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40 días con Jesús a través del camino cuaresmal
"Que el silencio, en esta Cuaresma, te permita no solo reflexionar y meditar sobre tu actual situación interior, sino que también puedas apreciar sin culpa, a través del silencio, la realidad que está dentro de ti y a tu alrededor.
Pero, antes de todo, observa los acontecimientos con ojos de compasión y no con ojos de crítica; porque, así como llegó Mi hora durante la Agonía en el Huerto Getsemaní, así también llegará tu hora y será el momento de tomar una decisión que repercutirá en toda tu vida.
Esta Cuaresma no es solamente la puerta de entrada a la contemplación de Mi Dolorosa Pasión, sino también es el anuncio de que el tiempo termina y es necesario tener una actitud evolutiva y fraterna, una actitud capaz de poder hacer algo por el que sufre, cueste lo que cueste. Es la oportunidad de volver a amar".
Cristo Jesús
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Si estás desesperado o angustiado, ven hacia Mí y sígueme.
Si no tienes claridad sobre lo que tienes que decidir y estás confundido, ven hacia Mí y sígueme.
Ahora, no importa cómo te encuentres o cómo estés, ven hacia Mí y sígueme.
Conozco lo más profundo de tu ser y sé la Voluntad de Mi Padre para ti. Por eso, ven hacia Mí y sígueme.
Tu cruz no es igual a la cruz de tus hermanos. Por eso, ven hacia Mí y sígueme.
Yo tengo para ofrecerte Mi Corona de espinas, ven hacia Mí y sígueme.
Yo tengo para darte todo Mi Ser. ¿Qué esperas? Ven hacia Mí y sígueme.
Si tus pies tropezaron con muchas piedras en estos últimos tiempos, no te preocupes, levántate, ven hacia Mí y sígueme.
Porque lo que está escrito para tu vida no es lo mismo que lo que está escrito para tu prójimo. Si en verdad quieres conocerlo y saberlo, ven hacia Mí y sígueme.
Si decides venir hacia Mí, podrás entrar en Mi Corazón y tener una nueva vida. Sabrás atravesar tus desiertos, tus pruebas y tus incertidumbres; pero ten presente que Mi Amor está por encima de todo. Por eso, ven hacia Mí y sígueme, porque necesito soldados decididos, templados por la humildad y bañados por Mi Gracia para que sirvan al Plan de Mi Padre y lo cumplan.
Mis promesas celestiales se cumplirán en la próxima vida. Por eso, ven hacia Mí y sígueme.
Contemplo un mundo herido y lastimado, sumergido en el sufrimiento y en el caos. Ven hacia Mí y sígueme, para que los nuevos Cristos puedan despertar. Mientras eso no suceda, Yo seguiré viniendo al mundo porque Mi Corazón puede estar en ustedes y ustedes pueden estar en Mi Corazón. Vengan hacia Mí y síganme, que aún hay mucho por hacer y por obrar.
Las llagas más profundas del planeta deben ser curadas y tu vida debe ser el bálsamo para esas heridas. Ven hacia Mí y transfórmate en lo que Yo tanto espero. En el silencio de Mi Corazón, los dejaré prontos para vivir estos tiempos y estos desafíos.
Me ofrezco en comunión eterna por los que sufren y padecen; por los que, día a día, pierden la luz interior y dejan apagar la llama de su fe.
Yo Soy esa Fuerza Superior que les permite cargar la cruz de estos tiempos y no decirle “no” a Mis Voluntades, porque lo que está escrito es muy importante.
Yo les traigo la nueva vida. Por eso, vengan hacia Mí y síganme. Mientras eso no suceda, esperaré para poder dar los próximos pasos en la redención de esta humanidad y de este planeta.
Abran sus sentidos internos y dejen que Mi Luz les traiga la Verdad; porque la purificación es eterna, es un impulso de ascensión y de trascendencia hasta que lo más íntimo de sus espíritus alcance, algún día, la unión con el Padre, así como el Hijo alcanzó la unión con el Padre hasta la Cruz.
¿Realmente era necesario que el propio Dios viviera toda esa agonía, toda esa Pasión y Muerte, a través de Su Hijo en esta humanidad? Es un misterio aún no develado, pero ustedes tienen la Gracia de ya no estar tan lejos de la develación de ese misterio.
La llave maestra de todo esto es la entrega del Amor de Dios por Sus criaturas, por su salvación. Eso es lo que debe mover su universo interior para que vengan hacia Mí y Me sigan; porque Yo necesito, en estos tiempos, fundar los pilares de la Nueva Humanidad y de la Nueva Tierra, a través de la conversión de sus corazones y consciencias.
Mis pilares no son energías, Mis pilares son ustedes.
Así como el barro debe ser transformado en algo bello; sus vidas, como un cristal precioso, deben ser pulidas, de tiempo en tiempo. Cuando sus vidas son pulidas, son transformadas y sienten la fricción positiva de Mi energía crística.
Pero no teman si sus células temen a la transformación o a la incertidumbre de no poder dar los pasos. En verdad, les digo: “Quien venga hacia Mí y Me siga estará en Mi Corazón, y Yo estaré en él hasta el fin de los tiempos; porque el Espíritu de la Sabiduría, el Espíritu Santo, los guiará, así como guio a Mis apóstoles y a muchos más a través de los tiempos”.
Su fuerza interior debe estar en la convicción de cumplir Mi Plan, Mi Plan de rescate y de salvación.
Ustedes ya saben cómo el mundo se encuentra y cómo la célula principal de la familia está destruida, no solo por la pandemia, sino también por la falta de amor.
Hoy Mi Corazón sostiene y contempla a los que han muerto solos, por esta actual enfermedad.
Las súplicas de los buenos y de los consecuentes con Mi oración misericordiosa, cueste lo que cueste, ha permitido esta Gracia de salvación y de alivio.
Por eso, les digo que su visión no solo puede estar en lo material, su visión debe estar más allá de lo espiritual, de lo que es verdaderamente profundo y eterno; donde triunfa el amor por encima del mal y de la adversidad.
