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Como la lluvia que toca la tierra y hace crecer los frutos en desiertos áridos, así Mis Gracias tocan vuestros corazones para convertirlos en el modelo perfecto que Dios planeó desde el principio.
Hijos, conozco lo que aún dentro de ustedes debe morir y trascenderse para que algún día se manifieste el verdadero apóstol de la redención.
Queridos hijos, estamos en el tiempo de la batalla espiritual y muchos de Mis hijos no quieren darse cuenta de eso; por eso vengo para pedirles oración, para que puedan percibir cuánto el mundo está distraído y afirma ante el Universo que está haciendo todo bien.
Yo vengo para desmitificar lo que creen de vuestras vidas para que reconozcan la Voluntad del Padre Celestial y para que muera la vuestra. Es así hijos que ustedes podrán ser dignos de comprender todas las cosas.
Ahora el Universo permite ciertos acontecimientos para que todos puedan aprender y no vuelvan a repetir los mismos errores.
Hijos, Yo soy constante con ustedes y los tocaré con Mi Gracia cuantas veces sea necesario, pues Mi verdadero motivo es convertirlos en aquello que todavía no son. Sean pacientes y amen la transformación, así será menos dura para los que se animen a conocerse a sí mismos; cuando eso suceda, podrán tomar consciencia que vuestros pequeñísimos problemas de vida son leves ante el peso del gran pecado de la humanidad.
Busquen la fidelidad a través de Cristo; no se desesperen por lo que viven; existen problemas planetarios mayores que abarcan regiones, pueblos y sobre todo, un proyecto de evolución espiritual.
Expurguen lo que está viejo, vacíense todo el tiempo y así serán los nuevos odres que serán llenados por la Preciosa Sangre de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los purifica, los cura y los eleva,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Para trabajar la madurez y la consagración al Plan de Dios, les entrego las Siete Piedras Preciosas de la Salvación:
- No ser ingrato con el Universo ni con el semejante
- Creer que todo es posible por la Misericordia
- No destruir el Plan Divino por medio de falsas acciones
- Ser reverente con los demás
- Amar el Plan Divino más que a la propia comodidad
- Aceptar la ayuda que viene de lo Alto
- Perdonarse a sí mismo para ser perdonado
Con estas siete piedritas podrán vivir verdaderamente las Cinco Uniones con el Padre Celestial a través de:
- Una comunión reparadora
- Una confesión curadora
- Una instrucción formadora
- Una reconciliación renovadora
- Una conversión redentora.
Quien los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como una Sagrada Consciencia de Luz desciendo al mundo, después de haber recorrido los universos en búsqueda de las almas y de las consciencias no redimidas.
Así Mi manto, el que vuela sobre el universo, guarda en su interior a todas las almas que no alcanzaron la paz ni la redención.
Yo soy la Reina del Universo, Mi soberanía no es de este mundo, sino de otros. Yo provengo del décimo segundo Cielo, en donde la Gran Consciencia de Abba manifiesta el poder de Su Amor y la Omnipotencia Humilde de Su Voluntad.
Desde ese Reino Sublime proceden todas las formas, y los sagrados espejos de la oración participan allí de un encuentro interno cada vez que se encienden en oración y en fe. Muchas fuentes brotan en el Reino de Abba, las que manifiestan los dones y las virtudes para las almas.
En el Universo Celestial la unidad es la esencia de vida, y la obediencia a los principios es la virtud de los santos. Vuestra Madre proviene de ese Reino y, todos los meses, Yo desciendo a la Tierra para recordarle que nunca debe olvidarse del Propósito Infinito que la guía; Propósito que la ha creado y que la ha llevado a perseverar a lo largo de los tiempos.
Yo soy la Fuente Perpetua de la Oración, la que irradia a todos los corazones que se abren para reconocerme como la Madre y como el Principio de Paz para todos.
Hacia esos Reinos quiero llevarlos. Deseo que vuestras consciencias y que principalmente vuestros corazones, se expandan en amor y en fe para que algún día encuentren el mismo Reino, el que vuestra Madre encontró después de Su Asunción.
Mi compromiso eterno es elevarlos espiritualmente hacia ese Reino, desde esta consciencia terrestre y perdida. Si el mayor número de almas ingresara en la escuela de los espejos de oración en una sana actitud interior y de corazón, nuevas bases divinas y profundas para la vida planetaria podrían manifestarse y transmutar una parte de la consciencia del planeta.
Vuestro reloj está marcando la hora de la determinación, la que no deberá estar impulsada por un sentimentalismo sino por la fe y la devoción de creer todos los días que un Reino Mayor los espera.
Es por esa razón mayor que hoy estoy aquí con ustedes, así como lo estoy hace 34 años en la Colina de Medjugorje, esperando pacientemente el cambio de la humanidad.
¿Quién habrá entendido Mi mensaje?
A través del Reino de Medjugorje he transformado vidas y he salvado corazones por medio de las obras de Misericordia y de Paz que muchos corazones viven. Espero que ustedes sean parte de esa obra de misericordia y que se decidan a dejar de ser un peso para la manifestación del Plan.
Hijos, espero que dejen de insistir con vuestras ideas, pues así ustedes estarán tapando vuestros ojos con los velos de la resistencia y dejarán de ver en el horizonte el Propósito de Dios, aquel Propósito que desde el principio los convocó.
Por eso, queridos Míos, vengo para pedir la colaboración de vuestras almas espejos para que ellas cumplan la tarea que vinieron a concretar Conmigo en esta nueva historia que Dios está escribiendo en Su Corazón.
Los Espejos del Cielo, las Fuentes de Misericordia esperan almas vacías; almas libres de sí mismas, que desterraron el poder y la conquista mezquina para que, junto a la Madre del Mundo, sean depositarias de los Dones de Dios, dones que transformarán la Tierra.
Esta es Mi última convocatoria, ya he rogado por ustedes. Abandonen las viejas costumbres y sean dignos de escuchar Mis palabras, así los espejos celestiales ayudarán al planeta. Les dejo Mi aspiración de verlos transformados en Cristo.
Hoy Medjugorje cumple 34 años de encender los espejos orantes de la paz. Y ustedes, Mis hijos, ¿qué decidirán ser en esta era?
¡Les agradezco por responder con constancia a Mi llamado!
Los bendice y los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de Medjugorje
Queridos hijos:
Todos los días Yo soy coronada por vuestras simples oraciones, y todas las coronas de amor que ustedes Me ofrecen, Yo las deposito a los pies del Creador para que Su Misericordia siga siendo derramada sobre el planeta como un poderoso caudal.
Hijos Míos, todas las oraciones se convierten en alimento espiritual de salvación para los más pecadores y, así, tengo el permiso de ayudar a las almas más perdidas, aquellas que hace tiempo niegan a Dios.
Es de esa forma, bajo la intercesión de Mi Corazón Misericordioso que Yo, vuestra Madre del Mundo, desciende para buscar a las esencias perdidas en los abismos de la Tierra. Cada vez que pronuncian: “Dios te salve María”, un ángel de Mis ejércitos enciende una antorcha de luz para que Yo pueda encontrar en los infiernos de este mundo al alma más condenada. Así, vuestra Madre Celeste activa la liberación del mal y esas almas reencuentran el camino de unión con Cristo y luego con el Padre Celestial.
