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Novena al Sagrado Corazón Espinado de Jesús
Quinto día
Retira, hijo Mío, la espina dolorosa de la ingratitud de los hombres.
Después de todo el auxilio que recibieron a través de la Pasión y de la Muerte del Señor, la humanidad en este tiempo es muy ingrata Conmigo.
Alíviame completamente de esta pena y por medio de tu fervorosa oración retira de Mi Corazón esa flageladora espina.
Pídele al Padre Eterno que, por el Nacimiento y por la Muerte de Su Hijo, tenga piedad y misericordia por todas las almas que, a través de los tiempos, se olvidaron de agradecer y de reconocer que la Divina Providencia es perfecta para todos, tanto en la abundancia como en la carencia de algo.
Ahora, delante de esta revelación, reconoce tus posibles faltas y aquellos momentos en que no tuviste gratitud con la Providencia y cuantas veces pensaste, sentiste desprecio, o incluso rechazo, por lo que el Universo te colocaba como prueba o como instrumento.
La gratitud de las almas debe estar presente en todo. Un alma que no expresa ni vive la gratitud es como un alma perdida, desorientada en un vasto desierto, que, moribunda, siente mucha sed.
La gratitud por todo lo recibido se perdió completamente de la consciencia de la humanidad. Por esa razón, la espina de la ingratitud lastima mucho a Mi Sagrado Corazón, porque sé que las almas no tienen consciencia ni discernimiento sobre lo que están expresando como ingratitud.
¡Cuántos fueron beneficiados por la Suprema Providencia y hoy se dan el gusto de desmentir Mi Obra y de vivir una vida superflua como si nunca Me hubieran conocido!, ¡y todavía siguen creyendo que están en Mí!
¡Pobres de esas almas! ¿Qué será de ellas en poco tiempo?, ¿alguien lo sabe?
Por eso, alegra Mi Corazón con la gratitud de tu corazón, porque eso vale más que muchos conocimientos, que muchas habilidades o destrezas.
La gratitud es la puerta directa hacia el Amor de Mi Corazón.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Compañeros:
Con el poder y la fuerza de Mi Luz Celestial, cada vez que Me presento ante el mundo exorcizo y libero a la humanidad de una gran presión planetaria, a fin de que el plano psíquico sea aliviado de las corrientes del conflicto y de la perturbación.
Por esa razón, en la Hora de la Misericordia, su Maestro y Señor concede oportunidades únicas para la redención y la conversión de los corazones.
En la Hora de la Misericordia se abren los grandes espacios de la Conciencia de Dios para que las almas sean sumergidas en el océano del Amor y así se puedan curar espiritualmente.
Que en la Hora de la Misericordia sea recordada la Pasión de su Maestro, a fin de que todos los méritos de Su Muerte, de Su Resurrección y de Su Gloria sean depositados como bálsamo de reparación y de alivio interior en la humanidad, para que las almas encuentren el camino para vivir su salvación.
Que en la Hora de la Misericordia sea vivificada la presencia del Hijo de Dios para que, por los méritos de Su Pasión, la redención interior se irradie al mundo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Durante la Hora de la Misericordia, cuando el mayor caudal del Manantial de Mi Corazón piadoso se abre, todos tienen la oportunidad única de poder sumergirse en Mi Océano de Amor para que las faltas más graves sean perdonadas y las heridas más profundas sean curadas.
En la Hora de la Misericordia, compañeros, se abre la Llaga de Luz de Mi Costado para derramar el potentísimo afluente de la Piedad de Dios sobre los pecadores que, en sinceridad y en verdad, pidan por Misericordia.
En la hora más culminante de la Misericordia, cuando todos los días se recuerda la Muerte dolorosa del Señor en la Cruz, las almas, y el mundo entero, tienen la oportunidad de poder purificar su corazón de toda mancha espiritual y de poder ingresar en el Reino de los Cielos, tan solamente recordando la dolorosa Pasión de Jesús.
Anuncien al mundo que todavía las entrañas más profundas de Mi Misericordia están abiertas, para que las almas, durante esta hora definitiva de la humanidad, alcancen la salvación espiritual y el perdón universal.
Que sus vidas sean testimonio de Mi Misericordia.
Que sus ejemplos y sus actos sean misericordiosos, a fin de que, en el gran universo de Mi Misericordia, las almas y el mundo alcancen la paz.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
De Mis Cinco Llagas brota la luz para las almas.
De Mis Cinco Llagas brota Mi testimonio de Amor por las almas.
De Mis Cinco Llagas brota el misterio infinito del Amor de Dios.
De Mis Cinco Llagas brota la Verdad para el planeta.
De Mis Cinco Llagas brota la memoria de Mi Pasión por cada uno de los Míos.
De Mis Cinco Llagas brota el sentido de haber estado aquí, entre ustedes.
De Mis Cinco Llagas brota el manantial inmaterial para todo el Universo.
De Mis Cinco Llagas brota la razón de amarlos tanto.
De Mis Cinco Llagas brota el sentimiento de haber vivido la Voluntad de Dios sobre la Tierra.
De Mis Cinco Llagas brotan los atributos que la humanidad necesita para estos tiempos.
De Mis Cinco Llagas brota el Principio que restaura la vida espiritual de cada ser.
De Mis Cinco Llagas brota la experiencia inolvidable de vivir en Dios.
De Mis Cinco Llagas brota el camino de retorno al amor transfigurador.
De Mis Cinco Llagas brota el propósito de rescatar a la raza humana y la oportunidad que ella tiene para retornar a Dios en Misericordia.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
La Pasión de Jesús significó y representó para la humanidad muchos acontecimientos. Algunos de esos hechos fueron conocidos, pero otros aún son desconocidos.
Muchas realidades y situaciones se dieron, ampliamente, en otros planos de consciencia, algo que iba más allá de lo material y también de lo espiritual.
La Pasión del Señor fue el verídico testimonio de que Él, por encima de todo, había encarnado para cumplir con esa misión y que no habría nada que pudiera modificar o alterar ese acontecimiento.
Cuando Jesús se encontraba en el Huerto Getsemaní, había llegado la hora y el momento de que, como hombre encarnado, Él le entregara esa condición humana al Padre para que, por Su intermedio, ese sacrificio fuera transformado para el bien de la humanidad, aunque la propia humanidad no fuera merecedora de esa Gracia.
El Padre, a través de Su Hijo, sabía que si esa entrega y ese sacrificio no sucedían, la propia raza humana se autodestruiría.
La razón fundamental de Cristo, durante Sus treinta y tres años de vida, era poder vivir y cumplir, más allá de Él mismo, la Voluntad Divina.
Jesús fue un hombre nacido con Dones evidentes de Dios, pero Él tuvo que conocer, como todo ser humano, la condición humana; pasó por tentaciones y pruebas para que de Su Espíritu emanara, todo el tiempo, la razón de Su existir.
Esa adhesión inmediata de Jesús a la Voluntad de Su Padre permitió que no pereciera.
Recordemos que Jesús llegó en un momento de la humanidad en el que la perversión y el abuso del poder eran los abismos por los cuales la humanidad se estaba condenando.
Jesús mantuvo el ímpetu de Su Amor por el Padre. Creía, por encima de todo, en la realización de esa Divina Voluntad, así como estaba escrito.
Su Propósito era alcanzar la meta que el Padre le había entregado, a pesar de las diversas dificultades que el Maestro podría enfrentar.
Su confianza en la manifestación de ese Plan y, sobre todo, Su Amor por él, lo hacía un Ser espiritualmente libre, capaz de vencer la dualidad y la adversidad que los seres humanos habían creado.
Amar esa Voluntad fue el principal objetivo espiritual de la Vida de Jesús.
Él sabía que nada ni nadie podrían cambiar el destino que el Padre le había mostrado para Su Misión en la Tierra.
Era una necesidad imperiosa del Maestro, la vivencia de esa Voluntad, aunque a veces, a pesar del desarrollo sensorial y místico de Su Consciencia, no sabía hasta dónde esa Voluntad lo llevaría dentro de Su Misión personal y global.
Hubo llaves inextinguibles que protegieron y ampararon la realización de toda la obra, tanto en la Vida de Jesús como en las almas, que fueron la humildad y la entrega abnegada de Su Ser. En esa escuela no podía prevalecer ninguna veta de soberbia ni ninguna señal de egoísmo.
La comunión que Jesús vivía constantemente con lo Alto, lo hacía verdaderamente libre y, más allá de Él, las Leyes de la Misericordia y de la Gracia universales podían actuar y realizar milagros.
Lo fundamental en la Vida de Jesús fue el Amor que Él trajo como Hijo de Dios y la enseñanza que Su Consciencia dejó de que el amor sincero y verdadero sería capaz de transformar y de sublimar la corrupción humana.
¡Les agradezco por imitar la Voluntad y el Amor del Señor!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segunda Serie de Poemas
Octavo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
¡Oh, Señor mío!,
hazme paciente y perseverante
así como Tú lo fuiste
en cada momento de Tu Pasión.
Que en todo pueda ver reflejada
la Divina Voluntad de Dios
y aunque a veces me parezca injusto, Señor,
permíteme todo el tiempo
ver el propósito de la Verdad
que emana en cada hecho.
Pequeño e invisible quiero ser, Señor Jesús,
así como Tú te hiciste pequeño
y simple en la humanidad.
