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En verdad les digo, que aquel que se disponga a servirme no perecerá, pero soportará Conmigo todo lo que deberá ser retirado de los corazones buenos; esto es y será así, porque los que son escogidos por Mi Consciencia se entregan al pleno sacrificio por la humanidad.
Poco a poco irán descubriendo cómo es Mi Tarea redentora en este caótico mundo de ilusiones y expectativas.
Insisto: bajo el Poder de Mi Padre, vayan Mis apóstoles y hagan en Mi Nombre todo lo que Yo les dije desde el principio, que harían cosas más grandes que las que Yo hice sobre la Tierra.
El que crea en esto lo vivirá y así lo comprobará, porque a pesar de los tiempos que vive esta humanidad, Mi Gracia permitirá concretar cosas imposibles en consciencias impredecibles. Mi Ley del Amor es única y ese mismo amor que Yo viví por ustedes será el que los nutrirá y los fortalecerá en los momentos de crisis.
Por sobre todas las cosas, que su fe sea más grande que cualquier situación, porque así estarán viviendo en Mi Confianza.
El trigo ya se está separando de la paja, y Mi Corazón Misericordioso irá en busca de los que menos merecen Mi Gracia Celestial y Yo así lo haré a través de los que se donan, a pesar de todo, a Mi Corazón Paternal.
Aquel servidor que da su vida por Mi Plan, Yo mismo lo libraré en la hora de su muerte y podrá conocer, por toda la eternidad, las Moradas que ha buscado sin resultado sobre este mundo.
Todo está permitido, mas Mi Amor siempre vencerá al mal, porque el amor verdadero une a las almas con Dios.
Bajo la Gloria del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por recibir Mis Lecciones en el corazón.
Cristo Jesús
Queridos hermanos en Dios:
Que Mi Luz hoy pueda abundar entre los espacios más profundos de sus corazones para que de esa forma se establezca el Reino de Mi Paz en toda la humanidad.
Oren por los que duermen y que, sin percibirlo, descansan en la vida común de este mundo actual.
Ofrezcan a Dios sus ayunos, oraciones, sacrificios por la humanidad y sus sufrimientos, porque si todo esto fuera donado con fe, muchas situaciones espirituales se podrían revertir prontamente.
Ahora solo les pido que busquen estar más tiempo en Mi Corazón Misericordioso, porque aún sus almas no han nadado en Mi Océano de Gracias, sino que sus temperamentos los han llevado a practicar otras cosas.
Que su verdadero ejercicio sea la oración misericordiosa del corazón; cada vez que clamen por Mi Presencia en el silencio, Yo estaré entre ustedes acompañando los grandes procesos de sus seres internos.
Mi Fuego Misericordioso y Liberador quiere aproximarse un poco más a sus seres. Pero aún falta el permiso total para que algunos velos caigan de sus rostros; si ustedes dieran el permiso verían la luz de la verdad que se acerca desde el Cielo con la esperanza de convertirlos en buenos discípulos de Mi oración.
Construiré en ustedes Mi Templo de reposo cuando de verdad se animen a vaciarse de sí mismos para descubrir los prodigios del nuevo ser.
Sean simples en todo, hasta el punto de amar con reverencia cada detalle que se presenta en sus vidas.
Estoy aquí para escucharlos siempre.
Bajo la Gracia y el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Queridos hijos Míos:
Hoy Mi Corazón desea hacerles un pedido especial de oración por el mundo. Vengo acompañada por las huestes celestiales del Reino de Dios para que, a través de la intervención de sus corazones, Mis ángeles puedan ir en auxilio de las naciones del mundo.
Quiero pedirles que, de forma especial, oren por la India, por Egipto y por Kenia, que en este día necesitan de mucha ayuda para vencer las amenazas del enemigo.
Les pido que oren mucho para que Mis misioneros marianos puedan cumplir la misión de llegar a la India, porque la presencia de ellos no tiene el motivo de llevar solo el servicio y la donación, sino también llevar Mi Corazón entre sus manos para que sea entregado a los que más lo necesitan.
Mis queridos, Mi Corazón Inmaculado necesita llegar a esas naciones para consagrarlas a Mi Corazón y para protegerlas de todo el mal que se expande.
A veces, la ignorancia de los que viven en la oscuridad no les permite ver las verdaderas necesidades espirituales y así, el enemigo se aprovecha de la ignorancia de Mis hijos para cerrar con siete llaves las puertas de las naciones.
Si oran con amor, con devoción y haciendo a Dios una oferta verdadera de aliviar al mundo, la Luz podrá llegar a los corazones que hoy están en la oscuridad, podrá retirar las vendas de los ojos de Mis hijos para que ellos perciban una realidad mayor y reconozcan en Mis soldados a Mi Inmaculada Presencia.
Hoy les pido que oren también por todos los niños que viven en Kenia; todas las pequeñas almas que equilibran violentamente sus deudas con Dios para que, a través de la oración misericordiosa de sus corazones, esa Fuente insondable de Misericordia sea vertida sobre todos esos pequeños niños y también sobre los que están por nacer.
Mis queridos, los tiempos se están acelerando. El momento final de esta purificación, que el mundo ya vive, se aproxima y es urgente que sus corazones se pongan a orar.
Confíen en la Voz que os guía, porque Mis ojos contemplan las necesidades del mundo entero, no solo las de aquellos que Me oyen.
Los que hoy escuchan Mi Voz deben responder con prontitud a Mi llamado, para que este llamado se expanda por el mundo y llegue a aquellos corazones más olvidados. Eso se alcanza, hijos Míos, sobre todo a través de la verdadera oración.