Queridos hijos, las humildes oraciones son el escudo contra toda tentación, ellas salvan vidas perdidas y, especialmente, los corazones pueden llegar a recapacitar en su proceso de conversión.
Hijos amados, todas las honras que recibo de parte de Mis queridos hijos, Yo las derramo en Gracia y en Misericordia sobre los que más necesitan. Sigan trabajando unidos a Mí, así Mi Inmaculado Corazón triunfará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los envuelve en el manto de la paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En nombre de la Misericordia de Cristo, hoy Me digno visitar esta casa santa, así como vuestra Madre Celeste visitó la casa de Marta y de María para demostrar que, a través de la lección del servicio absoluto al Plan de Dios, muchas puertas se abren para que las Gracias desciendan y las almas reciban la ayuda que necesitan.
Hijos Míos, abriendo Mis brazos y extendiendo Mis manos hacia ustedes, nuevamente les vengo a entregar la Paz de Mi Corazón en estos tiempos. Tiempos en los que la vida de las almas está en riesgo; el juego eterno con Mi adversario definirá la existencia del Reino de Dios en la mayor cantidad de vidas posible.
La oferta de vuestra entrega al Plan de Dios y de vuestro servicio desinteresado por los demás crea, en estos tiempos, los méritos tan necesarios y urgentes para la salvación de la humanidad.
Y, mientras el juego entre la luz y las tinieblas ya ha comenzado, vuestra Madre Celeste viene para socorrerlos y ayudarles a caminar en confianza hacia Dios para que puedan cruzar los propios abismos internos y trascender las barreras de la dificultad interior.
Si están Conmigo y Yo puedo estar con ustedes, a pesar del tiempo de vuestra purificación, no perderán de vista el caminar de Mis humildes pies por los jardines del amor y de la paz, por los jardines internos de Mi Corazón.
Queridos hijos, no permitan que nada cierre vuestros corazones. Mi adversario también quiere encarcelar vuestros corazones en esta vida material e ilusoria para que nunca más sientan Mi Amor. Pero recuerden que la oración es la gran llave que abre cualquier puerta y corazón; por eso, valientes y animados a vivir la purificación de la vida, tómense de Mi mano y no se perderán en ningún abismo.
Como la Madre que los ama y los protege los llevaré por los caminos de la paz y de la ascensión.
Hijos, den el primer paso y vivan a tiempo el acto del perdón y de la reconciliación; que vuestros corazones no queden lastimados por nada, acepten la cruz y cárguenla al lado de Mi Hijo en confianza, así como Él la cargó por amor a ustedes.
Este cautiverio de sufrimiento terminará cuando la mayoría dé el primer paso, así también Mi Corazón Inmaculado triunfará. Les dejo esta reflexión para que la estudien.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los congrega para amar y perdonar,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos:
Siempre lleven Mi mensaje de paz al mundo y a todas las almas que desconocen el poder de Mi maternidad y de Mi Amor.
En vuestros caminos encontrarán corazones necesitados de la Misericordia de Dios, y será esa Misericordia Divina la que abrirá la puerta a la redención y a la liberación de los pecados.
Por eso, hijos, sean apóstoles de Cristo en el amor y en la verdad; el adversario teme a estas dos grandes virtudes, pues allí él no puede establecer su reinado de oscuridad. El amor y la verdad los llevará a comprender y aceptar la actual decadencia de una humanidad indiferente y materialista. En esta humanidad aún existen soles orantes que brillan y traen esperanza a un mundo desenfrenado e inquieto, sin paz ni unidad.
Queridos hijos, los tiempos se complicarán porque la humanidad y principalmente algunos corazones sin Dios promoverán eventos inusitados para el mundo. Por eso vengo para pedirles que todos los días ofrezcan la oración del corazón, ella será vuestro escudo contra Mi adversario.
Quien no ora, ¿cómo se salvará? Esta es la ciencia del final de los tiempos: la oración del corazón, la oración del amor, la oración de la verdad, de la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en la calma y en la paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy, comienza en sus vidas una oportunidad interna de poder recorrer un camino nuevo, que es posible a través del sacrificio de Amor que Mi Hijo realizó por todos ustedes.
En el comienzo de esta Sagrada Semana, Yo los llamo a ingresar profundamente en la esencia de cada una de las estaciones del Via Crucis. Así, ustedes, durante esta semana, podrán penetrar el misterio infinito que le permitió a Mi Hijo concretar la salvación de la humanidad.
Pero, como Su Madre de los Dolores, aún veo el martirio que muchos hijos Míos viven en este tiempo, martirios que son ocasionados por las ideas de Mi adversario y que llevan al pecado mortal a muchas almas prisioneras del abismo infernal de este ciclo.
Pero Yo, como Su Madre del Cielo, les traigo la Luz de Mi Gracia para que crean que, a pesar de todo, es posible vencer el miedo y alcanzar la victoria del Amor, más allá de los enemigos.
Deseo que esta Sagrada Pasión de Jesús sea ofertada al Creador por todos los corazones heridos, principalmente, por aquellos que no encuentran ni siquiera el consuelo interior.
Ante la gravedad de las cosas que suceden en la humanidad, sus pruebas son pequeñas frente a la inmensidad de los pecados y de los ultrajes que cometen los hombres de la Tierra.
Por eso, hijos Míos, que sus corazones se animen a alcanzar las esferas celestiales a través de la contemplación de la Pasión del Señor; así, comprenderán la grandeza de la Misericordia de Dios en estos tiempos.
Queridos hijos, Su Madre Celeste los llama a la preparación mediante la oración. Así, un escudo invencible de Luz surgirá en sus manos y ese escudo de oración los protegerá de los engaños de Mi enemigo.
En este día, en el que sus almas son llamadas a caminar al lado de Jesús, reciban de Mi Corazón la fortaleza necesaria para poder trascender el fin de este ciclo.
Su constante purificación cesará y no será necesario vivir más sufrimientos. Pero, para eso solo bastará la premisa de que las almas acepten la transformación, a través de la Fuente de la Misericordia que les está siendo ofrecida a todos. Así, harán triunfar también Mi Proyecto de Paz en el mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los lleva hasta el Calvario del Señor,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
En este día de gloria, bendición y amor, se abre en el Cielo una gran flor de Luz; efecto de una consagración íntima de algunas almas a Mi Inmaculado y Puro Corazón.
La Madre de Dios ha tejido, con Sus Manos, el nuevo traje de consagración, para que los nuevos apóstoles de Mi Hijo entreguen sus vidas a la Voluntad de Dios.
De esa forma, hijos, hoy muchos serán testigos de una promesa que se cumplirá en este día sagrado, promesa que fue gestada, preparada y sembrada en las consciencias que Mi Amado Hijo convocó para el servicio espiritual y planetario por la humanidad y su pronta salvación.
Hoy, su Madre Celeste refleja la Luz blanca de Sus vestiduras simples, y con el velo de Luz, que protege Su Cabeza, se aproxima a Sus hijos predilectos para extenderles Sus Manos y confirmar el momento de la consagración ante el Creador.
