MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Un alma, que aspiraba a vivir el camino crístico e imitar a su Señor, luchaba todos los días con las tentaciones y tendencias humanas y, sintiéndose siempre vencida por el mundo, le cuestionaba a Dios, preguntándole: “Señor, ¿Cómo podré vencer las tentaciones del mundo y superar los vicios de la carne, que parecen tan señores de mi condición humana?”.

Y respondiéndole el Señor, también con una pregunta, le dijo: “Alma pequeña, ¿acaso Yo no te di el ejemplo para superar la condición humana? ¿Acaso no vencí los vicios y tendencias de la humanidad, en carne frágil y mortal, a través de Mi Hijo? Entonces, contempla la Cruz de Cristo, porque en ella encontrarás la respuesta a tus cuestiones más profundas; en ella tu cuerpo, mente y sentimientos se verán movidos para vivir la transformación. A través del Amor de Cristo, encontrarás la llave y el ímpetu para escoger la vida crística, y no el mundo, en cada situación de la vida en la que te sean presentadas las tentaciones.

La Pasión de Cristo debe ser tu refugio, hacia donde debes correr cada vez que el mundo busque tu corazón. Cuando seas tentada a escoger las cosas del mundo, pon tus ojos sobre la Cruz y contempla cada llaga y cada herida del Señor. Todo eso fue por ti, para que hoy puedas escoger el Amor y no las ilusiones, para que hoy puedas descubrir quién eres y no permanezcas con los velos sobre tu rostro.

Los vicios humanos solo son vencidos cuando tu consciencia es tomada por un Amor Mayor que te lleve a caminar hacia Cristo, y ese Amor se encuentra en la Cruz. Por eso, contempla todos los días al Señor del Calvario, y allí encontrarás la paz”.

Les cuento esta historia para que sepan vencer al mundo que se agita dentro de ustedes mismos, en esa batalla constante entre el viejo y el nuevo hombre que se traba en sus corazones.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando llega el segundo domingo después de la Pascua y las almas ya fueron lavadas por la Sangre derramada por Cristo en Su Pasión, ha llegado el momento de reconfirmar su compromiso con Él, de confesar delante de Su Corazón los pecados más ocultos, aquellos que avergüenzan a los seres y que, a veces, ni siquiera pueden pronunciarlos delante de Dios.

Es el momento de rendirse ante el Amor absoluto del Creador que, con Ojos de compasión, se vuelve hacia cada ser de esta Tierra y, con Piedad y Misericordia, los perdona por sus pecados más antiguos y desconocidos.

Es el momento de vivir bajo el espíritu de la humildad y de reconocer las propias imperfecciones y debilidades, las fragilidades e ignorancias que llevan a las almas a caer todos los días. 

Es el momento de mirar hacia la Cruz de Cristo y también mirar el Sepulcro vacío y saber que Aquel que fue alzado por los pecados humanos, por Su Amor y Perdón resucitó, demostrando a cada ser el camino hacia la vida eterna, hacia la trascendencia de toda condición humana, inclusive de la muerte que es aquella que lo separa del Tiempo de Dios.

La Fiesta de la Divina Misericordia es el momento en el que las almas se regocijan en Cristo. Ningún pecado fue mayor que el poder de Su Amor, y ni aun la autocondenación de las almas puede vencer a la Misericordia del Redentor cuando los corazones se rinden delante de la Cruz.

Hoy, hijos, es un día para recordar el absoluto e insondable Amor de Dios y de hacer esto también por los que no lo hacen, porque Aquel que murió en la Cruz y resucitó lo hizo por amor a todas las almas y por cada una de ellas.

Por esto, oren por los que están perdidos, oren por los que no miran a Cristo y son indiferentes delante de las Gracias y Misericordias del Redentor, porque así podrán interceder para que, al menos en el último instante de sus vidas o después de ellas, esas almas tengan una oportunidad de arrepentirse.

La Fiesta de la Divina Misericordia es el momento en el que las almas comprenden un don que Dios les dona gratuitamente a aquellos que solo se abren de corazón y se arrepienten. Sean humildes delante del Creador, resignados frente a Su Voluntad y dispuestos a ser amados con un Amor inmenso e insondable. Y, más allá de cualquier error, conocerán el poder de la Divina Misericordia.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Después de la Pasión, Resurrección y Ascensión de Cristo, los apóstoles y discípulos del Señor permanecieron algunos días en profundo silencio, dejando que sus almas pudieran asimilar espiritual y humanamente todo lo que habían vivido.