Hay muchas almas en el mundo que en este tiempo claman por ayuda. Son muchas almas pecadoras, almas ignorantes y hasta frías porque el corazón se les ha endurecido.
Por eso, Mis pilares, los pilares de Cristo, los apóstoles del fin de los tiempos deben tener claro este momento y esta coyuntura que no es igual a la de otros tiempos.
Yo necesito que comprendan que ser Mi compañero no es solo estar a Mi lado o solo seguirme. Ser Mi compañero es arriesgarse, día a día, a ser más parte de Mí, de Mi Cuerpo Místico, de Mi Gobierno espiritual y divino.
Así como hace más de dos mil años, la humanidad se encuentra en una coyuntura semejante, pero más delicada, más grave. Esta es la hora más importante, en la que la oración del corazón obrará misteriosamente en los mundos internos. Es así que sus seres, sus familias y sus hogares deben ser cuartos y espacios de oración en el actual campo de batalla planetaria.
De esa forma, encenderán la luz en este mar de oscuridad mundial y la oración sincera será una pequeña chispa de luz del Amor de Dios que, en confianza y fe, se depositará donde es más necesario, donde nadie lo puede ver.
Necesito que sus vidas sean el propio testimonio de una oración realizada y concretada para que aspiren, algún día, a ser un propio sacramento vivo, redimido y convertido por Mis Códigos de Luz y de Misericordia. Así, el mundo no sufrirá más, porque con muy pocos se luchará ante estos infiernos del mundo, de persecución, de guerra y de hambre.
La hora de Mi Retorno ya está marcada. Es una hora que se aproxima al transcurrir el tiempo. Cuando Yo retorne, ustedes, ¿dónde estarán? Ustedes, ¿cómo estarán?
Las señales de Mi llegada son internas, porque es allí en donde Yo estoy presente, al igual que aquel que vive con fe la Eucaristía o la Adoración; así, estará pronto para recibirme, a pesar de cómo se encuentre o dónde esté.
Yo quiero, hoy, ungir al mundo con la Señal luminosa de la Cruz para que, ante este actual calvario planetario, ustedes vean iluminada la Cruz de la Redención de su Señor Jesucristo, la Cruz de Emmanuel, que los viene a liberar de las cadenas del mal para siempre.
Que sus corazones no se enfríen. Que su caridad no se desvanezca. Que su fe de estar en Mí se fortalezca, para que algún día los santos de los últimos tiempos, los santos de los últimos días, estén presentes en esta humanidad, y en la víspera de Mi llegada que esta unción espiritual se plasme en la frente de cada uno de Mis Hijos, de Mis compañeros, de Mis orantes, de Mis servidores.
Permitan que todo aquello que ya no debe estar más dentro de ustedes, no lo esté, y Yo tenga espacio para poder vivir en mayor profundidad dentro de cada uno.
No tengan miedo de perder el poder que creen tener o el control que creen vivir. Yo vengo a hacer de sus vidas algo nuevo, para que la raza humana se pueda salvar y así se cumplan los mil años de paz.
Que esta Maratón tenga la tónica y la absoluta confianza de que pueden seguirme y estar en Mí, a fin de que se justifiquen todos los errores y todos los pecados, y las almas fervorosas enmienden los ultrajes vividos por Mi Sagrado Corazón; porque Yo he traído, a este tiempo, a algunos de Mis apóstoles. Ellos no podrían estar en otro lugar, sino aquí, para volver a esperarme como Me esperaron en el Cenáculo durante los días de Mi Resurrección.
El reaparecimiento de Cristo se está cumpliendo.
Dichosos los que creen sin haber visto. Dichosos los que creen y son humildes. Dichosos los que son parte de Mi Palabra y beben de Mi Agua de Vida; porque Yo le entrego, a cada uno de ustedes, una parte del madero de Mi Cruz espiritual para que podamos compartir este momento y ofrecernos como víctimas del Amor de Dios.
Yo los vuelvo a ungir, a perdonar y a sanar bajo la unión poderosa de la Santísima Trinidad y de lo que está más allá de Dios, lo que aún el mundo no conoce y es parte de la Revelación del fin de los tiempos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Si tú desatas los nudos que tienes en la Tierra, en el Cielo también los nudos serán desatados.
Así, se cumple una Ley, la Ley de la Impermanencia, de aquello que no es fijo ni tampoco estático.
Desatar los nudos de la consciencia significa una liberación en este tiempo, una oportunidad que le estás dando al universo para que se pueda regenerar y recrear.
Cuando tú desatas los nudos en la Tierra, el universo se encarga de desatar los nudos en el Cielo y todo alcanza una liberación que es desconocida, que no se puede medir con el pensamiento ni tampoco con el intelecto.
Es una liberación que surge del corazón que confía en el universo y en las posibilidades que le brindan las Leyes universales y los Rayos materiales.
Cuando se desatan los nudos en el Cielo se abren las puertas hacia otras perspectivas, se abren las puertas hacia otros aprendizajes y escuelas que antes nunca habías alcanzado a poder vivir por diferentes razones y motivos.
En este tiempo es muy necesario desatar los nudos de la consciencia, no solo los que están en la Tierra, sino también los que están en el Cielo, porque permitirás que la consciencia angélica pueda intervenir e interceder por ti. No existe una forma de generar ese movimiento, tampoco existe una actitud o un pensamiento.
Desatar los nudos en la Tierra y en el Cielo es una posibilidad que tú le brindas a tu alma y, en consecuencia, a tu espíritu y a lo que está más allá de él. Así, una historia interminable se comienza a cerrar.
Las puertas del pasado, de los errores, se cierran y la consciencia que desata los nudos aquí, en la Tierra, recibe una Gracia, recibe una oportunidad que no puede ser medida por el movimiento ni por el pensamiento, solo puede ser sentida con el corazón, con la oportunidad de amar y de reconocer a la Misericordia Divina.
