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40 días con Jesús a través del camino cuaresmal
"Coloca tus pies dentro de Mi océano de Misericordia, las aguas más profundas de las entrañas de Mi Misericordia te purificarán.
Ahora, coloca tus manos y tu cabeza para que, al igual que con los santos apóstoles, Yo purifique tus intenciones, expectativas y cualquier ambición.
Entrégame tu ser para que, renovado por los códigos de Mi Amor Redentor, seas a partir de ahora un servidor abnegado y entregado en confianza a la Luz del Propósito Divino.
Después de purificado, recapacita para que no retornes al mismo estado o situación anterior. Los vicios de la vida están para ser trascendidos y redimidos.
Mira, he aquí el horizonte de Mi Corazón. Busca en Mí tu sostén, el motivo y la razón de vivir en la Tierra".
Cristo Jesús
40 días con Jesús a través del camino cuaresmal
"Llegará el tiempo del Retorno del Señor, en el que los elegidos, los perseverantes y los verdaderos tendrán parte Conmigo en el Reino de los Cielos.
En esa hora, todo se conocerá. Los que fueron humillados serán exaltados; los que fueron exaltados serán humillados.
En esa hora, ya no existirán las apariencias porque el don y el atributo de la Verdad prevalecerán, y ya nada más quedará oculto.
Por eso, purifiquen el corazón, purifiquen los sentimientos, purifiquen los pensamientos y sobre todo purifiquen las intenciones, para que cuando el Señor retorne los encuentre libres de ustedes mismos y transfigurados por todos los códigos de Amor que recibieron a través de los tiempos.
Sepan que Yo estaré llegando sin avisar. Los quiero Conmigo".
Cristo Jesús
Compañeros:
Dios nunca escatima ningún esfuerzo, al contrario, Dios reconoce en lo profundo de cada ser que realmente existe una intención sincera de estar siempre próximo a Él.
Por eso, el Padre acoge todas las aspiraciones de Sus hijos, sean cuales sean, y por más que sean imperfectas, así como las almas en la Tierra también lo son, Dios considera mucho el valor del amor que cada hijo coloca en sus aspiraciones.
De esa forma, para que los hijos de Dios sean ayudados a cumplir con sus aspiraciones internas, el Padre les hace conocer Su Voluntad, la cual es como un puente que los conducirá a vivir Sus más ardientes deseos de ver a Sus hijos en el camino del bien y de la felicidad espiritual.
Por esa razón, compañeros, no pueden deprimirse ni tampoco desanimarse porque, a pesar de la purificación de estos tiempos, Dios nunca se olvida, al igual que ustedes, de que son almas que intentan alcanzar el camino de la perfección.
Pero para vivir ese camino de perfección será necesario desprenderse de viejas y antiguas estructuras y formas de vida que no les permitirán alcanzar la vida crística.
Por eso en algunos casos es más costoso, pero confíen, porque Yo estoy aquí para ayudarlos. Solo confíen.
¡Les agradezco, por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Busquen amar con sabiduría: siempre palabras para Dios, siempre acciones para Dios, siempre sentimientos para Dios, para que construyan con sus vidas Su Plan.
Busquen vivir con sabiduría, observando las propias acciones e intenciones, dejando que ellas sean conducidas por un Propósito superior; observando el corazón para que él esté imbuido de su misión y de la Verdad Divina.
Busquen en Dios las respuestas a sus preguntas y sabrán que los méritos de las victorias de sus vidas son de Él.
Busquen en Dios las virtudes a expresar y sabrán que Él es el motor de toda transformación verdadera.
Dejen que las Manos de Dios los guíen, que el Pensamiento Divino los inspire, que el Amor de Dios los colme, que la Sabiduría Divina sea lo que impulse todo lo que son, y sus pensamientos serán inspiraciones de Dios, sus consejos serán dones de Su Espíritu, sus acciones serán Obras incansables que construyen puentes para llegar al Padre, sus vidas serán santificadas por Su Presencia, y más que eso, por Su Acción.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Cuando los corazones oran por los pueblos y por las culturas, por las naciones y por las religiones del mundo, rescatan con su intención lo que hay de más puro en el interior de los seres y atraen hacia la Tierra el Pensamiento Original de Dios para la expresión de los pueblos.