Que mis pasos reflejen
la confianza absoluta
de poder seguirte.
Eleva mi consciencia
de estado y de vibración
para que a partir de ahora,
amado Jesús,
pueda encontrar el sentido
a todo lo que podría llegar a suceder.
Que mis oídos internos
no se cierren; que ellos se abran
así como se abre mi corazón
para reconocer Tu Presencia
en mis hermanos.
Ayúdame, Señor,
a comprender la vida
más allá de lo que ella es.
Ayúdame a vivenciar
cada prueba u obstáculo
con la importancia que tienen,
para alcanzar la trascendencia de mi ser.
Libérame de mí mismo
en todos los sentidos y formas.
Que seas Tú, Jesús mío,
el que actúes, procedas
y manifiestes la Suprema Voluntad
a fin de que algún día
aprenda a morir para mí mismo,
para que Tú, Sagrado Rey,
vivas en mí
para siempre.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Me agradan los sacrificios de sus oraciones, porque allí encuentro una base sólida en donde poder llevar adelante Mi Obra en el mundo. Y aún más Me agrada porque sé que pueden y deben vivir Mi Mensaje para que sus consciencias se cristifiquen.
Ha llegado la hora de poblar el planeta con Nuevos Cristos que puedan llevar adelante los designios de su Maestro y Señor.
Esa es la razón por la que su Maestro absorve el sufrimiento humano por medio de Su Corazón, para que todas las almas reciban la chance de despertar y de recibir la cura interior que necesitan.
Cada vez que recuerdan Mi Pasión y la vuelven a vivir, como hoy, conscientemente, Yo puedo, por esa actitud, conceder más Gracias a las almas y más vida a los corazones.
Sigan ofreciéndose como nuevos instrumentos en las Manos del Redentor para que todo sea redimido.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Ríndanse a Mí, pues este ya es Mi último tiempo.
Las horas pasan para este mundo y las almas se pierden. Dichosos de ustedes por recibirme y por ser dignos en el Señor, aunque no lo merezcan. Pues si no se rinden, ¿cómo Yo podré estar en ustedes y ustedes en Mí?
Mi Sagrado Corazón derrama Su Sangre sobre los horrores del mundo, sobre todos los pecados. ¿Quién será digno de recoger Mi Sangre así como lo hicieron Mi Madre y María Magdalena? ¿Quién será como Juan y estará hasta la última hora en la Cruz sin temor alguno?
Lo que Yo les he dado en su vida es lo mejor que les pude dar; no hay otra cosa mejor que les pueda entregar. Cada uno tiene lo que es justo y lo que merece ante la Ley de Mi Padre. Pero, ¿por qué no se rinden? ¿Qué mal Yo les puedo hacer si, aun en medio de la tribulación, vengo a ustedes en esta noche bendita para derramar los códigos de Mi Sangre y renovarlos en el Espíritu de Dios?
Hay muchos que dicen estar Conmigo, pero no lo están. Necesito de apóstoles verdaderos, no apóstoles de barro que se puedan romper con un solo golpe. Así como les dije a Mis apóstoles en el pasado, ustedes no conocen Mi Justicia. No vengo a castigarlos, vengo a traerles la verdad, aquella verdad que puede estar en ustedes si ustedes están en Mí y no Me rechazan en sus hermanos.
Si no viven las pruebas, ¿cómo aprenderán? Sin las pruebas, ¿creen que van a alcanzar el Cielo y la Divinidad? No estoy hablando de cosas imposibles compañeros, pues hoy vengo a dedicar este mensaje a ustedes, aunque la necesidad del mundo es más grande que la de ustedes mismos.
Hoy les muestro Mi dolor, que es el dolor del mundo, e invito a que cada uno de ustedes lo conozca, lo acepte y lo viva en la oración. Pero sé que algunos de ustedes no aceptan ese dolor porque temen conocerlo. Entregué ese dolor a todos los santos y a las personas simples de corazón a través de los tiempos. El dolor es más grande que Mi Misericordia, y eso Yo no lo puedo ocultar. ¿Quién cargará con esta pesada Cruz y no solo vivirá de Mis Prodigios? Los que son llamados por el Pastor deben vivir todas las cosas que Yo les entrego de tiempo en tiempo.
Pero aún Mi Sagrado Corazón espera de cada uno de ustedes que, en esta ofrenda misericordiosa de oración, ya no sean los mismos porque ya no hay tiempo que perder. El mundo se oscurece poco a poco y el fervor no puede apagarse en los corazones. ¿Cómo podrán ser depositarios de Mis Gracias si a veces sus corazones se cierran ante Mí y ante sus hermanos?
Yo no vengo a prometerles una vida magnífica en este mundo, pero sí vengo a prometerles la vida eterna en el próximo mundo. Si se separan entre ustedes, ustedes se separan de Mí y Mi Mano no puede acercarse a ustedes porque ustedes se alejan. Se alejan de Mi Luz, de Mi Amor insondable, de Mi Paz, de Mi Esperanza.
Hoy no quiero dejarles un mensaje de dolor, sino una realidad. Todas las almas están en su Juicio y esto recién ha comenzado. El Juicio de ustedes podrá ser leve si su amor es más grande. El amor por lo que aún no sienten, el amor por lo que no aceptan, el amor por lo que rechazan, el amor por lo que niegan delante de todo lo que han recibido a Mi derecha y a Mi izquierda.
Hoy no puedo abrir Mis Brazos y extender Mis Manos hacia ustedes porque no veo el amor del mundo. Son muy pocas las llamas que se encienden para glorificarme, pero aún están a tiempo, compañeros, de dar un paso más en la confianza a Mi Sagrado Corazón.
Deseo verlos en plenitud y no con amargura. Mi Corazón derrama Su Sangre para renovarlos, para vivificarlos en el Espíritu de Mi Padre que está en los Cielos y que los contempla día y noche. Si ustedes no aceptan lo que Yo les doy no podrán vivificar a Mi Padre Eterno; pues Mi Padre está lleno de Dones para todas las almas, pero las almas no permiten que se derramen los Dones en sus corazones.
Desearía hablarles de lo que en verdad necesita el mundo pero primero debo cuidar de los que Yo he escogido con Mi Mano a través de los tiempos y he señalado con Mi Luz en este último ciclo.
Los apóstoles estuvieron separados para predicar, pero nunca dejaron de unirse, así como Yo les enseñé en la oración, en la Adoración a Dios. Ustedes creen adorar Mi Corazón pero no saben. Es una conquista para sus espíritus adorar a Mi Corazón cuando tengan confianza en Mí por todo lo que viven. Nada es casualidad. Ustedes viven lo que han sembrado y están cosechando lo que han plantado. No hay ningún error en todo esto. El Cielo sabe que las almas se equivocan, pero deben comenzar de nuevo todos los días, en la absoluta certeza de que servirán al Pastor a pesar de las consecuencias.
¿Qué más quieren de Mí? Esto es todo lo que Yo les puedo dar y ya es una Gracia máxima que lo puedan vivir en estos tiempos difíciles. Eleven al Padre sus errores porque son los errores del mundo, la indiferencia de los corazones que sufren por no poder reconocer el Propósito que ha pasado muchas veces frente a ellos de diferentes formas y con distintas señales.
Acojan Mi dolor por la indiferencia humana y transfórmenlo en amor y en compasión; acojan la indiferencia de sus hermanos, que sufren por rechazarme inconscientemente; acojan el dolor ajeno y así Me ayudarán a cumplir el Plan. Que esta Maratón sea asumir el dolor del mundo, que la mayoría no quiere vivir. Pues si el dolor no se asume, el mundo sufrirá por no haber escuchado el Mensaje.
Hoy Mis ángeles custodios adoran sus esencias que es lo verdadero y sublime ante los Ojos de Dios. Ellos no ven sus defectos y sus imperfecciones, ellos ven lo que en verdad son y no se cansan de hacerlo. Es algo que ustedes deben aprender en sí mismos y en sus hermanos; así se liberarán de las influencias de Mi adversario que tritura las mentes, así como el trigo se hace polvo.
Sean misericordiosos aunque no lo sean. Renueven sus votos ante Mi Corazón todos los días y no teman vivir su cruz, porque si Yo llevé la Cruz por ustedes y por el mundo, ¿por qué ustedes no compartirán la Cruz que hoy cargo por esta humanidad? Aunque sea un ser ascendido, que Mi humildad los humille, que Mi verdad los purifique, que Mi Corazón los limpie de toda mancha, de toda adversidad.
Si ustedes creen que Yo Soy la Luz entre las tinieblas, ¿por qué no Me siguen en lo que Yo he colocado en sus caminos?
Mi Rostro se dibuja en los corazones que son verdaderos y en los que son honestos en su transformación, a pesar de las caídas. Yo no dejo de ayudar a los que claman por Mí, pero no puedo ayudar a los que se enorgullecen por sus propias virtudes. Destierren aquello que ya no sirve más para Mi Padre, así Yo podré entrar en ustedes como Yo entré en el Padre Pío dejando la señal visible de Mi Presencia por cincuenta años. Tengo algo especial para cada uno, pero aún no lo he podido entregar. En el sacrificio se encuentra la confianza en Dios, en la humildad y en la humillación se encuentran el despojamiento de sí y se trascienden todas las barreras de la materia.
