor de Dios, el Manto que caía por detrás de Ella, que formaba ese Velo que iba hasta los Pies, tenía las banderas de todas las Américas, de todas las naciones de América.
Y mientras hablaba, a pesar de que hablaba, Ella iba orando por cada una de las naciones, por cada uno de los miembros que forman las naciones y por cada uno de los presentes que estaban coligados con Ella en este momento.
Y cuando comenzó a aproximarse aquí, a aparecer como siempre lo hace a través de una esfera dorada de luz que viene del Universo Celestial, que comienza a dirigirse hacia el planeta hasta localizar este lugar espiritualmente, Ella comenzó a descender y a abrir varios Cielos a través de una columna de luz.
Y mientras esa columna de luz descendía con cantos de los ángeles, las almas perdidas, las almas que estaban presas en los infiernos de este mundo, comenzaban a elevarse a medida que Ella descendía.
Y allí fue cuando Ella apareció, y se mostró esa Madre que estaba con el Manto del Uruguay.
Así que, solamente queríamos relatarles eso para ustedes, para que realmente confiemos que todo lo que está sucediendo es lo que tiene que suceder y que tenemos que, como Ella decía hoy, amar esa Voluntad del Padre.
¡Gracias Madre por cuanto nos das!
Queridos hijos:
Yo puedo hacer humildes y mansos sus corazones con Mi Gracia maternal, porque a través de Mi Corazón les enseño día a día a amar el Plan del Creador por medio de la entrega y del sacrificio diario.
Quisiera que la humildad fuera apreciada y reconocida por todos Mis hijos, que la vivieran y dieran ejemplo en cada momento de servicio y de caridad al prójimo; así conquistarán la pureza y podrán desprenderse de todo lo que ya está viejo.
Como Vuestra Madre que los ama, los invito a encontrar en la humildad el camino de la superación de sí y la posibilidad de vivirla en nombre de todos los que niegan el Amor de Cristo. De esa forma, por medio de la humildad, es que el Corazón Materno de Vuestra Madre forma a los apóstoles de Cristo para que ellos pronto estén abiertos a realizar la Voluntad de Dios.
Delante de todas las pruebas que deberán ser superadas, Mi Corazón acogerá a todos los hijos que se dispongan a vivir este precioso aprendizaje en la sagrada escuela de la humildad; a todos ellos Yo les daré Mi aliento y Mi fuerza de Madre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Les enseña a amar la santa humildad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Establece el Reino de Dios en tu interior, ese espacio de paz donde las Leyes Universales encuentran su manifestación.
Establece en ti la unión con el Padre y permítete asemejarte a Él, dándole la potestad de transformarte según Su Voluntad.
El Reino de Dios no es como los reinos de este mundo, donde algunos disfrutan de las riquezas y la mayoría sufre y trabaja para servir a los primeros.
En el Reino de Dios todo está impregnado por la Consciencia Divina. El Creador está en todos Sus siervos. Él mismo es la esencia de la humildad, viviendo en el más pequeño como en ningún otro.
En el Reino de Dios solo triunfan la paz, el bien, el amor y la unidad, principios que se convierten en leyes manifestadas en la vida de todas las criaturas que comparten ese estado de consciencia, que es el Reino del Creador.
Vive estos principios en ti y vuélvete digno de ser portador del Reino de Dios, que emerge primero en el interior de los seres, a partir de la unión con el Padre, y después se establece fuera, en la vida material de este mundo.
Todo principio, ley o manifestación de la Consciencia Divina, antes de plasmarse externamente en la vida planetaria, primero encuentra su morada en el corazón de cada ser. El corazón es el puente con Dios, es la puerta hacia el Cielo, es el gran manifestador de la Voluntad Divina. Todo aquel que tiene una misión, primero la conoce en el corazón, la siente, la comprende y la acepta, para después vivirla.
Cristo, primero vendrá a los corazones en Espíritu y Divinidad; después, se manifestará en Cuerpo y Alma, cuando Su morada ya esté establecida en los corazones de aquellos que, habiendo reconocido Su Presencia en los propios corazones, lo reconocerán cuando retorne y cumplirán con Él el final de esta Obra Redentora. Por eso, lleva el Reino de Dios hacia dentro de ti; hazlo siendo consecuente con él, viviendo la paz, el amor, la unidad y la humildad como premisas.
Deja, hijo, que las Leyes Superiores actúen en tu corazón y que, desde ti, lleguen al mundo entero. Déjate ser moldeado, transformado, corregido. Prepárate y consolida en ti el Reino de Dios, morada segura para el Redentor.
San José Castísimo, aquel que prepara el retorno de Cristo en el interior de los seres.
Queridos hijos:
Con regocijo y gratitud en el corazón, hoy recordemos la Resurrección del Señor y la victoria grandiosa que Él alcanzó, en Su santa Humildad, por cada uno de ustedes.
Es hora de que guarden la paz en sus corazones y que vivan los principios de la hermandad que Él enseñó a todos en el inicio.
Celebremos con cantos de aleluya la Resurrección del Redentor en los corazones que, en esta Sagrada Semana, se abrieron para recibir el bálsamo de la paz y de la misericordia.
Hijos Míos, veamos el Sepulcro del Señor resplandecer en luz despertando el amor y la verdad en los corazones que nunca los vivieron. Veamos la esencia de este gran misterio de trascender y vencer a la muerte por amor y por la salvación de la humanidad.
Estén como las santas mujeres a la espera del gran momento en que Vuestro Señor reaparece para mostrar el infinito Amor de Dios y traer la Buena Nueva de la redención para todos.
Estén abiertos de corazón para recibir el misterio de amor que entregó todo por ustedes hasta los días de hoy y que vendrá de nuevo entre las nubes para retirar al mundo del cautiverio y liberarlo de todo mal.