Detrás de ellos, muchos se aproximarán, pues Mi Hijo, el Sacerdote del Amor, deseará todos los días residir en cada uno de ellos, para que la misión primordial, que va más allá de esta esfera terrestre, se pueda cumplir por encima de todo.
Para eso, la guía y la compañía de los ángeles celestes serán las verdaderas ayudas que, en cada nueva Comunión con el Rey Universal, crearán los espacios de Luz para que las almas moren cada vez más en el Corazón del Señor.
Día y noche, estarán saciados, porque la Fuente de Vida y de Redención nutrirá cada espacio de la consciencia para que la tarea más importante se pueda cumplir, la tarea de amar la misión confiada.
El Señor, Dios Todopoderoso, verá nacer en el sur un horizonte nuevo, colmado de los Atributos de la Madre Universal que se harán vida y vibración en las almas que busquen los Dones de Dios.
En este día, la Señora del Cielo, acompañará desde Su Reino, el Reino de Adonai, los pasos que darán los simples, pero buenos de corazón. Ellos recordarán que estarán cumpliendo, más allá de sí mismos, con la Venida Gloriosa del Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los consagra, bajo la Luz del infinito,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Esposa Celestial
Querida alma Mía:
Yo Soy el Ave Luminosa dentro de tu corazón.
Yo Soy el Ave que vuela junto contigo cuando te elevas para ingresar en el Corazón de Dios.
Yo Soy la Madre que mece tu ser para darle paz, alivio, sosiego, cuando tu corazón está afligido, contrariado y cansado de tanto llorar y padecer.
Yo Soy el refugio para tu alma guerrera, tu alma persistente y fiel.
Yo Soy para ti la Luz que le das al mundo, la fortaleza de las grandes montañas que vive en tu consciencia y da fortaleza a otros hermanos.
Yo Soy el pan, el alimento maternal que te nutre y que luego alimenta a otros hijos.
Yo Soy ese espacio de total paz que guía tus pasos y el de los demás.
Yo Soy en ti y tú eres en Mí; madre, María, guía, consejera y guardiana de la paz y del camino del apóstol de Cristo.
Allí donde estás con el ojo de tu corazón, es Mi ojo el que observa y mira, que custodia la salvación de los Hijos de Dios.
Yo Soy en ti el espejo del cosmos, la Luz Redentora del Rey del Universo, que refleja el Corazón de Dios para los hombres.
Yo Soy el Corazón Inmaculado que late dentro de ti y que da cobijo al que tiene frío, alimenta al que siente sed de Dios y cura al que tiene enfermas el alma y la carne.
Yo Soy en ti la guardiana de la evolución, la que reina en tu corazón y te mantiene unida al Corazón de Cristo Jesús.
Yo Soy en ti el esplendor del universo, la fiel y eterna sierva del Padre, aquella que seguirá hasta el final para la Gloria de Dios.
Yo Soy en ti y tú eres en Mí, amada criatura de Dios.
Todo esto y mucho más Yo puedo ser en cada uno de ustedes, hijos Míos, que hoy en Mi presencia están.
Solo permitan que Mi Corazón viva en vuestros corazones; solo permitan que Mi verbo de amor hable a través de ustedes, para llevar paz y luz a este mundo que agoniza sin encontrar el camino a la redención.
Estoy aquí junto a ustedes; les extiendo Mis manos porque ya no hay mucho tiempo. Los estoy llamando por última vez, los estoy llamando hacia Mí para que abracen la salvación.
Y a aquellos que un día Me prometieron fidelidad y hoy caminan sus propios caminos, Yo les digo: arrepiéntanse, antes de que un ángel que no sirve a la luz pase cerca de sus seres y se lleve sus almas para siempre.
Graben en sus consciencias Mis palabras, reciban el amor que les traigo, que es el Amor de Mi Hijo, el Amor de Dios. Sírvanse de este Amor que les ofrezco para curar todas vuestras heridas, para colmar vuestros corazones de paz y para proteger vuestro caminar.
Yo les ofrezco Mi resguardo para vuestras familias, para que la reconciliación y la alegría reinen en vuestros hogares.
¿Qué más necesitan, Mis amados hijos?
Yo los amo, Yo los guardo en Mi Materno Corazón y los protejo de todo mal.
Hoy y siempre los bendigo y los cubro con Mi manto de paz.
Gracias por escuchar Mi voz en vuestros corazones y estar hoy Conmigo.
Vuestra Madre María, Luz y Amor para este mundo
Recuerda, en este último tiempo, Mis Palabras de Luz y abrázate fuerte a Mí para que Mi Amor disipe las confusas ideas del mal.
Por eso, te pido que cada día confíes un poco más en Mí y que recuerdes estos últimos momentos de amor que, en Mi Gloria Celestial, has compartido Conmigo.
No demores, el tiempo pasa y Mi campanario sideral está llamando a las últimas ovejas antes de que llegue el tiempo de la Justicia Divina.
Anímate y entrégate. Mi absoluta confianza ha descendido sobre tu ser. Y en todo este precioso misterio se guarda Mi Amor por las almas.
Por eso, con determinación y vacío de tus propias voluntades y expectativas, pon atención a lo que Yo te digo, pues tienes la Gracia suprema de ser digno ante Mi Padre y de recibir todos los días Mi infinita Misericordia.
Si caminas hacia Mí, la oscuridad del sendero no te tocará ni te abrazará.
Sé inteligente y decídete a buscar las cosas que vienen de Mi Voluntad. Así sabrás qué camino correcto seguir y te librarás, por Mi Gracia, de que tus semejantes se pierdan.
Abre tu corazón, pues aún no lo has hecho. Abrirme tu corazón significa renunciar todo el tiempo a tus propios deseos. Cuídate de ti mismo más que de tus opositores. El puro sendero es construido con base en la unidad perfecta que establezcas con Mi Reino.
A lo largo del tiempo, Yo te he dado Mi Paz y Mi Misericordia. Sé agradecido y bueno. Escucha Mis Palabras a través de tus hermanos.
Recuerda que Yo estoy presente en los sagrarios y en todos los templos orantes de los seres. Si aún no has reconocido Mi sabia y pura Voluntad, hoy te la muestro y esta es Mi petición espiritual: sígueme y renuncia a tus proyectos.
Yo Soy el único portal hacia la salvación y la redención de tu pequeñísima vida terrestre.
Ya no es tiempo ni momento de que tus pies estén en dos barcas. Deja de naufragar en tu propio mundo y reconoce humildemente a Quien ha venido a llamarte y a redimirte.
Cuando abras tu pequeño corazón ya estarás amando las cosas del Cielo. Mientras busques tu propia realización solo serás para Mí una parte del pecado de este mundo cruel.
Resígnate e implora Mi Misericordia. Las Tablas de la Ley ya están a los Pies del Creador y ellas pronto serán reveladas por los coros celestiales antes de Mi Retorno.
He venido durante tanto tiempo y tantos días, para que algún día puedas renunciar y unirte al espíritu de Mi santa Humildad.
Que esta Maratón misericordiosa, después de tantas realizadas, sea el momento de que cada ser recapacite por todo lo que recibió directamente de Mi Sagrado Corazón de Luz.
