- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
A los que una vez despertaron a Dios
Mírate y con fe observa lo que ha sucedido en tu vida después de estos últimos y largos años.
Mira con amor y fervor todo lo que de a poco ha cambiado, cuántas cosas ya se disolvieron y cuánto hay aún por sublimar y entregar.
Reconoce que eres un milagro de Dios y que tu consciencia fue bendecida por el Padre Celestial.
Después de tantos esfuerzos, pruebas y desafíos, mira con gratitud dónde te encuentras hoy y quiénes te rodean. Ellos son tus amigos, tus compañeros y tus apóstoles, los apóstoles del camino.
No pierdas la esperanza y vislumbra con alegría las maravillas que el Señor ha hecho en tu vida.
Mira el pasado transformado y convertido, y contempla el presente consagrado a la Voluntad de Dios.
Todo en la vida tiene un porqué. Todo en la vida tiene un sentido y una meta. Todo lo que sucede tiene un motivo y es parte de un principio infinito y eterno.
Alégrate y vuelve a confirmarte en el camino del amor, de la constancia, de la perseverancia, de la fe.
El mundo necesita un alma valiosa como la tuya, que pueda ser receptáculo de todas las Gracias y aliento para los que más sufren.
Escucha, escucha de nuevo el llamado del Señor y deja que sea Él el que guíe tu vida hacia la próxima etapa.
Ha llegado la hora de que reconozcas la divinidad en ti, siendo un alma pobre, despojada y libre a los Pies del Redentor.
Recuerda, día y noche, cuántas cosas ha hecho el Señor de la Vida en tu vida. Penetra, finalmente, el Gran Misterio y sé parte de la Creación, estando en comunión interna con el Cielo y la Tierra.
Solo agradece, una y otra vez; agradece para que el espíritu de la gratitud reconstruya el planeta y, sobre todo, a la humanidad; que la gratitud te lleve a comprenderlo todo y a amarlo todo sin condiciones y sin expectativas.
Y ahora, después de tantos años de bendiciones y de instrucciones, celebra con el Cielo la victoria del Rey en tu pequeñísima vida.
Comparte con el mundo el sentimiento profundo del Amor de Jesús, para que hasta la más pequeña partícula de vida sea renovada. Celebra el Sacramento de la fe y de la esperanza.
Deja que el Santo Espíritu impulse tu vida hacia los nuevos cambios y que, por muchos años más, seas el ejemplo de una conversión alcanzada, de un milagro sucedido, de una obra realizada en lo más íntimo de tu corazón.
Todo es parte de la Gracia y del Amor de Dios.
Todo es parte de una Voluntad Suprema, inalterable e irrefutable.
Todo es parte de la Obra de la redención y de la paz.
Sigue siendo el ejemplo de la persistencia; sigue siendo el ejemplo de la fe y del servicio por la humanidad.
Que toda tu consciencia, alma y vida hoy sean bendecidas, a fin de que se cumpla lo que está escrito.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Los Planes de Dios y todos Sus designios se pueden cumplir en la humanidad cuando emerge de los corazones la verdadera adhesión.
Esa incondicional adhesión es la que permite manifestar los Planes del Altísimo y es la que le concede a la humanidad la oportunidad de recibir Gracias y Misericordia.
Pero cuando esa adhesión por parte de las almas es trabajada honestamente, lo que antes era un designio, o incluso un Propósito Divino, se convierte en realidad porque en el mundo interno de las consciencias existe apertura y disposición a cumplir todo lo que el Universo Divino programa.
Eso también permite la redención y la conversión de los corazones. De esa forma, desde el Universo se derraman gracias que están llenas de oportunidades y que le concederán la cura a la humanidad.
Luego de que las almas den el paso y ayuden a concretar el Plan, después de que se cumpla el Designio como estaba previsto y pensado, allí será cuando los corazones tomarán consciencia sobre la importancia de siempre llevar adelante la Voluntad de Dios, que es una Voluntad que abarca muchas dimensiones y a muchas consciencias.
¡Les agradezco por responder al Propósito Divino!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como en pergaminos de luz, los Designios de Dios descienden al mundo y son entregados en las manos de los hombres a través de Sus Mensajeros.
El Padre Creador les dice:
“Vayan y cumplan Mi Plan, sin comprender, sin analizar, sin resistir. Vayan y cumplan Mi Plan con amor, con valentía, con la gratitud que nace del espíritu y se manifiesta en las obras y en las acciones humanas”.
El Creador, hijos, los invita en este tiempo a manifestar una Obra verdaderamente fraterna y renovada por Su Espíritu, en donde lo sagrado puede habitar y todas las almas encuentran su espacio, su lugar, único e insustituible.