Sean apóstoles de Cristo, sean seguidores y ejemplos de Su santa palabra.
Sean testigos de Su Misericordia para que los que aún duermen tengan la dicha de conocer la gloria de Mi Hijo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los eleva al Reino de Dios en celebración y paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Gloria
Contemplen Mi Gloria. Cuando Yo estoy presente todo es perfecto y nada hiere.
Hoy, les ofrezco nuevamente la cruz del mundo para que la carguen Conmigo en esta Sagrada Semana que se aproxima; porque después de tantas Gracias todo ya es diferente y nada puede ser igual.
Hoy, están aquí por Mi Misericordia, que es la Misericordia de Dios; la que los ha reunido a través de Mí y alrededor de Mí, para honrarme.
Hoy, estoy con ustedes y estoy con el mundo, con las necesidades de cada corazón y de cada alma, sin dejar de atender las peticiones de Mi Padre, para que se haga Su Voluntad.
Hoy, les muestro las llagas de Mis Manos para que las veneren durante toda esta próxima semana, donde daré señales precisas para estos tiempos finales, para que las almas continúen en Mi camino y en ascensión a Mi Sagrado Corazón.
Yo sé que es difícil vivir el caos del mundo, el caos de las almas y de las consciencias que se resisten purificar. Pero no puedo hacer más nada.
Sus corazones y el corazón de sus hermanos debe estar abierto para que Yo pueda obrar y así ayudarlos hasta el final. Porque es la Voluntad de Mi Padre que vivan en Mi Gracia y es el sentimiento de Mi Corazón que se regocijen en Mí todos los días de la vida, para que así conozcan Mi Voluntad, que es invisible ante sus ojos y perceptible para la intuición de los puros.
Yo necesito alcanzar en ustedes la santa humildad, la pacificación, la entrega y la mansedumbre. Pero sé que todo es por grados. Deben alcanzarlo a través del esfuerzo y de la dedicación que viven por Mí Corazón y por la Voluntad de Mi Padre que está en el Universo y que siempre los contempla con mucha compasión. Porque si de Él no brotara la compasión por ustedes y por las almas del mundo, ya no habría humanidad.
La tónica de estos tiempos es la intercesión de los Sagrados Corazones, de María, de San José y de Mi Corazón, de lo contrario nada sería posible, compañeros.
No vengo aquí para traerles decepciones sino la verdad; verdad que deben amar todos los días para poder alcanzarla y para que sus corazones sean cristalinos al igual que el Mío, sin soberbia, sin negación, sin indiferencia.
Deben persistir como Yo persistí por ustedes en la Cruz.
Deben madurar en el amor, como Yo entregué el Amor de Dios por ustedes en cada etapa de la Pasión, así como Mi Madre entregó el Amor por cada uno de Sus hijos que negaban y rechazaban al Rey del Universo.
Necesito que en esta Sagrada Semana, sus corazones vivan en humildad Mi Pasión. Que sientan Mi Pasión como la gran victoria y como la gran promesa para aquellos que aún no han despertado y que se separan de Dios día a día.
Necesito, compañeros, que a través de esta Sagrada Semana vivan Mi Pasión, para que sus almas confirmen que Yo estoy aquí presente todavía acompañándolos, así como también Yo acompaño a aquellos que más necesitan en esta hora aguda del mundo.
Necesito, compañeros, que en esta Sagrada Semana no solo vean Mi sacrificio, sino la victoria del Arcángel Miguel a través de Mi Corazón y de Mi Consciencia, que en el momento más culminante dejó Mi Ser para que Yo Me cristificara, así como en estos tiempos Yo los invito a vivir la cristificación del corazón a través de la entrega y de la oración perpetua.
Si no hubieran almas como ustedes en el mundo, así como hay otras almas que aman Mi Corazón insondable y misericordioso, Yo ya no estaría aquí y eso no sería una negación porque no tendría dónde derramar Mi Gracia y Mi Misericordia sobre aquellos que la claman de verdad por sus hermanos y por toda la humanidad, como por los Reinos menores creados por Dios, vuestro Señor, vuestro Padre Eterno.
Así Yo necesito, compañeros, que en esta Sagrada Semana, multipliquen Mi Misericordia por todos los lugares donde vayan y que ella se multiplique aún más cuando se retiren de aquí, de este Centro sagrado, después de haber recibido Mi impulso espiritual de amor y de compasión.
No necesito que se martiricen con Mi Pasión. Hubieron mujeres santas en el pasado que vivieron eso por Mí a través de los tiempos y sobre todo al lado de Mi Cruz, junto a María, Mi Madre.
Yo los invito, compañeros, en esa Sagrada Semana a ser santas consciencias que veneran Mi Sagrado Corazón a través de la Pasión y de la cruz y de cada paso que Yo di por ustedes desde la última Cena hasta Mi resurrección.
En esos pasos que hoy Yo les encomiendo meditar día a día, encontrarán la fortaleza para estos tiempos, la fuerza interior para superar sus problemas, la disipación de todas las dudas y de la falta de confianza al Corazón del Creador.
Necesito, compañeros, que revivan Mi Pasión por aquellos que no lo hacen y sobre todo por aquellos que nunca lo hicieron y que menos Me conocen en las diferentes partes del mundo, por vivir su propia idolatría.
Eso pesa para Mi Corazón, porque Yo vengo con Mi Gracia para todas las almas, para todos los que a pesar de todo continúan en Mi camino, como es en el día de hoy ante Mi presencia.
Así verán, compañeros, cómo es la Misericordia de Mi Corazón, cómo es el sustento y el apoyo que Yo puedo dar para sus espíritus cuando confían en Mí y lo decretan.