Cuando oran para que las diferentes religiones sean verdaderos caminos que conduzcan los corazones hacia Dios, están rescatando los principios originales que inspiraron a las religiones para existir, como una forma de ser una guía para los seres humanos y, de esa manera, hijos, ayudan a aquellos que están perdidos en su ignorancia y que hacen de los caminos que deberían llevar a Dios, el camino para su propia perdición.
Orar por los pueblos y por las naciones es muy importante en este tiempo, es colocar el propósito de sus oraciones en algo superior e incluir a toda la humanidad en sus plegarias.
Ustedes están en el momento de profundizar su unión con Dios y de pasar a sentir Su Amor por cada uno de Sus hijos, de sentir la importancia de los pueblos, la importancia de la existencia de cada criatura de la Tierra.
Por eso, hijos, hoy vengo a decirles que no se cansen de orar por la vida, por los seres humanos y por los Reinos menores. No se cansen de orar sinceramente por las naciones, por las religiones y finalmente por este proyecto humano. Porque ha llegado la hora de que los tiempos cambien y la vida se renueve. Ha llegado el momento del ciclo definitivo que incluye a toda la existencia.
Por eso, oren para que haya paz, oren para que haya amor y oren, sobre todo, para que la Verdad los una en un único camino, que es la puerta estrecha hacia el Corazón de Dios.
Tienen Mi bendición para esto.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
En la Hora de la Misericordia es cuando Yo más reconozco su esfuerzo y su oración, su intención de estar verdaderamente Conmigo, sin importar el lugar o la situación.
En esta recordada hora dolorosa es cuando su Maestro y Señor tiene más Misericordia y Su intervención gloriosa aplaca la acción de la Justicia.
Por eso, compañeros, recuerden todos los días los infinitos y recurrentes prodigios que Mi Corazón Misericordioso puede realizar en su vida espiritual y material.
Anímense siempre a decirme "sí" en la Hora de la Divina Misericordia, porque mientras eso suceda Yo no solo podré ayudar a sus consciencias durante la aguda purificación, sino también podré intervenir en más situaciones del planeta porque tendré instrumentos de Mi Misericordia para poder hacerlo.
Que en esta hora sus corazones sientan el ardor de Mi Corazón para que se cumpla en ustedes Mi sagrada Palabra.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
A los que ya despertaron - Parte I
A los que ya despertaron les corresponde, dentro del Plan, el mayor compromiso, la solidaridad, la cooperación y el esfuerzo para hacer siempre lo mejor.
A los que ya despertaron les corresponde sostener más a los que no se sostienen; les corresponde hacer lo imposible para que cada etapa del Plan se cumpla.
A los que ya despertaron les corresponde unirse y fraternizar más con el prójimo; les corresponde hacer el mayor sacrificio por los que no lo hacen verdaderamente, para poder compensar la desigualdad existente entre lo que se ha recibido del Universo, como tesoro, y los que no se entregan sinceramente a Dios y crean conflictos.
A los que ya despertaron les corresponde tener siempre presente que están sirviendo a Dios y no a alguien en particular; que la Obra no está personificada en ninguna consciencia, simpatizante o dirigente, porque la Obra es de la Jerarquía y no de la humanidad.
A los que ya despertaron les corresponde ser conscientes de que todo lo que realicen, piensen o expresen influenciará a favor o en contra del Plan, dependiendo de la intención pura o impura que se le coloque.
A los que ya despertaron les corresponde salvaguardar, amparar y proteger a los que recién despiertan y sí quieren vivir el cambio. Hay que protegerlos de los que se cristalizaron en el tiempo y el espacio con sus formas, ideales y proyectos que no están fusionados a la Voluntad de la Jerarquía.