En este viernes de reparación y de preparación para el sábado de Misericordia, únanse al Corazón Castísimo y Sacratísimo de San José, para que Él los auxilie y les enseñe a ser intercesores ante Dios, en beneficio del mundo entero.
Las naciones más distantes de Mi Corazón necesitan de mucho auxilio y de mucha colaboración orante. Por eso, junto con San José, coloquen en sus corazones a toda Asia y eleven al Corazón de Dios un pedido misericordioso de auxilio; pídanle que envíe Sus huestes de Luz, que derrame Su Piedad y Su Misericordia sobre esos hijos que tanto las necesitan.
Oren, oren mucho, para que los Planes de Dios se vuelvan realidad y este mundo se convierta en un mundo luminoso, consagrado al Corazón del Creador y que responda a Su Celestial Voluntad.
Les agradezco, Mis queridos, por acompañar a Mi Misión mariana por la paz en la Tierra.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Que Mi Paz permanezca en sus corazones.
Hoy, a través de Mi Paz y de Mi Amor Misericordioso por ustedes, se abrió una nueva flor; flor de la que emanó un aroma semejante al de un fruto hermoso creado por Dios. Y este aroma de piedad y amor se extendió al mundo entero por medio de todos los que dijeron sí a los grandes desafíos que Mi Padre les colocó por amor a su conversión.
Y esta flor que hoy se abrió es la flor del Inmaculado Corazón, la que fue gestada en la esencia de cada uno de los hijos de Dios.
Sembrar esta nueva semilla significó varios desafíos para las consciencias. Al fin, después de las pruebas, de la trascendencia y, lo más importante, después de la donación de ustedes, una parte del Plan de Dios se ha cumplido.
Y esta flor dio buenas semillas que germinaron en varios corazones que estaban cerrados a Dios, en corazones distantes de Dios y en corazones que no estaban redimidos por el Amor de Dios.
Por la perseverancia, por el amor, por la fe y por el servicio entregado por hijos de Mi Santa Madre, nació una nueva luz para el mundo: nació, después de tantos meses, el portal salvador de Cristo y del Inmaculado Corazón de María. ²
Entre confirmaciones, decisiones y superaciones por parte de los soldados de la Virgen María, algo muy importante se construyó en las consciencias: el amor al Propósito de Dios.
Ese amor ofrecido por cada uno de los hijos fue verdadero y simple. Ese amor tocó lo profundo del Corazón de Dios y Él, una vez más, virtió Su Gracia y Su Piedad por intermedio de la sagrada presencia de la Madre Universal, la Reina del Mundo.
Ella, en Su dulzura maternal y en silencio, caminó al lado de Sus hijos quienes, sin saber el porqué, le dijeron sí a Su bendito e importante llamado. Y por estos frutos de esfuerzos y amor que ofrecieron los soldados de la Virgen Santísima, ahora brillan en el firmamento universal otros soles y otras estrellas; nuevas almas que estaban a oscuras se volvieron a encender con solo observar la luz del gran portal inmaculado.
En toda esa obra que tejió su Bendita Madre, se reveló ante sus ojos un gran misterio, el misterio del amor donado y entregado, el mismo que Yo viví por ustedes en la Cruz.
Por eso, que hoy sus corazones se alegren por haber cumplido fielmente con el Propósito de Dios. Su Madre Inmaculada los acompañó y los seguirá acompañando para que los frutos de la redención puedan despertar en todo el mundo.
Vean qué importante es transmitir un mensaje de paz a través de un portal consagrado a la Voluntad del Altísimo, donde un alma que siente las palabras abre su corazón, su consciencia se transforma y su corazón se redime. Luego esa alma se dona, despertando al servicio y a la caridad y esa pequeña acción redime a toda la humanidad. Así, los ángeles escuchan el ofrecimiento de esa alma y ellos, por amor y misericordia, abren los Cielos, y la Piedad universal desciende sobre el mundo. Esta sublime energía activa el mismo impulso en otros corazones, el mundo vive un tiempo más de paz y las almas viven su propia conversión a través de la oración.
Comprendan así, Mis amigos, cuán grande es el Amor de Dios por ustedes; entiendan desde el corazón el resultado de la presencia de este simple pero amoroso portal consagrado a los tres Benditos Corazones de María, Jesús y José Castísimo.
Que en sus consciencias hoy reverberen Mi Profunda Gratitud y Amor, porque Mis ovejas están escuchando la Voz del Gran Pastor.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por cumplir Mis Pedidos en humildad y donación.
Cristo Jesús, vuestro Rey
2. Cristo se refiere al relanzamiento de la página web www.divinamadre.org.
Cuanto más se donen a Mi Corazón, más caerán los velos de sus rostros, los velos del pasado, y así sus corazones poco a poco irán alcanzando la redención interior.
Realicen en su vida actos misericordiosos, sean caritativos y renuévense por Mi intermedio todos los días.
Como buen Pastor de almas, acompaño el caminar de Mis peregrinos.
¡Adelante! Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús, el Vigía
Aquel que Me dona y Me entrega todas sus fuerzas dispuesto a darse cada día más para servir a Mi Señor, ese será llamado Discípulo y Bienaventurado, porque en él podré construir una morada interior firme.
Después Yo le enseñaré poco a poco a amar la entrega y, cuando esa entrega madure en su consciencia, le daré de beber del sacrificio y le daré de beber de Mi Cáliz, el mismo que Yo bebí en honra a Dios y a todos Mis compañeros en el pasado.
Así podré formar a los nuevos apóstoles del Nuevo Tiempo, los que darán ejemplo de Mi Palabra de Vida mediante el amor y la caridad; no sean falsos ni mentirosos, imiten Mi Camino crístico desde la devoción a Mi Corazón Sagrado. En ellos depositaré el poder de Mi Gloria para que preparen Mi Camino silencioso de retorno al mundo.
