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Queridos hijos:
Que Mis Palabras queden en sus corazones, para que las semillas de Luz, que hoy les entrego, en poco tiempo puedan brotar y algún día ser árboles fructíferos; los que, en más donación y entrega, estarán al servicio espiritual de Dios.
Por eso, hijos Míos, para conservar y proteger las semillas que les entrego solo deben mantener el ejercicio diario de la oración. Porque la oración será como una lluvia que caerá sobre esas semillas para que, en tierras fértiles, se puedan expresar y manifestar como sagrados atributos que permitirán, en unión al Padre Celestial, mantener sobre la superficie de la Tierra los Códigos de Luz que el mundo necesita urgentemente, para poder atravesar, en el amor, los tiempos de transición.
Cada gesto de amor para con el Padre Celestial permitirá que Su Reino Celestial también pueda estar más presente en la humanidad y, especialmente, en el interior de Sus hijos.
A pesar de los tiempos difíciles de pruebas, nunca dejen de orar de corazón, para que la oración siempre los conduzca a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Soy la Señora de la Cruz y en este sagrado día rememoro todos los hechos importantes y benditos que Mi Hijo dejó como legado a la humanidad.
Soy la Señora de la Cruz y hoy permanezco abrazada a ella, porque la Cruz es la reliquia espiritual de redención y de amor más importante para las almas; porque en la Cruz está la salvación del mundo y la liberación de los perdidos.
Soy la Señora de la Cruz y revivo el gran misterio de amor y de compasión que expresó Mi Hijo, desde que estaba en Mi vientre hasta Su gloriosa Resurrección.
¿Cuál es el misterio de la Cruz?
Es el amor inconmensurable e infinito entregado por un corazón humano, al igual que el de ustedes, que se donó hasta el último momento, hasta la última espiración, para conceder al mundo la redención.
Soy la Señora de la Cruz y hoy contemplo todo el nuevo legado que les entregará Mi Hijo en estos días, para que Mis hijos aprendan a atravesar el fin de los fines, el término de un ciclo para comenzar uno nuevo.
Soy la Señora de la Cruz y hoy los invito, queridos hijos, a que ustedes sean parte viva del testimonio de la Santa Cruz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A Mis queridos hijos de la Red-Luz Planetaria - Parte I
Hijos:
Ahora que ya llevan estampado sobre su pecho el símbolo espiritual de la Confraternidad, de la Hermandad y del amor entre los seres, que sus almas se animen definitivamente a dar ese último y gran paso hacia el camino del apostolado de Cristo.
Que esa estrella que confirma en ustedes la existencia de la Misión y de su realización en cualquier parte de la Tierra, sea el impulso de luz que los coloque abnegadamente en el servicio por los demás y por los Reinos de la Naturaleza.
Que el Corazón Sagrado de Mi Hijo, Su Llama de Fuego y Su Santa Cruz los impulsen en este ciclo a siempre decir "sí" y a abandonar cualquier indicio de tibieza.
Ahora es el tiempo de la presentación de los apóstoles y de los misioneros que construirán el Plan de Dios; primero dentro de sí, por medio de la oración, del servicio, de la instrucción y de la cura para después construirlo y compartirlo con el resto de la humanidad.
Ahora es el tiempo de que más estrellas de luz se enciendan en el firmamento y pasen a formar parte de la nueva Red-Luz Planetaria, la que, a pesar de las circunstancias o de los acontecimientos, defenderá de sí misma cualquier acto de desobediencia para que finalmente se viva la unidad con el Plan Divino y la Suprema Jerarquía.
Hijos Míos, el camino de la redención está abierto por medio del servicio y del testimonio que sus corazones pueden vivir en la unión perfecta con la Jerarquía.
Que ese nuevo símbolo que hoy llevan en su pecho sea reverenciado, valorado y amado de la misma forma que recibirían en sus casas la presencia de la Jerarquía.
En verdad, hijos, será la Jerarquía Espiritual la que en este nuevo ciclo querrá gobernarlos y guiarlos para que más y más consciencias sean retiradas del sistema mundial y de la ilusión planetaria.
La Jerarquía espera que la mayoría de las almas pueda aprender a vivir en una hermandad que es divina, humilde, poderosa e incondicional en su entrega, en su servicio y en su constante e infinita donación.
Todos los que hoy llevan en su pecho el símbolo sagrado de la nueva Red-Luz estarán diciéndole al Universo que aceptan el despertar de la consciencia, la trascendencia de todo sufrimiento a través del amor y la confirmación constante de aspirar a pertenecer, algún día, al Plan Divino de la segunda venida de Cristo.
Ese es el símbolo de la paz, es el impulso que los convoca a la prontitud y a la entrega absoluta de sí para que, a partir de ahora, esté sobre ustedes la Mano de Dios y la Llama de Su Divina Gracia, la que los iluminará en estos tiempos de oscuridad.
Que se enciendan en ustedes el sagrado compromiso y la ardiente aspiración de ser dignos hijos de Dios.
Buen comienzo para todos Mis hijos misioneros de la Red-Luz.
Que la luz interior de cada ser llegue al mundo entero.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Una nueva alianza se instituye entre el Cielo y la Tierra, entre los pacificadores y el Señor.
Sentados a la mesa de la redención, el Maestro purifica el espíritu de cada discípulo, lavándolo con Su Agua de Vida.
El Señor moja sus cabezas para que el Santo Espíritu los bautice con sus Dones.
El Señor lava las manos de Sus discípulos para que vivan, a partir de ahora, una vida de íntegra donación incondicional.
El Maestro lava los pies de Sus discípulos, así como Él lavó en el pasado los pies de Sus apóstoles, para que caminen por la senda de la pureza, de la resignación y de la obediencia.