Contemplen la Voluntad de Dios para este mundo, así como para cada ser, y comprenderán que Yo vengo en este tiempo para enseñarles a amar y a transformar este mundo de caos y guerra.
Hijos amados, con los portales abiertos hacia el Cielo, vengo a invitarlos a que permitan que este Reino Celestial, hoy aún oculto para el corazón humano, se manifieste en la Tierra.
Vengo a llamarlos, no solo a la oración y al despertar a una vida superior que para muchos aún es invisible, vengo para que aprendan a manifestar en la Tierra aquello que buscan en lo más alto de los Cielos y que, de esa forma, ya no pasen sus vidas buscando algo que nunca alcanzan, sino que sean constructores de eso que la humanidad está buscando encontrar y que ustedes, hijos, sean las manos que se extienden delante de las almas para que ellas vean y sientan que es palpable aquello que tanto buscaron.
Vengo a invitarlos a ser los que concretan Mis Planes, manifestadores de la vida superior y que ella ya no sea solo espiritual, sino que sea también palpable y forme parte de su humanidad, que componga en el espíritu lo que el hombre manifiesta en la materia.
En un mundo de guerras, en un mundo de abismos dentro y fuera de los seres, vengo a llamarlos para que ustedes sean lo nuevo y que siempre estén dispuestos a ser otros, acompañando el flujo de la transformación del Universo, para que en todas las etapas del planeta las almas encuentren en ustedes aquello que necesitan.
Les pido, hijos Míos, que observen los Designios celestiales, que comprendan cómo se mueve la Voluntad de Dios; porque Yo no estaré siempre aquí para dictarles el camino, y en ese momento sus corazones deberán ser uno con la Voluntad y la Sabiduría Divina, porque la aman, la respetan y la reverencian; porque la viven y la saben, la experimentan todos los días.
Llegó el momento de que las islas de salvación cumplan con su papel. El mundo está agonizando y la vida del espíritu ya no debe ser selectiva, todos deben poder encontrar su lugar y la puerta abierta para descubrir su forma de servir a Dios.
Este ciclo es un ciclo de últimas oportunidades para muchos espíritus. Comprendan que su evolución y la de muchos de sus hermanos se define en este tiempo, en este ciclo del planeta. Por eso, todo lo que puedan hacer para que otros conozcan a Dios, es poco.
Mis hijos están perdidos en este mundo y Yo vengo para encontrarlos. Para eso debo hacer de aquellos que ya Me escuchan, Mis Pies que caminan en el mundo, Mis Brazos que amparan a las almas, Mis Manos que se extienden en auxilio, Mis Ojos que encuentran a los perdidos, Mi Corazón que acoge a los que se sentían abandonados y olvidados por Dios y por el mundo.
Por eso, hijos, acepten hoy, más que la vida de oración, la vida que los lleva a ser instrumentos de Dios en el mundo y sean parte de Mi Corazón y prolongamientos de Mi Presencia.
Que esta Obra sea la embajada de Mi Paz en la Tierra y que todos ustedes sean los que proclaman Mi Presencia.
¡Yo los amo y les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo siempre triunfaré por encima de todo mal, porque la humildad y el cariño de la Sierva de Dios por todos Sus hijos es muy grande y desconocido.
Así seguiré pisando con Mis Pies a la astuta serpiente y la haré sucumbir en su propio infierno porque, así, nunca lastimará a Mis hijos.
Soy la Guardiana de las Puertas de los Cielos y en Mi Corazón proclamo la Voluntad de Dios y el advenimiento del retorno de Mi Hijo.
Soy la Sierva de Dios, incansable, la Señora de la Luz que con Sus siete espadas derrota al mal y no deja que él se aproxime a los corazones simples.
Porque la humildad de los corazones también salvará al mundo y hará triunfar en la Tierra al Reino de Dios, así como es victorioso en los Cielos.
Nunca piensen que los abandonaré. Al contrario, hijos, soy la Madre de todos, la que con Sus simples pies pisa la cabeza de la maldad y del engaño.
Deseo que más corazones estén Conmigo en este tiempo, que más almas despierten a su realidad espiritual.
Por esa causa están Conmigo al frente de la batalla para que, como Mis soldados, hagamos triunfar el poder del perdón y de la Misericordia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Reaparecimiento de Cristo, lo que todos los oídos del mundo podrán escuchar
Hijos Míos:
Una de las mayores dificultades que vivirá el Plan Mayor será en el momento del Reaparecimiento de Cristo, porque eso significará para la humanidad, la gran oportunidad de adherirse a ese acontecimiento o de ser indiferente al Retorno de Cristo.
El Reaparecimiento de Cristo será posible por el apoyo incondicional y verdadero de Sus más queridos servidores; porque Su segunda venida dependerá de la colaboración material de todos los que son afines a ese momento.