Quiero que en esta Maratón sean verdaderos Conmigo y que no solo lo sean en las palabras. Que sus verbos pronuncien lo que verdaderamente sienten ante Mi Corazón Misericordioso, porque mientras gran parte del mundo sufre la persecución y la guerra y no pueden recibirme, ustedes, ¿qué harán con todo lo que Yo les he dado con tanto Amor y Misericordia? Sean honestos ante los Cielos y renuncien no con soberbia, sino con humildad, con paz, con esfuerzo y sacrificio. Renuncien verdaderamente a lo que creen que es mejor o a lo que podrían mejorar. Mis apóstoles pasaron por esa prueba hasta el final de sus días.
No dejen dormir sus consciencias cuando Yo estoy hablando. Yo Soy su Rey y su salvación.
Necesito que crezcan en consciencia y no en vanidad. Mis perlas preciosas no pueden perderse en este mundo. Adoren a Mi Corazón para que nada malo suceda, pues el tiempo de Mi Justicia se aproxima para toda la humanidad.
Salgan de sí mismos y vean a los que mueren, a los que la televisión muestra como si fueran una victoria. ¡Oh compañeros Míos! aún no saben lo que siente Dios cuando un corazón es indiferente a lo que se le ha dado por Misericordia.
A todos los estoy llevando a una evaluación interior, porque cuando Yo retorne no podré ver en sus túnicas ninguna mancha, y si hubiera algunas manchas no podré reconocerlos porque hasta ahora Yo les enseñé a lavar sus vestiduras con el agua de Mi Misericordia y de Mi Gloria.
Intenten amar un poco más, aunque no puedan. Mi Corazón se ofrece para eso y sus hermanos también se ofrecen para ser amados de verdad. Recemos a Dios por los que no pueden amar a Mi Padre ni a Mí. Recemos con fervor y con Misericordia, así como Yo les enseñé en el principio.
Oración: Padre Nuestro.
No quisiera verlos con caras largas en esta Maratón, porque el mundo precisa alegría, verdadera alegría para poder trascender todos los males y las indiferencias que las almas cometen diariamente ante el Reino Celestial.
Hoy podré bendecir, por compasión, estos elementos que han puesto ante Mi altar, que está en el Cielo y está en la Tierra, para que sus corazones sean lavados por Mi Sangre y sus espíritus sean purificados por Mi Cuerpo, dos señales visibles de la redención y de la entrega a Mi Corazón que siempre los espera.
Hace dos mil años Yo les dejé un tesoro universal, una insignia perpetua para sus corazones y almas. Les dejé el tesoro vivo del universo, el Terafín de Dios manifestado en cuerpo y sangre para toda la humanidad. ¿Cuántas veces ya comulgaron Conmigo?, ¿lo hicieron de verdad o solo con apuros? ¿Cuántas veces Me ofrecí a la mesa de todas las almas para que Me vivieran en la Pasión y en la Cruz?
Mi Corazón Sagrado hoy derrama Su Sangre por las almas indiferentes, por los que no se animan a confesarse Conmigo, ante Mi divina Humildad y ante Mi Paz.
Hoy preparo con esta comunión a toda esta parte de la Tierra que debe consagrarse a Mi Divinidad antes de que Yo vuelva al mundo por segunda vez. Para llegar a Mi Divinidad deberán limpiarse y purificarse todos los días. Por eso les pido que se rindan a Mí para que sus corazones superen todas las pruebas, en el nombre de Dios y de Su infinito Proyecto.
Ante los Ángeles Custodios del universo, ante los Arcángeles que glorifican a Mi Padre perpetuamente, ante el santísimo Espíritu de Dios, ante Su Hijo amado, ante el Padre Celestial que unifica todo lo creado y que vivifica a los espíritus que le responden con sinceridad y ante la majestad de la Madre del Mundo, Yo los absuelvo y los perdono en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Cuando cometan una indiferencia laven sus pies, así como Yo se los lavé a los apóstoles para que reconocieran que Dios se hace tan pequeño ante las almas más orgullosas. No ofendan más a Dios, el mundo lo ha ofendido mucho.
Vivan Mis Tesoros celestiales y alcanzarán la vida eterna. Amén.
Cristo Jesús Glorificado
Visiones sobre la Pasión de Nuestro Señor
Entonces, vi a Nuestro Señor sobre el Monte Calvario, viviendo la Crucifixión en la Cruz.
Esto sucedió durante la oración del Devocionario a la Cinco Sagradas Llagas de Jesús y después de la Coronilla a la Divina Misericordia a las tres de la tarde.
En ese momento, vi que le estiraban el Brazo derecho, de tal forma que generaron una luxación en Jesús.
Durante todo ese dolor que se expandió sobre el Monte Calvario, clavaron en Su Muñeca un gran clavo de hierro, que hirió el Brazo de lado a lado y lo hizo sangrar.
En ese momento apareció otro hombre que, colocándose cerca de Su Cabeza, mientras Jesús estaba siendo clavado en la Cruz a través de la Mano derecha, comenzó a presionar la Cabeza de Nuestro Señor sobre el madero de la Cruz, de tal forma que la Corona de Espinas se incrustaba en el cuero cabelludo y lo hacía sangrar mucho más.
Después recibió golpes en Su Cabeza, que eran dados con un garrote.
En una parte del Monte vi a la Virgen postrada en el suelo y colocándose las manos en Su cabeza en señal de imploración.
Más tarde, comencé a hacer la Señal de la Cruz por todo lo que veía y una nueva visión apareció.
Cuando orábamos la segunda Sagrada Llaga, vi que, en la Mano izquierda de Nuestro Señor, comenzaron a golpear Sus Dedos, al punto de hacer sangrar cada uno de ellos y, con una herramienta que tenían, arrancaban una a una Sus Uñas, dejando Sus Dedos en carne viva.
Esa sensación indescriptible fue irradiada por Nuestro Señor y, a pesar de todo ese padecimiento y dolor, en un momento vi que la Consciencia Mental de Jesús se colocó por encima de toda esa situación y, mientras el Maestro recibía esos martirios, Él suplicaba al Padre de la siguiente forma: “¡Eli, Eli, perdónalos!, ¡perdónalos!”.
En seguida, el Maestro me dijo: “Hijo, te muestro toda Mi Pasión para que escribas el libro de la Pasión de Jesús”.
Después el Señor nos transmitió:
Aún no te He dado a conocer los tiempos difíciles que llegarán, que serán desconocidos para todos. Por eso, te pido que defiendas Mi Congregación de ti mismo, de la misma forma que Yo esperaré que cada consagrado defienda Mi Obra de sí mismo, para así desviar nuevamente la tentación de Mi enemigo de crear instrumentos propios que flagelen Mi Corazón.
Que nadie se aparte de la prueba que Yo le He enviado para vivir. Los corderos deben escapar de las manos feroces de los lobos. Pero a muchos les hace falta aprender a reverenciar todo lo que recibieron por el poder de Mi Gloria.
Que nadie se olvide de lo que ha firmado Conmigo, aunque sé que aún muchos desistirán de seguir algo que no satisface al sentimiento humano.
Cuando algunos Me presentaron la carta de renuncia, solo recordé a Judas besándome la mejilla y entregándome en la noche oscura del Huerto Getsemaní. Las propias dificultades de las almas nacen como consecuencia de la resistencia y el control.
Lo que Yo tengo para cada discípulo, aún no lo He revelado ni entregado.
Hoy, Me presento para anunciar Mi última partida en este juego infinito de la salvación de las almas y de la redención de los males, ante los horrores que hacen llorar constantemente a Mis Ojos.
El corazón que no ama sus defectos e imperfecciones es un corazón que se cierra a la verdad; de la misma forma cuando el sol es ocultado por las nubes, todo se vuelve penumbras, por el simple hecho de no dejar de controlarse a sí mismo.
Yo les He dado las mayores perlas de Mi collar de Luz, pero pocos Me han agradado y menos han hecho lucir la Misericordia que Yo les derramé. Salir al mundo significa condenarse, dividirse al igual que dos ríos, los que terminarán en la garganta del gran abismo. Estoy siendo fiel ante los que Me respondieron.
Si en verdad amaran Mi Sacrificio y Mi Pasión, no Me quitarían el tiempo de abocarme a las grandes Obras planetarias. Para trabajar su vacío de sí y su humillación ante Mi Sagrado Corazón, les pido humildemente que vuelvan a repasar Mi Pasión durante esta noche y que todas las almas oigan Mis últimas Palabras que son para la humanidad.
Pues, Yo retornaré de una forma que muy pocos han percibido. Les di primero Mi Corazón para que lo vivieran y lo amaran, después les entregué la Voz de la Fuente Misericordiosa a través de Mis Palabras y por último los llamé a la consagración interior; y ahora algunos Me quieren abandonar y dejarme clavado en esta cruz de la maldad y de la indiferencia del mundo.
A los que persisten, que sigan adelante por aquellos que Me dan las espaldas y dejan de vivir en Mi Corazón Misericordioso.
A los que están dementes, que no se desesperen, mas que confíen en el Espíritu de Mi Infinita Compasión, y a los que se sienten cansados, que recuerden el momento de la Última Cena y el sacrificio mayor que Yo tuve que realizar para que el mundo y su sagrado proyecto no se perdiera.