Yo no solo les traigo la revelación de Mi Gracia sino también la presencia de Mi Gloria celestial alcanzada después de Mi ascensión al Universo, a las moradas de Dios.
Necesito que se purifiquen en Mi confianza y que acepten la tarea que Yo, con tanto Amor, les he encomendado para estos tiempos desde el principio de sus nacimientos.
Así como Mi Corazón infinito agradeció el apoyo de Mi Santa Madre durante la Pasión y desde el principio de Mi vida en este mundo por cada uno de ustedes, así espero, compañeros, que ustedes agradezcan a sus madres por su existencia y presencia en este momento tan especial Conmigo. ¿Qué sería de ustedes sin sus madres?
Aunque sus madres no parezcan lo que ustedes desean, ellas son el modelo perfecto de la transformación para sus corazones y vidas. No podrán seguir caminando en Mi sendero sin antes recordar a sus madres por todo lo que han dado, aunque hayan sido errores, pruebas o conflictos.
Dios, a través de sus madres, quería quebrar sus corazones endurecidos para que sintieran el verdadero amor que nace de la maternidad de todas las santas mujeres que conciben ante la Creación y dan a luz, como Mi Madre dio a luz por cada uno de ustedes.
Necesito que amen la fuerza maternal y que no la rechacen, porque en la fuerza maternal se encuentra la salida a las posibles dificultades del camino.
Entre Mi Pasión para esta Sagrada Semana y el espíritu de la maternidad, encontrarán dos grandes puertas para alcanzar también el perdón y la reconciliación entre sus seres queridos.
No necesito, compañeros, que juzguen sino que amen lo que Dios les entregó a través de sus madres y también de sus madres espirituales que Yo he colocado en el camino, para trabajar el sendero de perfección y de santidad en ustedes.
Descubran en el misterio de Mi Pasión y de la maternidad el camino para la conversión y para dar los pasos en la simplicidad del espíritu y del alma que se dona al Padre celestial, abriendo su corazón y comprendiendo todas las cosas que llegan a la escuela del aprendizaje.
Les dejo en esta noche, compañeros, el símbolo de las llagas de Mis Manos, de las Manos que se donaron por ustedes, de las Manos que curaron, que sanaron, que multiplicaron los panes y los peces, de las Manos que derramaron gracias y prodigios, que resucitaron a los muertos, de las Manos que hicieron levantar a los paralíticos, que curaron a los ciegos y que redimieron a los corazones endurecidos por su propia voluntad.
Estas son Mis Manos, las Manos de Dios a través de Su Hijo amado, que nuevamente para esta Sagrada Semana se donan a ustedes y al mundo para santificarlo por la efusión del Espíritu.
Que sus manos imiten Mis manos. Que sus seres se donen en confianza y sin resistencia, porque Yo conozco, compañeros, la pasión de cada corazón, la pasión interior, los miedos y las incertidumbres.
Espero que en cada uno ustedes y de sus hermanos, Yo pueda hacer brotar lo que vengo a buscar hace tanto tiempo y después de tantas veces y de tantos intentos.
Ahora, compañeros, que saben todas estas cosas, anímense a dar el paso y a no retroceder, porque Mis pies caminan descalzos frente a los suyos, marcándoles el camino hacia la paz y la transformación.
Un pedido más para los que escuchan Mi voz. Quisiera verlos arreglados y limpios todos los días para recibirme. Así como Yo mandé a bañar a los pozos de Betsaida, de Samaria a los enfermos para que se purificaran, Yo los invito a prepararse todos los días para el encuentro Conmigo a las tres de la tarde, en armonía y orden, interior y exterior. No necesito que se embellezcan por Mí, sino que comprendan y sientan la importancia de la ceremonia en cada detalle, porque eso forma parte a la Ley de la Jerarquía.
Y ahora, compañeros, en esta víspera de preparación que sus corazones ya pulsen y sientan la Sagrada Semana latiendo en su interior como una llama viva que se moldea y se prepara para recibirme en confianza.
Y la síntesis de toda esta Sagrada Semana que viviremos por una humanidad enferma, separada e indiferente; por aquellos que no pueden vivir esto Conmigo y que aún no lo conocen, les recuerdo el misterio infinito del sacramento de la Comunión, del pan hecho carne de Cristo y de la Sangre preciosa del Maestro como fuentes de salvación y conversión para las almas que comulgan en la fe con la divinidad de Mi Espíritu ante el Padre Universal.
En gloria a Dios por esta gracia concedida para realizar la Sagrada Semana aquí, y en espera de todo el Cielo, que su colaboración sea eficiente para los próximos encuentros en esta orden material de la obra de la Jerarquía.
Espero que Mis Gracias no caigan en vano, sino que sean la multiplicación permanente del servicio y de la donación por esta obra redentora y corredentora junto a Mi Madre y San José.
Espero que sus corazones, compañeros, despierten a la importancia de la colaboración en este proyecto de los Mensajeros Divinos en este plano material. Eso definirá después de esta Sagrada Semana la continuidad de ese proyecto sagrado de conversión y de paz para el mundo.
Que cada uno cumpla con su parte para que así se manifieste la Voluntad de Dios.
Mi último pedido, compañeros: recen por los corazones que se cerraron. Deseo ver en estas cuentas la persistencia de los consagrados. Que cada cuenta que oren represente la oportunidad y la gracia para una nueva alma que debe ser rescatada por la trinidad de los sagrados corazones.
En este sacramento, compañeros, Yo les dejo el modelo para su conversión, para que sean pacificadores, mansos de corazón y humildes de espíritu.
Yo les agradezco, compañeros, por compartir este momento Conmigo en nombre de la Luz y de la Redención.