Si esa colaboración por parte de todos para el Plan del Reaparecimiento de Cristo fuera sincera y no mediocre, marcaría un antes y un después en la actual humanidad.
Ese tan esperado Reaparecimiento de Cristo será posible si en toda la consciencia humana existieran el debido interés y la más amorosa disposición para preparar ese momento mundial.
La donación de los servidores será uno de los factores claves para que el Reaparecimiento de Cristo se pueda dar, así como la cooperación de todos Sus allegados en la difusión de la Palabra de Cristo por intermedio de los medios de comunicación.
Cristo ya le ha hablado al mundo muchas veces y Él, con Su Presencia, ha preparado a las consciencias para que fuesen fieles colaboradoras y gestoras del momento de Su Reaparecimiento.
En este sentido, la segunda venida de Cristo a la humanidad deberá estar bajo una coyuntura semejante al Nacimiento de Jesús.
Por eso, en el momento del Reaparecimiento de Cristo, la raza humana y sobre todo Sus seguidores, deberán tener presente que de ellos dependerá que ese importante acontecimiento se pueda dar.
¿Por qué les digo esto, hijos Míos?
Porque en este tiempo actual de la humanidad las propias consciencias, a través de su adhesión y de su colaboración con el Plan del Retorno del Señor, estarán dando la respuesta correcta al Universo para que los tiempos y los acontecimientos se definan ante la segunda venida de Cristo.
Para que el Reaparecimiento de Cristo se concrete, la humanidad deberá corresponder, no solo con su interés por dicho acontecimiento, sino también por su colaboración en todos los preparativos para que eso suceda.
Todo lo que cada servidor pueda donar y contribuir será parte de las bases que prepararán el momento del Reaparecimiento de Cristo.
Cada contribución, el esmero en la vida espiritual, así como cada entrega a Dios, de corazón, preparará el momento del Reaparecimiento de Cristo.
Cada acto de verdadera cooperación y de sincera construcción del Plan en este tiempo, ayudará en la venida de Cristo.
Así, el Maestro y Señor, en el momento de Su Reaparecimiento, tendrá en este planeta y sobre todo entre Sus seguidores, una estructura espiritual y también material que le permitirá actuar y proceder para poder definir la próxima humanidad.
El Reaparecimiento de Cristo exigirá la donación de todos y, sobre todo, la colaboración espontánea sin la necesidad de que la Jerarquía Espiritual tenga que anunciar, de ciclo en ciclo, que Su segunda venida necesitará, en ámbitos mayores, de la contribución de los más conscientes para que esta Gracia del Retorno de Cristo pueda ser vivida por los más inconscientes y por los más separados de la Verdad.
El Reaparecimiento de Cristo será el momento de mayor sacrificio y también exigirá de aquellos que en verdad estarán con Él, salir de la comodidad mundial, espontáneamente donar y entregar sus vidas en las Manos del Maestro, a fin de que Su Reaparecimiento cumpla con todo lo previsto por el Sagrado Universo Creador.
Estén atentos, hijos Míos, porque el Reaparecimiento de Cristo colocará a cada uno ante la verdad del Plan y de cómo cada servidor está delante de su compromiso de preparar la segunda venida de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Entra en lo más profundo de Mi Corazón y encuentra el Jardín Divino de las Rosas; allí, cultiva tus aspiraciones de servir a Dios.
Permite que cada etapa se cumpla para que se realice, por encima de todo, la Sagrada Voluntad de Dios.
Quédate en Mi Jardín Divino de las Rosas todo el tiempo que necesites, él siempre estará abierto para recibirte, para que reposes tu cuerpo después de duras batallas y de arduos trabajos.
Solo siente los aromas sutiles de Mi Jardín y recuerda que allí Yo siempre estaré para recibirte, para abrazarte y auxiliarte, así como lo hago con cada uno de Mis hijos.
Quédate dentro de Mi Jardín Divino de las Rosas, siente la verdadera libertad de tu alma y la liberación de tu consciencia de las prisiones de la vida.
Recógete dentro de Mi Jardín Divino de las Rosas y siente la paz que nunca termina, la alegría que siempre emana, el gozo espiritual de estar en Dios; allí no hallarás ningún mal, al contrario, dentro de Mi Jardín no existe el sufrimiento, la culpa o el error.
Sumérgete dentro de las Rosas de Mi Jardín y siente la belleza de servir a Dios incondicionalmente, como también el júbilo de estar cumpliendo Sus más preciados Designios.
Y, finalmente, en el centro de Mi Jardín encontrarás a Jesús, quien te renovará la vida y te mantendrá entre Sus Brazos para que sientas el Universo infinito de Su Amor y de Su Misericordia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Eleva tu corazón a Dios y no te canses de hacerlo, porque en este tiempo el corazón debe ser el receptáculo seguro para que Dios viva dentro de ti y lleve adelante Su gran Voluntad.