Ahora necesito que todos los que proclaman Mi Nombre se perdonen por los errores del ayer y que no se juzguen más; el Nuevo Reino de Mi Padre descenderá a través de Mí como uno solo, como una unidad entre las almas y Dios.
Por eso cuídense de los lobos que intentarán esquilar la lana de Mis ovejas, cuídense de todos aquellos que usarán Mi precioso Nombre en vano. Que nadie se enfrente a nadie, que emane el espíritu de pacificación; Yo confirmaré verdaderamente silos talentos que he dejado a Mis discípulos han brotado en el corazón de los que trabajan Conmigo.
La nueva Iglesia celestial está descendiendo para renovar a los que han dejado de creer en Mi Presencia por la mezquina acción de los hombres. La Iglesia que Yo fundé es la Iglesia del corazón, del templo interior, de la Verdad Absoluta que Dios irradia a través de Su Hijo Primogénito.
Muchos han perdido la conexión Conmigo, por eso Me sirvo en estos tiempos de simples servidores, no de los que se vanaglorian, sino de los redimidos por Mi Amor.
Que cada uno cumpla con su parte y que permita que se vea cómo Mi Consciencia está presente en todos los hijos de Mi Padre, porque Yo Soy Hermano de todos.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Queridos hijos:
Que vuestras palabras no juzguen a los demás corazones, que vuestros labios solo oren por la paz y el amor en el mundo entero.
Hijos Míos, que vuestro sentimiento sea una emanación del Amor de Mi Hijo porque a través de Jesús hallarán la fuente de todo el amor y el perdón.
Que vuestras vidas, en el final de este tiempo, solo sean amor y perdón, y que vuestras virtudes sean transmitidas mediante las buenas obras. Ustedes son Mis hijos y todos Mis hijos deben ser portadores de la paz en el corazón e irradiarla a través de la caridad y de la donación.
Caridad y donación es lo que falta entre hermanos del mismo mundo; por eso Mi Materno Corazón viene hacia ustedes para enseñarles que el Verdadero Amor nace como una flor al despuntar el sol.
Queridos hijos, que vuestros brazos y vuestras manos siempre estén abiertos para acoger a los más carentes y a los que más necesitan de Dios.
Pequeños hijos, hoy los invito a imitarme. Hoy los llamo a ser representantes verdaderos de Mi mensaje para el mundo, porque, como Madre, sé que vuestros corazones pueden ser fieles representantes de Mis palabras en el planeta.
Ustedes están bajo Mi Gracia cuando Yo amorosamente los visito mes a mes. Pero el mundo, ¿dónde está ahora?, ¿él vive la Misericordia de Dios?
Queridos hijos, ustedes, como servidores y como almas en oración, son llamados a ser partícipes y difusores de la Divina Misericordia porque, con mucho amor, amor puro y cristalino, vidas y corazones son transformados.
En vuestras manos está el porvenir del mundo y de toda la humanidad. En la oración, el ayuno y la vigilia se encuentra la fortaleza de la vida para cada corazón.
Hijos Míos, estén en Mi Corazón Maternal porque la Señora de la Paz quiere hacerlos humildes ante Dios para que, junto a los ángeles, todas las almas vivan su salvación y conversión y alaben por los siglos de los siglos a Dios.
Oren por los pastores porque en ellos Mi Hijo siempre quiere estar.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Como Señora de la Divina Defensa, hoy los llamo a orar por la protección de los Centros Marianos, y en especial por Mi Centro Mariano Nacional de Luján que en estos días ha vivido situaciones límite.
Por eso, hijos Míos, con la bandera de la paz en Mis manos, Yo los invito a peregrinar, por amor, hacia los hogares más necesitados de esa región y, a través del servicio y la donación, suplir lo que Mis hijos de la región de Luján necesiten.
Queridos hijos, Mis Centros Marianos están en vuestras manos, y Dios contempla la honorable Gracia que todos Mis hijos pueden ofrecer y realizar a través del servicio de ayuda y de oración a los más necesitados. Hoy no solo los invito a la oración, también a servir en el final de estos tiempos.
Mi Hijo los llama a ser misericordiosos y ya llegó la hora de entregar todo al Señor por la salvación de las almas.
Hijos de Mi Hijo Jesús, ovejas de Su amoroso rebaño, como Madre Universal y Madre del Perpetuo Socorro los estoy llamando a orar por los Centros de Paz y también a servir, de manera abnegada y verdadera, a Mis hijos que, durante estos días, han sufrido las consecuencias de la inundación en sus hogares y familias, pero sobre todo en el interior del corazón.
Con reverencia, los llamo a tomar consciencia y a colaborar con Mi tarea universal de salvación.
Queridos hijos, Mi Manto Protector de Misericordia y Amor está sobre ustedes. Oro por ustedes perpetuamente. Oro por ustedes pidiendo a Dios por vuestra salvación, pidiendo Su Misericordia. El tiempo corre rápido y la humanidad debe orar más para impedir acontecimientos irreparables.
Por eso, hijos Míos, estoy con ustedes caminando como Madre, paso a paso, a vuestro lado y como Guardiana de la Fe para vuestros corazones.
Queridos hijos, estamos en el tiempo de la purificación de la mente y del corazón, por eso, los invito a orar sinceramente porque así estarán resguardados bajo Mi Luz Maternal.
Queridos hijos, abriendo Mis brazos para socorrer a todas las almas, en especial al Santuario de Luján, les pido, en este día, que peregrinen sirviendo a Dios y donando vuestro amor a los hermanos, fieles devotos de Mi Inmaculado Corazón.
