MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Es en el silencio de Mi Corazón donde Yo puedo escuchar sus oraciones.

Es en este momento, en el que todos Mis hijos están en Mi Corazón no solo por la situación del planeta y de la humanidad, sino porque ya es el tiempo de la preparación del Retorno de Mi Hijo, el Cristo.

Vengo a su encuentro con un Mensaje de paz, de cura y de reconciliación. El mundo aún no comprendió el Mensaje de los Cielos.

Incansablemente, Yo vengo hacia Mis hijos para llevarlos hacia la Paz de Mi Hijo, hacia la comunión espiritual con Dios. En ese ejercicio, las almas se renovarán y encontrarán fuerzas internas para seguir adelante.

Aunque en este tiempo Yo Me esté retirando, hijos Míos, Mi Presencia no se borrará de sus corazones y vidas.

Deben celar, dentro de ustedes, cada momento compartido Conmigo, cada oportunidad en la que Yo les enseñé sobre el amor y el perdón.

Hacia ese camino Yo siempre los quiero llevar, para que el amor y el perdón una a los corazones, reconcilie las vidas y traiga la paz.

Detrás de Mí, en este día, traigo el Universo, aquel Universo que deben aspirar a encontrar dentro de ustedes: el Universo del Amor de Dios, un Amor que siempre se renueva, un Amor que nunca muere, un Amor que es inmortal.

Es ese Amor del Universo de Dios que trajo Mi Hijo a la Tierra, desde Su Nacimiento hasta Su Ascensión, pasando por Su dolorosa y difícil Pasión.

Es en ese Amor triunfante, hijos Míos, que Yo los quiero ver, un Amor que siempre dice sí, un Amor que es incondicional y vivo, un Amor que entiende y comprende el Plan de Dios.

Su Obra manifiesta una de las tantas vertientes del Amor de Dios, por eso está viva y nunca muere. Es una Obra que siempre impulsará a la renovación, al cambio de la consciencia y a la paz; así muchos más corazones se curarán. Y, a pesar de que no estén aquí, sentirán, a la distancia, la fuerza y el poder de ese Amor que les trae Mi Hijo, el Cristo, por medio de Su Presencia y de Sus Sacramentos.

Hoy, de manera especial y amorosa, los estoy ungiendo con Mi Luz, para que coloquen a Mis pies sus miserias e imperfecciones y para que, en ustedes, permanezca la verdad del Amor de Dios, todo lo que Él ha concebido en ustedes desde el principio hasta el presente.

Hoy comparto con Mis hijos la belleza del Amor de Dios a través de la creación y de la naturaleza. Así, renuévense y encuentren en este momento la oportunidad de recibir Mi Gracia.

Hoy dedico estas palabras, de esta forma, porque he encontrado un lugar especial, un recibimiento especial que siempre he sentido y reconocido. 

Es así que los sigo invitando a vivir en Mi simplicidad y humildad, sabiendo que el desafío en este tiempo será más grande de lo que fue, pero que Yo, en el silencio de Mi Corazón y de Mi Vida, estaré allí con ustedes para que en oración se sigan fortaleciendo y cumpliendo con los Designios de Dios.

Mi primera aspiración es que el triunfo de Mi Corazón Inmaculado sea en sus vidas, para después ser en la vida de sus hermanos.

Sigan aspirando a ese momento en el que la victoria del Amor de la Madre de Dios se concretará con la redención de todas las almas.

Sean testimonio de Mi Mensaje, de Mi Palabra y, sobre todo, de Mi Amor incondicional que siempre los nutrirá y los llevará a vivir la Voluntad del Padre, así como Su Sierva lo vivió en el pasado.

Hoy no solo consagro esta imagen de la Virgen de Guadalupe que está a los pies de este árbol sagrado, del jacarandá, sino también consagro este monasterio, el que impulsará y acogerá Mi llamado en la Comunidad de la Virgen María.

Es así que este Centro Mariano, a pesar de estos tiempos difíciles, podrá brillar con toda la Luz que Dios depositó por medio de Sus Gracias en él.

Esta debe ser la Comunidad del corazón, del corazón que siente, del corazón que reconoce, del corazón que sirve, del corazón incondicional, del corazón que proclama la paz y la vive incansablemente.

Es así que en la Comunidad de María todos podrán estar en Mi Corazón, no solo los que vivan aquí, sino también los que no están aquí. Mi Corazón es la casa maternal para todos Mis hijos. Tengo un lugar especial para cada uno de ellos.

Mi Corazón es lo que Yo les puedo ofrecer y legar, es el testimonio de que Dios está aquí, a través de Su Sierva fiel, incansable y eterna.

Divino Padre que estás en los Cielos y en la Tierra, que vives, vibras y te perpetúas en el corazón de Tus hijos, concede a Mis hijos, los que hoy están aquí, la Gracia y la fortaleza de llevar adelante esta tarea, que será colmada por Mi Amor para que, cada día, todos se sientan más dignos hijos de Dios y Mis hijos, hijos de Mi Corazón Inmaculado, hijos de la vida, de la redención.

Que Tu Luz, amado Padre, se haga presente en este momento y que Tu Paz abrace a los corazones para que se sientan en el refugio de Tu Amor para siempre. Amén.

Con simplicidad y austeridad, les agradezco por responder a Mi llamado.

Quisiera aquí, en este lugar, una humilde capilla de oración, en donde la Virgen del Santísimo Rosario de Fátima pueda trabajar silenciosamente por Sus hijos de la Comunidad de María y de todas las Comunidades para que, a través de esta capilla, la energía y el principio de la consagración estén vivos en los corazones que se ofrecen para entregarse a Dios.

A través de esta capilla humilde de oración Yo santificaré a los discípulos de Mi Hijo. Será una capilla de acción de gracias de esta Orden a la Madre de Dios y por todas las órdenes religiosas del mundo.

Mi Corazón siempre los llevará a Dios.

Les agradezco.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Poemas al Inmaculado Corazón de María 
Cuadragesimonoveno poema

Madre Dolorosa,
enséñanos todos los días
a perseverar en la fe y en el amor,
así como Tú perseveraste en Dios, todo el tiempo, 
después de la Ascensión de Tu Hijo.

Madre Dolorosa,
revélanos el valor incalculable de la Pasión y de la Cruz;
que no le temamos al sacrificio, al dolor,
a la angustia y al fin del tiempo.

Madre Dolorosa,
sé el sostén de todos nosotros,
impúlsanos a servir y a amar
así como Tú serviste y amaste
a la ignorante e indiferente humanidad.

Que nuestro corazón se abra
para sentir y encontrar la respuesta
en cada aprendizaje de la vida.

Madre Dolorosa,
danos la paciencia que necesitamos
para poder atravesar estos momentos definitivos.