Esa protección de los que recién despiertan permitirá renovar, de forma permanente, la Obra de la Jerarquía.
A los que ya despertaron les corresponde saber que todo lo que se haga o se diga, sea evolutivo o negativo, influenciará a favor o en contra de los Proyectos de la Divinidad y que eso ayudará o desfavorecerá a la realización del Propósito.
Esa actitud, de una forma u otra, pesará positiva o negativamente en la consciencia que lo emita. Por eso a los que ya despertaron les corresponde, como disciplina, nunca olvidar que están en un lugar que no les corresponde, que fue concedido por la Gracia y la Misericordia y que ese lugar, tarea o misión no podrá ser en vano, sino que deberá recibir el valor y el respeto con el amor y la reverencia que se merece la Jerarquía.
A los que ya despertaron les corresponderá recordar que todo lo que suceda en este ciclo quedará registrado en el Universo y que un día todo será evaluado por la Divina Justicia.
A los que ya despertaron les corresponde tener más humildad, resignación y mucha gratitud, así la Obra permanecerá viva en el tiempo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Para curar el presente y preparar una nueva vida para el futuro, deben perdonar el pasado, y es solo el amor, hijos, el que ingresa en lo profundo de la consciencia humana y borra los registros de los errores cometidos.
Las palabras, las acciones, e incluso los actos de caridad y de servicio, son solo vehículos para la vivencia de ese amor, que debe emerger de lo profundo del corazón.
La oración es el lenguaje del amor, es la puerta que se abre en el interior de cada ser para que el amor fluya de Dios a cada consciencia y de sus consciencias a las necesidades planetarias.
Buscar un resultado externo de las propias acciones es cerrar las puertas al amor, porque el retorno no es algo buscado por quien verdaderamente ama. Quien ama solo dona y no espera recibir nada.
Para que sean vehículos del Amor divino y superior para la consciencia planetaria, deben ser más humildes y simples, sin querer ser aquel que transforma y redime todas las cosas, porque lo que transforma y lo que redime es el amor, amor que no proviene de ustedes, sino de Dios.
Hijos, al servir, sepan que lo más importante no es el servicio en sí, sino el amor con el cual sirven. Al estar en contacto con alguien y ofrecerle una palabra de aliento y de esperanza, sepan que lo importante no es lo que dicen o cuán bien se expresan, pero sí con qué grado de amor y de unión con Dios lo hacen.
Antes de servir, e incluso diariamente, como primer ejercicio del día, únanse a Dios y díganle: “Señor, haz de mí un vehículo de Tu Amor”.
Si son sinceros y verdaderos al pronunciar esas palabras y permiten que el verbo sea el vehículo de una intención pura para que ellas lleguen al Padre, eso será suficiente para que el Creador dé un sentido a sus vidas y haga valer cada momento de las mismas para el triunfo de Su Plan.
Que sus acciones, sus pensamientos, sus sentimientos y sus palabras estén impregnados de algo más que de ustedes mismos. Que todo sea por la manifestación del amor, y que el amor, por sí solo, sea el resultado de su servicio y de su vida.
Por la cura de la consciencia humana y planetaria, láncense al descubrimiento del amor divino y permitan que el Creador los haga portadores de ese amor.
Yo los bendigo y los conduzco al verdadero servicio, que ya saben, no comienza ni termina en sus acciones, sino que tiene su verdadera acción en la vida del espíritu y debe tener allí su esencia y su principio.
Su padre y compañero, en el servicio y en la oración,
San José Castísimo
Cada servicio prestado por los servidores y consagrados al Plan del Dios Altísimo debe ser motivo para generar el equilibrio necesario y curar los males del pasado de una humanidad tan transgresora.
Que sus manos comiencen desde ya a reconstruir el mundo con actos de servicio, a reparar el mal causado en el principio y a aplacar el caos que se precipita sobre la Tierra.
Existen muchos lugares del planeta que no están destruidos por la guerra ni tomados por los conflictos armados, pero que están espiritualmente tan heridos como los que están en guerra.