Ese período de silencio fue necesario para que pudieran comprender la Gracia de la misión que Dios les había encomendado.

El mundo permanecía igual, la humanidad parecía no haberse transformado, pero sus corazones estaban inflamados por un amor inextinguible que perduró a través de los siglos hasta los días actuales.

La historia se repite, hijos Míos.

Los ciclos espirituales son como una gran espiral en ascensión al Corazón de Dios y, en cada vuelta, los impulsos se renuevan y los corazones parecen revivir, de formas diferentes, los mismos acontecimientos. Y así es.

Hoy están en una nueva vuelta de esa espiral evolutiva, en la cual el Señor les entregó los mismos impulsos de dos mil años atrás.

Esos impulsos resuenan dentro de ustedes, los transforman, los mueven, quiebran barreras, disipan ilusiones, para que sus seres sean moldeados según la Voluntad de Dios.

Sean conscientes de lo que viven y, por un instante, permitan que su mundo interior pueda asimilar todos los impulsos recibidos. Mediten sobre las Palabras de Cristo, vuelvan a sentir los estados en los cuales Él los colocó cada día y perciban, finalmente, lo que son llamados a vivir en este tiempo.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Estoy junto a los ángeles y arcángeles, a los pies de la Cruz de Cristo, recogiendo toda la Sangre y el Agua derramadas para la redención de la humanidad y de toda la Creación.

El manantial de la Misericordia fluye hacia todas las almas, inagotable e insondable, misterio que no tiene fin, guardado en la Sangre y en el Agua de Cristo.

Esta Sangre ya se derrama sobre el mundo, sobre la sangre y la vida de todas las criaturas, convirtiendo su genética y su corazón a semejanza de Cristo.

La Sangre de Cristo ya se derrama sobre el mundo y sobre todos los seres, no solo para redimir, sino también para transformar y restaurar la vida.

Finalmente, la humanidad conocerá el Pensamiento de Dios y vivirá, en su interior, lo que es sentir y experimentar a Cristo Vivo.

La Sangre de Cristo desciende sobre la Tierra, transformando toda sangre y toda vida. Su Pasión se tornó Eucaristía viva para todo el planeta, y Su entrega ya no redime solo a las Tribus de Israel, sino también a todas las criaturas, a toda vida, a toda esencia.

El sacrificio de Cristo se hace comunión espiritual y celular y, como un milagro divino y una Gracia espiritual, las almas son tocadas y transubstanciadas por la Sangre de Cristo, así como el trigo y la uva en el altar.

La humanidad será el Altar de Cristo en este tiempo del planeta, y todo aquel que ore en nombre de Su dolorosa Pasión será Eucaristía viva en unidad con Cristo.

Este es el don del sacerdocio extendido sobre la Tierra.

Este es el milagro de la Gracia y de la Misericordia Divina que toca a toda criatura.

Mediten en Su Pasión y rediman sus corazones. Vivan la unidad con Cristo.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Permite que tu alma sea arrebatada por el Amor de Cristo. No temas, no te resistas. Entrégale a Él tu vergüenza, tus miedos, tus aspiraciones más profundas, tus metas y todo lo que eres, entre miserias, destrezas y virtudes.

Está llegando la hora de ser lavado por la Sangre de Cristo, de ser permeado por Su Amor y renovado por Su entrega y, más que estar delante de la memoria de Su Pasión, estar delante de Su propia entrega, de Su Amor y de Su Cruz. 

Por esto, hijo, ha llegado el tiempo de la definición, de la madurez en Cristo, para profundizar en tu consagración y no tener miedo de crecer en Él y por Él.

Deja que seas barro nuevo en las Manos del Alfarero, porque Él conoce el Propósito de Dios para tu vida y puede moldear tu consciencia según la Voluntad Divina.

Ora y pronuncia con amor los Poemas* que el Señor te entregó, porque a través de ellos, Él te enseña el sentido espiritual de la rendición y de la humildad. Así, un alma rendida se comunica con Cristo.