Si cada ser humano de este planeta aprendiera a desatar los nudos que posee aquí, en la Tierra, imaginen por un momento cuántas cosas sucederían, cuántas oportunidades se brindarían, qué beneficio recibiría la consciencia del planeta que vive en un constante sufrimiento.
A medida que el fin de los tiempos se aproxima, mayores serán los acontecimientos en el ser humano. No solo podrá reconocer las moradas que Dios le ha dado, para que algún día las convierta en templos sagrados de elevación y de entrega, sino también ese mismo ser humano reconocerá y sabrá todo lo que ha hecho en otros tiempos.
¿Acaso no tiene sentido saber la Verdad?
Eso no significa retroceder ni tampoco quedarse en el pasado. Significa enmendar conscientemente lo que nunca fue enmendado, lo que nunca fue perdonado ni reconciliado en el interior, ni con la existencia ni con el universo.
Hay muchas consciencias que necesitan desatar esos nudos en estos tiempos para poder dar sus pasos, los pasos seguros hacia Mi Corazón y hacia Mi Consciencia, los pasos que Yo espero que den día a día con determinación, libres de la mediocridad, de la negligencia, de lo que es poco, de lo que es pobre; porque Dios, desde sus orígenes, les ha dado todo y aún no lo saben.
Necesitan enmendar lo que ha sucedido para que alcancen la realidad y aprendan, al igual que sus hermanos, a salir de la ilusión del mundo, aprendan a sumergirse en Nuestra Vida Superior.
Si no estuvieran aquí, al lado Mío, no podrían vivir lo que hoy viven o lo que hoy aprenden. Las escuelas que Yo ofrezco son únicas, son irrepetibles, son intransferibles, porque sé lo que cada alma y cada espíritu necesitan para poder evolucionar.
Todo lo que Yo les doy y todo lo que les ha dado Mi Padre, a través de los tiempos y sobre todo desde sus orígenes, desde la Fuente, no puede ser ofrecido con poco. Su donación debe ser amplia, infinita e inconmensurable, así como Yo lo hice por ustedes hasta el último minuto, en el último segundo de Mi expiración.
Y aun en ese momento no me detuve, les demostré por medio de la Resurrección cómo alcanzar el resurgimiento del espíritu, desde las cenizas del pasado, para ser impulsado por el fuego de la Fuente Divina y así poder curar todo, así poder redimir todo, así poder ingresar al Reino de Mi Paz.
Sus estructuras deben ser removidas de lugar. Mis tesoros no pueden ser depositados en universos internos que son vacíos y pobres.
La verdadera pobreza de espíritu se alcanza con la donación del corazón, la donación de la vida, la abnegación. Eso es lo que Yo necesito de ustedes, es lo que necesito de cada corazón humano.
Cada uno sabe lo que debe darme, lo que debe presentarme, lo que debe ofrendarme. No son tiempos de medir lo que uno debe dar o hasta dónde uno puede llegar. Si ustedes dicen vivir en Mi Corazón, ¿acaso no podrían hacer todo?
La alianza Conmigo no debe ser construida bajo principios tibios. La alianza Conmigo debe estar fortalecida en la cristificación y en agradecer permanentemente la oportunidad que se presenta en sus vidas, día a día, la oportunidad que les entrega el universo en cada nuevo paso.
Porque cada uno debe ser una pieza importante de este gran puzle del Plan, las piezas pueden ser sustituidas, las piezas pueden cambiar de lugar según la necesidad y la Voluntad de Mi Padre; pero Mis piezas preciosas no se pueden perder como si nada hubiera pasado.
Tienen ejemplos muy cercanos de piezas que he perdido, porque están en las manos de Mi enemigo. ¿Acaso alguna vez sintieron lo que eso significa para Mí?, y ¿con qué Ojos debo mirar al Padre para que interceda por ellos?
Nadie tiene la capacidad de comprender lo que significa su estadía en este planeta, en esta escuela que Yo he instituido por medio de la Cruz para que vivan la redención.
El propio Dios encarnó entre ustedes y les entregó Su Palabra, les dio Su Testimonio y Su Buena Nueva, les ofreció los milagros, las conversiones y las liberaciones de las almas. Se hizo Cuerpo a través del pan y dio Su Sangre a través del vino.
Él se renueva de forma constante en el oficio sacerdotal, en la oportunidad que tienen Mis apóstoles de revivir Mi Pasión y de amarla, de cada día amarla más, con profundidad y sin superficialidad.
Deben sentir la Pasión de su Maestro y Señor, ofrecida en cada nueva Eucaristía, en cada nueva Comunión, porque si el mundo no se aferra a esto ¿cómo sobrevivirá?, ¿cómo permanecerá en la Paz del Señor ante tantos conflictos y enfermedades?
Ahora, ustedes no solo deben servirse de Mi Cuerpo y de Mi Sangre, ustedes deben ser parte de Mi Cuerpo Místico. ¿Qué esperan?
Así, entre pocos compañeros en el mundo, Yo fortaleceré Mi Cuerpo Místico que será alimentado por Mi Cuerpo Eucarístico, por Mi Cuerpo de Luz, para que el mundo entero no deje de ver la Luz, a pesar de las tinieblas.
En los mundos internos es en donde se realiza el Plan, es en donde se llevan adelante las grandes operaciones de Su Maestro y Señor con cada una de las almas de la superficie de la Tierra.
Al sacerdocio siempre se lo quiere atacar y destruir, porque el poder del sacerdocio que Yo les ofrezco es inquebrantable y las puertas del infierno le temen a eso.
Por eso, hasta la última gota de Mi Ser fue derramada en la Cruz y más aún, el Agua y la Sangre de Mi Costado dieron vida, cura y renovación a todos.
Aunque Mis Llagas hayan cicatrizado en la Resurrección, Yo necesito que los signos de Mi Pasión estén vivos en los sacerdotes y en los creyentes, en los que profesan la fe, a pesar de los tiempos difíciles.
En los signos de Mis Llagas se encuentra su liberación, en el poder de Mi Sangre se encuentra su redención y la justificación ante el Padre de todos sus errores y pecados cometidos desde Adán y Eva.