Y así a los presentes Yo los bendigo preparándolos para vivir este sagrado momento Conmigo, en esta Sagrada Semana que se aproxima, donde los Cielos estarán abiertos durante siete días sobre este lugar para que las almas se eleven en espíritu a través de Mi Corazón a la Casa del Padre Celestial.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Vamos a cantar, a pedido de Cristo, “Pacificadores de Cristo Redentor”.
La solicitud de los últimos tiempos
Queridos hijos:
En los tiempos que vendrán las exigencias de servicio y de oración por la humanidad serán mayores, exigencias que llevarán a redoblar los esfuerzos de todos los apóstoles de Cristo. Así, en ese constante ofrecerse a los otros, Vuestra Madre Celeste podrá ayudar a las almas que padecerán la propia purificación de estos tiempos de transición.
Con serenidad podrán abrazar todas las necesidades que se presenten; con la oración podrán resolver cosas que parecían imposibles.
En toda solicitud que surja siempre deberá estar presente Mi Hijo para que Su Bendito Corazón los guíe. Eso los ayudará a no tomar decisiones impulsivas sino a que realicen acciones bajo el espíritu del discernimiento y de la paz.
La solicitud del fin de los tiempos llevará a responder todas las necesidades y, aunque a ustedes, Mis hijos, eso les parezca imposible de poder cumplir, las llaves correctas abrirán las puertas correctas para las soluciones que se necesiten.
Solo deberán apelar continuamente a la sabiduría y sobre todo al amor superior, para que la energía del Padre Eterno les muestre el camino de salida.
Los tiempos que llegan a la humanidad están marcados por ritmos de vida y de demanda propios del caos que habita en el corazón de los que están lejos de Dios.
Queridos hijos, la fórmula vital para todos será la humildad, la paciencia y, sobre todo, la donación sin condiciones ni formas. A través de la donación encontrarán el camino que los llevará a vivir todo en nombre de la Misericordia de Mi Hijo.
Entre pocos se hará mucho para que así la mayoría, que no responde, también sea considerada parte del plan de salvación.
En fin, ustedes son llamados a imitar lo que Cristo hizo solo en la Cruz: dar todo por amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ampara,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Sé que las fuerzas que emergen de su interior en purificación y transformación a veces son tan fuertes que ciegan sus ojos al amor y al perdón.
Sé que después de eones de existencia alimentando orgullos y vanidades, poder y posesiones, es muy difícil para la consciencia en evolución decir sí a un aprendizaje de humildad, cuando él se precipita en sus vidas.
Muchos son los que dicen querer ser humildes como el Señor en Su pesebre de Belén, pero, delante de las pruebas que Dios envía, reaccionan y no solo no las aceptan con humildad, sino que también se ofenden profundamente y buscan una forma de atacar a aquellos que sirvieron de instrumentos, de manera inconsciente, para que Dios los probase, como hasta entonces pedían.
Comprendan, queridos compañeros en Cristo, que el Señor no puede permitir que todo se les entregue sin colocar en sus vidas las pruebas que consolidan el propósito crístico en su interior.
Después de recibir tantos impulsos del Cielo, cuando ustedes fueren menospreciados, humillados, calumniados o maltratados, según la comprensión de cada uno, simplemente reciban la oportunidad como dádiva celestial y, sin miedo, dejen que las estructuras del orgullo caigan por tierra, frente a sus pies.
Sé que muchos perciben que no pasaron las pruebas que Dios les envió y que las resistentes estructuras del orgullo fueron mayores que su aspiración a la humildad, pero no importa, porque no les pedimos perfección, sino persistencia.
Ahora, levántense del abismo de la ignorancia y reconozcan su propio aprendizaje; colóquense delante del Padre disponibles para nuevas enseñanzas y prosigan.
Quiero que comprendan algo de una vez y para siempre: la humanidad necesita de sus ejemplos de humildad, códigos que se extinguen de la consciencia humana porque las reacciones y las contestaciones ya son muy conocidas por todos.
Cuando alguien los coloque delante de una situación de humillación, acéptenla con humildad, porque, independientemente de quién tenga la razón y de si esa situación es justa o injusta, el Señor espera que Sus soldados bajen la cabeza y venzan la batalla, derribando el orgullo y viviendo la humildad.
Acuérdense de lo que hoy les dije y estén atentos a las situaciones de la vida, porque si dicen sí al camino crístico, no pueden esperar otra cosa sino imitar a Aquel que fue humillado, rechazado y puesto en una cruz, para que aprendan a perdonar a la humanidad y para abrir el caudal de Su infinita Misericordia para el mundo.
Yo los bendigo y los espero dispuestos a recomenzar sin miedo de equivocarse, porque solo con la experiencia del error y reconociendo las propias fallas es que podrán ayudar y advertir a otros.
Yo los amo y los acompaño siempre, día a día, paso a paso.
San José Castísimo
Oración de Unión a la Humildad de Dios
Sagrada Humildad que proviene del Corazón de Dios,
trasciende las barreras de mi ignorancia.
Sagrada Humildad que proviene del Corazón de Dios,
derrota mis resistencias.
Sagrada Humildad que proviene del Corazón de Dios,
abre mis ojos a la verdadera luz
y retira mi consciencia de los abismos
del orgullo y de la vanidad.
Sagrada Humildad que proviene del Corazón de Dios,
disuelve mi pequeñez en tu grandeza
y muéstrame el verdadero propósito
de la creación humana.
Sagrada Humildad que proviene del Corazón de Dios,
úneme al prójimo y a los Reinos de la Naturaleza
para la concreción del Plan Divino.
Permite que mi consciencia reconozca
la Presencia del Creador en todas las cosas
y glorifique Su existencia en todo tipo de vida.
Sagrada Humildad que proviene del Corazón de Dios,
permíteme ahora y siempre vivirte con perfección,
así como hizo el Señor,
que disminuyó Su grandeza para estar entre los hombres
y confirma Su infinita Misericordia,
retornando al mundo.