No temas vivir la experiencia de la entrega. Y en lo que resta de esta Cuaresma y de este desierto profundo, comienza a caminar, en tu corazón, con pasos decididos hacia Jerusalén, confirmando y reconfirmando, cada día, tu entrega a Cristo.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

 

*San José hace referencia a los Poemas de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús, transmitidos por Cristo Jesús en los meses de julio y agosto de 2018.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ante los misterios celestiales, sé tú, hijo Mío, como las santas mujeres de Jerusalén, que no necesitaban ser reconocidas para vivir profundamente a Cristo.

Era su propio silencio y humildad que las hacía cruzar los portales en su interior, para que pudieran experimentar los misterios de Dios, inclusive sin que fuera necesario que Cristo les pronunciara palabra alguna.

La profundidad interior que las santas mujeres aprendieron de María les permitía leer en los Ojos de Cristo Su Sabiduría y comprender con Su Amor todos los misterios.

En el Corazón del Señor estaban guardados, como un tesoro, la humildad y la fidelidad de las santas mujeres.

En silencio, encontraron a Cristo en el propio corazón y al mismo tiempo que develaban Sus misterios y vivían una transformación profunda, sus pasos internos y la fe con la cual caminaban, reparaban y sustentaban el Corazón Divino y humano del Hijo de Dios.

Las santas mujeres de Jerusalén no necesitaban hacer grandes cosas para experimentar lo que era verdaderamente grande para Dios. Era justamente su simplicidad lo que les permitía aprender de la Pureza de María y despertar esa pureza en su propio corazón. Y de esa forma, puras, a pesar de imperfectas, poco a poco se tornaban una con Cristo, y a través de Él, una con Dios.

Aprende hoy, hijo Mío, de las cosas simples, pero verdaderas, del tesoro grandioso que se cultiva en el secreto de tu entrega en la profundidad de tu corazón.

En tiempos de Pasión y de definición en Cristo, que tu espíritu viva el ejemplo de las santas mujeres y, en este tiempo, des un paso más, no solo al sustentar la Cruz de Dios en silencio, sino también al saber cargar la propia cruz en lo oculto. 

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Desde el Nacimiento de su Señor hasta Su Ascensión a los cielos, como era el momento de manifestar Su Obra Redentora y despertar a las almas al amor y a la verdad, el Creador envió al mundo a todas aquellas consciencias que necesitaban aprender con Su Hijo.

Fue así que, año tras año, las almas compartieron con Cristo Su vida en la Tierra 

Algunas experiencias fueron más breves, otras más largas. Algunos lo encontraron solo una vez, otros muchas veces, porque el propio Dios, profundo conocedor de las almas que Él creo, era Quien sabía de la verdadera necesidad de cada ser. 

Fue así que, desde la infancia de Cristo, hubo almas que compartieron Su fragilidad, el despertar y la manifestación de Su pureza infantil, el crecimiento de su humanidad y la expansión de Su Divinidad dentro de aquel cuerpo frágil.

Cada ser aprendió algo de Dios a través de Su Hijo, algo que el Creador, con Sus propias Manos, construyó en las almas por medio de Cristo.

Hubo aquellas almas que necesitaban vivir la gloria de Cristo, la revelación del Reino de Dios en Sus milagros, en Sus Palabras, en Su Presencia. Otras necesitaban despertar un amor profundo, fecundo y eterno, a través de Su Pasión, para llevar al mundo el legado de Su Amor, no solo en aquel tiempo, sino en los siglos que vendrían. Otras almas, a pesar de no haber mirado a Cristo a los Ojos, vivieron Su Presencia espiritual y, en el silencio, pudieron encontrarlo en el propio interior.

Les digo esto, porque este es el momento de volverse hacia adentro y recordar.

Recordar al Niño, pleno de Dios, que despertó la pureza en sus corazones.

Recordar al Joven silencioso y humilde que aprendía con Su padre en una carpintería, mientras le enseñaba sobre la transformación de las almas.

Recordar al Profeta de Nazaret, llamado Nazareno, que caminaba sobre los montes y, con la misma simplicidad, lo hacía sobre las aguas, revelando los misterios de Dios guardados en Su Corazón, así como en el corazón de cada ser.