Ahora, ustedes deben ser este misterio que se revela, se transforma y se redime, deben ser la expresión de ese amor, deben querer alcanzar las esferas superiores que Yo les ofrezco en este momento planetario, porque aún hay mucho por hacer.
Su descanso estará en el servicio sacerdotal, en la vida que cada uno le pueda dar a Mis Sacramentos. Porque ahora que las almas no pueden recibirlos presencialmente, Mis sacerdotes deben ser ese signo sacramental que sea grabado en los mundos internos, para que las almas que sufren y padecen se fortalezcan.
Aspiren a alcanzar la perfección en el servicio sacerdotal, porque el mundo lo necesita, la humanidad lo necesita y así se preparará Mi Retorno.
Que las almas descubran sus verdaderas virtudes, que vean con ojos de amor lo que Dios les ha entregado y que no se sumerjan solamente en sus impurezas e imperfecciones, porque es allí en donde los quiere Mi enemigo. Si dicen ser inteligentes, ¿por qué están allí?
Que la fuerza de su amor no esté en la mente, sino en el corazón, en el sentimiento profundo de amar como Yo los amo, de servir como Yo los sirvo, de unir como Yo los uno con la Fuente de Mi Padre Eterno.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que el Espíritu Santo resida en sus mentes y corazones.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy bajo del Cielo para estar en este encuentro, para decirle al mundo que en este ciclo todo está permitido, Mi Padre así lo decidió. La humanidad necesita crecer interiormente para poder expresar lo que vino a hacer a este mundo.
Yo necesito que estén aquí Conmigo, en vigilancia, porque en esa vigilancia siempre encontrarán la paz y tendrán sabiduría para saber tomar buenas decisiones.
El planeta es como un frágil cristal que está a punto de romperse, así como todo lo que está dentro de él.
Pero ustedes, por medio de la oración misericordiosa y de su fe, aprendieron a fortalecerse, y esa fortaleza no puede ser tibia, sino que tiene que ser firme, basada en lo que creen y viven, en lo que ejercitan y ofrecen como servicio al mundo, como también a sus hermanos.
Por eso, todo está permitido para que la humanidad pueda aprender lo que aún no aprendió. Eso no significa que sigan sufriendo, porque aún los rige una ley fundamental que es el libre albedrío. En esa elección que hace la humanidad está la condenación, la perdición y la oscuridad.
Pero hoy los invito a colocarse por encima de esa ley y a unirse a Mi Conocimiento Divino, a Mi Palabra, para que por medio del amor y de la verdad aprendan a decidir con sabiduría y discernimiento, sin tener que ser tocados por la acción de esa ley.
Sé que no todos conseguirán hacerlo, porque aún están en el tiempo de vencer la dualidad. Hasta que Yo retorne eso no sucederá y los corazones deberán vivir lo que necesitan vivir para poder formarse como verdaderos servidores, siempre y cuando decidan seguir el camino que Yo les ofrezco no solo a ustedes, sino también al mundo entero, a todos los pueblos y a todas las religiones, porque Yo no solo soy el Cristo de los cristianos, soy el Maestro y Señor de todas las almas.
En las almas no hay religión, no hay doctrina; hay fe, confianza y unidad en el Padre Eterno, es ahí en donde Yo estoy. Y es así que Yo busco estar siempre en sus corazones y vidas, para que puedan reflejar los dones que les vengo entregando hace ya un tiempo.
Mis tesoros, que son internos, profundos e inmateriales, nunca se perderán. Cuando las almas no viven los talentos que Yo les entrego, retiro los dones y las virtudes de los corazones que no cumplen con Mi Propósito, y eso no significa que Yo los abandone.
En la soledad y el silencio Me detengo para observarlos, hasta el momento en el que ustedes aprendan a dar los pasos, así como Yo les enseñé desde el Huerto Getsemaní hasta la Cruz.
En cada instante de sus vidas se puede vivir la redención.
En cada paso de sus vidas está la oportunidad de la liberación cuando están bajo la Ley del Amor y de la Verdad.
Este mundo sufre y está dolorido, con penas no solo en su consciencia, sino también en su alma, porque el planeta es parte de todos y ustedes forman esa gran consciencia del planeta, la cual está enferma y necesita de cura.
En el sostén de su fe y de su confianza en Mí, siempre existirán los puentes por los que Yo podré descender para socorrerlos y auxiliarlos, aunque no me sientan, aunque no me perciban, aunque Yo esté en silencio.
Por eso, este es un momento definitivo, en el que el planeta está ante un acontecimiento impredecible, ante un destino incierto, sin saber cómo continuará el próximo tiempo.
Pero ustedes, que han crecido con el amor de Mis Palabras y de Mi Sabiduría, no deben colocar sus mentes en lo que sucederá, sino en lo que está sucediendo. Allí, está la enseñanza que necesitan para poder crecer y aprender y, nuevamente, poder superar los obstáculos y las pruebas en la confianza infinita que les ofrece Mi Corazón.
Tal vez, lo que hoy les digo, compañeros, lo pudieron haber escuchado en otros momentos, a través de otras Palabras que ya he pronunciado. Pero sepan que en todo lo que hoy les digo está la respuesta que cada ser necesita según su escuela y su momento de purificación.
No crean que no veo lo que les sucede, lo que sienten interiormente, lo que sucede en sus mentes, lo que viven sus almas, a lo que aspiran sus espíritus para poder encontrar la verdad.
Por eso la Jerarquía, en una única sintonía y vibración, se une en este momento, bajo Mi consenso y autoridad, para poder llevar al mundo entero los últimos impulsos que necesita a fin de que la humanidad despierte aún más su consciencia y perciba que no está bajo la Ley y que deberá retornar a ella.
Así, los tiempos y los momentos de incertidumbre, de sufrimiento, de pandemia y de inseguridad terminarán. Así estarán abiertos para poder recibirme en ese gran momento de Mi Retorno, que no está lejos, que cada día está más cerca y que deben tener presente, porque no le avisaré al mundo ni tampoco a ustedes. Llegaré en el momento más necesario y urgente, aunque todo se muestre tranquilo.