Sé que Mis Palabras no serán suficientes, pero en verdad, les digo que tengan la suficiente memoria y un corazón más grande para no perder, por sus necedades, el manantial de Mis Gracias. Esta Orden deberá cumplir Mi Propósito, aunque lleguen a la cima del Monte de la Cruz solamente tres.
Miren con ojos de misericordia Mi humilde declaración. Ya no pueden ser ingenuos y egoístas, el Plan de Mi Padre los necesita para que, entre las tribulaciones, aprendan a retirar las raíces del mal durante la noche de mayor oscuridad.
Será en ese momento que Yo mismo veré con Mis propios Ojos Misericordiosos a aquellos que, habiendo pasado por la renuncia, la humillación y el sacrificio, glorificarán Mi Nombre Santo y lo harán carne en su propia carne. En ese instante, Yo seré Su Intercesor y los libraré a través del poder de Mi Gloria.
Alivien el peso que llevan Mis Manos, la cruz está cada vez más pesada y el mundo también.
¿Quién se arriesgará a defender Mi Voluntad y no la suya?
¿Quién será digno de alabar Mi Nombre y de cumplir Mis Promesas entregando su vida por los demás?
¿Quién esperará pacientemente el Retorno de su Maestro, aun cuando todo esté a punto de acabar?
Dichosos los que Me buscan a pesar de sus propias adversidades, porque les prometo a ellos que no seré el verdugo ni el juez, sino que seré la Puerta que los llevará después de esta vida al Reino Celestial.
Bajo la Piedad del Creador, sean consecuentes con Mis Preceptos.
Vuestro Rey, Cristo Jesús, el Dolorido Corazón
Mientras el mundo de hoy, en gran parte, se olvida de mirar a Dios y de reconocerlo, Yo vengo en este tiempo para anunciarles Mi último Llamado, aquel que los congregará por amor para una tarea espiritual y mayor Conmigo.
Pero las almas de hoy son diferentes a las almas de ayer, existe en los corazones una necesidad inculcada de buscar lo bueno y de satisfacer sus vidas.
Yo vengo a entregarles todo aquello que desconocen del universo. En nombre del Amor de Dios vengo a despertar a los últimos apóstoles que, en la noche fría, aguardarán Mi llegada.
A todos los conozco muy bien, sé de sus certezas y de sus dificultades; pero Yo necesito, todo el tiempo, el corazón pulsante de cada ser; aquel corazón y aquella alma que me permitirán obrar en tiempos críticos.
Vuestros esfuerzos de amor deberán ser mayores. Llegará el momento de amar lo que nunca han amado y de perdonar lo que nunca han perdonado.
Ahora, en este tiempo de cambios y de pruebas, les entrego la gran llave de la mansedumbre, algo que Yo viví por ustedes durante la Pasión.
Me reconforto de este mundo cuando las almas aman Mi Sagrada Pasión; misterio que, con precisión, he comenzado a revelarles para que el creyente y el ateo descubran la Luz de Cristo en tiempos de tribulación.
Por eso, busquen penetrar el misterio de Mi sacrificio y de Mi entrega, porque a través de Mi Corazón aprenderán a soportar los embates del enemigo, como muchos seres que vivieron y obraron en Mi santo Nombre.
Pobres de aquellos que me darán la espalda en este tiempo, su propia ignorancia y vanidad los hundirá como una barca en altamar.
Recen por todos los que no reconocerán a tiempo que Yo he retornado primero en Alma y en Divinidad.
Dichosos de los consecuentes y de los perseverantes, nunca perderán la oportunidad de conocerme en profundidad y en espíritu de paz.
Sean obreros en plenitud. Sean portadores vivientes y testimonios de Mi sagrado Mensaje, porque la hora indica el momento de vivir Mi Amor redentor.
Yo Soy aquel Ser que nació por obra y gracia del Espíritu Santo. Ustedes son aquellos que también nacieron de la Fuente del Amor.
Recuerden los principios de vuestros orígenes y sirvan a Dios en total paz.
Yo nunca les fallaré. Clamen por Mi Nombre, busquen Mi Palabra para saciar la sed interior. Sean siempre misericordiosos.
Bajo la Gloria que proviene de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por buscar la Luz de Mi Glorificado Corazón!
Paz en toda la Tierra.
Cristo Jesús
Que vuestros pies caminen en dirección a Mí, pues el recorrido aún será largo y profundo, y muchos serán llamados por Mi Corazón a imitar Mi sagrada Pasión.
En un día viernes como este, Yo Me encontraba en la Cruz, entregándome completamente al mundo, salvando a muchas almas perdidas, encendiendo muchos corazones y resucitando a muchos que habían muerto.
Las tumbas se abrieron en Jerusalén y muchos dieron testimonio de Mi Resurrección, pues Mi Espíritu Divino, que no es de este mundo, despertó a todos aquellos que debían vivir en Dios.
Sagradas cruces cósmicas se expandieron sobre el mundo y reestablecieron el Plan de Dios, aunque Yo me encontrara en la Cruz.
Yo hice muchas cosas por ustedes y por toda la humanidad.
Aquellos que abrieron su corazón a Mi Llamado fueron partícipes de Mi Sangre preciosa, recibieron Mis códigos y Mi Agua brotó y se expandió por todo el mundo como una gran fuente espiritual de salvación.
Todos los que estaban caídos en aquel tiempo fueron levantados por Mí, resucitaron en el Espíritu de Dios, encontraron el camino de su evolución y su despertar. Y ahora en estos tiempos finales, Yo les vuelvo a recordar Mi sagrada Pasión en la Cruz, porque esa será la llave que los protegerá, que los mantendrá libres de ustedes mismos, y todos los códigos corruptos se transformarán en fuente de Vida y de Gracia. Yo tengo la potestad de transformarlos.
Les pido a aquellos que Me escuchan y Me siguen que ya no cierren más su corazón. Yo estoy intentando entrar cada vez más en vuestras vidas.
Ya no hay más tiempo, Mis compañeros. El tiempo de la tribulación se aproxima a la humanidad. Las tinieblas emergerán de la superficie del planeta y muchos deberán estar preparados antes de Mi Retorno.
Yo necesito que se definan como Mis apóstoles y que se arriesguen a dar más, cada día más, hasta que duela en vuestros huesos. Esa será la confirmación para Mí, de que Yo podré cumplir Mi Plan Divino en ustedes y que Mis palabras no han sido en vano en estos tiempos, porque habrán sido escuchadas por los corazones abiertos.
Los necesito despiertos y disponibles, que Me ayuden a sustentar la espada de Mi Misericordia, porque aún muchos están atados a este mundo material, especialmente aquellos que creen vivir la vida espiritual.
Mi Verdad se revela a ustedes en esta noche, pero muchos deberían haber estado aquí presentes. Los apóstoles llegan hasta el final del camino y, si fuera necesario, dan la vida por los otros.
Yo les vengo a entregar el verdadero testimonio de vida, la esencia de Mi Amor misericordioso y profundo. Mis Células crísticas deben encontrar un lugar en donde reposar para que todo se pueda cumplir como está previsto.
Hoy Mi Voz hace eco en los cuatro puntos de la Tierra. Los ángeles del Padre envían impulsos de Luz para todas las mónadas, para aquellos que quieran despertar a la vida espiritual.
Queridos compañeros, ya no son tiempos de vivir términos medios, defínanse profundamente por Mi Plan. Siempre han sido libres desde el principio de vuestro nacimiento. Yo necesito en esta noche que muchos cumplan los votos que Yo les vengo a presentar y que respeten el camino que muchos han decidido seguir, seguir al gran Maestro del Amor, el Maestro Redentor, el Maestro de la Paz.
Sean consecuentes Conmigo. Yo les presento en esta noche todas las fuentes de Mi Misericordia para que puedan estar fuertes hasta el final. No se permitan caer más. Levántense de donde han caído, ya tienen los instrumentos para poder hacerlo. Mi Padre tomará cuenta de todo esto y Él les preguntará qué han hecho con lo que Él les entregó.
Por eso, como Su Mensajero fiel, Yo vengo a anunciarles este último Llamado.
Les pido que todos los grupos de oración se unifiquen con la propuesta del Plan Divino. Les pido que ya no existan indiferencias, comentarios o ideas vanas; estarán debilitando el Plan de Dios.
Por eso, Yo los necesito transparentes y verdaderos, esa será la señal que permitirá que Yo los transforme.
Los tiempos no son iguales a los de ayer. El mundo se desarrolla equivocadamente y muchos no perciben esta gravedad. Por detrás de todo esto hay muchos que sufren, que padecen, que son olvidados y que nadie se acuerda de ellos. Pero Yo nunca los dejaré solos. Mi Corazón visita a todos los que Me invocan, visita a todos los hogares del mundo que abren la puerta correcta del corazón para que Yo pueda entrar y obrar.
En estos tiempos finales, los Mensajeros Divinos han intentado revelarles cuál es el camino a seguir, el camino de la Voluntad de Dios, del sagrado Propósito y de la verdadera misión para todos.
Ya no es tiempo de perder tiempo. Es tiempo de obrar, de reconstruir, de salvaguardar a la humanidad. Es tiempo de trabajar Conmigo en plenitud y en verdad, sin miedo y sin temor; arriesgándose a todo por este planeta azul que tanto los necesita, que clama por ustedes, que pocos lo escuchan.