La humanidad, como consciencia, perjudicó tanto la vida planetaria que una gran parte del espíritu del planeta está deteriorado y padeciendo como un moribundo que da sus últimos suspiros de vida.
La forma de curar este mundo enfermo es solo con el amor, amor en todas sus expresiones: amor con actos de caridad fraterna, amor irradiado en la oración, amor irradiado en el silencio, amor que se manifiesta en el corazón que se transforma por amor al Plan de Dios.
Un servidor que se encamina a una misión pedida por Dios debe ser como el obrero que lleva en sus manos el ladrillo y el cemento para reconstruir la consciencia planetaria. En cada pequeña acción debe estar el amor pleno y absoluto, que trasciende las condiciones, las diferencias, los errores, el miedo y el dolor. Así, poco a poco, ustedes podrán convertirse en verdaderos instrumentos de Dios.
Que esté en la intención de cada misionero la reconstrucción activa y luminosa de la vida espiritual de la humanidad.
La consciencia humana fue creada con base en principios divinos y puros, lo que le daba la particularidad de poder unirse directamente al Creador, sin intermediarios. Esos principios fueron atacados desde el inicio de este Proyecto, y las fuerzas del adversario trataron de convertirlos en lo que ustedes conocen como energías capitales, que hoy son mucho más que siete.
Para volver a ser cristalinos como Dios pensó y para alcanzar el Propósito Divino, llegó la hora de hacer que crezcan los principios divinos en su interior y en el interior de sus semejantes y, así, ir debilitando aquellas fuerzas oscuras que tanto crecieron en la consciencia humana.
Es por eso que les pido que comiencen cada día de servicio rogando a Dios la Gracia de la humildad y de la unidad con Él. Así, dando el primer paso de sus días, con la intención de ser puros, serán ayudados por los ángeles a servir de forma cristalina y a ser verdaderos instrumentos del Creador del mundo.
Por la reconstrucción de la consciencia espiritual del planeta,
San José Castísimo
El mundo a tu alrededor debe mantenerte en estado de vigilancia y de oración, pero nunca de temor.
Conviértete en un observador de tu propia vida y de la vida sobre la Tierra y, así, reconoce los movimientos de la naturaleza, los movimientos de tu mundo interior y cómo reaccionan tus hermanos en las diferentes situaciones que se presentan en sus vidas.
No te llamo para que actúes en este momento. Solo observa y, en tus oraciones, medita sobre lo que observaste.
Conócete todos los días un poco más: la forma como tratas de conseguir aquello que quieres o como intentas ser comprendido por los demás. Observa qué imagen intentas transmitir a los otros sobre timismo y, en tus oraciones, medita sobre la verdadera intención de esos movimientos que surgen en lo profundo de ti y se expresan en tu forma de ser.
Para desarrollar cualquier virtud, necesitas conocerte y saber de ti, sobre todo lo que te separa de un camino puro y verdadero.
Para ser humilde, deberás encontrar en ti lo que no te lleva a la humildad y, con la misma paz de quien separa la paja del trigo para preparar la harina que un día se convertirá en pan, así trabajarás. Y no sufrirás, porque es solo colocar la paja y el trigo cada cual en su lugar y orientarlos hacia su transformación.
Lo que el trigo es, o sea, los principios de la virtud dentro de ti, aún deberá ser muy trabajado en varias etapas de transformación,
para que un día llegue a ser pan. El trigo será triturado y se convertirá en harina. La harina, por sí sola, no hace el pan, pues necesitará de otros elementos provenientes de Dios. El pan será amasado e irá al fuego, hasta que esté listo. Y para que sea el Pan de Vida, necesitará ser consagrado en altares divinos, en donde el Hijo de Dios se hace Uno con este pan y, después de consagrarlo, lo reparte en donación y entrega, para multiplicar, entre muchos más, las gracias que recibió.