En ese momento, Yo podré volver para corregir a este mundo como nunca fue corregido. Y así, el juicio del Amor llegará y todos tomarán consciencia de eso, no importará que crean o que no crean, que sepan o que no sepan nada. Todos serán iguales ante la Mirada del Padre.
Yo nunca les traeré un castigo, les traeré la Verdad a través del Amor que los liberará para siempre.
Y serán lo que Yo necesito, lo que Yo tanto espero, lo que tanto anhelo desde hace más de 2000 años, porque si hoy estoy aquí es porque Mi Padre Me lo pidió, y Él Me lo mostró claramente en el Huerto Getsemaní, antes de entregarme en la Cruz.
Aún tengo Cálices llenos de Misericordia para que las almas los puedan beber.
Es tanto el Amor que he colocado en cada uno de los Cálices que ellos desbordan por el poder de la Luz de Mi Sangre. Esos Cálices, al no ser bebidos ni considerados por las almas, derraman los Códigos de Mi Pasión y de Mi dolor en el mundo.
Este es el sacrificio que Yo quiero que puedan vivir Conmigo; algo que va más allá de ustedes y de sus consciencias, de sus conocimientos o de sus intenciones.
Los Cálices del sacrificio serán los que salvarán al mundo y le concederán una amnistía espiritual y extraordinaria a gran parte de la humanidad, por medio de la vida consagrada, sacerdotal y misionera.
Por eso, cuanto más difícil es el momento, más duras son las pruebas y más doloroso para ustedes es saber la verdad tal cual es.
Este es el tiempo y la gran oportunidad de darlo todo por el todo, así como Yo lo di por ustedes, sin pensar ni un segundo en retroceder ni en desistir. Porque Yo sabía, compañeros, lo que vendría después. No hubo dolor humano, sentimiento o pensamiento que haya impedido realizar Mi tarea por el mundo, así como hoy realizo esta tarea por ustedes y con ustedes.
Mis Palabras terminan de ser escritas en el Libro de Dios, y ustedes deben ser parte de esa historia que está siendo escrita a través de Mi Obra.
En esta Maratón de la Divina Misericordia clamemos por el discernimiento divino, por la sabiduría universal, para que todos tomen buenas decisiones en este tiempo crucial, en el que la oración y el servicio serán el escudo que los protegerá y el impulso que los llevará a estar a Mi lado, incondicionalmente.
Hoy no vengo a ver sus errores, sus traumas o sus desiertos, porque ya los conozco.
Yo vengo a dar valor y poder a cada Código de Luz, de Amor y de Palabra que he depositado en sus corazones, porque creo que ustedes los harán valer y se responsabilizarán de ello, sabiendo que Yo necesito de espejos en la Tierra, de servidores y misioneros en la superficie, para curar el dolor a través del Amor que Yo les entregué y el que siempre podrán dar sin miedo.
Arriésguense a amar, más de lo que Yo los amo.
Arriésguense a entregarse, más de lo que Yo Me entregué.
Aún nadie Me ha superado en el Amor, y espero que eso se cumpla algún día.
Hoy Me llevo del mundo el sufrimiento que vive, para que sea curado y liberado, transmutado y sublimado y para que, en esta Maratón, Mis discípulos, amigos y compañeros, renueven sus votos internos Conmigo.
Que en este mes de junio, mes del Sagrado Corazón de Jesús, las almas recuerden que en Mi Corazón hay un lugar para cada una, un lugar que espera ser ocupado por ustedes.
Les agradezco por orar Conmigo, por orar por el mundo, para que el Proyecto de Su Redentor se cumpla en la humanidad. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Comunicado Mundial para todos los seguidores de la Obra Redentora de Cristo en la Tierra
Compañeros:
Respondiendo a:
declaro en Nombre de Dios, la suspensión temporaria del gran y último evento llamado “Sagrada Semana” a fin de evitar complicaciones humanitarias y, sobre todo, del orden de la ley de la Tierra, para los que preparan este acontecimiento con tanto amor.
Por consiguiente, en absoluta obediencia y resignación al Divino Padre, los invito en confianza y adhesión, a seguir y cumplir esta decisión que es parte de una medida preventiva y planetaria que incluye a esta Obra y a todos sus participantes.
Es también para evitar desobediencias y resultados judiciales y sanitarios que pudieran comprometer la continuidad de la Comunidad Figueira.
Para que los últimos eventos de los Sagrados Corazones se puedan llevar adelante, los invito a colocar sus mentes y corazones en Dios, y a cumplir humildemente lo que dictan las naciones y las organizaciones de salud internacional.
Esta decisión es una estrategia divina que intentará desterrar la raíz que generó mundialmente esta paranoica situación global.
Por esa razón, el evento de la Sagrada Semana quedará postergado hasta el mes de agosto, en el que la Jerarquía Espiritual tendrá una visión más clara de las posibilidades.
Sé que muchos de los que guardan fe y confianza en Mis Mensajes ya marcaron sus viajes para este Sagrado Encuentro; quiero que cada uno de ellos sepa que la Sagrada Semana se postergará y que ella se realizará en el mes de agosto cuando se haya alcanzado una difusión global mayor.
Solo les pido que confíen y que entiendan que, por encima de cualquier situación humanitaria, la Jerarquía los está protegiendo y les está enseñando a cumplir con la Ley de Dios.
Los encuentros del mes de abril serán todos retransmitidos a excepción de las Vigilias de Oración, que son importantísimos eventos de intervención planetaria, así como la novena preparatoria de la Sagrada Semana.
Durante el mes de abril de 2020 se transmitirán los encuentros de la Sagrada Semana del año 2019. De esa forma y desde donde se encuentren, serán invitados a revivir la Pasión de su Maestro y Señor.
Toda esta medida preventiva también los protegerá de quedar aislados por alguna razón y no poder retornar a sus naciones de origen. Antes de que eso suceda, los invito a recogerse y a orar, porque los grandes días de oscuridad están llegando para el mundo entero.