Y así, todos son preparados para celebrar la comunión interna y espiritual con el Santo Cáliz del Señor.
Los pecados más impuros fueron disueltos. Las dudas más profundas fueron aclaradas.
El sentido del propósito de cada alma hoy es revelado. Nadie quedará prisionero de la ignorancia.
Todos los discípulos de Cristo ya son conscientes de la responsabilidad de su compromiso. Así el Plan de Amor se diseña en la consciencia de los que lo acogen, porque siendo tocados por la Luz del Espíritu de Dios reciben una Gracia que no merecen.
Llegó el momento. Llegó la santa hora.
El Santo Cáliz es tomado del altar por las Manos del Sacerdote Mayor.
Todos reverencian este nuevo acontecimiento. El legado que una vez fue confiado a la raza vuelve a despertar como un tierno recuerdo en el corazón de los que dijeron “sí”, de verdad.
El Santo Cáliz es elevado.
La sagrada fórmula de la consagración es pronunciada por el Altísimo Señor, y Sus discípulos, postrados en el suelo, reciben la inspiración de la Llama Sagrada del Espíritu Santo.
Se vuelve a consumar la alianza, pero esta vez no irá el Cordero al matadero; Su Sangre fue, es y será el testimonio de la victoria celestial a lo largo de los tiempos y de las generaciones.
Los Nuevos Cristos repoblarán la Tierra y se respirará, finalmente, la paz.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
El camino directo para madurar y crecer en los grados de amor es ofrecerse completamente, en donación y en entrega por alguien o por algo que esté absolutamente equivocado.
Es así que, cuando se coloca el amor por encima de todo error o de toda purificación, el alma miserable o deudora del semejante se ve beneficiada, en algún plano de consciencia, aunque los hechos o las decisiones sean otras.
En este sentido, el acto de vivir y de alcanzar grandes pasos en los grados de amor está basado en la generosidad, en la entrega, en la donación incondicional y, sobre todo, en el amor que se puede expresar por medio de actos de perdón y de Misericordia.
En este tiempo, y delante del ciclo agudo de la purificación, solo el amor será capaz de cerrar grandes puertas inciertas, de liberar a las consciencias de sus errores y, por encima de todo, será capaz de establecer la paz.
En el amor está la llave maestra para abrir los espacios a los nuevos ciclos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En todo siempre existe y está el Amor de Dios. Es ese Amor el que generó la Creación y que una vez la hizo realidad en los Universos.
El Amor del Padre es la Consciencia que trae sabiduría y entendimiento, que trae cura y compasión a las almas. En ese Amor se encuentra el camino de ingreso a la existencia de cada ser, al conocimiento de la realidad interior de cada criatura.
En el amor se manifiesta la bondad, el bien y la consideración por el semejante.
El amor es el árbol que da las semillas de la paz, de la caridad y de la Misericordia.
El amor actúa en todo, cuando lo dejamos manifestarse.
El amor dispone de más atributos que el amor, él nos coloca ante la Verdad.
El amor disuelve la indiferencia, la soberbia y la negación.
En el amor está la superación de uno mismo y la superación de las diferencias.
En el Amor de Dios encontramos el sentido de por qué estamos aquí y el fin por el cual fuimos creados.
En el amor solo hay perdón y en el perdón todos se reconcilian y se aman.
El amor solo tiende a expandirse.
El amor no se reduce, porque el amor se dona y en la donación está la expansión de la consciencia.
¡Les agradezco por guardar el Amor de Dios en su interior!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
¡Gloria a los Reinos de la Naturaleza! Por ser morada de Dios y de la vida, por ser instrumentos de la grandeza del Padre y de Su Presencia.
¡Gloria a los Reinos de la Naturaleza! Porque a pesar de todo lo que acontece en el mundo, a pesar de todos los ultrajes a su cuerpo, a su espíritu y a su consciencia, los Reinos continúan siendo expresiones de donación y de amor y no se cansan de esperar de los hombres la compasión, la paz y, por encima de todo, el despertar del Amor Crístico que abrirá las puertas para que todos los seres den un paso en su evolución.
Hoy les digo: ¡Gloria a los Reinos de la Naturaleza! Porque en ellos habita y se expresa el Creador, vivo, pleno, construyendo Su Cuerpo a través de los elementos que nacen en la Tierra.
Cuando glorifico a los Reinos de la Naturaleza, glorifico al Dios Vivo y a la Madre Celestial que en ellos habita.
En estos tiempos de tribulación, en los cuales las naciones se desequilibran y dentro y fuera de los hombres el caos comienza a ganar espacio, ustedes hijos, deben aprender a contemplar a los Reinos para no perder la paz y la unión con Dios.
Cuanto mayor es el desequilibrio en la vida humana, más deben estar unidos y en comunión con los Reinos de la Naturaleza porque en ellos habita, inmutable, la Paz de Dios y el don de saber donarse por amor.
Contemplando los Reinos, ustedes pueden recuperar la paz que como humanidad perdieron. Amando y sirviendo a los Reinos de la Naturaleza, ustedes pueden despertar en su interior el amor por la vida que, cuando madura, se transforma en Amor Crístico.
No basta contemplar y amar, ustedes deben aprender a madurar el amor, conscientes de los tiempos que viven y de lo que son llamados a vivir y a ser. Son llamados a ser Cristos del Nuevo Tiempo, imitadores de Aquel que entregó todo de sí por amor a Su Padre y a Su Plan Divino.
De esta forma, hijos, auxilien a los Reinos de la Naturaleza y, en comunión, reciban de ellos el auxilio para que ustedes se tornen otros, para que se renueven, crezcan y maduren la expresión del amor en sus corazones.