Sagrada Humildad que proviene del Corazón de Dios,
que seas Tú un principio fecundo en el corazón humano.
Amén.
De rodillas, oren y pidan a Dios que los ayude a imitarlo, porque solo el corazón verdaderamente humilde superará las pruebas que vendrán y el rayo de la Justicia de Dios, que partirá y destruirá las estructuras del orgullo, de la arrogancia, de la soberbia y de la vanidad del corazón humano.
Sean firmes en la humildad y ríndanse al amor. Sean valientes para que se dejen vencer por Dios. Sean fuertes para que se levanten con esperanza y disposición de renacer en Cristo, cuando el Señor derribe al viejo hombre dentro de sus consciencias.
Humildad y paz son las claves para estos y para todos los tiempos.
San José Castísimo, padre de la sagrada humildad
Mientras que no comprendan que la paz en el mundo nace en el interior de cada ser, ustedes seguirán viviendo en tiempos de caos y de indiferencia hacia Dios.
Para vivir en un mundo pacífico, tendrán que ser pacificadores, no solo en las grandes obras, sino en todos los instantes de la vida.
El inicio de los conflictos en el corazón humano es siempre el mismo: la imposibilidad de renunciar al parecer propio, la incapacidad de dejarse humillar, el ansia de manifestar las cosas en el mundo según su comprensión, la falta de fraternidad y la incapacidad de adherir a las ideas ajenas y de intentar comprender la forma de pensar y de sentir de los demás, para que así les muestren lo que, por sí mismos, no pueden ver.
La falta de paz está siempre ligada a la falta de humildad, porque un corazón humilde, que no teme renunciar y aprender con los demás y con las situaciones de la vida, vive siempre en paz, al menos consigo mismo. Si algo le quita la paz, es la tristeza por advertir que pocos despertaron a la Verdad y están perdiendo la oportunidad de conocer la paz, porque prefieren afirmarse a sí mismos todo el tempo.
En el mundo, los hombres pecan por la ignorancia, por la influencia de las fuerzas de opresión y de la involución, y por la propia incapacidad de dar se una oportunidad de renacer en conversión a un propósito superior. Pero aquellos que Me escuchan, así como escuchan a los demás Mensajeros Divinos, pecan porque prefieren afirmarse a sí mismos antes que confiar en todo lo que aprendieron de Dios.
¿Quién tendrá mayor pecado?
La paz no surgirá en el mundo por intermedio de los corazones de los ignorantes, porque estos están ciegos en su ignorancia y necesitarán del surgimiento de la Luz para encontrar el camino a la redención.
¿Quién abrirá las puertas y las ventanas del mundo para que ingrese el Sol?
Ustedes, compañeros Míos, siervos de Dios Altísimo, escuchan estas palabras no para volverse mejores personas en un mundo de absoluta indiferencia para con los Planes de Dios; ustedes escuchan todo esto para que, con Palabras Divinas, el Señor despierte al menos unos pocos corazones humanos dispuestos a volverse nada y a renunciar a todo, para hacer de su consciencia una fuente de paz para el mundo, a fin de que, gota a gota, esa paz pueda saciar la sed de los que nunca la conocieron en vida.
La heroica obra de estos tiempos no es martirizar el cuerpo, es santificar la consciencia, porque es mucho más difícil para el corazón humano renunciar a su parecer que renunciar a su vida. Incluso, hay quienes prefieren la muerte a la humildad.
Por eso, encomiendo esta misión a los valientes de espíritu, que batallarán en silencio y vencerán en el anonimato de su pública derrota, pues la victoria de los humildes solo Dios la conoce. En amor y paz, los despierta al espíritu de la humildad,
San José Castísimo
La Escuela de humildad de la Virgen María: La humildad para poder escuchar
Queridos hijos,
En Mi escuela de humildad es imprescindible poder y saber escuchar la instrucción espiritual. Para eso el espíritu de la humildad debe impregnar sus consciencias para que aprendan a escuchar todo lo que es necesario escuchar. Si sus corazones escuchan, serán humildes y, en este tiempo, podrán comprender que es lo que permitirá que la transformación ocurra.
Para encontrar el espíritu de humildad y de entrega, primero deberán desterrar todo lo que sus consciencias escuchan de sí mismas. Si no hacen eso internamente, nunca podrán generar el espacio necesario en la consciencia para que la humildad pueda actuar y los haga partícipes de la transformación interior.
Queridos hijos, la consagración a Dios no es suficiente, el Padre necesita que aprendan a desprenderse de sus propias formas y modalidades, que han hecho de la humanidad una civilización sin verdadera instrucción. Por eso, a través de la escuela de la humildad, deberán ir desprendiéndose de todo pensamiento o sentimiento interior que se opone a la acción superior de la humildad. Para llegar a ese desprendimiento deben reconocer y aceptar la falta de humildad que existe en ustedes y así abrir el corazón para que él gobierne por encima de toda forma mental o intelectual.
La humildad como esencia es una poderosa herramienta que permite abrir las puertas a la cura del corazón y de las heridas más profundas, heridas que en la mayoría de las almas, son ocasionadas por un estado de incomprensión y, sobre todo, por falta de paz.
Toda adversidad o contrariedad generada por la propia consciencia es el reflejo de no sentirse amada como cree que debería serlo y de una falta de aproximación al principio superior de la humildad.
La escuela de la humildad permite que la consciencia se reconozca como es y que vea sus dificultades como una posibilidad de intercambiarlas por atributos que nunca vivió. La falta de humildad genera un vacío en el mundo interior de los seres, que no puede ser llenado por nada, ni siquiera por el amor. Esto sucede por la permanencia o la resistencia a algunos cambios verdaderos.