Los bendigo a todos y prepárense para el mes de agosto, en el que juntos viviremos la última Sagrada Semana.
Les agradezco por adherirse a Mi Plan de Amor.
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Cuando un cáliz se eleva para la consagración, los Códigos Divinos son depositados para que su contenido se transubstancie y se convierta en la Sangre de Jesús.
Cada vez que un cáliz es ofrecido en el altar para la consagración y se recuerda la dolorosa Pasión de su Señor, las Gracias descienden y, en ese momento de profunda celebración y de íntima comunión con los aspectos de Cristo, las almas tienen la Gracia de recibir el perdón absoluto y tienen la oportunidad de renovarse a través de la revelación, en este caso, de la preciosísima Sangre de Cristo.
Cada vez que un cáliz es ofrecido y es elevado en memoria de la Pasión de Jesús, la vida sacerdotal del planeta es renovada y todo lo que es corrupto se vuelve incorrupto por la Gracia que trae la Sangre de Jesús.
Cada vez que estén ante una nueva celebración eucarística tienen que recordar que el valor, el poder y la fuerza de la Sangre de Jesús y de todos Sus méritos permiten conceder una expiación a quien la necesite y se arrepienta de corazón.
¡Les agradezco por celebrar de corazón los Misterios Sagrados de Cristo!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Para que las órdenes religiosas en el mundo y, especialmente, los consagrados en este tiempo puedan superar y trascender los tiempos definitivos en sí mismos, Yo vengo a pedirle a la Orden Gracia Misericordia la reparación del Corazón Eucarístico de Jesús, los días sábados; para que Mi adversario no siga empujando con su cola a Mis discípulos para hacerlos caer en los abismos y para que el Corazón de su Dulcísimo Redentor sea consolado por todos los que, en la vida religiosa y sacerdotal, perdieron los Dones de Dios por las influencias de las pruebas de estos tiempos.
Al menos, espero que en el mundo la vida consagrada siga siendo un puente que lleve a las almas hacia Dios y no un chiquero de bajezas y de adversidades.
Deseo que, por los divinos méritos de Mi Dolorosa y Extrema Pasión, su Orden religiosa ofrezca el día sábado, a las tres de la tarde, la oración grupal a la Divina Misericordia, no importando en qué lugar o momento se encuentren.
Si responden a este pedido de su Señor por tiempo indeterminado, la Gracia Salvadora del Padre descenderá sobre cientos de religiosos en el mundo, y las grandes tentaciones y desobediencias de estos tiempos se disolverán, porque Yo colocaré Mis Manos sobre aquel que implore en Mi Nombre y ya no será un instrumento de distorsión espiritual, sino un bálsamo de amor para Mi Corazón.
Vengo a pedirles, en los sábados de reparación, una adoración colectiva con todos los miembros de su Orden; que también calmará la indignación de Dios por tantos desvíos que muchos religiosos viven en este ciclo.
Si ese pedido se realizara y nadie faltara en cumplirlo, les prometo, por los frutos insondables de Mi Misericordia, rescatar a los religiosos y religiosas que cayeron en tentación y están perdidos.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Aunque parezca difícil o imposible, la victoria de Mi Corazón se está dando en la consciencia de Italia.
Por esta razón, los últimos acontecimientos le demuestran a la Jerarquía que es el momento en el que grandes definiciones se presentan al mundo para revelarle que el tiempo de la transición llegó para toda la humanidad.
En estos momentos, en los que todo parece estar más difícil y en los que las naciones más comprometidas con la oscuridad de estos tiempos son espiritualmente trabajadas por la Consciencia Divina, es cuando su consciencia inferior, su mente, su corazón y su alma se deben mantener en equilibrio por medio del silencio y de la oración. De esa forma, Yo los hago partícipes de acontecimientos muy semejantes a los que Yo viví antes de ser entregado a la cruz.
Así conscientemente, por medio de las peregrinaciones, ustedes están aprendiendo a trascender y a transmutar esas grandes y antiguas fuerzas espirituales que, en los últimos quinientos años, sometieron y esclavizaron a la humanidad, sembrando códigos terribles y oscuros en muchas consciencias.
Recuerden que el principal trabajo se está realizando aunque, aparentemente, nada esté sucediendo.
Ustedes, desde el último ocho de agosto, dejaron de servir solo a sus Comunidades-Luz para servir al planeta y, en consecuencia, a todas las naciones que están en un altísimo grado de perdición.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
A través de Mis Llagas de Luz vengo a derramar sobre Italia, la Gracia y la Misericordia Divina que esta nación religiosa necesita para que, algún día, pueda recapacitar, redimirse y finalmente cambiar.
A través de la Luz de Mis Llagas, vengo a derramar los hechos espirituales y divinos que su Redentor vivió durante la Pasión, para que estos hechos, a todos los religiosos y creyentes, les recuerden la importancia de reflejar y de vivir una vida de santidad, de servicio y de amor por el que más sufre.
A través de la Luz de Mis Llagas, vengo a derramar el auxilio y la cura interior que los extranjeros e inmigrantes necesitan, para que sientan alivio y amor en sus corazones, sabiendo que la falta de amor por parte de los italianos es generada por la indiferencia.
Por eso, a través de la Luz de Mis Llagas, vengo a entregarle a Italia todo lo que fui y todo lo que soy, con la esperanza de que el cambio de consciencia llegue rápido, antes de que todo quede definido.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En la hora de Mi Misericordia hago descender los méritos de la Pasión, a fin de que las almas tengan una oportunidad de despertar y de redención.
Por eso, la hora de Mi Misericordia es importante para su Maestro y Señor porque en ese momento, el Redentor y las almas tienen la oportunidad de revivir no solo el sacrificio del Cordero de Dios, sino también los potentísimos poderes alcanzados a través de la Pasión, la Muerte y la Resurrección de su Señor.
Vengo en esta hora para conceder a Italia la Gracia extraordinaria y expiatoria de poder reconciliarse con Dios y con todo su Plan de Amor y de Perdón porque sé que las almas necesitan mucha Misericordia para poder recapacitar y cambiar, así como Dios lo necesita de todo el pueblo italiano.