Para vivir el Amor Crístico, no hay una fórmula; solo deben amar y ser amor, amando todo lo que es vida, todo lo que guarda en sí la expresión de Dios porque el Señor tiene su morada en el interior de Sus hijos.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Serie – Manifestación de Aurora – Parte III
En este ciclo el Reino de Aurora debe concretar la ampliación de su espejo en la superficie; por eso nadie se puede conformar con lo que ya existe, porque aún Aurora tiene que mostrarse en su esplendor.
Por esa razón, compañeros, la colaboración y la consciencia de parte de todos para esta nueva etapa de la manifestación de Aurora, ayudará a que su Centro Sagrado encuentre más espacios en donde poder establecerse en la superficie.
En este sentido, la expansión espiritual de Aurora dependerá del empeño que todos los miembros de la Obra coloquen en este año 2019 para que las necesidades anteriormente presentadas sean suplidas y realizadas conforme al Plan de la Jerarquía.
Existe, de manera indudable, una responsabilidad y un compromiso por parte de todos para que esa manifestación pueda suceder.
Una forma de motivar la concreción por etapas de los nuevos espacios de Aurora puede ser llevar adelante campañas para recaudar los recursos materiales y financieros para que todo pueda suceder; así como también ayudará el compromiso interior que cada uno pueda hacer con Aurora para estar presente periódicamente y poder colaborar.
Por esa razón, compañeros, la primera campaña será para concretar los sanitarios del Centro Mariano de Aurora. Para eso se realizará la campaña solidaria de los 333 pesos uruguayos a fin de comenzar a construir en el mes de febrero de este año las bases arquitectónicas de los sanitarios del Centro Mariano.
Este impulso de los 333 pesos uruguayos será llevado adelante por todos los miembros de la Red-Luz, los que también impulsarán los programas para poder reunir las donaciones de elementos materiales; así como de mano de obra fraterna que ayude en la construcción de este primer objetivo. Cuando se concrete esta necesidad del Centro Mariano de Aurora se pasará a la próxima etapa.
Cabe destacar que, de no concretarse toda la ayuda necesaria a través de la campaña de los 333 pesos uruguayos, la Red-Luz recibirá un aviso para volver a colaborar hasta cumplir este objetivo que es una misión de todos.
Sigamos construyendo juntos las bases para una nueva y fraterna humanidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Compañeros Míos:
En el fin de este tiempo, en el que la situación planetaria demanda mucha asistencia, la Jerarquía Espiritual redobla los esfuerzos para poder auxiliar y socorrer en todas las necesidades internas y externas.
En este sentido, la Jerarquía intenta contener y sostener las situaciones más urgentes de la humanidad, especialmente aquellas que implican más trabajo y esfuerzo.
Para poder sostener puntos de conflicto o de desorden social, como son las crisis humanitarias, la Jerarquía se sirve de aquellas consciencias que, viviendo un verdadero acto de donación, podrán contrarrestar el desequilibrio y la desigualdad.
Es así que el apoyo espiritual y humano necesario para esas misiones sociales tiene un límite de sustentación y de empeño.
Con esto quiero colocar el ejemplo de las misiones humanitarias actuales, las que están en permanente acción de servicio, a fin de resolver una situación, que le correspondería a todos como humanidad.
Pero en ciertos momentos debe haber una pausa, para poder recomponerse y reflexionar sobre los próximos pasos, porque existe una tarea oculta y silenciosa que se da en las misiones, una tarea que neutraliza muchas faltas cometidas y disuelve muchos sufrimientos.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Cruzando los portales del Cielo Me detengo en una bella Aurora, para contemplar su esplendor y el trabajo diario de los que, por amor y sin condiciones, le ofrecen todos los días su vida a Dios.
Me detengo en Aurora para presenciar la belleza de su esfuerzo, el trabajo incansable de los que la sostienen, a pesar de los desafíos, de los desiertos y de las inestabilidades.
Cruzando los portales del Cielo Me detengo aquí, en este lugar, para contemplar la fidelidad de unos pocos; de esos pocos que Me siguen, sin importar las consecuencias o los resultados, esos que son fieles a Mi Palabra y dan testimonio de Mi Mensaje por medio del sacrificio y de su constante donación.
Todo eso y mucho más es lo que Me hace detenerme en Aurora, para contemplar lo que muchos no ven con los ojos del corazón, pero que algunos sienten por las percepciones del alma.
Aurora es la Casa del Hijo de Dios, porque es algo más allá de lo físico, es una morada espiritual que fue recinto para los grandes Maestros. Este mes, y en los que vendrán, Mi Corazón se sentirá aquí para dejarles el mensaje de Mi eterna compañía por una Aurora que se donó completamente, más allá de sus posibilidades y de sus medios.
Por eso, Dios reconoce a los valientes, a los soldados y a los navegantes que en la tempestad superaron los naufragios, la soledad y el vacío.
He aquí el Hijo del Hombre, el que regresa en la quietud de los próximos meses para dedicar Su Consciencia a los que siempre la reverenciaron.
Aurora es una parte de Mi Corazón, así como Mi Corazón es parte de los hijos de Aurora.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Regreso a un lugar llamado Aurora, el que a través de los tiempos se donó completamente y que en el silencio de su imperceptible Reino sostuvo el Estandarte del Redentor, a pesar de los desafíos y de las pruebas.
Hoy regreso a un lugar que fue testigo de la Presencia de Dios, un lugar que fue escogido por el mismo Padre para llevar adelante una tarea planetaria.
Hoy regreso al origen y al lugar en donde todo comenzó una vez y todo eso Me alegra, porque sé que Aurora nunca será olvidada, será como el ave que renace para volver a dar testimonio de Mi Presencia en el mundo.