Debes ser como ese trigo que un día se volverá pan. Ya creciste en tierra fértil y diste los granos que Dios necesitaba. Ahora, tú mismo, con tu esfuerzo y tu dedicación, te observarás a ti y separarás en ti, la paja del trigo, para que después Manos Divinas te transformen, paso a paso, hasta que llegues a tu destino.
No tengas prisa, pero sé preciso. Si desde ahora trabajas sobre el trigo de tus virtudes, determinarás el resultado de tu unión con Cristo y la pureza de los códigos consagrados por Él que, a través de ti, repartirá para toda la vida universal. Ama la transformación. Que cada paso sea para ti un motivo de gloria y no de resistencia. Déjate triturar, porque solo así serás harina adecuada para un buen pan en el Altar Celestial.
Cuanta más paz haya en tus transformaciones, más perfección habrá en tus pasos.
San José Castísimo, el que se dejó moldear y transformar hasta la unión con el Dios Eterno.
Silencia un poco más el corazón y la consciencia para que te conviertas en observador de ti mismo y que, así, puedas profundizar en tu evolución.
No cabrán las superficialidades en este nuevo ciclo. No podrás más dar ciertos permisos a tu mundo interior, siendo ora espiritual, ora mundano.
Silencia, no para observar y corregir a los demás; deja que cada uno responda por sí mismo. Ayudarás al prójimo de una manera mucho más verdadera si fueres para él un ejemplo, no un juez.
Sé lo que debes ser solo para cumplir con tu parte, y no para demostrar nada a nadie, porque las intenciones se imprimen en las obras y determinan el grado de irradiación que ellas tendrán. No harás evolucionar al mundo con obras llenas de vanidad. Sé porque tienes que ser y nada más.
Este ciclo planetario te ofrecerá impulsos claros, precisos y ordenados, para que así sea tu respuesta.
Sé preciso y objetivo en lo que haces. Sé verdadero y simpleen tu interior. Sé manso, amoroso y pacífico, pero también sé recto y dedicado en tus acciones.
Deja que emerja aquello que guardas dentro de ti, porque llegó la hora de la correspondencia entre el mundo interno y el externo.
Los códigos recibidos a lo largo de los años ya hicieron de ti, internamente, un ser espiritual. Tienes metas claras y propósitos verdaderos; ahora, vívelos como lo más importante para
hacer.
Fuera de ti, en tu entorno, las nuevas vibraciones construirán el camino. Coloca en esta senda los dos pies y camina sin mirar atrás.
Tienes la bendición de los Cielos.
San José Castísimo
Así como la Ley lo indica para la vida santa, purificarás tu ser de toda mancha para que siendo libre de todo, alcances la virtud del entendimiento y de la humildad.
Purificarás tu consciencia de toda condenación, deseo o ambición para que siendo libre de toda perversión humana, tu espíritu glorifique al Padre Eterno junto a la pureza de los ángeles.
Purificarás tu mente y tu pensar de todo dominio, objeción y juicio para que siendo libre de todo, tu consciencia adquiera el espíritu de la sabiduría que vive y mora en el Corazón de Dios.
Purificarás tu ser de todo engaño o desvío para que siendo libre de todo recibas la bendición eterna, la que te llevará a encontrar el visible Propósito del Universo.
Purificarás todas tus intenciones y aspiraciones para que siendo libre de ellas y silenciado ante el Universo Celestial, tu alma no cargue con el yugo de una condena y así se libre de toda perdición.
Purificarás hasta lo más oculto dentro de ti para que siendo libre de todo, veas con claridad la meta que el Universo te ha colocado y así cumplas con la parte que viniste a realizar.
Purificarás cada espacio de tu ser para que libre de todo, seas algún día digno en el Señor y puro como una flor ante los Ojos de Dios.
El tiempo de la purificación ya está sucediendo, que nadie olvide que a través de la purificación, las deudas se borran para que el Espíritu Santo pueda obrar.
Purificate en confianza, el Universo actuará para librarte de las cadenas de la prisión para que el verdadero espíritu vuelva a surgir como la Aurora del mañana.