Cuando hayan recapacitado, meditando sobre Mi Pasión, les aseguro que se darán cuenta de todo lo que les he dicho en nombre de Dios.
Recen y no busquen otra cosa que rezar. Pidan perdón por vuestra inmensa soberbia y decídanse a ser, ahora y siempre, dignos en el Señor.
Por vuestro gesto de humillación y reverencia, les agradezco.
Bajo el perdón infinito de Dios, sean bienaventurados.
Gracias a los que Me adoraron, de corazón, en el Santísimo Cuerpo de Cristo.
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Como un ave que sobrevuela el mundo, Yo llego buscando a los que no despertaron para Mi último llamado.
Muchos escucharon el resonar de Mi voz a lo largo de los siglos, pero pocos fueron los que verdaderamente pudieron comprender la esencia de lo que estaban viviendo.
Por primera vez en la historia de la humanidad, la Mujer Vestida de Sol, viene a revelar Su verdadera Faz, para que los seres de esta Tierra puedan salir de la ignorancia en la que se encuentran en vida. Por eso los preparé por tanto tiempo, para que puedan ser las manos que retirarán los velos de la inconsciencia humana. Mas, para eso hijos Míos, es necesario que la propia inconsciencia esté curada y que vuestros corazones ya se hayan definido en este tiempo de purificación.
Necesito corazones firmes, que conozcan la esencia de estos tiempos y no pongan su atención en lo que viven aquí en la Tierra, sino en lo que vivarán en el universo, a partir de lo que alcanzaron en este mundo.
Hijos Míos, todos se purificarán en este tiempo. No habrá alma sobre la superficie de la Tierra que no viva su instancia de purificación. Por eso les pido hoy, que se afirmen en el Poder de la oración y en el amor a lo desconocido. De esta forma, cuando llegue la hora de purificar y equilibrar todas las deudas que tienen ante Dios, lo harán sobre una base fuerte que los sustentará en el camino correcto y les mostrará que están viviendo lo que les fue anunciado y que pronto pasará.
Mis amados, si se afirman en la oración, podrán purificarse de una forma más armoniosa, porque a pesar de todo el sufrimiento interior, contarán con Mi auxilio que de alguna forma los conducirá y los amparará siempre. Pero, si por el contrario no construyen esa base orante, podrían llegar a sentirse muy confundidos en este momento y permitir que el enemigo les hable al corazón mentiras que parecerán verdades totales, desviando vuestras almas que por tanto tiempo perseveraron fielmente en este camino.
Quiero que crezcan, Mis amados, definitivamente. Los tiempos de hoy, ya no son más los mismos de ayer. No pretendan mantener dentro y fuera de ustedes el mismo escenario planetario, porque eso no será posible.
Aquel que se apegue a las imágenes del pasado, sufrirá la transformación brusca que vive el mundo; mas aquel que se deje transformar y que permita que se derrumben sus estructuras internas, jamás sufrirá, pues se transformará junto con el mundo y a pesar de vivir internamente el caos que se vive externamente, también verá emerger en sí una nueva vida, en cuanto en el mundo se establezca esta vida.
No quiero que se asusten con lo que viven, pero sepan que muchos no soportarán las transformaciones y las purificaciones internas y externas; no obstante por todos los méritos que generaron, su evolución tendrá salvación, aunque sea en los niveles del espíritu.
Mis amados, Mis palabras resuenan con el tono de estos tiempos; para comprender lo que ocurre verdaderamente en el mundo deben estar maduros. No tengan más ojos infantiles delante de realidades que los esperan maduros, sino con los pies firmes en esta barca de salvación, remen, remen sin titubear.
Yo Soy la Figueira Madre, la que da savia de Vida para que no se acaben sus frutos. En Mí se unen la Tierra y el Cielo, espíritu y materia, el viejo y el nuevo hombre.
Comprendan que si Mi presencia no estuviera entre ustedes, los autoconvocados no podrían responder a su compromiso.
Yo Soy la voz de la verdad Divina. Aquel que me escucha con atención, encontrará en Mí cada paso que deben dar. En Mis palabras se encuentra el camino para concretar los Planes de Dios. No estén sordos delante del Verbo Divino. Sigan el eco de la Mensajera Celestial.
Yo los amo y los conduzco al Corazón de Cristo, el Rey Universal.
María, Señora de la Sagrada Figueira
Mientras parte del mundo se encuentra en una interminable guerra que desata la ira y el mal de los hombres, Mi Divina Misericordia se aproxima todos los días a las tres de la tarde para restaurar y curar los vicios de la humanidad.
Mi Divina Misericordia se derrama, principalmente, en los corazones que todos los días reviven Mi Sagrada Pasión. Así, a través de ellos, todos los dones y méritos alcanzados por Mi Corazón Sagrado son depositados como células de luz en los corazones simples y puros.
Para alcanzar Mi perdón solo bastará reconocerse como digno hijo de Dios y, a pesar de que el pecado sea grande e irreparable, Yo tengo la autoridad celestial de absolverlos de toda falta. De esa forma vuestras vidas se volverán cristalinas y límpidas cuando procuren vivir Mi Misericordia, más allá de profesarla y de confirmarla en vuestras vidas.
El Cielo se une en armonía y oración, todos los días, a las tres de la tarde con el fin de ayudar a equilibrar el desorden espiritual y material de este mundo. Por eso, solo a través de Mi Insondable Misericordia, las almas más empedernidas y pecadoras podrán hallar su tabla de salvación, lo mismo será para aquellos que Me sirven pero que enfrentan el juego de las tentaciones de este mundo.
Si en verdad se deciden buscar el manantial de Mi Divina e Insondable Misericordia, podrán disminuir sobre el mundo el peso de su propia ley, y muchas almas dejarán de ser condenadas al fuego del infierno, para ser reconocidas como almas rescatadas.
En esta última hora de la transición de la Tierra, busquen el camino directo hacia Mi Divina Misericordia porque, en estos tiempos de mayor confusión, solo les quedará aferrarse a Mi Camino de redención y de salvación.
Yo les entrego todo lo que tengo, Yo les doy la posibilidad de redimensionar vuestras vidas a través del fuego transmutador y purificador de Mi Divina Misericordia.
El tiempo indica una rápida y determinante decisión. Llegó el momento de colocarse a los pies de la Fuente Mayor para poder ser lavado, liberado de las manchas y reconducido hacia el Reino eterno de Dios.
Hoy oro especialmente por los que contraerán una unión espiritual Conmigo en los nuevos tiempos. Eso determinará la posibilidad de cumplir con Mi Proyecto redentor antes de Mi regreso al mundo.
Recen por los que perseveran en el camino de la transformación, pero también recen por los que con coraje me abandonaron, olvidándose de Mí. A todos los coloco en Mi Sagrado Corazón y esperaré verlos, algún día, en Mi Gloria Celestial.
Yo los determino, en esta era, a seguir un solo camino.
Bajo la Gracia suprema de Dios, sean consagrados a Mi Corazón.