Por esa razón, escogí regresar a Aurora para que todos los que alguna vez y a través de los tiempos se sirvieron de ella, nunca olviden que le deben mucho a ese Reino de Amor.
Aurora renacerá como un Espejo y se sostendrá firme como una espada.
Aurora siempre irá al encuentro de los valientes y colmará con su luz a los que con humildad la busquen.
Aurora es el portal que nos llevará de nuevo hacia el sentimiento de la eterna gratitud.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Queridos hijos:
En cada momento de pedir Misericordia, su oferta se debe profundizar para que en ustedes se profundice el amor, la devoción y la caridad.
Pidiendo, sinceramente, Misericordia, recibirán Misericordia y el caudal de la Gracia estará abierto para descender sobre sus vidas y colmar todos los espacios.
La oferta de la vida al Dios del Amor se puede profundizar y ampliar a través de los actos de oración, de servicio y de donación que pueden vivir de ciclo en ciclo.
En esta etapa del planeta, en la que la oferta sincera de los corazones es necesaria, las puertas de la Misericordia se mantienen abiertas para llevar a las almas por el camino de la redención y de la compasión, caminos que los harán encontrarse con Dios para establecer la unidad entre las almas y el Padre Altísimo.
Que el sentido de esa profundización interior alcance altas esferas para que el Padre reciba de Sus hijos las acciones y los sentimientos más profundos de amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que se eleven a los Cielos sus más sinceras súplicas y clamores por la Divina Misericordia.
Que se consolide la unión entre sus espíritus y Dios.
Que dejen atrás los ciclos de inmadurez y de medias entregas.
Que dejen atrás su irresponsabilidad y su ignorancia, pues llegó el tiempo, hijos, de que cada ser se haga responsable de sus elecciones, por el trazar de sus destinos porque la prueba final de la humanidad ya se está diseñando y tanto los acontecimientos externos como su propia purificación interior serán vividos de acuerdo a sus propias elecciones.
Recen y clamen por Misericordia. Despójense de las pequeñas y grandes voluntades y aspiraciones humanas. Sus aspiraciones deben estar en el Cosmos, en el retorno al Origen y en el cumplimiento de los Planes de Dios.
Vivan los ciclos con sabiduría, sabiendo dejarse guiar, renunciando cuando es necesario, esforzándose cada día un poco más, profundizando en la propia entrega y donación y, sobretodo, consolidando su unión con Dios.
La purificación del planeta no será algo vivido por unas pocas naciones, así como la purificación interior ya no es una instrucción transcrita de las Palabras de los Mensajeros de Dios. Todos podemos sentir esta purificación en sí mismos y, así también, todos sentirán y vivirán las consecuencias de la purificación de las naciones y de la consciencia del planeta.
Mantengan sus corazones y sus mentes en paz, a través de la oración, y coloquen sus más profundas aspiraciones en superarse en el amor.
Tienen Mi bendición para esto.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Proclamación de Gratitud y de Amor
Queridos hijos:
En este día especial, en el que Mis hijos del mundo celebran el día de la Señora del Carmen con amor y profunda devoción, quisiera, así como fue durante Mi visitación a Isabel, proclamarles a sus corazones toda la gratitud y el amor que hoy puedan sentir de Mi Corazón, por haberme acompañado, como almas servidoras, durante el transcurso de la última Peregrinación por la Paz.
Quisiera agradecer, desde Mi Corazón Materno, el esfuerzo y la dedicación de cada hijo Mío y de cada hija Mía, durante todas las etapas de construcción de esta Peregrinación.
Quisiera agradecer el esfuerzo sincero y el auxilio inmediato de cada hijo Mío, en su espíritu de colaboración, para que la Peregrinación se fuera cumpliendo conforme a la Voluntad de Dios.
Quisiera agradecer, hijos, por las almas que despertaron y por las ofrendas realizadas mediante las canciones en los diferentes idiomas.
Quisiera agradecer el cumplimiento fundamental de cada una de las novenas que fueron solicitadas, ya que, a través de las oraciones de Mis hijos, su Madre Celeste pudo profundizar Su misión por la humanidad, al igual que Cristo y San José.
Quisiera agradecer el esfuerzo de todos por haber aprendido a rezar en otros idiomas durante el transcurso de la Peregrinación.
Quisiera agradecer la honestidad y la fidelidad constante de la Red-Luz ante el llamado de apoyo interno a esta sagrada misión.
Todos, sin excepción, hijos Míos, de alguna forma u otra estuvieron presentes de corazón y de alma, sabiendo que para el Universo Creador fue y es imprescindible aliviar el dolor milenario de las naciones del mundo mediante el Rayo del Amor-Sabiduría.
En este día, los invito a que, a través de todos los esfuerzos realizados, sus vidas se renueven una vez más para que las próximas etapas del Plan de Amor se puedan cumplir, así como se cumplieron hasta ahora.
Con toda la Fe de Mi Corazón, hijos, les doy las gracias y les entrego Mi Corazón como símbolo de la unión de sus vidas con el Padre Celestial.
Que en este día de la Santísima Señora del Carmen, la humanidad y todo el planeta reciban la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Les agradezco por cooperar y por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora del Carmen
Hijo:
Mira bien dentro de tu corazón y busca allí lo que Dios construyó en ti. Este es tu verdadero tesoro.
La señal de que Dios nunca te desampara está en lo profundo de tu corazón, en la fortaleza de tu consciencia, en las virtudes que permanecen en tu esencia y que se expresan en tu vida.