Queridos hijos, cuentan con Mi intercesión, purifíquense en Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los conduce hacia la escuela de la liberación,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos compañeros en Cristo:
Quiero ofrecerles cada día algo más que palabras, porque tengo la posibilidad de llevarlos a que vivan lo que ustedes verdaderamente son, no solo como individuos, sino también como humanidad.
Por eso insisto, una y otra vez, para que en cada momento de sus vidas ofrezcan todo lo que hacen por la consciencia humana, sobre todo por todos aquellos que no conocen a Dios y que, independientemente de la clase social y de la situación física, viven en la ignorancia y en total ilusión.
Mis amados, cuando estuve en este mundo como José de Nazaret, en todo lo que hacía en Mi trabajo, en el descanso o en las liturgias diarias, la oración era siempre lo que movía Mi Casto Corazón y, así orando, ofrecía todo por los demás hermanos del mundo.
Trabajaba por los que no lo hacían; descansaba por los que no podían descansar; era verdadero y simple por los que no podían serlo. Y así era con todo. Entonces, fui descubriendo cómo amar las imperfecciones de los hombres. De esa forma, mientras trabajaba por alguien que no lo hacía, comencé a comprender el porqué de aquellos que no lo hacían estaban en esa situación y, en Mis intenciones, ofrecía siempre a Dios las dificultades de Mis hermanos.
Viendo la pureza de Su siervo que no oraba para sí mismo, sino para que el reinado de Dios se expandiese por el mundo, el Señor comenzó a mostrar, a los ojos de Mi Corazón, diferentes situaciones del planeta en lugares que, en vida, no había conocido, pero sabía de la realidad de todo lo que veía.
Dios Me concedió la Gracia de servir más profundamente y de tener la certeza de que, en cada instante de Mi vida, Él podría interceder por algún alma. De esa forma, fui aprendiendo el arte de interceder ante Dios por las almas y por los seres de la naturaleza, los que nunca eran olvidados por Mi Corazón Castísimo.
Hoy les digo que el secreto para ser un intercesor ante Dios es que nunca pierdan la pureza de intención y que no se crean nada, sino solo un siervo de Dios. En donde haya orgullo por alguna obra ofrecida a Dios, esa obra ya no alcanzará el Cielo.
Muchos creen que interceden por las almas cuando, en realidad, están perdiendo un tiempo precioso de orar con el corazón para alimentar el propio orgullo y la vanidad.
Vengo para enseñarles a ser puros como los niños y a orar como un pequeño niño ora a Dios: no hay vanidad en sus palabras ni tampoco orgullo, solo hay una unión pura con Dios. Los niños no buscan nada cuando oran, solo entregan sus oraciones. Esos son los verdaderos intercesores.
Mis queridos, lo que sí quiero es que sean intercesores delantede Dios por las almas perdidas, pero antes de eso, debenencontrarse a sí mismos en la propia esencia de la pureza y de la humildad.
Yo vengo al mundo para darles esa posibilidad, pero no piensen que eso es imposible, solo únanse a Mi Espíritu de Amor y, cada vez que vean que no están orando con pureza y humildad, acuérdense de Mí y sean como niños caminando hacia el Corazón de Dios.
Yo los amo y les dejo la pureza de Mi Casto Corazón.
San José Castísimo
Hermana Lucía de Jesús: A pedido de San José, cuando leamos este mensaje, no pensemos que está dirigido a los otros, porque Él está hablando con todos y cada uno de los que lo escuchan.
Contemplen en sus corazones el Plan de Dios y observen la grandeza del Pensamiento Divino para la humanidad.
Queridos compañeros:
Ahora les pregunto, en dónde están sus aspiraciones más profundas. ¿Piensan por lo menos una vez al día en la manifestación de ese Plan o están continuamente aferrados a las realizaciones materiales?
Ya les dije una vez que un obrero de Dios es aquel que hace todo por la manifestación de Su Plan. Sin embargo, observando el interior de las almas y las profundas intenciones de todos los seres, veo que casi no existen, en el mundo entero, aquellos que simplemente trabajan por la manifestación de los Planes de Dios.