Les pido que vayan en estos días a Luján a llevar el Amor de Mi Hijo Resucitado y también para que vuestras manos donen caridad y humildad a los que han sido afectados por el temporal que se desencadenó sobre esa región.
Queridos hijos, dos tareas tendrán para cumplir ante Dios:
- Servir a los hermanos de Luján y orar con ellos para que los corazones de Mis hijos sean reparados. Les agradeceré por contestar a este importante llamado.
- Encontrarse Conmigo en Mi Aparición mensual que se realizará, este mes, en la ciudad de Buenos Aires, el día 3 a las 19.30, cuando Mi Corazón Maternal preparará vuestros corazones y vuestras manos para que vayan a servir a Luján en nombre de Cristo. Esta tarea de servicio se extenderá hasta que vuestro corazón se los indique.
Queridos hijos, ¿Me ayudarán?
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Señora de la Divina Defensa
Queridos hijos:
Abriendo la Fuente de la Misericordia Universal de Mi Hijo para el mundo, hoy los llamo a unirse al Principio Creador del Amor porque la humanidad necesita despertar e ir al encuentro de este Amor en el corazón.
Ustedes, Mis pequeños, tienen en la oración diaria la llave fundamental para que esa Fuente de Amor, que nace de Dios, pueda ser vertida sobre la humanidad en este ciclo.
Hijos Míos, como Madre del Perdón y de la Paz, hoy les pido que, abriendo vuestros corazones, caminen hacia el encuentro amoroso con Mi Hijo, pues así permitirán que Su Gracia Redentora se haga presente en el corazón de todos los hombres.
Mediante el ejercicio de la oración ustedes participarán, con Jesús, en la salvación de los corazones y, así como fue con los discípulos de Cristo, vuestros corazones orarán, de dos en dos, para hacer brillar la Luz en las esencias.
Queridos hijos, hoy los estoy llamando a caminar en la oración, porque muchos de Mis hijos deben reconocer que sin la oración del corazón no se es nada en este tiempo. Intento, como Madre, día a día, enseñarles a amar el ejercicio de la oración del corazón porque así muchos de vuestros hermanos podrán ver los efectos poderosos de la oración interior.
Hijos Míos, por este motivo son llamados a participar con consciencia del camino de consagración que comenzará con vuestro compromiso interno con la oración y, en consecuencia, resultará una unión perfecta con el Sagrado Corazón de Mi Hijo.
Queridos hijos, ustedes pueden estar en la víspera del nacimiento de un nuevo fruto que, en las Manos del Creador, podrá servir de auxilio y apoyo para los que más necesitan.
Vuestra meta en estos tiempos es la donación interior. Caminen
hacia ese propósito del corazón.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Llevando a toda la humanidad en Mis brazos, hoy dirijo Mis palabras celestiales a todos Mis hijos de los Estados Unidos y de Venezuela solicitándoles oración para que la Bienaventurada Gracia pueda descender sobre ambas naciones.
A pedido de Mi Hijo Jesús, hoy les doy Mi Bendición Maternal y los llamo a seguir caminando por la paz en vuestros corazones y en el mundo entero. Por este motivo, hoy envío Mi Amor eterno a cada uno de los grupos de oración de los Estados Unidos y de Venezuela. Les envío Mi Consuelo Maternal y les anuncio que Mi prometida llegada a ambas naciones, según los planes del Altísimo, tendrá lugar en el Centro Mariano de Figueira, en el Brasil.
Cuando les digo que llevo a la humanidad en Mis brazos, es porque ella necesita de la guía y de la protección de Mi Maternidad. Cuando les digo que Yo apareceré en gloria y en espíritu durante los meses de octubre y noviembre en el Centro Mariano de Figueira, es para que vuestros corazones sientan que no los abandonaré porque los amo más allá de vuestros pensamientos y razonamientos.
Hoy quiero recordarles una parábola que Cristo ha dejado para toda la humanidad. Es un mensaje que les permitirá comprender por qué Dios quiere y pide que vuestras consciencias crezcan en este último tiempo definitorio.
Hijos Míos, recuerden que Jesús una vez dijo que en un tiempo pasado hubo una mujer muy pobre que donó todo lo que le quedaba para que el templo pudiera proseguir con la tarea. Pero como fue tan poco lo que ella había dejado, su acción no fue considerada por los hombres. Jesús, Mi Hijo, los invita a reconocer que es más importante la acción de lo que cada hijo del Padre dona, que el valor en sí de lo que cada uno de ustedes tiene.
¿Cuál es el misterio de esta parábola?
Queridos hijos, el misterio es que en el Reino de los Cielos se guardan los verdaderos y sinceros valores espirituales que enriquecen el corazón de todas las almas, y no los bienes que Mis hijos guardan y acumulan en la Tierra.
Hoy, hijos Míos, quiero que aprendan a amar lo que no se tiene. Les digo, amar el verdadero espíritu de la Providencia de Dios. Jesús ha dicho a Sus discípulos: “Deja todo lo que tienes y sígueme”. Mi Hijo les quería decir que cada uno de ustedes debe donarse por entero a la Voluntad de Dios y confiar que Él les dará los mayores bienes que existen en los Cielos.
Queridos hijos, el motivo de Mi ausencia en Venezuela significa que ha faltado, de parte de Mis hijos, un correcto equilibrio en la colaboración y en el sustento para con Mi tarea universal con ustedes.
Dios no los abandonará y Mi Materno Corazón estará transmitiendo el mensaje mensual para octubre y noviembre de 2012. Pero hoy, quiero que mediten sobre cuánto vuestros corazones apoyan con sinceridad Mi tarea universal para que ella así se cumpla en cada nación.