Que, por encima de todo, 
vivamos la unidad de espíritu entre nosotros, 
hermanos de camino,
así como Tú vives, querida Madre,
la unidad divina con Tu Hijo.

Muéstranos, en cada paso,
el significado de nuestra donación y entrega.

Que seamos amantes de la Cruz y del Corazón de Tu Hijo
para que, en el ejemplo de Cristo,
vivamos la hermandad y la fraternidad,
donándonos, sin demora, al semejante.

Amén.
 

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Poemas al Inmaculado Corazón de María 
Cuadragesimocuarto poema 

Madre de la Misericordia,
ayúdame a superar los miedos de mi consciencia
y que por Tu Gracia los pueda disolver
en el Amor y en la Paz.

Madre de la Misericordia,
que después de tantas pruebas y caídas,
mi alma se encuentre fortalecida para seguir adelante
pudiendo ver las Huellas de Cristo.

Madre de la Misericordia,
libérame del pecado, de las faltas constantes,
retírame las cadenas de la perdición y de la ilusión,
para que yo pueda volar libre como un ave
hasta que pueda encontrar 
el camino de retorno al Corazón de Dios.

Madre de la Misericordia,
derrama sobre mi vida los méritos y las victorias
que Cristo alcanzó durante Su Pasión.

Que, por la Luz de Su precioso Cuerpo,
yo pueda elevar la consciencia
para poder estar más unido a Dios.

Que, por el Poder de Su Sangre,
mi alma reciba los impulsos que necesita
para terminar de cursar esta escuela de redención.

Madre de la Misericordia,
escucha mis plegarias todos los días.

Llega a mi vida 
para que alcance la liberación de la esclavitud espiritual,
porque así podré ser un discípulo de Cristo,
dispuesto a entregar mi vida 
como testimonio de Amor 
y como obra de la Misericordia.

Amén.
 

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

Mensaje extraordinario
MENSAJE ESPECIAL PARA LA 82.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, RECIBIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR CRISTO JESÚS GLORIFICADO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Que el Espíritu Santo resida en sus mentes y corazones.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy bajo del Cielo para estar en este encuentro, para decirle al mundo que en este ciclo todo está permitido, Mi Padre así lo decidió. La humanidad necesita crecer interiormente para poder expresar lo que vino a hacer a este mundo.

Yo necesito que estén aquí Conmigo, en vigilancia, porque en esa vigilancia siempre encontrarán la paz y tendrán sabiduría para saber tomar buenas decisiones.

El planeta es como un frágil cristal que está a punto de romperse, así como todo lo que está dentro de él.

Pero ustedes, por medio de la oración misericordiosa y de su fe, aprendieron a fortalecerse, y esa fortaleza no puede ser tibia, sino que tiene que ser firme, basada en lo que creen y viven, en lo que ejercitan y ofrecen como servicio al mundo, como también a sus hermanos.

Por eso, todo está permitido para que la humanidad pueda aprender lo que aún no aprendió. Eso no significa que sigan sufriendo, porque aún los rige una ley fundamental que es el libre albedrío. En esa elección que hace la humanidad está la condenación, la perdición y la oscuridad.

Pero hoy los invito a colocarse por encima de esa ley y a unirse a Mi Conocimiento Divino, a Mi Palabra, para que por medio del amor y de la verdad aprendan a decidir con sabiduría y discernimiento, sin tener que ser tocados por la acción de esa ley.

Sé que no todos conseguirán hacerlo, porque aún están en el tiempo de vencer la dualidad. Hasta que Yo retorne eso no sucederá y los corazones deberán vivir lo que necesitan vivir para poder formarse como verdaderos servidores, siempre y cuando decidan seguir el camino que Yo les ofrezco no solo a ustedes, sino también al mundo entero, a todos los pueblos y a todas las religiones, porque Yo no solo soy el Cristo de los cristianos, soy el Maestro y Señor de todas las almas.

En las almas no hay religión, no hay doctrina; hay fe, confianza y unidad en el Padre Eterno, es ahí en donde Yo estoy. Y es así que Yo busco estar siempre en sus corazones y vidas, para que puedan reflejar los dones que les vengo entregando hace ya un tiempo.

Mis tesoros, que son internos, profundos e inmateriales, nunca se perderán. Cuando las almas no viven los talentos que Yo les entrego, retiro los dones y las virtudes de los corazones que no cumplen con Mi Propósito, y eso no significa que Yo los abandone.

En la soledad y el silencio Me detengo para observarlos, hasta el momento en el que ustedes aprendan a dar los pasos, así como Yo les enseñé desde el Huerto Getsemaní hasta la Cruz.

En cada instante de sus vidas se puede vivir la redención.

En cada paso de sus vidas está la oportunidad de la liberación cuando están bajo la Ley del Amor y de la Verdad.

Este mundo sufre y está dolorido, con penas no solo en su consciencia, sino también en su alma, porque el planeta es parte de todos y ustedes forman esa gran consciencia del planeta, la cual está enferma y necesita de cura. 

En el sostén de su fe y de su confianza en Mí, siempre existirán los puentes por los que Yo podré descender para socorrerlos y auxiliarlos, aunque no me sientan, aunque no me perciban, aunque Yo esté en silencio. 

Por eso, este es un momento definitivo, en el que el planeta está ante un acontecimiento impredecible, ante un destino incierto, sin saber cómo continuará el próximo tiempo. 

Pero ustedes, que han crecido con el amor de Mis Palabras y de Mi Sabiduría, no deben colocar sus mentes en lo que sucederá, sino en lo que está sucediendo. Allí, está la enseñanza que necesitan para poder crecer y aprender y, nuevamente, poder superar los obstáculos y las pruebas en la confianza infinita que les ofrece Mi Corazón.

Tal vez, lo que hoy les digo, compañeros, lo pudieron haber escuchado en otros momentos, a través de otras Palabras que ya he pronunciado. Pero sepan que en todo lo que hoy les digo está la respuesta que cada ser necesita según su escuela y su momento de purificación.

No crean que no veo lo que les sucede, lo que sienten interiormente, lo que sucede en sus mentes, lo que viven sus almas, a lo que aspiran sus espíritus para poder encontrar la verdad. 

Por eso la Jerarquía, en una única sintonía y vibración, se une en este momento, bajo Mi consenso y autoridad, para poder llevar al mundo entero los últimos impulsos que necesita a fin de que la humanidad despierte aún más su consciencia y perciba que no está bajo la Ley y que deberá retornar a ella.

Así, los tiempos y los momentos de incertidumbre, de sufrimiento, de pandemia y de inseguridad terminarán. Así estarán abiertos para poder recibirme en ese gran momento de Mi Retorno, que no está lejos, que cada día está más cerca y que deben tener presente, porque no le avisaré al mundo ni tampoco a ustedes. Llegaré en el momento más necesario y urgente, aunque todo se muestre tranquilo.