Ha llegado el momento de recordar la Mirada que los redimió, las Manos que se extendieron delante de ustedes para conducirlos a una nueva vida, a un nuevo hombre, simplemente diciendo: sígueme.

Recordar a Aquel que los llamó para dejar en el mar la barca de los deseos y de las aspiraciones humanas para ir con Él a rescatar almas.

Recordar a Aquel que perdonó sus pecados y, viendo en su interior la verdad, los llamó por su nombre para que nunca más se desviaran de Su Amor. 

Recordar cada gota de Sangre que fue vertida de Su Rostro y a Su Mirada siempre fija en Dios.

Recordar Su Corazón, elevado por encima del sufrimiento, rogando por la humanidad y por cada ser, con el mismo amor.

Recordar el sepulcro vacío.

Recordar Sus Palabras y Su Faz en Sus vestiduras resplandecientes.

Recordar Su Cuerpo elevándose entre el brillo incandescente de las nubes, y, entre la luz, el poder de Su Voz, prometiéndoles traer el Reino de Dios al mundo.

Para ver cumplirse las promesas de Cristo, necesitan recordar y, para recordar, necesitan ingresar en el propio interior y contemplar con amor lo que Él dejó en sus corazones, porque Sus impulsos son eternos.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Desde ya prepara tu corazón, hijo, no solo para revivir la Pasión de tu Señor, sino para recibir de Él los últimos y más importantes impulsos que prepararán tu consciencia y tu espíritu para el tiempo que vendrá.

Así como Dios construyó en Jesús la fortaleza que le permitió cargar la Cruz de la redención del mundo, ahora Él envía a Su Hijo para fortalecer y formar a los espíritus que se comprometieron con Él en la renovación de Su Amor y en la revelación de los misterios más profundos de Su Evangelio Universal.

Por eso, sé consciente de dónde estás y para qué fuiste llamado. Deja que tu alma profundice en el misterio de su existencia a través de la oración y de la gratitud, a través del esfuerzo de cada día para estar pronto, para estar delante de Cristo.

Que esta Cuaresma tenga, para ti, un nuevo y definitivo sentido de tener, verdaderamente, el corazón pronto como el de Cristo, para soportar el peso de la cruz de estos tiempos y renovar Su Amor.

Vive los ciclos con atención y con humildad, simple pero vigilante de corazón. Todo en tu vida tiene un sentido espiritual. La evolución humana es una gran y perpetua ceremonia de abrir caminos hacia Dios. Participa de esa ceremonia con tu corazón.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Si tu corazón está cansado interiormente, si tu mente está cansada de resistir, si tus cuerpos están cansados de sustentarse a sí mismos y a este mundo, hijo, llegó el momento de rendirte a Dios.

Si tu espíritu es tentado, si tu alma está en agonía, si la soledad se aproxima y, aun rodeado de amigos, es su silencio el que habla más alto en tu interior, hijo, es porque llegó el momento de rendirte a Dios.

La Pasión planetaria comienza con la tentación.

Antes de entregar todo por amor, tu Señor ya cargaba espiritualmente el peso del mundo y, venciendo a las tentaciones internas con la revelación de Su Fe inquebrantable, venció, entonces, a Sus resistencias más humanas al sudar Sangre y, en ella, al miedo de toda la humanidad de vivir la entrega y el sacrificio por un amor sin recompensas. 

Una vez más te digo, hijo Mío, medita en la Cruz de tu Señor y crea un vínculo profundo con Él. 

Porque cuando el Verbo Divino se silencie, cuando las estrellas se oculten en el cielo y hasta aun tu universo interior esté oscuro, como una noche sin luna, solo el poder de la memoria de la Pasión de Cristo es lo que inspirará a tu alma. Es tu unión profunda con Él y la meta de imitar Sus pasos lo que te permitirá seguir adelante.

Es tan poco lo que padeces, hijo Mío, pesar engrandecido por las tentaciones del mundo, los asedios de estos tiempos. Pero te digo que mucho mayor es el Amor y el Poder de Dios dentro de ti.

Arriésgate a descubrirlo; entrégate para vivirlo.

No permanezcas en el cansancio o en la agonía, sino bebe del Cáliz divino que parece ofrecerte dolor, pero que, en verdad, te ofrece el Amor infinito.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando tu corazón ingrese en el desierto, ora, silénciate y siente tu mundo interior.