Eleva tu corazón a lo Alto y no te canses de hacerlo, por todos los que en este tiempo no elevan su corazón a Dios y no piden ayuda, humildemente.
Eleva tu corazón al Cielo y haz de cada etapa de la vida un momento de oración capaz de reparar la consciencia humana, capaz de atraer desde el Universo toda la Gracia que este mundo necesita.
Eleva tu corazón al Universo y forma parte de las estrellas.
Anímate a trascender las diferencias y todo lo que separa a los hombres de Dios.
Sé parte del Corazón Crístico de Mi Hijo para que, en esta hora aguda del planeta, las almas encuentren a Dios en su interior y tengan a qué poder aferrarse.
Eleva tu corazón a Dios y haz de cada momento una oportunidad de consagración interior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El deseo ardiente de Dios es que en Cuenca exista una Comunidad-Luz, guiada y acompañada por un monasterio de la Orden fundada por Mi Hijo.
Para que eso sea posible, vengo a pedir la unión y la integración de Mis hijos de Perú, Ecuador y Colombia para llevar adelante este íntimo deseo del Creador.
Quiero, enseguida de eso, fundar un Centro Mariano en Cuenca, que llevará la advocación de María, Madre de las Montañas.
Allí deseo instalar un centro de oración por los Andes y por todos los pueblos de la región andina, a fin de atraer desde el Cielo los Dones de Dios que, por medio de la comunidad y de la vida de servicio y de oración, se deberán instalar.
Deseo de Ecuador una tierra consagrada junto a Colombia, Perú, Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina, como un nuevo Edén, en donde la humanidad sea regenerada en los próximos tiempos.
Enseguida deseo fundar otra comunidad en la región de Guatavita, en Colombia, y también un Centro Mariano que tendrá la advocación de María, Reina de las Culturas.
Si Mis hijos, con tiempo, llevaran adelante estos designios, prometo proteger y amparar el surgimiento de una nueva humanidad en esta región.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En verdad, hijos, pocos tendrán la Gracia, en este tiempo, de reconocer los Prodigios de Dios hasta en los más mínimos detalles de la vida; pocos tendrán la capacidad de comprender que por detrás de cada pedido o intención, allí se encuentra la Voluntad de Dios.
Por eso, solo los que tengan un corazón simple y una mente humilde, no dudarán ni fracasarán en su fe, porque estando vacíos de sí, estarán libres de sí mismos.
Nunca pueden, hijos, poner en juego su fe y mucho menos los Designios del Padre por intermedio de Sus Jerarquías, ya que existe, por detrás de todo, un Propósito que no es palpable para los orgullosos ni los propietarios de sí.
En este tiempo, hijos, deben aprender a diferenciar la Voluntad del Padre de su voluntad propia, deben dejar de subestimar lo que no les gusta y les parece falso en comparación con aquello que les apetece y les trae comodidad.
Nunca pueden, en un camino espiritual, juzgar con la misma vara lo que les agrada y lo que les desagrada, deben tener presente que sus oscilaciones internas o sus dudas irreales no pueden desestabilizar la Obra y, sobre todo, a sus consciencias hermanas, como otros ya lo hicieron después de haberles confiado todo.
No se puede juzgar mezquinamente con la Obra de Dios.
Estén atentos y sean celadores de la Verdad Suprema y no de sus conveniencias.
Estaré agradecida de que sean más maduros en la evolución.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Con alegría, su Madre Celeste hoy se presenta para demostrarle al mundo los sagrados Prodigios de Dios, los que provienen de Su humilde y misericordioso Corazón; Prodigios que permiten hacer sentir en los corazones de Sus hijos que siempre existirán y reinarán el amor y la esperanza.
Queridos hijos, es la fuerza motriz de la esperanza y del amor la que vence al mal, ese que, de tiempo en tiempo, por la falta de amor en los corazones, hace sucumbir a todos los pueblos en el error y en la adversidad.
Pero hoy, vengo a hablarles de un prodigio especial concedido por el Padre Eterno para que el mismo permita la realización del proyecto sagrado de las Familias-Luz. Un proyecto sentido y vivido por el Corazón del Padre y llevado adelante por la Obra de los Mensajeros Divinos en el planeta.
La familia es el modelo de la perfección que debe ser amparado y resguardado en estos tiempos críticos, para que ella encarne el Don del Amor de Dios, el que la hará digna ante el Universo y la Creación.
Como Madre de las familias, vengo a proteger con Mi Manto de Luz a todos los seres que integran una familia, la que algún día deberá tornarse espiritual y evolutiva.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando se derrota al mal, todo a su alrededor se mueve, ya que sus ideas mayores son disueltas por el rayo del Amor del Creador.