La falta de humildad genera en la consciencia estados de frustración o falta de concreción de las metas en la vida material. Por eso para que la humildad superior se aproxime, la consciencia debe humillarse, y eso es lo que la arrogancia y el orgullo no quieren hacer desde el momento en que deben ser destituidos de su poder.
La invocación de la humildad supone enfrentarse a ciertos aspectos de la vida que deben morir. Cuando esa búsqueda es honesta, la Gracia de Dios interviene para disolver las dificultades permanentes. En la humildad existe una puerta directa hacia la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los cura en la esencia de la humildad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos,
Sus oraciones son como ese rocío que limpia y refresca todas las flores. Sus oraciones son esa llama que todo quema y purifica en el sublime fuego de la Creación. Por eso todos los días busquen la transformación interior para que el Padre vea el resultado de esa gran conversión.
Queridos hijos, siguiendo los pasos de Mi Hijo, podrán alcanzar la redención de sus vidas, y ellas podrán ser el modelo espiritual para la Nueva Tierra.
Hijos Míos, encuentren en el cambio interior la posibilidad de configurar nuevamente sus consciencias para que pronto ellas reciban de todo el universo, la vertiente de la Luz divina, fuerza inquebrantable que los transforma.
El Espíritu de Dios los estará bendiciendo en este mes de diciembre, el Espíritu de la Gracia y de la Misericordia. Sean así, constantes, para ascender por la escalera del amor y de la humildad, escalera hacia el Sagrado Corazón de Mi Hijo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendigo. Los amo.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Escuela de la Humildad de la Virgen María
Queridos hijos:
Todos los días, Yo les ofrezco Mi simple humildad para que la encarnen en sus espíritus y puedan encontrar su propia humildad interior. Les doy este impulso para que se animen a descubrir este atributo de salvación que, en los días de hoy, está muy olvidado.
Queridos hijos, en este tiempo de crisis planetaria, Dios necesita de un mayor número de corazones humildes para que toda la Tierra sea repoblada por atributos que reviertan todos los males que ha generado la humanidad.
Queridos hijos, es así que Dios les pedirá a los valientes que tomen consciencia y enfrenten todos los aspectos de la vida humana que actúan en contra de la evolución de los atributos de la Madre Universal. Para eso, hijos amados, deberán invocar todos los días al santo espíritu de la humildad para que él los proteja de ustedes mismos y en todas las pruebas.
Hijos Míos, finalmente, será a través del poder de Mi santa humildad, Humildad de Dios, que sus corazones podrán dar los pasos tan esperados y así el mal será retirado de este soberbio planeta.
Queridos hijos, la humanidad ha desfigurado la verdadera misión y concepción de este planeta. Es por eso, que ustedes, siendo buscadores de la santa humildad, no solo se ayudarán a ustedes mismos y al mundo, sino que también esto se reflejará en todos aquellos corazones que ya se condenaron por la falta de humildad.
Los animo amorosamente a caminar en la fe y a perseverar.
En Mi escuela de humildad existen Propósitos Divinos que los conducen hacia la meta del despojamiento interior. Encamínense hacia esa labor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Desde la escuela de la humildad, los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Escuela de María, escuela de corazones humildes
El primer paso para encontrar la humildad es no perder la fe. Ella abre caminos para que las almas concreten sus pasos.
La escuela de humildad que Yo les ofrezco es de constante vacío, y para estar vacíos no pueden existir aspiraciones propias, solo el camino de la renuncia.
La renuncia es la llave principal para encontrar la humildad que en muchos corazones está escondida por la existencia de otros intereses.
La humildad no puede ser dominada ni conquistada. El espíritu de la humildad verdadera nace del destierro del propio yo, para que otras Leyes puedan actuar.
El Señor, en Su concepción original, es humilde. Si Él no lo hubiera sido, ¿cómo podría haber creado todos los mundos?
La humildad es el escudo contra la arrogancia y el orgullo, aspectos que nublan el propósito de las almas sin dejar ver la esencia de la misión de cada una.
Quien busca la humildad debe saber que tendrá que ir despojándose de sus creencias, de sus apariencias y de sus aspiraciones.
Cristo vivió la humildad como prueba final cuando, en el Huerto Getsemaní, Él aceptó beber del amargo cáliz de la redención. Si Cristo no hubiera sido humilde, no podría haber realizado semejante obra de liberación.
La humildad tiene como bases el vacío de sí y la fe, que son atributos que ofrecen los mejores cimientos para que las almas se vayan purificando.
Un ser humilde siempre es el último, aunque el universo lo coloque primero. Por eso, el trabajo de la humildad debe ser amado para después poder conocerlo. Si no existe amor para buscar el espíritu de la humildad, la tarea quedará indefinida.
El Cielo sabe que la humildad no es una escuela tan buscada por todos, como lo es el poder o la soberbia que tienen como resultado un gran engaño espiritual.
El servicio a los Reinos de la Naturaleza, por su propia expresión, tiene una puerta directa hacia la humildad; porque los Reinos menores deben ser tratados con mucho amor para que expresen en la consciencia la belleza de su humildad.
A través de estos Reinos, las almas no solo evitan el cincuenta por ciento de sus errores, sino que también pueden dar pasos más seguros para encontrar, a través de la humildad, la escuela del servicio a los demás y a la Creación.
Los Reinos menores son reflejo de la humildad creadora que no tiene el ser humano. Ellos enseñan al hombre de superficie sobre el espíritu de la constante donación, que también es un atributo fiel para vivir en la humildad o al menos aproximarse a ella.
Por eso, los invito, en estos tiempos, a que Mis hijos se replanteen dónde ha quedado la aspiración de seguir buscando la humildad.