Comprende que ser llamado al vacío y a la soledad es ser llamado más próximo al Corazón de Dios, a la verdad de lo que eres, lejos de las ilusiones y de la confusión humana.

El desierto es un camino de transición. El pueblo de Israel cruzó el desierto para cultivar una nueva vida, una genética pura y simple, pero forjada en el sacrificio y en la fe.

Tu Señor cruzó el desierto antes de vivir Su Pasión y allí encontró la unión definitiva con Dios, que no era solo un diálogo con el Padre, sino también la experiencia del Padre dentro de Sí mismo.

Cada ser, al cruzar el desierto interior, vive una transición para algo nuevo, verdadero y profundo.

Confía que en el vacío del desierto algo nuevo está siendo forjado y construido dentro de ti. Deja que tu espíritu se fortalezca y que tu alma encuentre la verdad que necesita descubrir en este ciclo. 

Aunque no veas, no sientas y no sepas, cruza las diferentes etapas del desierto. Siente el vacío de su entrada, la confusión de permanecer en él, las pruebas que llegan, las desolaciones; pero también siente el despertar de la fe, la consolidación de la verdad y, por fin, la revelación de Dios en tu interior.

Tienes Mi bendición para eso.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BUDAPEST, HUNGRÍA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Busca, hijo, profundizar todos los días en la Pasión y en la Vida de tu Señor.

Así sabrás cuál es la esencia de la entrega, del servicio y del sacrificio. Sabrás que la vida es limitada para imitar Sus pasos. Sabrás que las Gracias que te fueron concedidas aún se derraman en tu vida y tienes que agradecer todo a Dios, por cada minuto de tu existencia.

Contempla todos los días la Pasión de tu Señor para que comprendas a dónde Él aspira a llevarte y cuál es el propósito que Dios tiene para ti.

Todo lo que recibes es para que des siempre más de ti por el cumplimiento de un Plan Mayor. Y si sientes que lo que haces es poco, sabe, hijo, que no es tu sensación de estar sirviendo lo que mide tu servicio y tu sacrificio. Es el amor, con el que haces todo lo que eres llamado a hacer, lo que mide, ante Dios, los pasos de tu corazón y de tu consciencia.

Si eres llamado a orar, ora con todo tu ser y hazlo con amor.

Si eres llamado a servir, no importa en qué, hazlo con tu corazón.

Sé excelente en tus acciones, colma del Espíritu de Dios a cada uno de tus actos y, aunque nadie te vea o reconozca tus trabajos, sabe que los haces para Dios y no para ti o para los hombres.

Servir y hacer lo que es necesario, en donde sea necesario y como sea necesario; pero sobre todo, hacerlo por amor.

Contempla todos los días, hijo, la Pasión de tu Señor y siente vergüenza por estar cansado, desconsolado o afligido. Siente vergüenza por querer más del prójimo para ti y coloca tu corazón en el punto correcto de su donación.

A aquel que se entrega por completo al Padre siempre le llegará lo que necesita para ser suplido.

Si algo te falta es porque guardas en ti lo que buscas en los demás. Dona el amor que hay en tu corazón y verás como el Amor de Dios fluirá, eternamente, de tu pecho.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Después de tantos impulsos recibidos y de todo lo que tuvieron que sustentar para que este mundo conozca un poco de paz, y aunque sean pocas, que las almas estén despiertas en este tiempo. Ahora, hijos, deben recogerse en el interior del propio corazón y pacificarse.

El mundo no dejó de sufrir; la humanidad aún tiene mucho que caminar, curar y liberar. Por eso, dejen que sus cuerpos se recuperen, que su consciencia asimile los impulsos recibidos y mediten en los próximos pasos a ser dados.

Después de vivir con Cristo los pasos de Su Pasión, ahora deben revivir el momento en el que los apóstoles se vieron delante de la Ascensión de Jesús a los Cielos y de la soledad y el silencio que experimentaron, para sintetizar en el propio interior todo lo que vivieron con Cristo.