Forma parte de toda batalla un movimiento posterior a lo sucedido porque, en este sentido, el obstáculo que antes mantenía a las almas presas es quebrado por el fuego imperativo de la Voluntad de Dios. Nada queda en el lugar que antes tenía. Comienza el ciclo de la purificación y las cosas más profundas son removidas del lugar en el que se encontraban.
Por eso, hijos, la derrota de una fracción del mal implica muchas consecuencias posteriores, las que permiten transformarlo todo.
Todo lo que sucede en este tiempo, como todo lo que la consciencia recibe, es parte de un misterioso destino que se abre ante sus ojos para poder reconocerlo.
Ha llegado la hora de responder a las necesidades de la luz, ya que el mundo, en su propio hipnotismo, no puede despertar al llamado de una evolución sin límites.
Será necesario cumplir con la parte que nos corresponde. Solo eso ya aliviará muchas cosas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Señor se agrada por quien siempre se sacrifica de corazón y nada reclama.
El Señor se siente amado por quien se sacrifica y acepta con alegría cada nuevo desafío; porque, al fin de toda labor, aquel que en verdad se entregó sin condiciones ni reglas, descansará en los Brazos del Señor.
Vive con alegría y no con incomodidad todo aquello que te pidan que hagas porque, en verdad, detrás de cada pedido existe una coyuntura cósmica ajustada por la Voluntad de Dios.
Vive el sacrificio como un acto de reparación permanente del Corazón de tu amadísimo Señor Jesucristo y así encontrarás las puertas abiertas hacia Su Divina e Infinita Misericordia.
Cada vez que no vives o que rechazas mentalmente algún sacrificio, pierdes la gracia de aprender a liberarte de ti mismo y de todas tus condiciones humanas.
Ten lo siguiente bien claro dentro de ti, los verdaderos obreros de Cristo se sacrifican dos o más veces que el resto y ellos reciben del Señor todo lo que necesitan espiritualmente. Cada sacrificio, que ellos viven, hace que no teman el morir para sí porque en realidad son parte del Cuerpo Místico de Cristo y eso los santifica, día a día.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
AURORA, el nuevo amanecer…
Que los tibios de corazón se aparten, porque Aurora vuelve a amanecer en el interior de los que creyeron en ella desde el principio.
Que los injustos que no supieron reconocer a Aurora se rediman, porque llegará la hora en que la Aurora Azul brillará en el firmamento de este mundo.
Aurora es el rayo que separa el bien del mal.
Aurora es el escudo que repele los embates de las tinieblas, pero su fuego puede calcinar todo lo que toca.
Rendirse a Aurora es una meta. Unirse a Aurora es un propósito.
Por eso Aurora emana su Fuente curadora de luz para revertir todos los males internos. Dichosos serán los que se dejen moldear por su fuego, porque Aurora hará de cada alma un precioso triunfo para Dios.
Mientras puedan, déjense vencer por la corriente poderosa de Aurora y sus lazos con el mundo se romperán, sus cadenas más resistentes serán liberadas y recibirán el soplo del fuego divino de Aurora.
No quieran comprender de dónde proviene su poder. Únanse a la llama flameante de Aurora y forjarán en ustedes un verdadero e inquebrantable soldado de la luz.
Abran camino, reclinen sus cabezas y reverencien al Reino de Aurora, porque su espíritu maternal y femenino vencerá todas las agudas batallas de estos tiempos.
No ostente, ningún hombre sobre la superficie de la Tierra, vencer a Aurora, porque será empujado por su incomprensible magnetismo de luz; como algunos que antes estaban aquí y fueron expulsados muy lejos de Aurora por arrogancia o poder.
Sépanlo bien, Aurora es el Poder del Padre manifestado.
Aurora es la Voluntad concreta que transmuta todas las formas. De nada servirá oponerse a ella, porque perderán esencia y energía.
Aurora tiene el don de resucitar a los muertos en vida.
Aurora tiene la virtud de despertar a los que están más apartados del Amor de Dios y de la Verdad.
Pero Aurora no retiene a los duros de corazón y a los codiciosos de mente, ya que Aurora no se comunica con ningún poder de uso humano.
Aurora está lejos de lo material ya que sus Leyes son inmateriales y están íntegras en su esencia interior.
Aurora no protege a los falsos ni estimula el honor de los fríos de corazón.
Su fuego es poder. Su llama es redención.
Aurora es una Consciencia desconocida, pero quien la ama la conocerá y la comprenderá.
Aurora es el refugio de los humildes y es la morada de los espíritus heridos.
Aurora es la estrella que renueva la consciencia, pero también es el estandarte de los descalzos siervos de Dios.