Los signos de Dios no están solo en tus conquistas materiales y en lo que llamas éxito en este mundo. En polvo, como el polvo de la carne, se convertirá todo lo que proviene de la materia.
Ve las cosas materiales como algo que conquistas para saber donar. Porque lo que necesitas en este mundo ya no es solo luchar por la vida, sino aprender a elevarla. Por eso, Dios te concede Gracias. Por eso, el destino te da aquello que necesitas para hacer algo superior.
Percibe, hijo Mío, que la grandeza de Dios está más allá de todo lo que tus ojos pueden ver y de lo que tus manos pueden tocar.
El triunfo de Dios está más allá de tus conquistas humanas y muchas veces te será invisible, porque ésta es la única forma de que te mantengas humilde y crezcas en aquello que el Padre espera de tu corazón.
El amparo de Dios en tu vida se muestra en tu capacidad de imitar los pasos de Su Hijo, porque para eso viniste al mundo y es a hacia eso que te conduce tu Señor, tu Dios.
Por eso, no te confundas y no te engañes. Sabes que tus conquistas materiales son una Gracia, pero no te detengas allí, porque toda Gracia tiene una razón, y el Padre les da todo a aquellos a quienes les pedirá todo algún día.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Hoy, vengo como el Señor de Israel para que, por medio de Mi Misericordia, las fuerzas materiales del caos se calmen y reine la Paz, la Paz que Yo traigo del Cielo y del Universo.
No crean que todo está perdido, sino que el triunfo de Mi Corazón está próximo.
Que el estandarte de Mi Misericordia sea colocado en los cuatro puntos de la Tierra y que las almas beban de esa Fuente que brotará del suelo, porque será el propio manantial de Mi renovación el que Yo les daré para que aprendan a superar los tiempos y las dificultades.
Con este anuncio, vengo como el Señor de Israel para traer Paz al lugar donde una vez nací; para reactivar, en los que aún están despiertos, los códigos de la cristiandad.
Pero el Señor de Israel no luchará contra las fuerzas materialistas ni tampoco se sumergirá en los conflictos. La estrategia del Padre Eterno es otra. Por eso, quien vigila siempre sabrá qué hacer y dónde estar, y qué actitud tomar en el momento cierto para que no sean sorprendidos por nada.
Mi primera aspiración era llegar a Medio Oriente de una forma directa, llevando este ejercicio de paz que Yo les enseño y que los animo a vivir diariamente; sabiendo que, a pesar de los conflictos, la paz no se puede disipar del planeta ni de su humanidad.
Mi Espada no luchará contra otra espada. El Señor de Israel siempre triunfó a través de Su silencio y de Su amorosa entrega. En el recogimiento está la victoria. En el callar está el triunfo y en la entrega está la derrota del enemigo, porque él no conoce el sacrificio, solo la destrucción.
De todas formas, Mi Consciencia aún abarcará muchas más cosas de las que estaban previstas. Esta vez no podré arribar a Mis orígenes o a los lugares en donde una vez pasé. Mi Consciencia abarcará otras esferas para que, de alguna forma, el Plan se pueda cumplir.
En esta batalla, debemos actuar con inteligencia y, sobre todo, con sabiduría; sin perder la visión del Propósito, la esencia, aunque los acontecimientos cambien de un día para otro. Es de esa forma, que los animo a vivir las estrategias del Plan, que la humanidad no tiene interés de conocer en esta vida.
Estas estrategias son operaciones para el triunfo del Plan y para el desarrollo del mismo sobre la superficie de la Tierra. Por eso, la adhesión es la llave que protege el cumplimiento del Plan, aunque él cambie constantemente.
Lo que siempre deben aprender a resguardar es la aspiración de la Jerarquía que, por más que no se cumpla en la materia, sí se cumple en el espíritu, uniendo el espíritu a la Fuente.
El Señor de Israel deberá ampliar Su Consciencia para que el planeta esté contenido y, sobre todo, su humanidad.
Lo importante es que la misión se lleve adelante. Lo importante es que las almas oren con el corazón y que pidan a lo Alto por perdón y Misericordia. Eso es suficiente para Mí, porque así podré seguir obrando, porque así podré seguir reconstruyendo y llevando adelante los Designios de Dios que, por más que no son totalmente comprendidos, pueden ser amados, que es lo que el Padre necesita para que Su Plan se construya en las almas, más que en la materia o en lo concreto.
De esa forma, vengo a introducirlos en la escuela de las operaciones de rescate que lleva adelante la Jerarquía y que siempre debe vigilar por el establecimiento y la permanencia de la paz, a pesar de los conflictos y de las confrontaciones.
La hermandad es paz, y esa hermandad no se puede alterar, porque es la hermandad que protege a la esencia del Propósito para este planeta; y es la hermandad la que se adapta a los cambios, a los diferentes momentos y a los presentes acontecimientos.
En esa hermandad siempre encontrarán la sabiduría, encontrarán una respuesta clara y precisa. Pero si esa hermandad no se mantiene, no existirá discernimiento y así, podrían entrar en la coordenada del caos.
En el momento más decisivo, deben estar en esa hermandad para que todo pueda continuar adelante. Los cambios que hoy se presentan son parte de la protección de ese propósito de la hermandad, pues aún es necesario que los designios se cumplan.
Desde otra parte del planeta, llevaré un impulso mayor. Daré ese impulso con precisión. Será un impulso de Luz medido para que se cumpla en el lugar que tocará, que es el Medio Oriente.
No colocaré Mis Pies sobre el Medio Oriente, pero sí Mi Misericordia. Y esa Misericordia la haré emanar desde la Fuente que Yo he abierto en Polonia, por medio de la consciencia que Yo he escogido para que la revelara al mundo.