Los impulsos que ustedes recibieron en los últimos días se asemejan a los impulsos recibidos por los apóstoles en los últimos tres años de vida de Jesús. Muchas fueron las Gracias, las bendiciones, los Rayos y las Leyes que actuaron en sus vidas en poco tiempo. Por eso, ahora es el momento del silencio, de la soledad y de la quietud. Momento de mirar hacia el Cielo y emitir al Padre su respuesta, haciendo que Dios escuche su "sí" y, así, sigan caminando con la fe que se renueva a cada paso, en el eco de las Gracias que recibieron.

Que los frutos sean fecundos en sus corazones, porque todas las puertas les fueron abiertas. Ahora basta cruzarlas.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que todos los días sean para ti el día de recordar la Pasión de tu Señor; día de recogerse en Sus Brazos y en Su Corazón; día de estar en la presencia de Su Sangre y de Su eterna entrega; día de aprender a amar como Él amó y ama para siempre.

Que todos los días sean para ti la subida al Calvario, donde debes ver los obstáculos como oportunidades para amar, las caídas como oportunidades para renovarse, las humillaciones como oportunidades de estar en el vacío y allí ser llenado por Dios. 

Que todos los días sean para ti el día de superarte en el amor para aproximar tu consciencia, cada vez más, al Amor de Cristo.

Que todos los días sean para ti el día de tu entrega, de tu rendición, de tu oferta, porque la eternidad te será poca para seguir los pasos de Cristo, y tus pasos nunca deben detenerse. 

Por eso, hijo, hoy recuerda y revive la Pasión de tu Señor, para que tu consciencia comprenda que todos los días son días de imitar los Pasos de Cristo. Todos los días son días de ver un nuevo Cristo nacer.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Recoge tu corazón en la Presencia de tu Señor e ingresa en la memoria viva de Su Pasión, para que cada año puedas descubrir los misterios de Su Amor y aprender un poco más a amar.

Comienza a sentir con Él que la noche de Su entrega se aproxima. Siente cómo el amor y la compasión ya comenzaron a nacer en Su interior, porque Él sabía que Su hora se aproximaba. 

Siente Su Mirada sobre Sus compañeros, emanando compasión y Misericordia, comprendiéndolos y perdonándolos, aun antes de que ellos pecasen, abandonando al Señor en el camino del Calvario. 

Busca ese Amor superior para que comiences tú también a profundizar en el Calvario que vive la Tierra, en el cambio de los tiempos, en la purificación del planeta, en el despertar del Amor mayor. Y comienza desde ya a perdonar los pecados cometidos no solo por ti, sino sobre todo por el prójimo. Comienza desde ya a comprender la fragilidad humana y coloca tu corazón en la esencia misteriosa que los hace dignos hijos de Dios.

El camino del Calvario no comienza con la cruz sobre tu espalda, comienza en el desierto y es vivido y profundizado en los niveles espirituales, muchas veces antes de manifestarse. Por eso, hijo, desde ya abre tu corazón para el despertar del Amor, para la cruz de estos tiempos.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, HACIA LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cada día que se aproxima a la conmemoración de la Pasión de tu Señor, prepara tu corazón.

Prepáralo con cantos y oraciones, prepáralo con silencio y con consciencia, sabiendo que Cristo traerá, con Su Presencia, un nuevo ciclo a la Tierra.

Deja que tu corazón inspire a otros y también a la propia consciencia de la Tierra, para que todos estén preparados para estar delante del Señor.

Hoy Él viene en Espíritu, mañana vendrá en Gloria y después llegará el tiempo de conocer Su verdadera Faz, pues un día las profecías se cumplirán; un día verán al Señor y a Sus misterios, cara a cara.

Será ante la Presencia de Cristo que comprenderán, verdaderamente, Sus Palabras guardadas en los Evangelios. Él les revelará, con una simple mirada y con el movimiento de Sus Manos, todo lo que estuvo oculto en Su enseñanza. En ese momento los hombres reconocerán sus limitaciones y su ignorancia y se abrirán, en humildad, a la nueva vida.

La Presencia de Cristo hablará por sí misma. Su mirada removerá el mal del interior de los hombres y Su Corazón se multiplicará en los corazones de los que lo hayan esperado con amor.

Preparen sus corazones para vivir lo que les digo y no tengan miedo.

Después de todas las pruebas de la humanidad, las profecías celestiales se cumplirán y todo será como fue dicho.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Llegó el momento de acompañar al Señor en el calvario de estos tiempos.