Dios no Me ha dado el permiso de hacer grandes milagros, por eso, para que Mi Mensaje y Mi Luz se derramen en cada nación a la que Dios Me pide ir, debe existir de parte de ustedes una total colaboración para que los videntes cumplan con la tarea que Mi Corazón les encomienda en cada nación.
Queridos hijos, están siendo invitados a vivir en la fe y en la entrega a Dios. Por eso, Yo estoy ahora con ustedes. No teman por nada, pero ya es hora de crecer desde el corazón.
Ustedes, Mis pequeños, ¿Acompañarán la voz de Mi llamado?
Bendigo el esfuerzo que he visto por parte de los grupos de los Estados Unidos y de Venezuela. ¡Recemos mucho, porque los tiempos están cambiando!
¡Les agradezco!
Gracias por escuchar Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos y Amadísimos hijos Míos:
En nombre de Dios Todopoderoso, en nombre del Espíritu Santo, en nombre del Amor Redentor de Mi Hijo y delante de los Coros Celestiales, bajo el Poder de Dios en el universo, bajo la Luz Misericordiosa de Mi Inmaculado Corazón, Yo, la Bienaventurada Virgen María, Reina de la Paz, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, en este momento y durante esta hora, reflejando el Amor Materno de Mi Inmaculado Corazón, pero con lágrimas en Mis inmaculados ojos, les anuncio con reverencia y paz, el siguiente llamado celestial de atención para todos Mis benditos hijos en la Tierra.
Les digo que, la siempre Virgen María, Reina del Cielo, ha visto una falta importante de parte de Sus hijos delante de Dios. Por eso, en nombre de la paz, Yo los absuelvo y les digo, queridos hijos, que la Reina de la Paz, la Madre del Mundo manifestará Su Faz de Amor, para todos, en el Centro Mariano de Figueira los días 25 y 26 de octubre, celebrando así el mes del Santísimo Rosario en una ceremonia de oración que se extenderá hasta los días 25 y 26 de noviembre de vuestro tiempo del año 2012.
Esta decisión divina es en respuesta a la Voluntad de Dios, el Altísimo y por lo que ha visto nuestro amado Padre Celestial ante la falta de consideración espiritual y material que Mis hijos han dado a Mi tarea de contacto con ustedes1.
Hijos Míos, esto significa que Mi voz y Mi eco se pronunciarán por un tiempo más por la intercesión que Mi Hijo Jesús Cristo realizó ante el trono de Dios. Quiero que entiendan con vuestros corazones que, de parte de ustedes, Mis pequeños, ha sido escasa la colaboración hacia Mi Obra Divina en esta parte de América.
Quiero decirles, Mis hijos, que desde vuestros corazones ha faltado la donación y la providencia para que Mi tarea pudiera abrazar a cada rincón de este mundo.
Por eso, queridos hijos, ante la falta de amor en la consciencia por todo lo que a lo largo del tiempo Yo les he estado derramando por Gracia y con Amor, quiero decirles que las apariciones previstas para los días finales de octubre y de noviembre se llevarán a cabo en el Centro Mariano de Figueira. Esto significa que Yo les pido una amorosa colaboración para que Mi Mensaje prosiga teniendo eco en el mundo.
Por este motivo, como Madre vuestra y como María Auxiliadora, intervengo con Amor por todos ustedes para que la sabiduría del Espíritu Santo despierte en vuestras consciencias. Es hora de crecer en madurez, Mis adultos hijos, porque eso permitirá que vuestros corazones estén bajo la Ley de la Divina Misericordia.
Jesús los espera para que vuestras consciencias mediten y se confiesen con Su Sagrado Corazón. Los invito, en este tiempo final, a amar la Ley de la Divina Providencia porque, para comprender los misterios del Cielo, ellos deben ser amados aún más que todo lo que vuestras vidas conocen en este mundo.
Queridos hijos, en nombre de la Luz del Cielo, les agradezco por contestar a este urgente llamado a la meditación y a la reflexión de vuestras consciencias.
En la Fe profesada por Mi Hijo Jesús los espero en el Centro Mariano de Figueira para que juntos celebremos el mes del Santísimo Rosario porque la paz es urgente en la vida de todos Mis hijos.
¿Mis soldados Me seguirán?
Gracias por vuestra atención interior.
Los ama eternamente,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
1 Se refiere a la tarea de la Madre Divina con los videntes.
Mis pequeños:
Guarden en vuestros corazones todo el camino de amor y conversión que, a través de la Sierva Fiel de Dios, ustedes han vivido. Por este motivo maternal, hoy los invito a recordar que ya son once meses de encuentros y de mensajes diarios para el mundo.
Hoy los estoy llamando a ser ejemplo vivo de Mi Mensaje Maternal a través de la caridad y de la donación.
Queridos hijos, los llamo a formar parte de Mi ejército mariano de la paz y a difundir Mis palabras mediante vuestra oración. Están a tiempo de vivir en la Misericordia de Mi Hijo, están a tiempo de perdonar con el corazón.
Hijos Míos, hoy también llamo a todos los que escuchan Mi urgente llamado por la Paz y por el Bien para que difundan Mis palabras de apoyo y auxilio a todos los corazones en el mundo.
Vuestra meta, al igual que la Mía, debe ser aliviar el corazón cansado, el corazón herido y el corazón caído. Encender, mediante la oración, la Llama del Espíritu Santo y confiar, en el nombre de Mi Hijo, en toda la sabiduría que ustedes recibirán para crecer como consciencias y como corazones.
Hijos Míos, hoy es motivo para celebrar desde el corazón los once meses seguidos en los cuales Mi Amor Maternal, Mi Esperanza, Mi Gracia y Mi Misericordia, se derraman desde lo más profundo de Mi Corazón Materno para todos Mis amados hijos.