En ese momento, Yo podré volver para corregir a este mundo como nunca fue corregido. Y así, el juicio del Amor llegará y todos tomarán consciencia de eso, no importará que crean o que no crean, que sepan o que no sepan nada. Todos serán iguales ante la Mirada del Padre. 

Yo nunca les traeré un castigo, les traeré la Verdad a través del Amor que los liberará para siempre. 

Y serán lo que Yo necesito, lo que Yo tanto espero, lo que tanto anhelo desde hace más de 2000 años, porque si hoy estoy aquí es porque Mi Padre Me lo pidió, y Él Me lo mostró claramente en el Huerto Getsemaní, antes de entregarme en la Cruz.

Aún tengo Cálices llenos de Misericordia para que las almas los puedan beber.

Es tanto el Amor que he colocado en cada uno de los Cálices que ellos desbordan por el poder de la Luz de Mi Sangre. Esos Cálices, al no ser bebidos ni considerados por las almas, derraman los Códigos de Mi Pasión y de Mi dolor en el mundo.

Este es el sacrificio que Yo quiero que puedan vivir Conmigo; algo que va más allá de ustedes y de sus consciencias, de sus conocimientos o de sus intenciones.

Los Cálices del sacrificio serán los que salvarán al mundo y le concederán una amnistía espiritual y extraordinaria a gran parte de la humanidad, por medio de la vida consagrada, sacerdotal y misionera.

Por eso, cuanto más difícil es el momento, más duras son las pruebas y más doloroso para ustedes es saber la verdad tal cual es.

Este es el tiempo y la gran oportunidad de darlo todo por el todo, así como Yo lo di por ustedes, sin pensar ni un segundo en retroceder ni en desistir. Porque Yo sabía, compañeros, lo que vendría después. No hubo dolor humano, sentimiento o pensamiento que haya impedido realizar Mi tarea por el mundo, así como hoy realizo esta tarea por ustedes y con ustedes.

Mis Palabras terminan de ser escritas en el Libro de Dios, y ustedes deben ser parte de esa historia que está siendo escrita a través de Mi Obra.

En esta Maratón de la Divina Misericordia clamemos por el discernimiento divino, por la sabiduría universal, para que todos tomen buenas decisiones en este tiempo crucial, en el que la oración y el servicio serán el escudo que los protegerá y el impulso que los llevará a estar a Mi lado, incondicionalmente.

Hoy no vengo a ver sus errores, sus traumas o sus desiertos, porque ya los conozco. 

Yo vengo a dar valor y poder a cada Código de Luz, de Amor y de Palabra que he depositado en sus corazones, porque creo que ustedes los harán valer y se responsabilizarán de ello, sabiendo que Yo necesito de espejos en la Tierra, de servidores y misioneros en la superficie, para curar el dolor a través del Amor que Yo les entregué y el que siempre podrán dar sin miedo.

Arriésguense a amar, más de lo que Yo los amo.

Arriésguense a entregarse, más de lo que Yo Me entregué.

Aún nadie Me ha superado en el Amor, y espero que eso se cumpla algún día.

Hoy Me llevo del mundo el sufrimiento que vive, para que sea curado y liberado, transmutado y sublimado y para que, en esta Maratón, Mis discípulos, amigos y compañeros, renueven sus votos internos Conmigo. 

Que en este mes de junio, mes del Sagrado Corazón de Jesús, las almas recuerden que en Mi Corazón hay un lugar para cada una, un lugar que espera ser ocupado por ustedes.

Les agradezco por orar Conmigo, por orar por el mundo, para que el Proyecto de Su Redentor se cumpla en la humanidad. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Poemas al Inmaculado Corazón de María 
Vigesimoquinto Poema

Madre y Señora de la Verdad Absoluta,
condúcenos, en esta vida,
por el camino de la transparencia y de la donación.

Que nuestros esfuerzos sean semejantes
a los esfuerzos internos que hizo Cristo
durante Su dolorosa Pasión.

Haznos capaces de escuchar la Verdad,
porque aspiramos a ser más conscientes 
y a estar más atentos cada día,
para que aprendamos a cuidar y a proteger, 
de nosotros mismos, el Plan del Creador.

Vacíanos de mente y de espíritu
para que Tus sagrados impulsos, Madre,
se reflejen en nuestras vidas.

Enséñanos, querida Señora, a amar la fidelidad.

Que nuestras dudas y pruebas
 no nos coloquen en el camino incierto.

Que podamos cumplir, amorosamente,
todo lo que el Universo nos pide.

Así, iremos aprendiendo a salir
un poco más de nosotros mismos,
para que, con madurez y consciencia,
llevemos adelante las aspiraciones de Cristo.

Que en nuestras consciencias
se construya el espíritu de la lealtad.

Que abandonemos para siempre
la mediocridad y la soberbia,
para que Tu Hijo pueda encontrar, en nosotros, 
un lugar para poder retornar.

Amén.
 

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Un alma, que aspiraba a vivir el camino crístico e imitar a su Señor, luchaba todos los días con las tentaciones y tendencias humanas y, sintiéndose siempre vencida por el mundo, le cuestionaba a Dios, preguntándole: “Señor, ¿Cómo podré vencer las tentaciones del mundo y superar los vicios de la carne, que parecen tan señores de mi condición humana?”.

Y respondiéndole el Señor, también con una pregunta, le dijo: “Alma pequeña, ¿acaso Yo no te di el ejemplo para superar la condición humana? ¿Acaso no vencí los vicios y tendencias de la humanidad, en carne frágil y mortal, a través de Mi Hijo? Entonces, contempla la Cruz de Cristo, porque en ella encontrarás la respuesta a tus cuestiones más profundas; en ella tu cuerpo, mente y sentimientos se verán movidos para vivir la transformación. A través del Amor de Cristo, encontrarás la llave y el ímpetu para escoger la vida crística, y no el mundo, en cada situación de la vida en la que te sean presentadas las tentaciones.

La Pasión de Cristo debe ser tu refugio, hacia donde debes correr cada vez que el mundo busque tu corazón. Cuando seas tentada a escoger las cosas del mundo, pon tus ojos sobre la Cruz y contempla cada llaga y cada herida del Señor. Todo eso fue por ti, para que hoy puedas escoger el Amor y no las ilusiones, para que hoy puedas descubrir quién eres y no permanezcas con los velos sobre tu rostro.

Los vicios humanos solo son vencidos cuando tu consciencia es tomada por un Amor Mayor que te lleve a caminar hacia Cristo, y ese Amor se encuentra en la Cruz. Por eso, contempla todos los días al Señor del Calvario, y allí encontrarás la paz”.