Pero ahora, ustedes ya no serán el Cireneo que acompaña Sus pasos; ya no serán las santas mujeres que lavan la Sangre del camino con sus lágrimas; ya no serán los verdugos que intentan contener sus almas en medio de tanto odio que no saben de dónde proviene y que, al final de todo, se curarán con la potencia del Amor de Dios; ya no serán aquellos que viven la Pasión del Señor con los ojos y con el corazón.

Hoy, Cristo será el Cireneo que acompaña sus caminos. Sus lágrimas lavarán las heridas de la Tierra y saciarán la sed de los que viven en el desierto de su propia cruz. Ahora, hijos, son ustedes los que deben dar ese paso.

La cruz del mundo no será como la Cruz del Calvario, porque sus méritos deben ser otros. Su propósito es renovar y superar todo el amor ya conocido en la Tierra como en el Cielo. Por eso, vivan el momento presente con gratitud y estén atentos a cada nuevo día que trae consigo un paso con la cruz.

Sepan decir "sí" al Cáliz que el Señor les da de beber y, como Su Hijo, sepan decir: "Que se cumpla Tu Voluntad y no la Mía".

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Acompaña con tu corazón el despertar de los Nuevos Cristos, que nacen del sacrificio, del martirio, de la entrega y, sobre todo, del amor.

Los Nuevos Cristos nacen del silencio, de la renuncia, de la castidad, de la vigilia y, sobretodo, de la unidad con el Padre.

Los Nuevos Cristos nacen del vacío, de la fe, del desierto y, sobretodo, de la incondicionalidad ante Dios.

Los Nuevos Cristos nacen delante de los Ojos del Creador y casi siempre serán conocidos solo por Él.

Entra, hijo, en diálogo con Dios, para que Él haga de ti parte de Su legado de Amor, una continuidad del Plan de Su Hijo, semilla de los méritos de Su Pasión, fruto de Su Sangre y de Su entrega.

Aspira a ser, tú también, un Cristo del Nuevo Tiempo, aquel que renueva el Amor del Padre y del Hijo colmado por el Espíritu Santo y que reconstruye, así, la unidad entre el Creador y Sus criaturas, dando a Dios la posibilidad de renovar Su Creación.

Tienes Mi Bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mensaje transmitido en el huerto del Monasterio de la Asunción y del Divino Espíritu, en Uruguay, donde fue colocada una fuente con una imagen de Nuestra Señora del Huerto.

Como el agua que brota de las fuentes consagradas a la paz, que las bendiciones divinas se derramen sobre sus almas y corazones y que, a través de ustedes, lleguen al mundo entero.

Que las Bendiciones que Dios vierte sobre sus vidas se multipliquen y lleguen a cada corazón de este mundo.

En este huerto consagrado a la oración, a la contemplación y a la redención de las almas y de los Reinos de la Naturaleza, el Creador encuentra reparación y esperanza. Que cada ser que llegue aquí recuerde siempre que tiene la oportunidad de orar y reparar el Corazón de Dios, así como Su Hijo lo hizo en el Huerto Getsemaní, y así como Su Madre Divina lo continuó haciendo, una y otra vez, al recorrer en oración los sagrados lugares de la Pasión de Cristo.

María Santísima llegó al Huerto Getsemaní para revivir allí la agonía del Señor y así mantener vivos los méritos de Su Pasión y multiplicarlos. Su oración reparaba el Corazón de Dios y sobre todo el Corazón de Cristo, eternamente flagelado por la gran indiferencia de los hombres.

Que este huerto, hijos, sea para ustedes como entrar en el Huerto Getsemaní y compartir con el Señor Su agonía, reparando Sus Llagas y heridas, generando méritos para la salvación de las almas y para la institución de la Nueva Vida.

Siempre entren aquí con gratitud y alegría por poder servir al Corazón de Dios y en Él a todos los Reinos de la Naturaleza. A través de sus oraciones, unidas a los diferentes Reinos en comunión, los ángeles del Señor repararán el sufrimiento y el ultraje que viven los Reinos de este mundo. Por eso, encuentren aquí un espacio de servicio que, a pesar de ser oculto y silencioso, cruza las fronteras y las dimensiones, y toca el Corazón de Dios.