La Fuente llegará a Medio Oriente porque ustedes deberán ir a beber de la Fuente. Irán al origen y al principio para que Mi impulso de Luz aun tenga más fuerza y determinación en donde será proyectado y colocado.
Pero no dejaré de aspirar a llegar a Egipto o a Israel algún día, porque eso aún está pendiente para Mis compañeros, para todos los que siguen Mi Obra y Me ayudan a cumplirla con sus donaciones y contribuciones, con sus oraciones y súplicas.
El Señor de Israel se mostrará como el Señor de la Misericordia, Aquel que emana los Rayos desde Su Corazón al mundo entero y a las almas.
Se mostrará como Aquel Señor que una vez murió en la Cruz por ustedes y que, a través de la perforación de la lanza, derramó Agua y Sangre, elementos divinos que podrán justificar los errores de la humanidad en este tiempo y ante todo el universo. Serán la tabla de salvación en esta última parte de la emanación de Mi Divina Misericordia al mundo entero.
Reabriré esa Fuente en Polonia y la expandiré, no solo en Europa, sino también en el Medio Oriente; y desde allí, podré obrar con mayor seguridad y protección.
Mis apóstoles de estos tiempos no tocan con sus manos las llagas de los conflictos; al contrario, intentan curarlas con sus oraciones y su recogimiento. En esta estrategia de guerra, todo debe ser pensado milimétricamente para que no existan fallas, frustraciones ni miedos.
Aunque sé que la sensibilidad de los Míos es muy grande, por más que Me digan sí, debo proteger lo que estoy construyendo, no solo en sus personas, sino también en sus almas; lo que, finalmente, en el último día de sus vidas deberán entregarme completamente.
El mundo debe conocer que aún es posible amar de verdad.
Y a pesar de que Mi Iglesia romana y apostólica esté decayendo por sus propios miembros, no dejaré que Mi Iglesia Celestial se disipe en aquellos que buscan encontrarla algún día, con su más ardiente aspiración de ser parte de Mi Reino.
Con este testimonio, los invito a seguir trabajando por el Plan, a seguir apoyándolo y a seguir construyéndolo, donde sea y cuando sea.
Les agradezco por acompañarme en estos momentos decisivos y con sinceridad; sabiendo que, por encima de todo, Dios debe reinar en este planeta.
Les doy la Paz para que la Paz esté en el mundo, y esa Paz se multiplique.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
El Reaparecimiento de Cristo, lo que todos los oídos del mundo podrán escuchar
Hijos Míos:
Una de las mayores dificultades que vivirá el Plan Mayor será en el momento del Reaparecimiento de Cristo, porque eso significará para la humanidad, la gran oportunidad de adherirse a ese acontecimiento o de ser indiferente al Retorno de Cristo.
El Reaparecimiento de Cristo será posible por el apoyo incondicional y verdadero de Sus más queridos servidores; porque Su segunda venida dependerá de la colaboración material de todos los que son afines a ese momento.
Si esa colaboración por parte de todos para el Plan del Reaparecimiento de Cristo fuera sincera y no mediocre, marcaría un antes y un después en la actual humanidad.
Ese tan esperado Reaparecimiento de Cristo será posible si en toda la consciencia humana existieran el debido interés y la más amorosa disposición para preparar ese momento mundial.
La donación de los servidores será uno de los factores claves para que el Reaparecimiento de Cristo se pueda dar, así como la cooperación de todos Sus allegados en la difusión de la Palabra de Cristo por intermedio de los medios de comunicación.
Cristo ya le ha hablado al mundo muchas veces y Él, con Su Presencia, ha preparado a las consciencias para que fuesen fieles colaboradoras y gestoras del momento de Su Reaparecimiento.
En este sentido, la segunda venida de Cristo a la humanidad deberá estar bajo una coyuntura semejante al Nacimiento de Jesús.
Por eso, en el momento del Reaparecimiento de Cristo, la raza humana y sobre todo Sus seguidores, deberán tener presente que de ellos dependerá que ese importante acontecimiento se pueda dar.
¿Por qué les digo esto, hijos Míos?
Porque en este tiempo actual de la humanidad las propias consciencias, a través de su adhesión y de su colaboración con el Plan del Retorno del Señor, estarán dando la respuesta correcta al Universo para que los tiempos y los acontecimientos se definan ante la segunda venida de Cristo.
Para que el Reaparecimiento de Cristo se concrete, la humanidad deberá corresponder, no solo con su interés por dicho acontecimiento, sino también por su colaboración en todos los preparativos para que eso suceda.
Todo lo que cada servidor pueda donar y contribuir será parte de las bases que prepararán el momento del Reaparecimiento de Cristo.
Cada contribución, el esmero en la vida espiritual, así como cada entrega a Dios, de corazón, preparará el momento del Reaparecimiento de Cristo.
Cada acto de verdadera cooperación y de sincera construcción del Plan en este tiempo, ayudará en la venida de Cristo.
Así, el Maestro y Señor, en el momento de Su Reaparecimiento, tendrá en este planeta y sobre todo entre Sus seguidores, una estructura espiritual y también material que le permitirá actuar y proceder para poder definir la próxima humanidad.
El Reaparecimiento de Cristo exigirá la donación de todos y, sobre todo, la colaboración espontánea sin la necesidad de que la Jerarquía Espiritual tenga que anunciar, de ciclo en ciclo, que Su segunda venida necesitará, en ámbitos mayores, de la contribución de los más conscientes para que esta Gracia del Retorno de Cristo pueda ser vivida por los más inconscientes y por los más separados de la Verdad.