Si al menos un grupo de consciencias italianas hicieran el cambio que el Cielo está implorando, Italia, como nación, sería perdonada de muchísimos errores y esta patria alcanzaría un alto grado de conversión y de redención.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Queridos compañeros:
Ya está todo preparado para el descenso glorioso de su Maestro y Señor.
Todo fue preparado con amor por las manos y los corazones de Mis seguidores.
Se volverá a abrir la puerta victoriosa de los méritos y del legado de la Pasión y de la Resurrección de su Señor.
Todo el Universo espiritual está a la espera del gran momento en el que el Pastor y Rey de reyes volverá a celebrar la Comunión redentora con Sus amigos.
Mientras las puertas del Universo se están abriendo, a medida que pasa el tiempo, la presión y la opresión de los infiernos se vuelven insoportables, ya que los poderosos Códigos de Cristo están descendiendo sobre la consciencia del planeta y de la humanidad.
Es así que los siete ángeles de las trompetas se posicionan en los lugares indicados, mientras el Arca de la Santa Alianza, que trae consigo al Santo Cáliz, es colocada próxima a la dimensión de la Tierra.
Todo lo contrario quedará paralizado durante los ocho días, cuando el Hijo de Dios descienda en espíritu a la Tierra, y el fin comenzará en la humanidad.
¡Les agradezco por acompañarme de verdad en esta Sagrada Semana!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Mientras los días transcurren, el momento de Mi Pasión, Muerte y Resurrección se aproxima como un legado espiritual y valioso para las almas.
Es por esa razón que Me aproximo a los Míos, para que conscientemente puedan recordar el significado interior de esa gran entrega de Amor que vivió su Maestro.
Por eso, compañeros, ya estamos en vísperas de que el Hijo de Dios retorne al mundo durante la Sagrada Semana; no solo para anunciarles la Palabra de Vida, sino también para que se unan a Mí y, en reverencia, estén en sintonía espiritual con Mi Corazón.
Por ese motivo, hijos, Yo los reúno en torno de Mí, para que en ustedes despierten los atributos y los dones que harán repoblar la Tierra de códigos directos de la Fuente.
Es así que, elevando su fe en Mí, Yo podré conducirlos por el camino de la paz y de la redención.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Cada nuevo año, en el que se celebra la victoria y el triunfo de la Pasión de su Maestro y Señor, las fuerzas contrarias a la evolución, que están gobernando al planeta, se ven amedrentadas por la aproximación de la Luz Cósmica de Cristo.
Es en estos días decisivos en los que los infiernos de la Tierra se sienten oprimidos y bloqueados por el descenso de la Luz Divina a través de Cristo.
Diversas acciones y movimientos contrarios son llevados adelante por Mi adversario, ya que la hora de su juicio se aproxima y nunca más volverá a escapar engañosamente.
Es así, que los Universos Superiores son movidos por los impulsos que emanan de la Fuente, y una especie de derrota universal se establece por los méritos alcanzados por el Amor de Cristo.
Todo lo contrario que suceda, será reflejo de esa inminente derrota, que el Arcángel Miguel llevará adelante para cerrar los espacios inciertos.
Mientras ustedes se mantengan en oración y en vigilia, estarán protegidos y amparados de todo peligro.
Por ese motivo, vengo para pedirles a los orantes que, por primera vez en esta próxima Sagrada Semana 2019, transmitan a través del canal “Orando por la Paz” la “Trilogía Espiritual de Oración, Devoción y Contemplación” a fin de amparar y de proteger todo lo que su Maestro llevará adelante durante los ocho días de la Sagrada Semana.
¡Les agradezco por acompañarme!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Mi Cuerpo espiritual y divino está llagado por las indiferencias y las deudas del mundo.
Este Cuerpo espiritual, en el que mora el Dios vivo, está siendo ultrajado por los hombres y sus acciones, y por ahora nada lo puede detener.
Por los méritos de Mi Pasión y por las oraciones de los simples es que ese Cuerpo espiritual consigue alivio y restauración, porque las ofensas que emana la humanidad de hoy son realmente terribles.
Por la Sangre derramada del Cordero y la fe de los creyentes en Cristo será que el peso de esa deuda espiritual podrá ser aliviado, y al menos una parte de la humanidad podrá respirar un corto período de paz, antes de que todo se desate.
En Mi Cuerpo espiritual está la Iglesia Celestial de Dios y en ella, el Cuerpo Místico que es su pueblo en redención.
En esa unión del Padre con Sus hijos se encuentra la puerta para revertir las grandes deudas de la humanidad.
Ya estamos en el tiempo de la redención y esa Gracia estará siendo concedida a todos.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Me entrego, de tiempo en tiempo, para que las almas aprendan algún día a amarme, a reverenciarme y a reconocerme.
Si Yo no Me hubiera entregado en la Pasión y en la Cruz por ustedes, nunca hubieran tenido la posibilidad de vivir una vida dedicada a la unión Conmigo y a la profesión de la fe.
Por eso, aún Me sigo entregando al mundo de diferentes formas y, a pesar de que la mayoría no Me reconozca, Su Maestro y Señor se sigue entregando porque algún día todos despertarán y tomarán consciencia de que el Hijo de Dios fue quien se entregó por verdadero amor a cada uno de ustedes.
Mientras tanto, en la mansedumbre de Mi Corazón espero a los que Me corresponderán, para que aprendan a servir a lo Divino y a lo Supremo.
Espero a los que en algún momento tomarán consciencia de lo que significa estar en Mí y de la oportunidad que representa vivir por medio del misterio de Mi Amor.
Algún día todos Me reconocerán, sin importar la religión o la fe, porque el Amor que Yo derramo es para todos.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hermanos:
Vengan a Mi Templo de Luz. Las campanas ya están llamando. La hora de la ofrenda se aproxima. Preparen sus lámparas de aceite, porque el Sacerdote Mayor llegará. Vistan los atuendos de la consagración. Que las hijas del Altísimo cubran sus cabezas con el velo de la consagración.
