Sábado, 19 de julio de 2014

Mensaje extraordinario
MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, CON MOTIVO DE LA REUNIÓN ANUAL DE LA ORDEN GRACIA MISERICORDIA

Si en verdad Me vieran como Yo los veo, muchas cosas ya no sucederían en su mundo interior y exterior. Yo vengo a llamar a los que se pierden en sí mismos y se escapan muchas veces de la Verdad. En ellos, Yo He repetido Mi Propósito durante mucho tiempo y aguardaré hasta el final una sabia respuesta, una respuesta verdadera. Pero ahora, que todo parece estar confuso en muchos, la Luz de Mi Sabiduría los envuelve, confortándolos. 

Veo que Mi Padre, a través de tantos sabios y seres celestiales, Ha confiado en todos ustedes y en muchos más; pero el camino de la Verdad comienza buscando la transparencia en sí mismo, para irradiar después la pureza y en consecuencia la verdadera intención del corazón. 

Cuando el Propósito sea visto por ti mismo, te aseguro que fallarás en el primer intento, porque la Verdad no te ha sido mostrada y estarás sujeto al engaño permanente. Por eso, líbrate de ti mismo, para que Yo pueda hacer lo que tengo previsto, desde antes de tu nacimiento en el mundo. Pues Mi Verdad, que no es conocida, se encuentra en el espíritu de la Paz y ese mismo espíritu es sembrado por el Amor de Dios, en donde existe el centro supremo de la Verdad. 

Como muchos no conocen estos simples misterios de la vida, Yo vengo a revelarles la Verdad de que ya no deben actuar por los impulsos de su propia imperfección. Por esta causa, muchos hacen padecer a Mi Corazón Sagrado y Él muestra la Sangre que derrama por los errores del mundo, que ofenden a Dios, sin que perciban la gravedad de estos tiempos. 

Antes de que la Ley descienda del Cielo, en donde Yo vivo en Gloria todo el tiempo, Yo intercederé ante Mi Padre para aliviar las causas y heridas espirituales imborrables que muchos ocasionan al Altísimo Creador. 

Yo padecí por ustedes, para que ustedes no padecieran en vida. Yo morí por ustedes, por Amor, para que ustedes no murieran en espíritu. 

¡Ay de aquellos que Me ofendan, por ignorancia y falta de consciencia, en estos tiempos que vendrán! 

Aquel, que se oponga a Mi Propósito, sufrirá por la acción de su propio querer y Mi Misericordia Infinita se convertirá en un manantial de Justicia en los que Me sean infieles. 

La vida no puede vivirse en dos caminos, escojan a tiempo qué camino seguirán, el de la Luz o el de la eterna oscuridad del mundo. Fieras y redes diabólicas se soltarán sobre el mundo, como lluvia en noche de frío, y convencerán a muchos para seguir falsos caminos, movidos por la emoción y por el engaño. ¡Pobres de estas almas que Me abren heridas antes de tiempo!

¿Dónde quedará lo que Yo les He dado con tanto amor y confianza?

Pero la Verdad se busca en la humildad, que nunca debe acabar, más si ella llegara a faltar, invoquen a Mi Presencia para que el orgullo que muchos tienen no los ahogue y no los inunde como una barca en el mar. 

Yo Soy la Salvación y el Camino Perfecto para los que se humillen ante Mí; pero sé que muchos, por sus ideas y sus propios preceptos, no se dejarán rendir a Mi Amor y ante la aparición de la menor crisis de vida, decidirán serme infieles y en verdad no saben lo que esto significará en este tiempo de tribulación. 

Recen para que sus seres se desprendan de las causas de la perdición. No sean orgullosos, sino sean valientes y humildes para encontrar la rendición. A quien esté dispuesto a seguirme, Yo lo ayudaré hasta el final y no lo dejaré solo a pesar de la gravedad de los tiempos. Por eso, busquen la unidad sincera con sus semejantes; así sus corazones serán espejos de la Verdad y de la Misericordia que, por el propio poder que Yo les daré, expulsarán el mal, disolviéndolo en cualquier camino. 

Para ser Mi apóstol es necesario ser humilde y no astuto, sus propias miserias pueden sumergir el proyecto confiado a sus vidas. Únanse y todo se resolverá a través de Mi Presencia Infinita.

Bajo el Amor del Padre, que los acoge y los perdona, sean verdaderos, y así Me agradarán.

Cristo Jesús Glorificado