Cristo Jesús Glorificado
Si en verdad Me vieran como Yo los veo, muchas cosas ya no sucederían en su mundo interior y exterior. Yo vengo a llamar a los que se pierden en sí mismos y se escapan muchas veces de la Verdad. En ellos, Yo He repetido Mi Propósito durante mucho tiempo y aguardaré hasta el final una sabia respuesta, una respuesta verdadera. Pero ahora, que todo parece estar confuso en muchos, la Luz de Mi Sabiduría los envuelve, confortándolos.
Veo que Mi Padre, a través de tantos sabios y seres celestiales, Ha confiado en todos ustedes y en muchos más; pero el camino de la Verdad comienza buscando la transparencia en sí mismo, para irradiar después la pureza y en consecuencia la verdadera intención del corazón.
Cuando el Propósito sea visto por ti mismo, te aseguro que fallarás en el primer intento, porque la Verdad no te ha sido mostrada y estarás sujeto al engaño permanente. Por eso, líbrate de ti mismo, para que Yo pueda hacer lo que tengo previsto, desde antes de tu nacimiento en el mundo. Pues Mi Verdad, que no es conocida, se encuentra en el espíritu de la Paz y ese mismo espíritu es sembrado por el Amor de Dios, en donde existe el centro supremo de la Verdad.
Como muchos no conocen estos simples misterios de la vida, Yo vengo a revelarles la Verdad de que ya no deben actuar por los impulsos de su propia imperfección. Por esta causa, muchos hacen padecer a Mi Corazón Sagrado y Él muestra la Sangre que derrama por los errores del mundo, que ofenden a Dios, sin que perciban la gravedad de estos tiempos.
Antes de que la Ley descienda del Cielo, en donde Yo vivo en Gloria todo el tiempo, Yo intercederé ante Mi Padre para aliviar las causas y heridas espirituales imborrables que muchos ocasionan al Altísimo Creador.
Yo padecí por ustedes, para que ustedes no padecieran en vida. Yo morí por ustedes, por Amor, para que ustedes no murieran en espíritu.
¡Ay de aquellos que Me ofendan, por ignorancia y falta de consciencia, en estos tiempos que vendrán!
Aquel, que se oponga a Mi Propósito, sufrirá por la acción de su propio querer y Mi Misericordia Infinita se convertirá en un manantial de Justicia en los que Me sean infieles.
La vida no puede vivirse en dos caminos, escojan a tiempo qué camino seguirán, el de la Luz o el de la eterna oscuridad del mundo. Fieras y redes diabólicas se soltarán sobre el mundo, como lluvia en noche de frío, y convencerán a muchos para seguir falsos caminos, movidos por la emoción y por el engaño. ¡Pobres de estas almas que Me abren heridas antes de tiempo!
¿Dónde quedará lo que Yo les He dado con tanto amor y confianza?
Pero la Verdad se busca en la humildad, que nunca debe acabar, más si ella llegara a faltar, invoquen a Mi Presencia para que el orgullo que muchos tienen no los ahogue y no los inunde como una barca en el mar.
Yo Soy la Salvación y el Camino Perfecto para los que se humillen ante Mí; pero sé que muchos, por sus ideas y sus propios preceptos, no se dejarán rendir a Mi Amor y ante la aparición de la menor crisis de vida, decidirán serme infieles y en verdad no saben lo que esto significará en este tiempo de tribulación.
Recen para que sus seres se desprendan de las causas de la perdición. No sean orgullosos, sino sean valientes y humildes para encontrar la rendición. A quien esté dispuesto a seguirme, Yo lo ayudaré hasta el final y no lo dejaré solo a pesar de la gravedad de los tiempos. Por eso, busquen la unidad sincera con sus semejantes; así sus corazones serán espejos de la Verdad y de la Misericordia que, por el propio poder que Yo les daré, expulsarán el mal, disolviéndolo en cualquier camino.
Para ser Mi apóstol es necesario ser humilde y no astuto, sus propias miserias pueden sumergir el proyecto confiado a sus vidas. Únanse y todo se resolverá a través de Mi Presencia Infinita.
Bajo el Amor del Padre, que los acoge y los perdona, sean verdaderos, y así Me agradarán.
Cristo Jesús Glorificado
Mi Corazón es la Eucaristía Viva para las almas del mundo. Mi Corazón disipa las sombras que viven en el interior de los hombres.
A través de la unión con el poder de este Sacramento, las consciencias se redimen y santifican los pasos de su caminar hacia Dios. Bendito sea el corazón sincero que comulgue con este Sacramento Eucarístico, porque tendrá la vida eterna cuando todos los días solo busque el camino a la perfección.
Envío a Mis ángeles celestiales para que en todo el mundo derramen los códigos crísticos que fueron alcanzados por Mí durante la Pasión, así Mi Gracia evita que el poder de las Leyes caiga sobre los justos, porque aún en la Tierra moran almas preciadas por Mi Padre.
Así, a través de Mi Cuerpo y Corazón Eucarístico, Yo estableceré en el mundo la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. De esta forma, aquellas consciencias que, todos los días de sus vidas, Me hayan buscado con sinceridad, superando y trascendiendo los límites de la materia, el día de la Justicia Divina, estas almas no serán causa de Mi Justicia, mas serán mediadoras para la salvación de otras almas que en esos tiempos serán prisioneras del mal.
Dichosos todos los que hayan buscado el camino de la Adoración. Los templos del corazón estarán preparados para llevar adelante obras universales de paz en la miseria y el caos, porque Yo, a través de la efusión del Espíritu Santo, realizaré Mis últimas obras magníficas sobre el consciente de la humanidad; así muchos sabrán quién en verdad Ha sido el Hijo de Dios.
Por eso, antes del gran momento universal, Mi Fuente Espiritual preparará a los rebaños. Llegada la hora de la gran revelación celestial en toda la esfera de la humanidad, aquellos que acompañen el transcurso de Mis Caminos serán como lanzas de fuego, que traspasarán el mal y liberarán, solo por su presencia, toda oscuridad. Pero nadie sabrá quién lo hará, colocaré un velo sobre todo este misterio, solo el amor y la humildad en los simples demostrará el poder de este gran misterio creador.
Y, aunque los espíritus impuros estén sueltos como lobos feroces en el actual mundo, los adoradores, que forman parte de Mi Cuerpo Místico, defenderán el poder de Mi Gloria y de Mi Retorno.
Los ángeles del Cielo serán las estrellas resplandecientes que guiarán el camino de los vigilantes y de los guardianes del Evangelio de Cristo, así llegará el momento de que Mi Iglesia Espiritual será solo una.
No será necesario que ningún hombre o ser sobre la Tierra reine en Mi Nombre, porque cuando Yo retorne revelaré el poder del Reino de Emmanuel a los que escucharon Mis Palabras con los oídos del corazón y del alma.
Entonces, los justos deberán ser compasivos con los injustos. Llegará el momento de ejecutar las obras de misericordia y de caridad, que librarán a los inocentes de envolverse con los enfrentamientos que muchos vivirán. Serán victoriosos aquellos que se hayan convertido en adoradores de Mi Divina Misericordia.
El Reino que se aproxima modificará la miseria espiritual y la indigencia injusta del desequilibrio corrupto que vive la humanidad. Pues Mi Luz Celestial corroerá con el poder del Fuego Divino todos los actos y los modos que llevaron a la perdición de millones de esencias en la humanidad.