Estén atentos, porque la humanidad se está sumergiendo en una profunda ilusión y nada puede detener el avance de la oscuridad. Si se dejan llevar por las tendencias humanas y pasan todos los días entretenidos solo con las tareas materiales, por más que esas tareas sean para el cumplimiento de una Obra Divina, Yo les digo, Mis queridos, que si en lo profundo de sus intenciones no está el Plan de Dios, se sumergirán con el común de la humanidad y no lo percibirán.
Cuanto mayor sea el compromiso con Dios, más atentos y esforzados deben ser, porque más sutilmente serán engañados por ustedes mismos y por el adversario del Creador.
El planeta no soporta más la presión del caos y los Reinos de la Naturaleza no pueden sustentar solos toda la lucha contra la oscuridad en el mundo.
El potencial de los seres humanos continúa latente, porque poco les interesa conocerse a sí mismos y descubrir lo que verdaderamente son, porque para eso, deberán dejar de ser todo aquello que es tan apreciado por ustedes y por el mundo entero.
Debo ser claro y directo porque los amo y, en presencia de María Santísima, Yo los aconsejo, para que Su Amor Universal los ampare y los impulse.
Nuestra Señora necesita de motivos para interceder por el mundo, al igual que Cristo, y las oraciones de ustedes de una hora por día no son suficientes. Es necesario entregar la vida y todo el tiempo que estén en este mundo y también más allá de él: entregar la eternidad al Creador.
Si oran por el mundo durante una hora y en las horas restantes no son capaces de salir de sí mismos ni de sus propias aspiraciones para cumplir un propósito mayor, ¿perciben que el Plan de Dios no se manifestará?
¿Están dispuestos a dejar de ser lo que son? ¿A abandonar las tareas y las posiciones tan apreciadas por el mundo, para servir humildemente a Dios?
Deben reflexionar sobre aquello a lo que no pueden renunciar y preguntarse el porqué de eso. Pues les digo que muchos de sus hermanos están renunciando a la propia vida para mantener su fe en Cristo y perseveran, creyendo en Su Misericordia, por más que sufran constantemente las injusticias de los hombres.
Reflexionen de corazón y transformen sus vidas.
Les dije que vendría al mundo todos los días para conducirlos hacia una Nueva Humanidad. Y ¿quién buscó Mis palabras? ¿Quién se sacrifica diariamente para vivirlas, al menos en la intención?
Con amor Yo los instruyo; a la transformación Yo los conduzco; y a la desaparición de lo que ustedes son hoy Yo los llevaré, porque deben descubrir en dónde está el núcleo más profundo de sus seres, que se asemeja a Dios.
Bajo la bendición del Espíritu Santo, Yo los protejo y les doy Mi paz, para que se transformen siempre en paz.
San José, su padre y guía para estos tiempos
Queridos hijos:
Hoy quise estar entre sus pequeños corazones para que, bajo Mi Manto, puedan asentar los impulsos que recibieron en los últimos días.
Como Madre y Reina de la Paz irradio, a través de sus corazones, Mi Paz al mundo entero. Recorro, con Mi Amor, el camino dejado por sus sinceras oraciones, camino que Me lleva a todos los seres de todos los Reinos que necesitan de Mi Presencia.
Hoy, quiero dejarles un aliento y una advertencia.
Mi aliento es que, durante todo el día, escuché la voz de sus corazones y sus almas estuvieron exultantes de alegría, tocando a las puertas de Mi Reino. Sepan, así, que sus pequeñas almas reconocen el momento en el que viven y glorifican al Señor por todas las oportunidades que recibieron a lo largo de estos dos últimos meses.
Y, como advertencia, les digo que ya llegó la hora de manifestar en la vida los impulsos de sus almas; y esto se alcanza por medio de la oración, del ayuno y de la comunión profunda y verdadera con Mi Hijo Jesús.
Les digo, también, que deben ser firmes en el propósito que sus almas los inspiran a vivir, porque muchos están recibiendo la Gracia del verdadero despertar y no deben desperdiciarla.