Por eso Él los bendijo, bendijo esta fuente, este lugar y sus vidas, para que los frutos de su redención sirvan de auxilio para muchas otras almas.

Yo los amo.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando tu corazón te duele y se llena de angustias, ve a los pies de la Cruz, toca con tus manos a los Pies de Tu Señor y permanece allí. 

Pon tus manos sobre las Manos de Cristo y comienza a sentir Sus Llagas. Cierra los ojos, permite que la memoria viva de Su Pasión te sea mostrada y permanece allí. 

Deja que tu silencio te conduzca al Corazón de Tu Señor y que tu oración silenciosa se convierta en una oferta de reparación.

Sentirás en tu pecho un dolor mayor que el tuyo. Ese es el dolor de Cristo, una gota del océano infinito que Él asumió para salvarte. Aprende así, hijo, a convertir tu pesar en oración, tu petición en una oferta y tu silencio en un bálsamo que acoge al Corazón de Tu Señor.

Tu angustia se hará pequeña delante de la angustia de Cristo por el mundo. Tu pesar desaparecerá dentro de Su pesar por las almas. 

Deja que tus lágrimas se conviertan en un puente para rescatar a aquellos que están perdidos. Ofrece tu silencio por los que no saben escuchar a Dios. Si no consigues orar deja que tu oración sea sostenida por las Manos de Cristo y, en un momento, percibirás que tus manos, que fueron a pedir, estarán allí para amparar y tu dolor se transformará en oferta. Buscando cura, repararás el Corazón de Dios. 

Tu llanto se unirá al océano de Su Gracia y, aun pensando que estabas allí para pedir, estarás sirviendo a este mundo. 

En este día de reparación, aprende en tu vida a hacer de todo una oportunidad para reparar el Corazón de Dios y aliviar el sufrimiento de las almas en este mundo. 

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo, 

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Aun sabiendo sobre Su Cruz y Su entrega, tu Señor jamás perdió la alegría y la esperanza.

Aun sabiendo sobre Su Cruz y Su entrega, tu Señor jamás dejó de colocar en los corazones de los Suyos la Paz y el Amor. Él les enseñó a establecer una nueva vida y a atraer el Reino de Dios al mundo, aunque sobrevinieran sobre ellos persecuciones y sombras. Cristo les enseñó que jamás perdieran la esperanza y la alegría que les traía el Reino de Dios que habitaba en su interior.

Hoy, hijo, Dios te anuncia una cruz, una purificación y una entrega absoluta; Él anuncia una Pasión que se extiende más allá de los corazones de los hombres y llega a las consciencias de las naciones, llega a las entrañas más profundas de los pueblos y de las religiones.

Dios te anuncia un ciclo difícil, desconocido, porque es diferente a todo lo que viviste y a todo lo que la humanidad y la Creación Divina vivieron a lo largo de su evolución; es diferente de la Pasión de Cristo que, en verdad, fue una preparación y un anuncio de lo que ustedes vivirán en estos tiempos, tanto como seres como humanidad.

Sin embargo, hijo, Dios también le habla directamente a tu corazón para que no pierdas la esperanza, no pierdas la fe, no pierdas la alegría y el ánimo de anunciar y de proclamar, hasta el fin de tu vida, que un nuevo tiempo y un nuevo hombre están por venir.

Anúnciale al mundo que basta con abrirse al amor y no resistir a la transformación; basta con vivir la obediencia y no rendirse al cansancio y a la soledad; basta con clamarle a Dios y saber encontrarlo en todos y en todas las situaciones de la vida; porque el amor triunfa más allá de los miedos humanos, el amor triunfa más allá de sus orgullos y vanidades, el amor triunfa más allá del sufrimiento y la desesperanza.

El amor hace de la Cruz, una fuente de Misericordia; convierte el sacrificio en la superación del Amor de Dios y hace que, de la entrega del viejo hombre, surja el Nuevo Hombre y la nueva vida, los que finalmente expresarán la semejanza con el Corazón y el Reino de Dios.

Con atención, escucha Mis palabras y no dejes que ellas pasen como el viento, porque, en su simplicidad, con ellas te entrego las llaves para superar todos los males y reencontrar a Dios.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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