Les cuento esta historia para que sepan vencer al mundo que se agita dentro de ustedes mismos, en esa batalla constante entre el viejo y el nuevo hombre que se traba en sus corazones.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando llega el segundo domingo después de la Pascua y las almas ya fueron lavadas por la Sangre derramada por Cristo en Su Pasión, ha llegado el momento de reconfirmar su compromiso con Él, de confesar delante de Su Corazón los pecados más ocultos, aquellos que avergüenzan a los seres y que, a veces, ni siquiera pueden pronunciarlos delante de Dios.

Es el momento de rendirse ante el Amor absoluto del Creador que, con Ojos de compasión, se vuelve hacia cada ser de esta Tierra y, con Piedad y Misericordia, los perdona por sus pecados más antiguos y desconocidos.

Es el momento de vivir bajo el espíritu de la humildad y de reconocer las propias imperfecciones y debilidades, las fragilidades e ignorancias que llevan a las almas a caer todos los días. 

Es el momento de mirar hacia la Cruz de Cristo y también mirar el Sepulcro vacío y saber que Aquel que fue alzado por los pecados humanos, por Su Amor y Perdón resucitó, demostrando a cada ser el camino hacia la vida eterna, hacia la trascendencia de toda condición humana, inclusive de la muerte que es aquella que lo separa del Tiempo de Dios.

La Fiesta de la Divina Misericordia es el momento en el que las almas se regocijan en Cristo. Ningún pecado fue mayor que el poder de Su Amor, y ni aun la autocondenación de las almas puede vencer a la Misericordia del Redentor cuando los corazones se rinden delante de la Cruz.

Hoy, hijos, es un día para recordar el absoluto e insondable Amor de Dios y de hacer esto también por los que no lo hacen, porque Aquel que murió en la Cruz y resucitó lo hizo por amor a todas las almas y por cada una de ellas.

Por esto, oren por los que están perdidos, oren por los que no miran a Cristo y son indiferentes delante de las Gracias y Misericordias del Redentor, porque así podrán interceder para que, al menos en el último instante de sus vidas o después de ellas, esas almas tengan una oportunidad de arrepentirse.

La Fiesta de la Divina Misericordia es el momento en el que las almas comprenden un don que Dios les dona gratuitamente a aquellos que solo se abren de corazón y se arrepienten. Sean humildes delante del Creador, resignados frente a Su Voluntad y dispuestos a ser amados con un Amor inmenso e insondable. Y, más allá de cualquier error, conocerán el poder de la Divina Misericordia.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Después de la Pasión, Resurrección y Ascensión de Cristo, los apóstoles y discípulos del Señor permanecieron algunos días en profundo silencio, dejando que sus almas pudieran asimilar espiritual y humanamente todo lo que habían vivido.

Ese período de silencio fue necesario para que pudieran comprender la Gracia de la misión que Dios les había encomendado.

El mundo permanecía igual, la humanidad parecía no haberse transformado, pero sus corazones estaban inflamados por un amor inextinguible que perduró a través de los siglos hasta los días actuales.

La historia se repite, hijos Míos.

Los ciclos espirituales son como una gran espiral en ascensión al Corazón de Dios y, en cada vuelta, los impulsos se renuevan y los corazones parecen revivir, de formas diferentes, los mismos acontecimientos. Y así es.

Hoy están en una nueva vuelta de esa espiral evolutiva, en la cual el Señor les entregó los mismos impulsos de dos mil años atrás.

Esos impulsos resuenan dentro de ustedes, los transforman, los mueven, quiebran barreras, disipan ilusiones, para que sus seres sean moldeados según la Voluntad de Dios.

Sean conscientes de lo que viven y, por un instante, permitan que su mundo interior pueda asimilar todos los impulsos recibidos. Mediten sobre las Palabras de Cristo, vuelvan a sentir los estados en los cuales Él los colocó cada día y perciban, finalmente, lo que son llamados a vivir en este tiempo.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL SEXTO DÍA DE INSTRUCCIÓN, DURANTE LA SEMANA SANTA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Para la tarea planetaria que Nuestro Señor está realizando en este momento, a su pedido vamos a entonar "Adon Olam".

Invitamos a los que escuchan a colocarse de pie para acompañar a Nuestro Señor en esta tarea planetaria.

Canción: "Adon Olam".

Ustedes conocieron a un hombre frágil como Jesús, que cargó con el pesado madero de la Cruz y que siendo un ser humano, a pesar de Sus poderes divinos y cósmicos, se entregó por cada uno de ustedes para que no tuvieran que padecer y sufrir. Si hace más de dos mil años la humanidad sigue sufriendo y padeciendo, es consecuencia de sus acciones y cometidos.

El Todopoderoso encarnó en la Tierra a través de Su Hijo, para que la humanidad no tuviera que padecer nunca más.

El Todopoderoso encarnó como un hombre y como una consciencia al igual que ustedes, y redujo Sus grandiosas vibraciones de Luz para poder estar entre los seres humanos de esta Tierra.

La encarnación del Hijo de Dios y la dolorosa Pasión de Cristo significaron momentos importantes para la humanidad. A través de la encarnación del Hijo, la humanidad pudo recuperar el camino hacia su pureza original, aquella pureza original que fue pensada en el génesis del Proyecto Genético Humano. Pero también esa encarnación del Hijo de Dios puso fin a una cadena interminable de errores.

El propio Padre Eterno sabía que, por más que Él encarnara en la Tierra y trajera la consciencia del Amor Sabiduría, esa victoria no se completaría, porque habría seres humanos que dudarían de Su Presencia y Poder, y aun después de la Pasión de Cristo, eso sucedió en muchos seres humanos.

La encarnación del Hijo de Dios, a través de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, puso fin a muchos errores del pasado que, hasta ese momento de la historia de la humanidad, harían sucumbir para siempre el Proyecto Genético Humano, aunque hubieran pasado los Patriarcas y los Profetas.

Pero no todas las civilizaciones y razas se equivocaron, el adversario se encargó de poder desvirtuar algunas de esas razas que estuvieron presentes en la humanidad.

Desde los Adanes y las Evas hasta la Atlántida, la humanidad tuvo que aprender, como hasta los días de hoy, a enmendar los errores cometidos, para poder volver a alcanzar el poder de la Gracia y de la Misericordia.

Esa fue la razón principal de la encarnación del Hijo de Dios, que dio lugar y espacio para Su segunda e importante tarea, la Pasión de Cristo, que aconteció en muchos niveles y planos de consciencia, desde el espiritual cósmico hasta el plano más material y concreto.

Toda la consciencia de Dios participó en todos esos misterios y hechos, así como diferentes grupos de almas y consciencias que, por más que no estuvieron encarnadas en aquel tiempo, participaron de esos acontecimientos porque los necesitaban para poder estar presentes en los tiempos futuros como este.