Sean sinceros de corazón y de espíritu, y sigan el impulso de sus intenciones más puras, aunque les parezca una verdadera locura.
La vida de oración y de entrega, hijos Míos, ya no es considerada normal en este mundo. La falta de amor y de paz de los que se sumergen en las modernidades se tornó el común vivir de los corazones y de las consciencias.
Muchos de aquellos que hoy deberían ser Mis soldados marianos se olvidaron del compromiso que sellaron Conmigo. Otros, a pesar de recordar este compromiso, temen abandonarse a sí mismos para seguirme. Y, unos pocos, con valentía se dispusieron a cumplir con Mi Santa Voluntad y seguir Mis pasos.
Es tiempo de reconocer donde se encuentran sus consciencias en este tiempo y, reconociendo que no están donde deberían, tomen sus lugares entre Mis soldados y completen, con sus preciosas almas, este ejército de Paz.
No vengo a traer exigencias, vengo a traer alivio a sus espíritus que están sedientos de la verdadera vida, para cumplir con esta misión que vinieron a realizar en el mundo.
Entonces, hoy, solo les pido que encuentren en Mi Corazón, en el Corazón de Mi Hijo y en el gran Corazón del Universo la fuerza que necesitan para dar los pasos que aspiran a dar en estos tiempos.
Cuenten con Mi Presencia maternal. Como Madre de sus corazones, estoy siempre al lado de cada uno de ustedes.
Les agradezco por persistir en Mi camino de Paz.
María, Reina de la Paz
Queridos hijos:
En esta mañana, vengo a anunciarles que Mi Corazón estará entre ustedes durante todo el día, acompañando la vigilia y la oración que harán Conmigo. Por eso, espero de sus corazones una total apertura al Señor, a fin de que Su Reino pueda llegar a la Tierra y permanecer en ella para el rescate y la salvación de las almas.
Esta es una semana de especial Misericordia, porque el Señor Me permitió estar aun más próxima de Mis hijos y, junto con ellos, trabajar por la salvación de las almas.
En este día, recojo la oferta de todos, para que coloquen a Mis pies, no solo los talentos de sus corazones, sino también las miserias. Y, para encontrar Conmigo y a través de Mí el camino de la conversión, les digo que el camino más corto es el del servicio, de la oración, de la confesión y del ayuno.
Cuando oran por las almas con el mismo fervor con el que oran por sí mismos, cuando claman por el mundo con un verbo que emerge de lo más profundo del ser, el Señor vuelve Sus Ojos hacia la Tierra y envía en su auxilio a Sus Huestes, portadoras de la redención y de la Misericordia.
Cuando sirven con gratitud, con paz y con reverencia a las almas, la Misericordia Divina encuentra espacio en sus corazones para que, a través de ellos, sea vertida en las almas.
Cuando se confiesan con Dios y con Cristo, liberando el pecado y las amarguras del corazón, cuando son capaces así de perdonar al prójimo y a sí mismos, están liberando el pecado del mundo e impulsando a las almas que no consiguen hacerlo.
Cuando ayunan con sinceridad y sienten hambre en nombre de todos los que verdaderamente no tienen que comer, equilibran el mal del mundo y dan una oportunidad a los que nada tienen para que un día reciban lo que necesitan.
Es necesario que sepan ejercitar lo que les pido con la consciencia más amplia, con la intención en los beneficios que el mundo recibirá, mucho más allá de lo que podrán recibir cada uno de ustedes.
Si actúan de esta forma, procediendo por el bien del mundo, el bien en sus seres será una consecuencia, y estarán caminando a pasos largos rumbo al Paraíso y muy pronto estarán a Mi lado.
Cuenten con Mi Presencia, Mi auxilio y Mi maternidad.
Oigan Mis Palabras con amor. Vengo a instruirlos y a acompañarlos, trazando para sus corazones un camino de humildad.
Amo a cada uno de Mis hijos.
María, Reina de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más