Sigan unidos a Mi Espíritu de Paz y, mediante la oración permanente del rosario, todos los días estén unidos a Jesús, el Rey del Amor.
Que vuestros corazones, durante estos últimos once meses, hayan podido ser parte de Mi Gran y Divino Hijo Jesús. Que a partir de ahora, vuestra vida esté entregada al Plan de Dios como reparación de todas las ofensas que Él recibe de parte de este mundo.
Sean misericordiosos y amen a vuestros hermanos, porque también ellos son Mis hijos.
¡Por todo este tiempo de Misericordia, Yo les agradezco por contestar a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Mi Corazón Inmaculado irradia Amor al mundo.
Queridos hijos:
Hoy los invito, de manera especial, a unir vuestros corazones a la Luz de Mi Amor Materno que también brota en el Centro de Devoción de Medjugorje.
Por este motivo, los invito a orar por todos los Centros Marianos, en donde Mi Faz Inmaculada y Auxiliadora está presente para la vida de todas las almas.
Como Reina de la Paz, hoy los llamo a orar amorosamente por todos los peregrinos que, unidos a Mi Inmaculado Corazón, se esfuerzan por vivir la ciencia de la fe y la devoción del corazón.
Mi Corazón Maternal desciende una vez más sobre este mundo, como también día a día, a través de Mis anuncios en los mensajes diarios.
Hoy, Mis pequeños, Mi Inmaculado Corazón se refleja sobre la aldea mariana de Medjugorje.
Por eso, los estoy invitando a ingresar en el Reino y en el Espíritu de Mi Paz que están presentes en Medjugorje. Allí, desde hace ya treinta años y desde hace cinco años en América, Dios Me envía hacia ustedes para enseñarles a vivir en comunión diaria con Mi Hijo y a vivir en la reconciliación y en la paz. Las almas fácilmente olvidan la esencia de estos importantes atributos para el corazón.
Queridos hijos, hoy los invito a permanecer en el corazón devocional de Medjugorje porque así ustedes encontrarán Mi Presencia Maternal en vuestras vidas.
Recuerden que Dios contempla el ejercicio de vuestras oraciones, que Dios espera de todos Sus hijos el mayor esfuerzo y donación desde el corazón para que se cumplan los designios de Su amorosa Voluntad.
Por eso, queridos hijos, vivan Medjugorje como escuela de oración para vivir la Paz de Mi Reino Maternal.
¡Les agradezco por estar un mes más contestando a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Hoy los llamo a ingresar, a través de vuestros corazones, en la Luz Eterna de Mi Hijo. Hoy los llamo a vivir el atributo de la reverencia y de la devoción al Santísimo Corazón de Jesús.
Queridos hijos, mediante el acto permanente de la oración del corazón podrán aproximarse al Universo del Amor de Dios. Es a través de Cristo que ustedes podrán llegar a Dios, al Cielo, al Universo del Creador.
Cristo, queridos hijos, es la Puerta Celestial que, en este tiempo definitorio, se abre delante de la realidad de todas las almas. Cuando vuestros corazones ingresen al Reino de Jesús Cristo, vuestras vidas podrán ser partícipes de la acción de la caridad y de la donación.
Hijos Míos, en un tiempo que corre rápidamente en la humanidad, Yo los invito a vivenciar el Corazón de Jesús, los invito a formar parte del Corazón de Cristo y de Su amoroso camino redentor.
Queridos hijos de Dios, hoy estoy llamándolos a convertirse en nuevos discípulos de Mi Hijo a través del sincero acto de la oración porque, en la fuerza de la oración y unidos como corazones del Padre auxiliarán, en el nombre de la paz, al planeta y a la humanidad.
Hijos Míos, por este motivo, hoy es el momento de que vuestras consciencias den el “sí” definitivo para la consagración de vuestros corazones al Sagrado Corazón de Mi Hijo.
Como a pequeños niños estoy guiándolos. Como almas estoy elevándolos cerca de Mi Hijo. Como corazones en redención estoy amándolos.
Queridos hijos, acepten con vuestro corazón esta importante invitación a vivir definitivamente en Jesús porque, en Cristo, la vida de muchas almas podrá encontrar un sentido y, así, ustedes hallarán la amorosa Voluntad que Dios tiene para cada uno de Mis hijos.
Queridos hijos, vuestra oración cuenta mucho para que pueda descender la Gracia Celestial. ¡Están a tiempo!
Oren por todos los religiosos.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Contemplen la divina belleza de la Creación
Queridos hijos, que desde ustedes brote la esencia del amor y de la verdad para que vuestros corazones estén abiertos a la esencia de la donación. Hijos Míos, nunca dejen de contemplar el Amor de Dios en vuestros corazones. Abracen la esencia del perdón en su interior para que así se siembre en ustedes el nuevo Espíritu de Amor.
Queridos hijos, nunca bajen los brazos, eleven vuestra aspiración hacia el Infinito, aspiren a vivir en el Reino de Dios y aspiren también a vivir la Reconciliación y la Misericordia de Mi Hijo.
Pequeños hijos, nunca pierdan la alegría de estar en Mí y de vislumbrar en ustedes el poder de Mi Amor Inmaculado. Acepten estar en Mi camino. Vuestras almas reconocen de dónde proviene Mi Corazón Maternal, ellas reconocen Mi presencia antes que vuestras consciencias.
Yo soy la Señora de los Cielos, soy la Rosa Mística, soy la Madre que socorre a los peregrinos y soy el Corazón Inmaculado que se dona a ustedes para amarlos y perdonarlos.