Por esa razón, Cristo no solo padeció en el plano físico, sino también en el plano álmico y en el espiritual. La poderosa Pasión de Cristo, que para muchos fue una derrota, se convirtió en una victoria en los planos internos ya que, a través del poder de la oración de la Madre de Dios, así como de la oración de las santas mujeres y de algunos de los apóstoles, permitió reunir a la mayor cantidad de consciencias posibles, que en los diferentes planos de consciencia precisaban de la energía de la redención.

Cada padecimiento vivido por su Maestro y Señor, desde la noche del jueves santo en el Huerto Getsemaní hasta la muerte en el día viernes, en lo alto del Monte Calvario, fueron ofrecimientos únicos e imborrables para toda la humanidad y el planeta.

A través de esa dolorosa y profunda Pasión de su Maestro y Señor, muchas situaciones planetarias del futuro fueron contenidas, muchas generaciones futuras fueron protegidas para no vivir el desvío del Proyecto Original.

Y aunque en los días de hoy esto se ha desvirtuado completamente por la indiferencia y la omisión, muchos más se hicieron presentes a través de los tiempos y regresaron muchas veces a este mundo como servidores, siervos, discípulos y apóstoles, para estar presentes en colaboración y en servicio por la humanidad.

Ciertos grupos de almas, que alcanzaron la experiencia del Amor Crístico, se ofrecieron de forma semejante a su Maestro, para estar inmersos dentro de esta humanidad y en diferentes pueblos y naciones del mundo, a fin de dar continuidad al Proyecto Genético de Dios, el que en este tiempo y en esta hora, está viviendo su gran oportunidad de corrección.

Para que toda la historia de los errores que sucedieron, desde la muerte del Hijo de Dios hasta el presente, puedan ser enmendados por la fuerza de la devoción de todos Mis compañeros, por el poder de los que adoran el Eucarístico Cuerpo de Cristo, por los que sostienen la vida de servicio y de caridad, estamos en el tiempo y en la hora de cumplir las promesas y las aspiraciones del Único, que se presentaron a través de los arcángeles y ángeles, en el Génesis.

Por eso, la dolorosa Pasión de Cristo no solo fue un hecho o una historia que puede conocer la humanidad. Muchos planos de consciencia participaron de ese acontecimiento, por esa razón tuve que estar retirado cuarenta días en el desierto, ya que Mi aspecto más material debía prepararse para ese momento, aun durante los tres años de predicación, en los que la humanidad debería aprender a reconocer la verdad y a identificarla, para no perder el camino de la Luz y del Bien.

Por eso, la Pasión de Cristo es un hecho que nunca se borrará de la consciencia del planeta, es un hecho que siempre podrán revivir y recordar todas las veces que lo necesiten para avanzar en su proceso de purificación y redención. Porque así, en esos hechos están los códigos de luz que necesitan para alcanzar su liberación espiritual, cósmica e interior.

Con todo esto quiero decirles, compañeros, que coloquen su consciencia en la amplitud de lo que significó la dolorosa Pasión de Cristo y cómo muchas consciencias, en los planos internos, participaron de la redención de más consciencias que estaban condenadas a la perdición total.

Por eso, la Pasión fue tan dolorosa, porque debería superar a todos los planos de consciencia. Y esa Pasión, vivida por su Señor y Maestro, debería llegar con su experiencia al plano físico y al plano espiritual cósmico, en donde debería quedar registrado todo lo que sucedió, para que la humanidad aprendiera a no cometer los mismos errores, por la entrega que ella hizo del Hijo del Hombre en la Cruz.

El tiempo de la dolorosa Pasión de Cristo hoy se une a este tiempo material y a este presente, en el que toda la raza humana está ante la oportunidad de servirse de este acontecimiento, que quedó grabado en las entrañas de la Tierra por la Sangre que derramó su Maestro y Señor.

Ahora que el Armagedón ya está presente en el mundo, es cuando las consciencias deben estar más despiertas para su preparación, a fin de estar a la altura de los acontecimientos y de participar en los preparativos del Retorno de Cristo.

La Cruz del Redentor siempre los protegerá, los salvará y les traerá la fuerza interior para poder renovarlo todo.

Por eso, la Santa Cruz no se ha borrado de la memoria del planeta, porque era el árbol de Dios que entregaba sus frutos a la humanidad, a través del sacrificio del Hijo del Hombre.

Este es el tiempo de afirmarse en este legado que Yo les entregué, porque tiempos más intensos llegarán y sus consciencias no podrán vacilar. Deberán estar firmes y decididos para poder seguirme hasta el cumplimiento de lo que Yo espero de cada uno de ustedes. Esa también es la razón por la cual estoy aquí.

Hoy viven la comunión con Mi Espíritu a través del reconocimiento de la dolorosa Pasión de Jesús, de la que sus almas pueden recoger los frutos y los méritos que la preciosa Sangre de Jesús, que fue derramada, alcanzó por la humanidad. 

Ahora la humanidad ya no debe más autodestruirse, sino que debe reconstruirse de manera espiritual, mental y material, para recuperar su filiación con la Creación por medio de estos méritos divinos que Yo entrego al mundo, méritos que siempre les darán la libertad para estar en comunión con el Padre.

Hoy los ungiré a ustedes para poder ungir a la humanidad, así como las santas mujeres ungieron todo Mi Cuerpo preparando Mi sepulcro, el que después de tres días demostraría al mundo el poder de la Resurrección.

A través de esta unción que hoy les ofreceré, también ungiré al mundo entero. Les entregaré el poder de la Resurrección espiritual para los tiempos definitivos que llegarán y por medio de esta unción, que Mis santas mujeres hoy harán en ustedes, recordarán que siempre podrán sentirse ungidos por la gloriosa Presencia de su Maestro y Señor.

Esta unción viene a cicatrizar heridas espirituales de la humanidad, heridas mentales y materiales, para que todo pueda ser regenerado y la esperada preparación comience para el surgimiento de una nueva humanidad, libre de la indiferencia y afirmada en el Amor, en el Amor de Dios.

Traeremos aquí cuatro potes de unción para que el Señor los pueda consagrar, así como Él también consagrará todas las cruces que hoy hemos traído para afirmar nuestro compromiso con Él y Su unión eterna con cada una de las almas.

Por eso, desde donde estamos, ofreceremos nuestra cruz, para que nuestra cruz sea aliviada y la cruz de la humanidad sea aliviada de la enfermedad, de las guerras, de la persecución, de las crisis políticas y humanitarias, de la indiferencia, de la falta de amor, de la impunidad y de la maldad que muchas almas practican por ser ignorantes del Amor de Dios.