En ese tiempo, nada quedará oculto, la vida entre hermanos se volverá como espejos que reflejarán la verdad que siempre se ha ocultado. Por eso, les pido a los valientes determinación rápida en la entrega, así pronto se liberarán del código corrosivo de las pasiones humanas y el espíritu inmaculado de cada ser establecerá el Reino Divino en todas las cosas.
El verdadero paso para la consagración se encuentra en el camino de la permanente fe del corazón, que les dará confianza y suma plenitud para vivir el universo desconocido. Los más simples sobrevivirán a las catástrofes que llegarán como purificación y fuego sobre la humanidad rebelde; así, cuando todo haya sido purificado, como el grano que es pisado en el granero, Yo vendré para restablecer Mi Reino Mayor, aquel que late perpetuamente en el corazón de este Universo Celestial.
Ahora, Mis peticiones se extienden a todos aquellos que quieran escuchar lo que el mundo ha generado. El tiempo próximo indica el camino de la superación de sí y esto será más verdadero cuando la constancia de vivir Mi Reino sea el propósito verdadero para los servidores. En todo paso y superación, Yo Me encontraré intercediendo e irradiando Mi Paz Celestial.
Volveré con el propósito de recuperar los caminos perdidos y confusos de todos los que una vez se quedaron atrás por las acciones y las actitudes de los otros, de aquellos que creyeron estar haciendo las cosas correctas; pero ahora ellos deberán pagar el mismo precio de lo que fue fracturado, molido y herido en el espíritu de los que fueron engañados.
Mi Reino es de Verdad. Yo les enseño, a través de Mi Amor, a ser luz suprema para el mundo, liberando de esa forma los códigos corruptos que se guardan en las células de la herencia humana. Por eso, Yo los reúno para vivir un camino de transparencia y de servicio inmediato al Plan del Padre Celestial. Necesito la rectitud de los servidores, que forjará, en sí mismos, los frutos y los potenciales que se resisten a donarse por un acto de suma apropiación. Pero de a poco, como una Buena Madre, Yo despierto los talentos divinos que servirán de socorro y de ayuda para el actual ciclo de la humanidad.
Hoy, les hablo con esta rectitud, porque todos los seres que ya responden a Mis Comandos están prontos para escuchar en la madurez de la consciencia.
Vigilen Conmigo y encontrarán la respuesta en todo lo que sea necesario aclarar. La Sabiduría de Mi Corazón hoy les derrama Infinita Misericordia. Recuerden que Mi Amor por ustedes es inmediato e inconfundible.
Abrazo a los que una vez Me dijeron sí y llevaron Mis Palabras al centro de su corazón, que ahora será el camino para la liberación de sí mismos.
Ámense crísticamente.
Únanse cósmicamente.
Trabajen fraternalmente, así Me agradarán.
Les agradezco por acompañarme en la Eucaristía, junto a los ángeles mayores.
Paz para todos, la Paz de Dios.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados.
Cristo Jesús Misericordioso
Un tiempo de Gracias para todos
Queridos hijos Míos: Hoy los uno a todos en Mi Inmaculado Corazón y desde el Cielo envío, a través de los ángeles, la ayuda espiritual que cada alma necesita.
Pero cuando Mi Corazón Materno les pide rezar con el corazón, es para que vuestras vidas se conviertan en portadoras de Paz y de Misericordia y especialmente vuestras divinas esencias se vuelvan preciosas mediadoras ante el Padre Celestial.
Todos, para este tiempo de crisis espiritual, humana y mundial, tienen la divina oportunidad de ser perdonados a través de la acción espiritual de la Divina Misericordia de Jesús.
Ustedes, a pesar de todo, en esta era y siglo están en Mi Tiempo de Gracia, ustedes están bajo e Mis rayos misericordiosos cada vez que Yo me encuentro con vuestros corazones, durante las Apariciones de Mi Santísima Faz de la Paz.
Mediten por un momento, queridos Míos, cuantos problemas, perturbaciones y conflictos internos y planetarios se resuelven cuando la Reina y siempre Virgen María desciende del Universo Celestial, para desatar los nudos que los amarran al error y al pecado.
Mi Estado de Gracia, el que derramo sobre ustedes, es sublime y divino, por eso, a lo largo de los siglos, Yo entrego esa Gracia a toda la humanidad a través de la Gracia que Dios Amado derramó sobre Mí en la Anunciación del Arcángel Gabriel.
En Guadalupe, Mi Gracia Maternal evitó que desaparecieran los dones de la simplicidad y del amor que fueron vividos por la Consciencia Indígena.
En Fátima, Mi Inmaculado Corazón de Gracia, evitó que el mundo humano y la vida divina desaparecieran en toda la Tierra.
En Lourdes, Mi Gracia Divina restauró al mundo de los graves pecados que fueron cometidos, llamando a las almas para la confesión y el perdón.
En Medjugorje, Yo evité el desarrollo masivo de una tercera guerra mundial, la que comenzó por la división de las repúblicas de ese lugar; todo fue evitado por medio de la Gracia de Mi Paz.
Hijos amados, hoy les revelo que si ustedes, como hermanos fraternos, como hermanos del camino espiritual, hermanos del camino de Cristo, se unen en oración por alguna causa o por alguna necesitada alma que está a punto de perderse, Mi Gracia Suprema concederá espiritualmente la salvación de esa situación o de esa consciencia y eso será posible por vuestra mediación ante Mi Corazón y el Corazón del Padre Celestial.
El mundo podría estar mejor y no sería necesario que sufriera; ahora Yo les muestro como Madre el Camino de la Paz, el que los llevará a encontrar Mi Gracia.
Que el Santo Espíritu de Dios bendiga ahora y siempre vuestros caminos.
¡Agradezco la atención de todos para este importante llamado de Misericordia!
María, Madre y Reina de la Paz
Queridos hijos:
Que en tiempos sin paz interior, brote y nazca de vuestros corazones la esperanza de vivir en la Divina Misericordia de Mi Hijo.
Hoy, la siempre Virgen María, la Inmaculada Concepción, regresa al mundo para entregar a Sus pequeños hijos un mensaje de cura, de alegría y de esperanza. Como Madre de todos, Yo conozco vuestras limitaciones y obstáculos, las que a veces el enemigo les impone para hacerlos desistir del Sagrado Camino Crístico.
Queridos hijos, hoy se inicia Mi gran peregrinación espiritual por los estados del oeste del Brasil hasta la nación de Venezuela. Lugares en donde Mi Sacratísimo Corazón y el Sagrado e Infinito Corazón de Jesús intentarán ayudar, por amor y orden divinos, a las almas de esas regiones. Así, ustedes conocerán la Vida y la Misión que cumple Mi Sagrada Consciencia Maternal en el mundo;
Yo solo espero que, a través de Mis fases, el mundo se una a Dios y se redima pronto por la obra y la fuerza insondable del Divino Amor.
Hoy estoy en Goiania para invitar a Mis queridos hijos a formar nuevos grupos de oración que apoyen, sustenten y equilibren toda esta nación junto a otros grupos de oración en el Brasil.