Este es Mi Mensaje para ustedes. Es tiempo de reparación. Todos son llamados a la salvación, pero pocos perciben lo que esto significa. Por este motivo, Yo vengo aún a vuestro encuentro para que vuestras consciencias despierten a la esencia de Mi Voluntad.
Aún la humanidad está muy inmadura y muy pocos deberán remar esta gran barca, esta gran y pesada barca que representa a vuestro sagrado mundo.
¿Quién lo auxiliará? ¿Quién se arriesgará? ¿Quién dará más por amor a Dios y a Su Plan original? ¿Quién responderá? ¿Quién abrirá la puerta? ¿Quién la cerrará? ¿Quién esperará por el que ha sido olvidado, por aquel que nunca ha sido visto o por aquel que nunca fue mirado con compasión? ¿Quién se detendrá para reconocerme entre las calles de este mundo como el gran Moribundo que espera el alivio del Corazón?
Yo los llamo a la síntesis de la vida. Algo deben rescatar de todo esto, de estos encuentros Conmigo que son únicos y determinantes, pues queda poco tiempo para que Yo ya no esté más entre ustedes hasta que Mi Padre Me envíe en Gloria, y los que han confiado en Mí Me puedan encontrar sentado a su mesa para comulgar de la nueva comunión, de la alianza con Dios Padre, en la Nueva Humanidad.
Si ustedes no se sienten dignos no podrán cumplir con Mis Planes. Trabajen por vuestra dignidad espiritual a través de la pureza y de la humildad. Sean sinceros Conmigo y Yo los perdonaré.
Clamen a Mi Corazón cuando no puedan estar solos, cuando no consigan por ustedes mismos levantarse del suelo y seguir caminando hacia Mí.
Miren Mis Ojos, vean Mi compasión, vislumbren Mi Divina Misericordia y serán llenados de Mi Espíritu de Amor. Deben permitirlo, aun cuando no puedan, deben permitirlo y Yo actuaré.
En esta noche de unión con el infinito, les transmito Mis Palabras, con algunos silencios, pues Mis Palabras sagradas deben reverberar en vuestros corazones para que ellas permanezcan en vuestras esencias y sean frutos, dones de vida, para poder trabajar en Dios.
Ayúdenme, con la oración, a salvar a este mundo y a tantas almas que se pierden en cada segundo que pasa de vuestro reloj. Mientras Yo estoy aquí, bendiciéndolos, ¿han pensado cuántos se pierden y dejan de ver a Dios?
Necesito que ustedes sean raíces de Mi árbol para que otras criaturas puedan brotar en Mi Corazón y ser savia de vida por la eternidad.
Recen a Mi Padre:
Santísimo Corazón de Cristo,
convierte nuestros corazones en llamas sagradas
de Tu Divina Misericordia,
para que Tu Faz se funda sobre el gran corazón humano.
Que el venidero descenso de Tu Gloria Celestial
redima a todas las consciencias,
en honor y en gloria al Padre Celestial.
Amén.
El Cuerpo de Cristo es el que les da la Vida eterna. Dichosos los invitados a comer de Mi Cuerpo. porque se redimirán.
Padre Eterno,
Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre,
el Alma y la Divinidad,
de Tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo,
como expiación de nuestras faltas y las del mundo entero.
Sangre y Agua
que brotaste del Corazón de Jesús
como Fuente de Misericordia para nosotros,
yo confío en Ti.
Bienaventurados sean aquellos que beban de Mi Cáliz sagrado la Sangre preciosa de Cristo, por el bien y la restauración de todas las almas del mundo.
Bajo el espíritu de la paz y de la sagrada fraternidad, sean bienaventurados todos los que beben de Mi Sangre hasta el fin de los días.
Bajo el espíritu de la paz, Yo los bendigo y los absuelvo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
A través del Sagrado Cuerpo Eucarístico de Cristo Yo les doy la paz y vayan en paz.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!
En este encuentro, Te honramos Jesús.
Mientras parte del mundo se encuentra en una interminable guerra que desata la ira y el mal de los hombres, Mi Divina Misericordia se aproxima todos los días a las tres de la tarde para restaurar y curar los vicios de la humanidad.
Mi Divina Misericordia se derrama, principalmente, en los corazones que todos los días reviven Mi Sagrada Pasión. Así, a través de ellos, todos los dones y méritos alcanzados por Mi Corazón Sagrado son depositados como células de luz en los corazones simples y puros.
Para alcanzar Mi perdón solo bastará reconocerse como digno hijo de Dios y, a pesar de que el pecado sea grande e irreparable, Yo tengo la autoridad celestial de absolverlos de toda falta. De esa forma vuestras vidas se volverán cristalinas y límpidas cuando procuren vivir Mi Misericordia, más allá de profesarla y de confirmarla en vuestras vidas.
El Cielo se une en armonía y oración, todos los días, a las tres de la tarde con el fin de ayudar a equilibrar el desorden espiritual y material de este mundo. Por eso, solo a través de Mi Insondable Misericordia, las almas más empedernidas y pecadoras podrán hallar su tabla de salvación, lo mismo será para aquellos que Me sirven pero que enfrentan el juego de las tentaciones de este mundo.
Si en verdad se deciden buscar el manantial de Mi Divina e Insondable Misericordia, podrán disminuir sobre el mundo el peso de su propia ley, y muchas almas dejarán de ser condenadas al fuego del infierno, para ser reconocidas como almas rescatadas.
En esta última hora de la transición de la Tierra, busquen el camino directo hacia Mi Divina Misericordia porque, en estos tiempos de mayor confusión, solo les quedará aferrarse a Mi Camino de redención y de salvación.
Yo les entrego todo lo que tengo, Yo les doy la posibilidad de redimensionar vuestras vidas a través del fuego transmutador y purificador de Mi Divina Misericordia.
El tiempo indica una rápida y determinante decisión. Llegó el momento de colocarse a los pies de la Fuente Mayor para poder ser lavado, liberado de las manchas y reconducido hacia el Reino eterno de Dios.
Hoy oro especialmente por los que contraerán una unión espiritual Conmigo en los nuevos tiempos. Eso determinará la posibilidad de cumplir con Mi Proyecto redentor antes de Mi regreso al mundo.
Recen por los que perseveran en el camino de la transformación, pero también recen por los que con coraje me abandonaron, olvidándose de Mí. A todos los coloco en Mi Sagrado Corazón y esperaré verlos, algún día, en Mi Gloria Celestial.
Yo los determino, en esta era, a seguir un solo camino.
Bajo la Gracia suprema de Dios, sean consagrados a Mi Corazón.
Cristo Jesús Glorificado
Mi Corazón es la Eucaristía Viva para las almas del mundo. Mi Corazón disipa las sombras que viven en el interior de los hombres.
A través de la unión con el poder de este Sacramento, las consciencias se redimen y santifican los pasos de su caminar hacia Dios. Bendito sea el corazón sincero que comulgue con este Sacramento Eucarístico, porque tendrá la vida eterna cuando todos los días solo busque el camino a la perfección.
Envío a Mis ángeles celestiales para que en todo el mundo derramen los códigos crísticos que fueron alcanzados por Mí durante la Pasión, así Mi Gracia evita que el poder de las Leyes caiga sobre los justos, porque aún en la Tierra moran almas preciadas por Mi Padre.
Así, a través de Mi Cuerpo y Corazón Eucarístico, Yo estableceré en el mundo la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. De esta forma, aquellas consciencias que, todos los días de sus vidas, Me hayan buscado con sinceridad, superando y trascendiendo los límites de la materia, el día de la Justicia Divina, estas almas no serán causa de Mi Justicia, mas serán mediadoras para la salvación de otras almas que en esos tiempos serán prisioneras del mal.
Dichosos todos los que hayan buscado el camino de la Adoración. Los templos del corazón estarán preparados para llevar adelante obras universales de paz en la miseria y el caos, porque Yo, a través de la efusión del Espíritu Santo, realizaré Mis últimas obras magníficas sobre el consciente de la humanidad; así muchos sabrán quién en verdad Ha sido el Hijo de Dios.
Por eso, antes del gran momento universal, Mi Fuente Espiritual preparará a los rebaños. Llegada la hora de la gran revelación celestial en toda la esfera de la humanidad, aquellos que acompañen el transcurso de Mis Caminos serán como lanzas de fuego, que traspasarán el mal y liberarán, solo por su presencia, toda oscuridad. Pero nadie sabrá quién lo hará, colocaré un velo sobre todo este misterio, solo el amor y la humildad en los simples demostrará el poder de este gran misterio creador.
Y, aunque los espíritus impuros estén sueltos como lobos feroces en el actual mundo, los adoradores, que forman parte de Mi Cuerpo Místico, defenderán el poder de Mi Gloria y de Mi Retorno.
Los ángeles del Cielo serán las estrellas resplandecientes que guiarán el camino de los vigilantes y de los guardianes del Evangelio de Cristo, así llegará el momento de que Mi Iglesia Espiritual será solo una.
No será necesario que ningún hombre o ser sobre la Tierra reine en Mi Nombre, porque cuando Yo retorne revelaré el poder del Reino de Emmanuel a los que escucharon Mis Palabras con los oídos del corazón y del alma.