La humildad puede salvar a muchas almas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los invita a ingresar en la escuela de la humildad y del bien,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que las puertas de los mundos internos y celestiales se abran para que los redimidos ingresen e invoquen el nombre santo de Emmanuel.
Que los autoconvocados se reúnan para crear la alianza con el Espíritu Sagrado de Dios.
Que los llamados hijos de Adán, recuerden los principios de la raza antigua para que las Leyes se vuelvan visibles y se establezca la armonía universal.
Que los consecuentes manifiesten la sabia gratitud y que desde ahora destierren los aspectos humanos que los llevaron a la perdición.
Que los valientes se purifiquen para que limpios de toda mancha reciban los rayos de la transubstanciación.
Que los caminantes y buscadores del sagrado conocimiento no se cansen y no dejen de buscar la fuente de la humildad.
Todo está listo para acontecer en la nueva humanidad, los viejos actos y las viejas costumbres serán expulsadas para que brille en cada alma el nuevo y sagrado Sol del Universo.
Que nadie impida el descenso del Reino de Dios para que los que están más lejos de la verdad puedan reencontrar el sentido de estar en esta vida.
¡Adelante los discípulos de Cristo! Caminen descalzos de sus antiguas alianzas con el mundo, eso los hará libres de todo y merecedores de la divina e infinita misericordia.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los une al principio del amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi Consciencia de humildad se refleja en las almas inocentes. Mis ojos brillan en las almas buenas.
En toda la humanidad Mi Consciencia tiene Su manifestación, especialmente en aquellos corazones que oran por la redención.
Queridos hijos, hoy Mi Consciencia peregrina recorre Venezuela junto a ustedes, intentando derramar las Gracias que los corazones necesitan. Sigan los pasos de Vuestra Madre que abrirá los caminos para que las almas reciban la misericordia que necesitan.
Estoy unida a todos los hijos que oran por esta causa de paz en toda Venezuela; amorosamente acompaño la oración de todos los que están unidos a esta misión. Aquí, en este pueblo, las almas necesitan de mucha luz y redención, necesitan ver en sus rostros la alegría de reencontrar a Cristo en el corazón de cada hermano.
Sigamos peregrinando, pues Vuestra Señora de Coromoto lleva entre Sus manos el estandarte de la liberación y de la paz, y todos Sus hijos caminan detrás pidiendo misericordia; así los más justos y los más pecadores tendrán la Gracia de ser ayudados por el amor de Mi Inmaculado Corazón.
Oración a Nuestra Señora de Coromoto,
Libertadora de Venezuela
Sagrada Señora de Coromoto,
puente de Luz a la Nueva Humanidad.
Reza junto a nosotros todo el tiempo,
convierte la raza de todo este planeta,
para que alzados al Cielo por Tus brazos
digamos sí a nuestra santa libertad.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los conduce al Corazón del Padre Celestial,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Así como la Ley lo indica para la vida santa, purificarás tu ser de toda mancha para que siendo libre de todo, alcances la virtud del entendimiento y de la humildad.
Purificarás tu consciencia de toda condenación, deseo o ambición para que siendo libre de toda perversión humana, tu espíritu glorifique al Padre Eterno junto a la pureza de los ángeles.
Purificarás tu mente y tu pensar de todo dominio, objeción y juicio para que siendo libre de todo, tu consciencia adquiera el espíritu de la sabiduría que vive y mora en el Corazón de Dios.
Purificarás tu ser de todo engaño o desvío para que siendo libre de todo recibas la bendición eterna, la que te llevará a encontrar el visible Propósito del Universo.
Purificarás todas tus intenciones y aspiraciones para que siendo libre de ellas y silenciado ante el Universo Celestial, tu alma no cargue con el yugo de una condena y así se libre de toda perdición.
Purificarás hasta lo más oculto dentro de ti para que siendo libre de todo, veas con claridad la meta que el Universo te ha colocado y así cumplas con la parte que viniste a realizar.
Purificarás cada espacio de tu ser para que libre de todo, seas algún día digno en el Señor y puro como una flor ante los Ojos de Dios.
El tiempo de la purificación ya está sucediendo, que nadie olvide que a través de la purificación, las deudas se borran para que el Espíritu Santo pueda obrar.
Purificate en confianza, el Universo actuará para librarte de las cadenas de la prisión para que el verdadero espíritu vuelva a surgir como la Aurora del mañana.
Queridos hijos, cuentan con Mi intercesión, purifíquense en Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los conduce hacia la escuela de la liberación,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos compañeros en Cristo:
Quiero ofrecerles cada día algo más que palabras, porque tengo la posibilidad de llevarlos a que vivan lo que ustedes verdaderamente son, no solo como individuos, sino también como humanidad.
Por eso insisto, una y otra vez, para que en cada momento de sus vidas ofrezcan todo lo que hacen por la consciencia humana, sobre todo por todos aquellos que no conocen a Dios y que, independientemente de la clase social y de la situación física, viven en la ignorancia y en total ilusión.
Mis amados, cuando estuve en este mundo como José de Nazaret, en todo lo que hacía en Mi trabajo, en el descanso o en las liturgias diarias, la oración era siempre lo que movía Mi Casto Corazón y, así orando, ofrecía todo por los demás hermanos del mundo.
Trabajaba por los que no lo hacían; descansaba por los que no podían descansar; era verdadero y simple por los que no podían serlo. Y así era con todo. Entonces, fui descubriendo cómo amar las imperfecciones de los hombres. De esa forma, mientras trabajaba por alguien que no lo hacía, comencé a comprender el porqué de aquellos que no lo hacían estaban en esa situación y, en Mis intenciones, ofrecía siempre a Dios las dificultades de Mis hermanos.