Aurora es la Esencia Divina en la manifestación de Dios. Es la sagrada corriente curadora que todo impregna y renueva.
Aurora puede ser parte de un ser, y un ser puede ser parte de Aurora; y así se establece la comunión interna con la Hermandad.
Aurora hoy amanece y muestra su gran Espejo, el que le refleja a las almas el mensaje de la redención y del amor.
Aurora despierta de su sueño profundo y, ahora, con toda su infinita Consciencia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Estrella de Belén brilló en lo más alto y profundo de los Cielos, anunciando al mundo la llegada de una nueva y última oportunidad de redención.
Aquellos que miraron hacia el firmamento y la encontraron, como un corazón que pulsa en el infinito, siguieron sus pasos y llegaron hasta donde los llamaba la Voz y la Voluntad del Padre Celestial.
El silencio de la Estrella de Belén guarda su profundo e insondable misterio.
Los corazones pueden seguirla, porque Ella se refleja en el Cielo, así como en el interior de los que se abren a sus señales.
Siguiendo a la Estrella de Belén lleguen al Portal de la humildad, de la pobreza de sí, del misterio, del vacío. Allí podrán encontrar lo que Yo vengo gestando para cada uno de Mis hijos.
Sigan hacia el Portal de la humildad de Belén que guardan en su interior. Allí, Yo los aguardo con todo el Universo, en la Presencia de su Padre Creador, para dar a luz a un nuevo ser, a un nuevo tiempo.
Gracia infinita, hijos Míos, es abrirse al Misterio de la Natividad de su Señor, cuando la memoria del perdón de los pecados humanos vuelve a perdonar y a limpiar los corazones de los hombres que se abren, al menos un poco, para el Camino de la Redención.
Gracia infinita es la Natividad de su Señor, cuando la memoria de la entrega y de la Humildad de Dios le da a los hombres la posibilidad de entregarse y de caminar por una nueva senda, en la que las vanidades, las mentiras y el orgullo quedarán del lado de afuera, pues, tan pequeña y simple es la Gruta de Belén que solo caben en ella la Humildad de Dios y de Sus siervos.
Gracia insondable es el Misterio de la Natividad de su Señor, cuando delante de la memoria viva del momento en el que toda la Creación se detuvo para contemplar a la Tierra, nuevamente el Creador detiene la atención del Infinito, para que, por menor que sea la apertura de las almas, Su Misericordia pueda inundar los corazones.
Pocos conocen la verdadera Gracia de la Natividad del Señor.
Pocos saben todo lo que su Dios y Creador realiza en lo invisible de este mundo y en lo profundo de las almas, cuando los corazones se dejan tocar por la pureza de este momento.
El Nacimiento de Cristo, así como su eterna memoria, hijos Míos, es un misterio aún insondable para los corazones del mundo, pero para vivirlo basta que permitan que sus corazones sean tocados por Su Pureza, lavados por Su Misericordia y renovados por la sagrada humildad que se guarda en este momento, tan santo y único, para toda la Creación.
Cielos y Tierra se detienen para contemplar la Natividad del Señor, porque desde que Dios se hizo carne entre los hombres, una Gracia desconocida se vive en toda la Creación.
Allí, hijos, Dios, dio inicio a un Plan de redención que aún está por cumplirse y que, año tras año, se renueva para la Tierra, a través de los corazones que creen en este misterio y que, sin comprenderlo, se abren para recibir sus Gracias.
Hoy les pediré que oren.
Oren por los que no creen en la esencia de la Natividad y olvidan el verdadero sentido que la humanidad se une para celebrar.
Oren por los que están solitarios, abandonados e infelices, porque no conocen a Dios, no se abren a Su infinito Amor y más que eso, Hijos Míos, porque no tienen en la Tierra quien les dé la dádiva de ser verdaderamente amados.
Oren por las guerras que no se detienen ante este acontecimiento Celestial y dejen que las Gracias que hoy reciben, por abrir las puertas para Dios, lleguen a los cuatro puntos de este mundo.
Oren para que los que se comprometieron con Cristo, desde el principio, se fortalezcan y se renueven en su humildad y en su entrega, por los méritos del Nacimiento del Señor entre los hombres.
Y oren, hijos Míos, para que así como conmemoran la alegría del Nacimiento de Cristo, conmemoren un día la Gracia Mayor de Su Retorno y estén preparados para ese momento, porque pronto llegará.
Yo los amo y bendigo,
Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz
Cuando aceptas, hijo, la Voluntad de Dios, todo queda más comprensible y claro.
Mientras algún vestigio de duda o de indiferencia atraviese tu corazón, menor será la posibilidad de poder comprender los Misterios de la Voluntad Divina, así como ellos son.