Entonces, los justos deberán ser compasivos con los injustos. Llegará el momento de ejecutar las obras de misericordia y de caridad, que librarán a los inocentes de envolverse con los enfrentamientos que muchos vivirán. Serán victoriosos aquellos que se hayan convertido en adoradores de Mi Divina Misericordia.
El Reino que se aproxima modificará la miseria espiritual y la indigencia injusta del desequilibrio corrupto que vive la humanidad. Pues Mi Luz Celestial corroerá con el poder del Fuego Divino todos los actos y los modos que llevaron a la perdición de millones de esencias en la humanidad.
En ese tiempo, nada quedará oculto, la vida entre hermanos se volverá como espejos que reflejarán la verdad que siempre se ha ocultado. Por eso, les pido a los valientes determinación rápida en la entrega, así pronto se liberarán del código corrosivo de las pasiones humanas y el espíritu inmaculado de cada ser establecerá el Reino Divino en todas las cosas.
El verdadero paso para la consagración se encuentra en el camino de la permanente fe del corazón, que les dará confianza y suma plenitud para vivir el universo desconocido. Los más simples sobrevivirán a las catástrofes que llegarán como purificación y fuego sobre la humanidad rebelde; así, cuando todo haya sido purificado, como el grano que es pisado en el granero, Yo vendré para restablecer Mi Reino Mayor, aquel que late perpetuamente en el corazón de este Universo Celestial.
Ahora, Mis peticiones se extienden a todos aquellos que quieran escuchar lo que el mundo ha generado. El tiempo próximo indica el camino de la superación de sí y esto será más verdadero cuando la constancia de vivir Mi Reino sea el propósito verdadero para los servidores. En todo paso y superación, Yo Me encontraré intercediendo e irradiando Mi Paz Celestial.
Volveré con el propósito de recuperar los caminos perdidos y confusos de todos los que una vez se quedaron atrás por las acciones y las actitudes de los otros, de aquellos que creyeron estar haciendo las cosas correctas; pero ahora ellos deberán pagar el mismo precio de lo que fue fracturado, molido y herido en el espíritu de los que fueron engañados.
Mi Reino es de Verdad. Yo les enseño, a través de Mi Amor, a ser luz suprema para el mundo, liberando de esa forma los códigos corruptos que se guardan en las células de la herencia humana. Por eso, Yo los reúno para vivir un camino de transparencia y de servicio inmediato al Plan del Padre Celestial. Necesito la rectitud de los servidores, que forjará, en sí mismos, los frutos y los potenciales que se resisten a donarse por un acto de suma apropiación. Pero de a poco, como una Buena Madre, Yo despierto los talentos divinos que servirán de socorro y de ayuda para el actual ciclo de la humanidad.
Hoy, les hablo con esta rectitud, porque todos los seres que ya responden a Mis Comandos están prontos para escuchar en la madurez de la consciencia.
Vigilen Conmigo y encontrarán la respuesta en todo lo que sea necesario aclarar. La Sabiduría de Mi Corazón hoy les derrama Infinita Misericordia. Recuerden que Mi Amor por ustedes es inmediato e inconfundible.
Abrazo a los que una vez Me dijeron sí y llevaron Mis Palabras al centro de su corazón, que ahora será el camino para la liberación de sí mismos.
Ámense crísticamente.
Únanse cósmicamente.
Trabajen fraternalmente, así Me agradarán.
Les agradezco por acompañarme en la Eucaristía, junto a los ángeles mayores.
Paz para todos, la Paz de Dios.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados.
Cristo Jesús Misericordioso
Humíllate delante de los que, por error o temor, abandonan Mi precioso y predilecto camino.
Vierte las Gracias infinitas, que Yo he depositado en tu corazón, sobre los que las han perdido por ignorancia. Arriésgate al punto de dar la vida por tus amigos. Nunca habrá nada semejante o diferente que destruya el amor que con tanto esfuerzo se ha construido entre hermanos.
Dichoso es aquel que cree plenamente en Mi Verdad y la profesa, porque Yo prometo recompensarlo en el día de su gloria celestial.
Miren ahora Mi Costado espiritual herido, que es una señal de las angustias y de los desiertos que me ocasionan las almas en las cuales, desde el principio, Yo he derramado Mi infinita Misericordia.
Todos quieren beber de la Fuente, pero pocos se animan a buscarla a través del dolor, del desierto y del vacío.
¡Atentos!, Yo les he dado a conocer el camino de los desiertos y en verdad les digo que aún no han cruzado la primera parte de la gran aridez del corazón.
A veces, Yo les hago probar espiritualmente la sed que la humanidad Me ocasionó durante la Pasión, en la Cruz; pero sé que cuando esta sed insoportable e insostenible se agrava, muchos tienen el impulso de rendirse y al tiempo de abandonarme.
Sé que, después de todo, comprenderán el misterio que Yo les vengo a revelar, el misterio de sufrir por amor y de padecer las amarguras que castigarían al mundo. Por eso Yo, día y noche, Me sirvo de sus internos para depositar estados de vacío y de transmutación necesarios para evitar la Ley soberana sobre la humanidad.
Cuando aún creen que nunca Me verán, Yo los visitaré. Cuando aún creen que nunca Me sentirán, Yo Me haré sentir profundamente, pero Mi Ley es probar el grado de su amor y de la fidelidad inalterable de sus almas.
¡Ay de aquellos que no me han invocado verdaderamente!, pronto perderán todo lo que estaba previsto para ser recibido en sus moradas.
Pero tan grande y misterioso es el poder de Mi Divina Misericordia que Yo vengo a advertirles que si han pensado en abandonarme, están a tiempo de regresar al camino de Mi Corazón, a la bendecida Casa de Adonai.
Hoy abro sus ojos para quitarles el polvo de la ceguera. Hoy toco sus corazones para que puedan, ahora y siempre, creer que Yo Soy quien les habla: Jesús de Nazaret.
Bienaventurados los simples, porque siempre encontrarán la respuesta indicada.
Que sus pies no se cansen de seguirme, que todo desierto interior sea motivo de purificación y de afirmación concreta del Plan de Mi Padre.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados e inteligentes.
¡Gracias por persistir a través de Mi Corazón!
Cristo Jesús Misericordioso
Las almas más preciosas son las que todos los días alegran Mi Corazón porque Me adoran y se consagran a Mi Presencia Eterna.
Por eso, todo el tiempo debo cuidar de esas almas que por varias razones han venido al mundo para redimir sus vidas y sus pasados. Por Mi Infinita Misericordia esas almas pueden liberarse de las condiciones pasadas, las que no les permiten dar los pasos seguros hacia Mí. Yo sostengo en Mis Brazos a cada una de las almas para llevarlas Conmigo hacia el Reino Mayor de Mi Padre.
En estos tiempos, las almas consagradas ingresan en el ápice de fuertes experiencias y aprendizajes, lo que les permitirá madurar con sabiduría y discernimiento. Todas estas almas son tesoros en Mi Reino porque en ellas Yo derramo Mis Gracias y Mi Paz, para que por siempre irradien al mundo los Dones Sagrados del Cielo.
Bajo el Amor Infinito de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por guardar sus almas en Mi Corazón.
Cristo Jesús
Fray Elías del Sagrado Corazón: Al final del mensaje, Cristo transmitió un nuevo sagrado ejercicio de oración que, según Sus Instrucciones, nos ayudará a enfrentar el fin de los tiempos y, sobre todo, a anular la influencia de los pecados capitales. Este ejercicio es considerado por Cristo un escudo de protección contra esas energías.
La Poderosa Novena a Jesucristo Misericordioso proviene de una emanación interior de oración que brota perpetuamente del Corazón de Jesús.
Esta novena es un diálogo directo con la Fuente Creadora, de la cual han surgido las esencias de todas las criaturas. El alma que Me venere por medio de esta sagrada novena ingresará en el momento histórico en que Cristo vivió Su Vida Pública y Su Pasión; así recogerá, en espíritu, los Frutos Divinos que el Maestro dejó grabados en la consciencia de este mundo.
Quien invoque a Jesús por medio de esta sagrada novena, se aproximará a los Poderes Celestiales que el Padre le concedió en el momento de Su Nacimiento y en los primeros momentos de Su Vida Pública, de Su Pasión, de Su Muerte y de Su Resurrección.
Este ejercicio de oración deberá rezarse durante nueve días con la intención purísima de poder recibir los mismos Méritos Espirituales que Jesús recibió cuando Él estaba sobre este mundo. Esta Gracia, que hoy Yo les concedo en este tiempo de caos, es semejante a la del Orandio de la Pasión y de la Transfiguración² . Las señales de la Transfiguración y de la Pasión de Jesús representan para las almas la primera escuela de aproximación a Jesús.
Ahora, la Poderosa Novena a Jesucristo Misericordioso simboliza el ingreso en un estado más profundo de consciencia y de oración. Les revelo que podrán permanecer en la misma vibración crística, en el mismo estado de Cristo.
Esta poderosa novena intentará ayudar a todos, en especial a los que de manera consciente se han consagrado, de por vida, a Cristo Jesús. Ella intentará transubstanciar, es decir, cambiar de estado celular y mental todos los hechos que han condicionado el despertar espiritual de las almas a la Vida Divina. Esta poderosa novena les traerá el impulso de los Méritos Divinos que Cristo alcanzó durante Su trayectoria sobre la Tierra.