Por esa causa y motivo ofreceremos nuestras cruces, para que el mundo alcance la cura y la paz. Amén.

"Santifica, Señor, la cruz que les has dado a cada uno de Tus hijos, para que ella no sea un peso ni una agonía, sino una constante perseverancia del triunfo de Tu Amor a través de la transformación y de la redención".

“Deposita sobre estas cruces, a través de Tu Gracia y Misericordia, los méritos que Tu Hijo alcanzó desde el Huerto Getsemaní hasta lo alto del Monte Calvario, para que las almas puedan sentir fortaleza en estos tiempos, para que cualquier miedo sea disuelto, y Tus criaturas sean colmadas por la abundante confianza de Tu misericordioso Corazón. Y de esa forma, así como hoy bendices y unges estas cruces con Tu Espíritu, bendice y unge, Padre amado, a cada una de sus familias y seres queridos, para que la gran red de Tu Misericordia y de Tu Paz esté unida y viva en los corazones de los que creen en Mi Retorno a la humanidad. Amén”.

Elevemos nuestras cruces para que el Señor las bendiga, a través de la Luz poderosa de Sus Llagas. Podemos llevar nuestras cruces hacia el corazón.

Ahora pasaremos a la bendición del aceite, de los cuatro aceites que Nuestro Señor nos pidió y que representan a las cuatro principales razas del planeta: las razas de América, las razas de África, las razas de Europa y las razas de Asia y Oceanía.

Nos abrimos para esta unción espiritual y para esta unción material, que recibiremos a través de las Madres de Cristo, en nombre de la humanidad y de este Proyecto Genético, que deberá cumplirse a través de todos los autoconvocados.

A través de la unción, que cada uno de nosotros recibirá en este momento, también se estará permitiendo que todos los que están detrás de nosotros en el camino espiritual y esperan ingresar en esta corriente y Obra de Amor de Cristo, puedan tener la oportunidad de ser partícipes de la presencia de la Jerarquía Divina.

Así que, cuando seamos ungidos en este momento, tengamos presente a todos los que están detrás de cada uno de nosotros y esperan por su despertar y redención, así como a través de los tiempos somos redimidos y ungidos por el Amor espiritual de Cristo.

Madre María Shimani y fray Joaquín.

Madre María del Salvador y fray Luciano.

Madre María Getsemaní y fray Ariel.

Madre Zorobabel y fray Gabriel Pío.

Y antes de comenzar con esta unción, que intentará traer la cura espiritual para la humanidad a través de las cuatro razas representadas en nuestro planeta, cada uno de nosotros, aun no estando aquí presentes, en este lugar o en este Centro Mariano, realizaremos nuestra oferta interna a través de un minuto de silencio, para que la paz y la cura se alcancen en la humanidad.

Hacemos nuestra oferta en silencio; y hacemos esta oferta, a pedido de Cristo, por todos los que murieron por la actual pandemia. Pedimos por cura, Misericordia y perdón. Realizamos nuestra oferta por esas almas.

Elevo sus intenciones al Cielo para que el Padre Celestial las contemple en Su Fuente. Que esta unción espiritual e interna traiga todos los frutos que necesita la humanidad en este tiempo 

Por los que han padecido injustamente, que el Padre tenga Misericordia.

Por los que sufren injustamente, que el Padre tenga Misericordia.

Por los que padecen la enfermedad, la desolación o la muerte solitaria, que el Padre tenga Misericordia.

Por los más pequeños e inocentes, por los que son traficados, explotados y vendidos, que el Padre tenga Misericordia.

Por todos los niños no nacidos, que son millones en el mundo, que el Padre tenga Misericordia.

Que la paz, la renovación y la fe despierten en todos los corazones.

Que así sea.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y así despedimos a Nuestro Señor. Y por Su pedido para este Sacramento de la Unción, repetiremos la canción que escuchamos al principio de este trabajo: “El poder de la Sangre de Jesús”.

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Sentados a la Mesa de la Redención, que en este día de celebración de los misterios de Amor de Cristo, sus almas se abran nuevamente para recibir todo lo que, como Luz, Amor y Sabiduría, Mi Hijo dejó plasmado en aquel tiempo para la humanidad.

Así, ante ese escenario crístico de Luz y de Amor, llamen a sus Cristos internos para que ellos participen de este acontecimiento, en el que cada ser interno tiene la oportunidad de ser transfigurado por la Luz Crística que concederá la redención.

En este día, postrados ante ese importantísimo momento de Mi Hijo que se entrega en Cuerpo y Sangre por la humanidad, prepárense para ingresar en la dolorosa Pasión de Cristo, la que nuevamente marcará un antes y un después en la vida de la actual humanidad, porque a través de la unión sincera que está sucediendo en esta Semana Santa, muchas tareas espirituales están aconteciendo para fortalecer el espíritu de la humanidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice, 

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hijos Míos:

En este día, en el que seguiremos reviviendo la Pasión del Señor, continúen abriéndose internamente para que Dios Padre pueda seguir obrando milagros en muchas almas del mundo, especialmente en las que escuchan el Llamado de Mi Hijo.

En adoración y con devoción, ofrezcan sus vidas como un testimonio de amor y de fe por Cristo, para que en el mundo se establezca la cura en toda la humanidad.

En ese ofrecimiento, queridos hijos, ustedes le demostrarán al Padre que es posible continuar con Su Proyecto Divino en la Tierra.

Por eso, hijos amados, sírvanse de los méritos de Cristo, los que en cada nueva Semana Santa se ofrecen por la conversión de los pecadores.

Su alianza espiritual con Cristo mantiene abierta la Fuente de la Gracia. Y si esa alianza interior se profundiza en este tiempo, más Gracia y Misericordia la humanidad necesitada recibirá, para que el arrepentimiento se viva en cada uno de Mis hijos.

Como Madre, los acompaño en estos días para que, luego de haber pasado la Semana Santa, estén más fortalecidos para aprender a atravesar los nuevos desafíos, los que los impulsarán a dar un nuevo paso, hasta que puedan llegar a estar en la Presencia misericordiosa de Cristo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice, 

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Dios bajó del Cielo y se hizo hombre entre los hombres para ser crucificado, humillado y agredido por aquellos que recibieron Sus milagros y bendiciones.

Dios derramó cada gota de Su Sangre, a través de Su Hijo, y esa misma Sangre redimió y redime, hasta los días de hoy, a todos los que la invocan para ser purificados.

Dios derramó Su Agua, a través de Su Hijo, para que la humanidad fuese nuevamente bendecida por el Santo Espíritu Consolador, y luego Su Espíritu descendió en Pentecostés.

Solo un Amor tan grande, paciente, humilde y misericordioso podría haber hecho lo que hizo y, en este tiempo, lo vuelve a hacer porque Dios ama a Sus hijos a través de Cristo. 