Por eso, de nuevo hoy te digo, hijo, vacíate completamente porque en el vacío no existen ideales, comprensiones ni filosofías complejas.
Así, en ese perfecto vacío conseguirás penetrar en la esencia de todos los misterios de la Voluntad de Dios y aprenderás, paso a paso, lo que es desconocido y evolutivo.
Anímate a abandonar tus formas, para poder vivir en las formas divinas, las que te llevarán a comprender la vida, tal como ella es, y te ayudarán a encontrar en todo el sentido correcto de las cosas.
Deja, entonces, que esa entrega incondicional que debes alcanzar todos los días pueda liberarte de ti mismo, sabiendo que, detrás de cada designio o deseo de Dios, existe un Propósito Mayor que debes abarcar con una comprensión fluida del mundo interior y del corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Querido hijo, querida hija:
Vacía completamente todo tu ser de expectativas, resultados y miedos, porque en este tiempo la hora de la purificación consciente se aproxima.
Vacía todo tu ser de elucubraciones y de ideas maravillosas, para que, buscando el Vacío de Dios, encuentres el universo de la nada, de la entrega y de lo incondicional.
Vacía tu mente de proyectos, de ideales y de cualquier duda, para que cuando estés delante de la Voluntad del Padre, tu consciencia no pierda la oportunidad de lanzarse en plenitud y en confianza al Plan de Dios.
Vacía tu mundo interior de lo que es perfecto o imperfecto, de lo que es débil o tiene solidez o fortaleza espiritual, para que ante cada nueva prueba tu corazón pueda vivir todo en paz.
Vacíate sin miedo, vacíate, para que pueda surgir en ti la semilla poderosa de la humildad y de la renuncia, y así, en cada nuevo aprendizaje puedas estar libre de ti.
Tienes que vaciarte completamente de ti para que puedas escuchar las enseñanzas y las correcciones que llegarán a tu camino a fin de moldear tu espíritu y de transformar en tu consciencia todo lo que es arcaico.
Vacíate y solo di "sí" a la Creación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo Soy la Madre de las Américas, así como del mundo entero.
Soy Aquella que ampara en Sus Brazos a los hijos de Dios, porque desde que gesté en Mi Vientre al Redentor, el Creador Me concedió la potestad de ser Madre y Guardiana de todas las almas que provienen de Su Sagrado y Glorioso Corazón, de Su Fuente Creadora de Paz.
Hijos, Mi Maternidad es silenciosa y oculta para muchos, pero Mi Corazón siempre está atento a las necesidades de este mundo.
Mi Misión espiritual es cumplir, tanto en la Tierra como en el Cielo, la Voluntad de Dios; y así como sostuve y amparé a Mi Hijo desde Su Nacimiento hasta la Cruz, también debo amparar y sostener a todos los seres, a todas las naciones, a toda la humanidad, desde su surgimiento hasta el cumplimiento de su misión espiritual.
Como las almas, las naciones también tienen un propósito espiritual que cumplir; algo que construye el camino para el descenso del Reino de Dios sobre la Tierra, para que la nueva y esperada Jerusalén Espiritual pueda instituirse en la vida del planeta, como parte de la Promesa Divina para este mundo. Y para que las naciones despierten y este propósito esté resguardado, es que Yo estoy aquí y los guío.
Hijos amados, desde que estuve con Mi Hijo Jesús y Mi Casto Esposo José, entre los hombres, Dios Me entregó la misión de resguardar a los compañeros de Cristo, de mantener viva la promesa de Su Retorno, de preparar Su Camino y no permitir que se pierda de la consciencia humana todo el legado de Amor que Él dejó sobre la Tierra desde Su Nacimiento en Belén.
Por eso, hijos, Yo Soy la Guardiana del Amor, del Amor que nació en el Corazón de Cristo y también del Amor que debe despertar y crecer en los corazones de todos Mis hijos. Porque hoy les digo que este Amor que despertará en ustedes, es él que sonará como un diapasón celestial y hará despertar todos los códigos que Mi Hijo dejó en lo profundo de este planeta.
Es con el despertar del Amor en sus corazones que harán emerger todo el tesoro espiritual que Dios guardó en la Tierra, ese que necesitarán para cruzar los tiempos y las pruebas que vendrán.
Es el despertar del Amor en sus corazones, lo que abrirá las puertas al legado espiritual y divino, hasta hoy oculto y desconocido para la humanidad.
Es por este motivo que voy de nación en nación, con el simple propósito de enseñarles a Amar.
El Plan de Dios se guarda en la simplicidad y allí radica su misterio: por ser tan simple, los hombres no lo buscan y no lo encuentran.
Hoy vengo para despertar en sus corazones la nota del Amor y para que sus voces suenen como un gran diapasón universal y divino, para que este Amor se expanda y encuentre a los corazones de aquellos que más necesitan aprender a amar. De esa forma curarán el planeta, como un secreto, como un misterio que se oculta en el poder de la oración.