La Inmaculada Concepción en estos días tiene Su Fiesta Anual en el Centro Mariano de Lourdes, en Francia. Desde el primer día en que Yo me aparecí a Bernadette Soubirous, le pedí que le recordara al mundo la importancia de la penitencia, para alcanzar así la redención.
Hoy Mi Corazón les pide a todos ustedes que recuerden la importancia de vivir y de buscar la paz para estos tiempos difíciles; sé que ya Me han escuchado decirlo varias veces, pero en verdad son muy pocos los hijos que viven en la absoluta paz.
Hijos amados, es hora y es tiempo de preparar la tierra fértil para que las semillas, que son los dones del Espíritu Santo, puedan sembrarse en vuestros corazones.
El Señor Me ha pedido acompañarlos, pero existen muchos hijos desamparados, fatigados por tanto sufrir y que no tienen paz; por eso Yo les pido que recuerden esta Sagrada Gracia que ustedes están recibiendo directamente de Mi Inmaculado Corazón, porque esta unión Conmigo los ayudará para cuando Yo ya no esté públicamente entre Mis queridos hijos.
Que la Fuente y el Agua de Vida Curativa, que Yo hice brotar espiritualmente en Lourdes, hoy los bendiga, los restaure y los una siempre a Dios.
¡Les agradezco hijos Míos de Goiás por haber respondido a Mi llamado!
Que la Paz sea entre los hombres y Dios.
María, la Inmaculada Concepción
Mis amados y pequeños hijos, que la paz de Jesucristo viva y reine en vuestros pequeños corazones.
Como Madre y reina de todos los seres de este mundo y del reino Celestial, llego en este momento para instruirlos y conducirlos por el camino de Paz y de Redención. Camino que los llevará al encuentro con Mi Hijo, el Rey de reyes y que los hará retornar en Gloria a la Morada Celestial de la cual provienen.
Mis amados, Mis palabras llevan al mundo la Paz que necesita, mas para que ellas se expandan y cumplan con la Misión para la cual llegan, necesito corazones que se dispongan a ser eco de Mi Voz; dispuestos a llevar a todos los rincones del mundo este Verbo que ya no puede esconderse más entre unos pocos que se abrieron para responder a Mi Llamado.
Necesito en este momento, que Mi Voz maternal alcance a las almas más perdidas y envueltas por la oscuridad. Necesito que Mi Luz llegue a los lugares más olvidados del mundo, para que todos los seres de esta Tierra reciban en sus corazones el despertar de la Esperanza y de la Fe.
Mis amados, quiero nutrir a quienes tienen hambre y sed de Espíritu. Quiero levantar a los que están caídos. Quiero encontrar a los que están perdidos y fortalecer a los que sufren, a lo largo de los siglos, las consecuencias de las acciones imperdonables de la humanidad.
Traigo al mundo el Perdón, que tocará todas las esencias que se abran a esta Poderosa Gracia. Aun el pecador más comprometido con el mal recibirá de Dios la Luz para liberarse de la situación en la que se encuentra.
Solo necesito que voces sinceras y plenas de Fe, sean eco puro de Mi Voz y que brazos fuertes, plenos del Espíritu de Dios, sean Mis brazos en el mundo, acogiendo a todos aquellos que no tienen amor y que no conocen la esperanza.
Hoy vengo a enseñarles la virtud de la maternidad, porque quiero construir en todos aquellos que Me escuchan, los espejos de Mi presencia, que reflejen en la vida el encuentro Conmigo. A su vez por medio de las acciones, de los sentimientos y de los pensamientos, expresen el Amor que recibieron de la Madre del Mundo, de la Madre Universal.
Hijos Míos, a aquellos que están llenos de valentía, los llamo a recorrer el mundo de norte a sur y de este a oeste, llevando la Buena Nueva del retorno de Mi Hijo y de la presencia de los Mensajeros de Dios en el mundo.
No teman los juicios, las críticas, las persecuciones y las maldiciones que podrán sufrir en este camino, porque así sucedió con Mi Hijo, que venció el mal a través del Amor puro por sus enemigos. De esa manera les enseñó a llevar la Buena Nueva de esperanza para el mundo.
Háganse escuchar en todos los rincones, ya sea en los buenos o en los malos corazones. Dejen que el Amor despierte a los que duermen, convierta a los que niegan y abrace a todos, en un abrazo Divino, en el cual Dios colocará Sus Brazos.
Sepan que los méritos de esta vida, podrán encontrarlos solo en el Paraíso, más les digo, que vengo al mundo desde Mi Reino. Leyendo en las historias de sus vidas sabrán que todo dolor y todo sufrimiento, toda angustia y tristeza y toda la lucha que vivieron, fue poco ante semejante Luz que ingresará no sólo en este mundo, sino también en todo el Universo.
Yo les agradezco profundamente por la persistencia en estar unidos a Mi Corazón y los convido a seguir siempre incansables.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hoy vengo a bendecirte, sígueme con confianza. Yo te mostraré la desolación de las almas que en este tiempo final se entregan en los brazos de la perdición y del pecado. Esto hiere Mi Corazón Sacratísimo; desde lo profundo de Mi Ser siento una desolación que nunca se acaba, por la opresión que las almas viven entre la vida terrenal y la vida del espíritu.
Ven hoy y consuela a tu Maestro, acaricia Mi Corazón con tus reverberantes y simples oraciones; deseo día y noche salvar a todos los que pierden el sentido del camino que Dios escogió que vivieran desde el principio.
Necesito, queridos Míos, de consolación permanente. Las almas en estos tiempos son engañadas fácilmente por todo lo que el enemigo les coloca por delante y, como si nada, se olvidan de que Yo estoy aquí en este mundo, en Espíritu de Misericordia para ayudar a todos. Me respaldo en los corazones que buscan Mi Camino y persisten en querer vivir Conmigo un camino semejante al Calvario.
Amigos Míos, recen por las almas que Me provocan una gran desolación interior; son almas que aún no aprendieron a amar a Dios, ni siquiera a vivir el verdadero perdón. Los llamo a que por amor y devoción Me dediquen la atención que necesito, de esta manera Yo podré interceder a través de Mi Infinita Misericordia por los que no merecerían la plenitud de Mi Eterna Gracia.
Pero como Mi Amor es insondable y poderoso, vengo al mundo para derramar sobre los Míos los códigos de la conversión y de la redención.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por consolar a Mi Corazón.
Cristo Jesús
Llamo Mis soldados a los que perseveran en la Voluntad del Señor y la cumplen más allá de sus pequeñas voluntades.
Llamo Mis compañeros a aquellos que siguen a Mi lado, bajo cualquier circunstancia, y que dicen sí a Mi Plan de Amor y de rescate de las almas, aunque no sepan qué Plan es este y cómo será llevado adelante.
Llamo hijos predilectos a aquellos que reverencian a Dios por sobre todas las cosas y que, dentro de su imperfección, se entregan al desconocido Universo del Padre Celestial.
Hoy, convoco a los corazones para que se consagren a la Voluntad Mayor, pues los tiempos ya no serán fáciles para las consciencias, y las almas serán probadas por el enemigo como jamás antes lo fueron.