Este ejercicio aspira a transfigurar los estados internos de cada ser, tornándolos principios divinos y sublimes. Para eso, el trabajo de oración con la poderosa novena deberá ser constante, sin prever tiempo de término en semanas, meses o años. Ahora cada alma sabrá reconocer la importancia de volverse un fiel instrumento de Dios.
Esta Gracia es vertida especialmente para transformar algo que ahoga al mundo, que son los llamados pecados capitales; esta novena servirá de escudo ante la presencia de esas energías.
Buen trabajo de interiorización y de expansión de consciencia.
Vuestro querido Maestro, Cristo Jesús
Poderosa Novena
a Jesucristo Misericordioso
Primer día
En el primer día orarán para trascender el control humano por medio de la Santísima Pureza que Cristo encarnó durante Su especial nacimiento en el pesebre de la ciudad de Belén. En este hecho, podrán ver manifestado el primer poder del Espíritu Santo, que fue la encarnación sublime de Dios con la venida del Mesías Jesús.
Con todo fervor y determinación interior rezarán 33 veces la siguiente oración:
Por el poderoso nacimiento de Cristo en la Tierra,
Santísimo Espíritu de Dios,
trasciende nuestra materia
para que encarne en nosotros
el Poder de la Divina Pureza.
Amén.
Segundo día
En el segundo día orarán para expulsar de la consciencia la condición humana que a lo largo de los tiempos ha despertado, por obra del enemigo, la tentación, el orgullo, la avaricia y la gula, energías capitales que cercaron los caminos de luz de las almas buenas.
Con fe y convicción rezarán 33 veces la siguiente oración:
Por la Sagrada Humildad
expresada por la Divina Familia
y a través del Amor Puro
que Jesús Niño irradió al mundo,
Señor, expulsa de nuestros seres
todo el dominio que el enemigo ha construido.
Amén.
Tercer día
En el tercer día orarán a Dios implorándole Misericordia por intermedio de la Divina Piedad que Jesús derramó durante Su Vida Pública. Suplicarán al Señor que libere a los corazones de los pecados de vanidad, de posesión, de soberbia y de maldición que hayan vivido alguna vez.
Con consciencia y verdad rezarán 33 veces la siguiente oración:
Por el Sagrado Milagro de Jesús
en las bodas de Caná,
sean convertidos todos los seres
para que al fin despierte en el mundo
el amor verdadero por el Creador.
Amén.
Cuarto día
En el cuarto día recordarán las benditas curas que Jesús realizó a ciegos, paralíticos y mudos. Así pedirán a Dios la cura profunda de sus almas y de los aspectos que marcaron heridas imborrables en su evolución. Solicitarán a Dios que, por el poder curador de Jesucristo, todos los hechos sucedidos en la vida de las simples almas sean curados por Jesús, como Él curó a los enfermos, en aquel tiempo.
Con devoción y misericordia rezarán 33 veces la siguiente oración:
Que las Poderosas Manos de Jesús
y Sus Rayos de Misericordia
se posen sobre nuestros corazones
para que la Luz del Reino de Dios libere las amarras
y cure para siempre todas nuestras heridas.
Amén.
Quinto día
En el quinto día glorificarán a Dios porque Él envió al Hijo Salvador para que quitara la sed espiritual del mundo. Recordarán, entonces, el momento en el que la samaritana le ofrece a Jesús el agua fresca del pozo, y Cristo a cambio le ofrece el Agua de Vida.
Que en este Misterio Divino sus vidas puedan ser lavadas por la Bendita Agua que brotó intensamente del Costado de Jesús en la Cruz, para que omisiones, crueldades, agravios, ultrajes e indiferencias, pecados que la humanidad generó a lo largo de los siglos, sean transmutados por los Códigos Sagrados del Agua de Vida, y que la cura se manifieste en todas las consciencias.
Con amor y compasión rezarán 33 veces la siguiente oración:
Por el Agua de Vida y Redención
que brotó del Costado de Jesús,
los poderes bautismales de liberación y perdón
desciendan sobre nuestras vidas.
Amén.
Sexto día
En el sexto día orarán al Padre para implorarle Misericordia por los que perpetuamente se culpan y se condenan sin haber cambiado nada en sus vidas. Recordarán ahora el momento en que Jesús es condenado a muerte; meditarán en este Misterio de Vida que Cristo entregó para todos y así entenderán que en la absoluta entrega de sí se encuentra la llave de la transformación de la consciencia.
Contemplando este Misterio de la Entrega de Jesús por la humanidad, rezarán con esperanza y alegría 33 veces la siguiente oración:
Por la grandiosa Entrega de Amor de Jesús
en los brazos de la Cruz,
Emmanuel, Sagrado Padre,
concédenos la Gracia de la Entrega permanente
por nuestros semejantes.
Amén.
Séptimo día
En el séptimo día de la poderosa novena volverán con la memoria hacia el momento del encuentro de Jesús con Su Madre en el camino del Calvario.
Que el poder maternal del amor, que todo sustenta y todo resuelve, permita liberar al mundo de todas las constantes caídas y perdiciones a las que se encaminó.
Que por ese importante hecho de amor absoluto entre el Hijo de Dios y la Madre de Dios, las almas más débiles reciban la Gracia de afirmarse en el camino del espíritu por medio de la fortaleza suprema que Cristo vivió durante Su Pasión.
Que esa misma fortaleza lleve a los consagrados a Cristo a abstenerse de toda tentación y energía que los seduzca a desviarse del camino del buen peregrino. Que la Fe de Cristo remueva los obstáculos para que los hijos del Padre caminen en libertad hasta el Paraíso.
Con apertura y piedad rezarán 33 veces la siguiente oración:
Por la divina y suprema Fortaleza de Jesús
durante Su Sagrada Pasión,
Padre, afirma en nuestros seres la Fe eterna,
sublime fuego de eterna ascensión.
Amén.
Octavo día
En el octavo día, abrirán la puerta celestial para recibir la Divina Piedad que Cristo, glorificado en espíritu y en consciencia, expresó después de haber sido bajado de la Cruz.
Que ese Misterio del Amor Invencible que todo restaura y todo transforma, a pesar de los errores cometidos, pueda encarnar como luz infinita y permanente en los corazones que se decidieron a vivir el camino del apostolado.
Que la Divina Piedad Crística transfigure, sin detenimiento, los duros aspectos de la inconsciencia, aquellos que se guardan y que prevalecen amedrentando a los servidores. Que el sublime fuego de la Piedad que Jesús expresó después de la Cruz, para el mundo entero, remueva las dificultades de los que no pueden vivir la castidad, la austeridad, el desapego, la impersonalidad ni la entrega de corazón a Dios.
Con paz y firmeza rezarán 33 veces la siguiente oración:
Por la Divina y Poderosa Piedad
que Cristo esparció por amor al mundo entero
en los brazos de la Santísima Virgen María,
Suprema Madre, acógenos ahora y siempre
en el corazón de Tu Reino.
Amén.
Noveno día
En el noveno y último día de la poderosa novena, meditarán sobre cada uno de los ocho Misterios anteriores que Jesús dejó grabados como luz para el mundo. En este día deberá surgir la síntesis de todo el trabajo orante y espiritual. Los Códigos Crísticos ya deberán estar latentes en los corazones que, con tanto amor, invocaron los anteriores ocho poderosos Misterios Divinos de Cristo.
Hoy, recordarán el momento de la Sagrada Resurrección de Jesús al tercer día y verán en este hecho el poder del Hijo de Dios que, en profunda humildad después de haber sido condenado, martirizado y humillado, resucitó glorioso venciendo la muerte espiritual que condenaba al mundo entero.
Que por medio de ese Misterio las almas que luchan sin descanso, las que trabajan verdaderamente por cumplir el Plan de Dios, sean liberadas de todo mal y que ellas consigan, a través del amor a la Resurrección de Cristo, redimir los aspectos profundos que condenan a la consciencia. Que se levanten de donde han caído y así puedan vencer como Jesús la muerte espiritual que genera el pecado del mundo, y que todos los corazones se eleven hasta los pies del Sagrado Altar del Creador.
Con presencia y fidelidad rezarán 33 veces la siguiente oración:
Por la Gloriosa y Victoriosa Resurrección de Jesús,
que los Sagrados Rayos Celestiales
desciendan sobre nuestras vidas
para que reine la Vida Omnipresente de Dios.
Amén.
Cristo Jesús, el Instructor Al término de la novena, si el orante quisiera recomenzarla, deberá hacer una pausa por lo menos de un día.
2. Ejercicio espiritual entregado por Cristo Jesús en abril de 2012. Para más informaciones, ver el libro 7 días con el Maestro Jesús de Nazareth, de los mismos autores, Editorial Irdin.
En este día de piedad, Yo los invito nuevamente a recordar Mi Pasión en la Cruz. En estos hechos significativos encontrarán la fortaleza para los momentos de confirmación y de desafíos.
Los pasos que están dando algunos de Mis nuevos discípulos van cambiando el rumbo de la vida planetaria y, así, la Gracia de Dios está llegando a los corazones más dañados por las artes del mal.
En esta Hora de Infinita Misericordia, Mi Corazón reúne a los Míos para indicarles el próximo paso que deben dar en la senda de la cristificación del corazón. Por eso, estén atentos a Mis Anuncios. Guarden en sus corazones Mis Palabras de luz, las que les darán la vida eterna y, firmes, caminen en busca de Mi Divino Propósito Crístico.