Por eso, en estos días, el Crucificado vuelve a padecer y a sufrir, esta vez a través del sacrificio de Su Espíritu por la humanidad, para que las almas reencuentren el camino de retorno al Padre Celestial.

Y mediante ese camino que Cristo ofrece, por medio de los Sacramentos, que los corazones recapaciten y vean que sin fraternidad y sin solidaridad será imposible seguir adelante con este amado Proyecto de la Creación que es la raza humana.

La consciencia y la fe de los que creen en Cristo los harán vivir ese cambio, y las puertas de la Gracia se mantendrán abiertas para que se cumpla lo que está escrito y previsto.

Por eso, hijos, permitan que la Pasión de Cristo los haga comprender la pasión que hoy vive el planeta y así, la mayoría consiga traer el alivio por el que clama toda la Tierra.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice, 

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Estoy junto a los ángeles y arcángeles, a los pies de la Cruz de Cristo, recogiendo toda la Sangre y el Agua derramadas para la redención de la humanidad y de toda la Creación.

El manantial de la Misericordia fluye hacia todas las almas, inagotable e insondable, misterio que no tiene fin, guardado en la Sangre y en el Agua de Cristo.

Esta Sangre ya se derrama sobre el mundo, sobre la sangre y la vida de todas las criaturas, convirtiendo su genética y su corazón a semejanza de Cristo.

La Sangre de Cristo ya se derrama sobre el mundo y sobre todos los seres, no solo para redimir, sino también para transformar y restaurar la vida.

Finalmente, la humanidad conocerá el Pensamiento de Dios y vivirá, en su interior, lo que es sentir y experimentar a Cristo Vivo.

La Sangre de Cristo desciende sobre la Tierra, transformando toda sangre y toda vida. Su Pasión se tornó Eucaristía viva para todo el planeta, y Su entrega ya no redime solo a las Tribus de Israel, sino también a todas las criaturas, a toda vida, a toda esencia.

El sacrificio de Cristo se hace comunión espiritual y celular y, como un milagro divino y una Gracia espiritual, las almas son tocadas y transubstanciadas por la Sangre de Cristo, así como el trigo y la uva en el altar.

La humanidad será el Altar de Cristo en este tiempo del planeta, y todo aquel que ore en nombre de Su dolorosa Pasión será Eucaristía viva en unidad con Cristo.

Este es el don del sacerdocio extendido sobre la Tierra.

Este es el milagro de la Gracia y de la Misericordia Divina que toca a toda criatura.

Mediten en Su Pasión y rediman sus corazones. Vivan la unidad con Cristo.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

En este día, nos situamos en oración e introspección en las proximidades de la ciudad de Jerusalén, en preparación para acompañar a Nuestro Señor en el importante momento de Su entrada triunfal en Jerusalén.

Así como siervos despojados y apóstoles de Cristo, nos colocamos a los Pies del Maestro, para expresarle nuestro amor y apoyo incondicional ante la tarea espiritual y divina que será realizada durante la Semana Santa.

Con una actitud madura y adulta, nos comprometemos a seguir las huellas del Pastor para que, desde cerca, podamos acompañar la dolorosa Pasión del Señor y, unidos a Él espiritualmente, seamos llevados a encontrar el sentido espiritual y oculto de toda Su experiencia vivida en aquellos tiempos.

Mediante un acto de devoción, reconozcamos nuestra filiación con el Padre Eterno a través de la Presencia de Su Hijo y así afirmemos, dentro y fuera de nosotros, el cumplimiento de la Obra Redentora de Cristo en la Tierra, para que más almas y corazones sean retirados de la ilusión mundial y alcancen la gran consciencia del despertar.

Recemos para que el amado Señor lleve adelante Su Plan de Salvación y de Misericordia.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Permite que tu alma sea arrebatada por el Amor de Cristo. No temas, no te resistas. Entrégale a Él tu vergüenza, tus miedos, tus aspiraciones más profundas, tus metas y todo lo que eres, entre miserias, destrezas y virtudes.

Está llegando la hora de ser lavado por la Sangre de Cristo, de ser permeado por Su Amor y renovado por Su entrega y, más que estar delante de la memoria de Su Pasión, estar delante de Su propia entrega, de Su Amor y de Su Cruz. 

Por esto, hijo, ha llegado el tiempo de la definición, de la madurez en Cristo, para profundizar en tu consagración y no tener miedo de crecer en Él y por Él.

Deja que seas barro nuevo en las Manos del Alfarero, porque Él conoce el Propósito de Dios para tu vida y puede moldear tu consciencia según la Voluntad Divina.

Ora y pronuncia con amor los Poemas* que el Señor te entregó, porque a través de ellos, Él te enseña el sentido espiritual de la rendición y de la humildad. Así, un alma rendida se comunica con Cristo.

No temas vivir la experiencia de la entrega. Y en lo que resta de esta Cuaresma y de este desierto profundo, comienza a caminar, en tu corazón, con pasos decididos hacia Jerusalén, confirmando y reconfirmando, cada día, tu entrega a Cristo.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

 

*San José hace referencia a los Poemas de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús, transmitidos por Cristo Jesús en los meses de julio y agosto de 2018.

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS 

Queridos hijos:

Con el corazón abierto prepárense para ingresar en la Semana Santa, a fin de que conscientemente revivan la dolorosa Pasión del Redentor. 

Así, en este momento, sus vidas volverán a ser colmadas de los códigos de Luz alcanzados por Cristo en cada pasaje y en cada hecho de la Pasión.

Hijos Míos, los invito para que con un corazón abierto se sirvan de todo lo que Mi Hijo realizará durante los ocho días de la Semana Santa, en la que ustedes serán acompañados por Su Instrucción Celestial y serán colmados de Su insondable Misericordia.

De esa forma, ustedes, Mis queridos hijos, saldrán de esa Semana Santa más fortalecidos y, como parte de la humanidad, estarán preparados para vivir la última fase del fin de los tiempos, así como Mi Hijo vivió la última fase del Calvario, en silencio, entrega y dolor.

Yo los llamo a tomar consciencia de todo esto para que sus consciencias no estén distraídas y pierdan los divinos impulsos de Cristo.

Desde ahora, su Madre Celeste se prepara, junto a los nuevos apóstoles de Cristo, para ingresar en la Semana Santa y así revivir la dolorosa Pasión del Señor.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice, 

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz  

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ante los misterios celestiales, sé tú, hijo Mío, como las santas mujeres de Jerusalén, que no necesitaban ser reconocidas para vivir profundamente a Cristo.

Era su propio silencio y humildad que las hacía cruzar los portales en su interior, para que pudieran experimentar los misterios de Dios, inclusive sin que fuera necesario que Cristo les pronunciara palabra alguna.