Hoy, los convoco para que consagren sus vidas, sus almas y sus espíritus; para que renueven el compromiso que sellaron Conmigo desde el principio y que lo vinieron a consumar en este tiempo.
A los que Me siguen, les oferto el sacrificio, y la recompensa que reciben es la salvación de las almas.
A los que Me siguen, les oferto la renuncia, y lo que reciben a cambio es la pureza del mundo, que será rescatada por las pequeñas obras de estos corazones.
No coloco grandes tesoros materiales en la mesa de aquellos que Me siguen. No les ofertaré el confort ni el descanso, en esta vida ni en la otra.
Pero hay algo en esta mesa que no hay en ninguna otra, algo que trasciende el cansancio, algo que trasciende las riquezas de la Tierra, algo que trasciende la materia, algo que no es de este mundo.
Esto que les oferto es único, es simple, es invisible, es intocable y es también inmutable.
Esto que les oferto abre las puertas del universo y colma los mundos, las estrellas, los espíritus y las consciencias.
A los que hoy se consagran a Mi Corazón, les oferto el Amor y les presento a Mi Hijo para que sea su Rey por toda la eternidad.
Mis pequeños hijos, hoy solo les digo que los reuní bajo Mi Manto para depositar en sus corazones Mi Amor y para decirles, bien cerquita de sus corazones, que jamás se olviden de que estoy aquí, y de que por más que les oferte el sacrificio, les oferto también Mis brazos, hacia los que deberán caminar eternamente.
Los ama,
María, Reina de la Paz
En la Hora de Mi Misericordia, Mi Corazón desciende en Espíritu Omnisciente para reparar a los enfermos de espíritu y de cuerpo.
De esta forma, la Coronilla a Mi Divina Misericordia reconstruye la esencia enferma y, en consecuencia, cura el cuerpo enfermo. Por eso, sus oraciones misericordiosas a las tres de la tarde pueden abarcar espacios profundos de sus consciencias y también situaciones mundiales de caos, de hambre y de guerra.
Aquel que en verdad ora de corazón a Mi Insondable Misericordia fortalece su fe, su piedad, su compasión y su perdón interior. Mi Presencia Universal, que desciende a las tres de la tarde, restaura y reordena todo lo que día a día parece desordenado y lo que no está bajo la Ley Poderosa de Mi Señor.
Vivir en Mi Misericordia significa permanecer en Mi Océano de Gracias y de Redención para todas las almas.
Por intermedio del Rayo de la Divina Misericordia, los pecadores más empedernidos, los que están lejos de Dios, pueden salvarse por el simple acto devoto de su oración.
Entonces, hoy les pido que amen este misterio de la Divina Misericordia de Cristo, porque quien persiste sin saber y sin cuestionar Mis Misterios, de la noche a la mañana despertará en Mi Reino de Amor.
Cuando Yo estuve entre ustedes, intenté demostrarles por medio de Mi Transfiguración, de la Última Cena y de Mi Pasión, los pasos humildes para alcanzar el manantial de Purísima Compasión que Dios depositó en Mi Ser Sideral.
La Fuente de la Misericordia abarca más allá de este pequeño universo, porque desde que Yo ascendí al Universo Celestial, el Padre Me concedió la Gracia de apartar el mal y el dolor de todos los Míos.
Quien vive en el Maestro, ama la Ley de la Jerarquía.
Quien obedece las órdenes internas, estará construyendo en su vida el espíritu de la sagrada humildad.
Desde el principio, quise que Me conocieran y Me buscaran, y ahora que estoy frente a sus vidas, a sus pasados y hechos del ayer, Mi Espíritu Misericordioso quiere disolver de sus historias todo lo malo que haya sucedido.
Para eso, llámenme en confianza y repitan: “Jesucristo, yo confío en Ti”. Esta será la respuesta y la señal de que finalmente podré realizar Mis Designios en sus almas.
La Fuente aún está abierta para todos, antes de la Justicia Divina.
Bajo la Gloria de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mis Palabras de corazón y de espíritu.
Vuestro Maestro del Amor, Cristo Jesús
Fray Elías del Sagrado Corazón: En este día de Aparición mensual de San José, Cristo Jesús transmitió Su mensaje diario en la presencia del Castísimo Corazón.
Queridos hijos en la Tierra:
Los Sagrados Corazones, en estos tiempos, tienen el propósito espiritual de transformar y elevar la condición de la humanidad actual. Con este fin, el Castísimo Corazón de San José se ha propuesto ayudar en el despertar de la vida espiritual a las consciencias que están dormidas.
De esta manera, el Sagrado Corazón de Jesús obra por medio del Castísimo Corazón de San José para abrir una fuente inagotable de Gracias y de Pureza Infinita para toda la humanidad, a través de este gran Espíritu Obrero.
Jesús quiere consagrar América al Sacratísimo y Bendito Corazón de San José para que esta parte de la humanidad alcance la paz y la pureza del alma y del cuerpo. Esto será posible mediante las oraciones diarias y constantes que nombren las Bienaventuranzas del Casto Corazón.
Si la humanidad en su mayoría respondiera al pedido del Sagrado Corazón de Jesús habría, por intercesión de este Obrero de Dios, una salvación ilimitada de almas que en estos tiempos se están condenando al Infierno eterno.
Antes de Mi Venida gloriosa, América deberá consagrarse al Castísimo Corazón de San José y al Inmaculado Corazón de María, para que esta parte del mundo sea digna de recibir la visita espiritual del Rey de las Estrellas.
Si esta consagración a San José y a la Virgen María se realizara como un voto por parte de las almas, los acontecimientos cambiarían y la humanidad sería perdonada en su totalidad.
Para una mayor consagración de las almas al Bendito y Sacratísimo Corazón de San José, Mi Consciencia Misericordiosa les dejará por escrito en este día Las Siete Bienaventuranzas del Castísimo Corazón de San José, Bienaventuranzas que les permitirán encontrar fuerzas internas para los tiempos críticos, con el fin de que se establezca la paz en todos los seres.
Las Siete Bienaventuranzas del
Castísimo y Sacratísimo Corazón de San José
Primera Bienaventuranza
Recibir los Dones del Cielo
por medio de la consagración al Padre en la Tierra.
Segunda Bienaventuranza
Redimir los errores
a través del amor al Venerable San José.
Tercera Bienaventuranza
Perdonar el pasado
por medio de la cura del Casto Corazón.
Cuarta Bienaventuranza
Vivir eternamente la aspiración de servir.
Quinta Bienaventuranza
Ser misericordioso hasta en las pequeñas acciones
para que las Gracias desciendan desde los Cielos.
Sexta Bienaventuranza
Orar con el corazón para que la devoción del alma emerja.
Séptima Bienaventuranza
Preferir estar en el Cielo junto al Casto Corazón de San
José para que todas las almas encuentren la salvación.
Quien medite sobre estas Bienaventuranzas recibirá el impulso de permanecer eternamente bajo el amparo divino del Castísimo Corazón de San José.
Bajo la Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, sean puros y bienaventurados.
Gracias por recibir en el corazón el Amor del Casto Corazón de San José.
Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más