El Reaparecimiento de Cristo será el momento de mayor sacrificio y también exigirá de aquellos que en verdad estarán con Él, salir de la comodidad mundial, espontáneamente donar y entregar sus vidas en las Manos del Maestro, a fin de que Su Reaparecimiento cumpla con todo lo previsto por el Sagrado Universo Creador.
Estén atentos, hijos Míos, porque el Reaparecimiento de Cristo colocará a cada uno ante la verdad del Plan y de cómo cada servidor está delante de su compromiso de preparar la segunda venida de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Coloquen sus ojos y sus corazones en la Verdad de Dios, porque hoy, y a partir de este nuevo ciclo, Yo vengo a despertarlos del sueño de este mundo y a liberarlos de los cautiverios de la vida material.
Yo vendré para remover de su interior aquello que los ata a este mundo, les hablaré al corazón y también a todos los aspectos de sus consciencias que se resisten a la transformación; porque ya llegó el momento de ser otros y, ante todo lo que saben y todo lo que recibieron, no pueden continuar sus vidas como si fueran los mismos tiempos de hace quince o veinte años atrás.
Hijos, ya no deben basar su entrega y su donación en la falta de entrega y en la crisis material que vive el mundo en este tiempo. Esta crisis es el anuncio de un tiempo de pruebas y, cuanto más difícil sea la vida sobre la Tierra, cuanto más les cueste donar material o espiritualmente algo de sí, más deben saber, hijos Míos, que es hora de hacerlo, porque el hecho de que el mundo esté en crisis significa que Mi Corazón, así como el Sagrado Corazón de Jesús y el Casto Corazón de San José, deben llegar a las almas y a las naciones que necesitan despertar.
No midan los Planes de Dios de acuerdo con las necesidades humanas. No piensen que, si las naciones están en crisis y la economía es escasa, los Sagrados Corazones ya no deberían peregrinar por las naciones; porque estos pensamientos son semillas de árboles dañinos que están naciendo en sus consciencias para distraerlos y hacerles olvidar el Plan de Dios.
No tengan miedo ni resistencias al escuchar Mis Palabras, porque Yo vengo a tocar en donde la humanidad no se quiere transformar, Yo vengo a abrirles los ojos a aquello que no quieren ver.
Sí, el mundo está en crisis. Sí, las personas en las naciones están con dificultades económicas y cada vez lo estarán aún más, porque las bases de sus vidas no deben estar formadas según las necesidades materiales.
No es para acumular bienes físicos, disfrutar ni usufructuar del planeta que vinieron al mundo, hijos Míos.
Vinieron al mundo para vivir este exacto momento por el cual hoy están transitando. Momento en el que Dios los llama a transformar la condición humana, a no tener miedo de donar aquello que no tienen, más allá de lo que les sobra. Y les hablo de todos los niveles de donación, no sólo material como también espiritual.
La crisis del planeta se expandirá por todos los sectores de la vida, y ustedes son llamados a consagrarse cada vez más a los Planes de Dios.
Muchos los verán como locos y criticarán Mis Palabras, pero no tendrán precio las Gracias que las almas y el planeta recibirán durante su mayor crisis, cuando los Mensajeros permanezcan en el mundo y fortalezcan los corazones para su prueba mayor.
Aún necesitaremos llegar a muchas naciones de este mundo para abrazar y alcanzar a aquellos hijos Míos que, en lugares remotos, condenan la propia existencia, y para curar heridas planetarias que de otra manera no podrían ser curadas.
Porque no son muchos, hijos Míos, los que tienen la dádiva de ser conscientes de lo que Dios realiza espiritualmente en el mundo por intermedio de Sus Mensajeros. Y, a esos pocos, a los que les damos todo, también les pediremos todo, porque a través de sus conciencias es que transformaremos los conceptos humanos y, a través de sus vidas, testimoniaremos al mundo que es posible entregarse, aún en tiempos de crisis, de miedo y de caos.
Sus corazones deben estar en el establecimiento de los Planes de Dios y, de esa forma, vacíos de conceptos humanos en un mundo lleno de miedo, ustedes, hijos, serán como antorchas que simbolizan el despuntar de una nueva vida.
Y es en esas bases, formadas por sus corazones y en las que rendirán al viejo hombre, que Mi Hijo vendrá para reconstruir la Tierra.
Crean y tengan fe de que cuando les hablo estas cosas estoy preparando, en ustedes y en este planeta, el esperado Retorno de Cristo al mundo.
Yo los bendigo y los llamo a la profunda reflexión del corazón.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La contraparte interna de las Peregrinaciones, lo que no todos los ojos pueden ver
Queridos hijos:
Cuando se concreta una Peregrinación y, por los recursos y donaciones de todos, esa Peregrinación es realizada; cuando todo el propósito de la Peregrinación se cumple y no quedan deudas materiales pendientes; cuando la adhesión, la consideración y el apoyo son verdaderos, dicha Peregrinación adquiere un resultado indescriptible y poco considerado por el mundo.
Concretar una Peregrinación por la Paz en la humanidad significa, en estos tiempos, enfrentar y superar muchos obstáculos; y los primeros obstáculos son los de la manifestación de la misma y la espera paciente de que la Peregrinación se cumpla como estaba pensado por lo Alto.
Las Peregrinaciones no significan ni representan solamente los encuentros de oración que son realizados en las diferentes naciones del mundo; la propia Peregrinación, en el plano espiritual y mental del planeta, moviliza muchos acontecimientos, los que se dan en los planos internos.
Entre estos, se encuentran: el cierre de innumerables infiernos, la reunión y la congregación de nuevas almas para que respondan al llamado, el despertar de la consciencia dormida, el descubrimiento de la Verdad dentro del interno de cada ser, así como la liberación de los vínculos negativos de las almas que antes estaban presas espiritualmente.