Queridos hijos, Mi voz se anuncia al mundo una vez más para que Mis hijos no pierdan el sendero que lleva a la salvación, al rescate del corazón.
Estoy con ustedes en este camino de peregrinación hacia la eternidad. Que en vuestras vidas no pese el dolor, la amargura ni la desolación; que vuestros corazones, colmados por el Espíritu Santo, reciban la Paz, Paz que viene desde el Universo, Paz que emanan los soles y las estrellas, Paz que irradian todas las galaxias, la Paz que viene del Infinito y que ustedes desconocen.
Desde allí llega a ustedes Mi Corazón Maternal para mostrarles el camino que conduce a una vida humilde y pacífica, un camino hacia el Universo, hacia todo lo que el Padre, Adonai, creó por amor a ustedes y para Su Gloria.
Queridos hijos, ¡glorifiquen a Dios!, ¡amen a Dios!, ¡busquen a Dios en vuestras vidas! porque de esa manera vuestras pequeñas esencias y todas las esencias estarán en el Reino Celestial del Universo.
Más allá de vuestra vida terrena existe la eternidad, el eterno presente, la Omnipresencia de Dios en todos los universos. Por eso, hijos Míos, ¡oren!, ¡oren! y ¡oren! Que vuestros labios no se cansen de orar para que la Misericordia de Cristo auxilie a la humanidad.
Agradezco a todos Mis hijos por el amoroso recibimiento en esta Nación Paraguaya.
Amor y paz para todos.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos Míos:
Con los brazos abiertos hacia el mundo, derramando inmensa Misericordia, hoy los llamo a contemplar de nuevo el flagelado Corazón de Jesús, el que recibe ofensas de parte de muchas almas negadas a la vida del Gran Espíritu de Dios.
Mis hijos, les pido que oren como todos los días para que Mis demás hijos también puedan recibir la Gracia de la salvación. Ustedes ya están dentro de la Gracia de Dios teniéndome a Mí todos los días a vuestro lado. Pero, queridos hijos, hoy deben saber que muchos corazones se desvían porque son tentados por los embates y por las trampas del enemigo, por lo que, Mi Inmaculado Corazón se dispone a luchar por la salvación de todos antes de que Mi Hijo descienda del Cielo por segunda vez.
Queridos hijos, en esta misión de salvación, ustedes pueden ayudarme orando por los que más necesitan de Luz y de Redención. Ha llegado el momento de auxiliar a todos los corazones que día a día se pierden por las modernidades del mundo.
Hijos Míos, ustedes tienen como alianza y como protección a Cristo, el Redentor; en Él podrán dar los pasos hacia la donación y la caridad por los demás.
Hoy les muestro una realidad del mundo que muchos, por ignorancia, no quieren ver.
Yo los llamo a colaborar con toda la humanidad y con vuestra casa, que es este mundo.
Queridos hijos, abriendo vuestros ojos al llamado serán invadidos por la Luz de Mi Espíritu Maternal, para que, con firmeza, caminen rumbo a la misión orante que Mi Corazón les pide.
Ustedes, los más despiertos, pueden ayudar a consagrar, de nuevo, el mundo al Creador.
Obremos en nombre de la paz.
¡Les agradezco!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Con alegría envío Mis bendiciones a todos Mis hijos de Argentina que, con suma bondad, aguardan Mi llegada maternal a esa nación el día 18 del presente mes. Esta es una fecha mariana que conmemora el aniversario de Mi descenso misericordioso sobre Aurora, acontecido en la mañana del 18 de agosto de 2011.
Queridos hijos, con sus corazones en celebración, hoy los invito a preparar vuestras moradas para recibir el Corazón Misericordioso de Mi Hijo. Sé que muchos de ustedes ya están cansados por tan larga caminata, por lo que hoy los coloco bajo Mi Manto Restaurador para que sus almas siempre den el “sí” a la Voluntad de Dios.
Los invito a recordar la importancia de obrar en el amor, el Amor de Jesús, de esa manera ustedes sabrán extender Sus brazos para dar y ser caritativos con todos, sin fronteras ni tiempo.
Queridos hijos, por ese motivo, y contemplando la ignorancia en el mundo, los invito a la oración por toda la humanidad. Quiero, cada día, como Madre Misericordiosa, abrazar al mayor número de hijos.
Siendo Madre, conozco bien vuestras pruebas y vuestros aprendizajes de modo que, en este día, los invito a persistir en el Amor infinito de Dios.
Hijos Míos, es en la fuente de ese Amor transformador que Yo, diariamente, los invito a permanecer y, también hoy, los llamo a preparar Mi llegada con alegría y gozo para el próximo día 8. Recuerden que celebraremos las Gracias que Dios Me permitió derramar sobre todos Mis hijos, además de las Gracias de Amor y de Perdón que Yo podré irradiar como Rayos de Luz a muchos hijos más.
Ustedes están en Mis brazos, hoy solo les pido que no desciendan de ellos porque Yo quiero entregarlos a Jesús, el Redentor.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Como Madre de las Naciones, queridos hijos, hoy los invito, como hace ya tanto tiempo, a orar por la paz, a obrar por la paz. Invoquen, mediante cada oración del corazón, la Divina Misericordia para que descienda sobre todos Mis hijos.
Pequeños Míos, en este día de especial importancia para el Señor, el Corazón de Mi Hijo está presente entre ustedes para recordarles que ya es el tiempo de que cada uno observe con compasión la necesidad del prójimo y vea la urgencia del semejante.
Por eso, hijos Míos, será de importancia que sus corazones se concentren en la esencia de la caridad y de la donación para que la Luz de Cristo pueda brotar desde lo profundo de vuestros corazones.