La profundidad interior que las santas mujeres aprendieron de María les permitía leer en los Ojos de Cristo Su Sabiduría y comprender con Su Amor todos los misterios.

En el Corazón del Señor estaban guardados, como un tesoro, la humildad y la fidelidad de las santas mujeres.

En silencio, encontraron a Cristo en el propio corazón y al mismo tiempo que develaban Sus misterios y vivían una transformación profunda, sus pasos internos y la fe con la cual caminaban, reparaban y sustentaban el Corazón Divino y humano del Hijo de Dios.

Las santas mujeres de Jerusalén no necesitaban hacer grandes cosas para experimentar lo que era verdaderamente grande para Dios. Era justamente su simplicidad lo que les permitía aprender de la Pureza de María y despertar esa pureza en su propio corazón. Y de esa forma, puras, a pesar de imperfectas, poco a poco se tornaban una con Cristo, y a través de Él, una con Dios.

Aprende hoy, hijo Mío, de las cosas simples, pero verdaderas, del tesoro grandioso que se cultiva en el secreto de tu entrega en la profundidad de tu corazón.

En tiempos de Pasión y de definición en Cristo, que tu espíritu viva el ejemplo de las santas mujeres y, en este tiempo, des un paso más, no solo al sustentar la Cruz de Dios en silencio, sino también al saber cargar la propia cruz en lo oculto. 

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS 

Queridos hijos:

Permitan, en este momento, que sus consciencias reconozcan y reciban los méritos de la dolorosa Pasión de Jesús, porque a través de esos méritos sus almas se fortalecerán delante del compromiso crístico que vinieron a cumplir.

Los sagrados méritos de Mi Hijo los ayudarán a atravesar estos tiempos de desafíos y de pruebas, en los que su fe no podrá titubear.

Por eso, los invito, en esta hora, a aferrarse a los méritos alcanzados por Mi Hijo, triunfos que Él entregó al Padre Eterno en nombre de toda la humanidad y hasta los últimos tiempos.

Reciban, en sus corazones, los méritos de Cristo para que, por medio de la redención de sus vidas, también sus consciencias den testimonio de conversión y sean un medio por el cual los errores cometidos por la humanidad sean justificados a través de su entrega y de su amor por Cristo.

Este es el tiempo de darle valor a todo lo que Cristo vivió por la humanidad, ya que los sagrados méritos, en ustedes, los prepararán para Su esperado Retorno. 

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Que las Palabras de Mi Hijo lleguen a lo profundo de tu corazón.

Que Sus dolorosos hechos de la Pasión, te concedan la transformación necesaria.

Que cada agonía vivida por Él, te impulse a soportar las pruebas de estos tiempos.

Que la soledad experimentada por Él, te prepare para atravesar el desierto en soledad.

Que la Sangre preciosa, derramada por Él, justifique todos los errores que hayas cometido.

Que el Agua que brotó de Su Costado, en la Cruz, te traiga la certeza de que puedes cumplir el Plan de Dios.

Que el silencio y la humildad, expresados por Mi Hijo, te ayuden a escuchar y a reconocer las llaves para la redención de tu consciencia.

Que el Cuerpo flagelado de Cristo cure las llagas internas de tus sufrimientos, para que siempre seas renovado por la Gloria y la Victoria que Cristo sigue alcanzando, a través de los tiempos, en la vida de los que se entregan al Señor.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Desde el Nacimiento de su Señor hasta Su Ascensión a los cielos, como era el momento de manifestar Su Obra Redentora y despertar a las almas al amor y a la verdad, el Creador envió al mundo a todas aquellas consciencias que necesitaban aprender con Su Hijo.

Fue así que, año tras año, las almas compartieron con Cristo Su vida en la Tierra 

Algunas experiencias fueron más breves, otras más largas. Algunos lo encontraron solo una vez, otros muchas veces, porque el propio Dios, profundo conocedor de las almas que Él creo, era Quien sabía de la verdadera necesidad de cada ser. 

Fue así que, desde la infancia de Cristo, hubo almas que compartieron Su fragilidad, el despertar y la manifestación de Su pureza infantil, el crecimiento de su humanidad y la expansión de Su Divinidad dentro de aquel cuerpo frágil.

Cada ser aprendió algo de Dios a través de Su Hijo, algo que el Creador, con Sus propias Manos, construyó en las almas por medio de Cristo.

Hubo aquellas almas que necesitaban vivir la gloria de Cristo, la revelación del Reino de Dios en Sus milagros, en Sus Palabras, en Su Presencia. Otras necesitaban despertar un amor profundo, fecundo y eterno, a través de Su Pasión, para llevar al mundo el legado de Su Amor, no solo en aquel tiempo, sino en los siglos que vendrían. Otras almas, a pesar de no haber mirado a Cristo a los Ojos, vivieron Su Presencia espiritual y, en el silencio, pudieron encontrarlo en el propio interior.

Les digo esto, porque este es el momento de volverse hacia adentro y recordar.

Recordar al Niño, pleno de Dios, que despertó la pureza en sus corazones.

Recordar al Joven silencioso y humilde que aprendía con Su padre en una carpintería, mientras le enseñaba sobre la transformación de las almas.

Recordar al Profeta de Nazaret, llamado Nazareno, que caminaba sobre los montes y, con la misma simplicidad, lo hacía sobre las aguas, revelando los misterios de Dios guardados en Su Corazón, así como en el corazón de cada ser.

Ha llegado el momento de recordar la Mirada que los redimió, las Manos que se extendieron delante de ustedes para conducirlos a una nueva vida, a un nuevo hombre, simplemente diciendo: sígueme.

Recordar a Aquel que los llamó para dejar en el mar la barca de los deseos y de las aspiraciones humanas para ir con Él a rescatar almas.

Recordar a Aquel que perdonó sus pecados y, viendo en su interior la verdad, los llamó por su nombre para que nunca más se desviaran de Su Amor. 

Recordar cada gota de Sangre que fue vertida de Su Rostro y a Su Mirada siempre fija en Dios.

Recordar Su Corazón, elevado por encima del sufrimiento, rogando por la humanidad y por cada ser, con el mismo amor.

Recordar el sepulcro vacío.

Recordar Sus Palabras y Su Faz en Sus vestiduras resplandecientes.

Recordar Su Cuerpo elevándose entre el brillo incandescente de las nubes, y, entre la luz, el poder de Su Voz, prometiéndoles traer el Reino de Dios al mundo.

Para ver cumplirse las promesas de Cristo, necesitan recordar y, para recordar, necesitan ingresar en el propio interior y contemplar con amor lo que Él dejó en sus corazones, porque Sus impulsos son eternos.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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