Es hora de entrar al Templo y que los sacerdotes menores canten los himnos de la consumación final.
Prepárense, las campanas del Gran Templo ya están llamando y su sonido resuena en todos los mundos internos, en todas las almas, en todos los corazones.
El Señor del Universo está descendiendo bajo el poder de la Gloria de Dios. Mientras tanto, que sus corazones sientan el sagrado suspenso del Gran Momento en el que las puertas del Cielo se abrirán para conducir a las almas hacia el Reino del Señor.
Pero en la memoria de los Míos quedará el recuerdo de la Pasión del Señor. Así los creyentes y devotos se postrarán, cabeza al suelo, cuando escuchen en el cielo el estruendo y vean la luz de la llegada del Señor.
Todo se volverá a renovar y todos tendrán la gracia de poder hacer penitencia.
Las campanas están llamando. La Sagrada Semana se aproxima, y son invitados a comulgar de ese importante encuentro.
Despierten.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
El Cáliz ya está entre Mis Manos y desde ahora preparo el Altar para volver a celebrar la Pasión, la Muerte y la Resurrección de su Maestro y Señor.
Los ángeles también preparan el escenario en donde se oficiará la historia de la vida de su Señor.
Todo es preparado interiormente para que las almas, que serán recibidas durante la Semana Santa, sientan los impulsos de Luz de Mi Corazón.
Todo cambiará, todo mudará cuando las almas vuelvan a vivir y a sentir la alianza espiritual con su Maestro y Señor.
Ahora todo es preparado, hasta el más pequeño detalle, para que el caudal de la Divina Misericordia encuentre afluentes dentro de los corazones que se abrirán para reconocer el sagrado sacrificio de su Señor.
Todo es preparado con amor y devoción para que la unión entre el Cielo y la Tierra se establezca, más allá de todo lo que sucede en el mundo.
Este es el tiempo de más revelaciones. Este es el ciclo de las confirmaciones de los corazones con el Plan de Dios.
Está llegando la Sagrada Semana. Está llegando el Maestro, Señor y Redentor.
Ábranse desde ahora y participen del sagrado encuentro.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Sin que ustedes lo esperaran, hoy he venido por expresa Voluntad de Mi Padre, para decirles que estaré regresando para entregarles Mis impulsos espirituales diarios a partir de este día, 20 de marzo de 2019, numéricamente especial para el Universo de Dios.
Toda la Jerarquía Espiritual está atenta a las grandes necesidades espirituales e internas de la humanidad.
Pero en este ciclo, en el que Mi Palabra deberá ser llevada a la práctica, los impulsaré y los guiaré con nuevas y precisas instrucciones para que sus mundos internos y sus almas se sientan guiadas.
Por esa razón, el Padre Me ha pedido que, por los méritos infinitos de Mi Pasión, ofrezca Mi Divina Consciencia a los que seguirán trabajando diariamente en su transformación y redención.
Es así que, a partir de hoy y por un periodo indeterminado, estaré regresando con toda la Gloria de Dios para acompañar a la humanidad en este momento crítico y decisivo que está atravesando.
Y especialmente vendré, a pedido de Mi Madre, por los que merecen y claman por los méritos de Mi Divina Misericordia.
Vendré en este ciclo para seguir revelándoles la Verdad y, sobre todo, para evitar la sustitución de la fe y de la enseñanza cristiana por la idolatría y el fanatismo mundial y religioso.
Durante la próxima Sagrada Semana sembraré las últimas semillas.
¡Les agradezco por guardar Mis impulsos en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
No existe preocupación más grande que Mi Amor, porque Mi Amor disuelve en luz toda preocupación. Nada opuesto al amor puede ser más grande.
Por eso, cuando hay preocupación es algo comprensible, es el punto de fricción que las almas encuentran cuando tienen que dar un gran paso por algo desconocido y mayor a sus pequeñas posibilidades.
La preocupación coloca a la consciencia en una tensión constante.
La preocupación se disuelve, también, a través de la confianza que el alma puede expresar por la Voluntad Mayor.
Hoy las almas se preocupan demasiado porque pierden el hilo conductor que las trajo hasta aquí, hasta esta vida, para cumplir el Propósito.
Pero también la preocupación sucede cuando el alma le teme al resultado de su destino o al destino del semejante.
Todos esos sentimientos, que son alimentados por la consciencia inferior de la humanidad, son vencidos a través de un amor confiante, de una fe capaz de ir más allá de toda dificultad y de todo obstáculo.
Yo, como Hombre y Consciencia encarnada, atravesé la preocupación y el miedo de enfrentar la Pasión. Pero la fe en Dios y la confianza en Mi Padre Me llevaron a darlo todo y a sostenerme en un propósito inquebrantable.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
La luz de los primeros Cristos comienza a despuntar dentro del universo interior, porque ellos son congregados para la oración y sus voces proclaman las Bienaventuranzas del Cielo.
Los Nuevos Cristos comienzan a surgir porque ellos se comprometieron, de corazón, a testimoniar el Amor del Redentor y a retransmitirlo hacia toda la consciencia planetaria.
Estos Nuevos Cristos no quieren nada para sí, solo aspiran a cumplir con la oración diaria para que el Maestro del Amor guíe sus pequeños pasos.
Los Nuevos Cristos comienzan a manifestarse y ellos sorprenderán porque serán las personas que menos imaginan. Ellos son testigos y adoradores de la Pasión del Señor, son capaces de darlo todo por amor, bajo cualquier circunstancia.
Los Cristos del Nuevo Tiempo comienzan de cero todas las veces que sea necesario, hasta que, por sí mismos y por todos los medios que les ha dado la Jerarquía, consigan expresar los pasos del Plan; y también son los que se mantienen neutros para no confundirse con nada del mundo.
Los Nuevos Cristos solo dicen “sí” y por ese “sí” viven, además de todo lo que pueden entregar para que la Creación sea renovada.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más