Confíen en Mi Amor Maternal y serán salvos. Comulguen de Mi presencia divina para que sus corazones se liberen de todo dolor y renazcan como pequeñas luces para el Señor.
Queridos hijos, el Señor necesita servirse de ustedes cada día en esta vida y durante todo el tiempo que pasa. Por eso, Mis pequeñísimos corazones, aférrense a Mi Manto de Luz para que, debajo de Mis humildes pies, puedan ver el camino que Yo les indicaré hasta el trono del Señor.
Oremos por la paz en el mundo y, en especial, oremos por todos aquellos corazones que viven día a día sofocados por el sufrimiento y perdidos en la confusión del corazón. Para aliviar todos estos males, Mis pequeños, necesito perpetuamente de sus oraciones. Así, Mis queridos, muchos corazones que en este último tiempo están perdidos, podrán ser rescatados desde las penumbras de la vida y del mundo y así ser salvos.
El Señor, que es digno, prodigioso y misericordioso, quiere, a través de Mi Presencia Maternal, salvaguardar a todos los corazones que, sin percibirlo, son distanciados de Su Corazón de Amor. Ahora, Mis soldados, ha llegado el tiempo de dar todo por amor al Supremo Padre; eso contribuirá para la liberación de las grandes faltas que muchos hombres cometen injustamente contra el Corazón de Dios.
A ustedes, Mis pequeños, que como siervos de la oración responden a Mi llamado de paz, les digo: Yo, la Reina de la Paz, cuento con el pulsar de sus corazones, que, llenos de oración y de Misericordia, ayudarán en la armonización de muchos corazones ciegos.
Mi Luz Divina, Luz que mensualmente les estoy trayendo hacia sus corazones, es la misma que deberá ser irradiada a sus hermanos, los que aguardan reposar en Mis brazos maternales.
Por eso, Mis queridos hijos, cada día de servicio que pasa equivale a años para el rescate de los corazones que están ausentes del Amadísimo Señor de los Cielos.
Mis pequeños, estamos en tiempos de Gracias Especiales y Únicas que a través de Mi Inmaculado Corazón están siendo concedidas a los corazones que no las merecerían. Y, como Mi Amor es grande e inmenso por cada uno de ustedes, podrán comprender que Mi Divino Corazón de Madre y Sierva está obrando en honor a todos Mis hijos necesitados de Mi Amor.
Estoy preparando sus corazones a diario para los tiempos que vendrán. Yo los escucharé y los encontraré en el ejercicio interno de la oración porque, les aseguro y les confirmo, que Mi Inmaculado Corazón estará dentro de sus pequeños corazones.
Es hora, Mis amados, de que el Amor que brota desde Mi Divino Corazón sea una expresión de vida para cada una de sus almas.
Que el Señor, a cada momento los bendiga a todos ustedes, Mis hijos.
Los adora y los ampara,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Calmen sus lamentos en Mi Corazón y les aseguro, hijo Mío e hija Mía, que encontrarán la Luz de Mi Reino.
Queridos hijos:
Sigamos obrando para Dios a través del poder de la oración. El enemigo intenta disolver Mis Planes para las almas preciosas, las que debo rescatar de vidas oscuras. Por eso, Mis soldados, si en algún momento de la vida están en prueba, sigan camino y corran hacia el centro de Mi Inmaculado Corazón para que Yo los proteja y los ampare.
Mis pequeños, debemos orar porque el último tiempo está llegando, y los corazones solo se podrán afirmar en la fuerza del Amor Divino de Mi Corazón. Quiero decirles, Mis pequeños, que coloco a todos Mis seguidores de la oración frente al dolor del mundo, mundo que le debe mucho a Nuestro Señor.
Para aliviar el dolor y la desesperación diaria de las almas, hoy les pido que oremos para que la Luz Misericordiosa de Dios descienda sobre todos los corazones que buscan la paz. Pero el mundo y la humanidad alcanzarán la paz y el nuevo tiempo venidero de Dios cuando, en humildad y renuncia, oren por su propia salvación.
Yo estoy aquí para ayudarlos y guiarlos hacia Mi Reino de la Paz, Reino de Dios. Aguardo, a cada momento, por Mis hijos en oración. Recuerden todo lo que Yo les he dicho hasta ahora. Así comprenderán que la prueba en la vida es pequeña delante de la emergencia del mundo.
Oremos y obremos por la paz.
Los ama y los ampara siempre,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más