Aún la humanidad debe aprender a vivir la esencia de la humildad. Todos ustedes, Mis queridos hijos, pueden convertir sus corazones en preciosos instrumentos para el Creador.
Hoy, Mi Inmaculado Corazón también está sobre todos Mis amados hijos de Centro América, hijos que contemplo con mucha compasión para que el Rayo Redentor de Mi Hijo emane desde sus corazones.
Abran vuestros brazos para recibir el Amor de la Madre Universal de las Gracias, para que así, cada uno de sus pequeños corazones se consagre a los designios de Dios. Este es el motivo de Mi Inmaculada venida hacia ustedes.
Con Mi inmenso Corazón Maternal les pido: ¡oren!, ¡oren!, y ¡oren! para que todos puedan estar cada día más cerca de la Voluntad de Dios.
Mi voz viene hacia ustedes para anunciarles el momento de la Misericordia, como si el Ave del Espíritu Santo estuviera impregnándolos con Sus Dones y Sus Gracias. Ustedes pueden ayudar con la oración para que ese Magnífico y Omnipotente Espíritu de Dios esté más presente.
Quiero enseñarles a abrir el cofre del Corazón de Dios para que descubran el inmenso y poderoso Amor que Él tiene por la existencia de cada criatura sobre la Tierra.
De la misma forma que Mi Corazón de Madre peregrinó junto a José una vez hacia Egipto, hoy los invito a caminar hacia la consagración de vuestros corazones.
Recuerden que Yo los aguardo para orar el rosario todos los días; eso los acercará cada vez más a Dios.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
¡Alabado sea Jesús en sus corazones y en los corazones de todos Mis hijos en el mundo!
Hijitos Míos, hoy los llamo a practicar la humildad del corazón, humildad que puede ser ejercitada a través de la oración diaria y que los llevará a encontrar la paz y la mansedumbre que es necesario vivir en el final de estos tiempos.
Por eso, unidos a Mi Corazón Inmaculado podrán encontrar la Luz de Mi Hijo para el camino que desde ahora los invito a recorrer: el camino de la humildad. Un corazón humilde es un corazón manso, abierto y receptivo a todos los pedidos de servicio y de donación que puedan llegar a sus vidas.
Vivan de los ejemplos que el pequeño Jesús manifestó en cada uno de sus pasajes, aquí en la Tierra. Hoy los invito a recordar, Mis pequeños, el nacimiento de Jesús en Belén, la presentación al Padre del niño Jesús en Mis brazos, como también el hallazgo de Jesús en el templo. Queridos hijos, Yo los quiero entrenar en el camino de la humildad, y cada uno de estos vivos ejemplos que Jesús transmitió a toda la humanidad puede ser un valioso instrumento espiritual de conversión.
Queridos hijos, ustedes saben que la humanidad aún no es humilde delante de Dios. Por eso Él Me envía, mediante Jesús, hacia ustedes, para que recuerden que ya es el momento de renunciar a sí mismos, de trascenderse y de encontrar el verdadero Reino de Dios.
Yo los acojo a todos en Mis brazos de maternidad.
Sepan hijos Míos, que Mi Inmaculado Corazón se consagró a Dios por todos ustedes. Por eso Yo los amo y los encamino hacia el nuevo tiempo de la Eterna Paz, Paz que debe vivir el mundo para poder estar dentro del Reino Eterno de Dios.
En Jesús, ¡alabado sea el Rey del Universo!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Mis queridos hijos:
Conmemorando con alegría junto a ustedes, las Apariciones en Medjugorje, hoy los invito a estar y a permanecer en Dios Creador a través del Sagrado Corazón de Mi Hijo.
Queridos hijos, por este motivo especial, Mi presencia en el mundo desde hace tantos años, también quiero hoy llamarlos a reflexionar sobre un pedido que Yo hago a todos Mis hijos que, fervorosamente en la devoción, contestan a Mi llamado.
Hoy quiero invitarlos a colaborar conscientemente con Mi Obra Mariana que Mi Inmaculado Corazón está realizando en el mundo y en especial en Brasil, en Uruguay y en Argentina desde hace algún tiempo. Con esto, quiero pedirles que coloquen en sus corazones Mis palabras, porque hoy hijitos Míos, los invito a ser parte de la Providencia Divina.
Sepan bien, Mis pequeños, que Dios Creador cumple con Su Plan para con todas las criaturas y una de Sus grandes y amorosas providencias ha sido enviar a Su Sierva Fiel para dialogar con todos ustedes, mes a mes.
Por eso, queridos hijos, para que Mi Llamado y Mi Voz Maternal puedan encender más corazones que están a oscuras, necesito de cada uno de ustedes una sincera y humilde colaboración para que Mis Planes continúen en las diferentes naciones.
Dios Padre esta vez, está dando el permiso para que cada uno de Mis hijos despierte la consciencia hacia la fraternidad y hacia la donación espontánea unidas a la obra infinita de Mi Corazón.
Mientras ustedes estén sobre este mundo necesitarán de providencias, de auxilio. Hoy, Mis hijos, los que de manera abnegada dedican sus vidas a Mis pedidos, también necesitan de la asistencia amorosa de todos ustedes. En la Tierra como en los Cielos existen obreros esforzados que trabajan para que otros puedan recibir la Gracia Mayor.
Como Señora de las Gracias, les doy Mi Paz y les agradezco por la apertura de sus corazones, por responder así a este importante pedido maternal. De esta manera, Mi mensaje podrá llegar a más almas.
Los invito a imitar a José, el carpintero, para que, con buenos instrumentos, juntos podamos construir el nuevo Reino del Amor en la Tierra.
¡Eternamente les agradeceré!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más