Vayan en paz, y en reverencia glorifiquen al Dios del Amor, porque en este día de inmensa alegría y consagración del mundo entero, la humanidad está recibiendo la Gracia de la Redención.
Bajo la Luz Infinita de Dios, sean bienaventurados ahora y siempre.
Gracias por recibir Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús, el Sol de la Eterna Gracia
En la fecha santa de San Pío de Pietrelcina, hoy los llamo para que recuerden la inocencia y la pureza de esta gran Consciencia que llevó grabadas en su cuerpo las señales de Mi Pasión.
En él, vean reflejado el ejemplo de la simplicidad y del amor, de la valentía de servir a Dios y de cumplir con la Voluntad del Padre por encima de todas las cosas.
Vean en este Santo Padre Pío, la señal del amor verdadero y fuerte por la humanidad.
Ahora, como un Instructor de la humanidad, acéptenlo como el mediador y confesor por las virtudes de su vida. Que en el ejemplo de su sagrado sacerdocio puedan encontrar el camino para su comunión Conmigo.
En este día bienaventurado, el Cielo y la Tierra agradecen por la presencia de esta Consciencia Sagrada que, al igual que ustedes, imitó el camino de fe y de amor a través de Mi Sagrado Corazón.
Recuerden que este Santo Padre Pío, es el mediador en los casos imposibles y quien cultivará en sus seres el amor por la humildad.
Bajo el Bien del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por permanecer en Mi Sagrado Corazón.
Cristo Jesús
Quien, verdaderamente y sin apuros, reza la Coronilla a la Divina Misericordia podrá recibir los preciosos y glorificados Códigos de Luz que Mi Consciencia alcanzó durante Mi agonía en el Huerto de los Olivos, con la Sangre derramada durante la flagelación, durante la dolorosa coronación de espinas y cuando Yo cargué con la cruz de ustedes hasta el Calvario y, además, durante Mi Crucifixión.
Todos esos Códigos ingresarán en el alma que a las tres de la tarde haga uso correcto y con devoción de la Coronilla a la Divina Misericordia. En ese horario no solo rezarán con el corazón, sino que Yo les daré a conocer el poder de Mi Gracia Sublime y así, sus corazones conocerán los pasajes de Mi Pasión paso a paso tal cual Yo la viví.
Ingresen a partir de este momento en la ciencia de Mi Misericordia y sean agradecidos por poder comprender, en estos tiempos de caos, cada uno de los misterios infinitos que guarda Mi Sagrado Corazón.
Si aceptan conscientemente aprender a vivir la vida de oración, sus consciencias superiores estarán disponibles para ayudar en Mi Plan de salvación y, en consecuencia, sus seres más terrenales contarán con el auxilio del espíritu mayor de sus verdaderos seres. De esta forma Yo preparo corazones para que sean obreros del Plan y consciencias que sean servidoras de Mi Padre Eterno.
Hoy les derramo la sabiduría que Mi Consciencia Cristificada guarda para que entiendan que es posible consagrarse a Mi Señor cuando tan solo dicen sí; porque así la voluntad de ustedes se entregará para que despierte en sus corazones la Voluntad Divina.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por comprender Mis Palabras con el espíritu del corazón.
Cristo Jesús
Queridos hermanos en María Santísima:
Estoy aquí, sobre este centro de oración y devoción para compartir con ustedes Mi Gracia y Mi Piedad, Méritos Divinos que fueron entregados a lo largo de estos días por su honesta respuesta a Mi Corazón.
Queridos compañeros, no Me separo de ustedes ni por un momento; por eso, mantengan la puerta abierta del corazón para que Mi Santo Espíritu los pueda visitar en honor y en alabanza al único Dios del Amor.
Queridas y pequeñas ovejas Mías, el rebaño de ustedes, el de Mi predilección, deberá crecer en el amor, en la unidad y en la fe para que sus vidas sean depositarias de nuevos dones y de nuevas ovejas que querrán encontrar una salida por medio de la Instrucción que Yo les entrego a ustedes.
Mi nuevo ciclo sobre la Tierra y con la humanidad se aproxima. Mediante la oración y la unidad de sus consciencias Conmigo en esta Sagrada Semana, no solo existió la oportunidad superior de libertación de almas encarceladas por su propio sufrimiento, sino que también Mi Misericordia y Mi Gracia Mayor se derramaron sobre aquellos dirigentes que necesitarán de la Luz del Padre para tomar decisiones sobre Mi amada humanidad.
Con esto les digo, Mis queridos amigos, que Mi Corazón bendijo al nuevo Santo Padre con el fin de que él pueda representar en fidelidad a Mi amado Apóstol Pedro, el guardián de las puertas del Cielo.
Así podrán sentir en sus corazones, cómo Mi Luz se irradió esta vez sobre el mundo, luz que tocó especialmente a todos los misioneros que desde hace tiempo Me sirven en el mundo entero, los llamados misioneros del amor y de la caridad.
Mi Corazón de Luz abrazó con tanta compasión a los desamparados y desprotegidos en los llamados campos de refugiados, que Mi Espíritu acogió en el Reino a todos aquellos que podrían haber ido al Infierno.
Queridos, perciban con el corazón la grandeza de su Padre que está en los Universos. Contemplen la inmensidad del Manantial de la Misericordia y de la Piedad que Él derrama por intermedio de Su Santo Hijo Amado.
Hermanos Míos, han agradado Mi Corazón con los buenos actos que han profesado mediante el ejercicio diario de vivir Mi Pasión. Como gloria definitiva, Mi Alma pudo volver a tocar con Su Amor el corazón de algunas familias y jóvenes que, divididos entre alma y cuerpo, retomaron el camino de la reconciliación y de la conversión, pudiendo así perdonar las faltas cometidas al Dios del Amor.
Por todo esto, Mi Consciencia, que fue contemplada y adorada en toda la Tierra, trajo consigo los Dones del Espíritu Santo; Dones que fueron vertidos sobre aquellos que se dispusieron a vivir el estado interno de Mi Pasión, recordando el camino de experiencia y de vida que Mi Corazón dejó como legado para todos Mis seguidores y no seguidores.
Queridos Míos, vean qué infinita es Mi Misericordia; nuevamente, en este día, Mi Corazón los absuelve, los perdona y los hace reencontrar el camino de la redención.
Aguardo que en la Semana Santa del año 2014 los pueda encontrar tan unidos a Mí como lo han estado hoy, pues las Obras del Cielo se cumplen por medio de los fieles y obedientes servidores que están en Cristo sobre la faz de la Tierra.
Bajo el Poder Misericordioso de Dios, sean bienaventurados y alegres.
Gracias por cumplir con Mis Pedidos desde el corazón.
Vuestro amado Cristo Jesús, el Pastor Redentor
Queridos:
Alabados sean sus corazones porque podrán estar en Mi Gloria cuando tan solo sigan Mi Camino Salvador.
Por Mi Santa Cruz redimí al mundo y liberé del Infierno a muchas esencias que se habían condenado al eterno sufrimiento. Hoy ya no cargo más con la pesada cruz del mundo, pero retornaré para dar Vida Eterna a lo que esté muerto en vida, vendré para entregar Mi Espíritu a lo que esté vacío.
Conmigo, en Mí y junto a Mí, nunca perderán la Luz que Yo les proveo desde el Reino de Mi Padre. A quien vive en Mí,
Yo le prometo que no padecerá ni siquiera en la hora de su muerte, ya que su humilde corazón encontrará la Luz Eterna que tanto ha buscado.
Mis queridos, hoy no solo mediten sobre lo que di por ustedes, les pido que vean Mi Sacrificio por el mundo como la victoria de la Redención sobre el mal. Mediten sobre Mi Pasión como una Gloria del Espíritu y de la Voluntad de Mi Padre para que, unidos como un solo rebaño, encuentren abiertas las puertas del Paraíso.
Solo les pido servirme, amarme y amar al prójimo como Yo los amé hasta en los últimos momentos. Ahora Mi Amor es fuerte, poderoso e insondable para aquellos que renuncian a sí mismos para que Mi Espíritu Divino pueda entrar.
Queridos, que este Viernes Santo sea honrado y confirmado por todos ustedes como el retorno definitivo de sus vidas a Mi Vida Celestial, de sus corazones a Mi Sagrado Corazón, de sus misiones a Mi Sagrada Misión planetaria.
Que nadie pierda la devoción por tenerme a su lado diariamente porque en verdad les digo que, antes de venir en Espíritu durante este día al encuentro de ustedes, Yo ya conocía a cada una de sus consciencias. Con esto sean partícipes de Mi Omnipresencia en el Cielo y en la Tierra.
Queridos, los hago caminar a Mi lado recordando Mi Pasión porque hoy aliviarán la carga que el mundo coloca en Mi Pobre Corazón. Mírenme, vean el resplandor de Mis Ojos, Ojos sabios de bondad que en el amor los quieren llevar hacia la Luz y el Amor Eterno de Mi Padre.
Que hoy surja de ustedes la consagración y la confirmación de sus almas a Mi Corazón.
Bajo la Misericordia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por responder a Mis Preceptos con el corazón.
Les agradezco por escucharme, amadas ovejas Mías.
Cristo Jesús, el Salvador y Redentor
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más