Que las naciones eleven sus voces en una oración verdadera y que este clamor encienda la llama de sus espíritus y disipe la oscuridad. Para eso estoy aquí con ustedes.
Hijos Míos, cuando oran de corazón, nunca están solos. Mi Rosario pasa junto con los suyos. Mi Verbo eleva sus voces a los Altares Celestiales y cuando piensan que nadie los escucha, Yo los hago llegar a Dios.
Para que el Propósito y la Voluntad del Padre se cumplan, solo confíen en Mis palabras, oren y amen desde lo profundo del corazón.
Yo los bendigo y bendigo a todas las naciones que hoy Me abren las puertas, para que las Gracias que traigo del Cielo se extiendan más allá de la Argentina y lleguen al mundo entero.
Que el Amor convierta el miedo, el rencor y el dolor de los corazones humanos. Que las fronteras den lugar a la Unidad y la Nueva Jerusalén Espiritual encuentre su espacio entre los hombres.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Amar la Voluntad de Dios y seguirla es solamente para los corazones decididos a seguir Sus divinos Preceptos, aunque no los comprendan.
Amar la Voluntad de Dios significa dar los pasos hacia Él, por más que en algún momento no exista una luz clara en el camino.
Dejen, hijos Míos, que la Divina Voluntad les enseñe, todos los días, a cuidar y a proteger el Plan de Dios, a fin de que más consciencias despierten a esta convocatoria de responder a una Voluntad que nunca aplicaron en sus vidas.
Por eso, les pido nuevamente, que amen la Voluntad desconocida de Dios para que, en cada nueva fase, exista en sus vidas el sostén que les permitirá continuar adelante.
Es en el vacío de sí que el corazón valiente conocerá el misterio de esa Divina Voluntad que lo hará comprender por dónde lo querrá llevar hasta alcanzar la meta prometida.
La Divina Voluntad hará que cada ser cumpla lo que en verdad vino a cumplir a este mundo.
Seguir la Voluntad de Dios, tal vez no comprendida, no los dejará caer en el mismo estado estático de las cosas; al contrario, siguiendo la Luz que indica la Voluntad Mayor, estarán siendo guiados por el sendero de la verdad y de la transparencia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando el Padre decide cumplir Su Voluntad, el universo responde y esa Suprema Voluntad se cumple por encima de todas las cosas.
Por eso, deben confiar en que si es Voluntad de Dios que se haga el bien, se hará y nada podrá oponerse a ello.
Hijos Míos, sientan en sus corazones, cómo los Principios Sagrados del Padre se manifiestan en las criaturas por medio de la Voluntad de Dios, y esos Principios se expresan a través del amor que surge de sus corazones y vidas.
La Voluntad de Dios es irrefutable y Él la presenta por medio de los Ángeles de Dios que cumplen Sus Designios.
Los animo a aferrarse a la Voluntad del Creador porque así nada, dentro o fuera de ustedes, los podrá lastimar.
Anímense a ser semejantes a los Ángeles del Cielo, anímense a imitarme y vivan en este tiempo la Voluntad de Dios así como Yo la viví ante el Arcángel Gabriel.
Los bendigo en este día y les doy las gracias a todos los que colaboraron e hicieron posible, una vez más, Mi Peregrinación por la Paz en Argentina y en Chile. Gracias extraordinarias fueron depositadas en los corazones que se abrieron en esta bendita Peregrinación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cada vez que abres tu corazón a Dios, el universo del Amor Superior puede hacer sus prodigios, y cualquier herida o cicatriz que haya quedado en la consciencia de tu ser puede ser reparada.
Cada vez que abres tu corazón a Dios, a pesar de las circunstancias o de los acontecimientos, el universo del Amor Superior puede obrar en ti y en todo lo que te rodea.
Abrir el corazón a Dios es entregarse en confianza a Sus Designios, es vivir con humildad Su Divina y Poderosa Voluntad.
Abrir el corazón a Dios es permanecer en la mansedumbre, es saber mantener la neutralidad y la calma ante cualquier prueba.
Abrir el corazón a Dios es dejarse permear por la Vida Divina y pasar a formar parte de Él por medio de la oración, del servicio y de la entrega permanente por el otro.
Entonces, deja, hijo Mío, que Dios permanezca todo el tiempo en tu corazón y así vivirás la tan ansiada libertad de este cautiverio humano que creó la propia raza de estos tiempos.
Sigue abriendo el corazón a Dios en cada nueva etapa, ante cada nuevo acontecimiento, porque así ayudarás a realizar el Plan, te lo aseguro.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice, en nombre de la Gracia de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más