Viendo la pureza de Su siervo que no oraba para sí mismo, sino para que el reinado de Dios se expandiese por el mundo, el Señor comenzó a mostrar, a los ojos de Mi Corazón, diferentes situaciones del planeta en lugares que, en vida, no había conocido, pero sabía de la realidad de todo lo que veía.
Dios Me concedió la Gracia de servir más profundamente y de tener la certeza de que, en cada instante de Mi vida, Él podría interceder por algún alma. De esa forma, fui aprendiendo el arte de interceder ante Dios por las almas y por los seres de la naturaleza, los que nunca eran olvidados por Mi Corazón Castísimo.
Hoy les digo que el secreto para ser un intercesor ante Dios es que nunca pierdan la pureza de intención y que no se crean nada, sino solo un siervo de Dios. En donde haya orgullo por alguna obra ofrecida a Dios, esa obra ya no alcanzará el Cielo.
Muchos creen que interceden por las almas cuando, en realidad, están perdiendo un tiempo precioso de orar con el corazón para alimentar el propio orgullo y la vanidad.
Vengo para enseñarles a ser puros como los niños y a orar como un pequeño niño ora a Dios: no hay vanidad en sus palabras ni tampoco orgullo, solo hay una unión pura con Dios. Los niños no buscan nada cuando oran, solo entregan sus oraciones. Esos son los verdaderos intercesores.
Mis queridos, lo que sí quiero es que sean intercesores delantede Dios por las almas perdidas, pero antes de eso, debenencontrarse a sí mismos en la propia esencia de la pureza y de la humildad.
Yo vengo al mundo para darles esa posibilidad, pero no piensen que eso es imposible, solo únanse a Mi Espíritu de Amor y, cada vez que vean que no están orando con pureza y humildad, acuérdense de Mí y sean como niños caminando hacia el Corazón de Dios.
Yo los amo y les dejo la pureza de Mi Casto Corazón.
San José Castísimo
Mis amados compañeros y buscadores de la verdad celestial:
Hoy Mi Casto Corazón solo viene para pedirles que sigan profundizando en el camino de la oración y de la entrega.
Les pido que no se olviden de la campaña para la cual los invité hace un tiempo atrás y que se acuerden de la sagrada misión que los misioneros de María deberán llevar adelante, tan pronto como sea posible.
Sepan que el adversario de Dios hará de todo para que los misioneros no puedan llegar al destino marcado por el Señor. Por eso, desde ya, como soldados orantes de Dios, que viven para cumplir Sus Planes, coloquen en sus oraciones y en sus corazones esta sagrada misión para que así se abran los caminos y se disuelvan los obstáculos impuestos por el mal.
Para los Sagrados Corazones, esta misión es de vital importancia, como la campaña para sembrar el Amor en la humanidad, porque si ustedes cumpliesen esos dos propósitos, la humanidad estará enviando una señal para el Cielo, de que anhela ardientemente que la Luz descienda al mundo y que el mal sea disipado.
Hoy les digo que, para que sea disipado todo el mal que la humanidad causa al planeta, a Dios y a sus semejantes, no basta querer; deben orar, actuar y hacer muchos esfuerzos y sacrificios. Ustedes saben que el mayor sacrificio del ser humano no es el martirio del cuerpo, sino la vivencia de la humildad. Es por este motivo que los envío para que pidan perdón y vivan la reconciliación en pro del cumplimiento de un Plan Superior porque, así, ustedes vencerán lo que el hombre siempre alimentó: el orgullo y la vanidad.
Todos los conflictos del mundo tienen como base el orgullo arraigado en el corazón humano; por eso, para que se establezca la paz, sean humildes de corazón.
Yo los amo porque sé de la grandeza de sus corazones cuando expresan la verdad que está latente en su interior.
San José Castísimo
A lo largo de la historia de la humanidad, pocos fueron los corazones que se abrieron para descubrir la verdad de la vida superior, porque la humildad siempre fue un atributo raras veces encontrado en el corazón humano.
Por eso, muchos prefirieron creer que no existía nada más allá de la propia existencia, e incluso que Dios era un mito para los corazones, tan grande era su ignorancia, su orgullo y su arrogancia. Muchas veces, aquellos pocos que pudieron encontrar un rayo de luz de este gran Sol, que es Dios, cayeron en el orgullo y en la ignorancia de creerse conocedores de todas las verdades. Tan grande fue el orgullo de esos seres, que se separaron de Dios, creyendo que vivían plenamente dentro de Su Corazón.
Es por este motivo que hoy los Mensajeros Divinos vienen a hablar a los humildes, a los mansos y a los simples. Es por ese motivo que nos acercamos a ustedes, hablándoles como si habláramos a niños pequeños, porque así deberían ser para estar ante la Enseñanza que traeríamos en el final de los tiempos.
Los arrogantes creyeron que ya sabían todo lo que les decíamos y no percibieron que podrían saber el camino, pero, al llegar a las puertas del Cielo, no tendrían las llaves para abrirlas, porque la humildad es la llave maestra que une los corazones a Dios.
Comprendan que sin humildad ustedes jamás podrán seguir los Planes de Dios, porque solo un corazón humilde puede seguir indicaciones que él no comprende, no acepta y que, a veces, van en contra de todo lo que siempre creyó.
Ahora que muchos ya fueron fieles a las indicaciones celestiales, podrán comenzar a comprender algunas verdades y el rompecabezas se irá armando delante de sus ojos, para que así fortalezcan la confianza en Dios. Pruebas mayores de fe llegarán a sus vidas y los pequeños test que experimentaron hasta hoy los prepararán para los días que vendrán.
Nunca se olviden de que deben ser como niños, que jamás pueden perder el espíritu de humildad, pues así podremos revelarles grandes misterios de esta Creación Divina.
Yo los amo y los bendigo siempre,
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más