Una Peregrinación, que puede estar proyectada para desarrollarse en algún momento, nunca será igual o semejante a la anterior, aunque se realicen los mismos encuentros de oración.
La Peregrinación está bajo el comando de su Madre Celeste y esto significa, para el planeta y su humanidad, muchas cosas.
Cada Peregrinación es una gran operación de rescate planetario que abarca no solo al planeta como un todo, sino también a su humanidad y a los Reinos de la Naturaleza.
Cada Peregrinación por la Paz que es amorosamente concretada con la ayuda y la donación de la humanidad, no solo representa una respuesta evolutiva por parte de las almas, sino también la posibilidad que el Universo Espiritual tiene de poder penetrar en ciertos proyectos humanos que, impregnados de una gran ambición e ignorancia, intentan conquistar el mundo.
Cada Peregrinación por la Paz que se concreta es un nuevo plan que estratégicamente se lleva adelante, superando y enfrentando un mar de dificultades durante el desarrollo de la misma.
Cuando las almas colaboradoras se disponen para donar y concretar la próxima Peregrinación, esa es una respuesta madura de una consciencia que ama el Plan de Dios más allá de sus dificultades y de sus pruebas, y que siempre hará lo imposible para que ese Plan de rescate planetario que la Peregrinación llevará adelante, se pueda cumplir, confiando absolutamente en sus principios y en los objetivos que deberán realizarse.
Por eso, la posibilidad de una ayuda mayor o menor que podría recibir el planeta y la humanidad en este tiempo crítico, dependerá de la consciencia despierta que tengan las almas que donarán para que la misión se concrete.
Y esto siempre será así, porque la humanidad a lo largo de los siglos ha desperdiciado los recursos desde todo punto de vista y, en este ciclo, para que ella sea merecedora de una Gracia Mayor que es intangible, necesitará aprender a donar lo que siempre ha guardado para sí, como provecho personal.
En este tiempo, la expansión espiritual de las Peregrinaciones y la asistencia divina que pueda recibir la humanidad, dependerán del amor y de la donación que los seres de la Tierra coloquen, a fin de mantener en pie este amado y herido planeta.
Por eso, en este ciclo, la no concreción de las Peregrinaciones por falta de recursos no será un acto de desprecio o de desinterés por parte de las almas para con la Madre de Dios, sino que será el reflejo de una gran indiferencia e inconsciencia para con el Plan de Dios.
En sus manos y sobre todo en sus corazones, hijos Míos, está la decisión de la continuidad de esta humanidad y de la próxima que vendrá.
Hoy, y después de diez años de estar al lado de cada hijo Mío, debo decirles la verdad: la decisión está en ustedes.
¡Les agradezco por escucharme de corazón y por responder a Mi llamado celestial!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo, escribe con atención lo que hoy te dictaré, esto es una exhortación divina de amor.
Queridos compañeros y seguidores Míos:
Dados los resultados materiales de la sustentación de la Obra de Amor de los Mensajeros Divinos y la falta de colaboración consciente con recursos después de todos los impulsos recibidos durante la última Sagrada Semana, su Maestro y Señor del Universo hoy anuncia la posible cancelación y el absoluto recogimiento de todos los encuentros programados para el mes de mayo en el Centro Mariano de Aurora y en el Centro Mariano de Figueira.
Saben que para poder expresar la Obra de Dios en la superficie y sobre todo en esta actual humanidad, se necesitan fieles y permanentes colaboradores para que en la Tierra sean el puente de luz o la antorcha que ilumine los tiempos y permita que las Gracias espirituales desciendan a la Tierra.
Cuidar de la Obra de Amor de los Mensajeros Divinos no es solo ser afín a ella y participar; también significa colaborar, apoyar, donar, sostener y contribuir amorosamente con todo lo material que sea necesario suplir y solventar, como, por ejemplo, toda la vida de los Centros Marianos y en especial de las Comunidades-Luz.
En este último ciclo de transición, en el que Mis compañeros están atravesando diversos problemas y todo tipo de pruebas, se ha quitado la atención esencial a la colaboración y a la donación necesaria para sostener la Obra.
Si la humanidad actual, las naciones, los continentes y sobre todo sus corazones, llegaran a quedar sin asistencia divina en este ciclo agudo, el mundo sufriría graves consecuencias debido a la gran cantidad de faltas acumuladas.
Con esto no quiero generar sensacionalismo, pero es urgente que perciban que por sus propios actos, formas de pensar o su decisión de no colaborar, le están cerrando la puerta a la Misericordia Divina.
Creo, compañeros, que después de la última Sagrada Semana han sido testigos fieles de todo el esfuerzo material y espiritual que se realizó para la manifestación de ese importante encuentro y qué poca ayuda se recibió por parte de todos.
A ustedes, poniendo la mano sobre el corazón, les pido que recapaciten y coloquen su atención en lo que verdaderamente es esencial y en lo que esta Obra de Amor necesita alcanzar con la ayuda amorosa y sincera de todos Mis compañeros.
Si esta asistencia, que hoy directamente les pido por medio de este mensaje, no llegara a suceder antes del fin del mes de abril, declaro, desde ahora, que los sagrados encuentros del mes de mayo estarán cancelados, ya que para llevar adelante una obra es necesario de fieles donadores.
Sé, desde hace más de dos mil años, que sería muy difícil para las almas de este planeta disponerse a colaborar por amor con la Obra Divina.
Les pido que, por amor, rompan esa cadena de indiferencia, porque en el Día del Juicio, que ya se aproxima, todo será colocado encima de la mesa para ser juzgado bajo la Luz Superior.
¡Les agradezco por ser considerados y responsables!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más